Bloque 4 A Historia Del Arte
Bloque 4 A Historia Del Arte
Bloque 4 A Historia Del Arte
Bachillerato de Arte
Escuela de Arte Talavera
Historia del Arte
Bloque Temático 4
Desarrollo y evolución del arte europeo en el Mundo Moderno
Introducción: el Renacimiento.
El Renacimiento ocupa un espacio de tiempo muy
amplio y no homogéneo en sus etapas (siglos XV y XVI).
El Renacimiento surge en las sociedades
europeas donde más influencia tiene la incipiente
burguesía, es decir, en Flandes y en los pequeños
estados italianos (con Florencia a la cabeza). Una serie
de factores favorecieron su desarrollo:
● Se rompe el sistema gremial: el artista se convierte
en artesano independiente.
● Aparece la burguesía, con un nuevo concepto del
orden de la vida y gran poder económico.
● Comienzan los grandes viajes (iniciados con las
cruzadas), posibles gracias a la existencia de
entidades bancarias y masas de capital comercial
móvil y disponible, con la puesta en contacto de las
civilizaciones cristiana e islámica, que introduce gustos más refinados (especias, telas,
etc.) y múltiples novedades.
● Aparece el Humanismo, movimiento filosófico y literario con derivación artística que se
basa en el estudio, el desarrollo del ser humano y la recuperación del legado
clásico grecorromano. En este sentido, es importante la labor de Petrarca o de
Bocaccio, partícipes de la recuperación de textos latinos,
y de los exiliados bizantinos tras la invasión turca en la
recuperación de los autores griegos. El Humanismo
plantea una nueva estética, con el hombre como centro
(antropocentrismo), con un arte no exclusivamente al
servicio de la religión, con la antigüedad como modelo y
con gran preocupación por la cultura en general, favorecida
en gran medida por la aparición de la imprenta. Con el
aristotelismo o el neoplatonismo emergieron las distintas
corrientes del reformismo cristiano (tanto católico, como
el erasmismo, por ejemplo, como protestante) y se
publicaron cientos de libros de gran difusión.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 1
Los artistas del Renacimiento eran plenamente conscientes de que su
actividad planteaba una deliberada ruptura formal radical con toda la tradición artística
anterior y de que buscaban la consecución de un nuevo clasicismo a través de la
emulación (que no la simple imitación) e inspiración en los modelos clásicos
grecorromanos. Al mismo tiempo, cambió la valoración que el propio artista tenía de su
trabajo, de su estatus y su proyección social, ya que, aunque nacida en un entorno de
artesanos en el sistema gremial, su actividad se alejaba diametralmente de él.
El concepto e idea de Renacimiento fue acuñado por los
primeros humanistas y procede de una visión
interesada de la Historia: ésta se dividiría en una Edad
Antigua, de esplendor, y una Edad de Tinieblas (Edad
Media), netamente separadas, tras las que se daría un
renacer del mundo clásico (Edad Moderna). En
relación al arte, se exaltó el ideal de proporción,
equilibrio, simetría y belleza del clasicismo en
contraposición de la fealdad del arte bárbaro medieval.
La Antigüedad se convirtió en una constante
referencia cultural para los artistas del Humanismo
renacentista. El Neoplatonismo postulaba que había existido una única revelación y que
el mundo clásico no era sino un aspecto de ella en un estadio anterior que tenía su
paralelismo en el cristianismo renacido: sólo era preciso apartar las tinieblas medievales
por medio del clasicismo grecorromano para devolver la luz a sus contemporáneos. La
Antigüedad sirvió como inspiración, pero no se trató de un neoclasicismo radical, sino de
una emulación, un intento de superación, lo que posibilitó la gran diversidad formal de
manifestaciones renacentistas.
Se retornó a los órdenes clásicos, al arco de medio punto, a las tipologías
arquitectónicas romanas, como la planta central, la cúpula semiesférica (modelo del
Panteón de Agripa), al arco triunfal o al repertorio decorativo grecorromano (tímpanos,
medallones, frisos, grutescos, etc.). Algunos pintores, como Mantegna, tuvieron un
auténtico interés arqueológico, que plasmó a modo de citas en sus pinturas. Se
generalizaron los álbumes de dibujos tomados de ruinas antiguas, y se profundizó en el
estudio de los estilos escultóricos y arquitectónicos para su aplicación inmediata en las
proporciones de edificios y esculturas. En este sentido jugó un gran papel la
recuperación de obras latinas, como “Los diez libros de Arquitectura”, de Vitrubio,
que se convirtió en referencia continua en la obra de teóricos como Alberti. Felizmente, el
estado fragmentario de las ruinas de edificios clásicos dio lugar a interpretaciones
diversas e incluso a equívocos que favorecieron la
diversidad de las creaciones.
Como para la pintura no existían dichos
modelos clásicos (por no haberse conservado
obras de época clásica), ésta siguió un desarrollo
experimental que culminó con el descubrimiento
de la perspectiva y la aplicación de las leyes de la
proporción y la simetría. En la pintura
renacentista, la Antigüedad se convirtió en una
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 2
cita, bien por la recreación de escenarios enmarcados en arquitecturas clásicas, bien
tomando temas de la mitología griega y romana.
Sin embargo, no se desdeñó totalmente la
tradición artística medieval: tanto las tipologías
arquitectónicas como técnicas, soportes,
iconografía, etc., sirvieron como base para las
obras renacentistas. De hecho, en muchas obras de
la primera época se aprecia una gran influencia
medieval, bien por la temática (pese al espíritu
laico, la temática religiosa fue la preponderante),
bien por la técnica (temple, grisalla, etc.), bien por
el soporte (tablas en pintura, hornacinas en iglesias para esculturas, etc.).
El arte adquirió al mismo tiempo un carácter experimental (imposible bajo el
sistema gremial) que caracterizará al Renacimiento, ensayando múltiples soluciones y
buscando constantemente la armonía y la perfección, lo que posibilitó la gran diversidad
formal de las manifestaciones renacentistas.
Paralelamente, el arte cobra importancia como elemento de prestigio, como arma
política y de ostentación, por lo que el trabajo del artista cobra una nueva dimensión:
ahora, la obra de arte no es mera ejecución, mera técnica. No es tan importante la técnica
como la idea. El artesano gremial pasa a ser, en algunos casos (como pintores,
escultores y arquitectos), un artista liberal que goza de la consideración ciudadana y
se inserta en una elite intelectual. De manera paralela, el arte alcanza una dimensión
teórica desconocida, y el artista debe ser poseedor de un bagaje de conocimientos que
incluían la geometría (proporción, perspectiva), la literatura clásica, la historia, etc.
La teoría pasó a ser el requisito previo a la realización
de la obra. El artista no es ya un artesano con cierta técnica,
sino la mente que planifica y diseña: muchos grandes
maestros tenían en su taller una serie de técnicos que se
encargaban de ejecutar las tareas rutinarias, reservarse ellos
el diseño, elección de materiales y planificación, así como el
retoque y el acabado. Esto fue posible porque se liberaron del
rígido sistema gremial. Como consecuencia, el artista adquirió
nuevos roles y comportamientos: se empezaron a firmar las
obras, aparecieron los primeros autorretratos, se escribieron
las primeras biografías de artistas (como la famosa obra de
Vasari), etc.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 3
El Renacimiento tendrá una clara evolución:
• Pasará por una época de formación, experimentación,
consolidación y maduración: el quattrocento 1 (siglo XV).
Esta etapa será eminentemente italiana, y se dará en los focos
de Florencia, Roma y Venecia, principalmente.
• El siglo XVI será una época de expansión por toda Europa y
se llegará al culmen de la perfección: el cinquecento 2.
Destacarán Roma y otros centros como el estilo herreriano 3
español, Fontainebleau (Francia) o el renacimiento alemán.
• Paralelamente, dicho culmen del Renacimiento será
contestado, y el clasicismo se empezará a romper. Es una
etapa donde los artistas, o bien producen copias hasta la
saciedad del estilo de los grandes maestros (Miguel Ángel,
Rafael o Leonardo), o bien se niegan a seguir los cánones de
manera rígida: de este modo aparecerán las dos variantes del
Manierismo 4: el clasicista, que será, en esencia, imitativo, y
el personalista, donde los artistas se tomarán licencias, es
decir, que producirán variaciones respecto al canon clásico.
• Esta etapa de tensión del clasicismo culminará con el barroco en el siglo XVII.
15. La arquitectura: Brunelleschi, Alberti, Bramante y Palladio
15.1. Características
Como ya hemos visto en la introducción, uno de los pilares básicos del
Renacimiento será la recuperación de la Antigüedad. En cuanto a la arquitectura,
esto se tradujo en cierto arqueologismo, en continuas referencias al mundo clásico que
se basaron tanto en el estudio de los restos arqueológicos del pasado de esplendor del
Imperio Romano como de textos clásicos conservados, como la obra de Vitrubio.
Además, dentro de la corriente humanista y antropocéntrica general, se tendió a
crear espacios a la medida del hombre, con proporciones racionales y predominio de
1 Italianismo que designa al siglo XV, los años mil cuatrocientos. Correctamente sólo debe emplearse para
aludir al arte del Renacimiento en Italia.
2 Italianismo que designa al siglo XVI, los años mil quinientos. Correctamente sólo debe emplearse para
aludir al arte del Renacimiento en Italia.
3 Este estilo arquitectónico, el Estilo Herreriano o Escurialense, ocupa el último tercio del siglo XVI, bajo el
reinado de Felipe II. Se caracteriza por una gran sobriedad decorativa, conectando perfectamente con la
austeridad que propugnaba la Contrarreforma. El nombre que recibe deriva de Juan de Herrera, autor de la
obra clave de este período, el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
4 Hacia la tercera década del siglo XVI se produjo una reacción anticlásica que ponía en cuestión los
ideales de belleza del Renacimiento. El origen del concepto está en la expresión italiana "alla maniera di...",
es decir siguiendo la línea de Miguel Ángel, Rafael, Leonardo, etc. y se caracteriza por crear un estilo
artificial, dando importancia a los excesos, el contraste, la curiosidad y la sofisticación, tanto en arquitectura
como en escultura y pintura.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 4
la horizontalidad. Las plantas serán o bien centralizadas o bien basilicales. En este
caso, las arcadas se compondrán de arcos de medio punto sobre columnas a las que
se añadirá una porción de entablamento. Los techos serán planos o con bóvedas de
cañón (que se cubrirán a veces de casetones), bóvedas vaídas o cúpulas
semiesféricas con linterna. Los espacios a menudo se construyen mediante la repetición
de un módulo cúbico.
La decoración se reduce a motivos
clásicos y se hace más sobria:
desaparece la abigarrada decoración
escultórica gótica, que es sustituida por
guirnaldas, grutescos5, óculos6, bucráneos,
medallones, flores, etc. La belleza se basa
no en la decoración sino en la proporción,
el ritmo y la simetría, con predominio de la
línea recta. Se utilizan los elementos
constructivos con valor decorativo:
frontones, columnas (generalmente lisas o
con molduras) y pilastras.
Como materiales constructivos se
usan, entre otros, el ladrillo, el sillar
almohadillado y el aparejo ordinario
revestido de mármol. El muro recupera
función sustentante.
Se recuperan los órdenes clásicos,
esencialmente el corintio y el compuesto
corintiotoscano, con superposición de
órdenes en muchos casos. En el
manierismo empleará el orden colosal o gigante (las columnas abarcan varios pisos).
De entre las muchas tipologías destacaremos dos:
• Los palacios son edificios urbanos con planta rectangular o cuadrada y cerrada.
Las fachadas tienen tres cuerpos superpuestos, a veces con órdenes columnarios y
otras con aparejos más desbastados según se asciende. La puerta principal ya no
está en un lateral, sino en el centro de la fachada. Tienen patio interior (cortile) con
logias abiertas (la superior acaba cerrándose). Destacan tres modelos según la
disposición de su fachada:
◦ Primer tipo: tres pisos separados por franja decorativa. Ventanas con tímpano
enmarcadas por columnas y gran cornisa. Ejemplo: Palacio Farnesio de Sangallo.
5 Ornamento consistente en seres fantásticos, humanos, animales y vegetales, enlazados y combinados
para formar un todo. Es un tema propio del Renacimiento, inspirado en los hallados en algunos edificios
romanos, como la Domus Áurea de Nerón y suele estar formado por una cabeza o bien un torso humano o
animal en la parte superior, que termina en un juego de elementos vegetales en la inferior. Ejemplo:
Fachada de la Universidad de Salamanca, de Estilo Plateresco, principios del siglo XVI.
6 Ventana en forma de ojo que sirve para dar luz. En la arquitectura romana destaca el que corona la cúpula
de casetones del Panteón de Agripa en Roma (reconstruido por el emperador Adriano en el siglo II).
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 5
◦ Segundo tipo: tres pisos separados por entablamento. El aparejo se va haciendo
menos rústico según se asciende, con almohadillado7 en el primer piso. Ventanas
geminadas separadas por pilastras. Ejemplo: Palacio Rucellai, de Alberti.
◦ Tercer tipo: tres pisos separados por una cornisa decorada. Almohadillado en
piso inferior. Ejemplo: Palacio MediciRicardi, de Michelozzo.
• Las iglesias poseen plantas basilicales o de cruz latina en el siglo XV y centrales en
el XVI. Los alzados son diáfanos e iluminados con grandes cúpulas. Las fachadas
obedecen a dos modelos (ambos obra de Alberti): el de Santa María Novella (dos
cuerpos rectangulares superpuestos unidos mediante aletones) y el de San Andrés
de Mantua, a modo de arco del triunfo.
• Existen otras tipologías importantes como las villas rurales (integradas en el paisaje),
las bibliotecas (siglo XVI, de una sola nave alargada) o los hospitales, de los que
destaca el patio, con los característicos arcos de medio punto sobre columnas.
7 Paramento de sillería donde la cara visible de los sillares ha sido labrada a manera de almohadilla. Las
juntas están biseladas o rehundidas, para dar la sensación de relieve. Es típico de la arquitectura del
Renacimiento, siglos XV y XVI. En España el ejemplo más característico es el Palacio de Carlos V en la
Alhambra de Granada, de Pedro Machuca, del siglo XVI.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 6
15.2. Evolución y principales arquitectos
Arquitectura del Quattrocento
El primero de los grandes arquitectos del Quattrocento es Filippo Brunelleschi
(Florencia, 13771446). Fue compañero inseparable de otro gran genio renacentista, el
escultor Donatello. Como todos los grandes maestros del Renacimiento, su obra tiene
dos características fundamentales:
• Se formó dentro del sistema gótico de los gremios, aunque su fascinación por la
Antigüedad lo convertirá en un teórico del arte y en un artista experimental.
• Fue un auténtico genio multidisciplinar. En su caso, destacó tanto en la orfebrería y
la escultura (donde inició su formación) como en la ingeniería militar, la
construcción de máquinas y artilugios y, sobre todo, la arquitectura.
Su primera gran aportación a la
arquitectura fue la cúpula de Santa María
de las Flores, en Florencia. Aparte de
tratarse de una de las mayores de la
Historia, Brunelleschi la realizó con
criterios de racionalidad, simetría, etc.,
autosustentada (sin necesitar cimbras)
sobre un tambor8 octogonal y coronada
por una linterna9, y la proyectó siguiendo
los modelos de la Antigüedad (en este
caso el Panteón de Agripa), de modo que
se convirtió en el primer arquitecto
propiamente dicho .
Además, construyó en su misma ciudad
varios templos siguiendo el modelo de la basílica
romana (caracterizados por la construcción
modular del espacio y el aditamento de porciones
de entablamento sobre las columnas corintias de
las arcadas), como los templos de San Lorenzo
y el del Santo Espíritu, y otras obras maestras,
entre las que brilla el Hospital de los Inocentes.
Tuvo muchos discípulos, destacando de
entre ellos Michelozzi, autor del Palazzo Medici
Ricardi, y el manierista Giuliano Sangallo.
8 Elemento constructivo cilíndrico que sirve de base a una cúpula a fin de dar a ésta mayor realce;
generalmente con ventanillas u otro tipo de abertura para iluminar el interior del edificio. El tambor ha tenido
un uso muy frecuente desde la arquitectura renacentista, siglos XV y XVI. Ejemplo: La Cúpula de San Pedro
del Vaticano de Roma, de Miguel Ángel, siglo XVI.
9 Torre pequeña más alta que ancha y con ventanas, colocada sobre la parte más alta de la cúpula para
iluminar el interior del edificio; tiene su origen en algunas construcciones romanas, como el Panteón de
Agripa y la Sala de la Domus Áurea de Nerón. La linterna ha tenido un uso muy frecuente desde la
arquitectura renacentista, siglos XV y XVI. Ejemplo: La Cúpula de San Pedro del Vaticano de Roma, de
Miguel Ángel, siglo XVI.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 7
León Bautista Alberti (Génova, 14061472), por su
parte, fue tanto un humanista como un arquitecto, ya que
además de proyectar importantes obras como la Iglesia de
Santa María Novella (en Florencia) o la de San Andrés (en
Mantua), cuyas fachadas sirvieron de modelo a una pléyade
de templos posteriores y producirá un importante volumen de
obras eruditas y teóricas, como De re aedificatoria
(Sobre la arquitectura) o la Descriptio urbis Romae
(Descripción de la ciudad de Roma).
Además, proyectó palacios como el de la familia
Rucellai, trabajará también como restaurador y arqueólogo,
urbanista de primer orden e incluso teórico del arte y poeta.
Arquitectura d
el
cinquecento
En el cinquecento se alcanzará el apogeo de lo que se denomina clasicismo
renacentista, encontrando culminadas en las obras de las primeras décadas del siglo
XVI todas las características que se fueron experimentando en el siglo anterior. Sin
embargo, hacia el inicio del segundo tercio del siglo el
Renacimiento empezará a enriquecerse y a ganar en
variaciones, novedades y licencias introducidas por los
principales arquitectos, de manera que entraremos en el
manierismo.
El principal foco del siglo XVI será la ciudad de Roma, en
pleno proceso de remodelación y embellecimiento de mano de
los papas Julio II, León X y Clemente VII. De hecho, la
principal obra del periodo será la Basílica de san Pedro del
Vaticano, cuya construcción se prolongaría más de un siglo
(tras su culminación, ya en el barroco, por Maderno y Bernini)
y en cuya proyección participaron grandes maestros como
Bramante, Rafael, Antonio da Sangallo y Miguel Ángel.
En efecto, uno de los mejores arquitectos del periodo fue el polifacético Miguel
Ángel (14751564), que además construyó otras obras
maestras, como la Biblioteca Laurenciana. Sin embargo, los
dos arquitectos más importantes serán Bramante y Palladio.
Bramante caracterizará el cinquecento, su lenguaje
será el más limpio y depurado y el de sabor más clasicista. Sus
principales obras son el Templete de san Pietro in Montorio,
estructurado como un tholos de orden dóricotoscano coronado
por una balaustrada10 y una cúpula, y los edificios realizados en
el Vaticano, como la Gran Exedra del Jardín de la Piña o el
primer proyecto para la iglesia de san Pedro.
10 Un balaustre es una columnita de perfil compuesto por molduras cuadradas y curvas, ensanchamientos
y estrechamientos sucesivos, que se emplea para ornamentar barandillas o antepechos de balcones,
azoteas, corredores y escaleras. Derivado del concepto anterior sería el de balaustrada o serie de
balaustres, formando barandilla. Es típico de la arquitectura desde el Renacimiento, siglos XV y XVI.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 8
Andrea Palladio, por su parte, a pesar de su
lenguaje arquitectónico plenamente clásico, introducirá
variaciones y visiones personales que le insertan
plenamente en el manierismo. Las obras palladianas
son una síntesis de la arquitectura de la Antigüedad y
del refinamiento manierista. Sus principales obras son
sus obras alrededor de la ciudad de Vicenza, muchas
de ellas villas (como la archifamosa Villa rotonda),
caracterizadas por sus plantas centralizadas y
estilizada elegancia, además de los importantes
edificios realizados dentro del territorio dominado por la
República de Venecia, como San Giorgio Maggiore. Las
obras de Palladio, sobre todo las villas, ejercerán una
importante influencia en el futuro, no sólo en otros arquitectos
renacentistas, como Antonio da Sangallo (autor del Palacio
Farnesio), sino, sobre todo, en la denominada arquitectura
colonial anglosajona.
Entre los más importantes obras manieristas merecen
destacarse las de Vignola, sobre todo la Iglesia del Gesú, que
servirá de modelo para casi todas las iglesias jesuitas que se
construirán en el barroco, como la que podemos disfrutar en
nuestra ciudad, dentro del casco antiguo de Toledo.
En el siglo XVI el Renacimiento en su modalidad plenamente manierista se
extendería al resto de Europa, aunque en cada país adquirió un sello propio. Por
ejemplo, en Francia se desarrollaría en un ambiente plenamente cortesano, de manera
que evolucionará hacia un barroco muy clasicista, de líneas rectas, con características
cubiertas de pizarra muy inclinadas, decoración estucada y elegancia aristocrática.
Ejemplo de ello lo tenemos en el Louvre, construido en principio como palacio real, o el
Palacio de Fontainebleau, cuya decoración interior fue encargada a los italianos Rosso
y Primaticcio.
En el resto de Europa, por lo general, los elementos góticos se fundirían con los
renacentistas, bien insertando estructuras (por ejemplo, patios o portadas renacentistas
en edificios góticos), bien mezclando elementos decorativos, dando lugar a estilos
nacionales como, en el caso español (como veremos en el tema 19), el plateresco 11, que
tan buenos ejemplos tiene en la ciudad de Toledo. En otros casos, como en el Palacio de
Carlos V en Granada, se trasplantarán formas plenamente italianas.
11 Este estilo arquitectónico, puramente español, se desarrolla cronológicamente en la primera mitad del siglo XVI,
correspondiendo con el reinado de Carlos I de España y V de Alemania. Se trata de un estilo ornamental que abarca
desde las últimas obras del Gótico Flamígero hasta la consolidación de las formas plenamente renacentistas libres
de pervivencias góticas y platerescas, es decir, hasta lo que se denomina Estilo Clasicista por su clara influencia
italiana. La característica fundamental que define el Estilo Plateresco es la profusión decorativa, que combina
simultáneamente elementos de influencia italiana con otros hispanos, como medallones, escudos, balaustradas y
figuras humanas, animales o vegetales entrelazadas, los denominados grutescos, se conjugan con habilidad y
cubren las superficies de los edificios hasta desdibujar sus originarias líneas puras. Esta característica le valió la
denominación de “plateresco”, al comparar su minuciosa decoración con la tarea propia de los plateros y orfebres.
Ejemplo: Fachada de la Universidad de Salamanca, de Estilo Plateresco, principios del siglo XVI.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 9
16. La escultura del Renacimiento
16.1. Características de la escultura renacentista
También en la escultura se produjeron muchas y variadas novedades. Entre las
más importantes, dentro del movimiento general de recuperación del arte de la
Antigüedad y de las nuevas concepciones antropocéntricas, humanistas y neoplatónicas,
debemos mencionar:
• El renacer del concepto de canon clásico, aunque ahora
se establecerá mucho más alargado que el clásico
griego (se establecerá en nueve o diez cabezas la altura
total del cuerpo humano).
• Uso de temas tanto cristianos como mitológicos.
Asociado a ello cobra nueva vigencia el desnudo.
• Los materiales usados serán diversos: desde el bronce
y el mármol hasta la madera, piedra, yeso o la terracota
esmaltada, como los importantes y bellos trabajos de
Luca della Robia, que tanta influencia tendrán en el Neoclasicismo inglés.
• Se intentará representar en el relieve la
tercera dimensión, en forma de
escenario arquitectónico o campestre,
con uso de perspectiva tanto
geométrica como aérea (schiacciatto).
• Se produce una síntesis entre el
naturalismo gótico (el realismo y el
detalle) y la imitación de los modelos
antiguos, de manera que la realidad se
idealiza y se recuperan géneros como el
retrato ecuestre (tomando como modelo
el de Marco Aurelio), los medallones,
bustos, tondos12, etc.
16.2. Evolución y principales escultores
La escultura del
Quattrocento. Ghiberti y Donatello
Se considera que el quattrocento comienza en 1401 con un concurso entre
escultores para la factura de las segundas puertas del Baptisterio de Florencia. En el
célebre concurso participaron los mejores escultores de la época, entre ellos algunos
maestros góticos como Jacopo della Quercia, destacando la presencia de dos jóvenes
escultores: Filippo Brunelleschi y Lorenzo Ghiberti (Florencia, 13781455).
12 Italianismo con el que nos referimos a una pintura o un relieve con formato circular. También es
cualquier adorno circular rehundido en un paramento. El formato circular para los cuadros fue recuperado
por los artistas del Renacimiento italiano, siglos XV y XVI, que lo relacionaban con las medallas clásicas.
Ejemplo: El Tondo Doni, de Miguel Ángel, siglo XVI.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 10
El concurso fue ganado por el segundo, aunque ambos
presentaron obras que mostraban ya una ruptura con el
gótico, tanto en los recursos compositivos como en el
tratamiento de las proporciones, uso de citas clásicas, del
desnudo, etc. Ghiberti realizó los relieves de dichas
puertas y, además, unas
terceras en 1425, a las que
Miguel Ángel llamará Las
Puertas del Paraíso. Entre
los trabajos de Ghiberti
destacan no sólo sus
maravillosos relieves en bronce, donde utiliza como
recursos la perspectiva lineal y el schiacciatto, sino otras
muchas esculturas de todo tipo y varios libros, los
Comentarios, considerados como una de las primeras
obras de Historia del arte.
En el taller de Ghiberti se formó el principal escultor del periodo, Donato di
Niccolò, Donatello (Florencia, 13861466). La obra de Donatello abarca todo tipo de
materiales y soportes, desde el bronce a la piedra y desde el relieve al bulto redondo.
El carácter innovador y experimental de Donatello se plasma en sus
obras presentan la perfección perspectiva y compositiva en el
relieve y el uso del desnudo, el contraposto y el realismo (aunque
estilizado) en el bulto redondo, a la vez que introduce un lirismo de
carácter popular y el retrato sicológico.
Sus principales obras son esculturas exentas, como David,
San Jorge, la Magdalena penitente o la escultura ecuestre del
condotiero Gattamelata, aunque también llevó a cabo importantes
relieves, como los de la pila bautismal del Baptisterio de Siena.
El quattrocento dará a luz a una multitud de excelentes
escultores que, por lo espeso de nuestro temario, no podremos
estudiar en profundidad, aunque es necesario mencionar, al menos, a
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 11
Verrocchio, autor de su famoso David y de la escultura ecuestre del condotiero Colleoni,
obras que es muy interesante comparar con las de idéntica temática de Donatello, o a
Antonio del Pollaiolo.
La escultura del
Cinquecento.
Miguel Ángel, Cellini y Juan de Bolonia
El siglo XVI en Italia experimenta una gran producción escultórica cuyas principales
características son la ruptura de la norma clasicista (o manierismo) y la apabullante
influencia de la obra de Miguel Ángel.
Aunque Miguel Ángel es, como hemos visto, un genio polifacético,
destacará sobre todo en escultura, a la que llevará al máximo de su
perfección. Aunque su obra es eminentemente clásica, se permite
muchas licencias personales en una dirección expresionista. El
tratamiento de los volúmenes es realista y contundente, y las miradas
y los gestos son tensos y muy expresivos, lo que se conoce como la
terribillitá miguelangelesca.
Sus mejores obras fueron esculpidas en el famoso mármol de
Carrara, y se aprecia su evolución desde
sus primeras obras, más clasicistas (como
Baco con un sátiro 1496, o la Piedad
del Vaticano 1499, de expresiones
serenas y fuerte idealismo), continuando
por las obras de juventud más atrevidas, como su
archifamoso David (de 1504, donde incluye recursos
perspectivos) y finalizando por sus obras más movidas,
claramente manieristas.
Es muy posible que la obra de Miguel Ángel diera un
giro tras el descubrimiento en 1506 del Laocoonte: a partir
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 12
que aúna escultura y arquitectura plenamente manieristas, en el que destacan
elementos usados con gran libertad, como tímpanos curvos o grandes ménsulas13 sin
auténtica función sustentante.
Al final de su vida su escultura se torna espiritual y cargada de intimismo, alarga el
canon de las figuras y deja zonas sin pulir para aumentar la carga emocional. Destaca
entre las obras de este último periodo las diversas Pietá, como la Rondanini.
Aunque Miguel Ángel es el genio indiscutible del cinquecento,
también existieron grandes artistas a los que podemos aplicar la
categoría de genios, como los manieristas Giambologna Juan
de Bolonia (15291608) o Benvenuto Cellini (15001571).
La escultura de Giambologna es delicada y de gran
virtuosismo técnico, dotada de gran dinamismo y
composiciones articuladas en líneas curvas o en sus
características espirales. Sus obras más famosas son el increíble
Rapto de las Sabinas (1583), en mármol, y su vibrante Mercurio
(1564), en bronce y de pequeño formato.
Cellini se formó como
orfebre, por lo que su
técnica es minuciosa y
técnicamente perfecta, con
gran detallismo y
preciosismo. Además,
escribió varios manuales
prácticos sobre escultura y
una movida Autobiografía.
Viajó por Europa atendiendo
a gran cantidad de
encargos, como los que le realizó Francisco I de Francia, destacando el famoso salero
que elaboró para él. Su mejor obra es Perseo (1554).
Esquema del tema:
13 Se dice de cualquier elemento que sale de una pared o del plano en que está colocado y sirve para
sostener o recibir algún elemento arquitectónico o esculturas, balcones, cornisas, etc. En el
Renacimiento, siglos XV y XVI, podemos apreciar buenos ejemplos en los elementos arquitectónicos de
la sala en la que se encuentra la Escalera de la Biblioteca Laurentiana de Miguel Ángel, del siglo XVI.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 13
17. La pintura del quattrocento.
17.1. Características de la pintura renacentista
La pintura del quattrocento italiano será la expresión más genuina y novedosa
del Renacimiento. En efecto, mientras la arquitectura y la escultura tenían infinidad de
ejemplos que emular de la Antigüedad clásica, apenas se sabía nada sobre la pintura
griega o romana excepto algunas noticias por fuentes escritas.
Así, la pintura se fue configurando de una manera experimental, a partir de las
investigaciones de los grandes genios de la época (que solían poner por escrito, como
Alberti en De pictura) y del sustrato creado por los grandes pintores del Trecento, como
Giotto, Duccio o Cimabue. De hecho, la herencia gótica no se debe minimizar, por dos
importantes razones: porque la mayoría de los pintores se formaron en talleres gremiales
góticos, y porque las formas góticas aún estaban en boga, siendo preferidas a las
renacentistas por gran parte de quienes encargaban las obras, en especial la iglesia. Sólo
así puede entenderse la coexistencia de pintores experimentales como Masaccio al
tiempo de otros muy goticistas como Fra Angelico.
La gran preocupación de los pintores del quattrocento fue la representación fiel de
la realidad, lo que desembocó en el descubrimiento de las reglas de la perspectiva
lineal o geométrica. Esta fidelidad realista incluía el naturalismo en la representación
de paisajes y volúmenes, llevado a cabo, sin embargo, de forma idealizada, con
superficies satinadas y escenas iluminadas por luces homogéneas y focos cenitales.
La simetría, la proporción y el equilibrio clásicos se plasmaban en forma de
composiciones cerradas, generalmente triangulares y equilibradas tanto en volumen
como en colorido.
La técnica utilizada suele ser al fresco sobre muro o al temple sobre tabla, y los
temas son preferentemente alegóricos y religiosos, aunque destacan como novedosos
el desnudo, inserto casi siempre en escenas mitológicas, muy en consonancia con el
Neoplatonismo, y el retrato (derivado de la aparición de los comitentes en las pinturas y
del uso de éstas como elemento de prestigio). En este sentido, debemos destacar la
importancia del mecenazgo ejercido por los mandatarios de los estados italianos, sobre
todo en el caso de la Florencia de los Médici, la Roma de los Papas, el ducado de
Urbino de los Montefeltro, etc. A
partir de este momento, la pintura se
convierte en un importante elemento
de prestigio y propaganda política:
los mecenas empiezan a aparecer en
los cuadros ya como protagonistas, y
el retrato toma carta de naturaleza, si
bien idealizado. Al mismo tiempo, los
pintores y los artistas en general
cambian su estatus y se insertan en la
élite social y cultural, dejando ya de
ser meros artesanos y apareciendo,
también, los primeros autorretratos.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 14
17.2. Principales pintores del quattrocento
Masaccio
El principal pintor del quattrocento será Tommaso di
Ser Giovanni di Mone (14011428), apodado Masaccio
(en italiano brutote, tosco). Se le considera el primer
pintor en utilizar la perspectiva geométrica, influido por
sus amigos Brunelleschi y Donatello. Sus obras tienen
gran verismo, debido al sabio uso de la luz, los
volúmenes robustos y contundentes y las miradas
expresivas. Sin embargo, su pintura tiene aún ciertos
resabios góticos, como la idealización de las figuras y
la solemnidad de las escenas, aunque la composición y
el equilibrio cromático son plenamente renacentistas.
Sus obras más impresionantes son los frescos de las
iglesias florentinas de Santa María Novella (destaca la
Trinidad, obra programática de la perspectiva lineal) y
de Santa María del Carmine, donde realizó los famosos
frescos de la Capilla Brancacci. El más importante de
éstos es El tributo de la moneda, donde compone en
una única escena, muy teatral, tres momentos distintos
de la misma acción, y donde los personajes están en
continua interacción, enmarcados en paisajes mínimos
con arquitecturas cuyas líneas apoyan la perspectiva.
La influencia goticista:
Fra Angélico
Como dijimos más arriba, el gótico internacional estaba plenamente vigente en el
siglo XV, por lo que muchos pintores, aún conociendo las nuevas técnicas y los nuevos
sistemas de representación, seguían usando recursos goticistas. El principal pintor de
este tipo será Guido di Pietro (1395
1455), conocido como Fra Angélico (ya
que se trata de un religioso).
Su pintura (sobre todo la del último
periodo de su vida) tendrá un carácter
sincrético, ya que aunará elementos
góticos (colores vibrantes, posiciones
estereotipadas, delicadas y aristocráticas
de los personajes, uso del dorado, etc.) y
renacentistas (marcos arquitectónicos de
logias con columnas clásicas, arcos de
medio punto, etc., recursos perspectivos,
composiciones equilibradas y simétricas,
luces diáfanas, etc.).
Sus obras son de temática religiosa, y las principales consisten en
Anunciaciones, de las que la más famosa la podemos disfrutar en el Museo del Prado.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 15
Piero della Francesca
Entre los muchos artistas del siglo XV que investigaron
en la perspectiva lineal, además del mentado Masaccio
y de otros grandes pintores como Paolo Ucello,
debemos destacar a Piero della Francesca (14151492).
Su pintura no sólo llegó a la culminación del verismo en
la consecución de la tercera dimensión, sino que utilizó
de manera prodigiosa la composición de las escenas,
que estructuraba en planos apoyándose en los
recursos perspectivos. Además, mediante un uso muy
inteligente de la luz y el color modelaba los cuerpos de
manera que su pintura evoca un ambiente sin
sombras, mágico e irreal pese a la indudable solidez
de los personajes.
Además, fue un destacado teórico, llegando a escribir
un tratado sobre la perspectiva lineal: De prospectiva
pingendi.
Sus principales obras son frescos, como los de la
iglesia de san Francisco de Arezzo, donde destacan el
Bautismo de Cristo o el Sueño de Constantino. También
son importantes sus pinturas sobre tabla, como los retratos
de los duques de Montefeltro, ejecutados a la manera
clásica, de perfil, a modo de bustos de monedas antiguas.
Estos retratos están ya hechos al óleo, como el magnífico
Retablo de Brera, donde se representan a la virgen, santos
y ángeles con Federico de Montefeltro. Destacan la
importancia concedida al donante (en pie de igualdad con
ángeles y santos y señalado por el dedo del Bautista) y la
ausencia de aureolas de santidad, aunque la obra es
reverente y cargada de simbolismos.
Botticelli
Alessandro di Mariano
Filipeppi, conocido como
Sandro Botticelli (1445-1510)
es el máximo exponente de la
corriente poética y refinada
de corte neoplatónico que
intentará aunar el cristianismo
con el idealismo paganizante.
Su pintura sufrió una
importante evolución, ligada a
los avatares políticos y sociales
de la República de Florencia.
Al principio, como miembro del
círculo intelectual agrupado
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 16
alrededor de Lorenzo de Médicis y la Academia Neoplatónica de Marsilio Ficino,
suele ignorar los logros de la perspectiva, prefiriendo el idealismo, la pureza de líneas,
las formas curvilíneas, lánguidas y suaves, de rostros ovalados y elegantes, con miradas
dulces. La temática es, en consonancia, de carácter alegórico, paganizante y religiosa.
De su primera época
destacan La primavera
(1478) y El nacimiento de
Venus (1480, sobre lienzo),
obras alegóricas de fuerte
simbolismo.
En 1481, Lorenzo de
Médicis envió a Sixto IV una
embajada cultural para
decorar los frescos de la
Capilla Sixtina, formada por
los principales pintores del
momento en Florencia
(Ghirlandaio, Perugino y
Pinturicchio, entre otros),
coordinada por Botticelli,
que realizaría una serie de
frescos sobre la vida de
Moisés en los que utiliza
algunos recursos goticistas
(representar en una misma
escena varios momentos),
pero usa fondos
arquitectónicos y escenas
muy movidas y de gran
volumetría.
Destaca el Castigo a los
rebeldes.
También son importantes sus madonnas, que sitúa
en ocasiones en un tondo, como la del Magnificat. La
temática moralizante y religiosa fue la común al final de
su vida, momento en el que se convirtió a las doctrinas
de Savonarola, llegando incluso a destruir algunas de
sus obras de tema
pagano. Son ejemplos
de esta época La
calumnia (donde se
representa una alegoría
de Apeles) y sobre
todo, la Natividad
Mística, donde recurre
a elementos goticistas
para resaltar su fuerte
contenido cristiano y
tradicionalista.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 17
18. Los grandes maestros del Cinquecento: Leonardo, Miguel Ángel y
Rafael. La escuela veneciana
En el siglo XVI, tras los cien años
(el Quattrocento) de continua
investigación y experimentación, se
conquistará la cumbre del pleno
clasicismo, el punto que servirá
prácticamente de referencia señera a
toda la pintura posterior.
A inicios del Cinquecento
convergerán en un mismo espacio
temporal tres grandes genios
(Miguel Ángel, Rafael y Leonardo
da Vinci) que supondrán la
culminación de todo un proceso14
y, por tanto, el inicio de un
movimiento de disgregación, iniciado
por el propio Miguel Ángel, el
manierismo, que desembocará en
el barroco ya en el siglo XVII (el
Seicento).
Por otra parte, se desarrolla en
Venecia una escuela pictórica con
un desarrollo paralelo a la florentina
y la romana que se caracterizará por el empleo del óleo y la primacía del color sobre el
dibujo. Es la pintura de grandes genios como Tiziano, Giorgione o El Greco, inspirados
en los quattrocentistas Mantegna y Bellini.
Además, el Renacimiento se expandirá ahora por toda Europa, dejando de ser un
fenómeno únicamente italiano. Es el momento histórico de grandes genios como los
alemanes Alberto Durero y Hans Holbein.
18.1. El culmen de la pintura renacentista
Como hemos visto en escultura o en arquitectura, la pintura de los grandes genios
del cinquecento (Leonardo, Miguel Ángel y Rafael) eclipsará a varias generaciones de
grandes y afamados pintores, como el clasicista Pinturicchio o los manieristas
Parmiggianino o Bronzino, por lo que no debemos caer en el error de pensar que sólo
existieron los nombrados gigantes.
La pintura del cinquecento es una evidente evolución de la del quattrocento, pero
tiene características muy definidas que la diferencian de la anterior, esencialmente:
14 De hecho, cuando en el siglo XIX un grupo de artistas ingleses reivindiquen la pintura pura y el espíritu
del Renacimiento se llamarán a sí mismos los prerrafaelistas, dando a entender que deben colocarse
en un momento histórico antes de la aparición de Rafael, que supone el final de un camino, el fin de un
ciclo.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 18
• El uso del óleo (por influencia Veneciana).
• Las composiciones en triángulo equilátero.
• La conquista de la perspectiva aérea.
• El uso cada vez más generalizado del claroscuro para construir los volúmenes.
• La evolución del retrato, especialmente en la aparición del retrato sicológico y la
modalidad de tres cuartos.
Leonardo
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 19
serenas, en composiciones en triángulo equilátero, con los característicos ojos
hinchados y fondos paisajísticos que se degradan en la gama fría para dar
profundidad.
Entre sus principales obras tenemos, cronológicamente, La Virgen de las Rocas,
Dama con armiño, la Última cena, y la Gioconda (la Monna Lisa).
Rafael
Rafael Sanzio de Urbino(14831520) se
formó también en los talleres gremiales de grandes
maestros del Quattrocento, como Perugino y
Pinturrichio, pero pronto los superará incluso en
sus obras de juventud (por ejemplo, en los
Desposorios de la Virgen).
La pintura de Rafael es preciosista,
equilibrada, serena, con increíble dominio de la
luz y del color, utilizados con mesura y con los que
dibuja volúmenes luminosos y muy dulcificados
en composiciones claras, simétricas y limpias
donde destaca el uso magistral de la perspectiva y
las estructuras en triángulo equilátero.
Sus mejores obras al fresco se encuentran
en las Estancias Vaticanas, tanto las de Julio II (Stanzzias della Segnatura), entre
cuyos frescos encontramos La Escuela de Atenas, como las de León X, destacando El
incendio del Borgo o La expulsión de Heliodoro, donde se aprecia la evolución de su
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 20
estilo.
En cuanto a sus pinturas de caballete, destaca
el tratamiento idealizado de los personajes cuando se
trata de pintura religiosa (como La Virgen del
jilguero), con gran parecido a la pintura leonardina. Sin
embargo, a la hora de
afrontar retratos, posee
gran capacidad de
penetración sicológica,
como en el caso del
Retrato de un Cardenal
o el de Baltasar de
Castiglione.
Hay que recordar que, como los otros grandes genios
del Renacimiento, Rafael también fue un artista
polifacético y que también hizo grandes obras como
arquitecto, entra las que destaca su proyecto para San
Pedro del Vaticano.
Miguel Ángel
La producción pictórica de Miguel Ángel se realizó, sobre todo,
al fresco (de hecho, sólo se conserva una obra en formato
portátil, el Tondo Doni), y en su mayor parte se encuentra en
Roma, en el Vaticano, donde Miguel Ángel decoró las bóvedas
de la Capilla sixtina y el muro frontal, donde pintó su
monumental Juicio Final.
En su pintura, plenamente manierista, destaca la primacía del
dibujo sobre el color (a veces parecen figuras coloreadas),
con volúmenes rotundos y características miradas furiosas
donde se experimenta lo que se ha venido en llamar terribillitá, con figuras tensas,
desequilibradas y monumentales.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 21
18.2. La escuela veneciana
Como ya dijimos, a lo largo del Quattrocento se fue gestando una escuela
pictórica con características propias en el territorio de la importante república mercantil de
Venecia. En este caso, al estar en permanente contacto con los territorios del norte de
Europa, pronto se utilizó el óleo como recurso principal y se tendió a dar más relevancia al
color que al dibujo.
Pese a esto último, uno de los pintores que
mas influencia tendrán en la Escuela Veneciana
será Andrea Mantegna (14311506), pintor
paduano emparentado con los Bellini, los mejores
pintores venecianos de la época. La pintura de
Mantegna es totalmente clasicista y escultórica,
con increíble uso del color, perfecto dominio de la
perspectiva y el escorzo y perfecta volumetría
destacada por el dibujo limpio y neto. Sin
embargo, Mantegna también usa recursos
goticistas procedentes de Flandes, por lo que su
pintura aporta también el verismo y el colorido de los primitivos flamencos.
La pintura veneciana del siglo XVI utiliza como soporte del óleo el lienzo, y
perfecciona la perspectiva aérea y el uso del claroscuro en una pintura muy plástica,
densa, con dominio de la mancha sobre la línea y característico aspecto de tiza en los
brillos.
La primera generación estará protagonizada por los Bellini, pintores de
escenarios venecianos e influencia, como se ha dicho, de Mantegna.
Una segunda generación estará protagonizada
por Giorgio Zorzi di Castelblanco (14771510),
llamado Giorgione. Este pintor utiliza una
característica luz cristalina y dorada en sus
cuadros repletos de citas clásicas, de desnudos
femeninos y de paisajes que presentan una
conseguida perspectiva aérea, como en sus
celebradas obras La tempestad, Concierto
campestre o Venus dormida, que será imitada
hasta la saciedad en el futuro. Giorgione era un
pintor atípico, que no hacía bocetos y aplicaba el
color de manera directa, por lo que en sus obras
podemos encontrar muchos pentimenti16.
Dentro de esta segunda generación de pintores
venecianos se encuentra un discípulo de
Giorgione, Tiziano Vecellio (14901576), que
abundó en el estilo de su maestro superándolo
16 Los pentimenti son arrepentimientos, son partes de la pintura eliminadas, sobre las cuáles se aplica
un nuevo motivo, cubriendo de óleo lo anterior.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 22
ampliamente. Su dominio del color es excelente, modelando cuerpos femeninos muy
voluptuosos en temáticas clasicistas y logradas texturas, en atmósferas intimistas y
luminosas, como en su Venus de Urbino. Tiziano llega al culmen de la maestría en el
caso del retrato, de agudísima profundidad sicológica.
Su tratamiento del color preludiará
la pintura barroca, sobre todo la
española, sobre la que ejercerá una
importante influencia. De hecho, Tiziano
fue un diplomático al servicio de la
Monarquía Hispánica, y se trata de uno
de los primeros casos en los que un artista
alcanza la nobleza a través de la pintura,
considerado hasta entonces un trabajo
manual y, por tanto, indigno para un
aristócrata.
18.3. El manierismo
Hemos definido el Manierismo como una especie de evolución o degradación
del clasicismo renacentista en dos direcciones distintas e, incluso, opuestas:
• Por una parte, surgirá a lo largo del siglo XVI una larga serie de pintores de segunda
fila, pero de perfecta técnica, cuyas obras estarán realizadas sin apenas originalidad,
copiando los modelos de los grandes maestros, esencialmente Rafael o Leonardo.
• En el extremo opuesto, tendremos a pintores de gran creatividad que se niegan en
cierto modo a seguir las férreas directrices impuestas por el clasicismo. Estos
pintores constituirán un claro precedente del barroco, y su pintura será muy personal.
Entre los principales pintores de este segundo tipo tenemos a:
• Giacoppo Robusti (15181594), llamado Il Tintoretto, cuyos tratamientos perspectivos
novedosos y originales desplazamientos de la escena principal hasta los extremos del
cuadro, dejando abiertos los espacios intermedios, lo hacen inconfundible e inspirarán
a los pintores surrealistas. Discípulo de Tiziano, el color es el de su Venecia natal, y
sus principales obras son El lavatorio de los pies y el Hallazgo y rapto del cuerpo
de san Marcos.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 23
• Otro importante pintor de formación veneciana será El
Greco, del que trataremos en el siguiente tema.
En cuanto al resto de Italia, tenemos a muchos grandes
pintores, cada uno de los cuales entendió la pintura a su
maniera.
• Pontormo, por ejemplo, usa volúmenes rotundos, muy
miguelangelescos, y composiciones con colores ácidos,
casi fluorescentes (como se aprecia en su Traslado del
cuerpo de Cristo).
• Parmigianino, por ejemplo,
opta por manipular las
formas, como en su famosa
Madonna del cuello largo,
para usar este retorcimiento
o alargamiento como recurso expresivo, para dotar de
dulzura y exquisitez a su obra.
• Bronzino, por su parte, personalizará la tendencia
elitista que caracteriza a gran parte del manierismo.
Sus pinturas de técnica depurada y trazo fino y
preciosista encierran, por tanto, intrincadas alegorías
sólo comprensibles para un restringido núcleo que
conforma la élite cultural. De su obra destaca su
Venus abrazada a cupido y sus bellos retratos,
también con un característico tratamiento del color, los brillos y el claroscuro muy
aristocrático.
18.4. La expansión del Renacimiento
Pese a que estamos centrando nuestro estudio en el ámbito italiano, no debemos
olvidar que el Renacimiento, sobre todo en su
segunda etapa (el siglo XVI, el Cinquecento), es un
fenómeno global, que abarca Europa entera,
difundido de la mano de las cortes de los grandes
estados, Francia y España.
Aunque por necesidades de restringir temario
no podemos ver en profundidad el desarrollo del
Renacimiento fuera de Italia excepto en España
(que veremos en el próximo tema), al menos
debemos conocer la existencia de este fenómeno y
recordar, al menos, los nombres de algunos grandes
artistas que, como los alemanes Lucas Cranach,
Hans Holbein o Alberto Durero llegaron a tales
cotas de maestría que su pintura no tiene,
técnicamente, nada que envidiar a sus
contemporáneos pintores italianos.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 24
19. El Renacimiento en España.
19.1. Introducción
Aunque ya desde el siglo XV
muchos artistas de los reinos
hispanos (sobre todo
catalanes y valencianos) ya
habían trabado contacto con
las innovaciones italianas y
muchos artistas italianos y
flamencos trabajaban en
España, en nuestro país el
Renacimiento sólo llegó en su
plenitud en el siglo XVI, de la
mano de Carlos I.
De hecho, hasta el reinado del Emperador, las formas decorativas renacentistas
sólo serán adoptadas por la nobleza más avanzada, y convivirán con el fuertemente
implantado estilo tardogótico fomentado por los Reyes Católicos17, por lo que el
Renacimiento español tendrá muchas peculiaridades, concretamente esta influencia
goticista. Un caso paradigmático es el Gil de Hontañón, autor de la renacentista fachada
de la Universidad de Alcalá de Henares y de la góticas catedrales de Segovia o
Salamanca.
En una segunda etapa, con Carlos I, las formas italianas se extenderán por el
Imperio para glorificar la monarquía y se asentará el renacimiento pleno, como en el
caso del Palacio de Carlos V en Granada.
Por fin, durante el reinado de Felipe II, el arte estará mediatizado por la
Contrarreforma y se darán fenómenos como el manierismo de El Greco y el estilo
herreriano en arquitectura.
19.2. La arquitectura: entre el plateresco y el estilo herreriano
Aunque durante el reinado de los RRCC el arte oficial
fuera el gótico, gran parte de la nobleza más culta y
avanzada se interesó por las modas procedentes de Italia. Sin
embargo, estas inquietudes se plasmaron sólo en la
superficie de los edificios en forma de motivos decorativos
(tondos, guirnaldas, arcos de medio punto, etc.), de
manera que las estructuras seguían siendo góticas o
mudéjares (como algunas excelentes obras de Covarrubias
en Toledo o el Palacio del Infantado, en Guadalajara). A
veces se llegaron a importar piezas (incluso patios enteros)
que se montaban en España.
17 Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que el Monasterio de san Juan de los Reyes, gótico, se
construye mucho después que la Iglesia de san Lorenzo, de Brunelleschi, y que la catedral de
Segovia se construye en pleno siglo XVI.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 25
Algunas casas nobles, como los Mendoza, sí que construirán palacios
plenamente renacentistas, como el de Cogolludo (el del Infantado tiene ya algunos
elementos renacentistas), en Guadalajara.
También es reseñable la actividad como mecenas del cardenal Cisneros, promotor,
por ejemplo, de diversas dependencias de la Universidad de Alcalá de Henares o de la
Sala Capitular de la Catedral de nuestra ciudad, obra del flamenco Enrique Egas.
En este contexto debe insertarse el llamado
estilo plateresco. Se trataría de un estilo
decorativo muy recargado que mezclaría elementos
constructivos góticos o mudéjares con elementos
ornamentales renacentistas, como medallones,
guirnaldas, grutescos, etc., todo ello de manera
muy exuberante y excesiva. Un ejemplo típico de
ello lo tenemos en la Portada de la Universidad
de Salamanca, en forma de retablotapiz muy
decorado con elementos renacentistas y góticos.
La etapa de Carlos I es, sin duda, la más importante del Renacimiento español.
En efecto, durante el reinado del Emperador llevó a cabo un programa de propaganda
regia que incluía el establecimiento de Granada como capital imperial. Para ello se
empezó a construir la Catedral, obra de Diego Siloé (hijo del escultor Gil de Siloé), con
funciones de panteón real, y un Palacio 18, en pleno corazón de la Alhambra, que tenía
planta cuadrada y encerraba un patio circular con órdenes superpuestos, muy clasicista.
A mediados de su reinado se abandonó la idea de
establecer la capital en Granada y ésta llegó a
establecerse en Toledo. De este periodo tenemos las
obras del gran arquitecto Alonso de Covarrubias, como
el Alcázar de Toledo, la Puerta de Bisagra, el patio del
Hospital de Santa Cruz o el Hospital de Tavera.
Además, el mismo arquitecto construyó en Madrid el
Alcázar, de notable influencia.
Por último, durante el reinado de Felipe II se establece en España un arte
totalmente contrarreformista y de propaganda del poder real que se plasma en el
Monasterio de El Escorial, quintaesencia del llamado estilo herreriano (por el gran
arquitecto Juan de Herrera): moles desornamentadas,
cúbicas, con escasos vanos y predominio de paramentos
lisos, torres con chapiteles y estructuras alrededor de
patios cuadrados y geometrías limpias y simétricas, muy
austeras, lo que cuadraba a la perfección con la
personalidad del rey.
De esta misma época es el Ayuntamiento de
nuestra capital regional, Toledo, obra de un hijo de El
Greco, Jorge Manuel Theotocopuli.
18 Se duda hoy día sobre la autoría del Palacio de Carlos V, adjudicando unos la obra al propio Diego de
Siloé y otros a Pedro de Machuca.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 26
19.2. La escultura
La escultura renacentista se implantó en España de manera mucho más precoz
que la arquitectura, y llegó de la mano de grandes escultores italianos como Pietro
Torrigiano (cuyo San Jerónimo será imitado hasta el hastío en el barroco) o Domenico
Fancelli (autor del Sepulcro de los Reyes Católicos), que introdujo en España el
modelo sepulcral de estatua yacente.
Bajo su influencia se
desarrolló una generación de
escultores castellanos muy
italianizados, destacando entre
los primeros un discípulo de
Fancelli, Bartolomé Ordóñez,
autor del sepulcro de Juana la
Loca y Felipe el Hermoso.
También son importantes Alonso
Berruguete (hijo del pintor Pedro Berruguete, destaca su talla
policromada de San Sebastián) y el arquitecto Diego de Siloé (autor de
las Estatuas orantes de los Reyes Católicos).
Aunque franceses, también hay que incluir en dicho grupo a Juan de
Juni y Felipe Bigarny, autor del Retablo del altar mayor y de la Sillería
de la Catedral de Toledo (de la Sillería realizará la mitad Berruguete).
Las esculturas son generalmente muy expresivas, soliendo usar la madera
policromada y el retablo como soporte, con mucha influencia gótica, sobre todo en la
profusión de dorados.
En cuanto a la Corona de Aragón, brilla con luz
propia la figura de Damián Forment, autor del Retablo
Mayor de la Basílica del Pilar de Zaragoza.
Mención aparte merece la labor de los italianos León
y Pompeo Leoni, que trabajarán para los Austrias
Mayores con sus monumentales y clasicistas esculturas en
bronce, como Carlos V venciendo al Furor, o las que
embellecerán El
Escorial, como las
esculturas orantes de
Carlos V con su esposa
y sus hermanas, o la de
Felipe II con tres de sus
esposas.
Fuera del ámbito
escurialense es preciso
mencionar, al menos, a Gaspar Becerra, autor del
Retablo Mayor de la Catedral de Astorga.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 27
19.3. La pintura
La preferencia española por la pintura flamenca19 retrasó la
adopción de las formas renacentistas, y cuando esto ocurrió lo
haría de forma muy influenciada por la pintura efectista del estilo
gótico flamenco.
De hecho, quienes introdujeron el Renacimiento en la
Península fueron emigrados como Juan de Flandes o Juan de
Borgoña. Entre los españoles que se formaron en Italia destaca
con letras de oro Pedro Berruguete, que trabajó en la corte de
Federico de Montefeltro junto a Piero della Francesca, aunque
su estilo tiene un gran influjo gótico. También es importante en
esta primera etapa la obra del sevillano Alejo Fernández.
En las décadas centrales del siglo XVI penetra con fuerza la
influencia italiana, que se materializa en los fondos
arquitectónicos, el uso de recursos
perspectivos y, sobre todo, cierta imitación de la obra de los
grandes (Leonardo, Miguel Ángel y, sobre todo, Rafael). El
principal introductor de las nuevas formas será el valenciano
Vicent Massip, cuyo estilo será continuado por su hijo, Juan
de Juanes.
En este periodo se desarrolla el oficio de importantes
pintores con gran habilidad técnica pero que suelen seguir
con demasiado servilismo las modas italianas del
cinquecento. Entre estos destacan, sobre todo, Pedro
Machuca y Luis de Morales, con su pintura devocional
blanda y amable, plenamente contrarreformista. Por su
parte y Alonso Berruguete introducirá las composiciones
expresivas y diagonales, preludio del manierismo.
El reinado de Felipe II será un periodo de esplendor también el pintura. Por una
parte El Escorial actuará a modo de imán, de manera que los mejores pintores de los
reinos hispánicos y del continente europeo acudirán a la
Corte. En el inmenso programa pictórico de El Escorial
trabajará, por ejemplo, uno de los mejores pintores
españoles, Juan Fernández (Navarrete el Mudo), y
grandes pintores manieristas italianos como Luca
Cambiaso, Pellegrino Tibaldi y Federico Zuccaro.
En este periodo histórico también trabajaron algunos de
los retratistas más importantes del siglo XVI, en la estela de
Tiziano y sus retratos para Carlos V. Entre los mejores
encontramos al flamenco Antonio Moro, introductor del
retrato de Estado o de aparato (se representa al monarca
de cuerpo entero) o al magnífico pintor de corte Sánchez
19 La reina Isabel era una gran coleccionista de este tipo de pintura, como su nieto Carlos.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 28
Coello, que también trabajaría en El Escorial, o a su discípulo Juan Pantoja de la Cruz.
El Greco
Uno de los pintores más importantes de España (aunque nació en Creta) y de la
Historia de la Pintura es Doménico Theotocopuli, El Greco (15411614).
El Greco resume todo el siglo XVI en su pintura: se
trata de un pintor de formación eminentemente clásica que
pasará por diversos periodos a lo largo de su vida: desde la
influencia bizantina y su aprendizaje veneciano (con la
preponderancia del color sobre la línea) hasta su
interpretación manierista de las corrientes
contrarreformistas y su etapa final libérrima, personalísima,
de etéreas composiciones de cuerpos flotantes y ácidos
colores envueltos en sombras que preludian el barroco.
Nuestro gran pintor toledano fracasó en su primera
idea de trabajar en El Escorial precisamente por lo
moderno de su estilo y por chocar con las corrientes
fuertemente mediatizadas por el Concilio de Trento. Así, su
Martirio de san Mauricio y la
legión tebana fue descartado
como no adecuado como imagen devocional, pero, pese a
ello, Felipe II se lo quedó para su colección personal y, de
hecho, fue uno de los cuadros mejor pagados de los
realizados para el monasterio.
La pintura de El Greco presenta, además de las
características mencionadas, una ausencia de fondo,
destacando las figuras en primer plano, con fuertes
contrastes de luces y sombras, colores ácidos y violentos
cambios de escala, de manera que el espacio se convierte
en irreal y suele separarse en los ámbitos de lo material y
de lo espiritual.
El canon se alarga extremadamente, siendo ésta la
característica más evidente de sus cuadros: las figuras se espiritualizan y parecen flotar.
Sin embargo, cuando El Greco pinta retratos (como
el de Fray Félix de Paravicino o El caballero de la mano
en el pecho), su pintura adquiere una gran profundidad
sicológica, a la par que cierta espiritualidad que matiza el
realismo propio de este género de pintura.
Sus principales obras, además de las mencionadas,
son de temática religiosa (con varias versiones en muchos
casos), como el Expolio, el Pentecostés o la Crucifixión,
además de algunos cuadros singulares como los alucinantes
Laocoonte o la Vista de Toledo o el famoso Entierro del
señor de Orgaz.
Historia del Arte. Bloque 4. El Renacimiento. Temas 15 al 19 29