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José Ortega y Gasset

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JOSÉ ORTEGA Y GASSET

1.- Definiciones.

ENCONTRARSE: es la relación básica del yo viviente con el mundo. Es el proceso por el cual una
persona se enfrenta a sí misma y a la realidad que la rodea. Encontrarse significa tomar
conciencia de nuestra propia situación y de nuestra relación con el mundo, y asumir la
responsabilidad de nuestra propia vida. Este proceso implica un diálogo interior constante y un
esfuerzo por comprender nuestra propia existencia y la realidad que nos rodea. En este
sentido, es un proceso fundamental para el desarrollo personal y la realización de nuestro
proyecto de vida. La base del encontrarse es la sensibilidad humana, por eso nuestras
emociones y afectos nos indican cómo nos encontramos en el mundo.

VIDA: es un proyecto personal y único que cada individuo debe desarrollar y llevar a cabo. La
vida es, además, un proceso constante de encuentro con uno mismo y con la realidad que nos
rodea, en el que la circunstancia juega un papel fundamental. La vida implica, por tanto, una
constante reflexión sobre nuestra propia existencia y sobre nuestro lugar en el mundo, así
como una responsabilidad de contribuir a la construcción de una realidad más auténtica y
justa. Es una tarea y un desafío constante, en el que cada persona tiene la responsabilidad de
encontrar su propio camino y de vivir de acuerdo a sus propios valores y convicciones.

CIRCUNSTANCIA: es el conjunto de factores externos que influyen en la vida de cada persona,


como la época en la que vive, el contexto social, político y cultural, la educación recibida, etc, y
es lo que hace que cada persona sea única y diferente. La circunstancia no es algo que se
pueda cambiar o controlar, en cierto sentido nos condiciona, pero sí algo que se puede
comprender y aceptar, y que puede ser utilizado como una oportunidad para el desarrollo
personal y la transformación del mundo. Es un elemento fundamental para comprender la vida
humana y la realidad que nos rodea. La circunstancia nos proporciona un contexto y una serie
de referencias que nos ayudan a comprender nuestra propia perspectiva.

MUNDO: entramado complejo de realidades que se construyen y transforman constantemente


a través de la acción humana. El mundo no es algo dado o preexistente, sino que es un
resultado de la actividad humana y de la relación del ser humano con su entorno. La
circunstancia, en este sentido, es un elemento clave para entender al ser humano y su relación
con el mundo. Además, el mundo es una tarea constante, en la que cada persona tiene la
responsabilidad de contribuir a su construcción y transformación, y de trabajar por una
realidad más auténtica y justa. El mundo es, en definitiva, un escenario en el que el ser
humano debe encontrar su lugar y desarrollar su proyecto de vida.
2.- Tesis e ideas principales.

Tesis:

Ideas principales

 La circunstancia no es algo externo al individuo, sino que es parte de su propia


identidad.
o Solo entendiendo esta relación entre el yo y la circunstancia se puede llegar a
una comprensión plena de la vida humana.
 La vida como proyecto personal
o Cada persona debe desarrollar su propia perspectiva y encontrar su lugar en el
mundo.
 El mundo no es algo dado, sino que es algo que se construye y se transforma
constantemente.
 Cada persona tiene la responsabilidad de contribuir a la construcción del mundo y de
mejorar la realidad que lo rodea.
 Lo que nuestra vida sea depende tanto de lo que sea nuestra persona como de lo que
sea nuestro mundo.
 Yo soy yo y mi circunstancia.
 Vivir es encontrase en el mundo.
 El vivir es convivir con una circunstancia.
3.- Líneas argumentales (+ valoración crítica).

El texto propuesto para comentar pertenece a la obra ¿Qué es filosofía?, escrita por el filósofo
español José Ortega y Gasset. Esta obra tuvo una gran trascendencia política y social. En ella, el
autor expone los aspectos fundamentales del raciovitalismo.

Dicho fragmento contiene ideas tales como que

En este comentario se procede a diferenciar y exponer dos líneas argumentales que pueden ser
extraídas del texto que se comenta.

La primera de ellas es la razón, tanto vital como histórica.

Para Ortega y Gasset, la razón no es un conjunto de principios abstractos que se aplican a la


vida, sino que surge de la vida misma, y está siempre en relación con ella.

Por un lado, la razón vital es aquella que nos permite comprender nuestra propia existencia y
nuestra relación con el mundo. Él entiende la vida como realidad radical (raciovitalismo). Las
cosas sin el yo y el yo sin las cosas no tienen sentido. La verdadera realidad es la del yo con las
cosas. Por eso, Ortega insiste en que la realidad radical es la vida humana. Una vida cuyo
núcleo es la razón. La vida y la razón son indisociables en el hombre. La vida humana necesita
de la razón y la razón debe ser considerada como una función vital. Además, dirá que la razón
vital es a lo que el hombre necesita atenerse. Al aplicarla, se encuentra con que es la vida
misma la que da la explicación de la realidad.

La razón histórica, por su parte, es la que nos permite comprender los procesos históricos y la
evolución de las sociedades. Ortega y Gasset sostiene que la historia no es algo que se pueda
estudiar de manera objetiva y distante, sino que debe ser comprendida desde una perspectiva
subjetiva y comprometida, que tenga en cuenta las circunstancias y las perspectivas de los
individuos que han vivido en cada época.

La vida humana no es fija e invariable. Para entenderla, se necesita de la razón histórica. Esta
no acepta nada como mero hecho, sino que lo remite al hacerse de donde proviene.

En Ortega, al hacerse la vida historia, la razón vital se convierte en razón histórica, pero con
una diferencia: mientras la razón vital tiene su mejor cumplimiento en el plano individual, la
razón histórica, además de ese plano individual, trasciende al plano colectivo y social, hacia la
dimensión de la comunidad y de la sociedad.

La segunda línea argumental que podemos extraer del texto es la perspectiva y la


circunstancia.

Para Ortega y Gasset, la perspectiva es un elemento fundamental para comprender la realidad.


Cada individuo tiene una perspectiva única y personal, que se basa en su propia experiencia y
circunstancias. Esta perspectiva es la que nos permite entender el mundo de una manera
particular y diferenciada del resto de individuos. “La perspectiva crea el panorama”.

La circunstancia, por su parte, es el conjunto de factores externos que influyen en la vida de


cada persona, como la época en la que vive, el contexto social, político y cultural, la educación
recibida, etc. Según él, la circunstancia es algo que nos condiciona, pero que también nos
define y nos permite actuar en el mundo de una manera específica. De aquí una de la tesis
fundamental de su pensamiento: “Yo soy yo y mis circunstancias, y si no la salvo a ella no me
salvo yo”.

En este sentido, la perspectiva y la circunstancia son dos elementos fundamentales para


comprender la vida humana y la realidad que nos rodea. La perspectiva nos permite entender
la realidad desde un punto de vista subjetivo y personal, mientras que la circunstancia nos
proporciona un contexto y una serie de referencias que nos ayudan a comprender nuestra
propia perspectiva. En este sentido, conocemos la realidad tal como se nos presenta a cada
uno desde la perspectiva en que se nos ofrece. Con ello, el conocimiento es verdadero, pero
nadie tiene derecho a imponer su perspectiva, sino que debe buscar completarla con las de
los demás.

4.- Contexto histórico.

José Ortega y Gasset, autor del texto que estamos comentando, nació en Madrid en 1883, en
el seno de una familia acomodada y de clase alta, lo que le permitió recibir una educación
esmerada desde temprana edad. Es considerado el padre del perspectivismo y el
raciovitalismo.

Desde el punto de vista histórico, este filósofo español vivió en un periodo de intensos
cambios políticos y culturales en España y en Europa. El final del siglo XIX y el comienzo del XX
en España fue una época compleja y llena de inestabilidades en diferentes ámbitos. En primer
lugar, el general Martínez Campos llevó a cabo un golpe de Estado en 1875 que proclamó a
Alfonso XII como rey de España. Durante esta época, se desarrolló el sistema político ideado
por el conservador Cánovas del Castillo: el turnismo. De esta manera, el Partido Liberal y el
Conservador se alternaban en el poder. No obstante, el sistema electoral era corrupto y
fraudulento y estaba manipulado por los caciques.

La Restauración comienza a entrar en crisis en 1897 y ésta se acentúa en 1898 con la pérdida
de las últimas colonias españolas: Cuba, Puerto Rico, Filipinas y la isla de Guam, que fueron
cedidas a Estados Unidos. Este período estuvo marcado por una fuerte polarización ideológica
entre los partidos políticos y por un clima de violencia y conflictividad. Esto produjo una
profunda crisis económica, a lo que se sumó el analfabetismo de la mayoría de la población.
Una importante consecuencia de esta situación fue la aparición de un grupo de escritores
conocidos como la Generación del 98, entre ellos destaca Miguel de Unamuno, que será el
maestro de Ortega y a quien expulsaron de la universidad, así como Pío Baroja, Azorín, Antonio
Machado… Todos ellos compartirán una visión negativa de la situación del país y se
preocuparán tanto por el problema de España como por el del ser humano.

A partir sobre todo de la Semana Trágica de Barcelona de 1909, el régimen de la Restauración


inicia un lento peor irreversible declive que dará paso, primero, a la Dictadura de Primo de
Rivera en 1923 y finalmente a la proclamación de la II República en 1931.

En 1931 se proclamó la II República española, que pretendía resolver las deficiencias


democráticas y sociales de la Restauración. Sin embargo, se verá interrumpida por el golpe de
Estado liderado por derechistas como el general Francisco Franco. Como resultado, en 1936
estalló la Guerra Civil, que daría lugar finalmente a la larga Dictadura de Franco (1939-1975).
Guerra y Dictadura supusieron una ruptura irreversible en la continuidad de la cultura
española.

5.- Comparación con otros autores.

DESCARTES

Aunque Descartes y José Ortega y Gasset pertenecen a épocas y contextos históricos muy
diferentes, ambos son importantes filósofos que han influenciado significativamente la forma
en que pensamos sobre la política, la sociedad y la economía.

En términos generales, René Descartes es considerado uno de los padres del racionalismo y
destacó por su método deductivo y su búsqueda de una verdad indudable. Por su parte, Ortega
y Gasset es conocido por su teoría de la "razón vital", en la que defiende la importancia de la
vida y la experiencia como fundamento de la filosofía. En su teoría pone la razón al servicio de
la vida.

En primer lugar, ambos se preocuparon por la búsqueda de una verdad o certeza. Descartes
buscaba una verdad indudable a través de su método de la duda metódica, mientras que
Ortega y Gasset afirmaba que la verdad sólo se podía alcanzar a través de la experiencia y la
vida misma.

Otra similitud entre ambos filósofos es su enfoque en el sujeto como punto de partida de la
filosofía. Descartes se enfocó en el cogito, o la conciencia del sujeto, como punto de partida de
su filosofía, mientras que Ortega y Gasset enfatizó la importancia de la experiencia del sujeto y
su relación con el mundo.

El yo que defiende Descartes es un yo abstracto, en el sentido de que no está relacionado con


nada material. Afirma que el yo no es más que pensamiento. Para Ortega está postura de
Descartes nos muestra un hombre incompleto. No se puede hablar del yo sin las cosas, ni de
las cosas sin el yo. Para él, somos el mundo y yo. Vivir es ser uno con el mundo. Yo soy yo y mi
mundo. Así llegamos a la famosa frase de Ortega “yo soy yo y mis circunstancias”.

Sin embargo, hay algunas diferencias importantes entre sus pensamientos. Mientras que
Descartes defendía la idea de una razón universal y objetiva que permitía alcanzar la verdad,
Ortega y Gasset destacaba la importancia de la subjetividad y la diversidad de experiencias
humanas.

Además, Descartes se enfocó en la búsqueda de una certeza absoluta, mientras que Ortega y
Gasset defendió la idea de que la verdad es relativa y cambia según las circunstancias y las
experiencias de cada individuo. La teoría sobre la verdad de Ortega se conoce como
perspectivismo. Con ella realiza una síntesis de dogmatismo y relativismo. Afirma que no existe
el punto de visto correcto, no hay una única verdad como pretendía Descartes y los
racionalistas. Cada perspectiva es verdadera, auténtica, pues cada hombre, pueblo o época
tiene una perspectiva distinta de la verdad porque lo ven desde un punto de vista único y
propio. Las distintas perspectivas no son contradictorias sino complementarias.
ESCUELA ESCÉPTICA

José Ortega y Gasset y la escuela escéptica son dos corrientes filosóficas que, aunque
pertenecen a épocas diferentes, comparten algunas similitudes en cuanto a su enfoque crítico
y su actitud ante la verdad y el conocimiento.

La escuela escéptica fue una corriente filosófica que tuvo su auge en la antigua Grecia, y que se
caracterizó por su postura crítica ante la posibilidad de alcanzar la verdad y la certeza. Los
escépticos sostenían que el conocimiento humano era limitado y que la verdad era inaccesible.
Para el escéptico no hay ningún saber firme, ni puede encontrase una opinión absolutamente
segura. Tampoco son partidarios de adherirse a ninguna opinión determinada y prefieren
suspender el juicio (epojé), pero no por vagancia o miedo sino por principios.

Por su parte, José Ortega y Gasset defendía la importancia de la subjetividad y la experiencia


individual en la búsqueda de la verdad. En su teoría de la "razón vital”, sostenía que la verdad
solo podía ser alcanzada a través de la experiencia y la vida misma, y que cada individuo tenía
su propia verdad, en función de sus circunstancias y su historia personal.

A pesar de estas diferencias, hay algunas similitudes entre ellos. Ambos enfatizan la
importancia de la duda y la crítica en la búsqueda del conocimiento. Los escépticos ponían en
duda todas las verdades establecidas, mientras que Ortega y Gasset enfatizaba la importancia
de cuestionar las verdades establecidas para poder alcanzar una verdad más profunda y
auténtica.

Además, tanto Ortega y Gasset como los escépticos destacan la importancia de la subjetividad
en la búsqueda de la verdad. Mientras que los escépticos defendían la importancia de la
aceptación de la incertidumbre y la subjetividad en la búsqueda de la felicidad, Ortega y Gasset
sostenía que la verdad solo podía ser alcanzada a través de la experiencia y la subjetividad.

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