El GRAN DESCONOCIDO
El GRAN DESCONOCIDO
El GRAN DESCONOCIDO
La primera vez que San Pablo llegó a Atenas, entre los innumerables
ídolos de piedra que llenaban calles y plazas y que arrancaron al
satírico Petronio su famosa frase de «ser más fácil encontrarse en esta
ciudad con un dios que con un hombre» ', le llamó poderosamente la
atención un altar con la siguiente inscripción: «Al Dios desconocido», lo
que le dio pie y ocasión para su magnífico discurso en el Areópago:
«Ese Dios, al que sin conocerle veneráis, es el que vengo a
anunciaros» (Act 17,23).
Más tarde, al llegar de nuevo Pablo el gran Apóstol a la ciudad de
Efeso, halló algunos discípulos que habían aceptado ya la fe cristiana y
les preguntó: «¿Habéis recibido el Espíritu Santo al abrazar la fe?»
Ellos le contestaron: «Ni siquiera hemos oído si existe el Espíritu
Santo» (Act 19,1-2).
Aunque parezca increíble después de veinte siglos de cristianismo, si
San Pablo volviera a formular la misma pregunta a una gran
muchedumbre de cristianos, obtendría una respuesta muy parecida a
la tan desconcertante que le dieron aquellos primeros discípulos de
Efeso. En todo caso, aunque les suene materialmente su nombre, es
poquísimo lo que saben la inmensa mayoría de los cristianos actuales
FALTA DE MANIFESTACIONES
El primer motivo es la general ignorancia en torno a la tercera
persona de la Santísima Trinidad obedece, quizá, a sus propias
manifestaciones muy poco sensibles y, por lo mismo, muy poco
perceptibles para la inmensa mayoría de los hombres. Se conoce
bastante bien al Padre, se le adora y se le ama. ¿Cómo podría
ser de otra manera? Sus obras son palpables y están siempre
presentes a nuestros ojos. La magnificencia de los cielos, las
riquezas de la tierra, la inmensidad de los océanos, el ímpetu de
los torrentes, el rugir del trueno, la armonía maravillosa que
reina en todo el universo y otras mil cosas admirables repiten
continuamente, con soberana elocuencia y al alcance de todos, la
existencia, la sabiduría y el formidable poder de Dios Padre,
Creador y Conservador de todo cuanto existe.
Pero Jesús también dijo que Él rogaría al Padre para que nos
diera otro Consolador (Jn.14:16-17).Entonces el objetivo de la
partida de nuestro Señor Jesucristo, era el enviar al Espíritu
Santo, y este fue cumplido el día de pentecostés (Hch.2:33)
Por ello todo creyente en Jesucristo debe proclamar el evangelio del
arrepentimiento, para salvación de las almas, porque en cada alma que
se salva Jesucristo obtiene una nueva victoria y su reino en la tierra se
expande.
Luego de que Jesús resucitó y justo antes de subir al cielo, le dijo a sus
discípulos:
El Espíritu Santo realiza una obra especial en este mundo y dentro del pueblo
de Dios. Es la presencia del Dios todopoderoso en medio nuestro. Él obra de
diferentes formas ayudándonos a sentir al Señor y a andar siempre de acuerdo
con su voluntad.
VERSÍCULOS DEL ESPÍRITU SANTO QUE AVIVARÁN EL FUEGO
EN TI
Sientes que tu fe decae? ¿Piensas que el camino es muy duro y que te cuesta
continuar? ¡Recuerda que el Señor está contigo y su Espíritu Santo mora en ti!
Él te dará fuerzas para seguir adelante.
Hechos 1:8
Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis
testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de
la tierra.
(Hechos 1:8)
Tal como sucedió con la primera iglesia, llenarte del Espíritu Santo te capacita
para ser testigo del Señor Jesucristo dondequiera que vas. ¿Quieres avivar tu
fe cada día? Llénate del poder del Espíritu Santo y sal a compartir con los
demás el amor y la salvación que has recibido por medio de Jesús. ¡Muévete
en su poder y alcanza a las naciones!
Hechos 4:31
Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos
fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin
temor alguno.
(Hechos 4:31)
El Espíritu Santo echa fuera el temor al ridículo o a la reacción negativa de los
demás. Ora cada día y pídele al Señor que te llene con su Espíritu, que te
ayude a compartir su mensaje de forma adecuada y bondadosa con aquellos
que te rodean. La oración es vital para fortalecer tu vida espiritual y te impulsa
a ser valiente en Cristo.
1 Juan 4:13
Cómo sabemos que permanecemos en él, y que él permanece en nosotros? Porque
nos ha dado de su Espíritu.
(1 Juan 4:13)
Isaías 44:3
Porque yo derramaré aguas sobre el suelo sediento, y torrentes sobre la tierra seca.
Derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes, y mi bendición sobre tus vástagos.
(Isaías 44:3)
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Tabla de contenido
1. ¿Qué es eso?
2. ¿Qué dice la Sagrada Escritura?
3. La pequeña catequesis YOUCAT.
¿Qué es eso?
Sin el Espíritu Santo, Dios no está completo, por así decirlo. Y sobre
todo: sin el Espíritu Santo Dios no está - una vez más muy
humanamente hablando - "ahí".
© Photo by Valentina Uribe on Cathopic.
Un fantasma... ¿o qué?
Ahora hay cosas invisibles que son tan reales como la piedra y el hierro
- "el amor", por ejemplo. Nadie ha visto nunca el amor, pero existe sin
ninguna duda. En las personas, el amor es una especie de cosa
intermedia - el latín usa la palabra "interés" (= estar en medio) para
ello. Porque a través de Jesús somos capaces de mirar al interior de
Dios, descubrimos una inter-esencia allí también. Dios no es un bloque
monolítico. En él hay vida, comunidad, un diálogo interminable de
amor. El interés del Padre por el Hijo (y viceversa) es de una
intensidad tan enorme que el "intermedio" del amor divino no es un
sentimiento vago o una cualidad de la relación, sino una persona: el
Espíritu Santo.
La revelación en la relación
Todavía se sabe hoy en día dónde ocurrió la relación. Es decir, el lugar
donde los discípulos entraron en la relación de todas las relaciones.
Está en Jerusalén, en el Monte de Sión (para los propietarios de
smartphones: GPS 31.772167, 35.229281). Desde la calle Ma'ale
Shazkh se escalan unos 40 m hasta el "Cenáculo", desde donde el
famoso arqueólogo Bargil Pixner jura que aquí - justo debajo de la
iglesia cruzada del siglo XIV - se encontraba la sala donde tuvieron
lugar dos momentos cruciales en la historia de Dios con el mundo: la
Cena del Señor y Pentecostés.
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Los pulmones
“Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha
sido hecho, fue hecho.” — Juan 1:3 (NBLH)
El Apóstol Pablo nos da el mismo mensaje y nos dice que Jesucristo no solo es el
Creador, sino que Él es el Dios que sostiene y controla toda la Creación hasta el día
de hoy:
Cristo se regocijó en el
Espíritu
Autor:
El C