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Tarea6 - Fuentes No Convencionales

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Fuentes no convencionales de energía

Tema:
Consultar sobre proyectos eólicos offshore
Docente:
Haro Vaca Jefferson Ricardo
Estudiante:
Cristhian Daniel Borja Alarcón
Tarea Semana 6: Energía Eólica

Introducción:

El término eólico procede del latín, “Eólicas”, y significa relativo o

perteneciente a Eolo (Corominas, 1.980-1.991) que, según la mitología griega, era el

dios de los vientos (Herrero Ingelmo). Según cuenta la leyenda, Eolo mantenía

encerrados a los vientos en una cueva de una isla, dejándolos salir a su voluntad

(Guerrero R. , 2003) Más recientemente, Álvaro Cunqueiro relataba como Eolo había

ido finalmente a descansar a las Si sargas, y eran sus despertares la causa del clima

característico de la Costa de la Muerte. Se puede entender, por tanto, como energía

eólica aquella contenida en el viento.

La energía eólica se ha venido aprovechando desde la antigüedad con distintas

finalidades, bien para moler grano, bombear agua, propulsar embarcaciones de vela,

etc., y en fechas más recientes para generar energía eléctrica. A lo largo de este capítulo

se exponen las distintas aplicaciones que ha tenido el aprovechamiento de este tipo de

energía a lo largo de la historia. También se expone la evolución histórica de los

aparatos utilizados para transformar la energía del viento en energía aprovechable para

los diversos usos. El funcionamiento básico de estas máquinas consiste en que el viento

impulsa unas aspas oblicuas que, con su movimiento, activan unos equipos, los cuales
son distintos según la aplicación que se le quiera dar a la instalación y han de ser

capaces de transformar la energía contenida en el viento en energía útil, disponible para

ser utilizada (IDAE, 1.996). Estos aparatos se han denominado de distintas maneras,

siendo la más común de ellas la de molinos. Se llamaban así las máquinas utilizadas

para la molienda de cereales, especialmente de trigo.

Antecedentes:

Hasta la aparición de la máquina de vapor, las únicas energías utilizadas habían

sido las de origen humano, animal, y las resultantes de aprovechar la energía del viento

y del agua. Descartes, en su obra “Discurso sobre el Método”, afirma que “si

conociéramos la fuerza y las acciones del fuego, del agua, del aire, de las estrellas, de

los cielos y de todos los demás cuerpos que nos rodean con la misma precisión con la

que conocemos los diversos oficios de los artesanos, podríamos aplicarlas, de igual

manera, a todos los usos que le son propios y convertirnos así en amos y partícipes de la

naturaleza” (White, 1962). A lo largo de la historia se llevan a cabo una serie de lentas

transformaciones, con el objeto de sustituir la energía humana y los sistemas de tracción

animal por algunas de las energías que nos ofrece la naturaleza, más eficientes

productivamente y energéticamente (Mallet Guy Guerra, 2006) El aprovechamiento de

la energía contenida en el viento proviene de muy antiguo, casi tanto como la

civilización ((www.appa.es). )Las referencias al IV o V milenio a.C. en Egipto permiten

afirmar que la primera aplicación de la energía eólica fue para propuesta de una

metodología para la implantación de parques eólicos OFFSHORE desplazarse,

mediante la navegación, lo que supuso un importante avance para el comercio. Las

embarcaciones a vela no fueron utilizadas sólo por los egipcios, sino también por otros

pueblos, como fueron los fenicios, los romanos, etc. Fig. 3.

Grabado de una embarcación etc.


Desarrollo:

Desde antiguo, el viento ha sido utilizado como fuente de energía en muchas de

las actividades económicas. Tal es el caso de la navegación a vela, el riego, la molienda,

etc. (Fernández Díez, 2002). Aunque ya a finales del S. XIX se diseñó una máquina que

puede ser considerada como precursora de los actuales aerogeneradores, el

aprovechamiento de la energía eólica en forma de energía eléctrica no empieza a cobrar

fuerza hasta 1.973, coincidiendo con la crisis del petróleo (martin, 2002). Más tarde, en

1.997, se acordó el Protocolo de Kioto, por el cual una serie de países se

comprometieron a llevar a cabo determinadas medidas encaminadas a reducir las

emisiones de gases de efecto invernadero, entre las cuales destaca la utilización de

energías renovables (Unidas, 1998) Esto supuso un gran impulso para la energía eólica

que es, dentro de las renovables, la que más crecimiento ha experimentado desde

entonces.

Conclusiones:

• Entre la poca experiencia es existente en el campo eólico offshore y la dificultad a la

hora de conseguir información relativa a los proyectos de este tipo han conducido a

que la comprobación de la metodología propuesta en este trabajo de investigación se

haya realizado mediante la aplicación de ésta a diversas instalaciones, tal y como se

ha expuesto en los epígrafes precedentes.

• Propuesta de una metodología para la implantación de parques eólicos offshore

Aún a pesar de los vacíos de información, se puede dar como satisfecha la

comprobación puesto que se aprecia una línea clara del proceso en la aplicación a

cada proyecto específico, a lo que hay que sumar que alguno de los errores
reconocidos en el diseño de estos proyectos han sido subsanados mediante la

metodología propuesta.

• No obstante, se puede afirmar que los errores que pueden ser subsanados mediante

la aplicación de metodología propuesta en este documento se derivan de lo

incipiente de esta tecnología.

Referencias:
(www.appa.es).

Corominas y Pascual, 1.-1. (s.f.).

Corominas, J. y. (1.980-1.991). “Diccionario crítico etimológico. Madrid: Gredos, 6

tomos.

Fernández Díez, P. (2002). “Energía eólica”. Departamento de Ingeniería Eléctrica.

Gasch, R. y. (2013). Aleman : Windkraftanlagen. Grundlagen, Entwurf, Planung und

Betrieb. Springer, Wiesbaden .

Guerrero, 2002

Guerrero, R. (2003). “Internet como medio de divulgación: de Eolo a Pandora”.

Herrero Ingelmo, 2. (s.f.).

Mallet Guy Guerra, d. C. (2006).

martin, E. (2002).

parity, O. w. (17 de enero de 2012). Obtenido de businessgreen.com (en inglés)

Unidas, N. (1998). Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones

unidas.

White, L. (1962). “Medieval Technology and Social Change”. Oxford University.

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