Dialogos Entre Mistral y Ocampo)
Dialogos Entre Mistral y Ocampo)
Dialogos Entre Mistral y Ocampo)
Salomone
1. Introducción.
Gabriela Mistral, comentando un libro de Victoria Ocampo
relativo a la vida y obra de Emily Brontë, nos advierte sobre la
extrañeza de la escritora ante un personaje inusitado para los
cánones genérico-sexuales de la época victoriana, quien había
Revista del CeLeHis / 309
Conversando sobre las identidades.
las exclusiones que pesan sobre ellas. Por otra parte, ese fluido
espacio transicional parece propicio para ejercitar mecanismos
de autorización (de autor-ización), como se evidencia en las
mútliples relaciones especulares puestas en juego entre nuestras
dialogantes. El problema de la autovalidación no es menor pues,
como afirma Francine Masiello, una de las dificultades mayores
que deben enfrentar las escritoras del período, en su pugna por
acceder al campo de la cultura letrada, es la carencia de certeza
epistemológica con la cual legitimar la autoridad de su palabra
(Masiello, 1991:145).
3
. Tempranamente el discurso oficial comienza a tejer representaciones en
torno de esta mujer de inusual poder en el espacio público del período:
amazona de las Pampas, rica salonnière que atesora intelectuales de fama;
europeísta insensible a América Latina; muchos no la consideran más que
una snob sin méritos intelectuales. Mistral desautoriza esas visiones en
una carta a Ocampo: “A mí no me importaría mucho su caso si tuviese la
deshonestidad de los y las literatoides que le niegan a Ud. categoría de
escritor. Pero desde que leí su primer libro (“De F. a B.”) yo supe que Ud.
entraba en la escritura literaria en cuerpo entero. Si yo creyese, como los
mismos envidiositos, que su radio de influencias no es sino el de un grupo
de señores zurdos, no perdería mi tiempo escribiéndole. La casta de los
snob me importa menos que el gremio de los filatélicos” (carta s/f).
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. En el juego de mutuas y múltiples identificaciones que nos propone este
texto, Mistral alude a “jugarretas” para referirse a las estrategias de Victoria,
lo que nos devuelve a su propia escritura y estrategias. Como explica Jean
Franco, Mistral escribe dos series de “Jugarretas” (en Ternura y en Lagar),
una forma asociada a juegos infantiles, adivinanzas y trabalenguas; la
jugarreta es una “mala jugada” y, en esos textos, la bromista es la propia
Mistral, burlándose o ironizando sobre ciertos códigos tradicionales (Franco,
1997:39-40).
5
. Es preciso destacar que, en este período, Ocampo también se vincula de
forma activa a los movimientos de mujeres y feministas. En 1936, funda y
preside la Unión de Mujeres Argentinas, organización que surge a raíz del
enfrentamiento a una serie de medidas del gobierno conservador de la
época, que pretendía imponer restricciones a los derechos civiles femeninos
(Meyer, 1979:221-227).
6
. Al respecto, cfr. Ocampo, Victoria, 1951 y 1954.
Bibliografía.
Bajtín, Mijail (1996). Problemas de la poética de Dostoiewsky. México: FCE.
Meyer, Doris (1979). Victoria Ocampo. Contra viento y marea. Bs. As: Sud-
americana.
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des, Universidad de Chile y Editorial Cuarto Propio, Santiago de
Chile.
Oviedo, José Miguel (1991). Breve historia del ensayo latinoamericano. Ma-
drid: Alianza.
Sandoval Sánchez, Alberto (1990). “Hacia una lectura del cuerpo de la mujer”,
Una palabra cómplice. Encuentro con Gabriela Mistral, Isis inter-
nacional–Casa de la Mujer La Morada, Santiago de Chile.