1 - Amy Webb Inteligencia Artificial
1 - Amy Webb Inteligencia Artificial
1 - Amy Webb Inteligencia Artificial
Estamos entrando en una nueva fase del desarrollo de la inteligencia artificial (IA). Hay
un puñado de empresas que están creando el código que marcará a las generaciones
futuras. Y lo están haciendo sin que la sociedad participe de decisiones clave, sin que
nadie supervise si la IA que ahora mismo se está cocinando con fines principalmente
comerciales es también la que queremos que ordene nuestras vidas en las próximas
décadas. Amy Webb (East Chicago, Indiana, 1974) ha tomado como punto de partida
este momento clave para describir tres posibles escenarios de futuro para este siglo. A
eso se dedica, de hecho, Webb: es fundadora y CEO de Future Today Institute, una
compañía que investiga, modela y prototipa los riesgos y las oportunidades que están
por venir. Entre sus clientes se cuentan algunas de las mayores empresas del mundo,
pero también bancos centrales y gobiernos, incluyendo el Departamento de Defensa de
EE UU.
P. Sostiene que mientras China tiene una estrategia muy clara para convertirse en líder
mundial de la IA, en Occidente se ha permitido que las empresas desarrollen esta
tecnología como prefieran.
P. Las grandes tecnológicas están desarrollando una IA que casa con sus intereses
comerciales, pero no necesariamente con lo que la gente necesita. ¿Cómo se puede
encontrar un equilibrio mejor?
R. Efectivamente, son empresas y por tanto tienen que ganar dinero, pero no pueden
saltarse la ley. Y de hecho no lo están haciendo, aunque pensemos que lo que hacen no
es lo mejor para nuestros intereses a largo plazo. El gran problema es que a la mayoría
de la gente le da igual. La gente quiere buenas experiencias de producto y no tomar
decisiones. Y eso crea una paradoja: por un lado, la mayoría seguramente opine que sí
hay que trocear a las big tech, pero al mismo tiempo nadie estaría dispuesto a dejar de
usar voluntariamente los servicios que ofrecen.
P. En su libro describe tres posibles escenarios en función de cómo gestionemos la IA.
¿Cómo los desarrolló?
R. Soy futuróloga. Sé que eso suena raro, pero tenemos nuestros métodos. La
planificación y el estudio es una parte capital de nuestro trabajo. Hay muchas formas de
describir escenarios de futuro, que siempre incorporan una gran cantidad de
investigación y de construcción de modelos. En este libro me plantee el reto de ver qué
pasaría si tomamos las decisiones adecuadas, si tomamos decisiones terribles o si
seguimos como hasta ahora. Me interesaba construir tres escenarios, optimista,
pesimista y pragmático, porque quiero que la gente vea que tenemos alternativas. Y
espero que nos sirva para tomar buenas decisiones.
R. No significa que vivamos en un mundo idílico, sino que afrontamos las decisiones
difíciles de la mejor forma posible con la información que tenemos. En este escenario se
aplica un sistema de incentivos económicos como método para unir a los países y se
tratan los datos personales de forma adecuada para afrontar los desafíos que tenemos
hoy. Y también se empieza a desarrollar tecnología que servirá a los centennials [los
nacidos entre 1990 y 2009]. Para que este escenario funcione también hay que
identificar el ciberterrorismo patrocinado por estados. Soy consciente de que esto último
es muy aspiracional, pero tendría sentido.
P. ¿Y el pragmático?
R. El escenario pragmático dibuja qué pasaría dentro de unos años si seguimos como
hasta ahora. Tendremos una mayor consolidación empresarial y la mayoría de países,
también España, se unirán a la familia de Google o Applezon, la fusión de Apple y
Amazon. Eso significa que una de estas compañías controlará tus datos y aportará el
sistema operativo de tu vida diaria. Microsoft e IBM siguen existiendo, aunque en un
segundo plano, y Facebook desaparece, porque realmente no le veo continuidad a largo
plazo a su modelo de negocio. Este futuro explora qué pasaría si nuestras vidas dejan de
ser interoperables. Paralelamente, China sigue concentrando poder mientras EE UU
combate a las big tech en los tribunales y la UE regula el uso de la tecnología. Al final
de este escenario, China crea su propio bloque geopolítico basado en las relaciones
económicas y diplomáticas que lleva tanto tiempo cultivando y en la aplicación de su IA
en sus áreas de influencia, que pasan a ser dependientes de su tecnología. China crea
One China y usa la tecnología para encerrar a los demás países en su bloque: hace difícil
a las empresas operar más allá de sus propias fronteras, dificulta que la gente viaje
fuera… Y este escenario culmina con un nuevo tipo de guerra tecnológica en la que
domina China.
P. ¿Cómo es el pesimista?