Selección de Evaporador y Condensador
Selección de Evaporador y Condensador
Selección de Evaporador y Condensador
Ahora vemos que debemos elegir entre evaporadores con ventilador de hélice ɸ
560 o 630 mm. Veremos que hay modelos de ambos tipos que pueden servirnos; la
diferencia es que los que tienen ventiladores de menor diámetro requerirán más
número de ventiladores para proporcionar el caudal de aire necesario.
Otro factor a tener en cuenta es el salto térmico DT (K) entre el refrigerante y el aire
de la cámara que retorna al evaporador. Este DT influirá directamente en la
humedad relativa de la cámara, como vimos en este artículo. En nuestro caso la H.R
en la cámara debe ser del 85 %, por lo que a través de la gráfica (Figura 4) podemos
ver que el DT debe ser de aproximadamente 6 K para el caso de evaporadores
ventilados.
SELECCIÓN DE CONDENSADORES
1. TIPOS DE CONDENSADOR Y TEMPERATURA DE DISEÑO
Supongamos una instalación frigorífica industrial trabajando con refrigerante R-717
(NH3), de tipo inundada, para una producción frigorífica total en evaporadores de
300 kW y una temperatura de evaporación de -8 ºC. Antes de analizar el ciclo
frigorífico y conocer la potencia de los compresores y del condensador, necesitamos
establecer la temperatura de condensación. Sin embargo, dependiendo del tipo de
condensador que vayamos a utilizar, la temperatura de condensación será diferente.
Suponiendo, por ejemplo, que la instalación se realizará en Sevilla, con una
temperatura exterior de diseño de 39 ºC y 45 % de humedad relativa; un condensador
por aire típico (aerocondensador, Figura 1) debería estar trabajando a una
temperatura de condensación mínima de 49 ºC (ΔT = 10 K). Sin embargo, si
empleamos un condensador evaporativo (Figura 2), la temperatura exterior de
referencia no será la temperatura seca (39 ºC), sino la temperatura húmeda del
ambiente, inferior a la temperatura seca.
Figura 1. Aerocondensador.
Los condensadores evaporativos son condensadores por aire cuya batería de
intercambio es pulverizada con agua para obtener un mayor rendimiento por el calor
latente de evaporación del agua sobre los tubos.
En el ejemplo que hemos analizado en este artículo, hemos visto que en Sevilla
tenemos una temperatura seca de 39 ºC y humedad relativa 45 %, siendo la
temperatura húmeda de 28,5 ºC. Es decir, podemos condensar 10,5 ºC por debajo
de lo que lo hacemos con un aerocondensador. Sin embargo, supongamos que
nuestro proyecto es en Cádiz, donde las condiciones son 36 ºC y 70 % de humedad
relativa. En este caso, la temperatura húmeda es 31 ºC, por lo que con un
evaporativo solo podemos condensar 5 ºC por debajo de lo que hacemos con un
aerocondensador. Así pues, ya no se ve tan claramente la ventaja de instalar un
evaporativo, y probablemente pueda ser más económico instalar un
aerocondensador si la potencia a evacuar no supera los 450 ó 500 kW. En cualquier
caso siempre habrá que estudiar cada situación concreta y las condiciones de
diseño para decantarse por uno u otro sistema.