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Act.9 - Guadalupe Panama Meneses

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Universidad veracruzana

Fisiología sistémica (85829)

Acad. Picazo Figueroa Rafael de Jesús

Alumna: Guadalupe Panamá Meneses


S21020613

Fecha: 12 de abril de 2023


Vasos sanguíneos. Tensión arterial. Resistencia
arteriolar.

Vasos sanguíneos:
Los vasos sanguíneos existentes en el cuerpo son cinco: las arterias son las
encargadas de distribuir la sangre proveniente del corazón a los tejidos, son las de
mayor tamaño y poseen características de elasticidad y contractibilidad. La sangre
arterial transportada es oxigenada; las arterias se ramifican de forma progresiva en
el organismo generando las arteriolas que son arterias de pequeño calibre y cuya
función es regular el flujo a los capilares. Su función principal es conducir o
transportar la sangre proveniente del corazón contenida de nutrientes, oxígeno a
todos los órganos y tejidos del cuerpo, así como expulsar los desechos del cuerpo
producto del intercambio de gaseoso.
Arterias: Las arterias son los vasos sanguíneos más fuertes, resistentes, flexibles
y elásticos. Y es que son los que deben soportar mayores presiones, pues es a
través de ellos que la sangre que ha sido bombeada por el corazón (con oxígeno)
viaja hacia el resto del cuerpo. Entre latido y latido, las arterias se contraen,
ayudando así a mantener estable la presión arterial. La arteria más importante del
cuerpo es la aorta, pues es la que recibe la sangre del corazón y a través de la cual
será enviada al resto de arterias. Esta arteria aorta, además, es la arteria más
grande del cuerpo (pero no el vaso sanguíneo más grande), con un diámetro de
25mm. El resto de las arterias del cuerpo tienen entre 0’2 y 4 mm de amplitud. Pero
si solo hubiera estos grandes conductos, la sangre no podría llegar a todo el cuerpo.
Arteriolas: Las arteriolas son, básicamente, arterias mucho más delgadas. No
cumplen tanto (pero lo siguen haciendo) con la función de distribución y
mantenimiento de la presión arterial, pero siguen siendo imprescindibles ya que
gracias a ellas, la sangre llega a todos los rincones del organismo. Las arteriolas
tienen un diámetro de entre 0’01 y 0’02mm. Siguen llevando sangre oxigenada y su
principal función es la de hacerla llegar a la zona de intercambio de gases y
nutrientes: los capilares.
Capilares: Los capilares, con sus entre 0’006 y 0’01 mm, son los vasos sanguíneos
más diminutos. Pero eso no significa que sean menos importantes. De hecho, la
actividad de todo el sistema circulatorio culmina en la correcta funcionalidad de
estos capilares. De igual modo, al mismo tiempo que envían a los tejidos y órganos
las sustancias que necesitan para mantenerse funcionales, recogen las de desecho,
básicamente dióxido de carbono y otros productos del metabolismo celular que
deben ser eliminados del cuerpo, pues son tóxicos.
Vénulas: Las vénulas son para las venas lo que las arteriolas eran para las arterias.
Es decir, partiendo de los capilares, una vez ya se ha enviado a los tejidos el oxígeno
y los nutrientes y se han recogido las sustancias de desecho, la sangre termina
estando sin nutrientes y sin oxígeno y, además, con productos tóxicos. Esta sangre
“sucia” pasa a las vénulas, las cuales recogen esta sangre que debe, por un lado,
volver al corazón y que este la envíe a los pulmones para oxigenarse y, por otra
parte, llegar a los órganos que filtran la sangre (como los riñones) y así expulsar del
cuerpo las sustancias de desecho. De esto se encargan tanto las venas como las
vénulas, que básicamente son venas estrechas.
Venas: Todas estas vénulas que recogen la sangre “sucia” se acaban fusionando
en vasos sanguíneos cada vez más grandes hasta dar lugar a las venas. Como
hemos dicho, su principal función es la de hacer regresar la sangre al corazón. Las
venas cavas son las más importantes del organismo. La vena cava superior recibe
la sangre del tronco superior y la inferior, de la parte por debajo del diafragma,
incluido todo el tronco inferior. Ambas, sin embargo, entran la sangre el corazón
para que este vuelva a distribuirla y la oxigene en los pulmones. Las venas cavas
son, con sus 35 mm de diámetro, los vasos sanguíneos más grandes.
Tensión arterial:
La presión arterial es la fuerza con que la sangre choca contra las paredes de las
arterias. Para su medición se toman en cuenta dos presiones, la sistólica que es el
tiempo de presión máxima y la diastólica es el momento de presión mínima.
Los parámetros normales en la cuantificación de la presión arterial se basan en toma
de la presión máxima y la presión mínima, en una persona sana adulta los valores
se deben encontrar en 120 mmHg (presión sistólica) y 80 mmHg (presión diastólica).
Dentro de las alteraciones que afectan la presión arterial se encuentra la
hipertensión que es aumento de la presión arterial producto de un trastorno en los
vasos sanguíneos generando una tensión persistentemente elevada que puede
producir daños en el organismo. Cuando la tensión sistólica es igual o superior a
140 mm Hg y/o la tensión diastólica es igual o superior a 90 mm Hg, la tensión
arterial se considera alta o elevada (hipertensión). Por otra parte otra alteración de
la presión arterial es la hipotensión que es lo contrario a la hipertensión, en ella
existe una disminución de la presión arterial. Se considera hipotensión cuando la
presión arterial es inferior a 100/60 mmHg en las mujeres y 110/70 mmHg en los
hombres.
En el sistema arteriolar mayor, por su régimen de alta presión, sus paredes
vasculares están sometidas a tensiones que equilibran las fuerzas de presión
intravascular generadas por la bomba cardíaca y la resistencia periférica. Si
analizamos la relación existente entre la tensión longitudinal (Tl=P.r/4e) y la tensión
transversal(Tt=P.r/2e), podemos observar que esta última es dos veces la primera.
Este hecho indice sobre la constitución estructural de los vasos arteriales, ya que
deben estar reforzados en la dirección transversal, como puede verse al analizar su
estructura. La densidad de fibras musculares lisas varia según la región vascular
considerada, siendo mayor en la zona arteriolar. Estas células se disponen en
fascículos musculares que rodean el vaso en forma helicoidal formando un ángulo
de 90% al eje longitudinal del vaso y responden de forma inmediata al estímulo,
adquiriendo propiedad funcional de "unidades efectivas" gracias a su diseño
estructural. Este diseño consiste en la existencia de nexos (similares a las uniones
estrechas) que determinan regiones de baja resistencia eléctrica, lo que permite el
acople eléctrico y la rápida propagación de la despolarización. Además presentan
regiones de contacto ricas en fibras elásticas que le dan consistencia estructural y
permiten el acople contráctil. Sus miofilamentos no presentan una organización tan
estructurada como en el músculo esquelético o cardíaco, pero si discurren
paralelamente al eje eje longitudinal de la fibra. Tampoco tienen un retículo
sarcoplásmico bien organizado, aunque éste es el responsable del secuestro de
los iones de calcio. El potencial de membrana en reposo de estas células es del
orden de -40 a -60 mV, lo que lleva a que originen potenciales de acción
espontáneos.
La presión arterial depende de la distensibilidad (Ca) y del incremento de volumen
que se produce en cada embolada cardíaca, son los denominados factores físicos
(Figura. 10). Este incremento de volumen es consecuencia de las diferencias
existentes entre el volumen que entra en cada sístole (durante la fase rápida de la
sístole, donde se produce el incremento rápido de volumen, éste es
aproximadamente el 80% del volumen sistólico), y el que sale hacia la periferia
(normalmente es igual en porcentaje al tiempo de sístole, aproximadamente un 16%
del volumen sistólico) es decir, VS – Vp.
Resistencia arteriolar:
El flujo sanguíneo renal (RBF) es enorme en comparación con la masa de los
riñones —alrededor de 1 L/min, o 20% del gasto cardiaco en reposo—. Al considerar
que el volumen de cada riñón es de menos de 150 cm3, esto significa que cada
riñón está perfundido con más de tres veces su volumen total cada minuto. Toda
esta sangre se suministra a la corteza. A continuación, una pequeña fracción del
flujo sanguíneo cortical es dirigida hacia la médula. La sangre entra a cada riñón en
el hilio por medio de una arteria renal. Después de varias divisiones hacia arterias
más pequeñas, la sangre llega a las arterias arqueadas que tienen una trayectoria
a través de las partes superiores de las pirámides, entre la médula y la corteza.
Desde éstas, las arterias radiales corticales se proyectan hacia arriba, hacia la
superficie del riñón y emiten una serie de arteriolas aferentes, cada una de las
cuales lleva a un glomérulo dentro de la cápsula de Bowman (véase figura 39-5).
Estas arterias y glomérulos sólo se encuentran en la corteza, nunca en la médula.
En casi todos los órganos, los capilares se recombinan para formar los inicios del
sistema venoso, pero los capilares glomerulares en lugar de eso se recombinan
para formar otro grupo de arteriolas, las arteriolas eferentes.
El sistema vascular se compone de la circulación sistémica (mayor) y la pulmonar
(menor). Ambas comienzan por grandes arterias elásticas (la aorta, la arteria
pulmonar) que posteriormente se ramifican varias veces en arterias y arteriolas
musculares que se van haciendo cada vez más finas y, a continuación, se dividen
en numerosos capilares, formados por una capa única de células endoteliales. Los
capilares se unen para formar vénulas, que a su vez se fusionan en venas de
diámetro cada vez mayor hasta desembocar finalmente en las aurículas. Las
arterias y arteriolas musculares se contraen y dilatan en respuesta a diversos
factores ambientales, y son ellas las que condicionan fundamentalmente la
resistencia vascular. Son un segmento del sistema vascular que se caracteriza por
su alta presión, bajo volumen (contienen tan solo un 15-18 % de la sangre) y alta
resistencia. El intercambio de sustancias entre la sangre y el líquido intersticial se
produce únicamente a nivel de los capilares. Las venas constituyen un segmento
de baja presión, alto volumen (contienen un 66 % de la sangre) y baja resistencia.
El flujo en cualquier segmento de un lecho vascular se determina mediante la
ecuación Q = ΔP/R, de la que se deduce que la presión de perfusión (ΔP), es decir
la diferencia de presión entre el principio y el fin del segmento vascular en cuestión,
y la resistencia vascular son fundamentales para el flujo. Al transformar la ecuación
se demuestra que la presión arterial es la resultante del gasto cardíaco y de la
resistencia vascular. De hecho, la regulación de la presión arterial y posteriormente
del flujo tisular se reduce a la regulación de la resistencia vascular.

La resistencia vascular total es la suma de las resistencias de todos los segmentos


del sistema. La medida de la resistencia de un segmento vascular particular es el
descenso de la presión que este provoca. La presión sanguínea va disminuyendo a
medida que se aleja del corazón. El mayor descenso se produce en las arteriolas
de 10-300 μm de diámetro, que son responsables de la mayor parte de la resistencia
vascular total. La regulación inmediata de la presión sanguínea se lleva a cabo por
activación del reflejo de los barorreceptores y consiste en la regulación del diámetro
de los vasos (y la resistencia) precisamente en este segmento del sistema vascular
(en las llamadas arteriolas de resistencia). Los barorreceptores son receptores
localizados en el seno carotídeo y en el cayado aórtico, y son sensibles a la
distensión mecánica de la pared arterial.

El reflejo barorreceptor consiste en que un descenso repentino de la presión arterial


(p. ej. inmediatamente después de adoptar la posición erecta) conduce a una
activación menor de los barorreceptores arteriales. En consecuencia se reduce el
efecto inhibidor de los impulsos barorreceptores en la actividad del sistema
simpático y su efecto estimulante en el nervio vago (al aumentar la presión arterial
los resultados son inversos). Por lo tanto, la descompresión de los barorreceptores
estimula el sistema simpático e inhibe el sistema parasimpático. Las terminaciones
simpáticas forman una red particularmente densa en las arteriolas de resistencia y
en las venas grandes. La noradrenalina que liberan, mediante la estimulación de los
receptores adrenérgicos α1, provoca que estos vasos se contraigan. La contracción
de las arteriolas de resistencia incrementa la resistencia periférica total, mientras
que, debido a la contracción de las grandes venas, la sangre acumulada en estos
vasos avanza en dirección al corazón. Gracias a ello aumenta el retorno venoso y
el volumen telediastólico de los ventrículos, se activa el mecanismo de Frank-
Starling y, finalmente aumenta también el gasto cardíaco. Por consiguiente el reflejo
barorreceptor causa un incremento rápido de la presión arterial, ya que influye de
manera simultánea en los dos factores que la determinan: la resistencia vascular y
el gasto cardíaco. El retraso del reflejo barorreceptor es <1 s, razón por la cual dicho
mecanismo resulta especialmente eficaz para prevenir cambios repentinos de
presión arterial. La regulación de la presión arterial a largo plazo se lleva a cabo
regulando el volumen de sangre circulante a nivel renal. La diuresis se regula
mediante la presión arterial, y más concretamente, mediante la presión en las
arteriolas renales. El aumento de la presión arterial incrementa de inmediato la
diuresis, además de reducir el volumen de sangre circulante, el retorno venoso, el
gasto cardíaco y, finalmente, la presión sanguínea. Junto a los cambios inmediatos
causados por las fluctuaciones de la presión de perfusión en los riñones, en la
regulación a largo plazo del volumen de sangre circulante intervienen factores
humorales, es decir el sistema renina-angiotensina-aldosterona (RAA), péptidos
natriuréticos y la vasopresina (→fig. I.A.2-1).
Bibliografía:
Bibliografía
Fisiología del sistema arterial. (2021, febrero 15). WebFisio; Rafael Serra Simal.
https://www.webfisio.es/cardiovascular/circulacion-arterial/

Junquera, R. (s/f). Vasos sanguíneos. Fisioterapia-online.com; FisioOnline.


Recuperado el 12 de abril de 2023, de https://www.fisioterapia-
online.com/glosario/vasos-sanguineos

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Medicoplus.com. https://medicoplus.com/cirugia-vascular/tipos-vasos-sanguineos

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https://empendium.com/manualmibe/tratado/chapter/B76.I.A.2.#:~:text=La%20med
ida%20de%20la%20resistencia%20de%20un%20segmento,la%20mayor%20parte
%20de%20la%20resistencia%20vascular%20total.

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