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El GRAN DESCONOCIDO

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El GRAN DESCONOCIDO: EL ESPIRITU SANTO Y SUS DONES

La primera vez que San Pablo llegó a Atenas, entre los innumerables
ídolos de piedra que llenaban calles y plazas y que arrancaron al
satírico Petronio su famosa frase de «ser más fácil encontrarse en esta
ciudad con un dios que con un hombre» ', le llamó poderosamente la
atención un altar con la siguiente inscripción: «Al Dios desconocido», lo
que le dio pie y ocasión para su magnífico discurso en el Areópago:
«Ese Dios, al que sin conocerle veneráis, es el que vengo a
anunciaros» (Act 17,23).
Más tarde, al llegar de nuevo Pablo el gran Apóstol a la ciudad de
Efeso, halló algunos discípulos que habían aceptado ya la fe cristiana y
les preguntó: «¿Habéis recibido el Espíritu Santo al abrazar la fe?»
Ellos le contestaron: «Ni siquiera hemos oído si existe el Espíritu
Santo» (Act 19,1-2).
Aunque parezca increíble después de veinte siglos de cristianismo, si
San Pablo volviera a formular la misma pregunta a una gran
muchedumbre de cristianos, obtendría una respuesta muy parecida a
la tan desconcertante que le dieron aquellos primeros discípulos de
Efeso. En todo caso, aunque les suene materialmente su nombre, es
poquísimo lo que saben la inmensa mayoría de los cristianos actuales

Este lamento está tanto más justificado si tenemos en cuenta el dolor


— por decirlo así— que el Espíritu Santo debe de experimentar al no
poderse expansionar, como quisiera ardientemente, sobre las almas y
sobre el mundo cristiano.
Nada hay ni puede haber de más difusivo que este divino Espíritu, que
es personalmente el sumo bien; y, sin embargo, al tropezar con la
rebeldía de nuestra libertad olvidadiza e indiferente, se siente como
constreñido a replegarse y restringirse, a limitar su acción santificadora
a muy contadas almas que le son enteramente fieles, a dar como con
mano avara sus dones inefables, puesto que son muy pocos los que se
los piden y menos todavía los que son dignos de ellos.
Más aún: con frecuencia ve a los que son sus templos de carne y
hueso— esos templos consagrados por El mismo con el agua del
bautismo y santificados y embellecidos después de tantos modos—
miserablemente profanados con los más sucios y repugnantes
pecados, y se ve arrojado vilmente de estos templos para dar lugar al
espíritu de la fornicación, del odio, de la venganza, de la soberbia y de
todos los demás pecados capitales.
Pero mucho más que el propio Espíritu Santo deberían dolerse los
propios cristianos al verse tan poco instruidos y dignos de un Dios tan
grande. Porque esto significa, ante todo, ignorar o despreciar la fuente
misma de la vida sobrenatural y divina

Los principales motivos del desconocimiento del Espíritu Santo


1. Falta de manifestaciones
2. Falta de doctrina.
3. Falta de devociones.

FALTA DE MANIFESTACIONES
El primer motivo es la general ignorancia en torno a la tercera
persona de la Santísima Trinidad obedece, quizá, a sus propias
manifestaciones muy poco sensibles y, por lo mismo, muy poco
perceptibles para la inmensa mayoría de los hombres. Se conoce
bastante bien al Padre, se le adora y se le ama. ¿Cómo podría
ser de otra manera? Sus obras son palpables y están siempre
presentes a nuestros ojos. La magnificencia de los cielos, las
riquezas de la tierra, la inmensidad de los océanos, el ímpetu de
los torrentes, el rugir del trueno, la armonía maravillosa que
reina en todo el universo y otras mil cosas admirables repiten
continuamente, con soberana elocuencia y al alcance de todos, la
existencia, la sabiduría y el formidable poder de Dios Padre,
Creador y Conservador de todo cuanto existe.

Conocemos, adoramos y amamos inmensamente también al Hijo


de Dios. Sus predicadores no son menos numerosos ni
elocuentes que los de su Padre celestial. La historia tan
conmovedora de su nacimiento, vida, pasión y muerte; la cruz,
los templos, las imágenes, el cotidiano sacrificio del altar, sus
numerosas fiestas litúrgicas recuerdan a todos continuamente los
diferentes misterios de su vida divina y humana; la eucaristía,
sobre todo, que perpetúa su presencia real, aunque invisible, en
esta tierra, hace converger hacia El el culto de toda la Iglesia
católica.

Pero con el Espíritu Santo ocurren muy diversamente las cosas.


Nada más visible que la creación del Padre y nada más oculto
que la acción del Espíritu Santo
Por otra parte, el Espíritu Santo no se ha encarnado como el
Hijo, no ha vivido ni conversado visiblemente con los hombres.

Sólo tres veces se ha manifestado bajo un signo sensible, pero


siempre secundario y pasajero: en forma de paloma sobre Jesús
al ser bautizado en el río Jordán, de nube resplandeciente en el
monte Tabor y de lenguas de fuego en el cenáculo de Jerusalén.
A esto se reducen todas sus teofanías evangélicas, y ninguna
otra, al parecer, ha tenido lugar a todo lo largo de la historia de
la Iglesia; por lo que sabiamente prohíbe la misma Iglesia
representarlo bajo cualquier otro símbolo. Los artistas no
disponen aquí de variedad de posibilidades representativas: sólo
dos o tres símbolos, y éstos bien poco humanos y nada divinos,
son los únicos que pueden ofrecer a la piedad de los fieles para
conservar la memoria de su existencia y sus inmensos beneficios.
La importancia del Espíritu Santo en nuestras vidas
( Juan 16:7-14 )

Jesús después de haber tomado la última cena con sus


discípulos, les comenzó a hablar acerca de su partida, para
reunirse nuevamente con el Padre y les declaró la razón de su
partida, y por qué convenía su partida: Él tenía que estar junto al
Padre para interceder por nosotros (Ro.8:34;Heb.7:25) Por qué
tiene que interceder, porque hay alguien que nos está acusando
(Ap:12:10b)

Pero Jesús también dijo que Él rogaría al Padre para que nos
diera otro Consolador (Jn.14:16-17).Entonces el objetivo de la
partida de nuestro Señor Jesucristo, era el enviar al Espíritu
Santo, y este fue cumplido el día de pentecostés (Hch.2:33)

La presencia del Espíritu Santo, era más conveniente que la


presencia corporal de nuestro Señor Jesucristo, porque la
presencia corporal se limitaba a un determinado lugar, Él no
podía estar en 2 lugares al mismo tiempo, mientras que la
presencia de su Espíritu, podría estar en todo lugar.

¿Cuál es la obra del Espíritu Santo en nosotros? ¿Por qué fue


conveniente que Cristo se fuese paraque enviara al Consolador?
(Juan 16:7

1. NUESTRA NECESIDAD DE SER CONSOLADOS

Estar consolado es una experiencia agradable, la cual implica la


presencia de un problema. Este mundo es un lugar de
tribulación, persecución y lágrimas para el hijo de Dios. Antes de
la partida de Cristo, Él les aseguró a los apóstoles que las
aflicciones serían parte de sus vidas (Jn.16:1-4). Por lo tanto, no
podemos escaparnos de las aflicciones, sino más bien buscar el
consuelo durante sus pruebas.
La intención de Dios para con Sus hijos es que tengan consuelo y
gozo en este mundo (Jn.14:27;Jn.16:33; Ro.14:17; Jn.14:18). A
un cristiano descontento, le falta le fe (Ro.15:13) y es de mal
testimonio. El gozo del Señor es nuestra fortaleza y es la clave
del éxito en el servicio a Dios(Neh.8:10; Sal.51:12-13).
Recibimos consuelo en nuestras aflicciones y podemos
regocijarnos en las pruebas (Stg.1:2). De ahí la importancia de
tener al Consolador con nosotros.

La palabra griega para consolador es "parakletos" que significa


"llamado al lado de uno; en ayuda de uno". El Espíritu Santo
como Consolador es nuestro ayudador, consejero y abogado.

En 1 Juan 2:1, se menciona a Cristo como nuestro "parakletos"


(abogado). En Juan 14:16, Cristo dijo que enviaría "otro"
Consolador. La palabra griega por "otro" es "allos" que significa
"otro de la misma clase".

El Espíritu Santo es entonces (como Cristo) una persona Divina quien


nos cuida en la ausencia física de Cristo. Siendo omnisciente, Él puede
enseñarnos la voluntad de Dios. Siendo omnipotente, Él nos sostiene
en el mundo (1 Juan 4:4). Nos ama de la misma manera que Cristo y
mantiene comunión con nosotros (Romanos 15:30, 2 Corintios 13:14).

2. ¿CUAL ES EL PROPOSITO DEL ESPIRITU SANTO?

La venida del Espíritu Santo, era de suma importancia para llevar


adelante la obra de nuestro Señor Jesucristo en la tierra, cuando
nuestro Señor Jesucristo comenzó su ministerio terrenal, lo primero
que comenzó a predicar y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los
cielos se ha acercado (Mt.4:17; Mr.1:15) . Y el establecimiento del
Reino de Dios en la tierra es el propósito del Espíritu Santo, para que
se cumpla este propósito.
2.1 EL ESPIRITU SANTO CONVENCE DE PECADO AL MUNDO
(Jn.16:9):

CONVENCER, significa cambiar a alguien a reconocer la verdad, con


argumentos y pruebas, para adoptar una resolución. El Espíritu Santo
es el encargado de presentar el argumento y las pruebas, de la verdad
del evangelio que Jesús es el Hijo de Dios nuestro salvador, a los
incrédulos para que adopten la determinación de aceptarlo.

El objetivo del Espíritu Santo es convencer, no está en el hombre el


poder convencer a sus semejantes para que crean en Jesús ni menos
para que se aparten del pecado, el hombre podrá usar mucha oratoria,
Psicológica, puede hacer esto o aquello, pero no podrá convencer al
incrédulo para que se convierta, porque es obra del Espíritu Santo.

2.2 ESPIRITU SANTO CONVENCE AL MUNDO DE JUSTICIA


(Jn. 16:10)

El Espíritu Santo convence al incrédulo que Jesús es el justo, que no


peco, por lo cual no debería morir hechos: 3:14. Más vosotros
negasteis al Santo y al justo, y pedisteis que se os diese un homicida.
Mt: 27:19, Lu:23:47. El Espíritu Santo convence al mundo, que la
justicia de Dios se cumple a través del sacrificio de Jesús 2Co:5:21. Al
que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que
nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él, determinando así que
Jesús es nuestra justicia. Ro:3:24. El argumento que Jesús es el justo,
es el resultado de su resurrección y su asunción a la diestra del
Padre, hechos 2:24. Al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la
muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella. Y la
manifestación contundente que Jesús a sido exaltado por el padre, fue
el cumplimiento del derramamiento del Espíritu Santo, estando Jesús
sentado ala diestra del Padre determinaba que sus discípulos no
lo verían más en forma corporal.
2.3 EL ESPIRITU SANTO CONVENCE AL MUNDO DEL JUICIO
(Jn.16:11):

De juicio por cuanto el príncipe de este mundo ha sido juzgado.


Satanás es conocido como el príncipe de este mundo él es quien engaña
al mundo, Ap:12:9, él tenía antes de la muerte de Jesús, el imperio de la
muerte.He:2:14.b.para destruir por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, al diablo, como príncipe de este mundo
el diablo controla todo, la ciencia, el arte, la filosofía, la medicina, la
Religión etc, solamente para que tengamos una idea.

Con la muerte de Jesús en La cruz del calvario, sin haber pecado, lo


demostró al diablo su desobediencia, lo encontró culpable de su
maldad y lo juzgo y quedo convicto al lago de fuego y a su debido
tiempo Ap:20:10. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago
de fuego y azufre, y le quito todo poder y autoridad que el diablo le
había robado al hombre y ahora Jesús tiene las llaves del hades y de la
muerte. Ap:1:18.b. y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

En este acto no solamente fue juzgado el diablo y sus ángeles, sino


también el mundo entero, El Espíritu Santo nos hace ver este juicio,
para poder escapar de el, pero esto es un acto voluntario de las
personas que puedan abrazar el Amor de Dios por la fe en la persona
de nuestro Señor Jesucristo, o someterse voluntariamente al imperio de
Satanás y seguir en el mundo y ser condenados.

 
Por ello todo creyente en Jesucristo debe proclamar el evangelio del
arrepentimiento, para salvación de las almas, porque en cada alma que
se salva Jesucristo obtiene una nueva victoria y su reino en la tierra se
expande.

2.4 ¿CÓMO ACTÚA EL CONSOLADOR EN NOSOTROS?

2.4.1. NOS ENSEÑA:


Cristo enseñaba a sus apóstoles constantemente durante su ministerio
terrenal, pero en su partida ellos todavía tenían mucho que aprender.
El entonces les prometió enviar "otro Consolador" quien continuaría
enseñándoles (Juan 14:26; Juan 16:13-14). En este sentido el Espíritu
Santo se llama el "Espíritu de verdad" (Juan 14:17). El Espíritu aun iba
a darles las palabras necesarias cuando fueran llamados ante los
tribunales (Mateo 10:17-20). En los tiempos apostólicos, El enseñó por
medio de la revelación y la iluminación; desde que fue terminado el
Nuevo Testamento, su obra se limita a la iluminación.

2.4.2 INTERCEDE POR NOSOTROS:


El Espíritu intercede por los cristianos. En Romanos 8:26-
27,encontramos que el Espíritu Santo intercede por nosotros y nos
ayuda según la voluntad de Dios en nuestras oraciones. Es verdad,
Cristo intercede por nosotros ante del Padre, pero el Espíritu Santo, sin
embargo, intercede de nuestra parte indirectamente, enseñándonos
como orar. Se compara su obra con el trabajo de un abogado que
instruye a su cliente acerca de lo que debería decir en la corte. Es
bueno saber que cuando nos arrodillamos en la oración tenemos a
alguien que nos guía y que conoce la voluntad de Dios y puede
dirigirnos en nuestros deseos y peticiones(Ro.8:27; Zac.12:10; Ef.6:18)

2.4.3 NOS SELLA:


 El Espíritu sella a los cristianos. En Efesios 4:30, encontramos que los
creyentes son sellados con el Espíritu hasta el día de la redención. El
hecho de que el Espíritu mora en nosotros y estará para siempre en los
creyentes fue usado por Cristo como base fuerte de consolación
(Juan14:16-17).

2.4.4 NOS ASEGURA QUE DIOS NOS AMA:


 El Espíritu Santo consuela a su pueblo elegido al hacerles entender en
sus corazones el amor que Dios tiene hacia ellos (Romanos 5:5).
El Espíritu nos revela todo lo que Dio nos ha preparado (1 Corintios
2:9-10) como resultado de su amor.

2.4.5 PRODUCE FE EN NUESTRAS VIDAS:


 El Espíritu Santo es el proveedor de toda fe y esperanza en el creyente. El
produce las gracias que actúan como un ancla para nuestras almas
(Romanos 15:13;Gálatas 5:22; Hebreos 6:17-19).
2.4.6 PRODUCE GOZO:
 Romanos 14:17; Gálatas 5:22.

2.4.7 CONSUELA: El Espíritu Santo consuela al creyente por medio


del fortalecimiento de sus gracias y le da victoria sobre el pecado. El
Espíritu no permitirá que la obra iniciada en la regeneración sea
superada o destruida por Satanás (Filipenses 1:6; Romanos 6:14).

2.4.8 DA PODER PARA PREDICAR:


 No hemos sido dejados solos para hacer una tarea imposible, sino que
somos dotados con poder celestial (Hch.1:8 1P.1:12; 1Tes.1:5)

Luego de que Jesús resucitó y justo antes de subir al cielo, le dijo a sus
discípulos:

Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y


serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y
hasta los confines de la tierra.
(Hechos 1:8)

Aunque Jesús no estaría más sobre la tierra en forma de hombre, gracias al


Espíritu Santo la presencia de Dios sí estaría sobre cada uno de sus hijos. Los
capacitaría para ser sus testigos por todo el mundo. Hoy todavía sigue siendo
así. Cada uno de los que hemos recibido a Jesús como Señor y Salvador
tenemos el Espíritu Santo en nosotros. Nos ayuda a vivir en su voluntad para
llevar la presencia de Dios y su mensaje dondequiera que vamos.

El Espíritu Santo realiza una obra especial en este mundo y dentro del pueblo
de Dios. Es la presencia del Dios todopoderoso en medio nuestro. Él obra de
diferentes formas ayudándonos a sentir al Señor y a andar siempre de acuerdo
con su voluntad.
VERSÍCULOS DEL ESPÍRITU SANTO QUE AVIVARÁN EL FUEGO
EN TI

Sientes que tu fe decae? ¿Piensas que el camino es muy duro y que te cuesta
continuar? ¡Recuerda que el Señor está contigo y su Espíritu Santo mora en ti!
Él te dará fuerzas para seguir adelante.

Encontramos un buen ejemplo en el profeta Habacuc. Cuando él vio al pueblo


declinar espiritualmente, no se dejó llevar por el desánimo. Él recordó todo lo
que Dios había hecho en ellos y por ellos, y fue delante del Padre en oración
e intercesión, pidiendo un avivamiento.

Señor, he sabido de tu fama; tus obras, Señor, me dejan pasmado. Realízalas de


nuevo en nuestros días, dalas a conocer en nuestro tiempo... (Habacuc 3:2a)

Recuerda todo lo que el Señor ha hecho por ti y cómo ha manifestado su


poder en tu vida. Acércate a Dios en oración intensa, escucha su voz y
permite que su Espíritu Santo avive hoy tu fe. Cobra ánimo y vive en el poder
del Espíritu Santo.

Hechos 1:8
Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis
testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de
la tierra.
(Hechos 1:8)

Tal como sucedió con la primera iglesia, llenarte del Espíritu Santo te capacita
para ser testigo del Señor Jesucristo dondequiera que vas. ¿Quieres avivar tu
fe cada día? Llénate del poder del Espíritu Santo y sal a compartir con los
demás el amor y la salvación que has recibido por medio de Jesús. ¡Muévete
en su poder y alcanza a las naciones!

Hechos 4:31
Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos
fueron llenos del Espíritu Santo, y proclamaban la palabra de Dios sin
temor alguno.
(Hechos 4:31)
El Espíritu Santo echa fuera el temor al ridículo o a la reacción negativa de los
demás. Ora cada día y pídele al Señor que te llene con su Espíritu, que te
ayude a compartir su mensaje de forma adecuada y bondadosa con aquellos
que te rodean. La oración es vital para fortalecer tu vida espiritual y te impulsa
a ser valiente en Cristo.

1 Juan 4:13
Cómo sabemos que permanecemos en él, y que él permanece en nosotros? Porque
nos ha dado de su Espíritu.
(1 Juan 4:13)

Sentir el Espíritu Santo en ti es una forma clara de saber que estás en el


camino que el Señor desea. ¿Cuál es ese camino? El camino de amistad con
Dios, de estar unido a él en todo momento, haciendo su voluntad y dejando
que él dirija tus pasos.

Isaías 44:3
Porque yo derramaré aguas sobre el suelo sediento, y torrentes sobre la tierra seca.
Derramaré mi Espíritu sobre tus descendientes, y mi bendición sobre tus vástagos.
(Isaías 44:3)

La Biblia está llena de promesas de bendición y de fruto. La promesa de


derramar su Espíritu sobre el pueblo de Israel y sus descendientes, es una
promesa que Dios extiende a todos sus hijos.

Dios desea bendecirte abundantemente, y su bendición más maravillosa es


llenarte con la presencia del Espíritu Santo. Toda la sequía espiritual de tu
alma se irá al recibir su presencia y su bendición fluirá.
“Señor Jesús, te quiero conocer personalmente. Gracias por morir en la cruz por
mis pecados. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor.
Gracias por perdonar mis pecados y darme vida eterna. Toma el control del trono de
mi vida. Hazme la clase de persona que Tú quieres que yo sea.”

FAMILIARIZACION CON EL ESPIRITU SANTO

"Consolador lleno de bondad, dulce huésped del alma." Es bueno


repetir muchas veces estas palabras, lentamente, para que sean
como gotas de paz que calmen nuestras perturbaciones. Porque
estas palabras nos ayudan a dejar de resistirnos al amor
del Espíritu Santo, ya que no hay nada que temer.
¿Por qué necesitamos el
Espíritu Santo?
Para muchos cristianos el Espíritu Santo es un
desconocido. Él juega un papel central en esto. Una visión
general de importantes pasajes de la Biblia y el catecismo.

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Tabla de contenido
1. ¿Qué es eso?
2. ¿Qué dice la Sagrada Escritura?
3. La pequeña catequesis YOUCAT.

© Photo by Fuu J on Unsplash.

¿Qué es eso?

Pentecostés / Espíritu Santo

Pentecostés es la tercera fiesta más importante que se celebra en la


cristiandad. Celebra el descenso del Espíritu Santo a un círculo de unas
120 personas: los apóstoles, María, algunas mujeres y otros discípulos
del círculo de amigos de Jesús. Este grupo se había reunido
originalmente en el Cenáculo "por miedo a los judíos" (Jn 20:19), pero
luego, para esperar en oración una iniciativa de arriba, se reunió en el
Cenáculo. Pentecostés se celebra a los 50 días de Pascua, de ahí la
palabra "Pentecostés", que deriva del griego pentekostē (=
'cincuenta'). Pentecostés es considerado como la celebración del
nacimiento real de la Iglesia, donde un significado profundo radica en
el hecho de que el lugar de nacimiento es idéntico al espacio en el que
Cristo instituyó la Eucaristía.

El Espíritu Santo "es la tercera persona de la Santísima Trinidad y de


igual grandeza divina que el Padre y el Hijo. Antes de su muerte, Jesús
había prometido a los discípulos "enviarles otro Consolador," (Jn
14:16) si ya no estaría con ellos. Cuando el Espíritu Santo fue
derramado sobre los discípulos de la iglesia de los primeros tiempos,
aprendieron lo que Jesús quería decir. Experimentaban una profunda
seguridad y alegría en la fe y recibían ciertos carismas (= dones de la
gracia), es decir, podían profetizar, sanar y hacer milagros. Es el
Espíritu Santo "quien da la vida" (Jn 6:63) - el cristiano individual y la
Iglesia entera, que sin el Espíritu Santo sería en cierto modo
abandonada por Dios. Sin los "dones del Espíritu Santo" (1 Cor 12) la
Iglesia es una entidad muerta, sin espíritu.

¿Qué dice la Sagrada Escritura?

El descenso del Espíritu Santo anunciado proféticamente por Jesús


tuvo lugar el día de la fiesta judía de la cosecha, un acontecimiento
dramático: "Y se les aparecieron lenguas como de fuego que se
repartieron, y sobre cada uno de ellos se asentó una.". (Hechos 2,3)
Los discípulos, sin saber lo que les estaba sucediendo, "comenzaron a
hablar en otras lenguas, según el Espíritu hacía que hablaran".
(Hechos 2,4). En la hora de su nacimiento, la Iglesia, llena del Espíritu,
desarrolla inmediatamente un dinamismo misionero. Esto es lo que
Jesús también había pedido antes de irse: "Vayan, pues, a las gentes
de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". (Mateo 28:19) Los
que están alrededor preguntan. "¿Qué haremos, hermanos?" La
respuesta la da Pedro: "Vuélvanse a Dios y bautícese cada uno en el
nombre de Jesucristo, para que Dios les perdone sus pecados, y así él
les dará el Espíritu Santo". Porque la promesa es para ti y para tus
hijos, y para todos aquellos que están lejos y que el Señor nuestro
Dios llamará. (Hechos 2:38) El poder del Espíritu Santo es palpable:
"Ese día, unas tres mil personas se agregaron a su comunidad.
(Hechos 2:41) En el Espíritu Santo, eran fieles en conservar la
enseñanza de los apóstoles, en compartir lo que tenían, en reunirse
para partir el pan y en la oración. (Hechos 2:42)

Incluso antes de Pentecostés el Espíritu Santo es una realidad divina


en el Nuevo Testamento: María recibe a Jesús al ser "ensombrecida"
por el Espíritu Santo (Lucas 1:35). En el bautismo en el Jordán, el
Espíritu Santo viene sobre Jesús (Mt 3:16). En el Evangelio de Juan,
Jesús habla del "Espíritu de la verdad" (Jn 14:17). En el Antiguo
Testamento la comprensión del Espíritu Santo se desarrolla sólo
gradualmente. "El Espíritu de Dios", dice el relato de la creación, " se
movía sobre las aguas" (Gn 1:2). El hombre cobra vida cuando Dios
respira en su "aliento" (Gn 2:7). Job confiesa: " Dios, el Todopoderoso,
me hizo, e infundió en mí su aliento” (Job 33,4) La palabra hebrea
para esto es ruach - y es femenino, una señal de que en Dios el
creador de vida maternal también tiene su último lugar.

La pequeña catequesis YOUCAT.

Por qué necesitamos el Espíritu Santo?

Cuando la gente aún no tenia mayor educacion sexual - alrededor de


1968 - un tal Oswalt Kolle consiguió un éxito de taquilla internacional
con la película "Tu esposa, esa desconocida”. Hoy en día uno tendría
que hacer una película "El Espíritu Santo - el ser desconocido". Nada se
desconoce más en la iglesia y al mismo tiempo es tan esencial como el
Espíritu Santo, especialmente en tiempos en los que mucha gente ha
perdido su rumbo.

Hay quienes someten al Espíritu Santo a la vaga expresión: "Lo que


necesitamos es más entusiasmo". Sin embargo, el Espíritu Santo no
tiene como objetivo elevar la temperatura de funcionamiento
emocional en la alabanza. En YC 38 dice: "El Espíritu Santo es la
tercera persona de la Santísima Trinidad y es de la misma grandeza
divina que el Padre y el Hijo" - y YC 113 refuerza esto una vez más:
"Creer en el Espíritu Santo significa adorarlo como Dios, así como se
adora al Padre y al Hijo.

Sin el Espíritu Santo, Dios no está completo, por así decirlo. Y sobre
todo: sin el Espíritu Santo Dios no está - una vez más muy
humanamente hablando - "ahí".
© Photo by Valentina Uribe on Cathopic.

Un fantasma... ¿o qué?

Nos podemos imaginar algo bajo el titulo Dios Padre - la imagen


ingenua de un anciano con una larga barba. Con el Hijo, el Nuevo
Testamento se hace casi palpable: "Lo que hemos oído, lo que hemos
visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado y lo que han tocado
nuestras manos, lo proclamamos.” (1 Juan 1:1) Pero cuando hablamos
del "espíritu", algunos sólo piensan en fantasmas de castillos y otros
fenómenos aéreos de dudosa realidad.

Ahora hay cosas invisibles que son tan reales como la piedra y el hierro
- "el amor", por ejemplo. Nadie ha visto nunca el amor, pero existe sin
ninguna duda. En las personas, el amor es una especie de cosa
intermedia - el latín usa la palabra "interés" (= estar en medio) para
ello. Porque a través de Jesús somos capaces de mirar al interior de
Dios, descubrimos una inter-esencia allí también. Dios no es un bloque
monolítico. En él hay vida, comunidad, un diálogo interminable de
amor. El interés del Padre por el Hijo (y viceversa) es de una
intensidad tan enorme que el "intermedio" del amor divino no es un
sentimiento vago o una cualidad de la relación, sino una persona: el
Espíritu Santo.

Una relación que es un "alguien" - esto va más allá de cualquier


imaginación humana. ¡Y se vuelve más increible! Jesús quiere llevarnos
a la relación de todas las relaciones, la inter-esencia de Dios. Somos
absolutamente interesantes para El. Para esto no nos da un conjunto
de reglas de asociaciones; tampoco tenemos que establecer
artificialmente un cierto "espíritu" para nosotros mismos.

Nos da un Dios, por así decirlo

¿Perdón? ¿Qué podrían haber pensado los pobres Corintios cuando


Pablo les preguntó: "¿no sabéis que vuestro cuerpo es templo del
Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no
sois vuestros? "Nuestro cuerpo", concluye YC 120 "es por lo tanto, en
cierto sentido, la sala de estar de Dios". El Dios infinito... ¿en
miniatura? ¿En una acomodación de carne, sangre y pensamientos
dudosos?

Echemos un vistazo a cómo llegó Jesús a esto. El evangelio de Juan


pronuncia los discursos de despedida de Jesús. Podemos imaginarnos
lo que pasaba en los amigos de Jesús cuando anunció el fracaso de su
proyecto. Estos pescadores, agricultores y funcionarios del gobierno,
que habían abandonado sus profesiones civiles, se jugaron el todo por
el todo a una carta. ¿Ahora su héroe se iría? Una explicación es lo
mínimo que podrían pedir.

Y Jesús se las da. Primer mensaje: "No os dejaré huérfanos". (Juan


14:18). Mensaje 2: " Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro
Consolador para que los acompañe siempre: 17 el Espíritu de verdad, a
quien el mundo no puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero
ustedes sí lo conocen, porque vive con ustedes y estará en ustedes.
(Juan 14:16-17)

Me pregunto si los apóstoles entendieron algo. Lo dudo.

La revelación en la relación
Todavía se sabe hoy en día dónde ocurrió la relación. Es decir, el lugar
donde los discípulos entraron en la relación de todas las relaciones.
Está en Jerusalén, en el Monte de Sión (para los propietarios de
smartphones: GPS 31.772167, 35.229281). Desde la calle Ma'ale
Shazkh se escalan unos 40 m hasta el "Cenáculo", desde donde el
famoso arqueólogo Bargil Pixner jura que aquí - justo debajo de la
iglesia cruzada del siglo XIV - se encontraba la sala donde tuvieron
lugar dos momentos cruciales en la historia de Dios con el mundo: la
Cena del Señor y Pentecostés.

Fue el espacio donde Jesús entró en una nueva relación sin


precedentes con sus discípulos, lo que lo hizo, por así decirlo, ausente.
Aquí Jesús se ofreció eucarísticamente para comer y beber, por
siempre y en todas partes. Y fue esta habitación de Jerusalén, que en
los Hechos se llama "Cenáculo"; allí se volvieron los más íntimos
confidentes de Jesús después de que el Señor se les mostrara como el
Resucitado: "Pedro y Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás,
Bartolomé y Mateo, Santiago hijo de Alfeo y Simón el Zelote y Judas
hijo de Santiago... (Hechos 1,13) Habían recibido una misteriosa
instrucción: "Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre
vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén y en toda Judea y Samaria
y hasta los confines de la tierra. (Hechos 1:8) ¿Qué significa eso?
The Descent Of The Spirit, by Gustave Doré.

Tienda cerrada. Una tensión que ya no aguanta más.

¿Qué haces en un momento así? Esperar.

"Todos permanecían allí con un mismo acuerdo en la oración, junto


con las mujeres y con María, la madre de Jesús, y con sus hermanos."
En el medio: María, la especialista en relaciones desde el principio ("El
Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra", Lc 1:35). A través de su "sí" se había abierto el espacio para
la Encarnación de Dios.

Y entonces ellos - la madre, las esposas, los amigos - son sorprendidos


por Pentecostés. Una nueva realidad comienza. "Cincuenta días
después de su Resurrección” dice YC 118 "Jesús desde el cielo, envió
el Espíritu Santo sobre sus discípulos. Dió comienzo entonces el tiempo
de la Iglesia. El día de Pentecostés el Espíritu Santo hizo de los
temerosos apóstoles testigos valientes de Cristo. En poquísimo tiempo
se bautizaron miles de personas: era la hora del nacimiento de la
Iglesia. El prodigio de las lenguas de Pentecostés nos muestra que la
Iglesia existe desde el comienzo para todos; es universal (término
latino para el griego católica) y misionera. Se dirige a todos los
hombres, supera barreras étnicas y lingüísticas y puede ser entendida
por todos. Hasta hoy el Espíritu Santo es el elixir vital de la Iglesia."

¿Ser un cristiano sin conciencia? ¡Eso es absurdo!

Desde Pentecostés, Dios ha estado a la espera. Él habita en el corazón


de la iglesia y en el corazón de cada creyente. Cada contacto con Dios,
cada súplica a él, cada charla sobre él es "espiritual" - de lo contrario
es una falsificación de etiquetas.

Cuando rezamos, Dios llama en nosotros a Dios además de nosotros, y


cuando reconocemos a Dios, Dios reconoce en nosotros al Dios que
está por encima de nosotros. "Sin el Espíritu Santo no puedes entender
a Jesús", dice YC 114. Cuando la curación ocurre en la iglesia, es una
curación en el Espíritu Santo. Sin él, nadie es consolado, fortalecido,
convertido, guiado y reconciliado. Sin el Veni Sancte Spiritus, nadie en
la iglesia puede enseñar, bendecir, guiar. Sin "la unción de lo alto" no
se puede practicar la teología. "Sin" tampoco se pueden administrar los
sacramentos; los dones de la tierra permanecen transformados. Sin el
Espíritu Santo, los pastores sólo son guías ciegos para los ciegos. Sin el
Espíritu Santo, todo el complejo altamente diferenciado de la iglesia no
es más que una pobre pieza de sociología. Y "la sabiduría, la
prudencia, el consejo, la fuerza, el conocimiento, la piedad y el temor
de Dios" (YC 310) son habilidades normales, al menos no Los Siete
Dones del Espíritu Santo. El mundo sigue siendo el mundo, nada viene
de arriba.

Ignacio Hazim, antiguo patriarca ortodoxo griego de Antioquía (1920-


2012), lo expresó de manera inimitable: "Sin el Espíritu Santo, Dios
está lejos, Cristo permanece en el pasado, el Evangelio es un libro
muerto, la Iglesia es una organización, la autoridad es sólo
dominación, la misión es propaganda, el culto es un encantamiento, y
la acción cristiana es la moralidad del esclavo. Pero con el Espíritu
Santo el cosmos se eleva y gime en los dolores de parto del Reino, el
Cristo Resucitado está allí, el Evangelio es la fuerza de la vida, la
Iglesia es la comunión trinitaria, la autoridad es un ministerio liberador,
la misión es un nuevo Pentecostés, la liturgia es recuerdo y
anticipación, la acción humana es glorificada." ∎
Versículos de la Biblia sobre El Espíritu Santo en la creación
Versículos Más Relevantes
Génesis 1:2
Versículos Conceptos
Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la
superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la
superficie de las aguas.
Job 26:13
Versículos Conceptos
Con su soplo se limpian los cielos; su mano ha traspasado la
serpiente huidiza.
Salmos 33:6
Versículos Conceptos
Por la palabra del SEÑOR fueron hechos los cielos, y todo su
ejército por el aliento de su boca.
Génesis 2:7
Versículos Conceptos
Entonces el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y
sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un ser viviente.
Job 12:10
Versículos Conceptos
que en su mano está la vida de todo ser viviente, y el aliento de
toda carne de hombre?
Job 32:8
Versículos Conceptos
Pero hay un espíritu en el hombre, y el soplo del Todopoderoso le
da entendimiento.
Job 33:4
Versículos Conceptos
El Espíritu de Dios me ha hecho, y el aliento del Todopoderoso me
da vida.
Job 34:14-15
Si El determinara hacerlo así, si hiciera volver a sí mismo su espíritu
y su aliento, toda carne a una perecería, y el hombre volvería al
polvo.
Salmos 104:30
Versículos Conceptos
Envías tu Espíritu, son creados, y renuevas la faz de la tierra.
Salmos 139:7-8
¿Adónde me iré de tu Espíritu, o adónde huiré de tu presencia? Si
subo a los cielos, he aquí, {allí} estás tú; si en el Seol preparo mi
lecho, allí estás tú.
Isaías 34:16
Versículos Conceptos
Buscad en el libro del SEÑOR, y leed: Ninguno de ellos faltará,
ninguno carecerá de su compañera. Porque su boca {lo} ha
mandado, y su Espíritu los ha reunido.
Isaías 40:7
Versículos Conceptos
Sécase la hierba, marchítase la flor cuando el aliento del SEÑOR
sopla sobre ella; en verdad el pueblo es hierba.
Éxodo 31:1-5
Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: Mira, he llamado por nombre
a Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá. Y lo he
llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, en inteligencia, en
conocimiento y en toda {clase de} arte,Leer más.
para elaborar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, y
en el labrado de piedras para engaste, y en el tallado de madera; a
fin de que trabaje en toda {clase de} labor.
Éxodo 35:30-35
Entonces Moisés dijo a los hijos de Israel: Mirad, el SEÑOR ha
llamado por nombre a Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu
de Judá. Y lo ha llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, en
inteligencia, en conocimiento y en toda {clase de} arte, para
elaborar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce,Leer
más.
y en el labrado de piedras para engaste, y en el tallado de madera,
y para trabajar en toda clase de obra ingeniosa. También le ha
puesto en su corazón {el don de} enseñar, tanto a él como a
Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan. Los ha llenado de
habilidad para hacer toda clase de obra de grabador, de diseñador
y de bordador en {tela} azul, en púrpura {y} en escarlata y en lino
fino, y de tejedor; capacitados para toda obra y creadores de
diseños.

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Jesús es el Creador del cielo y de la tierra


Para poder identificar a Jesús en Génesis 1, primero apoyémonos en una revelación
que no tenía Moisés cuando escribió este pasaje, pero que para nosotros es
presentada claramente en el Nuevo Testamento a través del evangelio del apóstol
Juan, quién nos habla de la divinidad de Jesús al enfatizar que Él es el Hijo de Dios y
al explicarnos que Él existía antes de la Creación en Génesis 1.
“En el principio la Palabra [Jesús]  ya existía. La Palabra estaba con
Dios, y la Palabra [Jesús]  era Dios. El que es la Palabra existía en el
principio con Dios.” — Juan 1:1-2 (NTV)
El apóstol Juan para referirse a Jesús, lo llamó en griego Λόγος – Logos que es
traducido como la Palabra, o bien como el Verbo, según la traducción de Biblia que
usted tenga.
El apóstol Juan continúa diciéndonos que Jesús es el Creador de todas las cosas en
el universo:

“Todas las cosas fueron hechas por medio de Él, y sin Él nada de lo que ha
sido hecho, fue hecho.” — Juan 1:3 (NBLH)
El Apóstol Pablo nos da el mismo mensaje y nos dice que Jesucristo no solo es el
Creador, sino que Él es el Dios que sostiene y controla toda la Creación hasta el día
de hoy:

“Cristo es la imagen visible del Dios invisible. Él ya existía antes de que


las cosas fueran creadas y es supremo sobre toda la creación porque, por
medio de Él, Dios creó todo lo que existe en los lugares celestiales y en la
tierra. Hizo las cosas que podemos ver y las que no podemos ver, tales
como tronos, reinos, gobernantes y autoridades del mundo invisible. Todo
fue creado por medio de Él y para Él. Él ya existía antes de todas las
cosas y mantiene unida toda la creación.” — Colosenses 1:15-17 (NTV)
Inclusive Jesucristo habló acerca de Su preexistencia cuando utilizó el mismo
Nombre que le dio a Moisés ante la zarza ardiente:

“Jesús contestó: —Les digo la verdad, ¡aun antes de que Abraham


naciera, Yo Soy!” — Juan 8:58 (NTV)
“Y dijo Dios a Moisés: “YO SOY EL QUE SOY,” y añadió: “Así dirás a
los Israelitas: ‘YO SOY me ha enviado a ustedes.’” — Éxodo 3:14 (NBLH)
EL NACIMIENTO DE  CRISTO
Se describe al Espíritu Santo como el agente de
la concepción milagrosa de Jesús. (Mt. 1:20
Y pensando él en esto, he aquí un ángel del
Señor le apareció en sueños y le dijo:
José, hijo de David, no temas recibir a María tu
mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu
Santo es.) (Lc. 1:35 Respondiendo el ángel, le
dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder
del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual
también el Santo Ser que nacerá, será
llamado Hijo de Dios.) Jesús estaba en relación con
el Espíritu de DIOS desde el primer momento de su
existencia humana. En la concepción y nacimiento virginal,
el ángel Gabriel le anunció a María que el
niño que le iba a nacer sería concebido por el
Espíritu Santo A José se le hizo el mismo anuncio
Mt. 1.20.

En otro lugar de las Escrituras se nos dice que el Padre


le preparó un cuerpo a Cristo (He. 10:5 Por lo
cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no
quisiste; Mas me preparaste cuerpo.) y que el Hijo adoptó
un cuerpo de carne y sangre  (como si se tratase de un acto de su
propia voluntad, (He. 2:14 Así que, por cuanto los
hijos participaron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo, para destruir por medio de la
muerte al que tenía el imperio de la muerte , esto es, al
diablo.)

Por lo tanto, es correcto decir que Cristo fue concebido


por el Espíritu Santo, aun cuando también se diga
que Dios es su Padre.

El resultado del nacimiento virginal


El resultado del nacimiento virginal fue la
encarnación. Lo que se engendró fue la naturaleza
humana, no la persona , porque la segunda persona de la Trinidad
siempre existió.

Con la concepción de la naturaleza humana  se dio


existencia al Dios-hombre, y la humanidad que adquirió fue
perfecta. Esto significa que si bien estaban presentes los
componentes de la humanidad, se trataba de una naturaleza humana
sin pecado , y no meramente una naturaleza humana
santificada.

El efecto de esta intervención Divina va a ser


visto en su perfección moral , su completa
consagración, y ese conocimiento  interior ininterrumpido,
o conciencia  de la Paternidad de DIOS. El poder del pecado fue
quebrantado al fin y aquel nacido de mujer era Santo y el Hijo de
DIOS, aun en su calidad  de Hombre.

LA VIDA DE CRISTO  EN EL MINISTERIO


Cristo fue ungido por el
Espíritu

En el Nuevo Testamento el ungimiento se menciona con


relación a Cristo únicamente en los siguientes
pasajes: Lucas 4:18El Espíritu del Señor
está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar
buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón ; A pregonar libertad  a los
cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los
oprimidos; Hechos 4:27Porque verdaderamente se unieron en
esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste,
Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel .;
10:38cómo Dios ungió con el Espíritu
Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo
éste anduvo haciendo bienes  y sanando a todos los
oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él;
Hebreos 1:9Has amado la justicia , y aborrecido la maldad,
Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo
de alegría más que a tus
compañeros.

El ungimiento de Jesús ocurrió,


probablemente, en el momento de su bautismo, aunque ungimiento y
bautismo no son sinónimos.

Tampoco es lo mismo que la plenitud del Espíritu,


cosa que Cristo conoció desde el momento del nacimiento;
pero el ungimiento marcó una nueva etapa en su Ministerio,
etapa en la que el poder del Espíritu se hizo
públicamente manifiesto a través de él.
Sirvió para distinguir al Cristo verdadero de los falsos.
El ungimiento tuvo, por lo tanto, las siguientes
características en relación a la vida y el
ministerio de Cristo.

1. El ungimiento de Jesús de Nazaret.


Sirvió para destacarlo como el Mesías. Pedro se
refirió a este hecho en la oración que
pronunció después de la primera persecución
de los discípulos: "Porque verdaderamente se unieron en
esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste,
Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel"
(Hch. 4:27 Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad
contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y
Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,) El
escritor de la carta a los Hebreos se refiere también al
hecho de que el ungimiento de Jesús tenía el efecto
de señalarlo como el elegido: "Has amado la justicia, y
aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios
tuyo, con óleo de alegría más que a tus
compañeros" (He. 1:9 Has amado la justicia, y
aborrecido la maldad, Por lo cual te ungió Dios, el Dios
tuyo, Con óleo de alegría más que a tus
compañeros.)

2. El acto de ungir a Jesús. Le dio el


poder necesario para cumplir su misión  profética.
En la sinagoga de Nazaret dijo: "El Espíritu del
Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido
para dar buenas nuevas a los pobres" (Lc. 4:18).

3. Pedro relacionó el ungimiento de


Jesús con su ministerio de hacer el bien: "Cómo
Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a
Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo
haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo,
porque Dios estaba con él" (Hch. 10:38 cómo
Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a
Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo
haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo,
porque Dios estaba con él.)

Cristo estaba lleno del


Espíritu

Hay dos referencias específicas al hecho de que


el Señor Jesucristo estaba lleno del Espíritu. Son
éstas:

 Lucas 4:1, que dice que estaba lleno del


Espíritu después de su bautismo.

 Juan 3:34, que declara que "no le da Dios el


Espíritu con medida" (Versión
Moderna).

Si bien ninguna de estas dos referencias afirma


específicamente que Cristo fue lleno del Espíritu
desde el momento de su concepción o nacimiento, se trata
de un hecho que puede deducirse de las profecías del
Antiguo Testamento  sobre el Mesías.

Por ejemplo, Isaías habló de la


relación entre el Espíritu Santo y el Mesías
en los siguientes términos: "Y reposará sobre
él el Espíritu de Jehová; espíritu de
sabiduría y de inteligencia , espíritu de consejo y
de poder, espíritu de conocimiento y de temor de
Jehová" (Is. 11:2). En otro lugar, Isaías
profetizó así sobre el siervo de Dios: "He
aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en
quien mi alma tiene contentamiento…" (Is. 42:1).
Versículos como los mencionados implican que el ser lleno
del Espíritu fue una experiencia permanente del
Mesías, y esto no puede sino significar que lo fue desde
su nacimiento.

Cristo fue sellado con el


Espíritu

Cristo mismo declaró esto, como puede verse en


Juan 6:27 Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el
alimento que dura para vida eterna, el que os dará el Hijo
del hombre; pues a éste le selló el Padre, Dios.
(VM). El sello era la marca de su origen celestial y la prueba de
su carácter  de Hijo de Dios.

Cristo fue guiado por el


Espíritu

Después de su bautismo, Cristo fue guiado por el


Espíritu al desierto para enfrentar la tentación de
Satanás (Lc. 4:1Jesús, lleno del Espíritu
Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el
Espíritu al desierto). Su invariable obediencia a la
dirección  del Espíritu le permitió hacer
siempre lo que agradaba al Padre (Jn. 8:29 Porque el que
me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el
Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada.)

Cristo se regocijó en el
Espíritu

En Lucas 10:21 En aquella misma hora,


Jesús regocijóse sobre manera en el
Espíritu Santo, y dijo: ¡Gracias te doy, oh Padre,
Señor del cielo y de la tierra , porque has escondido estas
cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los
niños! ¡Sí, Padre, gracias te doy;
porque así pareció bueno a tu vista! Vemos la
declaración que Cristo se regocijó en el
Espíritu Santo (el texto griego agrega la palabra "Santo".
Véase la VM). Esto constituía parte del fruto del
Espíritu que abundaba en él.

Cristo recibió poder por el


Espíritu

En la controversia con los fariseos, que los


llevó a cometer el pecado imperdonable, Cristo dijo
claramente que El echaba fuera los demonios por el poder del
Espíritu (Mt. 12:28 Pero si yo por el
Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha
llegado a vosotros el reino de Dios.)

Surge entonces la siguiente pregunta:

¿Todos los milagros de Cristo fueron


realizados en el poder del Espíritu? O dicho de otro
modo:

¿Dependía Cristo del poder del


Espíritu para realizar sus milagros durante su Ministerio
terrenal? Además del caso mencionado en Mateo 12, lo
que escribe Lucas en 4:14-15 Y Jesús volvió
en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió
su fama por toda la tierra  de alrededor. 4:15 Y
enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por
todos; y 18 El Espíritu del Señor
está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar
buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los
cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los
oprimidos.
Muestra también, que el poder que tenía
para dar vista a los ciegos y libertad a los oprimidos era el
poder del Espíritu. Esto indicaría que
realizó numerosos milagros en el poder del
Espíritu.

JESÚS  TAMBIÉN HIZO MILAGROS CON PROPIO PODER


La curación de la mujer con el flujo de sangre
fue resultado de su propio poder (Mr. 5:30 Luego
Jesús, conociendo en sí mismo el poder que
había salido de él, volviéndose a la
multitud, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos?). El
milagro de curar al paralítico que fue bajado por el techo
por sus amigos se atribuye al "poder del Señor" (Lc.
5:17ss.). La curación de la multitud después de la
elección de los discípulos fue resultado de su
propio poder (Lc. 6:19 Y toda la gente procuraba tocarle,
porque poder salía de él y sanaba a todos.) Cuando
nuestro Señor fue acosado en el jardín de
Getsemani, en respuesta a la pregunta de la multitud acerca de su
identidad , contestó: "Yo soy" (Jn. 18:6 Cuando les
dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra.) Ante esta
respuesta cayeron en tierra, probablemente como resultado de un
momentáneo destello de su propio poder.

De modo que tenemos declaraciones diáfanas de que


ciertos milagros los realizó con el poder del
Espíritu y otros con su propio poder. Por lo tanto, una
afirmación acertada de la cuestión sería la
siguiente: Cristo no se veía obligado a hacer los milagros
en el poder del Espíritu, pero en determinadas ocasiones
así lo hizo; en algunos casos se valió claramente
de su propio poder.

¿Qué importancia tienen estos hechos


relativos al obrar del Espíritu en la vida y el ministerio
de nuestro Señor?

1. En primer lugar El Ministerio del


Espíritu estaba relacionado con el desarrollo  de la
naturaleza humana de Cristo.
Si bien su naturaleza Divina era inmutable, su
naturaleza humana era susceptible al desarrollo. Por ejemplo, su
sabiduría aumentaba (Lc. 2:52 Y Jesús
crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para
con Dios y los hombres.), y aprendió la obediencia (He.
5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió
la obediencia.) Este desarrollo no tenía nada que ver con
la necesidad de vencer el pecado, porque él no
conoció pecado, ni era tampoco el desarrollo de un cuerpo
que hubiese sido contaminado por el pecado. Pero hubo crecimiento
genuino, y esto tuvo lugar por el poder del
Espíritu.

2. En segundo lugar El hecho de que Cristo


dependía del poder del Espíritu realza la
profundidad de su condescendencia. El hecho de que el Dios-hombre
tuviera que depender del Ministerio del Espíritu en
ÉL es demostración de las limitaciones de la
humanidad.

3. En tercer lugar Todo esto constituye una


vivida demostración, también, de la necesidad que
tiene el creyente del Ministerio del Espíritu en su propia
vida.

Si el Señor de la gloria no desestimó el


Ministerio del Espíritu en su propio caso,
¿cómo podemos nosotros, los pecadores, aunque
seamos redimidos, vivir independientemente de su poder? Si El
dependía del Espíritu, también nosotros
tenemos que depender de él.

LA  CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE CRISTO


El mismo Espíritu que le condujo al desierto y lo
sostuvo allí, le dio también fuerzas para consumar
su Ministerio sobre la cruz, donde "por el espíritu
eterno, se ofreció a sí mismo sin mancha a DIOS."
Hebreos 9:14.
Jesús fue a la cruz con la unción que
reposaba aun sobre ÉL. El Espíritu mantuvo vivas
ante sus ojos las inflexibles demandas de DIOS y le inflo de amor
hacia el hombre  pecador y celo hacia DIOS, para ir hacia adelante
a pesar de los obstáculos, dolores y dificultades, y
así consumar la redención del mundo. El
Espíritu Santo lleno su mente de un ardor, celo y amor
constante, que lo condujeron a un completo sacrificio. El
Espíritu Santo había penetrado en el
Espíritu humano y lo había elevado de tal manera,
que ese Espíritu humano vivía en lo eterno e
invisible, y pudo capacitarlo para sufrir la cruz, menospreciando
la vergüenza.

LA  RESURRECCIÓN DE CRISTO


El Espíritu Santo fue el agente vivificante en al
resurrección de Cristo. Rom. 1:4 que fue declarado
Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de
santidad, por la resurrección de entre los muertos,
8:11 Y si el Espíritu de aquel que levantó
de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que
levantó de los muertos a Cristo Jesús
vivificará también vuestros cuerpos mortales por su
Espíritu que mora en vosotros. Algunos días
después de este acontecimiento, Cristo se apareció
a sus discípulos, soplo en ellos y le dijo: "tomad el
Espíritu Santo" Jn. 20:22 Y habiendo dicho esto,
sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
Hch. 1:2 Hasta el día en que fue recibido arriba,
después de haber dado mandamientos por el Espíritu
Santo a los apóstoles que había escogido. Esto
quiere decir que los Apóstoles eran investidos de aquel
poder que Jesús, después de su ascensión,
les dijo que esperaran.

Algunos estudiosos creen que ese soplo fue


simbólico de lo que iba a ocurrir cincuenta días
después, esto es, para recordarles el acontecimiento de
Pentecostés que se aproximaba. Otros creen que en esa
oportunidad algo definido les fue impartido a los
discípulos.

Una comparación con Gn. 2:7. Indica que el


soplo Divino simboliza un acto creativo. Posteriormente Cristo es
descriptivo como el Espíritu vivificante o dador de vida.
1 Cor. 15:45. Así también está
escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el
postrer Adán, espíritu vivificante. ¿No
será quizá que en esta ocasión el
Señor de la vida hizo conocer a sus discípulos por
experiencia ¿"el poder de la resurrección"? Los
once discípulos iban a ser enviados al mundo para cumplir
una nueva comisión; iban a continuar la obra de Cristo. En
sí, eran incapaces de cumplir con dicha misión, de
la misma manera que un cuerpo inanimado es incapaz de ejercer las
funciones de un ser vivo. Por lo tanto, el acto simboliza el dar
la vida. Así como DIOS alentó soplo de vida en la
vieja humanidad, así también Cristo alentó
soplo vivificante en la nueva humanidad.

Si aceptamos la idea de que algo definido fue impartido


en esta ocasión, debemos de recordar, sin embargo, que no
fue la persona del Consolador, sino la inspiración de su
vida la que fue comunicada.

El obispo Wescott distingue de la menar siguiente el


"Don de la pascua," del "Don de Pentecostés":

 El primero responde al poder de la


resurrección, el segundo, al poder de la
accesión."

 En otras palabras, el uno constituye la gracia


vivificante, el otro, de la dotación o
revestimiento.

LA  ASCENSIÓN DE CRISTO


En lo que respecta al proceso de impartir el
Espíritu a Cristo, podemos notar tres grado:
1.- Desde el momento de la concepción de Cristo,
el Espíritu de DIOS fue el espíritu de Cristo, el
poder vivificante y santificador por el cual el Señor
Jesús entro en esta vida como el Hijo del hombre y
vivió hasta el fin.

2.- Con el correr de los años, comenzó una


nueva relación con el Espíritu. El Espíritu
de DIOS se transformo en el Espíritu de Cristo en el
sentido de que descansaba en ÉL para la realización
de su Ministerio.

3.- Después de su ascensión, el


Espíritu se transformo en el Espíritu de Cristo en
el sentido de ser impartidos a otros.

El Espíritu vino a habitar en Cristo no solamente


para sus propias necesidades, si no para que ÉL pudiera
impartirlo a todos los creyentes. Jn. 1:33. Vemos acá la
palabra "reposa." Después de la ascensión, el
Señor Jesús hizo uso de la gran prerrogativa que le
fue dada como Mesías: el derramamiento del Espíritu
sobre otros. Hch. 2:33. Siendo pues por la diestra de Dios
ensalzado, y habiendo recibido del Padre la promesa del
Espíritu Santo, él ha derramado esto que veis y
oís. Apoc. 5:6. Y ví, de pie en medio de
ellos, entre el trono y los cuatro seres vivientes de
una parte, y los ancianos de otra, a un cordero,
que parecía como si hubiese sido inmolado; el
cual tenía siete cuernos, y siete ojos, que son los siete
Espíritus de Dios, enviados por toda la tierra. De esta
manera, el Señor Jesús da la bendición que
ÉL mismo ha recibido y gozado y nos hace coparticipes con
ÉL. Es así que no solo leemos del don, sino
también de la "comunión" del Espíritu Santo,
esto es de la participación en común de los
privilegios y bendiciones relacionadas con el recibimiento del
Espíritu de DIOS.
No es solamente comunión de los creyentes entre
sí, sino también con Cristo. Los discípulos
reciben la misma unción que ÉL recibió. Es
cual el buen oleo sobre la cabeza de Aarón, que luego
desciende sobre su barba y que baja hasta el borde de sus
vestiduras.

Todos los miembros del cuerpo de Cristo, como reino de


sacerdotes, participan de la unción del Espíritu
Santo que desciende desde Cristo, cabeza de ese cuerpo, y nuestro
Gran Sumo Sacerdote que ha ascendido al cielo.

Autor:

Alberto Motta Ochoa

Iglesia Alianza Cristiana y Misionera


Comas San Felipe

El C

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