Agentes Del Bullying
Agentes Del Bullying
Agentes Del Bullying
Con el fin de estar más atentos a la detección precoz del acoso, han sido
diversos los intentos de caracterizar con la mayor precisión posible, los rasgos
que podrían considerarse peculiares, tanto en los agresores, como en las
propias víctimas. En este sentido, pudiera parecer oportuno no obviar tal
consideración, en la medida en que pueda aportar claves que permitan
colaborar, tanto en la identificación precoz de disfunciones relacionales, como
en la prevención de la manifestación de las mismas.
El agresor o acosador
Rodríguez (2005), señala que los agresores suelen presentar cuatro
necesidades básicas; necesidad de protagonismo, necesidad de sentir superioridad y
poder, necesidad de ser diferentes y necesidad de llenar un vacío emocional.
Con respecto a los rasgos generales comunes asociados a la figura del agresor
y, Avilés (2006) destaca:
Sánchez (2009) incide en que la personalidad de los acosadores tiene unos rasgos
comunes que son:
La víctima
En el ámbito escolar, aquellos alumnos/as que sufren el rol de víctimas, son
los/as destinatarios/as de las agresiones. Con reiteración son expresión del dominio
por parte del agresor y, en general, reciben las agresiones de las que son objeto con
sumisión: ridiculizaciones, humillaciones, aislamiento, exclusiones, empujones,
insultos, rumores falsos sobre su persona, amenazas, patadas, rechazos,
intimidaciones por parte de quienes tienen más poder que ellas, dentro de grupo de
iguales en el que conviven.
Las víctimas pasivas, se caracterizan por ser agredidas pero no agreden a otros
y las víctimas proactivas suelen ser miembros de un grupo de menor tamaño que es
extremadamente agresivo y tiende a provocar los ataques de otros alumnos/as.
Respecto a los rasgos comunes asociados a las víctimas, Avilés (2006) señala:
Por su parte Sánchez (2009) afirma que no sólo las características personales son
responsables de las agresiones que los matones ejecutan sobre sus víctimas,
también se ve influida por ciertas condiciones situacionales, puesto que tiene que
compartir el medio con los matones. En cuanto a sus rasgos de personalidad son
inseguros con una baja autoestima, con un alto nivel de ansiedad, con un carácter
débil y sumiso, introvertido y tímido, inmaduro para su edad, con frecuencia está
sobreprotegido en la familia, por lo que está acostumbrado a que otros adultos le
resuelvan los problemas y tiene pocas estrategias de afrontamiento inadecuadas
tendentes al aislamiento y resignación. En cuanto a los aspectos sociales tienen
mayor dificultad para hacer amigos y son poco populares en la clase.
Los observadores
Trianes (2000) define al espectador como aquel sujeto que, si bien no hace nada,
observa la situación adoptando una actitud pasiva y complaciente, que, como
resaltan investigadores como Cerezo (2007), pone de manifiesto el apoyo al agresor y
el rechazo, o al menos la falta de solidaridad, con la víctima.
Contemplar el maltrato y no hacer nada, aprender a mirar hacia otro lado cuando el
agresor perpetra sus acciones y restar importancia al ejercicio de la imposición que
el grupo contempla sobre la víctima, genera en el grupo una opinión contagiada de
que se trata de algo normal e inevitable.
Por su parte, Castro (2007) quien considera que la dinámica de los implicados en la
conducta de acoso escolar, se sustenta al amparo de una ley implícita de silencio,
respecto a la expresión de la violencia que acaece en el interior de los distintos
centros educativos, señala que: Los espectadores juzgan el fenómeno de la violencia
escolar como algo grave y frecuente, lo que lleva a considerar que esta dañina
relación provoca escándalo y miedo en los chicos, aunque no se vean involucrados
directamente en ella.
Aquí se exponen una clasificación, referida a los diferentes tipos de espectadores que
podemos encontrar en el ámbito del acoso escolar, entre los que exponen:
Reyzábal y Sanz (2014) inciden en que las conductas de agresión reiteradas de ciertos
estudiantes hacia sus víctimas suelen mantenerse bastante ocultas a los ojos de los
adultos, pero en absoluto suceden en la intimidad del tú a tú, sino que suelen ser
contempladas e implícitamente apoyadas por otros estudiantes que, sin intervenir
directamente en el acto de acoso, participan del mismo y también se ven afectados
por las profundas consecuencias de esta violencia soterrada y mantenida.
CRITERIOS / C B A
CAPACIDADES
Bibliografía
● https://peru.unfpa.org/sites/default/files/pub-pdf/MINEDU%20guia_prev
enci%C3%B3n%20atenci%C3%B3n%20acoso%20estudiantes.pdf
● https://core.ac.uk/download/pdf/61917775.pdf
● https://www.redalyc.org/pdf/802/80247939002.pdf