Sentencia Escrita
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SENTENCIA
Manta, lunes 13 de julio del 2020, las 19h12, VISTOS: El suscrito Abogado DANIEL
ALEJANDRO FIGUEROA PAZ JUEZ DE LA UNIDAD CIVIL Y MERCANTIL DEL
CANTÓN LOJA, hoy día lunes 13 de julio del 2020, dentro del juicio que se sustancia
mediante PROCEDIMIENTO EJECUTIVO propuesto por la empresa MOVI COMPU,
Ec. Jorge
Oswaldo Cueva Armijos, en calidad de Gerente General de mencionada
empresa,signado con el número 2019-2030 en cumplimiento a lo señalado en el literal
l) del numeral 7) del artículo 76 de la Constitución de la República del Ecuador y
dentro del término establecido en el Art. 93 del Código Orgánico General de Procesos,
se emite la presente resolución en los siguientes términos:
PRIMERO: ANTECEDENTES. -
A fojas 15 del expediente comparecen los señores abogados MARIS ALVARADO Y
SEBASTIAN ORTEGA., en calidad de procuradores judicial del actor el señor JORGE
OSWALDO CUEVA ARMIJOS, conforme se aprecia del documento que consta de
fojas número 12 a 14 del proceso, manifiesta que, concurre a esta autoridad a
reclamar el pago de la obligación contenida en la letra de cambio que consta a fojas 1
a 2 del proceso y cuyo vencimiento, según obra del mismo documento es el 15 de
febrero del año 2020 por la suma de Veinticinco mil dólares de los Estados Unidos de
América (USD. 25,000.00), suscrita el 15 de febrero del 2012 y con firma y rubrica por
el señor Juan Peralta Armijos, en calidad de girado, aceptante y deudor; asimismo, a
fojas 5 consta la certificación de depósito emitida por el Banco Ecuador número
11900-2 a la cuenta de ahorros Nro. 29016990 cuyo titular es el señor Jorge Oswaldo
Cueva Armijos, por un valor de Veinticinco mil dólares de los Estados Unidos de
América (USD.25,000.00). Sin embargo, manifiesta que, a la fecha, incluso habiendo
transcurriendo mucho tiempo posterior a plantear la demanda, la obligación no se
encuentra cancelada en su totalidad y la parte demandada simplemente ha realizado
un abono a la cuenta No.0030059695, por la cantidad de USD$2092, 33 dólares
americanos a la misma cuenta señalada por parte de la empresa durante los meses
pertinentes, pago parcial que cubre en una parte los intereses de mora de la
obligación. Por lo antes dicho, y con fundamento en los artículos 410, 411 y siguientes
del Código de Comercio, en concordancia con los artículos 347 y 348 del Código
Orgánico General de Procesos (COGEP), y por constituir la letra de cambio título
ejecutivo y contener una obligación clara, pura, determinada, actualmente exigible y
liquidable mediante operación aritmética solicita que en sentencia se acepte la
pretensión y que se ordene el pago al señor Juan Alberto Peralta Armijos, para que en
base a la obligación contenida en la letra de cambio, se ordene el pago del capital
adeudado que a esta fecha son veintiún mil quinientos dólares (USD 25.000.00) más
los intereses pactados, los gastos extrajudiciales por cobranza, las costas procesales
incluyendo los honorarios de abogados defensores y de todos los gastos que ocasione
el cobro de conformidad con la ley, valores que deberán ser liquidados y cancelados
hasta la totalidad de la obligación.
Comparece el señor Juan Alberto Peralta Armijos acompañado de los abogados
Marilyn Conde y Victor Merino en calidad de accionados mencionan que se tome en
cuenta el depósito efectuado como abono a la obligación que hoy se exige, a nombre
del señor Juan Alberto Peralta Armijos.
SEGUNDO: JURISDICCION Y COMPETENCIA. –
En atención a lo prescrito en el artículo 76 de la Constitución de la República que
establece como un derecho constitucional que: “Sólo se podrá juzgar a una persona
ante un juez o autoridad competente y con observancia del trámite propio de cada
procedimiento”. El suscrito es competente para conocer y resolver la presente causa
de conformidad con la jurisdicción adquirida de conformidad con el Art. 152 del Código
Orgánico de la Función Judicial; por la competencia producida acorde al Art. 160.1
ibídem; así también, el artículo 240 que dispone: “Son atribuciones y deberes de las
juezas y los jueces de lo civil: 1. Conocer y resolver en primera instancia los asuntos
contenciosos y de jurisdicción voluntaria cuyo conocimiento no esté atribuido a otra
autoridad; 2. Conocer y resolver, en primera instancia, todos los asuntos de materia
patrimonial y mercantil establecidos en las leyes, salvo las que corresponda conocer
privativamente a otras juezas y jueces; 3. Conocer de la indemnización de daños y
perjuicios, derivados de delitos cuando en el juicio penal no se hubiese deducido
acusación particular; 4. Conocer en primera instancia de los juicios colusorios; y, 5.
Los demás asuntos determinados por la ley”.
TERCERO: DEBIDO PROCESO. –
El artículo 76 de la Constitución ecuatoriana prevé que en todo proceso en el que se
determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se debe asegurar el debido
proceso. Éste, comporta una serie de garantías jurisdiccionales que los jueces
estamos obligados a cumplir, cuando los ciudadanos requieren la intervención del
servicio de justicia, en cualquiera de sus modalidades, ordinaria, constitucional o
indígena. Una de esas garantías es el denominado principio de Legalidad Procesal
(artículo 76.3 ibídem) por el cual sólo se puede juzgar a una persona ante un juez o
autoridad competente y con observancia del trámite propio de cada procedimiento, lo
cual tiene congruencia con el derecho de los ciudadanos al acceso a los órganos de
justicia sin ningún tipo de restricción arbitraria, ilegal o inconstitucional (artículo 75 de
la Constitución), y en la existencia y observancia de normas claras, públicas y de
aplicación
obligatoria por parte de los jueces (artículo 82 ibídem). Estas previsiones
constitucionales tienen su correspondencia con la Convención Americana Sobre
Derechos Humanos (Pacto de San José) del 22 de noviembre de 1969, ordenamiento
jurídico interamericano del cual es suscriptor el Ecuador, y por el que se exige a los
Estados partes, la observancia de Garantías Judiciales como la prevista en el artículo
8.1 en el sentido de que “Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable por un juez o tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley…”. Así pues, el
debido proceso se constituye en el principio básico de observancia fiel, en el presente
caso y en cualquier tipo de procesamiento jurisdiccional.
CUARTO: VALIDEZ DEL PROCESO. –
No se ha advertido violación de trámite, pues se ha sustanciado de acuerdo a las
reglas establecidas en los artículos 347 y siguientes del Código Orgánico General de
Procesos, observando de esta manera el derecho constitucional a la seguridad jurídica
consagrado en el artículo 82 de la Constitución de la República; así como tampoco se
observa omisión de alguna de las solemnidades sustanciales previstas en el artículo
107 del Código Orgánico General de Procesos que motiven nulidad procesal, tanto
más cuanto, consta la citación al demandado, y por tanto se ha garantizado el derecho
a la defensa de las partes, consagrado en el artículo 76 de la Norma suprema; en
consecuencia, se declara válido todo lo actuado.
SEXTO: JURISPRUDENCIA Y DOCTRINA. –
Reiteradamente lo ha reconocido nuestra jurisprudencia y doctrina, la naturaleza
propia del juicio ejecutivo es tal, que su punto de partida es la certeza que ostenta el
título ejecutivo, respecto a la existencia del crédito, pues se entiende incorporado en el
mismo; por ende, la accionante al cumplir la formalidad sustancial de presentar el título
ejecutivo original de conformidad con el artículo 349 del Código Orgánico General de
Procesos y que éste sea uno de los reconocidos en el artículo 347 ibídem con esa
calidad (título ejecutivo) y, que además su obligación incorporada sea una de las
preceptuadas en el artículo 348 del cuerpo legal invocado (clara, pura, determinada,
actualmente exigible y liquida); por consiguiente, cumple con la carga de probar
idóneamente el crédito que demanda. Para demostrar tal aseveración, la Ex Corte
Suprema de Justicia en el fallo contenido en la Gaceta Judicial. Año XC. Serie XV. No.
9. Pág. 2585. Quito, 20 de julio de 1990, ha referido sobre el tema en los tiempos de
vigencia del Código de Procedimiento Civil, que tiene plena validez en la actualidad
con las disposiciones relativas al procedimiento ejecutivo contemplado en el Código
Orgánico General
de Procesos, normas que rigen para estos casos, que: “El legislador dispone
imperativamente que el título ejecutivo se acompañará a la demanda, no en otro
momento, a menos que se trate de la situación prevista en el Art. 491 del Código de
Procedimiento Civil a fin de que el Juez pueda examinar tanto el título como la
obligación en él contenida para poder dictar el auto de pago. Pero, hay aún más; de
ser indispensable la reproducción de un título ejecutivo en la estación probatoria, en
los casos en que, por tratarse únicamente de excepciones de puro derecho, no se
abre la causa a prueba (Art. 442 del mismo Código), no tendría el actor oportunidad de
reproducir como prueba ese título como tampoco la tiene cuando el deudor no paga ni
propone excepciones dentro del respectivo término (Art. 440 antes citado), ya que, en
tal caso, el Juez, en veinte y cuatro horas, dictará sentencia mandando que el deudor
cumpla inmediatamente la obligación, sentencia que causará ejecutoria para el
ejecutado, porque éste es el que se hace merecedor de esa sanción.”. Respecto a la
autonomía del título y su incorporación del derecho, manifiesta el preclaro tratadista
español, el profesor JOAQUIN GARRIGUES: “Pero el ejercicio del derecho va
indisolublemente unido a la posesión del título. Esto es consecuencia a que en los
títulos valores el derecho y el título están ligados en una conexión especial … En los
títulos ordinarios el documento es accesorio del derecho: quien tiene el derecho, tiene
también derecho a obtener el título. En los títulos valores el derecho es accesorio al
título: quien tiene el título es el titular del derecho y no hay derecho sin título.” (Curso
de Derecho Mercantil, Tomo I, Página 718 y 719.); y, en su misma obra, concluye,
acrisoladamente: “Este nexo se manifiesta en un doble sentido, que es determinante
de las notas esenciales al concepto de título valor: A) La posesión del título es conditio
sine qua non para el ejercicio y transmisión del derecho…B) La vigencia y extensión
del derecho se rigen exclusivamente por lo que resulte del título. Los elementos
conceptuales del título valor son, en consecuencia, estos dos: legitimación por la
posesión (2); literalidad del derecho (3).” (Curso de Derecho Mercantil, Tomo I, Página
718 y 722- 723). Esto es lo que doctrinalmente se conoce como la “incorporación del
derecho al título”, que se refiere a aquella necesaria simbiosis entre el derecho
corporal (título) y el derecho incorporal (crédito), incorporado en éste, que por ende
facilita la circulación de estos títulos. De tal suerte que quien ejerce la posesión de tal
título se lo tiene como su acreedor, ya que la posesión es considerada como suficiente
“signum iuris” oponible a terceros, es decir que la posesión equivale a la posibilidad de
ejercitar el derecho, tanto porque a quien posee el título se lo tiene como titular de tal
derecho incorporal y además, porque, dado el elemento de literalidad del derecho, se
conoce por parte de todos a quienes se les opone su cumplimiento, que el derecho
incorporado en éste, se extiende únicamente en la forma prevista en su contenido
literal.
SÉPTIMO: MOTIVACIÓN. –
El artículo 347.4 del Código Orgánico General de Procesos (COGEP) al referirse a los
títulos ejecutivos, indica: “Son títulos ejecutivos siempre que contengan obligaciones
de dar o hacer: (…) 4. Letras de cambio.”; a su vez, el artículo 348 del mismo cuerpo
normativo dispone: “Para que proceda el procedimiento ejecutivo, la obligación
contenida en el título deberá ser clara, pura, determinada y actualmente exigible.
Cuando la obligación es de dar una suma de dinero debe ser, además, líquida o
liquidable mediante operación aritmética. (…)”. Sobre el tema Manuel Tama arguye:
“1. Deben ser claras. Es decir, precisa que no ofrezcan duda en cuanto a sus
elementos. 2. Determinadas. La determinación admite modalidades y grados.
Determinar significa fijar, precisar. Es obvio que para que sea ejecutable una
obligación es indispensable que sea determinada; es decir que se conozca con
precisión cuál es la prestación que debe el deudor; y qué es lo que el acreedor tiene
derecho a recibir. Si la obligación es determinada, ya no se necesita declaración
alguna que reconozca su existencia. La obligación determinada existe de manera
precisa. Para las obligaciones en general, la prestación por lo regular es determinada
desde su nacimiento. Pero también puede ocurrir que se señalen factores como para
determinar a posteriori: el precio lo fijará un perito…el valor que esté en el mercado en
tal fecha…De conformidad con lo previsto en el artículo 1477 del Código Civil, las
cosas que pueden ser objeto de una declaración de voluntad deben estar
determinadas, a lo menos en cuanto a su género. 3. Líquidas. Significa tiene que ser
clara y cierta en su cantidad o valor; tiene que estar determinada y no solamente
determinable. 4. Puras. Obligación pura y simple es aquella que produce sus efectos
desde que se contrae y para siempre, sin restricciones y limitaciones de ninguna
clase”. El artículo 410 del Código de Comercio, prevé que los requisitos esenciales
para la creación de una letra de cambio, son: “1o.- La denominación de letra de
cambio inserta en el texto mismo del documento y expresada en el idioma empleado
para la redacción del mismo. Las letras de cambio que no llevaren la referida
denominación, serán, sin embargo, válidas, si contuvieren la indicación expresa de ser
a la orden; 2o.- La orden incondicional de pagar una cantidad determinada; 3o.- El
nombre de la persona que debe pagar (librado o girado); 4o. La indicación del
vencimiento; 5o.- La del lugar donde debe efectuarse el pago; 6o.- El nombre de la
persona a quien o cuya orden debe efectuarse el pago; 7o. La indicación de la fecha y
del lugar en que se gira la letra; y, 8o.- La firma de la persona que la emita (librador o
girador)”. A su vez, el artículo 411 del mismo cuerpo legal, expresa: “El documento en
el cual faltaren algunas de las especificaciones indicadas en el artículo que antecede,
no es válido como letra de cambio, salvo en los casos determinados en los párrafos
que siguen: La letra de cambio en la que no se indique el vencimiento será
considerada como pagadera a la vista. A falta de indicación especial, la localidad
designada junto al nombre del girado se considerará como el lugar en que habrá de
efectuarse el pago y, al mismo tiempo, como el domicilio del girado. La letra de cambio
en que no se indique el lugar de su emisión, se considerará como suscrita en el lugar
expresado junto al nombre del girador.”; es decir, que un título valor para que sea
demandado -como en el presente caso-, debe reunir los requisitos, características y
condiciones señaladas en los artículos precedentes para ser considerado título y su
obligación ejecutivos.
En este orden de ideas, la Letra de Cambio No. 1/1 de fs. 1 a 2, emitida en la ciudad
de Loja, el 15 de febrero del 2012, aceptada por Juan Alberto Peralta Armijos, por la
suma de veinte cinco mil dólares de los Estados Unidos de América (USD.25,000.00),
girada bajo el tipo de vencimiento de los permitido en el artículo 441 del Código de
Comercio, “a día fijo” (15 de febrero del 2020), el mismo que valorado por el juez,
justifica los fundamentos de la demanda, por ser título ejecutivo conforme al artículo
347.4 del Código Orgánico General de Procesos y, la obligación contenida en él clara,
pura, determinada, actualmente exigible y liquida de acuerdo al artículo 348 ibídem;
cumpliendo además, con los requisitos de creación del artículo 410 del Código de
Comercio, del que aparece como persona obligada a pagar el girado y demandado
Juan Alberto Peralta Armijos, en calidad de aceptante y deudor, la cantidad de veinti
cinco mil dólares de los Estados Unidos de América (USD. 25,000.00), que de acuerdo
a lo estipulado en el artículo 436 del Código de Comercio, que dice “Por la aceptación,
el girado se obliga a pagar la letra de cambio a su vencimiento.”; es decir, el girado,
deudor o demandado por el simple hecho de suscribir una letra de cambio, da por
aceptado a su vencimiento el pago del valor estipulado en él; y por ende, responde a
las repercusiones legales que implica su incumplimiento, del cual hasta el momento no
existe justificativo de pago por parte del demandado Juan Alberto Peralta Armijos..
OCTAVO: DECISIÓN. -
Por lo expuesto, en base a los artículos 95 y 163 del Código Orgánico General de
Procesos (COGEP); a la doctrina y jurisprudencia mencionadas en considerandos
anteriores; respetando la Constitución de la República del Ecuador, las garantías del
debido proceso señaladas en el artículo 76.7; el derecho a la seguridad jurídica
previsto en el artículo 82; y, el artículo 169, que dice: "EI sistema procesal es un medio
para la realización de la justicia. Las normas procesales consagrarán los principios de
simplificación, uniformidad, eficacia, inmediación, celeridad y economía procesal, y
harán efectivas las garantías del debido proceso. No se
sacrificará la justicia por la sola omisión de formalidades.", y el principio de
imparcialidad señalado en el artículo 9 del Código Orgánico de la Función Judicial, que
expresa: "La actuación de las juezas y jueces de la Función Judicial será imparcial,
respetando la igualdad ante la ley. En todos los procesos a su cargo, las juezas y
jueces deberán resolver siempre las
pretensiones y excepciones que hayan deducido los litigantes, sobre la única base de
la Constitución, los instrumentos internacionales de derechos humanos, los
instrumentos internacionales ratificados por el Estado, la ley y los elementos
probatorios aportados por las partes”, esta Unidad Judicial Civil de Loja,
ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL
ECUADOR Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA
REPÚBLICA, rechazando las excepciones planteadas por improcedentes, se ACEPTA
la demanda y en consecuencia se dispone que la parte demandada JUAN ALBERTO
PERALTA ARMIJOS, pague de inmediato a la actora el valor del capital adeudado;
gastos extrajudiciales por cobranza, las costas procesales donde se incluirán los
honorarios de sus abogados defensores y todos los gastos que ocasione el cobro.
Tómese en cuenta el abono que se hace al crédito demandado en la cuenta Nro.
11280803 del Banco Nacional cuyo titular es el señor JORGE OSWALDO CUEVA
ARMIJIOS , por la cantidad de mil dólares americanos.
Sin costas ni honorarios que regular.
Actúe el Ab. José Luis Solano Tene, en calidad de secretario del despacho.
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE.