Caso Paula
Caso Paula
Caso Paula
-Admisión
Se trata de una adolescente de 16 años, quien solicita turno en el Ameghino
para el dispositivo infanto-juvenil turno vespertino. La primera entrevista es llevada
a cabo de manera telefónica por encontrarse en el marco de la pandemia a raíz del
SARS-COV2. En la mencionada consulta, el padre plantea preocupación ya que su
hija presentaba “ataques de ira”, se peleaba mucho en la casa y se ausentaba
recurrentemente del colegio. Al poco tiempo, al no recibir respuesta, se acerca
también la madre insistente para que le otorgaran un turno a su hija porque la
situación en la casa era “insostenible”.
Finalmente, se mantiene entrevista conjunta entre Paula y la madre, allí
refieren como problemática que la adolescente gritaba y se enojaba mucho, al punto
de que, en dos oportunidades, se acercó la policía al domicilio tras que vecinos
llamaron preocupados por la situación. Por otro lado, manifiesta que vivía con
dolores en el cuerpo (de panza, de cabeza), no dormía, y aunque se hacía chequeos
clínicos, salían todos bien. Si bien la joven contaba con obra social, se decide que
sea admitida para comenzar un tratamiento.
Sobre el haber realizado tratamientos previos, comenta que hizo cuando era
chiquita y fue “como una mamá”, que le enseñaba a “no ser maleducada”, según
sus decires. Recientemente, asistía a una psicóloga de manera particular quien la
atendía de manera virtual. Sin embargo, allí sentía que se la juzgaba y no se sentía
comprendida.
-Y todos me miran.
Un día Paula llega a la consulta sin cejas. Ni bien entra en el consultorio se
estalla de risa. No da lugar ni a la pregunta. Relata que tuvo un campamento con el
colegio y, al regresar del mismo, vio que “no aparecía en ninguna foto, nadie se iba
a acordar que yo estuve ahí”. Acto siguiente, se afeita ambas cejas. Se presenta
como relevante la importancia del reconocimiento de los otros como sostén de su
propia imagen y su propia valía personal. Por lo tanto, otro elemento que se trabajó
en los encuentros fue el rol que la pulsión escópica ocupaba en la vida de la
paciente. Otro dato que se deja entrever nuevamente, es en torno a la figura de su
madre, quien se encuentra en tratamiento con quimioterapia, motivo por el cual, no
tiene cejas. La madre al ver a su hija no oculta el horror que ello le representa y se
lo hace saber. Paula le contesta desafiante “pero si nos queda re cool, todos me
preguntan por mis cejas cuando me ven”. Es en este punto que se piensa como
hipótesis, que hay algo de lo traumático, de enfrentarse a la incierta enfermedad de
su madre, de una posible muerte y emociones ambivalentes que la desbordan,
donde Paula desplaza lo que no puede poner en palabras y lo actúa sobre su propio
cuerpo.