04 - 2023-IIQ - Teoría Atomica .
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MODELOS ATÓMICOS
1.1. La materia y los átomos
Desde la antigüedad, se consideró que la materia era continua e indivisible hasta que en el siglo XVIII
diversos experimentos confirmaron que era posible separarla en partículas más pequeñas que llamamos
átomos.
Estas ideas de Dalton suponen el primer modelo teórico para explicar la Química
moderna.
Fig. 3.
Experimento de Rutherford. Fig. 4.
Desviación de las partículas al atravesar la lámina de
oro.
Rutherford esperaba que las «pesadas» partículas a (núcleos de helio, es decir, iones de He 2+), con gran
energía cinética, atravesarían la lámina con facilidad, ya que sus átomos tendrían la carga positiva
uniformemente distribuida, según el modelo postulado por para su sorpresa, algunas se desviaban
claramente, e incluso otras rebotaban en la lámina (Fig. 4).
Fig. 6. Tránsito entre niveles. a) Átomo con electrón en estado fundamental; b) Átomo
excitado, su electrón al absorber energía ha pasado al nivel 3; c) Situación
en la que el electrón vuelve al nivel fundamental emitiendo radiación
electromagnética; d) Situación en la que el electrón vuelve a un nivel
de menor energía emitiendo radiación electromagnética.
Haciendo uso de estos principios, Niels Bohr presentó el primer modelo atómico basado en la cuantización
de la energía (Fig. 7), cuyos postulados básicos son los siguientes:
▪ El átomo consta de un núcleo en el que está localizada toda la carga positiva y casi toda la masa del
núcleo.
▪ El electrón describe órbitas circulares alrededor del núcleo.
▪ Cada órbita tiene un radio y una energía determinada y se indica con un número “n” llamado número
cuántico, que toma valores enteros: 1, 2, 3, 4, 5 etc.
▪ El electrón no puede girar alrededor del núcleo en cualquier órbita. Sólo tiene permitido girar en
aquella órbita cuya energía sea igual a la suya.
▪ Cuando el electrón se mueve en su órbita no pierde energía.
▪ El estado fundamental o basal del electrón es el de menor energía, o sea el más cercano al núcleo.
Los estados de energía mayores que éste (órbitas de mayor radio), se consideran estados excitados
y se producen cuando el electrón absorbe energía.
Para que un electrón pueda pasar de una órbita a otra más alejada del núcleo tiene que absorber energía,
si lo hace en sentido inverso, libera energía; absorbe y libera un “fotón” respectivamente. “La energía de
este fotón es igual a la diferencia de energía entre ambas órbitas”. ∆E = E2 – E1
Cuando la teoría de Bohr fue contrastada con experiencias de espectroscopia, pudo dar explicaciones
satisfactorias para el átomo de hidrógeno, pero no para los restantes átomos.
Dado que el cuadrado de una función de onda es proporcional a la probabilidad de encontrar un electrón
en un volumen de espacio en particular dentro del átomo. Esta función a menudo se llama la densidad de
probabilidad.
La densidad de probabilidad para un electrón se puede visualizar en diferentes formas. Por ejemplo, se
puede representar por una gráfica en la que la variación de la intensidad del color se usa para mostrar las
probabilidades relativas de encontrar un electrón en una región dada en el espacio. Entre más grande sea
la probabilidad de encontrar un electrón en un volumen en particular, más alta será la densidad de color
en esa región. La imagen siguiente (Fig. 9) muestra las distribuciones de probabilidad para los orbitales
esféricos 1s, 2s y 3s.
Fig. 9. Las distribuciones de probabilidad para los orbitales 1s, 2s y 3s. Mayor intensidad de color indica las regiones en las que hay mayor
probabilidad de que los electrones existan. Los nodos indican las regiones en las que un electrón tiene cero probabilidades de encontrarse.
Z = número de protones
A = número de protones + número de neutrones
Por lo tanto,
𝑨=𝒁+𝒏
O sea que si deseáramos saber el número de neutrones presentes en el átomo, sólo deberíamos despejar
la ecuación anterior:
𝒏=𝑨−𝒁
Número cuántico principal “n” indica el nivel de energía y toma Nro. máximo total
valores enteros positivos comenzando desde n = 1. El número Nivel principal de de
máximo de electrones permitidos en cada nivel energético está energía electrones
2
dado por 2n como se puede visualizar en la siguiente tabla. (2n2)
1 2
“l” 0, 1, 2, 3
Subnivel s, p, d, f
n l Nombre del
El número de subniveles en cualquier nivel es igual a su subnivel
número cuántico principal.
1 0 1s
2 0, 1 2s, 2p
El “número cuántico I” indica también la forma del orbital que
ocupa el electrón. Hasta ahora hemos estado viendo 3 0, 1, 3s, 3p, 3d
orbitales s, los cuales son esféricos. Así que la distancia 2
desde el núcleo es el factor principal que afecta la
distribución de probabilidad de un electrón. Sin embargo, 4 0, 1, 4s, 4p, 4d,
para otros tipos de orbitales como p, d y f, la posición angular 2, 4f
del electrón relativa al núcleo también se vuelve un factor en 3
la densidad de probabilidad. Esto lleva a formas orbitales
más interesantes, como las de la siguiente imagen. (Fig. 10).
Fig. 10.
Formas de los orbitales.
Número cuántico magnético “m”; un electrón con momento angular se puede considerar como una corriente
eléctrica circulando en un anillo y, en consecuencia, se espera y se observa un campo magnético debido
a esta corriente. El magnetismo observado está determinado por el valor de “m”. Como este magnetismo
tiene su origen eventual en el momento angular del electrón, es razonable que los valores permitidos de
“m” dependan del valor de “l”.
Tanto la teoría como la experimentación demuestran que “m” puede asumir todos los valores enteros
comprendidos entre –“l” y + “l”, incluido el 0; es decir que “m” puede tener en total: (2 . “l” + 1) valores.
Número cuántico magnético del spin del electrón “s”; además del efecto magnético producido por su
movimiento angular, el electrón tiene un momento angular intrínseco. Una partícula cargada que gira
alrededor de su propio eje se comporta como un pequeño imán, por lo que se dice que el electrón tiene
momento angular de spin. El número cuántico asociado a este spin tiene solamente dos valores posibles,
referidos a sus únicas dos posibilidades de rotación s = +½, -½.
Dos electrones que giren en el mismo sentido generan campos magnéticos del mismo signo, por lo tanto,
se repelan, es decir: Para que todos los electrones se encuentren en el mismo orbital, deben tener spines
opuestos. Sin embargo, hay una limitación con respecto a los valores que se le pueden asignar a estos
números cuánticos. Esto se manifiesta en el Principio de Exclusión de Pauli, que establece que: “En un
átomo no pueden existir dos electrones con los cuatro números cuánticos iguales”.
1s, 2s, 3s, 3p, 4s, 3d, 4p, 5s, 4d, 5p, 6s, 4f, 5d, 6p, 7s, 5f, 6d, 7p, 6f, 7d, 7f
Se debe señalar que el subnivel 4s posee menos energía que el 3d, y el 5s menos que el 4d; como los
orbitales se llenan de acuerdo con estados de energía crecientes, estas alteraciones se deben tener en
cuenta para escribir correctamente la configuración electrónica de los distintos elementos.
El Diagrama de Möeller es una regla nemotécnica que permite conocer esta ordenación energética.
Diagrama de Möeller
2.6. Configuraciones electrónicas de los elementos
Se llama configuración electrónica de un elemento a la expresión simbólica de la distribución de los
electrones en niveles y subniveles.
Se simboliza con:
1. Un número que es el Número Cuántico Principal e indica el nivel.
2. Una letra que representa el Número Cuántico Secundario e indica el subnivel (s, p, d, f).
3. Un superíndice que indica el número de electrones en el subnivel.
4. La suma de todos los superíndices indica la cantidad total de electrones.
A modo de ejemplo podemos ver el átomo de Zinc: El Zn tiene número atómico 30 y su configuración
electrónica es: 1s22s22p63s23p64s23d10.
Esta notación puede abreviarse colocando entre corchetes el gas noble anterior al elemento de la siguiente
manera: [Ar] 4s23d10
2.7. Electrones de valencia
Las propiedades químicas de los elementos representativos se deben, principalmente a los electrones de
valencia, que son los electrones que se encuentran en los niveles energéticos externos. Estos son los
electrones que intervienen en los enlaces químicos.
2.8. Iones
El núcleo de un átomo no cambia en los procesos químicos ordinarios, pero los átomos pueden adquirir o
perder electrones fácilmente. Si a un átomo neutro le agregamos o le quitamos electrones, se forma una
partícula cargada llamada ion. Un ion con carga positiva se denomina catión; un ion con carga negativa es
un anión. Por ejemplo, el átomo de sodio que tiene 11 electrones y 11 protones, pierde con facilidad un
electrón. El catión resultante tiene 11 protones y 10 electrones, y por tanto tiene una carga neta de +1. La
carga neta de un ion se representa con un superíndice; +, +2, +3 indican una carga neta que resulta de la
pérdida de uno, dos y tres electrones, respectivamente. Los superíndices -, -2, -3 representan cargas netas
que resultan de la ganancia de uno, dos y tres electrones, respectivamente.
El cloro, con 17 protones y 17 electrones, a menudo gana un electrón en las reacciones químicas,
produciendo en ion Cl-:
32S, 33S,
Azufre 34S, 32,07
36S
La abundancia relativa de los isótopos obliga a determinar las masas atómicas de los elementos teniendo
en cuenta su proporción en la naturaleza. Es lo que se denomina masa isotópica, o simplemente masa
atómica del elemento.
La forma de calcularla es realizando la media ponderada de las masas de los isótopos teniendo en cuenta
para cada elemento su correspondiente riqueza:
𝟏𝟎𝟎
𝑆𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝐴L, 𝐴N, 𝐴O 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑎𝑠𝑎𝑠 𝑦 (%)L, (%)N,(%)O 𝑙𝑎𝑠 𝑎𝑏𝑢𝑛𝑑𝑎𝑛𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑟𝑒𝑙𝑎𝑡𝑖𝑣𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠
𝑐𝑜𝑟𝑟𝑒𝑠𝑝𝑜𝑛𝑑𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒𝑠 𝑖𝑠ó𝑡𝑜𝑝𝑜𝑠 𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑒 𝑒𝑙𝑒𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜.
2.9. Molécula
Como ya se conoce que son los átomos, su estructura y las masas atómicas relativas, estamos en
condiciones de comenzar a ver en detalle las moléculas.
A los átomos rara vez se los encuentra en la naturaleza de forma aislada, debido a que la mayoría son
demasiados reactivos, por lo tanto los átomos tienden a combinarse unos con otros para formar moléculas,
las que son estructuras mucho más estables y por lo tanto menos reactivas.
La molécula es la unidad estructural básica de las sustancias. Cada molécula es un conjunto de átomos y
para poder describirlas se emplea lo que se denomina fórmula química. En cada fórmula química, mediante
un subíndice ubicado a la derecha de su símbolo, se indica la cantidad de átomos que componen la
molécula.
2.10. Mol
Aun las muestras más pequeñas que se manejan en el laboratorio con tienen números enormes de átomos,
iones o moléculas. Resulta conveniente tener una unidad especial para describir cantidades tan grandes
de objetos. Esta idea no es nueva, en la vida cotidiana usamos unidades de conteo como docena (12
objetos), resma de papel (500 hojas de papel), par (2 objetos).
En química, las partículas como átomos, moléculas e iones se cuentan por mol. El mol se define como la
cantidad de sustancia que contiene 6,022.10 23 partículas. Este número tan grande se llama Número de
Avogadro, en honor a un físico italiano.
Un mol de un elemento siempre tiene un número de Avogadro de átomos, un mol de un compuesto contiene
un número de Avogadro de moléculas o de unidades fórmula.
Fig. 1.
Distribución de bloques.
Algunos de los grupos de la tabla poseen, a su vez, nombres característicos que se emplean con frecuencia.
IA Metales Alcalinos (excepto el H)
IIA Metales Alcalinotérreos
VIIA Halógenos
VIIIA o O Gases Nobles
Los elementos pueden clasificarse según sus propiedades características en metales, no metales, metaloides
y gases nobles (Fig. 2).
Los metales presentan brillo propio característico, son maleables (se convierten en láminas), dúctiles (se
convierten el hilos), buenos conductores del calor y la electricidad, y en su mayoría sólidos a temperatura
ambiente.
Los no metales en cambio, resultan malos conductores del calor y la electricidad, a temperatura ambiente
pueden ser sólidos, líquidos y gaseosos.
Los metaloides son aquellos elementos que comparten algunas características de los metales y algunas de los
no metales.
Los gases nobles, en tanto son gases a temperatura ambiente y se caracterizan por su casi total inactividad
química.
Fig. 2.
Clasificación de los elementos en la Tabla
Periódica.
3.1.4. Electronegatividad
Es una medida de la tendencia o capacidad de un átomo, en una molécula, para atraer los electrones de enlace
hacia su núcleo.
La electronegatividad aumenta de izquierda a derecha a lo largo de los periodos y disminuye de arriba hacia
abajo dentro de los grupos.
El F (flúor) es el elemento más electronegativo de la tabla al que se le asigna el valor 4 y el O (oxígeno) es el
segundo elemento más electronegativo con valor 3,5.