A2 S4
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FACULTAD DE ARQUITECTURA
Durante la Edad Media convivieron al menos tres formas políticas, sociales y culturales
distintas en el ámbito geográfico del antiguo Imperio Romano: la de los restos del antiguo
Imperio de Oriente (Bizancio), la de los reinos cristianos de Occidente y la de las zonas
islamizadas. Las relaciones entre estas tres prioridades son a menudo
contradictorias: en 711, después de completar su expansión por el norte de África, vía la
Península Ibérica, los musulmanes llegaron a Europa, pero fueron detenidos en los Pirineos.
Como religión, el cristianismo se compone de una serie de verdades y dogmas revelados a la
humanidad por el Dios supremo. Sus doctrinas están diseñadas para salvar los pecados
humanos después de la muerte. Esto significa que el cristianismo es esencialmente una
doctrina de salvación y su fundamento está en la adopción de seres humanos. La fe
actúa en respuesta a la revelación sobrenatural de la fe a través de los escritos
sagrados (como el Antiguo y el Nuevo Testamento). Esta revelación natural contiene
muchas verdades, algunas son sobrenaturales, otras son naturales o racionales, podemos
enfatizar estas últimas: las personas ejercen el libre albedrío. El cristianismo no se manifestó
al hombre como un sistema de pensamiento de especulación filosófica, por lo que no puede
ser visto como un "hecho" filosófico en sí mismo, sino como un sistema de
creencias o como una concepción de las relaciones entre el hombre y Dios. Sin embargo,
existe una ética cristiana basada en las verdades reveladas sobre Dios que gobiernan las
relaciones del hombre con su Creador y la forma práctica de vida que debe seguir en la vida
terrenal para ser salvo en el otro mundo. Dios, creador del mundo y del hombre, es entendido
como un ser personal, bueno, omnisciente y omnipotente, mientras que el hombre, como
criatura divina, tiene su fin último en Dios, que para él es el mayor bien y el mayor valor.
Bibliografía.