Este documento resume un diálogo entre Sócrates y Gorgias sobre la retórica. Sócrates argumenta que la retórica solo persuade pero no enseña lo justo, mientras que Gorgias sostiene que los oradores influyen las decisiones de la ciudad más que los expertos. Gorgias también dice que la retórica puede hablar sobre cualquier tema con más persuasión que otros, pero debe usarse con justicia. Sócrates luego refuta las palabras de Gorgias, quien acepta ser refutado si está equivocado. El diálogo continúa con S
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Este documento resume un diálogo entre Sócrates y Gorgias sobre la retórica. Sócrates argumenta que la retórica solo persuade pero no enseña lo justo, mientras que Gorgias sostiene que los oradores influyen las decisiones de la ciudad más que los expertos. Gorgias también dice que la retórica puede hablar sobre cualquier tema con más persuasión que otros, pero debe usarse con justicia. Sócrates luego refuta las palabras de Gorgias, quien acepta ser refutado si está equivocado. El diálogo continúa con S
Este documento resume un diálogo entre Sócrates y Gorgias sobre la retórica. Sócrates argumenta que la retórica solo persuade pero no enseña lo justo, mientras que Gorgias sostiene que los oradores influyen las decisiones de la ciudad más que los expertos. Gorgias también dice que la retórica puede hablar sobre cualquier tema con más persuasión que otros, pero debe usarse con justicia. Sócrates luego refuta las palabras de Gorgias, quien acepta ser refutado si está equivocado. El diálogo continúa con S
Este documento resume un diálogo entre Sócrates y Gorgias sobre la retórica. Sócrates argumenta que la retórica solo persuade pero no enseña lo justo, mientras que Gorgias sostiene que los oradores influyen las decisiones de la ciudad más que los expertos. Gorgias también dice que la retórica puede hablar sobre cualquier tema con más persuasión que otros, pero debe usarse con justicia. Sócrates luego refuta las palabras de Gorgias, quien acepta ser refutado si está equivocado. El diálogo continúa con S
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Resumen:
En estas paginas se comienza estableciendo 2 clases de persuasión: una que produce la
creencia sin el saber y otra que origina la ciencia. Se expone que el tipo de persuasión que da lugar la retorica en los tribunales es la que produce la creencia, pero no enseña lo justo y lo injusto. Sócrates plantea que el orador solo persuade a la audiencia. Gorgias responde diciendo que son los oradores los que dan su consejo y hacen prevalecer su opinión sobre los asuntos de la ciudad, no los expertos en la materia como exponía Sócrates. La retorica, según gorgias, abraza y tiene bajo su control y dominio la potencia de todas las artes, ya que no hay materia sobre la que no pueda hablar ante la multitud con mas persuasión que otro, cualquiera sea la profesión de este. Pero es preciso utilizarla con justicia, al igual que con las artes marciales, no utilizar lo aprendido para causar daño injustificado, solo cuando sea necesario. Además tampoco culpar al maestro si uno de sus discípulos o aprendices obra injustamente aprovechando la potencia de ese arte. Sócrates lo refuta planteando que sus palabras no son consecuentes ni están de acuerdo con las que dijo anteriormente sobre la retorica, pero que de igualmente, si gorgias es el mismo tipo de hombre que el, continuara con su interrogatorio. Y dice que es un hombre que acepta que se le refute, si no dice la verdad y de los que refutan con gusto a su interlocutor si comete un error. Pero prefiere sobre todo ser refutado a refutar, ya que lo primero es un bien mayor, porque considera una opinión errónea como el peor de los males. Gorgias dice ser así, por lo que luego de consultar a los espectadores, continúan con el dialogo. Sócrates pregunta si afirmaba que era capaz gorgias de enseñar la retorica a quien quiera ser su discípulo, y este responde que si, pero solo pueden ser capaz de persuadir a los ignorantes. Gorgias además plantea que si acaso el aprendiz no tiene conocimiento alguno sobre alguna arte, las aprenderá de el, pero es preciso que conozca lo justo y lo injusto, ya sea que lo sabe antes de recibir sus lecciones o después. Sócrates argumenta y expresa que el orador no conoce lo justo, lo bello y lo bueno, y además que gorgias se había contradicho al decir que si el discípulo obra injustamente, no se le debe culpar al maestro, ya que el mismo gorgias después dice que el orador no obra injustamente. Luego Polo entra en la discusión, con la única condición de que debe reprimir su discurso, impuesta por Sócrates, ya que al inicio de la conversación había pronunciado largos discursos sin dar respuestas concretas. Sócrates le pregunta si sabe tanto como su maestro, a lo que responde que si, y luego procede a preguntarle que es y cual es el arte de la retorica en su opinión. A lo que Sócrates responde que nada, que es una especie de practica de producir cierto agrado y placer, algo que forma parte de algo que no tiene nada de bello. Algo que no tiene nada de arte, pero que exige un espíritu sagaz, decidido y apto por la naturaleza para las relaciones humanas, fundamentalmente conformado por la adulación.