Operacion Portuaria
Operacion Portuaria
Operacion Portuaria
Definición
La Operación Portuaria es un proceso amplio que engloba aspectos administrativos
previos al atraque, procesos que se llevan a cabo en el momento en que el buque arriba
al puerto, manipulación de la mercancía, servicios prestados a los pasajeros. En todas
estas actividades intervienen una serie de agentes especializados cuya misión será la
consecución de la optimización del resultado, intentando lograr el máximo rendimiento
al mínimo coste.
En todas estas actividades intervienen una serie de agentes especializados cuya misión
será la consecución de la optimización del resultado, intentando lograr el máximo
rendimiento al mínimo coste. Dentro del cúmulo de las actividades que componen las
Operaciones Portuarias adquiere un rol muy importante la manipulación de mercancías
en su paso por el puerto, desde el transporte marítimo al terrestre o viceversa
encuadrados en el concepto de maniobras o movimientos realizados por los medios de
transporte.
Si bien el práctico indica la ruta a seguir y debe hacerlo en forma eficaz, también es
cierto que en ningún momento tiene el dominio efectivo ni material ni intelectual ni
jurídico del buque, por consiguiente, el único en tomar las decisiones es el capitán y en
aquellos supuestos en que se le permite al práctico dirigir al buque siempre está
supeditado a la última decisión del capitán conforme a la legislación vigente.
3.- Remolque: Se entiende por servicio de remolque portuario aquél cuyo objeto es
la operación náutica de ayuda a los movimientos de un buque, denominado remolcado,
siguiendo las instrucciones del capitán del buque, mediante el auxilio de otro u otros
buques, denominados remolcadores, que proporcionan su fuerza motriz o, en su caso, el
acompañamiento o su puesta a disposición dentro de los límites de las aguas incluidas
en la zona de servicio del puerto. Comprende todas aquellas operaciones náuticas de
ayuda al movimiento de un buque mediante el enganche a otro (remolcador) que le
proporciona la fuerza motriz, por lo cual el capitán del buque, a sugerencia del práctico,
solicitará este servicio en caso de ser necesario.
Al igual que otros servicios técnicos náuticos de los puertos argentinos las empresas
dedicadas al servicio de remolque tienen un carácter privado, pero están sujetas a
obligaciones de servicio público por un tema de seguridad.
Puerto Buenos Aires: a un costo aproximado por remolcador entre U$S 750 y
950 la hora, en caso que el tiempo de uso exceda las 2 horas 30 minutos, la tarifa
será recargada con un 10% por cada 15 minutos o fracción.
Puerto Bahía Blanca: a un costo aproximado por remolcador entre U$S 600 y
1.000 la hora, en caso que el tiempo de uso exceda las 2 horas, la tarifa será
recargada con un 10% por cada 15 minutos o fracción.
7.- Estiba: Son las diferentes operaciones que se realizan con las mercancías para
ubicarlas correctamente en las áreas y zonas de carga, teniendo en cuenta todas las
normas de seguridad aplicables en cada operación. La estiba comprende dos fases:
9.- Carga y Descarga: Comprende desde el momento que la unidad de carga queda
colgada del equipo de carga hasta que es desenganchada por los estibadores de un
barco, o viceversa. El proceso de carga/descarga se considera finalizado cuando la carga
(mercancía) descansa en el vehículo que la va a transportar y se ha desenganchado de la
grúa.
10.- Almacenamiento: Permanecerá la mercancía hasta que se proceda a su
evacuación, bien fuera del puerto, o bien a otro barco dentro de las instalaciones de la
Autoridad Portuaria. En la realización de las operaciones portuarias pueden distinguirse
distintos tipos de acuerdo con el punto donde se desarrolla la operación:
Los serenos no pueden ejercer sus funciones en más de un buque, ni atender en forma
simultánea el cuidado del buque y de la carga estibada en tierra a una distancia mayor
de 20 metros del buque.
Las personas habilitadas como serenos tienen en el ejercicio de sus funciones carácter
de auxiliar de la autoridad naval, los serenos están obligados a "permanecer en su
puesto manteniendo una constante vigilancia del buque, aun cuando éste se encontrare
de salida".
El servicio de los serenos prevé tarifas diferenciales según el tipo de carga que
transporte el buque: carga normal, carga insalubre o carga peligrosa. Y se computa por
jornales de 6 horas que varían de acuerdo a si el horario es hábil o inhábil, si se trata de
días de semana, o bien sábados, domingos o feriados.
Servicios
Al buque Al pasajero A los equipos A la mercadería
Existen en esencia cuatro (4) tipos de servicios que pueden prestarse en un puerto, a
saber: Servicio al Buque, Servicio a la Carga, Servicio al Equipo y Servicio al Pasajero.
Ahora veamos en que consiste cada uno de los servicios.
Según nuestra legislación portuaria, los servicios portuarios se clasifican en: servicios
generales y servicios básicos.
Practicaje.
Remolque.
Amarre y desamarre de los buques.
Buceo.
Recojo de residuos.
Se consideran como servicios generales del puerto, aquellos servicios comunes que
presta la Autoridad Portuaria competente y de los que se benefician los usuarios del
puerto sin necesidad de solicitud; pudiendo ser prestados directamente o a través de
terceros. La Autoridad Portuaria competente prestará en las áreas comunes del puerto,
entre otros, los siguientes servicios generales:
a) El agente Consignatario.
Antes de que el buque llegue al puerto es necesario llevar a cabo unos trámites cuya
finalidad es la de poner en conocimiento, a las autoridades competentes, acerca de las
características del buque, las condiciones sanitarias en que se encuentra, la tripulación
que lleva a bordo, etc. A esta tramitación previa se la conoce con el nombre de
despacho. A la entrada del buque el proceso de presentación de documentos será en
primer lugar ante la Capitanía Marítima (que autoriza la entrada en aguas nacionales), a
continuación, ante la Autoridad Portuaria (que designa el atraque) y, por último, el
consignatario hace los trámites ante la Aduana, Autoridad Sanitaria, Policía de
Fronteras y Prefectura Naval (para el despacho del buque). A la salida del buque todo
este proceso se realizará a la inversa.
Los principales Entes Administrativos que intervienen en la entrada del buque a puerto
son los siguientes:
1.- Prefectura Naval: Permiso de entrada en aguas argentinas (si el buque procede del
extranjero), declaración de residuos (para que quede constancia de la cantidad de
material de desecho que existe a bordo), listado de tripulantes (donde se especifique la
cantidad de persona que viajan a bordo) y la declaración de mercancías peligrosas (para
habilitar las zonas y equipos específicos que eviten incidentes).
2.- Autoridad Sanitaria: En caso de que el buque proceda de algún país miembro del
Mercosur, solamente habrá que presentar el aviso de llegada para que quede constancia
de la inminente presencia del barco; sin embargo, si el barco es ajeno al Mercosur.
Además de ese aviso habrá que presentar una declaración marítima en caso de que algún
miembro de la tripulación esté enfermo (para evitar contagios de enfermedades
exóticas) para que la autoridad sanitaria pueda librar la libre plática.
3.- Aduanas: En caso de que el buque transporte mercancías es necesario presentar una
declaración de importación/exportación en la que se recoja la cantidad de mercancía
transportada para su registro en el Ministerio de Economía y Hacienda (del que depende
Aduanas). Según sea el tipo de mercancía transportada se iniciarán los trámites para la
inspección física (alimentos, animales...), en el resto de los casos suele tratarse
únicamente de una inspección administrativa según la documentación entregada. Los
trámites ante este organismo los realiza siempre el Agente de Aduanas.
El Centro Coordinador de Servicios (CCS) son dependencias del puerto que puede tener
otra denominación según el organigrama de cada puerto y la que coordina la actuación
de los diferentes órganos de la Administración que ejercen su función dentro del ámbito
portuario, es decir, todos los Entes anteriormente descritos.
El buque deberá solicitar los servicios que va a precisar. Estas solicitudes se presentarán
en la Línea de Atraques pertenecientes a la Autoridad Portuaria, donde se procederá a la
autorización de los servicios requeridos. Una vez concedidos, se tramitará la
información a la Unidad Marítima Interior y Terrestre, donde se controlará la buena
marcha de las operaciones portuarias requeridas. Cuando el buque llega a su
correspondiente puerto se inician una serie de operaciones destinadas a la acogida y al
ofrecimiento de diversos servicios, lo que tendrá una incidencia directa en el
crecimiento económico del sector portuario y en la mejora del tráfico marítimo por la
zona. A la vez que se va aproximando el buque, y previa tramitación administrativa de
los Consignatarios, se inicia la actividad en la Unidad Marítima Interior y en la Unidad
Terrestre donde, a través de un trabajo coordinado se controlará la actuación de los
prácticos, los remolcadores, el personal de amarre, así como cualquier otro servicio. Las
operaciones que se desarrollan en el momento en que el buque va a llegar a puerto
dependerán de si se va a producir un atraque o un fondeo. Cuando se da que el buque
realiza un fondeo, que es la acción de fijar una embarcación en un lugar mediante un
ancla, las operaciones de llegada del buque a puerto finalizarían en el momento en el
que el buque queda perfectamente anclado en las aguas de la Autoridad Portuaria.
Cuando el buque realiza la maniobra de atraque las operaciones necesarias serán las de
practicaje, y/o remolque, y amarre.
1. Atraque-Desatraque
2. Estiba-Desestiba
3. Acarreo
4. Acopio-Modulación
En tierra: operaciones a, b y c.
Entre tierra y barco: operación d.
En barco: operaciones e, f y g.
3.- Empresas de remolcadores: Empresa que posee la concesión para realizar las
labores de remolque. Para ello ha de disponer al menos de un barco remolcador. El
remolcador es una embarcación auxiliar de gran potencia, capaz de arrastrar a buques de
elevado tonelaje, cuya misión consiste en ser una especie de timón y de máquina para
que el buque no se vea en la obligación de usar los suyos.
2.- Empresas Transitarias: las empresas transitarias son las que se dedican con
carácter de actividad principal a organizadores de los transportes internacionales y en
todo caso de aquéllos que se efectúen en régimen de tránsito aduanero, actividades para
las que deberán estar habilitados, mediante autorización administrativa, siendo dichas
actividades las siguientes:
La recogida en los puertos de los desechos generados por los buques, así como los
residuos de su carga tiene por objeto prevenir la contaminación del mar por los buques.
La adopción del Convenio MARPOL el 2 de noviembre de 1973 en la sede de la
Organización Marítima Internacional (organismo de las Naciones unidas responsable de
la seguridad del transporte marítimo y la prevención de la contaminación marítima),
marcó un hito decisivo en el camino para lograr este fin. De esta manera el Convenio
abarcaba la contaminación ocasionada por hidrocarburos, productos químicos,
sustancias perjudiciales transportadas en bultos, aguas sucias y basuras.
El Convenio MARPOL 73/78 comprende una serie de reglas que tienden a prevenir a la
vez que a minimizar la contaminación de buques. Estas reglas se agrupan en seis
anexos:
Las instalaciones portuarias receptoras expedirán a cada buque que utilice sus servicios
de recepción de desechos un recibo de residuos Marpol que, para tener validez, este
documento deberá contar con el refrendo de la Prefectura Naval del puerto donde se
realizó la entrega.
Los costes del servicio de gestión de los desechos generados por los buques serán
sufragados mediante el pago de tarifas por parte de los buques, con arreglo a lo
dispuesto en su legislación específica, que deberá permitir la gestión de los desechos
generados por los buques mediante un sistema de recuperación de costes que incentive
que los buques no descarguen sus desechos en el mar.
El tiempo de estancia en puerto de los buques depende de diversos factores, de los que
podemos destacar:
1.- Un buque puede estar fondeado debido a que el puerto es muy demandado; a que
factores climáticos lo afectan, o a que la ineficiencia con la que opera la terminal, eleva
el periodo de espera en rada. Si el motivo por el que se produce una elevada espera, se
debe a que la terminal está sobre demandada, este período de espera en rada refleja la
falta de adaptabilidad de los puertos a las condiciones de demanda. Esto significa que
aquellos puertos que posean una gran demanda de servicios, debido a factores exógenos
o endógenos, tendrán un mayor periodo de espera, producto de que los buques no
pueden ser servidos, ya que como no tienen muelle donde atracar, deberán esperar su
turno para hacerlo. Esta espera adicional es explicada por la falta oferta de muelles,
puesto que, si se construyeran nuevos, el periodo de espera en rada disminuiría
sensiblemente. Por lo tanto, esta espera adicional, indica la falta de adaptabilidad de la
oferta a las nuevas condiciones de demanda.
2.- Otro es el caso si el motivo por el que se produce un exceso en la espera, responde a
factores climáticos, que no dependen del propio puerto, ni de las políticas
macroeconómicas del país. Esto es, una terminal puede ser eficiente debido a que la
estadía de los buques en muelle es corta, pero si los días de espera en rada son elevados
debido a los mencionados factores, y no se reducen con el correr de los meses, es
probable que el exportador, debido a que el armador le traslada el extra costo por la
demora en puerto, se vea seducido por otras terminales con menores tiempos de espera.
3.- Por otro lado, las demoras en radas pueden ser producto de la ineficiencia del puerto,
reflejada en varios días de permanencia del buque en muelle. Puesto que, como se dijo
precedentemente, la ineficiencia de una terminal se verá reflejada en un mayor tiempo
de estadía del buque en muelle y, por lo tanto, al estar los vapores más tiempo siendo
servidos, esta demora se trasladará al tiempo de espera de los buques fondeados.
Para estos usuarios uno de los factores más importantes junto con el precio, es la
eficiencia de los servicios que recibe. La eficiencia dependerá de: la velocidad y
seguridad que brindan los equipos de manipulación de carga, la fluidez de la red de
distribución, de los accesos ferroviarios y carreteros y la capacidad de almacenaje que la
terminal ofrezca. Esta eficiencia se verá reflejada en la estadía de un buque en muelle.
Puesto que, si el puerto no posee una adecuada capacidad de almacenaje, por más
veloces que sean los equipos elevadores de granos, una vez agotada la mercadería en
silos, se deberá esperar la provisión de esta, extendiendo así el promedio de espera del
buque en muelle. Por otro lado, si los silos fueran de gran capacidad, en función de la
mercadería que el puerto mueve, y los equipos elevadores contaran con ritmos de cargas
lentos, el resultado sería el mismo, puesto que, a menor velocidad, mayor tiempo de
espera y por lo tanto mayores costos de operatoria portuaria.
De la misma manera si los accesos ferroviarios y/ o carreteros no fueran los óptimos, las
velocidades de distribución de la mercadería dentro de toda la logística portuaria
seguramente serían más lentos, estos impedimentos se traducirían en una demora, que
tarde o temprano se terminaría trasladando sobre el promedio estadía de buque en
muelle.
Los datos de estadía media de un buque en muelle son de vital importancia, ya que este
es uno de los instrumentos a través del cual, tanto los cargadores como los armadores,
elegirán dónde operar. Nuestro país, a pesar de que los números son alentadores con
respecto a la competencia, no posee un registro estadístico al cual recurrir ante la
necesidad de información.
Por otro lado, dado que la espera en rada puede indicar la presencia de ineficiencias y
eficiencias a la vez, no será considerada como un indicador de las chances de
crecimiento de un puerto, puesto que una baja espera, puede ser producto de que la
terminal es tan ineficiente que no tiene los suficientes clientes como para hacerlos
esperar en rada. Por otro lado, una elevada demora, no implica que el puerto sea
ineficiente, ya que esta espera puede responder a lo sobre demandado que un puerto se
encuentre. Pero sí, deberá tenerse en cuenta los días, que en promedio los buques
permanecen en rada, ya que cuantas menores sean estos tiempos, menores serán los
costos que se deberán soportar al realizar una operación de comercio exterior; puesto
que el armador trasladará los sobrecostos por congestión al exportador (demoras).
Tiempo de espera del buque (fondeo): Es el tiempo de espera de los buques antes del
atraque en el muelle designado. Es la diferencia entre el tiempo bruto de puerto y el
tiempo bruto de muelle. Los motivos de tiempo de espera del buque pueden ser de
diverso origen: recalada tardía, muelle no disponible, espera por personal autorizado
para la libre plática, retraso de pilotaje o remolcador, tiempo de mareas, falta de calado
de acceso y de atraque, congestión de atraques, baja productividad o baja eficiencia de
las operaciones de carga/descarga del buque que se haya previamente atracado (por falta
de capacidad de recibo en bodegas y silos, o transporte, para el despacho directo, por
congestión de las puertas o de los accesos).
Tiempo bruto de puerto: Es el tiempo transcurrido entre el primer trabajador que sube
al buque y el último trabajador que sale del mismo se denomina tiempo de trabajo o en
operación. Se excluyen los atrasos no-operacionales: ningún trabajador asignado; día de
fiesta, de puerto cerrado; paros de la industria y cuando la manipulación del contenedor
o carga fraccionada requiere intervención manual tales como el uso de los alambres, de
cadenas, o de otro elemento de manipulación.
Notas: Las descripciones de los eventos serían: (1) arribo al puerto (recalada al
ancladero o fondeadero externo); (2) servicio de piloto o práctico de puerto; (3) buque
en el muelle (inicio de la amarradura); (4) inicio de las operaciones; (5) fin de las
operaciones; (6) salida del muelle; y (7) zarpe del puerto. Basado en estas definiciones,
se determinan los siguientes indicadores: Tiempo en puerto = T7 – T1; Tiempo en
servicio (Ts) = T7 – T2; Tiempo en el muelle = T6 – T3; Tiempo de trabajo = T5 – T4.
Se denomina tiempo de espera, Te, al tiempo que transcurre entre que el buque llega a la
cola y el momento que le asignan muelle, y tiempo de servicio Ts, al que transcurre
entre que le asignan muelle y el momento en que está listo para zarpar.
El tiempo de servicio (Ts) es el valor medio de los tiempos de servicio, o sea, el tiempo
medio que transcurre entre que un buque atraca en el muelle, efectúa la operación de
carga y luego desatraca. Los tiempos de servicio individuales de cada buque serán
diferentes entre sí debido al volumen de carga que transporte cada uno y a una serie de
aspectos aleatorios relacionados con el utillaje, el personal, etc.
El tiempo de servicio medio (Ts) está compuesto por un tiempo de servicio activo (Tsa)
y un tiempo de servicio muerto (Tsm). El tiempo medio de servicio activo es el tiempo
necesario para cargar o descargar las mercancías de un buque. El tiempo medio de
servicio muerto es aquel en el que el buque está utilizando el atraque o muelle pero no
se está trabajando en la carga o descarga del mismo, por ejemplo, en las maniobras de
atraque y desatraque, apertura y cierre de las escotillas del buque, cambios de turnos de
las cuadrillas de trabajo, etc.
Ts = Tsa + Tsm
También una terminal portuaria puede ser entendida como un sistema integrado por
varios subsistemas, con conexión física y de información con las redes de transporte. Un
subsistema es un conjunto de elementos físicos que ejecuta determinadas funciones e
interactúa con otros subsistemas componentes del sistema terminal. La interacción entre
cada uno de los subsistemas permite lograr que la terminal opere correctamente,
atendiendo las distintas demandas que se presentan.
El transporte marítimo internacional de mercancías es cada vez más intenso, lo que lleva
asociado un crecimiento sostenido de las dimensiones y capacidades medias de la flota
de buques. Esto implica una serie de problemas, tales como: necesidad de muelles y
atraques con longitudes y anchuras cada vez mayores y con calados más profundos;
necesidad de adquirir medios de carga y descarga con mayores resistencias, alcances y
rapidez de operación; necesidad de altísimas productividades en el embarque y
desembarque de mercancías; alta exigencia de las navieras por la reducción de estadías
de los buques en puerto; necesidad de una mano de obra cada vez más capaz y
especializada; necesidad de buenos sistemas de comunicación y conexión con el resto
de sistemas del terminal, entre otros.
Lo integran las puertas terrestres para camión y ferrocarril, con aquellas instalaciones
que se dispongan para facilitar la captación del alto volumen de información que en esa
zona se adquiere y los espacios precisos para realizar la operación. Como he dicho, es
esencial el sistema de obtención e intercambio de información establecido en este punto,
especialmente el medio de obtención y de comunicación con el control central de la
terminal.
Las mercancías principales con las que trabajan son: minerales, hidrocarburos (carbón),
fertilizantes, agro graneles y otros como productos forestales o fosfatos. Se deberá tener
especial cuidado en la carga, transporte y descarga para evitar el contacto de diferentes
tipos de materiales, ya que podría contaminar y dejar inservible un producto.
Los equipos básicos que toda terminal de granel sólido debe tener son las tolvas, para
canalizar el material y cintas transportadoras, encargadas del transporte horizontal
dentro del puerto.
Las terminales deben contar con medios eficaces de transferencia y para alcanzar este
hecho parece inevitable la utilización de descargadores del tipo continuo, con procesos
sellados consiguiendo cotas horarias de descarga más elevadas, y reduciendo la emisión
a la atmósfera de polvo.
Terminales de graneles líquidos: El granel líquido representa una gran parte del
transporte marítimo total, siendo de una magnitud similar al de contenedores. Entre los
líquidos que se transportan se encuentran hidrocarburos, gases licuados, productos
químicos o alimenticios.
Asimismo, hay que diferenciar las diferentes terminales que existen en función de su
disposición física. Las hay situadas en la línea de costa, que se conectan mediante
pantalanes, o bien en mar abierto, cada vez más comunes debido al elevado tamaño de
los buques.
Terminales Gas natural licuado GNL: Aunque se trata de una mercancía en estado
líquido, sus características particulares hacen que sean necesarias instalaciones
especiales para su carga, descarga y tratamiento.
El gas natural licuado no es más que gas natural procesado en plantas de licuefacción
que bajan su temperatura a -160 º grados Celsius, convirtiéndolo en un líquido y
reduciendo su volumen en 600 veces, lo que permite su transporte en buques especiales.
Tras descargarlo de los buques por medio de brazos de descarga que lo transportan
hacia los tanques de almacenamiento donde se conservan a la temperatura indicada, se
bombea al área de regasificación convirtiéndose nuevamente en gas para su posterior
transporte por la red de gasoductos.
Es necesario destacar las altas medidas de seguridad que deben tener estas terminales y
que están recogidas por la Organización Marítima Internacional a través del código
IGC.
Al respecto de las divisiones de una terminal de contenedores, todas suelen seguir una
disposición parecida, estando compuestas de las siguientes zonas: área de operaciones
entre el buque y el muelle, zona de transporte horizontal de contenedores, superficie de
almacenamiento y zona de conexión con el hinterland.
Se entiende como capacidad de una terminal portuaria el volumen de carga que es capaz
de manipular dicha terminal a lo largo de un año. Esta capacidad máxima viene limitada
por las infraestructuras portuarias, instalaciones, equipos y recursos humanos existentes
en el puerto y a disposición de la terminal.
Una terminal portuaria debe permitir que se realicen tres funciones básicas:
1.-Cargue/descargue de las mercancías desde los buques, de manera eficiente y rápida.
2.- Proveer espacios adecuados para el almacenamiento temporal y a corto plazo de las
mercancías que entran y salen del puerto. 3.- Proveer varias conexiones para el
movimiento de la carga hacia y desde el puerto.
Por tanto, debe haber un equilibrio entre estos cuatro factores, debiendo estar cada uno
de ellos dimensionados correctamente de acuerdo a las necesidades de la terminal y la
carga de los buques a los que da servicio.