Literatura Medieval BACHILLERATO
Literatura Medieval BACHILLERATO
Literatura Medieval BACHILLERATO
LA EDAD MEDIA
En las cortes señoriales de Provenza desde el siglo XI al XIV, se cultivó una poesía
refinada y cortesana, origen de toda la lírica en lengua romance. Compuesta por los trovadores,
desarrolla sobre todo el tema del amor cortés: idealización de la mujer, de la que el poeta se
siente como una especie de vasallo. Géneros principales: la cançó (o canción de tema amoroso),
el sirventés (o serventesio de carácter satírico) y la tençó (o discusión o debate sobre temas
variados). Por su proximidad geográfica, la lírica provenzal se desarrolló especialmente en
Cataluña.
El género lírico alcanzó gran desarrollo en Galicia a lo largo del siglo XIII. Se han
conservado en diversos manuscritos numerosas cantigas (estrofas paralelísticas con estribillo al
final, que van repitiendo el mismo tema con ligeras variaciones), entre las cuales se distinguen
tres tipos:
Cantigas de amigo: la canción se pone en labios de una mujer que añora la ausencia de su amado
o «amigo».
Cantigas de amor
Cantigas de escarnio / maldecir: tienen un carácter satírico.
En castellano se componían canciones populares, anónimas, transmitidas oralmente: planto,
llanto o endecha (canciones funerarias; expresaban el dolor por la muerte de un ser querido), mayas
(llegada de la primavera y del amor en el mes de mayo), canciones de trabajo (sobre las diferentes
labores del campo), canciones de amor, cantos de bodas Su forma métrica era el villancico tradicional
o zéjel.
Los juglares eran cantores y actores que divertían a la gente en plazas y castillos. En sus
repertorios —acrobacias, bailes...— figuraban, como parte importante, los cantares de gesta y
poemas líricos. Estas obras que cantaban se denominan obras juglarescas, y la escuela literaria
que representaban, mester de juglaría (oficio de juglares):
Los cantares de gesta son largos poemas anónimos que giran en torno a las hazañas de un
héroe. Tienen un carácter narrativo, casi informativo; aunque aportan observaciones personales que
contribuían a crear una opinión de los oyentes a propósito de los distintos personajes y situaciones. Se
recitaban acompañados normalmente de música
Del Cantar de Mío Cid se conserva en un manuscrito copiado en 1307 por un tal Per Abatt
(Pedro Abad). No se conoce con certeza el nombre del autor, aunque Menéndez Pidal lo atribuye a
dos juglares, uno de San Esteban de Gormaz y otro de Medinaceli. Se supone que fue compuesto hacia
el año 1140.
El poema, que canta las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar (¿1040?-1099), se divide en tres
partes o cantares: cantar del destierro. Cantar de las bodas. Cantar de la afrenta de Corpes.
Gonzalo de Berceo (siglo XIII) escribió obras hagiográficas (vidas de santos) y los Milagros de
Nuestra Señora, con una introducción alegórica seguida de veinticinco milagros realizados por la
Virgen
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (siglo XIV): Libro de Buen Amor, de tema amoroso y forma
narratológica muy variada:
LA LÍRICA EN EL SIGLO XV
En el siglo XV, con el matrimonio de Isabel, reina de Castilla, y Fernando, rey de la Corona de Aragón
(los Reyes Católicos), se produce la unión política de ambos reinos. Posteriormente, en 1492, se
conquista el reino musulmán de Granada, con lo que termina la Reconquista. La sociedad seguía
organizada en estamentos cerrados: nobleza, clero y pueblo llano. En 1492, los judíos son expulsados
de España. Asimismo, los moriscos (musulmanes que quedaron en España) son obligados a convertirse
al cristianismo o a exiliarse.
A finales de siglo se desarrolla en España el Humanismo, movimiento cultural surgido en Italia a fines
del XIII y difundido por toda Europa en los siglos XV y XVI. Sus características principales son: estudio
de los textos clásicos griegos y latinos, y valoración del hombre como individuo (el hombre es ahora el
centro del universo: antropocentrismo). Además, surgen las universidades.
Un hecho cultural destacado fue la invención de la imprenta por el alemán Gutenberg (el
primer libro español impreso que se conserva es de 1472; los libros que se imprimieron antes de
1501 se llaman incunables)
La mayor parte de la producción lírica castellana del siglo XV se conserva en una serie de
colecciones llamadas genéricamente “Cancioneros”. Estos recogen generalmente composiciones
de distintos autores, aunque también hay algunos que contienen únicamente poemas de un solo
autor.
La canción lírica, en versos octosílabos de rima regular y consonante (el arte real) con
predominio del tema amoroso, a imitación de los trovadores provenzales y su código del amor
cortés (el amor como servicio a una dama inalcanzable, que rara vez le corresponde: tópico de la
amada- enemiga, a la que el poeta, sin embargo, no puede dejar de amar). Es una poesía ingeniosa,
con un lenguaje culto lleno de recursos retóricos.
El poema doctrinal, narrativo o alegórico, llamado decir, en versos de doce sílabas divididos en
dos hemistiquios por una fuerte cesura central (copla de arte mayor). Son poemas de tono
elevado, cargados de latinismos y alusiones a la cultura grecolatina.
De principios del XV es también la Danza de la Muerte, de autor anónimo, y escrita en coplas de arte
mayor.
Los dos poetas más famosos de esta época son el marqués de Santillana y Juan deMena.
Escribió también, bajo la influencia de Dante, dos poemas alegóricos, el Infierno de los
enamorados y la Comedieta de Ponza. Con sus Sonetos fechos al itálico modo intentó introducir
en el verso castellano, sin demasiado éxito, el soneto endecasílabo utilizado en Italia por Petrarca.
Juan de Mena (1411 -1456) es autor del poema alegórico, inspirado en Dante, Laberinto
de Fortuna, también conocido por Las trescientas (por el número de estrofas de que consta: casi
trescientas coplas de arte mayor).Jorge Manrique (1440-1479), nacido en Paredes de Nava
(Falencia) y muerto en una batalla, es el poeta más importante de la segunda mitad del siglo XV.
Escribió 49 poemas, algunos de tema amoroso, pero es conocido por su extraordinaria elegía
Coplas a la muerte de su padre, cuarenta coplas de pie quebrado, estrofas de seis versos (8a, 8b,
4c, 8a, 8b, 4c), agrupadas de dos en dos.
Los temas de las Coplas son: fugacidad de las cosas del mundo, inestabilidad de la fortuna,
poder igualatorio de la muerte, importancia de la fama debida al valor y las buenas obras.
Tras unas consideraciones generales sobre la vida y la muerte (estrofas 1-3) y unas
reflexiones sobre la fugacidad de las cosas del mundo (estrofas 4-14), seguidas de la evocación
de muertos famosos que sirven para ilustrar lo expuesto anteriormente, como el tema del Ubi
sunt? (estrofas 15-24), se presenta el elogio fúnebre del maestre don Rodrigo Manrique (estrofas
25-32); a continuación, el poeta narra la visita de la Muerte a don Rodrigo y reproduceel diálogo
entre ambos (estrofas 33-39), y finaliza con la muerte de don Rodrigo (estrofa 40).
EL ROMANCERO
Los romances fueron fragmentos aislados de cantares de gesta que, por su especial
dramatismo o emoción, se cantaban como poemas independientes, transmitiéndose así oralmente
de generación en generación. Más tarde, estos fragmentos constituyen un género propio, el del
romance, utilizado por los juglares para toda clase de temas: épicos, líricos, etc. Otras teorías
sostienen, en cambio, que los romances son anteriores a los cantares de gesta, basándose en que los
más antiguos no tienen carácter épico sino lírico o novelesco.
Son poemas no estróficos compuestos en versos octosílabos con la misma rima asonante
en los pares y sueltos los impares.
La literatura escrita en prosa aparece en castellano más tarde que otros géneros. Alfonso X el
Sabio (1221-1284) fue el impulsor de la traducción al castellano de obras en latín, árabe y hebreo, que él
supervisaba y corregía. Obra personal suya son las Cantigas, 427 poesías escritas en gallego-portugués,
la mayoría en alabanza de la Virgen (Cantigas de Santa María).
Escuela de Traductores de Toledo que fue un movimiento cultural que reunió a estudiosos
cristianos, musulmanes y judíos de la península y del exterior, y cuya labor fundamental fue la
traducción de gran parte del saber que la civilización islámica había ido conservando. Este
movimiento se inició en el s. XII de la mano del arzobispo francés don Raimundo y recibió un
impulso definitivo desde el s. XIII con el rey castellano Alfonso X.
La técnica consistía en traducir textos en lengua árabe al castellano antiguo, y de este al
latín. De este modo, estos textos árabes procedentes de Al-Ándalus contribuyeron de forma
decisiva a difundir por Occidente gran parte del pensamiento clásico griego (Aristóteles, Ptolomeo,
Galeno, etc.) y las aportaciones que musulmanes y judíos como Averroes, Avicena o Maimónides
habían hecho a las distintas ramas del saber: matemáticas (difusión de los números arábigos en la
cristiandad), filosofía y medicina, entre otras.
Este movimiento, fruto de la colaboración entre diferentes culturas, puso las bases del
desarrollo cultural que conducirá con posterioridad al surgimiento del Renacimiento en Europa, al
tiempo que contribuyó a la difusión de la lengua castellana y al establecimiento de reglas
ortográficas y literarias.
Del siglo XIII son también dos colecciones de breves cuentos morales de origen oriental -
India-, traducidos del árabe: el Libro de Calila e Dimna y el Sendebar o Libro de los engaños e
los asayamientos de las mujeres.
La primera figura clave de la prosa castellana es Don Juan Manuel (1282-1349?), con su
colección de apólogos traducidos del latín o del árabe, o tomados de la tradición oral. Están
agrupados con el título de El conde Lucanor o Libro de Patronio.
Cada una de estas narraciones presenta la misma estructura, muy simple: el conde Lucanor
plantea un problema a su criado, Patronio. Éste le contesta con un cuento que siempre acaba con
una moraleja en forma de pareado.
A finales del siglo XIV y a lo largo del XV cuando nace la novela como género literario
independiente, gracias a los libros de caballería, género de gran acogida entre los habitantes de las
nuevas ciudades.
El precedente de estos libros son las novelas en verso de origen francés (el román courtois)
protagonizadas por los caballeros del Santo Grial (Perceval, Merlín...) o por el rey Arturo (o Artús)
y los caballeros de la Tabla redonda. En las novelas de caballerías, un caballero andante, modelo
de heroísmo y fidelidad amorosa, se enfrenta a todo género de personajes fantásticos, a los que
vence. Los ideales que le mueven son siempre los mismos: la defensa de los débiles, el amor a su
dama y el gusto por las aventuras.
El más famoso de los libros de caballerías -de gran éxito a finales del XV y especialmente
en el XVI- fue sin duda de Amadís de Gaula, de Rodríguez de Montalvo. La novela narra las
fantásticas hazañas y aventuras de Amadís, el cual, para merecer el amor de su amada Oriana, lucha
contra caballeros, gigantes y encantadores hasta vencer al Emperador de Occidente y retirarse con
ella a la Ínsula Firme. A este género de novelas pertenece Tirant lo Blanc, escrita en catalán por
Joanot Martorell.
EL TEATRO
Publicada en el paso del siglo XV al XVI, La Celestina refleja dos concepciones del
mundo y de la vida: la medieval y la renacentista. Parece clara la intención de Rojas de mostrar
los efectos destructivos de las pasiones (el amor, la avaricia: "...compuesta en reprensión de los
locos enamorados..." dice él mismo de su obra) y es probable también que deseara criticar el
amor cortés a través de la figura de Calisto.