Qué Son Las Pautas de Crianza y Cómo Se Establecen
Qué Son Las Pautas de Crianza y Cómo Se Establecen
Qué Son Las Pautas de Crianza y Cómo Se Establecen
El estilo permisivo
Algunas de sus características principales, son: alto componente de afecto, baja
disciplina, escasos límites, bajo nivel de normas, ausencia de medidas correctivas y de
sanción y no existe un control ni supervisión adecuada en los comportamientos del niño
o adolescente.
A este grupo pertenecen, generalmente, padres que les dan todo a sus hijos, no
establecen límites o normas, acceden a todas las peticiones del niño o adolescente para
evitar entrar en conflicto, prefiriendo complacer antes de corregir. Sus principales
consecuencias son inseguridad, déficit en seguimiento de normas,
baja autoestima e inmadurez emocional.
Autoritario
Son padres que ejercen un exceso de control y autoridad sobre sus hijos. No negocian,
sus normas son rígidas, no entienden razones y por lo general utilizan exceso de
medidas coercitivas: más castigos que premios.
Las principales consecuencias de este tipo de crianza son: rebeldía, déficit de control de
impulsos, oposición, bajo nivel de negociación, agresividad y baja autoestima.
Adicionalmente, en el niño o adolescente se abren las puertas de la inseguridad y la
culpabilidad por no cumplir las expectativas de sus padres.
Sobreprotector
Son padres que interfieren constantemente en la exploración y desarrollo de sus hijos,
están pendientes todo el tiempo de lo que hacen interfiriendo significativamente en su
desarrollo e independencia. Dentro de las consecuencias de este estilo de crianza, se
encuentra la inseguridad, la ansiedad y la baja resolución de conflictos. Además se
puede generar una posible dependencia emocional.
Negociador
Son padres que por lo general mantienen un diálogo adecuado con sus hijos, generan
espacios de conversación y escuchan lo que ellos tienen que expresar, presentan una
adecuada regulación emocional y dialogan constantemente compartiendo tiempo de
calidad. De acuerdo con las investigaciones este es el estilo de crianza que más favorece
al desarrollo adecuado de los niños, niñas y adolescentes.
Es importante que ambos padres estén presentes al momento de educar a sus hijos y que
recuerden que, la educación en valores y otras temáticas empiezan en casa, aspecto que
está siendo seriamente afectado debido a cambios socioculturales y por qué no, a los
cambios de rutina dentro del hogar, como por ejemplo:
Estos puntos hacen que las pautas se vean seriamente afectadas, haciendo que el tiempo
en familia y la educación se vean impactados de manera negativa.
Por otro lado, la presencia de problemáticas a nivel psicológico como la falta de control
de impulsos, la ansiedad, el estrés, la baja resolución de conflictos y la depresión entre
otros, influirán directamente en la calidad de las pautas de crianza.
La maternidad y la paternidad son roles que a lo largo del tiempo se han medido por
medio de balanza en la que eres bueno o malo, y en la que se supondría hay un solo
camino que debes seguir para poder dejar en tus hijos la huella más positiva y los
recuerdos más felices que perdurarán en el tiempo.
Sin embargo, hay varios puntos del proceso de ser padres que se omiten en muchas
ocasiones y que estamos seguros, son los que darán mayor valor a la crianza de tus hijos
y que son:
Instinto: las experiencias de tus amigos y tu familia pueden ser tus espejos pero
no deberían ser tu único norte. Date el espacio para entender qué funciona mejor
en ti, cuál es tu manera de enfrentar una crisis de tu hijo en público, de negociar
y crear acuerdos. Confía en ti, eres capaz de hacerlo y recuerda siempre que eres
el padre que tus hijos necesitan tener.
Realidad: mantén los pies en la tierra, la paternidad y la maternidad no deben
idealizarse, tu principal tarea es ser realista, saber que todos los días habrá
nuevos retos, que es normal sentirte triste, que es normal a veces no saber qué
hacer, no te niegues ninguna emoción, cada una de ellas te permitirá cumplir con
tus tareas de la mejor manera.
Errores: permítete cometer errores, permítete sentir miedo de afrontar una
realidad, recuerda que antes de ser papá o mamá, eres humano, y que como
humano vas a estar dudando de tus decisiones y expuesto a la equivocación.
Cuando eres padre debes eliminar de tu mente que serás perfecto, pues para tus hijos
siempre debiste hacer algo más, así que en lo que realmente debes enfocarte es en dar lo
mejor en ti, en hacer todo lo que está en tus manos para darle a tus hijos lo que
realmente necesitan para sentir bienestar.
¡Pero cuidado!, cuando menciono darles todo lo que necesitan, no hago alusión a la
parte material. A lo que realmente me refiero es a hacer todo lo que esté en tus manos
para darles una experiencia de vida realmente satisfactoria, sana y equilibrada, en la que
ellos puedan entender que eres su bastón y su apoyo incondicional, pero que deben
aprender a hacer vida sin ti, su independencia es lo que los hará libres.
Hay un punto fundamental sobre el que quisiera partir, y es que los padres son las guías
de sus hijos, pero este nuevo rol como guías, es un rol que empiezas a construir desde
antes de saber que quieres ser padre, este camino lo inicias cuando eres hijo.
Sí, por más extraño que parezca es así, tu camino como papá y mamá empieza a
construirse desde que eres hijo, pues es ahí donde tus padres, quizás de manera
inconsciente, te brindarán las herramientas, que según ellos, te servirán para afrontar la
vida con todas y cada una de las adversidades que vas atravesando. Y estas mismas
herramientas son las que seguramente vas a compartir con tus hijos con el único fin de
darles las mejores bases de crecimiento.
Hay una base que es importante tengas en cuenta: las pautas de crianza no son una guía
paso a paso de las cosas que debes hacer para que tus hijos tengan unas bases de crianza
sólidas, aunque, sí son una serie de acuerdos que se establecen (y que se transmiten de
padres a hijos de generación en generación) para formar a esas nuevas personas que se
enfrentarán al mundo.
Sin embargo, y pese a que sean conocimientos, reglas, normas o acuerdos que se
transfieren de generación en generación, cada hijo es un mundo, y al serlo, hace una
nueva interpretación de esas bases y las adecua según su personalidad y su visión del
mundo. Tu rol como guía de crianza, no es imponer tu pensar, sino permitir que tu hijo
o hija tenga la libertad de hacer propia esa norma, claro está, respetando su esencia.
Ahora, dándole una importancia aún mayor a seguir tu instinto en todo el camino de
crianza, es muy importante mencionarte que aunque las normas preestablecidas no
deben ser rígidas e inflexibles, si hay puntos que deben ser concertados durante este
proceso y que deben ser de común acuerdo entre quienes criarán al nuevo integrante:
sus padres.
Lo más seguro es que en este punto te estés haciendo muchas preguntas, pero no te
preocupes, voy a darles un poco de claridad.
Muchos padres recibieron exceso de amor por parte de sus padres, mientras que otros
pueden llegar con una baja autoestima o problemas serios de comunicación, la crianza
de un hijo, puede ser el momento para conseguir lo que con ellos no se logró, y crear
espacios de armonía y paz para el hijo que está en crecimiento.
Trabajo en equipo
Papá y mamá deben ser vistos como un todo dentro del hogar, no como figuras
separadas que muestran sus diferencias ante sus hijos. Es importante que haya
comunicación, planeación y orden, que juntos establezcan unos guiones de crianza
donde coincidan, o en caso de que no lleguen a coincidir, respeten y apoyen la postura
que el otro seguramente mostrará y que se adapta a la situación por la que atraviesan.
Ejercicio de la autoridad
La autoridad que los padres ejercen sobre sus hijos debe ser firme y efectiva para que se
generen lazos de confianza y autonomía, esto lo afirma el filósofo español Fernando
Savater, argumentando que ambos aspectos (confianza y autonomía) son los que van a
permitir el desarrollo de una personalidad sana.
Para tener autoridad como padre debes tener concordancia entre tu ejemplo y tu palabra,
pues tus comportamientos reafirman o reprueban las orientaciones que esperas darle a
tus hijos durante su proceso de crecimiento.
¿Padres o amigos?
Siempre ha habido una dualidad en la forma en que debe establecerse una relación entre
papás e hijos, a veces se piensa que ser amigo es la mejor opción porque es una forma
de tenerlos más cerca y de que compartan contigo sus miedos y secretos, y que ahí está
la oportunidad para conocerlos y guiarlos mejor.
Sin embargo, hay algo que debes tener en cuenta, y es que la amistad implica igualdad
en la relación y esto, podría confundir el ejercicio que como padre debes tener en cuanto
a la autoridad. ¿La recomendación? Fortalece primero tu imagen como autoridad en la
vida de tus hijos y luego, cuando hayas ganado este terreno, haz que prospere una
amistad entre ustedes.
Toma de decisiones
Puede que entre tú y tu pareja haya discusiones internas antes de tomar una decisión
frente a sus hijos, pero ante ellos, deben llegar con una decisión conjunta y con una
postura compartida que los haga ver a los dos como la verdadera autoridad dentro del
hogar.
Este punto es importante por una razón principal, y es que, ante los hijos, los padres
deben verse siempre como una unidad. Entender este punto hará que tus hijos no vean
en esa posible falta de comunicación la oportunidad para conseguir lo que quieren o de
aprovecharse negativamente del momento.
Y adicional al punto anterior, también se fortalecerá la relación de pareja y de seguro, se
ahorrarán algunos disgustos debido a posibles diferencias o concesiones de parte de uno
u otro a sus hijos.
Sí, sé que he sido repetitivos al decirte que debes crear nuevas pautas y que para la
construcción de estas debes regirte por tu instinto, y aunque me mantengo en ello,
también es importante reconocer que hay aspectos base que debes tener en cuenta al
establecer estas pautas de crianza:
La relación entre padres e hijos debe ser cultivada como cualquier otro tipo de relación:
de forma bilateral. Hacerlo permite que ambas partes se sientan conformes y felices de
pertenecer al grupo en el que se encuentran.
Recuerda que ser guía de tus hijos trae consigo grandes responsabilidades, por eso,
analiza cada uno de tus pasos, piensa de qué manera puedes educar desde el amor,
dejando una enseñanza mucho más grande e importante sin necesidad de imponer y
castigar.
Ten siempre presente que el niño que hoy cuidas y depende de ti, será un adulto mañana
y que cada decisión que tomaste influirá de manera positiva o negativa en la manera en
la que verá el mundo y compartirá con otras personas a su alrededor.