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Apuntes Medieval Europa

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TEMA 1: LA EDAD MEDIA: INTRODUCCIÓN

AEtas Media= Etas Media


Tempora media
La tempora media (tiempos medios) y Etas Media (Edad Media) son las denominaciones
con las que se llaman tiempos medios a la época del Renacimiento de esa antigüedad.
Lo que queda entre medias es un período secundario, poco
importante, que deja atrás el arte de la antigüedad: filosofía, ética,… Es una época en
la que se produjo una deformación del cristianismo: iglesia opresora, papas corruptos.
Es llamativo que se denominara así a la época anterior al Renacimiento, una época
oscura y nefasta.
A finales del s. XVII es cuando aparece por primera vez la expresión que considera la
Historia de la Edad Media, utilizada por Cristóbal Celler, estableciendo una Historia
Antigua (hasta el s. IV), Historia Medii AEvi (s. IV-1453) e Historia Nova (1453-s. XVIII)
Medii AEvi= Medii Evi (Medioevo Medievo ; Medieval Medievalismo -disciplina que
estudia la Edad Media Medievalista -el especialista-)
La “leyenda negra” y la “leyenda rosa”
Todos los términos son modernos, es decir, posteriores a la Edad Media. Los
medievales sí sabían que eran post romanos. La leyenda negra como una época
atrasada, Bárbara, de violencia, de superstición, de muerte, es una idea que se
consolida en el siglo XVIII iba a ser una imagen que persista. Por tanto, esta leyenda
negra nos indica que el término de la Edad Media se empezó a usar en un término
peyorativo, que es un puro mito. Un ejemplo de esto es de que en la Edad Media no se
creía que la tierra era plana, sino que sabían que era redonda por la herencia de
romanos y griegos.
A partir del siglo XIX se desarrolla otra imagen de la Edad Media de la mano de 3
fenómenos: positivismo: corriente historiográfica que se centra en el estudio riguroso de
las fuentes y en los datos concretos, positivos, con los que se puede hacer historia y se
desarrolla la historia política, militar, del derecho y una serie de historiadores muy
buenos en la especialización de la Edad Media; nacionalismo: se da una ideología
política en el siglo XIV en la que se defiende que las grandes naciones surgen en la
Edad Media, escribiéndose grandes historias medievales, recuperando lo medieval
como signo de estudio; romanticismo: corriente cultural que idealiza sentimientos y, en
concreto, a la Edad Media. En este mismo siglo surge una “leyenda rosa”, un mundo de
fabulosos castillos, grandes caballeros, preciosas Damas; época en la que se tenía los
valores del honor, la valentía y la lealtad; grandes héroes como San Luis, rey de Francia,
Jaime primero el conquistador y Ricardo corazón de León. Además, entre este siglo y el
siguiente, se empieza a realizar la arquitectura neo medieval de los siglos 19 y 20,
llevándose a cabo los estilos neorrománico, neomudéjar y neogótico, recreándose este
estilo medieval. Es una visión idealizada, inexacta e injusta, al igual que la idea de la
leyenda negra. Cabe destacar que se ha dado el boom de lo medieval, llevándose a
cabo series o libros qué contextualizan esta época o se basan en ella como La Catedral
del Mar, Juegos de Tronos, el Señor de los Anillos, El Cid, Isabel, entre otras. Primeras
periodizaciones modernas hechas por el humano entre época renacentista y antigua
Corrientes historiográficas del siglo XX
En este siglo se consolida lo medieval con carácter científico, amplificándose los campos
de estudio, interesando la sociedad y la economía, además de introducirse la
arqueología y la antropología en el estudio medieval, dando mucho juego a la
interdisciplinariedad. Cabe destacar las siguientes corrientes:
• Materialismo histórico (marxismo)
• Historia cultural
• Escuela de los Annales (Lucien Febvre y Marc Bloch)
• Estructuralismo histórico
• Nueva historia (J. Le Goff)
• Postestructuralismo
• Giro lingüístico
¿Es clave la Edad Media?
La Edad Media es una época clave. Gran parte de nuestros antepasados han sido
medievales, quedándonos muchos registros de lo medieval. Nuestra civilización nace y
se desarrolla en la Edad Media (se la denomina la infancia de Europa), vivimos en
estados formados a lo largo de la Edad Media. Además, seguimos gobernados por
instituciones medievales como la monarquía, el ayuntamiento y las Cortes, entre otras,
siendo formadas en esa época. El origen de muchas ciudades viene de esta época,
como Madrid o el tipo de cultivo que se sigue dando en algunos lugares es plenamente
medieval. También podemos mencionar que muchos apellidos y la forma de llamarnos
es propiamente medieval, o que las lenguas romances y anglosajonas son lenguas
nacidas y maduradas en la Edad Media, al igual que ciertas costumbres como llevar
pantalones, gafas, camisas, jugar al ajedrez, leer un libro, leer en silencio, ir al Banco,
estudiaba en las universidades, usar números árabes, comportarnos como un caballero
(este último se basa en la Edad Media, lo que demuestra que nuestro comportamiento
está basado en esa época). Por último, cabe destacar que al cristianismo, al igual que
en la Edad Media, es la gran religión de Occidente y sigue marcando edificaciones, las
ideas de cielo e infierno; al igual que los musulmanes, cuya civilización madura en la
Edad Media.
Cronología de la Edad Media
Se fija en el siglo XVII y se va precisando algo más con el paso del tiempo. Transcurre
desde la caída del imperio romano de Occidente (476) hasta la caída de Constantinopla
en 1453, aunque para nosotros es mucho más familiar prolongar en el
siglo 15 con el 1492 que puede marcar un antes y un después. Al ser 10 siglos, deben
haber sido varias épocas porque son épocas distintas. Podemos hacer subdivisiones:
• Tradicional: Alta Edad Media (476 al 1300); Baja Edad Media (1300 a 1492)
• 3 etapas: Alta Edad Media (476 al 1000); Plena Edad Media (1000 al 1300);
Baja Edad Media (1300 al 1492).
Las épocas o períodos históricos son convenciones o formas de organizar el tiempo,
que no siempre valen para otras civilizaciones, siendo esta una cronología claramente
occidental y hay otras formas de organización, como la artística.
TEMA 2: EL BAJO IMPERIO ROMANO
2.1. El mundo romano en el siglo III
Los precedentes de la Edad Media, si comenzamos en el 476, se encuentran en la
evolución del imperio romano a partir del siglo III después de Cristo. A partir de este
siglo podemos denominar una época nueva, qué es la del bajo imperio romano, siendo
un ciclo de gran crisis del imperio romano (crisis del siglo III). Hay una serie de cambios
profundos que afectan sobre todo a la parte occidental del imperio, con gran
inestabilidad política, ya que vamos a encontrar en este período guerras civiles, golpes
de Estado, emperadores asesinados… Esta inestabilidad política crea una inseguridad
exterior, aprovechándolo los bárbaros, atacando el imperio romano, acentuando aún
más esta crisis y generando problemas sociales y económicos, ya que no hay guerras
exteriores, no hay esclavos nuevos, encarecimiento de la mano de obra, aumento de la
presión fiscal, problemas de carestía, pérdida del nivel adquisitivo, revueltas
campesinas, bandidaje, aumento de la violencia, declive demográfico, epidemias…:
todos estos problemas merman al imperio romano.
Entre el Siglo III y IV se consigue remontar este momento crítico con Diocleciano, quien
muere en el año 305 y Constantino, que muere en el año 333. Estas medidas van a
conseguir mantener al imperio romano y van a perdurar sus efectos hasta el siglo VII.

2.2. Los cambios del siglo IV y sus consecuencias


I. Transformaciones políticas
a) Descentralización y división territorial del Imperio
Descentralización del poder: Diocleciano creó un sistema nuevo, pasando el imperio de
tener un emperador a tener dos, es decir, un emperador con un coemperador de
ayudante, habiendo una diarquía: uno en Occidente y otro en Oriente. Más tarde se
llegaría a cuatro: tetrarquía, dos emperadores con dos ayudantes. El imperio sigue
siendo uno, pero cada parte es gobernada de forma autónoma, cada territorio por
emperador o con Peinador. Se pretendía repartir las tareas de gobierno para resolución
de tareas.
Se va a dar una progresiva separación de las dos mitades del imperio, separándose las
partes occidental y oriental. Esta separación fue un proceso muy lento, que dura siglos
y no está pretendida, pero es un proceso irreversible. Esto se dará en el 395, planeada
para facilitar su gobierno y administración, hecha realidad tras la muerte de Teodosio,
correspondiendo no por casualidad las tierras orientales al primogénito, arcadio, y las
occidentales al segundogénito, Honorio. Así, en el 395 se da la partitio imperii, con una
pars occidental y una pars oriental
En este contexto, hay que destacar la relevancia de la Fundación de Constantinopla, la
capital del imperio romano de Oriente, concebida como una segunda Roma. Fundada
por Constantino (306-337), que le dio su nombre en un acto evidente de propaganda,
pues aquellos emperadores que gozaban de mayor poder solían hacer gala de ese
poder fundando ciudades, como ya había hecho diocleciano en su momento. Muchas
veces no era una fundación totalmente nueva, como es el caso: Constantinopla se erige
en la ubicación de la antigua localidad de Byzantium. Se trataba de un lugar estratégico
desde el punto de vista militar (la proximidad a zonas conflictivas, como el Danubio,
donde era necesario contener a los godos, y en las fronteras orientales, donde era
necesario contener a los persas, de modo que desde la ciudad se podían mandar tropas
con facilidad) y comercial (entre los 3 continentes por lo que se extendía el imperio
romano, en el paso entre los mares Negro y Mediterráneo). Constantino pretendía que
fuera la nueva capital, en sustitución de Roma, así que su erección respondió a una
cuidadosa planificación, en la que se tuvieron en cuenta similitudes como la presencia
de 7 colinas en el entorno.
b) Reforzamiento de las estructuras políticas y administrativas
La conversión paulatina del Estado romano en estado autoritario: va a ser consecuencia
del poder supremo ejercido por los emperadores (el emperador como dominus, de ahí
dominado), con la desaparición efectiva de las instituciones de participación política,
sobre todo el Senado. Esa conversión se inició ya con Octavio Augusto, proyectándose
hacia el futuro. Así, podemos decir que se va a reforzar el poder del emperador iba a
comenzar la autocracia. A partir de esta época, los ciudadanos romanos van a pasar
hacer súbditos. Estos emperadores refuerzan la estructura administrativa para controlar
mejor el territorio, con una estructura jerarquizada, centralizada intervencionista. Al
mismo tiempo, estos emperadores refuerzan las leyes romanas, con menos penas de
muerte y aumentando los castigos informantes: amputar o cortar partes del cuerpo. Los
empleadores también van a reforzar la carga fiscal, basadas en impuestos sobre la tierra
y las personas.
II. Transformaciones sociales y económicas
a) Los cambios económicos
Estas transformaciones políticas se acompañan de cambios socioeconómicos, que
afectan sobre todo a la parte occidental del imperio, siendo más intensos y graves en la
parte occidental que la oriental. Estos cambios que se inician en la época romana se
prolongarán hasta la época medieval:
Una cuestión muy destacada es el ya mencionado proceso decadencia de las ciudades,
paralelo al proceso de ruralización. Su relevancia viene dada por un hecho
incontrovertible: la civilización romana había sido una civilización esencialmente urbana;
la ciudad era la célula fundamental tanto de la organización política como de la
organización social romana, como era también el escenario de una importante actividad
productiva, no solamente vinculada con el comercio y la economía. Cada civitas estaba
formada por el núcleo propiamente urbano y el ámbito rural circundante, territorium. En
las ciudades existía una importante concentración de población, que estaba compuesta
por comerciantes y artesanos pero también con los medianos y grandes propietarios de
tierras, así como por profesionales de índole diversa y variada. Así mismo, las ciudades
eran centros políticos y administrativos fundamentales: en ello residía una aristocracia
municipal, compuesta por los curiales, que era esencial, entre otras cosas, para la
recaudación de impuestos.
Todo esto se vio fuertemente afectado como consecuencia del proceso de decadencia
urbana, que estuvo determinada por una serie de factores; entre ellos, la huida
generalizada de la población, no solo de los humildes, que buscaban una vida más fácil
en el campo, sino también de los poderosos, que se refugiaban en sus propiedades
rústicas, villae. En este sentido, tuvo importantes consecuencias la marcha a sus
propiedades rurales de los curiales, agobiados por los problemas generados por la
recaudación de impuestos. Su huida implicó, entre otras cosas, graves dificultades para
percibir los impuestos, pero también una evidente desorganización de la vida urbana,
como consecuencia del abandono de las tareas que estaban habitualmente en manos
de estos magistrados municipales. Esto va a ser más acusado en Occidente, sobre todo
más en el norte que en el sur (zona mediterránea).
Paralelamente, se produjo una crisis de las actividades económicas características del
mundo urbano, artesanía y comercio, una vez más como consecuencia d la huida de
población, pero también del empobrecimiento de la que quedaba. Además, se reduce
la circulación monetaria (más trueque y atesoramiento del dinero).
También destaca la tendencia a una autarquía económica: las ciudades van a
encontrarse más distantes. Se explica por la peor situación de la aristocracia local que
gobernaban las ciudades romanas. Van a dejar el gobierno municipal y de mantener las
infraestructuras urbanas, habiendo más tarde un gobierno popular, refugiándose en
grandes latifundios. Estos latifundios son los que llamamos villas romanas: gran
latifundio en manos de la aristocracia. Son residencias de lujo con mosaicos, grandes
termas, dependencias agropecuarias y las tierras de alrededor. Estas villas romanas se
conciben en el refugio de la aristocracia romana, que en un declive de la ciudad romana
y una ruralización de la aristocracia con las villas.
b) La sociedad y sus cambios
Un aspecto muy importante es la polarización de la sociedad en dos grandes sectores
opuestos: honestiores y humiliores. Fue, esencialmente, consecuencia de la crisis, que
prácticamente eliminó a los sectores sociales intermedios, especialmente afectados por
la presión fiscal, y golpeó brutalmente a los humildes, en unos tiempos en los que había
una total carencia de servicios y asistencia social.
Entre los honestiores se Contaban los sectores más elevados de la sociedad romana,
entre los que no faltaban los miembros de las jerarquías eclesiásticas, ni tampoco los
más destacados comerciantes y los grandes propietarios rurales; estos últimos
adquirieron una importancia creciente, pues el control de grandes propiedades
agropecuarias garantizaba el acceso a la principal fuente de riqueza en ese momento,
la agricultura. Los humiliores, por su parte, se identificaban con el resto de la sociedad,
siendo el elemento común la carencia de privilegios. Entre los dos grupos existía una
movilidad social que se canalizaba en ambas direcciones, aunque lo cierto es que para
los humiliores el ascenso social era un proceso realmente muy complicado.
Así mismo, a partir del siglo III se produjo la agudización de los conflictos sociales,
protagonizados, lógicamente, sobre todo por los más humildes. Destacaron los llamados
bagaudas (actuaron sobre todo en Galia e Hispania), tradicionalmente considerados
como bandas de desarraigados, que lo habían perdido todo: campesinos sin tierra,
soldados desertores, esclavos fugados, germanos perdidos… Vivían errantes, de la
práctica del bandolerismo, comportándose con gran violencia y dando rienda suelta a
comportamientos vinculados claramente con la contestación social. Junto a ellos,
también es necesario mencionar a los circuncelliones, que protagonizaron actuaciones
similares en ciertas provincias de África, aunque sus acciones tuvieron también algunas
connotaciones nacionalistas y quizá incluso heréticas.
La sociedad, a su vez, se va a encontrar dividida en dos ámbitos: libres y no libres:

• Los hombres libres están formados por la aristocracia romana (familias


senatoriales, altos dignatarios y aristocracias locales), son grandes propietarios
rurales que tienen el poder económico, político y gran influencia social, cultural
y religiosa.
• Por debajo, tenemos los grupos sociales urbanos, que tienen una condición
social intermedia, ya que ocupan profesiones liberales. Estos grupos sociales
urbanos se ven reducidos debido a la crisis económica. No pueden lidiar con los
problemas económicos y sociales, habiendo muchos menos miembros de este
grupo que anteriormente.
• Grupos campesinos intermedios: Igualmente se desenvuelve esta conflictividad,
aunque de forma mucho más soterrada, a través del desarrollo del Patronato o
encomienda ción en El Mundo rural: muchos campesinos pequeños propietarios
perdían la titularidad de sus tierras, e incluso la libertad, con tal de asegurarse
unas mínimas condiciones materiales de vida kuma cediendo gran parte de su
propiedad a cambio de protección física (bandidaje) y fiscal (exención de
impuestos por parte de los campesinos, ya que lo hacen los terratenientes). El
campesino en este caso se denomina encomendado o colono, entrando en
dependencia muchos campesinos.
• Campesinos libres: trabajan para su propia tierra. Al igual que ocurre con los
grupos intermedios, sufren la crisis del siglo III y sus consecuencias. Su situación
respecto del amo empeora, ya que son más dependientes del amo de la tierra y
se convierten en siervos.
• Campesinos no libres:
• Esclavos: estaban en el servicio doméstico y la mayoría en el campo. Desde
el siglo 3 en adelante disminuye el número de esclavos y muchos de estos
eran liberados por los esclavos, pasando a ser siervos. Los romanos liberan
a los esclavos como siervos por razones económicas, ya que un esclavo no
va a tener un trabajo estimulante y su rendimiento puede mejorar sin ser
esclavo; y Por otro lado, por razones religiosas, ya que no puede haber
esclavos cristianos, pasando los religiosos a siervos.
• Siervos: Los siervos eran campesinos dependientes sin derechos, sufriendo
desigualdad jurídica. Están muy sometidos a los amos, a los propietarios de
las tierras. Muchos quedan sujetos a la tierra, no puede ser separado de
ellas, además que no tienen bienes propios, no tienen propiedades privadas.
Se le tiene que castigar al igual que a un animal. La condición de siervo, a
pesar de esto, va a ser muy variable, con muchos tipos de ellos, siendo
algunos tratados como esclavos. Igualmente, la condición de servidumbre
también daba ventajas: el amo tiene que garantizar protección física y
fiscalmente para el campesino y su familia.
El retroceso general es un retroceso de la esclavitud y el aumento de la servidumbre.
Los siervos aumentan desde abajo al ser campesinos libres y desde arriba porque los
esclavos pasan a esta condición.
III. Transformaciones militares
A partir del siglo III después de Cristo, el imperio pasa de ser un imperio ofensivo (ataque
a los demás pueblos) a defensivos (evitar ataques), que se fortifican para tener
protección al haber peligro de exteriores. Hay murallas en ciudades que se van a
conservar de las murallas romanas.
Además, hay que destacar el sistema militar obligatorio, teniendo los romanos que servir
al Ejército del imperio. Lo que hace el imperio es recurrir a los bárbaros, con guerreros
extranjeros que van a comenzar el proceso de barbarización, convirtiéndose en romanos
al entrar en el Ejército. Los romanos, por tanto, en muchos casos su Ejército se va
integrar con muchos miembros bárbaros (en su mayoría germanos). Además, Se ha
podido ver una paulatina transición en la vestimenta de los soldados romanos.
2.3. Las transformaciones espirituales: el Imperio Romano-Cristiano
a) Cristianismo e Imperio hasta el Edicto de Milán
A partir de la crisis del siglo III se produjo un rápido proceso de decadencia cultural, muy
influida por la extensión del cristianismo y por la barbarización. Además, estuvo
acompañado de un cambio de actitudes mentales. En efecto, la religión desempeñó un
papel cada vez más destacado en relación con la vida intelectual, al mismo tiempo que
el conocimiento científico perdía peso específico, ya que se consideraban necesario en
un mundo en el que lo más importante era tratar de conseguir la salvación del alma. Así,
el pensamiento racional pasó a segundo plano, viéndose sustituido por el pensamiento
teológico, con el florecimiento de toda una generación de intelectuales cristianos cuyas
obras reflejaban el comienzo de una nueva era. Afortunadamente, esos intelectuales
cristianos no quisieron hacer tabla rasa en relación con la cultura clásica pagana:
estuvieron dispuestos asumirla parcialmente, procediendo a su expurgo, decidiendo qué
parte de la misma merecía ser conservada para las generaciones venideras, qué parte
podría dejarse caer en el olvido.
La influencia del cristianismo, unida a la creciente presencia de los bárbaros (que
carecían de una auténtica tradición cultural) en las tierras del imperio romano de
Occidente, trajo consigo una evidente simplificación de actividad intelectual, que se fue
tiñendo de pragmatismo: se equipara la forma intelectual a los conocimientos que son
necesarios para desenvolverse en la vida en función de las circunstancias en las que
haya que desarrollarse.
El cristianismo podemos decir que es nuestra religión, conformando nuestra mentalidad
y pasado hasta la actualidad. El cristianismo es una religión fundada a finales del siglo
I después de Cristo en Judea por Jesús de Nazaret, denominado como el mesías. Se
basa en dos principios fundamentales: monotelismo (amarás a Dios sobre todas las
cosas pero al paréntesis y altruismo (amor al prójimo como a ti mismo). Entre los siglos
I y III después de Cristo el cristianismo se expande geográficamente por el imperio
desde oriente pero también socialmente, habiendo de todos tipos.
Con la crisis del siglo III muchos dieron la espalda a las tradiciones religiones romanas,
ya en decadencia desde hacía algún tiempo, para volver sus ojos a las sectas y
religiones de origen oriental, que calmaban la ansiedad de sus adeptos, entre otras
cosas con la promesa de una vida ultratumba. Todo esto, al mismo tiempo que se
producían algunos intentos fallidos por imponer un monoteísmo de índole pagana, en el
que el emperador estaba destinado a desempeñar un papel central.
El cristianismo fue la religión más extendida en ese contexto, debido a su vertiente
comunitaria y solidaria; también por el alto nivel moral de los cristianos y de sus líderes.
Sin embargo, su difusión implicó un grave problema para el imperio, debido a la negativa
de los cristianos a participar en los cultos cívicos romanos, qué tanta importancia tenían,
sobre todo en los momentos de crisis, cuando más necesarios eran. A esto se unieron
las críticas contra aspectos esenciales del mundo romano, como la esclavitud, así como
la frecuencia con la que los cristianos manifestaron una evidente desatención hacia el
conjunto de los deberes sociales, pues ponían excesivo énfasis en él ascetismo y en la
vida contemplativa.
La situación derivó rápidamente a un ambiente de enfrentamiento y fanatismo religioso,
que llevó a la persecución de los cristianos. Esta persecución hay que vincularla con la
extensión creciente del cristianismo, con su paulatina infiltración en los sectores más
altos de la sociedad romana, también con la progresiva organización de la Iglesia.
Aunque la persecución tuvo momentos muy sangrientos, también es cierto que no tuvo
un carácter sistemático, y en algunos momentos fue selectiva, dirigiéndose
esencialmente contra los eclesiásticos y los cristianos de más alto rango. Pero las
persecuciones no lograron su objetivo, sino todo lo contrario: enardecieron a muchos
cristianos, que se empezaron a mirar en el espejo de los mártires, que habían preferido
perder la vida antes que renegar de su religión.
b) El cristianismo en el siglo IV: de religión tolerada a religión oficial
La fuerza creciente del cristianismo se evidenció con su legalización con la promulgación
del edicto de Milán (313) por Constantino, también conocido en su momento como edicto
de tolerancia, al dejar tolerados a los cristianos, aunque sigue siendo oficial la religión
pagana. Se consolida de esta forma el crecimiento del cristianismo. En este sentido, hay
que destacar la relevancia del primer Concilio de Nicea (325), que demuestra que la
protección imperial podía llegar a ser asfixiante Pues, para tratar de salvaguardar la
unidad del cristianismo frente a las primeras herejías, el emperador intervino incluso en
cuestiones dogmáticas, inaugurando el modo de hacer del cesaropapismo, que tanta
fortuna iba a hacer durante la Edad Media.
A pesar de la reacción pagana de Juliano el Apóstata (362 al 365), el cristianismo se
mantuvo fuerte, identificándose Constantino y sus sucesores el imperio romano con él
con esa religión, convirtiéndose en religión oficial del imperio tras la promulgación del
Edicto de Tesalónica (380), con la prohibición de los cultos paganos, que quedaron
relegados al ámbito de lo privado. El paganismo quedó reducido a grupos aristócratas
e intelectuales, cada vez menos, y condenados a desaparecer.
II. De la Iglesia perseguida a la Iglesia imperial
Entre los siglos I y III d.C. los primeros cristianos se establecieron en comunidades
urbanas llamadas en griego Eklesia (Iglesia en griego), que al principio eran
comunidades pequeñas, sin estructura general para todas. Internamente, se daba una
jerarquía sacerdotal triple: obispo y la cabeza espiritual, siendo elegidos por la
comunidad; previste dos por debajo; y los diáconos, clérigos con tarea de
administración. Por debajo de esta jerarquía, los fieles, que son personas de a pie.
A partir del siglo IV, con la ayuda de Constantino, se van a establecer las bases de la
Iglesia medieval:

• Obispo, autoridad civil: funcionarios del imperio


• Obispos van a tener Tribunal de Justicia propio en su ciudad.
• Obispos ponen recibir donaciones de los fieles, formando el patrimonio
eclesiástico.
• Obispos pueden asumir las funciones de gobierno en las ciudades que antes
habían tenido las aristocracias locales urbanas.
• Obispos asumen las tareas de Gobierno de la ciudad: construcción de edificios,
creación de hospicios, practicar la asistencia social.

Los obispos, en definitiva, aumentan su autoridad y su influencia social y política en el


imperio, son funcionarios imperiales y los obispos en el siglo IV se aristocratizan. Los
obispos dejan de ser elegidos por la comunidad y ser reclutados en la aristocracia y son
elegidos por pactos entre aristocracia y clero locales. Algunos de ellos llegan ya a
obispos al final de su vida, habiendo a lo largo de ella casarse, tener hijos y enviudarse.
III. Poder imperial e Iglesia: la fijación de la ortodoxia
A partir del siglo IV lo que se forma es una iglesia cristiana imperial, mezclada con el
imperio romano, siendo las estructuras territoriales de la Iglesia una adaptación de las
estructuras del imperio romano:

• Patriarcado: territorio grande gobernado por un patriarca. En Oriente están los


patriarcados de Alejandría, de Constantinopla y de Jerusalén. En Occidente solo
hay un patriarcado: Roma. Está a la cabeza de la Iglesia, llamado papá. Además
de ser el primado de Occidente, es la cabeza de la Iglesia. Esta primacía era de
tipo tradicional y honorífico, siendo los demás patriarcados autónomos de este.
Además, en Occidente los papas no tenían autoridad fuerte con los obispos: no
hay una iglesia centralizada y monárquica poderosa, puesto que el papá no
gobierna a los demás obispos.
• Provincias: están gobernadas por un obispo metropolitano, que más bien es el
arzobispo.
• Diócesis u obispado: el obispado es una ciudad y su territorio, siendo el nivel
básico de organización territorial. A cambio del apoyo del emperador, los
cristianos lo aceptan al apoyar a la iglesia cristiana. Desde Constantino son
elegidos como representantes de Dios Cristiano. La iglesia la gobierna el
emperador, siendo una teocracia, más exactamente denominada como
cesaropapismo, encontrándose el poder político unido al imperial, al igual que
en tiempos de la religión pagan. La primera medida adoptada fue la de acabar
con las divisiones internas, estando Constantino a la cabeza.
En esta época destaca la problemática planteada por las primeras herejías, vinculadas
con las diversas interpretaciones que habían surgido en el seno del cristianismo como
consecuencia de la práctica imposibilidad de debatir en torno al dogma en los tiempos
de persecución. Precisamente en el contexto del Concilio de Nicea se pretendió por
primera vez terminar con las interpretaciones divergentes del cristianismo, pues el
emperador no estaba dispuesto a tolerar tal situación: necesitaba un cristianismo unido,
no dividido. En ese momento, La principal amenaza para la unidad era el arrianismo.
Surgida sobre la base de las reflexiones de Arrio (m.323), presbítero de Alejandría,
giraba en torno a la posición que dentro de la Trinidad ocupaba la persona del hijo,
afirmando que era criatura del padre, lo que llevaba a negar que padre e hijo fueran
consustanciales. La ortodoxia surgida en las reuniones de Nicea afirmaba, por el
contrario, que padre e hijo eran consustanciales, estableciendo el dogma de la
Santísima Trinidad, quedando el área mismo como una herejía.

2.4. El Imperio Romano de Occidente a finales del siglo IV


El Imperio Romano en los siglos IV y V, tras estas transformaciones, lo vemos como un
imperio que ha sobrevivido a esta crisis del siglo III, pero transformado. La separación
del imperio en dos va a dejarnos en Occidente un imperio debilitado con una discrasia
muy poderosa, teniendo problemas internos serios.
TEMA 3: LA FORMACIÓN DEL OCCIDENTE GERMANO-ROMANO (ss. IV-VII)
3.1. Los bárbaros
Como hemos mencionado anteriormente, desde el siglo III el imperio romano se vio
envuelto en una crisis profunda. Sus rasgos son bien conocidos. Entre ellos, cinco
parecen los más destacados. La pérdida de funciones por parte de las ciudades, en
especial, su capacidad de articulación de los espacios. La ruralización de la vida. La
debilitación de las relaciones de tipo público en beneficio de las de tipo privado. El
creciente peso de la fiscalidad imperial, necesitaba de recursos para comprar la fidelidad
de las tropas, asegurar el aprovisionamiento de las grandes ciudades, en especial,
Roma, o hacer frente a las revueltas sociales y a las amenazas de los bárbaros. Y la
difusión de religiones menos cívicas y colectivas y más salvíficas y personales,
particularmente, el cristianismo.
Los romanos llamaban bárbaros a los pueblos extranjeros que son diferentes y
considerados como inferiores a ellos mismos. Estas migraciones de los pueblos
bárbaros adoptaron dos modalidades: entradas toleradas e invasiones propiamente
dichas. Los invasores pertenecían a muy variadas etnias, aunque solemos utilizar el
colectivo germano para agruparlas. Sus desplazamientos tuvieron más el carácter de
migraciones de pueblos que de invasiones relámpago. Su aspiración era ya lugares en
que instalarse y desarrollar una agricultura sedentaria combinada con la ganadería
vacuna. Durante los siglos II al IV, no intentaron en grupos familiares o pequeñas
fracciones de tribus, que el imperio acogió sin dificultades. Pero, a finales del siglo IV y
durante el siguiente, los intentos los protagonizaron pueblos enteros dotados de fuerte
cohesión étnica, reforzada por tradiciones y creencias religiosas propias. Solo los godos
habían iniciado la vía de la conversión a la religión cristiana en la versión arriana
predicada por obispo Ulfilas.
Podemos diferenciar los siguientes grupos bárbaros:
• Estepa euroasiática: en cuanto a los pueblos de las estepas que participaron en
los movimientos de pueblos a los que nos estamos refiriendo, hay que destacar el
protagonismo estelar, aunque no exclusivo, de los hunos. Con este nombre se conoce
a una Confederación de tribus procedentes de las grandes estepas euroasiáticas, hasta
donde habían llegado desde tierras más orientales, quizá del macizo de Altai. Se los
considera (al menos a sus líderes) emparentados con los turcos. Hábiles jinetes y
feroces guerreros, eran nómadas, por lo que vivían esencialmente la ganadería y del
comercio, así como del pillaje, que practicaban con mucha frecuencia (lo que hace que
se les considere pueblos nómadas o seminómadas). Su fiereza, su capacidad de
sufrimiento, su aspecto físico y su estrecha vinculación con los caballos, que para los
unos eran más que un medio de transporte (quizás los veneraban como sagrados),
contribuyeron a crear en torno a ellos una auténtica leyenda, capaz de aterrorizar incluso
a los pueblos germanos, de tal modo que el desplazamiento de los hunos hacia el oeste
contribuyó, a su vez, al desplazamiento de algunos grupos germanos hacia las fronteras
romanas, contribuyendo de forma decisiva al comienzo del fenómeno que estamos
tratando.
• Celtas: El término celta hace referencia a un grupo de sociedades con una
lengua de origen común que se distribuyó por Europa desde el 1200 a. C.
aproximadamente. Los celtas se extendieron por casi toda Europa hasta que fueron
sometidos primero por los romanos y luego por los pueblos germánicos (visigodos,
francos, burgundios, vándalos, etc.) hasta que prácticamente desaparecieron como
comunidades. Sin embargo, tanto su lengua como muchos de sus rasgos culturales han
perdurado hasta la actualidad. Los pueblos celtas nunca formaron una confederación o
un Estado, sino que solo tenían su lengua en común y ciertas costumbres y tradiciones.
El nombre «celta» proviene de la denominación que le dieron los griegos. Se ubicaban
en las fronteras de Britania, en el norte y el oeste. Se diferenciaban dos grupos: pictos,
más allá del Muro de Adriano, iban tatuados, también llamados Caledonios; escitas,
vivían en la isla de Hibernia (Irlanda actual).
• Bereberes: Pueblo nómada del norte de África.
• Germanos: Los germanos procedían de las tierras situadas al otro lado del rin y
del Danubio, hasta donde habían llegado procedentes de tierras más septentrionales,
concretamente desde el sur de Escandinavia y sus tierras adyacentes. Formaban una
gran familia lingüística dentro del indoeuropeo, pero carecían de homogeneidad étnica,
así que también está abierto el debate en torno a la construcción de la identidad
germana. Las diferencias dialectales, Unidas a su ubicación antes de que se iniciara su
penetración imperio romano, han permitido la división de los hermanos en 3 grandes
grupos: germanos del este u ósticos (situados al este del Elba, como los godos,
burgundios, vándalos…), germanos del oeste o wéticos (ubicados al oeste del Elba, en
la zona más próxima a los ríos Rin y Weser, también a orillas del mar del Norte, como
frisones o suevos) y germanos nórdicos, que permanecía en esa relación con las tierras
escandinavas de las que se considera que, originariamente, provenían estos pueblos.
Hay que destacar que estos pueblos se desarrollan al empezar a estar en contacto con
Roma, llegando a la romanización y cristianización. Muchos de estos pueblos, por tanto,
estaba formado por personas casi romanas. Estos bárbaros van a protagonizar la caída
del imperio romano de Occidente. Aunque, también se va a dar un proceso de
aculturación por parte de los romanos que estaban experimentando los germanos. Se
trata de un proceso lógico, si se valoran los múltiples contactos, de diversa índole
(guerra, comercio…), que existían entre germanos y romanos. Además, la frontera
romana siempre fue una zona de contacto con los pueblos bárbaros que se asentaban
al otro lado.
3.2. La caída del Imperio Romano de Occidente (ss. IV-V)
I. Aspectos generales
Se han dado diferentes explicaciones de este proceso: invasiones, migraciones,
formación de pueblos (etnogénesis)… El problema es la falta de fuentes, puesto que no
hay apenas fuentes directas de los siglos IV y V. Los tex tos que se han encontrado de
esta época son posteriores a los hechos, por lo que son interpretaciones y que no son
fiables en este caso. Hablamos de un proceso complejo, largo y extenso, que dura siglo
y medio.
La caída del imperio romano no se debió solo a migraciones e invasiones, pueden darse
de manera combinada y extensa. Es cierto que hubo invasiones violentas, pero en la
mayoría de los casos Hubo entradas pacíficas y negociadas entre los que llegaban
(barbaros) y las autoridades romanas. Los romanos pactaban con los bárbaros
asentamiento a cambio de defensa con otro bárbaro. Este pacto se denominaba foedus,
de la que viene foederatus, que significa aliado. El rey bárbaro que firmaba este pacto
conseguía tener a su pueblo protegido.
Las migraciones eran de pueblos pequeños. Los bárbaros fueron una minoría
comparada con los romanos. Además, hoy se plantea la duda del ADN bárbaro, ya que
no coincide con los estereotipos. Además, se encuentra ofendería que hasta ese
momento era exclusiva de Roma. Por tanto, los pueblos bárbaros serían una mezcla de
romanos germanizados con germanos más o menos romanizados.
También cabe destacar que esta caída del imperio no fue una lucha de bárbaros contra
romanos, fue más bien la lucha de romanos y bárbaros romanizados contra bárbaros
exteriores, que también podrían estar romanizados. Muchos generales estaban
germanizados y eran personas que habían prosperado en el imperio. Los bárbaros al
entrar en el imperio buscaban objetivos muy diversos: algunos buscaban protección,
mientras otros buscaban saquear. Todos, en definitiva, querían integrarse en el imperio,
pero nunca destruidlo.
Causas internas:
• Debilitamiento del poder imperial: el emperador de Occidente ha perdido el
control de la situación y los ejércitos.
• Ejército romano occidental actúa de forma separada, convirtiéndose alguno de
ellos en Reyes. Si no hay imperio romano, se postula como rey bárbaro.
II. La llegada de los hunos
Durante el siglo III Roma se vio, literalmente, acosada por sus enemigos, entre los que
se contaban los bárbaros. Entre ellos había pueblos conocidos por los romanos desde
tiempo atrás, otros que eran nuevos. Sus ataques se vieron, ademas, propiciados por la
continua afluencia de nuevos grupos bárbaros a las zonas limítrofes del imperio, que
parecían empujar hacia adelante a los que estaban allí instalados previamente. La
presión se ejerció por igual sobre la frontera renana y danubiana. Las penetraciones
sobre el territorio imperial se hicieron frecuentes, con las inevitables consecuencias
destructivas. Los hunos fueron una amenaza constante en este tiempo: inician una
migración hacia el oeste en el siglo III y avanzan al no poder sobrevivir de forma correcta,
entrando en el siglo IV en la Europa oriental, destruyendo algunos de estos pueblos y
otros se convierten en vasallos y súbditos de los hunos. Los hunos van a formar una
Confederación, siendo algunos empujados a las fronteras y otros Anexionados.
III. Las primeras oleadas
a) El periplo de los visigodos.
En el año 370, los hunos avanzan hacia el oeste y el primer pueblo con el que se topan
son los ostrogodos, al norte del mar negro, asumido por los hunos. Una parte de los
godos consigue escapar y se encuentra allí con los visigodos, que se ven presionados
por las fronteras romanas. Los visigodos formaron una de las dos ramas (la otra fue la
de los ostrogodos) en las que se considera que se dividió el pueblo de los godos. Unos
y otros, visigodos y otro godos, estaban situados no muy lejos de la frontera danubiana
del imperio romano. A finales del siglo cuarto, los godos llevaban ya mucho tiempo
relacionándose con Roma, incluso se habían convertido al cristianismo, aunque habían
optado por una versión herética del mismo, el arrianismo. En el año 376 los visigodos
son autorizados por Valente, emperador de Oriente, a establecerse en el sur de la novia.
En el 378 se produjo un enfrentamiento al agudizarse las precarias condiciones que
llevaron a los visigodos a rebelarse frente a Roma. En este año se produjo la batalla de
Andrinópolis, en la que los romanos fueron derrotados por los visigodos, resultando
muerto el emperador en el transcurso de la batalla. El nuevo emperador, Teodosio (379
al 395), llegó a un acuerdo con los visigodos, estableciéndolos en Mesia (actual
Bulgaria) en 382. Sin embargo, durante muchos años las relaciones entre visigodos y
romanos iban a ser muy conflictivas.
En el 395 muere el emperador Teodosio primero, dándose una nueva sublevación con
el emperador Alarico primero. Se produce el saqueo de los Balcanes, el ataque a
Constantinopla, la huida hasta el norte de Italia, pero no tienen parangón con el saqueo
de Roma en el 410, provocando una gran conmoción en la ciudad, ya que hasta
entonces nunca había sido saqueada; si bien para ese momento hacía ya años que la
ciudad eterna había dejado de ser la capital del imperio romano de Occidente (sustituida
primero por Milán, más tarde por Ravena), seguía siendo el símbolo urbano por
excelencia, así que el suceso contribuyó de forma importante a sacudir las conciencias.
Las correrías de los visigodos por Italia estimularon al emperador Honorio a ensayar
una nueva fórmula: convertirlos en una fuerza de policía que controlara a los demás
pueblos germanos que habían entrado en el Imperio. El pago por sus primeros servicios
contra los vándalos no satisfizo a los visigodos, quienes, en 415, entraron por primera
vez en Hispania. Tres años después, el emperador accedió a instalarse en Aquitania: el
foedus de 418 convirtió a los visigodos en federados del Imperio. Ello supuso el
reconocimiento imperial del primer “reino” bárbaro en Occidente.
b) Las invasiones del Rin
El desmembramiento occidental se desencadenó ya en los años iniciales del siglo V,
por tanto cuando ya se había producido la división del imperio romano, y sus efectos se
dejaron sentir exclusivamente en el imperio romano de Occidente. Las inclemencias
meteorológicas se hicieron sentir con especial crudeza en las navidades del año 406,
de tal manera que las aguas del rin se helaron y permitieron que, el último día del citado
año, diversos grupos bárbaros (suevos, vándalos y alanos) aprovecharon la
circunstancia para penetrar en tierras imperiales. Se trataba de un auténtico
conglomerado de pueblos, algunos de ellos escasamente importantes, otros, sin
embargo, destinados a formar reinos en las tierras del imperio romano de Occidente.
Tras atravesar el limes renano, los vándalos vagaron durante algunos años por las
galias, protagonizando correrías bastante destructivas. Pasaron a Hispania ya en 409,
en unión con suevos y alanos. Los vándalos se instalaron en las Gallaecia junto a los
suevos (vándalos silingos) y en la Baética (vándalos asdingos). Al cabo de un tiempo, y
como consecuencia de la presión que sobre ellos ejercieron los visigodos, optaron por
cruzar el mar para instalarse en el África romana, donde sí triunfaron en su intento por
crear un reino, cruzando en el 429 con el rey Geserico el Estrecho de Gibraltar,
conquistando en el 439 Cartago. La conquista en el norte de África por los bárbaros
tiene consecuencias. El granero, con gran cantidad de trigo es pérdida económica
capital para el imperio romano, que queda muy tocado. Los vándalos, además, se van
a dedicar a atacar el comercio romano en el Mediterráneo occidental.
Los hunos fueron uno de los grandes protagonistas de la invasión de Roma. Es uno de
los pueblos más misteriosos y de los que más capacidad de fascinación han logrado
ejercer a lo largo de la historia. Aunque han pasado a la misma como enemigos
irreconciliables de los romanos, lo cierto es que no siempre fue así: los romanos se
valieron, en algunos momentos, de los hunos como aliados frente a otros grupos
bárbaros, siendo ese el más que plausible motivo por el que favorecieron su
establecimiento en las tierras de panonia (actual Hungría), aunque también es cierto
que los hunos nunca llegaron a sedentarizarse totalmente.
Las relaciones entre hunos y romanos se torcieron cuando estos segundos fueron
capaces de crear lo que, salvando ciertos matices, podemos calificar como estado, con
la peculiaridad de que el clásico nomadismo de los hunos hace bastante difícil
establecer sus límites concretos. Ese estado huno llegó a su momento de máximo
apogeo durante el reinado de su monarca más conocido, Atila, paradigma de la barbarie
(recuérdese que se le conocía como el Azote de Dios), aunque el soberano huno fue
protagonista, en su juventud, de una larga estancia en Roma en calidad de rehén,
circunstancia que hizo que recibiera, durante esos años, una educación a la romana.
Si bien en principio estuvo bien avenido con los romanos, Atila no tardó demasiado en
mostrar unas intenciones claramente hostiles hacia ambos imperios romanos. Sus
ataques contra el de Oriente se resumen en dos destructivas entradas en las tierras
balcánicas y un fallido asedio de su capital, la ciudad de Constantinopla. Los afamados
son sus embates contra el imperio romano de Occidente: protagonizó una destructiva
entrada sobre las Galias, que terminó con su derrota en los campos cataláunicos (451)
y también realizó sangrientas correrías por tierras de la península itálica, llegando a
amenazar la ciudad de Roma, cuyo asedio abandonó tras la famosa entrevista con el
papá León I (440 al 461), sin que hayan podido determinarse cuáles fueron los motivos
concretos que lo llevaron a tomar esa decisión. Se dice que no invade Italia por miedo
al castigo del Dios Cristiano si no hacía caso al papa. También podía deberse más bien
a que el miedo del castigo no fuera de Atila propiamente, sino de su ejército, ya que
había muchos cristianos enrolados en su ejército. Otro motivo que se podría haber dado
es que, ante la amenaza de ataque de los romanos de Oriente a Panonia, los hunos
regresaran del norte de Italia para no dejar desprotegida su zona central.
Durante sus campañas contra el imperio romano de Occidente hizo gala de su ambición,
pues aspiro a contraer matrimonio con Honoria, emperadora del emperador Valentiniano
III, quien, enemistada con este, ofreció su mano al caudillo huno, que estaba más que
dispuesto a aceptarla, reclamando como dote extensos territorios del imperio romano
de Occidente.
Atila falleció poco después de retirarse de Roma, en 453, en circunstancias que distan
mucho de estar claras. Tras su muerte, sus hijos protagonizaron una disputa por el poder
que tuvo como principal consecuencia la rápida decadencia del poder huno, vinculada,
entre otras cosas, con la desbandada de los diversos grupos bárbaros a los que los
hunos habían sometido a vasallaje durante sus correrías. Los hunos prácticamente se
esfumaron de la historia en unos pocos años, un que pervivieron en leyendas y
tradiciones. En este sentido, hay que destacar cómo los húngaros se empeñaron en
señalar los vínculos que los unían con los hunos, a los que consideraban sus
antepasados, de tal modo que consideraban que Atila era antepasado de sus
soberanos.
Se produjo la disgregación del poder huno, los ostrogodos que habían estado bajo su
férula se acercaron al imperio romano de Oriente, consiguiendo un foedus que les
permitió establecerse en las tierras en torno al lago Balatón. Las relaciones entre
romanos y ostrogodos no siempre fueron fáciles, y se hizo habitual que los segundos
realizarán periódicas incursiones sobre los Balcanes. Entre los mecanismos que se
utilizaron para tratar de frenar esas correrías se contó el envío Constantinopla de
rehenes ostrogodos. Uno de esos rehenes fue el futuro monarca Teodorico. Miembro
de la familia Real ostrogoda, llegó a la corte imperial siendo un niño y permaneció allí
durante unos años que fueron cruciales para su formación, ya que recibió una educación
a la romana. En torno a 474 se convirtió en el rey de los ostrogodos, a los que llevó a
su momento de máximo esplendor. Teodorico mostró, desde los mismos comienzos de
su reinado, la capacidad que tenía para poner en jaque al imperio romano de Oriente.
Sus negociaciones con el imperio implicaron el establecimiento de los ostrogodos en
Macedonia, algo que no contribuyó, precisamente, a frenar sus correrías por los
Balcanes. De modo que la presencia ostrogoda resultaba cada vez más peligrosa y
molesta, como también resultaban peligrosas y molestas las ambiciones personales de
Teodorico, que llegó a asediar en varias ocasiones la capital imperial.
En el 476 se marca el final de la antigüedad, desintegrándose en la segunda mitad del
siglo 5 el imperio romano de Occidente. Rómulo Augusto, último emperador de
Occidente, es depuesto por un general bárbaro, Odoacro, proclamándose rey de Italia
y realiza un acto de gran simbolismo, enviando las insignias de Occidente a
Constantinopla, no habiendo emperador de Roma.
3.3. Evolución de los reinos germano-romanos (s. V-princ. s. VIII)
I. Reino vándalo de África (429-534)
Fundado en el año 429 por el rey Gerserico, tras cruzar los vándalos el Estrecho de
Gibraltar y llegar al norte de África. Desde allí, ocuparon las islas del Mediterráneo
occidental (Baleares, Sicilia, Córcega y Cerdeña), interrumpieron el tráfico marítimo de
la metrópoli y el abastecimiento de Roma y acabaron por saquear la capital. Va a ser el
único reino con vocación marítima al hacerse con la flota de Cartago. Las acciones de
los vándalos fueron producto de un deliberado germanismo, enemigo a muerte de la
Romaní dad y del catolicismo, y terminaron por provocar la desarticulación total de las
estructuras económicas y políticas de la antigua provincia norteafricana. Fue un reino
frágil, durando un siglo y con una división radical entre vándalos germanos arrianos
(minoría general dominante) y los afrorromanos católicos (mayoría de la población).
Estos vándalos van a llevar a cabo persecuciones y estas persecuciones llevan a la
mala fama hasta nuestros días. En el año 534, las tropas bizantinas enviadas por el
emperador Justiniano acabaron con el Reino de los vándalos. Tras su desaparición, solo
quedó un gentilicio que aún hoy sigue siendo sinónimo de barbarie.
II. Reino de los ostrogodos de Italia (493-554)
Los ostrogodos, como los visigodos, eran germanos muy romanizados y cristianos
arrianos, siendo, en un principio, aliados forzosos de los hunos, aunque a partir del 453
se liberan desde control y actúan por su cuenta de forma hostil. En 476, Odoacro, rey
de los hérulos, depuso a Rómulo Augústulo y se hizo con el poder en la península itálica.
Hacia el año 490, el caudillo ostrogodo Teodorico penetró en aquella y en 3 años eliminó
a Odoacro y sus hérulos. Los recién llegados se instalaron principalmente en el norte de
Italia.
Teodorico el Grande, tal y como se le apodaba, era un personaje muy romanizado y
popular en Constantinopla, con buena fama en Oriente. Al principio, la personalidad de
Teodorico, miembro de una de las parentelas más distinguidas de los godos y defensor
de la tradición romana, aseguró su prestigio a ojos tanto de los restantes pueblos
bárbaros como del imperio de Oriente. Más tarde, su ascendiente respecto a otros
Reyes bárbaros empezó a suscitar recelos entre los bizantinos, mientras su tolerancia
respecto a la mayoría católica de Italia y su respeto de la tradición romana no eran
compartidos por algunos de los jefes ostrogodos. El resultado de todo ello fue un final
de reinado caracterizado por incomprensiones y recelos, ante los cuales Teodorico se
refugió en un autoritarismo brutal, del que su colaborador y filósofo Boecio fue una de
las víctimas.
La muerte del monarca ostrogodo en el 526 dio oportunidad a los bizantinos de intervenir
en Italia. La llegada se produjo en el año 534, inmediatamente después de su éxito en
el norte de África, donde habían acabado con el Reino vándalo. En Italia, las cosas
fueron mucho más difíciles. Una amplísima rebelión, inicialmente encabezada por Totila,
mantendrá durante 20 años la llamada guerra gótica contra los bizantinos (534-554).
Junto con la terrible peste de 543, las hostilidades consumieron las energías de los
contendientes y devastaron Italia. Cuando la lucha concluyó en el año 554, la península
había quedado definitivamente arruinada, desapareciendo definitivamente el Reino
ostrogodo.
III. Britania y los anglosajones (ss. V-VIII)
Los destacamentos militares romanos de Britania se habían trasladado de la isla al
continente durante el año 407 a fin de cerrar la brecha de la frontera del rin por la que
habían penetrado los pueblos germanos. Su marcha dejó la isla en manos de sus
habitantes autóctonos, quienes, débilmente latinizados y romanizados, experimentaron
una vigorosa fertilización. Su aislamiento respecto al continente explica que la
evangelización de la isla, protagonizada por San Patricio, se hiciera desde la vecina
Irlanda, lo que implicó un cristianismo caracterizado por su capacidad misionera y sus
diferencias en disciplina y organización respecto a la versión romana.
La retirada de las tropas imperiales de Britania coincidió con la llegada de grupos de
anglos, sajones y jutos. Esto da lugar a guerras largas entre cristianos romanos y los
germanos venidos de fuera.
Estos nuevos grupos arrinconaron a sus habitantes, los bretones, en las zonas norte y
oeste. Una parte de ellos emigró al continente, a la región de Armórica, que rebautizaron
con el nombre de Bretaña, donde se instalaron, eliminando la herencia romana e
imponiendo su cultura céltica.
Por otro lado, la resistencia de los britanos a los germanos se asocia a un caudillo britano
romano llamado Artos, qué será después el rey Arturo. Junto a la llegada de los
germanos se van a dar otras migraciones venidas del oeste, los escotos de Irlanda,
colonizando las costas occidentales de Britania. De este modo, los invasores anglos y
sajones se comportaron en la isla de Bretaña como bárbaros en el sentido peyorativo
del vocablo. Distribuidos en bandas bajo el caudillaje de unos jefes guerreros, vivían en
pugna permanente por alcanzar una hegemonía siempre discutida y frágil.
Tradicionalmente se habla de 7 reinos, siendo tratados como la heptarquía anglosajona:
• Tres reinos anglos: Northumbria, en el NE de Britania, al norte del río Umber;
Mervia, centro de Britania; y Anglia Oriental en el este.
• Tres reinos sajones: Essex, Sussex y Wessex.
• Escotos: reino de Kent, en el extremo SO de Britania.
Los reinos más importantes son los reinos anglos, siendo más potentes que los demás.
En los ciclos 7 y 8 el que más influencia va a tener es el de Northumbria, con el rey
Edwin (616-633) y Oswald (633-642), explicando la aparición de los topónimos,
hablándose de la Anglia Terra (“Tierra de los Anglos”).
El gran historiador de esta época que va a destacar es Beda el Venerable (m.735):
monje medieval, que es un gran historiador de esta época. Escribe la Historia
Eclesiástica del pueblo anglo, que trata la historia política y religiosa de los pueblos
anglos altomedievales.
IV. Reino suevo de Gallaecia (409-585)
La marcha de los vándalos al norte de África había dejado a los suevos, instalados al
principio en Gallaecia y Lusitania, como dueños de la península Ibérica. Veinte años
después, los suevos fueron el primer pueblo bárbaro que se convirtió al catolicismo. En
el 456, los visigodos los derrotaron, pusieron freno a sus correrías, los arrinconaron en
la Gallaecia, esto es, entre el Atlántico y Astorga, el Cantábrico y el Duero, y los
obligaron a convertirse al arrianismo. Durante un siglo, la historia de los suevos es
prácticamente desconocida, hasta que, entre 560 y 580, Martín de Braga o Dumio,
originario de Panonia, volvió a convertirlos al catolicismo, lo que llevó otra vez a los
suevos a enfrentarse con los visigodos, arrianos, que dominaban el resto de la
península. En 585, con la excusa de que los suevos habían colaborado en la
sublevación de su hijo Hermenegildo, el monarca visigodo Leovigildo anexionó el Reino
suevo, que desapareció.
V. Reino visigodo: de Tolosa a Toledo (418-711)
Oficialmente no era un reino, era un territorio gobernado por un bárbaro en nombre del
emperador de Occidente. El momento de esplendor es la época del Rey Eurico, que en
la ciudad de Tolosa concluye el Palacio visigodo, que era más grande que el de
Carlomagno; y la basílica de la dorada. Destaca que se constituyen de forma romana.
En el año 507, tras su derrota por los francos de Clodoveo en la batalla de Vouillé,
tuvieron que renunciar a sus establecimientos del sur de la Galia, y se instalaron en
Hispania. Una vez que se instalaron en la península Ibérica, comenzaron a integrarse
con la población peninsular. Los síntomas de la fusión de ambas sociedades fueron: los
matrimonios entre visigodos e hispanorromanos, los progresos en el establecimiento de
un único sistema administrativo y judicial, y la defensa del territorio tanto de los francos,
que atacaban por Los Pirineos, como frente a las tropas bizantinas de Justiniano, que
en el 554 consiguieron instalarse en las actuales regiones de Murcia y Andalucía
oriental. Mientras, los visigodos eligieron Toledo como capital de su reino.
El gran historiador del reino de Toledo va a ser San Isidoro de Sevilla, que asocia
Hispania como la unidad política con los visigodos, cuya obra más importante es la de
etimologías, referencia en todos los centros culturales de esta época.
Evolución del reino de Toledo, 3 etapas:
506 a fin. s. VI: proceso de hispanización de los visigodos, dándose la fusión de la
minoría visigoda germana arriana con la mayoría de población hispano romana católica.
Entre los años 569 y 586 especialmente, el rey Leovigildo se encargó de impulsar la
dinámica de integración social y territorial. Combatió a francos y bizantinos, eliminó el
Reino de los suevos y mantuvo a raya a los vascones, a la vez que buscó la unificación
ideológica del reino o, al menos, de los visigodos en el arrianismo, lo que les llevó a
castigar severamente la sublevación de su hijo Hermenegildo, a quién parte de la
historia de la Bética había apoyado. Excepto en sus intentos religiosos, en los demás el
éxito acompañó al monarca. Así aseguró la diferencia política de la autoridad visigoda
respecto a cualquier otra, en especial, la del imperio bizantino, frente al que Leovigildo
subrayó el contenido regio de su caudillaje, adoptando, por primera vez, vestidos,
símbolos y atributos de los emperadores romanos. Ademas, Leovigildo creó un mínimo
aparato político y administrativo, Officium Pallatinum, núcleo formativo del Aula Regia.
Fin s. VI- fin. s. VII: Época en la que se culmina los procesos de unificación. La muerte
de Leovilgido pasó en el trono a su hijo Recaredo. El nuevo monarca renunció al
arrianismo y buscó la unificación ideológica de sus súbditos en el catolicismo, al que
aquello se convirtió con ocasión del Concilio III de Toledo del año 589. La decisión del
Rey sentó las bases para el engrandecimiento de la Iglesia católica del reino. En poco
tiempo, esta consiguió la inmunidad fiscal el reconocimiento de la inalienabilidad de sus
propiedades y de la fuerza legal de las decisiones de los concilios. Más aún, la iglesia
se convirtió en portavoz de las exigencias de la aristocracia, cuyo encumbramiento
oscureció los éxitos de los monarcas visigodos frente a los francos y, sobre todo, los
bizantinos, desalojados definitivamente de España en el 625. Cabe destacar que esta
iglesia va a ser denominada como iglesia mozárabe. Esta expulsión de los bizantinos,
junto a la de los otros pueblos, consigue que Hispania sea El Reino visigodo,
consiguiendo la unificación territorial.La fusión de las dos sociedades (goda e hispana)
continuó en los años siguientes. En el 654, el monarca Recesvinto promulgó el Libre
Iudiciorum (Fuero Juzgo), único código de aplicación para el conjunto de la población.
Su contenido reconocía el principio de territorialidad de las leyes y se inspiraba en el
derecho tardorromano, refrendando la importancia de los vínculos privados en las
relaciones sociales y políticas, lo que beneficiaba a la aristocracia.
Fin s. VII-711: Crisis y final del reino visigodo. Está marcado por luchas internas en el
711 en la batalla de Guadalete, dándose una lucha entre dos bandos: el bando del Rey
don Rodrigo y el bando de los hijos de Witiza. Este segundo bando pedirá ayuda a los
musulmanes del norte de África, que entran como aliados y derrotan al rey Rodrigo en
esta batalla. Esta victoria de los musulmanes hace que aprovechen y hagan una
conquista rápida de la península, con la desaparición del reino de Toledo. El Reino
visigodo de Toledo no estaba condenado a desaparecer, según los historiadores estaba
simplemente situado en un mal momento en un mal lugar, siendo invadido por los
musulmanes, pero en otro momento de la historia no les hubiera pasado.
VI. Reino de los burgundios (437-534)
Se instalan mediante un pacto en el Valle del Ródano de forma masiva y surge el
topónimo de Burgundia en la zona oriental de la Galia, al lado de los alamanes y los
ostrogodos, siendo la actual zona de Bulgaria. Actúan como funcionarios del imperio,
siendo arrianos moderados y romanizados. Hacia el año 500 se convierte al catolicismo
y en el 534 es conquistado por los francos.
VII. Reino de los alamanos (s. V-VII)
Se instalan a orillas del Rin y su territorio se convierte pronto en un ducado autónomo
del reino de los francos, con el ducado de Alemania. Eran paganos y se convertirán al
catolicismo por influencia franca.
Reino de los francos (482-687)
Los francos son paganos, poco romanizados y tienen buena relación con los romanos.
La entrada de los francos a comienzos del siglo V se había consumado con su
instalación en tierras de la actual Bélgica y del norte de España. Cuando aquel
desapareció en el 476, los francos aparecieron como uno de los poderes en que la
autoridad imperial se había fragmentado en la Galia. Los otros tres eran: al sur, los
visigodos, con su capital en Tolosa; al este, y controlando el valle del Ródano, los
Burgundios; y en el centro, como residuo de la antigua dominación romana, un territorio
en torno a París cuyo jefe ostentaba el título de. Estos cuatro poderes fueron reducidos
por Clodoveo (481 al 511) en beneficio de los francos. Clodoveo va a ser el verdadero
constructor de la monarquía franca y su historia marca la historia del este reino. Era
descendiente del Rey Franco Meroveo, quien da nombre a la dinastía de los Reyes
francos: merovingio. Clodoveo empezó la expansión de las Galias. En primer lugar va
a controlar un territorio romano, qué es el dominio de y es absorbido por los francos. A
continuación, Clodoveo neutraliza a los alamanes, a los burgundios y a los britanos de
la península de Bretaña.
Con su conversión al catolicismo consolidó su alianza con la hizo gracia galo romana
que dirigía las funciones administrativas, en especial, las eclesiásticas de los obispados.
Con su apoyo, Clodoveo derrotó a los visigodos en Vouillé en el 507 y los expulsó de la
Galia, hizo de París su capital y estableció un verdadero protectorado sobre el débil
reino de los burgundios. Con esta expansión hacia el sur de las Galias, se da el nuevo
topónimo de Francia.
Esta conversión que hemos mencionado se hace directa de pagano a católico en los
francos, dándose a raíz de la batalla de Tolbiac, batalla contra los alamanes. A esto hay
que añadir algunos otros aspectos cómo que los francos son aliados del papa, así como
que la esposa de Clodoveo es católica. En la conversión de Clodoveo hay también un
interés político, ya que el rey comprende que solo puede consolidar el Reino Franco si
consolida la minoría pagana con la mayoría cristiana: tiene que ganarse el apoyo de la
Iglesia, es decir, del papa.
La historia del reino Franco tras la desaparición de Clodoveo estuvo presidida por la
fragmentación de la realidad socio espacial de la Galia. Tenemos que destacar que este
reino era muy grande y heterogéneo, con diferencias étnicas y jurídicas. Los territorios
puramente francos estaban más al norte, que son los de Austrasia, que incluía el antiguo
reino de Reims y las fronteras del rin; y Neustria, que comprendía los anteriores de
Soissons y París. Al sur, tenemos los reinos más romanizados, que son los de Aquitania,
Provenza y Burgundia. Tratamos una monarquía hereditaria, algo extraño en esta
época, aunque estaban a merced de la aristocracia y desde el punto de vista cultural es
de niveles menores. El personaje más destacado es el de Gregorio de Tours (m. 514),
que escribe la Historia Francorum, es un intelectual del siglo VI.
A la muerte de Clodoveo, se van a dar varias fragmentaciones internas, con repartos
del Gobierno: hay un rey, aunque hay zonas gobernadas de forma autónoma. A
mediados del siglo VII esta monarquía entra en fase de debilidad mayor, ya que el rey
está a merced de la nobleza, al haber reyes niños (“época de los reyes holgazanes”), y
en esa época el poder en el Reino queda a merced del mayordomo de Palacio, que
concentra el poder político y militar, es el líder aristocrático y gobierna en nombre del
Rey. A finales del siglo VIII, este oficio del mayordomo de Palacio pasa a la dinastía de
los carolingios, qué protagonizaron otra época a la historia de los francos.
3.4. El Occidente germano-romano: aspectos generales (ss. V-VII)
Los bárbaros no destruyeron el imperio romano de Occidente, sino que lo que intentaban
era mantener el imperio y reproducirlo a escala en los territorios que dominan.
I. Bases políticas: las monarquías altomedievales
Desde el punto de vista político son una unión de pautas políticas romanas y germanas:
• Los reyes son continuadores e imitadores del imperio romano, Actúan mucho
tiempo en nombre del emperador romano. Estos Reyes van a mantener la idea del
poder, con un rey que concentra la autoridad política, legislativa y judicial, siendo Reyes
que concentran poder y asumen la administración romana, manteniendo el latín y la
documentación escrita en latín en papiro, mantienen el Derecho Romano, las monedas,
los nombres (p. ej., Flavio Recaredo) y la idea del Estado romano (ges pública).
• Las monarquías tienen una administración débil y poco eficaz, con un sistema
tributario pobre y gestionado por aristócratas, por lo que podemos decir que cuenta con
pocos recursos. Además, los reyes tienen poca capacidad de control de la población y
del territorio.
• Los Reyes van a gobernar desde el Palatium (corte) y gobiernan a través de la
historia con cargos de origen romano, llegando a ser más poderosa incluso que el
mismísimo rey, naciendo de la fusión de la aristocracia germana y la aristocracia
romana, heredera de la orden senatorial. Ambas aristocracias se fusionan y se habla de
los seniores (señores, solían ser de una edad avanzada), domini (dominios), matiores,
optamos… Esta aristocracia ofrece fidelidad y servicio al rey a cambio de
compensaciones: el rey obtenía el apoyo de la aristocracia a cambio de los bienes y los
cargos. La guerra va a tener un papel fundamental, proporcionando tierras, botines y
cargos. Los cargos más importantes son los de origen romano como: comes (conde) y
dux (duque). Especialmente relevante es el conde, que ejercía el poder judicial, fiscal,
político en una ciudad (no es título, es funcionario del estado).
• Por otra parte, los reyes contaban con el apoyo de la Iglesia, convocando los
concilios con el apoyo de los obispos y promueven la difusión del cristianismo, fundando
instituciones. Los obispos actúan como intelectuales de sus cortes, personas muy
importantes en el Consejo del reino. Buscan la unificación de sus reinos, buscando la
unidad religiosa, siendo esta una de las claves. Buscan también la unificación de las
leyes, con el objetivo de buscar centros políticos estables.
II. Bases económicas y sociales
a) Condiciones generales
La transición del imperio romano a los reinos germanos romanos no provocaron cambios
sociales y económicos, lo que hizo fue acelerar una evolución que se había iniciado en
el bajo imperio. El proceso de fondo es la transformación de la sociedad esclavista
romana, con una sociedad de tipo pre feudal, imperceptible. Los grandes cambios
socioeconómicos serán en los siglos VI y VII en adelante, dándose en una situación de
enfriamiento climático y mala situación agraria, además de epidemias de peste y una
caída demográfica brusca, junto con la caída del Imperio Bizantino y desaparición del
islam. Por tanto, los cambios se darán más tarde de esta transición.
Se da una sociedad muy jerarquizada, basada en la propiedad de la tierra (riqueza de
la tierra), con familias aristocráticas y la inmensa mayoría trabajan en el campesinado,
además de un poblamiento rural disperso y unas economías débiles y frágiles,
basándose en él cereal, el vino y la huerta. La producción, por tanto, está dedicada a la
demanda local, que suele ser baja. Hay momentos de hambruna y dificultades, aunque
la población se puede mantener.
Se da la tendencia a la autarquía económica y a la ganadería como recurso para salvar
la mala situación agraria. En estos siglos se da una modificación del paisaje rural, con
un aumento de los bosques, siendo bosques enormes con islas de tierras cultivadas y
con la recesión del comercio, que estaba perdiendo importancia. El comercio es más
activo a nivel local, pero a larga distancia es menor (se mantiene activo) y se extiende
hacia zonas que los romanos trabajaban poco, que son las zonas del norte de Europa.
Retrocede el uso de la moneda, difundiéndose el trueque y se produce en menores
cantidades la moneda. La moneda pierde su función económica, pero mantiene la
función política, ya que se encarna a quien las acuña (cara de los Reyes y símbolos de
la realeza), por lo que no las usan para comerciar, sino para verse bien.se Acuña muy
pocas monedas de oro, ya que el oro escasea y se van a acuñar monedas de plata, ya
que hay muchas minas de plata.
b) Ámbitos socio-económicos
La actividad económica y social se va a realizar en 3 ámbitos:
Las ciudades
El mundo romano era un mundo de ciudades, cambiando de aspecto, que se convierten
en ciudades más pequeñas, poco pobladas cómo con solares y calles abandonadas,
ocupadas por viviendas, por pastos y campos de cultivo, además de escombros dentro
de la ciudad, con casas familiares grandes (las domus), casas unifamiliares
transformadas en viviendas múltiples. Los encontramos con edificios públicos en ruinas
abandonados o reutilizados, convertidos en viviendas.
Tenemos un muro grande que sirve de protección, construyendo casas dentro. Los
sistemas de amurallamiento van a estar mal cuidados, aunque se van a seguir dando el
sistema de murallas por razones de seguridad y protección, además de que va a ser el
símbolo de la ciudad, separando el campo y la ciudad.
Las construcciones nuevas en piedra van a ser edificios palaciegos de grandes
dimensiones, sobre todo, edificios de culto Cristiano de piedra: baptisterio e iglesias. La
ciudad cambia de aspecto y de concepción, pasándose del concepto clásico de la
ciudad, que va perdiendo fuerza y se impone el concepto bíblico de ciudad, con esa
visión ideal del campo, que es el lugar de salvación, mientras que la ciudad es un lugar
de pecado y lujuria. Las ciudades van a seguir un papel importante, a pesar d la
ruralización, manteniendo una población de artesanos y mercaderes importantes que
dinamizan la actividad urbana, buscando ser centros de poder.
El poder urbano va a estar ocupado por los obispos, que van al residir en las ciudades,
mientras que los reyes las van a visitar, ya que siguen siendo lugares de poder. Además,
en la Europa mediterránea (Provenza, Hispania y sur de las Galias) la aristocracia va a
tener residencias en las ciudades; en el norte tienden a vivir en el campo. Los problemas
para la economía urbana es que aparecen otros polos económicos que compiten por la
economía urbana: factorías comerciales, sobre todo en el Atlántico, que resta peso
económico en las ciudades; y los monasterios, que atraen a población de la ciudad.
Pequeños burgos
Son asentamientos que se van creando cerca de las calzadas romanas, que en las
fuentes se llaman vicus (plural bici), ocupándolo el vicino (“vecino”). Son campesinos
propietarios pequeños y medianos quienes los ocupan.
Antiguas villas romanas
Los antiguos latifundios de la época bajo imperial van a transformarse, cambiando de
una villa de lujo a una villa más corriente un tonto en la parte residencial dejan de ser
residencias de lujos con grandes mosaicos y grandes baños, además de darse una
reutilización del espacio: dejan de ser termas y se hacen apartamentos, en los que vive
gente de otras zonas. Adquiere también espacios constructivos, construyéndose
iglesias, talleres, cementerios.
Esta transformación de la villa romana es paralela a la aparición de las aldeas,
cambiando la forma de ocupar el espacio. Estas aldeas son construidas en madera,
Madera baja con empalizada exterior, muchas veces de carácter estacional y en torno
a un cementerio.
En cuanto al campesinado, la población mayoritaria que vive en estos reinos, las
diferencias entre campesinos libres, colonos o encomendados y campesinos no libres
(siervos) se van difuminando y homogeneizando el grupo de los campesinos y se
asimilan a los siervos. Lo que se puede decir a largo plazo es que la situación del
campesinado mejora con respecto a la época romana, siendo una vida mejor que la de
los esclavos romanos. Esta mejora se debe a que los grandes propietarios comienzan
a entregar a las familias campesinas parcelas, entregándolas para que se la gestionen
por su cuenta a cambio de una parte de la construcción. Esta práctica se va a generalizar
para facilitar la gestión del dominio. Los latifundios, además, cuándo van a ceder esas
tierras van a buscar el estímulo del trabajo. Los pagos que había que hacer al dueño
dentro del dominio permitían a las familias conservar parte de la producción y mejorar
su situación económica. Por otro lado, los siervos son campesinos subordinados,
dependientes, en muchos casos sin derechos, pero tienen dos ventajas: la protección
por parte del amo y los siervos tienen cierta capacidad económica autónoma.
c) Familia, justicia y clientela
El declive de la administración romana va a favorecer el desarrollo de 2 ámbitos
sociales:
Grupo familiar
Se hace más fuerte en estos siglos, siendo familias formadas por clanes (muchos
miembros). La familia es en estos siglos, se podría decir en toda la Edad Media, la familia
es la referencia individual: el individualismo no importa, los intereses personales quedan
en un segundo plano, lo que interesa es la familia, viviendo en grupo.
La familia es la que proporciona los bienes materiales, transmitiendo los bienes y la
seguridad personal. El grupo se protege ayudando en esto los parientes, además de
promocionar justicia: en sociedades con estado débil ejerce la justicia de tipo privada,
basada en el derecho de venganza de sangre, consistente en que el mal sufrido por un
grupo familiar exige una reparación honorable y proporcionada al mal sufrido (ley del
Taliot). Esto podría dar lugar a ciclos de venganza, que podrían durar generaciones,
aunque no era lo normal. El primer impulso cuando se sufría una ofensa familiar es la
venganza, pero por el temor a las represalias frenaba ese impulso. La presión del grupo
familiar llevaba a la negociación y se exigía una compensación por el mal sufrido, que
era variable según la condición de la víctima (genero, edad, libre o siervo…). La
compensación se negociaba delante de un tribunal y el juez podía ser el obispo,
buscando una reconciliación negociada. Si no había acuerdos entre las familias se
recurría al denominado Juicio de Dios, que a través de una prueba daba justicia y razón.
Una de las pruebas era el duelo judicial, que es un duelo de los campesinos, cuyo
vencedor (representante de una familia) tenía la razón dada por Dios; y la ordalía, que
se daba de forma física (coger una barra ardiente o coger un anillo en agua hirviente) y
en función de la curación de las heridas se tenían razón o se era culpable. Esta práctica
provocó el escándalo entre los ilustrados del siglo XVIII, pero la realidad es que esta
práctica se dice que era un recurso extremo para forzar a las partes a negociar. En la
ordalía el juez les daba un tiempo de 15 días para que se hiciera presión y negociar
antes de llegarse a esta medida. Es un sistema que equilibra la violencia entre unos
grupos y otros.
Clientela privada o clientelismo
Son relaciones de dependencia personal. Desde el Bajo Imperio defiende las formas del
clientelismo (origen del futuro vasallaje). Las familias aristócratas, con su riqueza
económica, mantenían un número de clientes y es importante porque el poder de un rey
no se medía entorno al dinero ni en el número de tierras, sino en el número de clientes:
cuantas más personas dependan de ello, más riqueza tendrían. Los tipos de clientela
que se desarrollan son dos:
• Clientela rural de tipo romano: se da con los campesinos encomendados
dependientes de los dueños de la tierra, qué son los latifundistas.
• Clientela militar: este tipo de clientela consistía en que un hombre libre se
encomendaba a un poderoso para servirle con las armas y ser su Guerrero, servidle
militarmente, dándole un juramento de fidelidad a cambio de protección y
mantenimiento, con la investidura de armas, entregando el poderoso las armas al
hombre, con ejércitos privados al servicio aristocrático, con quién telas militares y
ejércitos privados. Por lo general, estos encomendados eran hombres libres.
III. Bases mentales
Los medievales, a diferencia de la “leyenda negra”, eran personas iguales que las
actuales, simplemente nosotros tenemos más suerte que las personas de aquella
época. Los hombres y las mujeres son más hijos de su tiempo que de sus padres: somos
hijos de nuestro contexto histórico, de lo que hemos vivido, por eso cada persona puede
tener unos gustos y pensamientos diferentes, lo que hace que nos cueste ponernos en
la mente de aquella época.
En la alta Edad Media se producen transformaciones mentales que conforman nuestra
sociedad: las poblaciones occidentales viven procesos de aculturación, Román
izándose los germanos, pero los romanos, que era la población mayoritaria, se
germanizan: está de moda tener nombres germanos (la familia romana de los Lupus
pasan a ser los Wulf, que en castellano sería los lobos), llevar pelo largo, usar armas y
vestimentas de tipo germano.
Se da también un proceso de militarización de la sociedad, pasando de una sociedad
tranquila en el siglo III a una sociedad ingenua que necesita auto defenderse junto las
élites germano romanas son élites guerreras, de ahí que el prestigio de la guerra y el
que tienen los valores guerreros: valentía, bravura, honor, lealtad. Ser Guerrero es tener
un oficio prestigioso y permite el progreso social, pudiendo obtener botín y tener caballo.
Este estatus, además, se da en una sociedad no tiene idea del progreso, ya que en este
tipo de sociedad lo ideal está en el pasado, no se busca algo nuevo buscando lo ideal,
de ahí que se hagan restauraciones, con un pasado idealizado al que se pretende
volver.
La religión va a dominar todos los aspectos de la vida, no hay idea de laicidad y el
cristianismo no solo es una religión o creencia, sino que es la amalgama de la sociedad,
formando la identidad de la comunidad, teniendo un protagonismo evidente en la
sociedad altomedieval.
3.5. El protagonismo de la Iglesia
I. La Iglesia occidental: evolución de sus estructuras
La Iglesia va a actuar como la gran unificadora altomedieval, que tiene claro su función
y su iglesia. En la organización territorial se mantienen las estructuras de la época
romana, aunque se da la separación en forma de fragmentación de la Iglesia occidental
en las iglesias nacionales, al pertenecer a diferentes reinos. Los obispos siguen siendo
la pieza clave y en esta época van a reforzar su prestigio, autoridad e influencia, teniendo
un mayor peso en todos los sentidos, ya que van a ser los líderes sociales y políticos de
las ciudades, los consejeros de los Reyes y miembros de la estructura del Gobierno.
Por debajo nos encontramos al bajo clero (presbíteros y sacerdotes), llamados como
curas (“curiae”: cuidar), qué es el sacerdote que cuida a su comunidad. Lo que
demuestra es que estos sacerdotes tienen bajos niveles culturales y religiosos y, en
ocasiones, bajos niveles Morales, lo que lleva a una situación no demasiado halagüeña.
Las primeras iglesias cristianas se construyeron en las ciudades: a partir del siglo cuatro
había una iglesia principal en las ciudades romanas donde se señala el obispo en su
cátedra, y en torno a ella va surgiendo un barrio Episcopal, estando a su lado la casa
del obispo, la casa de los clérigos, el hospicio (lugar de acogida para cuidar enfermos),
el baptisterio (edificio para el bautismo), además del surgimiento de iglesias urbanas
secundarias y de menor tamaño. Podemos decir, por tanto, que se da una cristianización
de la topografía urbana. En la Alta Edad Media se da una proliferación de las iglesias
rurales: capillas, ermitas, oratorios…
En el campo se dan dos tipos de iglesias:
• Iglesia de aldea: un sacerdote nombrado y dependiente del obispo y que no son
todavía parroquias.
• Iglesia propia, privada o patrimonial: se las llama así ya que eran iglesias
construidas por la aristocracia en sus dominios con un sacerdote nombrado por la familia
y dependiente de ella. Construyen estas iglesias para difundir el cristianismo,
sacralizando sus dominios (protección espiritual de las tierras), para ganar prestigio.
Estas iglesias propias van a favorecer la difusión del cristianismo en El Mundo rural,
pero esta difusión va a colocar a gran parte de las estructuras eclesiásticas bajo el
control de la aristocracia. San Pedro de la nave en Zamora va a ser el modelo de la
Iglesia.
II. El Papado: fortalecimiento de su autoridad
Los papas, obispos de Roma y sucesores de San Pedro, cabeza de toda la iglesia
cristiana, que son elegidos bajo la influencia del emperador de Occidente primero, más
tarde el de Oriente, además del peso que lleva la historia de Roma, muy influyente. El
proceso en estos siglos se observa como un prestigio y autoridad de los papas sobre la
iglesia occidental. El aumento de la influencia de los papas tiene que ver con que en
Occidente no haya emperador, aprovechando ese vacío de poder. Además, seguimos
en una época en la que no hay una iglesia centralizada, ya que el papá, aunque tenga
autoridad máxima, hay obispos que no siguen sus órdenes y actúan de forma autónoma.

Destacan 3 papas:
León I Magno (440-461)
Papa defensor de la primacía del papado sobre todos los cristianos, que recuerda al
emperador de Occidente, dando gran prestigio a la institución, al actuar como mediador
ante Atila, reportando un gran prestigio a él como papa y a la institución.
Gelasio I (492-496)
Postula una teoría política y religiosa de los dos poderes, postulada en una carta al
emperador de Oriente. Argumenta que hay dos poderes universales e independientes:
el espiritual, que lo lleva a cabo el papa, sucesor de San Pedro, ejerciéndolo para todos
los cristianos; y otro temporal, encarnado por el emperador y los Reyes. También
postula que el poder espiritual es superior al poder temporal, al igual que el alma es
superior al cuerpo. A la iglesia y al papa le toca la autoritas (autoridad) y a los poderes
temporales le corresponde la potestas (potestad), el ejercicio concreto del poder de
gobierno. El papa rechaza de plano el cesaropapismo: no hay un solo poder unido en
manos del emperador, que se encuentra por debajo del poder espiritual al ser temporal.
Esta teoría es fundamental, ya que se va a mencionar en los conflictos entre el papa y
el imperio.
Gregorio I Magno (590-604)
Ya es un papa de la época medieval, siendo el más importante. Va a ser uno de los
grandes intelectuales de su tiempo, siendo un personaje muy culto. Va a consolidar la
autoridad sobre la ciudad de Roma y el centro de Italia, en concreto en los ducados de
Roma y de Perugia, qué van a pasar al control directo del papa, siendo denominados
en un principio patrimonio de San Pedro, que perduran hasta la actualidad. Es un papa
que consolida la autonomía respecto del imperio de Oriente, marcando distancias
respecto del cesaropapismo bizantino.
Además, va a expandir la autoridad a la Inglaterra anglosajona, que estaban dominadas
por Reyes paganos. Gregorio envía a monjes misioneros romanos para cristianizar a los
Reyes anglosajones, teniendo éxito y surgiendo una iglesia nueva: la iglesia anglo
romana, una iglesia anglosajona vinculada al papado, que respeta y sigue sus normas,
siendo un papa que reafirma la primacía de Roma y sobre las iglesias occidentales,
siendo la cabeza de la Iglesia occidental y para ello lleva una política de romanización
litúrgica: lo que pretende es que las iglesias occidentales sigan el rito romano: forma de
hacer la misa, calendario santoral, incluyendo el religioso, qué es el gregoriano. Estamos
ante uno de los pontificados más importantes de la Edad Media.
III. El monacato cristiano: origen, modalidades e implantación en Occidente
El monacato cristiano nace en el bajo imperio romano, difundiéndose durante la alta
Edad Media, naciendo de una minoría de cristianos que buscaban un cristianismo más
perfecto, ya que todo El Mundo quiere ser cristiano, por lo que buscan la perfección. Los
medios que utilizan para ser más cristianos son:
• Alejarse del mundo para poder buscar la perfección.
• Oración: estado contemplativo para buscar a Dios.
• Ascesis: sacrificio personal, físico y psíquico.

Este monacato Cristiano nace en el Mediterráneo oriental, concretamente en Egipto,


con dos modalidades básicas:
a) Anacoretismo o eremitismo: Nace en Egipto entre los siglos III y IV, siendo monjes
anacoretas. Su fundación se lleva a cabo por la huida al desierto de San Antonio Abad.
El anacoreta es el monje que vive en sociedad, dedicado a la vida espiritual, siendo la
más dura psicológica y físicamente, la que menos valora la actividad intelectual. Acaba
imponiendo una idea que sigue estando bastante vigente hoy en día: cuanto más
sacrificio y sufrimiento físico y psíquico, más fácil será llegar al camino de Dios. En
Oriente va a haber muchos monjes anacoretas, aunque en Occidente está poco
desarrollado, destacando San Saturio, que vive en una cueva de Soria, sobre la que se
construyó la Iglesia de San Millán de la cogolla.
b) Cenobitismo o comunidad monástica: comunidad monástica nacida en Oriente y es
una evolución del anacoretismo. Es la fusión de varios monjes eremitas que viven en
comunidad.
Monacato celta-irlandés
Irlanda, al ser una región de origen celta, a este monacato se le va a llamar así,
expandiéndose desde Hibernia hacia Britania y el resto de Europa. San Patricio es el
monje evangelizador, fundando monasterios. Este monje crea el monacato adaptado a
la sociedad tribal celta, monacato en el que el Abad es al mismo tiempo jefe de tribu,
siendo un monacato en el que el Abad es más importante que el obispo. Estos
monasterios de agrupaciones de cabañas con una torre y una cruz es una cosa muy
rústica. Tiene unas pautas y ritos diferentes, con una tonsura distintiva: triangular en la
cabeza en la parte superior. Es un monacato hermético, con espiritualidad ascética y un
monacato muy volcado en la evangelización, promoviéndose que los monjes salgan del
monasterio y conviertan a los paganos mediante la Fundación de monasterios. Destacan
San Columba que murió en el 597 y San colme no, que murió en el 615. El primero se
estableció en Britania, mientras que el segundo fundó monasterios en Francia e Italia.
Además, esta conversión se va a dar mediante misiones irlandesas (siglo 5 al 8). Este
monacato islandés destaca con la creación de códices que mezclaban lo celta con lo
bizantino y lo oriental (libro de Kells, tipo de dibujo y arte). Las consecuencias de la
expansión de este monacato es que en los siglos VI y VII había dos escuelas católicas
diferentes: la católica celta irlandesa y la anglo romana (el papá Gregorio magno impulsó
la formación de esta iglesia), habiendo ciertas tensiones entre ambas y perdurando
estas hasta el siglo VII, unificándose en este siglo.
Monacato benedictino, Sanctus Benedictinus:
Modalidad de más éxito en Occidente, formado por San Benito de Mursia, que murió en
el 549, conocido también como padre de Europa. Este monacato se forma en
Montecassino, actual Italia, y este monje establece que la vida monástica puede ser
mejorable, puede formarse la Regla Monacorum, que forma la regla de San Benito. Es
una regla breve, práctica, menos rigurosa, más llevadera y rigiéndose por 3 votos:
pobreza (al igual que Cristo los monjes tienen que ser pobres), celibato y obediencia
(ante el Abad). Sustituye las mortificaciones (pasar frío o hambre) a la Obediencia (al
abad). El monacato se le considera como una familia, siendo el Padre Abad (viene de
abba, padre) o Abadesa. Tienen que seguir los dictámenes y tienen que trabajar,
añadiendo las obras de caridad (ayudar a su entorno aparte de ser contemplativo): ora
et labora (orar y trabajar). Esto se traduce en varias actividades diarias:
• Contemplación: meditación sobre textos sagrados
• Liturgias: oración comunitaria, Opus Dei.
• Conciliar trabajo: ganadería, economía, gestión del monasterio y trabajo
intelectual.
Estas actividades se aplican gracias a la rutina diaria de las horas canónicas, teniendo
los monjes una regulación. Esta combinación de hora labora se va a convertir en
espacios religiosos, económicos y culturales (vida intelectual). San Benito muere en el
549 y el monacato benedictino cuando pasó esto había pocos monasterios de esta
variante. A partir de los siglos 8 y 9 se da la expansión. En los ciclos 6 y 8 se da mayor
importancia en la Europa del momento.
IV. Proceso de cristianización de Europa
Hablamos de un proceso lento y largo de siglos. Es un proceso que comienza en las
ciudades, expandiéndose poco a poco a los pueblos (pagan: pagos: campo, el
campesino es el que no es Cristiano etimológicamente). La cristianización va de Oriente
a Occidente. Este proceso de expansión lo protagonizan los obispos, convirtiendo a la
gente en los campos, los monjes misioneros, los celtas (fundación de monasterios) y los
Reyes conversiones.
La iglesia va a adoptar una política realista, con política de mínimos, convirtiendo
rápidamente al cristianismo. La iglesia exige poco inicialmente, exige unas prácticas
cristianas básicas: acudir a la iglesia y los sacramentos del bautismo, qué es el rito de
entrada al cristianismo; y la penitencia, con ritual de reentrada en la comunidad cristiana
a través del perdón de los pecados.
Las consecuencias de esta política de conversión es que la iglesia consiguió
conversiones masivas, pero en muchos casos superficiales, bautizándose en la Europa
de estos siglos mucho, pero se convirtió poco, ya que en realidad se cristianizaron
cultos, costumbres, templos paganos, pero no el corazón de las personas.
Se da un cristianismo popular que va a ir cambiando a lo largo de la Edad Media, siendo
una mezcla de cristianismo y creencias paganas (paganismo romano y germano). Es un
cristianismo basado en un Dios poderoso, justiciero, vengador y guerrero, un Dios poco
inspirado en los evangelios (Dios del amor y del perdón), está más inspirado en el
Antiguo Testamento y en el paganismo. Dios debía demostrar continuamente mediante
signos y cosas extraordinarias su poder. Las reliquias son consideradas elementos
materiales que curan o salvan. Devoción a los Santos con el cristianismo popular.
3.6. De la cultura antigua a la cultura medieval
I. Los Padres de la Iglesia
La Iglesia va a actuar como conservadora y transmisora de la cultura antigua a la
moderna. En los siglos IV al VII la cultura clásica evoluciona hacia una cultura de
carácter altomedieval. En los primeros siglos cristianos (I al III) los cristianos rechazan
la cultura grecorromana en tanto que pagana, habiendo un rechazo inicial a ella. A partir
del siglo cuatro los cristianos comienzan a asumir la cultura clásica, integrándola en el
cristianismo. Esta tarea la llevan a cabo intelectuales romanos, cristianos a los que se
les denomina Padres de la Iglesia, cuya obra se llama patrística. Hay padres
occidentales que escriben en latín y padres orientales que escriben en hebreo. Destacan
tres de estos:

San Ambrosio (m. 397)


Intelectual romano Cristiano, político y un hombre muy importante a su tiempo.
San Jerónimo (m.420)
Monje que va a llevar a cabo la traducción de la Biblia al latín conocida por la mayor
parte de la población, siendo la vulgata el texto que se usa en la Biblia occidental.
San Agustín de Hipona (m. 430)
Afrorromano, intelectual más importante de la Iglesia occidental hasta la actualidad. Es
una persona clave para el pensamiento medieval, alto funcionario que estuvo casado y
siendo más tarde obispo, destacando su autobiografía las confesiones por ser la primera
autobiografía de la historia. Su obra más importante es De Civita Dei (La Ciudad de
Dios, 412-426): se hace después de la toma de Roma por los ostrogodos (410).
Defiende al cristianismo ante las acusaciones de la decadencia del imperio romano
vinculada con esta religión. En esta obra, o san Agustín divide la historia en 6 edades,
siendo la sexta la que comienza con el nacimiento de Cristo, siendo la última edad del
mundo. Esta idea es importante, ya que se va a explicar el movimiento del milenarismo
(fin del mundo es inminente), la conciencia de San Agustín se vivía en esta última edad.
San Agustín afirma la esfericidad de la tierra porque había cristianos que dudaban de
ello al no decirlo la Biblia. San Agustín crea en esta obra una simbología nueva a partir
de la idea de dos ciudades que coexisten en la historia: la ciudad terrenal, El Mundo
asociado a lo material, a lo impuro, a lo caduco y a los más malvados: la ciudad se
acabará terminantemente; y la ciudad divina, asociada a Dios, al espíritu, al, a lo
Cristiano y a la salvación: esta dualidad entre espíritu y bien y materia y mal va a
Condicionar gran parte del pensamiento medieval.
En la Alta Edad Media, después de San Agustín, a partir del siglo V esta simbología va
adquiriendo un carácter político e inspira la teoría de los dos poderes. Se identificó la
ciudad Terrenal con los poderes temporales (emperadores y Reyes) y la ciudad de Dios
con los poderes espirituales (iglesia, papado) y se afirma que la ciudad terrenal tiene
como obligación realizar la ciudad de Dios en la tierra, subordinándose el poder
espiritual, que es superior a la iglesia y el papado, que configurará el papado Reyes en
los siguientes ciclos. Esta teoría política y religiosa se denomina como el agustinismo
político, suponiendo la subordinación de los poderes temporales a los espirituales. El
agustinismo político no lo fundó San Agustín, sino que es posterior a él, con una lectura
política del simbolismo de las dos ciudades.
II. Evolución de la cultura en Occidente
Con la creación de los reinos germano-romanos se produjeron cambios culturales.
Algunas regiones vieron retroceder la cultura romana, estando muy mermada (Britania,
África de los vándalos). Se van a ir perdiendo las lenguas griegas y latinas en Occidente,
aunque más significativamente el griego. Además, el pensamiento intelectual se frena,
con menos creatividad y más enciclopedismo. El pensamiento filosófico se remite a la
reproducción de los padres de la Iglesia. Eso sí, no se puede hablar de regresión
general, el latín sigue siendo elemento de distinción: la élite sigue teniendo el latín como
valor y como lengua de comunicación, cultura, en la iglesia se va a mantener una lengua
latina técnica y los funcionarios tienen que seguir sabiendo latín.
Se da una creciente clarificación y monacalización de la cultura, quedando la formación
a manos de Monjes y clérigos. Las obras y los textos se concentran en monasterios,
reduciéndose el número de los nuevos aristócratas (más clérigos y laicos que se
forman), una cristianización de la cultura (filosofía a rebufo de la teología) no cambiando
esta situación hasta el siglo XIV.
En el siglo V se establece un modelo de formación superior y que perdura en los
siguientes siglos: las 7 artes liberales, agrupadas en dos bloques: trívium (dramática,
retórica y dialéctica) y quadrivium (geométrica, aritmética, música y astronomía). Las
artes liberales van a ser el modelo de formación hasta los siglos XII y XIII.
TEMA 4: DEL IMPERIO ROMANO DE ORIENTE AL IMPERIO BIZANTINO
(Siglos V-VII)
4.1. Resistencia y continuidad del Imperio Romano de Oriente
a) Características territoriales
El Imperio Romano de Oriente es una continuación del imperio romano llamado por la
historiografía Imperio de Bizancio o Bizantino, por el término Byzantium que se
utilizaba para denominar a la pequeña ciudad llamada Constantinopla. Ocupa un lugar
fundamental en la historia de la Europa medieval. Este término bizantino es moderno,
ya que en ese momento se denominaba como romanos, si bien la palabra Bizancio ya
existía. Este imperio sobrevive a varias etapas hasta el 1453, cuando la conquistan los
otomanos. Durante siglos fue el más rico, poderoso y civilizado estado de Europa y el
Próximo Oriente, irradiando su influencia en todas direcciones.
Este Imperio es un Imperio oriental: limitado por el río Adriático, el río Danubio y el
Imperio Persa Sasánida (siglos III al VIII). El imperio Persa Sasánida es la otra gran
superpotencia de la época, un imperio equivalente al desarrollo, riqueza,
administración militar, arte y arquitectura al romano y es la mayor amenaza.
b) Características culturales
Desde el punto de vista cultural era romano, elevado nivel cultural, con lengua
grecolatina, pero en Oriente pesaba el griego, ya que la helenización se debía a
Alejandro magno (rey de Macedonia). Las lenguas orientales eran el latín y el griego,
aunque el griego pesaba mucho más, siendo el idioma de la liturgia. Aunque también
tenía otras lenguas seculares: el copto (egipcio, lengua de las poblaciones de Egipto),
el siríaco (derivado del arameo) coma el hebreo y el árabe (comunidades de Siria y
Palestina) unto hablamos, por tanto, de un imperio plurilingüístico y pluricultural, que
aguardan a varios sentimientos identitario si da lugar a ciertas tendencias centrífugas
en ocasiones.
c) Características políticas
Muchas veces se ha considerado que fue, precisamente, la fundación de
Constantinopla el hito del que parte la historia del imperio bizantino, pero lo cierto es
que la Fundación de Constantinopla no supuso la Fundación de un nuevo estado: este
nació como consecuencia de la maduración de las circunstancias que se produjeron
en el imperio romano en relación con la crisis generalizada que vivió durante el siglo
III, que afectó en mucha mayor medida a sus tierras occidentales que a las orientales;
a esto hay que unir la acentuación de las diferencias entre una y otra parte del imperio
que trajo consigo la tetrarquía ideada y desarrollada por emperador Diocleciano, que
además permitió que se creara una tradición de cierta independencia entre los dos
grandes ámbitos geográficos del imperio romano, alcanzando el proceso su punto
culminante con la división establecida por el emperador Teodosio, momento en que sí
se puede hablar, con toda propiedad, de la creación de un nuevo estado.
El Imperio Bizantino va a ser heredero de la administración pública romana, con el
concepto de res publica, gobierno autocrático, cesaropapista y con Iglesia organizada
en cuatro patriarcados: Alejandría, Antioquia, Jerusalén y Constantinopla (este último
va ganando peso, siendo en el siglo cuatro el más importante el de la capital).

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d) Características religiosas
En los siglos IV y V, el Imperio Bizantino es escenario de grandes disputas políticas,
que dan lugar a las primeras grandes herejías. Estas corrientes heréticas van a ser
condenadas en grandes concilios universales o ecuménicos. El origen de la disputa se
centraba en torno al dogma de la Santísima Trinidad, en torno a la figura de Cristo,
dándose 3 grandes herejías:
Arrianismo
Nacido de las reflexiones de Arrio (280 al 336), presbítero de Alejandría, que afirmaba
que Cristo es una criatura del Padre, lo que suponía que Padre e Hijo no eran
consustanciales, e implicaba la negación de la naturaleza divina de Cristo. Su doctrina
se extendió por el Imperio Romano de Oriente, pero también entre los pueblos
germanos, debido a la predicación entre ellos de Ulfilas, que incluso llegó a traducir
algunos textos sagrados a la lengua goda. Todo esto, a pesar de que el arrianismo fue
condenado ya en el primer Concilio ecuménico, el de Nicea (325), quedando
confirmada en el de Constantinopla del 381 (II Concilio ecuménico).
Sin embargo, la condena del arrianismo no terminó con las controversias cristológicas:
más bien al contrario, incluso las exacerbó, pues el Concilio de Constantinopla supuso
que esta sede obtuviera una evidente supremacía sobre las otras sedes orientales, lo
que fomentó en éstas una reacción que trajo consigo el nacimiento de 2 nuevas
herejías: nestorianismo y monofisismo.
Nestorianismo
Esta corriente va a tener un gran calado en él Patriarcado de Antioquía. Esta corriente
va a ser conducida como desviación en el Concilio de Éfeso (431, IIII Concilio
ecuménico).
Surgió como consecuencia de las reflexiones del monje Nestorio (m. h. 450),
procedente de Antioquía y fue elegido patriarca de Constantinopla. En sus
predicaciones, famosas por su carácter elocuente, trató de solucionar un importante
problema: Jesucristo era simultáneamente Dios y hombre, pues ambas naturalezas
estaban presentes en él, pero había que preguntarse cómo se producía esa unión.
Nestorio pretendió resolverlo afirmando que existía una Unión perfecta entre ambas
naturalezas, como si en Jesucristo existieran dos personas, una humana y otra divina,
con el predominio de la primera (Jesucristo era más Hombre que Dios). También
defendían que la Virgen María es Madre de un Hombre, no la Madre de Dios.
Contra las ideas de Nestorio reaccionó el patriarca Cirilo de Alejandría, que se
comprometió con Roma en la lucha frente al nestorianismo, condenado con el papa
Celestino primero (431), que supuso la deposición de Nestorio y la condena de su
doctrina.
Monofisismo
Sin embargo, la lucha contra el nestorianismo supuso el nacimiento de la otra energía
de la que se hablaba más arriba, el monofisismo. Los monofisitas apostaban por
insistir en exceso en la naturaleza divina de Cristo, al tiempo que minimizaban su
naturaleza humana, cayendo, por tanto, en el extremo opuesto. La nueva herejía fue
predicada por el monje Eutiques (m. 444), apoyado por el nuevo patriarca de
Alejandría, Dióscoro, que trató de imponer esas ideas como ortodoxias en un

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simulacro de concilio, llamado por este motivo Latrocinio de Éfeso (449). Pero Roma
reaccionó contra ellas, y tras la condena del papa León I afirmó que Jesucristo era una
única persona pero con dos naturalezas: la divina y la humana.
Precisamente el Concilio de Calcedonia de 451 se revela como de singular
importancia, pues, en opinión de algunos autores, en su seno se produce la auténtica
fundación de la ortodoxia cristiana. Además, aunque el papa recupera su posición en
el debate teológico, incrementa la importancia del patriarca de Constantinopla, que se
convierte en el primado de Oriente, quedando por debajo del papa, lo que fue el
germen de posteriores problemas entre los pontífices y los patriarcas de
Constantinopla. A pesar de la importancia del Concilio, hay que destacar que no logró
terminar con el monofisismo, firmemente instalado en las provincias más meridionales
de Bizancio, Egipto y Siria (aunque, en menor medida, también adquirió relieve en
Asia menor), donde pronto se revistió de connotaciones políticas (no es casualidad
que en estos momentos en Egipto se empiece a utilizar como lengua litúrgica el copto,
al tiempo que en Siria sucede lo propio con el siriaco), lo que también estaba
destinado a ser germen de posibilidades problemas.
Estas corrientes van a ser condenadas como heréticas, pero los nestorianos y
monofisitas no van a considerarse herejes, ya que nadie se considera hereje a sí
mismos, perseveran sus creencias y desarrollan sus propias iglesias, paralelas a la
ortodoxia. Los nestorianos crean iglesias nestorianas en el patriarcado de Antioquia:
Siria, Mesopotamia, Persia y llega incluso a China. La mayor parte de ellos se
extienden en Egipto y Siria y todavía se da esta creencia en la actualidad. El hecho de
se creara estas iglesias heréticas da lugar a que la iglesia oficial bizantina se llame
ortodoxa, ya que hay otras iglesias heréticas. Este tema de las herejías bizantinas es
religioso en un origen, pero va a tener también aspectos políticos, sociales, culturales
e identitario (lengua, tradiciones, culturas, diferencias entre regiones Terra paréntesis:
problema al estar fragmentado religiosamente.
e) Características socioeconómicas
Los siglos IV y V son una época de transición, con una economía agrícola y próspera,
superándose bien la crisis del siglo III. El campo bizantino está equilibrado, sin muchos
latifundios. Hay una ampliación de pequeños y medianos propietarios rurales, siendo
un campo equilibrado. Es, al mismo tiempo, un imperio urbano, con ciudades grandes,
bien comunicados, habiendo centros políticos y económicos en litorales. Hay ciudades
pequeñas (Jerusalén, Damasco, Cesarea). Se dan dos capitales regionales
importantes, que son Antioquía y Alejandría y una capital importante, Constantinopla,
que llegará a 500000 habitantes.
La economía va a ser avanzada y monetaria: la moneda más importante es la de oro
que crea Constantino en el siglo cuatro, estableciendo la solidus, que se le llamará en
griego momisma y besante. Esta moneda va a ser usada hasta el siglo XI, por lo que
podemos hablar de una economía urbana muy potente, una economía basada en la
artesanía diversificada, con un comercio muy rico y dirigido por el estado. Los
bizantinos comercian en el próximo oriente, en el mar rojo, en el Índico, es decir,
comercio por todo el mundo.
Las ciudades tienen una población grande y variada totalmente, siendo ciudades como
políticas y, en ciertos momentos, población inestable, sobre todo la plebe urbana. Esta
plebe urbana acudía de forma habitual a los hipódromos para entretenerse, que
además de entretener a la población tenía distribución gratis por parte del Estado. En

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el hipódromo, la plebe expresaba sus reivindicaciones de carácter social y político:


lugar de fiesta, manifestación… Esta plebe urbana estaba organizada en bandos, que
eran organizaciones deportivas, políticas, religiosas, económicas y sociales. Las dos
más importantes son azules y verdes. La plebe urbana más influyente es la que vivía
en Constantinopla, siendo el control de esta un problema para el imperio.
II. Evolución política (ss. IV-VI)
Cuando cae el imperio romano de Occidente, este imperio sobrevive a la llegada de
los bárbaros, al ser un imperio más cohesionado y más fuerte, contando con un
Ejército potente, teniendo una capital amurallada, sin tomar la capital y es un imperio
que usa mejor sus recursos y su diplomacia. Los bizantinos muchas veces pagaron
tributos a los bárbaros para impedir ataques y pedían desviar los bárbaros hacia
Occidente.
Durante su primer ciclo de existencia el imperio romano de Oriente quedó marcado por
la lucha frente a los invasores bárbaros. Constituyó una lucha en la que hubo que
emplearse a fondo, no dudando en mostrarse insolidario frente a su hermano, el
imperio romano de Occidente, que acabó convirtiéndose en la principal víctima de tal
situación. En su pugna contra los invasores, el imperio romano de Oriente se valió de
tácticas que luego empleo a lo largo de toda su historia: dividir a los adversarios,
valiéndose para ello de una diplomacia sutil; comprarlos, gracias a las disponibilidades
económicas de las que disfrutaba; finalmente, civilizar y adoctrinar a los que
consideraba bárbaros, para, a renglón seguido, implicarlos en su esquema geopolítico
y sociocultural. Todo esto, por supuesto, sin olvidar el recurso a la fuerza de las armas.
La dinastía teodosiana, la primera que rigió los destinos de Bizancio, fue la que tuvo
que lidiar con la difícil situación provocada por las invasiones germanas. La
importancia que adquirieron las mujeres de las dinastías se hizo evidente ya durante el
reinado del primer emperador, arcadio (395-408), que accedió al trono siendo muy
joven y mostró siempre una gran debilidad de carácter. Dominado por la emperatriz
Eudoxia, de fuerte personalidad, gobernó gracias a la ayuda de colaboradores como el
galo Rufino, el eunuco armenio Eutropio y el eclesiástico Juan Crisóstomo, sin olvidar
al último de sus consejeros, el más capaz de todos ellos, Antemio.
También su hijo y sucesor, Teoodosio II (408-450), que se convirtió en un emperador
cuando todavía era un niño de corta edad, protagonizó un reinado lastrado por su gran
debilidad de carácter, hasta el punto de que el poder acabó quedando en manos de su
hermana Pulqueria, sobre la que, a su vez ejercía una gran influencia en el alano
Aspar, quién acaudillaba uno de los contingentes bárbaros que formaban parte del
Ejército imperial; fueron años difíciles, marcados por los ataques de visigodos y unos.
Como el emperador falleció sin descendencia, Pulqueria fue decisiva para la sucesión.
Precisamente fue su matrimonio con ella, arreglado por Aspar, fue el que permitió el
acceso al trono de Marciano (450-457), un hombre de edad avanzada al que el alano
pretendía manejar a su antojo.
Muerto marciano, como Teodosio II, sin descendencia, Aspar volvió a actuar como
hacedor de emperadores, colocando en el trono al León I (456-474), cuya coronación
estaba destinada a tener gran importancia, pues fue el primer emperador en recibir la
corona de manos del patriarca de Constantinopla, la máxima autoridad del imperio
romano de Oriente. Pese a que debía el trono a Aspar, León primero se dedicó a
minar la influencia del bárbaro, sobre todo en el Ejército, donde surgió con fuerza el
caudillaje de Zenón, quien se casó con Ariadna, la hija del emperador. Aunque éste

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deseaba que lo sucediera a su Nieto, León dos, asociado al trono con su padre, pues
era un niño de corta edad, su muerte prematura y casi inmediata permitió que Zenón
se hiciera con el poder en solitario, aunque no sin resistencias y problemas por parte
de lo que restaba de la familia imperial.
El reinado de Zenón (474-491) supuso otro momento de crisis, vinculado, en este
caso, con la amenaza de los ostrogodos; la situación se solucionó desviando a los
invasores hacia la península itálica. Tras la muerte de Zenón, una vez más fue una
mujer, la ya mencionada Ariadna, quien permitió el acceso al trono del nuevo
emperador, Anastasio (491-518), que ciñó la corona imperial tras casarse con ella,
aprovechándose también de que Zenón no había dejado descendencia.
Pese a que Bizancio hubo de enfrentarse al trasiego de invasores junto a sus fronteras
europeas, con las consecuencias habituales de ataques sobre la zona balcánica, e
incluso a veces de amenazas directas sobre la misma ciudad de Constantinopla, el
Imperio romano de Oriente logró enfrentarse con éxito a las invasiones bárbaras,
mientras que su hermano, el Imperio Romano de Occidente sucumbió en el intento.
Aunque, el gran enemigo del exterior no son los bárbaros, es el Imperio Persa
Sasánida. El gran problema interno va a ser la fragmentación religiosa entre cristianos
ortodoxos, nestorianos y monofisitas.
4.2. La restauración de Justiniano I el Grande (527-565)
Muy posiblemente, Justino I (518-527), que se convirtió en emperador gracias a su
condición de cristiano ortodoxo: el Senado y el Ejército se inclinaron a su favor
Confiando en que obligaría al patriarca de Constantinopla a aceptar la doctrina
propugnada por el Concilio de calcedonia, lo que permitiría terminar con el cisma y
reconducir las relaciones con Roma. Sin embargo, y pese a ese éxito inicial en el
trono, Justino parecía estar preocupado por las negativas consecuencias que podía
tener para él el ejercicio del poder imperial con su carencia de formación intelectual. A
este aspecto se unía un segundo problema: era un hombre de avanzada edad y no
tenía hijos que lo pudieran suceder. Por esos motivos, decidió asociar al trono (527) a
su sobrino Justiniano, que tenía en torno a 35 años y una esmerada formación
intelectual. Unos meses después, tras el fallecimiento de Justino, su sobrino se
convirtió en emperador en solitario.
De esta forma comienza el Imperio de Justiniano, también conocido como como
Justiniano el Grande y con el nombre del último emperador romano, estando todavía
los romanos presentes. Justiniano, con gran capacidad de trabajo, fue un emperador
autoritario y defensor del cristianismo ortodoxo. El emperador Justiniano era un
hombre bien dotado intelectualmente y tenía una gran capacidad de trabajo, por lo que
sus súbditos se referían a él como el emperador que no duerme nunca. Minucioso y
perfeccionista, le gustaba supervisarlo absolutamente todo. Pero no solo tenía
virtudes: buscaba la gloria de forma excesiva, lo que le hizo revolverse contra aquellos
de sus colaboradores que pensaba que podían retarse la de alguna manera; ademas,
tendía a desconfiar de esos colaboradores, pese al acierto con que los seleccionaba.
Como hemos mencionado, es un emperador que se rodea de grandes colaboradores,
siendo brillantes y capaces como Belissano y Narsés (eunuco). A su lado Justiniano
tiene a Teodora, antigua cortesana y bailarina en el Hipódromo, una mujer muy
inteligente, intuitiva, intrigante y de enorme personalidad. Justiniano modificó la ley
para casarse con ella y en el Gobierno del Imperio manda, siendo una persona muy
importante.

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I. Política interior de Justiniano


Fortalecer el poder autocrático del emperador en todos los campos: la política
autocrática va a provocar una revuelta popular en el hipódromo, conocida como
la revuelta de la Nike en el 532. La revuelta estalla cuando se revelan los
azules y los verdes. Estas revueltas se levantan contra el emperador, parte de
Constantinopla es destruida y el poder del emperador está a punto de peligrar.
A partir de ahí, Justiniano reúne a los dos bandos en el hipódromo para llevar a
cabo las negociaciones, aunque se los cargan las fuerzas imperiales.
Justiniano sacraliza la figura del emperador, representante de Dios. El
programa de unidad, romanidad e inmovilidad de Justiniano tuvo como base un
modelo del emperador autócrata, que se arrogaba el derecho de decidir en
todos los ámbitos de la vida de sus súbditos. Para reforzar su imagen, un
complicado ceremonial cortesano, que la iglesia ortodoxa griega recogió en su
liturgia, tendía a identificar al emperador con el propio Dios. La iglesia de Santa
Sofía, esto es, de la Santa sabiduría, la segunda persona Santísima Trinidad,
construida por Justiniano, vino a ser una metáfora de sus propias ambiciones.
La advocación sugería una cierta identificación entre el Dios encarnado
(Cristo) y el representante de Cristo en la tierra (el emperador). Para reforzarla,
la arquitectura del templo constituía la imagen más deliberada del poder
imperial y su pretensión de unidad. La basílica conformaba, junto con el Palacio
imperial, el núcleo simbólico de la capital que, rodeada de una muralla de 9 km,
representaba un microcosmos del Imperio y la garantía de supervivencia.
Modernización de la administración en reformas de tipo funcionalista.
Modernizar la legislación, dándose el Corpus Juris Givilis (Triboniano, 529-
534). Se trata de la mayor recopilación de derecho romano de la historia. Este
Corpus es la base de los sistemas jurídicos europeos, obra trascendente. Esta
recopilación la dirige un jurista, denominado triboniano. El Corpus se compone
de ciertas partes o institutas o instituciones, siendo un manual de derecho para
el estudio:
o Digesta Seu Pardecteae: Colección de textos jurídicos romanos.
o Codex justinianas: renovación de los códigos romanos anteriores.
o Nuevas leyes promulgadas por Justiniano.
Se compone en griego y en latín, siendo una obra clave para la historia
bizantina y para la historia occidental a partir del siglo XI.
Construcción de grandes obras siguiendo la tradición constructiva romana: las
obras tienen una función de exaltación del emperador:
o Ampliación del gran Palacio imperial, denominado también Palacio
sagrado, constituido por Constantino y que se sitúa entre el hipódromo
y la basílica.
o Reconstrucción de la basílica de Aghia Sophia (Santa Sofía), que se
hace sobre las ruinas de la antigua basílica. Se lleva a cabo entre los
años 532 y 537, coronada con la cúpula de 30 m de diámetro. El
exterior está formado de mármol blanco.
o Construcción de iglesias ortodoxas en Rávena
o Unificación religiosa: impone la ortodoxia y reprime a las minorías
religiosas.

La unidad intelectual de base cristiana, según definición del Concilio de


Calcedonia del año 451 constituyó, Por su parte, la base ideológica del
programa justinianeo. En función de ella, el emperador actuó en dos
direcciones. La primera tuvo su símbolo en el cierre, en el año 529, de la

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Escuela o Academia de Atenas, último centro de la cultura clásica pagana en el


imperio. La segunda se tradujo en el control y, a veces, persecución de
monofisitas, judíos, maniqueos y nestorianos (condenados en el II Concilio de
Constantinopla, 553, quinto concilio ecuménico, con resultados más bien
limitados. Hay que destacar que en estas persecuciones se limitan a los
monofisitas, ya que tanto la mujer del emperador como algunos de sus
miembros de Gobierno eran monofisitas. Los monofisitas fortalecieron sus
posiciones en Siria y Egipto, donde su discrepancia religiosa se convirtió en un
ingrediente de separatismo, que en los años 630 a 640 facilitará a los
musulmanes la ocupación de esos territorios. Los judíos resistieron a la política
imperial de control e inhabilitación y cuando los musulmanes penetraron en el
Imperio los judíos lo tomarán por salvadores. Finalmente, los maniqueos,
perseguidos desde el comienzo el reinado de Justiniano, se convirtieron en
potenciales colaboracionistas de los ejércitos persas. Frente a unos y otros, los
mejores agentes del emperador fueron, sin duda, los monjes. En sus cenobios
de la capital o de las provincias, algunos de los cuales han perdurado hasta
nuestros días, como los de San Sabas en Palestina y Santa Catalina del monte
Sinaí, los monjes constituirán un grupo de presión poderoso y permanente en
la historia del Imperio Bizantino. La imagen religiosa y política se va a dar con
la virgen “Theotokos”: virgen Madre de Dios, dando una afirmación del dogma.
Esto se ve en las represetaciones, con Justiniano ofreciéndole Sta. Sofía a la
Virgen, afirmando a la Virgen como Madre de Dios.
El balance de la política interior: Justiniano gobierna un imperio avanzado,
centralizado, con presión asfixiante por parte de la población y divisiones religiosas
muy asfixiantes.
II. Política exterior: la renovatio Imperii Romanorum
El programa de unidad, romanidad e inmovilidad de Justiniano, cuyas repercusiones
internas acabamos de ver, tenía un objetivo muy preciso: la reconstrucción física de la
unidad del antiguo Imperio Romano. El emperador se dispuso a aprovechar la
dinámica de crecimiento de su reino y lo que, a su entender, eran frágiles
construcciones políticas de los hermanos en territorios de población mayoritariamente
romana que, según pensaba, acogería con júbilo la reconstrucción del antiguo Imperio.
Los intentos de ostrogodo Teodorico, quien, a principios del siglo VI, parecía querer
crear un espacio pangermánico en el oeste del Mediterráneo, empujaron a Justiniano
a poner en marcha su proyecto en el año 532, una vez que superó la revuelta Niké y
firmó una paz eterna con el Imperio Persa.
Ahora bien, lo que nos dicen los especialistas, Justiniano no llegó al trono con esta
idea premeditadamente, sino que se va produciendo progresivamente, aprovechando
tres circunstancias:
Buena situación del Imperio Bizantino cuando llega al trono
Imperio con buen Ejército, potente y bien preparado.
Justiniano aprovecha las coyunturas, aprovechando las luchas internas en los
reinos bárbaros, aprovechando estas circunstancias
Las operaciones bizantinas en meter un occidental comenzaron en el 533, bajo el
mando de los generales Belisario y Narsés, quienes, en cuestión de meses, liquidaron
el Reino vándalo del norte de África. Esta conquista bizantina consiga anexionar el
norte de África, Sicilia, Córcega, Cerdeña y Malta. De esta forma se va a formar el

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exarcado de Cartago, habiendo al frente un exarca, gobernador militar y civil. En el


534, los bizantinos pusieron pie en la península italiana. En un primer momento, el
recibimiento dispensado por el papa y por un sector de la población que, desde hacía
unos años, estaba atemorizada por sus gobernantes arrianos, hicieron pensar a los
bizantinos en la posibilidad de reeditar su éxito norteafricano. Las circunstancias
cambiaron pronto y los ostrogodos, con su rey Totila, opusieron una tenaz resistencia
que obligó a los bizantinos a mantener la llamada guerra gótica durante 30 años,
formando el exarcado de Rávena, cayendo de esta forma El Reino ostrogodo. Esta
presencia en Italia es muy importante. En el norte y centro de Italia ay una presencia
bizantina que va a durar hasta el siglo VIII. En este sentido, Roma es parte del Imperio
Bizantino y los papas son súbditos del Imperio, viniendo muchos papas de Oriente y
siendo la capital de esta zona Rávena, quedando obras bizantinas hasta hoy: tan vital,
con los mosaicos de Justiniano y Teodora, San apolinar in Classe (basílica típica
romano bizantina) y San apolinar el nuevo. En el sur de Italia y Sicilia se da la
presencia hasta el siglo 10. En el año 554, los bizantinos no desperdiciaron la ocasión
para intervenir igualmente en Hispania, dónde, durante 70 años ocuparon una parte
del territorio, concretamente las Islas Baleares y el espacio comprendido entre las
embocadura del Júcar y del Guadalquivir.
El proyecto justinianeo de reintegración mediterránea alcanzó entonces su mayor
extensión, aunque en todas partes, con carácter bastante provisional. En efecto, En
África, las tropas imperiales tuvieron que hacer frente a una serie de insurrecciones
bereberes; En Italia, la guerra gótica dejaba al país en la ruina mientras sus habitantes
añoraban los buenos tiempos de los primeros años de Teodorico; y, En España, los
monarcas visigodos no cejaron en su empeño de expulsar del territorio a los
bizantinos. Todo ello implicaba para estos unos crecientes gastos militares que, en
ningún caso, encontraban compensación y que exigían un importante aumento de la
presión fiscal. En esas circunstancias, la reactivación de la amenaza persa y la llegada
a las puertas de Constantinopla de nuevos pueblos, como búlgaros, eslavos y ávaros,
pusieron de relieve una falta de correspondencia entre la brillantez de la fachada del
Imperio de Bizancio y el debilitamiento de sus estructuras. En este momento, en el año
565, Justiniano murió.
4.3. De la expansión a la crisis del s. VII: retroceso exterior y transformaciones
internas
I. La crisis interna y el repliegue territorial
a) Problemas internos
Entre el año 565, muerte de Justiniano, y el 610, acceso al trono de Heraclio y de una
nueva dinastía, la vida del Imperio de Bizancio puso de relieve dos hechos. De un
lado, que Justiniano había sido el último emperador romano. De otro, que la segunda
parte de su reinado había supuesto el tránsito de la vieja civilización romana a una
nueva cultura bizantina. En adelante, esta se desarrollará en escaso contacto con el
oeste, pendiente de lo que suceda en el este, y dispuesta a conservar los tres
elementos más significativos de la herencia justinianea: un derecho público, una
capital rica y un modelo de emperador autócrata y sacralizado.
La muerte de Justiniano en el año 565 pareció acelerar los dos procesos que
empezaban a debilitar el Imperio de Bizancio: la amenaza de los enemigos exteriores
y el deterioro de la situación social, política y militar interna, que cabía atribuir tanto a
la presencia de aquellos como, sobre todo, al desgaste producido por la política de

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reintegración mediterránea. Sedán en el interior problemas socioeconómicos con la


pérdida grande de población, al haber unas epidemias de peste recurrentes, siendo
denominadas como “peste de Justiniano” popularmente, muy duras para la población,
con pérdidas demográficas. Al mismo tiempo, va a haber una presión fiscal
significativa, habiendo malestar social y empezando agilizarse el campo bizantino,
dándose la emigración rural y lo latifundistas ganando peso. En lo relativo a los
problemas políticos, fue una época de golpes de Estado con emperadores de corta
duración. Contamos igualmente con problemas religiosos con divisiones y
enfrentamientos entre los ortodoxos, los monofisitas y los nestorianos.
b) Amenazas exteriores
A esto se añade los problemas exteriores, inesperados por los bizantinos, imperio muy
grande con menos tropas y muy permeables, frágiles. En Occidente los bizantinos
sufren la presión de los visigodos, empujándolos hacia el mar. Por otra parte, los
bereberes En África empujan a los bizantinos hacia la costa. En Italia, en el 568 se
produce la invasión de Italia por los lombardos (longobardos), que es un pueblo
germano arriano, muy poco romanizados y bárbaros que desde panonia entran por el
norte en la Italia bizantina, instalándose en el norte y cambiando la toponimia,
llamando a esta zona Lombardía, con capital en pavía, extendiéndose hacia el centro
sur de Italia. Italia, a partir de esta época queda dividida en dos zonas políticamente:
zona lombarda y zona bizantina. La lombarda se establecerá en el norte, siendo un
reino germano romano, organizando sus territorios en ducado. Por otro lado, tenemos
los restos de la Italia bizantina, con el exarcado de Rávena, el ducado de Roma,
Calabria y Nápoles, destacando que el ducado romano con los territorios del papa se
van a llamar como Patrimonium Petri (Patrimonio de San Pedro). En los siglos VI, VII y
VIII la historia de Italia se marca por la lucha entre bizantinos y romanos, que van
ampliando sus dominios. Los bizantinos retroceden durante varios siglos y en ese
contexto el papado aumenta poco a poco su influencia, aprovechando la batalla entre
lombardos y bizantinos.
Cabe destacar que en la frontera del Danubio las amenazas exteriores estuvieron
protagonizadas por avaros, eslavos y búlgaros:
Los avaros constituían un pueblo de origen turco, emparentado con los hunos,
que desde las estepas asiáticas había sido desplazado hacia el oeste por la
presión de otros nómadas. En el año 558, los sábados obtuvieron permiso
bizantino. Siete años después se establecieron en la llanura de panonia, de
donde expulsaron a los lombardos, que se encaminaron hacia Italia, donde su
entrada en el 568 supuso para los bizantinos instalados allí el comienzo de la
pérdida de sus posiciones. Los ávaros se van a instalar en la llanura de
panonia, creando el Janato de los ávaros.
Eslavos: formaban un conjunto de pueblos relacionados entre sí por rasgos
lingüísticos y culturales que las fuentes históricas habían situado, en los siglos I
y II, en la zona de contacto entre las actuales Polonia y Rusia. Su organización
en zadrugas o comunidades familiares suponía un nivel de desarrollo
sociopolítico más arcaico que los germanos del siglo cuatro. A comienzos del
siglo VI, los eslavos cruzaron el río Danubio y empezaron a penetrar
lentamente hacia el sur. A finales de aquel siglo, su presencia era ya
significativa, en especial, en Macedonia, desde donde desarrollaron actividades
de piratería a bordo de sus primitivos monos y los, troncos de árboles
ahuecados. Durante el siglo VI, todo un síntoma de su presencia en la zona,

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Macedonia era llamada Esklavinia. Desde ese momento, el establecimiento de
los eslavos en el espacio balcánico empezó a tener para los bizantinos un
significado cultural parecido al que había tenido la de los hermanos en
Occidente para los provinciales romanos del ámbito latino. De ese modo, si el
Occidente del continente europeo llevaba camino de convertirse en un espacio
latino germano, el oriente sería el ámbito del desarrollo de la cultura Greco
Eslava. Estos eslavos van a cruzar el Danubio y son pueblos que entran en los
Balcanes, surgiendo un espacio bizantino eslavo, sociedad mezclada de
culturas e identidad, cambiando esta región y el interior va a cambiar mucho a
partir de estos invasores, que llegan hasta Grecia.
Búlgaros: pueblo asiático de procedencia turco mongola. A mediados del siglo
6 los búlgaros llegan moviéndose al Valle del Danubio, mezclándose con los
eslavos, perdiendo sus rasgos más característicos, siendo procesos muy
largos y muy lentos.
Los persas habían sido la amenaza más grave para el Imperio de Bizancio, que para
conjurarla, empleó a fondo su diplomacia y sus recursos financieros en el centro
oriental. Justiniano dejó de pagar el tributo tradicional e Imperio Persa y emprendió
una política incorporación de unos reinos intermedios qué, como pequeños estados
tapones, se habían consolidado entre Persia y Bizancio, en especial, Armenia. A
inicios del siglo VII se produce una nueva guerra abierta entre bizantinos y sasánidas.
Los gobernantes bizantinos debieron ampliar las dimensiones de su Ejército y su
Marina, dando entrada a mercenarios, muchos de ellos extranjeros, lo que, a la vez
que hacía más compleja la composición humana del Imperio, exigía una presión fiscal
creciente sobre los súbditos.
En este ambiente de agobio fiscal y militarización de la vida social, se desarrollaron los
reinados de los sucesores de Justiniano, de los que Tiberio (578-582), Mauricio (562-
602) y su asesino y sucesor focas (602-610) fueron militares que encabezaban
facciones que servían de expresión a una población cada vez más descontenta. La
nueva situación social trajo dos consecuencias importantes. La primera, la renuncia al
principio de separación de las funciones civiles y militares; en su lugar, los exarcas
reunieron a ambas. La segunda, la construcción a orillas del mar rojo y en el alto flash
de una red de fortalezas asistidas por soldados colonos bajo el mando igualmente
unificado de un jefe militar.
Las amenazas exteriores, que estimularon esta reorganización militarista del Imperio
Bizantino, impulsaron igualmente un proceso que recordaba el vivido por la parte
occidental del antiguo Imperio Romano en la crisis de los siglos III y cuatro: la
búsqueda de garantías reales por parte de una población que les confiaba capacidad
del Estado para defenderla. Esa búsqueda lo orientaron los bizantinos, principalmente,
por dos caminos. El fortalecimiento de los vínculos de dependencia personal respecto
a los ricos ardientes y la encomendación, teñida de histeria colectiva, a los patronos
celestiales, Cristo, La Virgen y los Santos, cuyas imágenes se multiplicaron en iconos
ardorosamente venerados.
II. La crisis del siglo VII: la dinastía Heráclida (610-695)
a) Heraclio (610-641): guerras persas y nuevas divisiones religiosas
El descontento de la población del Imperio a causa de las guerras, las hambres y las
persecuciones políticas fue capitalizado por Heraclio (610-641), que derrocó a focas,
ocupó el trono imperial y fundó una nueva dinastía. En los 100 años que transcurrieron

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entre el 610 y 717, la vida bizantina estuvo marcada por la crisis que afectó las
estructuras del Imperio. El debilitamiento de estas, visible desde la muerte de
Justiniano, experimentó un agravamiento cuando el Imperio Persa fue sustituido,
desde la década del 630, por el islam. La intervención de los musulmanes, que
ocuparon rápidamente las provincias orientales del Imperio de Bizancio, exigió un
nuevo esfuerzo de guerra. Los rasgos (autoridad del Estado, derecho público,
ciudades ordenadoras del entorno rural) que habían caracterizado a aquel se
debilitaron decisivamente a la vez que se reforzaba una mentalidad de supervivencia
teñida de milagro mismo que encontraba refugio en la veneración de las imágenes. De
resultas del proceso, al final del periodo, en el 717, el Imperio de Bizancio apareció
como algo nuevo: más reducido, coherente, militarizado, rural, privado y griego. En
una palabra, un imperio menos antiguo y más medieval.
Heraclio (610-641) alcanzó el poder merced a una sublevación militar, protagonizada
quizá por él mismo, quizá por su padre, exacta de Cartago con el que compartía
nombre, lo que ha dado lugar a cierta confusión. Fue el primer representante de una
dinastía que, en su honor, es conocida con el nombre de heraclida.
Heraclio comienza a utilizar el título imperial nuevo, pasando desde este emperador de
llamarse Augusto o Cesar a Basileus (griego: ‘rey’). Este cambio de nomenclatura
indica que este imperio pierde sus rasgos latinos y se va haciendo cada vez más
griegos.
Heraclio va a intentar actuar con las religiones internas, intentando resolver este
problema de forma negociada, en concreto con los monofisitas de Egipto. Para llegar a
un acuerdo teológico, Heraclio impone como doctrina teológica el Monotelismo (mono:
uno, telos: lengua, energía), para la unificación religiosa. El monoteísmo afirma que
Jesucristo, la persona del hijo, tiene dos naturalezas: hombre y Dios, pero tiene una
voluntad o energía (telos), todo ello para contentar a los monofisitas. Para llevar a
cabo este acuerdo impone esta política, que va a ser un gran fracaso al no contentar a
nadie: los ortodoxos lo consideran una herejía al igual que el papado, mientras que los
monofisitas lo consideraban una desviación insuficiente. Este monotelismo va a ser
abandonado y condenado como una desviación en el Concilio tercero de
Constantinopla, sexto Concilio ecuménico, afirmando la ortodoxia inicial.
b) Derrotas en Oriente, retroceso en Occidente y presión en los Balcanes
Cuando se convirtió en emperador, la situación de Bizancio era terrible: los persas
avanzaban sobre sus tierras, tomando ciudades como Antioquia, Jerusalén o
calcedonia, retomando ese avance con la conquista de Egipto. Los árabes, todavía
carentes de la fuerza especial que les otorgó el islam, pero cada vez más hostiles,
aprovecharon la situación para amenazar Constantinopla, y los visigodos tampoco
dejaron de beneficiarse de la oportunidad, expulsando definitivamente a los bizantinos
de la península Ibérica (624).
Heraclio tiene que hacer frente a la gran guerra con el Imperio Persa Sasánida,
comenzada en el año 602 y se prolonga hasta el 628. Esta guerra se la ha llamado en
ocasiones la última gran guerra de la antigüedad. Comienzan con una invasión persa
del Imperio Bizantino, perdiendo este último Imperio Siria, Palestina, Egipto y Asia
Menor. Heraclio adopta una estrategia sorprendente (la mejor defensa es un buen
ataque): en vez de intentar recuperar territorios, se dirige contra el corazón del Imperio
Persa. Con esa estrategia consigue una gran victoria en el año 628. El Imperio Persa
se rinde, llegando a una negociación y la evacuación persa de los territorios

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bizantinos, estableciendo las fronteras del 602. Es una gran victoria, pero pírrica
(victoria tan costosa que parece una derrota). Los bizantinos ganan, pero el Imperio se
queda maltrecho.
Los sarracenos (Sarakhenoi) en el año 632: Heraclio había vencido en el 628 a los
persas, que cuatro años después se tienen que enfrentar a este enemigo sorprendente
y poderoso, siendo el bizantino un imperio muy debilitado y tocado. Consecuencia de
ello es que entre los años 634 y 646 los bizantinos van a perder Siria, Palestina, Egipto
y el control del Mediterráneo. Entre los años 674 y 678 los musulmanes asedian
Constantinopla, a gran escala naval, que los bizantinos consiguen superar gracias a
las murallas de Constantinopla, que son un triple cinturón de murallas; y el fuego
griego de los bizantinos, la líquida inflamable de virtud que cuanto más llamase tenía
coma más fuerte será en ataque.
Al mismo tiempo, los bizantinos están perdiendo territorio también en Occidente. En
Italia, las posesiones bizantinas están en claro retroceso ante los lombardos. Los
visigodos expulsan a los bizantinos de Hispania, quedando unificada. También van a
perder el exarcado de Cartago a manos de los musulmanes. A esto hay que añadir
que en los Balcanes se acentúa la presión de los eslavos, vándalos y búlgaros,
formando estos últimos en el 710 aproximadamente una primera entidad política:
Janato de los búlgaros, reino vecino y rival del Imperio bBzantino en los años
siguientes.
c) Las profundas transformaciones internas
Las circunstancias vividas por el Imperio de Bizancio en el siglo VII tuvieron
importantes repercusiones en la sociedad hasta el punto de que los historiadores
consideran que aquel ciclo supuso una solución de continuidad en la historia bizantina.
Tres procesos fueron los que la marcaron: la militarización, la pérdida de peso
específico de la ciudad y el fortalecimiento del mundo rural, además de darse un
cambio de mentalidad, un declive de las estructuras socio-políticas romanas y una
privatización de las relaciones socioeconómicas:
La reorganización militarista del imperio con el sistema de themas. El vocablo
thema designaba tanto la unidad del Ejército acuartelada en un distrito como la
circunscripción territorial que le correspondía a defender. Al frente de cada
thema, un estratega reunía competencias civiles y militares de modo que
pudiera tomar con rapidez decisiones de carácter bélico. Bajo su mando se
hallaban todos los habitantes del distrito pero de modo más específico los
stratiotai, especie de soldados campesinos, con un número variable entre seis
mil y doce mil, que estaban instalados en cada thema, donde tenían
responsabilidades de defensa. Cada uno de ellos poseía un usufructo
inalienable, una explotación agraria que debía proporcionarle la renta suficiente
para configurar su mantenimiento y el de su equipo militar como jinete
acorazado. Pese al derecho público vigente y su carácter institucional, la
relación entre estas dietas y estrategas fue adquiriendo rasgos de vinculación
personal. Sin alcanzar las que serían características de Europa occidental, el
sistema de themas desarrollo facetas que formalmente recordaban el
feudalismo.
La desestructuración del sistema urbano: la militarización de la vida del
Imperio, con la nueva organización en themas, alteró la tradicional función
administrativa de las ciudades, subordinada ahora a un continuo esfuerzo
guerrero. Las ciudades perdieron peso demográfico, económico y, sobre todo,

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social y político. Su importancia pasó a desprender, en buena parte, de su


condición de acuartelamiento o de lugar de peregrinación. La crisis fue, desde
luego, más breve que la experimentada por las ciudades de Occidente: dos
ciclos después, la recuperación de urbana del Imperio Bizantino era evidente
pero, de momento, resultó bastante profunda.
El fortalecimiento del mundo rural: la disminución de la población del Imperio y,
sobre todo, sus continuos trasvases de unas regiones a otras con que los
emperadores trataron de asegurar la fidelidad de los súbditos de las fronteras y
la defensa de éstas se tradujeron en importantes cambios en la red de
poblamiento. A estos contribuyó también la creación de numerosos centros
monásticos en El Mundo rural. Por su parte, la consolidación del sistema de
themas y sus datos campesinos favoreció el 11 de la mediana y la pequeña
propiedad, lo que propició el fortalecimiento de las aldeas y de sus
comunidades aldeanas. A comienzos del siglo VIII, el Nomos Georgikos o
Código Rural reguló la responsabilidad fiscal de todos los campesinos y prestó
especial atención a las tierras abandonadas que periódicamente se distribuían
entre los propietarios de cada aldea. Los repartos se realizaban en proporción
a las fortunas de los vecinos lo que favorecía a los más poderosos. Una
oligarquía aldeana, beneficiaria de las necesidades de los conventos
endeudados, se fue constituyendo en cada aldea. Bajo su dirección, las
comunidades campesinas trataban de colaborar en el objetivo de asegurar la
supervivencia de un imperio que, a finales del siglo VII, y por las amputaciones
editoriales efectuadas por los árabes, eran ya claramente griego.
Colapso las estructuras político administrativas bajo-romanas, transformándose
las estructuras, siendo un estado más sencillo y pequeño, con menos cargos y
más barato de mantenimiento.
Privatización de las relaciones socioeconómicas: respuesta de la población
ante el declive del Estado, aumentando el fenómeno del clientelismo
(dependencia personal entre poderosos y no poderosos) y del patronato (más
campesinos dependientes).
Cambio de mentalidad: se difundió en el Imperio Bizantino una mentalidad de
asedio, siendo atacados y hostigados continuamente por todos los países
vecinos. Con esta sensación de angustia se da el culto a los iconos,
agarrándose a los iconos, siendo imágenes de la Virgen y de Cristo que serían
los protectores divinos de la población. La devoción a los iconos, exacerbada y
popular, explicarán los siglos siguientes la crisis iconoclasta.
Entre los años 695 y 711 termina la dinastía heráclida y el Imperio Bizantino ha sufrido
una gran transformación interna y externa, siendo un imperio mucho más reducido y
cohesionado, más militarizado, más rural, más ortodoxo y más griego (lo latino se ha
perdido). Esta transformación conlleva pasar del Imperio Romano de Oriente a un
Imperio propiamente bizantino. El siglo VIII es el siglo de la verdadera ruptura entre el
mundo antiguo y lo medieval, siendo un punto de inflexión. Se expande el islam y
maduran los reinos germanos romanos, añadiendo las crisis económicas y rurales,
siendo un proceso largo.
TEMA 5: EL ISLAM: GÉNESIS Y EXPANSIÓN (Siglos VI-VIII)
Introducción al Islam
El islam es la tercera y última gran religión monoteísta después de judaísmo y
cristianismo, que desarrolla la tercera gran civilización medieval, clave para El Mundo
actual. En este sentido, seguimos teniendo mucho de aquella época: palabras de
mitología árabe. El comienzo de la predicación de Mahoma en 610, que las conquistas
árabes convirtieron en acto creacional decisivo importancia, abre este nuevo capítulo.
En eso civilización, dos rasgos han resultado hegemónicos. El primero, la extensión
del islam en áreas que productivamente coinciden con la difusión del olivo y
paisajísticamente secarían por la dialéctica desierto regadío, lo que implicó que la
civilización musulmana fue una cultura del agua escasa y la huerta. El segundo, les
desea imbricación entre lo social y lo religioso, lo que dificultó la aparición de un
espíritu laico.
Lo primero que hay que destacar de esta religión es que es una civilización muy
amplia en tiempo y espacio, tiempo porque se extiende desde hace siglos y el espacio
porque se extiende hoy en día de forma significativa, siendo muy heterogéneos y
complejos.
Terminología
Árabe: persona proveniente, descendiente y habitante de Arabia; lengua y
cultura que a veces se asimila a la cultura islámica, aunque esto último es
incorrecto, puesto que los turcos, beréberes, iraníes y paquistaníes, indonesios
y centroafricanos, entre otros, son musulmanes pero no son árabes. No todos
los árabes son tan poco musulmanes: Líbano (cristianos), Palestina y Jordania:
comunidades de árabes no musulmanes.
Moro (latín maurin: oscuro): hablamos de Mauritania, ya que los moros son los
habitantes del norte de África romana, donde también incluimos a los
musulmanes andalusíes y se aplica a los moros como musulmanes en las
crónicas de la Edad Media.
Maumetano (seguidor de Mahoma): término islámico, más amplio com a qué se
aplica a la religión, a la cultura y a la civilización. Lo correcto sería decir árabe
islámico.
Los términos islam y musulmán se difunden en las lenguas europeas en la
modernidad. Los cristianos llamaban a los musulmanes con términos étnicos: árabes,
moros, turcos; y se utilizaron términos bíblicos: sarracenos, agarenos, ismaelitas y
moabitas.
I. Arabia y sus regiones
El escenario de aparición del islam, Arabia, resulta, a escala planetaria, muy próxima
al del surgimiento las otras dos religiones monoteístas de las que aquél se reconoce
deudor, el judaísmo y el cristianismo. En cambio, la velocidad de difusión del
islamismo los instrumentos políticos militares que la impulsaron no tuvieron nada que
ver con los de las otras dos creencias. Tal vez, por estas circunstancias, todavía es
frecuente una confusión es de dos vocablos: árabe (etnia, pero también la lengua
difundida en el mundo islámico) y musulmán (que se refiere a la religión), con la que
se relaciona islámico (más amplio y relativo a cultura en general). La península de

Arabia comprendía a finales del siglo VI tres grandes áreas dotadas de relativa
individualidad:
La septentrional, abierta la influencia de mesopotámica, había conocido
variadas tradiciones filosóficas y religiosas (helenística, sasánida, judías y
cristianas), fue cuna del propio alfabeto árabe y el asiento del santuario de
vaca, destino importante para la nación.
La zona central era el dominio de los nómadas, tanto los pastores beduinos
como los mercaderes que tenían su feria en Medina y La Meca. Aquí se
hallaba otro santuario, el de la cava, que conservaba la piedra negra, en donde
tan importante peregrinaciones que se hacen coincidir con las ferias más
notables.
Finalmente, la zona meridional, la “zona feliz”, que se beneficiaba en un
comercio marítimo que relacionaba a Egipto con la India y había propiciado el
desarrollo de algunas ciudades.
La Arabia preislámica se situaba entre las dos potencias del momento: imperio
bizantino e imperio persa sasánida. La región centro occidental de es donde surge
esta religión, apareciendo la ciudad de La Meca y Yahrib.
Desde el punto de vista de organización socio-política: en esta región de Arabia
vivían los árabes, pueblo semita de tipo patriarcal organizadas en tribus, estas
a su vez organizadas en clanes y estas en familias. Al frente de las tribus
estaba el sheiq (jeque), patriarcas elegidos por sabiduría, edad, y estaban
asesorados por un Consejo de tribus en sus tareas de gobierno. Las relaciones
entre clanes y familias son relaciones de sangre, parentesco y solidaridad,
mientras que las relaciones de tribus eran de rivalidad y competencia, de
guerras tribales, por los recursos naturales (agua: pozo). Se lucha también por
cuentas pendientes con esa venganza de sangre. Esta organización se va
extender musulmanes cuando se expande de Arabia, cuando ya esa vía
musulmana o árabe islámica, se va a dar el modelo de personas que viven de
forma tribal.
Desde el punto de vista económico, los árabes eran pastores beduinos,
llevando caballos y cabras, siendo también mercaderes y transportistas, siendo
tribus sedentarias que viven el comercio en una zona heterogénea: zona de
sillas, de los camellos en el desierto, más parecidas al entorno bizantino y
persa.
Desde el punto de vista social, se dan tensiones sociales importantes. Estos
árabes preislámicos tienen carácter politeísta y animista, con varios dioses
asociados a la naturaleza, fuentes y otros lugares, con ídolos y se expresaba
en la premiación de lugares sagrados. El santuario más importante va a ser el
santuario de la kaaba de la meca, teniendo forma de cubo. La presencia de
tribus judías árabes judíos en Arabia junto para las regiones cristianas y las
tribus cristianas van a hacer que se dé una tendencia al desarrollo del
monoteísmo, siendo llamado este Dios Alá, siendo el Dios Cristiano o judío
Yahveh. Hay cristianos de todo tipo: monofisitas, nestorianos, ortodoxos,
católicos… Estos árabes conocían la Biblia, ya que el Corán menciona a los
personajes de este libro sagrado, sin explicar quiénes son. Además, se
consideraban descendientes de Abraham y sobre todo de su hijo Ismael.
Desde el punto de vista cultural, el rasgo más destacado es la poesía coral,
recitada y no escrita.
1
5.2. Mahoma y el nacimiento del Islam (c. 570-632)
I. El Profeta Muhammad
Mahoma nació en La Meca en torno al 570, en el seno del clan de los hachemíes,
rahman decadencia de la tribu de los Qurays, y creció en el ambiente de
enriquecimiento y monoteísmo de su ciudad natal. Cuando tenía 40 años, su espíritu
sensible y soñador sintió la llamada de la divinidad que lo animaba a seguir su tarea
de hostigamiento de la impiedad y la corrupción de la historia mercantil de la meca,
labor que empezó a desarrollar con una predicación más sistemática. Primero, entre
los miembros de su familia, empezando por su mujer Jadiya, que tenía importantes
intereses en los negocios caravaneros. Más tarde, entre sus convecinos de la meca,
particularmente su amigo Abu Bkr, cuya hija Aisha será la última esposa de Mahoma,
o su primo Alí, que casará con Fátima, hija del profeta.
La figura de Mahoma (Muhammad) va a ser uno de los personajes más importantes y
conocido como el profeta. La biografía que se encuentra de este personaje es tardía,
de los siglos VIII y IV, posteriores a su historia. Los islamólogos dicen que no encajan.
La fuente de la época que habla del profeta es el Corán, que no cuenta una historia,
sino una serie de creencias, nombrándose cuatro veces a Mahoma y no aparecen ni la
meca ni ciudades ni conocidos que nos aporten en esta escritura. Lo que sabemos de
su vida es la historia coránica.
En el momento que nace Mahoma en la ciudad de la meca, su tribu (los qurays)
estaba dividida en dos ramas, los Banu Hásim, conocidos como Hasimíes (la tribu de
Mahoma); y los Banu Umaya (hijos de Umaya, los omeyas), clan dominador de La
Meca. Queda huérfano al cuidado de su tío y su infancia y juventud está marcada por
la orfandad, tomando conciencia por la situación de los desfavorecidos. De adulto se
dedica al comercio, trabajando para una viuda rica, que se convierte en su primera
esposa, la primera persona a la que contará sus confesiones, siendo considerada la
madre del islam. Gracias a este matrimonio, su posición socioeconómica mejora,
contactando con muchas personas y dándose a entender como persona analfabeta,
siendo en cierto modo un autócrata, una persona culta que sabe leer y escribir.
b) La primera comunidad (610-622)
En el 610, en plena guerra bizantino persa, es cuando sufre la llamada divina
revelación, dándose en una cueva donde se retiraba para meditar y recibir las
revelaciones de Alá a través del arcángel Gabriel. Mahoma recibe estas revelaciones y
Dios encarga a Mahoma que las difunda, comenzando a difundir este mensaje,
creando un primer grupo de seguidores. Este grupo religioso nuevo provoca la
desconfianza de los dirigentes de La Meca (omeyas), siendo una amenaza por una
oposición a la religión tradicional y se da una oposición de carácter económico,
gestionando la kaaba: si dejamos de creer en los dioses tradicionales se dejará de
recaudar dinero de peregrinos.
Así, entre los años 610 y 619, podemos decir que Mahoma fue transformándose de
predicador en profeta. A la vez, su mensaje se fue enriqueciendo desde el punto de
vista teológico. En contacto con judíos y cristianos, adquirió un conocimiento poco
riguroso de la Biblia y un sentido monoteísta más estricto. Sobre estas bases, hacia el
año 619, Mahoma constituyó una primera comunidad ante la que se presentó como el
profeta encargado de difundir la nueva doctrina que reconocía la como Dios único. En

esta misión, Mahoma era el último de los enviados divinos entre los que se hallaban
Abraham y, sobre todo, Moisés y Jesús, respecto a los cuales aparecía como el
encargado de resumir y completar sus mensajes.
El 16 de julio del 622, Mahoma, temeroso de la reacción de sus más poderosos
paisanos, y tras haber sido invitado a resolver disputas surgidas entre los medinenses,
optó por la huida, la hégira, con un grupo de sus adeptos, a la ciudad de ya triz o
Medina, donde la existencia de comunidades judías había creado un ambiente más
receptivo para su doctrina. Tal fecha se convirtió en el punto de arranque del
calendario islámico, que es de base lunar, con meses de 28 días. En este año es
cuando se forma la Umma, comunidad musulmana, siendo el año actual de la hégira el
1444.
c) La Hégira y la lucha contra los mequíes (622-632)
Mahoma se instala en Medina, recibiendo revelaciones, dándose diferentes cambios
en la religión islámica, convirtiéndose en una creencia religiosa más compleja. Gracias
a estas rebeliones en Medina y La Meca, Mahoma se va a convertir en el primer
magistrado de la ciudad, concentrando la autoridad política y religiosa, conformándose
como jefe político, ya que Medina es una ciudad autónoma. De esta forma, Mahoma
va a estar configurando un rasgo que será característico entre los pueblos islámicos.
Aprovechando su doble condición, Mahoma hizo cristalizar algunos rasgos que serán
inherentes al desarrollo histórico del islam. El primero, la creación de una nueva base
para solidaridad de la comunidad, sustituyendo el antiguo vínculo tribal de sangre por
el de sumisión (ese es el significado de la palabra islam) a la voluntad de Alá. El
segundo, la formulación de una nueva teoría del poder dentro de la comunidad, que de
tribal pasó a ser una prerrogativa que procedía de Dios, con lo que la oposición política
a la autoridad carecerá de justificación. Y el tercero, una cierta militarización de la
primitiva comunidad islámica, qué, enseguida, se consolidará con la práctica del botín
a costa de los enemigos, convirtiéndose en un jefe militar. De este botín, 1/5 será para
el profeta, esto es, para las necesidades del nuevo poder político religioso. Cabe
destacar que se insiste en el carácter igualitario del islam, dándose diferencias de
tribus como anteriormente se había dado, y se prohíbe la lucha entre creyentes: no
puede haber guerras inter tribales como antes: se tiene que dar la unión de las tribus
árabes en torno al islam. Por tanto, Mahoma se convierte en líder político, religioso y
militar.
El fortalecimiento de su jefatura religiosa, política y militar brindó a Mahoma sus
primeros éxitos. En este contexto, estalló una guerra contra La Meca (dirigida por los
omeyas, descritos como infieles en el Corán), culminado en el 630 con la victoria de
Mahoma y los musulmanes, entrando en La meca, sometiéndose e islamizándose los
omeyas, uniéndose a este jefe que está expandiendo esta religión. El profeta va a
morir en el 632 en Medina en su casa y termina la primera etapa de la historia
musulmán, denominada como profética.
II. Principios y pilares del Islam
a) Creencias
Monoteísmo escrito: solo hay un Dios, al lado, creador, omnipotencia, al que el
musulmán debe sumisión.
Unicidad de Dios: Dios es único, estando en todo, solo hay un único Dios en
una única forma.
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Mahoma es el enviado de Dios, trayendo este mensaje al mundo: no es Dios ni


un hijo de Dios.
Creencia en los ángeles y en los demonios (Satán e Iblish).
Creencia en la inmortalidad del alma: vida eterna en el Más Allá, con el Juicio
Final: los justos se salvarán y los injustos se condenaran.
Escatología: creencia en el fin de los tiempos, por lo que se dan creencias
minera listas que anuncia el fin de los tiempos.
Enfrentamiento con cristianismo y judaísmo en ciertos aspectos, lo que hace
que sea el islam derivación de estas dos creencias. Por ejemplo, se da una
referencia judía con la no representación de Dios (Mahoma si se va a
representar, pero no como icono, sino como personaje histórico para dar a
conocer la idea de Guerra Santa -Dios vengador, Dios que anima a la guerra-).
Mahoma se presenta como sucesor y último profeta de los judeo-cristianos:
Adán, Moisés, Abraham, Jesús (penúltimo profeta) y Mahoma (último profeta,
cuyo mensaje es la última revelación). Es la más perfecta porque Mahoma es
el que dice la verdad: los judíos tenían la correcta, pero la acaban deformando
y los cristianos directamente la deforman. El islam es la última de las religiones
del libro y, por ello, los musulmanes hablan de los cristianos y judíos de la
gente del libro, viniendo del mismo tronco común. Los cristianos medievales
veían al islam como derivada del cristianismo y lo consideraban como una
herejía.
Igualitarismo: principio de igualdad de los creyentes, concepto teórico que se
contrapone con las prácticas históricas o sociales.
b) Los “Cinco Pilares”
Esta creencia se aplica con los cinco pilares del islam, al tener una potente
espiritualidad, siendo una religión más ritualista: la práctica religiosa pesa más que las
creencias:
La profesión de fe: no hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta.
La plegaria: se hace diariamente en una postura corporal con máxima sumisión
a Dios con la frente pegada al suelo. Esa plegaria se hace 5 veces al día, se
hace sobre una alfombra después de haberse lavado y mirando hacia la meca.
El momento es anunciado en la mezquita por el almuecín en el alminar. La
plegaria más importante va a ser la del viernes en comunidad, día sagrado de
los musulmanes. Se hace en la Aljama (mezquita mayor), dirigida por el imam,
teniendo una autoridad espiritual.
Ramadán: mes de ayuno y abstinencia durante las horas de sol.
Limosna legal: entrega de parte de los bienes a la comunidad, siendo un acto
de purificación primero, una forma de caridad que se convierte en impuesto
islámico más tarde (diezmo).
Peregrinación a La Meca: práctica pre-islámica, haciéndolo ya los árabes antes
de La Meca. Mahoma retira a los ídolos, pero mantiene el santuario, estando
dentro de la caja la piedra negra y se atribuye a Abraham, que la recibió por
parte de Dios. Esta peregrinación se hace al menos una vez en la vida salvo
imposibilidad económica. Se puede hacer también por procuración cuando
alguien no puede ir.
c) El yihad

A estos pilares se pueden añadir otra creencia, qué es la creencia de la yihad: yihad
en árabe quiere decir esfuerzo, teniendo dos sentidos:
Personal o individual: sentido que hace el propio musulmán por ser mejor
creyente y persona.
Colectivo por defender el islam, defendiendo las tierras de los musulmanes
incluso con las armas. Es un esfuerzo tanto defensivo como ofensivo (conexión
forzosa que en un principio no se podía dar). Estos esfuerzos daban botín,
prestigio, y si se muere en la batalla se convierte en un mártir, con la tradición
de esta forma de Yihad como Guerra Santa. Esta última idea de la Guerra
Santa tendrá que ver más con la tradición judía que la cristiana. Él yihad exige
unas normas jurídicas, teniendo que ser proclamada una autoridad (califa,
emir). Hay una serie de pruebas que se deben seguir.
Se enfatiza en el sentido espiritual en la actualidad. El yihad suele convertirse en
importante en la sociedad islámica en momentos de debilidad e inferioridad. En
momento de esplendor o fortaleza del mundo islámico, el yihad tiene muy poca
importancia.
d) Otras prácticas
Hay otras creencias musulmanas que en un principio tenían un carácter cultural:
Abstinencia de carne de cerdo: los judíos tampoco lo comían, por lo que se
debía dar por una peste porcina, que se acabará revistiendo de religiosidad.
Prohibición de bebidas fermentadas, evitando el consumo de alcohol y, de esta
forma se evitan comportamientos malos.
Circuncisión.
Abluciones rituales: actos de higiene corporal revestidos de ritual religioso,
centra en la lavación de caras, dedos, manos y piernas.
Poligamia: restringida en el islam a cuatro mujeres y es una posibilidad, no un
precepto.
Uso de pañuelo o velo (hiyab) para cubrición de pelo y rostro de las mujeres:
es de carácter histórico, preislámico, que servía para protegerse del clima,
evitar el acoso y en caso de ataques a mujeres para evitar la violación, siendo,
por tanto, una práctica sociocultural. Las mujeres cristianas casadas en la Edad
Media también iban con velos, al igual que las monjas cristianas, siendo esto
un signo de respeto. Lo que se dice en el pasaje coránico es el recato o el
pudor, defendiéndose en el Corán Esto en apariencia externa.
III. Las fuentes doctrinales
a) El Corán
Es el texto que recoge la palabra de Dios, revelada por El Arcángel Gabriel a Mahoma.
Es un texto que se compone después de su fallecimiento, a mediados del siglo VII. Es
un texto escrito en árabe, dividido en capítulos denominados azoras oscuras, habiendo
en total 114, estando las aleyas (versículos). Es un libro con una estructura interna
complicada, no es un libro lineal ni una narrativa, estando el libro a veces con
afirmaciones divergentes y tiene una gran complicación.
b) La Sunna

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La sunna (tradición) es el conjunto de dichos, hechos y gestos de la vida del profeta,
transmitidos por vía oral. Cada uno de estos pasajes se denomina hadish, y la
transmisión oral es literal en este texto, cuya cadena de transmisión es verosímil.
Estos pasajes sirven de orientación a los creyentes: se dice que el profeta vivió en un
momento similar y pasó eso, punto de referencia adecuado y justo a partir del profeta.
El conjunto de estos hadish es la Sunna, recogiéndose por escrito a partir del siglo IX.
El Corán y la Sunna son la base de la ley islámica, conocida como Sharia.
La religión islámica no tiene una estructura jerárquica, es decir, no tiene clero, por lo
que hay una serie de expertos muy influyentes:
Ulemas: sabios en materias religiosas, es un experto analista en la materia,
asesorando al sultán.
Alfaquíes: son los juristas de la ley islámica.
Entre estos dos grupos se reclutaba a los cadíes, figura de autoridad y respeto,
siendo los jueces.
5.3. El Califato Ortodoxo (632-661)
I. Los cuatro primeros califas
La muerte de Mahoma en el año 632 abrió un primer período en la historia de islam,
que concluyó con el asesinato de Ali, cuarto de los sucesores del profeta, en el 660.
Estos 30 años van a ser capitales en la historia islámica hasta la actualidad, estando
dirigido el islam por el califato perfecto o los califas ortodoxos, esto es, parientes y
conocidos del profeta, esto es, de Mahoma. El califa siempre va a ser el primer
mandatario del islam, encarnando la autoridad política, religioso y militar del profeta.
Es un periodo marcado por dos grandes procesos: gran expansión militar y la división
interna de la comunidad islámica. Esta comunidad se divide en varios grupos al morir
Mahoma sin la designación de un sucesor y sin establecer un sistema de sucesión. Se
inicia una lucha interna por el poder que va a dar lugar a esta fragmentación: tres de
los primeros califas mueren asesinados, siendo una etapa muy convulsa.
a) Abū Bakr (632-634)
Hombre mayor, viejo compañero y suegro del profeta, padre de aisha, segunda mujer
de Mahoma. Fue elegido como sucesor de Mahoma a la muerte del profeta y completó
la conquista de la península arábica, poniendo bajo el poder musulmán sus tierras más
centrales, unificando las tribus de Arabia en torno al islam. Además, se inicia la
expansión con ataques pequeños a los bizantinos. Es el primer califa de la historia,
elegido por una asamblea.
b) Omar (634-644)
Pariente del profeta, viejo seguidor, nombrado por Abū Bakr. Va a ser un gobierno
breve, pero dándose importantes conquistas. Durante este califato el islam se apoderó
del imperio persa sasánida, que cayó como un castillo de naipes, y arrebató al imperio
bizantino sus provincias más orientales. También va a ser Primer organizador del
califato islámico, estructurando la antigua Comunidad de tribus. Establece también el
calendario islámico, comenzando en el año de la hégira y adopta el título de Amur al-
mu’minnin (emir de los creyentes). Va a morir asesinado en el año 644.
c) Otmán (644-656)

Es uno primeros musulmanes miembro del clan de los omeyas y elegido por un
Consejo nombrado por Omar antes de morir. Otman es importante porque ordena
poner por escrito el Corán, siendo su única versión y la canónica de este Libro. En
esta época es cuando estallan las tensiones internas, dividiéndose los musulmanes en
dos bandos: bando de La Meca, liderado por los omeyas, y bando de Medina, liderado
por Ali, primo y yerno de Mahoma, marido de Fátima e hija del profeta. Ottman muere
asesinado en una conspiración que favorece a Ali.También destaca por mantener la
presión sobre bizancio y liderar el avance por el norte de África, con un importante
progreso hacia el oeste.
d) Alí (656-661)
Prestigioso guerrero, contando con sus partidarios, llamados alíes, que pensaban que
él era el único legítimo sucesor de Mahoma, pensando esto los de Medina. Cuando
muere Otmán, es elegido califa por Medina, en un contexto de clara guerra civil. Es un
califato muy corto y convulso, dándose una guerra civil entre musulmanes. Se da el
primer traslado de la capital del califato, encontrándose más al norte con la ciudad de
kufa. Cuando se programa califa Ali, los omeyas se oponen a este nombramiento,
estando al frente de los mismos Muawiya (661 al 680 ferrar paréntesis. Maguilla es el
líder de los omeyas, primo del califa asesinado iba a ser el líder de la principal
oposición autoproclamándose Mauwiya califa. Los alíes quedan en minoría y en el 661
Ali muere asesinado, proclamándose Muawiya como único califa, con un apoyo
mayoritario, inaugurándose la etapa del califato omeya.
II. La división de la comunidad islámica
Las guerras internas van a dar lugar a corrientes político-religiosas que llegan hasta la
actualidad:
a) Alíes o sī’ies
Corriente de los alíes o si’’es (chíi=chía: bando, partido): corriente que siempre ha sido
una minoría, pero siendo una minoría diferente, considerados una secta, una herejía,
desviación. Como corriente va a surgir paulatinamente en los siglos VII y VIII. Con el
paso del tiempo adquirieron rasgos diferentes. Se dan una serie de diferencias con los
sumitas:
Comparten doctrina del Imamato: los chiíes creen que el gobierno del califato
corresponde únicamente a los descendientes directos de Alí, por lo que no
reconocen a los califas ortodoxos, siendo para ellos usurpadores.
Los imames están dotados de cualidades sobrenaturales, siendo impecables,
infalibles, seres con divinidad más parecidos a Jesús que a Mahoma.
Se van a ir dividiendo en diferentes ramas en función de cuál fue el imán
legítimo:
o Zaydies: 5 primeros imames aceptados. A partir de Zayd (m. 740) no
son legítimos.
o Septimanos: 7 primeros imames => a partir de Ismail (m. 762) no son
legítimos.
o 12ª nos: los 12 primeros imames, la mayoría de los chiíes, se acepta
hasta Muhammad al Mahdi (oculto en el 874). Piensa que este último
imam no murió, sino que se ocultó y volverá al final de los tiempos.
Esa creencia en los imames como sobrenaturales explica el culto de regulación
para visitar a los imames. Destaca el ejemplo de la mezquita del imam Ali,
peregrinando se también hacia las tumbas de los santones.

1
La creencia en él imamato explica también la existencia de un clero chií, una
casta religiosa dirigente. Se forma al tener que ser gobernador por alguien
mientras no estén los imames, formados por mulla, teniendo mayor autoría los
Ayatolá (Ayatu I-lah, los que reciben el signo de Alá). La mayor parte de los
chiíes están en Irán, en el sur de Irak, Líbano y pequeñas minorías dispersas:
conforman el 20% de la población musulmana, minoría comparada con los
pumitas.
b) Jariyíes
Surge en este contexto, a mediados del siglo VII. Son un grupo de antiguos partidarios
de Alí, que le acaban abandonando. Forman una corriente muy minoritaria, muy
ascética, muy rigorista y más igualitaria de todos (cualquier musulmán honesto puede
ser califa). Es una minoría influyente en los problemas internos islámicos. En Omán y
Yemen se dan en la actualidad una mayoría.
c) Sunníes
El sunismo se define paulatinamente, formándose por contraposición a chiíes y
jariyíes. En esta mayoría no hay una norma estricta sobre quién tiene que ser califa,
creyendo que debe ser un miembro digno de la tribu del profeta. El sunismo ha sido
siempre la corriente mayoritaria del islam.
III. La primera expansión del Islam
a) Las grandes conquistas
Durante el califato ortodoxo, además de producirse esta fragmentación, se da la
primera expansión del Islam (632-661), con el protagonismo de tropas árabes con
caudillos árabes y todos son árabes. Esta expansión se produce primero en Arabia y,
a continuación, se expande por el imperio bizantino y el imperio persa sasánida. Entre
639 y el 646, hacia el oeste, a costa del de Bizancio, los guerreros árabes ocuparon
Egipto, incluida Alejandría, y avanzaron hacia Occidente. Hacia el norte, después de la
batalla de Yarmuk en el 636, los islamistas no solo incorporaron Palestina y Siria, sino
que amenazaron la península del Asia Menor y la isla de Chipre. Cuando invadió
Egipto se dio en paralelo a la de los persas. Hacia el este, las victorias, en especial, la
de la batalla de Qadisiyya en el 637, habían permitido a los musulmanes penetrar en el
imperio persa alcanzar su provincia más oriental, el Jurasán, donde en el 651 moría el
último de los Reyes sasánidas y desaparecía el propio imperio. En definitiva, a los 20
años de la muerte de Mahoma, sus seguidores habían acabado con el imperio persa y
habían reducido a 1/3 parte de la extensión del bizantino. La propia ciudad de
Jerusalén pasó a sus manos y se convirtió en ciudad Santa del islam después de serlo
ya del judaísmo y del cristianismo.
b) Trascendencia y causas
La conquista ha sido extraordinaria por dimensiones y estabilidad. Los musulmanes
van a seguir en estas tierras hasta la actualidad, produciéndose esta expansión
islámica por los siguientes motivos:
Los musulmanes dicen que fue la voluntad de Alá, fuerza interior de los
musulmanes, con una religión nueva que se vive con pasión y con espíritu del
yihad.
La debilidad de sus rivales, textos grandes imperios, que están muy debilitados
a la guerra bizantino persa y no pueden hacer frente a esta inesperada guerra.

Superioridad militar de los árabes: muchos de los soldados del ejército


musulmán habían combatido con los otros imperios, armados, conociendo la
habilidad de las guerras, siendo capaces de derrotar enemigos grandes y
potentes.
Los musulmanes emplean las estrategias de conquista en siglo VI, siendo de 2 tipos:
conquista por la fuerza; y gran parte de esta conquista se produce por pactos con las
poblaciones conquistadas, tratándose con las gentes del Libro, estableciéndose unas
relaciones de conveniencia con los judíos y cristianos, que permitieron a los primeros
proseguir sus avances sin temor a revueltas en su retaguardia. Las condiciones de
este trato quedaban fijadas en pactos de capitulación, qué consisten en que los
musulmanes respetan la religión, la administración y las propiedades de los
conquistados a cambio de que éstos reconocieran la dominación musulmana,
aceptando el pago de unos impuestos más caros, más que los que pagaban los
musulmanes. Con estos pactos van a asegurarse territorios de forma pacífica, siendo
el pacto aceptado, asegurando territorios y avanzando.
5.4. El Califato Omeya (661-750)
I. La organización de un califato árabe
a) Desarrollo de las estructuras califales
En el año 661 muere Ali, siendo asesinado, comenzando la etapa del califato omeya
(661 al 750). Los omeyas son la primera dinastía de califas, un régimen social y
político que algunos historiadores han calificado de monarquía árabe. Los omeyas
pertenecían a uno de los clanes más poderosos de la tribu Quraysi de La Meca y las
circunstancias sangrientas que acompañaron su llegada al poder suscitaron un debate
político e ideológico entre las tribus y facciones del pueblo árabe y de las propias
poblaciones no árabes del califato. Van a organizar y desarrollar una administración
avanzada para dominar un territorio enorme. Para gobernar este imperio hacen falta
estructuras de carácter imperial, creando y desarrollando los omeyas las estructuras
de Estado centralizado y burocratizado. Los omeyas van a copiar, inspirándose como
modelos las estructuras del imperio bizantino en la zona de Damasco. La
estructuración administrativa y territorial va a seguir las siguientes pautas:
Centralización del territorio.
Capital: pasa de Kufa a Damasco; Siria será la región central.
Ejército más poderoso que el anterior, basado en las tribus árabes de Siria, en
distritos de las áreas ocupadas a los que se cedía tierras en usufructo.
Estructura y administración territorial, dividiéndose en distritos.
Gobernador: emir o valí que gobierna las regiones.
Desarrollo de los órganos de gobierno con burocracia formada como existían el
imperio persa y bizantino: cancillería, órgano dedicado a impresión de
documentosy al sistema de correos; sistema fiscal, que permite gestionar y
recaudar impuestos; centralización económica de los territorios conquistados,
unificándose la moneda, siguiendo modelos bizantinos y persas, con base en él
dinar de oro de 4,35 g y el 10 de plata de 2,97.
A pesar de que tuvieron un gran impacto en la construcción, como el Palacio omeya
de Qusair Amra (710-750, Jordania), hay mala prensa de los califas omeyas, vistos
como califas impuros, impíos, siendo mal vistos a pesar de esta buena etapa.
El poder de califa está limitado por:
1

La historia del califato omeya: no son parientes de Mahoma y habían sido


enemigos de la meca, además de haberse convertido los últimos.
Acceso al poder: guerra sangrienta del califato ortodoxo entre musulmanes,
que no los convierte en muy legítimos.
b) Políticas de legitimación
Esta oposición latente o abierta, siendo los omeyas conscientes de ello, van a
proponer unas políticas para legitimar y justificar su posición en el poder:
Impulso de la expansión: se va a dar una segunda fase expansiva, dándose de nuevo
el impulso del yihad para consolidar el califato.
Refuerzo de la autoridad del califa: el califa, hasta la época omeya, tenía una
funcionalidad limitada, necesitando consenso de los demás jefes. Los omeyas asimilan
el califa al poder imperial (imitación del modelo imperial bizantino y persa):
Sacralización de la figura del califa, teniendo un poder sagrado, más potente y sólido,
asimilando al califa como representante De Dios en la tierra.
Adoptan ceremoniales cortesanos: muy solemnes, con protocolos de corte en los
modelos imperiales bizantino y persa y con alejamiento del modelo político tribal. De
esta forma, se acaba imponiendo el principio dinástico de sucesión, sea el califa que
sea. Esta medida va a generar descontento en la población.
Construcción de grandes obras civiles, palaciales y religiosas, siguiendo las pautas
constructivas romana, bizantino y persa. Esto se lleva a cabo para glorificar al califato,
al islam y, sobre todo, al califa. Este ejemplo se ve en la cúpula de la roca de
Jerusalén, construida en tiempos de abd al Malik (680-705). Se llama así porque cubre
una roca en la que Abraham iba a sacrificar a Isaac. Cabe destacar que la cúpula de la
roca no es una mezquita, sino un santuario. El segundo gran edificio que construyen
es la gran mezquita omeya de Damasco, construida en tiempos de califa al-Walid I
(705-715), dándose así una manifestación del Reino de los Omeyas, construida sobre
una basílica cristiana, siendo un antiguo centro cristiano envuelto en mundo
musulmán. Está construida en estilo bizantino, como sacos de oro que dan la
sensación de denominación. La mezquita del profeta Medina, sobre la casa del
profeta, está muy revestida, siendo de poco mella. Destaca también la mezquita Alepo
en Siria y la mezquita de al-Aqsa (710, Jerusalén).
Estas políticas van a tener un éxito relativo. Los omeyas aguantan un siglo en el
poder, pero la autoridad de los omeyas va a estar siempre discutida, habiendo una
oposición. Estas políticas de los omeyas, por relativamente eficaces que fueran,
fueron utilizadas y reutilizadas por los omeyas.
c) Políticas favorables a la minoría árabe
Los omeyas en este califato van a gobernar uno denominado como árabe, lo que
quiere decir que es un régimen apoyado en las tribus de Arabia, reforzando los
omeyas este favoritismo, siendo los árabes los que sostienen el califato, los que se
llevan los botines y los cargos principales. Los omeyas imponen la lengua árabe como
lengua oficial, y promueven una asimilación entre lo árabe y lo musulmán. Estas
políticas pro árabes van a consolidar a las tribus árabes de Siria, privilegiado y
dominante, aunque es una minoría guerrera. Esta situación de privilegio va a provocar
la indignación y el malestar de los musulmanes no árabes.
II. La nueva expansión territorial

a) Aspectos generales
En las políticas de los omeyas se da la expansión militar de califato omeya,
produciéndose una segunda fase expansiva, protagonizada por caudillos árabes con
tropas mixtas (árabes y no árabes). En Oriente se dan tropas árabes con tropas
persas y algunos turcos, siendo todos ellos musulmanes. En Occidente son obispos
árabes (caudillos) y bereberes conversos.
b) Principales conquistas
Hacia el norte en época omeya se producen avances pequeños en Asia menor por la
resistencia férrea del imperio bizantino. Fueron destacados sus dos fracasos en sus
asedios navales a Constantinopla en los años 717 y 726, en los que el famoso fuego
griego ahuyentó a la flota califal. Hacia el oeste fue donde los omeyas obtuvieron los
mayores triunfos. Ocuparon la totalidad del África bizantina, dónde, en el 670 crearon
la ciudad de Qayrwan y comenzó a dominar la resistencia de los bereberes. Los
musulmanes también van a conquistar Cartago en el 698, y a partir de ahí, avanzan
hacia el oeste del norte de África a la región del Magreb (región del Occidente),
conquistada contra los bereberes, población nativa. Las guerras contra los bereberes
fueron guerras largas y duras, siendo finalmente dominados e islamizados. La
conquista del norte de África por los musulmanes supone una conquista horizontal del
mar Mediterráneo, quedando partido en dos: en el norte tenemos que territorio
cristiano, mientras que en el sur tenemos políticas alabo musulmanas, siendo así
prácticamente hasta la actualidad. Entran en Europa con el califa Omar conquistando
Hispania, con la entrada de Tariq en el 711 en la batalla del Guadalete, eliminando el
poder visigodo y controlando rápidamente la península. Ello les permitió amenazar el
propio corazón del reino de los francos, hasta que Carlos Martel derrotó a los árabes
en el 732 en las cercanías de Poitiers. Así, a mediados del siglo VIII, el islam había
alcanzado unas dimensiones relativamente estables más amplias que las del imperio
romano en la cumbre de su poder. Hacia el este, desde el Jurasán persa, los árabes
controlaron la Transoxiana y las rutas mercantiles hacia la China y lanzaron los
primeros envites hacia el sudeste, camino de la India.
Destaca la representación del fresco de los Seis Reyes (723-743), con los grandes
líderes derrotados por los musulmanes: César de Bizancio, rey don Rodrigo, de
Persia, Napos de Etiopía, el rey Rodrigo y otro que puede ser emperador de China, rey
de la India o el kan de los turcos.
c) El fin de la expansión
El fin de esta expansión la marca en diferentes batallas:
Batalla de Poitiers (732): derrota musulmana ante los francos, con decreto que
marca el final la expansión islámica en Occidente.
Batalla de Rajastán (738): musulmanes derrotados por hindúes en la batalla de
Rajastán, que frena la expansión islámica en el norte de la India.
Batalla de Akronoinos (740): derrotan hacia menor ante los bizantinos.
Batalla de justiniano (748): derrotan la costa de Chipre.
Batalla del talas (751): se sitúa en época abasí. Victoria musulmana sobre las
tropas turcas chinas del imperio chino de la dinastía Tang, que marca el final
de la expansión islámica en Asia central. Se frena este avance por varias
razones:
1

El Ejército se está alejando de las fronteras respecto de los núcleos centrales


del califato, siendo fronteras cada vez más lejanas
Los musulmanes empiezan a sufrir un agotamiento político militar.
Presencia en estas fronteras alejadas de enemigos potentes y mejor organizados
como son el Reino de los francos, el imperio bizantino y el imperio chino.
d) Consecuencias de la expansión islámica
La expansión islámica da lugar a una nueva realidad política, religiosa, social y
económica: nueva realidad, surgiendo una sociedad nueva con varios grupos
religiosos, sociales y económicos, imponiendo la minoría dominante de los
musulmanes árabes, los conquistadores y las tropas su religión, siendo la oficial, su
lengua y su cultura, y solo pagan el tributo de la limosna prescrita en el Corán
(diezmo).
Poblaciones conquistadas no musulmanas: la mayoría de la población, conquistada no
musulmana era la mayoría dominada, quedando bajo la protección s cambio del pago
de unos impuestos más gravosos, lo que pagan es un impuesto territorial que se aplica
a los hombres, impuesto personal; y el territorial sobre las tierras que se poseen. Esta
población dominada queda excluida en la promoción social y religiosa, siendo la
condición de protegidos que tiene la población conquistada no musulmana
definiéndose con el dimni, aplicándose a las gentes del Libro.
Población no musulmana conversa al islam: se producen conversiones por interés
económico (no pagan impuestos de no musulmanes), atractivo del islam (se parece a
las corrientes del cristianismo, judaísmo, nestorianismo y monofisismo): igual es que
las conquistas que se dan es porque Dios está con ellos. La población de esos
territorios va a convertirse tardíamente, produciéndose las conversiones mayoritarias
en los siglos XI y XII. Se van a impedir o dificultar las conversiones al islam porque
pagan menos impuestos. Como los musulmanes árabes no podían impedir lo coma lo
que van a hacer es limitar esas conversiones, condicionándolas y limitan el pago del
impuesto de los no musulmanes. La segunda condición es que se obligaba a adquirir
la condición de clientes: personas dependientes de los musulmanes, con la
dominación de las tribus árabes. En época omeya, estas políticas van a provocar el
descontento de la población musulmana conversa, provocando la caída del califato
omeya.
III. La “Revolución Abbasí” y la caída de los Omeyas (747-750)
En el segundo cuarto del siglo VIII comienza a haber problemas internos serios,
habiendo luchas entre la propia dinastía omeya, afectando a su estabilidad general.
Las tribus y clanes árabes estaban sostenidas por estos. Estas tribus comienzan a
disputarse entre sí todo el islam, que se tambalea. Se da además un descontento de
los conversos, un grupo que va a ir creciendo, sintiéndose marginados y contribuyendo
a la crisis del califato.
En el 747 los problemas se agravan, estallando una evolución que aparecía como una
verdadera lucha del bien contra el mal, encarnado en los omeyas. Es una rebelión que
está ya en Asia Central y en la región del Jurasán, extremo oriental del Califato.
Descontentos con la dinastía gobernante, los anti árabes que gobernaban en nombre
de los omeyas esta región se aprovechan de los problemas que se dan también de
índole socioeconómica que alimentan esta revuelta, alimentada por los alíes o shíies,
sumándose de forma entusiasta. También están los Aries, minoría estética que está en
contra de los omeyas, siendo liderada por la tribu del curáis (a vacíes). 3 años
después triunfó en toda regla. De su voluntad de exterminio los omeyas, solo 1
consiguió salvarse: Abd-al Rahman, quien se refugió en el extremo occidental del
califato, en Al-ándalus, estableciendo en el 756 el Emirato Independiente Omeya de
Córdoba, que va a durar hasta el siglo 10. En el resto del islam, en el año 750, la
bandera omeya fue definitivamente arriada y, en su lugar, se izó la negra de los
abasíes.
TEMA 6: LA EUROPA DE LOS CAROLINGIOS (Siglos VIII-IX)
A comienzos del siglo VIII el modelo germano romano de sociedad se extendía desde
la frontera de Escocia hasta Gibraltar y desde la costa atlántica hasta la del adriático.
El argumento de los años 715 a 955 subraya tres procesos:
El primer crecimiento europeo, con la desestructuración definitiva de los
esquemas sociales y económicos prolongados desde la antigüedad, a la que
contribuyeron los segundos invasores, en especial, los vikingos.
El imperio carolingio, compendio de los territorios de la cristiandad latina, que
elaboró una síntesis de la cultura que tendrá larga vigencia en Occidente en
aspectos relativos a la enseñanza y a la configuración de un imaginario de la
sociedad y al papel de la Iglesia.
El debilitamiento del sur romano en beneficio del norte germano, más
ostensible cuando desde el año 1000 los escandinavos integren el espacio de
la cristiandad latina.
Podemos decir que en occidente el Reino de los Francos protagonizará las historias
de los siglos VIII y IX. Es un reino muy grande, protagonista y llevado a cabo por una
familia de la aristocracia franca, denominada carolingia, que son los mayordomos de
Palacio, que era el que ejercía la autoridad y el poder en nombre del Rey merovingio.
Como jefes de aristocracia eran mayordomos de Palacio.
6.1. El ascenso de los carolingios y el cambio dinástico
I. Pipino de Herstal (679-714)
Va a ser el primero más destacado. Pipino va a ser el mayordomo de Palacio en
nombre Del Rey Merovingio y había quedado bajo su control.
II. Carlos Martel (714-741)
Hijo ilegítimo que es clave en la consolidación de los carolingios en el Reino de los
Francos, que le da nombre a esta dinastía. Cuando Pipino de Herstal murió en el año
714, dejó en manos de este hijo las mayorodomías de Palacio de los tres reinos de
Austrasia, Neustria y Borgoña, a cuyos títulos empezó a añadir otro, el de príncipe o
duque de los francos. Tras los primeros años de dificultades para imponer su
autoridad, Carlos Martel propuso a Sixto gracias a unos objetivos exteriores que
permitieran relajar las tensiones internas. En el norte, continuar la tarea de sumisión
de Frisia y controlar a los alamanes y sajones. En el sur, frenara los musulmanes que
habían entrado en tierras francas; Carlos Martel los derrotó cerca de Poitiers en el 732,
lo que contribuyó decisivamente a realzar su prestigio.
En los dos frentes, las victorias del mayordomo de Palacio se apoyaron tanto en
factores sociales como técnicos. Entre los primeros, la compra de voluntades de la
aristocracia guerrera mediante la entrega de beneficios territoriales, en un principio
siendo el reparto de tierras propias y tierras públicas, más tarde expropió las tierras de
las instituciones eclesiásticas. Entre los segundos, la adopción del estribo que dotó a
la caballería de una notable eficacia en el combate.
Este carácter expansionista es el que va a permitir consolidar sus medidas y
consolidarse en el poder. También va a favorecer y apoyar la tarea de los monjes
misioneros en territorio pagano, dándose la cristianización para absorber ciertos
territorios e integrarlos. Para ello va a usar a monjes francos, celtas y anglosajones,

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destacando entre estos monjes San Bonifacio, conocido como el apóstol de germanía,
llevando una tarea importante de cristianización, estando patrocinado y protegido por
el rey. Al mismo tiempo, lo que hace Carlos Martel es expandir su dominio sobre
Aquitania, que es una región ya perteneciente a este reino, pero distinto y mal
controlado. Tenía un problema, ya que los musulmanes se quedan sentados en esa
tierra, pero consiguió derrotar a los musulmanes en la batalla de Poitiers y frenar su
expansion, dándole prestigio tanto a él, como a su familia y a los francos,
denominándose en época medieval como la victoria de los europeos es, siendo la
primera vez que se habla de europeo en la Edad Media. Con esta victoria tienen un
mejor control sobre Aquitania.
Los éxitos del caudillo franco animaron en el 739 al propio papa Gregorio III a buscar
la ayuda de Carlos Martel para asegurar las posiciones del papado en el complicado
mapa político de la península italiana, que el pontífice veía amenazados no tanto por
los bizantinos, ya debilitados En Italia, cuanto por los lombardos bajo el mando de su
monarca Liutprando (712 al 744). La llamada del pontífice no fue atendida por Carlos
Martel pero estableció un precedente.
III. Pipino el Breve (741-768)
Carlos Martel, el caudillo franco, murió en el 741, y como un rey merovingio, repartió el
poder entre sus dos hijos, Carlomán y Pipino el breve, como mayordomos de Palacio.
Seis años después, Pipino quedó solo al frente de todo el Reino. El nuevo jefe de los
francos, aunque apoyado por la aristocracia y teniendo una autoridad muy sólida,
decidiendo dar el salto al trono de los francos, buscó la legitimación de su poder en la
confirmación del pontífice Zacarías. Con este objetivo, envió una embajada a Roma
para plantear al papa quién debía ser rey de Francia: si el que poseía el poder de
nombre o el que lo ejercía de facto. La respuesta del pontífice es una pregunta que el
papado esperaba desde el año 739 legitimó la decisión de Pipino de deshacerse del
Rey Childerico III, al que el papa en el 751 confinó en un monasterio. En su lugar, una
asamblea confirmó como rey Pipino. El legado papal Bonifacio lo ungió como nuevo
monarca por la gracia de Dios. Su persona se revestía de un aura sacramental que
convertía en sacrilegio cualquier ataque contra ella. La alianza entre el papado y los
francos había quedado sellada.
Enseguida tuvo ocasión de ponerse en movimiento cuando sucesor de Liutprando
quiso extender los dominios de su reino. Esta vez, la llamada del pontífice Esteban II,
que concedió el título de Patricio de los romanos al rey Franco, fue atendida por Pipino
el Breve, quien dirigió dos expediciones para controlar la expansión lombarda. De
resultas de sus victorias, el monarca Franco pudo ofrecer al papa parte del exarcado
de Rávena y la Pentápolis, regiones del corredor de Perugia, que empalmaban
territorialmente con el ducado de Roma, ya papal. El conjunto de esas tierras formó la
base de lo que durante siglos eran los dominios territoriales del papado, el llamado
patrimonio de San Pedro o Patrimonium Petrii. La cancillería pontificia justificó la
constitución de ese patrimonio con la elaboración de un famoso documento: la falsa
donación de Constantino. Según ella, aquel emperador había cedido, a comienzos del
siglo cuatro, al papa silvestre primero la ciudad de Roma y las provincias, distritos y
ciudades de Italia y de Occidente. La operación italiana se saldaba de esa forma con
el cumplimiento de los objetivos de los dos aliados.

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Consecuencias de la alianza papado franca a largo plazo:


El papado se desvincula del imperio bizantino, produciéndose un alejamiento
de Bizancio. Se da una occidentalización, dejando de mirar a Constantinopla y
mira hacia los reinos francos. Hasta el siglo VIII muchos papas venían de
Oriente, pero a partir de ahora vienen de Occidente principalmente.
A partir del siglo VIII se da reforzamiento de la figura del papa como autonomía
religiosa de Occidente porque los francos van a promover esta figura del papa,
dándose una alianza de refuerzo mutuo.
Seguimos en una época en la que la iglesia occidental no está centralizada,
siendo una iglesia muy desestructurada, lejos de una estructura piramidal y
centralizada.
6.2. Carlomagno (768-814) y el Imperio Carolingio
I. La expansión territorial del reino franco
La muerte de Pipino en el 768 trajo un nuevo reparto del Regnum Francorum entre sus
hijos Carlomán y Carlos. El fallecimiento del primero tres años después dejó todo el
poder en manos del segundo, pronto llamado El Magno, esto es, Carlomagno. Su
reinado y el de su sucesor, Luis el Piadoso, constituyeron hasta el año 840 una
síntesis de los elementos de la cristiandad latina.
Carlomagno va a ser el más importante de los Reyes francos, personaje clave en la
Edad Media. Carlomagno poco después va a ser descrito por Eginardo, un monje
franco que escribe la Vita di Caroli Magni, contando lo que pensaba este rey, sus
anécdotas y su vida cotidiana. Carlomagno era un personaje alto (1,84 m), austero en
vestimenta, buen bebedor y comedor, dormía poco, contaba con una personalidad
carismática, Siendo un gran político y un gran estratega militar, líder de ejércitos y
personaje intelectualmente limitado, aunque es verdad que hablaba francés, latín, algo
de griego, pero no sabía escribir, simplemente leer (la escritura era una tarea técnica
en la Edad Media, se escribía sobre pergamino). Se le puede considerar una persona
muy culta, que tenía una gran estima por la cultura, música, literatura, siendo 1 de los
Reyes sabios.
Las conquistas de Carlomagno siguieron las líneas trazadas por su abuelo Carlos
Martel y su padre pipino el breve, siguiendo esta expansión de los francos. Casi
siempre se dan guerras, llevándose a cabo guerras muy potentes, perdurando este
Ejército, bien armado y aprovisionado y un Ejército con movilidad (sorprendiendo
enemigos). Gracias a este Ejército lleva a cabo la expansión de los francos:
771 al 774: En Italia, donde Desiderio, rey de los lombardos y padres la repudiada
mujer del Rey Franco, rompió los acuerdos suscritos entre ambos y amenazó los
territorios pontificios. Ello dio pie a Carlomagno a intervenir, con la petición del papado
para defenderlo. En el 774 entró en Pavía, capital lombarda, dominó el Reino y, de
hecho, lo extinguió al coronarse él mismo con la corona de hierro y el título de Rey de
los lombardos, siendo denominado el rey Carlomagno como Rey de los francos y los
lombardos, expandiendo su autoridad hasta el centro de Roma y controlando el
papado con políticas de carácter cesado papista. Su victoria reafirmó la vieja alianza
franca con el papa, quien otorgó a Carlomagno el título de Patricio de los romanos.
Además, Carlomagno anexiona el ducado de Baviera, que se ha rebelado contra la
autoridad; y extiende el subdominio sobre Aquitania y la península de Bretaña,
territorios dependientes pero en los que no había ocupación, estando simplemente en

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la órbita del reino. En paralelo, los enemigos exteriores no cristianos con el ánimo de
conquistar territorios y convertir a los paganos van a realizar campañas militares con
algo de religiosidad: dilatación religiosa, expansión conquistando y evangelizando
territorios.
778: Atendiendo la petición de los gobernadores musulmanes de Zaragoza y
Barcelona, descontentos con la política del emir Abd al Rahman I, emprendió la
campaña Ibérica. Sin embargo, al llegar a Zaragoza, el gobernador olvidó su promesa
in abrió las puertas a los francos. Al repasar Los Pirineos para regresar a su tierra, en
el 778, en Roncesvalles o en algún puerto próximo, la retaguardia franca fue atacada
por los montañeses vascones. La derrota, silenciada por los anales palatinos, quedó
luego aureolada por la leyenda en el canto de Roldán, que elaborada a finales del siglo
XI, transformó a los vencidos en héroes. Poco después, una nueva leyenda convertiría
a Carlomagno en el primer peregrino a la tumba del apóstol Santiago en Compostela.
El fracaso de la expedición del monarca Franco España le impulsó a modificar las
estrategias de actuación en el espacio ibérico: la ofensiva guerrera fue sustituida por la
atracción y acogida de los hispanos cristianos que huían del dominio del islam, los
hispani de los que hablan los capitulares carolingios. El resultado combinado de
resistencia indígena y apoyo franco fue la constitución de una frontera, una marca
hispánica meramente defensiva de Cataluña a Navarra. Dentro de ella, los valles
pirenaicos empezarán a dotarse de una organización encabezada por sus respectivas
aristocracias que concluirán por obtener la independencia del reino Franco.
772 al 803: También se dirigió hacia el este pagano y, una vez asegurada la conquista
y cristianización de Frisia, se desplegó en 3 escenarios. El primero, el de los territorios
sajones. Entre los ríos Rin y Elba, las campañas se prolongaron durante 30 años, en
los que alternaron aparentes victorias francas y sangrientas revueltas de los presuntos
vencidos. La más espectacular la dirigió el aristócrata Widukind. Al final, los francos se
impusieron y organizaron una represión feroz y un cambio de táctica: soldados y
misioneros combinarían esfuerzos para realizar una conquista sistemática, que fue
facilitada por la incorporación de la aristocracia sajona a la estructura administrativa
del imperio en condición de condes. Podemos decir, por tanto, que son una serie de
campañas, siendo la guerra más larga y dura de su reinado. Es la conquista de
Sajonia, al norte de Germania. Sajonia era la última región pagana de germanía,
territorio exterior a la cristiandad: guerra de guerrillas con un número muy importante
de prisioneros y deportación de personas. En el 802, la promulgación de la Lex
Sanonum, que preservaba muchas antiguas costumbres, puso fin a la conquista
carolingia de Sajonia. En el 803 se integra y se convierte Sajonia.
791 al 796: Carlomagno lanza una campaña contra los sábados en la zona de
panonia, siendo los rivales de los bizantinos. Se llevan campañas contra el Janato,
destruyéndolo Carlomagno y anexionándose la parte más occidental del mismo. Al
mismo tiempo, Carlomagno extiende su influencia a los pueblos eslavos.
A finales del siglo VIII, Carlomagno domina todas las Galias, Germanía, parte de
Hispania y gran parte de Italia. Es el primer momento de unidad política de Europa
occidental después de la caída del imperio romano de Occidente. Los francos, al
mismo tiempo, vive en un momento de gran prestigio, siendo aliados del papa y
herederos de Roma. Se consideraban defensores y descendientes de los troyanos, se
ven como los romanos en buena medida. Además, en el imperio bizantino no hay
emperador, siendo destinado por su madre, la emperatriz Irene, no habiendo
emperador, visto en Occidente como una ausencia.
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II. La coronación de Carlomagno y la restauratio Imperii Romanorum


En este contexto, el día de Navidad del año 800, en la misa del gallo cómo el papa
León III impuso la corona a Carlomagno. El hecho vino a culminar una trayectoria
iniciada con el golpe de Pipino el breve del año 751 y sancionada por las victorias
militares de Carlomagno. El año anterior a colación, Alcuino de York, consejero del
Rey, dirigió a Carlomagno una carta en la que defendía la hegemonía del Rey Franco.
Para el consejero áulico, Los 3 poderes que gobernaba El Mundo eran el emperador
de Constantinopla, el pontífice de Roma y el rey de los francos. De los 3, la situación
de los dos primeros se había visto debilitada considerablemente. En Bizancio, porque
una mujer, Irene, había usurpado el trono a su hijo el emperador; en Roma, porque el
papa estaba siendo discutido por sus enemigos políticos, que lo acusaban de
corrupción. En estas circunstancias, solo el poder del rey franco, que salvo Gran
Bretaña e Irlanda, se imponía sobre todo a la cristiandad latina, se mantenía incólume.
Nada más lógico que proceder a una restauratio Imperii Romanorum en la persona de
Carlomagno.
El pontífice, atemorizado por sus adversarios romanos, aceptó la idea pero trato de
traducirla en su beneficio. Como hemos dicho, el 25 de diciembre del 800, Carlomagno
es coronado por el papa León III y es conocido como el emperador romano de
Occidente, siendo un episodio curioso, ya que el orden escogido por el papa fue
inverso al tradicional romano. Si en el romano primero se aclamaba y después se
coronaba, lo que hizo el papa fue coronado por sorpresa Carlomagno y después pidió
aclamación al emperador. El papa va a seguir la Teoría de los Dos Poderes: la
autoridad del imperio al poder temporal, siguiendo los designios por la autoridad de la
Iglesia. El papa, por tanto, con esta inversión del orden lo que hace es transmitir la
subordinación del imperio al papado. Carlomagno se llevó un rebote importante,
intentando evitar este acontecimiento en el futuro, coronando a su hijo Luis.
El problema es que este episodio crea un precedente, quedando la idea que los
emperadores tienen que ser coronados por los papas en Roma. De momento, el rey
Franco se aseguró de que el papa no pasará de ser un ministro religioso del imperio,
sometido a las decisiones de doctrina y organización eclesiástica tomadas por el
emperador.
Este episodio es uno de los acontecimientos más importantes de la Edad Media,
teniendo varias lecturas:
Culminación del reino de los carolingios comenzado por Carlos Martín:
empiezan como una familia de socrática, pasando a ser Reyes francos primero
y después emperadores. Este episodio culmina la alianza con el papado. En
realidad, el papa colabora con el Reino de los francos y esta coronación
imperial es la expresión de la hegemonía del reino de los francos, siendo un
Franco el que reina.
Expansión de la idea del imperio romano Cristiano como mito político en el
Occidente altomedieval, siendo el pasado ideal al que hay que volver, llevando
a cabo una reconstrucción.
Conciencia del nacimiento de Europa: los cristianos occidentales toman
conciencia de que son diferentes de los bizantinos y los africanos musulmanes.
III. El Imperio Carolingio: organización política y administración territorial

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Por tanto, a partir del año 800, podemos hablar del imperio carolingio. Es un imperio
romano de nombre, teniendo un emperador romano (Carlomagno); de inspiración
histórica, cristiano de forma espiritual y germano romano desde el punto de vista
organizativo. Es un imperio enorme, muy heterogéneo y difícilmente gobernable,
siendo unos más cristianos que los otros. En relación con los romanos, se empiezan a
representar de forma romana a Carlomagno.
La organización se realizó de una forma empírica. Sin embargo, los eclesiásticos del
Palacio supieron revestirla de una conceptualización de tradición romana basada en la
noción abstracta o en estado como garante de la red pública, del bien común. Los
poderes efectivos de Carlomagno derivaban, de un lado, del bando militar, y, de otro,
del munt judicial, ambos de tradición germánica, como lo era la fortaleza de los
vínculos personales que ligaban a los hombres libres con el rey franco y que,
anualmente, los guerreros renovaban en asambleas convocadas para ello. Todas
estas medidas eran claramente insuficientes para gobernar un espacio que resultaba
demasiado extenso y variado. Ello obligó a Carlomagno a reconocer el principio de la
personalidad de las leyes en los sectores del imperio y a compatibilizarlo con el
ejercicio general de algunas competencias eclesiásticas, fiscales y económicas. La
protección del clero de intervención y la asignación de los obispos, un cierto control en
las ferias y mercados y la ordenación monetaria se encontraban entre ellas.
a) Palatium
En la administración del imperio, el centro teórico era el Palatium, que sin capital fija,
acompañaba al emperador en sus desplazamientos hasta que, hacia 795, tendió a
residir casi de forma permanente el emperador en Aquisgrán. Era una corte heredada
de los merovingios, que una vez que se estableció esta capital se construyó en ella El
Palacio imperial de Carlomagno, palacio un tanto austero, pero parecido a los palacios
omeyas y con una inspiración romana. Había piscinas termales donde ganaba y se
bañaba. En el palacio de Carlomagno hoy nos queda la Capilla Palatina, capilla que
forma parte del palatino, estando su trono en piedra. El palatium es la corte.
Se van a dar diferentes órganos de gobierno en el reino de los francos, formado por
personas de confianza: familiares, fieles, oficiales, palatinos… Se dan los diferentes
cargos:
Camarero: jefe de la Casa Real y del tesoro.
Canciller: emisión de documentos.
Mariscal o condestables: jefe de las caballerizas y del Ejército.
Conde palatino: oficial que se encarga de los protocolos.
Senescal: funciones del antiguo mayordomo de Palacio.
Los órganos de gobierno van a ser el Consejo real, la cancillería y el tribunal palatino.
El emperador era ayudado por una asamblea anual de aristócratas, qué es el Palatium
Generale. El rey y el Palatium propugnaban las leyes, el Palatium las aprobaba. Las
asambleas las aprobaba y se escriben, recopilan y difunden en las capitulares
carolingias, organizadas por capítulos: Admiratio generales (784) y Capitulae de Villis
del Curtis Imperii (800).
b) Recursos de la monarquía: el sistema monetario carolingio
Los recursos de la monarquía franca vienen de las rutas del Rey, de las tasas o
impuestos sobre el comercio y de los botines de guerra. Estamos en una época de
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circulación monetaria creciente, circulando la moneda cada vez más, ayudando a este
factor mucho a la reforma monetaria, formando el sistema monetario carolingio,
basado en las antiguas monedas romanas: dinero (denarius) de Carlomagno, moneda
de plata y el óbolos, la fracción, siendo medio dinero. Las monedas de oro se acuñan
pero no circulan, siendo el sueldo (solidus) y la libra. Un sueldo equivale a 12 dineros y
una libra equivale a 20 sueldos, y a su vez, a 240 dineros. La moneda de plata se
Acuña más por haber minas de plata. Se dan las siguientes consecuencias:
1. Unificación de la moneda en casi todo Occidente, con dos excepciones: en la
península Ibérica van a estar el dinar y el dirham musulmanes, mientras que en Italia
se seguirá dando la moneda bizantina.
2. El sistema monetario carolingio impulsa la actividad económica.
3. Este sistema perdura toda la Edad Media, siendo el sistema igual hasta los siglos
XVIII y XIX, estando vigente todavía en algunos países.
c) Aristocracia y estructuras territoriales
Este imperio carolingio no es un territorio unificado, era una gran red de grupos
familiares y aristocráticos interconectados entre sí. El rey se encargaba de mantener el
equilibrio entre los francos de las grandes familias aristocráticas. Estas familias
aristocráticas tienen su poder en la riqueza patrimonial, cercanía al rey, influyendo en
la toma de decisiones del mismo, siendo familias muy ricas gracias al reparto de los
bienes y cargos tras los triunfos en las guerras y son los que tienen sus cargos en el
imperio, que daban el Gobierno de un territorio: recursos y territorio de ese imperio va
a ser el nexo entre el rey y la población, teniendo cargos de origen romano:
Conde: gobernaba un condado, descripciones territoriales, en número superior
a 200. Los controles eran reclutados entre la aristocracia de la zona
gobernante, lo que facilitaba el fortalecimiento de los poderes regionales. En la
práctica, la política carolingia considerada funcionarios imperiales a los que
eran solo poderosos terratenientes ofrecía algún tipo de factura regional,
siendo en realidad delegados del Rey y funcionarios en términos teóricos con
autoridad militar, fiscal y judicial. Los Reyes elegían condes y vizcondes (cargo
subalterno del conde que se va a acabar igualando con el tiempo los condes),
siendo personas de su confianza y un cargo revocable, nombrando a uno y
pudiendo desnombrar a otro. Podemos concluir que el conde carolingio es un
cargo a medio camino entre el funcionario romano (nombramiento) y el señor
feudal (vasallos del Rey).
Missi Dominicci: revisores o inspectores de la gestión de los condes. Era un
eclesiástico y otro laico, enviados por el Palatium imperial y miembros de la
misma aristocracia a la que pertenecían los inspeccionados, por lo que se
dudaba de su eficacia.
Marques: la marca es una frontera y el marqués es un cargo militar, siendo los
gobernadores de estas marcas. En estas marcas había condes, pero la
autoridad política es la del marqués. Se contaba con las marcas de Bretaña, de
panonia, la danesa y la hispánica.
Duques: cargo de origen romano (dux), autoridad y cargo de gobierno. El
duque gobernaba un territorio grande que incluía unos condados, territorios
que tienen identidad e historia propias, con cierta autonomía y territorios
particulares dentro del imperio carolingio. Destacan los ducados de Alemania,

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de Baviera y de Spoleto, siendo este último el antiguo ducado lombardo que se


mantiene en los francos.
Rey: título que se crea en esta época, otorgado y entregado a un hijo del
emperador. Este rey tiene autoridad sobre un territorio grande y especifico,
teniendo este territorio una historia propia, con características diferentes. El
caso más destacado es el del reino de Aquitania, siendo el rey el hijo mayor del
emperador, siendo un territorio autónomo con condición dentro del imperio.
d) Obispos y abades
Los carolingios, antes de Carlomagno, para conseguir reforzar su autoridad, se van a
apoyar en la iglesia. Al frente de esa iglesia hay un clero, siendo una minoría
privilegiada: el clero secular, que son los que viven en el siglo (mundo): sacerdotes y
obispos. La figura clave de la estructura eclesiástica son los obispos y los arzobispos,
piedra angular de la estructura eclesiástica y de la estructura carolingia. Los obispos
son figuras de poder religioso: autoridad espiritual y sagrada; un poder eclesiástico
porque representan a la iglesia; y un poder político, ya que representaban al rey,
siendo consejeros de emperadores de reyes, figuras políticas con un poder cultural; y
teniendo un poder militar, ya que son clientes y vasallos que sirven al rey y su
campaña; un poder social porque sus familiares son aristócratas y el poder económico
porque son patrimonios de tierras grandes (obispado) y red de clientelismo y vasallaje.
Los obispos y arzobispos son nombrados por el emperador, nombrando a parientes y
fieles, estando vinculados con los poderes laicos: los obispos son vasallos del
emperador, del rey, del conde y del duque. Esta vinculación de obispos y arzobispos
no los hace obispos indignos, estos obispos son líderes políticos y se espera de ellos
que hagan estas cosas.
Junto al alto clero tenemos el bajo clero, qué es la mayoría del clero (grueso):
subdiácono, lector. Lo que se observa en estos siglos es que los niveles de estos
clérigos mejoran, siendo niveles algo mejores. Esto es una idea interesante, ya que el
clero urbano experimenta un proceso de monacalización, imitando a los monjes, los
clérigos se agrupan y viven en capítulo (capitulum: cabildo: comunidad). Esta pauta de
organización se observa en esta época, en unas reglas comunitarias. En los templos
todavía se tienen muchas iglesias privadas, que suele atraer población en torno a
ellas, pero todavía no se llega a parroquias.
El clero regular vive bajo una regla y sigue una regla monástica: monjes. En esta
época y en tiempos de Carlomagno se da la reforma monástica. Lo que intentó hacer
Carlomagno fue unificar a todos los monasterios del imperio mediante la regla de San
Benito, extendiéndose a muchos de los monasterios de la época carolingia, siendo los
monjes benedictinos los que van a tener más peso. El que convence a Carolingio de
hacer esta reforma es Benito de Aniano (m. 821), monje de origen visigodo que
promueve esta reforma. Se da un proceso en los monjes de clericalización: a partir de
estos siglos, los monjes también van a ser sacerdotes. Proliferan los monasterios,
fundado por la aristocracia, dándose por varias razones:
Espiritual: fundar un monasterio con monjes significa ganar el apoyo de Dios.
Mentalidad: religiosa unida de la antigüedad basada en el don y contra don: yo
le doy algo a Dios a cambio de recibir algo: dar casa a Dios y sé que Dios tiene
que compensar.
Fábricas de apoyo divino: los monjes rezan por Dios y van a pedir por ellos,
siendo los cristianos más puros, a los que Dios escucha.

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Razones religioso-sociales: el destino de algunos hijos e hijas, siendo también


residencia de mayores, yendo las viudas y los señores mayores, viviendo en
comunidad Y amparados, siendo un lugar de residencia y retiro.
Razones económicas: los monasterios van a ser centros de producción de
bienes, rutas, con miles de trabajadores aportando recursos a la monarquía,
prestando servicio militar: hombres del dominio sirven, siendo los grandes
abades en este momento oficiales del Rey, con Autoridad Fiscal y militar.
IV. El sistema vasallático carolingio
Si los carolingios apoyan en la iglesia para consolidar su reino, para reforzar su
autoridad van a reformar los antiguos sistemas de clientelismo, de dependencia
personal: vasallaje carolingio. El vasallaje carolingio va a ser el precursor de lo que va
a ser el vasallaje. Podemos establecer que es un sistema de relaciones personales,
fidelidad, subordinación y clientela entre hombres libres. El vasallaje se establecía
cuando un hombre libre y poderoso (dominus) concedía otro hombre libre menos
poderoso (vassos, plural vassi: vassayus, plural vassalli), dándose protección y
beneficio a cambio de fidelidad personal y su servicio mediante un contrato, que sería
el pacto del vasallaje. Es un contrato vasallático en un principio permanente, salvo que
una parte lo rompiese: si el vasallo traiciona al señor, se da una felonía y viceversa. Se
hacía real mediante un ritual, que es el Inmixtio Mncum, que consiste en la colocación
de las manos del vasallo dentro de las del señor, y el beso entre ambos, siendo su
traducción etimológica mezcla de las manos. La construcción imperial carolingia quedó
así en manos de la seriedad personal de sus vasallos. La relación entre unos y otros
se sujetaban un contrato que incluía un doble vínculo. 1 de carácter personal, la
encomienda ción y prestación de homenaje por parte del vasallo al señor que sellado
mediante gestos como este que acabamos de mencionar y otro, de carácter real, que
se concretó en forma de cesión de una tierra, esto es, de un beneficio, patrimonio o
feudo. Con las rentas generadas por los campesinos instalados en las tierras que lo
constituían, el vasallo debía equiparse y estar presto para el ejercicio de las tareas que
el señor le comentara. Solían ser de dos tipos: un servicio de armas, esto es, un
auxilio en el combate, y, en menor medida, un concilium, un asesoramiento al señor en
cuestiones del ejercicio de la justicia, de política patrimonial o de enfrentamiento con
dos señores.
El beneficio más importante era un cargo: conde, duque, Marques o una tierra para el
vasallo: tierra o feudo. Los carolingios van a desarrollar sistema por bastantes
razones: lo utilizan para disponer de guerreros bien entrenados, gente fiel ligada a
ellos y pueden reforzar su Ejército. Los carolingios refuerzan el destino a la
aristocracia, doblando la relación, siendo el cargo y el vasallaje símbolo de doble
fidelidad.
Este sistema dependencia remite a una red piramidal de las relaciones dependientes
de forma permanente:

Nombran a

Nombran a

Rey/emperadores
Vasii Dominii: Vasallos del señor (Emperador,
Rey, Conde, Duque, Marqueses, Obispos,

Abnades)
Vasassiores: Vasallos de Vasallos

Campesinado dependiente

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Este sistema vasallático carolingio tendrá gran presencia en el norte, en el sur de las
Galias, en Italia, siendo el sistema vasallático en esta zona más débil.
Consecuencias del vasallaje:
Vasallaje carolingio a corto plazo tuvo consecuencias positivas: gobernadores
ganaron el apoyo de la aristocracia y consiguen reforzar su posición.
A medio y largo plazo las consecuencias van a ser negativas, ya que van a
favorecer a la aristocracia más que al rey. Los emperadores pierden el control
de los hombres libres, que van a acabar sirviendo más al señor directo. Los
Reyes o emperadores pierden el control sobre cargos y tierras que se pierden:
estos cargos van a ser privatizados por la aristocracia y se van a convertir en
hereditarios. Las consecuencias negativas van a ser una de las claves de la
desintegración del imperio carolingio.
V. El campesinado y las formas de explotación agraria: la “Villa carolingia”
En los siglos VIII y IX se observa en Europa una época de crecimiento demográfico
importante, con la roturación de tierras, habiendo más población y más tierras,
roturándose nuevas tierras dominantes:
Alodio: tierra libre, que no tiene dependencias señoriales, estando en manos de
campesinos libres propietarios. Estos alodios son pocos, habiéndolos en
minoría, presionados por los grandes dominios señoriales. Presionan en esta
dirección los monasterios, con dimensión enorme, intentando absorber los; y
los aristócratas, que quieren absorber también las tierras.
“Villa carolingia”: evolución de la villa romana, del antiguo latifundio romano,
gran latifundio en manos de Reyes, aristócratas, grandes familias, obispos y
grandes latifundios. Se compone las villas de 2 partes:
o Saltus: tierras no cultivadas, de pasto y dehesa.
o Ager: tierras cultivadas. Dentro de esta parte tenemos dos zonas:
Reserva señorial: una parte de la tierra cultivada que el señor cultiva y gobierna
de forma directa mediante campesinos dependientes que viven en la reserva o
campesinos que van a trabajar a ella. Dentro de la reserva reside el señor, en
unos edificios que componen el Curtis o palatium, zona residencial donde está
la producción agraria, los talleres.
Mansos: conjunto de explotaciones agrarias y parcelas cedidas por el señor a
familias campesinas en usufructo hereditario para que sean cultivadas de
forma autónoma. En estos hay una casa de madera, con huerto, tierra
cultivable… El señor se de estas tierras a los campesinos a cambios del pago
por parte de esta familia, con impuestos Y unas redes de jornadas de trabajo
gratuitas en la jornada (corbetas o termas Terra paréntesis. Esos trabajos
serán más pesados en el norte del imperio que en el sur. En las villas
carolingias en el norte había tierras más grandes que en el sur. Lo importante
en estas jornadas de trabajo era la frecuencia con la que se tenían que ir a las

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sierras del señor. Estos campesinos podían vivir y prosperar gracias a los
mansos.
La “villa carolingia” va a ser el gran latifundio típico de los siglos VIII y IX, dándose en
los s. IX y X la transformación de la explotación dando lugar al señorío jurisdiccional a
partir del siglo IX.
6.3. Crisis y fragmentación del Imperio Carolingio
I. De Luis el Piadoso (814-840) al Tratado de Verdún (843)
Carlomagno murió en el año 814, siendo sustituido por Luis el Piadoso (814-
840).Carlomagno tuvo varios hijos, pero solo se le sobrevivió 1, siendo este rey,
siendo denominado también como Ludovico Pío. Es un personaje bastante criticado
por los historiadores, principalmente por no tener el talento político y militar de su
padre.
El nuevo reinado estuvo marcado por las dificultades de administrar un imperio
demasiado extenso y variado, la dinámica de la sociedad franca, con una privatización
de competencias de poder público, la falta de nuevas empresas exteriores y los
espectaculares progresos de la Iglesia franca que llegó a constituir una iglesia de
Estado y ejerció una decisiva influencia en la formación de la civilización de la Europa
occidental. De hecho, durante el reinado de Luis el piadoso, lo que el imperio perdió en
cuanta construcción política lo ganó en cuanto a escenario de una República cristiana,
de una cristiandad. A ese conjunto de rasgos se unieron dos hechos que
condicionarán el destino del imperio: el reparto del mismo y las segundas invasiones.
Así coma podemos decir que Luis el piadoso se enfrenta a graves problemas,
acentuándose durante su reinado
Los exteriores es que el imperio ya no se expande, al no haber guerras de conquista,
habiendo menos que repartir, por lo que la aristocracia va a estar menos contenta.
Además, el imperio comienza a sufrir ataques, creciendo en intensidad y frecuencia de
las exteriores: las segundas invasiones.
Al mismo tiempo, hay problemas internos, observándose de forma creciente las
tendencias centrífugas en el imperio, la creciente influencia de los clérigos y la lucha
por la sucesión de Luis el piadoso, puesto que tiene varios hijos: Lotario, Pipino y Luís.
Se va a plantear este problema desde el 817, dándose ya un reparto de la sucesión,
denominado como Ordinatio Imperii (817): Lotario, el hijo mayor, será el emperador y
por debajo, dos Reyes subordinados: reino de Aquitania a Pipino y Baviera a Luis el
Germánico; el centro va a pertenecer a Lotario. En el 823 nace el cuarto hijo de Luis el
Piadoso: Carlos, apodado el Calvo, comenzando una lucha abierta en el 830 por el
reparto y el poder del imperio. Esta lucha termina en el año 843 con el tratado de
Verdún: acuerdo entre los hermanos para el reparto del imperio: la occidental
propiamente Francia Occidentalis o Reino de Francia Occidental, quedó en manos de
Carlos. La central, signo de lo artificial de su construcción, recibió de su titular el
nombre de Lotaringia y fue padre primogénito, Lotario, quien pese a contar con las dos
capitales imperiales, Aquisgrán (política) y Roma (espiritual), no pudo aducir ninguna
primacía sobre sus hermanos. Y la oriental, Francia Orientalis, también conocido como
el Reino de Germania, quedó a cargo de Luis el Germánico. Cabe destacar que
Pipino, el segundo hijo, muere antes de la firma de ese tratado, lo que hace que no
Participe en ese episodio. Este episodio va a ser capital en la desintegración del
imperio carolingio, siendo un imperio unido y ese reparto va a perdurar en el tiempo.

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A mediados del siglo IX se agravan los problemas del imperio carolingio,


especialmente en los territorios occidentales y del sur. Exteriormente, se dan los
ataques y saqueos que sufrieron sus territorios por obra de las llamadas segundas
invasiones. Las acciones de vikingos, húngaros y sarracenos aportaron un clima de
ruina e inseguridad, que contribuyó a fortalecer dos importantes desarrollos. La
defensa regional de los habitantes contra los invasores, lo que seguro la autoridad de
algunas autocracias locales, y la desestructuración final de la sociedad de tipo antiguo,
que permitió a los campesinos de algunas áreas del imperio gozar de situaciones que
tenían tanto en seguridad como en libertad.
En estas circunstancias, el título imperial, qué pasó de mano en mano, apenas
significaba más que un título de rey, desvalorizado a su vez por la proliferación de
reinos. Dentro de estos, se desarrollaron dos procesos significativos. El primero fue el
fortalecimiento de los principados territoriales, que estaba más ajustado geográfica,
étnica, social y políticamente que los reinos, solían estar constituidos por varios
condados bajo la dirección de un magnate, generalmente con el título de duque. El
segundo fue la vinculación estricta entre prestación de homenaje de fidelidad y cesión
de un beneficiario, de un feudo, a quién lo prestaba. En otras palabras, sin feudo no
había prestación de fidelidad. Las circunstancias del siglo IX empujaron a los señores
a prodigar sus concesiones. La aparición de vasallos que disfrutaban de feudos
cedidos por más de un señor obligó a ordenar la jerarquía de fundamentos y
fidelidades. La fórmula escogida fue el concedente del feudo más sustancioso se
convertía en señor ligero para ese vasallo y, en consecuencia, tenía prioridad a la hora
de exigir la realización de los servicios básicos. Todo el sistema se consolidó en la
dirección privatizadora que venía evolucionando cuando los Reyes reconocieron el
derecho de pasajeros a transmitir en herencia los feudos que habían recibido. Tal fue
la decisión de Carlos el Calvo recogida por la capitular de Quircy del año 877.
II. Declive del Imperio y evolución de los reinos carolingios (843-888)
Parte de Lotaringia quedó absorbida, quedando el Reino de Italia.
La Francia occidentalis o Francia propiamente dicha, gobernada por Carlos el Calvo,
se da una gran fragmentación política interna, contando con el apoyo de la Iglesia,
pero cediendo gran parte del poder a la aristocracia, generando una gran debilidad. En
él se da en el 888 sus vasallos hicieron rey a Eudes, conde de París, que había
defendido la ciudad contra los vikingos. Frente a él, la aristocracia apoyó la
candidatura de un carolingio, Carlos el simple. Durante un siglo, en que se
consolidaron otros principados, como el de Normandía, se prolongó el enfrentamiento
entre robertinos (del nombre de Roberto el Fuerte, padre de Eudes), carolinos,
descendientes de carlomagno. En el 987, el robertinho Hugo Capeto dio el golpe de
Estado que extinguió la dinastía carolingia.
Francia orientalis o reino de Germania, gobernada por Luis el germánico, tratándose
de una monarquía sólida, aristocracia y fuerte con el rey por encima de los demás. Su
condición de frontera frente a húngaros y vikingos favoreció la consolidación de
poderes hereditarios en algunos ducados. En todos ellos, los duques fueron
conscientes de la ayuda que podían recibir de los obispos de sus dominios frente a las
pretensiones de autocracia laica. Se inició así un camino de colaboración llamado a
marcar la historia de Alamania durante los siglos X y XI. En el 918, el título de rey, con
la difusa hegemonía que le correspondía, pasó de manos del duque de Panonia a las
de Enrique I, duque de Sajonia. En el 936, su hijo Otón I le sucedió al frente del
ducado y del título del Rey.

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Este proceso culmina en el año 888, muriendo el emperador carolingio llamado Carlos
el Gordo. Fue el último emperador carolingio que gobernó todo el imperio, cayendo por
casualidad por herencia: poder más teórico que práctico. En el 888 se fragmentó
definitivamente y es un cambio de la época carolingia, quedando en Europa el Reino
de Francia occidental, el Reino de Borgoña-Provenza entre Francia e Italia, reino de
Italia, Reino de Germania o de Francia oriental. A partir de esas fechas los reyes no
tienen que ser carolingios, siendo el final de esta etapa.
6.4. El impulso cultural: el “Renacimiento carolingio”
El “Renacimiento carolingio”, así llamado por ser Carlomagno su gran impulsor, es una
época cultural e intelectual, dirigida por la corte de Francia que promueve esa actitud
cultural, restaurando la cultura del imperio romano Cristiano: restauración política y
cultural. Esto supuso mayor interés por la cultura y educación, auspiciado desde los
niveles más elevados políticos del mundo franco. Carlomagno atrae a su corte
intelectual, siendo una especie de cazatalentos, creándose la escuela palatina,
formada por estos intelectuales de la corte, que no son francos, vienen principalmente
de otros territorios.
Primera etapa (hasta 830):
Paulo el Diácono (720-799): historiador lombardo.
Benito de Aniano (750-821): origen visigodo, con refugiados que habían venido
de los musulmanes. Es el que dirige la reforma monástica carolingia.
Teodulfo de Orleans (c. 750-821): intelectual de la época de origen visigodo.
Alcuino de York (735-804): figura más importante del Renacimiento carolingio.
Segunda etapa (830-870): época más creativa, con más producción original y más
intelectuales.
Eginardo (c. 770- 840): biógrafo de carlomagno, escribe la Vita (828 al 840).
Juan Escoto Erígena (c. 810-877): gramático y teórico que viene de Irlanda.
Hincmaro de Reims (806-882): obispo del Rey.
Su figura central fue Alcuino de York (h. 735-804), profundo admirador de la vida
intelectual de la antigüedad grecolatina, que deseaba revitalizar, aunque siempre
tamizada por el cristianismo. Para ello, Alcuino se empeñó en depurar el latín que en
esos tiempos se usaba en las tierras francas, liberándolo de incorrecciones y
vulgaridades. Asimismo, se considera que tuvo un papel esencial en la definitiva
configuración de escritura conocida como minúscula Carolina.
La misma surgió durante el reinado de Carlomagno, fruto del deseo de contar con una
caligrafía clara y legible, destinado a sustituir a la escritura merovingia, que había
predominado hasta ese momento en el mundo franco y que se caracterizaba, entre
otras cosas, por las dificultades de la lectura que planteaba. La minúscula Carolina no
solo se usó en el imperio carolingio, pues a lo largo del siglo 9 inició su extensión por
el Occidente europeo, en un proceso que la convirtió en potente instrumento de
difusión cultural. La nueva escritura se ha de vincular también con el gran interés que
se desarrolló a partir de ese momento por la copia e iluminación de manuscritos,
materializado en códices de tanta belleza como la llamada Biblia de Alcuino. La tarea
fue esencial para la preservación y proyección hacia el futuro de muchos textos que
los intelectuales coetáneos consideraban dignos de ser conservados para que
pudieran conocerlos las generaciones futuras.

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También concedió el intelectual inglés una gran importancia a la enseñanza de las


artes liberales, que tuvieron evidente protagonismo en la escuela palatina de
Aquisgrán, que el propio Alcuino dirigió hacia su retiro a finales del siglo 8, que atendía
a las necesidades educativas de los vástagos del emperador en funciones
intelectuales de este mismo, como también se ocupaba de la instrucción de los hijos
de los magnates laicos y de los jóvenes que estaban destinados a integrarse en los
cuadros administrativos del mundo Franco. Entre sus profesores se juntaron los más
destacados intelectuales del momento (Teodulfo d’Orléans, que era de origen hispano;
Pedro de Pisa; Arno de Salzburgo…), venidos de los más diversos puntos de la
cristiandad, lo que demuestra el afán de Carlomagno por prestigiar su escuela.
Al mismo tiempo que impulsaba la escuela palatina, Carlomagno también propugnó, a
través de la Admonitio Generalis (769), la creación de escuelas catedralicias, siendo
muy significativo que ese afán se vinculara con otro fuerte anhelo del futuro
emperador, cómo era la reforma de la Iglesia.
Indudablemente, la gran figura intelectual del Renacimiento carolingio fue el filósofo
Juan escoto Erígena (h.810 a h.877), cuya obra más destacada, de divisiones
naturales, era de clara raigambre neoplatónica. También hay que destacar las
reflexiones teológicas de rábano Mauro, que se enfrentó a Godesalco con el tema de
la predestinación como argumento central del debate. Desde el punto de vista
historiográfico, destacaron Eginardo, el primer biógrafo de Carlomagno, y Pablo
Diácono (h. 720 al 800), autor de la Historia Longobarda que relataba los avances de
los lombardos desde 568y hasta el fallecimiento del monarca Liutprando en 747.
Este Renacimiento carolingio es también un impulso cultural religioso y eclesiástico,
protagonizado por intelectuales clérigos, estando la cultura al servicio de Dios.
Carlomagno pretende mejorar los niveles culturales e intelectuales del clero, se dice
que Carlomagno recibió una carta en la que rezaban por él, llamándole la atención las
faltas gramaticales: consideraba que un buen clero tiene que estar bien formado para
realizar bien su tarea. También se pretende mejorar el material, habiendo biblias
incompletas y con faltas: La Biblia tiene que estar completa para todos, de tal forma
que ordena fabricación de biblias en serie para fabricar muchas. Además, se van a
unificar prácticas religiosas, apareciendo el rito romano en todas partes: el cántico
gregoriano va a estar presente en todos los monasterios.
El impulso cultural va a tener consecuencias positivas:
Se crearon escuelas impulsadas por Carlomagno y sus sucesores en las
escuelas monásticas, catedrales e iglesias: los clérigos y aristócratas acuden a
ella.
Se impulsa la enseñanza de las artes liberales del trívium y quadrivium.
Se multiplicó las copias de manuscritos hasta tal punto de llegar a 8000 copias
en esta época. Se enseña más latín, mejorando gramaticalmente en las
escuelas.
Se normalizó el tipo de escritura, dándose la adopción de la escritura Carolina
o carolingia, qué se entiende y se aprecia mejor, estando anteriormente una
letra bastante enrevesada.
Resurgir del arte en general en la Europa carolingia: edificios religiosos, libros y
objetos de culto: 27 catedrales y 200 monasterios de piedra.
TEMA 7: LAS “SEGUNDAS INVASIONES” Y LA EUROPA DEL AÑO MIL (s.
IX-med. s. XI)
7.1. Las “Segundas Invasiones”
Los siglos IX y X van a estar marcados por ataques en tiempos de Carlomagno,
ataques continuos de diferentes pueblos exteriores, durando varios siglos y siendo
denominadas como “Segundas Invasiones”, que van de finales del siglo VIII hasta
principios del XI. La van a protagonizar pueblos periféricos del Occidente Cristiano,
afectando al continente europeo.
I. Los sarracenos (princ. s. IX-princ. s. XI)
Término que define en la época la denominación de los musulmanes que constituían
grupos al margen de las autoridades de los Emiratos de al-ándalus o del norte de
África, que se dedicaron atacar principalmente a las costas del imperio bizantino y del
imperio carolingio.
Comenzaron creando en algunas localidades costeras (como Pechina y Denia) una
especie de repúblicas de marineros piratas. Desde allí practicaron el saqueo de las
ciudades y las capturas de hombres y mujeres. A partir de comienzos del siglo IX, los
piratas fueron poniendo pie en las islas pequeñas, luego en las de Córcega, Cerdeña y
las Baleares y, más tarde, en la de Sicilia, donde en el 827 fijaron sus primeros
establecimientos previos a su dominio de la isla. Después, dieron el salto a la
península italiana, donde ocuparon Bari y llegaron a saquear los arrabales de Roma,
para seguir, años más tarde, por las costas de Toscana y Liguria. Desde los 870, los
piratas sarracenos intensificaron su presencia en la costa de Provenza, donde un
grupo de emigrados de Al-Ándalus estableció una verdadera base de operaciones en
Fraxinetum, en el condado de Fréjus. Desde ella, durante un siglo, asolaron las
poblaciones de la costa y el interior, y llegaron a controlar los pasos de los Alpes
occidentales. Finalmente, en el 972, los condes provenzales y piamonteses
consiguieron eliminar aquel nido de piratas. En este espacio, como en los otros, a
mediados del siglo 10 se anunciaba un respiro para la cristiandad latina.
Estas invasiones van a tener consecuencias históricas menores, dándose un miedo
general e históricamente a largo plazo, con excepción de Sicilia, dándose en el siglo X
el emirato de Sicilia, dándose en esta zona un impacto muy potente de los sarracenos.
II. Los magiares (s. X)
Los magiares son los que se llamarán después húngaros, que formaban parte de los
pueblos ugrofinenses originarios de la zona de los Urales, siendo un pueblo las
estepas que a mediados del siglo IX se desplazaron hacia el oeste, llevándose a cabo
por la presión de los pechengos. Aprovechando la destrucción del imperio de los
ávaros por Carlomagno, los húngaros acabaron instalándose, en la llanura de
Panonia. Desde aquí, los ocupantes realizaron continuas razias contra los territorios
del Imperio Bizantino y, sobre todo, de la cristiandad latina. En 60 años, hasta el 955,
cerca de 40 expediciones asolaron las tierras del imperio bizantino, de Europa central
y occidental, el Reino Franco y el noreste de la península Ibérica.
Cabe destacar que los húngaros no buscaban tierras donde establecerse, no
buscaban conquistas, solo buscaban el saqueo de los bienes muebles y la captura de
hombres y mujeres para convertirlos en esclavos cultivadores de sus tierras de
panonia. Para sus correrías, se valieron de su habilidad como jinetes armados de

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arcos y flechas sobre caballos herrados y con estribos, lo que les daba una enorme
movilidad.
La frecuencia y crueldad de las acciones de los húngaros crearon una conciencia de
terror en las regiones afectadas. Los monjes fomentaron la asociación de imágenes
entre ellos y sus parientes los unos, lo que aseguró una leyenda de horror y sangre.
Solo a partir de la década de 930, la sedentarización de los húngaros en la llanura de
panonia contribuyó a espaciar sus incursiones. En el 955, Otón I de Sajonia consiguió
derrotar de forma definitiva a los húngaros a orillas del río Lech (Batalla de Ledfeld).
Bajo la presión de su vencedor, los vencidos siguieron los conocidos pasos de otros
invasores: cristianización, territorialización política con la conversión de la
Confederación de tribus en un reino y, más importante para la cristiandad latina, la
Constitución de una especie de escudo que la protegió de nuevas oleadas de pueblos
nómadas.
Este pueblo va a ser descrito como ogro, siendo un rastro de destrucción,
pareciéndose a los sarracenos porque simplemente van a buscar un saqueo rápido en
un principio. Los procesos de aculturación, salvo el húngaro, que es una lengua
indoeuropea que se va a seguir manteniendo, terminaron con Vajk, que se bautiza y
se cristianiza de forma católica, adoptando el nombre de Esteban I el Sabio (975-
1030), coronado en el año 1000/1001 como rey de Hungría por el emperador de
Occidente Otón I y el papa Silvestre II. Se da una nueva unidad política, ya que el
Reino de Hungría, a pesar de estar en la Europa oriental, va a haber sin fluida por La
Europa católica occidental. Este reino de Hungría va a ser un reino importante para
Europa medieval, porque este reino va a servir como tapón a partir del siglo XI de
pueblos de las estepas que avanzaron hacia la Occidente, no estando marcado por la
llegada de nuevos pueblos.
III. Los normandos (fin. s. VIII-princ. s. XI)
a) El mundo de los vikingos
Los hombres del Vik o bahía eran parientes próximos de los germanos de las
invasiones del siglo V que se habían establecido en las tierras escandinavas. Según
las fuentes, esos vikingos van a recibir otros nombres. Para los francos son los
hombres del norte o normandos; para los musulmanes son los hombres del
machuques o adoradores del fuego; para los bizantinos son los hombres del comercio
o varegos. En cualquier caso, las fuentes no veo noticias de ellos hasta los ataques
vikingos a los monasterios de la costa oriental inglesa (el más destacado el de
Lindisfarne), a finales del siglo VIII. Podemos destacar que ellos mismos se
consideraban como hombres del norte.
En esas fechas, las sociedades terminaba debía responder al modelo de los germanos
protohistóricos. Se caracterizaba hola existencia de una familia extensa, que, dirigida
por un jefe, al que acompañaban clientes y esclavos, se dedicaba a la agricultura y la
ganadería y, en menor medida, a la artesanía y el comercio. La reunión de jefes
constituía el Consejo que asesoraba al rey, una especie de caudillo primus inter pares,
que se apoyaba, además, en un séquito de guerreros jóvenes. En algunas zonas, en
especial, de Noruega, las condiciones del relieve facilitaban la existencia de
numerosos y minúsculos reinos, lo que no era óbice para que, en el conjunto de las
tierras escandinavas, se empezaron a dibujar en esta época los perfiles de las tres
nacionalidades históricas: noruegos, suecos y daneses.
b) Causas y características de la expansión
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Podemos destacar sus características desde los diversos puntos de vista:


Desde el punto de vista social podemos destacar que eran germanos, procedentes de
Escandinavia, que no llevaban cuernos en los cascos y era una sociedad de tipo rural,
sociedad con reyezuelos, es decir, Reyes que no dominan un gran territorio. Los títulos
aristocráticos originales eran los de Jarl (conde), siendo una sociedad de hombres
libres y muchos de ellos siendo guerreros, dándose la Thing (asamblea de guerreros),
además de practicarse la esclavitud.
Desde el punto de vista económico se dan principalmente agricultores,
ganaderos, un comercio marítimo fluido y unas típicas casas denominadas
como casas largas escandinavas. También destacan en la artesanía, habiendo
herreros y orfebres con antifaz y las famosas espadas vikingas (parecen
francesas capturadas e imitadas por los vikingos).
Desde el punto de vista cultural, se da a una religión politeísta, con dios padre
(Ophin), dios del trueno (Thor), diosa de la fertilidad (Fercia), Valhalla
(guerreras que acompañan al guerrero) y sacrificios animales y humanos.
Además, la difusión de la cultura se hace mediante la transmisión oral, estando
todo mezclado y apareciendo la lengua del norse. Consiguen tener un sentido
mágico, mítico y religioso con cuestiones religiosas. También destaca la poesía
oral (cantar gestas), poniéndose por escrito en el siglo XIII las sagas.
Las causas lejanas o los motivos inmediatos de expansión no han sido
aceptados con unanimidad. Entre ellos han esgrimido varios de los siguientes:
Crecimiento demográfico que hubiera explicado esa salida, ya que se habría
dado una superpoblación, siempre relativa, de algunas áreas, pudiendo
deberse a las modificaciones a la estructura familiar, aunque a día de hoy se
descarta esta causa.
Causa socioeconómica: estamos ante una sociedad pobre, muy jerarquizada y
con escasa movilidad social, haciéndose difícil la mejoría de la posición social,
pocas personas que van a tener muchas tierras, haciéndose difícil acceder a la
propiedad de la tierra. Se acaba buscando la protección saliendo del propio
territorio.
Socioculturales: estamos ante una sociedad guerrera, es decir, una sociedad
que valora a los guerreros, guerreros que van a exponerse a los peligros y van
a ser recibidos como héroes, pudiendo conseguir tierras, un buen matrimonio y
dándose una capacidad de progresión.
Orden político: maduración política de la sociedad escandinava, viene del jar
que asume cada vez más poder y generándose conflictos. En estos conflictos,
intentaban expulsar a sus rivales, expulsándolos del territorio y buscando una
vida nueva. Estos regimientos y estos condes necesitaban más riqueza para
reformar su poder y salen fuera del país como exiliados, generando en torno a
ellos más poder. Alguno de estos grupos sale con intención de regresar para
reclamar su expansión, mientras que otros no van a volver.
Eran expediciones arriesgadas, con altas tasas de mortalidad, pero aún así se va a dar
un éxito de las primeras invasiones. Estas expansiones se iniciaron a título
absolutamente particular por parte de algunas familias y con objetivos muy cortos, que
posteriormente se fueron ampliando, conforme el deseo de ascenso social y
enriquecimiento, la búsqueda de la gloria guerrera o el gusto por la aventura simularon
la realización de mayores empresas. Los grupos de correrías aquellos están
constituidas por unas 10 a 12 embarcaciones que habían adaptado mejoras técnicas
de navegación. Sus barcos monosilos, de peso liviano, que, en caso de necesidad, los

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remeros alzaban sobre sus hombros para remontar a los rápidos de los ríos, que
constituían sus vías de penetración hacia el interior del continente, que fueron el gran
instrumento de las expediciones vikingas. Así, podemos decir que se va a dar un
desarrollo del sistema de navegación, muy eficaces y que destacan por la construcción
de barcos muy avanzados, los famosos Drakkar, siendo el término original Cângaskip
(“barco grande”) en su mundo o Snekkja (“Snereke”). Son barcos de guerra, de viaje y
de ceremonia, son barcas de propulsión a remo y propulsión a vela. Son navíos de
muy poco calado, haciendo esto que sean muy estables, muy móviles y permite a los
normandos penetrar en los ríos. La expansión de los vikingos va a estimular el
perfeccionamiento de estos barcos, con el objetivo de que fueran más eficaces,
perdurando hasta el siglo XII. Destaca el barco de Osebey (siglo IX).
Para los cronistas monásticos, al menos durante la llamada primera edad vikinga,
entre los años 788 y 930, cualquier vikingo era un guerrero brutal y sanguinario. Para
los historiadores, según los casos, fueron piratas, saqueadores, conquistadores,
colonizadores y mercaderes. Los normandos eran expertos en las técnicas de
navegación, y siendo grandes marinos y los grandes exploradores de la Edad Media.
Esto hizo que se vieran las siguientes características:
Dura más de 2 siglos: las primeras incursiones se da a finales del siglo VIII, con la
toma del monasterio de Lindisfarne en el año 793, y finalizan a principios del XI, siendo
un periodo largo y complicado, denominado como era vikinga.
Diversas formas de actuación: se daban los saqueos, entrando en las costas y
penetrando el interior por los ríos, siendo ataques rápidos y violentos y buscando
botines fáciles y rentables, teniendo como objetivos los monasterios, las iglesias, los
pueblos y las ciudades, estando poco defendidos y con gran valor de los objetos
muebles. Estas incursiones de saqueo van a generar en Europa un temor
generalizado con una oración. Los vikingos van a evitar choques frontales, entrando y
saliendo rápido y si hay un Ejército potente van a acabar siendo derrotados. Las
fortificaciones como las murallas o los puentes no son buenas en la guerra de asedio.
También se da el cobro de rescates, capturando casas y revendiéndolas exigiendo
una cantidad. A cambio en atacar las casas los normandos van a exigir títulos: esta
práctica se va a llevar principalmente a cabo en la desembocadura de los ríos. Se va a
dar una compensación a cambio de no atacar. Los poderes occidentales, Por otro
lado, van a crear un impuesto periférico (dale galce), qué es el tributo por el que pagan
para evitar estos ataques. También va a llevarse a cabo la colonización de algunos
territorios, llevando a sus familias y en ocasiones los hombres se instalan y se unen a
las mujeres locales.
Inicialmente no hay una diferencia entre suecos, daneses y noruegos, aunque nos
tarde cada pueblo escandinavo mostró predilección por unas formas de expansión
determinadas. El noruego fue explorador; el sueco, comerciante; y el danés, que
primero va a ser depredador y colono posteriormente.
c) La expansión de los normandos
Noruego
Van a ser los escandinavos menos peligrosos para el continente europeo, pero los
más peligrosos para las islas que salpican el océano Atlántico, siendo especialmente
destacados sus ataques sobre él oeste de Inglaterra e Irlanda. Actuaron sobre todo a
partir del segundo tercio del siglo IX, atacando con fiereza monasterios y poblaciones
costeras. Si en un primer momento los movía tan solo el afán de apoderarse de las

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riquezas de los asaltados, muy pronto empezaron a cambiar de estrategia,


estableciendo pequeñas colonias de índole comercial en las costas, sobre todo en
relación con las desembocaduras de los ríos, desde las que protagonizaban
incursiones sobre el interior.
Exploraron el litoral del océano Atlántico, concretamente desde el Atlántico norte,
empezando por las islas británicas. A finales del siglo VIII van a colonizar islas del
Atlántico norte (islas met Land e islas del mar del norte) y atacan las costas de Gran
Bretaña, instalándose en las costas norte y noroeste de esta isla, el noroeste de
Inglaterra y las costas este y oeste de Irlanda. En el siglo 11 van a lanzar misiones
sobre el Reino de los francos. en el 860 estos noruegos escandinavos normandos
llegaron a una isla poco conocida y te nominándola como isla del y él lo (Islandia) iba a
ser culminada por los noruegos, se conocen como islandeses, perdurando hasta
nuestros días.
En el año 892 los islandeses, al mando de Erik el rojo, descubren navegando hacia el
oeste una isla verde, llamándole la tierra verde, que se va a conocer más tarde como
Groenlandia e inicia procesos de colonización, dándose la colonia vikingo tiba de
Groenlandia hasta el siglo XIV. Es una región muy lejana, pero va a ser una región
importante.
En el 992, Lef Ericsson, hijo de Erik el Rojo, navegando hacia el oeste, se sitúan las
tierras que sean nominar como birlan (tierras del vino), Produciéndose mestizaje con
población nativa. Esos islandeses van a ocupar terranova hacia él 1021, colonia que
Por otra parte no va a prosperar. Podemos decir que este sería el pre descubrimiento
de América. De esas expediciones ha quedado constancia en las sagas, entre las que
destacan la saga de Erik el rojo y la saga de los groenlandeses. En esta última se
narra la expedición al continente americano, al que los noruegos dieron el nombre de
Vinlandia, debido, según se cree, a la abundancia de unas plantas que identificaban
con vides.
Si durante mucho tiempo se dudó la presencia de Noruega en tierras americanas, en
la actualidad se considera ya un hecho probado, gracias al descubrimiento de un
yacimiento arqueológico vinculado con el mundo escandinavo con el pasaje
denominado L'Anse aux Meadows (la Ensenada de las Medusas), en el actual
Canadá, que ha sido declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
Normandos o vikingos daneses
Provienen de la península de Jutlandia. Eran los escandinavos más cercanos al
mundo occidental, siendo los más cercanos y más influenciados por los carolingios,
expandiéndose hacia el oeste. Los daneses afectaron con sus incursiones al este de
Inglaterra, a los Países Bajos, a la Cuenca del rin, A Francia, a la península Ibérica e
incluso a la península itálica. Sus ataques resultaban especialmente aterradores para
las poblaciones afectadas; precisamente por ese motivo tomaron la costumbre de
exigir rescate, conocido como danegeld (dinero danés), bien para comprar su retirada
de las tierras asaltadas, bien para no hacer efectivos sus ataques. Van a comenzar
atacando la iglesia anglosajona, pero sobre todo se va a dar el gran asedio de París
(885 al 886), que resultó en fracaso. Comienza a instalarse en Inglaterra, dándose una
expansión del territorio danés. Desde finales del siglo 9 estos daneses colonizaron el
norte de Francia, instalándose masivamente en la Cuenca del río Sena y surgiendo el
topónimo de la tierra de los normandos. Estas acciones provocaron la firma en el 911
del tratado de Saint-Clair-sur-Epte, en virtud del cual Carlos tercero de Francia cedió al

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caudillo escandinavo rollón las tierras que hoy forman la alta Normandía, a La que los
invasores dieron nombre (se los conocía como normandos, hombres del norte). Se
trataba del reconocimiento de una realidad, pues los daneses ya dominaban esas
tierras, en las que tenían varios enclaves. A cambio, rollón se prestaba a rendir
homenaje al monarca francés, terminando este proceso en el año 912 cuando el
caudillo de los normandos, Hrolf, latinizado Rolló o Rollón se cristianizaba en el siglo
XI y se le conoce cómo el vasallo del Rey de Francia occidental, Carlos el simple.
De esta forma nace el ducado de Normandía, aunque los sucesores de rollón lo
convirtieron primero en condado, y después en ducado desde aproximadamente el
1010, cuando ya había experimentado una expansión territorial y se había integrado
en El Mundo Franco. Va a ser capital en los siglos siguientes e integrándose en la
Francia carolingia del siglo 10. Estos forman dos pierden sus rasgos vikingos y
adoptan la lengua franca. A partir del siglo XI habrá que diferenciar a los normandos
vikingos y a los normandos del ducado de Normandía.
Varegos
Son escandinavos menos conocidos, conocidos más tarde como suecos, que se
movieron principalmente entre el Báltico y Bizancio. Pese a que la palabra varego
quiere decir comerciante, muchos varegos fueron en realidad mercenarios.
Precisamente sus primeras incursiones al sur del Báltico están vinculadas tanto con
propósitos comerciales como con su contratación como mercenarios a las órdenes de
señores eslavos y del imperio bizantino.
Su presencia en Bizancio fue muy importante. Aunque hubo comerciantes varegos,
sobre todo destacan los mercenarios, que llegaron a formar en el siglo X la llamada
Guardia Varega, muy próxima al emperador, que participó de forma destacada en
algunos hechos de armas, haciendo gala de su brutalidad en el combate. Parece ser
que la Guardia Varega pervivió hasta el 1204, cuando fue extinguida por los
caballeros latinos que se apoderaron de Constantinopla; pero para entonces a ella
pertenecían mercenarios de muy diverso origen, entre ellos muchos anglos, aunque a
todos ellos se les daba también el nombre genérico de bancos. Los mercenarios y
comerciantes varegos también llegaron hasta los territorios dominados por el islam.
Desde Bagdad se extendieron hacia el oriente musulmán, al que daban el nombre de
Serkland, llegando en sus expediciones hasta lo ella medio del mar caspio, quizás
hasta Uzbekistán.
Pero la expansión más importante es la de las costas del norte de Rusia. A partir del
siglo IX se instalan en el norte de Rusia, en tierras de población de fineses y eslavos y
comienzan a instalarse con las luchas eslavas, comenzando a expandirse en esos
momentos con los rusos (reino, gente de los barcos guerreros). Se originan en
anatomía guerrera, mercantil, dominada por una élite dominante, sometiendo a la
población finesa y eslava. A mediados del siglo IX fundan el Principado de Nosgordov,
que quiere decir la ciudad nueva, primera entidad política de la Rusia medieval.
Comienzan a avanzar hacia el sur, estableciendo factorías comerciales y alcanzan el
sur de esos territorios, fundando la ciudad de Kiev. Estos varegos unifican Nosgordov
con las tierras de Kiev y 6 levitan, perdiendo los rasgos vikingos. Estos rusos varegos
contacta con el Imperio Bizantino y como hemos dicho más arriba, van a tener
contactos con ellos, primero intentando conquistarla, fracasando y a partir de ahí se
van a establecer relaciones sociales y políticas con los bizantinos, recibiendo fuerte
influencia cultural y religiosa de estos y, por tanto, los varegos tienen una gran
importancia. En el 988 el príncipe de Kiev, Vladimir I (980-1015) se bautiza en el

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cristianismo ortodoxo, cómo parte de una alianza con el imperio bizantino, al casarse
con la hija del emperador. Con ese bautismo van a hacer la Rus de Kiev, que es una
unificación de varegos, eslavos y bizantinos.
d) El final de la era vikinga
Este proceso de expansión vikinga termina paulatinamente hacia el año 1000,
dándose estas expediciones vikingas y la culminación del proceso de maduración con
reinos consolidados: reinos de Suecia, Noruega y Dinamarca. También se da un
proceso de cristalización de estos pueblos hacia el siglo XI. Se integran estas
sociedades en Europa de esta forma.
IV. Consecuencias
Estas invasiones fueron la causa externa más importante de la crisis y
desestructuración del imperio carolingio, debilitándose y ayudando mucho a
este proceso.
Destrucción de gran parte del patrimonio cultural, quedando mal dañado en
ocasiones: saqueos, ataques, expediciones que contribuyen al proceso de
encastillamiento de la población, concentrándose la población Entorno a las
fortalezas, teniendo castillos y se concentran en torno lugares altos y bien
protegidos, favoreciendo al proceso de centralización, ya que la población se
agrupa en torno a estas torres, incrementando su autoridad los aristócratas.
Los campesinos van a ser acusados de muchos males
Afectan a las ciudades de forma positiva por la Constitución de nuevos Burgos
y se frenan ataques gracias a pequeños Burgos, aunque había negativas como
los saqueos y la destrucción.
Iglesia: muerte de clérigos, saqueos y destrucción de iglesias que dejan muy
tocada a la población.
Gran impacto psicológico: sensación de crisis, del fin del mundo.
Estas invasiones tienen también consecuencias positivas:
Activan a largo plazo la actividad económica, generando mayor moneda,
poniéndose en circulación el dinero que se encontraba atesorado.
Comercio marítimo: los normandos van a fomentar la actividad en el mar y la
conexión de territorios muy lejanos gracias al comercio, dándose relaciones
políticas, económicas y señoriales Entre Europa occidental con Europa oriental
y entre el Mediterráneo con los mares Báltico y negro.
Las invasiones van a conducir a cambios radicales, no pudiendo explicarse la
historia de ciertos pueblos sin estos fenómenos: Sicilia (musulmanes), Hungría,
Inglaterra (sajones), Rusia (Rus de Kiev).
7.2. La Europa post-carolingia: reyes, señores, monjes, campesinos y
mercaderes
I. Los principados territoriales y la maduración de una sociedad señorial
En el siglo IX la Europa post-carolingia está dividida en el Reino de la Francia
occidental, Reino de Borgoña-Provenza, Reino de Italia, Reino de Germania, a los que
hay que unir los reinos hispánicos de Asturias, Navarra, los vascones y el condado de
Barcelona, además de los reinos anglosajones. Son territorios gobernados por reyes
más o menos fuertes, condicionados por la aristocracia. La alta aristocracia se va a
establecer en los principados, que son los herederos de los antiguos cargos
carolingios, con formato un poco similar, estando vinculada a aristocracia al rey con

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relaciones de fidelidad y contratos vasalla ticos. Estos condes y duques gobernaban


condados y ducados ya patrimonializados. A estos territorios grandes los llamados
principados regulares o territoriales (expresión historiográfica a los territorios grandes
de aristócratas). Tenemos varios núcleos de poder: latifundios, fortalezas, torres,
castillos, monasterios y las ciudades.
El poder de esta aristocracia está basado en vínculos personales de parentesco, de
fidelidad personal y de amistades. El poder de estos condes no es Homo génico
territorial completo, es un poder que tiene huecos y lagunas. Además, estos grandes
aristócratas tenían que compartir su poder, necesitaba a otra mente, necesitándose a
los señores locales, que gobiernan en su nombre y éstos a su vez necesitan al Conde
o al duque para asegurar su dominación, siendo el que se muestra o se deja ver el
obedecido, gobernando en nombre del cargo.
En los siglos IX y X se produce un reparto jerarquizado del poder, de arriba a abajo:
alta aristocracia se reparten las tierras, las rentas, la justicia, la autoridad, las torres y
los castillos; y los señores locales que eran sus grupos vasallos. La propiedad en
estos siglos es un sistema señorial, de dominio y orden socioeconómico,
tradicionalmente llamado sistema feudo-vasallático. Estos aristócratas tienen un modo
de vida particular, proveyendo para repartir vienes, armas y cargos con el que da
cosas a los que no tienen. Esto está marcado en la vida aristócrata por la ostentación:
esta visibilidad y aspecto exterior es importante: los gastos se van a ir repartiendo,
caracterizándose también por las guerras.
Se impone la forma de combatir a caballo, se sigue combatiendo a pie, pero la
caballería se va a imponer en el ámbito occidental y en la aristocracia se va a dar un
arte especializado, mucho entrenamiento desde que se es un niño, dándose un
combatiente muy especializado y siendo los que no tienen que trabajar para poder
subsistir. La práctica de combate a caballo se convierte en signo de su creación, ya
que tienen recursos y tiempo y esta forma de combatir da cierto prestigio social. En
esta época, a partir del siglo X es denominado miles (soldados; pl. 1000 milites),
empezándose a definir de esta forma a quienes combaten a caballo. También se usa
el término caballerías (plural caballari), dándose el tránsito de Guerrero a caballo al
específico caballero.
Desde el siglo IX se van a multiplicar las torres y castillos, habiendo más a partir del
siglo XI. Anteriormente había muy pocos edificios de esta forma, sabiendo de madera
y en piedra, convirtiéndose en esta época una arquitectura de prestigio, ya que van a
ser propiedad de los condes y los duques. Los castillos van a dominar el paisaje,
siendo su erección una política militar y social de los aristócratas, con un progreso de
fidelización, dándose una transición y cambio en la aristocracia, teniendo mucha
importancia la jerarquía de la alta Edad Media. Aun así, cabe destacar un matiz
importante, que esta jerarquía no es todavía nobleza, solo son familias aristócratas. La
nobleza antes de la plena Edad Media es una consideración personal y familiar, siendo
nobles por cualidades personales, siendo discreta simplemente según por las virtudes
personales y familiares.
II. El mundo rural
Hablamos de un mundo todavía profundamente rural, basándose en el control de la
tierra con una población campesina que vive en poblamientos rurales dispersos. A
partir del siglo VIII se da una fase de articulación del hábitat rural, a veces en torno a la
iglesia, teniendo aldeas (todavía no hay pueblos, tardando un tiempo en aparecer). El

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tiempo va a estar marcado por las labores agrícolas, viviéndose de día bajo la luz
natural y es peligroso, todavía no hay electricidad y habiendo un calendario natural
agrícola, basándose en los tiempos de siembra, cosecha y matanza. Se va a marcar el
tiempo con el calendario litúrgico Cristiano, marcando la vida de las personas
(Adviento, Navidad y Cuaresma), habiendo celebraciones religiosas (Santos y fiestas
de la Virgen) y está marcado el tiempo diario por las campanas de iglesias y
monasterios, dándose una economía rural rudimentaria.
En los siglos IX y X se dan mejoras técnicas inventadas en ese momento, que tienen
poco impacto económico y generalizan una práctica más extendida. Se dan mayores
cultivos de cereales, hortalizas, olivo, bit, cultivos y rotación Bienal: división de tierra en
dos parcelas que se van a ir alternando. La producción agraria en el campo se va a
complementar con la ganadería, salvando los animales un mal año y la explotación del
bosque, proporcionando madera, miel, productos silvestres, pesca y caza, siendo
fuentes de ingreso y alimentación esencial, contrabajo artesanal doméstico, además
de que los campesinos van a fabricar textiles, armas y maderas.
Hablamos, por tanto, de la economía agraria de subsistencia, pero es economía en la
que no hay caricias graves, pudiendo un mal año o ataques poner en peligro a
familias y sociedades, pero por lo general no hay grandes hambrunas.
III. La actividad comercial
Se van a observar desde el siglo VIII mejoras en la agricultura, con un cambio
climático natural, seco y caluroso, que mejora la semilla del cultivo, con progresivo
crecimiento de población y, por tanto, de tierras cultivadas, mejorando la producción.
En paralelo, en estos siglos hay un resurgir de la actividad comercial, conociéndose
mejor con un resurgir del comercio a larga distancia, que en este momento es
minoritario pero va a ir aumentando. Lo que sí va a haber es un gran comercio local, te
generalizándose los grandes dominios (latifundios, grandes propiedades y ciudades,
polos de actividades comerciales): se ve favorecido por la unificación del sistema
monetario carolingio que favorece la actividad comercial y los mercaderes tienden a
agruparse y profesionalizarse, dominando mejor las prácticas y actividades, creando
Burgos, agrupaciones de casas donde viven y trabajan en torno a las abadías y las
ciudades: agrupación de mercaderes en las ciudades, con el repunte del comercio de
lujo, llevando una vida de ostentación y de gasto: esclavos, pieles, caballos… A partir
del siglo X se multiplican los mercados, las ferias y las factorías comerciales, sobre
todo en las costas.
IV El resurgir de la vida urbana
Se observa en este periodo un resurgir corte progresivo de la vida urbana: las
ciudades comienzan a desarrollarse tras un período de declive, con dos tipos de
poblamiento urbano: Norte de Europa se fundan muchas factorías comerciales,
asentamientos costeros, llamándose a las fuentes vicus (pl. vici), teniendo dos muy
concretos: Quentovic (norte de Francia), destruida por los vikingos en los 1242 y
Euforwic, anglosajón, = Jorvik, York. Protagonizan el comercio atlántico los vic en esta
época: que son de madera (por lo que no todos perduran), algunos se convierten en
ciudades; otros desaparecen.
En el sur de Europa: hay una red urbana de ciudades que han mantenido sus
funciones, siendo edificios de piedra (murallas, catedrales), contando con fisonomía
polinuclear, teniendo varios núcleos. Hay varios polos: zona episcopal (catedral, casas
de los clérigos,...); zona de barrio o condal (donde está la fortaleza); polo artesanal (no
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necesariamente unido a los otros); polo comercial; zonas de pasto. Además, la


población es poliactiva: artesanos, comerciantes, campesinos (que siembran dentro de
la muralla).
A partir del siglo X algunas regiones tienen un crecimiento urbano debido a un
aumento demográfico, la producción agraria, así como del interés de reyes, obispos y
señores. Estas zonas son el noroeste de Germania (la zona del Rin), norte de Francia,
de Inglaterra y España y la zona de Rusia. Estas ciudades aumentan en número y
comienzan a crecer porque en ellas se acumulan los excedentes agrarios y se realizan
las actividades comerciales (ahí se llevan los productos para el comercio). Los señores
con sus dominios favorecen el crecimiento de las ciudades porque a ellas llevan sus
productos para el comercio.
La región de Europa donde mejor se percibe este fenómeno es Italia y es debido a
que es una zona muy romanizada, con ciudades que habían resistido la crisis del siglo
VI y VII; seguían siendo centros políticos y administrativos; eran residencias de la
aristocracia urbana (no en el norte) y a partir del siglo X se observa un rápido
desarrollo gracias al comercio marítimo de Génova, Pisa, Amalfi, Nápoles, Venecia
(ésta se funda con las invasiones de los germanos, pero es una ciudad bizantina de
siempre). A partir del siglo IX Venecia se independiza del Imperio Bizantino, crea una
flota y comienza a expandirse en el Mediterráneo oriental y a convertirse en una
potencia política.
Por tanto, el balance de la situación económica año 1000 podemos afirmar que se
observan síntomas claros de una recuperación económica general; un desarrollo
urbano, agrario y del comercio; aumenta la circulación monetaria, todo anuncia el
cambio de época.
7.3. El reino de Germania y la restauración del Imperio: los Otones (888-1024)
Los orígenes del Sacro Imperio Romano Germánico se relacionan con la
desintegración del imperio carolingio, pues en él estaban integrados todos los
territorios alemanes en los que surgió la nueva entidad imperial. Sus emperadores
eran plenamente conscientes de los vínculos que existían, pues se recogieron de
manera muy evidente el legado ideológico de los carolingios, Que dominó la
imaginación de los otónidas y sus sucesores, pasando rápidamente al reino de lo
mitológico, al tiempo que se procedía a su conversión en un punto de referencia del
prestigio dinástico. Aunque en esta época todavía tenemos que denominarlo cómo
reino de germanía o imperio germánico.
Las características de este ritmo es que está organizado en ducados, destacando los
de Sajonia (conquista de Carlomagno); Franconia, Turingia, Lorena (antigua
Lotaringia), Suabia y Baviera. La monarquía en este reino es selectiva, no hereditaria,
y dependiendo del apoyo de los duques con la creación de dinastías. Aun así, es una
monarquía fuerte teniendo el rey amplio poder y capacidad para controlar los duques y
se apoya en los condes y abades. A principios del siglo X el trono del reino de
germanía, pertenecido anteriormente a los carolingios, pasó a los duques de Sajonia
que se convierten en Reyes de germanía.
I. Otón I y el Imperio Germánico (936-973)
Todo empezó cuando se extinguió la rama de la industria carolingia que había
gobernado los territorios de la Francia Orientalis, el germen de Alemania. Tras dicha
extinción, los grandes señores alamanes, los duques se reunieron para escoger a un

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nuevo rey, alumbrando una monarquía en un principio electiva. Desde ese momento sí
venció el poder de los grandes alamanes, que eran capaces de imponerse sobre el
mismo rey, que se vio obligado a consolidarse en el trono no sin luchas ni
quebraderos.
Ese poder de los grandes alamanes está vinculado con la situación de las tierras sobre
las que ejercían su poder, marcadas por su condición de frontera frente a algunos
peligros participantes en las segundas invasiones, como eran vikingos y húngaros.
Entre los grandes alamanes se incluye tanto a los duques, que habían conseguido en
la mayor parte de los casos imponer una sucesión de carácter hereditario, pero
también los prelados. Unos y otros estaban destinados a jugar un relevante papel en
los tiempos del sacro imperio romano germánico.
El rey escogido por los grandes alamanes fue Enrique primero (918 al 936), hasta
entonces Duque de Sajonia, conocido como el pajarero, quizás porque cuando le fue
comunicada a su elección real se encontraba cazando con aves de cetrería. El nuevo
soberano no solo logró dominar a la nobleza, sino que también luchó con éxito frente a
los invasores que atacaban las tierras alemanas, húngaros y eslavos, esencialmente.
Un paso muy importante en la reconstrucción de la monarquía alemana fue el acceso
a la corona de Otón I (936-973). Aunque la monarquía germana era electiva, Otón I
era hijo de Enrique primero, que logró imponerlo como su sucesor. En cualquier caso,
y tal como había hecho su padre en el pasado, el nuevo soberano también tuvo que
luchar con los nobles para consolidarse en el trono.
Un aspecto esencial de su reinado fue la importante política exterior que se desarrolló
durante el mismo, dominada claramente por conseguir una expansión territorial. Esta
se realizó, al menos en gran medida, a costa de los eslavos, pues se orientó
esencialmente hacia el este, produciéndose el inicio de lo que se ha dado en llamar
Drang nach Onstein, la gran marcha hacia el este, que supuso también un proceso de
propagación del cristianismo, como demuestra el interés que se puso a la hora de
crear una red eclesiástica, destacando la fundación de la diócesis de Magdeburgo
(967).
Otón también se vio obligado a defender los límites de su reino frente a algunos de los
más destacados protagonistas de segundas invasiones, singularmente contra los
húngaros, a los que derrotó en Lechfeld (955), obligándolos a replegarse sobre la
panonia, donde se instalaron definitivamente. Esa victoria fue uno de los pilares sobre
los que se asentó la ulterior coronación imperial de Otón I, pues tras dicha victoria
Widukind de Corvey, en su obra Res Gestae, ensalzó a Otón, comparándolo con
Carlomagno y otorgándole ya el título de emperador. Musset se refiere al Lechfeld
como uno de los mayores acontecimientos de la historia europea. Inmerso en su lucha
contra los invasores que hostigaban el Occidente europeo, Otón I se planteó, incluso,
la posibilidad de atacar el enclave musulmán de Fraxinetum (968), aunque tal plan
nunca llegó a ponerse en práctica.
Finalmente, y siguiendo la estela de Carlomagno, extiende su autoridad interviniendo
activamente en la península itálica, al tiempo que estrechaba sus relaciones con el
pontificado. Esta intervención lo llevó a luchar contra los lombardos, a los que derrotó
en el campo de batalla. Precisamente fueron las estrechas relaciones con el papado,
Unidas a sus destacados éxitos militares, las que propiciaron su coronación imperial
en el 962, En la Basílica de San Pedro de Roma, en manos del papa Juan XII (955-
964). Una coronación que reconocía Otón como el más poderoso gobernante del

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Occidente europeo en ese momento. Entre otras cosas, el papa pretendía que la
corona imperial que entregaba Otón I le sirviera de salvavidas. No fue así; aunque el
flamante emperador no pretendía la generación de un papado quedaba ya demasiado
tiempo hundido en el desprestigió, se acabó cansando de Juan XII, cuyas acciones le
ponían continuamente en entredicho. Tras su deposición, se impuso la costumbre de
que los papas, para poder serlo de forma efectiva, rindieran homenaje al emperador,
que, además, se arrogaba una parte importante en su elección; así, se iniciaba una
etapa durante la que los pontífices fueron hechura de los emperadores, que buscaban
por encima de todo hombres dóciles frente a su autoridad (política cesaropapista).
La coronación imperial de Otón I supuso la creación de lo que se ha dado en llamar
Sacro Imperio Romano Germánico, en el que se recogía la herencia de Carlomagno,
que fue objeto de una más que evidente mitificación. Era un imperio marcado por la
impronta del cristianismo, que creía hundir sus raíces en el mundo romano a través del
legado carolingio; un imperio que estaba destinado a perdurar durante siglos,
trascendiendo los tiempos medievales. Aun así, en esta época se conocía como
imperio romano, esta expresión es no medieval, ya del siglo XIX. Se hablaba de
imperio romano en el siglo XIII y se añade el término sacro. Nosotros lo llamaremos el
imperio germánico, que abarcó comprende el Reino de germanía, el de Italia, el de
Borgoña-Provenza y el Ducado de Bohemia. Es una entidad política fundamental y se
prolonga en varias fases y dinastías durante toda la Edad Media; continuando en el
siglo XVI con los habsburgo, yendo hasta el siglo XIX, y finalmente podemos decir que
es de forma secundaria sigue en el imperio húngaro a principios del siglo XX.
Podemos también destacar que desde el siglo 10 el emperador es la máxima
autoridad política del imperio Cristiano, descendientes de Carlomagno, cuya autoridad
está por encima de los Reyes. Aun así, en la práctica, es una autoridad ficticia, ya que
estos Reyes no le deben sumisión.
II. Otón II (973-983) y Otón III (983-1002)
Los sucesores de Otón I son Otón II (973-983) y Otón III (983-1002).
Otón II (973-983)
A Otón I lo sucedió su hijo Otón II (973-983), protagonista de un reinado que terminó
de forma un tanto abrupta, cuando su protagonista parecía tener todavía mucha vida
por delante. Fue el suyo un reinado problemático, marcado por las sublevaciones de
las revoltosa nobleza alemana, también por las nuevas campañas en Italia, amén de
por un levantamiento eslavo que fue complicado de sofocar.
Se va a casar con una emperatriz bizantina, siendo Adelaida de Italia, demostrando
esto la consolidada orientación italiana del imperio, que comienza en el siglo X y se
mantiene hasta el XIII. Miran sobre todo a Italia porque es una región enorme,
estratégica, muy poblada y urbanizada, lo tiene todo para ser “la joya de la corona”.
Otón III (983-1002)
La muerte prematura de Otón segundo sentó en el trono imperial a un niño de corta
edad, Otón III (983-1002). El nuevo emperador recibió el legado de su padre, pero
también el de su madre. La emperatriz Teófano había llegado a la corte imperial
alemana procedente de Bizancio; Otón I había solicitado la mano una princesa
bizantina para su hijo y heredero buscando, entre otras cosas, la normalización de
relaciones con el otro imperio que, Por otra parte, poco podía hacer contra lo sucedido
en tierras alemanas.

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Cuando finalmente tomó en sus manos las riendas del imperio, Otón III suscitó en
torno a sí muchas esperanzas, llegando a convertirse en el portador de un brillante
futuro para toda la cristiandad. Al llegar a su mayoría de edad, el emperador fijó su
residencia en Roma, empeñado en dominar de forma efectiva Italia y en concebir un
nuevo imperio, en el que se habría aunado la herencia germana con la romano-
bizantina, con Roma como centro neurálgico.
También pretendía estrechar las relaciones con el pontificado, tal como hizo evidente
la elección papal de Gerberto de Aurillac, que había sido su preceptor (profesor).
Tomó el significativo nombre de silvestre segundo (999 al 1003), en recuerdo de
silvestre primero (m. 335), coetáneo del emperador Constantino y el pontífice con el
que se inició la estrecha colaboración entre el estado y el papado. Sin embargo, esas
esperanzas se truncaron debido a su fallecimiento, a la temprana edad de 21 años,
cuando hacía ya un año que los romanos, descontentos con su presencia, habían
procedido a su expulsión de Roma.
Podemos destacar que este rey es muy culto, estando en un contexto de of cultural
que se denomina como “Renacimiento Otoniano”. En sus años de reinado consciente
lo que hace es ampliar la influencia del imperio en la Europa oriental (Polonia y
Bohemia, pero principalmente en Hungría, siendo padrinos del caudillo de Hungría
Otón III y Silvestre II). Es un emperador culto que desarrolló una concepción teórica y
simbólica del imperio, la idea del imperio cósmico que postula que el emperador y el
imperio es el centro del universo, mientras que los demás pueblos deben girar en torno
a este, al igual que los demás plantas deben girar en torno a la tierra, que está en el
centro del universo).
Se da la representación omnipresente de símbolos romanos y bizantinos. Cabe
destacar que Otón III y Silvestre II vive en el año 1000, con esa visión del siglo XIX
según la que viven los errores de año 1000. Se habla del mito de la leyenda negra de
la Edad Media, aunque no hubo tales errores generalizados en torno al año 1000, que
si se dieron en el 2000 con la explosión de los ordenadores y en el 2012 el calendario
maya dictó el fin del mundo. En el 1024 llega otra dinastía, que acaba con la dinastía
carolingia y la alta Edad Media.
7.4. El reino de Francia: la instauración de la dinastía Capeto (888-1031)
Es una monarquía debilitada que ha perdido prácticamente todos sus poderes (cargos
privatizados, autonomía fuerte de la aristocracia que hace que no puedan los Reyes
ejercer justicia). Está fragmentado en grandes reinos editoriales, patrimonial izados y
son territorios que se conocen como grandes ducados: Bretaña, Normandía, Aquitania
y Lascuña; grandes condados: París, Champaña, Flandes, Anjou, Tolosa y Barcelona.
A partir del siglo X esta monarquía franca pierde el control de los territorios más
meridionales, alejándose de la monarquía y comienzan una historia autónoma,
separada y distinguiéndose dos espacios culturales, lingüísticos y políticos: norte
francés con lengua d’oui y sur espacio a lengua de oc (languedoc). Para compensar su
debilidad, esta monarquía débil se va a apoyar en la Iglesia: los obispos y los abades
van a ser el sostén de la monarquía franca, con un gran poder de los aristócratas.
Después del 888, en esta Francia occidental se inicia la lucha por el trono de los
últimos carolingios (Carlos el Calvo) y los condes de París, finalmente ascendiendo la
dinastía de los capetos. En el 987, el Conde de París, Hugo Capeto se convierte en
rey de Francia e instituye esa dinastía de forma sólida, reinando en Francia desde 987
hasta el siglo XIV. A partir del siglo XI, en este momento histórico se produjo el paso

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de la Francia occidental carolingia al reino de Francia, hablándose también de


franceses en el norte.
7.5. Britania: anglosajones, daneses y escotos (s. VIII-1066)
I. La hegemonía de Mercia
La consolidación de los anglosajones en Inglaterra y su conversión al cristianismo en
el siglo VII produjeron una cierta territorialización política de sus agrupaciones sociales
bajo caudillos regionales. A comienzos del siglo 8, la hegemonía de northumbria sobre
el resto de reinos Anglosajones fue heredada por el Reino de mercia. El largo reinado
de Offa (757-796) contribuyó a asegurarla con sus decisiones en materia de
administración territorial, que organizó sobre la base de condados o shires, a cuyo
frente situó situó los earldormen de nombramiento real, con la acuñación de las
monedas y en la elaboración de leyes escritas. Este modo de organización, que está
hecho a modo franco, siendo una organización territorial más madura. Este rey elabora
leyes escritas y consolida la mejoría de los anglosajones, teniendo aspiraciones a
conseguir la unificación del sur de la isla, que le impulsaron a construir un largo muro
de tierra con empalizadas (el llamado Offa’s dyke) que defendiera sus dominios de la
amenaza de los galeses.
II. El reino de Wessex y las invasiones danesas: Alfredo el Grande (865-980)
A partir del siglo IX, con la desaparición de Offa de Mercia, la supremacía se desplazó
más al sur, al reino anglosajón de Wessex, donde, inicialmente, correspondió al
monarca Egberto (802 al 839), que adoptó el título de bretwalda. Los ataques de los
vikingos interrumpieron su tarea de unificación de la isla. En el año 865 se inicia una
invasión danesa de la Inglaterra anglosajona, apoderándose y destruyendo todo el
norte de Inglaterra, esto es, los reinos de Northumbria, Anglia y Mercia.
Solo el de Wessex mantuvo su independencia ante ellos. La resistencia del reino la
organizó, sobre todo, Alfredo el Grande (871-900). Es el más importante de los Reyes
anglosajones, referente místico en la historia inglesa. Es un rey guerrero al estilo de
Carlomagno, dirigiendo las operaciones y siendo un buen estratega, derrotando y
frenando avances de los daneses, consiguiendo reorganizar el Ejército con mejoras en
el sistema militar: construye Burgos fortificados con red que frene estos avances,
convirtiéndose en ciudades y construyendo una flota anglosajona. Esta victoria le
permitió establecer una línea demarcación entre las zonas de dominio de los vikingos,
en concreto, daneses y los anglosajones.
Tal línea desde Chester hasta la desembocadura del Támesis, dejaba al norte las
tierras sujetas a la ley de los daneses (Danelagen). En estas tierras que estuvieron
bajo el poder danés todavía se da la huella de la presencia danesa.
La reducción del territorio permitió al monarca ensayar una política de cohesión social
y cultural que dio como resultado que, por primera vez en Inglaterra, un jefe se
considerará más inglés que miembro de una tribu territorializada. El cobro de
impuestos, la intensificación de las transacciones mercantiles dentro del reino y con
los daneses y la protección del patrimonio cultural anglosajón con una preocupación
por la formación de los súbditos, con apoyo a las traducciones y al cultivo de la
historia, la filosofía y la lengua latina en los monasterios, completaron los objetivos
militares y políticos de Alfredo el grande.
El fortalecimiento del poder real en Wessex permitió a los sucesores de Alfredo el
Grande iniciar la reconquista de los territorios situados al norte de la línea

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demarcación. Su objetivo lo alcanzaron a mediados del siglo X, cuando la fuerza de


los daneses disminuyó tanto en Inglaterra como en el continente. Esta ampliación de
webs a la primera mitad del siglo 9 ya es consciente de esta realidad cuando Athelstan
de Wessex (924-939), que como rey de los sajones y después se titula el mismo como
“Rex totius Britanniae”, Rey de toda la Britania.
Junto a la ampliación territorial, los monarcas alcanzaron otros dos objetivos. Por un
lado, La reforma eclesiástica encabezada por Dunstan; de otro, el impulso de la
administración territorial del reino.
La base de esta siguió siendo el conjunto de condados o shires que se debían de
marco al ejercicio de 3 tipos de autoridad: la militar, del earldorman; la religiosa del
obispo, y la fiscal y judicial del sheriff. Las perturbaciones ocasionadas por los ataques
vikingos afectaron a ese esquema organizativo, reforzando el papel de los earldorman,
quienes llegaron e hicieron hereditario su cargo. Como había sucedido en el imperio
carolingio, el principio de que no hubiera hombres sin señor hizo que los antiguos
lazos de parentesco fueron doblados o sustituidos por los de la fidelidad y vasallaje en
beneficio de los fanes o señores; prácticamente, uno por aldea.
III. La Inglaterra anglo-danesa (980-1066)
A finales del siglo IX, los daneses que no han sido conquistados por la Inglaterra
anglosajona realizan menos ataques y ya no son bandas de guerreros, sino Reyes de
Dinamarca, culminando con la conquista de toda la Inglaterra anglosajona por los
daneses, uniéndose al imperio danés. El momento culminante es el reinado del Rey
Krunt el Grande (1027-1035). Este monarca lo que hace es crear un imperio danés,
que unifica Dinamarca, el sur de Suecia, Noruega e Inglaterra. Krunt, además, es un
monarca cristiano, ya integrado en el Occidente de su época. A finales del siglo 10 y
principios del siglo 11 podemos decir que es una sociedad anglo danesa, una
sociedad con organización y estructura germánica protofeudal. En el año 1035 Krunt el
Grande muere y su imperio se disuelve a su fallecimiento, recuperando su
independencia y su antigua dinastía anglosajona, reinando de nuevo y llamándose
Eduardo el confesor, rey anglosajón que comenzó su reinado en el 1036.
IV. Las tierras del norte: del reino de Alba al reino de Escocia (ss. VII-XI)
En los siglos VII, VIII y IX, las tierras del norte están habitadas por pueblos de origen
celta: pictos (reino de Fortum y el de Alba), escotos (reino de Dál Rata, Dalriada),
barbaros (reino de Alt Clut o Stratchclyde) y anglosajones (reino de Bernicia). Se da
una aportación política. A partir del siglo VIII los pictos y, sobre todo los escotos,
comienzan a imponerse de forma importante, siendo un rey importante Kenneth I (c.
841 al c.859), siendo el rey de los pictos y de los escotos, llamándosele el primer rey
de Escocia. Se dice que a mediados del siglo IX comienza el Reino de Escocia,
aunque hay que esperar a que Donald II (884-900), rey de Alba, que sí sería el primer
rey de un territorio unificado, que sería el precedente directo del reino de Escocia,
reino propio y diferente de los anglosajones.
7.6. Los reinos y condados hispanos: génesis y consolidación (711-1035)
Se representa un periodo histórico denominado en el siglo 19 como reconquista,
marcando toda la historia hispánica de la Edad Media. Surge en zonas marginales de
montañas: cordillera cantábrica y Los Pirineos.
I. El reino de Asturias

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La entrada de los musulmanes en la península en el año 711 y el rápido control de las


mismas supusieron la extinción del reino hispano godo. En el norte surgieron pronto
unos focos de resistencia al islam. De todos ellos, el de Asturias fue el más precoz y
consciente de recoger la herencia del reino visigodo de Toledo. El núcleo de población
está formado por astures, cántabros y refugiados visigodos. El nacimiento se da en el
782 con la batalla de Covadonga, vencida por Pelayo, primer rey de Asturias, cuya
capital es Cangas de Onís. En el siglo IX Alfonso primero (739-757). Incorpora Galicia
y el Valle del Duero al reino.
Su consolidación como reino de Asturias se efectuó durante el largo reinado que
Alfonso segundo (792 al 842), que trasladó la capital a Oviedo y quien, con la ayuda
de jerarquía eclesiástica, recuperó conscientemente la herencia visigoda, tanto en la
administración civil con el officum palatinum como en la eclíptica con la creación de
obispados y el estímulo a los monasterios. La aparición del presunto sepulcro del
apóstol Santiago en Compostela sirvió para fortalecer ideológicamente el Reino.
Estamos ante un reino de actividad cultural importante, con las construcciones de San
Miguel de Lillo y Santa María del Naranco. Además, en esta época está un monje,
Beato de Liébana (730-798), que escribe los famosos beatos a finales del siglo VIII y
los editores estudiando XIV se describen en los límites del reino (Finisterre).
En la segunda mitad del siglo IX se da el crecimiento de la sociedad del reino,
combinado con la crisis del emirato de Córdoba, permitió a Alfonso III (866-910) el
control del Valle del Duero. Al mismo tiempo, el propio monarca, contemporáneo
Alfredo de Wessex, dirigió una tarea de deliberada creación de una memoria histórica
que, a través de las crónicas (crónica albeldense, crónica profética y crónica de
Alfonso III), vinculado a definitivamente el Reino de Asturias al visigodo de Toledo con
los éxitos de Alfonso III, con la ampliación del reino, no pudieron evitar que su
autoridad se viera debilitada en las áreas periféricas del mismo, Galicia y Castilla. El
traslado en el 910 de la capital de Oviedo a León (denominación del Reino de Asturias
cambia a Reino de León), lugar más central para el conjunto del reino, no evitó a
nuevos Reyes tener que delegar la autoridad o reconocer la que, de hecho, poseían
las historias regionales en los diferentes condados en que se dividía el Reino. A
mediados del siglo X, con Fernán González, Castilla era yo una especie de Principado
territorio autónomo del tipo de los que se han visto nacer con la desgravación del
imperio carolingio. Será esta fragmentación interna del siglo X y sufre la hegemonía
del califato de Córdoba, con Abd-al-Rahmán III y Almanzor, atacando todos los
territorios cristianos y destruyendo las capitales.
II. El reino de Pamplona
En Los Pirineos occidentales se da una zona de población vascona muy influida por
los carolingios, que más tarde va a ser denominado como Reino de Navarra. Está
influenciado por los carolingios, siendo su capital Pamplona y el monasterio de San
Salvador de la Laguna el más importante. Se expande hacia el Valle del Ebro, época
de esplendor en torno al siglo XI.
III. Los condados aragoneses
Ocupan el Pirineo central, estando en la órbita carolingia y organizándose en
condados, siendo el más destacado el condado de Aragón. La capital del primer
condado es Jaca y el centro espiritual de San Juan de la Peña. Entre los siglos X y XII
van a estar unidos a los navarros.
IV. Los condados catalanes

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Territorios conquistados por Carlomagno, con presencia física de carolingios. El


condado de Gerona es conquistado en el 785 por Carlomagno y el 801 el de
Barcelona. Se van a combinar en esta población a franceses, refugiados visigodos y
locales, dándose las marcas de Urgel, Barcelona, Cerdaña, Ampurias y Gerona.
17

Wilfredo el Velloso (868-897): finales del siglo IX, inicia la hegemonía del condado de
Barcelona, teniendo hegemonía en esta región y su capital será Barcelona, cuyo
centro intelectual va a ser el monasterio de Ripolli (Gerona), perteneciendo a los
condes de Barcelona.
Los territorios aragoneses, catalanes y navarros sufren la hegemonía árabe, siendo
destruida Barcelona en 795 y esto va a suponer un punto de inflexión, recuperándose
ya en el siglo XI.
7.7. La evolución de los pueblos eslavos
En los siglos VI y VII se expanden con origen oscuro, indoeuropeo, dándose en los
siglos VIII y IX la invasión política y cristianización de los eslavos, además de
formarse las propias políticas aisladas, definiéndose diferentes entidades políticas de
estos pueblos:
Eslovenos: son eslavos del sur que se sitúan en la región al norte de los
Balcanes, cerca de Italia y de los germanos, cristianizando se en el catolicismo
y con órbita católica del reino de los francos.
Croatas: en torno al año 900 forman el Reino de Croacia. Va a ser un reino
también de la órbita católica, occidental.
Serbios: grupo eslavo que evoluciona por influencia búlgara y bizantina. No
llegan a formar un reino, pero su influencia búlgara hace que sean ortodoxos.
Moravos: dan nombre a la región de Moravia (Eslovaquia y Chequia). Al
principio del siglo IX están bajo el dominio carolingio. En época de Carlomagno,
se convierte en ducado con Luis el Piadoso, expandiéndose a finales del siglo
IX con otros territorios eslavos y formándose el ducado de la gran Moravia. En
torno al año 900 se convierte en la principal potencia Eslava gracias a la
expansión integrándose en la cristiandad occidental católica. A principios del
siglo X se establecen los magiares y destruyen el ducado de la Gran Moravia,
desapareciendo a raíz de la presión de los magiares.
Bohemios: vienen de la región de Bohemia (República Checa actual). Esta
región está dominada por los chicos de la ciudad de Praga. Por influencia
occidental y germánica se llaman duques de bohemia, dominados por los
señores de Praga y unidos al ámbito germánico. Su figura clave es la de
Wenceslao I (915 al 922; Wenceslao para los checos). Este territorio se va a
cristianizar, iniciándose la conversión y nace la bohemia medieval tal y como la
conocemos. Va a estar vinculada al imperio germano como ducado.
Eslavos del Báltico: había zonas de fronteras mal controladas (marcas), que se
encuentran al margen de la realidad del imperio germano. En el siglo X intentan
cristianizarlos y absorberlos con la Fundación de monasterios y con los
misioneros. Finalmente, no prosperan estas campañas y en el siglo XII se
encuentran marginadas estas zonas.
Polacos: formaban dos entidades. Por un lado tenemos a los viulanos (se les
llama también vistulano). Estos se desarrollan en la zona sureste, siendo la
pequeña Polonia con capital en la ciudad de Cracovia. Su grupo vecinos son
los polanos, que a mediados del siglo X (950) crean política más amplia y
sólida (Ducado de la Gran Polonia), con capital en Poznan. Es un territorio bajo
fuerte influencia germánica y explica por qué los polacos se cristianizan en un
cristianismo católico, a pesar de estar lejos de Occidente. A finales del año
1000 este ducado de Polonia acoge su máxima expansión, con tropas de
Boleslao I (992-1025), acogiendo buena parte de los territorios vecinos, un
territorio enorme que sustituye a Moravia, siendo más grande y una entidad
política muy importante. Casi se convierte el ducado en reino, pero no lo
consigue y va a seguir siendo ducado durante un prolongado período de
tiempo.
También se dan los grupos bizantino-eslavos y del Rus de Kiev, que han sido
mencionados anteriormente a lo largo del tema.
TEMA 8. RESURGIR DE BIZANCIO Y FRAGMENTACIÓN DEL ISLAM
(siglos VIII-XI)
8.1. El Imperio Bizantino: del repliegue al segundo apogeo
I. La dinastía Isáurica y el repliegue de Bizancio (717-867)
a) Retrocesos territoriales y cambios internos
En torno a los siglos VIII, IX y X entramos en una etapa diferente en el imperio
bizantino, época protagonizada por dos dinastías: Isáurica (717-820) y la Frigia (820-
867): dinastías inicialmente importantes.
La situación inicial en el siglo 8 es que es un imperio reducido territorialmente respecto
a los tiempos anteriores, yendo desde Córcega y Cerdeña hasta Asia Menor,
quedando el mapa un poco empequeñecido. Sigue perdiendo territorios hasta
mediados del siglo IX:
En Italia, los bizantinos están muy mermados por los lombardos y los papas de
Roma, que aunque sigue siendo súbdito del imperio, es autónomo.
En el Mediterráneo se dan pérdidas de territorio y ataques constantes por parte
de los musulmanes.
En los Balcanes están los sábados (finales del siglo 8, hacia el 800); búlgaros y
eslavos (ocupan los Balcanes de forma autónoma cerró paréntesis.
En Asia menor se dan guerras continuas con los musulmanes, siendo guerras
de fronteras.
En el interior experimentan una lenta reorganización y una cierta recuperación,
haciéndose el territorio más sólido, con el declive de la aristocracia civil urbana y se
dedica al funcionariado, dignatarios y el gran comercio se quedan concentrados en
Constantinopla: declive de la vida urbana al partir del siglo séptimo, menos peso de la
aristocracia civil urbana y se da una mayor presencia de la aristocracia militar rural
como consecuencia de la formación militar bizantina.
b) Nuevos conflictos religiosos: la Querella de las imágenes
Es un nuevo problema religioso (ss. VIII al IX): conflicto iconoclasta con la querella de
las imágenes, afectando a la vida política y social. Este problema se da con el culto de
las imágenes y que existió siempre en el mundo cristiano, tema discutido con una
posición nueva, con dos posiciones: iconoclastas, cristianos que pensaban que no se
debían dar imágenes porque pensaban que eran peligrosas al dar lugar a la idolatría;
mientras que, por otro lado, se da la iconodulia formada por los partidarios de las
imágenes, posición dominante en Occidente. Un gran defensor de las imágenes es el
papá Gregorio I magno (“las imágenes son la Biblia de los iletrados”).
A partir del siglo VIII se da este conflicto por las siguientes razones:
Culto popular a las imágenes, estando exacerbadas y enormes hacia las
imágenes del siglo VIII. Se exacerban estas imágenes para conectar con Dios
y reabrir esta esperanza.
Iglesia oriental y bizantina de corriente tradicional a las imágenes con corriente
de cristianos, que no veían bien este culto de las imágenes y se ve alimentada
por otras religiones sin imágenes como el judaísmo y el islam.
Los monjes y los monasterios bizantinos han alcanzado un gran poder. Los
monasterios eran lugares de iconos y los monjes gestionaban su culto. Por

tanto, los principales beneficiarios eran los monjes, que tenían más influencia
política y social y los que más se beneficiaron. Los monjes eran cada vez más
poderosos e influyentes, escapando del control de la Iglesia bizantina (patriarca
de obispos) y cuestionan la autoridad religiosa del emperador (cesaropapismo
imperial).
Política de los emperadores isáuricos: reforzar el poder imperial y los
emperadores quieren recuperar la posición del emperador como intermedio
entre Dios y los bizantinos, papel de nexo arrebatado por los monjes e iconos.
Este conflicto iconoclasta es un conflicto muy largo con dos fases:
Primer periódico iconoclasta (726 al 787)
Comienza este periodo el emperador León III, el Isáurico (717-741), el emperador que
realizó el esfuerzo de recuperar poder imperial: iconoclasta como doctrina oficial,
siendo imágenes que dan lugar a idolatría y no hay que recuperarlas. Entonces
iconoclastas van a usar el símbolo de la cruz como imagen figurativa. Esta imposición
genera un choque frontal con los monjes y con el papado y la iglesia occidental
(consideran a todo esto una nueva herejía bizantina). Este iconoclasia alimenta la
separación con el papado, o lo que es lo mismo, la separación de las iglesias
orientales griega ortodoxa y la iglesia occidental católica latina. A mediados del siglo
VIII el papa deja de mirar al Imperio Bizantino y empieza a vincularse al Reino Franco,
ya que son quienes mandan en Occidente, pudiendo ayudar en la lucha contra los
lombardos y en el Imp. Bizantino, mientras tanto, ay emperador hereje.
Termina el 787, con el II Concilio de Nicea (VII Concilio comunicó, último Concilio
comunicó universal en el que van a participar los bizantinos), la emperatriz Irene (787-
802), comunica en este Concilio que es una desviación la iconoclastia, ya que las
imágenes se pueden venerar, pero no se pueden adorar.
Segundo periodo iconoclasta (815-843)
A finales del siglo VIII surge otro intento iconoclasta, dándose tras la pérdida de
territorios y, por tanto, una crisis interna y los emperadores necesitaban reforzar su
autoridad. Lo que les lleva a volver a iconoclastia es el reforzamiento de su autoridad.
Son aproximadamente 30 años, que terminan cuando Teodora, en el año 843,
emperatriz de Bizancio (regente del 842-853), restablece el uso de las imágenes. Para
la iglesia ortodoxa, Es Santa Teodora por la integración de las imágenes.
Consecuencias de estos dos periodos:
Los monjes y los monasterios van a salir reforzados y confirma su posición
como grupo influyente.
En el arte va a desaparecer la cultura bizantina, se perdieron muchas
imágenes y se destruyen mosaicos.
Este Concilio iconoclasta va a favorecer la separación de la Iglesia bizantina
ortodoxa, que contribuye a la separación de los dos mundos.
II. La expansión de la Iglesia bizantino-ortodoxa
En los siglos VIII y IX se da la expansión de la Iglesia ortodoxa bizantina a Europa
oriental. Se traduce en nuevas iglesias ortodoxas, que son hijas de la Iglesia ortodoxa
de Constantinopla. Esto contribuye al distanciamiento con la iglesia occidental católica,
porque tanto católicos como bizantinos van a disputarse los territorios de los pueblos
paganos.

Los organizan obispos y misioneros bizantinos para convertirlos. Hay dos figuras
destacadas que son san Cirilio Cirilo y san Metodio, hermanos conocidos como los
“Apóstoles de los Eslavos”. Van a evangelizar creando un alfabeto nuevo, adaptado a
las lenguas eslavas venido del griego. Este alfabeto se denomina cirílico, alfabeto
basado en el griego. Se convierten a los eslavos, El Reino de los búlgaros (en cierta
manera juegan con ambas cristiandades, aunque caen del lado bizantino a partir del
siglo con el kan Boris I) y a los rusos varegos del Rus de Kiev. Por tanto, los búlgaros,
eslavos y rusos pasan a la órbita religiosa, cultural y política del imperio bizantino,
llegando esto hasta nuestros días.
III. La dinastía Macedónica (867-1057)
Es una dinastía que va a profundizar en evoluciones anteriores, siendo conocida esta
dinastía pero muy importante.
a) El fortalecimiento del Imperio (867-959)
Se observa un fortalecimiento del imperio bizantino, reforzando los macedónicos la
administración y legislación, aprovechando un buen momento económico (mejora de
las ciudades y del comercio); socialmente se apreciaba el dominio de la aristocracia
militar y rural, con peso económico, social y político muy importante.
Se da la transformación del Ejército bizantino, dejando de ser un sistema defensivo de
termas y comienza a adoptar pautas defensivas, adaptándose a la nueva realidad y a
un momento importante en la cultura del desarrollo del ámbito intelectual: Focio (m.
841), patriarca de Constantinopla, es el hombre más sabio del imperio y es célebre por
protagonizar un choque directo con la iglesia occidental y se da el cisma de Focio (850
al 869). Este cisma significa que las dos iglesias se están separando, llegando a
enfrentarse y romperse un poco con ellas.
b) El segundo apogeo (959-1057)
Época de esplendor en todos los sentidos, siendo el segundo momento de apogeo del
imperio después del de Justiniano (siendo el último momento de apogeo). Es un
momento de expansión exterior, conquistando nuevos territorios y siendo emperadores
que son al mismo tiempo generales y siendo dominados como emperadores
generales.
El imperio se va a expandir en todas direcciones: En Asia menor van a ganar territorios
a los musulmanes: conquistaron Siria (recuperación de Antioquia), cerca de conquistar
Jerusalén, expansión del Mediterráneo (recuperan Chipre y Creta). Desde el sur de
Italia salen hacia arriba.
Basilio II (976 al 1025): es el más famoso de los emperadores soldados, alianza con el
Principado de Kiev, siendo alianza militar, política, familiar y religiosa y se conquista el
Reino de los húngaros, gran rival hasta entonces del imperio bizantino y absorbido
completamente por estos, de ahí su apodo Boulgaroktonos (“El que mata a los
búlgaros”).
Se da el apogeo en esta época del monacato bizantino: tienen peso grande con
monasterios bizantinos de Sicilia hasta Rusia: ocupan muchos territorios, con el
apogeo de la arquitectura bizantina con planta de cruz, contando con el pantocrátor y
con la Virgen Theotokos.
En el año 1057 termina la dinastía macedónica, con síntomas de crisis interna.

8.2. El Califato Abbasí y la fragmentación del Islam


I. El Califato Abbasí (750-909)
Años 750: caen los omeyas y entra en la cuarta etapa de la historia el califato abasí
junto es una historia larguísima que se divide en varias fases: etapa abbasí (750 al pr.
s. X); etapa de fragmentación del califato (principios del s. X al 1055); etapa mongol
(1055-1258)
a) La “Revolución Abbasí” y sus consecuencias
Gobernado este califato, son shíies (descendientes del profeta), liderando la revolución
anti-omeya y fundando un califato nuevo. Van a mantener las estructuras de los
omeyas, consolidándolas y llevándolas más allá. La gran novedad es que no estamos
en un califato árabe, siendo un califato más plural y es más persa. Si el califato media
se inspiraba en el Imperio Bizantino, los omeyas se inspiraban en el persa sanidad.
Los árabes se mantenían en el imperio y eran sustituidos por gente de Asia central y
turcos. Desde el punto de vista administrativo podemos destacar que es un califato
enorme y de auténtico imperio islámico, unificado por el califa, siendo unificado por la
religión oficial (islam) y el idioma oficial árabe y junto al árabe hay otra lengua que va a
pesar mucho: persa escrito en árabe (árabe farsi).
b) Los primeros califas abasíes
Abul-l-Abbas as-Shadffah (750-754): dirige la revuelta de los omeyas y es el primer
califa.
Al-Mansur (754-775, apodado “El Victorioso”)
Al-Mansur es conocido como el verdadero constructor del califato abasí,
consolidándolo y construyéndolo, siguiendo los modelos imperiales persas y
constituyendo este califato nuevo. En el 762 se da el traslado de la capital de
Damasco (actual Siria) a una nueva ciudad en el ámbito persa que es Bagdad, siendo
siendo denominada en ese momento vanidad siendo denominada en ese momento
Madinat-al Salaman (“La Ciudad de la Paz”), lo que confirma que este califato va a
mirar más hacia el oriental que hacia lo bizantino. Es la Bagdad de los abbasíes,
siendo la ciudad de las Mil y Una Noches, siendo la “Nueva York de esos tiempos”,
habiendo en el centro una ciudad Palacio denominada como ciudad redonda para
poder vivir y reinar desde ella. Lo redondo es la universalidad.
Harún al-Rashid (786-809)
El tercer califa, siendo el más famoso en Occidente. Es el momento de apoyo del
califato, la mujer que consigue camelar a califa y que hace que siga viviendo es
Seneraje. Se van a dar relaciones diplomáticas con Carlomagno, a pesar de que no se
verían nunca, contando con enemigos comunes (omeyas en Córdoba) y se cuenta que
al-Rashid envió a la corte de Carlomagno un elefante blanco gigante.
II. El declive interno y la fragmentación territorial: las dinastías emirales
A finales del siglo IX, el califato entra en una etapa más delicada y se va a dar un
proceso de fragmentación territorial, durando mucho tiempo: es un proceso de
fragmentación lenta y larga, comenzando a mitad del siglo 8 y culminando en el 10,
con una fragmentación total.

Causas de la fragmentación:
Falta de estructuras políticas capaces de mantener territorios grande e
inmenso.
Califato con profundas divisiones internas.
Diferencias tribales, étnicas, lingüísticas y religiosas.
Problemas sociales que contribuyen a esta fragmentación.
Luchas cortesanas por el poder: debilitan el poder del califa.
El califa pierde paulatinamente su autoridad política, quedando en manos de
los misiles, que acumulan poder y se los quitan al califa. También tiene menos
control sobre las tropas, siendo los turcos los jefes militares.
Deseo de autonomía los emires, que gobiernan en nombre del califa y
empiezan a gobernar de forma independiente, creando dinastías emírales.
Los territorios que se van dando fuera de autoridad del califa:
Al Ándalus: primer territorio que queda fuera del califato. Se independiza
totalmente del califato de Bagdad en el 756, en tiempos de Abd-Al Rahmán I,
dándose el Emirato Independiente de Córdoba.
Magreb (Marruecos): territorio de los idrisíes, con capital en la ciudad de Fez
(Marruecos). Este territorio se da a partir de 768.
Ifriqiya: gobernada por los aglabíes de Idriquiya. Es lo que luego será Túnez,
destacando su capital o va a ir a Juan, con la mezquita de los agravios.
Tuluníes: dinastía que controlaba Egipto, serie Palestina, destacando la
construcción de la mezquita de Ibn Tulun (876-879).
III. La división del mundo islámico: los tres califatos (909-1055)
Este proceso de fragmentación territorial culmina en el siglo X, cuando aparece por
primera vez en el Mundo musulmán dos califatos nuevos: el califato fatimí del Cairo
(909-1171) y el califato de Córdoba (979-1031). En el siglo X queda dividido el mundo
musulmán en 3 califatos. Cuentan con una serie de características comunes:
Los califas van a ir perdiendo poder y autoridad paulatinamente, ganándole a los
visires, reservando al califa la autoridad religiosa.
Son tres califatos con economías prósperas, contando con economías potentes
(Bagdad, agricultura desarrollada; fatimí se beneficia al comercio marítimo, todas las
rutas comerciales pasan por esta zona; y omeya, control de rutas del oro del sur del
Sáhara, de los llamados “Reinos Negros”).
Los tres califatos vienen con ejércitos potentes: los de Bagdad van a contar con tropas
persas y turcas; en el califato fatimí hay arameos, beréberes, negros y turcos; en el
home ya: tropas bereberes, francos (se denomina franca a cualquier persona que
directamente procedía de un reino latino).
a) Califato Abbasí de Bagdad (946-1055)
Va a perder muchos territorios: al-Ándalus, el norte de África, a su accidental,
controlando solamente gran parte de Irán e Irak. A mediados del siglo 10 cero en el
poder y son controlados por dinastías de Villares, la dinastía persa chií (dinastía de
Buguíes), que gobiernan el califato en nombre del califa, titulándose emir de mire si
actúan como gobernantes del califato.

La contracción del poder del califa coincide en la segunda mitad del siglo X con la
entrada en el mundo islámico del pueblo de las estepas de los turcos, que servían
como tropas. Había tropas turcas y emires turcos, siendo la élite turca una élite militar
dominante, cuyo ancestro es un líder llamado Silyuq (silyuquíes, selyúcidas), son los
que entran de una forma trascendente. Son provenientes de las estepas de Asia
central, páganos inicialmente, se islamizan en el mundo islámico. Son musulmanes
sunníes. Estos selyúcidas vienen desde Asia Central y lo unifican, entrando en el año
1055 en Bagdad. Mantienen al califa al ser sunníes y tener devoción a esta autoridad
religiosa, pero gobiernan en nombre del califa, siendo denominados sultanes
selyeúcida. Sultán (“autoridad”) es un título, siendo el segundo más importante del
mundo islámico y se difunde y consigue gran importancia. Siguen aumentando,
controlando la zona central de Arabia, Jerusalén, Damasco y entran en Asia Menor,
arrebatando a los bizantinos este territorio. Por tanto, lo que van a hacer los turcos es
unificar el califato abasí oriental, quedándose con Asia occidental, Siria, Damasco,
Antioquia, Asia Menor y Asia Central, gobernando estos turcos surgiesen el primer
califato abasí.
b) Califato Fatimí de El Cairo (909-1099)
Los fatimíes no son ni una tribu ni un clan, sino un movimiento religioso,
pertenecientes a la rama de los chíies, movimiento religioso ismailí (séptimo imam
Ismail, último imam legítimo). Surge en el centro del norte de África, en una región
conocida como Ifriqiya. El movimiento surge en el 909 y a partir de ese momento se
expande hacia el Magreb y hacia el este y conquistan Egipto, instalándose en esa
fecha y formando el califato fatimí del Cairo, al establecerse en esta ciudad (fundación
en el 972).
Se expande a partir de estas fechas a Palestina, Siria y Arabia (antes de los turcos),
de modo que se convierten en la gran potencia islámica del ciclo 10. Este califato es
una potencia militar, económica y cultural para El Mundo islámico. Destaca la mezquita
escuela de al-Ahzar (El Cairo, 975), lugar en el que estudian hombres y mujeres, estas
últimas por influencia de Fátima (aulas separadas).Tterminó a finales del siglo 12,
teniendo una historia muy larga e importante. El califato más conocido es el de al-
Habum (956-1021), califa muy extraño e inexplicable, autoritario, frigorista, que lleva a
cabo una acción excepcional: destrucción de la Basílica del Santo Sepulcro de
Jerusalén, destrucción de la que llegan noticias a Occidente y da imagen negativa de
los musulmanes. Sin embargo, podemos definir la política religiosa de los fatimíes
siendo respetuosa con el resto de religiones minoritarias: no hay conversiones
forzosas ni sistemáticas.
A partir del siglo XI, este califato fatimí entra en fase de declive, perdiendo territorios:
Magreb (Ifriqiya, Marruecos y Argelia) y Siria, Palestina y Arabia ante los turcos, que
vienen de Oriente desde el califa de Bagdad, quedando este territorio reducido a
Egipto.
En Egipto se va a mantener muy debilitado hasta el 1171. En torno al 1190 llegan a
oriente “unos demonios de ojos azules sobre negros caballos” y que se instalan entre
turcos y fatimíes: los cruzados, que se instalan en esa zona y hacen de tapón entre
turcos y fatimíes, permitiendo la presencia de los fatimíes.
c) Califato Omeya de Córdoba (929-1031)

Nace en el año 929, fundado por Abd-al Rahman III, que asciende a califa tras tener
mucha legitimación. El siglo X es el gran siglo de al-Ándalus, época de hegemonía
entre los cristianos, combatiendo tanto contra cristianos como contra musulmanes.
Destacan las obras llevadas a cabo en esta época como la Medinat- al Zahara,
constituida por los califas de Córdoba hola mezquita de Córdoba (imitación de la
mezquita de Damasco).
La hegemonía del califato de Córdoba se hace más intensa en tiempos de Almanzor
(977 al 1022), apodado como “el Victorioso”. Es el valí, visir que gobierna en nombre
del califa, toma el poder lanzando campañas contra los territorios cristianos, atacando
Barcelona, Pamplona, Cuéllar, León y Santiago (997, en este último solo salva el
sepulcro de Santiago). En el año 1002 muere Almanzor, llevándose a cabo una época
que lleva a una crisis que en el 1031 concluye con una fragmentación política conocida
como los reinos de taifas (Muluk al-tawa’if)
IV. El apogeo del “Islam Clásico”
Es un momento de apogeo de la civilización islámica, siendo un momento en el que se
da una conciencia agrícola muy tecnificada, con técnicas de producción avanzadas,
basada en la cultura del agua: buena administración del agua, cultura del regadío, con
canales, estanques, albercas, y este paisaje de huerta.
Hablamos de época en la que el comercio es próspero, dándose a escala mundial: los
mercaderes musulmanes proporcionan comercio, mercados, rutas y llevan
mercancías. Estos mercaderes musulmanes van a llegar a crear un papel que sirve
como aval económico, el shaq (cheque). Las grandes rutas comerciales ocupan todo
el mundo conocido, siendo un mundo de ciudades.
Se da una civilización urbana con ciudades que comparten una morfología similar con
las llamadas medinas, ciudades de plano desordenado, y bulliciosas. Solo se mide la
importancia de las casas musulmanas si la puerta es más grande, habiendo un recato
al exterior. La importancia del agua va a dar lugar a la construcción de fuentes,
albercas, canalizaciones y acequias en las ciudades. La autoridad política reside en el
Palacio en zonas fortificadas, optándose la ciudadela para el gobierno militar y político
sobre la ciudad, siendo el ejemplo más destacado el de Alepo. Junto a la alcazaba
(ciudad fortificada), el edificio principal es la mezquita o aljama, que cuenta con un
plano desordenado y laberíntico, siendo la Gran Mezquita de Damasco el gran ejemplo
a seguir. En torno a la mezquita hay mercados (zocos) y la agrupación por trabajos
profesionales en los barrios.
Esta época va a ser una época de esplendor cultural y científico por diversas razones:
los musulmanes estuvieron en contacto con todas las culturas anteriores, ya que
vivían sobre antiguos territorios egipcios, persas y africanos y estaban en contacto con
los bizantinos occidentales, los indios y los chinos; el desarrollo de las ciudades hace
que se dé un cosmopolitismo cultural; y las élites urbanas, constituida por emires,
califas y sultanes, apoyaban la cultura porque quieren demostrar que son mejores que
los otros emires y califas. Además, tenemos que contar con dos centros culturales: la
Casa de la Sabiduría de Bagdad (siglo IX) y la Casa de la Sabiduría del Cairo (siglo
XI).
Características del apogeo cultural:
Desarrollo general en todo El Mundo islámico, especialmente en las regiones
más orientales del mundo islámico (Asia Central) y occidentales (al Ándalus).

Lenguas: árabe y farsi


Uso del papel: viene de chino, llegando primero al mundo islámico con la
creación y difusión de bibliotecas y la venta de los libros en los zocos.
Desarrollo de Cultura y ciencia se da en todas las disciplinas: letras (literatura,
poesía, historia,…) y científico (matemáticas, geometría, álgebra, algoritmo…)
El protagonista de este apogeo cultural es Ibn Sena (Avicena), que murió en el año
1037. Venía de Irán oriental, en el entorno de Persia, Asia Central. Es un filósofo
racionalista, gran especialista en totales. Destaca también como médico, escribiendo
la obra el canon de Medicina (al Qanun fi al-Tibb, 1025), que será hasta el siglo XVII el
referente de la medicina.
TEMA 9: EL OCCIDENTE PLENOMEDIEVAL: ASPECTOS SOCIO-
ECONÓMICOS
9.1. La expansión agraria
I. Motores del desarrollo
La base del crecimiento europeo de los siglos XI al XIII radicó en la creación y
distribución de unos excedentes, generados por el efecto combinado de las iniciativas
de los campesinos, que las comenzaron, y las exigencias de los señores, que después
se encargaron de canalizarlos, para al poco tiempo después asegurar los ampliarlos a
través de variadas exigencias. En general, mediante un dominio de tierras y hombres,
que debió cuidar el frágil equilibrio entre recursos y población.
La evolución de la población europea de los siglos XI al XIII es muy difícil de
cuantificar. Los historiadores han recogido abundantes síntomas de su progresión:
roturación de bosques, desecación de marismas, extensión de espacios agrícolas,
mejoras en la utilización de los cursos del agua para el regadío, multiplicación de
molinos, incremento del número de compras y cambios de bienes raíces, creación y
engrandecimiento de ciudades, aumento de actividades artesanales y funcionales… El
conjunto de esos y otros síntomas ha permitido situar el mínimo poblacional de la
Sociedad Europea hacia el año 700. Desde esa fecha, al principio, muy lentamente,
después, desde los siglos X y XI, la población europea creció más rápidamente.
La dificultad estriba en fijar la cuantía de la población en el punto de partida en torno al
año 1000: unos 23 millones según Russell y unos 42 según Bennett. A partir de ahí la
población europea pudo haber crecido hasta el año 1300 de 23 a 55 millones si
tratamos el caso de Russell, o de 42 a 73 si tratamos a Bennett. Estos cálculos
subrayan un hecho: entre los años 1000 y 1300 la población europea se duplicó en
algunas regiones y se triplicó en otras, siempre con diferencias regionales muy
llamativas.
Junto a este crecimiento demográfico tenemos que destacar un ciclo económico al
alza que se frena a finales del XIII. Podemos enumerar una serie de causas:
Crecimiento demográfico que comienza en el siglo VIII, pero que se acelera a
partir del X, duplicándose o triplicándose según las zonas.
Mejora del clima, haciéndose más seco y cálido de forma natural, que permita
el retroceso del bosque y un mayor cultivo de los cereales, sobre todo en zonas
donde no sería posible (Europa atlántica: regiones donde antes no se podía dar
cereal; en estos años sí). La producción agraria aumenta.
Mejora en las técnicas agropecuarias: comienza en el siglo X, dándose
inventos de desarrollo nuevo, difundiéndose mucho más: sistema de cultivo de
rotación Bienal (trigo-barbecho) se da en paralelo a la rotación trienal,
consistiendo en que la tierra se encuentra dividida en tres parcelas: trigo,
avena y barbecho, que van rotando y aumenta la producción.
Mejora de herramientas agrícolas: utillaje campesino de época trascendente,
desarrollando el arado de ruedas o el arado de vertedera. Es un invento clave
del siglo X y se difunde a partir de los siglos XI y XII. El arado de vertedera
permite trabajar suelos más húmedos y blandos, con surcos más profundos y
es mayor en caso de suelos húmedos de Europa atlántica, ya que en el
Mediterráneo es un suelo más duro y seco. Se da un mayor uso de los
animales a partir del siglo XI, especialmente con el caballo, que se introduce en

la agricultura. En relación con estos nuevos sistemas de tracción animal que


permitían aprovechar mejor la energía del animal, se va a utilizar un
instrumento nuevo denominado como collera rígida, que es una almohadilla
que cubre el cuello del caballo y permitía tirar la espalda, lo que permite un
mejor aguante, trabajo y trayecto de los caballos.
Difusión de los molinos: fuente de energía, motivos de agua a partir del siglo 9,
sobre todo a partir del XI, habiendo molinos de río, de costa y de viento, que
durante el siglo XII son difundidos.
Cultivo de nuevas tierras: aumento de la rotulación de tierras que se ganan al
bosque, tallándose los árboles, construyendo de esta forma pantanos y
lagunas, ganando tierra los ríos para poder cultivar. La mano de obra en esta
época está favorecida por los señores y por los más serios, interesados cada
vez más en cultivar más tierra, proceso que interesa a toda la población. Si se
cultiva más se va a vivir más y mejor este aumento de las tierras de cultivo
constituye una novedad, ya que pueden modificar el paisaje (más cultivos,
menos bosques).
II. Paisajes y poblamientos
La consolidación de la familia nuclear y la fijación del solar familiar favorecieron el
establecimiento de grupos de gentes en lugares concretos. Por impulso de los propios
campesinos o, con más frecuencia entre los años 1030 y 1170, de los señores, a
través de lo que se ha llamado encastillamiento (ordenación del terrazgo y
concentración de la población en núcleos con frecuencia fortificados), la aldea tendió a
convertirse durante los siglos XI al XIII en la entidad fundamental de poblamiento y
sociabilidad de la sociedad medieval. Como tal, comprendía tres elementos: un
espacio físico, subdividido entre un espacio de residencia y otro de producción
(campos agrícolas, prados y bosque); un espacio mental, que se concretó en la
parroquia, marco de las expresiones de piedad y del contacto entre los vivos y los
muertos de la Comunidad de la aldea pero también escenario de desarrollo de los
instrumentos de control de las conciencias; y, como resumen, un espacio social, de
ejercicio de la sociabilidad, tanto de la horizontal entre los aldeanos, como de la
vertical entre ellos y el señor. La segunda fue la que, en definitiva, reforzó el sentido de
Comunidad de la aldea, que progresó al tiempo que lo hacía señorío.
En la conformación física de las aldeas, la tendencia fue sustituir su primigenio
carácter heterogéneo, en que las casas, las parcelas de variadas dedicaciones,
pequeños mazos de árboles y caminos se mezclaban, por otro más homogéneo, más
orgánico. En su estadio final, esa evolución debía conducir a un término de la aldea en
que cada uno de los tres espacios (de vivienda, de cultivo y de bosque) se
diferenciaba nítidamente de los otros dos. Las formas predominantes de los campos
de cultivo fueron diferentes. En el sur Mediterráneo, lo normal fue la parcela pequeña y
con tendencia al cuadrado, arada por la yunta de bueyes o la alzada que arañaban un
suelo ligero. En el norte Atlántico, las parcelas, muy alargadas, eran trabajadas por los
tiros de caballos y arados de vertedera que permitían profundizar en los suelos
húmedos y pesados.
En su conformación social, la aldea estaba constituida por familias nucleares, cuyos
cabezas formaban el concilium o concejo, órgano de representación de la comunidad,
dentro de la cual las diferencias de riqueza empezaron a marcar desigualdades y a
promover la aparición de una oligarquía aldeana que trataba de imponer en el concejo
sus propios intereses, muchas veces, más próximos a los del señor que a los de sus

convecinos. Desde mediados del siglo XI, la constitución de una de aquí en cada aldea
se vio acompañada por la sobreimposición señorial sobre familias concretas de una
aldea o sobre la totalidad de la misma. En algunas regiones, en el norte de Francia,
Inglaterra y Alemania fue común la situación de una aldea un señor; en otras, como en
Castilla, fue más frecuente la de una aldea varios señores. En todas ellas, la
imposición señorial revistió múltiples modalidades, aunque su objetivo último fue claro:
fijar la población y beneficiarse del excedente de su fuerza productiva; en una palabra,
dominar tierras y hombres.
III. La sociedad rural y la propiedad de la tierra: el “señorío jurisdiccional”
El señorío sería el tercer ámbito, siendo un “señorío jurisdiccional” (expresión
historiográfica): tipo de propiedad dominante a partir del siglo XI, combinando la
posesión y explotación de la tierra y la jurisdicción sobre las personas. El señorío es
una evolución de la antigua villa carolingia.
El señorío, en cuanto a forma de encuadramiento social, tuvo dos elementos
esenciales e inextricables: el dominio de tierras y la autoridad sobre hombres. El
primero convertía a los señores en grandes propietarios. La segunda, en virtud de la
inmunidad concedida o usurpada, les permitía dictar la norma de convivencia de su
señorío, nombrar los oficiales que habían de vigilar su cumplimiento y ejercer
competencias que habían correspondido al poder público, como la justicia (hasta la
imposición de pena de muerte), la milicia (con su Ejército privado) y la fiscalidad
(convertida en renta exigida por los más variados conceptos).
La formación de señoríos, que se había insinuado ya en la crisis del imperio romano
en el siglo III, se fue consolidando en todas las coyunturas de pérdida de sentido de la
autoridad pública. Hacia el año 1200, en las regiones que se ha podido medir,
alrededor de las cuatro quintas partes de la tierra y los hombres de Europa formaban
parte de alguno de los numerosísimos señoríos privados. En unos había sido la
riqueza la que había permitido al propietario recibir en delegación usurpar
competencias públicas. En otros, al revés: había sido la autoridad como delegados del
poder público la que había permitido a algunos hombres hacerse con tierras y crear su
fortuna. En resumen, mientras el itinerario de creación no los señoríos fue de la
propiedad a la autoridad, el de otros fue de la autoridad a la propiedad.
En el “señorío jurisdiccional” tenemos reservas señoriales y los famosos mansos de
los campesinos. En el caso del señorío judicial la explotación jurisdiccional existe,
produciéndose menos recursos y siendo estos más pequeños, ya que vive menos de
la reserva en comparación a tiempos anteriores. El señor entrega más tierras a los
campesinos al estar ganándose estas. Estas tierras son llamadas tenencias, solares y
se siguen llamando mansos. Los campesinos que viven en estas parcelas tienen
obligaciones, teniendo que pagar unas rentas fijas al señor en especie o en dinero.
Como en tiempos carolingios, también pagaban con corbetas (jornadas de trabajo).
A partir del siglo XI, la situación de los campesinos mejoró al tener más excedente y
consiguen más pagando lo mismo. Al mismo tiempo, mejora porque reciben estatutos
más favorables por parte de los señores, mejorando su situación y evitando la fuga de
la mano de obra. El señor mejora las condiciones del campesinado para que estén
más motivados. De esta forma se integra a los siervos y se mejora su situación laboral.
El señor tuvo una serie de derechos en sus dominios que generaban muchos ingresos.
El señor tiene el control del uso del bosque, el campesino trabaja en él mediante
previo pago; control de las tierras baldías: pasto y de dehesa, que no se encontraban

cultivadas y que dan un beneficio económico importante, trabajándolas el campesino


bajo previo pago; control de las mercancías, pasándose por estas zonas mediante
peaje y portazgos. Estas tasas van a reactivar el comercio, proporcionando ingresos.
El señor controla los recursos mecánicos (molino, horno, fragua y nevera).
Derecho de vender en el mercado su producción antes que los campesinos: la
demanda es fuerte, por lo que puede vender por un precio más alto.
En el señor jurisdiccional el señor ejerce la autoridad condicional sobre las personas
de su señorío, ejerciéndola desde el castillo, pero también va a ser la autoridad militar:
el señor exigía pagos por protección militar, dándose de esta forma una compensación
económica. También tiene que dar prestación de servicios militares, pagando en
compensación. Hay exigencias del señor en relación con el mantenimiento de las
fortificaciones, pagando tasas previamente para la realización de la construcción del
amurallamiento. Además, es la autoridad política, ya que el señor administra y
controla la fiscalidad señorial, imponiendo, cobrando y gestionando los tributos.
Por último, cabe destacar su autoridad judicial: el señor ejerce la justicia en su señorío,
directamente su torre y a través de oficiales en nombre del señor, estableciendo tasas
por ejercer justicia (multas y confiscaciones). La autoridad jurisdiccional sobre las
personas era muy variable, definida de forma técnica sencilla, siendo casi total en el
caso de la alta aristocracia: Conde, duque, vizconde y obispos; mientras que esta
autoridad judicial se da en el caso de la aristocracia media y la baja aristocracia. En
general está repartida y compartimentada entre varios señores, señores y obispos, o
mediante el sistema obispos señores rey. Al mismo tiempo estos señores feudales
imponían su autoridad y derechos al campesinado por potencia militar y política. Estos
señores feudales no tenían capacidad para dominar a la población solo por la violencia
(revueltas campesinas si los señores aprietan en exceso ). Para mantener su
autoridad, necesitaban el beneplácito de la población, haciendo uso del modelo de la
represión. Los señores, ademas, ofrecían contrapartidas a la dominación: protección
física de los peligros, dando seguridad en la población y mejorando las condiciones de
vida para los campesinos con estatutos mejores y menos pagos, Favoreciendo el
comercio, siendo todo esto la contrapartida de los señores.
El señorío jurisdiccional es el marco socio económico dominante, asociado a la
sociedad feudal, extendiéndose durante el siglo XII y en el XIII la mayor parte de las
tierras y las personas forman parte de señoríos jurisdiccionales. Este predominio,
desde la baja Edad Media, comienza a cambiar, queriendo decir que los señores
pierden autoridad jurisdiccional. Los Reyes ganan competencias jurisdiccionales y se
las quitan a los señores. En la parte económica de explotación de la tierra y de los
pagos no cambia y se van a mantener vigentes durante la época moderna hasta los
siglos XVIII y XIX, llegando a mantenerse incluso en algunos casos hasta el siglo XX.
9.2. El renacimiento urbano: la ciudad plenomedieval
I. El desarrollo urbano: modelos de ciudad
Estamos en una época en la que, en paralelo, se está dando un Renacimiento urbano,
proceso clave en la evolución del Occidente medieval: más población, más producción
agrícola, más comercio y el apoyo de los Reyes y de los señores, favoreciendo a las
ciudades, los conos indica una relación entre El Mundo feudal y la ciudad.
La ciudad, como célula de encuadramiento social, había gozado de enorme prestigio
en el imperio romano. Después se debilitó y se modificaron sus funciones, en especial,

su papel de ordenadora del entorno rural, convirtiéndose en simple lugar físico de


residencia de las autoridades eclesiásticas y, en algunos casos, de aristocracias
regionales. Al hacerlo, cambió también lo que había sido el tejido urbano tradicional de
época romana. Con el crecimiento europeo a partir del siglo X, la ciudad reapareció y
se desarrolló. Al principio, como una célula que la propia dinámica de la sociedad
feudo señorial exigía. Después, la ciudad, o más exactamente el sistema urbano,
reclamó una nueva lógica distinta del a puramente feudal. Ello explica los desajustes
que se produjeron entre ambos.
Las ciudades medievales van a ser muy grandes y variadas, con unas cifras
aproximadas de entre 5.000 y 10.000 habitantes. Hay ciudades grandes de 20.000 a
50.000 habitantes (Tolosa, Barcelona, Toledo), ciudades muy grandes: 50.000 a
80.000 habitantes (Colonia, Londres) y ciudades enormemente grandes: 100.000 a
200.000 habitantes (Milán, Venecia, Florencia, Córdoba).
La morfología física y las ciudades respondieron a tres modelos principales. El primero
fue la ciudad constituida por un núcleo antiguo, romano, en torno al cual se fueron
formando uno o varios barrios en continuidad y dependencia respecto al primero. Ese
fue el caso de ciudades de Italia o, fuera de ella, por ejemplo, de Colonia o Barcelona.
El segundo fue la ciudad creada a partir de la reunión de varios núcleos prácticamente
autónomos. Estos podían ser aldeas de reciente aparición (en Salamanca o Soria) o
pequeñas concentraciones humanas en torno a acueductos, basílicas, monasterios y
puertas (En Roma). El tercer modelo fue la ciudad creada de la nada, en especial, en
la segunda mitad del siglo XII y en el XIII, con un plano ortogonal muy definido. De
este tipo fueron las bastidas del sudoeste de Francia o de Italia y numerosas villas del
norte del reino de Castilla. En los tres modelos, la evolución evidenció un doble
proceso: la compactación del caserío, eliminando poco a poco los espacios agrícolas
interiores, y la lotificación del espacio urbano.
II. Condiciones de la ciudad plenomedieval
a) Morfología física específica
Con el crecimiento europeo a partir del siglo X, la ciudad reapareció y se desarrolló. Al
principio, como una célula que la propia dinámica de la sociedad feudo señorial exigía.
Después, la ciudad, o más exactamente el sistema urbano, reclamó una nueva lógica
distinta del a puramente feudal. Ello explica los desajustes que se produjeron entre
ambos.
Las ciudades medievales van a ser muy grandes y variadas, con unas cifras
aproximadas de entre 5000 y 10000 habitantes. Hay ciudades grandes de 20.000 a
50.000 habitantes (Tolosa, Barcelona, Toledo), ciudades muy grandes: 50.000 a
80.000 habitantes (Colonia, Londres) y ciudades enormemente grandes: 100.000 a
200.000 habitantes (Milán, Venecia, Florencia, Córdoba).
b) Sociedad compleja y diversificada
Si la sociedad se organiza en linajes, dándose vínculos horizontales de parentesco; en
las ciudades se organizan bandos, mediante una organización vertical: familias,
vasallos, súbditos, aliados y vinculados a familias aristocráticas. Las familias y
socráticas luchan en pugna con guerras de bando, dándose entre casas fuertes y
especie de pasillos urbanos. Destaca el ejemplo de San Gimignano (Florencia),
teniendo la casa fuerte de los Dávila. Junto a la aristocracia urbana tenemos a los
clérigos urbanos, con el obispo canónigo o clérigo de la cátedra. Los frailes son gente

de ciudad, campesinos (trabajan dentro o fuera de la ciudad en los campos), además


de haber grupos más novedosos, con mayor importancia, con los burgueses (Burgo:
ciudad). Destacan los siguientes:
Artesanos: grupo muy diverso, contando desde pequeños y medianos
artesanos hasta artesanos enriquecidos. Entre estos artesanos hay también
mujeres (visión feminista de mujeres en casa es mentira: las mujeres estaban
en todos los oficios). Muchos de estos artesanos se agrupan en los gremios,
dándose corporaciones profesionales con personas que trabajan el mismo
oficio, estando agremiados, compartiendo los horarios de trabajo, las técnicas
autorizare y la regulación del precio. Estos gremios, además, tenían jerarquía
interna: aprendices, que trabajan para formarse en un oficio desde que se es
un niño; oficiales, con artesanos especializados y grueso que trabaja el oficio; y
maestro, nivel que se alcanzó cuando realiza la obra maestra, habiendo pocos
y quien dirigía se seleccionaba de entre estos maestros. Los gremios que hay:
hombres, mujeres y mixtos (de estos dos últimos había pocos). Hay gremios
más importantes y otros menos, dependiendo de la técnica y del poderío
económico, pudiendo diferenciar:
o Artes mayores (trabajo artesano y oficio): pañeros, tejedores, cederos y
especieros.
o Artes medianas: carniceros y ropa tejeros (traperos).
o Artes menores: panaderos, curtidores y queseros.
Mercaderes: prosperan gracias al desarrollo del comercio, contando con un
grupo muy diverso, trabajando con pocos productos y había grandes mercaderes
enriquecidos.
Profesionales especializados: tienen profesión de tipo técnico, claves en el
desarrollo urbano: notarios, juristas, escribanos y médicos.
Grupo de los pobres y marginados: el desarrollo de la vida urbana da lugar a un
aumento de la pobreza y surge, en paralelo, una nueva concepción del pobre: ya
no es solo alguien a que se le pueda ayudar económicamente, son ineptos que
no se saben adaptar a la sociedad y son timadores. Ahora es cuando se
comienzan a ver fenómenos de marginación de los pobres, considerados como
gente poco adaptada.
c) Estatuto jurídico especial
En España llamamos fuero o costumbres a los estatutos y normas que reconocen
libertades y derechos a la gente de la ciudad (fueros o costumbres), que son
concedidos por los emperadores, Los Reyes y los señores para favorecer a las
ciudades, con una vida económica urbana con la que salen ganando. El no tener que
pagar ciertos tributos, teniendo esta ventaja los burgueses, dándose una exención de
peajes que favorece el comercio, el derecho a tener un mercado propio (mercado y
feria) y establecer el derecho a tener un gobierno propio municipal.
Es en la Edad Media cuando aparecen los gobiernos municipales autónomos en
conflicto con los poderes tradicionales (obispos y señores) y hay conflicto entre
poderes tradicionales y nuevos (comercio de la ciudad): grandes artesanos y grandes
mercaderes, con un poder económico fuerte (patriciado urbano), minoría burguesa
dominante en una ciudad. Se van a formar gobiernos que son mixtos, con reparto de
este gobierno entre los señores (poder tradicional) y los burgueses, habiendo
aristocracia y representantes de los obispos. Tiene carácter oligárquico (gente rica:

minoría dominante). A este gobierno se le denomina municipio (latín ‘concejo’ y


‘Ajuntamiento’: reunión de los vecinos).

Está dotado de varios elementos:


Jurisdicción propia: la ciudad y el campo circundante. Esta jurisdicción es
inferior al del señor y a la del Rey, con la excepción de Italia, en la que se dan
grandes ciudades con independencia plena y poderes propios.
La asamblea municipal: el concejo, formando parte unos magistrados de él:
alcalde, alguaciles, notario (ciudad pequeña uno, en la grande varios),
escríbannos y jefe de la milicia (se encarga de defender la ciudad).
Elementos físicos: en lugar de reunión de un concejo y el sello del Gobierno de
la ciudad, quedando sellado para validar los documentos mediante una
representación iconográfica.
e) Espíritu urbano
Se da una excelencia del espíritu urbano, siendo una forma de ver El Mundo y de vivir
diferente de la gente del campo, teniendo varios elementos:
Mayor individualismo que en el mundo rural.
Mayor asociacionismo: la gente de las ciudades tiene una vida individual y la
falta de apoyos sociales lleva a la gente a agruparse. Se asocian
profesionalmente (los oficios se agrupan en gremios), religiosas (cofradías) y
asistenciales (hermandades).
Mayor conciencia de comunidad: orgullo e identidad urbana, con mayor
privacidad y apertura mental. Todos los grandes cambios se dan en las
ciudades.
9.3. La reactivación del comercio
I. Elementos de la expansión comercial
La auténtica revolución comercial se explica con el aumento de la población, de la
producción agraria y de las ciudades. Los elementos que tenemos actuando en este
comercio son los siguientes:
a) Mercaderes
Se hacen cada vez más profesionales, muchos de ellos trabajan agrupados en
corporaciones, habiendo de 2 tipos:
Guilda (Gilde) o Hansa: agrupación de comerciantes pequeña (entre tres y cuatro) que
se unan para realizar un negocio concreto.
Sociedad de Comercio: se da en El Mundo urbano, en ciudades grandes, naciendo en
Italia y se establece para grandes negocios. Se agrupan para colaborar.
b) Medios de transporte
Se da una mejoría mediante un comercio terrestre (a pie o usando animales como
vehículos), habiendo a veces caminos mal adecuados, siendo un comercio más lento,
caro (peajes) y más inseguro. Hay un comercio también fluvial (Rin, Sena, Danubio,
Ródano), con rutas más baratas y rápidas, siendo autopistas del comercio.
Lo que cambia mucho es el comercio marítimo: más rápido, barato y con menos
peajes, contando con dos peligros: mar y piratería. Hay grandes mejoras en la
construcción de barcos, contando con barcos de tipo Galera (larga con remos) y
snekes (Atlántico hasta siglo XII). A partir del siglo XII se difunden barcos mercantes

más potentes: redondos, más alto y ancho, con forma de cáscara de nuez: coca
(cogge) y la nao. A partir del siglo XIII mejoran los sistemas de navegación y
orientación, con la brújula y el astrolabio, calculando las latitudes.
c) Formas de pago
Se pasa del trueque a los sistemas de crédito. A partir del siglo XII aumenta la
circulación monetaria, destacando las monedas islámicas y bizantinas, destacando la
moneda musulmana de la península Ibérica. Bien por las cruzadas o por la explotación
de las minas de plata, va a haber más metales disponibles y aumenta la acuñación de
moneda. La actividad de los campistas se intensifica, cambiando las monedas. En
estos ciclos se mantiene el sistema monetario carolingio de dinero, libra y sueldo con
varias monedas de plata: Grosio (Venecia) y Gros Tombs (Francia). A partir del siglo
XIII se dan menos monedas de oro, ya que va a haber menos metal y circulan poco:
florín y ducado.
Consecuencias de circulación monetaria: a partir del siglo XI se pagan en monedas las
rentas, los salarios, una mayor acumulación de capitales, instrumento financiero (reyes
podían devaluar la moneda para obtener beneficio) y la moneda afirma el signo de
autoridad del Rey o señor.
Junto con las monedas se desarrolla otra forma de pago: el comercio lleva a buscar
fórmulas de pago más rápidas y fáciles, con un mayor interés y un desarrollo del
préstamo: primero lo hacían los judíos, pero en esta época también lo hace el
mercader italianos y del sur de Francia. El problema es que estos préstamos son caros
de devolver, contando con un gran porcentaje de interés y con la difusión de los
créditos los intereses son más bajos. Estos créditos los realizan los cambistas y los
mercaderes italianos, que crean los primeros bancos (banes, tablas).
d) Escenarios
La revolución comercial es la primero en los mercados, que aumentan constante y
progresivamente. Son mercados que se reúnen una vez a la semana. En el mercado
se da el comercio al por menor, cambiándolas por cosas que no tienen. Estos
mercados protegidos y fomentados por las autoridades políticas (Reyes, señores, las
propias ciudades), teniendo un mercado protegido y que tenga seguridad.
Ferias: se da en los mercados un in intercambio al por mayor, internacional. Aquí es
donde surgen las primeras formas de crédito, al estar entre profesionales. Duraban
unas semanas, dándose una vez al año. Las ferias más importantes se dieron en los
siglos XII y XIII: Champaña, está en el centro de la ruta al estar entre el Mediterráneo y
el Atlántico.
Tienda: comercio urbano al por menor, se da poco, no siendo todavía dominante en
ciudades grandes y medianas.
Regiones comerciales importantes:
Liga Hanseática (océano Atlántico al mar Báltico): se implanta en esta zona a
partir del siglo XII, siendo una confederación de 70 ciudades del norte de
Europa que se alían para comerciar, que no tiene alianza política y obtiene los
mejores rendimientos económicos y comerciales, comerciando con materias
primas de Europa (ropa, pieles y pescado), abarcando el espacio que va del
Atlántico al Báltico.

Mediterráneo, dominado por las repúblicas marineras italianas (Venecia, Pisa,


Génova): mueven materias primas y objetos de lujo orientales (seda, libros,
armas), favorecido por el fenómeno de las cruzadas: Venecia domina el
Mediterráneo oriental y Génova el central y occidental.
Grandes rutas comerciales: Flandes, centro de Liga hanseática, el centro de
Italia y la zona mediterránea son las zonas más importantes.
III. Comercio y cambios mentales
Se da un auge del dinero, que va a provocar recelos por parte de los poderes
dominantes, con recelo y rechazo por parte de los burgueses tradicionales, yendo en
contra de la práctica religiosa que va a dar lugar a prácticas nuevas: el préstamo con
interés se ve con oscuridad, ya que si todos somos cristianos se presta a lo mismo que
se devuelve; los señores y los eclesiásticos rechazan a estos grupos de burgueses
enriquecidos. Se van a ir limando asperezas con estos grupos y a partir del siglo XIII
mercaderes y grandes burgueses van a ser grupos aceptados en Europa oriental.
TEMA 10: IDEA Y REALIDAD DE LA SOCIEDAD PLENOMEDIEVAL
10.1. Los oratores: clérigos seculares, monjes y frailes
I. El fortalecimiento institucional de la Iglesia y el Papado
En los siglos XI al XIII, la fracción de la población europea que, dotada de autoridad y
poder, poseía medios para difundir una específica cosmovisión concibió la sociedad
como un mundo armonioso y funcional. Como producto de un equilibrio entre grupos
sociales, necesario para desarrollar el plan de Dios sobre los hombres,
fundamentalmente, su salvación eterna. El hombre medieval se sentía como un homo
viator, como peregrino puesto por Dios en la vida para desarrollar un papel concreto.
Frente a ese imaginario, funcional y armónico, la realidad social se manifestó casi
siempre con agresividad.
En la esfera del imaginario de la sociedad post carolingia, los siglos XI al XIII se
caracterizan por la consolidación de una noble concepción trinitaria. Según ella, la
sociedad visible se componía de 3 órdenes (oratores, bellatores y laboratores) y la
sociedad invisible de otros tres (bienaventurados en el cielo, purgadores en el
purgatorio y condenados en el infierno). En ambas sociedades, salvo para los ya
condenados, el rasgo esencial era su carácter orgánico, la convicción de que cada
miembro formaba parte de un único cuerpo. Esta idea, que arrancaba de las
expresiones de Cristo recogidas en los evangelios, había hallado en las epístolas de
San Pablo una primera formulación en su doctrina del cuerpo místico: Cristo como
cabeza y los hombres como miembros de un cuerpo reunidos en la iglesia.
Destacando estos 3 órdenes sociales de la sociedad visible, eran 3 órdenes creados
por Dios y cada orden tiene una función del mundo:
Oratores: orden de oradores que rezan para que nos salvemos en el más allá
(clérigos y monjes).
Bellatores (imperatores): los que saben manejar las armas para proteger a los
cristianos (señores y vasallos).
Laboratores: los que trabajan con sus manos para mantener a la sociedad
cristiana.
Con esta concepción triple permitía explicar y comprender cómo era esta sociedad.
Esta concepción trifuncional va a ser siempre concepción más teórica que real y, a
medida que pasa el tiempo, se hace mucho menos cierta con estos nuevos grupos
burgueses y que no encajaban en la concepción técnica.
Los padres de la Iglesia, en especial, los latinos, habían ido encajando en ese cuerpo
místico los distintos grupos sociales y sus funciones. Su primera distinción, dual
(clérigos laicos), empezó a ser sustituida en época carolingia por otras más complejas.
De todas ellas, la que, desde finales del siglo IX, fue abriéndose paso con mayor
aceptación recogía el esquema trifuncional propio de las sociedades indoeuropeas,
que reconocía la existencia de tres órdenes: los que rezan (monjes y clérigos
consagrados), los que luchan (guerreros) y los que trabajan (campesinos). Esa fue, en
torno al año 1000, la formulación de dos obispos del norte de Francia, Gerardo de
cambray y Adalberón de Laon, que dieron carta de naturaleza a un imaginario de la
sociedad enormemente difundido hasta finales del periodo.

10

Por tanto, podemos decir que los oratores son los clérigos, sacerdotes, monjes el y
otros cargos eclesiásticos. En esta concepción medieval los oradores son los
primeros, estando a la cabeza de la sociedad cristiana, ya que es la misión más
importante: conducir al pueblo a la salvación. Se da una relación directa con el
fortalecimiento a partir del siglo XI, con un poder enorme De la Iglesia, con una
revolución eclesiástica radical. En la plena Edad Media la iglesia se transforma en una
institución centralizada, muy estructurada, en manos del papado y muy potente. Esto
va a ser consecuencia de la reforma gregoriana.
La reforma gregoriana fue un movimiento de renovación interna y fortalecimiento
jurídico y organizativo de la institución eclesiástica. Su puesta en marcha se hizo bajo
la proclama de la defensa de la libertad de la Iglesia, siendo la “libertas ecclesiae”. Se
da, además, un deseo de reforma de las costumbres del clero, se entendían, ante todo
y sobre todo, la firme voluntad de sustraer aquella de la dependencia respecto a los
laicos. Hasta entonces, esa dependencia había sido producto inevitable de las
circunstancias históricas de la difusión de la Iglesia para el que, con frecuencia, había
buscado el apoyo de las aristocracias regionales. Ahora se trataba de fijar con más
precisión dos principios: uno, la separación entre lo sagrado y lo profano, con la
fijación de las obligaciones de los laicos; y otro, la mejora de la calidad del clero. La
iglesia planteó la separación entre sacro y profano y decidió la superioridad del
primero sobre el segundo en cuanto a que aquél era el que entendía en el principal
asunto del hombre, su salvación eterna. Respecto a la mejora de la calidad del clero,
la iglesia se empeñó en que los clérigos no debían hacer vida marital y mucho menos
aspirar a transmitir a sus hijos los beneficios eclesiásticos: la clerogamia o nicolaísmo
quedaba así proscrita de la Iglesia latina. Pero los clérigos tampoco debían vender los
oficios o beneficios eclesiásticos incurriendo en pecado de simonía. Sui los dos
primeros aspectos no planteaban problemas de interpretación, no pasaba lo mismo en
el tema d la simonía. Esta incidía en la práctica de la investidura de cargos
eclesiásticos por mano seglar, cuestión que no era de fácil solución.
En efecto, todo cargo eclesiástico llevaban hijo un beneficio, esto es, unas rentas o un
patrimonio que correspondían a la persona que lo ocupará. La forma de ese beneficio
y la propia entrega por parte del laico (emperador, rey, señor) al obispo o párroco,
simbolizada en un anillo, lo hacían exactamente semejante a cualquier beneficio laico
por el que un vasallo prestaba homenaje a un señor; en este caso, un vasallo
eclesiástico respecto a un señor laico. Todo ello parecía oponerse frontalmente a la
deseada libertad de la Iglesia respecto a los laicos.
Así, esta reforma culminaría en el XIII y este fortalecimiento supuso la transformación
del papado en teocracia pontificia (el papa gobierna la Iglesia, pero también la
cristiandad, gobernando en nombre de Dios). Se da un aumento del peso de la
influencia de los clérigos sobre el conjunto de la sociedad occidental, con separación
mayor entre clérigos y laicos. Esta evolución fue posible porque se abrió una serie de
mecanismos y medios de gobierno, fortaleciéndose a partir del siglo XI:
Dos tipos de clero: Clero secular (los que están en el siglo y viven en el
mundo): obispo, arzobispo y cardenal, este último ayuda al papá, siendo una
figura eclesiástica que aparece en el siglo XI y son los que eligen al papá; y
clero regular.
Derecho canónico: normas que rigen la vida interna de la Iglesia,
desarrollándose a partir de los siglos XI y XII.

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Justicia eclesiástica: propia, dentro de la Iglesia, llevada a cabo por tribunales
eclesiásticos y alcanza a todos porque todos son cristianos. La cabeza de esta
justicia es el papá (juez supremo).
Fiscalidad eclesiástica: centraliza el papado esta fiscalidad: impuesto
eclesiástico que se basa en el diezmo y primicias, pagados por parroquias.
Concilios: asambleas de eclesiásticos, convocadas y presididas por el papá,
siendo universales, siendo los primeros concilios universales occidentales
(bizantinos no lo admiten).
Legados pontificios los legados eran representantes del papá en un reino,
emisarios en un territorio en nombre del papá, haciendo ver la autoridad del
papá en todos los territorios occidentales.
II. La renovación espiritual de la Iglesia
Se dan cambios dentro del cristianismo, que tienen que ver con nuevas tendencias
religiosas, aspirando a vivir un cristianismo mejor y a ser mejores cristianos, siendo
más puros y más perfectos. Lo que se defiende es la corriente del evangelismo, qué
es la vuelta a los principios de los evangelios (amor al prójimo, pobreza, dar ejemplo,
asistencia social, ayuda a los pobres) y estas nuevas tendencias van a dar lugar a
órdenes religiosas.
a) El regreso de los eremitas
Aumento del hermetismo (monacato individual). A partir del siglo XI hay más eremitas,
destacando San Romualdo de Rávena en Camaldoli (Italia), fundando la orden de los
camaldulenses (1024) y San Bruno en Chartreuse, cerca de Grenoble, donde en 1084
nació la orden Cartuja, que, con su silencio, abstinencia perpetua y frecuentes ayunos,
constituyó la forma más severa del benedictismo.
b) La renovación de los canónigos
Los canónigos son clérigos de iglesia nueva que aparece en esta época: colegiata,
tipo de iglesia diferente. La colegiata es una Iglesia parroquial, no es la Iglesia del
obispo, que tiene prerrogativas, rentas y derechos propios de una catedral. Tiene un
Cabildo de Canónigos, que se hace cargo de la colegiata. Se dan dos tipos de
canónigos:
Canónigos negros o agustinos (siglo XI): visten de negro y se les llama
agustinos, ya que la fuente inspiradora de su organización fue el conjunto de
normas y recomendaciones que se conoce como regla de San Agustín.
Canónigos premostratenses (1120): fundado por la orden de los
premostratenses, orden generada a partir de una fundación hecha en 1119 por
Norberto de Xanten en Premontré, lugar cercano a Laon. Estos canónigos
blancos, denominados así por qué van vestidos de Blanco, se extendieron
sobre todo por Holanda y Alemania, dónde, con su actividad misionera,
participaron en las tareas colonizadoras al este del río Elba.
c) La reforma monástica benedictina: Cluny
Se produce una profunda renovación del monacato de San Benito: en los siglos IX y
Xlos monjes occidentales viven momentos difíciles, no tienen recuerdos buenos,
teniendo monasterios benedictinos correspondientes con los grandes señores. Con las
segundas invasiones, estos monasterios van a sufrir una crisis, dejando deseos de
reforma, con un deseo profundo de mejorar los monasterios, mejorando la vida de los

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monjes y extendiendo la vida monástica a todo el clero y se trata de liberar a los


monjes del control de los secretas laicos, ya que la influencia del duque no es buena
para los monasterios: los obispos y los laicos (condes y duques) que quieren favorecer
a los monjes. Lo que hacen es fundar monasterios libres (no dependientes de ningún
señor ni del obispo, solamente del papá). El ejemplo más importante del monacato
benedictino es la abadía de Cluny (910), una abadía benedictina situada en Borgoña,
fundada en el año 910 por el duque Guillermo I de Aquitania. Desde la fundación, se
funda como abadía independiente.
Hay un objetivo claro de los monjes de esta orden: recuperar la pureza de la regla de
San Benito, volver al pasado; a la vez que reformar a los monjes (mejor monje da lugar
a una mejor iglesia, y una mejor iglesia da lugar a una mejor cristiandad: todos
ganamos). Los abades más importantes son Vernón (910-926), Odón (926-942) y
Odilón (994-1049). Van a desarrollar un monacato benedictino particular:
Monjes que visten de negro, llamándose los “monjes negros”.
Daban enorme importancia a la liturgia, al oficio divino.
Estos monjes defendían también una ascesis moderada y practican el trabajo
intelectual (scriptorium, scriptoria)
Gran importancia a la riqueza material y decorativa al templo, siendo
monasterios muy decorados con pinturas y relieves figurativos, porque en esta
espiritualidad de Cluny el monasterio para los cluniacenses es la casa de Dios:
toda riqueza y ornamentación es poca para honrar a Dios.
Organización típicamente feudal: el Abad es como el señor y los monjes como
vasallos. Son hijos del señor con varios vasallos.
La reforma monástica de Cluny va a alcanzar un gran éxito, creándose un imperio
monástico: la Iglesia, con la comunidad cluniacense, se pone bajo autoridad del Abad,
siendo primero una abadía y después un conjunto de monasterios típicamente feudal y
jerárquico. Los demás monasterios no tienen abad, estando bajo la autoridad del
mismo. En este sentido, toda abadía es un monasterio pero no todo monasterio es una
abadía, teniendo priores con subordinados: los monjes negros son los monjes
dominantes entre los siglos X y mediados del siglo XII, impulsándola reforma
gregoriana, siendo protagonistas de la vida política y desarrollando actividad cultural y
artística, haciendo mucho por difundir las formas de construcción.
Entre el 910 y el 927 tenemos Cluny I, una abadía que evoluciona y en la abadía de
Cluny III (1088-1120), se da un conjunto monástico grande, midiendo 180 m, el más
grande de toda la cristiandad hasta el siglo XVI, y que por desgracia ha desaparecido,
quedando una enorme torre lateral.
Estos monjes impulsan una nueva forma de espiritualidad de la época, impulsando la
idea de peregrinación y de cruzada: estamos en la época del apogeo de las
peregrinaciones, de cruzada: estamos en la época del apogeo de las peregrinaciones,
peregrinando a Jerusalén: Guerra Santa, peregrinación armada. Se peregrina mucho a
Roma, siendo una Ciudad Santa hasta hoy, y también hacia Santiago por el Camino
de Santiago. Se viaja por penitencia (limpiar los pecados), petición y agradecimiento a
Dios y a un Santo por algo.
A mediados del siglo XII, esta obra de Cluny comienza a declinar, no es la orden más
importante porque aparecen otras formas de vida monástica. Lo que aparece es una
nueva forma de vida monástica benedictina, protagonizada por el cister (francés
citeaux).
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d) La renovación del monacato benedictino: el Cister
La abadía de Cister se fundó en el 1098 en Borgoña y de esa abadía surge la orden
cisterciense, siendo una reacción contra el monacato de Cluny, con algo tan sencillo
como el hábito blanco que los definen. Buscan la aplicación de la regla de San Benito
en su forma más pura, sin desviarse como lo hicieran los cluniacenses. Para ello,
buscan el abandono del mundo y es importante porque los fundan en tierras
apartadas, tierras vírgenes, siempre con agua y son importantes desde el punto de
vista socioeconómico, contribuyendo a los procesos de colonización y roturación de
tierras. Buscan también el regreso a la pobreza cristiana y de la regla, abandonada por
los de Cluny, con pobreza en la liturgia, con solemne misa y oficios más sencillos,
buscando también la pobreza y austeridad en el aspecto exterior de los monasterios,
con arquitectura más austera y sin decoración, respondiendo a la espiritualidad del
cister. Si en Cluny el monasterio es la casa de Dios y todo lujo es poco, en esta orden
el monasterio es el mejor camino a Dios y todo decoración distrae de su camino al
monje hacia Dios.
El personaje más conocido en decisiones San Bernardo de Claraval, abad de
Clairvaux (1090 al 1053), uno de los grandes intelectuales de su época. En su
organización interna son diferentes: en el cister cada monasterio se gobierna de forma
autónoma, teniendo cada una su organización, poniéndose de acuerdo los asuntos
más importantes a través de un capítulo general de la orden del Cister, dándose hasta
la actualidad. Abadía de Fontenay (Borgoña), edificio más característico de la orden
del Cister; la abadía del monasterio de Santa María la Real de las huelgas (Burgos),
panteón de los reyes de Castilla, y la Catedral de Santa María de Poblet, panteeón de
los Reyes de Aragón, van a ser los ejemplos más destacados.
Los cistercienses van a influir en toda la época, impulsando la reforma gregoriana,
esta idea de cruzadas y siendo fundamentales en órdenes militares; y el culto Mariano
(culto a la Virgen María). Todas las zapatillas del cister se llaman Santa María y actúan
como aportes de la Iglesia en lucha contra las herejías. A partir de mediados del siglo
13 estos incidentes que han sido importantes empiezan a crecer, ya que no son los
más importantes.
III. De los monjes a los frailes: las órdenes mendicantes
A principios del siglo XIII las ideas religiosas son novedosas, más diferentes que las
benedictinas, dándose las órdenes mendicantes, que eran órdenes que se basaban en
la vida de pobreza, viviendo de lo que tenían. Se basaban en que los apóstoles eran
pobres y el buen cristiano debía ser pobre: vivir en pobreza terrenal para tener una
riqueza espiritual. La pobreza se da en un contexto de riqueza más generada. Son
órdenes que se sitúan en las ciudades, estando la vida religiosa en contacto con la
sociedad y son órdenes muy orientadas a la vida intelectual. Sus miembros son
denominados frailes (fraiter: hermano) y sus comunidades son los comentos.
a) Los franciscanos
La primera es la orden de los franciscanos, corrientes pauperistas y evangélicas
creada por San Francisco de Asís (1182-1226). San Francisco era un joven que tenía
23 años, hijo de un burgués adinerado destinado a ser caballero y, en un momento
dado, lo deja todo y se va a vivir sin nada con los más pobres y miserables de su
ciudad, pidiendo y viviendo con lo que le den. Crea un grupo de seguidores:
franciscanos, también llamados hermanos menores o frailes menores. Se dan una
serie de rasgos fundamentales: pobreza absoluta, dedicación y su movimiento

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optimista y positivo de la vida y un amor por la naturaleza. La creación es grande y


buena por Dios.
En 1212 aparece una rama femenina, fundada por una amiga, Santa Clara de Asís,
llamada como las clarisas o segundas franciscanas. La pobreza se ve físicamente en
que van con un cordón: van con un hábito con tela negra y para anudamiento van con
una cuerda, denominada como cordón franciscano.
b) Los dominicos
Orden fundada por Santo Domingo de Guzmán (1170-1221), coetáneo de San
Francisco. Santo Domingo es canónigo de osma, estableciéndose en el sur de Francia
para predicar a los herejes y en el 1207 funda la orden de los hermanos predicadores,
denominados dominicos. Es una orden que combina pobreza, evangelismo,
predicación (les interesa convencer a herejes de sus errores), van a estar en lugares
de interés y se van a convertir en inquisidores. El hábito blanco está por debajo y
negro por encima, siendo esta su forma de vestir.
10.2. Los bellatores: señores y caballeros
I. Linajes aristocráticos y ascenso de los caballeros
a) El predominio de la caballería
La orden de los bellatores es la minoría de guerreros cuyo objetivo es la defensa de la
sociedad cristiana. Este grupo incluye varios escalones, que va desde la alta
aristoccracia, pasando por la aristocracia pequeña hasta guerreros a caballo, los
conocidos como caballeros, pasando por familias amplias, dándose de linajes a casas.
Estas casas son linajes incluyen la familia y socrática, los vasallos y los servidores,
integrados en el bando de los señores. La banda o linaje actúa como ámbito natural
donde viven unas personas, importando el grupo y los intereses del linaje,
identificados por varios rasgos: apellidos, omismática (nombres propios se repiten) se
reconocen por los cargos (duques de, condes de), además de identificarse por
monasterios ligados a la familia y por la heráldica (símbolos identificativos de la
familia).
Maduran estos linajes y se produce un proceso de ennoblecimiento de la aristocracia,
siendo la aristocracia nobleza, hablando ya de nobles con la nobleza de sangre. En
esta nobleza se va imponiendo el principio de primogenitura: no hay reparto equitativo,
heredando el primogénito el grueso, quedando unido, recibiendo los hijos menores las
partes menores o son destinados a la iglesia.
Destacan las relaciones de parentesco con los matrimonios entre linajes. En esta
época el matrimonio no se ejerce por amor, si no se ejerce como fórmula de alianza
entre familias, con fórmulas de paz y se casan entre ellos. Además, es una fórmula de
transferencia de patrimonio y de progresión social: los linajes menores ascendían
casándose con los monjes de linajes grandes, cuyos linajes casan con familias
menores a las que necesitan: alianza y apoyo mutuo.
Se van a dar vínculos en las relaciones feudo más allá ticas, con contactos entre
grandes, medianos y pequeños señores con vasallos, además de la competencia por
poder económico, posición y prestigio, aliándose a veces y estando unas familias en
pugna con las otras.

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Estas relaciones van a estar movidas por la caballería. La Plena Edad Media es la
época de oro de la caballería medieval. La caballería tiene muchos sentidos diferentes:
Caballería es formada por los guerreros que combaten a caballo (Cavalry).
Caballería en español ese grupo señorial de los caballeros (Knight Hood).
Caballería en el sentido de ideal (Chivalry).
En estos siglos se desarrolla el combate a caballo y se convierte en el más
importante, debido a la evolución del armamento: la cota de malla protege todo el
cuerpo, el casco protege toda la cabeza y el escudo se hace más pequeño. Junto a
esto, se dan también mejoras en técnicas de combate, dándose la técnica de danza
tendida. Esta técnica consistía en que los caballeros dejan de combatir con lanza
hacia abajo y lo hacen con lanza tumbada sobre la mano, propiciando la el caballo y
se da la lanza tendida, coordinadas sobre el enemigo.
Estas técnicas de combate se daban en competiciones caballerescas. En estas
competiciones se ve que es un escenario donde se podía entrenar militarmente, son al
mismo tiempo encuentros sociales, acudiendo a esas ceremonias, estando las Damas
comentando; y son también un espectáculo deportivo, acudiendo a un templo, y por su
interés espectacularidad va a ser un escenario económico importante, donde los
feriantes y armeros van a poder vender sus productos. Las competiciones más
importantes son las siguientes:
Torneos: consiste en un combate de 2 equipos de caballeros en un espacio
abierto, con el objetivo de capturar al enemigo.
Justa: combate de 2 caballeros de forma individual, en un espacio delimitado
sin barreras.
Paso de armas: defensa de un paso, Ponte a cruce de unos caballeros por
parte de otro frente a estos. Existe en esta época, aunque esta forma se pone
de moda en el siglo XIV.
b) Señores y caballeros
La caballería, por tanto, es el grupo social de los caballeros, que surgieron en los
siglos X y XI, adquiriendo el rasgo lo que llamamos caballero con la proliferación de
castillos, surgiendo este grupo social. Los señores que construían estos castillos
reclutaban a guerreros a caballo para defenderlos a cambio de alojamiento,
manutención, soldados (pagos), y, en el mejor de los casos, entrega de tierras. Por
tanto, podemos decir que este el concepto de guerreros a caballo es el de un grupo
que vive con los señores en su corte y esta cercanía a los señores les da prestigio y
les da distinción social, siendo algo bien visto, que sirve sin señor y sirve al señor,
siendo algo prestigioso.
No todos los caballeros son nobles, ya que algunos son solo guerreros, siendo
hombres libres e incluso siervos. Lo que ocurre en estos siglos es un ennoblecimiento,
dándose un cambio radical en estos siglos. En el siglo, al comienzo de esta época,
muchos eran libres, en el XIII ya todo noble era caballero y el rey quería hacerlo.
Señores y caballeros compartían una forma de vida noble: vida en señorío
subvencionales, el centro del señorío es la torre o castillo, defensa del señorío y
residencia del señor, lo que permite controlar a campesinos del señorío punto un
ejemplo destacado de estos castillos es el castillo de Coarre (Aragón, siglo XIII).
Los caballeros comparten unos privilegios exclusivos:

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Monopolio de la actividad militar: la guerra es su misión en El Mundo, Dios


quiere que solo ellos combatan.
No trabajan ni en el campo ni en ningún oficio: solo sirven con armas.
Ejercicio del mundo: son los señores los que gobiernan y tienen autoridad
sobre el resto de la población.
Inmunidad fiscal: no pagan ciertos impuestos.
Trato diferente en materia de Justicia: derecho a ser juzgado por iguales,
derecho a no sufrir penas infamantes y hacer ejecutado honorablemente
(decapitación).
Conjunto de actitudes, gestos y formas de ver El Mundo exclusivos de su grupo
y que expresan su condición y distinción superior. Este conjunto de valores da
el ideal de caballería.
II. El ideal de la Caballería
El ideal de la Caballería es el conjunto de valores, ideas y gestos que comparten este
grupo, basándose en diversos principios:
Principios guerreros: principios de la sociedad feudal
Cumplimiento de las obligaciones del contrato feudal: fidelización y lealtad al
señor o vasallo.
Valor en el combate: morir antes de ser derrotados (bravura y valentía).
Juegos limpio: respecto a código de valores honorables.
Lucha en igualdad de condiciones.
Respetar al enemigo y honrar su cadáver.
Para ser reconocidos estos valores eran reconocidos en combate, con nacimiento de
la heráldica: conjunto de signos identificativos (para una persona pero heráldica pero
la paréntesis a familiar (el linaje tiene un escudo con las armas) y, por último, real
(Reyes y condes tienen su propio escudo, reino y rey o condado y conde).
Principios personales de origen aristocrático: práctica de virtudes sociales
Defensa del honor, que es capital en esta época.
Buen nombre personal, familiar, de las mujeres y del señor.
Pánico a la mala fama, con miedo al qué dirán y a la vergüenza.
Lealtad a la palabra dada.
Generosidad: en esta época denominada como largueza, ya que ser largo es
ser generoso, gastándose el dinero cuando se tiene de forma generosa y de
forma ostentadora con los demás, haciéndose más digno, Honorable y señor
un caballero.
Principios cristianos: de origen eclesiástico, inspirados por la Iglesia.
Fe: buen caballero debe ser un buen cristiano.
Protección de la Iglesia.
Defensa de los más débiles: mayores, niños, mujeres y clérigos.
Defensa del derecho y bien frente a injusticia y mal.
Guerra: obligación de guerra Santa contra enemigos de Dios y la cristiandad: el
caballero ideal es el “miles christi”: caballero de Cristo.

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La difusión de este ideal de caballería se produce gracias a la literatura caballeresca


con obras que popularizan metodología caballeresca, organizándose en 3 bloques,
materias o ciclos:
Materia o ciclo de Francia: obras caballerescas que narran las hazañas de
carlomagno y los francos: cantar de Roldán (versión caballeresca que filtra el
pasado carolingio).
Ciclo de Bretaña o ciclo as tónico: novelas del Rey Arturo con sus caballeros.
Mesa redonda. El autor principal es Chrétien de Troyes (1160-1180), historias
en las que se lleva una corona, el rey Arturo que ha combatido contra
Ianaarote, su primer caballero, siendo este último derrotado.
Ciclo antiguo o ciclo clásico: son obras de caballería que se ambientan en un
mundo grecorromano. Se da una crónica troyana: visión de caballería de la
buena de Troya y el cuerpo de Alexandre.
Tratados de caballería: manuales de cómo ser un buen caballero
Liber ad milites templi de laude novae militiae (c. 1120 al 1130): elogio de la
vida mística temprana; además de Ramón Clud (autor anónimo del siglo XII).
Ámbito caballeresco: poesía de temática caballeresca, siendo poesía de amor
Cortés, de origen político, cantando estas composiciones los trovadores
(lengua provenzal u occitana), los troveros (cantan y componen en francés,
lengua d’oui), los minesager (alemanes) y juglares (cantaban canciones de
trovadores).
Por tanto, el ideal de caballería podemos decir que es un ideal enfrentado a caballeros
y señores, enfrentándose a la cruda realidad humana, que no alcanzaba a campesinos
y burgueses, inferiores y ajenos al código caballeresco: el villano (campesino) es el
malo. Se da una distinción en estos tiempos. Entre caballeros estos códigos no
alcanzan a los inferiores, aunque entre los caballeros muchas veces no los respetaron,
violando este código.
A partir del siglo XIII se da una identificación entre caballería y nobleza, produciéndose
la idea de que todo caballero es noble. A partir del siglo XII la nobleza empieza a
excluir de la caballería a quien no era noble, excluyendo de su grupo a quien no tenía
esta condición. Se van a dar diferentes fórmulas de exclusión: se da por condiciones
militares, estando explicado quien tiene este recurso y los tiempos y exigen un rito de
entrada: investidura de armas (ser armado caballero). Este ritual de entrada se
celebraba en un día de forma religiosa (Pascua, Pentecostés) o antes de una
batalla.es una ceremonia con varios gestos importantes: vela de armas (vigilia, la
noche anterior el caballero la pasa en vela), se ciñe la espalda, coloca las espuelas
(acicates guerra paréntesis, y se da la palmada o pescoñanza (en la Baja Edad Media
la espada se lleva en el hombro).
En estos tiempos la caballería se integra en la nobleza y se consolida la figura del
escudero como el joven noble que aspira a ser caballero. A pesar de los esfuerzos de
la nobleza de cerrar la caballería a los no nobles, esto no se consigue, con sociedad
que cuenta con movilidad social, siendo fieles y habiendo campesinos que llegan a ser
caballeros, teniendo muchos matices.
10.3. Los laboratores: el campesinado
I. Servidumbre y dependencia

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Los laboratores componen el grueso de la población, estando el campesinado con


diferencias internas. Se da un porcentaje pequeño de campesinos propietarios
(minoría), un grupo algo mayor de propietarios medianos, y un grueso de población de
pequeños campesinos que trabajan como jornaleros. La mayoría son siervos
(campesinos dependientes al poder señorial). La condición de siervo se hace
hereditaria, se paga el tributo por esta condición, no pudiendo disponer ni de las vidas
ni de sus bienes y pagan una compensación al señor, pagando para poder casarse
con hombre o mujer libre o con siervo de otro señor.
La gran variedad de vocablos referentes al campesinado reflejó la diferente posición
ocupada porque la familia en dos escalas: la de su situación jurídica (libertad,
servidumbre, esclavitud) y la de su situación económica (niveles de fortuna). Entre los
años 1000 y 1280, ese campesinado evolucionó, en líneas generales, de acuerdo con
la secuencia siguiente: esclavitud o servidumbre, libertad, entrada en dependencia y
enfranquecimiento selectivo.
De la esclavitud o la servidumbre a la libertad y de esta la dependencia
Entre los siglos V y X, los campesinos, en buena parte esclavos rurales, se habían ido
convirtiendo en miembros de comunidades aldeanas libres en razón del conjunto de
procesos (ruptura de las antiguas villae, manumisiones, invasiones) que promovieron
la desestructuración del sistema antiguo y proporcionaron a los campesinos la
posibilidad de ocupar espacios en un orden disperso. Con el tiempo, la dispersión fue
cediendo paso a una concentración en aldeas formadas por familias nucleares que
participaban en las tomas de decisiones, sobre todo, las relativas al aprovechamiento
de bienes de uso colectivo, como agua, pastos y montes. Así coma en los decenios
finales del siglo X y primeros del XI, las aristocracias y, sobre todo, su entorno de
militares subordinados e indisciplinados trataron de controlar las aldeas y sus gentes.
De forma relativamente rápida, se constituyó en prestamistas dos aldeanos y se auto
atribuyeron un poder de disposición sobre los bienes de aprovechamiento colectivo. La
aristocracia y los militares se afirmaron o convivieron en señores y sometieron al
campesinado en su dependencia.
De la dependencia a un enfranquecimiento selectivo
De este modo, podemos decir que a partir del siglo XI se da una gradación y
jerarquización de la dependencia: la servidumbre va a ser mayor o menor de
dependencia personal según el nivel económico. Encontramos campesinos siervos
acomodados e incluso muy acomodados, encontrándose restos arqueológicos de
cerámica de gran calidad, con un acceso a bienes de consumo elevado en esta
condición. Los campesinos siervos que obtienen recursos se liberan de la dominación
señorial y son los más pobres los que se van a mantener o entrar en la servidumbre.
Por lo que en la segunda mitad del siglo XI, podemos decir que esta dominación del
campesino se hizo más rigurosa, afectando tanto a las relaciones de los campesinos
con sus señores como a las relaciones del campesino con espacio físico. Por lo que
respecta a las primeras, la creación de los señoríos encadenó a los campesinos en un
marco de encuadramiento que reconocía los poderes jurisdiccionales (dictar la norma
de convivencia, juzgar, recaudar, poseer ejército privado) de los poderosos. En lo que
se refiere a las relaciones del campesino con el espacio físico, también fueron
mediatizadas por los señores a través de procesos de encastillamiento, que combinó
la creación de núcleos aldeanos más agrupados, con frecuencia, en torno a Torres
señoriales y la construcción de terrazgos más organizados.

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El objetivo de todo ello era proporcionar al señor más control de las personas y más
rentabilidad de las sierras. En ese ambiente, las familias aldeanas más pudientes
tenían a configurarse como pequeños aristocracias campesinas que trataban de
emular los gestos del señor y acababan siendo, muchas veces, sus agentes entre sus
convecinos. De esa forma, la red piramidal de vasallajes entre nobles y caballeros se
fue completando con otra paralela de compromisos y dependencia entre ellos, la
aristocracia la abriga y los dependientes más humildes.
Desde finales del siglo XI y, de forma más clara, medio siglo más tarde, el movimiento
de dominación señora se vio acompañado por otro enfranque cimiento de la población
campesina. En un primer momento, fueron las empresas de colonización en los frentes
de expansión europea las que propiciaron la multiplicación de pequeñas comunidades
aldeanas libres. Luego, el movimiento se difundió en los espacios de Interior de
Europa. Al compás de la concesión de privilegios algunas localidades que solemos
llamar villas y ciudades, entre los años 1150 y 1220, se fortalecieron también los
municipios rurales.
II. La familia campesina
Los campesinos se organizaban en familias clánicas, aunque se impone desde finales
del siglo XI la familia nuclear o familia corta. Esta familia nuclear es una familia más
pequeña, contando con el padre, la madre, hijo o hijos y parientes cercanos. Unas
familias y varias parentelas formaban la comunidad rural, que maduran en esta época,
siendo una agrupación de concentración campesina, al ser el pueblo más grande y por
la necesidad de colaboración de los campesinos: explotación agraria, ayudándose
para explotar mejor las tierras y la ganadería.
III. La comunidad rural
La comunidad rural está representada en él concilium, formado por las cabezas de
familia y son los que organizaban la explotación de los pastos, la defensa de la
población y que en esta época van a experimentar el proceso de señalización (señores
imprimen su dominio a algunas familias o a toda la comunidad) y el de estratificación
socioeconómica, siendo dentro de la comunidad iguales todos los campesinos, aunque
surgen alianzas de una minoría de campesinos en condiciones de vida mejor, que se
liberan de la carga señorial y son los que dirigen la comunidad en función de sus
intereses, convirtiéndose en ayudantes del señor unto muchos de estos campesinos
se convierten en caballeros y convierten en nobleza. En este momento, estos cambios
aportan la vida noble, ennobleciendo sé con el paso del tiempo, surgiendo una
mediana y pequeña propiedad rural.
TEMA 11: RENACIMIENTO Y APOGEO DE LA CULTURA MEDIEVAL
11.1. El “Renacimiento Cultural” del siglo XII
El proceso de crecimiento protagonizado por la Sociedad Europea de los siglos XI al
XIII alcanzó también la esfera de las expresiones culturales. Esta expansión cultural
nace en el siglo XI y llega a su apogeo en el XIII, cuyo momento clave históricamente
se considera el XII, denominado como el “Renacimiento Cultural” del siglo XII
(expresión historiográfica). Dentro de ella, los resultados más significativos fueron la
variedad del vigor de las manifestaciones intelectuales y artísticas y el empleo
deliberado de instrumentos tanto técnicos como la escritura y latín como
metodológicos de la dialéctica o institucionales de escuelas y universidades que
garantizan la solidez y el progreso de la reflexión y la creación intelectuales. Pero
todos estos resultados, a su vez, se dan gracias a la combinación de varios factores:
I. La “revolución” de lo escrito
El Renacimiento del siglo XII, en la estela de otros nacimientos anteriores, como
pasara en el Carolingio o el Otoniano, volvió a ser una etapa de diálogo entre
preocupaciones del momento y las fuentes disponibles de la antigüedad. Para ello, se
da una vinculación de la escritura, estando lo escrito más presente. Se escribe en
pergamino y en papel. A partir de la baja Edad Media el papel se imprime a
pergamino, dándose en ellos la producción escrita y documentos. La producción
documental crece enormemente, se multiplica de forma enorme, imponiéndose la idea
del valor de lo escrito (“lo que va escrito vale”).
De este modo, se va a desarrollar la disciplina de las letras. El latín se había ido
consolidando a lo largo de los siglos anteriores como lengua de cultura, tanto para las
actividades eclesiásticas como políticas, en todo el ámbito europeo. Desde el siglo 11
su fuerza como herramienta fundamental para todo tipo de actividad intelectual se
había convertido en una realidad, mientras que las lenguas vulgares, a pesar de haber
alcanzado casi todas ellas estabilidad geográfica, todavía carecían de normas
gramaticales y retóricas como si poseían latín. Hasta el siglo XI, el vocabulario y la
sintaxis habían estado tomando los escritos clásicos y secundariamente de la Biblia,
por lo que tenían un carácter artificial, pero desde mediados de esa centuria el latín se
reinventa. En efecto, el latín se acomodó a las necesidades de la expresión; se hizo
más ligero y preciso, gracias a los neologismos de diferente origen que los
intelectuales fueron adoptando, lográndose de esta manera su enriquecimiento y la
condición de lengua viva, así como el desarrollo de los estudios gramática y
elocuencia y, en definitiva, el apogeo en el siglo XII del denominado latín medieval. Su
conocimiento y estudios fueron posibles por el cada vez mayor número de textos
clásicos, paganos y patrísticos de los que pudieron disponer. Entre los más utilizados
para aprendizaje del latín y las formas de la oratoria hay que destacar las siguientes:
De Institutione Oratoria de Quintiliano, las Artes de Donato, las Institutiones de
Prisciano y la Retórica de Cicerón.
Para completar el aprendizaje, y de acuerdo con las necesidades de cada uno, se
fueron confeccionando y empleando cada vez más manuales de ortografía, conocidos
como artes dictamines, y diferentes formularios para uso de notarios y juristas. Ahora
bien, no todos escritores da pena meditar medieval fueron igual de geniales, y estos
tuvieron idéntica factura, pudiéndose encontrar una gran diversidad estilística entre los
eruditos. Entre los grandes perfeccionistas del estilo pero con diferente corte
sobresalen San Bernardo, predicador, tratadista y brillante en la exposición de sus

polémicas, con un arte de la composición muy perfeccionado; San Anselmo, con su


especial capacidad para combinar la expresión ligera con la densidad de pensamiento,
o Pedro el venerable, de corte mucho más conmovedor que los anteriores.
Además, se comienza a escribir en el siglo 11 las lenguas vernáculas (lo que habla el
vulgo, la gente del pueblo). Se escriben poemas en estas lenguas (Cantar de Roldán:
frances; Deo Wulff: poema anglosajón, Poema del mío Cid en castellano, la poesía
lírica de los trovadores en occitano y la de los troveros en francés, dándose también
en italiano, alemán o galaico-portugués. Las lenguas vulgares adquieren importancia y
a partir del siglo XIII la historia se escribirá en estas lenguas ya consolidadas como
ocultas. Tenemos el ejemplo de Esitoria de Espanna (Historia de España) de Alfonso
X el sabio del siglo XIII, escrita en castellano.
II. Renovación y creación de escuelas
Proliferación de centros de enseñanza de varios tipos:
a) Escuelas monásticas
Se forman en la época de los Renacimientos Carolingio y Otoniano, sufriendo un
impulso a partir del siglo XI hasta mediados del XII, siendo las más importantes y se
dedican al estudio de la Biblia, la patrística y el quadrivium (aritmética, geometría,
música y astronomía). Se encuentra en los grandes monasterios como el de
Montecassino y Ripoli, contando con una serie de personajes importantes: Pedro el
venerable, Abad de Cluny (c. 1092-1156), que llevó a cabo la traducción del Corán al
latín para refutarlo; Bernardo de Claraval (c.1090-1153), predicador, tratadista y
brillante en la exposición de sus polémicas, con una arte de la composición muy
perfeccionado y Hidegard von Bingen (1098-1179) poetisa, música y escritora que se
forma en su monasterio.
b) Escuelas episcopales
Escuelas de la Catedral, situadas en la ciudad y gobernadas por obispos y canónigos.
Desde mediados del siglo XII estos escribas relevan a los monasterios como los más
importantes, siendo las catedrales más modernas y dinámicas, dedicándose al estudio
del latín y al estudio del trivium (gramática, retórica y dialéctica). Se van a dar dos
escuelas importantes:
Escuela Episcopal de París, donde se estudiaba teología (futura Universidad de París),
cuyo profesor es Pedro lombardo (1100-1160) con su manual.
Escuela Episcopal de Chartres, destacando Bernardo de Chartres (1070-1130), que
defiende que sabemos más porque nos apoyamos en filósofos mejores; y Juan de
Salisbury, apodado el “Erasmo del siglo XII” (1120-1180), teniendo una obra llamada
Policraticus, considerado el primer tratado de política europea medieval, estableciendo
cómo se gobierna y cómo se organiza políticamente una sociedad.
c) Escuelas “urbanas”
No dependen del obispo. Tienen relación con los episcopales y se meten enseñanzas
políticas: enseñan a leer, escribir, contar y hacer cálculos. Dos escuelas:
Escuela de Derecho de Bolonia (Italia), siendo la escuela de derecho más
importante de todas, destacando colombiano, que escribió el Decretum, obra
fundamental de Derecho canónico en la época, obra clave que marca el punto
de inflexión.

1
Escuela de la Abadía de San Víctor de París, especializada en artes mecánicas
(física, química), destacando Hugo de San Víctor.
d) Escuelas “de traductores”
Surgen por el interés de los intelectuales europeos en ampliar sus conocimientos con
obras clásicas griegas y romanas, sabiendo leer árabe, lo leemos viendo que las obras
de otros lugares vienen del mundo islámico. Esto hace que haya contactos entre el
mundo cristiano occidental con el bizantino y el musulmán, dándose dos escuelas de
traductores destacadas:
Escuela de Palermo (Sicilia): Sicilia está en ese momento bajo la órbita
musulmana, encontrándose previamente bajo la órbita bizantina, pudiendo
traducirse del griego obras en este lugar.
Escuela de traductores de Toledo: la presencia islámica es evidente,
hablándose hebreo y árabe. Destacan Avicena, filósofo que hace comentarios
obras de Aristóteles, y Ibn Rus (Averroes, m. 1148), intelectual del siglo 12,
racionalista aún más aristotélico que Avicena, siendo un especialista en
Aristóteles, y Maimónides (m. punto 1204), intelectual y sabio que escribe en
árabe, siendo también médico y filósofo y trabaja también en el Magreb y en
Egipto.
III. Mejora en los métodos intelectuales
Se da una mejora en la actividad intelectual. El cambio clave es el desarrollo de la
dialéctica como medio de reflexión intelectual, debate lógico sobre opiniones
diferentes, llegando aproximarse a la verdad.
IV. Nacimiento de un nuevo pensamiento intelectual
Se llega a un pensamiento intelectual nuevo desde el siglo XII, dándose el
pensamiento escolástico o escolástica, palabra que viene de escuela. Surge al
desarrollarse gracias a la consolidación de las escuelas, pensamiento favorecido al
mismo tiempo por la llegada de obras antiguas, vía filósofos musulmanes, viendo el
griego o viendo el árabe, por la llegada del derecho romano, llegando el Corpus Iuris
Civilis (Código Justiniano). Es un pensamiento cada vez más inspirado en el uso de la
razón, instrumento del pensamiento, dándose una sociedad racionalista. La sociedad
occidental es una sociedad moralista y optimista, creación a imagen de Dios, dándose
la razón con mayúscula, siendo el ser humano un ser racional por excelencia.
El pensamiento escolástico va a ser favorecido por intelectuales brillantes. Pedro
Abelardo es el más destacado, naciendo en 1142. Está considerado el primer y mayor
intelectual del siglo XII, siendo uno de los principales de la Edad Media, siendo una
figura clave en la renovación de los métodos de reflexión (toda verdad está por
descubrir y todo punto de vista humano es mejorable). Se le considera el primer
intelectual que es consciente de ello, cambiando la sociedad a partir de su aportación.
Escribió su propia vida, en la Historia de mis calamidades. El gran amor de Pedro
Abelardo es Eloísa, hija de un canónigo, que va a ser una mujer muy formada y
dominaba el latín.

11.2. La cultura en el siglo XIII


I. El nacimiento de las universidades
Todos estos cambios culturales en el siglo XII van a culminar en lo siguiente: se
desarrollan instituciones ligadas al principio Con la vida intelectual, desarrollándose La
Universidad. Denominada como “Universitas magistrorum et scholariam”, era un
“ayuntamiento de maestros et escolares, que es fecho en algún lugar con voluntad et
con entendimiento de aprender los saberes”. Se trataba de una traducción del
movimiento corporativo artesanal de las ciudades a la espera del trabajo intelectual.
Como en aquél, había maestros aprendices; pero sus primeros pasos tampoco son
bien conocidos. Algunas universidades nacen de las escuelas episcopales urbanas,
como en el caso de París (1150) y Bolonia (1185), mientras que otras son de
fundación papal o real: Palencia (1212), Salamanca (1218), Lisboa (1290) y Lérida
(1300). Inicialmente estas últimas están bajo jurisdicción obispal, papal o real y
siempre quieren ganar autonomía, quieren ser lo más autónomas posibles para que no
les digan lo que tienen que pensar.
La organización de la Universidad respondió a dos modelos: el de París y el de
Bolonia:
El modelo parisino se basaba en un conjunto de cátedras agrupado en
facultades, cuyos maestros formaban una Junta presidida por el decano. Las
facultades eran cuatro: artes liberales (considerada como una iniciación
obligatoria para los restantes estudios), derecho (canónico), medicina y
teología (la más prestigiosa). Sus grados académicos eran dos. El de bachiller
suponía 6 años de estudio a partir de los 14 y la defensa de una determinatio.
El de licenciado equivalía a maestro en artes con posesión de licencia docente
y tras dos años complementarios, o maestro en derecho y medicina,
titulaciones que requerían 6 años de estudios después de eso necesarios para
la maestría en artes, o maestro en Teología, que solo se alcanzaba tras 12
años de adquirida aquella. El título de doctor otorgaba el reconocimiento
público de la maestría demostrada por el licenciado (maestro) en Teología. La
enseñanza se basaba en el empleo riguroso el vocabulario y la capacidad
razonadora con el uso del silogismo en dos tipos de ejercicio. El primero, la
lectio, lectura comentada del texto de un actor, forma habitual de la docencia.
El segundo, la cuestión, desarrollada a través de una disputatio sobre un tema,
en la que se aportaban las opiniones de distintos autores, a través de cuyo
análisis dialéctico se aspiraba a llegar a una determinación o serie de
conclusiones. Entre esas cuestiones, alcanzaron notable predicamento las
llamadas cuestiones cubitales sobre temas planteados en el momento por
alumnos o por maestros.
El segundo modelo de universidad fue el de Bolonia. Con raíces en escuelas
urbanas, se estructuró como una universitas de estudiantes, ya que los
maestros poseían una situación parecida a la de funcionarios municipales. La
organización agrupaba a estudiantes de diversos reinos europeos distribuidos
en naciones según lugar de procedencia. Todos ellos acudían a Bolonia a
formarse, especialmente en las disciplinas del derecho, en las que destacaban
dos maestros. En Derecho Civil, Irnerio, introductor, en el primer tercio del siglo
12, del estudio integral del Corpus Iuris Civilis, mediante el sistema de glosas o
comentarios entre líneas o en los márgenes, que tuvo numerosos discípulos

(los glosadores). En derecho canónico, Graciano, autor del Decretum,


inspirador de una amplia serie de decretistas.

Se da una organización interna en estas universidades


Rectores: dirigen la Universidad
Decano
Facultades: destacan la Facultad de artes liberales (trivium, quadrivium terraza
tesis, derecho, medicina (sur de Europa, institucionalizada en el siglo 13 a
través de 2 centros: salerno y montpelier) y la facultad más prestigiosa:
teología.
Estudiantes
II. La reflexión intelectual
Los rasgos enormemente variados del esfuerzo intelectual del siglo XII se
oscurecieron en el XIII, en que los intereses se recortaron en beneficio de una
consolidación de la filosofía. El conjunto de trívium y quadrivium perdió importancia en
los estudios, sobre todo, En París, aunque se mantuvo en Oxford. En su lugar, la
dialéctica dominó los cursos universitarios, afectando a la propia teología, que, durante
el siglo XIII, fue objeto de una verdadera filosofía estación con una aplicación
sistemática a las categorías de Aristóteles en un intento de armonizar fe y razón.
El panorama intelectual del siglo XIII se completó con otras 3 novedades. El decisivo
papel de las universidades, concretamente París y Oxford, en la elaboración del
pensamiento; el protagonismo de los franciscanos y dominicos en las cátedras de
teología, mientras los clérigos trataban de dominar las de artes y, en lo posible,
filosofía; y la constitución de corrientes de pensamiento más definidas que en el siglo
XII. Además, hay un protagonismo de los ámbitos mendicantes (franciscanos y
dominicos).
Corriente agustinista
Más bien una actitud que un sistema de pensamiento, que destaca en el pensamiento
medieval tradicional, que nace con San Agustín en el siglo IV, de época romana y,
desde presupuestos neoplatónicos (“ha bebido” de todo lo clásico), tendía a subrayar
el papel de la fe como regidora de la razón en su afán de conocimiento. Destacan que
la fe rige sobre la razón, siendo la idea de Dios necesaria para iluminar la razón.
Los pensadores de esta corriente aceptaron la dialéctica como instrumento de análisis,
contribuyendo a transformar la propia teología en una ciencia dotada de sus propios
métodos, pero rechazaron las ideas aristotélicas sobre materia y potencia y las de
algunos pensadores sobre la inteligencia separada. Entre los maestros agustinistas,
los más destacados fueron Alejandro de Hales (aprox. 1180-1245), y Juan de Fidenza,
san Buenaventura (1221 al 1274). La importancia intelectual de este radicó en su
Itinerarium mentis in Deum, obra que mezcló la especulación teórica del fervor místico
y que permite presentar a su autor más como un teólogo y, sobre todo, místico, que
como filósofo propiamente dicho. Su influencia en la corriente franciscana, reticente al
aristotelismo Cristiano de Tomás de Aquino, pues hegémonica hasta mediados del
siglo XIII y siendo la dominadora hasta finales del XIII, hasta la aparición de Duns
Escoto.
Corriente científico-natural
Apoyada en una renovación de los estudios del quadrivium, se desarrolla en la
Universidad de Oxford (Inglaterra), sobre todo, en torno a Roberto Grosseteste (1175-
1253), clérigo secular que llegó a obispo de Lincoln y que, desde la habitual indicación

metafórica entre luz (divina) y conocimiento llegó al estudio de la luz en sí misma y,


con ello, de la óptica.
Su más distinguido discípulo fue Roger Bacon (1210-1292), franciscano en su
madurez. Estimaba que el conocimiento de la verdad, incluso de la verdad teológica, a
la que él mismo subordinaba a las demás, no se alcanzaba solo a través de la
iluminación interior sino también de la experiencia de la realidad externa. Por ello, en
sus estudios sobre óptica, astronomía, alquimia y física, el papel que otorgaba al
experimento era reforzar el conocimiento de los principios que están más allá de las
cosas, no descubrirlas.
El aristotelismo Cristiano
Constituyó la verdadera revolución del pensamiento del siglo XIII, proponiendo que la
fe y la razón son dos mundos autónomos que se podían combinar en un aparato
conceptual de pensamiento común para alcanzar la verdad. Razón combinaban
pensamiento Cristiano y filosofía aristotélica, siendo el camino escogido por dos
dominicos: Alberto de colonia (o magno) y Tomás de Aquino:
Alberto magno (1206-1280) estudió la obra de Aristóteles y sus comentaristas
musulmanes, siendo el mismo una especie mixta de glosador crítico de aquélla
y de autor original en temas tan variados como física, astronomía, zoología,
botánica, mineralogía y química, entre otras disciplinas. En su tratamiento de
todos ellos, aunque de forma poco sistemática, es posible reconocer la
distinción que hacía ante el mundo de la filosofía (relacionado con la
experiencia natural) y el mundo de la teología (referido a la revelación).
Tomás de Aquino (1225 al 1274): hombre de pleno siglo 13, proveniente de
una familia noble de Nápoles, dominico y autor de una obra clave: sumas
teológicas. Santo Tomás configuró lo que se ha llamado el aristotelismo
teológico, un sistema de pensamiento Cristiano coherente, combinando fe y
razón y propone algunas ideas nuevas:
o Nueva teoría del conocimiento: antropológica, no teológica. Dice Santo
Tomás que el ser humano per se, por sus actitudes, puede ver la
naturaleza, El Mundo. Admitía, por tanto, la posibilidad de un
conocimiento natural, racional, de la realidad (y, por tanto, De Dios) a
partir de los datos que los sentidos suministran.
o Metafísica nueva basada en la noción del ser.
o Nueva doctrina sociopolítica: forma de organización política y de
pensamiento político que se basa en principios cristianos y el derecho
romano, con el objetivo del bien común, el bien de la sociedad.
Podemos hablar de la proclamación de un naturalismo político. Según
esta doctrina, el hombre, que es un animal político, ha creado un marco
y un sistema de relaciones que es la sociedad, orientada a la
realización del bien común y dotada en los medios necesarios para
cumplir sus fines, lo que la hace perfecta en su género, esto es, legítima
sin necesidad de justificación religiosa.

Averroísmo latino
Nombre que se da a un movimiento de maestros de la Facultad de artes liberales de
Universidad de París a partir del 1265, dándose un paso más en el proceso de
filosofización de la teología entre los años 1265 y 1277. Estos maestros comprueban
que la fe y la razón no terminan de cuajar, no lo ven claro y aunque no negaban la fe,

tendían a poner de manifiesto las contradicciones entre los dos más cristianos y la
razón, que atribuían solo a una fase de insuficiencia en el conocimiento. Apuestan por
la razón como instrumento principal del conocimiento y en ese sentido plantea que hay
una doble verdad, basándose en la doble verdad averroísta, una adecuada para la fe y
otra para la filosofía, llevándose así acabó la superación desaparecida insuficiencia y
siendo defendida por pensadores como Siger de brabante (¿1240?-1284).
La iglesia no aceptó esta doctrina, dándose la respuesta a la jerarquía eclesiástica
estimulada por Juan de Fidenza (san Buenaventura). Tras unas condenas parciales,
en el 1277 el obispo de París formuló la condena de las 219 tesis, a la que pocos días
después siguió la condena del obispo de Canterbury, pronunciada en Oxford, de otras
30 proposiciones. En ambos casos, las condenas incluyeron, junto a las tesis
averroístas, otras tomistas. Desde aquel momento empezó a amainar el espíritu de
firme confianza en la capacidad de la razón para comprender las materias de la fe que
se había difundido en los últimos 30 años. En ese sentido, la fecha, 1277, marcó un
hito decisivo en la historia del pensamiento.
11.3. Esplendor del arte medieval
En esta época comienzan los grandes estilos artísticos:
Arte románico (s. X-XII)
El arte romano fue un movimiento artístico europeo comprendido en los siglos XI, XII y
XIII. Se caracteriza por el uso de un lenguaje específico, con coherencia y realismo, en
diversas manifestaciones, principalmente la arquitectura, la escultura y la pintura. El
arte romano nace como respuesta a los cambios sociales y gubernamentales de
Europa y la base de sus representaciones fueron religiosas. El centro de este arte se
encuentra en Calabria, centro-sur de Francia, Borgoña y Normandía
La construcción de iglesias y monasterios caracteriza al arte románico, ya que refleja
los valores de las nuevas sociedades feudales fuertemente influenciadas por la
religión. Este movimiento puso en escena ciertos valores, en un arte comprendido
como funcional: no para ser “visto” sino para “existir en él y practicarse”. Los
materiales son un elemento presente y no un medio para la creación. Se respeta su
naturaliza y naturalidad. En este arte se destaca el uso de: materiales pobres (piedra
porosa, basalto, roca volcánica, barro cocido y hueso), mármol (mayormente en
monumentos, edificios y esculturas), hormigón (cubriendo piedra, en un método
constructivo revolucionario) piedra y madera
En cuanto a sus colores, el arte románico se caracteriza por ser policromado, tiene
múltiples colores que dan profundidad a los significados. En sus formas, las piezas
reflejan la cotidianidad de una manera esquemática, convencional y realista.
Elementos arquitectónicos: La arquitectura románica se caracterizaba por arcos de
medio punto. La arquitectura es la principal manifestación del arte románico. Se
caracteriza por anchos pilares compuestos por núcleos prismáticos, arcos de medio
punto, contrafuertes en muros que sujetan bóvedas y cubiertas, cúpulas sobre
trompas, ábsides semi circulares, arcos doblados, criptas, campanarios, frisos
decorativos y la inclusión de esculturas.
Elementos escultóricos: La escultura románica se vincula fuertemente a la
arquitectura, mayormente dedicada a las enseñanzas bíblicas en piedra, madera y
otros materiales. Incluyen escenas de la vida de Cristo, animales fantásticos, escenas
bélicas o de la vida cotidiana. Se destacan las esculturas retratistas con influencias

griegas pero orientadas mayormente a resaltar los defectos y no la belleza, y las


esculturas de relieve realizadas en grandes piezas que plasman eventos importantes o
secuencias de eventos.
La pintura románica se basaba mayormente en imágenes bíblicas. La pintura tiene
fuertes influencias bizantinas, visigodas y carolingias. Las escenas, en general,
representan imágenes bíblicas.
Las obras más destacadas son San Clemente de Tahull, Abadía de Cluny, Santa Fe
de Conques y la Catedral de Ávila (Románico Tardío).
Arte Gótico (s. XII-XIV)
El arte gótico es un estilo artístico que predominó en la arquitectura religiosa, escultura
y pintura de Europa entre el siglo XII y el siglo XV, hasta el surgimiento del movimiento
cultural del Renacimiento. Lo precedió el arte románico (siglo XI y XII). Se considera a
la basílica de la Abadía Real de Saint Denis en Francia como el primer monumento
catalogado de estilo gótico. Fue construida a partir del 1140 por Suger, el abad o
superior de ese monasterio, considerado el impulsor del arte gótico.
En un principio, el término gótico fue designado de manera despectiva por los
escritores italianos clasicistas del Renacimiento que consideraban a todo lo que no era
clásico como una fealdad. Le atribuían el arte gótico a las tribus bárbaras que habían
destruido al Imperio romano y su cultura clásica del siglo V d. C. El arte gótico fue
valorado recién a partir del siglo XIX d. C. y fue considerado grandilocuente e
imponente.
Las principales características del arte gótico son las siguientes:
El principio de la estética de la luz como fundamento de todo arte. Fue capaz
de representar la idea teocentrista de la luz de Dios.
Su aplicación en la arquitectura religiosa, como monasterios y catedrales.
El uso del arco ojival que terminaba en forma apuntada y generaba sensación
de gran altura. Se aplicaba para las cúpulas, puertas y ventanales.
La aplicación de innovadoras técnicas de arquitectura que permitieron alcanzar
el estilo único de techos altos, arcos arbotantes y extensas paredes de vitrales.
El diseño de formas extravagantes aplicadas tanto en la escultura como en la
decoración arquitectónica.
La decoración con materiales brillosos y el uso de colores vivos, para
exacerbar el concepto de luminosidad.
La aplicación de extensos ventanales de colores que reflejaban diferentes tipos
de luz hacia el interior de las catedrales y monasterios.
Destaca también la escultura gótica, que se caracterizó por representaciones naturales
tal como se percibían en el mundo real, sin aplicar significados simbólicos como
sucedía con la arquitectura y el manejo de la luminosidad. Además, destacaba su uso
como ornamento de la arquitectura gótica en las columnas y los parteluces (columnas
que se ubican en la mitad de portones o ventanales), el uso de técnicas para recrear la
profundidad de los objetos y el nivel de los detalles y la manifestación del arte en los
retablos (obras que se ubican detrás de un altar), las miniaturas, los sepulcros y las
imágenes de vírgenes y de santos.

Como obras arquitectónicas destacadas de este arte destaca la Abadía de Saint-Denis


(panteón de los reyes de Francia), la Catedral de Chartres, Notre-Damme, la Catedral
de Burgos y la Catedral de León.
11.4. Cambios culturales y cambios mentales
Nuevas formas de ver el mundo, todo está cambiando y se refleja en cambios de
mentalidad. Esto se puede apreciar en una nueva forma de ver el mundo. Hasta el
siglo XII la visión del mundo solía ser negativa, siendo el mundo algo hostil y asociado
al pecado. Desde mediados del siglo XII se impone una visión optimista, buena de
Dios. La naturaleza es una creación inmutable de Dios y desde este ciclo la naturaleza
se concibe como creación divina que el hombre puede conocer y transformar,
modificándola y contribuyendo a la misma, haciéndolo porque Dios lo quiere así. Los
libros de la época son los gestos diarios.
Nueva concepción del tiempo: hasta ese momento había un tiempo tradicional, natural
y basado en los hechos agrarios, eclesiástico, movido por campañas que empieza a
cambiar, dándose el tiempo de los burgueses y de las ciudades que necesitan horarios
más regulados y precisos, apareciendo relojes de Sol, que son relojes mecánicos y
más precisos que el natural. Mejora también la concepción del tiempo histórico, con un
desarrollo enorme de la historia, encontrándonos con más crónicas, más relatos y más
fuentes en latín y lenguas vernáculas.
Nueva concepción del mundo reflejada en cartografía: todo El Mundo sabe que la
tierra es esférica. Hasta el siglo XI la cartografía reflejaba una visión simbólica del
mundo, dándose mapas en forma de t porque tenía conocimiento de 3 continentes:
África (parte del norte), Europa y Asia, con los mares Mediterráneo y Rojo. Se pasa de
estos mapas de enorme calidad, más ricos y cercanos a la historia conocida. En la
segunda mitad del siglo XIII los europeos salen de Occidente y llegan al extremo
oriente, ampliando los horizontes de cómo era el mundo.
Época de preocupación por las normas, reglamentos, leyes y derechos. Hay un
creciente protagonismo los especialistas en derecho, personajes de enorme
importancia.
Nace la secuencia individual de esa época: diferentes aportaciones. Aparece el interés
creciente por las historias genealógicas, de dónde venimos. Se observa también la
aparición de heráldica (símbolos que identifican a individuos, familias y reinos). El
interés en esta época pertenece a uno mismo: biografías y autobiografías (rey Jaime,
Pedro Abelardo con su “Historia del yo”). Se desarrolla una nueva onomástica, se pasa
de un nombre a nombre propio patronímico (apellidos del padre) más un lugar. Se
observa un último síntoma por el interés de los autores por ser conocidos (Javi me
fe(cit), firma de la época).
Se fortalece el concepto de cristiandad (christianitas), que es el occidente cristiano
latino, esa conciencia de que son diferentes las personas que forman parte de esto.
Este fenómeno genera a su vez un rechazo de los otros pueblos, porque son distintos.
Los otros son en esta época los paganos, que se dan en los pueblos del norte y
noreste de Europa, encontrándose fuera a cristiandad y son pueblos a conquistar y
cristianizar; y los bizantinos, llamados griegos en esta época, son los cristianos
orientales bizantinos que desde el siglo XI van a ser considerados como cismáticos.
Para los occidentales los bizantinos son gentes extrañas, sibilinos, sospechosos y que
no suelen cumplir lo que dicen. Los musulmanes son el tercer otro, una especie de
turbantes y oscuros (obscuridad asociada al pecado).

Junto al mayor rechazo de los exteriores, se da un rechazo creciente hacia los


diferentes interiores, por ejemplo, se acentúa una diferencia entre naturales (propios
de un reino) y extranjeros (forasteros de otro reino), creciendo la xenofobia. También
se dan los grupos marginales, que son diferentes económicamente, rechazándose
más a leprosos y prostitutas, además de a los pobres, estableciéndose en lugares
diferentes. Además, se margina a los judíos, población minoritaria, creándose un
estereotipo del judío que va a perdurar hasta nuestros días, con diversos elementos:
religiosos, vistos como el pueblo deicida (el que mata a Dios); cultural, siendo una
minoría cultural diferente de los cristianos, tienen su religión; estereotipo político desde
la Alta Edad Media, considerados como aliados ocultos de los musulmanes; y
económico: judíos como minoría enriquecida del dinero que oprime a los cristianos.
Hay que destacar que había judíos de todo tipo, empeorando las condiciones de las
comunidades judías desde el siglo XI, habiendo ataques a las comunidades judías
(aljamas y juderías) a finales del siglo, convirtiéndose a los judíos en chivo expiatorio,
siendo el pueblo que ofende a Dios y creciente marginación social y legal. Es en esta
época cuando se dan las expulsiones de los judíos: Silesia (1159), Francia (1182),
Alemania (siglo XII) y Gales e Inglaterra (1290) son las más tempranas.
TEMA 12: PAPADO, IMPERIO E IGLESIA: DE LA “REFORMA GREGORIANA” A
LA “TEOCRACIA PONTIFICIA”
12.1. Los dos poderes universales
Da un conflicto entre el papado y el imperio, apareciendo el Reino de Sicilia. El alta
Edad Media desde tiempos tempranos se desarrolla un conflicto político-religioso la
teoría de los dos poderes, habiendo un poder espiritual, manifiesto en la iglesia y el
papado; y temporal con los Reyes, dando lugar a diferentes opiniones: los papas
sostienen el agustinismo político, considerando que el papa es mayor que el
emperador, el papado mayor que los reinos y los reinos se deben mover por lo
dictado por la Iglesia. Por otra parte, los emperadores sostienen la doctrina del
cesaropapismo: Los Reyes desde Constantino regían a la iglesia y el papado,
considerando los subordinados a la tierra imperial. En la Alta Edad Media, uno de los
dos poderes se va a imponer al otro. Cuando no había imperio, no había conflicto
evidente. A partir del siglo XI, el imperio se debilita con respecto a lo que había sido el
siglo X y el gran cambio es que la iglesia y el papado se hacen mucho más fuertes y a
partir del siglo XI los poderes se equilibran con el papa entre igual e igual, dándose
esta compartición del poder de la Iglesia con el emperador. El uno no se puede
imponer al otro y será un conflicto durante casi tres siglos.
El imperio germánico en esta etapa se hallaba con los sucesores de Oton III. Enrique
segundo de Baviera (1002-1024) y Conrado segundo de Franconia (1024-1039),
cabeza del linaje de los salios, renunciando a las formulaciones cósmicas de Otón III,
trataron de afirmar su posición como reyes de Alemania. Pese a ello y a que, en 1033,
Borgoña se incorporó a la corona alemana, Conrado II se mostró impotente ante la
revuelta urbana de Milán de 1037, primera telas que las ciudades lombardas
suscitaron contra los emperadores. Enrique III (1039-1056), hijo de Conrado, se
mantuvo fiel a los presupuestos políticos de su padre, con la diferencia de que su
intervención en la Italia estuvo presidida por una voluntad de renovación de la Iglesia,
incluido el papado. El sínodo de Sutri, convocado por el emperador en 1046, fue el
arranque de la reforma eclesiástica, que desde el año 1049 pasó a ser encabezada
por el papa León IX.
De este modo, podemos decir que en torno al emperador, la cultura política de
Occidente, de Rómulo Agústulo, luego del Imperio Carolingio y después del Sacro
Imperio. El emperador es denominado emperador de reinos, siendo, años antes,
coronado como rey de reinos, estando su autoridad en la teoría por encima de los
demás Reyes. En la práctica no tienen la capacidad para gobernar el poder de
Occidente, limitándose a los reinos de germanía, a Borgoña-Provenza y a Italia. En
algunos reinos de los territorios imperiales, los emperadores no consiguen imponerse
del todo, por lo que no fue un estado centralizado. La autoridad del emperador siempre
va a ser realizada con rivales inferiores: grandes duques alemanes e italianos, que son
grandes señores con la mayor autonomía posible; y las ciudades del norte de Italia,
que están dentro del imperio, siendo muy ricas y desarrolladas, cada vez más
independientes y quieren ser autónomas (Pisa, Florencia, Venecia: se las llama
repúblicas por tener un poder autónomo); y obispos contrarios al cesaropapismo,
estando a favor la alianza del papa.
Los reyes cuentan con el apoyo de condes (nobleza media), por debajo de los duques,
siendo aliados del poder imperial pero cada vez más autónomos, y de una parte de los
obispos que son favorables al emperador: emperador potente pero que no gobierna al

12

conjunto de Occidente, tiene que hacer frente al papado, que cada vez es más
poderoso y que nace de la reforma gregoriana.
12.2. La Reforma Gregoriana y la Querella de las Investiduras (1024-1123)
I. El Imperio, idea y realidad
En los siglos X y XII se dan deseo d la mejoría de la Iglesia. La reforma es un deseo
general. ¿Cómo entienden la reforma los emperadores?: la enfocan en que el
emperador es el vicario de Cristo, siendo el papado vigilado y controlado, nombrados y
supervisados por el emperador: consideran que hubo buena iglesia en tiempos de
Constantino, con Carlomagno y con los otónidas: los emperadores nombraban a
buenos papas. Sin embargo, para el papado la iglesia se había liberado. La iglesia de
la influencia de los poderes laicos, poderes no eclesiásticos, había acabado, dándose
la libertas ecclesiae (libertad de la Iglesia). Esta libertas ecclesiae daría lugar a la
“reforma gregoriana”.
La reforma gregoriana fue un movimiento de renovación interna y fortalecimiento
jurídico y organizativo de la institución eclesiástica. Su puesta en marcha se hizo bajo
la proclama de la defensa de la libertad de la Iglesia, siendo la “libertas ecclesiae”. Se
da, además, un deseo de reforma de las costumbres del clero, se entendían, ante todo
y sobre todo, la firme voluntad de sustraer aquella de la dependencia respecto a los
laicos. Hasta entonces, esa dependencia había sido producto inevitable de las
circunstancias históricas de la difusión de la Iglesia para el que, con frecuencia, había
buscado el apoyo de las aristocracias regionales. Ahora se trataba de fijar con más
precisión dos principios: uno, la separación entre lo sagrado y lo profano, con la
fijación de las obligaciones de los laicos; y otro, la mejora de la calidad del clero.
II. Los deseos de reforma
La Iglesia planteó la separación entre sacro y profano y decidió la superioridad del
primero sobre el segundo en cuanto a que aquél era el que entendía en el principal
asunto del hombre, su salvación eterna. Respecto a la mejora de la calidad del clero,
la iglesia se empeñó en que los clérigos no debían hacer vida marital y mucho menos
aspirar a transmitir a sus hijos los beneficios eclesiásticos: la clerogamia o nicolaísmo
quedaba así proscrita de la Iglesia latina. Cabe destacar que, en el siglo XIII, vino un
legado del papa a Castilla a enmendar esta reforma, sí y los sacerdotes aceptaron
todo salvo lo del matrimonio: práctica que no era demasiado condenada. Pero los
clérigos tampoco debían vender los oficios o beneficios eclesiásticos incurriendo en
pecado de simonía, considerando ilegítimos la compra de estos cargos por intereses.
La tercera forma de llevar a cabo esta Libertad es reforzando la iglesia: el sacerdote
tiene que controlar mejor su liderazgo, el obispo en su diócesis y el papa sobre todo a
la iglesia. Se consigue situando a los papas por encima de todos los poderes de este
mundo, tanto eclesiásticos como laicos (incluyendo a Reyes y emperadores),
aplicando el agustinismo político. De esta forma, surge una monarquía y teocracia
Pontificia (el poder de Dios va al papa y del papa a toda la cristiandad). Comienza a
mediados del siglo XI, culmina a principios del XIII y declina a finales del mismo siglo.
Si los dos primeros aspectos no planteaban problemas de interpretación, no pasaba lo
mismo en el tema d la simonía. Esta incidía en la práctica de la investidura de cargos
eclesiásticos por mano seglar, cuestión que no era de fácil solución.
En efecto, todo cargo eclesiástico llevaba consigo un beneficio, esto es, unas rentas o
un patrimonio que correspondían a la persona que lo ocupara. La forma de ese
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beneficio y la propia entrega por parte del laico (emperador, rey, señor) al obispo o
párroco, simbolizada en un anillo, lo hacían exactamente semejante a cualquier
beneficio laico por el que un vasallo prestaba homenaje a un señor; en este caso, un
vasallo eclesiástico respecto a un señor laico. Todo ello parecía oponerse frontalmente
a la deseada libertad de la Iglesia respecto a los laicos.
III. El camino hacia la Reforma Gregoriana
a) La reforma imperial
El camino para resolver la contradicción fue largo. Sus primeros pasos acabaron
cuando hacia los años 1040 de la mano del emperador Enrique III (1039-1056), quien
apoyó decididamente la reforma de la Iglesia. Empezando por la cabeza, sustrajo al
papado de las manos de la historia romana, imponiendo tres papas sucesivos, de los
cuales, el último, León IX (1049-1055), entronizado en 1049, puede considerarse el
primer pontífice reformador. A su círculo pertenecían los hombres que protagonizaron
los cambios: Hugo de Silva Candida, Pedro Damiano, Federico de Lorena y, sobre
todo Hildebrando, el futuro Gregorio VII. Cuando León IX murió en 1054, la semilla de
su voluntad reformista había prendido. Cinco años después, en 1059, el papado dio un
paso histórico en su proceso de independización respecto a los laicos: desde
entonces, el papa sería elegido por los cardenales.
En 1055 muere el papa León IX y en 1056 muere el emperador Enrique III, llegando al
trono imperial Enrique IV (1056-1105). Enrique IV llegó al trono con tan solo 6 años
de edad. En este contexto de minoría de edad inestabilidad política la aparición de los
reformadores papales, aprovechando la nobleza alemana para aumentar su poder, y
también la prueban los reformistas papales para reformar esta dinastía papal. Los
cardenales eligieron en 1057 por primera vez al papa sin contar con el emperador,
dejando de respetar la tradición. Es sucedido por Molás III (1054-1061), siendo
destacado por que promulga un decreto que fija cómo se va a elegir a los papas a
partir de ese momento, siendo elegido por los clérigos, quedando reservada a los
cardenales y al margen del emperador. También refuerza la posición política militar del
papado en el sur de Italia.
b) El inicio de la reforma pontificia y los normandos de Italia
El sur de Italia es una región dividida porque los señores feudales italianos del siglo
son descendientes de los lombardos, además de una serie de territorios del imperio
bizantino y la isla de Sicilia es un emirato islámico, un territorio musulmán. Por tanto,
tenemos un contexto fragmentado en el que a principios del siglo XI se instalan
bandas de guerreros normandos (Normandía). Son guerreros contratados por señores
feudales italianos, grandes guerreros en el sur de Italia. Poco a poco se dan cuenta de
que son más fuertes que sus patronos, formando su señorío en el sur de Italia,
liderados por la familia Hautville (Altaville), llamados Altavilla, estando al frente Roberto
de Altavilla o Guiscardo (m. 1085), estableciéndose los normandos en el sur de Italia.
Los papas que están en Roma van a intentar expulsar a estos normandos, pero
fracasan. Si no se puede con el enemigo, se unen a él: el papado salía con los
normandos, reconociendo a Roberto Guiscando sus conquistas a cambio del vasallaje
del papa Nicolás II, convirtiéndose el papa en el señor de los normandos. En el año
1072 los normandos conquistan el sur de Italia, unificando todo este territorio y en el
1091 los normandos conquistaron toda Sicilia, desapareciendo la Sicilia islámica y se
integra en el territorio de los normandos, estando el sur de Italia y Sicilia unidos,

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estando el ducado de Calabria y el condado de Sicilia bajo el control de estos


normandos.

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IV. Reforma Gregoriana e Imperio: la Querella de las Investiduras (1073-1123)


Los primeros pasos de la reforma, orientados a la búsqueda de la libertas ecclesiae
quedaron definitivamente consolidados durante el pontificado de Gregorio VII (1073-
1085). Para el nuevo papa, el gobierno de la cristiandad correspondía a su rama
sacerdotal, el sacerdotium, cuya cabeza era el propio pontífice. La idea era ya antigua
en la iglesia. La famosa carta del papa Gelasio escrita para el emperador Anastasio en
el año 495 o ciertas proclamas de Nicolás I hacia el año 860 habían sostenido
pretensiones parecidas. La novedad radica en que Gregorio VII no se conformó con un
vago enunciado de su idea, sino que la tradujo en unos Dictatus Papae, publicados en
1075. Constituían un conjunto de proposiciones tajantes a favor de la libertad de la
Iglesia respecto a los laicos, la centralización de los poderes de aquélla y su
supremacía jurisdiccional incluso sobre el emperador.
El manifiesto pontificio situaba al papa a la cabeza de cristiandad y con competencia
para juzgar al propio emperador. La ocasión de hacerlo surgió pronto cuando el papa
dictó la excomunión contra varios consejeros de Enrique IV, quien respondió
reuniendo una dieta en 1076 en que se formularon graves acusaciones contra el papa
y se le instaba a renunciar al solio pontificio. De esta forma, se dio el episodio de la
“Querella de las Investiduras” (1073-1123).
El reinado de Enrique IV (1056-1106) comenzó con una larga minoría que favoreció la
independencia del papado, estimuló la resistencia de los duques y aseguró la fuerza
de los núcleos urbanos. Cuando el nuevo emperador alcanzó la mayoría de edad, su
primera preocupación fue hacer frente a la historia tanto laica como eclesiástica a la
que pareció dominar en 1075. Como signo de su éxito, Enrique IV intentó designar
arzobispo de Milán. Fue el mismo año en el que el papa Gregorio VII hizo públicos su
Dictatus Papae. El pontífice entendió que el emperador se había arrogado
competencias que le correspondían a él, por lo que le urgió a desistir de su actitud y
hacer penitencia. El monarca reunió un sínodo que depuso a Gregorio séptimo. Éste
respondió con otro que excomulgó a Enrique IV y desligó a sus vasallos del juramento
de fidelidad. El emperador vio peligrar su trono, ya que con esto se rompían los
círculos más asiáticos, pudiendo ser atacada lícitamente la persona expulsada,
provocando la nobleza alemana una revuelta general contra Enrique IV. Ante esta
reacción y consciente de que tenía que someterse al papa, hizo una aparatosa
penitencia en el Castillo de Canosa (enero de 1078), considerado el episodio de la
humillación de canosa, estando varios días el emperador esperando a entrar en el
Palacio en pleno invierno en la muralla, siendo visto como una humillación.
Tras Canosa se llega a un acuerdo: el papa perdona al emperador y la calma fue
temporal, sirviendo para fortalecer las alianzas. Unos años después, volvieron a
producirse las respectivas declaraciones de deposición papal y es comunión imperial.
En 1084, el emperador trató de hacer efectiva la primera, Para lo que avanzó sobre
Roma y proclamó un antipapa. Temeroso de su suerte, Gregorio VII, ayudado por los
normandos de Roberto Guiscardo, establecidos en Sicilia al sur de la península
italiana (refugiándose en el castillo de San Angelo), huyó con ellos, muriendo al año
siguiente. El conflicto no concluyó: los opositores Enrique cuarto continuaron
debilitando su poder.
La muerte de Gregorio VII alivió las tensiones con el imperio. Diez años después, en
1095, con la excusa de la predicación de la primera cruzada, el papa Urbino II volvió a
actualizar la Jefatura de la Iglesia en la sociedad europea. El talante más flexible de

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este papel sus sucesores y la muerte de Enrique IV en 1105 facilitaron fórmulas de


compromiso.
Enrique V (1106-1125), al acceder al trono, trató de continuar la política de su padre,
pero se encontró con los mismos adversarios. Finalmente, el rey pudo alcanzar un
acuerdo con el papado sobre el problema concreto de la investidura: el concordato de
Worms de 1122 puso fin a las relaciones hostiles entre Enrique V y Calixto II. El
acuerdo no pasó de ser una tregua, ya que la voluntad imperial siguió siendo decisoria
en la promoción de los altos cargos eclesiásticos, pero, por primera vez en la historia
europea, se abría paso la idea de separación entre los poderes espiritual y temporal.
La elección de los obispos sería libre, sin interferencias laicas, y a ella seguiría la
investidura por parte del emperador, mediante la entrega simbólica de un cetro, la
consagración del nuevo titular del por el arzobispo y el juramento de fidelidad del
obispo al emperador por los bienes recibidos de él. El concordato de Worms ponía fin
a un aspecto muy concreto las relaciones entre clérigos y laicos, el de la investidura
laica de los beneficios eclesiásticos. Quedaba en pie, en cambio, un debate mucho
más profundo: la pugna entre los poderes universales en torno al papel repetitivo que
debía corresponder a sacerdotum y al imperium en la dirección de la cristiandad.
La aspiración del concordato a separar los aspectos espirituales y temporales de
nombramiento Episcopal quedó confirmada en el Concilio I de Letrán celebrado el año
siguiente. En 1123 para conmemorar este fin del conflicto se va a dar un concilium
universal, el primer Concilio de Letrán, teniendo los papas su Palacio en la basílica
medieval de San Juan de Letrán. La iglesia católica lo considera como el noveno
Concilio universal. En el 1125 murió Enrique V y, con él, se extinguió la nacía salida
de Franconia.
12.3. El segundo choque: Federico I Barbarroja y la lucha por el Dominium
mundi
I. La división política del Imperio y el nacimiento del reino de Sicilia
El reinado de Lotario III (1125-1137) constituyó un símbolo de los éxitos tanto a la
historia alemana como de la Iglesia, y fueron los años en que cristalizaron dos grandes
bandos de la nobleza, reiniciándose de esta forma a mediados del siglo XII el conflicto
y los dos bandos se definen más y mejor, tanto la nobleza como el imperio se dividen
en dos bandos más claros:
Partidarios del papa, liderados por los duques de Baviera, siendo denominados
como güelfos.
Partidarios del emperador: los duques de Suabia (Hohenstaufen), viviendo en
el castillo de esta ofende y son denominados como gibelinos, formando la
dinastía Staufen.
Esta lucha entre güelfos y gibelinos va a perdurar en el imperio hasta el siglo 14. En el
año 1537 suben al trono imperial los duques de Suabia, siendo los reyes de los años
1137 al 1250. Los reyes de la dinastía Staufen son los más célebres de todos. En el
sur de Italia en estos momentos el duque los normandos, Roger II de Sicilia (1105 al
1154) se convierte en rey de Sicilia, por lo que los duques de Sicilia se convierten en
reyes y se van a denominar el Reino Normando de Sicilia, que incluye Sicilia y el sur
de Italia, siendo representados estos Reyes como emperadores bizantinos, siendo
coronados por Cristo (coronado por la gracia de Dios). Este reino es una mezcla de
elementos italianos, bizantinos, islámicos y normandos, viéndose todas estas
influencias hasta hoy. Además, es un reino vasallo del papa, aliado político y militar de

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los papas en su lucha con el imperio, siendo un reino existente y que va a gobernar
hasta el XIX. Cabe destacar que este reino va a formar parte de la monarquía
hispánica de los siglos XIII al XVIII.
Así, el reinado de Conrado III (1137 al 1152) fue testigo de 2 hechos que marcaron al
imperio en los decenios siguientes. Por un lado, el comienzo del Drang nach Onstein o
marcha colonizadora de los alemanes hacia el este eslavo. Por otro, la proclamación
de una República en Roma, que, bajo la dirección de un canónigo regular, Arnaldo de
Brecia, se oponía tanto a las pretensiones de la aristocracia controlar el papado como
la negativa de la Iglesia a aceptar un mayor papel de los laicos. La revuelta acabó con
la expulsión del papa de Roma. En el 1139 el papa Inocencio II convoca el II Concilio
de Letrán (X Concilio ecuménico de la Iglesia católica), que confirma la Reforma
Gregoriana.
II. Federico I Barbarroja (1152-1190) y el Dominium mundi
Llegamos a mediados del siglo XII con Federico primero Jorge Hohenstaufen, más
conocido como “Barbarroja” (1152-1190). Es un reinado largo, siendo el emperador
más importantes del siglo XII y uno de los medievales más célebres, iniciándose en
Alemania con una ampliación del dominio regio y en Italia con el final del acumula
romana de Arnaldo de Brescia, quien fue ejecutado en 1155. Estos primeros éxitos
fueron magnificados y justificados por tres componentes de la camarilla del
emperador: su tío y cronista, el obispo Otón de Freising; su canciller, Rainaldo de
Dassel; y los juristas de Bolonia. Entre unos y otros fabricaron el incidente que tuvo
lugar en la dieta de Besançon de 1157 entre el canciller y los legados papales en torno
al sentido del vocablo beneficio aplicado a unidad imperial otorgada por el papa en la
coronación. La traducción que Reinaldo propuso (feudo) tenía como fin es citar el
ánimo de Federico contra el pontífice.
Así, Federico I va a aspirar a gobernar toda la cristiandad como primer poder
universal, siendo el dominus mundi (el señor del mundo), añadiendo al imperio el título
de sacro imperio, puesto que su imperio va a ser un designio de Dios, siendo el
emperador el vicario y gobernando sobre los demás poderes. Esta política de gobierno
universal provoca el segundo conflicto con el papado: lucha por el dominium entre
Alejandro III (1159-1181) y Federico Barbarroja (1152-1190). El papa en este segundo
asalto cuenta con la alta nobleza alemana más los golfos y las ciudades del norte de
Italia, que forman la Liga lombarda, uniéndose en coalición de ciudades contra el
emperador. El emperador, por su parte, va a nombrar a varios papas (considerados no
legítimos), denominados antipapas e invade Italia, convirtiéndolas con las armas
contra la Liga lombarda. De esta forma, el norte del centro de Italia se convirtió en
escenario de la nueva pugna por el dominio mundial, en especial, cuando el solio
pontificio lo ocupó Rolando Bandinelli, legado papal en Besançon, con el nombre de
Alejandro III (1159-1181). El nuevo papa salió con la Liga Lombarda en un
enfrentamiento con el emperador que duró 18 años. El episodio final fue la batalla de
Legnano en 1176, en el que las milicias de la Liga lombarda derrotaron a las tropas
imperiales, calculando mal sus posibilidades y sus fuerzas Barbarroja porque el poder
imperial no era lo suficientemente fuerte en Italia y Alemania, y siendo el poder de los
papas más fuerte de lo que se piensa, siendo muy poderosos.
En el año 1177 se da cuenta de que no puede ganar y se reconcilia con el papa con la
paz de Venecia, dándose la reconciliación entre el papa y el emperador. En el 1179
será el III Concilio de Letrán (1179), convocándolo el papa Gregorio III. Es uno de los

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más importantes de toda la Edad Media. En este Concilio se confirman todas las
medidas reformadoras anteriores:
Se mantiene el sistema de elección de papas, que pasa de ser por mayoría a
2/3 del colegio cardenalicio.
Se impulsa la creación de escuelas episcopales.
Se prohíbe la práctica de la usura.
Se prohíbe el comercio con los musulmanes de productos estratégicos (plenas
cruzadas), se condenan los torneos (se van a combatir los caballeros a las
cruzadas)
Se declaran oficialmente algunas herejías.
Federico va a usar la disciplina con el mismo objetivo anterior, teniendo más éxito. Por
un lado, consigue negociando pacificar el imperio, quedando un emperador más
fuerte. Aun así, Federico IV fue incapaz de controlar a los duques y los obispos de las
sedes más importantes, que se habían convertido en verdaderos príncipes editoriales.
Pese al apoyo de los juristas y a su prestigio personal, Federico I no consiguió en
Alemania lo que los monarcas de Francia, Inglaterra, Castilla o Aragón estaban a
punto de alcanzar: situarse, en la teoría y en la práctica, a la cabeza de sus reinos.
Sin embargo, al morir en 1190, en el curso de la tercera cruzada, Barbarroja se
convirtió en un mito, en el caudillo que un día regresaría a encabezar la recuperación
gloriosa de Alemania. Supuestamente, muere al haber cruzado con un caballo Al
cruzar con este un río, sin que hubiese podido llegar a Tierra Santa (Jerusalén).
Le sucede Enrique VI (1190-1197), hijo de Federico I, que va a continuar con la
política de su padre del dominium mundi. Este reinado estuvo en gran parte marcado
por la dote que su mujer Constanza, hija de Roger II de Sicilia y nieta, por tanto, de
Roberto Guiscardo, había aportado al matrimonio. La isla constituía un crisol de
influencias normandas, bizantinas y musulmanas, y su posesión animó al nuevo
emperador a crear una monarquía universal, un estricto dominium mundi a partir del
año 1194, cuando Enrique sexto se corona rey de Sicilia en nombre de Constanza de
Altavilla, abriendo un cambio dinástico: termina la dinastía normanda y se instaura la
dinastía alemana nos está ofende, que va a gobernar desde este año hasta 1266 en
Sicilia.
Así, en este dominium mundi se unirían el imperio cósmico soñado por Otón III en el
año 1000 y un conjunto de tierras mediterráneas que rodeaban a Sicilia. De todo ello,
lo que preocupó al papa era el hecho de que la integración de Sicilia en el imperio
había creado una verdadera tenaza sobre los territorios pontificios. De esta forma, va a
llevar a cabo una gran política expansiva, planeando conquistar el norte de África, el
imperio bizantino y recuperar Jerusalén, planes que no va a poder llevar a cabo, ya
que en 1197 muere joven.
En el 1198 muere su esposa, dándose el reinado de un heredero menor, Federico
Roger, más conocido como Federico segundo. La reina Constanza dejó este niño
pequeño bajo la tutela del papado, al ser los Altavilla vasallos del papa y el papa tiene
que cuidar del heredero. Lo que se inicia a partir del 1198 es un vacío de poder en el
que no hay emperador, un vacío de poder aprovechado por los papas.
12.4. Inocencio III y el triunfo de la Teocracia Pontificia (1198-1216)
En el 1198 llega al papado Inocencio tercero (1198 al 1226), siendo considerado el
papa más importante de la Edad Media, siendo su nombre real Lotario di Conti di

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Signi, llevando a cabo el sueño de autocracia Pontificia. Podemos decir que tiene una
capacidad personal brillante, siendo un buen teólogo y llega a ser papa joven. A pesar
de su juventud, gobierna una iglesia muy poderosa. Además, es cierto que la teocracia
papal consigue un contexto muy favorable. Lo que consigue Inocencio tercero es
controlar el Roma y los estados papales, pudiendo hacer otras cosas con esta base.
El papa aumenta su influencia sobre el Imperio. Aprovechando esta circunstancia
aumenta la influencia papal sobre el Imperio apoyando al caudillaje Güelf, siendo
Roger II simplemente el rey de Sicilia y el imperio pasó en manos de Otón de
Brunswick, más conocido como Enrique IV (1204-1215), coronado emperador con una
condición: renunciar al trono de Sicilia. Otón cuarto acepta la condición, pero a partir
de su nombramiento, el emperador no acepta esta condición e intenta controlar toda
Italia. A partir de ahí coma va a ser excomulgado por el papa y se inclina por Federico
Roger como emperador. En este contexto, la pugna entre los papas y los emperadores
se resuelve con la lucha de los Reyes de Francia e Inglaterra. El conflicto papado
imperio se mezcla con el conflicto anglo francés. El emperador se alía con el rey de
Inglaterra, Juan sin tierra (aliado suyo) y el papa con el rey de Francia, culminando en
la batalla de Bouvines (1214), derrotado por el rey de Francia Felipe Augusto. A partir
de esta batalla queda deslegitimado y se postula como candidato imperial al trono.
Inocencio III extiende autoridad feudal del papa sobre otros reinos, ampliando los
reinos vasallos de Roma: la mayor parte de los reinos europeos de esta época ya eran
vasallos de Roma: Sicilia, Hungría, Polonia, Dinamarca, Portugal y la corona de
Aragón, incorporándose ahora Inglaterra. El papa se queda como señor feudal y con el
poder universal. Dirige la IV cruzada (1199-1204) y la V cruzada, llevando a cabo la
ampliación de la reconquista de territorios cristianos. Apoya estas cruzadas y sobre
todo va a ser importante en la batalla de las Navas de Tolosa (1212), apoyando a los
Reyes cristianos de forma expresa, combatiendo los Reyes de Navarra, Castilla
(Alfonso IV) y Aragón contra el califato almohade. Las Navas de Tolosa fue
posiblemente el mayor acontecimiento de la vida de Inocencio III. También va a dirigir
la cruzada albigense (1208) contra los albigenses (los conocidos famosos cátaros).
Culmina con la celebración del cuarto Concilio de Letrán (1215), el Concilio más
importante de toda la Edad Media, comparable al Concilio Nicea I, el Concilio de
Trento y el Concilio de Nicea II. En este Concilio se promulgan cánones (decisiones)
políticos, afirmándose que el joven Federico Roger de Sicilia será el futuro emperador
de Sicilia. hay cánones en segundo lugar que tienen que ver con los dogmas,
síntomas de transubstanciación, conversión del pan en el cuerpo de Cristo y el vino en
sangre, dogma que se da a partir de este Concilio hice condena a varios grupos
herejes. Hay cánones que tienen que ver con la vida eclesiástica, aprobando y
reafirmando las órdenes mendicantes; y también se dan cánones importantes con la
vida religiosa de los laicos, obligaciones religiosas y haberes que llegan hasta hoy. Es
un Concilio decisivo para la historia de cristiandad, pasando a muchos cánones al
derecho canónico y siguen vigentes hasta la actualidad, además de consolidar la
posición de la teocracia pontificia, siendo el poder universal de toda la cristiandad.
Inocencio III muere en 1216, autor de la teocracia papal y, en los años siguientes, se
da el gran enfrentamiento entre papas y emperadores.
12.5. El último choque de los dos poderes: Imperio y Papado en el siglo XIII
I. Federico II y el Papado teocrático (1220-1250)

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Federico II (1198-1250), denominado como Stupor Mundi, siendo una figura muy
conocida en la Edad Media, un emperador mítico y una de las personalidades más
complejas y controvertidas de los Gobernantes de la Edad Media, postulado como
Stupor Mundi (estupor del mundo), siendo un políglota (habla latín, árabe, alemán e
italiano), haciendo su visión política que podamos considerarlo más italiano que
alemán y es rey de Sicilia, estando abierto al mundo musulmán y siendo la población
de esta religión aceptada. Es rey de Sicilia desde su nacimiento, 1198 y va a ser
emperador desde el 1220. Como rey de Sicilia centralizó el Reino, desarrollo la
economía, promovió la actividad cultural (época de la escuela de traductores de
Toledo, dándose una actividad cultural importante en ese momento) y van a estar
intelectuales importantes (bizantino, griegos, musulmanes), llegando a fundar ese
emperador la Universidad de Nápoles.
La política que va a llevar a cabo va a ser el de intentar renovar la idea imperial de su
padre, al igual que la de sus antepasados, tratando de combinar los recursos
guerreros de Alemania y los principios romanistas de Italia y Sicilia al servicio de su
propósito de convertirse en un nuevo justiniano, convirtiendo al imperio en el primer
poder universal (dominium Mundi). Para ello, se enfrentó con fuertes rivales:
Alta nobleza alemana: grandes duques, cuanto menos controle el emperador,
mejor.
Ciudades del norte de Italia: ciudades enormes, muy potente economicamente.
Güelfos: propapales, son hostiles al emperador.
Los papas: el papado es autocrático, ha alcanzado la cúspide de su autoridad y no
están dispuestos a ceder en este predominio universal, llegando a enfrentarse
Federico II con tres papas diferentes: Honorio III (1216-1227), Gregorio IX (1227-1241)
e Inocencio IV (1243-1254). Van a hacer todo lo posible por tenerlo, llegando a hacer
cosas que no deberían haber hecho.
Es un gran conflicto a todos los niveles:
Enfrentamiento militar, invadiendo Roma y los estados papales, expulsando al
papa de Italia; Por otro lado, los papas predicaron cruzadas contra el
emperador, considerado el enemigo de Dios.
Conflicto intelectual, ya que los intelectuales de la época se pronuncian a favor
de uno de los dos lados, debatiendo sobre cuál debe predominar, si la visión
cesaropapista del Imperio o la del papado.
También es un conflicto político-religioso, ya que el emperador es considerado
por el papa como hereje, belicoso, mientras que el emperador considera que la
iglesia está corrupta, no es pobre como promulga al estar anclada a lo material.
Federico II va a conseguir una serie de objetivos, aunque finalmente no va a poder
derrotar al papado. En el año 1245 el papa Inocencio IV reúne otro Concilio universal
en la ciudad de Lyon, el Concilio Lyon I, donde tiene lugar la condena a Federico
segundo, siendo excomulgado y se le pone como emperador, en tanto que se le
considera como hereje, un cristiano no leal y el precursor del anticristo y es el principio
de la derrota de Federico II. Federico II va a morir en el 1250 y con su muerte termina
una época en el imperio germánico.
II. El Gran Interregno (1250-1273), la situación en Italia (1260-1268) y el II Concilio de
Lyon (1274)

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La muerte de Federico II en 1250 puso fin a los intentos desplegados desde hacía tres
siglos por establecer un poder imperial fuerte asentado en los espacios alemán e
italiano. A partir de este acontecimiento, los destinos de ambos espacios comenzaron
a divergir. En Alemania, los duques no se pusieron de acuerdo a la hora de elegir un
sucesor a Federico segundo, lo que propició un período de interinidad, el Gran
Interregno, habiendo un trono vacante durante 23 años entre el 1250 y el 1273,
dándose esta crisis interna con un vacío de poder, autoridad historia del imperio, sobre
todo en Alemania. La autoridad imperial queda debilitada y este declive actualidad
imperial no se va a recuperar después. Al trono imperial se postulan varios candidatos,
entre los que destaca Alfonso X el sabio, hijo de una princesa alemana, intento ser el
fecho del imperio, aunque quién consigue ser emperador en el año 1274 es el Conde
Rodolfo de Habsburgo, comenzando con esto el inicio de la familia Habsburgo.
En Italia, la situación es diferente con el Reino de Sicilia, donde la monarquía sea
hereditaria, heredando los hijos y los nietos: los Staufen siguen siendo Reyes de Sicilia
y combaten contra los papas, siendo una lucha dura e importante. En este contexto, la
acción del papado y de las ciudades lombardas eliminó la presencia imperial en la
mitad norte, mientras que en el sur el papa se opuso a los sucesores de Federico
segundo.
De este modo, los papas buscaron el apoyo del Rey de Francia, San Luis, que va a
permitir que vaya su hermano Carlos de Anjou (1226 al 1286), era Conde de anjou
(1226) y provenza (1246) y el papa le ofrece ser el rey de Sicilia, siendo el papa el
señor del reino. Carlos entra con el Ejército francés a Italia y el 1266 es coronado por
el papa. Este Carlos de Anjou elimina a los últimos staufen: Rey y conradino es
capturado y cortado la cabeza, quedándose sin oposición a la hora de ejercer su
reinado. Como hemos dicho, comienza su reinado el 1266 y con él, la Dinastía de
Anjou gobierna Sicilia entre 1266 y 1442. Con esta victoria de Carlos de Anjou culmina
el triunfo del papado sobre Asia está usted, triunfando los golfos y culminando la
teocracia papal.
Por otro lado, las ambiciones del nuevo rey de Sicilia suscitaron animosidad tanto
dentro como fuera de la isla preparando el terreno para la intervención de Pedro III de
Aragón, marido de Constanza, nieta por línea bastarda de Federico II, que se
produciría a raíz de las Vísperas Sicilianas en 1282.
En 1274 el papa Gregorio X convoca el II Concilio de Lyon (1274), celebrándose este y
al anterior fuera de Italia porque los papas siguen fuera. Hay dos cosas relevantes de
este Concilio. Se refuerza el sistema de elección de los papas con una nueva reforma.
Para evitar los largos periodos de varios años en los que no había papa por la
tardanza de la elección del pontífice, se estableció que los cardenales se reunirían en
una sala privada y quedaba como clausi cum clave, quedando cerrada bajo llave 3
días después de debatir solo una comida y a los 5 agua y pan para agilizar la elección.
Este sistema se llama en español conclave. Otra decisión interesante es que se
adopta el color rojo para los cardenales.
III. Balance de la pugna Papado-Imperio
Para el imperio: el imperio quedó derrotado, dividido y debilitado a partir de finales del
siglo XIII y principios del XIV, siendo imposible ya gobernar Italia y Alemania a la vez,
dándose una división entre Alemania e Italia y hay un declive de la idea del Imperio
Cristiano Universal a partir del siglo XIII (a pesar de que luego se va a intentar de
nuevo).

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Para el papado: Han vencido, pero quedan mal parados, ya que el papado pierde
parte de su prestigio (el papa ya no es papa de todos, ya que no es neutral), y al
mismo tiempo tienen que enfrentarse desde finales del siglo XIII a otros rivales más
fuertes que los emperadores, siendo esos rivales Reyes que han construido reinos
más fuertes y cohesionados, acabando con la autocracia papal. A finales del XIII
comienza el declive, ya que no consiguen frenar sus poderes.
Para todo el Occidente Cristiano: lucha tan larga y tan dura por momentos provoca la
crisis de la Iglesia de la cristiandad: religioso (espíritu) y militar (político) tienen que
colaborar, esta lucha tan dura hace que la idea de cristiandad gobernada por dos
poderes queda tocada.

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I. Los movimientos heterodoxos: causas y características
En la Europa altomedieval, a excepción de la herejía adopcionista, las corrientes
heterodoxas habían tenido una escasa proyección social. Entre los siglos XI al XIII en
Europa occidental aparecen importantes movimientos eléctricos, fenómenos que
tienen que ver con la iglesia y los poderes temporales, habiendo herejías importantes.
Se dan diversas causas, estando en primer lugar los cambios mentales y espirituales
de la época, derivados de las transformaciones económicas y sociales. Se observa
una Inquietud intelectual por parte de algunos cristianos con las formas religiosas
tradicionales que lleva al deseo de vivir de otra forma. Los herejes, Por otra parte, no
son gente sin fe o agnósticos; son personas que se pasan de frenada y son
tremendamente religiosos. Las herejías aparecen por el excesivo control de lo religioso
por parte de los clérigos (iglesia), fruto de la reforma gregoriana. Hay laicos y
cristianos en esta época critican este monopolio religioso de los cristianos. Otra razón
de fondo es el desarrollo cultural e intelectual de esta época (siglos XI, XII y XIII): la
mejor formación intelectual e histórica de la población genera más dudas, más
preguntas y un mayor sentido crítico: proyectan exigir una mayor coherencia en la
religión cristiana.
Características de las herejías
Evangelismo militante, fuerte e interno. El evangelismo son los principios
esenciales del Evangelio, llegando a veces a ser radical, basándose en la
pobreza (buen cristiano e iglesia debe ser pobre), predicación, ejercicio
personal, asistencia al prójimo (cuidar a enfermos, pobres, desfavorecidos).
Son corrientes que buscan un regreso a la iglesia primitiva, mirando al pasado
hacia la vuelta a una Iglesia más genuina. La iglesia lo entienden como una
amplificación de los rituales con ese modelo ideal.
Crítica muy dura a la jerarquía (sacerdote, obispo, cardenal y papa):
anticlericalismo, el mal sacerdote y el mal papa.
II. Las herejías plenomedievales
Reformistas urbanas: son corrientes de reformas de la Iglesia, corrientes que se dan
en ciudades y son corrientes a veces muy radicales que acaban siendo consideradas
como heréticas.
Corrientes críticas con la iglesia: difundidas por predicadores itinerantes, monjes que
denuncian y critican los males de la Iglesia, con necesidad de volver a la iglesia
original, vistos como herejes por la Iglesia.
Milenaristas o apocalípticas: anuncian el final de los tiempos en los momentos de
crisis, acaban siendo condenadas.
Corrientes pauperistas
Corrientes de pobreza, destacando dentro de ellas el Valdismo. Los valdenses siguen
esta herejía, fundada por Valdo (m. 1205), burgués de buena posición de la ciudad de
Lyon, dejándolo todo según el ejemplo evangélico y comienza a vivir de forma austera
y predicar, haciendo lo mismo que San Francisco. Valdo es condenado como hereje.
Los seguidores de Valdo, denominados valdenses o pobres de Lyon, son
caracterizados por su pobreza y la vida evangélica, además de exigir el derecho de los
laicos a predicar. Exigen traducir la Biblia del latín a la lengua vulgar y esta exigencia
de los laicos genera un choque con la Iglesia, condenando la Iglesia a esta corriente

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como hereje y la corriente perdura como corriente herética perseguida, teniendo gran
éxito en el norte de Italia, sur de Francia y zona del Alto Aragón, perdurando hasta
nuestros días y dándose la iglesia valdense.
Corrientes dualistas, llamadas normalmente como catarinas.
Cátaros en griego quiere decir los puros y es la forma con qué se llamaba a este grupo
de forma despectiva desde la iglesia. Estos se llaman buenos hombres y buenas
mujeres. Defendían la vida evangélica y la existencia de dos principios creadores:
movimiento dualista (maniqueísmo). Los cátaros sostenían que había un Espíritu del
Bien (Dios creador de todo lo espiritual) y, en paralelo, un Espíritu del Mal (Satanás,
creador de todo lo material, es decir, de todo lo que se puede tocar). De este modo
rechazan una serie de cosas:
Rechazan todo lo que hay de material en el mundo: rechazan la posesión de
bienes, defienden la vida en pobreza total.
Rechazan la carne, dándose la castidad total (fornicación en el matrimonio
tampoco se podía: pecado).
Rechazan la violencia (movimiento pacifista), ya que buscan la pureza.
Rechazan los vínculos terrenales, aquello que ha creado el mal, como el
juramento (deniegan a jurar, ya que el juramento es la base de la sociedad
feudal genética).
Rechazan el juramento y todo el sistema social de la época, poniendo en
cuestión todo el orden social.
Rechazo a la iglesia católica, que está anclada al mundo material,
denominándose ellos mismos como la iglesia De Dios.
Rechazan la muerte de Cristo en la Cruz, ya que creen en la crucifixión como
espíritu, no como carne (no puede porque la carne sería la vez el diablo).
Rechazo a la resurrección de los muertos, ya que el cuerpo es material.
Rechazan el culto a los Santos (reliquias: elementos materiales en los que no
se puede creer).
Negaban los sacramentos, en especial la eucaristía, sin haber tampoco trial ni
Cruz.
Esta corriente, por tanto, es una visión del cristianismo muy pesimista y muy apegada
a la visión radical del evangelismo, predominando en los siglos XI y XII, muy rigurosa,
una teología compleja con alto nivel cultural, siendo una espiritualidad elitista. Los
cátaros se van a establecer en el norte de Italia, lugar bastante turbulento, en el sur de
Francia, dominado como albigenses, por qué se fundan en Anselmo de Albi y en Agen.
III. Las respuestas de la Iglesia
La iglesia no podía aceptar corrientes diferentes de la Iglesia, poniendo en peligro la
vida de la Iglesia y el alma de los cristianos, extendiendo los errores a los demás,
acabando esta gente en el infierno y la iglesia pone en marcha unos mecanismos de
persuasión y represión de los herejes:
Mecanismos de persuasión
Campañas de predicación y debates públicos entre intelectuales católicos (monjes,
obispos) y líderes heréticos, intentando convencerles de sus errores y concluyendo
con un discurso eclesiástico sobre la herejía, siendo vistos los herejes como un cáncer
que amenaza a la salvación de la sociedad cristiana, siendo un peligro aplicado a la
sociedad, siendo un enemigo porque los sarracenos van a estar entre nosotros. Este

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discurso va general una sensación de miedo a que esto se extienda y este discurso va
a justificar el repulso a la persuasión, dando lugar a violencia.
Medidas de presión
Promovidas por la Iglesia y aplicadas por poderes laicos (gobiernos municipales,
señores feudales, reyes y emperadores). En este sentido, relación directa entre
fortalecimiento de los reyes y herejías: Los reyes fuertes aplican la violencia y acaban
con las herejías; mientras que donde progresan es que el poder real es débil como en
el norte de Italia y en el sur de Francia. Los persiguen los reyes porque es un
problema de orden político. Se toman medidas legales, habiendo leyes anti heréticas,
que imponen las comunión, la confiscación de bienes, las penas de cárcel, las multas
y la muerte.
Si las leyes no consiguen solucionar los problemas, se pasa a la vía militar
Se da la Guerra Santa Antiherética: los herejes están identificados con los
musulmanes. Destaca la Cruzada Albigense (1208-1229) contra los albigenses,
predicada por Inocencio tercero y dura 21 años en el sur de Francia, siendo un
episodio clave en España, Francia y la christianitas. Los señores feudales tienen la
obligación de limpiar esas tierras de herejes, pero si no lo hacen también se les limpia.
Son protegidos por los duques de Toulouse, el principal responsable de herejía y la
nobleza occitana es vasalla del rey de Aragón, que aspiraba a dominar todo el sur de
Francia. Por tanto, es una guerra religiosa con implicaciones políticas entre el rey de
Aragón y el rey de Francia por el sur de Francia. Los cruzados del norte de Francia
combaten contra del sur gitano y en 1213 se da lugar la batalla de Muret, en la que el
rey de Aragón, Pedro el católico, que ha acudido a defender a sus vasallos, muere en
plena cruzada, acusando a los vasallos de herejía. El rey de Francia se impone con los
tratados de Neiva y París (1229), confirmándose que el sur de Francia pasa a ser
controlado por el rey capeto, marcando un cambio del mapa político del sur de
Francia, configurándose el mapa de Francia. Pero, esta cruzada no acaba con los
cátaros, habiendo cátaros muertos y exiliados, pero sigue habiendo.
Vía policial
Última vía, dándose un sistema policial de investigación de los herejes pueblo por
pueblo, interrogando a la población: Tribunal de la Santa Inquisición (lat. ‘inquisitio’:
investigación). Se funda en el año 1231 en Toulouse, capital de los albigenses,
estando al frente de los franciscanos y dominicos. Los inquisidores van pueblo por
pueblo interrogando, cuyo objetivo es detectarlos y convencerlos de su error. La
hoguera es la última fase, si se da es que ha habido un fracaso del inquisidor. La
investigación inquisitorial es una aplicación legal moderna, es más garantista que las
ordalías. La investigación inquisitorial va a tener éxito, acabando con las herejías
menores y arrinconando a los valdenses en las montañas norte de Italia y consigue
acabar con el valdismo.
TEMA 13: LA EVOLUCIÓN DE LOS REINOS PLENOMEDIEVALES
13.1. La conformación de las monarquías feudales
Se dan cambios fundamentales en la configuración política del Occidente Cristiano:
creación de reinos más potentes, siendo una conformación de reinos cada vez más
grandes, centralizados y poderosos, denominados como “monarquías feudales”
(expresión historiográfica). Denominamos monarquía feudal a aquella en la que el rey
es un señor de señores, señores feudales vinculados a él por lazos feudo vas a
jaticos. Estas monarquías rurales son espacios políticos en el que viven los vasallos
de un rey. Estas monarquías feudales abren dos caminos: reforzamiento de la
autoridad de Reyes fuertes en la Edad Media (caso de Inglaterra, León, Navarra,
Castilla y Aragón); y la integración por la monarquía de ducados, condados, señoríos,
entidades políticas autónomas feudales integradas bajo la monarquía (caso de
Francia).
Todos los reyes van a usar las mismas fórmulas:
Uso de la guerra para acabar con sus rivales, ampliar sus dominios y ganar
vasallos (cuantas más tierras, más vasallos, más rentas y más fidelidad).
Sistema de sucesión hereditario: hijo primogénito del rey es el rey.
Rituales: ceremonias de exaltación y sacralización del rey y la familia real
(coronaciones, matrimonios regios y funerales).
Teorías políticas: ideología el saltadoras de la monarquía, ideas basadas en
nociones cristianas, ideas feudales e ideas romanas, siendo el modelo para
conseguir su autoridad:
o El rey es representante de Cristo en la tierra, concretamente en su reino
(figura por encima de lo normal).
o El rey es Rex gratia Dei (Rey por la gracia de Dios), siendo Dios quien
le da la autoridad al rey y dándole Dios el poder.
o El rey como fuente de todo derecho y toda justicia debe hacer las leyes
para todos. La justicia es real es mayor que la justicia señorial, todo
hombre tiene derecho a apelar al rey.
o El rey es la Encarnación del reino, durando hasta nuestros días con dos
cuerpos: humano y político.
o Rey es Rex imperator in regno suo (Rey emperador en su reino).
Junto a estas nociones los reyes desarrollan recursos de poder cada vez más fuertes y
más eficaces que se desarrollan:
Justicia real cada vez más amplia y desarrollada, cada vez más reconocida.
Los Reyes extienden una facilidad regia cada vez más amplias, imponiendo
tributos a todo el Reino.
Ejército feudal (hueste) cada vez más fuerte, estaba integrado por los duques,
las tropas de las ciudades, los séquitos imperiales y las caballerías.
Durante este proceso, aparecen todas las asambleas representativas
estamentales, estando representados la nobleza, el clero y las ciudades. Esas
asambleas son evoluciones de la antigua curia (corte) Del Rey. Estas
asambleas representan a la comunidad política y al reino. Estas asambleas se
llaman en España Cortes (Corts en Aragón), en Inglaterra Parlamento y en
Francia los Estados Generales.

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La monarquía fundada aparece como consecuencia de varios procesos,


principalmente de los procesos de institucionalización de la monarquía y de
territorialización del poder real. Este segundo proceso se produce a partir de las
prácticas vasalláticas. Los Reyes territorializan el poder, extendiéndolos círculos de las
sociedades feudales, estando los vínculos generales a todos los habitantes del reino y,
por tanto, se crean instituciones por vasallos naturales, naciendo en esa zona y es
vasallo del rey de esas zonas, territorializando se en las relaciones. Así, a mediados
del siglo 13 se han creado reinos unidos por vínculos políticos más colectivos y
consolidados más que individuales y personales.
13.2. Francia e Inglaterra: el gran conflicto Capeto-Plantagenet
I. El reino de Francia y el ascenso de los Capeto (1060-1180)
La fragmentación política del espacio francés alcanzó su cenit en la segunda mitad del
siglo XI a la vez que se produjo un hecho llamado a tener importantes consecuencias:
la instalación de Guillermo el Conquistador, duque de Normandía, en el trono de
Inglaterra en el 1066. Francia a mediados del siglo XI era un reino muy fragmentado,
hay una monarquía muy débil y frágil. Esa monarquía gobierna de forma directa París
y los alrededores. Alrededor de esos dominios reales, hay vasallos más poderosos
que el rey: más tierras, más rentas, y por tanto, más poder.
En el norte se dan grandes ducados (Normandía, Bretaña y Borgoña), más otros tres
condados importantes: Flandes al norte, champaña al este y Anjou al oeste. En estas
regiones del norte se hablaba la lengua d’oui (francés antiguo). Al sur, hay otros
territorios en otra lengua: lengua d’oc, zona de Languedoc: grandes señoríos al sur
con los grandes señoríos (ducados) de Gascuña y Aquitania y los condados de
Toulouse y Barcelona. Estas regiones del sur crean regiones alejadas de París y la
monarquía capeta, estando alejadas de la historia del Rey, con creciente influencia de
los condes de Barcelona, más tarde la corona de Aragón y que controlan el sur de
Francia.
En Francia se imponen los Reyes débiles con pocas tierras, teniendo sus derechos
rurales e intervinieron en la vida interna de grandes principados y la condición del Rey
como ungido (aceite sagrado en la cabeza del Rey). Es un proceso muy largo que
comienza el siglo XI y culmina en el XIII. La instalación de Guillermo conquistador,
duque de Normandía, en el trono de Inglaterra en 1066, convertía al nuevo monarca
inglés en el boxeo más poderoso del francés con un poder muy superior al de su
señor. A partir de esa disgregación política y territorial, y sin que sea fácil proponer
unas fechas concretas a los pasos dados, Los Reyes Felipe I (1060 al 1108), Luis VI
(1108-1137) y Luis VII (1137-1180) encabezaron un verdadero proceso de formación
política y territorial de la monarquía francesa. Este proceso se apoyó en el desarrollo
de instrumentos puestos en marcha en el período anterior.
El primero fue el reforzamiento de mitología regia creada por los clérigos. De ello se
encargó, sobre todo, el abad Suger de Saint Denis. Su objetivo fue que el rey hiciera
efectiva su Jefatura feudal, a través de la pirámide vasalla tica, sobre los señores de
un espacio del Rin y los Alpes al Atlántico y los Pirineos. A tenor de la doctrina del
sujeto, irritantes, pero al recibir el homenaje de los grandes señores, tenía derecho En
determinados casos intervenir en sus feudos, lo que iba a permitir una aplicación de
criterios uniformes en la resolución de las causas judiciales. Por esa vía, estimulada
por la recepción del derecho romano, los juristas establecieron el principio de
soberanía del rey sobre las personas y las tierras de sus vasallos. El proceso exigió,
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como en otros reinos, una ampliación de la pequeña curia regia y la especialización de


sus oficios. La administración quedó en manos de clérigos y laicos procedentes de la
pequeña nobleza, de probada fidelidad. Así sucedió en la cancillería, en la Curia in
compotis dominis regis, procedente de la Cour de Comptes de las finanzas regias, y,
sobre todo, en la Curia in parlamento, o simplemente, Parlamento, que, en Francia,
equivalía a Tribunal de Justicia.
El segundo plano de actuación de los monarcas Capetos del siglo XII fue la política
eclesiástica. En el marco de ella se renovó la tradicional amistad con el papado y los
reyes franceses se sirvieron de recursos humanos y materiales del clero, reclutando
sus colaboradores y beneficiándose de las rentas de los obispados y monasterios del
dominio real.
Finalmente, el tercer instrumento siguió siendo el aumento de recursos generados en
el dominio real, al que colaboraron la política de repoblación que estimuló la
instalación de campesinos y la animación de actividad artesanal y mercantil de
numerosos burgos. En medio del dominio regio, París, principal destinos excedentes,
se convirtió, en la segunda mitad del siglo XII, en uno de los polos de reflexión
intelectual y realización cultural y artística.
La formación territorial de la monarquía marchó en paralelo con los avances
experimentados en formación política. Tras asegurar el dominio real en torno a la isla
de Francia, con su capital en París, los monarcas empezaron a crear las bases
territoriales de Francia. Su primer esfuerzo suben todos los flancos norte y este del
territorio, buscando la alianza con los condes de champaña y Blois en el primero y los
duques de Borgoña en el segundo. Ello dejaba intactos los poderes feudales del oeste
(Anjou, Normandía, Aquitania) y del sur (Tolosa). En 1137, Luis VII (1137-1180), va a
empezar un reinado muy largo, rey no del todo poderoso y se casó con Leonor de
Aquitania, heredera del ducado de Aquitania, que aportó una espectacular ampliación
al dominio territorial de la monarquía, convirtiéndose en duque consorte hacia el
suroeste del reino. Sin embargo, las desavenencias en el matrimonio regio acabaron
con su ruptura, ya que la corona a Luis VII, de carácter santoral, la corona le queda
grande; mientras que la reina tiene un enorme carácter. Esta historia tiene un
desenlace sorprendente, ya que Leonor de Aquitania se va a casar en 1152 con
Enrique Plantagenet, llevando en dote el ducado de Aquitania. Dos años después,
Enrique se convirtió en rey de Inglaterra, titulo a los que añadió a los de duque de
Normandía y Aquitania y conde de Anjou. El nuevo rey inglés era a la vez el vasallo
más poderoso del monarca francés y el titular de un Imperio Angevino, muy difícil de
integrar en el esquema vasallático de Francia.
II. De la Inglaterra anglosajona a la Inglaterra anglonormanda (1042-1154)
La culminación de las correrías danesas a partir del año 980 permitió a Canuto el
grande unir en 1017 las colonias de Inglaterra y la marca. A su muerte en el 1035, los
anglosajones recuperaron su dinastía en la persona de Eduardo el Confesor. Durante
el nuevo reinado (1042-1066), aunque los vínculos de parentesco mantuvieron su
fuerza, empezaron a extenderse los de fidelidad y dependencia personales, en
especial, entre el rey y los earls, a los que concedía tierras en beneficium a cambio de
servicios. Pese a ello, la monarquía consiguió mantener el respeto a un derecho
público, el que se ocupaba una red de delegados regios, los sheriffs, que organizaban
los tribunales en los shires o condados, y la exigencia de servicios militares por parte
de un campesinado libre.

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La muerte de Eduardo en el 1066 sin heredero directo supuso el final de la dinastía


sajona. La subsiguiente lucha por el trono se sustanció a favor de Guillermo, duque de
Normandía, que invadió la isla y venció a su contrincante en la batalla de Hastings. Su
expedición y victoria, inmortalizadas en el famoso tapiz de Bayeux, le abrieron las
puertas de Inglaterra. El nuevo monarca, Guillermo I el Conquistador (1066-1087),
utilizó el legado anglosajón y danés para reforzar el papel de la monarquía a la vez
que articulaba el conjunto de fuerzas sociales de su reino en un esquema piramidal.
Se subrayaba supremacía del monarca, señor natural de todos los feudos del reino, a
la vez que permitía a los señores normandos que los acompañaron instalarse en la isla
como titulares de importantes, aunque limitados, señoríos. La elaboración de un
minucioso catastro, el Domesday Book o Libro del día del Juicio Final, proporcionó al
monarca el conocimiento de los recursos del reino. La jefatura de Guillermo primero la
completaba el ejercicio de alta justicia, el monopolio de acuñación de moneda y de la
construcción de fortalezas y su control sobre el clero anglo-normando, que aceptó la
reforma gregoriana introducida por lanfranco, abad de la abadía normanda de Bec,
nombrado arzobispo de Canterbury.
La muerte de Guillermo primero en 1087 devolvió la autonomía a cada una de las dos
grandes partes de su dominio. Normandía pasó a manos del primogénito, Roberto
Corteheuse, mientras que Inglaterra quedaba en manos de su hermano Guillermo II el
Rojo (1087-1100). El reinado de éste estuvo marcado por sus ambiciones respecto a
Normandía, que adquirió cuando Roberto marchó en la cruzada a Tierra Santa, y por
sus enfrentamientos con alto clero de la isla dirigido por lanfranco sucesor en la sede
primada, Anselmo. El monarca, poco dispuesto a ceder sus prerrogativas en la
investidura de los obispos del reino, acabó provocando el exilio de Anselmo a Roma
por desacuerdo con la actitud del Rey.
Enrique I Beauclerc (1100-1135), tercero los hijos de Guillermo el Conquistador, fue el
encargado de completar la obra de su padre en los dos territorios, Inglaterra y
Normandía, que volvió a reunir en su persona. Aunque efectuó algunas concesiones al
alto clero y la nobleza, no descuidó el fortalecimiento de la autoridad real. La curia
regia generó los primeros órganos especializados: de Justicia, y, sobre todo, de
Finanzas, con la creación del Exchequer, que vigilaba la recaudación de las rentas
reales.
El reforzamiento del poder real se truncó con la muerte de Enrique I sin dejar hijos
varones. Dos candidatos lucharon por el trono. De un lado, Esteban de Blois, sobrino
del difunto; de otro, Matilde, hija de Enrique y mujer de Godofredo Plantagenet, Conde
de Anjou. El éxito inicial del primero fue compensado por la segunda con su marido
Godofredo conquistó Normandía y convirtió en duque del territorio a su hijo Enrique en
1150. En los dos años siguientes, la estrella de este siguió en ascenso: la muerte de
su padre lo convirtió en Conde de Anjou y la boda con Leonor de Aquitania le permitió
completar sus dominios en el continente antes de que Esteban de Blois lo reconociera
como sucesor en el trono de Inglaterra.
III. El Imperio Angevino y la “Gran Guerra Capeto-Plantagenet” (1154-1223)
Monarquía de Enrique II (1154-1189) y formación del Imperio Angevino
El nuevo monarca Enrique II (1154-1189) reunía en su persona unas amplísimas
posesiones. Su autoridad se imponía sobre todo en Inglaterra y sobre más de la mitad
occidental de lo que hoy es Francia. Tales bases territoriales le sirvieron para
reconstruir los principios de gobierno administración y asegurar la hegemonía de la

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monarquía hasta el punto que puede ser considerado como el arquitecto de lo que
acabará siendo el estado inglés.
La primera preocupación del monarca fue hacerse respetar por una aristocracia
engrandecida en los veinte años de crisis siguientes a la muerte de Enrique I, a la que
contrapuso su apoyo a la baja nobleza, en la que reclutó sus cuadros de
administración y justicia. Con el apoyo de una y otra, desplegó una política de
ampliación del archipiélago, cuyo signo más relevante fue que el rey de Escocia prestó
su vasallaje a Enrique II y reconoció el primado de la sede de Canterbury.
Complementariamente, Enrique II exigió de sus vasallos nobles la prestación de un
juramento fidelidad específico y un auxilio militar importante, que completó con la
contratación de mercenarios.
La segunda preocupación de Enrique segundo fue la iglesia de su reino, que debía
pasar igualmente por el aro de reconocimiento de autoridad del monarca, tal como se
hizo constar en las constituciones de Clarendon de 1164. En este caso, la voluntad del
monarca se encontró con la de Thomas Becket, arzobispo de Canterbury después de
haber sido canciller del reino, que se mostró dispuesto a defender las prerrogativas
eclesiásticas. El enfrentamiento entre el monarca el primado de la Iglesia inglesa
concluyó con el asesinato de éste en su propia catedral en 1170 y con el triunfo de las
pretensiones intervencionistas de Enrique segundo, no mermada siquiera por la
inmediata canonización popular de Tomás. El monarca consiguió imponer sus
exigencias fiscales a los eclesiásticos y acabó siendo reconocido como rex gratia Dei,
revestido por ello de un carisma y oleado por una leyenda de taumaturgia de la que,
hasta el momento, se habían beneficiado exclusivamente a los Reyes de Francia.
Durante el reinado de Enrique II, a la vez que cristalizan las instrucciones de la curia
real, se produjo una especialización de los órganos de gobierno y administración.
Había comenzado con el Exchequer, y ahora siguió con otros: la cancillería; el
Justiciar, delegado del monarca para el ejercicio de la justicia, que, de hecho, era una
especie de virrey en Inglaterra cuando Enrique II se hallaba en sus posesiones del
continente; y el King’s bench o tribunal itinerante, que estimuló el desarrollo del jurado.
El proceso culminará con la división Inglaterra en seis distritos, en cada uno de los
cuales, unos jueces especiales tomarán cuentas de la actuación de los sheriffs. El
ejercicio de la justicia por parte de éstos no se basaba en la aplicación de principios
teóricos romanistas, sino en una mezcla de elementos germánicos y feudales que
constituían un fondo de derecho común, el common law, aplicado en el sentido más
favorable a los intereses del Rey en virtud de la promulgación de sucesivos assies
Los últimos años del reinado Enrique dos dejaron ver dos factores de debilitamiento.
De un lado, la mezcla de actitud y ambiciones políticas de los hijos de Enrique II; de
otro, las complicaciones teóricas y prácticas del hecho de que los Plantagenet poseían
extensos dominios en continente en virtud cuales eran paseos del Rey de Francia,
trono que, desde 1180, ocupaba Felipe II, que, enseguida, se mostró dispuesto a
explotar con habilidad los dos factores debilitamiento de la monarquía inglesa.
“Gran Guerra Capeto-Plantagenet” (1154-1223)
En esos tiempos, va a estallar un gran conflicto entre las dos monarquías, la inglesa y
la francesa: “Gran Guerra Capeto-Plantagenet” a mediados del siglo XII. Es la gran
guerra internacional de la época junto al conflicto papado imperio de los siglos XII y
XIII, precedente de lo que continuará después como Guerra de los Cien Años.
Fases de esta guerra

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Primera fase (1154-1180): Enrique II Plantagenet (1154-1189) y Luis VII (1137-


1180) son los dos rivales, marcando la pauta del conflicto Enrique segundo,
siendo esta fase una fase de apogeo inglés, encontrándose Luis VII a la
defensiva, muriendo en el año 1180.
Segunda fase (1180 al 1189): Enrique segundo Plantagenet (1154-1189) y
Felipe Augusto (1180-1223): fase de equilibrio, en la que se consigue equilibrar
la situación en el conflicto.
Tercera fase (1189-1199): Ricardo Corazón de León (1189-1199) y Felipe
Augusto (1180-1223). Ricardo, rey mítico y mitificado a partir del siglo XIX por
ser rey caballero, siendo el prototipo del rey cruzado. Se entierra en Anjou junto
a sus padres y le mitificaron, siendo un rey mítico. En tiempos de Ricardo
Corazón de León se mantiene ese equilibrio de fuerza, aunque en sus últimos
años Ricardo se impone, venciendo. Cuando muere de forma accidental al
recibir una flecha en el cuello, la evolución positiva para los Plantagenet se
interrumpe.
Cuarta fase (1199-1216): Juan Sin Tierra (1199-1214) y Felipe Augusto (1180-
1223). Juan Sin Tierra va a ser un monarca sin la talla de su padre y su
hermano, sin la capacidad de sus antepasados. Con Juan comienza el declive
del imperio angevino, manifestándose en el año 1214 tras que en los años
previos el rey de Francia consiga recuperar territorios a costa del inglés. En
1204 Felipe Augusto conquistó Normandía, Anjou, Maine y Turena. Es a partir
de ahí como el imperio Plantagenet se mezcla con el conflicto papado-imperio,
porque Juan sin tierra era aliado y pariente del emperador Otón IV, de ahí que
el imperio e Inglaterra vayan contra Francia y el papado. A su vez, hay que
sumar la Cruzada Albigense (1208-1229), con la cruzada del rey francés. Se
entremezcla porque aprovechando esta cruzada van hacia el sur, cuyos
intereses hacia el sur confrontan con el rey de Aragón. Las alianzas del 1213 al
1214: por un lado, Juan sin tierra, rey de Inglaterra, el emperador Otón IV y el
rey de Aragón Pedro el católico; contra el rey de Francia Felipe Augusto e
Inocencio III, papa.
Tres batallas importantes:
Batalla de Muret (12 de septiembre de 1213): el rey de Aragón muere en esta
batalla en el sur de Francia, principio del fin de la expansión de la corona de
Aragón en el sur de Francia.
Batalla de la Rode-aux-Mes (2 de julio de 1214): Juan sin tierra desembarca en
aquitania para luchar contra el rey de Francia, siendo derrotado.
Batalla de Bouvines (27 de julio de 1214): enfrenta a Felipe Augusto contra
Otón IV, venciendo en esta batalla al rey de Francia sobre el emperador.
A partir de aquí, Felipe Augusto extiende gran parte de sus dominios a costa de los
Plantagenet, conservando solamente el ducado de Gascuña o Guyena a los
Plantagenet. Se pasa del dominio occidental en 1180 de los Plantagenet cuando llega
al trono Felipe Augusto y cuando muere solo queda este reducto. En 1223 muere
Felipe Augusto, pudiendo considerarle como el gran constructor de la monarquía
francesa y se le llama también el Conquistador.
IV. El reino de Inglaterra en el siglo XIII: del Imperio Angevino a la monarquía
parlamentaria
a) La Carta Magna (1215)

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Las derrotas de Juan Sin Tierra y la pérdida del Imperio Angevino culminaría cuando
los nobles, el arzobispo de Canterbury y varias ciudades plantearon a Juan I sus
reivindicaciones, conociéndose a esta rebelión como la I Guerra de los Barones, que el
rey tuvo que aceptar, sellando, en junio de 1215 la Magna charta libertatum (Carta
Magna de Libertades, también conocida como la Carta Magna). En ella se trató de
poner límite a la actuación del monarca en beneficio de una restauración de antiguas
costumbres feudales que favorecía a la nobleza, reconocida ahora como cuerpo
representativo del reino, sobre todo. A su lado, algunas ciudades vieron confirmados
sus privilegios pero no alcanzaron la libertad política que las ciudades leonesas,
castellanas o catalanas habían empezado a tener. Se considera a esta carta como el
primer paso de Inglaterra hacia una monarquía parlamentaria, contando con otras
fuerzas sociopolíticas que controlan y participan en el gobierno.
b) El reinado de Enrique III (1216-1272)
En 1216 murió Juan Sin Tierra, sucediéndole Enrique III (1216-1272). Este monarca
heredó unos dominios mermados en el continente y un reino de Inglaterra en que la
afirmación de la nobleza como fuerza política no restó eficacia a la organización
administrativa que Enrique II había impuesto. Ello evidenció en la especialización de
dos altos tribunales de justicia y, sobre todo, en la configuración del Consejo Real con
cuerpo asesores inmediatos al monarca. Estos instrumentos y los soldados ingresos
que el rey percibía animaron a Enrique III a emprender acciones de recuperación de
sus feudos continentales y de apoyo a los derechos de su hermano Ricardo de como
ayer al título imperial.
El desgaste económico de ambas iniciativas, que fracasaron, además de perder
influencias en las islas frente a escoceses, galeses e irlandeses, hizo que se volviera a
poner al monarca en manos del magnum concilium de la nobleza. Este, dirigido por
Simón de Montfort, impuso al rey las llamadas Provisiones de Oxford de 1258, que
consagraron el control de la monarquía por los grandes barones del reino. La reacción
del Rey activó una verdadera guerra civil conocida como la segunda guerra de los
barones (1264 al 1265) en la que Simón de Montfort acabó por imponerse, hacer
prisionero al monarca y gobernar durante 15 meses como dictador. En ese tiempo
coma en los años 1264 al 1265, para conseguir un apoyo más amplio, Simón de
Montfort convocó parlamentos en los que, además de la nobleza laica y eclesiástica,
estuvieron presentes dos caballeros por condado y algunos representantes de las
ciudades más importantes. La derrota y muerte de Simón de Montfort en 1265 y el
restablecimiento de la autoridad de Enrique III aportaron un cierto equilibrio entre las
exigencias de la nobleza y la dinámica de fortalecimiento de la monarquía en un marco
espacial caracterizado por la pérdida de parte de las posesiones del continente y por el
desarrollo de las formas de representación de la comunidad del reino. Así, al
mantenerse vigente la Carta Magna y el rey recupera gran parte de su autoridad,
comienza la monarquía inglesa parlamentaria, considerándose a Inglaterra una
monarquía con contrapeso por parte de la nobleza, monarcas y ciudades.
En 1272 muere Enrique III y le sucede Eduardo I, conocido como calzas largas,
dándose en el por el precontexto de la guerra de los Cien Años.
V. El reino de Francia en el siglo XIII: el “Siglo de San Luis”
a) Luis VIII (1223-1226) y la regencia de Blanca de Castilla
En Francia tenemos al sucesor de Augusto, Luis VIII (1223-1226), casado con una
gran reina de Francia de origen español, Blanca de Castilla. Es un reinado corto, pero

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importante, ya que consolida los éxitos de su padre y se pone al frente de la Cruzada


Albigense como líder de las cruzadas y domina el sur de Francia contra los intereses
del rey de Aragón. Muere de forma inesperada a la vuelta de esta batalla, dejando a su
hijo Luis IX como rey.
El reinado de Luis IX (1226-1270) se abrió con la regencia de su madre, Blanca de
Castilla, hija de Alfonso VIII de Castilla y con un reparto de grandes señoríos a modo
de apanage del engrandecido dominio real entre sus hermanos. Ambos hechos no
impidieron que el prestigio y el poder de la monarquía capeta continuarán creciendo a
costa de los grandes nobles, en especial, del sur de Francia.
b) El reinado de Luis IX (1226-1270)
En los años 1243 y 1244, Luis IX pudo imponerse finalmente sobre el Conde de
Tolosa y sobre los cátaros, asegurando definitivamente la presencia de capeta en el
sur.
Este rey se le llama tradicionalmente San Luis, protagonista de historia franca del siglo
XIII, dando el modelo medieval del prototipo de cristiano de esta época, rey santo ya
en vida, hace cosas cercanas a la santidad y canonizado como santo muy pronto, en
1277.
La tranquilidad del reino animal monarca a realizar una cruzada a Egipto entre 1248 y
1254, que fracasó. A su retorno a Francia, comenzó una nueva etapa en la vida de
Luis IX concretada en su voluntad de hacer efectivos los principios de agustinismo
político, tratando de conseguir el bien común de su reino: bienestar de vasallos y
público, tiempos de buen gobierno. Son los años en los que la dinastía capeta
extiende su influencia a todo el Reino de Francia. Para llevar a cabo esta política,
introdujo mejoras en la administración, dictó numerosas ordenanzas (sobre la paz
pública o las acuñaciones de moneda) que tendían a unificar y centralizar el espacio
político y mediatizó a la vez que apoyó el desarrollo de las ciudades, cuya fuerza
utilizó para oponerse a la nobleza feudal.
En la política exterior buscaba la paz entre los eeyes cristianos, teniendo que pacificar
sus relaciones y no luchando entre sí. Esa búsqueda de paz era compatible con los
Reyes de Francia, promoviendo tratados de paz con sus viejos rivales tradicionales,
llevando a cabo dos grandes tratados:
Tratado de Corbeil (1258): Tratado que lleva a cabo san Luis con el rey de
Aragón, Jaime I el Conquistador, hijo del rey muerto en Muret. El acuerdo entre
los dos monarcas se da tras que el rey de Francia hubiera conquistado
bastantes tierras en el sur de Francia, siendo hostil la población a la
dominación francesa. Esta población, a su vez, consideraban al rey de Aragón
como su rey, siendo una situación inestable y peligrosa para san Luis,
queriendo pacificar estas relaciones. El acuerdo se alcanza en Corbeil en 1258,
renunciando san Luis a sus derechos sobre los condados de la marca
hispánica al sur de Los Pirineos (condado de Barcelona y territorios de
alrededor: condados catalanes) y, a cambio, Jaime I renuncia a los derechos
sociales sobre el sur de Francia al norte de Los Pirineos. Lo que aparece con
este tratado es una frontera política en Los Pirineos entre Francia y la corona
de Aragón (posteriormente la Monarquía Hispánica), no siendo una frontera
natural.
Tratado de París (1259): San Luis quiere llegar a un acuerdo para que las
guerras no continúen. Lleva a cabo este tratado de París con Enrique II, tratado

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por el que el rey de Francia reconoce al de Inglaterra el condado de Gascuña a


cambio de su vasallaje por el dominio de esta tierra. Aparecen
representaciones de esa etapa con el rey inglés genuflexión, siendo vasallo por
gascuña. A cambio de este reconocimiento, Enrique III renuncia al resto del
imperio angevino. Este acuerdo se firma con la intención de que sea la paz
duradera, aunque con el tiempo este tratado va a ser una causa de la guerra
de los 100 años porque es un dominio inglés en el territorio de Francia, siendo
una situación problemática.
En tiempos de San Luis el Reino de Francia se consolida como reino hegemónico de
Europa: más grande, más poblado, más poderoso, siendo una época de expansión
exterior. Se produce una expansión hacia el condado de Flandes, condado vasallo del
rey de Francia, pero al mismo tiempo condado autónomo, rico, industrializado,
estratégico y vinculado económicamente a Inglaterra: otro motivo de conflicto entre
Inglaterra y Francia va a ser este.
Por otro lado, el Reino de Navarra en el siglo XIII pasa a ser una dinastía francesa,
siendo los condes de Champaña los reyes de Navarra y vasallos del rey de Francia.
También se da una influencia francesa en Provenza, territorio imperial en esta época,
pero este condado pasa a manos de los Capeto, siendo gobernado por matrimonio por
Carlos de Anjou, conde de provenza bajo control francés, además de la influencia
francesa en Italia, ya que Carlos de Anjou se convierte en 1266 en rey de Sicilia.
San Luis, además, va a ser el último rey cruzado, siendo defensor del ideal de cruzada
y participando en la séptima cruzada (1248 al 1254), dándose un batacazo
impensable, dándose victoria de los musulmanes, y en la octava cruzada (1270)
muere San Luis por enfermedad.
c) Felipe III el Atrevido y las Vísperas Sicilianas (1270-1285)
En 1270 muere San Luis y asciende al trono Felipe III el Atrevido (1270-1285), hijo de
San Luis, materializándose la hegemonía francesa y se mantendría con este rey:
En Navarra, Felipe III casa a su hijo (futuro Felipe IV) con la heredera Juana I.
Los Reyes de Francia van a ser Reyes de Navarra.
En Italia, este rey apoya a su tío Carlos de Anjou en el Reino de Sicilia. En
Sicilia gobernará Carlos de Anjou y el rey francés pone en marcha una gran
política expansiva, política con la que pretende conquistar el norte de África, el
imperio bizantino y Tierra Santa. Esta política expansiva choca con los
intereses de la corona de Aragón, que haga conquistado Mallorca y Valencia:
contexto internacional con origen en el Mediterráneo. Carlos aumenta los
impuestos para llevar a cabo estas conquistas, enfadándose los sicilianos y en
el año 1282 se da una revuelta en la isla de Sicilia, dándose las vísperas
sicilianas del 31 de marzo de este año, siendo unas revueltas bastante
complejas.
Las Vísperas Sicilianas están lideradas por sicilianos anti franceses, apoyada por los
gibelinos, partidarios del papa Martín IV, sufragando los bizantinos con su oro y ponen
el dinero y revuelta apoyada por el rey de Aragón, Pedro el grande, hijo de Jaime I,
que trae intereses por el Mediterráneo y ese espacio de una descendiente de Federico
II, de una estafen, Constanza Staufen, descendiente de Federico II y casada con
Pedro el Grande. Este episodio se produce en la iglesia del Espíritu Santo de Palermo,
donde los sicilianos acorralan a los franceses y cuando estalló la revuelta,

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casualmente pasaron las tropas de Pedro el Grande, tropas almorávides,
convirtiéndose en rey de Sicilia en nombre de su esposa Constanza.
La respuesta de Carlos de Anjou fue a pedir ayuda a Felipe III y al papa Martín IV,
excomulgando al rey de Aragón y organizando una cruzada Francia apoyada por el
papa contra el rey de Aragón, conocida como Cruzada de Cataluña (1285), yendo el
ejército franco desde el norte e invade Cataluña. Esta invasión acaba con la retirada
francesa y la victoria del Rey de Aragón, muriendo en este año el rey Carlos de Anjou.

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Se llega al acuerdo de paz, paz de Caltabellotta en 1302, acuerdo por el que el Reino
de Sicilia queda dividido en dos territorios:
Reino de Sicilia, capital de Nápoles y dominio francés.
Reino de Sicilia, capital Palermo y bajo dominio de la corona de Aragón, concentrando
el Reino de las Dos Sicilias.
En 1285 muere Felipe III el Atrevido y le sucede Felipe cuarto el hermoso, rey de
Francia y Navarra, iniciándose la Preguerra de los Cien Años.
13.3. Los reinos hispanos y la Reconquista (no entra en el examen)
Siglo XI: desaparece el califato de Córdoba, al mismo tiempo que se fortalecen reinos
cristianos hispanos: viejo reino de Navarra, viejo reino de León, tres reinos nuevos:
Castilla, condado leonés convertido en reino, Portugal (origen igual que el castellano) y
Aragón, formado en 1137 por la unión entre el Reino de Aragón y el condado de
Barcelona.
Esta época está marcada por ser época de reconquista:
Siglo 11-med. del siglo XII: hegemonía cristiana entre reinos de taifas,
enfrentándose a los almorávides.
Mediados del siglo XII a pp. del siglo XIII: etapa de equilibrio entre cristianos y
califato almohade, marcando el final de esta etapa el episodio de la batalla de
las Navas de Tolosa (1212).
Gran Reconquista: Portugal conquista el sur de Portugal, Fernando IV, rey de
Castilla y León (1216 al 1252) conquista Jaén, Sicilia y Córdoba; mientras que
Jaime primero el conquistador (1213 al 1226) Valencia y Mallorca.
En 1250 solo queda el reino de Granada, último reducto musulmán en la Península
13.4. Los reinos y principados de la Europa oriental y escandinava: el Drang
nach Osten
Europa Central y Europa Oriental tenía territorios divididos en tres escenarios: Europa
escandinava (Dinamarca, Noruega y Suecia), Europa eslava (principados y reinos
eslavos: reino de Bohemia, ducado de Polonia y principados rusos) y el Reino de
Hungría. Estos editores están cambiando, ya que pasan de estar poco poblados, con
pocas ciudades inicialmente y que experimentan un fuerte proceso de urbanización,
siendo territorios vinculados a la historia imperio germano y territorios que
experimentan una evolución interna similar y paralela, pasándose de formas de
organización arcaicas de gobierno (siglos IX-X) al territorio feudal (evolución similar),
dándose el proceso de cristianización en los siglos X y XI y culmina en estos siglos,
con paganos a partir del siglo XII, siendo territorios donde se consolida la monarquía y
la aristocracia. Se van a dar dos excepciones: En Polonia pesa más la aristocracia y
en Rusia la fragmentación de los principados rusos, siendo un territorio donde tarda en
llegar esta evolución. Además, sus territorios, están condicionados por circunstancias
exteriores que condicionan su historia: gran expansión alemana hacia el este (siglos
XII-XIII), conocida como Drang nach Osten, con la correlativa ampliación del espacio
europeo, afectando especialmente a la Europa escandinava y Eslava; y en el siglo XIII
se da la invasión de los mongoles, que afectan definitivamente a Hungría, Polonia y
Rusia.

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El Drang nach Osten se va a dar desde el siglo XII, cuando esta expansión del
espacio europeo se debió a las manos de misioneros y de grandes nobles, laicos y
eclesiásticos de los ducados orientales, en especial, Sajonia, las iniciativas de
colonización, teniendo una serie de motivaciones:
Motivaciones económicas, colonizando las tierras situadas al este del imperio.
Motivación política, ampliar influencia en dominios en Europa oriental.
Motivación religiosa, pueblos bálticos todavía paganos, con toda esa zona de la
costa que tiene especie de agujero negro hacia la cristiandad.
Cabe destacar que los protagonistas no son los emperadores alemanes, ya que estos
miran hacia Italia, si no son los obispos alemanes (alto clero alemán), los duques
alemanes (quieren ampliar su influencia), órdenes religiosas (cister funda
monasterios), los mercaderes pueden comerciar no los productos y rutas, los
campesinos pueden prosperar en esas tierras y las órdenes militares fundaran en la
orden teutónica. Esta expansión en el Báltico va a ser apoyada por los paganos, al
realizarse contra los paganos (enemigos de Dios, no cristianos), teniendo carácter de
cruzada.
Etapas del Drang nach Osten
En una primera etapa, entre los años 1000 y 1130, el objetivo de los
colonizadores alemanes fue ampliar sus posesiones a costa de los eslavos,
bien con la de fortalecer la influencia occidental entre quienes eran cristianos,
como los polacos.
En la segunda etapa, entre 1130 y 1160, los éxitos fueron ya notables:
mientras Alberto el oso se instala en Brandenburgo, Enrique León, duque de
Sajonia, fundaba la ciudad de Lübeck, a orillas del mar Báltico, y aseguraba su
posición en Pomerania.
En una tercera etapa, entre 1160 y 1210, a la vez que proseguía la
germanización del territorio, se fortaleció el proceso de colonización. Los
príncipes alemanes y polacos estimularon la instalación tanto de monasterios
cistercienses y premostratenses como de campesinos, en buena parte,
flamencos y holandeses, expertos en las tareas de desecación, a los que se
animó a establecer en las tierras de la desembocadura de los ríos Elba y Oder.
Sus aldeas se mezclaban allí con los núcleos mercantiles y artesanales
asentados en las riberas de los ríos Oder y Vístula. Con todo, el dato
económico más significativo tras la creación en 1158 de puerto de Lübeck fue
el fortalecimiento de Hamburgo sobre el río Elba. Los dos constituyeron, en
adelante, los polos de actividad de los mercaderes que frecuentaban los mares
Báltico (sobre todo, la isla de Gotland) y del norte. Desde el puerto de Visby en
aquella isla, los mercaderes alemanes se aprestaron a sustituir a los Varegos
en el comercio de las estepas rusas. El éxito de sus actividades los animó a
constituir enseguida una asociación de negociantes, la Hansa germánica.
En la cuarta etapa, entre 1210 y 1240, el protagonismo de la marcha hacia el
este correspondió a los caballeros de la Orden Teutónica, que continuaron
cosechando éxitos militares y colonizadores en una ancha franja de la costa
báltica, la ocupada hoy por Lituania, Letonia y Estonia. En toda esta zona, la
persistencia de paganos fue la excusa que legitimó una intervención mucho
más dura que en la etapa anterior. En 1240, el avance alemán a costa de los
eslavos quedó detenido: en esa fecha, Alejandro Nevski, príncipe de Nóvgorod,
derrotó a los caballeros teutones a orillas del lago Peipus.

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La detención del avance no impidió el fortalecimiento de la colonización germana


en las tierras controladas. A finales del siglo XIII, estas serán, de forma prioritaria
las de bohemia, Austria y la franja costera báltica, pero, en menor medida, también
las de otras áreas del oeste de Polonia y de Hungría.
Consecuencias de la expansión anglo-meda (siglos XII al XIII)
Se incorporan varios territorios a la Europa occidental, cristianizados y ya no
son zonas marginales.
Creación de una gran red urbana: nuevos pueblos y ciudades en toda la
Europa báltica.
Gran impulso al comercio, no solo en el Báltico, sino también en Polonia,
Hungría y Rumanía: Liga Hanseática, confederación de ciudades que domina
el comercio en toda la región.
Entidad política nueva: estado de la orden teutónica, orden y dominio de la
famosa orden, dominando la orden este territorio, siendo el origen de Prusia y
de la Alemania contemporánea.
En esta época se produjo la germanización externa y cultural de muchas
regiones de Europa central y oriental (1100-1437), viéndose durante muchos
siglos como La presencia de alemanes llega hasta el Mar negro y el Báltico.
Esta expansión no desaparecerá hasta la II Guerra mundial, siendo después de
la invasión rusa por parte de los nazis cuando van a expulsar a toda la
población alemana que quedaba allí.
TEMA 14: BIZANCIO Y EL ISLAM EN LA ÉPOCA DE LAS CRUZADAS
14.1. Los califatos del Islam oriental
I. El Califato Abbasí de Bagdad bajo los sultanes silyuqíes (1055-1307)
Entre el 1055 y el 1260, el espacio islámico aparece dividido en dos grandes ámbitos,
el oriental y el occidental, separados por el desierto de Libia y por un Magreb
parcialmente arrasado por los hilalíes. Entre los dos sigue circulando el idioma árabe,
la economía monetaria, la vida urbana y la actividad intelectual, pero a escala política
y, en parte, religiosa se distancian entre sí a la vez que se estrechan las relaciones de
los espacios de cada uno de esos dos grandes ámbitos del islam. De este modo, la
historia de Al-Ándalus se funde con la del norte de África, lo mismo que en el otro
extremo sucede con las de Egipto, Siria, Irak y Asia menor.
El ámbito oriental del islam seguía incluyendo dos grandes áreas de influencia, la de
Bagdad y la del Cairo, reforzadas por sus respectivas obediencias religiosas, sunita y
cita. Lo significativo de los años 1055 al 1260 fueron los intentos, sucesivos y
fracasados, por constituir un poder hegemónico en todo el islam oriental. Tales
intentos estuvieron personalizados por los turcos selyúcidas en la segunda mitad del
siglo XI y por Saladino 100 años después.
La entrada de los turcos ejercida en Bagdad en 1055 fue seguida por éxitos militares
sobre los bizantinos en Manzikert en 1071, lo que permitió a ellos asegurar su
instalación en la península de anatolia. Podemos decir qué gobiernan en nombre del
califa a partir del 1055 y unifican gran parte del califato abasí, dándose la época de los
grandes sultanes Suzuki es hasta el 1092. Tras los primeros jefes guerreros, los sellos
se encontraron en Maliksah (1072-1092) y su visir iraní Nizam los dos organizadores
con los que el nuevo poder alcanzó su madurez. Los signos de esta se evidencian en
las mejoras en la administración, inspiradas en el libro de gobierno compuesto por el
propio visir, en numerosas construcciones públicas y, en especial, en la creación de
centros de enseñanza, entre los que destacó la Niza milla de Bagdad, nombre
derivado de su fundador el visir selyúcida.
Por lo demás, los rasgos del régimen son los ya conocidos de otros espacios
islámicos. Una organización del poder que distinguía a drásticamente entre secular
(civil y militar) y el religioso. Una disgregación de la estructura política en múltiples
células autónomas. De ellas, unas eran reducidas: las entregadas en régimen dicta a
los jefes militares turcos; otras fueron más extensas: en general, las confiadas a los
jefes que llegaron a ser atabegs, esto es, tutores de los príncipes menores de edad
que, muchas veces, aprovecharon su posición para hacerse con el poder efectivo del
territorio. Y, finalmente, la observación de una ortodoxia sunita, estimulada por los
sultanes a través de la creación de las madrazas, centros de enseñanza anejos a las
mezquitas. La figura intelectual más representativa fue el iraní al-Ghazalí, muerto en el
año 1111. Este proporcionó una síntesis entre fe y razón, armonizo la experiencia
mística del sufismo con la tradición sunita y revalorizó el ascetismo como instrumento
de perfeccionamiento personal que ayudaba en la búsqueda de la fe.
A finales del siglo XI, desde el 1092, este gran territorio se fragmenta en varias
unidades políticas diversas:
Sultanato de Rum (1081-1137): ubicado en el centro de Asia menor, es una
entidad muy relevante. Estos sultanes son antiguos seducidas que gobiernan

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de forma autónoma. Siria se va a encontrar más al sur, estando dividido en


varios poderes independientes. En Siria se forja la historia posterior.
Califato abbasí (selyuquíes, 1092-1194): se mantiene el Gobierno de los
silyuquíes, siendo reducido a un territorio muy pequeño, alcanzando el poder
de los fatimíes a este territorio.
Imperio de los Jwazimíes (Corosmios, 1077-1220): imperio gobernado por
antiguos vasallos de los turcos lluvias hasta principios del siglo XIII, entidad
política muy grande e importante con el califato abbasí.
II. El Califato Fatimí de El Cairo (1055-1171)
Recuperado por los turcos, se reduce a Egipto. Es un califato muy debilitado, con dos
grandes rivales: los turcos ser lluvias y los cruzados llegados a oriente.
Fue una dinastía shii fundada por Obeid Allah. Supuestamente era un descendiente de
Ali y de la hija del profeta, Fátima. Gobernó la dinastía en el norte de África desde 909
y en Egipto desde 969– 1171. Obeid era de origen sirio y se refugió en Túnez. A
inicios del siglo X se reveló como el mahdi o heredero del último imam visible (Ismail).
Esta idea fue aceptada por los beréberes kotama.
Obeid se aprovechó de sus sentimientos anti – árabes y opuestos a la dinastía aglabi
que controlaba Ifriqiya. En 909 Obeid Allah ocupó la capital aglabi y se declaró imam.
Tripolitania y el Magreb fueron controlados por esta dinastía con los tres primeros
fatimíes, que fueron Obeid Allah, Al – Kaim (934 – 946) y Al Mansur (946 – 953). El
cuarto califa Al – Moezz (953-975) trasladó la capital a la ciudad de El Cairo, cercana a
la existente de al Fustat (972), ya que en 969 había conquistado a los tulunies Egipto.
Cedió el control del Magreb a los ziries como sus delegados. Esto significaba que
mientras mandasen los tributos podrían tener un régimen casi independiente.
El apogeo fatimí se dio en Egipto. Fundaron la mezquita de Al – Azahar. Pronto fue el
más importante centro de cultura musulmana. Cada dinastía buscaba como una forma
de legitimar su poder imitar y / o superar la “casa de la sabiduría” de Bagdad. Fueron
los intermediarios comerciales entre Oriente – Occidente por su privilegiada posición
geográfica que les permitió acumular una gran cantidad de riquezas. Crearon una
administración muy eficaz con finanzas saneadas por la gran cantidad de riquezas
acumuladas. Todo esto estaba controlado por el visir.
El califa Al – Asís (975 – 995) extendió su dominio por Siria. Fundó una gran biblioteca
en El Cairo en una época muy tolerante tanto a nivel religioso como cultural. Esta
tolerancia terminó con su sucesor Al – Hakim (996 – 1021) conocido como el califa
loco. Intentó destruir la iglesia copta con grandes persecuciones. También llevó a cabo
persecuciones contra la población judía. La decadencia fatimí comienzó con Al Hakim
(996 – 1021) con una época de malas cosechas, tensiones sociales y continuas
revueltas del ejército mercenario compuesto por población negra, por turcos y por
beréberes.
En el siglo XII el poder estaba en manos de los visires por completo. El estado fatimi
no pudo evitar la penetración de los cruzados en Siria. En esta coyuntura fue un jefe
militar kurdo muy prestigioso, Saladino (Salāh ad-Dīn Yūsuf), quien destituyó en 1171
al último califa fatimí y restableció nominalmente en Egipto la autoridad del califa de
Bagdad siendo el comienzo de la dinastía ayyubi.

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14.2. El Imperio Bizantino: los problemas del siglo XI y los primeros Comneno
Entre el 1056 y el 1076, el panorama del imperio bizantino cambió drásticamente,
entrando en una etapa con vaivenes.
Por un lado, los episodios que marcan el cambio de época comienzan con el cisma de
Oriente o separación de las iglesias de Roma y Constantinopla. Desde la división del
imperio romano por Teodosio el Grande en 395, habían sido frecuentes las
suspicacias entre ambas en torno a temas de disciplina eclesiástica, práctica
sacramental y doctrina teológica. El matrimonio de los sacerdotes, el tipo de pan
empleado en la misa, el ayuno de los sábados y la doctrina sobre presencia del
Espíritu Santo habían sido cuestiones de debate entre las dos iglesias.
En el siglo IX, otros aspectos añadieron y propiciaron el Cisma de Focio. Los más
notorios fueron los surgidos a propósito del proceso de evangelización de las tierras
del centro y este de Europa que tanto Roma como Constantinopla pretendían dirigir.
El conjunto de agravios mutuos, al que se sobre imponía siempre la convicción papal
de que su sede de Roma estaba por encima de todas las restantes, incluida
Constantinopla, estalló a mediados del siglo 11 cuando fue manejado por dos hombres
tan arrogantes como intransigentes: el patriarca Miguel Cerulario y el enviado
Pontificio Humberto de Silva Candida. En lugar de llegar a un acuerdo, ambos
comisionados acabaron enzarzados en un cruce de excomuniones. El hecho, más que
consagrar la separación entre las iglesias, constituyó el comienzo de la definitiva
cristalización de su división. Con él, el Mundo cultural bizantino adquirió un nuevo
elemento de individualidad y cohesión.
Cabe destacar que, desde ese momento, en occidente se les llama a bizantinos como
los cismáticos, vistos como gentes extrañas y sospechosas. Los bizantinos, Por su
parte, llamaban a los occidentales bárbaros. Se dan dos mundos, con dos órbitas
diferentes: órbita ortodoxa y órbita católica.
A esto hay que sumarle que la dinastía macedónica se extinguió en el año 1056. Al
año siguiente, Isaac con menos de un golpe de Estado, estableciéndose la dinastía
comnena, que va a gobernar hasta el 1185 (finales del siglo XII). A este golpe de
Estado le siguieron turbulencias que encumbraron y se pusieron del trono a cuatro
emperadores. Todos ellos se mostraron incapaces de conjurar las amenazas que se
cernían sobre el imperio en todos los frentes.
En el oriental, los turcos ejercida; en el occidental, los normandos de Roberto
guiscardo, que, con la bendición del papá Nicolás segundo, aseguraban sus
posiciones en el sur de la península italiana; y en el septentrión al, los pechengos.
Entre 1071 y 1076, con su expulsión de Bari y Salerno, los bizantinos fueron
eliminados de Italia, y en 1071, la derrota al Ejército imperial en Manzinkert en tierras
armenias, puso el imperio a merced de los turcos selyúcidas.
Este ambiente de derrota militar propició la inseguridad interna en el Imperio. La
aristocracia terrateniente se enfrentó con la de los comerciantes, los poderes
regionales aprovecharon para mostrar su relativa independencia respecto al gobierno
imperial y, para completar el panorama, dentro de la propia Constantinopla, unos
cuántos recién llegados (comerciantes pisanos y venecianos; mercenarios normandos)
protagonizaron distintos alborotos. En un contexto semejante, los búlgaros se
prestaron aprovechar hacia la configuración de nuevos poderes políticos
territorializados.

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La incorporación de Bulgaria como provincia del imperio desde el 1018 estaba dejando
una profunda huella en el país. Sin embargo, precisamente en estos años de prólogo a
los Comneno, la sociedad búlgara mostró signos de una resistencia que acabaría por
cristalizar. De un lado, la difusión del dualismo bombillita era una forma de rechazo de
la jerarquía de la Iglesia griega. Por otro, la implantación de la reforma fiscal provocó
un agravamiento de la presión sobre población rural, que en grandes proporciones se
convirtió en independiente, sobre todo, de obispos y monasterios. El descontento se
tradujo en una serie de revueltas que fueron verdaderos levantamientos contra el
conquistador. Su derrota no impidió que los búlgaros siguieran luchando por su
independencia.
14.3. La expansión exterior del Occidente latino: la Primera Cruzada
I. Las Cruzadas: idea y realidad
A partir del siglo XI se da un desarrollo interno del Occidente Cristiano, siendo un
desarrollo económico, mercantil, cultural, con la concentración de la población en
ciudades, la maduración de los reinos y todo esto hace que se dé la primera expansión
de los occidentales fuera de las fronteras naturales de Europa desde la época romana.
Esta expansión se produce al sur de Italia, ganando territorios a los bizantinos, siendo
ahora latinos occidentales llevados a cabo por los normandos. A continuación, los
reinos cristianos ganan A los musulmanes en la península Ibérica, y también se ganan
territorios cristianos a los paganos, dándose el fenómeno del Drang nach Onsten. La
expansión territorial del Mediterráneo oriental se da mediante las cruzadas.
Las cruzadas se ponen definir como expediciones militares y religiosas de cristianos
occidentales, latinos, católicos en el Mediterráneo oriental. Comienzan en el año 1093
(fin. del siglo XI) y terminan en el 1291 (fin. siglo XIII). Dan lugar a la instalación de
cristianos occidentales en Tierra Santa (costa sirio-palestina) y da lugar a la instalación
de cristianos europeos occidentales en el imperio bizantino. Es importante desde
cualquier punto de vista que lo tratemos, ya que las cruzadas condicionan el punto de
vista histórico de esta época.
Consecuencias:
Desde el punto de vista militar, salvo la primera, las demás aceleran el fracaso.
De hecho, las cruzadas acaban con la expulsión de los cristianos occidentales
en Tierra Santa.
Desde el punto de vista económico, impulso del comercio de Europa oriental,
espacio del comercio pisano, genovés, veneciano, Florentino y también
catalán, siendo los italianos transportistas de las cruzadas.
Desde el punto de vista cultural: se empieza a dar hostilidad entre cristianos
occidentales, orientales y musulmanes.
Desde el punto de vista ideológico: las cruzadas, además de ser batallas, es
ideal y como ideal va a perdurar toda la Edad Media y también en toda la baja
Edad Media y se va a prolongar en la época moderna.
II. La idea de cruzada
Origen de las cruzadas: formación de la idea de cruzada, dándose la conformación de
varios elementos religiosos, históricos, sociopolíticos, cuya combinación da la idea de
cruzada. Se da por las siguientes razones:

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Ideal de Jerusalén: Ciudad Santa de los cristianos. En esta época, se postula


que cada vez es más insoportable ver la ciudad en manos de dominio de los
infieles, habiendo sido cristiana en época romana y sienten que tienen que
recuperarla. El centro de los mapas de aquella época era Jerusalén, siendo el
ombligo del mundo. A su vez, hay que sumar la idea milenarista de Jerusalén:
el final de los tiempos llegan cuando recuperen Jerusalén, salvándoles Dios a
los que hagan esta empresa, les espera algo mejor en el más allá.
Desarrollo de la noción de guerra Santa cristiana: Núcleo fundacional de la idea
de cruzada. El proceso de formación de esta idea es lento y muy largo,
comenzando en el siglo cuatro en época de San Agustín y culminando en el XI.
Supone esta noción la aceptación por parte del cristianismo (la religión
pacifista) de aceptar la guerra y violencia con algo santo y querido por Dios: no
se olvida parte pacifista, simplemente se amplía la visión del cristianismo. Esta
evolución se produce como una cadena de ideas. Combatir, hacer la guerra en
defensa de los cristianos y la iglesia, la cristiandad y el Imperio Romano
Cristiano si es necesario y es justo. Hay guerras que un Cristiano puede hacer,
cómo está en defensa de los cristianos, siendo buena porque es querida por
Dios, Dios la apoya. Si es una Guerra Santa, es una guerra que puede lavar los
pecados a los que sean heridos, muertos, lo hacen por Dios y los que mueren
son conducidos a la salvación. Se produce, por tanto, la santificación de la
guerra. El proceso culmina a finales del siglo XI cuando se da la idea de
cruzada, la culminación de la guerra Santa cristiana. El ideal de la cruzada es
aquel que sirve para limpiar su sepulcro, su tierra la Tierra Santa, a cambio de
bendiciones en este mundo y recompensas espirituales en el más allá. Cristo
bendice esta guerra sagrada.
Peregrinación: se pone en práctica que sirve como penitencia (limpieza de
pecados). La cruzada es una peregrinación armada, yendo a Jerusalén como
peregrinos y si no dejan pasar se abre paso. La cruzada combina elementos de
guerra Santa con elementos propios de la peregrinación. La palabra cruzada
no aparece en el siglo XI, sino en el XIII, dándose una cruzada de diversas
formas:
o Iter (itineraria): hacer el camino (a Jerusalén), como peregrinos.
o Passagum: paso a Jerusalén.
o Peregrinos, plural peregrinisi: son los peregrinos, que van a marchar a
Jerusalén, llevando una cruz roja de tela con la promesa de ir a esta
ciudad.
o Crucesignatus, plural crucesignati: son los que llevan la señal de la
cruz. Recibían la indulgencia (perdón de los pecados) y si morían eran
mártires.

Las cruzadas, por tanto, se convierten en una obligación religiosa y moral,


especialmente para los caballeros, que son los que usan las armas, recuperando
Jerusalén. La obligación es igual para todos, pero la interpretación de la idea es
diferente:
Los papas consideran que las cruzadas son empresas papales, promovidas
por estos y son distinguidas sobre el terreno por legados del papá, siendo la
máxima autoridad espiritual en la cruzada. Las cruzadas son una obligación
moral, obra de penitencia en la que el cruzado limpia sus pecados cuando
marcha hacia ella, siendo una vía de salvación. También es un tratamiento al
servicio de la primacía universal, dándose esto en época de la teocracia

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Pontificia, utilizando las cruzadas para sustituir al emperador como líder de la


cristiandad, aspirando a formar parte de la teocracia papal. Van a utilizar las
cruzadas contra los musulmanes, luego como martirio contra los enemigos de
la cristiandad (Reyes) y finalmente contra los emperadores (proimperiales).
Los Reyes y emperadores consideran que las cruzadas son una obligación
moral y penitencia para ellos. Se va a convertir en un medio para alcanzar un
mayor prestigio y autoridad en sus territorios. No hay nada más victorioso para
un rey que ha ganado. Los señores y los caballeros: obligación moral, sirven
como uso de salvación y en este caso, la posibilidad de prosperar en esta
guerra Santa. Esta posibilidad se da sobre todo en pequeños nobles y
caballeros, progresando económicamente. Igualmente, hay grandes nobles sin
necesidad de conseguir dinero y territorios, yendo a pesar del gran coste
económico. Se dan dos leyendas, la leyenda Rosa en la que los cristianos
simplemente iban a servir a Dios, siendo poderosos; mientras que la leyenda
negra es que atacan a los musulmanes y les quitan botín y tierras. En realidad,
van por razones espirituales y religiosas. En esta guerra querer servir a Dios y
tener tierras es compatible.
Masas populares: les mueve el sentido penitencial: limpiar los pecados y les
mueve mucho la idea milenarista, siendo la idea de Jerusalén imperial.
III. La Primera Cruzada y el Ultramar Latino (1095-1099)
Es la única cruzada que tuvo éxito y fue realmente relevante. El génesis de las
cruzadas se produjo en el 1095 con la primera de estas. La irrupción de los turcos
selyúcidas en el próximo oriente acabó con el equilibrio existente en la zona bizantina
a mediados del siglo XI. Los turcos suplantaron a los califas abasíes; las tropas del
caudillo Alp Arslam derrotaron al ejército bizantino del emperador Diógenes en la
batalla de Mazinquert (1071) y conquistaron Jerusalén y Siria, constituyendo un
poderoso imperio. Los bizantinos, temerosos del avance turco, solicitaron ayuda a la
cristiandad occidental, aunque lo cierto es que el peligro que representaban para
Bizancio en 1095 era mucho menor que el de 20 años antes. Esto no impidió, sin
embargo, que Alejo I Comneno no enviará una embajada este año al Concilio de
Piacenza, pidiendo ayuda al papa Urbano II. El pontífice, en la misma línea mantenida
por los sus antecesores en la silla de Pedro que habían apoyado la reconquista de
España con la publicación de bulas en las que alentaban a los caballeros franceses a
correr a la cristiandad peninsular (Cruzada de Barbastro, 1064), no tuvo inconveniente
alguno. Urbano II consideró que la organización de una cruzada, además, podría
poner fin a la ruptura entre las iglesias oriental y occidental consumada en el año
1054. Se trataba de un sueño iniciado por Gregorio séptimo y que podría alcanzarse
tras algo más de una década de relaciones cordiales entre el Bizancio de los Comneno
y los pontífices romanos.
De esta forma, la solicitud de ayuda militar de Alejo I aparecía como una ocasión
propicia para limar todo tipo de asperezas surgidas en el seno de la cristiandad. Junto
a estas consideraciones urbano segundo atisbo otros beneficios más, como estimular
el entusiasmo de los cristianos occidentales. En el sentido más propicio para fortalecer
la autoridad pontificia, así como desviar la guerra endémica que mantenían los
señores occidentales hacia una causa justa que los uniera: la guerra contra el infiel y
la defensa del cristianismo. Pero lo cierto es que la petición del emperador bizantino
no iba tan lejos. Alejo I solo deseaba la concurrencia de pequeños grupos de
profesionales occidentales armados, una suerte de mercenarios que le permitieran
emprender una serie de campañas oportunas que lo ayudarán a recuperar las

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provincias perdidas asegurar así su poder frente al islam. En ningún caso pensó en la
llegada de grandes ejércitos sin disposición a someterse a la disciplina bizantina y,
menos aún, a reconocer la autoridad de Constantinopla sobre las tierras que fueron
ocupadas.
Cuando Urbano II se lanzó a predicar la primera cruzada en el Concilio de Clermont-
Ferrand a finales de 1095, debía argumentar el porqué de su llamada a las armas.
Para ello puso en funcionamiento una serie de mecanismos ideológicos por ser el
cristianismo una religión de paz y de guerra. Resultaba necesario el desarrollo de
antiguo concepto de guerra justa, apoyándose en precedentes teóricos de la talla de
San Agustín, y en pronunciamientos de determinados pontífices más próximos en el
tiempo, como León cuarto, quien en el siglo IX había afirmado que todo el que muriera
en el campo de batalla en defensa de la Iglesia recibiría una recompensa celestial, o el
papa Juan VIII, quien había identificado a los muertos en una guerra justa con los
mártires. El progresivo desarrollo el código caballería, apoyado en la épica popular,
también servía como potenciador de la empresa cruzadita. Dicho código prestigiaba al
aire militar y desacreditaba al pacifista. A la iglesia le correspondía encaminar la
energía bélica de los caballeros, que no siempre cumplían las prescripciones de la
tregua de Dios hacia Tierra Santa.
Por último, la Iglesia también se había percatado del especial ambiente religioso que
dominaba entre las masas populares, impregnado de creencias escatológicas y
milenaristas. Existía una multitud de desheredados convencidos de la cercanía del fin
de los tiempos y que pensaban alcanzar la Jerusalén celeste por vía de la Jerusalén
terrestre. Además, en el siglo ya se había consolidado la práctica de la peregrinación
como una de las manifestaciones devocionales colectivas más fuertes. Por ello, la
cruzada se planteó como tal, y la mística de la peregrinación se empezó a desarrollar
con fuerza: el ideal del homo viator, que camina por la vida hasta alcanzar su estado
definitivo y razón última de su ser en el más allá. Todos estos ideales y creencias, sin
embargo, no tardarían en enfriarse o desvanecerse tras los primeros choques que les
depararía la amarga realidad encontrada al final de su andadura.
El 27 de noviembre de 1095 Urbano II pronunció el famoso discurso en defensa de la
cruzada, además de designar un legado para que la dirigiera en su nombre: Ademaro
de Monteil, obispo de Puig. El impacto psicológico que causaron las palabras de
urbano segundo, con el Deus Vult al final de su discurso, superó todas las
expectativas, incluso las del propio pontífice. El proyecto papal de rescatar Jerusalén
de manos musulmanas tomaba cuerpo finalmente. Enseguida el mensaje de urbano
segundo se llevó los por los legados pontificios a todos los rincones de la Europa
occidental. El entusiasmo fue tan grande que, mientras se organizaba la cruzada de
los caballeros, surgió una cruzada popular, que se puso en marcha a principios de
1096. Hubo dos oleadas: la primera, dirigida por un personaje llamado Gautier Sans-
Avoir, formada por las gentes de las ciudades del rin, que se disolvió al llegar a
Constantinopla; la segunda, más famosa, fue la dirigida por Pedro el ermitaño, que
terminó diezmada por los turcos en Nicea en noviembre de 1096. Se estima que la
cruzada popular reunió a cerca de 30.000 personas entre campesinos y desheredados
principalmente, que fueron captados por hábiles predicadores populares que les
hablaban de la proximidad del fin de los tiempos y de la necesidad de emprender una
peregrinación a Jerusalén de carácter purificador. La organización de esta
muchedumbre era prácticamente inexistente; que unida al predominio de ideas
anarquizantes y sucesivos brotes de fanatismo, provocaron que en su camino hacia
Tierra Santa se cometieran todo tipo de tropelías, como el asalto a la judería de

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colonia, donde asesinaron a parte de sus integrantes y sacaron sus casas y sinagoga,
según el relato que dejó Salomón Bar Simeón en sus Relaciones. La cruzada popular
resultó ser un desastre total, en la que los turcos no tuvieron dificultad alguna en
acabar con sus componentes. Quienes sobrevivieron se incorporarían después en las
expediciones de los caballeros.
Entre los últimos meses de 1096 y los primeros de 1097 llegaron a Constantinopla por
itinerarios distintos varias expediciones de cruzadas bajo el mando de miembros de la
nobleza europea: la Lotaringia, dirigida por Godofredo de Bouillón, con sus hermanos
Balduino y Eustaquio; la del Languedoc, mandada por Raimundo de Saint Gilles,
conde de Tolosa; la normanda del sur de Italia, a cuyo frente iba Bohemundo de
Tarento y su sobrino Tancredo, y la francesa, encabezada por Esteban de Blois y
Roberto Courteheuse. El emperador Alejo I consiguió, aunque no sin dificultades y con
algún retraso, un juramento de fidelidad de los jefes cruzados. Las cifras que se han
dado sobre el número de participantes parecen exageradas (entre 60.000 y 100.000
cruzados). En cualquier caso, resultados suficientes para lograr el triunfo militar sobre
los grupos turcos y guarniciones locales que fueron encontrando su paso. En junio de
1097 tomaron Nicea: después avanzaron por la meseta de anatolia y, tras su victoria
en Dorilea en julio, la parte occidental de Asia Menor volvía a estar bajo poder
bizantino. Los meses posteriores, sin embargo, resultaron de extrema dureza al sufrir
los efectos del calor y la sed. Por otro lado, tras llegar al norte de Siria, aparecieron ya
a los primeros síntomas de desunión entre los caballeros cruzados. Balduino de
Flandes y Tancredo de Tarento decidieron independizarse y llegar hasta Cilicia.
Estas ocupaciones van a ser denominadas en su conjunto como el Ultramar Latino,
dándose el Reino de Jerusalén, condado de Trípoli, Principado de antioquía, condado
de Éfeso y el Reino armenio de Sicilia (este último no se forma en ese momento, ya
estaba en esa zona, pero la población apoya a los cruzados).
Cuenta con las siguientes características. Por un lado, son reinos originados como
territorios feudales occidentales, gobernado por una minoría occidental sobre una
mayoría de cristianos orientales, judíos y musulmanes. Por otro lado, se da una fuerte
presencia órdenes militares que se forman en este contexto.
IV. Los milites Christi: las órdenes militares
Las órdenes militares (milites Christi) nacen del reclutamiento de las caballerías, la
vida monástica y el ideal de la cruzada. Son órdenes formadas porque le digo sí
caballeros. En estas órdenes, se dan tres votos clásicos: castidad, obediencia y
pobreza, más un cuarto: Guerra Santa en defensa de la cristiandad. Están en Tierra
Santa para defender a los peregrinos, defendiendo la tierra Santa en su conjunto y
defendiendo a la cristiandad, convirtiéndose en las fuerzas más importantes en Guerra
Santa en Occidente y convirtiéndose en instituciones muy poderosas por las
donaciones.
Se van a dar varias órdenes
Órdenes universales: ordenes de toda la cristiandad.
Orden de los pobres caballeros de Cristo del templo de Jerusalén, más
conocidos como los temple (templarios), orden fundada en Jerusalén a
principios del siglo XII y que tiene su sede en el antiguo templo de Salomón.
Esta orden tiene el objetivo de hacer a los peregrinos de Tierra Santa, no
teniendo que ver nada con el grial, ni con encontrar cuerpos de Santa María ni

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una sociedad secreta, como se dice en la cultura popular actual. Estos


templarios se basan en la espiritualidad del cister. Es una orden impulsada por
San Bernardo, impulsándola con el libro que escribe, titulado como la nueva
milicia, en el que defiende que los cruzados son los ideales caballeros. En el
siglo XIII pierde su función militar, pero mantiene su función económica, siendo
el dinero la causa de su perdición en el siglo XIV.
Orden del hospital de San Juan, denominados hospitalarios o sanjuanistas: se
la considera una orden asistencial, fundada en el hospital de San Juan de
Jerusalén, asistiendo a enfermos y se militariza a principios del siglo XII. Son
clérigos que se convierten en caballeros y está vinculada con San Agustín,
adoptando el hábito negro con una Cruz divina. En el siglo XIII lo van a cambiar
por el rojo, con puntos de cobre sobre negro, teniendo otro punto sobre rojo. A
finales del siglo XIII, los miembros de esta orden van a ser expulsados de
Tierra Santa y se instalaron en Chipre (son denominados caballeros de
Chipre), más tarde en Rodas (caballeros de Rodas) y en el siglo XVI se
instalan en Malta (caballeros de Malta, orden de Malta).
Órdenes territoriales: más pequeñas y formadas por caballeros de un solo origen, una
única lengua
Orden del hospital de Santa María de los Teutones, tambien llamada Orden de
los Caballeros Teutónicos, fundada a finales del siglo XII en la ciudad de Acre,
en Tierra Santa, por caballeros y clérigos alemanes. En el siglo XIII se
trasladaron al Báltico, yendo de Blanco con capucha negra. Crean un dominio
propio en el Báltico, el dominio de Eritrea.
Órdenes hispánicas: nacen en la segunda mitad del siglo XVI (hacia 1150), en
contacto de la Reconquista, formada por los caballeros islámicos de la
península Ibérica, en Castilla: Calatrava, Avirae, orden de Santiago y orden de
Alcántara. La orden de Alcántara en Aragón y la orden de Cristo en Portugal
van a ser las más importantes de estas dos zonas. Están vinculadas a los
reyes, instituciones muy poderosas.
14.4. Turcos y francos en el siglo XII
I. Los nuevos poderes de Siria y Egipto: Zengi y Nur al-Din (1092-1174)
El especial espíritu de cruzada fue cambiando en los años siguientes, así como su
concepción universal. Las ideas apocalípticas perdían fuerza. La percepción de la
cruzada como penitencia para redimir los pecados, por el contrario, cada vez pesaba
más en el ánimo de los caballeros occidentales, lo que explica la frecuencia en las
primeras décadas del siglo XII de los viajes hacia Tierra Santa de grupos pequeños de
cruzados. Ya no se pensaba tanto en rescatar oriente del yugo musulmán como liberar
almas pecadoras de los cristianos occidentales. Las transformaciones que, en todos
los ámbitos, se estaban produciendo en Europa repercutieron también en la aparición
de otras nociones y proyectos relacionados con la cruzada punto el mundo del
monacato estaba evolucionando considerablemente, por lo que figuras del tipo de la
de Pedro de el Ermitaño habían perdido ya su sentido para dar paso a otras que
defendían un orden y una espiritualidad mayores. Por otro lado, las distancias entre los
jefes y caballeros cruzados y las masas populares cada vez estaban más marcadas,
diluyéndose así el inicial carácter universal del movimiento.
Asimismo, se fueron incrementando por las diferencias existentes entre los puntos de
vista mantenidos por los cristianos occidentales y los que estaban establecidos en

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Oriente. Estos últimos pensaban solo ya en defender sus principados, gracias a


conservar un difícil equilibrio entre Bizancio y el Islam. Las hostilidades con los vecinos
musulmanes nunca cesaron, pero los príncipes y caballeros establecidos en Tierra
Santa pensaban que, mientras no se unieran en un único proyecto de ataque Siria y
Egipto, podrían mantener sus posiciones.
La situación cambió cuando Zengi (1127 al 1146) y su hijo Nur-al-din se lanzaron a la
unificación de Siria. Su conquista del condado de Edesa entre el 1144 y el 1146
desencadenaría la II cruzada. Esta política se dio con los objetivos de ampliar los
dominios, unir Siria y Egipto (próximo oriente islámico) y expulsar a los francos
(denominaban así a los occidentales) de Tierra Santa. Zengi es el primero que llama al
yihad, llamado general contra los cruzados. A mediados de la primera mitad del siglo
XII Zengi llama al hijo y lanza una campaña por el condado de Edesa, que cae en las
manos de Zengi conquistando desde Alepo hasta Odesa.
Ante la gravedad de los hechos, Balduino III de Jerusalén y Raimundo de Poitiers,
príncipe de Antioquía, solicitaron ayuda a Occidente. Pero en esta ocasión, más que el
papá Eugenio, sería el cisterciense Bernardo de Claraval quien llevaría a cabo la más
sencilla predicación de la cruzada de Vézelay durante la Pascua de 1146.
La iniciativa militar de la segunda cruzada, a diferencia de la primera, vino de la mano
de 2 soberanos, aunque movido por intereses diferentes: el emperador germano,
Conrado III y el rey francés Luis VII. Los descalabros cristianos se sucedieron uno tras
otro. Una vez que llegaron Asia Menor, los alemanes fueron derrotados en Dorilea
(1147) y los franceses en Atalia (1148). Tras discutir una nueva planificación militar,
decidieron atacar Damasco, todavía al margen de la órbita de Zengi. El fracaso de la
serie de la ciudad fue total. Frente a la descoordinación y la falta de la capacidad
ofensiva de los ejércitos occidentales se eleva progresivamente el espíritu islámico.
Zengi había adoptado desde su conquista desde el título de muyahid, combatiente del
islam. La emoción religiosa, perdida en buena medida entre los cristianos, se fortalecía
entre los musulmanes, y la idea de yihad, o Guerra Santa florecía día tras día. La
conquista de Damasco por los musulmanes en el año 1154 significó la unificación de
Siria y la culminación en aquellos momentos del poder islámico. La segunda cruzada,
en definitiva, además de constituir un rotundo fracaso del punto de vista militar, dejó
claro tanto la imposibilidad de aunar los intereses alemanes y franceses como el
incremento de las sospechas y odios entre latinos y griegos, y el que el ideal de
cruzada, de guerra religiosa y justa contra los infieles, formaba ya parte del pasado.
A lo largo de los años siguientes, la Siria franca intentó por todos los medios evitar que
se produjera la Unión del conjunto de musulmanes del próximo oriente. Así, Balduino
III buscó una alianza más estrecha con emperador bizantino Manuel II, pero la derrota
de éste en Myrio-Kephalon dejó clara la debilidad de su imperio. El sucesor de
Balduino y nuevo rey de Jerusalén, Amalrico I (1162-1174), intentó impedir, a través
de una especie de protectorado, que el califato fatimí en Egipto cayera en manos de
las tropas enviadas por el sirio Nur-al-din. Todo resultó inútil; los estados latinos de
Oriente languidecían sin remedio, sometidos a una presión cada vez mayor por parte
de los musulmanes.
Occidente parecía aletargado ante la situación de peligro vivida por los cristianos de
Oriente. En este contexto Nur-al din (1146 al 1174), sucede a Tanguy, siendo desde
los fijo y continúa sus políticas. Dicho peligro se hizo mayor cuando Salah al-Din,
Saladino (1161-1193, enviado de Nur-al-din a Egipto con fama de caudillo militar
victorioso y caballeresco, cumpliendo los estándares caballeresco sostienen tales y se

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convierte en vasallo de Egipto) se levantó la conquista entre los años 1161 y 1163,
para unirlo después a Siria y convertirse en el sultán de este importante conjunto
territorial a partir de 1174, estando unificado Egipto con la zona De Siria E Irak,
dándose el sultanato de los ayubíes (1174-1250), entidad política e histórica muy
importante en el Occidente medieval, prolongándose entre estas fechas. Balduino IV
(1174-1186), el joven monarca minado por la lepra, comprendió enseguida el
tremendo daño que Saladino podría infringir a los reinos latinos, por lo que se dedicó
en cuerpo y alma a combatirlo. El rey de Jerusalén intentaría, sin éxito, la coordinación
de sus vasallos con las órdenes militares, así como la obtención de ayuda europea.
Pero lo cierto es que la autoridad feudal del monarca era muy limitada, a lo que se
unía el total desajuste de los criterios intereses de las órdenes militares, los caballeros
y los colonos.
El desastre se produjo siendo ya rey de Jerusalén Guido de Lusigana, al ser destruido
por su ejército por Saladino en la famosa batalla de latín de 1187. Sus rápidas
conquistas de Jerusalén, afta, Beirut y acre hicieron reaccionar a los poderes europeos
con la tercera cruzada.
II. Saladino y la Tercera Cruzada (1189-1192)
La III Cruzada (1189-1192) se puso en marcha en el año 1189. El primero en tomar la
cruz fue el emperador Federico I Barbarroja, quien, a pesar de tener muchos y
complejos problemas pendientes de resolución y su territorio, mantenía firme el
sentido universalista del imperio, sintiéndose el brazo armado por excelencia de la
cristiandad. Por otra parte, el emperador deseaba recuperar con este gesto el prestigio
perdido entrenamientos con el tráfico en Italia. Barbarroja se dirigió a Tierra Santa con
100.000 soldados. En marzo de 1190 obtuvo una destacada victoria en Iconio y
preparó el avance hacia Antioquía, pero antes de llevarlo a buen término se ahogó en
el río celeste en junio del mismo año. Las tropas alemanas se desbarataron y aunque
Federico de Suabia consiguió agrupar a una parte de los cruzados hermanos y
continuar la marcha hacia San Juan de Acre, moriría ante sus puertas en el 1191.
Paralelamente a la iniciativa germana, y una vez superadas las diferencias entre
franceses e ingleses, se había organizado un Ejército cruzado dirigido por Felipe
Augusto de Francia y Ricardo Corazón de León, sucesor de Enrique II de Inglaterra,
fallecido recientemente. Mientras organizaba esta expedición, que seguiría la ruta
marítima, Guido de Lusignan había cercado en agosto de 1189 Acre, y Saladino, a su
vez, había rodeado a los sitiadores. Daba comienzo de este modo a una guerra de
desgaste, a la que solo se pondría fin con la llegada de las tropas de Francia a
Inglaterra en abril de 1191. Tras la recuperación de San Juan de acre, Felipe Augusto,
pensando que había cumplido ya sobradamente con sus deberes de cristiano y
cruzado, emprendió el viaje de regreso a su reino. Ricardo Corazón de León, en
cambio, olvidándose quizá demasiados intereses culturales y religiosos en Europa,
decidió seguir en la cruzada que lo convertiría en un auténtico héroe de leyenda. Así,
después de haber conquistado Chipre, siguió llevando a cabo campañas victoriosas en
la costa de Oriente, como la obtenida frente a Saladino en al sur, y recuperando las
plazas costeras hasta Jaffa, pérdidas por los cristianos, aunque fracasó en sus
intentos de conquistar Jerusalén.
Finalmente, en 1192, el monarca inglés decidió firmar una tregua con Saladino de 5
años. De acuerdo a esta tregua, a los cristianos se les reservaba una franja costera,
de Tiro a Jaffa, y el permiso a los peregrinos de acudir libremente a Jerusalén, donde
se respetaría el culto cristiano. Gracias a la III cruzada, una parte del oriente cristiano

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se había salvado; en concreto, Antioquía y Trípoli y un Reino de Jerusalén bastante


disminuido. Lo más sobresaliente resultaría ser la mencionada anexión de la isla de
Chipre.

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14.5. El declive del Imperio Bizantino (1143-1282)
I. El reinado de Manuel I Comneno (1143-1180)
A mediados del siglo XII el Imperio Bizantino es secundado por un fortalecimiento y
una época menor, con el reinado de Manuel I Comneno (1143-1180), momento de
cierto fortalecimiento y reposición del imperio, recuperando territorios en Asia menor,
aunque es un imperio que acusa problemas internos y externos:
Problemas internos
Control de la economía por parte de los occidentales, especialmente los venecianos,
siendo un factor de debilidad.
Presión de los turcos en Asia Menor, continuando las guerras y los turcos ya están en
este territorio, siendo un rival peligroso. Al oeste, se da un renovado Reino de Sicilia,
siendo viejos rivales de los bizantinos y teniendo guerras constantes.
Política de alianza de Manuel I con Occidente que le permita controlar esas amenazas.
Busca alianzas principalmente con Génova y Pisa. En Asia Menor, las establece con el
Reino de Jerusalén y contra los otomanos, con el sacro imperio alemán y, por el ende,
con los normandos. Esta política prooccidental funcionó un tiempo y acabó
fracasando.
Creciente tensión tanto en interior como en el exterior: se da una tensión creciente
entre bizantinos e italianos abrir fantasías latinos occidentales en general terror
paréntesis, tensión de la situación, ya que hay oleadas de venecianos. Se produce una
derrota catastrófica en Asia menor con los turcos en Minole epholion (1176). Además,
se da un desastre bizantino ante los turcos, pérdida definitiva ante este pueblo, y no
van a tener influencia de Asia menor, no siendo posible con el tiempo y se empieza a
denominarse Territorio de Turquía (“Tierra de los turcos”). El emperador Manuel I
muere en 1180 y deja el imperio en una situación delicada.
II. La crisis interna y la dinastía Ángelo (1180-1195)
En los años venideros estalla hostilidad popular antioccidental en Constantinopla,
dándose ataques populares contras occidentales que trabajaban allí. Esto coincide con
el final de la dinastía comneno, terminando en el año 1185 y comenzando con Isaac II
Ángelo (1185-1195), durando tan solo hasta 1204 esta dinastía. El imperio bajo el
reinado de Isaac II pierde Bulgaria, surgiendo el reino búlgaro independiente; Chipre,
que la conquista Ricardo Corazón de León y la recupera para el Ultramar Latino y los
venecianos recuperan el control de la economía bizantina.
Por tanto, la debilidad de la autoridad imperial hace que Isaac segundo sea depuesto
por su hermano Alejo III. El emperador es depuesto, entre otras cosas coma porque
pide ayuda a los occidentales, coincidiendo con la organización de la cuarta cruzada
(1199-1204), mediada por el papa Inocencio III, con la intención de recuperar
Jerusalén.
III. La Cuarta Cruzada (1199-1204) y el Imperio Latino de Constantinopla (1204-1261)
El desarrollo esta cruzada se halla estrechamente vinculado a la república marítima
veneciana y revela hasta qué punto los ideales primitivos de los inicios de las mismas
habían sido sustituidos por otros muchos menos nobles. Ya no se trataba de una
empresa colectiva a la cristiandad, encaminada a la reconquista de los Santos lugares,

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sino de una campaña organizada, y sobre todo, para fortalecer los intereses de
Venecia. Venecia era por encima de todo una República marítima y mercantil, una
ciudad clave en las relaciones comerciales de la cristiandad occidental con el Imperio
Bizantino y el Islam y, en menor medida, con el Lejano Oriente.
En el siglo XI los venecianos tenían posesiones en la costa dálmata, en varias
ciudades bizantinas, como Constantinopla (en donde disfrutaban de un extenso
barrio), Tesalónica, Corinto, Chipre o Creta. Su posición en tierras islámicas era
mucho menor, pero también se dejaba sentir en lugares como Alejandría. La ciudad
italiana, Así mismo, había sabido beneficiarse de la presencia cristiana en Tierra
Santa. No sé estaba pero en los últimos años del siglo XII las dificultades para Venecia
en Oriente se habían ido incrementando progresivamente. En concreto, su posición
comercial e invitación se vio dañada cuando Manuel Comneno concedió importantes
privilegios a genoveses y pisanos, los grandes rivales de Venecia. De este modo, su
intervención en esta cruzada ha de ser entendida en el contexto de la crisis por la que
atravesaba su posición en oriental y en su deseo de restablecer su antiguo esplendor
comercial en Bizancio.
La dirección de la IV Cruzada, tras la muerte del Conde Tebaldo de Champaña, se
confió a Bonifacio de Montferrato. Su destino era Egipto, por lo que se dirigieron a
Venecia para obtener naves con las que atravesar el mar. El dogo veneciano Enrico
Dandolo aportó 50 galeras y los abastecimientos necesarios para los cruzados, a
cambio de recibir la promesa de una parte de las conquistas territoriales que se
llevasen a cabo. Pero lo cierto es que a Venecia no le interesaba un conflicto abierto
con Egipto y convenció a los cruzados para que se dirigieran a la cosa dálmata y
Tomás en la ciudad de Zara. Una vez conquistada esta 1202, los cruzados iniciaron
negociaciones con el depuesto príncipe bizantino Alejo.
El dogo veneciano participó en tales negociaciones, aunque no parece del todo
correcto responsabilizarlo en exclusiva a él de la desviación de la cruzada hacia
Constantinopla. Los combatientes europeos entraron en la capital imperial en julio de
1203 y restaurado en el trono a Alejo IV. De esta manera, el Gobierno de Bizancio
pasaba a manos de un aliado de los occidentales. Pero la situación no iba a durar
mucho. La xenofobia de los griegos alentó una conspiración palatina por la que Alejo
cuarto era depuesto y sustituido por Alejo quinto.
Ante este giro político, venecianos y cruzados decidieron tomar Constantinopla y
después repartirse el imperio. El asalto a la capital bizantina se produjo el día 12 de
abril de 1204. Constantinopla sufrió un saqueo feroz y sin parangón por parte de los
occidentales. Los robos y matanzas efectuadas por los cruzados llevarían al
historiador Nicéforo Coniates al describir amargamente la dolorosa experiencia: “los
mismos sarracenos son buenos y comprensivos en comparación con esas gentes que
llevan la cruz de Cristo en la espalda”.
El episodio de la caída de Constantinopla dio lugar a una serie de consecuencias:
Verdadera ruptura entre bizantinos y occidentales.
Desaparece el Imperio Bizantino.
El imperio se fragmenta en varios territorios: Partitio Romanie: surge un imperio
nuevo, con capital en Constantinopla, el Imperio Latino de Oriente, que
sustituye al bizantino y es gobernado por latinos occidentales; los venecianos
ocupan parte del imperio bizantino, sobre todo las costas, las islas del mar
egeo, Rodas y las costas de Grecia. Surgen al mismo tiempo, 3 imperios

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diferentes bizantinos: imperio de Trebisonda, al norte de Asia menor, en la


costa del mar negro; el imperio de Nicea y una franja en la zona del Despotado
de Epiro.
Este episodio significa la gran instrumentalización de la cruzada: se aleja del
objetivo principal (atacar a musulmanes y recuperar Jerusalén) para ir a por
otros de particulares. El papá condena en un primer momento este acto,
aunque al final va a aceptar esta realidad.
IV. La restauración bizantina y nuevas amenazas occidentales (1261-1282)
Los bizantinos, desde el imperio de Nicea, comienzan la reconquista de su imperio,
guerra muy larga. Culminando en Nicea, se da una dínastía nueva, los paleólogo,
siendo Miguel octavo paleólogo (1259 al 1282) el que comience con esta última
dinastía bizantina. Es el que en 1261 reconquistó la capital y puso fin al imperio latino
de Oriente, recuperando la capital y otra entidad política en Oriente. Surge un imperio
bizantino nuevo en situación de gran debilidad, conteniendo parte de Asia menor y de
los Balcanes.
El Imperio Bizantino a partir del año 1261 es un imperio ayudado económicamente,
territorialmente pequeño. En el interior contamos con una aristocracia y monasterios
muy dominantes, imperantes, armados, muy sometidos y descontentos, ya que han
sufrido mucho y con una economía que sigue siendo controlada por venecianos y
genoveses. Estos paleólogos, en esta situación de debilidad, van a sufrir la expansión
de los otomanos.
14.6. Las cruzadas del siglo XIII
I. Quinta Cruzada (1217-1221)
Cruzada muy bien organizada, con ejército masivo, buena flota y grandes visos de
éxito, dirigiéndose a Egipto como estrategia egipcia de la cruzada. A partir del siglo XIII
para conseguir que Tierra Santa caiga, tiene que caer primero Egipto. Esta cruzada se
dirige a Egipto, conquistando el norte del mismo y acaba en fracaso.
II. Sexta Cruzada (1228-1229)
Es extraña esta cruzada, protagonizada por Federico II Staufen (1198-1250), rey de
Sicilia, que acepta a los musulmanes. Es una cruzada imperial más que papal y
diplomática, siendo una cruzada diplomática. Esta cruzada termina en negociación
pacífica entre el emperador y el sultán al-Sumi (1227-1238). Este acuerdo consiste en
el dominio comprendido De Jerusalén y otros lugares Santos. Es un éxito diplomático y
de corta duración, ya que en el 1229 expira y en 1244 se pierde Jerusalén.
III. Séptima Cruzada (1248-1254)
Está dirigida por el rey de Francia, Luis IX, denominado como San Luis, siendo
cruzada básicamente francesa. Repite la estrategia egipcia, conquistando Egipto y
yendo a por Tierra Santa. Estaba bajo el gobierno del sultán ayubbí y debilitado por las
tropas de élite eslavas, los mamelucos de Egipto, reclutadas por los sultanes,
derrotando al ejército de San Luis (1250).
San Luis es capturado por los musulmanes, convirtiéndose la cruzada en un desastre
y los mamelucos, una vez que han derrotado a los cristianos, toman el poder, dando
lugar al Sultanato Mameluco de Egipto (1250), entidad política que gobierna Egipto
hasta el siglo XVI.

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IV. Octava Cruzada (1270)


Segunda cruzada de San Luis (ya mayor, no se sostenía en pie), no va a Egipto, ni
Jerusalén ni Constantinopla, va Túnez porque en Sicilia gobierna a su hermano Carlos
de Anjou, animándole que vaya a este lugar. Acaba en desastre y San Luis muere en
los valles de Túnez de enfermedad en el 1270. Esto confirma la desviación de las
cruzadas.
En 1291 se perdieron las últimas posesiones cristianas occidentales en Oriente,
siendo el final de las cruzadas y los expulsan los mamelucos de Egipto. Se dan
nuevos proyectos de cruzada, pero no hay un número de tropas y cruzados necesarios
y no se llevan a poner en práctica, teniendo que ver con el declive de la idea de
cruzada, concepción de la pérdida del espíritu original, siendo desviada y puesta
contra objetivos no interesantes y con intereses políticos bizantinos. Este ideal se va a
mantener en la baja Edad Media, no traduciéndose este ideal de cruzadas en grandes
oposiciones.
14.7. Las invasiones de los mongoles
En paralelo a esto, desde el siglo XIII el imperio mongol se empieza a expandir. En el
siglo XIII el islam oriental sufre la invasión de los mongoles. Los mongoles son un
pueblo estepario nómada del norte de Siria, con tribus y clanes enfrentados y
desunidos entre sí unificados por un personaje histórico clave, Gengis Kan (1167-
1227), que quiere decir soberano universal, llamándose Temujin originalmente. Se
expande desde el norte de China hacia gran parte de Asia central. Los sucesores de
Gengis Kan van a llevar a cabo esta expansión al máximo. Estos mongoles originarios
en el extremo oriente tocan China, norte de la India, Tíbet y Coes. A partir de este
núcleo, conquistan islam oriental desde hace central hasta Irán, siendo conquistas
muy destructivas. A partir de Irán entran en Irak y en 1258 toman los mongoles
Bagdad, la capital del califato y ponen fin al Califato Abasi de Bagdad.
Después de este acontecimiento, los mongoles ocupan Siria, avanzan por Palestina y
quieren conquistar Egipto. Van a ser frenados por los mamelucos de Egipto, Siendo
derrotados por primera vez y frenándose esta expansión mongola en la batalla de
gigantes salud. Los turcos también van a ir hacia Europa oriental y hacia el año 1240
conquistan todo el sur de Rusia y, al mismo tiempo, someten a vasallaje a los
principados del norte. En 1241 los mongoles se preparan para atacar Europa
occidental y llegan hasta Viena. El Gran Kan murió en este hecho, impidiendo que los
mongoles entrasen hacia el oeste.
Los mongoles que eran un imperio enorme, que va desde el próximo oriente hasta
Europa occidental, siendo el imperio más extenso, unificando y pacificando esos
territorios muy grandes y diversos, denominándose la “pax mongólica”, que permite
viajes y comercio seguro bajo la élite mongola. Hay que destacar que la élite dirigente
mongola es una minoría sobre la mayoría de población persa, turca, china, árabe y
cristiana. A finales del siglo XIII este imperio mongol se fragmenta en cuatro Janatos:
Janato de la horda de oro: va desde el sur de Rusia hasta Asia Central.
Hijanato: va desde Irán e Irak hasta Asia Menor.
Janato de Yagatai: Asia Central.
Janato del gran Jan (dinastía Yuan): China, Mongolia, Corea y Tíbet,
encontrándose centrado en China.

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Con el paso del tiempo, los mongoles se someten al islam, teniendo una fuerza muy
destructiva para el islam en un principio, pero lo revitalizó poco después esta
civilización islámica, gobernando durante bastante tiempo.
A los mongoles se les veía en Occidente como tártaros y después van a darse varios
puntos de vista interesantes:
Horror y pánico por las conquistas enormes, desbastadoras y sangrientas.
Esperanza en esos territorios que son poderosos, no son musulmanes en un
principio y alguno Cristiano, pensando en un principio que pueden ser
poderosos convertidos en aliados contra los musulmanes, esto explica la
presencia de varias embajadas cristianas a negociar con los mongoles, una
política que no va a dar muchos resultados.
Intereses económicos: Los mongoles gobiernan territorios que son un mundo
lleno de productos y hay personas a las que comprarle cosas. Este interés
comercial explica también los viajes de mercaderes occidentales y europeos al
extremo oriente, siendo el más conocido marco polo, que vivió con Kublai Jan
(1260-1294), personaje muy importante gracias a las obras que sirve marco
polo, como el Libro de las Maravillas del Mundo. China en esta época se
llamaba Catay, a Japón se le llamaba Cipango. Se da una visión más amplia
del mundo en el siglo XIII gracias a esta expansión comercial con la presencia
de los mongoles.
14.8. El Islam occidental: la dominación de los bereberes
I. El Emirato Almorávide (c. 1041-1163)
El islam occidental pierde territorios frente a los cristianos: Sicilia (normandos) y la
península Ibérica (salvo Granada en el siglo XIII) pasa a los cristianos. Además, se da
la sustitución de los árabes por los bereberes como grupo dominante musulmán. Estos
bereberes fundan dos entidades políticas: emirato almorávide (mediados del siglo XI a
mediados del siglo XII).
Los almorávides, llamados al-ma-bitun, es un movimiento religioso musulmán sunní,
que nace entre los bereberes del sur de Marruecos, un movimiento rigorista, litera lista,
muy apegado a la letra y yihadista, siendo la Guerra Santa una parte imprescindible,
concebidas como las cruzadas cristianas. Van a unificar las tribus bereberes del sur de
Marruecos y fundan la ciudad histórica de Marrakech, capital de los almorávides, cuyo
emir más importante es Yusuf ibn Tasufin (1033-1106), gran emir de los almorávides.
Los almorávides con este emir van a conseguir el norte de Marruecos, siendo
llamados por los Reyes de taifas y conquistan al-Ándalus, frenando al mismo tiempo la
conquista de los cristianos y unificando gran parte del islam occidental.
Estos almorávides son sumnies, siendo la autoridad el califa de Bagdad. Este emirato
entra en declive a mediados del siglo XII por la presión de los cristianos (rey de Aragón
y de Castilla), la diferente mentalidad de los andalusíes y la aparición al sur de
Marruecos de un movimiento religioso nuevo: almohades.

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II. El Califato Almohade (c. 1130-1269)
Los almohades (al-musicum), unitarios, siendo movimiento religioso, fundado por los
bereberes del centro sur de Marruecos (1130-1269) en la zona del Atlas. El fundador
es Ibn Tuwart (1080-1128), pensador que defiende un islam original, mezcla de
sumnismo y chiísmo y realmente las creencias Pies y sus Nieves. En 1147 (mediados
del siglo XII) en lucha con sus grandes rivales, conquistan Jerusalén a sus grandes
rivales y se produce la aparición del califato almohade. A partir de este momento se
expanden, conquistan El califato almorávide, todo el Magreb y todo al-Ándalus. Es la
primera y única vez que todo este territorio está unido bajo el mismo gobierno. Es un
momento brillante desde el punto de vista histórico, canónico, brillante en lo intelectual,
siendo la época de Averroes, intelectual de la corte almohade. Es un momento
brillante en lo artístico, construyendo mezquitas como la de Kutubiyya (Marrakech),
mezquita de Hassan (1212, Rabat) y la Giralda de Sevilla.
Este califato sufre una gran derrota militar al principios del siglo XIII en la Batalla de las
Navas de Tolosa (1212), conocida por el trofeo de los cristianos del Peñón de las
Navas, que se encuentra actualmente en el monasterio de Santa María de las
Huelgas. Este califato entra en declive a partir del año 1220, con la inestabilidad
política, derrotas ante los cristianos, época en la que al-Ándalus queda reducida al
Reino de Granada. Los benimerines (bnu morin), conquistan Marrakech y acaban con
el Califato Almohade (1269-1461), desapareciendo la última gran política del islam
occidental unido.
TEMA 15: MUSULMANES Y BIZANTINOS EN LA BAJA EDAD MEDIA
15.1. El Islam occidental: los Emiratos del Magreb y el reino de Granada
En el año 1269 termina el califato almohade y se fragmenta en cuatro Emiratos. Se
dan las siguientes consecuencias:
Profunda pérdida de peso del islam occidental frente a los europeos.
Caída de la dependencia económica de los occidentales, que cada vez están
más presentes. En Occidente los genoveses y catalanes imparten la economía
de estos territorios.
Pérdida territorial: al Ándalus desaparece y, en las costas del Magreb,
castellanos y portugueses conquistan plazas en el norte de África.
Surgen diferentes estados.
I. Emirato de los Benimerines de Fez (1269-1465)
Emirato de los Benimerines (Bou Marin, 1269-1465): dinastía, familia bereber del
Magreb más occidental. Son los que influyen en el Magreb más occidental,
estableciendo su capital en Fez. Estos benimerines consiguen controlar una cantidad
de territorios importantes en el Magreb, controlando Argelia y Túnez. De esta forma,
podemos decir que se estaba dando una expansión de los benimerines hacia el este.
Van a penetrar en al-Ándalus, dándose en este momento una fase diferente de la
reconquista: la Guerra del Estrecho (1205-1350): lucha entre cristianos y musulmanes
por el control del sur de la península, con la entrada de los benimerines en la
península, los cristianos quieren controlar el estrecho y los musulmanes van a apoyar
al Reino de Granada. Destaca el emir Abu aI Hasan (1331 al 1351), con el episodio
de la Batalla del Salado (1340), victoria cristiana que decanta la guerra para los
cristianos a mediados del siglo XIV. Desde mediados del siglo XIV este emirato entra
en declive: peste negra y crisis económica. Sufre lo peor en el siglo 15 en sus pugnas
cortas, con conquistas cristianas, quedando Ceuta en manos portuguesas en el año
1415. Estas derrotas empobrecen a los benimerines, terminando en el año 1465.
II. Abd al-Wadíes de Tremecén (1236-1554) y Hafsíes de Ifríqiya (1236-1574)
Abd al-Wadíes (1236-1554): Tremecén es la capital del emirato
Hafsíes de Ifríqiya (1236-1574): Se establecen en Ifriqiya, cuya capital es
Túnez. Nacen en el siglo XIII y perduran hasta el XVI, con una historia muy
Problemática. La crisis de mediados del siglo XIV hace que estén bajo la órbita
mini Marina, siendo los benimerines de Fez. Será destruida en el XV bajo la
presión de los cristianos por parte de los castellanos. En el siglo XVI pasaron a
dominio otomano.
III. Los Nazaríes de Granada (1246-1492)
En Al Ándalus contamos con el Reino de Granada, nace en el siglo 13, dándose la
dinastía nazarí, destacando Madinat al Zahra (la Ciudad Roja, Alhambra de Granada).
Este reino se mantiene vivo en los siglos XIII y XIV apoyado por los benimerines, con
la guerra del estrecho, cuyo apoyo desaparece a mediados del siglo XIV,
encontrándose separado del norte de África. Desde mediados del siglo XIV sobrevive
gracias a los problemas sobrevive gracias a los problemas internos de Castilla. A
finales del XV se inicia la conquista definitiva, acabando con el Reino y la última guerra
de Granada termina con la caída de la ciudad, terminando con la presencia islámica y
la reconquista en la península Ibérica.

15.2. El Islam oriental: mamelucos y mongoles


I. Sultanato Mameluco de Egipto (1250-1517)
Ibn Battuta (1304-1337): magrebí de Tafyet, grandísimo copero, que va a recorrer
desde el islam occidental hasta el sudeste asiático. El gran problema es que no se
conocieron mucho desde la cristiandad. Destaca también Ibn Jaldon (1333-1406),
fundamental en el esplendor intelectual. Es un personaje de origen andalusí que vive
en el norte de África y terminó trabajando en Egipto. Es el más grande de todos los
historiadores musulmanes y se denomina el padre de la iconología histórica. Los
pueblos nacen, se expanden, entran en declive y acaban desapareciendo, cuya obra
más destacada es introducción a la historia universal, con los prolegómenos,
llamándose la obra al-Miyaddinada en el idioma original.
El sultanato egipcio apareció en el 1250, en el contexto de la séptima cruzada y a raíz
de la victoria de los mamelucos sobre San Luis y el gran ejército que invade Egipto.
Derrotan a San Luis y lo capturan, aprovechando que han vencido a los cristianos dan
un golpe de Estado, matando al sultán ayubí y fundando una entidad política nueva:
sultanato mameluco de Egipto con capital de El Cairo. Los mamelucos eran personas
de élite que formaban una cabeza militar de guerreros de origen eslavo (manluk). Son
reclutados de niños y entrenados después como guerreros de élite, estando
vinculados a un sultán o emir, procedentes de la zona del Cáucaso y del mar negro.
Son una minoría militar extranjera, turcos, no hablan egipcio, se casan con mujeres de
su propio origen, siendo una casta separada de la mayoría de los egipcios,
gobernando estos territorios y estableciendo sus dogmas en Sudán, Palestina, Libia,
Arabia y Egipto. Son estos mamelucos los que derrotan a los mongoles, frenando su
avance en la batalla de Ajn Yalut (1260). Son también estos musulmanes los que
expulsan a los cristianos de Tierra Santa, convirtiéndose en la primera potencia del
mundo islámico en el próximo oriente, intentando continuar el califato abasí,
desapareciendo en 1258. Estos mamelucos continúan el califato, protegiendo a los
abasíes, refugiándose con éstos en Egipto. Crónicamente, el califato abasí continúa,
ya que el título califal no se pierde.
En 1350 este sultanato entra en declive económico, régimen que dejó de ser estable
por las siguientes causas:
Peste negra devastadora en Egipto, con pérdida de población urbana, caída de
rentas y de la economía sí punto los musulmanes pierden el control del
comercio, quedando el sultanato en manos de los venecianos.
El régimen va a perdurar políticamente hasta 1517, conquistado por los
otomanos.
II. Los janatos mongoles (c. 1300-1501)
Constituido por la élite turco mongola, sobre una masa de población árabe, persa y
China. Va a estar constituido por cuatro a natos:
Janato yagatai
En Asia central, forma de vida mongola. A finales del siglo XIV surge un linaje
importante, el linaje Leng, constituido por Temir Leng (1336 al 1406), más conocido
como Tamerlán, también apodado como Temir el Cojo (se le pone este apodo al haber
recibido una flecha en la pierna). Las fechas de gobierno van desde el 1370 al 1405.
Fue un caballero turco mongol, nombrado comandante de Gengis Kan, era más turco

que mongol, con vida similar a la de Gengis Kan, casi una réplica y es el que unifica
todas las tribus turco-mongolas e inicia una gran expansión militar muy violenta, muy
sangrienta y muy potente, realizando un imperio.
Nos permite ver las dimensiones del imperio, con Tamerlán abarca Irán, Irak y Asia
Central, con capital en Samarcanda. La esposa de Tamerlán va a condicionar en los
territorios, atacando y derrotando el Imperio Otomano y en la derrota de los otomanos
les permite sobrevivir medio siglo más: episodio importante que cambia la historia
otomana y bizantina. Hacia el oeste, entra en Asia menor. Tamerlán va a conquistar
también el kanato de la horda de oro, quedando este kanato muy debilitado. Esto
permite y explica la expansión de los principados rusos de Moscú, estando muy
tocados debido a los ataques de Tamerlán.
La capital era Samarcanda, cuyos restos se conservan. Un dato curioso es que se
dedica una calle a Ruiz Rodrigo González de Varego, al establecer una reunión con
Tamerlán tras realizar un gran viaje a principios del siglo XIV. Gracias a toda su
experiencia y todo su viaje conocemos mucho de Tamerlán y en Samarcanda se le
dedica una calle a este emperador del Rey de Castilla.
Ijanato
Nace en el siglo XIII, siendo un territorio que se islamiza, se asoma al entorno y en la
baja de las medias un territorio que se va a aumentar varias veces.
Janato de la horda de oro
Situado en las estepas del Asia Central, que vive un momento brillante, siendo un
territorio muy poblado a mediados del siglo XIII que cambia mucho cuando llega la
peste negra a finales del siglo XIII. Sufre los ataques de Tamerlán (fin. s. XIV), además
del fortalecimiento de los rusos de Moscú. La fragmentación de la horda de oro se
produce en el siglo 15, en varios puntos: Janato de Crimea, Askraskan, Kazán y Horda
de Oro (quedando reducido a un territorio muy pequeño), cabezas políticas muy
pequeñas.
Imperio mongol (ss. XIII-XIV)
Ocupa China, Mongolia y el Tíbet, gobernada por una dinastía China, los Yuan, hasta
el año 1368. En esta fecha se da un cambio político, instaurándose la dinastía Ming
(1368-1644). La capital de este imperio es Nankín, en el centro este de China, época
de los mandarines. Estos Ming llevan a cabo una expansión hacia sudeste asiático y,
sobre todo hacia el norte. En época de los Ming, como en el siglo XIV, al expandirse el
territorio hacia el norte, para tener mejor controladas estas tierras se traslada a la
capital a Pekín. Esta es la época en la que los min llevan a cabo la ampliación de la
ciudad prohibida, ciudad Palacio de los emperadores chinos.
También se lleva a cabo una expansión marítima, llevada a cabo por las flotas chinas,
que no es muy trascendente e interesante entre 1405 y 1435. Se producen esos años
una expansión marítima de flotas chinas muy potentes, con barcos muy modernos y
poderosos, recorriendo el océano Pacífico, el Índico y llegan a las costas orientales de
África, concretamente hasta Madagascar y un poco más al sur. No tenían estas
expediciones intención colonizadora ni conquistadora, tampoco una intención religiosa
de conversión. Simplemente eran expediciones para darse a conocer y tener más
prestigio. Esto explica que igual que conocemos, terminaron cuando el emperador
quiso, no hubo hecho que las parase y la China de los Ming vuelve a su mundo
interior.

Sultanato de Delhi (1206-1526)


Sultanato musulmán de origen turco, élite gobernante turca con capital en Delhi, que
nace en 1206 y es una n astilla practicante entre 1286 y 1351 (ciclos 13 al 14 Terra
paréntesis y a finales del 14 sufre los ataques de tamerlán y, con esto, hasta el siglo
16 solo controla el norte de la India.
15.3. Griegos y turcos: del Imperio Bizantino al Sultanato Otomano
I. El Emirato Otomano y las luchas internas en Bizancio (1282-1359)
a) El ascenso de los turcos otomanos
Si hablamos de otomanos, hablamos de bizantinos, y viceversa, estando muy ligados
en esta época. A finales del XIII el imperio bizantino se ha regenerado después de la
presencia occidental, con el imperio de los Paleólogos que comienza a reinar desde el
1261 y gobierna hasta el 1453. Se estaban recuperando y es justo cuando le surge un
nuevo rival, los otomanos. Los otomanos son un linaje procedente de las estepas y se
habían instalado en Asia Menor, formando el pequeño Emirato Otomano, siendo el
emirato de Osmán. El fundador de este Principado fue el emir Otman I (1280-1326).
Precisamente, de Otman viene otomano. Más importante va a ser su hijo Orhan (1326-
1359), que es el que refuerza internamente el emirato, se ve afianzado en tiempos de
este emir, especializando la administración y el ejército y permite la expansión de sus
dominios en el norte y noroeste de Asia Menor. Se pasa de ese pequeño territorio a
uno más grande que tiene como rivales a los turcos mongoles, queriendo Asia Menor
a costa de estos y quieren conquistar el Imperio Bizantino, pudiendo expandirse.
b) El Imperio Bizantino en crisis y la expansión otomana
En este periodo, el Imperio Bizantino se encuentra en una situación muy débil. Para
hacer frente a esta situación, van a ser recurrir a numerosos occidentales al ser
militarmente débiles, haciendo frente a la expansión turca. Los que van a intervenir
notablemente son los almogávares, de origen catalán y aragonés, viniendo
concretamente de Sicilia. El emperador bizantino Andrónico II Paleólogo (1262-1328)
los contrata para que combatan contra los turcos. Su líder es Roger de Flor. Van a
liberar territorios grandes para los bizantinos. Los bizantinos los acaban viendo como
un peligro para sí mismos y los bizantinos los reúnen en un lugar y los matan a todos.
Los bizantinos se vuelven contra estos y los almogávares causan desmanes por
doquier y se instalan en Grecia, fundando los ducados de Atenas y Neopatria (esta
fundación lleva a que los reyes de Aragón, y más tarde, los españoles, sean duques
de Atenas, conservándose este título hasta la actualidad).
II. Los otomanos y el final del Imperio Bizantino (1359-1453)
Después de mediados del siglo XIV los otomanos continúan su expansión, llevada a
cabo en Asia Menor y en Europa, ampliando con la conquista de los Balcanes su
territorio. El emperador bizantino en esta época se declara primero tributario y después
vasallo de los otomanos: el imperio bizantino, por tanto, se encuentra a merced de los
otomanos. En el 1386 mirad primero (1359 al 1389) acepta el título de sultán,
hablando ya del sultanato otomano, en posición de poderío y superioridad. En tiempos
del sultán Beto (1389 al 1402), los otomanos ocuparon Bulgaria, sur de Hungría y
norte de Grecia. La presión de los otomanos en Europa oriental hace que se lleve a
cabo la Cruzada de Nicópolis (1396), cruzada tardía y occidental de la Baja Edad
Media, promulgada por el papa. Esta cruzada está formada por caballeros franceses,

borgoñones, ingleses, alemanes y húngaros. Esta cruzada acaba con la Batalla de


Nicópolis (1396), victoria total de los otomanos.
En torno al año 1400 Constantinopla estaba aislada y desaparecida. En 1402 el
sultanato otomano es atacado desde el este por Tamerlán, derrotando a los otomanos
y capturando al sultán Bayaceto I, quedando el sultanato otomano barrido y esa
derrota hace que sobreviva al imperio bizantino medio siglo más. La batalla de Ankara
se representa con un cuadro en el que podemos ver cómo Tamerlán visita al sultán
prisionero.
Los otomanos se recuperan después de esta derrota gracias a Mehmet I (1413-1421)
y Murat II (1421-1451). Son los que renuevan el ejército otomano, ejército muy
moderno, con artillería y a la vanguardia de técnicas militares de la época. Gracias a
esta recuperación interna, los otomanos reúnen estos dominios. El sultanato otomano
se pone en pie y se produce en 1422 el asalto a Constantinopla. El emperador
bizantino Juan VIII propone una alianza para salvar la ciudad, una alianza que se
proclama en el Concilio de Florencia (1439), por el que los occidentales se
comprometieron a ayudar al imperio Bizantino a cambio de la unificación de las
iglesias. Juan VIII Paleólogo firma que la iglesia oriental acepta la autoridad de Roma,
pero tanto la población como la iglesia bizantina se negaron a aceptar este acuerdo y
no se llegó a aplicar.
Constantino XII Paleólogo (1446-1453) es el último emperador bizantino, emperador
que gobierna un imperio moribundo, en situación crítica, pasiva y reuniendo solamente
3 lugares: Constantinopla, Trebisonda (norte de Asia menor) y el Despotado de Morea
(reinos que forma parte del Peloponeso). En este momento crítico llega Mehmet II, el
Conquistador (1451-1461), que es el que puso asedio a Constantinopla en el 1453,
siendo un asedio a gran escala, con artillería pesada que va a abrir brecha en la
ciudad y el 29 de mayo de 1453 la toman los turcos. Constantino XI muere, que es la
ciudad y los otomanos toman la antigua capital bizantina. A partir de ese momento se
llama Constantinopla en turco: Konstantiniyye, no cambiando su nombre hasta el siglo
XX, cuando se convierte en Estambul, expresión griega que se debía a la ciudad de
Konstantinúpoli. Los otomanos reconstruyen la ciudad, muy empequeñecida mermada,
en tanto que su capital y es una ciudad en el siglo XV muy tocada.
Consecuencias de la caída de Constantinopla en el 1453:
Desaparición del Imperio Bizantino, heredero político, religioso y cultural del
Imperio Romano.
La herencia del Imperio Bizantino se llevó a cabo por el Principado Ruso de
Moscú, que asume la herencia política, religiosa y cultural, hablándose de
Moscú en el siglo XIX como la “Tercera Roma”.
Los otomanos se convierten en el gran enemigo de la edad moderna. Bloquean
las rutas orientales de Occidente hacia Oriente y la India, buscando rutas
alternativas para llegar a Extremo Oriente, entrando por el este bordeando
África los portugueses y los castellanos (españoles) por el oeste.

III. El Sultanato Otomano en su apogeo (1453-1520)


La expansión otomana continúa: Atenas cae en 1456, Serbia en 1459, Trebisonda en
el 1461, en 1468 Albania y en 1480 desembarcan en Italia, sembrando el pánico en
Europa occidental.
En tiempos de Bayecid II (1461-1512), Selim I (1512 al 1520) y Solimán I, el magnífico
(1520-1566), se conquista parte de Irán, Irak y en 1517 consiguen el Sultanato
Mameluco, conquistando Siria y Egipto. A partir de esa fecha van a llevar el título de
califa, al haber conquistado Egipto, pudiéndose ya titular así. El apogeo llega con
Solimán I, el Magnífico (1520-1566), alcanzando Viena, dándose guerras con los
occidentales. Este sultanato otomano abarca desde el siglo XIV hasta el 1924.
Cabe destacar que el sultanato es un imperio multiétnico. El sultanato otomano cuenta
con población turca, árabe, persa, negros, cristianos, cristianos orientales y judíos. Por
otro lado, hay que destacar que los otomanos son musulmanes moderados y respetan
al resto de minorías religiosas.
TEMA 16: DE LAS “MONARQUÍAS FEUDALES” AL “ESTADO MODERNO”
(Siglos XIV-XV)
16.1. La formación del “Estado Moderno”
La baja Edad Media en Occidente son dos siclos de transición a la edad moderna
(siglos XIV y XV).
El siglo XIV es un siglo de crisis, la gran crisis, con el enfriamiento del clima, la crisis
económica, la peste negra y la Guerra de los Cien Años. Todo ello hace que se dé una
situación delicada, denominada por Johan Huizinga como el otoño de la Edad Media.
Siglo XV: siglo de recuperación, contando con las siguientes características:
En general, en este siglo se dan cambios políticos que culminan en la aparición
del sistema de gobierno nuevo, denominado el “Estado Moderno”, monarquía
más evolucionada y diferente.
Cambios socioeconómicos: economía feudo-vasallática y pre-capitalista.
Europa inicia la gran expedición marítima del mundo, que este preludio de la
gran expansión de época moderna.
Cambios espirituales que anuncian una ruptura religiosa en el siglo XVI.
Cambios de tipo cultural y artístico, pasando de la cultura medieval al
humanismo y el Renacimiento hasta llegar a la época moderna.
Evolución política de Europa occidental
Los siglos XIV y XV están marcados por grandes conflictos: guerra de los 100 años y
aledaños, con la transformación de las monarquías frugales al estado moderno. El
“Estado Moderno” (expresión historiográfica) es un tipo de monarquía nuevo que se
desarrolla en los grandes reinos de Europa occidental (Francia, Inglaterra, Reinos
Hispanos), que comienzan a formarse y culminan en la época moderna.
Características del Estado Moderno:
Monarquía que no se basa en la relación feudal, poseyendo unas entidades
políticas, administrativas, económicas e ideológicas más evolucionadas. El rey
gobierna a través de un Consejo Real, órgano de gobierno más maduro,
formado por consejeros profesionales y que pueden tener otros orígenes. Al
frente de ese Consejo, la figura del canciller como primer ministro significa que
actúa como la mano derecha del Rey. En estos reinos se llevan a cabo nuevas
políticas de gran peso: cortes y ciudades, otra fuerza viva, más dinámica y más
rica.
Los reyes van a monopolizar la actividad militar, dirigiendo los reyes las
guerras. Esto se debe gracias al desarrollo de armamento, armamento
individual, pasándose de las cotas de malla a las de chapa; y el desarrollo de la
artillería, dándose la actividad de pólvora a partir del siglo XIV, estando muy
tecnificada. La guerra, por tanto, se hace más técnica, especializada y
funcional, además de más cara, siendo los reyes los únicos que tenían
recursos para mantener los recursos de la guerra, siendo los reyes los que
conseguían mantener esta actividad militar, culminando con la creación de los
primeros Ejércitos Reales a partir del 1415.
Las monarquías desarrollan la fiscalidad regia, cada vez más entrelazada y
más eficaz. Esta fiscalidad se desarrolla con la necesidad de sufragar los
costes de la guerra. La fiscalidad va a alcanzar al conjunto de la población,

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cada vez más solvente y con más recursos. Además, contamos con una
estructura nueva, denominada como Hacienda o Tesorería Regia, pagando los
tributos Hacienda.
En el estado moderno hay también un rey que controla el ejercicio de la
justicia, habiendo una justicia real que abarca todo el reino a través de los
tribunales regios, creando los reyes justicia para todos.
En las monarquías se van a desarrollar ideas y sentimientos de identidad. La
simbología política de carácter heráldico va a pasar de ser algo
característicamente de las familias a ser una simbología real. La simbología
política va a indicar el rey, reino, población y territorio, expresándolo hasta la
actualidad. El escudo del Rey se utiliza en la persona del Rey y del reino:
iglesias, palacios, baluartes. La heráldica regia se da en diferentes reinos,
como en Aragón, Castilla, Navarra, Aragón, Francia, Inglaterra, ducado de
Borgoña, entre otros.
En las monarquías el rey gobierna con gran autoridad, que se refuerza y se
identifica en el Reino y el estado. El rey pasa de ser un señor natural, un señor
de vasallos a un señor soberano, pasando así de una monarquía feudal a una
monarquía moderna.
16.2. Francia e Inglaterra: la Guerra de los Cien Años
I. La Guerra de los Cien Años (1337-1453)
a) Génesis del conflicto (c. 1272-1337)
De finales del siglo XIII a principios del siglo XIV (hacia el 1300) se da un periodo de
gran inestabilidad política, dándose un conflicto en cadena con momento de gran
inestabilidad. Contamos con varias causas de fondo:
Crisis del Imperio y del Papado: el Imperio y el Papado eran rivales, se habían
disputado el poder, pero también arbitraban y mediaban, bastante fomentada
con los conflictos con inseguridad para mediar.
Fracaso de la expansión de los reinos cristianos, muy discutida y rápida que da
pie a los conflictos internos, habiendo en ese momento más enfrentamientos
que en el siglo XII.
Existencia de conflictos heredados: Capeto-Plantagenet entre San Luis (Luis
IX) y Enrique III, estallando de nuevo con la Guerra de los Cien Años.
Crisis del siglo XIV: caída de la producción y de las rentas (sobre todo las
señoriales). Los reyes y los señores buscan en la guerra la forma de
compensar las rentas que se pierden en el campo, mediante la conquista de
tierras y la obtención del botín. Por tanto, todos buscan la guerra.
La Guerra de los Cien Años, por tanto, va a ser el gran conflicto internacional de esta
época, que enfrenta a Francia y al reino de Inglaterra, pero también a otros reinos
durante 116 años (1337-1453). La “Guerra de los Cien Años” es una expresión
historiográfica del siglo XIX con la que nos referimos este conflicto. El origen de la
Guerra de los Cien Años es anterior, siendo un conflicto heredado entre los Capeto y
los Plantagenet, con la herencia del ducado de Gascuña o Guyena, territorio del rey de
Inglaterra dentro del reino de Francia, vasallo por este territorio del Rey de Francia,
siendo el problema de que se va a partir. Junto a este problema de origen remoto se
dan causas en este contexto que dan lugar al enfrentamiento, como el fortalecimiento
y expansión de ambos reinos y de reinos vecinos, generando tensiones.

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En estos momentos, los dos reinos se caracterizan por los siguientes deseos de
anexión:
Francia era el territorio más poblado de Europa, siendo llamada como la “Rusia
de Europa” en ese momento. Los franceses querían ampliar su territorio a
costa del ducado de Bretaña, motivo de disputa entre franceses e ingleses,
habiendo intereses comerciales; el ducado de Guyena, que los franceses
consideran como suyo; En Navarra, al ser el rey de Francia también rey de
Navarra; y el condado de Flandes, condado que políticamente pertenecía al
reino de Francia, pero vinculado económicamente a Inglaterra, basándose en
la industria pañera de la lana, Con artesanía muy fuerte y vinculado a Inglaterra
por el cuero, siendo un territorio muy rico.
Inglaterra, a su vez, se quiere expandir por Flandes, al haber intereses
económicos en esta región; el País de Gales, sobre el que tiene predominio
inglés; y Escocia, queriendo dominarlo, siendo el momento de las grandes
guerras anglo-escocesas. Los escoceses van a ser aliados de Francia.
Es una época en la que los dos reyes son Felipe IV, el Hermoso, rey de Francia (1285-
1314), y Eduardo I, rey de Inglaterra (1272-1307). En 1303 llegan a una tregua los dos
Reyes, con él. Poco después, Eduardo II (1307-1327) gobernará como rey de
Inglaterra con la hija de Felipe IV, siendo Isabel de Francia su esposa. Desde ese
momento, el escudo de armas de este rey llevaba las armas de Francia e Inglaterra. ,
Eduardo II ascendió al trono al morir Eduardo I y es el rey que va a ser derrotado por
los escoceses en la batalla de Bannockburn (23 y 24 de junio de 1314), que va a
conseguir la independencia de la Escocia conquistada con el rey Roberto I Bruce
(1306-1329), siendo un rey célebre de Inglaterra a pesar de esto. Eduardo II gobierna
hasta el 1327 y en este año sube su hijo Eduardo III (1327-1377), siendo el rey de la
primera fase de Guerra de los Cien Años. En el 1328 muere el último rey de los reyes
Capeto sin heredero, sin hijo varón y se da una crisis sucesoria con dos posibles
candidatos al trono, Felipe de Valois, gran barón francés y el otro candidato es
Eduardo tercero (1327-1377), al ser su madre hija de monarca francés, reivindicando
ese trono. La alta nobleza francesa se remite a la ley sálica, ley que impedía heredar y
transmitir el patrimonio por vía femenina, evitando que cayese en manos el trono a
Eduardo tercero, proclamándose rey Felipe de Valois, siendo entronizado como Felipe
VI. Termina en 1328 la dinastía Capeto y la dinastía Valois gobierna entre 1328 y
1589.
b) Grandes victorias inglesas (1337-1360)
En el año 1337 Felipe VI reclama la Guyana inglesa, confiscando esta tierra
técnicamente, se apoya en él y Eduardo III reivindica realmente el trono de Francia. En
el 1389 se encadenan los conflictos y comienza la Guerra de los Cien Años. El rey de
Inglaterra va a usar un escudo de armas con flores de lis francesas y leonés ingleses,
lo que hace que los ingleses se vinculación con los reyes de Francia.
A partir de este momento, se dan varios enfrentamientos militares en los que vencen
los ingleses. La primera batalla importante se da en Flandes, batalla naval en 1340.
Esta batalla naval se produce cerca de Brujas, destruyendo la flota inglesa a la flota
francesa con la Batalla de la Esclusa, también llamada L’ Ecluse y Slui, batalla
importante porque los ingleses dominan el mar. Una vez que sucedió esto, Eduardo III
desembarcó en Francia, dándose en 1346 la batalla de Crévy, siendo una victoria total
del ejército inglés sobre la caballería pesada francesa, siendo conocidos los arcos
largos ingleses de 2 m de largo con una potencia de disparo que usaban los arpones y

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dejan a la caballería francesa desmantelada. Eduardo III conquista la ciudad de Calais,


ciudad más cercana de Inglaterra. Esa ciudad va a ser inglesa desde 1347 hasta el
siglo XVI. En este momento, esta fase de guerra sufre un frenazo. El hecho por el que
vas frenarse esta fase va a ser la epidemia de peste negra acaecida en el año 1348.
Es un frenazo inesperado con una caída brusca de población, que hace que Inglaterra
no pueda culminar esta gran victoria.
Se retoman las operaciones en el año 1355/56, y con Eduardo de Wadatok, príncipe
de Gales (1330-1376), apodado el “Príncipe Negro”, no se sabe si por el aspecto
oscuro de su traje o por el arrasamiento de las tierras. Al regresar de una de esas
cabalgadas, los franceses van a llevar a cabo una batalla contra los ingleses en
Poitiers en 1357, que acaba con una victoria total inglesa. La victoria total del “Príncipe
Negro” hace que se convierta en prisionero de guerra a Juan II el Bueno (1350 al
1364), rey de Francia en este momento.
En 1360 se llega a un acuerdo para liberar a este rey, mediante el tratado de Bertagni
(1360): se acordó en ese tratado el pago no rescate al rey y entrega por parte del Rey
de Francia de toda Aquitania. Eduardo III, por otro lado, renuncia a los derechos del
trono de Francia, no reclamando ser rey de Francia. Es una fase desastrosa para
Francia, con pérdida de territorios, destrucciones y epidemias.
c) Internacionalización del conflicto (1360-1389)
Esta fase está protagonizada por Carlos V de Francia, más conocido como Carlos V el
Sabio (1364 al 1380), trascendente en la evolución del conflicto y llevando a cabo la
recuperación de Francia. No puede reanudar la guerra en Francia, trasladando la
guerra a otro escenario para pelear con los ingleses de forma indirecta. De esta forma,
traslada la guerra al reino de Castilla, que en ese momento se estaba dando una
guerra civil, en la que se enfrentaban el rey Pedro I (1350 al 1369) y la aristocracia,
que apoyaba a Enrique de Trastámara, hermanastro del rey.
Pedro I era aliado de Inglaterra y, por tanto, Carlos V apoya al rebelde, pudiendo de
esta forma combatir con los ingleses en Castilla. Le interesa Castilla al rey de Francia,
ya que era un reino grande, importante, hegemónico y contaba con una flota
interesante que ya comerciaba va en el Atlántico con Flandes. Habían perdido el
control del mar, necesitando contar con Castilla y pudiendo dar la vuelta a la tortilla.
Carlos V envió a Castilla varias compañías de mercenarios profesionales, enviándolas
para apoyar a Enrique de Trastámara. Estos mercenarios llegaron al mando de
Bertrand de que su línea, personaje poco agraciado y mítico de la Guerra de los Cien
Años. El rey Pedro primero el cruel pide ayuda a Inglaterra, enviando al príncipe negro,
con las compañías de mercenarios inglesas en esa guerra civil. La Guerra Civil
Castellana se convierte en una escena de la Guerra de los Cien Años. Esta guerra
termina en el año 1369, cuando Pedro primero el cruel muere a manos de Enrique de
Trastámara, siendo esto en una lucha cuando se sacan las dagas. Bertrand de
Guesuli, personaje mítico de la Guerra de los Cien Años, interviene centrando a Pedro
y lo pone en pie de igualdad, con frase que se convierte en popular en el refranero (“ni
quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor”). En el segundo asalto Enrique apuñala y
mata a su hermanastro Pedro I el Cruel. Termina la dinastía de Borgoña y comienza la
dinastía Trastámara en el Reino de Castilla hasta el año 1512 (los Austrias), pasando
Enrique de Trastámara a ser el rey Enrique II (1369-1379). Enrique II, en tanto que es
rey, agradece las acciones de Francia en la guerra, pasando el Reino de Castilla a ser
aliado de Francia. La potente flota castellana va a estar en la alianza con Francia.

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En el año 1372, la flota castellana derrota a la iglesia en la Batalla de la Rochelle,


puerto comercial que permite a los franco-castellanos recuperar el control del mar
frente al poderío inglés. Los castellanos atacan las cosas inglesas, llegando a alcanzar
los arrabales de Londres. En ese mismo año, los tronos de Francia e Inglaterra pasan
a herederos menores, sabiendo que con las minorías de edad hay fragilidad política.
En Inglaterra muere Eduardo III en 1377 y sube al trono Ricardo III (1367-1399), nieto
suyo. En Francia muere en 1380 Carlos V y sube al trono Carlos VI (1380-1422), que
conforme pasan los años van descubriéndose problemas mentales. En el 1389 se dan
cuenta de que llegar a una nueva tregua: treguas de Bayona-Leulingham (1389),
treguas que ponen fin a la segunda fase del conflicto.
d) Triunfos ingleses y guerra civil en Francia (1389-1420)
En esta tercera etapa se va a dar un episodio importante en 1399, que es el cambio
dinástico en Inglaterra. Ricardo II es destronado por una revuelta aristocrática,
entronizándose Enrique IV de Lancaster (1399-1413), terminando la vieja dinastía
Plantagenet y se entronizan los Lancaster hasta el siglo XV. El gran protagonista de
este momento es su hijo Enrique V (1413-1421), quien reanuda la guerra con Francia.
Lo hace porque va a reclamar el trono de Francia, desembarcando en Francia con su
Ejército. Realiza esta guerra, en la que los franceses salen a su paso y será la batalla
de Agincourt (1415), una de las más importantes, en la que se da una victoria total
inglesa sobre la caballería pesada francesa. Tras la empalizada, los franceses se
centran y acaba siendo una debacle francesa.
A partir de ese momento, se da una crisis interna que va a durar varias décadas, por
las derrotas totales en las diversas batallas, que hace que se cuestione la nobleza a su
rey y la población se encuentra en una sensación de derrota, todo ello además
agravado por la situación del rey, que es clave, ya que se encuentra con problemas
mentales y la lucha entre alta nobleza, con dos bandos: a un lado están el duque de
Orleans, que lidera a los partidarios de duque y del rey Carlos V de Francia,
denominándose como los armañacs. Por otro lado, tenemos el bando de los plumas
del duque de Borgoña, partidarios de negociar con Inglaterra, con el rey Enrique V,
llamándoseles a estos los borgoñones.
A raíz de la victoria en 1415, el rey de Inglaterra conquista la franja norte francesa,
situación favorable al rey de Inglaterra. En estos momentos se da el asesinato del
duque de Borgoña, Juan sin Miedo, dándose una reacción entre los bandos
aristocráticos borgoñones, que se echan en manos de Enrique V. En 1420, a raíz de
estos acontecimientos, se firma el tratado de Toyes, firmado por los Reyes Carlos VI y
Enrique V, siendo forzado el rey de Francia a firmarlo. Este tratado consiste en que
Carlos V renuncia a todos los territorios conquistados por el rey de Inglaterra, casa su
hija con Enrique Víctor y el rey de Francia, en situación de derrota, acuerda que el
trono de Francia cuando muera pasará al rey de Inglaterra, siendo, de este modo,
Enrique V el rey de las dos coronas.
e) Victoria de Francia (1422-1453)
Esta etapa comienza en el año 1420 cuando Enrique V tiene centralizado el territorio y
llega a ser rey de Francia. Enrique V iba a ser rey de Francia en 1522, produciéndose
la unión de las dos coronas, pero muere en ese año este monarca. Enrique VI (1422-
1461) no puede consolidar la Unión al estar en situación de minoría de edad (tiene un
año), quedando dividida Francia en tres zonas:

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Francia inglesa (norte más Guyena): intentan ganarse en ese territorio a la


población, pero no lo consigue, estando vinculada a la población a los ingleses
ocupantes.
Francia borgoñona: territorios al norte, siendo la zona de Flandes y el sur de
Borgoña, llamándolo así al Ducado de Borgoña, gran señorío con
protagonismo en esta guerra, situado entre Francia, Inglaterra y el Imperio,
siendo un territorio heterogéneo con gran acumulación de señoríos. Dentro de
Borgoña encontramos el ducado de Borgoña, el condado de Borgoña, condado
de Flandes, condado de Holanda, condado de Zelanda y los ducados de
Brabante, Lorena y Luxemburgo. Es el señorío más rico de Francia, con
riqueza agrícola, gran sistema comercial, siendo territorios que no sufren la
guerra y prosperan gracias a la misma. En estos siglos los ducados tienen
auge económico, fortalecimiento político, la estructura del Estado moderno,
expansión territorial y todo este un político se combina con un gran auge
artístico y cultural.
Francia francesa: este territorio está controlado por el hijo del Rey, siendo
Carlos, en este momento delfín de Francia, reinando más tarde como Carlos
VII. Combina toda esta zona en una situación de pasividad, derrotismo y
debilidad.
Este clima de derrota cambia en el año 1429, cuando aparece en la corte del delfín la
joven venida de Lorena, Juana de Arcos, de origen leonés, que se dice que le dice al
rey que Dios le ha encargado que libere Francia a los ingleses y que el delfín se
convierta en el rey de Francia. Juana de Arcos concentra los sentimientos del grueso
de la población francesa, estando harta de la guerra y con sentimiento anti inglés.
Juana de Arcos convence al delfín de poder cambiar las cosas, se pone al frente del
Ejército francés y se da el episodio de la batalla de Orleans (1429), venciendo a los
ingleses. Desde este episodio, el delfín Carlos se convierte en el rey Carlos VII (1429-
1461). Juana de Arcos va a continuar la guerra, aunque al final va a ser abandonada
por el rey y acusada de herejía por los anglosajones, muriendo finalmente en la
hoguera en 1431.
Las victorias de Juana de Arcos permite al rey Carlos VII tener la iniciativa en la guerra
a partir del año 1431. Aprovecha el descontento de las poblaciones francesas,
cansadas de la guerra, creando un Ejército permanente, real y estable y aprovecha el
cambio de bando del ducado de Borgoña. En el año 1431 cambia de bando el Duque
de Borgoña, reflejándose cuatro años más tarde en el I Tratado de Arrás (1435), ya
que ve que los ingleses van a perder la guerra y se decantan a favor de Carlos VII tras
este episodio. En 1437 los francese reconquistan París, en el 1450 Normandía y en el
1453 Guyena, Burdeos y Bayona. La guerra terminó con la batalla de Castillón (1453),
cerca de Burdeos y es una victoria francesa y quedando como único territorio inglés
en Francia Calais.
II. Las consecuencias del conflicto
Para Francia, se consolida la monarquía, muy poderosa y muy fuerte con presencia en
todo el territorio, forjándose la monarquía poderosa y fuerte de forma interna, pero
muy expansiva hacia Navarra, en guerra con los españoles (querra de Navarra) y el
Rosellón (guerra del Rosellón). Se expandieron también hacia Italia, dando lugar a las
guerras de Italia. Además, es la época de los dos últimos Reyes medievales: Luís XI
(1461-1483), apodado la Araña y Carlos VIII (1483-1498).

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Para Inglaterra, al perder la guerra, se dan consecuencias económicas: pérdida de


mercados y productos, también perdiendo territorios que producían mucho y perdiendo
mercados donde vendían sus productos, con un retroceso de la economía inglesa. A
largo plazo, Inglaterra queda desconectada en el continente, va a ser neutro a partir de
ese momento y llevar una dinámica insular y marítima, dejando de estar este reino
vinculado al continente. Mientras, a corto plazo, se produce una crisis profunda en
Inglaterra con un conflicto interno, estallando una guerra civil en el 1455,
denominándose como la Guerra de las Dos Rosas (1455-1485). En esta guerra se
enfrentaron reyes de la dinastía Lancaster (rosa roja) con la dinastía de los York (rosa
blanca). Es una etapa de grave crisis para la monarquía inglesa, con cambios
dinásticos y una situación muy dura en este siglo XV. Termina la guerra cuando
Ricardo III de York (1483 al 1485) muere en la batalla de Bosworth (1485), acabando
con la dinastía de York. Quien vence esta batalla es Enrique séptimo Tudor (1485-
1509), instaurándose la dinastía Tudor (1485-1603), padre de Enrique VII.
16.3. De la España plenomedieval a la Monarquía Hispánica
La historia de la Península Ibérica está marcada por procesos similares
I. Las fases finales de la Reconquista
Reconquista contra los musulmanes en dos fases:
Guerra del estrecho (mediados del siglo 13 a mediados del siglo 14):
enfrentamiento de cristianos y rinde Granada Batman y marines. El episodio de
batalla del salado abrir fantasies 1340) marca la victoria cristiana.
Guerras de Granada: guerras fronterizas castellanas, terminadas en 1492 con
la conquista del Reino de Granada.
II. Implicación de los reinos hispanos en la Guerra de los Cien Años
Implicación de los reinos hispanos en la Guerra de los Cien Años: Castilla como aliada
de Francia desde mediados del siglo XIV y contribuyendo a la victoria de Francia. La
Corona de Aragón, aliada de Inglaterra, Navarra, del lado francés y Portugal vinculada
con Inglaterra (contra Castilla).
III. Guerras civiles y cambios dinásticos
Pugna entre monarquía y alta nobleza, con monarquías cada vez más fuertes y una
alta nobleza que se resiste, con guerras civiles y cambios dinásticos. En 1309 en
Castilla termina la dinastía de Borgoña y comienza la de Trastámara. En Portugal se
da el cambio dinástico en el 1385, terminando la dinastía de Borgoña y se instaura de
avis hasta el siglo XVI. En Aragón, en 1412, se da el compromiso de Caspe,
terminando en la ciudad de Barcelona y se instala en el trono la dinastía Trastámara
(hasta los Austrias). En Navarra los reyes son franceses, pero contando con una
creciente influencia de los Trastámara.
IV. Expansión de los grandes reinos
La participación de los reinos hispanos en la Guerra de los Cien Años hace que se dé
en la Baja Edad Media con voluntad de expansión de estos reinos.
En primer lugar, la corona de Castilla tenía la manía sobre el resto de los reinos
hispánicos. Un episodio destacado es que en 1385 Juan I de Castilla intentó
conquistar Portugal, terminando en la batalla de Aljubarrota, que acaba con
victoria portuguesa y derrota castellana.

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El Reino de Navarra se encuentra vinculado a Francia, aunque bajo la órbita


castellana y se incorpora a Castilla a principios del siglo XVI.
En el caso de la corona de Aragón, se da una expansión importante entre los
siglos 13 y 14 con la conquista de Cerdeña en el 1364 y en el 1442 conquistan
Nápoles, dándose con esta conquista el título del Rey de Jerusalén, que sigue
ocupándose hasta el día de hoy con los Reyes Borbones.
Portugal inicia su expansión marítima a partir del siglo xv, expandiéndose por el
mar e iniciando la carabela, invento portugués que hace que el barco esté
mejor adaptado a la navegación atlántica, impulsándola el Infante Enrique el
Navegante (1394-1460). Los portugueses ocupan Ceuta y es una especie de
base desde la que se lanzan a por mares y tierras desconocidas. Desde Ceuta,
las islas Madeira son visitadas en el año 1425, Las Azores en el 1431 y en el
1434 Gil Eanes va a doblar el Cabo Bojador, cabo en la costa que afirma que
no es un obstáculo imposible de pasar, siendo simplemente un límite mental,
nunca antes pasado. Gil es el primero que pasa este límite mental de
expansión portuguesa. En 1450 se alcanzan las islas de Cabo Verde. En 1470,
20 años más tarde alcanzan el Golfo de Guinea. En 1488, fechas clave,
Bartolomeu Días cruza el Cabo de Buena Esperanza, doblando la punta de
África, estando los portugueses en el océano Índico. La ruta oriental de la India
se culminaría en el año 1499 cuando otro magante portugués, Vasco da Gama,
ocupa la India y conquista gran parte de las tierras del océano Índico: el
imperio portugués que dura hasta el siglo XX.
Proceso de unificación política: se dan las guerras civiles de Castilla y de Aragón. Esta
unidad política viene de la idea de España unida y tiene que ver mucho con la
potencialidad expansiva de Francia, con miedo a esta potencia y la propicia. Intentan
la unión con Portugal, pero el hijo que hereda las tres coronas no sobrevive y no se
lleva a cabo esta unión. Hay refuerzo a los Reyes Católicos, época en la que la
monarquía se refuerza en tiempos anteriores, iniciándose la expansión exterior con la
conquista de las Islas Canarias, las guerras de Italia con Francia y en 1492 se
encuentran las Américas. Podemos decir que Fernando el Católico lleva la política
internacional que consigue aislar a Francia y que impulsa las bases del imperio
español de los siglos XV y XVI.
16.4. El Imperio durante la Baja Edad Media
I. Procesos territoriales y políticos
El largo Interregno (1250-1273) tras la muerte de Federico II Barbarroja abrió el
camino para vaciar de contenido universal la idea del imperio y para definir la
organización política del espacio alemán, que optó por una fragmentación en
numerosos lander dominados por la aristocracia. El enfrentamiento entre Luis IV
(1314-1346) y el papa Juan XXII (1316-1334) por la hegemonía en Italia motivó un
replanteamiento de la situación y condujo a la publicación de la Bula de Oro (1355) por
el emperador Carlos IV (1347 al 1378). A partir de este momento, la autoridad imperial
quedó reconocida solo en territorio alemán y su elección recayó en los príncipes
electores, tres eclesiásticos y cuatro laicos: los arzobispos de Maguncia, Tréveris y
Colonia, el rey de Bohemia, el duque de Sajonia, de Wittenberg, el margrave de
Brandenburgo y el conde palatino del Rin. De esta forma, Italia queda básicamente
para influencia del papado aunque fueran parte del imperio.
Nunca se había conseguido establecer una sucesión hereditaria, pues los más fuertes
de los poderes territoriales impedían la estabilidad y la formación de un poder central

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que diera unidad al Reich. La Bula de Oro sancionaba la organización política del
imperio en función de los principados y de las ciudades y el poder del emperador se
apoyaba en la base territorial que fuese capaz de dominar.
De este modo, van a darse varias dinastías reinantes en el imperio: Habsburgo,
Austria y Luxemburgo (1312-1313, 1355-1358 y 1433-1477). Es a finales del siglo XIII
cuando se define la estabilidad del Imperio, con el imperio en manos de Maximiliano I.
El comienzo de esta dinastía se debe al pacto de los Luxemburgo con los Habsburgo
(1364) para la fusión de las dos herencias en caso de le falta descendencia y la
atención prestada a las monarquías centroeuropeas (Hungría y Polonia). Estas dos
fueron las razones para encumbramiento de la dinastía de Habsburgo a partir de 1438,
gobernando hasta el siglo XIX. Maximiliano I, con el matrimonio que contrae con María
de Borgoña hereda el ducado de Borgoña. El emperador va a controlar como señor los
territorios de los Austrias, aunque la autoridad sobre los demás príncipes es relativa
por su gobierno autónomo, al fin y al cabo es el señor quien ejerce la autoridad
imperial.
Un segundo problema para ejercer la autoridad es la pérdida de territorio, haciéndose
el mapa más dividido, alejándose de autoridad imperial ciertos territorios. Francia va a
quedarse con el Lyonesado (dominio imperial que pasa a manos francesas), el Finado
(queda dividida entre Francia e Italia) y Provenza (parte del imperio hasta el siglo XV,
aunque se vincula a Francia desde el siglo XIX).
Formación de Suiza o Confederación Helvética
Cabe destacar que se va a formar el estado de Suiza, formado entre los siglos XIII y
XV. Su origen se centra en el sur de Alemania, cuando los cantones de Suiza,
Unterwalden y Uri dependiente de los Habsburgo, debido a la escasa autoridad moral
firmaron una paz perpetua y el compromiso de impedir la actuación de jueces
extranjeros (1291). La victoria militar de Morgarten sobre las tropas del emperador
Leopoldo I (1315) y la integración de los cantones próximos de Lucerna (1332), Zurich
(1351), Glaris (1352), Berna (1353) y Zug (1368) dio solidez al movimiento y fuerza
frente a cualquier intento de neutralizarlo. De hecho, cuando el duque Leopoldo
segundo de Habsburgo recurrió a la caballería para controlar la sublevación, fue
derrotado espectacularmente y muerto en la batalla de Sempach (1366), lo mismo que
dos años después les sucedió a las tropas austriacas en Nafels. A lo largo del 15 se
incorporaron nuevos territorios (Valle del Tesino, Appenzell, Saint Gall, etc.) y por la
paz de Basilea (1499) el emperador Maximiliano reconoció oficialmente su existencia.
Había nacido la Confederación Suiza y su infantería armada con alabardas había
probado sobradamente su capacidad militar para apartar definitivamente los campos
de batalla a la caballería feudal.
Confederación Helvética o Suiza es una confederación de pequeños cantones y
pequeños valles alpinos, muy rurales y agrupados.
Guillermo Tell, caballero suizo, presionado por los rivales alemanes, lleva a cabo un
último proceso: orientación del Imperio hacia Europa oriental. Se lleva a cabo por las
relaciones políticas y culturales en los principados orientales: Hungría y Chequia. Una
segunda razón es la fuerte presencia de población alemana en esos territorios. 1/3 es
la derrota con el papado y la pérdida de control de Italia, buscando la alternativa en
Oriente.
II. Italia: entre el Medievo y el Renacimiento

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Los decenios finales del siglo XIII significan para Italia el agotamiento de la hegemonía
de los dos poderes universales, papado e Imperio, y la aparición de un conglomerado
de entidades independientes, que no tenían intención de formar un proyecto común.
Separados del bloque central constituido por los Estados Pontificios, la diferencia entre
el norte de la península del sur se agudizó en el plano económico y político a lo largo
del siglo XIV, pues mientras que el norte más poblado, con una red de ciudades que
desde muy pronto había propiciado el nacimiento de una burguesía artesanal y
mercantil y un mundo rural con una agricultura organizada, alumbraba un sistema
político basado en las Ciudades-Estado; la mitad sur y las islas, que vivían de la
ganadería la agricultura controlada por la historia feudal, se convirtieron en objetivos
de los intereses comerciales de las ciudades mercantiles y en campo de batalla de las
refriegas militares europeas: venecianos y genoveses por el control naval, los Anjou y
los aragoneses por Sicilia, Génova y la corona de Aragón por Cerdeña, etc.
La Italia del norte, por su parte, estaba repartida entre cuatro formaciones a cuyo
frente se situaban las grandes ciudades: Génova, Florencia, Venecia y Milán. Cada
una de ellas ejercía su influencia (económica y política) en el campo de su entorno y
las ciudades menores que las rodeaban. Los frecuentes cambios en el propio gobierno
ciudadano, debido a la lucha constante por el poder de un pequeño número de
familias que aglutinaban amplísima soledades verticales, imponían también continuos
vaivenes en las áreas de influencia, creando en todo el territorio una permanente
situación inestabilidad, agravada todavía más del último tercio del siglo XIV por los
enfrentamientos entre estas ciudades y la intervención de intereses extranjeros.
El proceso desarrollado en la primera mitad del 1400 condujo a la paz de Lodi (1454),
paz obligada por la presencia turca que tras ocupar Constantinopla amenazaba las
fronteras europeas.
Trataremos los diferentes estados del norte, centro y sur de la Península Itálica:
Reinos del norte
República de Venecia
Situada al noreste, es una república particular aristocrática mercantil, contando con
una discrasia poderosa y dedicada al comercio, encontrándose al frente de esta
República un Consejo con el dogo (dux) a la cabeza. Desde el siglo XIII Venecia
mantuvo un comercio marítimo importante en el Mediterráneo oriental, siendo una gran
potencia marítima y que controlaba el Adriático, en el Mediterráneo Oriental y en el
siglo XV la guerra con los turcos condujo a la paz de Lodi (1454). También dominan la
zona del noreste de Italia.
República de Génova
También dominan la zona del noreste de Italia, controlando también Grecia, están al
mando grandes burgueses, siendo una potencia marítima y comercial significativa. Los
genoveses dominan el mar Mediterráneo central y el occidental, estando en pugna
constante con Venecia y con la corona de Aragón. Génova es una potencia que pierde
peso en el siglo 15 ante la presencia del ducado de Milán.
Ducado de Milán
En cuanto a Milán, su situación estratégica la hará, por un lado, centro de atención de
las monarquías extranjeras (Francia, Aragón y Borgoña, el Imperio y el Papado) y, al
mismo tiempo, una potencia propia en el norte italiano. La división inicial entre güelfos,

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partidarios del papá, y gibelinos, proclives al emperador, se solucionó con la llegada al


poder de los Visconti, que establecieron una señoría hereditaria basada en el poder
familiar (adquirieron el título ducal) y el impulso de una política expansiva que los llevó
a controlar un amplio territorio peninsular (Génova y una parte de la Toscana) y
convertirse en una potencia económica. A la muerte de Felipe María Visconti (1447), el
enfrentamiento con la sucesión entre los Orleans franceses y Alfonso V de Aragón
propició otro período de lucha que se resolvió en 1450 con la llegada al poder de los
esfuerza apoyados por los florentinos. Hasta finales del siglo XV se desarrolló un
relativo periodo de tranquilidad; la invasión francesa (1494), reclamando los derechos
de los anjou, inició una larga etapa en la que el espacio italiano será escenario de
disputas dinásticas y nacionales de Europa.
República de Florencia
Gran República del 1480, presenta una complicada organización política. Las
conmociones sociales del último cuarto del siglo XIV (la sublevación de los Ciompi, el
predominio güelfo de su patriciado) mantuvieron un gobierno republicano dominado
por la burguesía (los grandes mercaderes de las parte inferior y), esmaltado con
intentos intransigentes que se saldaron con el recurso al podestad temporal, hasta la
llegada al poder de Cosme de Médici mediante un golpe de fuerza y el apoyo popular
(1434), que sin crear una signoria personal reunió todo el resortes del poder
republicano. Desde 1469 y hasta 1491 la figura de Lorenzo el Magnífico lleno no solo
el marco político de Florencia, sino la vida entera del norte de Italia.
En el centro contamos con los estados papales, estados pontificios, que van a ser muy
influyentes en Italia y ejerciendo gran influencia los papas.
Sur e islas: contamos con dos grandes reinos:
Reino de Nápoles: aragonés desde 1442.
Reino de Sicilia: corona de Aragón desde 1282. De esta forma, se da la expansión de
la corona de Aragón en el sur de Italia. En 1324 va a ampliar su dominio en Cerdeña y
en 1482 la conquista de Nápoles hace que se unifique todo el sur bajo la mano de los
Reyes de Aragón.
16.5. La Europa centro-oriental y escandinava: el auge de los grandes principados
En este periodo, el impulso del sentimiento nacional y la debilidad de los poderes
universales favorecieron la aparición de nuevos reinos y estados, completando el
mapa político de Europa en los espacios periféricos.
I. La Orden Teutónica
Situada en los Balcanes, más concretamente en el Báltico. A finales del siglo XIII,
hermanos de la baja Edad Media se lanzan hacia la cristianización, conquista y
germanización de estas regiones. Se hace una expansión progresiva que culmina
entre mediados del siglo XIV y principios del XV. Son territorios muy vinculados a la
Liga Hanseática. El expansionismo de los teutónicos es la reacción que va a provocar
dos rivales que se unen contra ellos, produciéndose en el 1386 la unión del Reino de
Polonia y el Ducado de Lituania bajo la Unión personal polaco-lituana, culminando en
1410 con la batalla de Tannenberg, Grunwald o Zalgiris (se la puede denominar de
estas tres formas), batalla en la que los teutónicas son derrotados por polacos y
lituanos, principio del declive de la orden teutónica: se pasa del crecimiento al apogeo

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a la pérdida de territorios y arrinconamiento frente al mar. Con todo, sobrevive hasta


1525, surgiendo el ducado de Prusia.

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II. El reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania
Reino de Polonia
Polonia es un ducado inicialmente bastante fragmentado, Muy ignorado por el Imperio
y por los teutónicos. Desde el 1320 (pp. del siglo XV) estos polacos se ven como
independientes y surge un reino, el Reino de Polonia. El apogeo se da en el siglo XIV,
en época de Casimiro III el grande (1333 al 1370). A partir de finales del siglo XIV,
Polonia se une a otros principados, siendo la unión más destacada es la de 1386,
cuando Polonia se une al ducado de Lituania en la persona de Ladislao II Jagellón.
Ducado de Lituania
A mediados del siglo XIII los lituanos se conforman, siendo un territorio no
conquistado, amenazado por los teutónicos, y los lituanos crean un ducado con el
nombre de Gran Ducado de Lituania a partir del siglo XIII. Una vez formado, se
produce una expansión hacia el norte y el sur, ganando territorios de lo que son hoy
Rusia y bello Rusia y se expanden hasta el territorio del Janato de la Horda de Oro
(tártaros). A finales del siglo XIV se une en 1386 a Polonia por Ladislao II Jagellón
(1377-1439).
Ladislao II, rey duque, reúne a los territorios en 1410. El sucesor es Ladislao III
Jagellón (1434 -1444), que va a ser rey de Polonia, duque de Lituania, el rey de
Hungría y rey de Bohemia, siendo una hegemonía muy grande. Los vínculos entre
Polonia y Lituania van a perdurar hasta el siglo XVIII. Los vínculos entre Bohemia y el
sur de Rusia van a seguir también hasta época moderna.
III. El reino de Bohemia
Ducado que en el siglo XIII se convierte en reino. En los siglos XIV y XV queda en
manos de varias dinastías: Luxemburgo, Austria, Jagellón, y a principios del siglo XVI
se imponen como Reyes de bohemia los Austrias. Se dan tensiones crecientes entre
dos poblaciones que conviven pero no congenian bien: checa (eslava originaria) y
alemanes (ciudades grandes y regiones enteras). En el siglo XV el episodio más
importante es la guerra civil interna, conocida como Guerras Husitas.
IV. El reino de Hungría
Es un reino vigente desde el año 1000, muy vinculado al Imperio y a Occidente, muy
católico y que pasa por varias dinastías: Anjou, Austria y Jagellón. En el siglo XII pasa
a tener reyes Austrias que duran hasta el siglo XIX. Lo más significativo es su
condición de frontera de la cristiandad occidental, expandiéndose. El norte de Hungría
se ve condicionada por las guerras con dos surcos. En el sur de Hungría, la región de
Wallacha, que en la Baja Edad Media con Vlad Tepes I (1456-1462), príncipe húngaro
que para asustar a los turcos empalizada a los prisioneros, causando el terror hacia
los enemigos.
V. La Rusia de Moscú
Entre mediados del siglo XIII y mediados del siglo XIV la historia de Rusia está
marcada por la invasión de los mongoles. Se les llama en esta época como tártaros y
mongoles, dominados por los mongoles del Janato de la Horda de Oro, siendo
vasallos de los janes mongoles. Esto cambia hacia el año 1350, comenzando a
liberarse de la dominación tara de los mongoles, a raíz de la peste negra, que hace
que los rusos empiecen a expandirse.

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De este modo, el Principado de Moscú es el que tiene la hegemonía. Moscú es el


heredero de Novgorod y Kiev. Roger Basilio I de Moscú (1389-1421), este príncipe
protagoniza la expansión del ducado de Moscú sobre los tártaros a costa de los
mongoles y de los lituanos, creando un principado importante a principios del siglo XV.
En 1453 desaparece Constantinopla y Moscú es la que recibe la herencia del imperio
Bizantino. La Edad Media en Rusia termina con Luán III el Grande (1462-1505), que
amplía aún más los dominios de Moscú, dándose una expansión territorial grande y
creando un estado unificado y autoritario. En este caso, se basa en el imperio
bizantino, ya que se casan con princesa bizantina en el siglo XI, con Sofía Paleólogo,
sobrina de Constantino IX y Juan III se denomina como el rey de todas las Rusias,
reconstruyendo la sede del Kreml (ruso “fortaleza”), el actual Kremlin y comienza a
usarse el escudo bizantino. El apogeo de esta Roma llega con Iván IV el Terrible
(1533-1584), que asume el título de zsar (actual zar, César) y es en esta época
cuando Moscú se proclama la tercera Roma, la tercera capital del mundo, al ser lo
más parecido a los bizantinos. Destaca la Catedral de San Basilio junto al Kremlin.
VI. Los reinos escandinavos
Son reinos pequeños que en la Baja Edad Media están a merced de la Liga
Hanseática, la gran entidad multinacional económica de esta época. Es tan fuerte que
condiciona la vida política de estos reinos. Esto explica que estos reyes busquen la
unidad para poder escapar este control económico de la Liga Hanseática y éste
culmina en 1397 con la unión de en tiempos de la reina de Dinamarca, Margarita I,
porque era la reina de Dinamarca, Suecia y Noruega (1387 al 1402), actuando
Dinamarca como reino hegemónico y vinculados también Islandia y Groenlandia,
denominada como Unión de Kalmar. Es una unión que no elimina diferencias y se
prolonga hasta principios del siglo XVI, cuando Suecia se separa de la unión. Cabe
destacar que la unidad entre daneses y noruegos se va a dar hasta el siglo XIX,
vinculados muy estrechamente.
16.6. El mapa político de Europa a finales de la Edad Media
Grandes reinos en el año 1500, muy potentes de expansión o forma que no tenemos y
es la misma para todos.
Polonia, Lituania y principados de Moscú son las grandes potencias de Europa
oriental.
En Europa occidental nos encontramos con un imperio fragmentado, contando
al oeste con cuatro grandes potencias: Francia, reino más poblado con las
anexiones en Italia, en Flandes, En Navarra y en el Rosellón (Norte de
Cataluña), dándose guerras con los españoles que van a perdurar.
Inglaterra es una potencia menos importante que antes, viéndose desplazada
del continente, siendo una potencia insular y comienza la vocación marítima
moderna.
Portugal, reino con gran imperio marítimo en Atlántico e Índico.
Monarquía hispánica, unificada y es la que llega a América primero en 1492 y
unida al imperio con Carlos V, siendo la potencia hegemónica en los siglos XVI
y XVII.
Europa termina la Edad Media con un modelo de desarrollo económico,
científico y político mayores que en el apogeo del Imperio Romano. Europa a
finales de la Edad Media se convierte en el espacio hegemónico del mundo
hasta el año 1945.
TEMA 17: CRISIS Y RECUPERACIÓN DE LA EUROPA BAJOMEDIEVAL
18.1. La crisis del siglo XIV y la evolución demográfica
I. Causas de la crisis
A finales del siglo XIII se inicia un ciclo económico diferente, un estancamiento desde
finales del X. Comienza una depresión a finales del s. XIV. A medida que avanza la
peste negra, esta enfermedad se va a convertir en un factor importante en el s. XV se
da una recuperación económica general, de mayor crecimiento. Los cambios
económicos van a actuar como motores de los diversos cambios: época de transición
de la medieval a la moderna.
La crisis del siglo XIV se da por una combinación de varios factores, que hace que
podamos considerar a esta etapa como época de “otoño” u “ocaso”, siendo años de
extrema dureza para los europeos. Los factores son:
Climáticos
Se da un enfriamiento del clima, con más frío y más lluvia, por razones naturales. Por
esta razón se consideraba al siglo XIV como Pequeña Edad Media hasta el siglo XIX.
Este enfriamiento influye en la crisis, más en unas regiones que en otras, provocando
malas cosechas en la Europa Atlántica, que a su vez va a influir en que haya menos
productos, menos mercados y, por consiguiente, comerciantes.
Caída demográfica
En general, la tasa de natalidad era más elevada en las áreas rurales y las tasas de
mortalidad más elevadas se daban en las ciudades. Por otro lado, se poseen más
datos de la población urbana que de la rural. De este modo, los datos que tenemos
sobre las densidades de población antes de la peste muestran diferencias importantes
antes de la peste. Podemos decir que antes de la peste negra Europa contaba con 73
millones de habitantes, cuyo reino más grande en términos poblacionales es Francia,
con 30 millones.
El progreso agrícola se frenó antes de concluir el 1200, al tiempo que surgieron graves
alteraciones en la distribución de los productos. La mayoría de las regiones de Europa
sufrieron graves alteraciones en la distribución de los productos. La mayoría de las
poblaciones europeas sufrieron desde entonces ciclos ecológicos agrícolas negativos,
acompañados de fuertes desajustes de los precios, con los consiguientes episodios de
hambre en amplias capas de población. Tenemos noticias de los padecidos en 1315-
1317 en el norte de Europa, con especial gravedad en las ciudades flamencas, en
1328-1330 en Italia, 1331-1333 en la península Ibérica, 1335-37 en Languedoc, y otros
de menor gravedad. En todos los casos, la causa última era el desequilibrio del
sistema: descenso del número de productores y aumento del de consumidores,
pérdida de rendimiento de la tierra y dificultades de organización de los intercambios a
larga distancia. En definitiva, se da la ruptura del equilibrio sostenido hasta entonces
entre producción y consumo.
El crecimiento de la población occidental sostenido hasta muy avanzado el siglo XIII
había necesitado del aumento igualmente constante de la producción agrícola para
atender las demandas de alimento. Dada la limitada capacidad técnica de la
agricultura, este incremento sólo era posible con la ampliación de los campos de
cultivos, bien por la incorporación de nuevos espacios improductivos o por la
conversión de pastizales y bosques en tierras de labor.

A finales del siglo XIII la superficie agrícola se había ampliado en toda Europa, aunque
lo había hecho todavía más, en términos relativos, la red urbana que englobaba una
población en rápido desarrollo. Los habitantes de las ciudades, que suponían en
algunas regiones la cuarta parte de la población total, absorbía un gran porcentaje de
la producción regular de alimentos, lo que imponía un ritmo creciente a la agricultura,
difícil de sostener, porque la expansión presentaba cada vez mayores dificultades, por
el recurso a terrenos marginales de escaso rendimiento y porque las roturaciones
masivas amenazaban con romper el equilibrio ecológico y productivo.
En el año 1300 se da una crisis agrícola sin precedente en toda Europa, llegándose a
decir que el 1333 según las fuentes catalanas como el “Primer año malo”. A su vez, se
da una crisis alimentaria que encarece los cereales, dándose problemas de
desnutrición y de hambre.
II. El descenso de la población: la Peste Negra
Grandes epidemias
Sensaciones y cifras se unen para dar una imagen terrible del impacto provocado a
mediados de siglo 14 por la epidemia de peste. Sorprenden a la población y acentúan
la caída de la misma. La peste bubónica o peste negra, que debe este nombre al color
de los bombones y manchas que cubrían la piel de los infectados, alcanzó Europa
occidental en los barcos genoveses a finales de 1347, procedente de Crimea, donde
se había propagado en los enseres de los comerciantes de Oriente próximo. Desde
Crimea se propagó hacia Occidente en la sangre de las ratas infectadas. Allí donde los
barcos hacían escala, los elementos patógenos de la peste bajaban a la tierra con la
tripulación y propagan rápidamente la enfermedad entre la población local. Sus
vectores eran la rata negra y la pulga; la primera transportaba alimentaba al bacilo,
mientras que la segunda lo distribuía entre todos aquellos a los que picaba. La
epidemia se propagó con rapidez: en el plazo de seis meses, antes del verano de
1348, cubría gran parte de Francia, Italia y la península Ibérica; desde finales de 1348
y a lo largo del año siguiente se propagó por las islas británicas y Alemania occidental,
y en 1350 al 1351 llegó a Escandinavia y Europa oriental. En algunos lugares
comunidades enteras fueron barridas, mientras que en otros, aislados por la distancia
o por barreras físicas, la mortalidad fue menor, tal como sucedió en Polonia.
El problema de la peste negra es que se dieron una serie de rebotes: 1371-74; 1381;
1399 y el siglo XV, además de alguna oleada menos significativa.
Podemos hablar, por tanto, de una enfermedad mixta, hablándose inicialmente de la
peste bubónica, enfermedad que provoca la inflamación de los ganglios, generando
bubones de color negro oscuro, provocando esta enfermedad una bacteria, la vulva,
producida por las ratas y se transmite. El problema es que la peste negra solía
transmitirse más rápidamente y de forma más mortal que la peste bubónica. Eso hizo
pensar que hubiera otras enfermedades. Una segunda opción es la peste neumónica,
que afecta a los pulmones y los graves síntomas eran toser y escupir sangre. Se
transmitía por el aire y provocaba hemorragia, de mortalidad masiva y de transmisión
rápida.
Se podía dar una tercera variante, la peste septicémica o meníngea, que es una
combinación de las dos anteriores, inflamándose la sangre y la meningitis, no se
transmite por el aire y tiene una mortalidad del 70%.

Consecuencias
Se dan una serie de consecuencias muy graves desde el punto de vista humano,
social e histórico:
Caída demográfica de la población se calcula entre un cuarto, un tercio y la
mitad de la población, pasándose 73 millones en el 1300 a 45 en 1400. En el
siglo XV se va a dar una recuperación demográfica, dándose desde mediados
de ese siglo y se recuperan las cifras de 1300 en torno al 1500, con grandes
diferencias regionales y locales.
Económicamente, hay regiones muy afectadas por la peste que van a mejorar
económicamente y regiones poco afectadas por la peste que no van a crecer
económicamente, sin haber una relación de la pérdida de población y de la
economía.
Todo ello va a llevar a la reestructuración del campo rural entre los siglos XIV y
XV, dándose una reducción de la mano de obra agrícola, reduciéndose las
tierras cultivadas y a finales del siglo XIII casi todo lo disponible se cultivaba.
Fenómeno de los despoblados: lugares del siglo XIII que desaparecerán para
no volver a existir, sin saber dónde se está.
Caída de las rentas señoriales: menor población y menor producción llevan a
un menor comercio y, por tanto, a menor renta de pequeña y mediana nobleza,
alimentando los conflictos sociales y la violencia.
Respuestas a la crisis
El repunte de la ciudad hace que se dé una mayor demanda del Consumo de
carne y paños de lana.
Se abandonan tierras más pobres: antes se cultivaba todo, ahora se cultivan
las más productivas.
Diversificación del cultivo: vino, cerveza, regadío, frutas y arroz. Destacan los
cultivos industriales de seda, lino y algodón: productos útiles para artesanía e
industria.
Mayor desarrollo de la pesca, con el desarrollo de la pesca de altura, buscando
coladeros más lejanos, llegando hasta Canarias, Irlanda y azules.
Aumento de la producción artesanal campesina: fabricantes textiles,
herramientas, con el objetivo de aumentar las rentas familiares.
Reestructuración del campo medieval conlleva a consecuencias positivas para
la población rural, con efectos positivos.
18.2. Crisis y evolución del mundo rural
La escasez y relatividad de las cifras debe completarse con la matización de las
sensaciones. El comportamiento de la sociedad en ciertas áreas rurales nos acerca a
la impresión de estar ante un espacio lleno. El proceso de fragmentación de las
parcelas trabajadas por las familias campesinas, los esfuerzos desplegados para
conseguir ampliar modestamente el parcelario a costa de terrenos pobres a los que
hay que aplicar duros tratamientos para hacerlos producir y la aceptación del por los
colonos de las fórmulas de explotación aplicadas en los señoríos, solo se entienden en
una situación de hambre de tierras. En muchas de las ricas comarcas agrícolas se
reproduce la situación tradicional de las pobres regiones de montaña, donde las
condiciones naturales imponen, ante una técnica inmóvil, un límite poblacional que
cuando se sobrepasa obliga a la emigración como válvula de seguridad.

Desde finales del siglo XIII, las perspectivas para muchos jóvenes rurales eran la
emigración a la ciudad o la búsqueda a cualquier precio de tierra de labor, como hacen
los vasallos de señoríos ingleses entre 1260 y 1320, que llegan a pagar para obtener
el permiso del señor para casarse con viudas propietarias.
En otro orden de cosas, en esta misma época, se constata el temor ante una
deforestación profunda, lo que obligó a dictar normas protegiendo los bosques y
castigando duramente a los incendiarios, porque las devastadoras inundaciones
padecidas achacaban a las talas masivas en las laderas de las colinas. Y lo mismo
ocurre con la extendida conversión de pastizales en campos de cereal, que afectaba a
las cabañas ganaderas, disminuyendo la provisión de abono y la posibilidad de
regeneración de los campos sujetos a un ritmo de cultivo que los agotaba con enorme
rapidez.
El momento posterior a la tormenta suele ser de calma; el equilibrio alcanzado por
todas las fuerzas parece ser la razón del sosiego. En un balance final se puede
concluir que en el mundo rural el declive demográfico del siglo XIV fue mucho más
pronunciado que la producción de subsistencias, circunstancia esta que sirve para
sustentar un notable incremento de actividad agraria, aspecto en el que G. Boice
asienta la responsabilidad fundamental del movimiento económico bajomedieval.
Abandonadas las tierras marginales, decididas las extensiones dedicadas a la
ganadería, concentrando el esfuerzo en las áreas más fértiles y dejando reconstruirse
por el resto al bosque, la estabilidad alcanzada en el siglo XV por la población rural
representa la superación de la crisis por la sociedad europea.
La población europea, que seguía siendo mayoritariamente rural, había conseguido
afianzarse, el incremento de nacimientos y la recuperación de la esperanza de vida
permitían una sucesión generacional reglada; la coordinación entre producción y
consumo favoreció distribución fluida sin alteraciones en los precios y sin distorsiones;
la variación de los cultivos permitió una dieta más completa y mejoraba la renta
agrícola. Pero los grandes equilibrios alcanzados y que tengan repercusión el agua
alcance, se dan tres: equilibrio entre población rural y población urbana, tanto para
mantener la producción como la cooperación económica y social; equilibrio entre el
norte y el sur del Occidente europeo, desarrollando en cada una de las áreas un
método de explotación y, en tercer lugar, equilibrio entre espacio agrícola, pastos y
bosques, es decir, equilibrio ecológico.
Esta tendencia se observa a gran escala con los traslados a largas distancias de
grupos de colonos, pero también en recorridos cortos, con los abandonos de las tierras
marginales, en beneficio de las más productivas y cómodas, normalmente en la
llanura, lo que implica un movimiento de la población desde sus asentamientos en
altura con lugares poco saludables para ocupar los vacíos surgidos en localidades
mejores y mejor comunicadas.
En general, se produjo una reducción notable del espacio cultivado, sin reducirse por
ello la capacidad de producción agrícola, abandonándose las tierras dedicadas al
cereal de bajo rendimiento, lo que permitió, tanto a los campesinos como a los
señores, una reordenación de la actividad agraria y del tamaño de las explotaciones,
propiciando la expansión del bosque y de los pastos y favoreciendo un momento de la
productividad y la selección de los productos para satisfacer las necesidades del
mercado.

Y al mismo tiempo, en las regiones de suelos ricos emprendió el reagrupamiento y


reordenación de las tierras mejores, dando lugar a unidades de explotación amplias,
trabajadas por campesinos socialmente más fuertes, capaces de hacer frente a la esa
acción señorial y garantizar el crecimiento. Los núcleos de población aumentarán de
tamaño y atenderán nuevas funciones, como la industria rural, y se consolidarán el
comercio y las relaciones económicas con los hombres de negocios de la ciudad, que
intervendrán también en las actividades agrícolas.
La recuperación del bosque y de los pastos no fue solo una consecuencia del
abandono de las tierras menos productivas, también se debió a intereses económicos
y sociales nacidos del impulso del comercio y de la industria, necesitadas de materias
primas y artículos básicos para el consumo en la ciudad de producción rural.
La principal modificación del poblamiento en las distintas regiones europeas fue la
aparición de despoblados, es decir, la existencia de amplios espacios y núcleos de
habitación. Todos los factores antes mencionados contribuyeron en distinta medida a
cada región, a fomentar la desaparición de sus anteriores pobladores, y a marcar
diferencias inter regionales que se mantendrán vigentes en Europa durante los tres
siglos siguientes, hasta la revolución industrial. En general, las causas son la
búsqueda por sus habitantes de tierras mejores, la atracción de la ciudad y la marcha
hacia zonas más protegidas huyendo de la guerra y de la violencia.
Quizá la única excepción a la uniformidad del proceso observado procedía de la
Europa oriental, pues hasta las tierras escandinavas muestran la existencia de
poblados bajomedievales. En las amplias regiones de Polonia, Bohemia, Moravia,
Hungría, etc., se siguió impulsando un movimiento de organización durante todo el
siglo XIV y hasta muy avanzado el XV se crearon nuevos asentamientos campesinos y
mineros para aprobación de la cervecería el collage y las minas de cobre y plata.
18.3. La sociedad bajomedieval y la conflictividad social
I. La estructura social y sus cambios
En la Baja Edad Media se da la misma estructura social y jerarquía, con pequeños
cambios, dándose un aumento de los grupos intermedios campesinos y burgueses
(sectores artesanos y mercantiles), aumentando el peso demográfico y su influencia.
Por otro lado, la alta nobleza y el clero mantienen su predominio en todos los ámbitos,
sufren bastante menos la crisis, con la consolidación del modo de vida aristocrático,
con una presentación enorme, teniendo ajuares en los palacios y castillos. Hay toda
una serie de derechos documentación, con un gran desarrollo de la heráldica, un gran
prestigio a los títulos nobiliarios. Una parte de estos aristócratas en Flandes, Italia y
Castilla invierten en las prácticas comerciales.
Mediana y pequeña nobleza
La crisis hace que empeoren sus condiciones de vida y van a tener que buscar
alternativas. Van a buscar alternativas, recurriendo a la guerra y a la violencia de
manera frecuente para mantener su posición y estatus, llegando incluso a algunos a
extorsionar a los campesinos. Otros se dedican al bandolerismo, asaltando a la gente
por los caminos. Otra alternativa es emparentar con las familias adineradas
(burgueses o campesinos enriquecidos terror paréntesis que permiten a los pequeños
nobles mantener su posición (aportando el prestigio social los nobles). Práctica
habitual que se intensifica es el servicio a la monarquía: Reyes con estructuras
políticas y administrativas más desarrolladas, sirviendo la administración (siglo XIV) y

en el Ejército (a partir del siglo XV). De este modo, se da una nueva alta nobleza de
pequeños y medianos nobles que ascienden y una alta nobleza de origen no
aristocrático, que asciende al orden social por servicio al rey y adquieren el título
nobiliario, siendo la nobleza de toga o de servicio como son conocidos popularmente.
Campesinado
Una parte del campesinado se empobrece a raíz de la crisis, cayendo la servidumbre,
con eso metimiento de fuerte manera a los dueños (Europa oriental, eslava). Hay otros
campesinos que tienen tierras desde el siglo XIII, ya que no tienen dinero y pierden su
posición holgada, convirtiéndose en jornaleros o arrendatarios. Algunos emigraron a
las ciudades, otros se adaptaron, adaptándose a los nuevos tiempos en su profesión y
hay otros tantos que habían superado la tradicional condición de dependencia
personal, por lo que jurídicamente se caminaba hacia una paulatina igualación, pero
que acaban ascendiendo socialmente.
Así, podemos hablar casi de clases campesinas, con unos pocos que tenían el control
de amplios espacios y que sustituían en explotadores rurales, un bloque intermedio
que ha conseguido estabilizarse, desarrollar una actividad económica básica e
introducirse en los centros de decisión de la comunidad, y, por debajo, un grupo muy
numeroso, formado por pequeños campesinos que tras un período de cierta bonanza,
conforme avanza el siglo XV ven peligrar sus conquistas, igual que los jornaleros, cada
vez más próximos a los residuos de un campesinado dependiente que todavía perdura
muy disperso en muchas comarcas.
Los campesinos enriquecidos se configuran a partir de campesinos más
emprendedores, que aprovechan el primer impacto demográfico para concentrar
parcelas abandonadas cuyos dueños han fallecido o que el señor cede sin condiciones
ante la falta de mano de obra, o bien que procedan a arrendar con contratos de larga
duración. Al haber pocos campesinos, esta mano de obra se encarece, demandando
mejores condiciones de vida y teniendo que ser aceptadas por el señor, cobrando más
y pagando menos, siendo más demandados y hay muchos campesinos que acaban
siendo propietarios, con la formación o el desarrollo del grupo medio de campesinos
que salen muy bien parados.
Burgueses
Los burgueses se consolidan al tener una presencia enorme, siendo el grupo
socioeconómico urbano con gran fuerza económica en general, siendo denominados
como agentes del dinero y mejoran sus condiciones generales de vida, especialmente
los artesanos coman habiendo pocos y siendo más diversificados. A pesar de esta
mejora situación económica no se corresponde en el ascenso político, siendo
gobernadas por el patriciado urbano de grandes burgueses y la nobleza. Esto genera
ciertas tensiones y revueltas urbanas.
II. Los conflictos sociales
Los levantamientos urbanos no son, como tampoco las revueltas campesinas, un
rasgo específico derivado a la situación atravesada en los dos siglos finales de la Edad
Media, si bien están favorecidas por el desarrollo de la vida urbana y el tipo de
sociedad establecido en las ciudades. Aunque pueda apreciarse una cierta interacción
entre revueltas campesinas y revueltas urbanas, como en la sublevación inglesa de
1381, no se llegaron a articular bien ambas manifestaciones de rebeldía, dándose más
situaciones de discordancias, qué conexiones, a pesar de las proximidades

geográficas y cronológicas. En este ámbito, las relaciones entre campo y ciudad no


pueden definirse como contrapuestas, pero tampoco como expresión una unidad
interna frente a clases dominantes y a su afirmación del poder.
Las revueltas urbanas tampoco son consecuencia directa de movimientos de carestía
ni desesperación popular ante las calamidades ni producto de luchas ciudadanas,
aunque ante todas estas circunstancias intentó instrumentalizar la agitación popular.
Así, los conflictos sociales eran provocados por diversas causas:
Económicas: problemas económicos derivados de la crisis del siglo XIV,
malestar social que genera problemas.
Sociales: protestas por la presión fiscal: caída de rentas, formación del Estado
moderno que genera malestar.
Políticas: secuelas de guerras, detenciones, violencia y masacre.
Religiosos o morales: situaciones de pánico colectivo, caos moral, histeria
colectiva, sentimiento de vivir el fin del mundo. Cuando se dan este tipo de
fenómenos, con violencia controlada, se busca la purificación del mundo con
ataques a judíos y señores ricos.
Los conflictos de esta época no fueron tampoco generalizados, afectan a unas
regiones concretas en unos momentos concretos, y no todos siempre responden a las
mismas causas. Son los siguientes:
Cruzada de los Pastoreaux (1320)
Revuelta campesina en el norte de Francia, con motivaciones de tipo cruzadista,
marchando al sur para liberar la península Ibérica de los musulmanes. Se extiende
hasta el sur de Francia, llegando a la Corona de Aragón. Detrás de este factor está la
crisis económica del campesinado del norte de Francia, que se mezcla con el
sentimiento antijudío y se da las matanzas de los mismos. La revuelta acaba
exterminada por los nobles de la Corona de Aragón y del sur de Francia.
Revuelta de Flandes (1323-1328)
Revuelta de los burgueses del condado de Flandes, siendo una revuelta liderada por
artesanos urbanos y campesinos medios. Está relacionada con la crisis alimentaria
(malas cosechas, aumento de los precios), industrial (competencia y la italiana de la
industria pañera) y aumento de impuestos del Conde de Flandes. La revuelta fue
reprimida por el Conde con ayuda del Rey de Francia, en tanto que el señor del
condado, muy disputado con los ingleses.
Pogromos de 1349
Pogrom (ataque masivo a los judíos). Se da una serie de ataques jurisdiccionales a
comunidades judías en Alemania y el norte de Francia en contextos de peste negra,
siendo considerados como culpables. Los ataques van a ser considerados por el papá
y la iglesia, aunque la población va a seguir atacando.
Revuelta de la Jacquerie (1358)
Revuelta de los campesinos del norte de Francia, adoptando el nombre popular entre
el campesinado de Jacques (Jacobo). Esta revuelta se basaba en que justo después
de 1356 se dio una gran derrota desgracia francesa en Poitiers, habiendo un vacío de
poder, con violencias por doquier en la prisión fiscal: más dinero coma más impuestos
y más presión sobre el campesinado. La derrota de la obligación campesina en junio

de 1358 y la posición de Carlos de Navarra en su aplazamiento y represión, alteró la


fortaleza de Etienne Marcel, preboste de los mercaderes y líder de esta revuelta, que
perdió el apoyo popular al transigir con los intereses de las capas superiores de la
burguesía parisina haciendo elegir capitán al rey de Navarra, que trabajaba a favor de
los ingleses. El 31 de julio de 1358, abandonado por todos, el preboste fue asesinado
y la revuelta sofocada rápidamente.
Levantamiento de los ciompi en Florencia
La protesta violenta de loción Pittsburgh no se desarrolló entre junio y agosto de 1378,
como una rápida sucesión de acontecimientos en 3 etapas: una fase reformista en
junio, la explosión revolucionaria de mitad de julio a finales de agosto y, a
continuación, una larga represión. En sus inicios se conjuga el problema político
(güelfos y gibelinos) con la difícil situación de la industria pañera. El levantamiento de
los asalariados textiles (22 de junio de 1378), se dirige a los centros de poder (asalto
de los palacios y conventos) y llevan a las signoria a proponer medidas reformistas,
para permitir la participación en el Gobierno de todos los artesanos, incluidos los
ciompi, esto es, los menos cualificados y más numerosos.
Un mes después se atacó el Palacio de la Signoria, muchas residencias patricias, el
Or San Michele, los depósitos del grano, los archivos de Justicia, y se ahorcó al
verdugo. Sí insistía en la exigencia de extender los derechos políticos y sociales y
disfrutarlos por los patricios a todas las clases, a través del reconocimiento del arte del
popolo minuto y su inclusión en el sistema de participación en el gobierno, a similar
nivel que el resto de las corporaciones de oficio. Pero aquí hicieron su entrada los
elementos más radicales, el grupo llamado popolo di Dio, encabezado por Antonio di
Ronco, imbuido por ideas igualitarias y milenaristas. El enfrentamiento de ambas
facciones supuso unas semanas de terror que culminaron en una masacre callejera y
la reacción de la signoria apoyada por los patricios.
La represión que siguió se prolongó varios meses significó unas 1600 condenas a
muerte, el destierro de los dirigentes, la anulación de las medidas tomadas y la vuelta
a la situación constitucional de 1293. En definitiva, el endurecimiento del régimen
oligárquico.
Revuelta inglesa de 1381
Revuelta en Inglaterra por un campesinado y por pequeña nobleza rural, se consolida
la revuelta más grande de la historia en Inglaterra. Las causas son los problemas
económicos de la Guerra de los Cien Años, la presión fiscal enorme y las
predicaciones, con mensajes religiosos sociales igualitaristas y apocalípticos y de los
boyardos, que seguían las predicaciones del wycliffismo. Van a entrar en Londres, van
a intentar controlarlas Ricardo II, que es muy joven. Esta revuelta acaba cuando se
lleva a cabo una negociación que se traduce en represión y final de la revuelta.
Pogromos de 1391
Persecución masiva de judíos que estaba en y se expande por la península que da
origen al problema converso del siglo XV.
Revuelta de los labochiens (1411 al 1413), Simon Laboche
Esta revuelta se produce en París, en conflicto entre borgoñones y armañacs. Se da la
revuelta de grupos populares burgueses liderados por los carniceros, causando

diferentes violencias, un conflicto social y político, controlando al gobierno y


haciéndose con el poder en París y la revuelta acabó mortalmente en derrota.
Revuelta de los husitas en Bohemia (1420-1434)
Predicaciones de carácter religioso, identitario (alemanes y eslavos), que van a durar
lugar a esta revuelta.
Las revueltas del siglo XV son menos aterradoras y hay muchas revueltas locales y
urbanas.
18.4. La expansión comercial y artesanal de finales de la Edad Media
I. Áreas, rutas y centros comerciales
Se practica de forma similar a la época anterior, con una entidad similar y cambios a
partir de mediados del siglo XV. Lo que se observa a partir del siglo XIV es un declive
en los en el comercio Mediterráneo, por los cambios que afectan a las rutas
comerciales, teniendo una serie de problemas como la expansión de los otomanos en
torno a lugares de Constantinopla y Asia Menor, además de la expansión de
Tamerlán, factores que impiden el desarrollo del comercio Mediterráneo, que hace que
Venecia y Génova se vean afectadas.
Los italianos van a invertir mucho en su propia industria desde este mercado y, al
mismo tiempo, empieza a mirar hacia el Atlántico (sobre todo los genoveses). La crisis
del comercio italiano afecta mucho al comercio catalán, estando en crisis a partir de
los siglos XIV y XV y acentuándose en este mercado, pasando a ser Barcelona a
encabezar el punto principal del Mediterráneo.
A su vez, en este momento se da un auge del comercio atlántico. En Flandes y el
norte de Alemania se da la Liga Hanseática, coalición económica de ciudades, que
mantiene su prosperidad y predominio, aunque se da una competencia creciente de
ingleses y castellanos durante el siglo XIV. Flandes, sin embargo, sufre una pérdida
del terreno, ya que los comerciantes flamencos pierden peso ante los castellanos y los
ingleses, viéndose esa competencia acentuada. Se da también un cambio local, ya
que Brujas deja de ser el puerto principal de Flandes y es sustituida por Amberes, gran
ciudad comercial de Flandes. Flandes, de esta manera, toma el relevo.
Se daba un auge del comercio castellano: destacan las ferias de Burgos, Medina,
dándose expansión de nuevos mercados, yendo hacia el Mediterráneo y el Atlántico
comercial. Se da una célula comercial y militar con predominio fuerte. También se da
el auge de Comercio portugués, con búsqueda y encuentro de la ruta de las Indias,
siendo un imperio poderoso.
II. El auge de la industria textil
Auge de la industria textil, gran industria de esta época y se da una producción En
Cataluña se fabricaban paños de gran calidad, cada uno haciendo una función. En
Florencia, la mayor parte de la ciudad se dedicaba a estos productos, fabricándose de
80.000 a 90.000 piezas. La caída de mano de obra provocó cambios políticos, que
junto a una especialización de la población provoca la mejora de las condiciones de
trabajo, siendo mejor pagados y tecnifican este tipo de artesanía, con el torno de hilar,
que sustituye a husos y recetas.

Productos importantes
Lino: tejido más común, industria enorme y se utiliza más para el comercio
local.
Algodón: auge en el Mediterráneo, dedicada a exportación en Cerdeña y
Sicilia.
Lana: de Karen flanders, produciéndose menos; y aumenta en Italia, Inglaterra
y Castilla con la lana de paños.
Seda: producto de lujo, se fabrica en secreto con técnicas orientales cómo que
se convierten muy rentable en Italia.
Se produce el auge de la industria textil a la vez auge de la demanda, demandando las
más los sectores burgueses y campesinos acomodados, que tienen más producción y
recursos en el campo. En lugar de comprar y hacerse el tejido, se encargan ya las
piezas completas.
Este artesanado bajomedieval no puede considerarse todavía un artesanado
capitalista, sabiéndose esto por los libros de ventas, que dan pistas de cómo
entendían el negocio. Al artesano no le interesa el balance, no le interesa acumular
capital, sino que le interesa mantener a sus clientes (tener trabajo) y garantizar los
cobros (clientes fieles, constantes, con lo que se pueda vivir y garantizarse los cobros).
III. Otros sectores artesanales
Industria del vidrio: industria de lujo, generalizándose el uso de ventanas con
vidrio y los espejos. La industria del vidrio de murano de Venecia y la industria
del vidrio de bohemia son las más importantes.
Industria de la imprenta: la industria se dedica a la difusión del papel, se ha
extendido de forma general.
Metalurgia: sector muy tecnificado, industria cara, sociedades de tipo capitalista
y favorecida por desarrollos técnicos. Se da unas nuevas técnicas de forja
(fabricación y tratamiento de los metales) y favorecida por el desarrollo del
armamento individual YO de artillería.
Naval: avances técnicos por auge del comercio Atlántico, que impulsa los
nuevos avances: coca, carabela (invento portugués), nao, carraca (barco
grande y pesado).
TEMA 18: CULTURA, ARTE Y CIENCIA: DEL “OTOÑO DE LA EDAD MEDIA” AL
“RENACIMIENTO”
19.1. Cambios en el pensamiento intelectual: de la Escolástica al Humanismo
I. Evolución del pensamiento escolástico
En general, los siglos medievales siguen arrastrando el estigma de oscuridad,
violencia y suposición atribuido por los eruditos del Renacimiento y del siglo de las
luces. Ni siquiera los avances económicos, sociales y políticos y la renovación
intelectual logrados por la sociedad occidental en los siglos XIV y XV, disipan la visión
de muerte y retroceso adjudicada.
Y es que en los dos últimos siglos medievales, las universidades multiplican su
número y están presentes en toda la geografía occidental, la literatura y las artes
experimentan una transformación profunda, la ciencia se aparta un tanto a
especulaciones antiguas y rompe el corsé de la verdad revelada que le sujetaba.
Así podemos decir que esta etapa conocida como “Otoño de la Edad Media” es un
periodo marcado por varios procesos culturales, como el declive de valores frutales de
la plena Edad Media, siendo valores que se mantienen, pero se desarrollan más los
valores urbanos y burgueses, puesto que en la ciudad se mueve lo moderno. Se da el
fenómeno cultural importante con los clérigos, Reyes y nobles. La novedad es que no
la van a monopolizar estos grupos, sino que también la van a llevar a cabo los
burgueses: familias, de forma individual, gremios…
De esta forma, podemos decir que la transformación del pensamiento especulativo
está impulsada por el proceso de laicización general y la pérdida del monopolio de la
cultura por la minoría aristocrática; como telón de fondo, los nuevos aires aportados
por la sociedad urbana. En ningún sitio como en la ciudad se plasma mejor el axioma
del poder como generador de cultura, pero también, ninguna sociedad como la urbana
bajomedieval fue capaz de orientar una transformación tan global, coordinada y con
tanto camino por delante. Orientando todo, su espíritu laico, más utilitario, menos dado
a planteamientos teóricos, unido a su idea equilibrada y racional del mundo.
La progresiva autonomía comenzó por el derecho, pasó a la literatura, la medicina, y
más tarde, a las ciencias y la política. Paralelamente creció el interés por los
conocimientos prácticos, cuyo arranque es la simple necesidad profesional inmediata,
transmitidos oralmente, con reflexiones teóricas.
De esta forma, podemos decir que se va a dar una creación de Cultura de las élites,
Reyes, aristocracias, altos prelados, en definitiva, el arte oficial; y la cultura popular
llevada a cabo en las expresiones culturales populares y las fiestas. Un personaje
destacado es Martín Vázquez de Arce, caballero letrado de la Orden de Santiago.
Pero, lo más significativo es la separación entre la fe y la razón, la idea concebida de
combinar la fe y la razón en un solo sistema de pensamiento se empieza a perder a
finales del siglo XIII y se pone en duda todo lo relacionado entre filosofía y teología,
tendiendo a separarlos y se dan cuenta de que son dos ámbitos que no encajan tanto.
II. El desarrollo de las universidades
En esta época ya se había producido la expansión de las universidades. Esta
expansión no afecta solamente a su número, sino por la cantidad de sus estudiantes y
la distribución geográfica. Entre 1300 y 1500 se crearon 56 nuevos centros

universitarios (frente a las 23 existentes), destacando las fundaciones de las


universidades de Barcelona (1450) y Alcalá (1499).
Muchos de los nuevos centros no pasaban de ser antiguas escuelas ligeramente
modificadas estructura para impartir los estudios de artes como arranque para una
carrera superior o, sobre todo, para formar al personal que atendiera a la burocracia
de las nacientes administraciones estatales. Las universidades bajomedievales
estaban dotadas económicamente, contaban con ayudas para pagar a sus profesores
y para garantizar a algunos estudiantes pobres la posibilidad de cursar sus estudios,
pero eran menos independientes internacionales que las anteriores; sus patronos
trataban de evitar que sus súbditos asistieran a los centros de fuera o que
determinadas cuestiones se analizaran en sus aulas.
A pesar de esto, las grandes universidades, como París, Bolonia y Oxford mantuvieron
un alto número de estudiantes. Y fueron éstas las que se convirtieron en los centros de
opinión y de formulación teórica ante los graves problemas planteados con motivo del
cisma papal y la diatriba provocada por conciliar estas y papistas, así como en el
debate para poder definir el poder público y la nueva concepción del Estado,
dejándose en muchos casos arrastrar por la dinámica de la situación política. El
impulso individual y las aportaciones originales dentro del mundo universitario y fuera
de él alcanzaron en el campo de análisis lógico un nivel extraordinario en el más
amplio sentido académico, es decir, con esas connotaciones debidas al mundo real
que la rodeaban. Los pensadores más potentes del siglo 15 fueron, precisamente,
aquellos que eran difícilmente clasificables, formados en las distintas corrientes del
conocimiento y con una amplia y diversa preparación.
Los tres representantes del mundo entre universitarios en momento fueron:
Juan Gerson (1364-1429)
Doctor en teología por París y canciller de esa universidad en 1395, destacado entre
los representantes del nominalismo, acérrimo defensor de la supremacía del Concilio
sobre papa y enemigo de Huss; promotor de una teología mística y autor del tratado
De concordia metaphysicae cum logica.
Nicolás de Cusa (1401-1464)
Formado en la escuela de Deventer (Hermanos de la Vida Común) y estudiante en las
universidades de Heidelberg, Padua y Colonia, lo que le permitió recibir una influencia
muy fuerte de las tendencias del pensamiento: nominalismo, averroísmo y tomismo, a
lo que añadió un profundo conocimiento de la obra de Platón y los neoplatónicos; sus
libros De concordantia Catholica, en el que analiza las relaciones iglesia imperio con
una clara visión histórica (es el primero que señaló la falsificación de la Donación de
Constantino) y propone que el consenso popular es la base de la ley; y su tratado De
docta ignorantia, donde manifiesta la imposibilidad última de una explicación racional
frente al posible conocimiento intelectual e intuitivo.
Giovanni Pico della Mirandola (1463-1494)
También tiene una faceta humanista, presenta una formación universitaria debido a su
paso por las de Bolonia, Padua, Pavía y París, y fuertes contactos con Ficino y los
neoplatónicos; el sincretismo de su pensamiento queda recogido en su oración acerca
de dignidad del hombre, redactada como introducción a la controversia pública
propuesta para defender sus 900 tesis; acusado de herejía por Inocencio octavo, huyó
a Francia al volver a Florencia (1488) escribió su Heptaplus (interpretación de la

doctrina cristiana a través de la Cábala), para, finalmente, sentirse atraído por


Savonarola, que representaba la voluntad atlética medieval frente al espíritu
renacentista.
III. El Humanismo
A mediados del siglo XIV surgen en las ciudades italianas, primero en Florencia, luego
en Venecia y Roma, grupos de hombres de letras que recurriendo a cultura antigua, al
conocimiento de estos clásicos y al modelo Cristiano primitivo quieren recrear una
cultura humanista que sirva de pauta para reformar la iglesia y la conciencia de cada
fiel. Se trata de un movimiento elitista que arriesgara en círculos muy concretos de las
sociedades urbanas occidentales.
Petrarca (1304-1374), Bocaccio (1313-1375) y Salutati (1331-1406) fueron los
primeros humanistas, los impulsores de las ideas más abiertas y los defensores de las
virtudes heroicas del hombre y de su capacidad de vencer cualquier obstáculo por
medio de la virtud (talento individual) y del conocimiento. Su enfrentamiento a los
universitarios, a ver revistas o nominalistas, su falta de acuerdo con los monjes y
mendicantes y su sintonía con las comunidades de la “devotio moderna” es
consecuencia de su convencimiento de que a través de la meditación, el estudio de la
ciencia antigua y el conocimiento de estos evangelios se podía alcanzar la sabiduría.
Este humanismo temprado, continuado por Lorenzo Valla (1405-1457), Alberti (1404-
1472) e incluso por Nicolás de Cusa y Pico della Mirandola, entre otros, trasciende su
puro valor erudito y pretende constituirse como doctrina capaz de formular un proyecto
de reforma global de la Iglesia de la sociedad, buscando, a través de los valores
antiguos y de una nueva práctica pedagógica, la paz universal y la imposición de un
sentido cívico. Su difusión en Francia, coincidiendo con el gran cisma de Aviñón y con
el más duro momento de la Guerra de los Cien Años, lo dotó de rasgos más ásperos y
lo puso al servicio de la acción política.
El carácter elitista cada vez más aristocratizante y el conformismo social de muchos de
sus últimos impulsores permitió un cierto acomodo de ansiedad humanistas al ejercicio
del poder absoluto impuesto por las grandes monarquías nacionales y los pequeños
príncipes italianos en los años finales de la centuria de 1400, llegando en algunos de
estos últimos a convertirse ornato y se quitó las cortes de los más sanguinarios
dictadores de su época.
19.2. La literatura y los libros
I. La nueva literatura bajomedieval
La literatura experimenta cambios bastante profundos, que recuerda haloque pasa en
el arte, que llega ahora, por primera vez, a un público más amplio, urbano.
Precisamente por eso, esta revolución se integra en el seno del proceso de cambio
general experimentado en Occidente, en plena armonía con las transformaciones
sociales, económicas, políticas y éticas, y con el impulso debido a los avances
técnicos y científicos desarrollados en ese mismo momento.
El verdadero sentido del cambio gira en torno a dos aspectos:
En primer lugar, la nueva y más amplia distribución social de la actividad
literaria y artística; el autor busca llegar a todos, escribe en lengua vernácula,
cuenta ilustra sueños que pueden interesar a muchos y se han entendido por
ellos; muestra la belleza y describe el mundo y los movimientos del ánimo con

formas naturales; el realismo y la transmisión de las imágenes tal como son


constituyen el gran objetivo de pintores y escultores.
En segundo lugar, se crea la obra laica, es decir, se abandona el concepto del
arte como complemento de la liturgia y se pone al servicio del hombre; la
referencia directa es el hombre y la naturaleza (incluso cuando el tema sea
religioso) y, además, el hombre dentro de su escenario, el social o es natural
(paisaje); esto sirve para abrir las puertas del mecenazgo a la sociedad civil,
contribuyendo al cambio de estética y a la consideración social del artista.
En el siglo XIV se produce la consolidación y maduración de las literaturas nacionales
en sus dos vertientes lingüísticas: las lenguas vernáculas y el latín. En ambos casos,
al margen de los problemas puramente literarios, se produce una reacción contra el
bárbaro latín medieval de los geólogos y de las universidades y se inicia la búsqueda,
en un latín neoclásico en un vulgares romance, de un medio de expresión más
elegante y cercano al conjunto social que demanda una literatura escrita que pudiesen
leer ellos mismos y desafectarse la cultura derivada de la nueva sensibilidad colectiva
que protagonizaban.
De este modo coma se consolidan las literaturas nacionales, que se escriben en la
lengua de cada reino. En Italia, empieza este ámbito, especialmente en Florencia,
teniendo autores como Dante Alighieri (1265-1321), autor que escribe en lengua
Toscana, con escritura en un estilo nuevo, denominado como el dolce stil nuovo, cuya
obra cumbre es La divina comedia. Federico Petrarca (1307-1374) se le atribuye la
noción de biblioteca pública, edificio donde todos los ciudadanos pueden alcanzar la
noción del saber. Bocaccio (1313-1375), cuya obra más conocida es Decamerón,
consistente en una serie de datos que exaltan la alegría de vivir, en un contexto de
pandemia y de confinamiento por la peste.
En Francia se da literatura en lengua d’oui (francés), escribiéndose mucha poesía
lírica. En el ámbito de la historia destaca Jean Fuissart (1337-1404), conocido por ser
el cronista de la Guerra de los Cien Años, escribiendo las Chroniques. En el siglo XV
la literatura francesa está encabezada por Christine de Pisan (1364-1430), nacida y
asentada en Francia, de origen italiano, va a ser una escritora muy reputada y muy
productiva en su tiempo, destacando la obra la Ciudad de las Damas.
En Inglaterra destaca Geoffrey Chaver (1340-1400), con su obra Cuentos de
Canterbury (1380), conjunto de relatos que describen a personajes de la sociedad
bajomedieval inglesa. Cabe destacar que en Inglaterra se va a escribir en francés
hasta el siglo XV.
Corona de Aragón: Juan Fernández de Heredia (m. 1346), de la orden del temple,
humanista del siglo 15 historiador aragonés; Francesc Eximeno (m. 1409), franciscano
político y teólogo, entiende cómo debe ordenarse el mundo; Ausías March (m.1459) y
Joanot Matorell son otros autores destacados.
Corona de Castilla: crónicas de los Reyes de Castilla, hechas por don Diego López de
Ayala; coplas por la muerte de su padre, de Jorge Manrique; Íñigo López de Mendoza,
marqués de Santillana y aristócrata castellano del siglo 15, además de literato, son los
autores más destacados, contando con influencias francesas e italianas del
humanismo.
II. Los cambios en la lectura y en los libros: la imprenta
Cambios en la forma de leer: se pasa de escuchar una lectura pública en voz
alta (“uno lee, los demás escuchan”) a una lectura individual, en silencio y, por

tanto, de forma privada. Tiene que ver con la aparición de un tipo de lectura
nuevo: laicos burgueses que leen para mejorar su formación o bien por placer,
tipo de lector nuevo con nuevo tipo de lectura.
Concepción del libro y su producción: hasta el siglo XV el libro es una
herramienta, un útil de trabajo (liturgia para los clérigos, historia para guardar
prestigio, sin conocimiento en las universidades, en oficio para aprenderlo,
etc.). A partir del siglo XV, el mundo del libro es más amplio, con un aumento
de la demanda de libros baratos y especializados, escritos en papel y en
lengua vernácula, teniendo un uso temporal y aumenta el mercado de libros de
lujo, de gran calidad y personalizados, con miniaturas y siendo una obra de
Dios.
Aparición de la imprenta: llega en un momento de cambios, con un sistema de
tipos móviles de origen chino, aplicado por el alemán Johannes Gutenberg, que
supone una auténtica revolución, con un éxito inmediato y hay una producción
de libros impresos grande y variada. Los libros impresos antes del 1500 son los
incunables. A pesar de su éxito, va a ser rechazado por algunos intelectuales y
se pensaba que se tenía que seguir escribiendo libros con la pluma. Destaca
especialmente la impresión y los tipos de libros, favoreciendo a capas amplias
de la población puesta acceder a los libros. También favorece la difusión
masiva de ideas. La imprenta favorece el aprendizaje de la escritura y de la
lectura, que desde el siglo XV se veía como una obligación social.
19.3. Los avances científicos y técnicos
Matemáticas
Se impone la numeración árabe frente a la tradicional romana, ayudando al manejo de
los números. Se usan los símbolos más, menos, cifras de cero o el millón, que ayuda
al desarrollo de las matemáticas.
Física
Se da una física teórica gracias al desarrollo de la filosofía griega y avances más
notorios en la física práctica: óptico en relación con las lentes: and cups y la
astronomía y astrología. También se dan avances en el magnetismo, fabricándose
brújulas que favorecen en el comercio y la exploración, estando en relación con la
mecánica y con avances en la acústica, destacando la fabricación de órganos y
estando presentes en todas las iglesias.
Química
Relacionada con la magia y la religión, es una mezcla de disciplinas, con el desarrollo
de la alquimia, que no es estrictamente superstición, dando lugar a las fórmulas
médicas y que forma parte de las prácticas científicas. Sea también la resolución de
problemas prácticos, con avances en el desarrollo de bebidas alcohólicas como
cerveza o los licores, en la producción del vidrio (uso generalizado de ventanales),
fabricación de jabón en lavado de la lana, avances químicos en fabricación del pincel,
avances en los trabajos de aleación y fundición de los metales (campanas, armas
armaduras, cañones y fabricación de pólvora Ferro paréntesis.
Ciencias biológicas (botánica)
Hay un uso creciente de plantas medicinales, nobles, que se tienen en los jardines
botánicos plantas bonitas y útiles. Se da un gran interés en entregar parques de tierras

donde adquieren animales exóticos. Por otra parte, la medicina va a ser usada con dos
tendencias:
Tradicional, que viene de Grecia y Roma, siendo una medicina o moral,
basándose en la salud en cuatro cualidades: frío, calor, humedad y sequedad,
con los cuatro humores: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra.
Específica: se desarrolla a partir del siglo XIV, teniendo que ver con la peste
negra, generando nuevas ideas los médicos, llegando a la conclusión de que
cada enfermedad tiene sus causas, síntomas y remedios, viendo según los
síntomas y las causas que lo provoque que remedios son útiles, habiendo ya
una evolución considerable de ámbito anatomía, con la cirugía o la sutura
como novedades más destacadas.
19.4. La geografía y el conocimiento del mundo
A partir del siglo XIII, los europeos crecen más iban a ir expandiendo por el Mundo,
habiendo misioneros franciscanos, dominicos y mercaderes que van a África y Asia.
Destaca en este momento la cartografía, con mapas muy avanzados que se llamaban
costas y puertos (portulanos) y se dan tres escuelas de cartógrafos: escuela
genovesa, escuela portuguesa y escuela mallorquina. Destaca esta última con el Atlas
Catalán del 1375, realizado por Abraham Cresques.
Además, se da la idea de circunnavegación de la tierra, es decir, se consideraba ya la
tierra como redonda y como posibilidad ir por el oeste, dando la vuelta al mundo. Con
esto se desarrolla la literatura de viajes, poniéndose de moda los libros de viajes,
destacando el libro de maravillas de John de Madeville (personaje ficticio, siglo XIV, de
autor anónimo), habiendo un compendio de datos reales ibéricos y otros inventados:
impresión medieval sobre lo que hay más allá de lo que se conoce. Esto explica la
opción de los portugueses y castellanos incursionando en el nuevo mundo.
19.5. Las artes
I. Cambios artísticos
Se dan cambios artísticos interesantes, parecidos a los de la literatura, con un mayor
acercamiento al mundo laico. Los temas se alejan de los dictámenes religiosos,
dándose un mayor interés por el ser humano (antropocentrismo), habiendo un mayor
realismo con el arte del Renacimiento, qué tiene que ver con el papel de los mecenas.
II. Mecenas y artistas
Hasta finales del siglo XIII la obra de arte nacía por iniciativa influencia en un grupo
social muy reducido, constituido fundamentalmente por la jerarquía eclesiástica que,
por su formación homogénea y su unidad de creencias, imponía un concepto único, el
litúrgico. Después de 1280 se amplía el cuerpo social sobre el que se apoya la
creación artística, haciéndose más móvil y complejo, dando entrada con ello a nuevas
actividades y concepciones y favoreciendo a la sociedad contemplara de una manera
distinta a los artistas.
Los artistas, hasta el siglo XIV, son trabajadores manuales, de extracción social
modesta, casi anónimos, que permanecen en un segundo plano con respecto al
cliente. Será a comienzos de siglo cuando entremos artistas conocidos, como Giotto, y
los inicios del comercio de obras de arte, todo ello amparado en el consumo de una
burguesía en crecimiento, que demanda objetos a medio camino entre la obra de arte

y el utilitarismo (estampas, ofendería, marfiles, tapices, etc). El resultado es la mejora


socioeconómica los artistas artesanos y una cierta independencia creadora.
Se avanza claramente en la laicización del arte. La iglesia pierde gran parte de su
capacidad de mecenazgo por la incorporación del poder civil a la lucha por el control
de la sociedad, que se acompaña con manifestaciones públicas ciudadanas, como en
pisa, donde frente a la estatua del emperador se levantó la luna dama como
representación de la ciudad, o las esculturas del basamento del campanario de
Florencia, que simbolizan el trabajo y el buen gobierno como garantías de la paz y el
orden, o los frescos del bueno y del cativo gobierno del Palacio Comunal de Siena,
obra de Lorenzetti por encargo de República ciudadana. Mientras, la cultura
caballeresca impulsada por el triunfo del espíritu a caballería, introduce su nueva
estética, donde destacan las escenas de guerra, de violencia y de figuras Armadas, los
condotiero y de Simone Martini y las representaciones de caballero San Jorge, por
ejemplo.
Sin nunca llegar a romper los lazos de dependencia con los clientes, los artistas
(pintores, escultores y arquitectos) lograron a comienzos de siglo XV un mayor respeto
en su condición social y, sobre todo, en su libertad de trabajo. Los grandes artistas del
siglo XV, reclamados por las grandes casas principescas, por las cortes reales o por el
papado, impulsaron las nuevas concepciones artísticas y elevaron, gracias a la mezcla
de técnica y arte, su consideración intelectual.
III. La nueva arquitectura
En arquitectura se introduce el arte gótico en diferentes variedades: Mediterráneo
(Catedral de Mallorca, Catedral de la Santa María del Mar en Barcelona), Hospo de
Besore (Borgoña), Aljubarrota (1365).
Destaca la arquitectura nueva en Florencia, ya que a mediados del siglo XV, el entorno
cultural del humanismo italiano, se produce la consciente y definitiva separación entre
los modos arquitectónicos y urbanísticos medievales y los que iban a marcar las líneas
plenamente renacentistas. Las propuestas innovadoras planteadas por León Battista
Alberti (1404-1472) en Descriptivo Urbis Romae y De Re Aedificatoria, tomando como
base los presupuestos clásicos de Vitruvio, desarrollaron un programa de renovación
total del espacio la ciudad, de organización lógica de la forma urbana y dos elementos
más expresivos de su ordenación morfológica. Alberti transforma también la
consideración del arquitecto medieval, poniendo de relieve la vertiente intelectual y
espiritual de su trabajo.
La revisión del concepto de ciudad a la luz de las nuevas ideologías y, sobre todo, del
modo de entender al individuo dentro de las estructuras de relaciones, impulsó una
necesidad de construir ciudades nuevas, en las que se tuviesen en cuenta también las
condiciones de tipo estructural derivadas de la vigente organización político económica
y la aplicación de la tecnología defensiva impuesta por la artillería. Ello propició la
búsqueda de soluciones teóricas y prácticas que persigue la idea de la ciudad como
símbolo del mundo burgués más racional, ordenado y planificado según esquema
jerárquico de la sociedad.
Estos planteamientos, fundamentalmente teóricos, significan la culminación de una
progresiva transformación de la nación urbana y arquitectónica medieval que se
remonta a mediados del siglo XIII, con la instalación en las ciudades de las órdenes
mendicantes y la construcción de sus grandes iglesias en barrios periféricos poblados
por una sociedad humilde, a las que se rodeaba de espaciosas plazas que permitían

grandes concentraciones y espectáculos no siempre lúdicos. Paulatinamente, la


implantación de franciscanos y dominicos supuso aproximación de familias
importantes asimilaciones de dichas iglesias, al tiempo que la experiencia de gran
peste aconsejó adoptar medidas de tipo higiénico sanitario, junto a las de control
sociopolítico derivadas en estabilidad política de los años posteriores. De aquí surgirá
un debate de raíz humanista apoyado, sin duda, en la vivencia de que una ciudad
vieja, sucia, con calles estrechas y tortuosas, carente de canalización de aguas y sin
una mínima distribución de sus habitantes, constituía un lugar propicio para el
desarrollo epidemias mortíferas y para la explosión de tumultos y desórdenes difíciles
de combatir.
IV. La renovación de la pintura y la escultura
Vasari llamo rinascita al esplendor alcanzado por pintores y cultores desde los
primeros años del siglo XV. Es determino, que no debe confundirse con el nacimiento
utilizado después, alude la inspiración y referencia basadas en la mimesis de la
realidad, sin tomar la antigüedad con modelo imitar y copiar. El centro ese movimiento
se organiza en la región italiana de Toscana, con Florencia a la cabeza, si bien hay
que señalar que paralelamente se desarrolló otra experiencia también decisiva por
artistas flamencos.
En ambos casos, la creación artística va pareja al progreso económico, político y
social. Las ciudades flamencas y toscanas son, con diferencia, las más ricas del
Occidente, y sus burguesías, las impulsoras de una actividad comercial de nivel
mundial. Brunelleschi, Donatello y Masaccio son, posiblemente, los grandes
innovadores del círculo toscano y junto a ellos una larga nómina de pintores con
nuevos temas y nuevas fórmulas expresivas: Fra Angélico, Paolo Uccello, Benozzo
Gozzoli, Andrea Mantegna, Piero della Francesca, Antonio Pollaiuolo o Sandro
Botticelli.
En cuanto a la escultura, será Donatello quien rompa con las elecciones góticas para
transmitir vida y movimiento a las estatuas en detalle como las manos o las cejas,
producto de una observación del natural. Junto a él, adoptando los presupuestos de
sus primeras obras, otros grandes escultores marcan una progresión que culmina
Verrocchio (1435-1488), renovador de aspectos tan elocuentes como la luz para
modelar la realidad y comunicar la vida terrestre con el más allá introducir la filosofía
platónica en sus obras.
Simultáneamente, desde los últimos años del XIV, con la misma idea de lograr un arte
lleno de vida y más realista que el desarrollado por los artistas góticos, basados en
figuras más rigurosas y austeras, paisajes minuciosos, con perspectivas y diseños
reales, se desarrolla una transformación igualmente decisiva en torno a la corte de los
duques de Borgoña. El temprano impulso del escultor Claus Luther (1340-1405)
conduce a la obra del pintor Jan van Eyck (1390-1441), especialmente sus retratos,
con el cambio en la técnica, que sustituye los colores suspendidos en huevo, la
tempera tradicional, por la pintura al óleo, que empleaba el aceite como aglutinador de
los pigmentos, pudiendo, gracias a ello, trabajar más lentamente y con mayor
exactitud, superponer capas de colores, realzar partes más luminosas con toques de
pincel muy fino y de un tratamiento minucioso a los múltiples detalles que componían
sus obras.
El matrimonio Arnolfini (1434) puede ser el modelo del nuevo concepto introducido por
Van Eyck, e incluso en su firma colocada en lugar destacado, Johannes de Eyck fuit

hic; pero, además, Van Eyck introdujo una novedad de enorme trascendencia, al
pintar a su mujer en su sencilla esta naturaleza, no por encargo ni por exigencia del
mecenas sino por el simple placer de hacerlo. En ese momento, el artista de corte
accedió a la independencia al derecho de crear libremente, por su propio gusto.
Aproximadamente, esto coincidía en el tiempo con la decisión de Masaccio de poner
su rostro a uno de los apóstoles del tributo de la moneda, fresco que pintaba en la
capilla Brancacci de iglesia florentina del Cármine.

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