El Error El Dolo y La Violencia
El Error El Dolo y La Violencia
El Error El Dolo y La Violencia
EL ERROR
EL DOLO Y LA
VIOLENCIA EN
LA FORMACIÓN
DE LOS
CONTRATOS
Serie Estudios
83
Academia de Ciencias Políticas y Sociales
EL ERROR, EL DOLO
Y LA VIOLENCIA
EN LA FORMACIÓN
DE LOS CONTRATOS
Serie Estudios
83
Caracas, 2009
U2
Urdaneta Fontiveros, Enrique
El error, el dolo y la violencia en la formación de los contratos / Enrique Urdaneta
Fontiveros. -- Caracas: Academia de Ciencias Políticas y Sociales, 2009.
p. 323
Serie Estudios, 83
ISBN: 978-980-6396-68-5
ISBN
Depósito Legal:
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In Memoriam
CONTENIDO
PRÓLOGO ............................................................................................... XV
CAPÍTULO I
LOS VICIOS DEL CONSENTIMIENTO
I. INTRODUCCIÓN ........................................................................... 1
II. PROTECCIÓN DEL CONSENTIMIENTO Y SEGURIDAD
DE LAS TRANSACCIONES .......................................................... 3
III. LA LESIÓN NO ES UN VICIO DEL CONSENTIMIENTO .......... 4
CAPITULO II
EL ERROR
IX
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
X
CONTENIDO
XI
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
CAPITULO III
EL DOLO
XII
CONTENIDO
CAPITULO IV
LA VIOLENCIA
XIII
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
BIBLIOGRAFÍA....................................................................................... 293
XIV
prólOgO
XV
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
XVI
PRÓLOGO
XVII
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
Enrique Lagrange
XVIII
CAPíTULO I
I. INTRODUCCIÓN
1
La mayoría de los autores se refiere a este tema con la expresión “vicios del consen-
timiento”, pero la terminología correcta es “vicios de la voluntad” porque, por su
naturaleza subjetiva, tales vicios solamente pueden afectar la formación de volunta-
des singulares; por lo cual, actúan sobre un sujeto singular, es decir, uno solo de los
contratantes y no sobre el consentimiento que es el resultado de la combinación de
dos o más declaraciones de voluntad. Además, únicamente la parte que ha sufrido
1
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
el vicio, y no el otro contratante, puede hacerlo valer e invocar sus efectos (Código
Civil, artículo 1146), lo que ratifica que no es el consentimiento, sino la voluntad
la que se encuentra viciada.
2
LOS VICIOS DEL CONSENTIMIENTO
2
MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina General del Contrato. Cuarta Edición. Academia
de Ciencias Políticas y Sociales. Serie Estudios. Nº 61. Caracas, 2006. p. 145.
3
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
3
BERNAD MAINAR, Rafael: Derecho Civil Patrimonial. Obligaciones. Tomo
II. Universidad Central de Venezuela. Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas.
Caracas, 2006. p. 72.
4
Cfr. D’AMICO, Giovanni: Voz “Violenza” (Diritto Privato) en Enciclopedia del
Diritto. Vol. XLVI. Arese Giuffrè. Milano, 1993. § 4. Consultada en versión elec-
trónica (DVD).
5
Cfr. LARROUMET, Christian: Teoría General del Contrato. Vol. I. Traducción
castellana de Jorge Guerrero R. Editorial Temis S.A. Santa Fe de Bogotá, 1999. Vol.
I. p. 250; MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe:
Les Obligations. Defrénois. París, 2005. p. 254.
6
Cfr. TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: Droit Civil.Les
Obligations. Dalloz. París, 2005. p.p. 320-321. Cabe observar, sin embargo, que
un sector de la doctrina y de la jurisprudencia francesa reconduce los supuestos de
lesión no previstos expresamente en la ley a la teoría de los vicios del consentimiento.
4
LOS VICIOS DEL CONSENTIMIENTO
5
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
8
Cfr. MESSINEO, Francesco: Doctrina General del Contrato. Tomo II. Traducción
española de R.O. Fontanarosa, S. Sentis Melendo y M. Volterra. Ediciones Ejea.
Buenos Aires, 1952. p. 304.
9
La lesión subjetiva genérica está prevista en el encabezamiento del artículo 1º del
Decreto sobre Represión de la Usura del 9 de abril de 1946 en los siguientes térmi-
nos: “Cualquiera que intencionalmente se valga de las necesidades apremiantes de
otro para obtener para sí o para un tercero una prestación, cesión, garantía, o algo
análogo que implique una ventaja o beneficio que, tomando en cuenta las circunstan-
cias concomitantes, resultare notoriamente desproporcionada a la contraprestación
o entrega que por su parte verifique, será castigado con prisión hasta de dos años o
multa hasta de Bs. 10.000.”
6
CAPíTULO II
EL ERROR
I. CONCEPTOS GENERALES
7
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
2. Precisiones preliminares
1
Cfr. DE RUGGIERO, Roberto: Instituciones de Derecho Civil. Tomo I. Traducción
castellana de Ramón Serrano Suñer y José Santa-Cruz Teijeiro. Instituto Editorial
Reus. Madrid, s.d. p. 267; RICCI, Francisco: Derecho Civil Teórico y Práctico.
Tomo XIII. Editorial Antalbe. Barcelona s.d. p. 28.
2
Cfr. MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe: Les
Obligations. Defrénois. París, 2005. p. 243; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y
LEQUETTE, Yves: Droit Civil. Les Obligations. Dalloz. París, 2005. p.p. 215-216;
MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: Leçons de Droit Civil. Tome II. Pre-
mier Volume. (Obligations. Théorie Générale). Montchrestien. París, 1998. p. 161;
8
EL ERROR
9
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
3. El error: su concepto
4
Cfr. CELICE, Raymond: El Error en los Contratos. Traducción castellana de César
Camargo y Marin. Editorial Góngora. Madrid s.d. p. 14. En la doctrina italiana, Bar-
celona se ha encargado de poner de relieve las relaciones que existen entre el error,
como fenómeno que se manifiesta desde el punto de vista jurídico en las relaciones
intersubjetivas, y el campo de la sociología (BARCELONA, Pietro: Voz “Errore”
<Diritto Privato> en Enciclopedia del Diritto. Vol. XV. Arese Giuffrè. Milano, 1966
§ 1. Consultada en versión electrónica <DVD>).
10
EL ERROR
5
CASTÁN TOBEÑAS, José: Derecho Civil Español Común y Foral. Tomo I. Vol.
II. Editorial Reus. Madrid, 2007. p. 694.
6
COVIELLO, Nicolás: Doctrina General del Derecho Civil. Traducción al castellano
de Felipe de J. Tena. Unión Tipográfica Editorial Hispano-Americana. México,
1949. p. 428.
7
MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op. cit. (Tome II. Premier Volume).
p.158.
8
MESSINEO, Francisco: Manual de Derecho Civil y Comercial. Tomo II. Traduc-
ción castellana de Santiago Sentis Melendo. Ediciones Jurídicas Europa-América.
Buenos Aires, 1971. p. 434.
11
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
9
Es fundamental en materia de error, la obra de PIETROBON, Vittorino: El error
en la doctrina del negocio jurídico. Traducción castellana de M. Alonso Pérez.
Editorial Revista de Derecho Privado. Madrid, 1971.
10
Sentencia de la Casación italiana del 19-4-1988 citada por ROSSELLO, Carlo:
“L’errore nel contratto. Artt. 1427-1433” en Il Codice Civile. Commentario diretto da
Francesco Donato Busnelli. Giuffrè editore. Milano, 2004. p.p. 5-6, especialmente,
la nota 6. Esta noción coincide con las definiciones estructuradas por la más moderna
doctrina italiana sobre el error. Al respecto, véase: ROPPO, Enzo: “Il contratto” in
Trattato di Diritto Privato a cura di Iudica e Zatti. Milano, 2001. p. 837; BIANCA,
C.M.: “Il contratto”in Diritto Civile. Vol. III. Editorial Giuffrè. Milano, 2000. p.
645; TRABUCCHI, Alberto: Voz “Errore” (Diritto Civile) en Novissimo Digesto
Italiano. T. VI. Pubblicazzione della Unione Tipografico-Editrice Torinese, diretta
da Antonio Azara e Ernesto Eula. Torino, 1957. p. 666. Cabe hacer notar que en los
Principios de Unidroit sobre los Contratos Comerciales Internacionales que, como
es bien sabido, constituyen una síntesis de las reglas procedentes de ordenamientos
de la más diversa procedencia e inspiración, hay la siguiente definición del error: “el
error consiste en una concepción equivocada sobre los hechos o sobre el derecho
existente al momento en que se celebró el contrato” (artículo 3.4) (infra, Cap. II,
Nº IX, 2.1).
Observación: La cita incluida en el texto, al igual que las otras de fragmentos en
idiomas extranjeros que recojo en este trabajo, son traducidas por mí en forma
libre.
12
EL ERROR
11
En tal sentido, en sentencia de fecha 2 de octubre de 1984, de la Corte de Apelaciones
de Milano se lee: “las situaciones hipotéticas sólo pueden dar lugar a previsiones
y, cuando uno de los contratantes haya confiado en ellas, el error en el que incurra
posteriormente será irrelevante puesto que los motivos que pueden impulsar a
un sujeto a contratar son múltiples y, siendo extraños a toda consideración de los
otros contratantes, permanecen absolutamente fuera del esquema negocial.” Y, en
sentencia del 10 de mayo de 1985 la Casación italiana dejó establecido que: “el
error, sea de hecho o de derecho, se concibe por referencia a situaciones presentes
y ciertas o al menos concebidas como tales, no tanto por referencia a situaciones
futuras y meramente hipotéticas que, en cuanto tales, no son susceptibles de ser
conocidas (sólo pueden suponerse) y consiguientemente no son susceptibles de una
representación errónea.”. Al respecto, véase: GALGANO, Francesco: El Negocio
Jurídico. Traducción castellana de Francisco de P. Blasco Gascó y Lorenzo Prats
Albentosa. Tirant Lo Blanch. Valencia, 1992. p. 294, especialmente, la nota 80 y la
jurisprudencia italiana allí citada.
13
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
4. Error e ignorancia
12
Cfr. STOLFI, Giuseppe: Teoría del Negozio Giuridico. Padova, 1947. p. 134; TRA-
BUCCHI, Alberto: loc. cit.; TRIMARCHI, Pietro: Istituzioni di Diritto Privatto.
Giuffrè Editore. Milano, 2007. p. 173; MESSINEO, Francesco: Doctrina General
del Contrato. Tomo I. Traducción castellana de R.O. Fontanarosa, S. Sentis Melendo
y M. Volterra. Ediciones Ejea. Buenos Aires, 1952. p.p. 124-125. En contra, en la
doctrina italiana, Barbero expresa: “el error es una falsa representación intelectual
de la realidad” difiere de la ignorancia “que es falta de conocimiento”. Quien está en
error, afirma, “ve mal, ve falso, diferente de lo verdadero; pero ve. Quien ignora no
ve”. Este autor distingue entre la ignorancia como causa de error y la ignorancia como
hecho autónomo. En este último supuesto, afirma Barbero, la ignorancia no puede
equipararse al error, puesto que “son diferentes los presupuestos y las consecuencias”
(BARBERO, Doménico: Sistema del Derecho Privado. Vol. I <Introducción. Parte
Preliminar – Parte General>. Traducción castellana de Santiago Sentis Melendo.
Ediciones Jurídicas Europa-América. Buenos Aires, 1.967. p.p. 518-519).
14
EL ERROR
13
Para un examen detallado del tratamiento del error en el Derecho romano, véase:
VOCI, Pasquale: Voz “Errore” (Diritto Romano) en Enciclopedia del Diritto. Vol.
XV. Arese Giuffrè. Milano, 1966. Consultada en versión electrónica (DVD); ÁL-
VAREZ SUÁREZ, U.: El negocio jurídico en el Derecho romano. Madrid, 1954;
BETTI, E.: Voz “Errore” (Diritto Romano) en Novissimo Digesto Italiano. T. VI.
Publicación de la Unione Tipografico-Editrice Torinese, bajo la dirección de An-
tonio Azara y Ernesto Eula. Torino, 1957. p.p. 654-665; MORALES MORENO,
Antonio Manuel: El error en los contratos. Capítulo I. Parte I. Sección 1. Madrid,
1988 (consultada en versión electrónica gentilmente enviada por el autor); BORDA,
Guillermo A.: op. cit. p.p. 9-18.
14
Digesto, XII, 18, 1.
15
Digesto, XXX, título único, 4.
15
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
16
Digesto, XVIII, I, 9, 2.
17
Ibidem.
18
Ibidem.
19
Digesto, XVIII, I, 9, 1.
20
Digesto, XVIII, I, 11, 1.
21
Digesto, XXVIII, V, 9.
16
EL ERROR
22
Digesto, XLV, I, 1, 4.
23
Código, II, V, 1.
24
Digesto, XXII, VI, 9, 1.
25
Al respecto, entre otros pasajes del Digesto, véase: D, II, VIII, 1, 5; D, II, VIII, 8, 2.
26
Al respecto, entre otros pasajes del Código, véase: C, VI, XXX, 22; C, IX, XXIII, 8.
27
Código, VI, IX, 8.
17
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
28
DOMAT, J.: Les loix civiles dans leur ordre naturel, le droit public et legum delectus.
Tome I. Nº 7. París, 1777. p. 137.
18
EL ERROR
29
DOMAT, J.: loc. cit. Nº 8. p. 138.
30
DOMAT, J.: loc. cit. Nº 12. p. 138.
31
DOMAT, J.: loc. cit. Nº 14. p. 138.
19
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
32
POTHIER, R. J.: Traité des Obligations dans les Oeuvres de Pothier publiée par
M. Siffrein. Paris, 1.821. Tome I. Nº 17. p. 92.
33
Ibidem.
34
POTHIER, R. J.: loc. cit. Tome I. Nº 18. p.p. 92-93.
35
POTHIER, R. J.: loc. cit. Tome I. Nº 18. p. 93.
36
POTHIER, R. J.: loc. cit. Tome I. Nº 19. p. 93.
20
EL ERROR
37
POTHIER, R. J.: loc. cit. Tome I. Nº 42. p. 107.
38
Siguiendo las orientaciones de Domat y Pothier, no han faltado opiniones en favor
de la tesis según la cual el error no es nunca causa de anulación de los actos jurí-
dicos, ya que siempre que un acto pueda anularse por error de hecho o de derecho,
podrá anularse también por falta de causa y, por consiguiente, siendo la teoría de
la causa mucho más amplia y comprensiva que la del error, es lógico eliminar ésta
que resulta completamente inútil. Al respecto, véase: CELICE, Raymond: op. cit.
p. 180; BORDA, Guillermo A.: op. cit. p. 60.
21
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
39
El párrafo 119 del Código Civil alemán dice textualmente “como error sobre el conte-
nido de la declaración procede también estimar al que recae sobre aquellas cualidades
de la persona o de la cosa que en el tráfico se consideren como esenciales”.
22
EL ERROR
40
De esta disposición se sigue que el principio según el cual el simple error en los
motivos no incide sobre la validez del contrato no es absoluto en Suiza puesto que
la ley excluye de este principio los casos en los cuales el error recae sobre deter-
minadas circunstancias de hecho, cuando quien lo sufre, ateniéndose a la buena fe
del comercio jurídico, las considere como base necesaria del contrato. Cfr. VON
THUR, A.: Tratado de las Obligaciones. Traducción castellana de W. Roces. Edi-
torial Comares. Granada, 2007. p. 167.
23
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
41
En tal sentido, véase: CARIOTA-FERRARA, Luigi: Il Negozio Giuridico nel Diritto
Privato Italiano. Morano Editore. Napoli, 1950. p. 571; MESSINEO, Francesco:
Doctrina General… cit. Tomo I. p. 122; MIRABELLI, Giuseppe: “Dei contrati in
generale” in Commentario Codice Civile. Vol. IV. T. II. Torino, 1980. p. 539; CA-
RRESI, F.: Il Contrato. Milano, 1987. p. 443; BIANCA, C.M.: op. cit. Vol. III. p.
610; GALGANO, Francesco: op. cit. p.p. 294-295. Sin embargo, esta posición dista
de ser unánime. En efecto, en Italia otro sector de la doctrina considera que la enu-
meración legal de los supuestos de error contemplados en los artículos 1429 y 1430
del Codice es de carácter taxativo. Al respecto, véase: STOLFI, Giuseppe: op. cit. p.
134; SACCO, R.: “Il Dolo” en Resigno, P.: Tratatto di Diritto Privato. Obbligazioni
24
EL ERROR
e Contratti. (Tomo secondo). Vol. 10. Torino, 1982. p. 298; PIETROBON, Vittorino:
Errore, volontà e affidamento nel negozio giuridico. Padova, 1990. p. 356.
42
Al respecto, véase: véase ATIYAH, P.S.: An introduction to the Law of Contracts.
Cambridge, 1995. p.p. 257 y ss. Asimismo, véase DAVID, R.: Les contrats en droit
anglais, 1973 Nos 215-257 (citado por MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y
STOFFEL-MUNCK, Philippe: op. cit. p. 243).
25
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
43
Al respecto, por todos, véase: GHESTIN, Jacques: “Les obligations – Le Contrat:
Formation” en Traité de Droit Civil. Tome II. L.G.D.J. París, 1988. p.p. 416-419 y
la jurisprudencia francesa allí citada; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LE-
QUETTE, Yves: op. cit. p.p. 231-232, especialmente, la nota 1) y la jurisprudencia
francesa allí citada.
26
EL ERROR
27
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
44
COVIELLO, Nicolás: op. cit. p. 422.
28
EL ERROR
45
La doctrina es conteste con respecto a los conceptos expuestos en el texto. Por todos,
en la doctrina italiana véase: TRABUCCHI, Alberto: loc. cit.; ALPA, Guido: Corso
di Diritto Contrattuale. Cedam. Padova, 2006. p. 133. En la doctrina francesa, véase:
GHESTIN, Jacques: Traité… cit. p. 405; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y
LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 216. En la doctrina española, véase: ALBALADEJO,
Manuel: Derecho Civil. Tomo I. (Introducción y Parte General). Edisofer S.L. Ma-
drid, 2006. p.p. 614-619; CASTÁN TOBEÑAS, José: op. cit. Tomo I. Vol. II. p.p.
706-707. En la doctrina nacional, véase: MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina General
del Contrato. Cuarta Edición. Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Serie
Estudios. Nº 61. Caracas, 2006. p. 148; MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER
SUCRE, Emilio: Curso de Obligaciones. Derecho Civil III. Tomo II. Universidad
Católica Andrés Bello. Caracas, 2001. p. 630.
46
Pero no hay que confundir el error in negotio con el error sobre la calificación del
contrato cuyos efectos están claramente determinados por la común intención de
las partes. El error sobre la naturaleza del contrato solamente constituye un error
obstáculo cuando las partes no están de acuerdo sobre los efectos del contrato ce-
lebrado y, especialmente, en lo que concierne a las obligaciones que de él derivan.
Cfr. TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 217,
especialmente, la nota 4 y la jurisprudencia francesa allí citada.
29
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
del objeto del contrato (error in corpore) como, por ejemplo, cuando
yo creo venderte mi casa A y tú crees comprarme mi casa B; 3) el
error que recae sobre la identidad física de la otra parte (error in
persona) como, por ejemplo, cuando yo queriendo contratar con
una persona, contrato con otra persona que tiene el mismo nombre
de aquélla con la cual yo pensaba contratar; y 4) el error sobre la
causa, esto es, el que recae sobre las razones jurídicas que impulsan
a la celebración del contrato como, por ejemplo, cuando me obligo
a pagar un legado ignorando que el testamento en el cual el causante
me había instituido como heredero había sido revocado, o cuando
celebro una transacción fundada en documentos que después se
reconocen como falsos (Código Civil, artículo 1721), o para resol-
ver un litigio que ya estaba decidido por sentencia ejecutoriada, si
las partes o alguna de ellas no tenían conocimiento de la sentencia
(Código Civil, artículo 1722)47.
El error en la declaración puede asumir distintas formas.
Puede consistir en una simple distracción, lapsus linguae o lapsus
calami: en vez de decir o escribir vender, digo o escribo arrendar;
en lugar de decir uso digo usufructo; en vez de escribir 650 por
distracción escribo 560; en lugar de llamar una cosa A la llamo
47
COLIN, Ambrosio y CAPITANT, Henri: Curso Elemental de Derecho Civil. Tomo
III. Traducción castellana por la redacción de la Revista General de Legislación y
Jurisprudencia. Instituto Editorial Reus. Madrid, 1960. p. 611; JOSSERAND, Louis:
Derecho Civil. Tomo II. Vol. I (Teoría General de las Obligaciones). Traducción
castellana de Santiago Cunchillos y Manterola. Bosch y Cia Editores. Buenos Ai-
res, 1950. p.p. 49-50. En la doctrina nacional el profesor Francisco López Herrera
considera que son igualmente casos de error en la causa la renta vitalicia constituida
por la vida de una persona ya muerta cuando se celebró el contrato (Código Civil,
artículo 1794) y la donación hecha en consideración de un matrimonio futuro, si
éste no se celebra (Código Civil, artículo 1450) (LÓPEZ HERRERA, Francisco:
La Nulidad de los Contratos en la Legislación Civil Venezolana. Empresa El Cojo
S.A. Caracas, 1952. p.p. 186-187). A nuestro modo de ver, se trata más bien de
supuestos de ausencia de causa: en el primer caso porque la causa no ha existido
nunca; y en el segundo, porque la causa siendo referida al futuro, no se realiza.
30
EL ERROR
48
El Código Civil italiano de 1942 asimila al error obstáculo el error en la transmisión
de la declaración (art. 1433).
49
Cfr. CARRESI, F.: Il Contrato. Milano, 1987. p. 430; ROSSELLO, Carlo: op. cit.
p. 212.
50
Cfr. TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 173.
31
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51
MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op. cit. (Tome II. Premier Volume)
p. 159.
52
Al respecto, en la doctrina clásica nacional, véase: SANOJO, Luis: Instituciones
de Derecho Civil Venezolano. Tomo III. Imprenta Nacional. Caracas, 1.873. p. 20;
DOMINICI, Aníbal: Comentarios al Código Civil Venezolano Tomo II. Editorial Rea.
Caracas, 1962. p. 544. En el mismo sentido, en fecha más reciente, en sentencia de
la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 29 de mayo de
2005, aunque incidentalmente, se afirma (obiter dictum) que “el error-declaración,
que opera en el momento de emitir una declaración y que también se denomina
error-obstáculo, es aquella falsa apreciación de la realidad que es de tal naturaleza
y gravedad que impide la formación del consentimiento, por lo que su presencia
acarrea la nulidad absoluta del contrato, al impedir u obstaculizar su formación.”
(Sentencia de la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia del
29-05-00. Caso Carmen Josefa Plaza de Muñoz contra CANTV. Consultada en la
página web: www.tsj.gov.ve).
53
Cfr. AUBRY, C. y RAU, C.: Cours de Droit Civil Français. Tome IV. Sixième
édition. París, 1907. § 343 bis. p. 436, especialmente, la nota 5; DEMOLOMBE,
C.: “Traité des contrats”. (Tome I) en Cours de Code Napoleon. Vol. XXIV. París,
1868. p. 86; BAUDRY-LACANTINERIE, G.: Précis de Droit Civil. Tome II. Recueil
Sirey. París, 1921. p. 17; COLIN, Ambrosio y CAPITANT, Henri: op. cit. Tomo III.
p. 621; JOSSERAND, Louis: op. cit. Tomo II. Vol. I. p. 50.
32
EL ERROR
54
GIORGI, Jorge: Teoría de las obligaciones en el Derecho moderno. Traducción al
castellano por la redacción de la Revista General de Legislación y Jurisprudencia.
Editorial Reus. Madrid, 1930. Vol. III. p. 248; DE RUGGIERO, Roberto: op. cit.
p.p. 262-263; RICCI, Francisco: op. cit. Tomo XIII. p.p. 33-34.
55
MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op. cit. (Tome II. Premier Volume)
p. 161; LAURENT, F.: op. cit. Tomo XV. p. 606.
33
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
56
Al respecto, véase: VIFOREANU, Georges: Contribution a l’étude du contrat dans
le Projet Franco-Italien et en droit comparé. París, 1932. p. 196.
57
GHESTIN, Jacques: op. cit. p.p. 902-903; WEILL, Alex: Droit Civil. Les obliga-
tions. Dalloz, 1971. p.p. 175-176; PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: Tratado
34
EL ERROR
Práctico de Derecho Civil Francés. Tomo VI. Traducción castellana de Mario Díaz
Cruz. Cultural S.A. Habana, 1946. p.p. 237-239. Esta es la solución que consagra
expresamente el Código Civil italiano de 1942 que equipara en sus efectos el error
vicio y el llamado error obstáculo o error en la declaración (art. 1433).
58
Según la doctrina y la jurisprudencia francesa modernas, la causa del contrato son
los motivos determinantes para que una persona celebre un contrato (causa en sen-
tido subjetivo). Corresponde a las motivaciones impulsivas y determinantes para
la celebración del contrato manifestadas por las partes, expresa o tácitamente, o
que resultan de las condiciones bajo las cuales se celebró el contrato. Al respecto,
véase: GHESTIN, Jacques: Cause de l’engagement et validité du contrat. L.G.D.J.
París, 2006. Nº 135; LARROUMET, Christian: Teoría General del Contrato.
Vol. I. Traducción castellana de Jorge Guerrero R. Editorial Temis S.A. Santa Fe
de Bogotá, 1999. p.p. 258-259, 400-402; FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-Luc
y SAVAUX, Éric: Droit Civil. Les Obligations. L’acte juridique. Dalloz. París,
2006. p. 148. En la doctrina nacional, véase: RODNER, James Otis: Los contratos
enlazados. El subcontrato. Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Asociación
Venezolana de Derecho Privado. Serie Estudios. Nº 77. Caracas, 2008. p.p. 40-41.
En la jurisprudencia nacional, véase: Sentencia de la Sala Político Administrativa
del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 12 de julio de 2004. Caso Movimiento
Pro-Desarrollo de la Comunidad contra C.A. Metro de Caracas. (Consultada en
la página web: www.tsj.gov.ve). De ahí que el error que recae sobre un elemento
sustancial del contrato como la naturaleza del contrato o su objeto es un error sobre
los móviles determinantes de la celebración del contrato; y por ende es, en realidad,
un error sobre la causa. Cfr. LARROUMET, Christian: loc. cit.; Robine, (citado por
FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: loc. cit.).
59
En la doctrina francesa Marty y Raynaud afirman: “La falsa causa y error sobre la
causa tienen el rasgo común de consistir ambos en un vicio del consentimiento:
una de las partes ha creído erróneamente en la existencia de la causa. Pero se puede
hablar más precisamente de falsa causa cuando el error recae sobre los elementos
objetivos de la causa y de error sobre la causa cuando ella recae sobre sus elementos
subjetivos. Así, cuando el comprador ha creído falsamente en la existencia de la cosa
que él creía adquirir, hay falsa causa y la nulidad de su compromiso no es dudosa.
Al contrario, si una parte ha creído erróneamente poder satisfacer los móviles que
35
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
36
EL ERROR
61
Cfr. TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 233;
WEILL, Alex: loc. cit.; PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: loc. cit. Además,
como afirma López Herrera, en estos casos el contrato puede ser confirmado: si
una de las partes advierte su error puede aceptar lo querido por la otra y confirmar
y cumplir el contrato tal y como lo quería su contraparte contractual, con lo cual
esta última no podrá ya pedir la nulidad del contrato. El contrato habrá quedado
confirmado en virtud del acuerdo de voluntades. Así, si A ha pretendido donar a B
una cosa y B entendió comprarla, A puede, al descubrir el error en que se encon-
traba, dar a entender a B su verdadera voluntad y de común acuerdo A y B pueden
perfectamente considerar el contrato como una donación. Del mismo modo, si A
ha querido vender a B la casa número 20 de su propiedad, y B ha creído comprar la
casa número 22, que también pertenece a A, es posible que se pongan de acuerdo
y confirmen el contrato en uno u otro sentido (LÓPEZ HERRERA, Francisco: op.
cit. p.p. 189-190).
37
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
62
ALBALADEJO, Manuel: op. cit. Tomo I. p. 617.
63
Ésta es, por lo demás, la solución adoptada por el Código Civil alemán B.G.B. (§
119), el Código italiano de 1942 (art. 1433) y el Código Civil portugués (art. 247).
Según el párrafo 119 del B.G.B.: “1. Quien en el momento de hacer una declaración
de voluntad está en un error en cuanto a su contenido, o no pretendía en absoluto
hacer una declaración de dicho contenido, puede rescindir la declaración si se da
por sentado que no la habría hecho con conocimiento de los hechos y una estima-
ción razonable de la situación. 2. Como error sobre el contenido de la declaración
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EL ERROR
39
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
65
Al respecto, véase: DIEZ-PICAZO, Luis: Fundamentos del Derecho Civil Patrimo-
nial. Vol. I. Editorial Tecnos. Madrid, 1972. p. 122; PUIG BRUTAU, José: Funda-
mentos de Derecho Civil. Tomo II. (Vol. I). Bosch Casa Editorial. Barcelona, 1988. p.
78; ROCA SASTRE, RAMÓN Ma y PUIG BRUTAU, José: “Vicios de la Voluntad”
en Estudios de Derecho Privado. Vol. I (Obligaciones y Contratos). Editorial Revista
de Derecho Privado. Madrid, 1940. p.p. 15-18; PÉREZ GONZÁLEZ y ALGUER:
en Anotaciones al Tratado de Derecho Civil de Ennecerus-Kipp-Wolff. Tomo I. Vol.
II. Barcelona, 1935. p.p. 196-200; ALBALADEJO, Manuel: op. cit. Tomo I. p.p.
618-619. Cabe anotar, sin embargo, que en la doctrina española Castán y De Castro
y Bravo sostienen que en caso de error obstáculo, por existir una divergencia entre
la voluntad interna y la voluntad declarada, la consecuencia jurídica es la nulidad
absoluta del contrato (CASTÁN TOBEÑAS, José: op. cit. Tomo I. Vol. II. p. 696;
DE CASTRO Y BRAVO, Federico: El negocio jurídico. Editorial Civitas. Madrid,
1985. p. 125).
40
EL ERROR
66
En criterio de la moderna doctrina nacional, el error obstáculo se asimila en sus
consecuencias al error vicio y da lugar a la nulidad relativa del contrato. Al respecto,
véase: LÓPEZ HERRERA, Francisco: loc. cit.; MÉLICH-ORSINI, José: op. cit.
p.p. 153-154; MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER SUCRE, Emilio: op. cit.
Tomo II. p.p. 632 y 641; BERNAD MAINAR, Rafael: Derecho Civil Patrimonial.
Obligaciones. Tomo I. Universidad Central de Venezuela. Facultad de Ciencias
Jurídicas y Políticas. Caracas, 2006. p.p. 77-78.
41
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
1. Error de hecho
42
EL ERROR
a) Criterio objetivo
67
Según Colmet de Santerre: “las cualidades constitutivas de la sustancia son aquéllas
cuya ausencia desnaturaliza la cosa, la altera hasta el punto de que se convierte en
otra cosa u otro ser distinto del que debía ser objeto de la convención.” (COLMET
DE SANTERRE: Cours Analytique du Code Civil. Tome V. París, 1.873. p. 15).
68
Para Aubry y Rau: “por sustancia de la cosa debe entenderse, no solamente los
elementos materiales que la componen, sino hasta las propiedades cuyo conjunto
determina su naturaleza específica y la distingue, según las nociones comunes, de
cosas de cualquier otra especie” (AUBRY, C. y RAU, C.: op. cit. Tome IV. § 343
bis. p. 433).
69
En criterio de Huc, la sustancia es: “lo que permite dar a una cosa el nombre sustan-
tivo que la distingue; la constituyen, por consiguiente, los atributos sin los cuales la
cosa, objeto del contrato, sería clasificada en otra categoría de sustantivos” (HUC,
T: Commentaire Théorique et Pratique du Code Civil. Tome VII. París, 1892/1903.
p. 35).
43
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
70
Cfr. BAUDRY-LACANTINERIE, G y BARDE, L.: “Des Obligations”. Tome
Premier en Traité Théorique et Pratique de Droit Civil. París, 1900. Vol. XI. p.p.
81-82.
71
DEMOLOMBE, C.: op. cit. Vol. XXIV. p.p. 89-90.
44
EL ERROR
b) Criterio subjetivo
72
Al respecto, véase: GAUDEMET, Eugene: Teoría General de las Obligaciones.
Traducción española de Pablo Macedo. Editorial Porrúa. México, 1974. p. 76;
JOSSERAND, Louis: op. cit. Tomo II. Vol. I. p. 53.
45
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
73
LAURENT, F.: op. cit. Tomo XV. p. 611.
74
Ibidem.
75
Así, Baudry-Lacantinerie y Barde consideran como sustanciales las cualidades que
las partes tuvieron principalmente presentes al contratar, aquellas sin las cuales no
habrían contratado. A continuación citan el siguiente ejemplo de error sobre las
cualidades sustanciales de la cosa: “hay error sobre la sustancia cuando habién-
dome suscrito a una obra inédita, artística y ricamente encuadernada, el vendedor
me envía una obra cuya encuadernación carece de valor y cuyos grabados, papel e
impresión no tienen nada de artístico, siendo el texto la mera reproducción de obras
46
EL ERROR
47
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
77
Al respecto, véase: GHESTIN, Jacques: La notion d’erreur dans le droit positif
actuel. L.G.D.J. París, 1963. p. 50, especialmente, la nota 26 y la jurisprudencia
francesa allí citada; MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op. cit. (Tome
II. Premier Volume). p. 166, especialmente, la nota 10 y la jurisprudencia francesa
allí citada.
78
Cabe anotar, sin embargo, que esta tendencia dista de ser uniforme. En efecto, la
doctrina y la jurisprudencia francesas se encuentran divididas respecto de si el error
sobre el móvil o motivo determinante produce siempre la anulación del contrato.
En sentido afirmativo se pronuncian PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge (op.
cit. Tomo VI. p.p. 253-254) y RIPERT, Georges y BOULANGER, Jean: (op. cit.
Tomo II. p. 70). En contra, Celice y Ghestin consideran que el error tiene que re-
ferirse al objeto in substantia del contrato (CELICE, Raymond: op. cit. p.p. 118 y
ss.; GHESTIN, Jacques: La notion d’erreur… cit. p. 73). Igualmente Weill y Terré
sostienen que el error in substantia tiene que estar referido al objeto del contrato o
a las cualidades sustanciales de la cosa que lo conforma; de lo contrario, se tratará
de un error sobre los motivos ajenos al contrato y, por ende, jurídicamente irrele-
vante (WEILL, Alex: op. cit. p.p. 186-187; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y
48
EL ERROR
LEQUETTE, Yves: op. cit. p.p. 228-229). Éste es el criterio seguido por la mayoría
de la doctrina francesa y la orientación de la jurisprudencia más reciente. Para un
examen de las decisiones de la jurisprudencia francesa sobre la materia véase:
GHESTIN, Jacques: loc. cit. p.p. 74-78.
49
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
79
LARROUMET, Christian: op. cit. Vol. I. p. 253, especialmente, la nota 133 y la
jurisprudencia francesa allí citada; LUTZESCO, Georges: op. cit. p.p. 196-197;
GHESTIN, Jacques: La notion d’erreur… cit. p.p. 251 y ss.
80
Al respecto, véase: GHESTIN, Jacques: loc. cit. p. 178; TERRÉ, François, SIMLER,
Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 222 y la jurisprudencia francesa allí citada;
WEILL, Alex: loc. cit.
81
Esta disposición es una réplica del artículo 15 del Proyecto franco-italiano de las
Obligaciones y de los Contratos, según el cual “el error de hecho produce la anulabi-
lidad del acto pcuando recae sobre una cualidad de la cosa o sobre una circunstancia
50
EL ERROR
que las partes han considerado como esenciales o que deben ser consideradas como
tales teniendo en cuenta la buena fe y las condiciones especiales en que el contrato
ha sido concluido”.
82
Pero conviene tener en cuenta que aun cuando una cualidad sea, en principio,
sustancial para una determinada cosa u objeto contractual, podrá dejar de serlo si
las partes, al configurar el negocio, ponen de manifiesto que están de acuerdo en
descartar dicha cualidad o no atribuirle importancia.
51
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
83
Cfr. BAUDRY-LACANTINERIE, G y BARDE, L.: op. cit. Vol. XI p. 97; JOSSE-
RAND, Louis: op. cit. Tomo II. Vol. I. p. 56; COVIELLO, Nicolás: op. cit. p. 434.
84
Cfr. LARROUMET, Christian: op. cit. Vol. I. p.p. 256-257.
52
EL ERROR
85
Al respecto véase: MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK,
Philippe: op. cit. p.p. 244-245; MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op.
cit. (Tome II. Premier Volume). p.p. 162-163; GHESTIN, Jacques: Traité… cit. p.p.
412-416; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p.p.
220-221; WEILL, Alex: op. cit. p.p. 179-180; FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-Luc
y SAVAUX, Éric: op. cit. p.p. 149-151; CELICE, Raymond: op. cit. p.p. 70-79.
86
Nuestros tribunales han considerado que, en la venta de un inmueble destinado a ser
habitado o para el comercio, es cualidad esencial del inmueble objeto del contrato
que goce del servicio de suministro de agua y de desagüe de aguas negras o cloacas
o cañerías. Por lo cual, el error en que incurra el comprador sobre esta cualidad
hace procedente la anulabilidad del contrato (Sentencia del 28-09-79 en Ramírez
& Garay. Tomo XLVI. p.p. 105-107).
53
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
87
De acuerdo con la jurisprudencia de nuestros tribunales, es cualidad esencial de la
venta de un automóvil el año de su fabricación. Por lo cual, hay error in substantia
cuando el comprador creyó erróneamente comprar un vehículo automotor modelo
1969, cuando en realidad había adquirido un vehículo automotor modelo 1968. Al
respecto, véase: Sentencia del 22-11-71 en Ramírez & Garay. Tomo XXXII. p.p.
113-116. Nuestros tribunales han declarado, asimismo, que en la compra de una
caldera, el sistema de seguridad es cualidad esencial (Sentencia del 13-12-73 en
Ramírez & Garay. Tomo XLI. p.p. 79-81).
88
Cabe hacer notar, sin embargo, que ciertas cualidades sustanciales pueden operar
en un plano diferente al del error. Esto ocurre cuando las partes identifican al objeto
aludiendo a las cualidades que reúne el mismo. Si se vende, por ejemplo, el anillo
de platino que se encuentra en la caja fuerte y el anillo que allí se encuentra no es
de ese material, el problema no es un problema de error acerca de las cualidades del
objeto, sino de inexistencia del objeto identificado por sus cualidades. Cfr. STOLFI,
Giuseppe: op. cit. p. 135; TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p. 667; MORALES MO-
RENO, Antonio Manuel: El error… cit. Capítulo III. Parte II. Sección 2.4. Madrid,
1988 (consultada en versión electrónica).
54
EL ERROR
89
Cfr. MORALES MORENO, Antonio Manuel: Ibidem.
90
La mayoría de los autores franceses admiten que es indiferente que el error in subs-
tantia recaiga sobre la contraprestación recibida por la víctima del error, o sobre
su propia prestación. Así, el error en que incurra el vendedor sobre las cualidades
sustanciales de la cosa vendida produce los mismos efectos que aquél cometido por
el comprador sobre las de la cosa comprada. Al respecto, véase: GHESTIN, Jacques:
Traité… cit. p.p. 425-427; MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op. cit.
(Tome II. Premier Volume). p. 163, especialmente, la nota 17 y la jurisprudencia
francesa allí citada; FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op.
cit. p. 153. En contra, véase: MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-
MUNCK, Philippe: op. cit. p.p. 246-247; CARBONNIER, Jean: Derecho Civil.
Tomo II. Vol. II. Traducción española de Manuel Ma Zorrilla Ruiz. Editorial Bosch.
Barcelona, 1971. p. 200.
91
De acuerdo con la jurisprudencia de nuestros tribunales, el error in substantia puede
recaer “no sólo sobre el objeto del negocio sino también sobre otras circunstancias,
55
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
está basada sobre la causa del contrato, esto es, sobre “los móviles
concretos que han regido el preciso acto del cual se trata, aquéllos
que correspondan al objetivo perseguido por las partes”92.
Por su parte algunos autores franceses, como ya dijimos, consi-
deran que el error sobre las cualidades sustanciales de un elemento
fundamental del contrato es un error sobre el fin perseguido por
los contratantes, es decir, constituye un error sobre la causa que
determina la falsedad de la causa (supra, Cap. II, Nº IV, 1.1, b).
El error sobre los móviles determinantes y el error sobre la cau-
sa, se afirma, son dos nociones íntimamente entrelazadas referidas
ambas al error que recae sobre el motivo o finalidad objetivamente
determinante de la celebración del contrato, siempre que haya sido
conocido por la otra parte93. Dicho en otros términos, si bien el error
sobre los motivos internos de las partes al contratar es irrelevante y
no incide en la validez del consentimiento otorgado ni produce la
anulación del contrato, si estos motivos son conocidos por la otra
parte y corresponden a la causa del contrato, se integran al contenido
del contrato y constituyen un elemento esencial de éste.
Por lo cual, el error sobre las cualidades sustanciales de un
elemento fundamental del contrato se puede considerar como un
error sobre el fin perseguido por las partes contratantes. Se trata
tales como aquellas que se refieran a la extensión del objeto, la cantidad y todos
aquellos elementos que aun cuando puedan ser considerados como secundarios, sean
parte integrante y principal del contenido del negocio.” (Sentencia del 29-07-59 en
Jurisprudencia de los Tribunales de la República. Vol. VI. Tomo II. p.p. 998-999).
92
VIFOREANU, Georges: op. cit. p. 196.
93
JOSSERAND, Louis: op. cit. Tomo II. Vol. I. p.p. 110-111, especialmente, la nota
144 y la jurisprudencia francesa allí citada. En la doctrina nacional, en el mismo
sentido, véase: BERNAD MAINAR, Rafael: op. cit. Tomo II. p. 76, especialmente,
la nota 150. Por lo expuesto en el texto, disentimos de la sentencia del antiguo Juz-
gado Superior Quinto de la Circunscripción Judicial del Distrito Federal y Estado
Miranda en la cual se afirma que un mismo hecho no puede configurar, a la vez,
un supuesto de error en la causa y de error de hecho. (Sentencia del 09-12-81 en
Ramírez & Garay. Tomo LXXV. p.p. 85-88).
56
EL ERROR
94
Al respecto, véase: LARROUMET, Christian: op. cit. Vol. I. p.p. 252-255 y 400-
401; CAPITANT, Henri: De la causa de las obligaciones. Traducción castellana de
Eugenio Tarragato y Contreras. Editorial Góngora. Madrid s/d. p. 218; LUTZESCO,
Georges: op. cit. p.p. 196-199; DE PAGE, Henri: op. cit. Tome II. p. 458. Desde
luego, el examen detallado de las vinculaciones existentes entre el error y la causa
nos llevaría a abordar en toda su extensión y complejidad la teoría de la causa,
tema éste que es más bien propio de la teoría general del contrato y que excede del
propósito de este trabajo. Para un examen de las relaciones entre el error y la causa,
véase: GHESTIN, Jacques: La notion d’erreur… cit. p.p. 251 y ss. y 280.
95
VIFOREANU, Georges: loc. cit.; MARTY, Gabriel y RAYNAUD, Pierre: op. cit.
Tomo II. Vol. I. p. 171; RIPERT, Georges y BOULANGER, Jean: op. cit. Tomo II.
p. 122; LUTZESCO, Georges: loc. cit.; MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent
y STOFFEL-MUNCK, Philippe: op. cit. p.p. 243-244, especialmente, la nota 11 y
la jurisprudencia francesa allí citada. En contra, los hermanos Mazeaud y Chabas
sostienen que la falsedad de la causa resultante del error acarrea la nulidad absoluta
del contrato (MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op. cit. (Tome II. Premier
Volume). p.p. 160-161).
57
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
96
La Ley para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios fue
publicada en la Gaceta Oficial Nº 5.889 (Extraordinario) de fecha 31 de julio de
2008.
97
Cfr. GHESTIN, Jacques: La notion d’erreur… cit. p.p. 35-36, especialmente, la
nota 41 y la jurisprudencia francesa allí citada; FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-
Luc y SAVAUX, Éric: op. cit. p. 159, especialmente, la nota 3 y la jurisprudencia
francesa allí citada; ROSSELLO, Carlo: op. cit. p.p. 180-181, especialmente, la nota
20 y la jurisprudencia italiana allí citada; GALGANO, Francesco: op. cit. p. 302;
MORALES MORENO, Antonio Manuel: “Comentarios al artículo 1266 del Código
Civil español” en Comentarios al Código Civil y Compilaciones Forales. Tomo
XVII. Vol. 1.B. dirigidos por Manuel Albaladejo y Silvia Díaz Alabart. Editorial
Revista de Derecho Privado. Madrid, 1993. p. 286, especialmente, la nota 161 y la
jurisprudencia española allí citada.
58
EL ERROR
98
Para un examen de los criterios que suministra la buena fe para apreciar el error en
la doctrina francesa, véase: GHESTIN, Jacques: La notion d’erreur… cit. p.p. 99-
103; en la doctrina española, véase: MORALES MORENO, Antonio Manuel: loc.
cit. p.p. 285-286. La doctrina nacional es conteste en cuanto a que el principio de
la buena fe rige no sólo durante la fase de la ejecución del contrato sino también en
la etapa de su formación. Al respecto, véase: RODRÍGUEZ MATOS, Gonzalo: “La
buena fe en la ejecución del contrato” en Temas de Derecho Civil. Libro Homenaje
a Andrés Aguilar Mawdsley. Vol. II. Tribunal Supremo de Justicia. Colección Li-
bros Homenaje. Nº 14. Caracas, 2004. p.p. 430-433; MÉLICH-ORSINI, José: “Los
tratos o negociaciones dirigidos a la posible formación de un contrato” en Derecho
de Obligaciones en el Nuevo Milenio. Academia de Ciencias Políticas y Sociales y
Asociación Venezolana de Derecho Privado. Serie Eventos, Nº 23. Caracas, 2007.
p. 84, especialmente, la nota 30; MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER SUCRE,
Emilio: op. cit. Tomo II. p.p. 609 y 805.
99
De acuerdo con la jurisprudencia de nuestros tribunales, en la adquisición de
una caldera el sistema de seguridad es una cualidad esencial. Por lo cual, cuando
el comprador compró una segunda caldera habiéndole manifestado durante las
negociaciones a su vendedor que la quería igual a la primera, si no hubo expresa
advertencia por parte del vendedor de lo que le faltaba a la segunda caldera en
cuanto al sistema de seguridad, hay que concluir que en atención a la buena fe y a
las condiciones bajo las cuales fue concluido el contrato para adquirir la segunda
caldera, el comprador incurrió en error in substantia. Al respecto, véase: Sentencia
del 13-12-73 en Ramírez & Garay. Tomo XLI. p.p. 78-84.
59
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
100
Cfr. DE CASTRO Y BRAVO, Federico: op. cit. p. 112.
101
Cfr. TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p.p. 230-231,
especialmente, las notas 1 y 2 y la jurisprudencia francesa allí citada; WEILL, Alex:
op. cit. p. 192, especialmente, la nota 2 y la jurisprudencia francesa allí citada.
60
EL ERROR
102
Este criterio aparece recogido en el párrafo 119 del Código Civil alemán (B.G.B)
según el cual: “como error sobre el contenido de la declaración vale también el error
sobre aquellas cualidades de la persona o de la cosa que en el tráfico se consideran
como esenciales”. Nuestro ordenamiento no consagra la apreciación del carácter
esencial del error según los criterios del tráfico, tal como lo hace el sistema alemán.
Pero esto no significa que no haya de darse en nuestro sistema un cierto valor a los
criterios del tráfico en la apreciación y prueba del error.
61
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
103
Cfr. GHESTIN, Jacques: Traité… cit. p. 404, especialmente, la nota 69; TERRÉ,
François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 232, especialmente,
la nota 4 y la jurisprudencia francesa allí citada; WEILL, Alex: op. cit. p. 192,
especialmente, la nota 3 y la jurisprudencia francesa allí citada.
104
Cfr. FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op. cit. p. 151, espe-
cialmente, la nota 14 y la jurisprudencia francesa allí citada; TRABUCCHI, Alberto:
op. cit. p. 669; SANOJO, Luis: op. cit. Tomo III. p. 20; DOMINICI, Aníbal: op. cit.
Tomo II. p. 545.
105
En el mismo sentido, en la doctrina nacional, el profesor José Mélich-Orsini afir-
ma: “La doctrina del error se inscribe así fatalmente dentro de la más general de
la interpretación del contrato.” (MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina General… cit.
p. 177).
62
EL ERROR
106
Cfr. PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: op. cit. Tomo X. p.p. 128-129, COLIN,
Ambrosio y CAPITANT, Henri: op. cit. Tomo IV. p. 163; LUZZATTO, Ruggero: La
Compraventa según el Nuevo Código Civil Italiano. Traducción castellana y notas
de Francisco Bonet Román. Instituto Editorial Reus. Madrid, 1953. p.p. 328-329.
107
LAURENT, F.: op. cit. Tomo XXIV. p. 306, especialmente, la nota 1.
108
Sin embargo, el antiguo Juzgado Superior Quinto Civil y Mercantil de la Circuns-
cripción Judicial del Distrito Federal y Estado Miranda declaró que “mientras la
acción de anulación por error presupone un error sobre la cualidad o circunstancia
de la cosa que las partes han considerado esenciales o que deban considerarse como
tales en atención a la buena fe y a las condiciones bajo las cuales se contrató; la
acción redhibitoria presupone que el vicio de la cosa afecte a ésta en las cualidades
de las que depende su uso, aunque el comprador no las haya considerado esenciales”
(Sentencia del 11-03-82 en Ramírez & Garay, Tomo LXXVII. p. 67).
63
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
a) Disposición legal
109
Para un examen de las diferencias entre el saneamiento por vicios ocultos y la
anulación por error, véase lo que expongo en mi libro: Vicios Redhibitorios y Sa-
neamiento. Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Serie Estudios 73. Caracas,
2008. p.p. 41-43.
110
Ibidem p.p. 40-48.
64
EL ERROR
111
En cambio, en otros Códigos Civiles como el francés (art. 1110, primer aparte) y
el español (art. 1266, primer aparte), las disposiciones legales se refieren al error
sobre la persona y ha sido obra de la doctrina y la jurisprudencia señalar que cuando
la ley alude al error en la persona se refiere a ambas manifestaciones del mismo,
esto es, tanto al error sobre la identidad de la persona, como al error acerca de sus
cualidades.
112
De acuerdo con la jurisprudencia de nuestros tribunales, no constituye error in per-
sona el que versa sobre la “cualidad” del representante de la persona jurídica con la
cual se contrata en la errónea creencia de que aquél era su verdadero representante
cuando, en realidad, no lo era. En efecto: “las cualidades a que se refiere el artículo
1148 son las de la otra parte cuando se contrata con ésta en nombre propio, porque
no hay que olvidar que cuando se contrata con una sociedad la persona física que
aparece representándola no es realmente el otro contratante, sino el personero y,
por lo tanto, a sus “cualidades” de tal representante no es a lo que pueda referirse
el artículo 1148”. Al respecto, véase: Sentencia del 31-10-73 en Ramírez & Garay.
Tomo XLV. p.p. 158-161.
113
Cfr. TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 177, especialmente, la nota 2 y la jurisprudencia
italiana allí citada.
65
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
114
Cfr. VÉRY, Michel: De l’erreur dans les contrats. Toulouse, 1912. p.p. 89-90;
CELICE, Raymond: op. cit. p. 161; MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina General…
cit. p. 160.
66
EL ERROR
115
Cabe anotar, sin embargo, que no hay que confundir el error sobre la persona con el
error in nomine: el artículo 901 del Código Civil establece que si la persona del here-
dero o legatario ha sido indicada erróneamente, la disposición testamentaria es válida
cuando se pueda probar cuál es la persona que el testador pretendía beneficiar.
67
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
116
La doctrina es conteste en relación con los conceptos expuestos en el texto. Al
respecto, por todos, en la doctrina francesa, véase: GHESTIN, Jacques: Traité…
cit. p.p. 445-450; VÉRY, Michel: op. cit. p.p. 90-107. En la doctrina italiana, véase:
SANTORO PASSARELLI, Francesco: Doctrinas Generales del Derecho Civil.
Traducción al castellano de Luna Serrano. Editorial Revista de Derecho Privado.
Madrid, 1964. p. 187; MESSINEO, Francesco: Doctrina General… cit. Tomo I.
p. 127; CARIOTA-FERRARA, Luigi: op. cit. 572. En la doctrina española, véase:
CASTÁN TOBEÑAS, José: op. cit. Tomo III. p. 617; MORALES MORENO,
Antonio Manuel: op. cit. p.p. 272-274. En la doctrina nacional, véase: MÉLICH-
ORSINI, José: Doctrina General… cit. p.p. 160-161; MADURO LUYANDO, Eloy
y PITTIER SUCRE, Emilio: op. cit. Tomo II. p. 637; SANOJO, Luis: op. cit. Tomo
III. p. 21. En un contrato de venta de una vivienda de interés social suscrito por
el Centro Simón Bolívar, la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia en sentencia de fecha 27 de marzo de 2008 consideró como una cualidad
esencial de la persona del adquirente el que éste no tuviese ya una vivienda propia.
Por lo cual, la Sala consideró que el error excusable en que incurrió el Centro Simón
Bolívar al ignorar que el comprador fuese propietario de otra vivienda, por haber el
adquirente ocultado esta circunstancia, constituye un error in persona que acarrea
la nulidad del contrato. (Sentencia de la Sala Político Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia del 27-03-08. Caso Centro Simón Bolívar contra Richard Gil
Herrera y Marlene Martínez. Consultada en la página web: www.tsj.gov.ve). A
nuestro modo de ver, lo que hubo en el caso concreto fue un error provocado por la
68
EL ERROR
reticencia dolosa del adquirente; por lo cual, las reglas aplicables eran las del dolo
y no las del error.
117
Al respecto, véase: GALGANO, Francesco: op. cit. p.p. 298-299, especialmente,
la nota 88.
118
Cfr. MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op. cit. (Tome II. Premier Volu-
me). p.p. 168-169, especialmente, la nota 4 y la jurisprudencia francesa allí citada;
ROSSELLO, Carlo: op. cit. p. 134; ROPPO, Enzo: op. cit. p. 792; PIETROBON,
Vittorino: El error… cit. p. 444; CARRESI, F.: op. cit. p. 445.
69
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
2. Error de derecho
2.1. Concepto
119
Cfr. PIETROBON, Vittorino: loc. cit. p. 615; TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p.
668. En la doctrina italiana moderna, Alpa afirma que el error de derecho es el que
recae sobre las cualidades jurídicas de la cosa (ALPA, Guido: op. cit. p. 133).
70
EL ERROR
120
BETTI, Emilio: Teoría general del negocio jurídico. Traducción castellana de A.
Pérez Martín. Editorial Revista de Derecho Privado. Madrid, 1959. p. 334.
121
MESSINEO, Francesco: Doctrina General… cit. Tomo I. p. 127. En el mismo
sentido, véase: Sentencia del 13-07-04 consultada en la página web: www.tsj.gov.
ve; Sentencia del 14-02-02 consultada en la página web: www.tsj.gov.ve; Sentencia
del 31-10-79 en Ramírez & Garay. Tomo XLI. p.p. 158-159. Por lo cual, de acuerdo
con la jurisprudencia de nuestros tribunales: “no es error de derecho la situación de
la representación legítima de la persona que actuó en nombre de la sociedad con
quien se contrató, ya que esto es una situación de hecho y no de derecho, y de hecho
71
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
72
EL ERROR
123
Cfr. DE RUGGIERO, Roberto: op. cit. Tomo I. p. 270; RICCI, Francisco: op. cit.
Tomo XIII. p. 37; COVIELLO Nicolás: op. cit. p.p. 430-431.
73
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
124
Cfr. ROSSELLO, Carlo: op. cit. p. 149; SANTORO PASSARELLI, Francesco: op.
cit. p. 188, especialmente, la nota 58 y la jurisprudencia italiana allí citada.
125
En la doctrina francesa, Celice afirma que el error de hecho o de derecho no es una
causa de nulidad sino en el caso de que haya sido el motivo principal y determinante
del contrato. Y el motivo principal y determinante de la voluntad de contratar no es
otra cosa que la causa del contrato. Para que el error pueda dar lugar a la anulación
debe ser, por consiguiente, la causa única y determinante del contrato. La jurispru-
dencia francesa, por su parte, estima que no puede hablarse de error esencial sino
en el caso de que haya sido la causa sustancial del compromiso; sino en el caso de
que haya sido la causa principalmente determinante; sino cuando recae sobre una
causa evidentemente falsa. (CELICE, Raymond: op. cit. p.p. 128, 134-143 y 165-
180 y las decisiones de la jurisprudencia francesa allí examinadas).
126
Cfr. JOSSERAND, Louis: Los móviles en los actos jurídicos. Traducción castellana
de Carlos J. La Torre, Madrid, 1961. Nº 68.
74
EL ERROR
127
MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op. cit. (Tome II. Premier Volume).
p. 172; MESSINEO, Francesco: Doctrina General… cit. Tomo I. p. 127.
128
Cfr. PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: op. cit. Tomo VI. p. 246; COLIN, Am-
brosio y CAPITANT, Henri: op. cit. Tomo III. p.p. 607-608; JOSSERAND, Louis:
Derecho Civil…cit. Tomo II. Vol. I. p. 60; LAURENT, F.: op. cit. Tomo XV. p.p.
630-632; DE PAGE, Henri: op. cit. Tome I. p. 49.
129
Cfr. PIETROBON, Vittorino: El error… cit. p. 615.
75
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
130
Tal y como afirma Scognamiglio: “el error de derecho puede adquirir relevancia,
en cuanto recaiga sobre los motivos, esto es, en el sentido de que la ignorancia de
una norma extraña al régimen del contrato en sentido estricto, constituya la razón
determinante del sujeto. En este caso no se trata de un intento del sujeto de sus-
traerse a la aplicación del derecho vigente, sino tan sólo de que se declare nulo un
contrato que se ha celebrado únicamente por causa de una falsa representación de
la realidad o de la falsedad de determinada situación jurídica.” (SCOGNAMIGLIO,
Renato: op. cit. p.p. 66-67). En el mismo sentido Stolfi, al comentar el numeral 4º
del artículo 1429 del Código italiano de 1942, sustancialmente idéntico al artículo
1147 de nuestro Código Civil, expresa: “el error de derecho se invoca, no para sus-
traerse a la observancia de la ley que obliga indistintamente a todos, sino en cuanto
ha viciado el consentimiento, cuya manifestación dependía exclusivamente de la
parte, determinándolo en diversa manera que si no se hubiese ignorado o aplicado
erróneamente una norma vigente: el aforismo error juris excusat significa que el
interesado se apoya en su estado subjetivo para valerse de un remedio que le ofrece
el legislador en protección de la libertad de su consentimiento y no para burlar la
norma.” (STOLFI, Giuseppe: op. cit. p. 137).
76
EL ERROR
131
Cfr. GIORGI, Jorge: op. cit. Tomo IV. p. 66; TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p. 666;
TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 179.
132
Cfr. GALGANO, Francesco: op. cit. p. 300, especialmente, la nota 89 y la jurispru-
dencia italiana allí citada. En contra, en la doctrina italiana, Rossello considera que
el error de derecho solamente puede versar sobre una norma imperativa. Afirma este
autor que la razón para excluir la relevancia jurídica del error de derecho que recae
sobre una norma dispositiva de la ley que integra la regulación del contrato estriba
en el carácter secundario y accesorio de los efectos del contrato legalmente previstos,
lo que determina que el error sobre los mismos no sea determinante ni, por ende,
esencial. (ROSSELLO, Carlo: op. cit. p.p. 154-155). Igualmente, en contra, véase:
TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 178. A nuestro modo de ver, hay que distinguir
entre el error que recae sobre la existencia o permanencia en vigor de una norma
77
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
78
EL ERROR
79
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
138
Al examinar el error de derecho en el contrato de transacción, la doctrina distingue
entre el error in caput controversum que incide sobre lo que ha sido objeto o materia
de la transacción y el error in caput non controversum que afecta a los presupuestos
tomados en cuenta al contratar, que no han sido cuestionados. El primero, según
este criterio, es irrelevante; el otro, en cambio, conserva todo su potencial valor. Al
respecto, véase: SANTORO PASSARELLI, Francesco: La transazione. Napoli,
1986. p.p. 150-153; MÉLICH-ORSINI, José: La Transacción. Academia de Cien-
cias Políticas y Sociales. Centro de Investigaciones Jurídicas. Serie Estudios. Nº
65. Caracas, 2006. p. 118. En contra, en la doctrina española, Albaladejo rechaza
esta distinción entre el error que recae sobre los extremos controvertidos y el error
que incide en los puntos no controvertidos y estima que en uno u otro caso, el error
debe recibir igual tratamiento y permitir como regla impugnar la transacción erró-
nea. (ALBALADEJO, Manuel: op. cit. Tomo II. p. 856). En la doctrina belga, el
profesor Henri De Page critica la regla del Code que impide anular la transacción
por error de derecho y afirma que “como el error de derecho no se presenta en la
generalidad de los casos en estado puro sino como una mezcla de error de hecho,
corresponde al juez, en definitiva, apreciar cuál es el error que ha sido determinante
y, en consecuencia, anular la transacción o mantenerla” (DE PAGE, Henri: op. cit.
Tome V. p.p. 504-506).
80
EL ERROR
1.1. Concepto
139
Cfr. PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: op. cit. Tomo VI. p. 246; TRABUCCHI,
Alberto: op. cit. p. 670.
140
El Código Civil venezolano siguiendo la orientación de los Códigos Civiles fran-
cés de 1804 e italiano de 1865 no contiene una enumeración de los requisitos para
la impugnación del contrato por error; por lo cual, ha sido la doctrina la que se
ha encargado de señalar las condiciones que debe llenar el error para invalidar el
consentimiento y producir la anulación del contrato. En cambio, el Código Civil
italiano de 1942 sí trae una disposición expresa que establece de modo general
cuales son estos requisitos. En efecto, según el artículo 1428 del Codice “el error
será causa de anulación del contrato cuando fuere esencial y recognoscible por el
otro contratante”.
81
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
141
Al respecto, véase: ROSSELLO, Carlo: op. cit. p. 64; TRIMARCHI, Pietro: op. cit.
p.p. 175-176; SCOGNAMIGLIO, Renato: op. cit. p. 46; SANTORO PASSARELLI,
Francesco: Doctrinas Generales…. cit. p.p. 190-191.
142
MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe: op. cit.
p. 248; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p.p.
228-229; FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op. cit. p. 148,
especialmente, la nota 8 y la jurisprudencia francesa allí citada; WEILL, Alex: op.
cit. p.p. 186-187. Véase, igualmente, lo que expresamos en la nota 78 ut supra.
82
EL ERROR
1.2. Remisión
2.1. Introducción
El artículo 1146 del Código Civil dice así: “Aquél cuyo con-
sentimiento haya sido dado a consecuencia de un error excusable…
puede pedir la nulidad del contrato”.
De acuerdo con esta disposición para que el error pueda inva-
lidar el consentimiento y producir la anulación del contrato tiene
que ser excusable. La excusabilidad del error es pues una condi-
ción indispensable para la anulación. Se parte de la idea de que un
83
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
143
Según la doctrina de la responsabilidad, cuando hay un error en la declaración, o
divergencia entre la voluntad interna y la voluntad declarada por influjo de una falsa
representación de la realidad, y el error proviene de la culpa de la parte que en él
incurre, él está obligado a responder de su actuación y la mejor manera de hacerlo
es manteniendo la validez del contrato.
84
EL ERROR
144
Al respecto, véase: MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op. cit. (Tome II.
Premier Volume). p.p. 174 y 327; WEILL, Alex: op. cit. p.p. 189-190; DE PAGE,
Henri: op. cit. Tome I. p.p. 54-55 y Tome II. p.p. 519-520.
145
Cfr. MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe: op.
cit. p. 249, especialmente, la nota 41.
85
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
146
Al respecto, véase: MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK,
Philippe: loc. cit.; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op.
cit. p. 231, especialmente, la nota 1 y la jurisprudencia francesa allí citada.
147
MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op. cit. (Tome II. Premier Volume).
p.p. 173-174; GHESTIN, Jacques: Traité… cit. p. 432.
148
Al respecto véase: GHESTIN, Jacques: loc. cit., especialmente, la nota 217 y la
jurisprudencia francesa allí citada.
149
Al respecto véase: TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op.
cit. p.p. 230-232.
86
EL ERROR
150
TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: loc. cit. p.p. 230-231,
especialmente, las notas 1 y 2 y la jurisprudencia francesa allí citada.
151
Al respecto, véase: GIORGI, Jorge: op. cit. Tomo IV. p. 91; DE RUGGIERO, Roberto:
op. cit. Tomo I. p. 271. En contra: RICCI, Francisco: op. cit. Tomo XIII. p. 37.
152
MESSINEO, Francisco: Teoria dell’ errore ostativo. Roma, 1915. p. 297. En contra:
VERGA, T.: Errore e responsabilità nei contratti. Padova, 1941. p. 210.
87
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
153
ALBALADEJO, Manuel: op. cit. Tomo II. p.p. 621-622; GETE-ALONSO, María
del Carmen: “Formación irregular del contrato” en FERRIOL, GETE-ALONSO,
GIL RODRÍGUEZ y HUALDE SÁNCHEZ: Manual de Derecho Civil. Vol. II.
Ediciones Marcial Pons. Madrid, 1996. p. 584.
154
Al respecto, véase: MORALES MORENO, Antonio Manuel: Comentarios… cit.
p.p. 295-296 y la jurisprudencia española allí citada.
88
EL ERROR
155
Al respecto, véase: MORALES MORENO, Antonio Manuel: loc. cit. p.p. 297-303
y las decisiones de los tribunales españoles allí reseñadas.
156
La doctrina y la jurisprudencia italiana modernas se orientan mayoritariamente en
esa dirección. Al respecto, por todos, véase: ROSSELLO, Carlo: op. cit. p. 175;
TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 180; GALGANO, Francesco: op. cit. p. 303, espe-
cialmente, la nota 96 y la jurisprudencia italiana citada por estos autores. En contra,
véase: PATANIA: “Sulla scusabilità e riconoscibilità del errore” en Foro Italiano.
Vol. IV. 1958. p. 202 (citado por Rossello Ibidem. p. 177).
89
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
157
Al respecto, véase: SANTORO PASSARELLI, Francesco: Doctrinas Generales…
cit. p. 192; ALPA, Guido: op. cit. p. 134.
158
Al respecto, Ennecerus, Kipp y Wolff expresan: “el derecho de impugnación surge
incluso en el caso de culpa grave y con razón, pues ni la culpa grave puede justificar
que quedemos ligados por negocios que no quisimos concluir y que acaso nos son
muy perjudiciales, mientras que quizás confieran al contrario una ventaja totalmente
injustificada” (ENNECERUS, L., KIPP, T. y WOLFF, M.: op. cit. Tomo I. Vol. II.
p. 192, especialmente, la nota 14). En el mismo sentido, en la doctrina suiza, Von
Thur afirma: “Por regla general, quien formula una declaración viciada de error,
obra con negligencia. Sin embargo, la ley sale a su defensa sin fijarse en si el error
es o no excusable”. (VON THUR, A.: op. cit. p. 165).
159
El párrafo 122 del Código Civil Alemán (B.G.B.) no excluye la anulabilidad del
contrato fundada en error, por el hecho de que éste sea inexcusable; pero obliga,
en todo caso, a indemnizar el daño que la anulación causa al otro contratante, al
haber confiado en la validez de la declaración de voluntad. La indemnización se
90
EL ERROR
91
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
161
Las opiniones de los autores nacionales que procuran conciliar los artículos 1146
y 1149 pueden leerse en El Código Civil de Venezuela (art. 1149). Publicación del
Instituto de Derecho Privado. Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Universidad
Central de Venezuela. Caracas, 1978. p.p. 110-112. Más recientemente, en el mismo
sentido, véase: BERNAD MAINAR, Rafael: op. cit. Tomo II. p. 79. En contra, pero
sin fundamentar su criterio, en la sentencia de la Sala Político Administrativa del
Tribunal Supremo de Justicia de fecha 13 de julio de 2004 se afirma (obiter dictum)
que el error excusable es aquél en que se incurre sin que medie culpa (Sentencia del
13-07-04. Caso Movimiento Pro-Desarrollo de la Comunidad contra C.A. Metro
de Caracas. Consultada en la página web: www.tsj.gov.ve).
92
EL ERROR
162
Es la misma solución que consagra el artículo 3.5 (2) (a) de los Principios de Unidroit
sobre los Contratos Comerciales Internacionales (infra, Cap. II, Nº IX, 2.2, d-1).
163
Cfr. GHESTIN, Jacques: Traité… cit. p. 432, especialmente, la nota 219 y la juris-
prudencia francesa allí citada; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE,
Yves: op. cit. p. 230.
164
Cfr. TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p. 670.
93
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
165
Cfr. ALPA, Guido: op. cit. p. 135; TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 179.
94
EL ERROR
166
Mucho antes, el Código austríaco de 1811 ya tomaba en cuenta la recognosci-
bilidad del error para permitir invocarlo. Su párrafo 876 permitía invocar como
fundamento de la anulación del contrato el error “que resultase manifiesto de las
circunstancias”. El Código Civil alemán (B.G.B.), por su parte, procura armonizar
la protección del interés de la confianza que suscita la declaración con el interés de
la víctima del error: el errans puede impugnar el contrato aún cuando su error sea
inexcusable. Pero se exige que el contratante que impugne el contrato indemnice
a su contraparte contractual los daños y perjuicios que le cause la invalidez del
contrato (§ 122, II B.G.B). Sin embargo, la obligación de indemnizar cesa cuando
el que sufre el daño conoció o debió conocer (no conoció por su negligencia) el
error en que incurría su contraparte contractual: “la obligación de indemnizar los
daños no tendrá lugar, dice el § 122, II del B.G.B., si el perjudicado conoció o no
conoció por negligencia (pudo conocer) la causa de nulidad o de impugnabilidad”.
El requisito de la recognoscibilidad cumple pues en el Derecho alemán una función
importante, pero no en lo que concierne a la invalidez del contrato, sino por lo que
respecta a la obligación del errans en caso de anulación de indemnizar los daños
correspondientes al interés que suscita la confianza en la declaración.
95
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
por el otro contratante. Dicho en otros términos, debe ser tal que una
persona desplegando una diligencia normal, teniendo en cuenta las
circunstancias, habría podido descubrirlo. Por lo cual, la víctima del
error, si éste, aún siendo esencial, no es de tal entidad que la otra par-
te pudiese advertirlo, permanecerá vinculada al contrato y no podrá
pedir la anulación. Por ejemplo, si alguien ha comprado un terreno
con la intención de construir deberá probar, para obtener la nulidad
del contrato, que el vendedor estaba en condiciones de advertir que
el terreno en cuestión no podía destinarse a esta finalidad.
A estos efectos hay que tomar en cuenta el contenido y las cir-
cunstancias del contrato, así como las cualidades de los contratantes.
De tal manera que se admite que no es recognoscible el error sobre
la edificabilidad de un predio rústico adquirido por uno de los con-
tratantes cuyas cualidades personales o profesionales no denotan su
intención de construir. De la misma manera, si un turista extranjero
compra por un precio muy alto un pequeño terreno situado en un
área de esparcimiento, el vendedor no podrá luego pretender que
no se había dado cuenta de que el comprador pretendía comprar
un huerto. Pero la situación sería diferente si el terreno en cuestión
lo adquiriera una empresa inmobiliaria o constructora puesto que
estas empresas suelen comprar terrenos agrícolas sabiendo que
son tales y confiando que en un futuro podrán ser destinados a la
construcción167. Como indica Barbero:
“En estos casos, si por una parte sería injusto admitir que un error
oculto pudiera perturbar las expectativas del destinatario fundadas
en la declaración, por otra parte no es justo tampoco sacrificar al
declarante caído en un error que el destinatario de la declaración
hubiese podido denunciar, habida cuenta de las circunstancias y
del contenido del contrato, o bien de la calidad de las personas
contratantes.”168
167
Al respecto, véase: GALGANO, Francesco: op. cit. p. 302.
168
BARBERO, Doménico: op. cit. Vol. I. p. 525. En el mismo sentido, véase: TRI-
MARCHI, Pietro: op. cit. p. 179.
96
EL ERROR
169
Cfr. TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p. 671.
170
MESSINEO, Francesco: Doctrina General… cit. Tomo I. p. 134.
171
Al respecto, véase: ALPA, Guido: op. cit. p. 135; ROSSELLO, Carlo: op. cit. p.p.
189-190, especialmente, la nota 40 y la jurisprudencia italiana allí citada; BIANCA,
C.M.: op. cit. Vol. III. p. p. 650-651; GALGANO, Francesco: op. cit. p. 303, espe-
cialmente, la nota 96 y la jurisprudencia italiana allí citada; CARRESI, F.: op. cit.
p. 458; TRABUCCHI, Alberto: loc. cit. 671.
97
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
172
Al respecto, véase: GHESTIN, Jacques: La notion d’erreur… cit. p.p. 177-178.
173
Ibidem.
98
EL ERROR
174
MORALES MORENO, Antonio Manuel: op. cit. en la nota 13. Parte Segunda. Cap.
Primero. Nº 49.
175
Al respecto, véase: TARANTO, Hugo: “Vicios de la voluntad contractual” en STI-
GLITZ, Rubén y STIGLITZ, Gabriela: Contratos. Teoría General. Tomo I. Editorial
De Palma. Buenos Aires, 1990, p. 282, especialmente, la nota 46 y la jurisprudencia
de los tribunales argentinos allí citada.
99
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
100
EL ERROR
176
MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina General… cit. p. 169.
101
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
177
La doctrina nacional es conteste con los conceptos expuestos en el texto. Al respecto
véase: MÉLICH-ORSINI, José: loc. cit.; MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER
SUCRE, Emilio: op. cit. Tomo II. p. 639; BERNAD MAINAR, Rafael: op. cit. Tomo
II. p.p. 80-81.
178
Sobre las fuentes probables del artículo 1149 y los debates parlamentarios referentes
a esta disposición, véase: El Código Civil de Venezuela (art. 1149). Publicación del
Instituto de Derecho Privado. Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Universidad
Central de Venezuela. Caracas, 1978. p.p. 99-102.
179
En el mismo sentido el profesor José Mélich-Orsini expresa que: “hay pues una
grave equivocación en la base del artículo 1149 de nuestro Código Civil” (MÉLI-
CH-ORSINI, José: Doctrina General… cit. p. 170).
102
EL ERROR
180
Al respecto, véase: AUBRY, C. y RAU, C.: op. cit. Tome IV. 343 bis; ; VÉRY, Michel:
op. cit. p. 79; RIPERT, Georges: La règle morale dans les obligations civiles. París,
1949. p. 81; COLIN, Ambrosio y CAPITANT, Henri: op. cit. Tomo III. p. 614.
181
VÉRY, Michel: op. cit. p. 82.
182
BAUDRY-LACANTINERIE, G y BARDE, L.: op. cit. Vol. XI. p.p. 84-86; COLIN,
Ambrosio y CAPITANT, Henri: op. cit. Tomo III. p. 615; GAUDEMET, Eugene:
op. cit. p. 78.
103
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
“El error es tenido por inexcusable cuando, por culpa del deman-
dante, la otra parte ha ignorado la importancia decisiva atribuida
por la víctima del error a la cualidad ausente.”185
183
DEMOLOMBE, C.: op. cit. Vol. XXIV. p.p. 96-103; LAURENT, F.: op. cit. Tomo
XV. p.p. 625-628.
184
TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 222; FLOUR,
Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op. cit. p. 161.
185
GHESTIN, Jacques: La notion d’erreur… cit. p. 178.
104
EL ERROR
186
La doctrina italiana moderna distingue, conceptualmente, entre el error unilateral
que se presenta cuando una sola de las partes se equivoca; el error bilateral, cuando
ambas partes incurren en él, pero por razones diversas como, por ejemplo, cuando A
cree que el vaso que le vende a B es de la dinastía Ming, en cambio B considera que
el vaso es chino, pero del siglo XVIII; por último, el error común que se presenta
cuando ambas partes cometen el mismo error como, por ejemplo, cuando A y B
creen que el vaso es original, cuando, en realidad, se trata de una imitación perfecta.
Al respecto, véase: ALPA, Guido: op. cit. p. 133; ROSSELLO, Carlo: op. cit. p.p.
188-189.
187
MESSINEO, Francesco: Doctrina General… cit. Tomo I. p. 135. En el mismo
sentido, véase: TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p. 672.
105
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
188
La doctrina nacional es conteste al respecto como puede constatarse de la lectura de
las opiniones de los autores patrios recogida en El Código Civil de Venezuela (art.
1149). Publicación del Instituto de Derecho Privado. Facultad de Ciencias Jurídicas
y Políticas. Universidad Central de Venezuela. Caracas, 1978. p.p. 103-106.
106
EL ERROR
189
Cfr. TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 222;
WEILL, Alex: op. cit. p. 188.
190
Cfr. RICCI, Francisco: op. cit. Tomo XIII. p. 39; TRABUCCHI, Alberto: loc. cit.
Pero como advierten Flour, Aubert y Savaux, los tribunales serán más propensos a
107
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
por ser esta cualidad la que le da algún valor. Del contrato de venta
o de las circunstancias bajo las cuales se concluyó el contrato, re-
sulta claramente que el motivo determinante de mi consentimiento
es adquirir un mueble antiguo y de ello está en cuenta la otra parte
por lo cual ese motivo entra a formar parte de la causa del contra-
to. Supongamos que la mesa no es antigua pero vale lo que yo he
pagado por ella, aún cuando mi patrimonio no haya experimentado
un daño, yo podré pedir la nulidad del contrato, puesto que lo re-
levante aquí no es si la mesa vale lo que me costó, sino saber si he
comprado una cosa que no habría adquirido de no haber incurrido
en el error sobre la cualidad de la cosa.
108
EL ERROR
191
Cfr. TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p.p. 220-221
y 227; WEILL, Alex: op. cit. p.p. 179-180 y 184. Para una examen de los casos de
error que, según la jurisprudencia francesa, recaen sobre las cualidades no sustan-
ciales de la cosa, véase: VÉRY, Michel: op. cit. p.p. 59-63.
192
Cfr. LARROUMET, Christian: op. cit. Vol. I. p. 261.
193
Cfr. FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op. cit. p. 156.
109
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
194
La jurisprudencia francesa registra algunos casos interesantes. Un sujeto compró
cierto número de acciones antiguas de una sociedad, y el mismo día, por intermedio
del mismo corredor de valores, había vendido igual número de acciones a emitirse
110
EL ERROR
por la misma sociedad. Pero la emisión fue anulada y dicho individuo se vio en
la imposibilidad de entregar los títulos y en consecuencia de disponer del precio.
Trató entonces de dejar sin efecto la compra de las acciones antiguas, invocando
que una de las operaciones era causa de la otra y que la nulidad de la última debía
acarrear la nulidad de la primera. La demanda fue desestimada por la Audiencia
de Lyon que resolvió que se trataba de dos operaciones distintas e independientes.
Ciertamente, el demandante no había comprado las acciones antiguas sino porque
esperaba vender las nuevas; pero aún así, no basta que el error sea determinante para
producir la anulación, sino que se requiere además que recaiga sobre un elemento
que esté en los dominios del contrato y, en criterio del Tribunal, era evidente que
en el caso concreto cada uno de los contratos celebrados por el demandante tenía
su existencia propia y que ninguna de ellos era un elemento del otro. En otro caso,
la Corte de Casación francesa declaró que una mujer casada no podía abstenerse de
efectuar una donación hecha con el concurso de su marido, bajo el pretexto de que
ella no hubiera consentido en la donación sino en el caso de que las sumas donadas
serían a cargo de la comunidad conyugal, cuando en realidad habrían de provenir de
los bienes propios de cada cónyuge. Este error sólo había recaído sobre un motivo
al que el otro contratante, el donatario, había permanecido extraño. Al respecto,
véase: CELICE, Raymond: op. cit. p.p. 147-148 y las decisiones de los tribunales
franceses allí reseñadas. Igualmente, los tribunales franceses han declarado que
“las ventajas previstas… no pueden ser consideradas como una cualidad sustancial
de la cosa.”. Al respecto, véase: MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op.
cit. (Tome II. Premier Volume). p. 164, especialmente, la nota 1 y la jurisprudencia
francesa allí citada.
195
Cfr. GHESTIN, Jacques: La notion d’erreur… cit. p.p. 59-73 y la jurisprudencia
francesa allí citada. La doctrina española moderna, en la misma dirección, distin-
gue entre el error intrínseco y el error extrínseco. Un error es intrínseco cuando se
refiere a hechos o circunstancias que tienen una conexión natural con la función
económico-social del contrato como, por ejemplo, en una compra-venta el error
que afecta a las cualidades presupuestas en la cosa; o en un contrato de obra el que
se refiere a la pericia del artífice. En cambio, un error es extrínseco si incide sobre
elementos extraños a la función típica del contrato como, por ejemplo, cuando se
adquiere una pieza o repuesto para una máquina en la errónea creencia de que es
necesario sustituirla. El error extrínseco queda fuera del ámbito de aplicación del
111
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
artículo 1148 del Código Civil y se relaciona más bien con la figura de la falsedad
de la causa (Código Civil, artículo 1157). MORALES MORENO, Antonio Manuel:
Comentarios… cit. p.p. 265-266.
196
Cfr. ROSSELLO, Carlo: op. cit. p. 64; TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p.p. 175-176;
SCOGNAMIGLIO, Renato: op. cit. p. 46; SANTORO PASSARELLI, Francesco:
Doctrinas Generales…. cit. p.p. 190-191.
197
Al respecto, véase: TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op.
cit. p.p. 228-229; FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op. cit.
p.p. 157-158.
112
EL ERROR
198
Cfr. MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe: op.
cit. p. 248; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p.p.
228-230; WEILL, Alex: op. cit. p.p. 186-187; FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-
Luc y SAVAUX, Éric: op. cit. p. 159, especialmente, la nota 8 y la jurisprudencia
francesa allí citada. En la doctrina italiana, véase: COVIELLO Nicolás: op. cit. p.
429; STOLFI, Giuseppe: op. cit. p. 144.
113
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
199
Al respecto, véase: BAUDRY-LACANTINERIE, G y BARDE, L.: op. cit. Vol. XI.
p. 103; CELICE, Raymond: op. cit. p.p. 151-152; VÉRY, Michel: op. cit. p.p. 63-
67; PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: op. cit. Tomo VI. p.p. 254-255; COLIN,
Ambrosio y CAPITANT, Henri: op. cit. Tomo III. p.p. 616-617; FLOUR, Jacques,
AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op. cit. p. 156 y la jurisprudencia francesa
citada por estos autores; MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op. cit. (Tome
II. Premier Volume). p.p. 163-164.
200
Cfr. MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe: loc.
cit.; LARROUMET, Christian: op. cit. Vol. I. p. 262 y la jurisprudencia francesa
citada por estos autores; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves:
op. cit. p. 228, especialmente, la nota 3; WEILL, Alex: op. cit. p. 185, especialmente,
la nota 1; TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p. 668. En la doctrina nacional, véase:
MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina General… cit. p. 164.
201
Cfr. TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 176; GALGANO, Francesco: op. cit. p. 296,
especialmente, la nota 85 y la jurisprudencia italiana allí citada.
114
EL ERROR
202
Un sector de la doctrina extranjera admite, sin embargo, que el vendedor que sepa
que la cosa vendida pertenece a otro y que sea requerido por el comprador para que
la entregue, puede oponer por vía de excepción la nulidad de la venta para negarse
a ello, debiendo en tal caso restituir al comprador el precio si lo hubiere recibido e
indemnizarle los daños y perjuicios. Se dice, en apoyo de esta tesis, que obligar en
este caso al vendedor a la entrega de la cosa equivale a instarlo a cometer un hecho
115
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
5. El error de cálculo
116
EL ERROR
204
Esta solución la admite igualmente la doctrina venezolana citada en la nota anterior
y es la que consagra expresamente el artículo 1430 del Código Civil italiano de
1942 según el cual “el error de cálculo no da lugar a la anulación del contrato, sino
solamente a rectificación, salvo que, consistiendo en un error sobre la cantidad,
haya sido determinante del consentimiento”.
205
Según la Casación italiana, el error de cálculo da lugar a la simple rectificación
“cuando establecidos claramente los datos a computar y el criterio matemático a
seguir, se incurre en un descuido material en las operaciones aritméticas correspon-
dientes, apreciables prima facie con base en los datos y el criterio preestablecido, y
enmendable mediante la simple repetición del cálculo, y, en cambio, (la rectificación)
no es posible cuando se discutan los mismos datos numéricos que se encuentran
en la base del cálculo”. Al respecto, véase: GALGANO, Francesco: op. cit. p. 297,
especialmente la nota 86 y la jurisprudencia italiana allí citada; ROSSELLO, Carlo:
op. cit. p.p. 162-165 y la jurisprudencia italiana allí citada. En la doctrina italiana,
para el examen del error de cálculo conviene consultar el trabajo de PIAZZA, G.:
“L’errore di calcolo e l’art. 1430 del Codice Civile” en Rivista Trimestralle di Diritto
e Procedura Civile, 1964. p.p. 575 y ss.
117
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
206
Cfr. ROSSELLO, Carlo: op. cit. p.p. 184-188.
207
Cfr. GALASSO, P.: “Errore sulla persona, personalità della prestazione e intuitus per-
sonae” en Rivista Trimestralle di Diritto e Procedura Civile, 1973. p.p. 1131 y ss.
118
EL ERROR
208
Así, cuando el comprador se dirige a un anticuario para adquirir un mueble puede
razonablemente inferirse que ha tomado particularmente en cuenta la circunstancia
de que se trata de un mueble antiguo. Cfr. MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent
y STOFFEL-MUNCK, Philippe: op. cit. p. 245, especialmente, la nota 19 y la ju-
risprudencia francesa allí citada; MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op.
cit. (Tome II. Premier Volume). p. 173, especialmente, la nota 1 y la jurisprudencia
francesa allí citada; FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op.
cit. p.p. 161-162.
209
Ciertamente, en un contrato de compra-venta el monto del precio es, en la genera-
lidad de los casos, una circunstancia indicativa del error en que incurre el actor. La
jurisprudencia francesa registra algunos casos interesantes: en algunas ocasiones
los tribunales franceses han declarado que el comprador no puede pretender haber
adquirido como auténtica una obra de arte por un precio vil. A la inversa, la justicia
francesa no ha vacilado en declarar que, por el hecho de haber pagado el comprador
un precio muy elevado, hay que presumir que el mismo obedeció a la cualidad que
el comprador esperaba encontrar en la cosa y que, en el caso concreto, faltaba. Al
respecto, véase: WEILL, Alex: op. cit. p. 185, especialmente, la nota 3 y la juris-
prudencia francesa allí citada; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE,
Yves: op. cit. p. 232, especialmente, la nota 4 y la jurisprudencia francesa allí citada.
Numerosas son las sentencias de los tribunales franceses en las cuales se lee: “resulta
del importe del precio una presunción”, o bien: “no se comprendería que sin esta
acreencia se hubiese podido dar una cantidad tan elevada”, o incluso: “el error es
evidente en vista del precio pagado”. Al respecto, véase: CELICE, Raymond: op.
cit. p. 112, especialmente, la nota 2 y la jurisprudencia francesa allí citada.
119
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
210
Conviene recordar que la seguridad del tráfico jurídico exige que se mantenga la
validez de la voluntad declarada, aunque haya divergencia con la voluntad interna,
al menos cuando el declarante sea el responsable de tal divergencia y los demás
que hayan confiado, legítimamente, como ocurre en la generalidad de los casos,
que esta divergencia no existía, resultarían perjudicados por su existencia.
211
Cfr. TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p. 172; MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina Ge-
neral… cit. p.p. 176-177. Por lo demás, como expresa Stolfi, no se requiere tachar
de falso el documento público que contenga la declaración errónea puesto que no
se discute que el declarante haya expresado la voluntad recogida en el documento;
lo que se quiere es comprobar que dicha declaración no correspondía a su voluntad
interna, circunstancia ésta que escapa a los poderes de calificación registral y a la
función de certificación notarial (STOLFI, Giuseppe: op. cit. p. 137). En el mismo
sentido, la jurisprudencia de nuestros tribunales ha dejado establecido que: “si se
acciona la nulidad de un contrato de venta por error en el consentimiento, no se
requiere ejercer la tacha de falsedad del documento.” (Sentencia del 27-01-82 en
Ramírez & Garay. Tomo LXXVII. p.p. 376-378).
120
EL ERROR
Los efectos fundamentales del error que cumpla con los re-
quisitos antes examinados son los siguientes: 1) el error produce la
anulabilidad del contrato; 2) el co-contratante del que yerra puede
rectificar el contrato subsanando el error; y 3) el error compromete
la responsabilidad civil de quien lo invoca.
Pasamos a referirnos a cada uno de estos efectos:
212
Cfr. CELICE, Raymond: op. cit. p.p. 109-110, especialmente, la nota 1 y la juris-
prudencia francesa allí citada.
121
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
122
EL ERROR
213
En la doctrina española, Federico de Castro sostiene este criterio criticando una
sentencia del tribunal supremo español que decidió lo contrario (DE CASTRO Y
BRAVO, Federico: op. cit. p. 115).
214
Cfr. WEILL, Alex: op. cit. p. 192, especialmente, la nota 4 y la jurisprudencia
francesa allí citada.
215
Cfr. COVIELLO Nicolás: op. cit. p.p. 426-427.
216
Cfr. MESSINEO, Francisco: Manual de Derecho… cit. Vol. II. p.p. 435-436.
123
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
217
Cfr. URDANETA FONTIVEROS, Enrique: op. cit. p. 42. Cabe anotar, sin em-
bargo, que un sector de la doctrina extranjera admite, en virtud del principio de
la autonomía de la voluntad, la validez de los pactos que distribuyen el riesgo del
error entre los contratantes, criterio éste que consagra expresamente el artículo 3.19
de los Principios de Unidroit sobre los Contratos Comerciales Internacionales
(infra, Cap. II, Nº IX, 2). La autonomía privada, sin embargo, no podrá traspasar
los límites de la culpa ni contradecir las normas legales de carácter imperativo, en
particular, las normas sobre protección de consumidores y usuarios (arg. ex arts.
6º del Código Civil y 2º de la Ley para la Defensa de las Personas en el Acceso de
los Bienes y Servicios).
218
De acuerdo con la jurisprudencia de nuestros tribunales “la recepción de la mer-
cancía por la actora, el uso de la misma, y el cumplimiento del pago no implican
convalidación del error sino cumplimiento de sus deberes como deudor.” Cabe
hacer notar, sin embargo, que en el caso concreto si bien el pago se había efectuado
después del accidente que le permitió al actor descubrir el error, el tribunal consideró
particularmente relevante la circunstancia de que dicho pago había sido efectuado en
razón de letras de cambio no causadas, cuyo pago era exigible independientemente
de la operación celebrada. Al respecto, véase: Sentencia del 09-12-81 en Ramírez
& Garay. Tomo XLI. p.p. 83-84.
124
EL ERROR
219
Es la misma solución prevista en el artículo 1432 del Código Civil italiano de
1942 según el cual: “la parte que incurrió en error no podrá pedir la anulación
del contrato si antes que a ella le pudiese resultar un perjuicio, la otra ofreciera
cumplirlo de modo conforme al contenido y a las modalidades del contrato que
aquélla quiso concluir.” Es igualmente la solución que contempla el artículo 25
del Código suizo de las Obligaciones que dice así: “1) La parte que es víctima de
un error no puede prevalerse de él de una manera contraria a las reglas de la buena
125
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
fe. 2). Ésta permanece vinculada por el contrato en los términos en que entendió
haberlo celebrado, si su contraparte manifiesta estar dispuesta a cumplirlo.”
220
Cfr. PIETROBON, Vittorino: Errore, volontà… cit. p. 232; STOLFI, Giuseppe: op.
cit. p.p. 136-137.
221
Al respecto, véase: MESSINEO, Francesco: Doctrina General… cit. p. 137. En la
doctrina nacional, véase: MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina General… cit. p. 176;
MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER SUCRE, Emilio: op. cit. Tomo II. p.p.
640-642; BERNAD MAINAR, Rafael: op. cit. Tomo II. p. 78.
222
El negocio jurídico unilateral recepticio es aquel negocio que está dirigido a un
destinatario determinado y, por tanto, sólo existe jurídicamente cuando llega a
conocimiento del destinatario.
126
EL ERROR
223
Cfr. ROPPO, Enzo: op. cit. p. 854.
224
Cfr. ROSSELLO, Carlo: op. cit. p. 202.
225
Cfr. PIETROBON, Vittorino: Errore, volontà… cit. p. 237. A nuestro modo de ver,
por lo expuesto en el texto, la segunda parte del artículo 1149 es inaplicable en el
caso de error in persona, puesto que la rectificación se produce de acuerdo con
esta disposición si “la otra parte ofrece ejecutar su prestación subsanando el error”.
Ningún efecto puede tener la rectificación que una persona quisiera hacer de un acto
que el errans no quiso realizar con esa persona. Desde luego, esto no impide que la
oferta de rectificación proveniente del co-contratante del errans, una vez aceptada
por este último, de lugar al nacimiento de un contrato distinto entre ellos, el cual no
tendrá nada que ver con el erróneamente celebrado sino que será un acto ex novo.
Cfr. STOLFI, Giuseppe: op. cit. p. 136, especialmente, la nota 1.
226
Al respecto, véase: ROSSELLO, Carlo: op. cit. p. 203, especialmente, la nota 17 y la
jurisprudencia italiana allí citada; SANTORO PASSARELLI, Francesco: Doctrinas
127
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
128
EL ERROR
229
DE PAGE, Henri: op. cit. Tome II. p. 520; GHESTIN, Jacques: Traité… cit. p.p.
525-526 y 1087. En la doctrina nacional, véase: LÓPEZ HERRERA, Francisco: op.
cit. p.p. 210-212; LUPINI BIANCHI, Luciano: “La responsabilidad precontractual
en Venezuela” en Revista del Colegio de Abogados del Distrito Federal. Nº 149.
Caracas, 1992. p.p. 107-109; MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER SUCRE,
Emilio: op. cit. Tomo II. p. 642; MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina General… cit.
p. 374; SANSÓ, Benito: “El problema del cúmulo de la responsabilidad contrac-
tual y extracontractual” en Estudios Jurídicos. Universidad Central de Venezuela.
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Instituto de Derecho Privado. Caracas,
1984. p. 19.
129
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
230
Cfr. DE PAGE, Henri: loc. cit.
231
Cfr. MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER SUCRE, Emilio: op. cit. Tomo II. p.
212; MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina General… cit. p. 374.
232
La doctrina es conteste al respecto. Por todos, en la doctrina francesa, véase: GHE-
STIN, Jacques: Traité… cit. p. 1088. En la doctrina italiana, véase: TRABUCCHI,
130
EL ERROR
1. Introducción
131
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
132
EL ERROR
Enel Trade S.P.A. contra Bitúmenes de Orinoco S.A. (Caso Nº 13750/CCO. ¶365,
p. 80). (Consultado en original).
238
Al respecto, véase: Principios de Unidroit. Comentario oficial Nº 1 al artículo 3.19
en Principes d’Unidroit Relatifs aux Contrats du Commerce International. Insititut
International pour l’Unification du Droit Privé. Roma, 2004. p. 121.
133
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
239
El error que verse sobre un hecho futuro no es pues relevante a los fines de la anu-
lación del contrato por error. Pero el mismo puede ser relevante a los efectos de la
configuración de un supuesto de excesiva onerosidad (hardship) según lo dispuesto
en el artículo 6.2.2. de los Principios. Por otra parte, la excesiva onerosidad no
requiere que los eventos que alteren el equilibrio del contrato ocurran siempre con
posterioridad a la fecha de la celebración del contrato. El artículo 6.2.2. (literal a)
comprende también eventos que sólo llegan a ser conocidos por la parte en desventaja
después de la celebración del contrato, a pesar de que los mismos ya hayan ocurrido
al momento del contrato. De ahí que el supuesto de hecho del artículo 6.2.2. coin-
cide, si bien parcialmente, con el del artículo 3.4 en cuyo caso el interesado puede
escoger entre reclamar la renegociación del contrato por excesiva onerosidad de
acuerdo con lo previsto en el artículo 6.2.3., o hacer valer la anulación por error ex
artículo 3.13 y siguientes de los Principios. Cfr. KRAMER, Ernst A.: “Contractual
Validity According to the Unidroit Principles” en European Journal of Law Reform
Nº 3. 1988-1999. p. 277, especialmente, la nota 37.
240
Cuando el error se refiere a las cualidades de la cosa objeto del contrato, la ausencia
de las cualidades presupuestas en ella puede ser considerada como un incumplimiento
134
EL ERROR
a) Introducción
135
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
241
Al respecto, véase: Principios de Unidroit. Comentario oficial Nº 1 al artículo 3.5
en Principes d’Unidroit Relatifs aux Contrats du Commerce International. Insititut
International pour l’Unification du Droit Privé. Roma, 2004. p.p. 102-103.
136
EL ERROR
137
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
242
En el mismo sentido, de acuerdo con el Código Civil holandés, existe error común
“si la otra parte, al celebrar el contrato, se ha fundado en la misma creencia inexacta
que la parte que ha cometido el error”. (art. 6.228 1.c). Para un examen, desde el
punto de vista del Derecho comparado, del tratamiento del error en el Código Civil
holandés, véase: VAN ROSSUM, H.: “Defects in consent and capacity in contract
law” en Toward a European Civil Code. Hartkam et al. (eds), 1994. p.p. 147 y ss.
243
En el Derecho inglés la relevancia del error provocado se relaciona con la figura de
la misrepresentation que deriva de un principio de equidad (equity) que presupone
que el demandado sea responsable del error en que incurre su co-contratante. En
el Derecho inglés se distingue entre innocent misrepresentation y fraudulent mis-
representation. Al respecto, véase ATIYAH, P.S.: op. cit p.p. 257 y ss. Asimismo,
véase DAVID, R.: Les contrats en droit anglais, 1973 Nos 215-257 (citado por
MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe: op. cit.
p. 243).
138
EL ERROR
244
Cfr. MORALES MORENO, Antonio Manuel: “Los vicios de la voluntad en los
principios del derecho europeo de los contratos” en La modernización del derecho
de obligaciones. Editorial Aranzadi. Navarra, 2006. p. 298.
245
Esta regla está prevista en diferentes ordenamientos europeos. Así, el párrafo 871
del Código Civil austríaco establece que la cognoscibilidad significa que el error,
en esas circunstancias, debía ser patente al otro contratante. En el mismo sentido,
139
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
de que dispone; pero con ciertos límites. Los Principios para fijar
estos límites remiten a los criterios comerciales razonables de
lealtad negocial.
Por último, de acuerdo con el artículo 3.11 de los Principios,
se asimila al error conocido o recognoscible por el co-contratante
de la parte que se equivoca, el error conocido o que debió haber
sido conocido por un tercero por cuyos actos sea responsable dicho
co-contratante.
el artículo 1.428 del Codice italiano de 1942 exige que el error, además de esencial,
sea recognoscible para el otro contratante. Es recognoscible, “cuando en relación al
contenido, a las circunstancias del contrato o a la cualidad de los contratantes, una
persona de normal diligencia hubiera podido descubrirlo” (art. 1.431).
246
En efecto, de acuerdo con el artículo 3.5 de los Principios, la posibilidad de anular
el contrato en este supuesto subsiste aun en aquellos casos en los cuales la buena
fe del co-contratante de la víctima del error es digna de la mayor protección por
no haber éste provocado el error de su contraparte ni haberlo conocido o debido
conocer. A nuestro modo de ver, desde el punto de vista de la seguridad del tráfico
jurídico, el riesgo del error en estos casos debería soportarlo la parte que se equivoca
y descartarse, por tanto, la anulación del contrato. Cfr. KRAMER, Ernst A.: op.
cit. p. 278. Por lo demás, esta última solución es la que consagra el artículo 4.103
140
EL ERROR
del Proyecto de Código Europeo de los Contratos del año 2000, conocido como
Proyecto Lando. En efecto, aun cuando las reglas del Proyecto Lando relativas a la
validez de los contratos siguen básicamente las directrices de la regulación conte-
nida en los Principios de Unidroit, ellas no contemplan la posibilidad de anular el
contrato por error por el solo hecho de que se haya descubierto el error antes de que
el co-contratante de la parte equivocada haya actuado confiando en la validez del
contrato. Al respecto, véase: LANDO, Ole y BEALE, Hugh: Principles of European
Contract Law prepared by the Commission on European Contract Law, 2000.
141
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
247
Al respecto, véase: Principios de Unidroit. Comentario oficial Nº 3 al artículo 3.19
en Principes d’Unidroit Relatifs aux Contrats du Commerce International. Insititut
International pour l’Unification du Droit Privé. Roma, 2004. p. 104.
248
Como dijimos en su oportunidad, de acuerdo con la doctrina nacional, en el mismo
sentido debe interpretarse el requisito de la excusabilidad de error que consagra el
artículo 1146 del Código Civil venezolano (supra, Cap. II, Nº V, 2.3).
249
Al respecto, véase: MORALES MORENO, Antonio Manuel: Los vicios de la vo-
luntad… cit. p. 306.
142
EL ERROR
250
Una regla parecida se encuentra en el artículo 6: 228 del Código Civil holandés
según el cual “la anulación no puede basarse en…. un error por el cual tomando en
cuenta la naturaleza del contrato, la opinión común o la circunstancias del caso, la
parte que en él incurre debe ser responsable.”
143
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
3. El error en la declaración
251
Es la misma solución que consagra legislativamente el artículo 1433 del Codice
italiano de 1942 según el cual “las disposiciones de los artículos precedentes se
aplicarán también al caso de que el error recayese en la declaración o de que la
declaración hubiese sido transmitida inexactamente por la persona o por la oficina
encargada de hacerlo”.
144
EL ERROR
145
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
conservar la validez del resto del contrato que habilita a “B” para
construir la escuela en el terreno “X”.
Para anular el contrato, la víctima tiene que cursar una notifi-
cación a la otra parte (artículo 3.14). La notificación de anular el
contrato debe realizarse dentro de un plazo razonable, teniendo
en cuenta las circunstancias, después de que la parte impugnante
conoció o no podía ignorar los hechos (artículo 3.15). La anulación
tiene efectos retroactivos (artículo 3.17). La anulación del contrato
queda excluida si la parte facultada para pedirla lo confirma, expresa
o tácitamente, una vez que haya comenzado a correr el plazo para
notificar a su contraparte acerca de su intención de prevalerse de
dicha anulación (artículo 3.12)252.
252
En un caso decidido por la jurisprudencia arbitral internacional referente a una
controversia que se planteó con ocasión de un contrato comercial internacional de
compra-venta de acciones, el tribunal arbitral declaró que la notificación de anular
el contrato debe ser clara y precisa. Los hechos fueron los siguientes: después de la
celebración del contrato, el comprador descubrió un pasivo oculto de la compañía
y envió una comunicación al vendedor informándole acerca de la existencia de ese
pasivo oculto. El comprador, al ser demandado por el pago del saldo del precio,
reconvino al vendedor alegando que la comunicación que le había cursado constituía
una notificación de su intención de hacer valer la anulación del contrato. El tribunal
arbitral consideró que la comunicación del comprador al vendedor informándole
acerca del pasivo oculto de la compañía no podía considerarse una notificación de
anulación del contrato debidamente cursada a la otra parte ex artículo 3.14 de los
Principios puesto que no contenía su manifestación de voluntad de anular el contrato.
Además, en el caso concreto, la conducta posterior del comprador, incluyendo su
proposición de dar por terminado el contrato por mutuo consentimiento, el pago
de una cuota del saldo del precio que efectuó con posterioridad a la comunicación
que le enviara al vendedor y el hecho de entrar en negociaciones con el objeto de
modificar el contrato eran, en criterio del tribunal arbitral, actos de confirmación del
contrato ex artículo 3.15 de los Principios de Unidroit que le impedían prevalerse
de la anulación. Al respecto, véase: Laudo de la Corte Internacional de Arbitraje
de la Cámara de Comercio Internacional dictado el 10 de diciembre de 1997 en
BONELL, Michael Joachim: The Unidroit Principles in Practice. Caselaw and
bibliography on the principles of commercial contracts. Transnational Publishers.
Ardsley. Nueva York, 2002. p.p. 463-464.
146
EL ERROR
147
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
253
Principios de Unidroit. Comentario oficial Nº 4 al artículo 3.13 en Principes
d’Unidroit Relatifs aux Contrats du Commerce International. Insititut International
pour l’Unification du Droit Privé. Roma, 2004. p. 116.
254
Cfr. ALVARADO HERRERA, Lucía: “Validez” en Comentario a los Principios de
Unidroit para los Contratos del Comercio Internacional. Publicación coordinada
por David Morán Bovio. Editorial Aranzadi. Pamplona, 2008. p.p. 218-219.
148
EL ERROR
149
CAPíTULO III
EL DOLO
I. NOCIONES PRELIMINARES
1
Cfr. MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe:
Les Obligations. Defrénois. París, 2005. p.p. 33-35. Cabe hacer notar que en el
Derecho francés durante mucho tiempo para la configuración del dolo se requería
la intención de dañar. Esta situación cambió a partir de una sentencia de la Primera
Cámara Civil de la Casación francesa de fecha 4 de febrero de 1969 que al referirse
al incumplimiento doloso de una obligación contractual consideró que “el deudor
comete una falta dolosa cuando, de propósito deliberado, se rehúsa a ejecutar sus
obligaciones contractuales, aun si esta conducta no ha sido inspirada por la intención
151
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
152
EL DOLO
2
En tal sentido, en la doctrina clásica italiana, Giorgi, al referirse a los artículos 1225,
1228 y 1229 del Código Civil italiano de 1865 cuyos términos son idénticos a los
artículos 1271, 1274 y 1275 del Código Civil venezolano, expresa: “En cuanto al
resarcimiento del daño por incumplimiento de obligaciones (la expresión “dolo”),
significa mala fe y se opone a la culpa en sentido propio, esto es, a la negligen-
cia que no va acompañada de mala fe. Dolo y mala fe, son, por consecuencia,
sinónimos en la materia que tratamos, y por esta razón los dos nombres se usan
indistintamente en los artículos 1225, 1228 y 1229 de nuestro Código.” (GIORGI:
Jorge: Teoría de las Obligaciones en el Derecho Moderno. Volumen II. Editorial
Reus S.A. Madrid, 1.928. p.78). En la doctrina nacional, el clásico comentarista
del Código Civil venezolano, Aníbal Dominici expresa: “Hay dolo en alguno de
los contratantes siempre que en la obligación o en el cumplimiento de ella ha pro-
cedido faltando a la verdad para adquirir alguna utilidad o para aprovecharse de
un beneficio mayor, con perjuicio del otro contratante. Dolo en derecho vale decir
mala fe, fraude, engaño, etc.” (DOMÍNICI, Aníbal: Comentarios al Código Civil
Venezolano. Caracas, Editorial Rea, 1962, Tomo II, p. 757). El comentarista Víctor
Álvarez concluye, en el mismo sentido, que “en el caso que el deudor ha incurrido en
dolo su responsabilidad es mayor extendiéndose aún a las consecuencias imprevistas
o que o han podido ser previstas al tiempo de la celebración del contrato, pues la
obligación de indemnizar tiene su fundamento en este caso, no ya en una cláusula
tácita subsidiaria de la obligación principal, sino en el dolo mismo, en la mala fe
del contratante.” (ÁLVAREZ, Víctor M.: La obligación de indemnizar en materia
contractual. Editorial Bolívar. Caracas, 1935, p. 35). Asimismo, el profesor Gert
Kummerow expresa: “d) El incumplimiento de mala fe (dolo del deudor) se halla
sujeto también al resarcimiento de los daños y perjuicios (daño emergente y lucro
cesante) imprevisibles racionalmente al tiempo de la celebración del contrato, si se
adaptan a la exigencia anunciada en la letra b).” (KUMMEROW, Gert: Esquema del
daño contractual resarcible según el sistema normativo venezolano. Revista de la
Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela. Vol. XXX. Caracas,
1964. p. 50).
3
En la doctrina italiana, véase: BARASSI, Ludovico: La teoria generale delle ob-
bligazioni. Vol. III. Giuffrè Editore. Milano, 1948. p. 301; TRIMARCHI, Pietro:
Istituzioni di Diritto Privatto. Giuffrè Editore. Milano, 2007. p.p. 182 y 296-298.
En la doctrina nacional, el profesor José Mélich-Orsini expresa que “en materia
153
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
154
EL DOLO
5
Al respecto en la doctrina italiana, Funaioli expresa que “el dolo en este sentido
consiste en el propósito consciente o deliberado de no ejecutar la obligación. Así
entendido constituye un supuesto de mala fe objetiva” (FUNAIOLI, Carlo Alberto:
Voz “Dolo” (Diritto Civile) en Enciclopedia del Diritto. Vol. XIII. Arese Giuffrè.
Milano, 1964. § 2. Consultada en versión electrónica <DVD>).
155
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
6
La doctrina es conteste al respecto. Por todos, en la doctrina francesa, véase: TERRÉ,
François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: Droit Civil. Les Obligations.
Dalloz. París, 2005. p.p. 234-235. En la doctrina italiana, véase: ALPA, Guido:
Corso di Diritto Contrattuale. Cedam. Padova, 2006. p. 138. En la doctrina nacional,
véase: BERNAD MAINAR, Rafael: op. cit. Tomo II. p. 81.
156
EL DOLO
7
Cfr. DE RUGGIERO, Roberto: Instituciones de Derecho Civil”. Tomo I. Traducción
castellana de Ramón Serrano Suñer y José Santa-Cruz Teijeiro. Instituto Editorial
Reus. Madrid, s.d. p.p. 263-264; GALGANO, Francesco: El Negocio Jurídico.
Traducción castellana de Francisco de P. Blasco Gascó y Lorenzo Prats Albentosa.
Tirant Lo Blanch. Valencia, 1992. p. 294.
8
Tal y como afirma Von Thur: “el negocio jurídico exige libertad de la voluntad. El
motivo de la impugnación radica en la influencia de la libertad de decisión, no en la
contravención jurídica o repudiación moral que se manifiesta en el modo de actuar del
que engaña. La impugnación por engaño está determinada para proteger la libertad
de la voluntad contra influencias indebidas.” (VON THUR, Andreas: Tratado de
las Obligaciones. Traducción Castellana de W. Roces. Editorial Colmares. Granada,
2007. p. 171). En el mismo sentido, véase: TAG-ELDINE, F.: Le Dol Français et
la Misrepresentation Anglaise. Lyon, 1928. p. 2; TRABUCCHI, Alberto: Il Dolo
nella Teoria dei Vizi del Volere. Padova, 1937. p.p. 26 y 31-37.
157
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
está viciada porque el dolo actúa a través del intelecto sobre la vo-
luntad del autor del negocio por medio del engaño provocándole
la ignorancia o falsa representación de la realidad9.
Como tendremos oportunidad de examinar a lo largo de este
Capítulo, este dolo como vicio de consentimiento no se debe con-
fundir con el dolo como criterio de imputación de responsabilidad
y funciona separada e independientemente de él.
La sanción que establece la ley cuando se celebra un contrato
en razón del engaño o maniobra desleal es, en este caso, la anu-
lación del contrato, con la sola excepción del dolo incidental que
sólo obliga al que lo empleó a indemnizar daños y perjuicios a la
víctima (infra, Cap. III, Nº VII, 1 y 2).
Desde luego, si además de viciar la voluntad, el dolo produce
un daño, cabe demandar no sólo la anulación del contrato, sino
también la reparación de los daños y perjuicios10.
II. CONCEPTO
9
Cfr. FUNAIOLI, Carlo Alberto: op. cit. § 3.
10
Cfr. BETTI, Emilio: Teoría General del Negocio Jurídico. Traducción española
de A. Martín Pérez. Editorial Revista de Derecho Privado. Madrid, 1959. p. 338;
COVIELLO, Nicolás: Doctrina General del Derecho Civil. Traducción al castellano
de Felipe de J. Tena. Unión Tipográfica Editorial Hispano-Americana. México,
1949. 436.
11
VON THUR, Andreas: loc. cit.
158
EL DOLO
12
AGATSTEIN, F.: Le Dol des Incapables à l’Occasion d’un Contrat. París, 1927.
p. 82.
13
CARIOTA-FERRARA, Luigi: Il Negozio Giuridico nel Diritto Privato Italiano.
Morano Editore. Napoli, 1950. p. 518.
14
LÓPEZ HERRERA, Francisco: La Nulidad de los Contratos en la Legislación Civil
Venezolana. Empresa El Cojo S.A. Caracas, 1952. p. 191.
15
MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER SUCRE, Emilio: Curso de Obligaciones.
Derecho Civil III. Tomo II. Universidad Católica Andrés Bello. Caracas, 2001.
p.p 757-758.
159
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
1. El comportamiento engañoso
16
Cfr. SACCO, R.: “Il Dolo” en Resigno, P.: Tratatto di Diritto Privato. Obbligazioni
e Contratti. (Tomo secondo). Vol. 10. Torino, 1982. p. 201.
160
EL DOLO
17
Así lo sostiene mayoritariamente la doctrina. Por todos, en la doctrina francesa,
véase: GHESTIN, Jacques: “Les obligations – Le Contrat: Formation” en Traité
de Droit Civil. Tome II. L.G.D.J. París, 1988. p. 471; FLOUR, Jacques, AUBERT,
Jean-Luc y SAVAUX, Éric: Droit Civil. Les Obligations. L’acte juridique. Dalloz.
París, 2006. p. 164. En la doctrina italiana, véase: MESSINEO, Francesco: Doctrina
General del Contrato. Tomo I. Traducción española de R.O. Fontanarosa, S. Sentis
Melendo y M. Volterra. Ediciones Ejea. Buenos Aires, 1952. p. 146; ALPA, Guido:
op. cit. p. 138. En contra, en la doctrina italiana, en su obra clásica sobre el dolo,
Trabucchi expresa que “la omisión consciente de un acto, incluso obligatorio, podrá
bastar para dar lugar a un ilícito, pero no al dolo vicio (TRABUCCHI, Alberto: op.
cit. p.p. 536-539). En la doctrina italiana moderna Pietrobon, mantiene, igualmente,
este criterio (PIETROBON, Vittorino.: Errore, volontà e affidamento nel negozio
giuridico Padova, 1990. p.p. 5-6). Un sector de la doctrina española considera que
para constituir una conducta dolosa, el simple silencio requiere, por la razón que
sea, que exista un deber de informar. Por lo cual, la violación intencional de una
obligación de información configura un supuesto de vicio susceptible de invalidar
el consentimiento. Al respecto, véase: ALBALADEJO, Manuel: Derecho Civil.
Tomo I. (Introducción y Parte General). Edisofer S.L. Madrid, 2006. p.p. 607-608.
En la doctrina nacional, en el mismo sentido expuesto en el texto, véase: BERNAD
MAINAR, Rafael: op. cit. Tomo II. p. 83; COTTON, Julio César: El dolo. Tipo-
grafía Americana. Caracas, 1926. p.15; MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER
SUCRE, Emilio: op. cit. Tomo II. p. 646; MÉLICH-ORSINI, José: op. cit. p. 181;
PALACIOS HERRERA, Oscar: Apuntes de Obligaciones. Maracaibo, 1982.
18
Cfr. AUBRY, C. y RAU, C.: Cours de Droit Civil Français. Tome IV. Sixième
édition. París, 1907. § 343 bis. p. 441; GAUDEMET, Eugene: Teoría General
161
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
162
EL DOLO
21
Cfr. CARRESI, F.: Il Contrato. Milano, 1987. p. 465; SACCO, R.: loc. cit.
22
JCB. I. p. 681 citada por LLOBET I AGUADO, Joseph: loc. cit.
23
En la doctrina italiana se admite que la publicidad engañosa constituye un acto de
competencia desleal de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 2588 (numeral 3º)
del Codice que le permite al interesado obtener de la autoridad judicial competente
la remoción de los efectos de los actos constitutivos de la respectiva publicidad
engañosa, así como el resarcimiento de los daños y perjuicios ex artículos 2599
y 2600 ejusdem. De esta manera, en criterio de Trimarchi y de Alpa, se logra una
mayor tutela de los derechos e intereses del consumidor que mediante la anulación
del contrato por dolo (TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 184; ALPA, Guido: op. cit.
p.p. 140-141). En nuestro ordenamiento, la publicidad engañosa está prohibida por
la ley conforme a lo dispuesto en la legislación de protección al consumidor y sirve
de fundamento para reclamar daños y perjuicios. Pero en nuestro concepto, tal y
como se indica en el texto, esto no impide que el contratante que haya celebrado
el contrato bajo la influencia de actos de publicidad engañosa, si se configuran los
requisitos para que dichos actos configuren una conducta dolosa, pueda pedir la
anulación del contrato ex artículo 1154 del Código Civil.
24
Por todos, véase: TAG-ELDINE, F.: op. cit. p.p. 18, 89 y 92; AGATSTEIN, F.: op.
cit. p.p. 89-90; CARIOTA-FERRARA, Luigi: op. cit. p. 519; GALGANO, Fran-
cesco: op. cit. p.p. 307-309; VON THUR, Andreas: op. cit. p. 172. Por todos, en la
doctrina nacional, véase: MÉLICH-ORSINI, José: loc. cit.
25
Al respecto, véase: Sentencia del 24-11-94 en Ramírez & Garay. Tomo CXXXII.
p.p. 443-446.
163
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
26
Cfr. LARROUMET, Christian: Teoría General del Contrato. Vol. I. Traducción
castellana de Jorge Guerrero R. Editorial Temis S.A. Santa Fe de Bogotá, 1999.
p. 269.
27
En la doctrina italiana moderna, en el mismo sentido expuesto en el texto, Galgano
expresa: “El dolo omisivo deberá considerarse causa de anulabilidad del contrato
cada vez que, tenidas en consideración las circunstancias, deba entenderse que el
contratante tenía la obligación de informar a la otra parte” (GALGANO, Francesco:
op. cit. p. 308). Para un desarrollo pormenorizado de este argumento, véase: VI-
SINTINI, G: La reticenza nella formazione dei contratto. Padova, 1972. En contra,
Stolfi considera que solamente la violación de un deber de informar impuesto por
la ley permite anular el contrato (STOLFI, Giuseppe: Teoría del Negozio Giuridico.
Padova, 1947. p. 148, especialmente, la nota 2 y p. 149, especialmente, la nota 1).
28
Cfr. TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 182. En contra, Carresi afirma que no existe
un deber de información impuesto por los usos del comercio, ni puede extraerse
este deber del principio de la buena fe que debe presidir los tratos contractuales. La
violación intencional del artículo 1338 del Código Civil italiano, en criterio de este
autor, no configura un supuesto de dolo como vicio del consentimiento, sino que
genera responsabilidad a cargo del agente del dolo de indemnizar los daños y perjui-
cios sufridos por la víctima, por no haberle comunicado el error reconocido. En los
negocios cada uno debe tutelar sus propios intereses. Reconociendo la existencia
164
EL DOLO
165
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
30
Cfr. VON THUR, Andreas: op. cit. p. 172.
31
Cfr. LARROUMET, Christian: op. cit. Vol. I. p. 281.
32
La doctrina extranjera se refiere, en tal sentido, a los contratos uberrima fidei
para cuya formación se exige la más completa buena fe y en los cuales existe la
obligación de cada contratante de revelar al otro todos los hechos de importancia
determinante. Por lo cual, el mero silencio a este respecto produce la nulidad del
contrato. Al respecto véase: SACCO, R.: op. cit. Tomo II. p. 203.
33
Cfr. BETTI, Emilio: op. cit. p. 341; STOLFI, Giuseppe: op. cit. p. 150.
166
EL DOLO
34
Al respecto véase: SACCO, R.: op. cit. Tomo II. p. 200, especialmente, la nota 6 y
la jurisprudencia italiana allí citada.
35
FABRE-MAGNAN, M.: De l’obligation d’information dans les contrats, (Essai
d’une théorie). París, 1992. p. 292.
36
Cfr. FABRE-MAGNAN, M.: loc. cit. p. 298; LARROUMET, Christian: op. cit.
Vol. I. p.p. 270 y 284, especialmente, la nota 194 y la jurisprudencia francesa allí
citada; DI BLASSI, Ferdinando: op. cit. (Parte Generale). p. 447. En la doctrina
española, véase: ROJO AJURIA, Luis: El Dolo en los Contratos. Editorial Civitas
S.A. Madrid, 1994. p.p. 282 y ss.
167
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
37
Cfr. GALGANO, Francesco: op. cit. p. 309, especialmente, la nota 103 y la juris-
prudencia italiana allí citada. En la doctrina nacional, véase: MÉLICH-ORSINI,
José: op. cit. p. 181; MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER SUCRE, Emilio: op.
cit. Tomo II. p. 646.
38
Al respecto, véase: LLOBET I AGUADO, Joseph: op. cit. p. 143, especialmente,
la nota 15 y la jurisprudencia belga allí citada.
168
EL DOLO
39
Al respecto, véase RZEPECKI, Natalie: Droit de la Consommation et Théorie
Generale du Contrat. Presses Universitaires D’aix Marseille-Puam, 2002.p. 422,
especialmente, la nota 1626 y la jurisprudencia francesa allí citada.
169
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
40
Al comentar esta sentencia, Galgano pone el énfasis en las siguientes considera-
ciones que pesaron en el ánimo del juzgador: “a) si bien en la práctica común el
curriculum que presenta el trabajador menciona las ocupaciones precedentes, sin
embargo, no se requiere precisar las razones por las cuales se ha cesado en dichas
ocupaciones, de modo que puede decirse que es deber del otro contratante, cuando
lo considere relevante, realizar las comprobaciones pertinentes; b) si en el caso
citado, el dependiente hubiese silenciado, en su curriculum, su última ocupación, a
fin de impedir que el empleador descubriese el motivo infamante del despido, esta
omisión sí habría configurado un supuesto de dolo; c) la circunstancia infamante, en
el caso concreto, era objeto de un proceso penal todavía en curso en el momento de
la contratación del ejecutivo, no pudiéndose exigir a un sujeto la comunicación de
circunstancias que le desacreditarían, hasta el extremo que inducirían a la contraparte
a no contratar, si sobre su efectiva existencia todavía no había recaído sentencia”
(GALGANO, Francesco: op. cit. p. 310).
170
EL DOLO
41
Al respecto, véase: TARR, Anthony A. y TARR, Julie-Anne: “The insured’s non-
disclosure in the fomation of insurance contracts: a comparative perspective” en
Oxford International and Comparative Law Quarterly. Vol. 50. part. 3. July, 2002.
p. 577.
171
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
42
Cfr. HARTEN, Carlos: El Deber de Declaración del Riesgo en el Contrato de Segu-
ro. Exposición y Crítica del Modelo Brasileño y Estudio del Derecho Comparado.
Ratio Legis. Salamanca, 2007. p. 106.
172
EL DOLO
173
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
2.1. Determinación
43
Al respecto, véase: TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p.p. 532-534, especialmente, la
nota 2.
44
Este criterio ha sido plasmado en algunos textos legales entre los cuales cabe destacar
el Código Civil holandés que establece: “Alabar alguna cosa en términos generales,
incluso falsamente, no es en sí mismo constitutivo de dolo” (artículo 45.3).
174
EL DOLO
45
Cfr. VITA, Alberto: op. cit. Nº 7. p. 147, especialmente, la nota 6.
46
Cfr. TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 244;
COVIELLO, Nicolás: op. cit. p. 437.
47
Cfr. FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op. cit. p. 169; STOL-
FI, Giuseppe: op. cit. p. 150; DE COSSIO y CORRAL, A.: El Dolo en el Derecho
Civil. Madrid, 1955. p. 330.
175
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
48
TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p.p. 412-413.
49
En el mismo sentido, en la doctrina italiana, Carresi y Distaso consideran inaplicables
al dolo los requisitos establecidos en el artículo 1435 del Código Civil italiano para
la violencia, en particular, que las maniobras dolosas deban ser tales que lleven a
engaño a una persona sensata (CARRESI, F.:op. cit. p.p. 470-473; DISTASO, N.: op.
cit. p.p. 217-219). En contra: FUNAIOLI, Carlo Alberto: op. cit. § 4; TRIMARCHI,
Pietro: op. cit. p. 182. En la doctrina francesa, en el mismo sentido expuesto en
el texto, véase: MAZEAUD H., L. y TUNC, A.: Tratado Teórico y Práctico de la
Responsabilidad Civil Delictual y Contractual. Tomo II. Vol. II. Traducción caste-
llana de Luis Alcalá Zamora y Castillo. Buenos Aires. Ediciones Jurídicas Europa
y América, 1977. p. 228; FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric:
op. cit. p. 169. En la doctrina suiza, Engel expresa “poco importa que la víctima
haya cometido una negligencia inexcusable o haya tenido un exceso de creduli-
dad” (ENGEL, P.: Traité des Obligations en Droit Suisse. Neuchatel, 1973. p. 71
y la jurisprudencia suiza allí citada). En criterio de Rojo, es preferible proteger a
quien incluso por ingenuidad confía en la otra parte y cae en la trampa (salvo en el
caso del dolus bonus) que dejar impune al contratante doloso. No debe premiarse
la mala fe, so pretexto de la confianza ajena calificada de ingenuidad. Ni siquiera
la negligencia de la víctima es suficiente para privar a ésta de la protección que le
ofrece la ley contra el dolo (ROJO AJURIA, Luis: op. cit. p. 231, especialmente,
la nota 145).
176
EL DOLO
3. El animus decipiendi
3.1. Configuración
50
Cfr. Sentencia de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia de
fecha 21 de febrero de 2006. Caso: Herta María Mendt contra Klaus Thilo Lendewig
Mendt y Otros. Consultada en la página web www.tsj.gov.ve
51
La doctrina en general es conteste sobre estos particulares. Al respecto, véase:
MAZEAUD H., L. y J y CHABAS, Francois: op. cit. Tome II. Premier Volume.
p.p. 182-183; GHESTIN, Jacques: op. cit. Tome II. p.p. 457-459; TRABUCCHI,
Alberto: op. cit. p.p. 504-512; ALPA, Guido: op. cit. p. 138. Sin embargo, en contra,
en la doctrina italiana, Sacco critica la opinión generalizada acerca de la necesidad
del elemento intencional para la configuración del dolo (SACCO, R.: op. cit. Tomo
II. p.p. 326-330). En la doctrina nacional, en el mismo sentido expuesto en el texto,
véase: PALACIOS HERRERA, Oscar: op. cit. p. 22.
177
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
52
Cfr. ALPA, Guido: op. cit. p. 39, especialmente, la nota 113 y la jurisprudencia
italiana allí citada.
53
VON THUR, Andreas: op. cit. p.p. 171-172.
54
Cfr. DI BLASSI, Ferdinando: op. cit. (Parte Generale). p. 468; STOLFI, Giuseppe:
op. cit. p. 150.
55
Cfr. BIANCA, C. M.: “Il Contratto” en Diritto Civile. Vol. III. Giuffrè. Milano, 2000.
p. 624; TAG-ELDINE, F.: op. cit. p. 116. Como expresa Funaioli: “el dolo supone
generalmente, pero no siempre, la intención de obtener un provecho causando un
daño a otro” (FUNAIOLI, Carlo Alberto: op. cit. § 1). En la doctrina suiza, véase:
VON THUR, Andreas: loc. cit. En la doctrina nacional, véase: MÉLICH-ORSINI,
178
EL DOLO
José: op. cit. p.p. 181-182; MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER SUCRE,
Emilio: op. cit. Tomo II. p. 647; BERNAD MAINAR, Rafael: op. cit. Tomo II. p.
81. Por lo cual, nos parece equivocada la sentencia de fecha 16-12-54 del Juzgado de
Primera Instancia en lo Civil de la Primera Circunscripción Judicial que declaró: “el
dolo… es una voluntad maliciosa para inducir a los demás al error… procurándose
con el daño ajeno, un provecho.” (Sentencia del 16-12-54 en Jurisprudencia de los
Tribunales de la República. Vol IV. Tomo I. p. 341).
56
Cfr. STOLFI, Giuseppe: loc. cit.
57
Cfr. DEMOLOMBE, C.: “Traité des contrats”. (Tome I) en Cours de Code Na-
poleon. Vol. XXIV. París, 1868. p.p. 152-153; BAUDRY-LACANTINERIE, G y
BARDE, L.: “Des Obligations”. (Tome Premier) en Traité Théorique et Pratique
de Droit Civil. París, 1.900. Vol. XI. p. 135; PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge:
Tratado Práctico de Derecho Civil Francés. Tomo VI. Traducción castellana de
Mario Díaz Cruz. Cultural S.A. Habana, 1946. p. 279, especialmente, la nota 1 y
la jurisprudencia francesa allí citada.
179
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
a) Criterio de distinción
58
Cfr. ROJO AJURIA, Luis: op. cit. p. 27.
59
En la doctrina italiana, Messineo se refiere a la recognoscibilidad del dolus bonus
(MESSINEO, Francesco: Manual de Derecho Civil y Comercial. Tomo II. Traduc-
ción castellana de Santiago Sentís Melendo. Ediciones Jurídicas Europa-América.
Buenos Aires, 1971. p. 444).
180
EL DOLO
60
Cfr. BETTI, Emilio: op. cit. p. 339; CARIOTA-FERRARA, Luigi: op. cit. p. 518;
TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p. 515; TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 182; ALPA,
Guido: op. cit. p. 139.
61
Cfr. FUNAIOLI, Carlo Alberto: op. cit. § 4.
62
Cfr. DEMOLOMBE, C.: op. cit. Vol. XXIV. p.p. 153 y 164.
63
Cfr. COVIELLO, Nicolás: op. cit. p. 436.
64
Cfr. VITA, Alberto: op. cit. Nº 4. p. 145. No obstante, se admite que los confines
entre el dolus bonus y el dolus malus se presentan cada vez más inciertos. Por un
181
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
b) Críticas a la distinción
lado, los continuos progresos de la técnica hacen parecer posibles, incluso a los ojos
de una persona medianamente sensata, cosas que en el pasado habrían resultado
inimaginables; y por el otro, la competencia feroz entre comerciantes ha refinado
mucho los mecanismos de persuasión que emplean los vendedores. A un empresario
cuya empresa opera con procedimientos de trabajo automatizados se le presenta un
nuevo modelo de ordenador, al cual el vendedor le atribuye la virtud de duplicar
el volumen de la producción. El empresario sustituye la anterior instalación por la
que adquiere del vendedor y, sin embargo, obtiene los mismos resultados, Galgano
se pregunta, ¿ha sido el adquirente víctima de dolus malus? ¿o bien el deber de
diligencia, que sobre él recae, le imponía consultar a un experto de confianza antes
de decidir la adquisición y la costosa transformación del sistema informático de su
empresa? (GALGANO, Francesco: op. cit. p.p. 311-312).
65
En la doctrina nacional, el profesor José Mélich-Orsini expresa: “El dolus malus,
picardía lícita, es un concepto más o menos amplio según las ideas morales que en
una sociedad determinada constituyan la práctica común en el comercio.” (MÉLICH-
ORSINI, José: op. cit. p. 180).
66
Al respecto, véase: DEMOLOMBE, C.: op. cit. Vol. XXIV. p.p. 152-153; SACCO,
R.: op. cit. Tomo II. p.p. 338-340.
182
EL DOLO
67
Cfr. ROJO AJURIA, Luis: op. cit. p. 235.
68
La doctrina nacional es conteste en cuanto a que el principio de la buena fe rige
no sólo durante la fase de la ejecución del contrato sino también en la etapa de su
formación. Al respecto, véase: RODRÍGUEZ MATOS, GONZALO: op. cit. p.p.
430-433; MÉLICH-ORSINI, José: “Los tratos o negociaciones dirigidos a la posible
formación de un contrato” en Derecho de Obligaciones en el Nuevo Milenio. Acade-
mia de Ciencias Políticas y Sociales y Asociación Venezolana de Derecho Privado.
Serie Eventos, Nº 23. Caracas, 2007. p. 84, especialmente, la nota 30; MADURO
LUYANDO, Eloy y PITTIER SUCRE, Emilio: op. cit. Tomo II. p.p. 609 y 805.
69
GRISI, L.: L‘obbligo precontrattuale d’informazione. Milano, 1990. p.p. 169. En
el mismo sentido, véase: TRABUCCHI, Alberto: Voz “Dolo” (Diritto Civile) en
Novissimo Digesto Italiano. T. VI. Publicación de la Unione Tipografico-Editrice
183
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
184
EL DOLO
73
Esta es la definición de publicidad subliminal que trae el artículo 7 de la Ley General
de Publicidad española 34/1988 de fecha 11 de noviembre de 1988. En el mismo
sentido, Roberto García Sánchez afirma que la publicidad subliminal es aquella que
“presenta a un producto o servicio de manera tan leve o breve que no es conscien-
temente percibida y lleva a consumirlo o usarlo sin saber las razones auténticas. Lo
que se busca es una manipulación del subconsciente.” (Consultado en la página web www.
robertogarcia.com.es). El Observatorio Global de Medios (Capítulo Venezuela), por
su parte, denomina mensajes subliminales explícitos aquellos “cuya característica
principal reside en que, más que actuar sobre las emociones del espectador (subli-
minales indirectos o enmascarados), se influye directamente sobre la percepción.
Es decir, se trata de imágenes rápidas en las que el receptor no tiene tiempo de
procesar la información concientemente, aunque sí a nivel inconsciente.” (Consultado
en la página web www.observatoriodemedios.org.ve). En el mismo sentido, aunque de
manera incidental, se pronunció la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia mediante sentencia de fecha 25 de enero de 2005 cuando declaró que la
publicidad subliminal es aquella que presiona inconscientemente a los consumi-
dores a adquirir bienes. (Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia del 25-01-05. Caso: Recurso de revisión intentado por Luis Rodríguez
Dordelly y otros. Consultada en la página web www.tsj.gov.ve).
74
La Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión fue publicada en la Gaceta
Oficial Nº 38.333 de fecha 12 de diciembre de 2005.
185
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
186
EL DOLO
75
Cfr. GHESTIN, Jacques: op. cit. Tome II. p.p. 462-465 y la jurisprudencia francesa
allí citada; MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina General… cit. p.p. 180-181.
76
Sentencia del Tribunal Supremo de Bruselas de fecha 7 de enero de 1954 en J.T.
1954 p. 20 citada por LLOBET I AGUADO, Joseph: op. cit. p. 132.
77
Sentencia del Tribunal Supremo español de fecha 27 de enero de 1977 citada por
LLOBET I AGUADO, Joseph: loc. cit. p. 133.
187
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
78
Cfr. DI BLASSI, Ferdinando: op. cit. (Parte Generale). p. 474; SACCO, R.: op. cit.
Tomo II. p. 207; TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 182.
79
Cfr. STOLFI, Giuseppe: op. cit. p. 148. En la doctrina nacional, véase: MÉLICH-
ORSINI, José: Doctrina General… cit. p. 177; MADURO LUYANDO, Eloy y
PITTIER SUCRE, Emilio: op. cit. Tomo II. p.p. 645-646; COTTON, Julio César:
op. cit. p.p. 11-12.
188
EL DOLO
80
Cfr. VITA, Alberto: op. cit. Nº 5. p. 146.
81
Cfr. BETTI, Emilio: op. cit. p. 338; COVIELLO, Nicolás: op. cit, p. 436; STOLFI,
Giuseppe: op. cit. p.p. 147-148; CARRESI, F.: op. cit. p. 459; BIANCA, M.C.: Vol.
III. op. cit. p. 625; ALPA, Guido: op. cit. p. 139. En contra: GALGANO, Francesco:
op. cit. p. 307.
82
Cfr. BAUDRY-LACANTINERIE, G y BARDE, L.: op. cit. Vol. XI. p. 146; FU-
NAIOLI, Carlo Alberto: op. cit. § 3; SANTORO PASSARELLI, Francesco: op. cit.
p. 198; VON THUR, Andreas: op. cit. p. 171; FUENTESECA, Cristina: El Dolo
Recíproco. Editorial Dykinson 2002. Madrid., 2002. p.p. 120-121.
83
Cfr. AUBRY, C. y RAU, C. § 343 p.p. 444-445; PLANIOL, Marcelo y RIPERT,
Jorge: op. cit. p. 278; GHESTIN, Jacques: op. cit. Tome II. p.p. 470-471; MALAU-
RIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe: op. cit. p. 252,
especialmente, la nota 60 y la jurisprudencia francesa allí citada; DE RUGGIERO,
Roberto: op. cit. Tomo I. p. 273; VON THUR, Andreas: loc. cit; DOMÍNICI, Aníbal:
op. cit. Tomo II. p. 554.
189
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
84
Cfr. SAVATIER, René: Traité de la Responsabilité Civile. Tome II. París, 1951. Nº
483; GHESTIN, Jacques: op. cit. Tome II. p. 464; VITA, Alberto: op. cit. Nº 7. p.
147; VON THUR, Andreas: Ibidem. En el mismo sentido, en la doctrina nacional,
véase: MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina General… cit. p. 178.
85
Cfr. DE GREGORIO, Alfredo: Voz “Vendita” en Nuovo Digesto Italiano. T. XII.
p. 2a. UTET. Torino, 1940. p. 958; URDANETA FONTIVEROS, Enrique: Vicios
Redhibitorios y Saneamiento. Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Serie
Estudios. Nº 73. Caracas, 2008. p. 77.
190
EL DOLO
86
Al respecto, véase: TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op.
cit. p.p. 241-244; FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op. cit.
p. 168; MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe:
loc. cit.
87
En tal sentido véase: GAUDEMET, Eugene: op. cit. p. 87; LARROUMET, Christian:
op. cit. Vol. I. p. 274. Igualmente, en la doctrina italiana, Trabucchi niega que el
dolo provoque siempre un error en la víctima del engaño (TRABUCCHI, Alberto:
ll dolo… cit. p. 385).
191
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
88
Al respecto véase: Sentencia del Tribunal de Colmar de fecha 30 de enero de 1970
citada por LARROUMET, Christian: loc. cit.
192
EL DOLO
89
Cfr. GHESTIN, Jacques: op. cit. Tome II. p.p. 467-469 y la jurisprudencia francesa
allí citada; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit.
p. 243; MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe:
op. cit. p. 283; FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op. cit. p.
168; DI BLASSI, Ferdinando: op. cit. (Parte Generale). p. 477; FUNAIOLI, Carlo
Alberto: op. cit. § 3; STOLFI, Giuseppe: op. cit. p.p. 150-151; TRIMARCHI, Pietro:
op. cit. p. 183; ROCA SASTRE, RAMÓN Ma y PUIG BRUTAU, José: “Vicios de
la Voluntad” en Estudios de Derecho Privado. Vol. I (Obligaciones y Contratos).
Editorial Revista de Derecho Privado. Madrid, 1940. p. 31. En la doctrina nacional,
véase: PALACIOS HERRERA, Oscar: op. cit. p. 191.
90
Cfr. TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p.182; ALPA, Guido: op. cit. p. 139.
193
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
91
Cfr. MAZEAUD H., L. y J y CHABAS, Francois: op. cit. Tome II. Premier Volume.
p. 187; LARROUMET, Christian: op. cit. Vol. I. p. 273.
92
Cfr. FUENTESECA, Cristina: op. cit. p.p. 124-126.
93
En el mismo sentido expuesto en el texto, en la doctrina española, Díaz Alabart
expresa que “la gravedad del dolo mira a la potencia de la propia maquinación para
engendrar engaño y mediante éste conseguir que la otra parte contrate, mientras
que ser el dolo determinante en el caso concreto mira a que en él efectivamente
194
EL DOLO
195
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
96
Al respecto, véase: TRABUCCHI, Alberto: Il Dolo… p. 175; DISTASO, N.: op.
cit. p. 216; SANTORO PASSARELLI, Francesco: op. cit. p. 199; DI BLASSI,
Ferdinando: op. cit. (Parte Generale). p. 478; FUNAIOLI, Carlo Alberto: op. cit. §
5, especialmente, la nota 47 y la jurisprudencia italiana allí citada; DE COSSÍO y
CORRAL, A.: op. cit. p.p. 348-349.
97
Cfr. POTHIER, R. J.: “Traité des Obligations”. Tome I. en Oeuvres de Pothier. M.
Siffrein. Paris, 1.821. Nº 31. p. 102. En el mismo sentido en la sentencia de fecha
21 de febrero de 2006 de la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia
se lee: “El dolo debe ser causante, es decir, determinante en la voluntad de contra-
tar de la otra parte, de modo que de haber sido conocida por ésta o de no haberse
desarrollado, el otro contratante no hubiese celebrado el contrato” (Sentencia de
la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia de fecha 21 de febrero
de 2006. Caso: Herta María Mendt contra Klaus Thilo Lendewig Mendt y Otros.
Consultada en la página web www.tsj.gov.ve).
98
Es la solución legal que consagra expresamente el artículo 1440 del Código Italiano
de 1942 según el cual: “Si los engaños no hubiesen sido de tal entidad que hayan
determinado el consentimiento, el contrato será válido, aunque sin ellos se hubiere
196
EL DOLO
197
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
103
DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN, Antonio: Sistema de Derecho Civil. Vol. II.
Editorial Tecnos. Madrid, 1998. p.p. 172-173.
104
Ibidem.
105
MAZEAUD H., L. y J y CHABAS, Francois: op. cit. Tome II. Premier Volume. p.p.
187-188, especialmente, la nota 4 y la jurisprudencia francesa allí citada; GHESTIN,
Jacques: loc. cit.; FUENTESECA, Cristina: op. cit. p. 111.
198
EL DOLO
1. Disposición legal
106
El Codice italiano se ocupa en el artículo 1439 del dolo causante y en el artículo
1440 del dolo incidental. El Código Civil español parece diferenciar entre el dolo
causante (artículos 1269 y 1270, numeral 1º), aunque no lo llame así, y el dolo
incidental (artículo 1270, numeral 2º).
107
Tal es el caso del Código Civil francés y del Código Civil venezolano.
199
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
108
La solución legal que trae el Codice italiano de 1942 es diferente: “El dolo pro-
veniente de un tercero es causa de anulación del contrato si era conocido por el
contratante y éste se ha aprovechado de él” (art. 1439, 2º parágrafo). La doctrina
italiana moderna considera que el engaño del tercero, para que de lugar a la anu-
lación del contrato, debe ser efectivamente conocido y no solamente reconocible
por el co-contratante que ha obtenido la ventaja. Al respecto, véase: TRIMARCHI,
Pietro: op. cit. p.183; GALGANO, Francesco: op. cit. p. 306.
109
En cambio, el Código suizo de las Obligaciones admite la nulidad del contrato por
dolo proveniente de un tercero cuando la contraparte contractual de la víctima del
dolo haya conocido o debido conocer ese dolo en el momento de la celebración
del contrato (art. 28). La misma solución se encuentra en el párrafo 123 (aparte 2)
del Código Civil alemán: “Si el dolo proviene de un tercero, la declaración no es
anulable sino en el caso de que la otra parte lo haya conocido o debido conocer”.
110
Cfr. LLOBET I AGUADO, Joseph: op. cit. p.p. 165, 169 y 170.
200
EL DOLO
111
En tal sentido, véase: GAUDEMET, Eugene: op. cit. p.p. 90-91; TERRÉ, François,
SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 241; MALAURIE, Philippe,
AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe: op. cit. p. 253; DI BLASSI,
Ferdinando: op. cit. (Parte Generale). p. 475; TRABUCCHI, Alberto: Il Dolo…cit.
p. 257.
112
Al respecto, véase: LARROUMET, Christian: op. cit. Vol. I. p.p. 266-267. Asimismo,
en la doctrina francesa, Planiol y Ripert así como los hermanos Mazeaud justifican
esta diferencia entre la violencia y el dolo (PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge:
op. cit. Tomo VI. p. 264; MAZEAUD H., L. y J y CHABAS, Francois: op. cit. Tome
II. Premier Volume. p. 195). En la doctrina italiana Di Blassi y Trimarchi afirman
que las restricciones que establece la ley para que el dolo procedente del tercero
permita la anulación del contrato se explican porque de esta manera se protege la
confianza depositada por el co-contratante en la declaración de la parte engañada,
cuando aquél no conoce ni se ha aprovechado de las maquinaciones empleadas por
el tercero (DI BLASSI, Ferdinando: op. cit. <Parte Generale> p. 168; TRIMARCHI,
201
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
Pietro: op. cit. p.183). Sin embargo, lo que no explican estos autores es porqué, en
cambio, en el caso de la violencia moral se protege más a la víctima que contrata
bajo la influencia de la amenaza del tercero que a su contraparte contractual que
permanece ajena a la coacción moral ejercida por el tercero. En nuestro concepto,
tal y como se indica en el texto, el vicio de la voluntad subsiste aunque el co-con-
tratante de la víctima del dolo ignore las maniobras dolosas procedentes del tercero.
Además, tanto la violencia como el dolo son actos ilícitos y maliciosos que impiden
mediante una actuación externa la recta y libre formación del consentimiento; por
lo cual, no se justifica la diferencia de tratamiento en uno y otro caso.
113
En el mismo sentido expuesto en el texto, en la doctrina italiana Coviello y Vita
califican de arbitraria la solución legal (COVIELLO, Nicolás: op. cit. p.p. 437-438;
VITA, Alberto: op. cit. Nº 7. p. 147).
114
Cfr. COLIN, Ambrosio y CAPITANT, Henri: op. cit. Tomo III. p. 623; JOSSERAND,
Louis: Derecho Civil. Tomo II. Vol. I. Traducción castellana de Santiago Cunchillos
y Manterola. Bosch y Cia Editores. Buenos Aires, 1.950. p.p. 70-71; MAZEAUD
H., L. y J y CHABAS, Francois: op. cit. Tome II. Premier Volume. p.p. 183-184
Nº 95.
202
EL DOLO
Ahora bien, por tercero hay que entender, a estos efectos, a los
no contratantes, esto es, a las personas extrañas al contrato (penitus
extranei), o a las personas que no intervienen como representantes
en el contrato116.
115
La doctrina es conteste al respecto. Por todos, véase: GHESTIN, Jacques: op. cit.
Tome II. p. 480, especialmente, la nota 193 y la jurisprudencia francesa allí citada;
LARROUMET, Christian: op. cit. Vol. I. p. 266, especialmente, la nota 158. En la
doctrina nacional, véase: SANOJO, Luis: Instituciones de Derecho Civil Venezolano.
Tomo III. Imprenta Nacional. Caracas, 1.873. p. 25.
116
La doctrina admite unánimemente que al dolo proveniente del co-contratante
se asimila el que provenga de su representante, puesto que es este último quien
celebra el contrato en nombre de aquél. Al respecto, véase: GHESTIN, Jacques:
op. cit. Tome II. p. 478, especialmente, la nota 182 y la jurisprudencia francesa allí
citada; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 241;
203
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
LARROUMET, Christian: op. cit. Vol. I. p. 266; BETTI, Emilio: op. cit. p. 338;
COVIELLO, Nicolás: op. cit. p. 438; TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 183; VON
THUR, Andreas: op. cit. p. 173.
117
Cfr. ENNECERUS, Ludwig: Derecho de Obligaciones. Vol. I. Primera Parte en
Ennecerus, Ludwig/Kipp, Theodor y Wolf, Martín en Tratado de Derecho Civil.
Tomo 2°. Traducción española con anotaciones de Blas Pérez González y José
Alguer. Bosh Casa Editorial. Barcelona, 1.954. p. 181, especialmente, la nota 18;
VON THUR, Andreas: op. cit. p. 427. En la doctrina española, Roca Sastre justifica
la solución indicada en el texto porque “sería un estímulo para que se perpetuara
el dolo permitir que el tercero se beneficiara de una disposición estipulada en su
favor en un contrato en el que no interviene como parte, pero en el que, no obstante,
tiene alguna intervención, precisamente para darle una torcida orientación” (ROCA
SASTRE, RAMÓN Ma y PUIG BRUTAU, José: op. cit. Vol. I. p.p. 41-42).
118
Cfr. DE COSSÍO y CORRAL, A.: op. cit. p.p. 41-42; LLOBET I AGUADO, Joseph:
op. cit. p.p. 162-164.
204
EL DOLO
119
DEMOLOMBE, C.: op. cit. Vol. XXIV. p.p. 162-163; BAUDRY-LACANTINERIE,
G y BARDE, L.: op. cit. Vol. XI. p. 142; PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: op.
cit. Tomo VI. p. 279. En la doctrina alemana, Von Thur, por su parte, expresa: “Si se
contrata con dos personas, A y B y una de ellas, A, incurre en dolo sin connivencia
con la otra, B, el contrato sólo es impugnable respecto a la primera, si bien la im-
pugnación puede, en ciertos casos, acarrear la nulidad de todo el contrato” (VON
THUR, Andreas: op. cit. p. 174).
120
HUC, T: Commentaire Théorique et Pratique du Code Civil. Tome VII. París,
1892/1903. p. 57; GIORGI: Jorge: op. cit. Vol. IV. p.p. 123-124; TRABUCCHI,
Alberto: Il Dolo…cit. p.p. 478-482.
205
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
121
La solución legal que trae el Código italiano de 1942 es distinta: “En los contratos
con pluralidad de partes –dice el artículo 1446 del Codice– la anulabilidad referente
al vínculo de una sola de las partes no importará la anulación del contrato, salvo que
la participación de ésta debe considerarse, de acuerdo con las circunstancias, como
esencial.” De donde resulta que, según el Codice, en este tipo de contratos el dolo
únicamente produce sus efectos entre las partes del acto ilícito, pero no en relación a
las demás; por tanto, no invalida el contrato frente a todos los contratantes sino que
solamente hace decaer el vínculo respecto de la parte que fue víctima de él, salvo el caso
de que la participación de ésta en el contrato deba considerarse esencial para las otras.
Al respecto, véase: BETTI, Emilio: op. cit. p. 342. En fecha más reciente, en nuestra
legislación, la Ley del Contrato de Seguro consagra una solución similar: “Cuando el
contrato de seguro –dice el artículo 22 (in fine) de esta ley– esté referido a bienes y la
reserva o inexactitud se contrajese sólo a uno o varios de ellos, el contrato subsistirá
con todos sus efectos respecto a los restantes si ello fuere técnicamente posible.”
122
Cfr. DE PAGE, Henri: Traité Élémentaire de Droit Civil Belge. Tome III. (Les
Obligations - Seconde partie). Bruylant. Bruxelles, 1948. p. 281; ZAMBRANO
206
EL DOLO
5. El dolo recíproco
207
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
126
Tampoco se refieren expresamente al dolo recíproco los códigos vigentes en Francia,
Bélgica, Luxemburgo, Austria, Alemania, Suiza, Italia, Chile, Uruguay y Guatemala.
En cambio, los códigos civiles español, brasilero, argentino y portugués sí se ocupan
del contrato con dolo recíproco. La primera disposición del artículo 1270 del Código
Civil español dice textualmente: “para que el dolo produzca la nulidad de los con-
tratos, deberá ser grave y no haber sido empleado por las dos partes contratantes”.
Por consiguiente, en España si el dolo se emplea por las dos partes contratantes no
se concede la acción de nulidad relativa o anulación. El mismo sistema siguen el
Código Civil del Brasil (art. 150), el Código Civil argentino (art. 932) así como el
de Puerto Rico (parágrafo 3.409), puesto que no permiten la anulación del contrato
cuando el dolo provenga de ambas partes. Por su parte el Código Civil portugués
sigue un sistema diferente. De acuerdo con el artículo 254 de ese Código “la anu-
labilidad no queda excluida por el hecho de ser el dolo bilateral”. De donde resulta
que la legislación civil portuguesa admite la posibilidad de impugnar el contrato
en caso de dolo recíproco.
127
TAG-ELDINE, F.: op. cit. p. 181; MESSINEO, Francesco: op. cit. Tomo I. p. 146.
En la doctrina nacional: MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER SUCRE, Emilio:
op. cit. Tomo II. p. 651.
128
FUNAIOLI, Carlo Alberto: op. cit. § 7; TRABUCCHI, Alberto: Il Dolo… cit.
p. 517.
208
EL DOLO
129
DE RUGGIERO, Roberto: op. cit. Tomo I. p.p. 273-274; DE COSSÍO y CORRAL,
A.: op. cit. p. 331. En la doctrina nacional: PALACIOS HERRERA, Oscar: op. cit.
p. 192.
130
FUENTESECA, Cristina: op. cit. p. 153.
209
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
131
PUIG BRUTAU, José: Fundamentos de Derecho Civil. Tomo II. Vol. I (Doctrina
General del Contrato). Bosch Casa Editorial. Barcelona, 1988. p. 96, especialmente,
la nota 39; ROCA SASTRE, RAMÓN Ma y PUIG BRUTAU, José: op. cit. Vol. I.
p. 32.
132
Cfr. ALBALADEJO, Manuel: op .cit. Tomo I. p. 612; FUENTESECA, Cristina:
op. cit. p.p. 153-156.
133
El negocio jurídico unilateral no recepticio es aquel que resulta de una sola decla-
ración de voluntad y no va dirigido a un determinado destinatario; por lo cual, su
eficacia es independiente de su comunicación a determinada persona.
210
EL DOLO
134
Cfr. PACIFICI-MAZZONI, Emidio: Codice Civile Italiano Commentato. Vol. I.
Unione Tipografico – Editrice Torinese. Torino, 1929. p.p. 156-157; POLACCO,
Vittorio: De las Sucesiones. Traducción castellana de Santiago Sentís Melendo.
Ediciones Jurídicas Europa-América. Buenos Aires, 1.982. p.p. 569-570; LÓPEZ
HERRERA, Francisco: Derecho de Sucesiones. Universidad Católica Andrés Bello.
Caracas, 1994. p. 209.
135
Cfr. BETTI, Emilio: op. cit. p. 341; ALPA, Guido: op. cit. p. 141; MÉLICH-ORSINI,
José: Doctrina General… cit. p. 185.
136
Cfr. PACIFICI-MAZZONI, Emidio: op. cit. Vol. IX. p.p. 93, 94 y 152; DE RUG-
GIERO, Roberto: op. cit. Tomo I. p. 273; LÓPEZ HERRERA, Francisco: Derecho
de Sucesiones… cit. p.p. 528-529.
211
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
137
Al respecto, véase: MAZEAUD H., L. y J y CHABAS, Francois: op. cit. Tome II.
Premier Volume. p. 184; GHESTIN, Jacques: op. cit. Tome II. p.p. 479-480, es-
pecialmente, las notas 191 y 192 y la jurisprudencia francesa allí citada; FLOUR,
Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op. cit. Tome I. p. 170, especialmente,
la nota 6 y la jurisprudencia francesa allí citada; TERRÉ, François, SIMLER, Phi-
lippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 254; En contra, en la doctrina italiana, véase:
TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 183.
212
EL DOLO
138
Cfr. DE PAGE, Henri: op. cit. Tome I. (Introduction). p. 63; MÉLICH-ORSINI,
José: Doctrina General… cit. p. 185.
139
AGATSTEIN, F.: op. cit. p. 97; Perrin citado por DE COSSÍO y CORRAL, A.: op.
cit. p. 374.
213
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
140
En atención a su carácter excepcional, esta disposición no puede aplicarse a los
otros supuestos de incapacidad para contratar (interdicción o inhabilitación). Cfr. DI
BLASSI, Ferdinando: op. cit. (Parte Generale). p. 453; TRABUCCHI, Alberto: Il
Dolo… cit. p. 234. En contra, Cagli y la jurisprudencia italiana citada por Trabucchi
(loc. cit., nota 2).
214
EL DOLO
141
Cfr. PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: op. cit. Tomo VI. p. 281; GHESTIN,
Jacques: op. cit. Tome II. p. 486, especialmente, la nota 227 y la jurisprudencia
francesa allí citada.
142
Cfr. TRABUCCHI, Alberto: loc. cit.
215
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
143
Algunos códigos civiles como el francés (art. 1116), el chileno (art. 1459) y el bra-
silero (art. 94) exigen expresamente la prueba del dolo. Nuestro código (al igual los
códigos civiles de Italia, Suiza, Alemania y España) no alude a dicha prueba cuando
regula el dolo. Pero, tal y como se indica en el texto, la necesidad de la prueba del
dolo por quien afirme su existencia es una aplicación de la regla que consagra el
artículo 506 del Código de Procedimiento Civil: actor incumbit probatio.
144
La doctrina es conteste al respecto. Al respecto, véase: PLANIOL, Marcelo y RIPERT,
Jorge: op. cit. Tomo VI. p. 279; MAZEAUD H., L. y J y CHABAS, Francois: op.
cit. Tome II. Premier Volume. p.p. 188-189; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y
LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 244; DE PAGE, Henri: op. cit. Tome I. (Introduction).
p.p. 63-64; FUNAIOLI, Carlo Alberto: op. cit. § 7. En la doctrina y en la jurispruden-
cia nacional, véase: DOMÍNICI, Aníbal: op. cit. Tomo IIII. p.p. 540-541; Sentencia
del 04-05-51 en Gaceta Forense. Nº 9. Primera Etapa. p.p. 260-261.
145
Cfr. ALPA, Guido: op. cit. p. 138, especialmente, la nota 112 y la jurisprudencia
italiana allí citada.
146
ALBALADEJO, Manuel: op .cit. Tomo I. p. 613; DE COSSÍO y CORRAL, A.: op.
cit. p.p. 352-354.
216
EL DOLO
147
Cfr. LLOBET I AGUADO, Joseph: op. cit. p.p. 187-189.
148
En Francia un sector de la doctrina y de la jurisprudencia considera que cuando se
alega la violación de un deber de información como fundamento de la anulación
del contrato por reticencia dolosa, la persona a cuyo cargo existe este deber, para
enervar la acción, tiene la carga de demostrar su cumplimiento. En tal sentido,
véase: TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 244,
especialmente, la nota 7 y la jurisprudencia francesa allí citada. En cambio, otros
autores sostienen que esa posición carece de base legal ya que se aplican aquí los
principios generales; por lo cual, quien pretende invocar como fundamento de la
anulación del contrato por dolo la violación de una obligación de información tiene
217
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
218
EL DOLO
150
En contra, en la doctrina española, véase: LLOBET I AGUADO, Joseph: op. cit.
p. 175.
151
La jurisprudencia de nuestros tribunales admite la procedencia de la nulidad parcial
del contrato. Al respecto, véase: Sentencia del 30-07-70 en Ramírez & Garay. Vol.
XXVII. p.p. 47-48; Sentencia del 07-08-72 en Ramírez & Garay. Vol. XXXV. p.p.
54-55; Sentencia del 28-07-75 en Ramírez & Garay. Vol. XLVIII. p.p. 57-59.
219
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
152
Cfr. LÓPEZ HERRERA, Francisco: La Nulidad…. cit. p. 200; MÉLICH-ORSINI,
José: Doctrina General… cit. p.p. 365-368. En los contratos celebrados con con-
sumidores, en la doctrina nacional, De Lemos Matheus parece adherir al criterio de
que la nulidad del contrato solamente podría producirse cuando dicha estipulación
haya sido determinante del consentimiento o esencial para el fin perseguido por
cualquiera de las partes al contratar. (DE LEMOS MATHEUS, Rafael: “Contratación
electrónica con consumidores y usuarios” en Ley de Protección al Consumidor y
al Usuario. Colección Textos Legislativos. Nº 33. Editorial Jurídica Venezolana.
Caracas, 2005 p.p. 154-155).
153
Cfr. URDANETA FONTIVEROS, Enrique: Vicios Redhibitorios y Saneamiento. Aca-
demia de Ciencias Políticas y Sociales. Serie Estudios. Nº 73. Caracas, 2008. p. 42.
154
Cfr. TAG-ELDINE, F.: op. cit. p. 116; DI BLASSI, Ferdinando: op. cit. (Parte Ge-
nerale). p. 468; STOLFI, Giuseppe: op. cit. p. 150; VON THUR, Andreas: op. cit.
p. 171, especialmente, la nota 406.
220
EL DOLO
Basta con que su voluntad esté viciada. La prueba del daño sólo es
necesaria cuando se ejercita la acción de indemnización de daños y
perjuicios, pero no cuando se pretende tan solo producir la nulidad
del contrato (infra, Cap. III, Nº III, 2).
155
Cfr. DE PAGE, Henri: op. cit. Tome I. (Introduction). p. 64; VITA, Alberto: op .cit.
Nº 4. p. 144; DI BLASSI, Ferdinando: op. cit. (Parte Generale). p. 475.
156
Cfr. GUELFUCCI-THIEBERGE, Catherine: Nullité, Restitutions et Responsabilité.
L.G.D.J. París, 1992. p.p. 312-314 y 346; DE COSSÍO y CORRAL, A.: op. cit.
p.p. 366-367.
221
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
157
Cfr. GHESTIN, Jacques: op. cit. Tome II. p. 480; ALPA, Guido: op. cit. p. 139,
especialmente, la nota 114 y la jurisprudencia italiana allí citada.
222
EL DOLO
158
No hay discusión doctrinaria sobre el particular. Al respecto, véase: MAZEAUD
H., L. y J y CHABAS, Francois: op. cit. Tome II. Premier Volume. p. 189, espe-
cialmente, la nota 196; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves:
op. cit. p. 245, especialmente, la nota 3 y la jurisprudencia francesa allí citada;
MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe: op. cit.
p. 253; LARROUMET, Christian: op. cit. Vol. I. p. 267, especialmente, la nota 161
y la jurisprudencia francesa citada por estos autores; DI BLASSI, Ferdinando: op.
cit. (Parte Generale). p. 475. En la doctrina nacional, en el mismo sentido, véase:
PALACIOS HERRERA, Oscar: op. cit. p. 192.
159
Cfr. LÓPEZ HERRERA, Francisco: La Nulidad… cit. p.p. 209-211; SANSÓ, Benito:
“El problema del cúmulo de la responsabilidad contractual y extracontractual” en
Estudios Jurídicos. Universidad Central de Venezuela. Facultad de Ciencias Jurídicas
y Políticas. Instituto de Derecho Privado. Caracas, 1984. p. 19. En el mismo sentido,
en relación con la responsabilidad civil extracontractual derivada de la nulidad de
la venta de la cosa ajena, véase: URDANETA FONTIVEROS, Enrique: La Venta
de la Cosa Ajena. Ediciones Liber. Caracas, 2005. p.p. 88-89.
223
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
160
Cfr. GUELFUCCI-THIEBERGE, Catherine: op. cit. p. 340; LARROUMET, Chris-
tian: op. cit. Vol. I. p. 267, especialmente, la nota 161 y la jurisprudencia francesa
allí citada.
161
Cfr. GUELFUCCI-THIEBERGE, Catherine: op. cit. p.p. 100-102.
162
Cfr. GHESTIN, Jacques: op. cit. Tome II. p. 1088. En el mismo sentido, en la
doctrina nacional el profesor José Mélich-Orsini expresa: “Pero si la acción por
responsabilidad civil no es accesoria de la nulidad, sino que es una acción autónoma,
por ejemplo: reclamo el daño que me causó la nulidad de un contrato de seguro
debido a la mala formación de tal contrato por causa de circunstancias que estaba en
el deber de hacerme notar, impidiéndome así tomar otro seguro que habría podido
cubrirme de tal riesgo, entonces no sólo podré reclamar tal daño (por estar excluida
la idea de una culpa común), sino que podré reclamar la totalidad del daño puesto
que no se trata de reclamar el interés contractual positivo del contrato anulado,
sino el íntegro daño extracontractual que me ha causado la reticencia culposa de
224
EL DOLO
225
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
226
EL DOLO
166
Cfr. DE COSSÍO y CORRAL, A.: op. cit. p.p. 318 y ss.
167
Cfr. CARBONNIER, Jean: Derecho Civil. Tomo II. (Vol. II). Traducción española
de Manuel Ma Zorrilla Ruiz. Editorial Bosch. Barcelona, 1971. p. 204; GHESTIN,
Jacques: op. cit. Tome II. p.p. 452-453.
227
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
228
EL DOLO
168
Principios de Unidroit. Comentario oficial Nº 2 al artículo 3.8 en Principes d’Unidroit
Relatifs aux Contrats du Commerce International. Insititut International pour
l’Unification du Droit Privé. Roma, 2004. p. 108.
229
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
169
En los sistemas del common law, la posición tradicional con respecto a la contratación
había sido muy individualista, imponiendo al contratante un deber de informarse
y penalizando la celebración del contrato basada en la mera confianza. Pero, como
advierten Prosser y Keeton, en este campo se ha producido en los últimos años un
cambio radical en lo concerniente a la justificación de la confianza, que se rela-
ciona con el reconocimiento de un nuevo estándar de ética comercial (PROSSER
y KEETON, W.P.: The Law of Torts. St Paul, 1984. p.p. 751-752). De manera que
hoy se puede afirmar que es excepcional el caso en que, especialmente si se trata
de una falsa representación intencional, se niegue protección sobre la base de una
credulidad indebida o negligencia de la parte defraudada. Cfr. CALAMARI, J.D.
y PESILLO, J.M.: Contracts, 1987. p.p. 358-359. En cambio, en los sistemas de
Derecho continental aunque en algunos países cobra cada vez mayor vigor la con-
sagración de un deber de información en la formación de los contratos impuesto por
la ley, los usos o, simplemente, las exigencias de la buena fe, puede, sin embargo,
concluirse que existe, en términos generales, una mayor laxitud en lo que concier-
ne a la extensión de la obligación de información. Al respecto, véase: KRAMER,
Ernst A.: “Contractual Validity According to the Unidroit Principles” en European
Journal of Law Reform Nº 3. 1988-1999. p. 280.
230
EL DOLO
170
Cfr. KRAMER, Ernst A.: Ibidem.
171
Al respecto, véase: Laudo de la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de
Comercio Internacional dictado en febrero de 1999 (Caso Nº 9474) en BONELL,
Michael Joachim: The Unidroit Principles in Practice. Caselaw and bibliography
on the principles of commercial contracts. Transnational Publishers. Ardsley. Nueva
York, 2002. p.p. 599-600.
172
Principios de Unidroit. Comentario oficial Nº 2 al artículo 3.9 en Principes d’Unidroit
Relatifs aux Contrats du Commerce International. Insititut International pour
l’Unification du Droit Privé. Roma, 2004. p. 108.
231
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
232
EL DOLO
173
Al respecto, véase: Principios de Unidroit. Comentario oficial Nº 1 al artículo 3.11
en Principes d’Unidroit Relatifs aux Contrats du Commerce International. Insititut
International pour l’Unification du Droit Privé. Roma, 2004. p. 113.
233
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
174
Ibidem. Comentario oficial Nº 2. p.p. 113-114.
234
EL DOLO
235
CAPíTULO IV
LA VIOLENCIA
I. LA VIOLENCIA
1. Concepto
1
MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER SUCRE, Emilio: Curso de Obligaciones.
Derecho Civil III. Tomo II. Universidad Católica Andrés Bello. Caracas, 2001. p.
656.
2
LÓPEZ HERRERA, Francisco: La Nulidad de los Contratos en la Legislación Civil
Venezolana. Empresa El Cojo S.A. Caracas, 1952. p. 192.
237
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
3
Era el término utilizado en derecho romano (metus, que quiere decir miedo). Si el
Código Civil italiano utiliza el vocablo violencia, el Código Civil del Bajo Canadá
emplea indiferentemente los términos violencia y temor (arts. 994 y ss.), mientras
que el Código Suizo de las Obligaciones (arts. 29 y 30) utiliza la palabra temor.
4
“En sustancia, –escribe Messineo– lo que es verdaderamente relevante no es la vio-
lencia, sino el temor (metus) que la misma determina -y en cuanto lo determine- en
la persona objeto de la amenaza.” (MESSINEO, Francesco: Doctrina General del
Contrato. Tomo I. Traducción española de R.O. Fontanarosa, S. Sentis Melendo
y M. Volterra. Ediciones Ejea. Buenos Aires, 1952. Tomo I. p. 141). En el mismo
sentido, en la doctrina francesa, véase: GAUDEMET, Eugene: Teoría General de
las Obligaciones. Traducción española de Pablo Macedo. Editorial Porrúa. Méxi-
co, 1974. p. 80; GHESTIN, Jacques: “Les obligations – Le Contrat: Formation”
en Traité de Droit Civil. Tome II. L.G.D.J. París, 1988. p. 489; FLOUR, Jacques,
AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: Droit Civil. Les Obligations. L’acte juridique.
Dalloz. París, 2006. p. 171. En la doctrina nacional el profesor José Mélich Orsini
expresa: “Tampoco es propiamente la violencia, sino el temor que ella infunde, lo
que genera aquí el consentimiento viciado.” (MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina
General del Contrato. Cuarta Edición. Academia de Ciencias Políticas y Sociales.
Serie Estudios. Nº 61. Caracas, 2006. p. 186).
238
LA VIOLENCIA
5
La doctrina francesa e italiana añade a la tradicional coacción física que determina
una falta absoluta de voluntad indicada en el texto, la hipótesis de la suscripción de
un contrato bajo el efecto de la hipnosis o de la embriaguez absoluta. Al respecto,
véase: MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op. cit. Tome II. Premier Vo-
lume. p. 191; TRIMARCHI, Pietro: Istituzioni di Diritto Privatto. Giuffrè Editore.
Milano, 2007. p. 184. En estas hipótesis no hay tampoco consentimiento alguno y
el contrato resulta absolutamente nulo.
6
En tal sentido, en la doctrina italiana, Betti expresa: “La violencia que aquí nos
interesa (vis compulsiva), no es más que una de las formas de coacción psicológica
cuya influencia puede sufrir quien celebra un negocio jurídico. Es una coacción
que no excluye, como la violencia física (vis ablativa), ni la voluntad del acto ni
239
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
1. Introducción
240
LA VIOLENCIA
241
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
2. Definición
7
LARROUMET, Christian: op. cit. Vol. I. p. 275. En el mismo sentido, véase:
MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe: Les
Obligations. Defrénois. París, 2005. p. 254.
242
LA VIOLENCIA
8
Cfr. D’AMICO, Giovanni: Voz “Violenza” (Diritto Privato) en Enciclopedia del
Diritto. Vol. XLVI. Arese Giuffrè. Milano, 1993. § 4. Consultada en versión elec-
trónica (DVD).
243
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
3. Requisitos de la violencia
9
GALGANO, Francesco: El Negocio Jurídico. Traducción castellana de Francisco de P.
Blasco Gascó y Lorenzo Prats Albentosa. Tirant Lo Blanch. Valencia, 1992. p. 312.
10
Cfr. MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: Leçons de Droit Civil. Tome II.
Premier Volume. (Obligations. Théorie Générale). Montchrestien. París, 1998. p.
194; FLOUR, Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op. cit. p. 172.
11
Cfr. GHESTIN, Jacques: op. cit. Tome II. p. 498.
244
LA VIOLENCIA
12
Cfr. AUBRY, C. y RAU, C.: Cours de Droit Civil Français. Tome IV. Sixème édition.
París, 1907. § 343 bis. p. 440; PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: Tratado Prác-
tico de Derecho Civil Francés. Tomo VI. Traducción castellana de Mario Díaz Cruz.
Cultural S.A. Habana, 1946. p. 262; GIORGI, Jorge: Teoría de las obligaciones en
el Derecho moderno. Traducción al castellano por la redacción de la Revista General
de Legislación y Jurisprudencia. Editorial Reus. Madrid, 1930. Vol. IV. p.p. 101-102;
DE RUGGIERO, Roberto: Instituciones de Derecho Civil”. Tomo I. Traducción al
castellano de Ramón Serrano Suñer y José Santa-Cruz Teijeiro. Instituto Editorial
Reus. Madrid, s.d. p. 266; CASTÁN TOBEÑAS, José: Derecho Civil Español
Común y Foral. Tomo III. Derecho de Obligaciones. Editorial Reus. Madrid, 1.992,
p. 263. En la doctrina nacional, véase: BERNAD MAINAR, Rafael: Derecho Civil
Patrimonial. Obligaciones. Tomo II. Universidad Central de Venezuela. Facultad de
Ciencias Jurídicas y Políticas. Caracas, 2006. p. 87.
13
Cfr. COVIELLO, Nicolás: Doctrina General del Derecho Civil. Traducción al
castellano de Felipe de J. Tena. Unión Tipográfica Editorial Hispano-Americana.
México, 1949. p. 441. Para un análisis de los criterios que deben seguirse en esta
materia para el establecimiento de la relación de causalidad, véase: D’AMICO,
Giovanni: op. cit. § 5.
245
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
14
Cfr. BAUDRY-LACANTINERIE, G y BARDE, L.: “Des Obligations”. Tome Pre-
mier en Traité Théorique et Pratique de Droit Civil. París, 1.900. Vol. XI. p. 114.
15
Cfr. TRABUCCHI, Alberto: Voz “Violenza” (Diritto Civile) en Nuovo Digesto
Italiano. T. XII. p. 2a. Publicación de la Unione Tipografico-Editrice Torinese, bajo
la dirección de Mariano D’Amelio. Turín, 1940. p. 1061; GIORGI, Jorge: op. cit.
Vol. IV. p.p. 101-102.
16
Por todos, en la doctrina francesa, véase: TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y
LEQUETTE, Yves: Droit Civil. Les Obligations. Dalloz. París, 2005. p. 247. En
la doctrina italiana, véase: ALPA, Guido: Corso di Diritto Contrattuale. Cedam.
Padova, 2006. p.p. 137-138. En la doctrina nacional, véase: MÉLICH-ORSINI,
José: op. cit. p. 196. En el mismo sentido, la jurisprudencia de nuestros tribunales,
al referirse al carácter injusto que debe revestir la violencia, ha dejado estableci-
do que: “La violencia justa, o sea, la simple manifestación de que se va a ejercer
un derecho, no constituye violencia, ni es por lo tanto vicio capaz de invalidar el
consentimiento.” (Sentencia del 12-06-61 en Jurisprudencia de los Tribunales de
la República. Vol. IX. p. 609).
246
LA VIOLENCIA
a) Temor reverencial
17
Cfr. MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe: op.
cit. p. 255. En la doctrina clásica francesa, Pothier, por temor reverencial entiende
“el temor de disgustar a las personas a quienes se respeta por afecto y por deber.”
(POTHIER, R. J.: “Traité des Obligations”. Tome I en Oeuvres de Pothier publiée par
M. Siffrein. Paris, 1.821. p. 101). En la doctrina clásica italiana, Giorgi al referirse
al temor reverencial expresa: “La obediencia respetuosa con que el hijo doblega
temeroso su cabeza a los requerimientos del padre, el criado a los mandatos de su
patrono, todo inferior a la voz de su superior, no es coacción injusta… ya que de otro
modo se borrarían los fines de sujeción doméstica y social, que son los principales
sostenedores del orden doméstico y del orden público.”(GIORGI, Jorge: op. cit.
Vol. IV. p. 106).
18
La doctrina es conteste al respecto. Por todos, véase: TERRÉ, François, SIMLER,
Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 248; MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS,
François: op. cit. Tome II. Premier Volume. p. 191; ALPA, Guido: op. cit. p. 137.
247
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
19
GALGANO, Francesco: op. cit. p. 314.
20
Cfr. TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 248;
GHESTIN, Jacques: op. cit. Tome II. p. 500; BETTI, Emilio: op. cit. p.p. 344-345;
COVIELLO, Nicolás: op. cit. p. 440.
248
LA VIOLENCIA
21
Al respecto, véase: LAURENT, F.: Principios de Derecho Civil. Traducción caste-
llana. Tomo XV. Habana, 1.917. p. 642 y la jurisprudencia belga allí citada.
22
Con mayor razón, si esa persona es detenida injustamente y se le indica que per-
manecerá privada de su libertad a menos que convenga en la venta en cuestión
accediendo ella a hacerlo, podrá impugnar el contrato invocando la violencia de
que fue víctima en el momento de su celebración. Al respecto, véase: Sentencia del
13-08-64 en Ramírez & Garay. Tomo X. p.p. 56-61.
23
Cfr. DE PAGE, Henri: Traité Élémentaire de Droit Civil Belge. Tome I. (Introduc-
tion). Bruylant. Bruxelles, 1.948. p. 69.
24
Cfr. GAUDEMET, Eugene: op. cit. p. 82.
249
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
b) Ejercicio de un derecho
25
La doctrina es unánime sobre el particular. Al respecto, por todos, véase: MALAU-
RIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe: op. cit. p. 255; DI
BLASSI, Ferdinando: “Il libro delle obbligazioni”. (Parte Generale) en Commento
al Nuovo Codice Civile Italiano. Societá Editrice Libraria. Milano, 1950. p. 472;
TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p. 1062.
250
LA VIOLENCIA
26
Al respecto, en la doctrina italiana, Coviello expresa: “La amenaza también debe
ser injusta, es decir, el mal con que se amenaza no debe consistir en el ejercicio de
un derecho (como cuando el acreedor amenaza al deudor con la ejecución o la de-
claración de quiebra).” (COVIELLO, Nicolás: op. cit. p. 439). En el mismo sentido,
véase: DI BLASSI, Ferdinando: loc. cit. Por su parte, Galgano afirma: “Tampoco
es amenaza de un mal injusto la amenaza realizada por quien quiere adquirir de que
promoverá, en caso de que se niegue a vender, el procedimiento de expropiación
forzosa.” (GALGANO, Francesco: op. cit. p. 313, especialmente, la nota 107 y la
jurisprudencia italiana allí citada).
27
Los artículos 30 (numeral 2º) del Código Suizo de las Obligaciones y 1438 del
Código Civil italiano de 1942 prevén expresamente que la amenaza de hacer valer
un derecho puede producir la anulación de un contrato solamente si va dirigida a
obtener ventajas injustas o excesivas.
251
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
28
Al respecto, en la doctrina y en la jurisprudencia italianas, véase: ALPA, Guido: op.
cit. p. 138; MESSINEO, Francisco: op. cit. Tomo I. p.p. 143-144; BETTI, Emilio:
op. cit. p. 344, especialmente, la nota 12 y la jurisprudencia italiana citada por estos
autores. En la doctrina italiana, la llamada teoría de la relación directa o inherencia,
según la cual la ventaja obtenida es justa cuando es inherente al ejercicio del derecho
con el cual se amenaza al deudor o guarde relación directa con ese derecho, ha sido
sostenida, igualmente, por Santoro Passarelli. Al respecto véase: SANTORO PASSA-
RELLI, Francesco: Doctrinas Generales del Derecho Civil. Traducción al castellano
de Luna Serrano. Editorial Revista de Derecho Privado. Madrid, 1964. p. 196. Para
un análisis crítico de esta posición véase: D’AMICO, Giovanni: op. cit. § 8.
29
Cfr. GALGANO, Francesco: op. cit. p. 313.
30
Cfr. TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p.p. 185-186; GALGANO, Francesco: loc. cit. y
las recientes decisiones de los tribunales italianos citadas por estos autores.
252
LA VIOLENCIA
31
Cfr. TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 185, especialmente, la nota 4 y la jurisprudencia
italiana allí citada.
32
Al respecto, véase: MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS, François: op. cit. Tome
II. Premier Volume. p.p. 192-193, especialmente, las notas 14 y 15; FLOUR,
Jacques, AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op. cit. p. 174, especialmente, la
nota 6; MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe:
op. cit. p. 255, especialmente, la nota 79 y la jurisprudencia francesa citada por
estos autores.
253
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
33
GHESTIN, Jacques: op. cit. Tome II p. 501 y la jurisprudencia francesa allí citada
34
Cfr. TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 248;
COVIELLO, Nicolás: op. cit. p.p. 439-440.
35
La doctrina nacional es conteste sobre el particular. Al respecto, por todos, véase:
MADURO LUYANDO, Eloy y PITTIER SUCRE, Emilio: op. cit. Tomo II. p. 660;
BERNAD MAINAR, Rafael: op. cit. Tomo II. p. 185. En la jurisprudencia nacional,
véase: Sentencia del 12-06-61 en Jurisprudencia de los Tribunales de la República.
Vol. IX. p. 609.
254
LA VIOLENCIA
36
Cfr. MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina General… cit. p. 196; MÉLICH-ORSINI,
José: La Transacción. Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Centro de Inves-
tigaciones Jurídicas. Serie Estudios. Nº 65. Caracas, 2006. p.p. 113-114, especial-
mente, la nota 228.
37
Sentencia del 06-03-2001 en Ramírez & Garay. Tomo CLXXIV. p.p. 521-526.
Como todo contrato, la transacción puede ser anulada cuando el consentimiento
de alguno de los transigentes se hubiere prestado bajo el influjo de una violen-
cia ilegítima. La admisión de la anulabilidad de la transacción por un vicio del
consentimiento, incluyendo la violencia, ha sido admitida pacíficamente por la
jurisprudencia de nuestros tribunales. Al respecto, véase: Sentencia del 16-10-2002
en Ramírez & Garay. Tomo CXCII. p.p. 376-377; Sentencia del 18-02-1988 en
Ramírez & Garay. Tomo CIII. p.p. 417-418; Sentencia del 14-08-1962 en Ramírez
& Garay. Tomo V. p.p. 41-42. Pero, por razones obvias, la transacción no puede ser
impugnada por causa de lesión. Cfr. MÉLICH-ORSINI, José: La Transacción…cit.
p.p. 115-116.
38
Sentencia del 07-09-2004 en Ramírez & Garay.Tomo CCXV. p.p. 527-529 que de-
claró improcedente el recurso de casación interpuesto en contra de la sentencia del
Juzgado Superior Primero en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción
Judicial del Área Metropolitana de Caracas de fecha 08-11-2002.
39
Al respecto, véase: Sentencia del 19-06-53 en Gaceta Forense. Segunda Etapa. Nº
14. p. 78. En el mismo sentido se pronunció la Sala de Casación Civil del Tribunal
255
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
c) Cumplimiento de un deber
256
LA VIOLENCIA
257
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
41
Cfr. MÉLICH-ORSINI, José: “Obligaciones. Derecho Civil III” (citado en El Có-
digo Civil de Venezuela. (art. 1151). Publicación del Instituto de Derecho Privado.
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas. Universidad Central de Venezuela. Ca-
racas, 1978. p.p. 158-159); COTTON, Julio César: El dolo. Tipografía Americana.
Caracas, 1926. p.p. 10 y 11.
42
Cfr. PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: op. cit. Tomo VI. p. 261; TRABUCCHI,
Alberto: op. cit. p. 1061; GALGANO, Francesco: op. cit. p.p. 313-314.
258
LA VIOLENCIA
43
Cfr. AUBRY, C. y RAU, C.: op. cit. Tome IV. p. 438, especialmente, la nota 11;
BAUDRY-LACANTINERIE, G y BARDE, L.: op. cit. Vol. XI. p.p. 109-110;
PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: loc. cit. Tomo VI. p. 261; LAURENT, F.: op.
cit. Tomo XV. p. 638; DE PAGE, Henri: op. cit. Tome I. p. 67; FLOUR, Jacques,
AUBERT, Jean-Luc y SAVAUX, Éric: op. cit. p. 172; GIORGI, Jorge: op. cit. Vol.
IV. p. 113; DE RUGGIERO, Roberto: op. cit. Tomo I. p. 265.
44
En el mismo sentido, en la doctrina clásica nacional, Aníbal Dominici expresa: “No
es suficiente, pues,…. la amenaza o fuerza, que no está significada por hechos próxi-
mamente realizables, de manera que sea difícil precaverse de ellos.” (DOMINICI,
Aníbal: Comentarios al Código Civil Venezolano Tomo II. Editorial Rea. Caracas,
1962. p. 550).
45
Cfr. DE RUGGIERO, Roberto: loc. cit.
259
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
46
Cfr. BERNAD MAINAR, Rafael: op. cit. Tomo II. p. 86.
47
En la doctrina italiana, al referirse a la gravedad de la violencia, Trabucchi expre-
sa: “La amenaza debe ser cierta y revestir, al menos, apariencia de seriedad. Por
consiguiente, no hay vicio de la voluntad si la amenaza solamente existe en la ima-
ginación de la víctima, o cuando la misma no sea hecha con una intención que sea
seria, por lo menos, en apariencia. A la inversa, la amenaza con una pistola que no
esté cargada produce todos sus efectos cuando la víctima ignore esta circunstancia.”
(TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p. 1059).
48
Cabe anotar, sin embargo, que en nuestro ordenamiento la obligación de no concu-
rrencia no puede ser absoluta ni ilimitada, puesto que ello implicaría una lesión a
la libertad de trabajo y a la libertad de comercio consagradas en el artículo 112 de
la Constitución. Pero, ése es otro problema.
49
Cfr. TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p.p. 252-253,
especialmente, la nota 1 y la jurisprudencia francesa allí citada. No obstante, algunas
decisiones más recientes de los tribunales franceses admiten que la dependencia eco-
nómica en que se encuentre alguno de los contratantes respecto del otro en el momento
de la celebración del contrato puede configurar un supuesto de violencia susceptible de
invalidar el consentimiento, siempre y cuando concurran los siguientes requisitos: 1º)
que exista una explotación abusiva de dicha situación de dependencia; 2º) con el objeto
de extraer del contratante que se encuentre en esta situación una ventaja indebida.
Al respecto, véase: MALAURIE, Philippe, AYNÈS, Laurent y STOFFEL-MUNCK,
Philippe: op. cit. p. 235, especialmente, la nota 80 y la jurisprudencia francesa allí
citada. En la doctrina italiana, véase: VILLELLA, A.: Abuzo di dependenza economica
e obbligo a contrarre. Edizioni Scientifiche Italiana, 2008.
260
LA VIOLENCIA
50
La Ley para Promover y Proteger el Ejercicio de la Libre Competencia prohíbe las
prácticas restrictivas de la libre competencia y, entre ellas, el abuso de la posición
de dominio en todo o parte del mercado nacional (artículo 13). Cabe anotar, sin
embargo, que esta ley no prohíbe la posición de dominio en sí misma, sino el abuso
de la posición de dominio y no tanto porque esta conducta altere el equilibrio del
contrato sino más bien porque afecta la libre competencia que es el bien jurídico
tutelado por dicha ley, lo que limita su impacto sobre el Derecho de los contratos.
El Derecho de la competencia está –o, al menos, debe estar– al servicio del normal
funcionamiento de una economía de mercado; por lo cual, no protege al débil jurí-
dico frente a la parte más fuerte de la relación contractual sino en tanto y en cuanto
la posición de dominio de esta última pueda incidir negativamente en el mercado.
51
Es un hecho fácilmente constatable que los sujetos de derecho siempre actúan
influenciados por las circunstancias. En el Derecho de los negocios, en la gran
mayoría de los casos, una de las partes impone su voluntad a la otra que se limita
a aceptar. Cfr. DE PAGE, Henri: op. cit. Tome I. p. 67. Como expresa Trabucchi,
“en el eterno conflicto de intereses presente en el tráfico de bienes y servicios nunca
puede garantizarse la existencia de una voluntad formada de manera absolutamente
libre, al margen de toda influencia que derive de las fuerzas económicas hábilmente
puestas en funcionamiento o explotadas a su conveniencia por algún interesado.”
(TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p. 1062).
261
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
52
Las disposiciones del Decreto Nº 6.092 con Rango, Valor y Fuerza de Ley para la
Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios publicado en la Gaceta
Oficial Nº 5.889 Extraordinario del 31 de julio de 2008 que consagran la prohibición
de métodos comerciales coercitivos o desleales que distorsionen la libertad de elegir
por parte del consumidor (artículo 7º, ordinal 8º); la prohibición de actos o conductas
que tengan por objeto o como efecto la imposición de condiciones abusivas en rela-
ción con los consumidores (artículo 15); la regulación de los contratos de adhesión
(artículos 69 y ss.); los deberes de información (artículos 7º,<ordinal 3º>, 9º, 40 y
ss.); la regulación de la publicidad (artículos 58 y ss.); y el derecho de retractación
que asiste al consumidor (artículo 72) son mecanismos que procuran, entre otras
cosas, asegurar el consentimiento libre e informado por parte de los consumidores
(ahora denominados personas) en sus relaciones con los proveedores.
262
LA VIOLENCIA
53
Según algunos autores, esta aparente contradicción de la ley puede conciliarse de
la siguiente manera: la primera frase del artículo 1151 indica el grado de gravedad
suficiente que se requiere para que la violencia haga anulable el contrato. Basta
que la amenaza pueda impresionar a una persona sensata, aun en el caso de que la
víctima sea una persona más fuerte y menos impresionable que el hombre medio.
Pero, este nivel de intensidad de la violencia no es siempre necesario. En efecto,
si la víctima es una persona más fácilmente influenciable que el hombre medio,
no se requiere que la violencia alcance el nivel de intensidad mínimo fijado por
la primera frase del artículo 1151, puesto que en tal caso habrá que analizar las
características personales de la víctima para determinar si, habida cuenta de estas
condiciones particulares, la violencia ejercitada pudo razonablemente impresionarla
y determinar su consentimiento aunque no impresione a un hombre medio, esto es, a
una persona sensata. Al respecto, véase: GAUDEMET, Eugene: op. cit. p.p. 83-84.
En contra, Baudry-Lacantinerie y Barde expresan que esta ingeniosa construcción
nunca pasó por la mente de los redactores del Code (BAUDRY-LACANTINERIE,
G y BARDE, L.: op. cit. Vol. XI. p.p. 107-109).
263
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
54
Digesto, IV, II, 6.
55
Como expresa Di Blassi: “Tratándose de un vicio de la voluntad no se puede aquí
hacer abstracción de las condiciones especiales en que se encuentre aquel que
concluye un contrato impulsado por el temor” (DI BLASSI, Ferdinando: op. cit.
<Parte Generale>. p. 469, especialmente, la nota 4). En el mismo sentido, véase:
ALPA, Guido: op. cit. p. 137.
56
En la doctrina francesa la mayoría de los autores se inclinan por el criterio de la
apreciación in concreto de la violencia. Al respecto, véase: AUBRY, C. y RAU, C.:
op. cit. Tome IV. p. 440, especialmente, la nota 16; BAUDRY-LACANTINERIE, G
y BARDE, L.: loc. cit.; PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: op. cit. Tomo VI. p.p.
262-263; JOSSERAND, Louis: Derecho Civil. Tomo II. Vol. I. Traducción castellana
de Santiago Cunchillos y Manterola. Bosch y Cia Editores. Buenos Aires, 1.950. p.p.
65-66; GHESTIN, Jacques: op. cit. Tome II p. 497; MALAURIE, Philippe, AYNÈS,
Laurent y STOFFEL-MUNCK, Philippe: op. cit. p. 256. Es igualmente la orientación
que siguen los tribunales franceses. Al respecto, véase: TERRÉ, François, SIMLER,
Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit. p. 254; GHESTIN, Jacques: loc. cit. y la
264
LA VIOLENCIA
265
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
60
Al respecto, véase: Sentencia del 19-01-65 en Gaceta Forense. Segunda Etapa. Nº
47. p. 219.
266
LA VIOLENCIA
61
Cfr. TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p. 1059.
62
Cfr. GHESTIN, Jacques: op. cit. Tome II p. 493; MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS,
François: op. cit. Tome II. Premier Volume. p. 195. En la doctrina nacional, véase:
MÉLICH-ORSINI, José: Doctrina General… cit. p. 191.
267
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
63
Cfr. COVIELLO, Nicolás: op. cit. p. 439; GALGANO, Francesco: op. cit. p. 312;
TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 185.
64
Cfr. BAUDRY-LACANTINERIE, G y BARDE, L.: op. cit. Vol. XI. p. 124; PLA-
NIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: op. cit. Tomo VI. p. 264; TRABUCCHI, Alberto:
op. cit. p. 1062.
268
LA VIOLENCIA
4. El agente de la violencia
4.1. Introducción
269
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
65
Cfr. GAUDEMET, Eugene: op. cit. p. 83; GHESTIN, Jacques: op. cit. Tome II.
p. 494.
66
Algunos autores han pretendido justificar esta distinción entre el dolo y la violen-
cia por razones de defensa social y por la circunstancia de que la violencia es más
grave y más difícil de probar que el dolo. Al respecto, véase: PLANIOL, Marcelo
y RIPERT, Jorge: op. cit. Tomo VI. p. 264; MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS,
François: op. cit. Tome II. Premier Volume. p. 193; DI BLASSI, Ferdinando: op.
cit. (Parte Generale). p. 468. A nuestro modo de ver, tal y como se indica en el
texto, estas consideraciones carecen de fundamento y no se adecuan a la realidad
de nuestros tiempos.
270
LA VIOLENCIA
a) Introducción
67
Cfr. TRIMARCHI, Pietro: op. cit. p. 185.
271
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
68
En el mismo sentido, en la doctrina clásica francesa y belga, véase: AUBRY, C. y
RAU, C.: op. cit. Tome IV. p. 438, especialmente, la nota 10; BAUDRY-LACAN-
TINERIE, G.: Précis de Droit Civil. Tome II. Recueil Sirey. París, 1921. p.p. 22-23;
GAUDEMET, Eugene: op. cit. p. 84; LAURENT, F.: op. cit. Tomo XV. p. 648. En
la doctrina francesa moderna, véase: CARBONIER, Jean: Derecho Civil. Tomo II.
Vol. II. Traducción española de Manuel Ma Zorrilla Ruiz. Editorial Bosch. Barcelona,
272
LA VIOLENCIA
273
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
Vol. I. p. 63; DE PAGE, Henri: op. cit. Tome I. p. 69 Algunos autores como Josserand
y Planiol y Ripert consideran que declarada la nulidad, la parte que se ve perjudicada
por la anulación puede intentar contra su contraparte contractual una acción fundada
en el enriquecimiento sin causa para obtener una remuneración por los servicios
prestados a quien contrató en estado de necesidad (JOSSERAND, Louis: ibidem;
PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: ibidem). En cambio, otros tratadistas como
Marcadé fundamentan dicha acción en la gestión de negocios (MARCADÉ, V.:
Explication Théorique et Pratique du Code Civil. Tome IV. Comentario al artículo
1114. París, 1873 p. 356).
73
PLANIOL, Marcelo y RIPERT, Jorge: op. cit. Tomo VI. p.p. 233-234; GAUDEMET,
Eugene: op. cit. p. 185.
74
Los artículos 1447 y 1450 del Código Civil italiano de 1942, dicen textualmente:
“Contrato concluido en estado de peligro. El contrato mediante el que una de las
partes hubiese asumido obligaciones en condiciones inicuas, por la necesidad co-
nocida por la otra parte de salvarse a sí misma o salvar a otros del peligro actual
de un daño grave a la persona, podrá rescindirse a instancia de la parte que se haya
obligado. El juez, al pronunciar la rescisión, podrá, según las circunstancias, asig-
nar a la otra parte una retribución equitativa por la obra prestada.” (Artículo 1447).
“Oferta de modificación del contrato. El contratante contra quien se demandare la
274
LA VIOLENCIA
rescisión podrá evitarla ofreciendo una modificación del contrato suficiente para
reducirlo a la equidad.” (Artículo 1450).
75
El párrafo 138 (numeral 2º) del Código Civil alemán dice así: “Un negocio jurídico
mediante el cual una persona, explotando la necesidad, falta de sentido común o
inexperiencia de otra, haga que se le prometan o garanticen a sí misma o a un tercero,
a cambio de una acción, ventajas patrimoniales que estén en obvia desproporción
con la prestación también es nulo.”
275
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
76
Cfr. RODNER, James Otis: El Dinero. Obligaciones de dinero y de valor. La infla-
ción y la deuda en moneda extranjera. Academia de Ciencias Políticas y Sociales.
Centro de Investigaciones Jurídicas. Caracas, 2005. p. 654; MADURO LUYANDO,
Eloy y PITTIER SUCRE, Emilio: op. cit. Tomo II. p. 702.
77
Se ha sostenido que en algunos de los supuestos examinados, como en el caso del
náufrago que cede a la presión del propietario del barco conviniendo en pagarle
sumas exorbitantes por su salvamento, hay una amenaza del agente consistente en
amenazar con no actuar (abstención antijurídica) susceptible de invalidar el con-
sentimiento de la víctima que accede a contratar encontrándose en esta situación.
En tal sentido, en la doctrina nacional, véase: MÉLICH-ORSINI, José: op. cit. p.p.
194-195; BERNAD MAINAR, Rafael: op. cit. Tomo II. p.p. 87-88. Cabe hacer
notar, sin embargo, que esta opinión no es unánime. En la doctrina italiana Barassi,
criticando a los autores italianos que sostuvieron este criterio bajo la vigencia del
Código Civil italiano de 1865, afirma que no existe una obligación legal de actuar
en este caso. Por lo cual, la amenaza de no actuar puede ser censurable moralmente,
pero no es antijurídica ni constitutiva de un supuesto de violencia que sólo puede
provenir de una actuación humana y no de sucesos externos. (BARASSI, Ludovico:
op. cit. Vol. III. p.p. 446-447, especialmente, la nota 3).
276
LA VIOLENCIA
277
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
78
En el mismos sentido, en la doctrina nacional, véase: ACEDO SUCRE, Carlos:
“Cláusulas abusivas” en El Código Civil Venezolano en los Inicios del siglo XXI.
Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Caracas, 2005. p.p. 276-277; MADURO
LUYANDO, Eloy y PITTIER SUCRE, Emilio: op. cit. Tomo II. p.p. 700-701.
79
La Ley de Comercio Marítimo fue publicada en la Gaceta Oficial Nº 38.351 del 5
de enero de 2006.
80
Cfr. CERVANTES AHUMADA, Raúl: Derecho Marítimo. Editorial Herrero S.A.
México, 1977. p. 919.
278
LA VIOLENCIA
81
Al respecto, véase: NORRIS, Martín J.: The Law of Salvage. New York, 1958.
p. 221 y la jurisprudencia de los tribunales ingleses allí citada.
82
De acuerdo con la Ley de Comercio Marítimo, esta remuneración se fijará tomando
en cuenta los siguientes criterios: 1) el valor del buque y otros bienes salvados. 2)
La pericia y los esfuerzos desplegados por el salvador o los salvadores para evitar
o reducir al mínimo los daños al medio ambiente. 3) La medida del éxito logrado
por el salvador o los salvadores. 4) La naturaleza y el grado del peligro. 5) La pe-
ricia y los esfuerzos desplegados por el salvador o los salvadores para salvar vidas
humanas, el buque, y otros bienes. 6) El tiempo empleado, los gastos efectuados
279
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
5. Prueba de la violencia
280
LA VIOLENCIA
6. Efectos de la violencia
281
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
85
Cfr. URDANETA FONTIVEROS, Enrique: Vicios Redhibitorios y Saneamiento.
Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Serie Estudios. Nº 73. Caracas, 2008.
p. 42.
86
Cfr. DE PAGE, Henri: op. cit. Tome I. p. 71; DI BLASSI, Ferdinando: op. cit. (Parte
Generale). p. 456.
87
Sentencia del 06-03-2001 en Ramírez & Garay. Tomo CLXXIV. p. 528.
88
No hay discusión doctrinaria sobre el particular. Al respecto, véase: PLANIOL, Mar-
celo y RIPERT, Jorge: op. cit. Tomo VI. p. 270; MAZEAUD, H.L. y J. y CHABAS,
François: op. cit. Tome II. Premier Volume. p. 196; GHESTIN, Jacques: op. cit.
Tome II p. 492; TERRÉ, François, SIMLER, Philippe y LEQUETTE, Yves: op. cit.
p. 255; TRABUCCHI, Alberto: op. cit. p. 1068; MADURO LUYANDO, Eloy y
PITTIER SUCRE, Emilio: op. cit. Tomo II. p.p. 660-661; BERNAD MAINAR,
Rafael: op. cit. Tomo II. p. 88.
282
LA VIOLENCIA
1. Introducción
2. Condiciones de la violencia
89
Cfr. DE PAGE, Henri: loc. cit.; LÓPEZ HERRERA, Francisco: op. cit. p. 212.
283
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
90
En criterio del profesor Stephen Smith la violencia invalida el consentimiento cuan-
do: 1) haya dejado a la víctima sin otra alternativa; y 2) haya sido eficaz para deter-
minar la celebración del contrato (SMITH, Stephen: “Contracting under Pressure:
A Theory of Duress” en Cambridge Law Journal, 56(2) July, 1997 p. 361). En todo
caso, tal y como se indica en el texto, la disponibilidad de las opciones alternativas,
de existir, así como su razonabilidad, son cuestiones de hecho reservadas al poder
de apreciación del juzgador quien deberá tomar en cuenta las circunstancias del
caso sometido a su consideración y decisión.
91
Cfr. DÍEZ-PICAZO, Luis y GULLÓN, Antonio: Sistema de Derecho Civil. Vol. II.
Editorial Tecnos. Madrid, 1998. p. 57.
92
Al respecto, véase: CONAGLEN, Matthew: “Duress, Undue Influence and Un-
conscionable Bargains – The Theoretical Mesh” en New Zealand University Law
Review. Vol. 18, Nº 4. December, 1999. p. 510.
284
LA VIOLENCIA
93
Al respecto, véase: Laudo del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias
Relativas a Inversiones (CIADI) dictado el 6 de febrero de 2008. Caso Desert
Line Projects, LLC contra la República de Yemen (Caso CIADI Nº ARB/05/17)
(¶165 y 166, p. 42 y ¶185, p. 46). (Consultado en la página Web http://ita.law.uvic.
ca/alphabetical_list.htm). Cabe hacer notar que en el laudo dictado por el tribunal
arbitral se afirma claramente que: 1) no toda presión financiera equivale a violen-
cia, puesto que para ello se requiere que exista una verdadera coacción moral que
vicie el consentimiento (¶155, p. 40); y 2) tampoco el mero hecho de que una de
las partes le pague a la otra una cantidad inferior a las sumas adeudadas o a la que
esta última considere que se le deben, configura un cuadro de violencia (¶152, p.
40). Fueron, en definitiva, las circunstancias particulares del caso, incluyendo las
actuaciones abusivas de una de las partes que determinaron que la otra consintiera
en la transacción propuesta, las que llevaron al tribunal arbitral a concluir que, en
el caso concreto, el consentimiento de la empresa contratista había sido arrancado
por violencia (¶151, p. 39).
285
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3. El agente de la violencia
94
Principios de Unidroit. Comentario oficial Nº 3 al artículo 3.9 en Principes d’Unidroit
Relatifs aux Contrats du Commerce International. Insititut International pour
l’Unification du Droit Privé. Roma, 2004. p.p. 109-110.
95
Laudo del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones
(CIADI) citado en la nota 93 ut supra. (¶153, p. 40).
286
LA VIOLENCIA
96
Al respecto, véase: Principios de Unidroit. Comentario oficial Nº 1 al artículo 3.11
en Principes d’Unidroit Relatifs aux Contrats du Commerce International. Insititut
International pour l’Unification du Droit Privé. Roma, 2004. p. 113.
287
EL ERROR, EL DOLO Y LA VIOLENCIA EN LA FORMACIÓN DE LOS CONTRATOS
97
Ibidem. Comentario oficial Nº 2. p.p. 113-114.
288
LA VIOLENCIA
98
Según el artículo 3.10 de los Principios de Unidroit, para determinar si el contrato
concede a una de las partes una ventaja excesiva e injustificada, hay que tomar en con-
sideración, además, la naturaleza y finalidad del contrato. Pero, ésta es una condición
objetiva y no subjetiva que no tiene nada que ver con la situación particular en que
se encuentre alguna de las partes en el momento de la celebración del contrato.
289
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4. Efectos de la violencia
290
LA VIOLENCIA
99
Al respecto, véase: Laudo del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Re-
lativas a Inversiones (CIADI) citado en la nota 93 ut supra. (¶194, p. 48).
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BIBlIOgrAFÍA
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BIBLIOGRAFíA
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BIBLIOGRAFíA
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BIBLIOGRAFíA
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JURISPRUDENCIA
− Gaceta Forense.
− Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de Oscar Pierre
Tapia.
− Jurisprudencia de los Tribunales de la República de Ramírez &
Garay.
− Jurisprudencia de los Tribunales de la República publicada por el Ins-
tituto de Codificación y Jurisprudencia del Ministerio de Justicia.
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Este libro se terminó de imprimir en el mes de noviembre de 2019, en
los talleres gráficos de Editorial Torino. RIF.: J-30143170-7, Teléfonos:
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familia Times New Roman. Para la tripa se usó papel Jamsemate 60 grs.
Alkalino. De esta edición se imprimieron quinientos ejemplares.