FRUSTRACIÓN
FRUSTRACIÓN
FRUSTRACIÓN
¿Alguna vez te has propuesto algo importante que no has conseguido? ¿Te has
ilusionado y al final las cosas no han sido lo que esperabas? ¿Te marcas una
expectativas demasiado altas y te sientes mal por no cumplirlas? Si has respondido que
sí, es que en algún momento has sentido la frustración.
¿Qué es la frustración?
La frustración se trata de una respuesta emocional con componentes de ira y tristeza
que se produce al no conseguir aquellos objetivos, deseos o necesidades que se habían
marcado. Surge de la diferencia entre la expectativa y la realidad.
Por esta razón, mientras que en la primera infancia estas respuestas son adaptativas y
necesarias, en las siguientes etapas evolutivas hasta la adolescencia, si no han sido bien
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gestionadas se transformarán en respuestas agresivas, desadaptativas. El egocentrismo
se mantendrá en el tiempo apareciendo la tiranía, la agresividad, la no aceptación de
errores, la falta de autocontrol y con ello una mayor confrontación con familiares y sus
iguales.
Firmeza. Si los padres establecen una serie de normas, límites o consecuencias deben
mantenerse independientemente de los deseos del menor. Siempre que éstas estén
ajustadas y sean proporcionadas.
Modelos de conducta. Los padres son los primeros referentes de los hijos, por lo que
hay que intentar ser congruente entre lo que se enseña y el comportamiento que ellos
observan en la convivencia del hogar.
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afectados de manera significativa. En estos casos se recomienda acudir a un profesional
especializado.
¿CÓMO FOMENTAR LA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN Y EL AUTOCONTROL
EN NIÑOS Y ADOLESCENTES ?
¿Sabrías decir qué sientes cuando eso que quieres que pase no se cumple como
querías? Es en ese momento cuando a menudo entra en escena la frustración. La
frustración es una vivencia emocional que experimentamos cuando tenemos un deseo,
un objetivo o necesidad que no podemos satisfacer en el momento que queremos que
sea satisfecha. La consecuencia de esto hace que experimentemos – tanto adultos como
niños- emociones desagradables como rabia, ira, tristeza o ansiedad.
Asimismo, la tolerancia a la frustración significa ser capaz de afrontar y gestionar de
manera adecuada esas limitaciones que hacen que no podamos satisfacer, en
ocasiones, nuestros deseos o necesidades. Está estrechamente ligada al autocontrol, el
cual implica la habilidad de canalizar y dominar nuestras emociones, conducta y
pensamientos de forma eficaz.
La frustración forma parte de nuestra vida y aunque es imposible no experimentarla, sí
que podemos aprender a manejarla. En la etapa infantil, es un período donde
predomina el egocentrismo debido al momento evolutivo en el que se encuentran.
Esto hace que quieran satisfacer en todo momento sus deseos. Por este motivo, la
familia tiene un papel fundamental en el manejo de la frustración en esta etapa,
puesto que son los responsables de ajustar sus deseos a la realidad para que aprendan a
crear expectativas adecuadas a las distintas realidades con las que se encontrarán en un
futuro como adultos.
El intentar complacer y ceder ante todos los deseos de los hijos, no ayudará a favorecer
su desarrollo como persona, dando lugar a grandes dificultades para gestionar
situaciones difíciles.
No es una tarea fácil, y es completamente comprensible que a los padres y madres les
pueda costar trabajo ver a sus hijos/as tristes o enfadados y puede resultar común que
nos cueste en ocasiones decirles “no”, para evitar ese malestar emocional a corto plazo.
Lo cual hace que experimenten poco las emociones desagradables.
Sin embargo, como afirman muchos psicólogos/as, “conocer y comprender las
emociones desagradables en la infancia, en un ámbito seguro como lo es la familia,
favorecerá tanto la regulación emocional, como el afrontamiento y el autocontrol, lo
que dará lugar a que desarrollen un autoconcepto sano y madurez emocional”. Es
decir, si en la familia se trabajan emociones como tristeza, rabia, ira o
angustia, podremos reducir las consecuencias derivadas de estas emociones.
La educación para gestionar de forma eficaz la frustración en etapas tempranas del
desarrollo resulta de especial importancia, puesto que está estrechamente ligada con la
autoestima del niño y con el hecho de que cuando se presente la frustración las
emociones que experimenten no tomen el control de su vida. Por ello es importante
que cuando aparezcan situaciones que causen frustración, acompañarles en el
proceso validando sus emociones y ayudándoles a crear soluciones u alternativas.
Desde el Centro Fundación Rafa Nadal Valencia, como cada mes ofrecemos un
espacio para que las familias se puedan expresar y comunicar teniendo un tema en
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común. El papel de la psicóloga y el trabajador social es ejercer de guía para el
grupo.
Por este motivo, debido tanto a las necesidades detectadas en los menores como a las
demandas de las madres y los padres, en el Centro Fundación Rafa Nadal de Valencia
se desarrolló un taller para familias dirigido expresamente a explicar en qué consiste
esta vivencia emocional. En dicho taller se ofrecieron estrategias para fomentar dentro
del ámbito familiar la tolerancia a la frustración y el autocontrol en niños/as y
adolescentes. Las estrategias que se enseñaron, desarrolladas por diferentes psicólogos
expertos en el tema, son las siguientes:
Dar ejemplo. La actitud positiva de los progenitores a la hora de afrontar las
situaciones difíciles es el mejor ejemplo para que nuestros hijos aprendan a
resolver sus propios problemas.
Enseñarle la importancia del esfuerzo. Así aprenderán que el esfuerzo es la
mejor vía para resolver muchos de sus fracasos.
No darles todo hecho. Si se lo facilitamos todo y no le permitimos alcanzar
retos por sí mismo, resultará complicado que pueda equivocarse y aprender de
sus errores para saber cómo enfrentarse al fracaso.
No ceder ante sus rabietas. Las situaciones frustrantes suelen derivar en
rabietas o enfados. Si cedemos ante ellas, aprenderán que esa es la forma más
efectiva de resolver los problemas.
Marcarle objetivos. Es una forma eficaz de educarle en la tolerancia a la
frustración. Para ello, los objetivos deben de ser realistas y razonables, sin
exigirles que se enfrenten a situaciones que, por su edad o madurez, sea
incapaz de superar.
Convertir la frustración en aprendizaje. Las situaciones problemáticas son
una excelente oportunidad para que aprendan cosas nuevas. De esta forma,
podrá afrontar el problema por sí mismo cuando vuelva a presentarse.
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CÓMO MANEJAR LA FRUSTRACIÓN EN LOS ADOLESCENTES
Aunque la frustración es una parte normal del crecimiento, aprender a lidiar con ella,
de manera constructiva, es un desafío para algunos adolescentes. Un adolescente que
no es capaz de poder tolerar la frustración de forma saludable puede convertir este
comportamiento en algo tóxico, que le impedirá relacionarse de manera positiva con
otros tanto en el ámbito personal, como en el profesional.
Hablar con una adolescente sobre sus sentimientos puede ser un buen primer paso.
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TRABAJEMOS EN LA TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN
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castigo es una herramienta peligrosa, ya que a menudo tiene efectos totalmente
opuestos a los deseados.
Reacción a la frustración
Función
Intensidad de la frustración
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será menor.
Disponibilidad de metas sustantivas. Si se dispone de otras metas interesantes de igual
o casi igual atracción, entonces se experimentará menos frustración.
Estabilidad personal. Este factor se relaciona con el nivel de tolerancia-intolerancia a la
frustración. En general, es menos probable que una persona con antecedentes de
inestabilidad emocional soporte bien los efectos de la frustración; éstos también le
confieren el potencial para reaccionar con mayor inestabilidad ante cualquier situación
de frustración.
Estos factores son importantes para considerar las estrategias a que se ha de recurrir
para tolerar y manejar mejor la frustración.
Tolerar la frustración
Significa ser capaces de afrontar los problemas y limitaciones que nos encontramos a
lo largo de la vida, así como las molestias o incomodidades que puedan causarnos. Por
lo tanto, se trata de una actitud y, como tal, puede trabajarse y desarrollarse.
La tolerancia a la frustración es la capacidad de uno para resistir la frustración cuando
se enfrenta a tareas difíciles. Tener una baja tolerancia a la frustración se relaciona con
un rasgo de ira y un mayor nivel de tolerancia a la frustración se relaciona con niveles
más bajos de ira y una mayor persistencia en las tareas difíciles.
Por ejemplo, un niño con una alta tolerancia a la frustración puede enfrentar desafíos y
fracasos repetidos sin experimentar una frustración significativa. El niño con baja
tolerancia a la frustración puede experimentar frustración rápidamente cuando se le
pide que realice tareas de dificultad moderada.
Sé el modelo de las y los pequeños. Que vean cómo afrontas problemas y dificultades
cotidianas.
Enséñales a identificar las emociones, a reconocer qué sienten y a ponerles nombre:
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etiquetar la emoción que están sintiendo; aprender a identificarla y reconocerla. Esto
les ayudará a conocer mejor su mundo interno y a gestionar mejor sus emociones.
No les digas que sí a todo lo que te pidan ni les resuelvas los problemas que pueden
aprender a resolver solos. Por un lado, enséñales a esforzarse para conseguir aquello
que quieren y a afrontar las dificultades sin abandonar; por el otro, enséñales cuándo
tienen que asumir un “no”.
Dales las herramientas necesarias para gestionar estos momentos. Acompáñalos
emocionalmente cuando estén enfadados, y ayúdalos a relajarse cuando el momento
de tensión ya haya pasado.
No cedas. Una vez hayas marcado un límite; no cedas. Enséñales que, a veces, la
respuesta es “no”. Ayúdalos a gestionar el enfado y frustración que sentirán.
Márcales objetivos. Hay que enseñar a los niños y niñas a tolerar la frustración,
marcándoles objetivos realistas y razonables, pero sin exigirles que se enfrenten a
situaciones que, por su edad o madurez, sean incapaces de superar.
Enseñarles a ser perseverantes. La perseverancia es esencial para superar situaciones
adversas. Si el o la niña aprende que con la constancia puede solucionar muchos de sus
problemas, sabrá controlar la frustración en diversas ocasiones.
Enseñar al niño o niña cuándo tiene que pedir ayuda. A algunos niños se les dificulta
pedir ayuda, mientras que otros la piden de una manera constante e inmediata. Hay
que enseñarles a encontrar una solución.
Modifica la tarea. Enséñales formas alternativas de lograr sus objetivos.
Convierte la frustración en aprendizaje. Las situaciones problemáticas son una
excelente oportunidad para aprender cosas nuevas. Cuando haya pasado la dificultad,
habla y rescata las cosas que lo han ayudado a afrontarlo y las que no. De este modo,
podrá afrontar el problema por sí mismo/a cuando éste se le vuelva a presentar.
Seguramente, muchas de las situaciones a las que nos enfrentamos día a día tienen una
recompensa demorada, por la cual valga la pena continuar avanzando, por lo que estas
son unas buenas recomendaciones:
o No buscar la perfección (ésta no existe).
o Promover la autoestima saludable e intentar evitar presiones excesivas.
o Procurar ser positivos con nosotros mismos y con quienes nos rodean.
o Reconocer nuestros errores, para avanzar y afrontar mejor aquello que
se nos presente.
o Tener planes extra en la vida, sin pensar que todo nos tiene que salir
bien al primer intento.
o Preguntarnos, esto que estoy haciendo, ¿me acerca o me aleja unos
pasos de mi objetivo?
o Identificar si estamos actuando al servicio de la emoción o al servicio de
nuestras metas fortalece las habilidades de tolerancia a la frustración.
Referencias culturales y de divulgaciónProverbio popular: “Si puedes cambiarlo; ¿por
qué preocuparte? Si no puedes cambiarlo, ¿por qué preocuparte?”
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“Este proverbio tan popular debería acompañarnos en nuestro día a día toda la vida. Es
la base para superar una frustración y desdramatizar todas esas pequeñas cosas a las
que damos tanta importancia. Imagina que estás ahorrando para un vestido que te
encantó; que después de dos meses consigues el dinero… y cuando llegas a la tienda, ya
se lo llevaron. ¡Vaya! ¡Después de tanto esfuerzo! Pero… ¿tiene solución? ¿Puedes
cambiarlo? No. Puedes destinar tus ahorros a otra cosa. Como no puedes cambiar la
realidad, ¿para qué angustiarte? Busca otra alternativa.”
https://tucuentofavorito.com/el-sol-quiere-tocar-el-violin-cuento-sobre-la-frustracion-
y-los-deseos-para-adolescentes/
‘El sol quiere tocar el violín’ es un cuento sobre emociones para los adolescentes y
adultos, un cuento sobre la frustración y los deseos.
¿Quién no ha sentido alguna vez un deseo tan intenso que arde por dentro, o que le
llena de zozobra? ¿Quién no ha sentido el dolor de la frustración y del amor imposible?
Descubre, con esta historia, cómo deshacerse de ese terrible sentimiento.
“Ay, las emociones, que nos sacuden y nos mantienen vivos. Son complejas, dulces y
amargas. Pero nos impulsan a seguir adelante, y nos ayudan a construir, poco a poco,
nuestra vida.
“Los sueños imposibles así son menos dañinos: ‘El sol quiere tocar el violín’ nos habla
de deseo, de añoranzas, de sueños, y de frustración. Aunque en este caso, nos ofrece
una posible solución a los sueños imposibles. El sol, que no era capaz de hacer sonar la
melodía que escuchaba dentro, descubrió una forma de hacer su sueño realidad: sentir
suya la melodía de otro.
“El antídoto a las frustraciones: la generosidad: de esta forma, la felicidad de Pablo, era
la suya, la melodía de Pablo, era la suya… Proyectó en él su sueño y sus deseos para
conseguir, al fin, las notas que quería. Y así es como conseguimos vencer las
frustraciones: ayudando a otros a conseguir su sueño, siempre y cuando sea el mismo
que el nuestro”.
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