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Vertigo (1958)

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La película secreta

Esta sección está dedicada a una película que sea para unos maldita, para
otros maravillosa, para estos un sueño, para algunos desconocida, para esos
pequeña joya sin pulir y para otros detestable. Pero nunca indiferente.

El cine de Hitchcock es muy personal, no sólo por la singularidad de este


director sino porque, además, sus temas preferidos son las pulsiones,
mecanismos, obsesiones y oscuridades varias del ser humano. Esta película
en concreto es especialmente íntima y junto a “Encadenados” (“Notorius”)
una de las más peculiares historias de amor. Aunque no sólo eso, es también
un viaje interior del protagonista (James Steward) y, como en todos ellos, ya
no será el mismo después de esa trayectoria vital, que discurre por la salud y
la enfermedad psíquicas teniendo por motor y desencadenante al amor. Y no
un amor cualquiera, sino una obsesión que abarca el tema de la identidad, el
suicidio, las apariencias devoradoras, la culpa y hasta la necrofilia.

En su primera capa se trata de un trabajo de detective siguiendo a la


misteriosa mujer de un amigo por petición de éste. Una mujer que parece
obsesionada por el tema de las vidas pasadas y una fascinación
desconcertante por el suicidio. Como es imperdonable contar el argumento
de una película, cosa que parece importarles un pimiento a mucha gente que
habla de cine, me limitaré a esos pequeños datos.
Y comienza una persecución totalmente atípica. Nada de velocidad ni prisas
varias propias del cine de acción más pedestre. Por el contrario las escenas
en que el detective sigue a esa mujer (Kim Novack) por las calles de San
Francisco son casi hipnóticas, cuentan en silencio toda la trayectoria interior
que va discurriendo lenta e imparablemente. Le vemos en un plano cercano,
de frente, con las manos en el volante girando en cada curva como si
estuviera a punto de revelársele algo. Como si su coche anduviera de
puntillas en un silencio repleto de emociones sin palabras. Y, en efecto, se le
revelan muchas cosas, algunas contradictorias y otras en apariencia
definitivas, tan definitivas como la muerte.

Nunca estuvo Kim Novack tan misteriosa como en esta película y eso la hace
perfecta para el personaje. Las escenas de amor, ensombrecidas y
hechizantes bajo la sombra de la muerte, tienen una contención densa y
sugerente, cuya culminación es la escena de un beso junto al borde de un
acantilado. Y la atmósfera entre los dos, mientras toman un café en la casa
de él cuando hablan por vez primera, que les envuelve con todo el peso de lo
que no se dicen, quedándose en el aire como tela de araña invisible.

Una mujer igual pero distinta. Un detective cuerdo aunque enloquecido. Un


antiguo convento español a las afueras de San Francisco. El aire de un
sueño, de esos intensos que rezuman mensajes misteriosos aunque en su
forma siguen la trivialidad de la vida cotidiana. Una historia fronteriza. Un
desafío al inconsciente. Un amor fantasmal y sinuoso, evasivo, sutilmente
penetrante como la estela de un perfume. Casi igual que la muerte. El
Vértigo del título no se refiere sólo al Vértigo físico del protagonista, sino a
los acontecimientos en espiral, repitiéndose siempre en un nivel distinto.
Historia que habla del poder subyugante de una imagen cuando uno se
enamora de ella. De esa imagen y de ninguna otra. Porque aunque ella
desaparezca, de manera inesperada y radical, él sigue con la cabeza dando
vueltas persiguiéndola (como diría una canción de Nacha Pop). Hasta que en
una segunda parte de la película ella reaparece, o al menos lo parece,
cuando resultaba imposible, dando así un giro onírico en unas escenas de
aparente vida cotidiana que discurren a contrapelo. Y el efecto es
sorprendente e inquieta...

Con qué decisión compulsiva va cambiando él pelo de ella, su maquillaje, la


forma de vestir... Hasta recuperar por completo a la imagen perdida. Pero
¿de qué se enamora el detective?. Del misterio, de la muerte, de lo
destructivo, de lo desconocido y de lo imposible. Y, claro, ante una mujer
que encarna todo eso, nada puede hacer su contrapunto: la buena chica
sensata, práctica y protectora. En realidad son dos mujeres opuestas. Y,
precisamente porque es la buena chica la que le haría feliz, él elige lo
imposible.
Y la presencia de ella es constante, escurridiza y difusa aunque esté ausente,
aunque esté muerta, aunque no sea ella... Ahí está esa mirada perdida de
Kim Novack junto al tronco del árbol cortado, siguiendo lentamente con el
dedo los anillos concéntricos que marcan el tiempo: “Aquí nací yo... Y aquí
morí...”. En medio de un bosque de enormes árboles centenarios. Pero
¿quién es ella en realidad?. Sus motivaciones siguen siendo más o menos
oscuras en la segunda parte, que trae la aclaración a muchas preguntas.
Aunque son preguntas superficiales del tipo ¿qué pasó?, cuando lo
verdaderamente oscuro siguen siendo los motivos.

Cada detalle es importante (joya, tipo de onda del pelo, los anillos en la
sección del árbol cortado...), adquieren un significado decisivo, que no es
tanto la aclaración de la historia (que lo es) sino un relieve simbólico con su
sola presencia. La enigmática presencia quieta de las cosas, que desafían de
alguna manera.
Película de dos finales. En eso se parece a una canción de Lou Reed (street
hassle, que en realidad tiene tres), aunque también en su ritmo lento pero
con una cualidad reiterativa que es la que acaba hipnotizando. Y ese plano
final vertiginoso, por dentro y por fuera, sin saber cuál es el efecto, catártico
en todo caso, de la última escena donde sucede algo horrible y definitivo,
sellando para siempre el acceso a la imagen perseguida. El efecto en el
detective ¿culpabilizado?, ¿liberado de su obsesión y su Vértigo?, ¿fascinado
para siempre por la repetición cíclica del anterior final?.

“Vértigo” es la potente realidad de un sueño, o/y lo perturbador de una


realidad onírica.

[Tesa Vigal]

Sinopsis

La genialidad de Hitchcock queda comprobada al transformar los elementos del género en vehículos para hablar de
sus más obscuras obsesiones.
Una visión crítica

Por Pablo Vergara y María Fernanda Forsbach

Vértigo trastorno del sentido del equilibrio caracterizado por una sensación de movimiento rotatorio del cuerpo o de
los objetos que lo rodean o turbación del juicio, repentina y pasajera.

Considerada una de las mejores películas en la historia por la revista especializada Sight and Sound, Vértigo/ De
entre los muertos, es un material de gran calidad, por el buen uso de la narrativa audiovisual lograda por el director,
las buenas actuaciones de James Stewart, las locaciones sacadas de la misma mente de Hitchcock (gracias a sus
bocetos-storyboard) y la minuciosidad con la que están cuidados todos los detalles de esta compleja historia, de
manera que nada está ahí por casualidad y todo va relacionado a la perfección con el título que siendo corto tiene
gran empuje al lograr una fusión perfecta con el tema.

El guión terminado y la película llevan por todas partes la huella de los más profundos sentimientos personales de
Hitchcock... sobre sí mismo, sobre su imagen idealizada de la mujer, sobre las peligrosas fronteras de la fijación
emocional, y sobre la muerte, que es la obsesión romántica definitiva (390)

Una de las características que distinguía a este director, era el hecho de que era muy exigente con las ideas que
tenía. Así construía la mayor parte de sus películas visualmente para darle órdenes específicas al escritor de cómo
debía hacer cada una de las escenas (pues la mayoría de sus personajes y situaciones los tenía muy bien definidos),
cuidando todos los detalles, como el color de los vestuarios, siempre poniendo detalles no gratuitos y encargándose
personalmente del storyboard.

Sus películas están cargadas de pistas, situaciones psicológicas complejas y una narrativa enganchadora.

Vértigo / de entre los muertos ha trascendido a lo largo de los años como una pieza invaluable de arte
cinematográfico. Recientemente se hizo una restauración que tardo 2 años de trabajo por parte del técnico Robert A.
Harris y James C. Katz, dejando la película a la perfección después de su demacración con los años.

Este excelente thriller que habla de Ferguson, un hombre que sufre acrofobia, quien rescata a Madeleine Elster (la
esposa de un amigo suyo, Gavin Elster) de un intento de suicidio en la bahía y se enamora de ella; tuvo tres
nombres de trabajo: From Among the Dead (traducción literal del título de la novela),Illicit Darkening y Listen
Darkling.

La película básicamente es una historia de romance, misterio, muerte, decepción y alteración de la realidad. Este tipo
de temática es tratada comúnmente en las películas de Hitchcock, y estudios realizados por el paso del tiempo
indican que Vértigo es una obra autobiográfica de Hitchcock que explica su relación con Grace Kelly, su amor
frustrado y obsesión. El director después de haber trabajado con la actriz en varias películas queda enajenado con
ella, pero ella se casa con un príncipe y deja la actuación, acción que hiere a Hitchcock y lo llena de sentimientos y
negatividad, los cuales se muestran directamente en escenas de su película Vértigo. Haciendo referencia a hechos de
su vida personal, críticos afirman que esta obra cinematográfica es su obra mas personal creada como una
herramienta para exorcizar todo su dolor.

Se puede notar como Hitchcock nunca se sale de su línea de trabajo, se mantiene fiel a la fórmula que le funcionó
por lo largo de su carrera como director de películas de misterio y aunque en esta ocasión la acentuación temática
eran los laberintos psicológicos que brotan de una obsesión, se podría decir que el filme resulta ser Hitchcock en su
máxima expresión. Podemos ver que sigue utilizando herramientas como el miedo, el misterio, la transformación de
la realidad, los impulsos oscuros del ser humano, logrando crear la atmósfera adecuada para la trama de esta
película.

No se puede negar el perfecto uso de la música en la película, la cual agrega el toque necesario de ansiedad,
suspenso y miedo psicológico que necesita cada escena, y va progresando conforme la toma progresa.

Se puede decir que Vértigo es un trabajo muy elaborado en donde Hitchcock lleva casi a la perfección cada idea y
pule cada detalle de la película nunca dejando un espacio para una elemento mediocre y nos demuestra claramente
porqué es una de las mejores películas de la historia, y Hitch uno de los directores favoritos de todos los tiempos.

 
 
Bibliografía

 IMDB Vertigo (2004) Obtenido el 29 de septiembre del 2004 de


http://www.imdb.com/title/tt0052357/
 MOMA.org. Film and Media Highlights. (2004) Obtenido el 29 de Septiembre del 2004
 Spoto D. (1985) Alfred Hitchcock. El lado oscuro de un genio. Barcelona: Ultramar p. 382-
404

 Sullivan, J. (2000) Sounding the unconscious: Hitchcock's film music probed the psyche
[Versión electrónica] American Record Guide. Washington 63 (2) 20-23

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