Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Cap 9 F3

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 20

SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 255

CANAL DE DISTRIBUCION

N. MAXIMO
AGUA DECANTADA

DECANTADOR N. MINIMO VERTEDERO DE


SALIDA

ENTRADA
SUMERGIDA CANALETA DE LAVADO
AGUA PARA
LAVADO

TANQUE
SALIDA DE AGUA
DE LAVADO

CANAL DE AGUA
DE LAVADO

GRAVA DE SOPORTE

SISTEMA DE DRENAJE CANAL DE INTERCONEXION


DE FILTROS

DRENAJE
CAPITULO 9: FILTRACION 256
SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 257

9.5.6 HIDRÁULICA DEL LAVADO.

El lavado es la operación en que se suspende la filtración en una de las unidades y se invierte en


ella el sentido del flujo con una velocidad tal que se produzca una expansión del lecho, suficiente
para que se desprenda todo el material que ha quedado retenido en éste durante la operación de
filtrado. Dicha limpieza se debe ejecutar cada vez que la pérdida de carga en cualquier unidad sea
igual a la altura máxima del agua sobre el lecho o cuando la calidad del efluente de alguna de
ellas se desmejore.

Cuando el lavado de los filtros rápidos se hace con fuente externa o tanque de lavado, el número
mínimo de unidades debe ser tres; y para lavado mutuo el número mínimo de unidades debe ser
cuatro, y su velocidad ascensional no menor de 0,6 m/min.

9.5.6.1 Expansión del lecho filtrante. Al inyectar agua por el fondo de un lecho granular pueden
ocurrir tres cosas:

- Si la velocidad ascensional de lavado es menor que la velocidad de asentamiento de las


partículas del medio filtrante, el lecho no se expande y por lo tanto no hay un lavado adecuado;

- Si se sigue aumentando la velocidad de lavado hasta hacer que la velocidad ascensional sea
mayor que la velocidad de asentamiento de los granos, el lecho se expande, aumenta su
porosidad y el lavado es efectuado completamente; y

- Si la velocidad de lavado sobrepasa un cierto valor critico, los granos del lecho son arrastrados
por el agua, perdiéndose por las canaletas de recolección de agua de lavado; además la
excesiva separación entre los granos en nada beneficia su limpieza.

Lo más adecuado es inyectar agua con una cierta velocidad ascensional que haga que el medio
filtrante alcance una expansión óptima para que de esta manera se realice la limpieza con la
menor cantidad de agua, lo cual conduce a la máxima economía de operación, si se tiene en
cuenta que el agua utilizada para el lavado de los filtros es agua previamente filtrada.

Según el tipo de medio filtrante empleado, éste necesita para su lavado una determinada
expansión que debe ser mantenida durante cierto espacio de tiempo, de forma que el material
retenido durante el proceso de filtración sea arrastrado por el agua en su camino ascendente y, de
esta manera, lograr la limpieza adecuada de los granos para el comienzo de una nueva carrera de
filtración. La velocidad de lavado necesaria para producir dicha expansión depende
fundamentalmente de la granulometría, densidad y forma de los granos del medio filtrante y de la
temperatura del agua. Existen varias formulas de calculo que relacionan entre sí las anteriores
variables, pero los experimentos realizados en filtros pilotos (34,35) y los resultados obtenidos en
la plantas en funcionamiento, indican que los valores resultantes de la aplicación de los métodos
tradicionales de calculo difieren de aquellos. Si se quiere tener certeza del grado de expansión del
lecho y la velocidad ascensional más adecuada, deben realizarse estudios en filtros pilotos, para
cada situación particular; de lo contrario es necesario adoptar parámetros de tipo general; al
respecto Ricther (32) recomienda que para los filtros de lecho mixto de arena y antracita, basta
una velocidad ascensional del agua de lavado de 0.5 a 0.6 m/min suficiente para una expansión
del 10% al 30%. Según Arboleda (46), en la mayor parte de las plantas de tratamiento de Norte y
Sur América el lavado del filtro se efectúa con un caudal suficiente para expandir el lecho
fluidificando la mayoría de sus capas, para lo cual se utilizan velocidades ascensionales de 0.60 a
0.90 m/min. Sin embargo, Cleasby (46) dice que desde el punto de vista operativo, la velocidad
ascensional debe ser tal que logre fluidificar las capas más pesadas del fondo. De todas formas, lo
que desprende el material que recubre los granos no es el choque de una partícula con otra sino el
esfuerzo de cizallamiento (46).
CAPITULO 9: FILTRACION 258

Sistema de lavado de la unidad

La selección del método de lavado depende de las consideraciones económicas o de operación.


El fondo de los filtros debe estar diseñado de modo que permita una distribución uniforme y
satisfactoria del agua de lavado en toda el área del lecho filtrante.

Debe preverse un lugar conveniente para el vertimiento de las aguas de lavado y su tratamiento y
reutilización si fuera el caso. El agua empleada en el lavado de los filtros debe ser agua potable y
utilizarse en lo posible la mínima cantidad. El porcentaje promedio mensual del consumo de agua
tratada para el lavado de filtros debe ser máximo del 3%.

Velocidad de lavado
La velocidad del lavado para los filtros debe estar de acuerdo con el tipo de lecho filtrante, el
tamaño de los granos, su peso específico y su profundidad.
Se recomienda que la velocidad de lavado sea lo suficiente para fluidificar todas las capas del
lecho, incluyendo la última capa más pesada. La velocidad de fluidificación total que hace cumplir
dicha condición se obtiene de la siguiente forma:

El numero de Reynolds mínimo de fluidificación, Remin esta dado por la siguiente expresión (46):
Re min  (33.7 2  0.0408Ga) 0.5  33.7 [9.48]

Donde:
Remin = Número de Reynolds mínimo de fluidificación
Ga = Número de Galileo
El número de Galileo se expresa como:
g ( S s  1).d 3
Ga  [9.49]
v2
Donde:
g = Gravedad
Ss = Densidad relativa de los granos sumergidos
d = Diámetro de los granos
‫ = ע‬viscosidad cinemática

De otra parte (32):


v * Re
V  [9.50]
d
Donde:

V= Velocidad

Paras las condiciones de la velocidad mínima de fluidificación:

V= Velocidad mínima de fluidificación

Re = Número de Reynolds mínimo de fluidificación

Por lo tanto
v * Re min
Va min 
d
Reemplazando 9.48 Va min, se tiene:
SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 259

Va min 
v
d

33.7 2  0.0408Ga 0.5
 33.7  [9.51]

Como el lecho de un filtro se encuentra gradado por tamaños, los granos más gruesos localizados
en el fondo de la correspondiente capa, el valor de vamin debe ser lo suficientemente alto para
garantizar que todas las capas del lecho se fluidifiquen. Al respecto Cleasby (46), recomienda
utilizar d90 debido a que es fácilmente hallado en un análisis granulométrico y puede ser usado con
aceptable aproximación. Para garantizar adicionalmente el libre movimiento de los granos más
grandes, la velocidad mínima vamin calculada para d90 debe ser afectada por un factor de
seguridad, con lo cual se obtiene la velocidad de fluidificación total:

Va 
1.3 * v
d 90
 
33.7 2  0.0408Ga   33.7
0.5
 [9.52]

El cálculo del número de galileo se hace mediante la ecuación 9.53:


g ( S s  1).d 90
3
Ga  [9.53]
v2
Varios métodos han sido propuestos para predecir la expansión que se presenta en el lecho en
función de la velocidad de lavado como son el de Arboleda (15), el de Fair y Geyer (10), el de
Cleasby (46) y el de Ricther (32). Este último método se presenta a continuación.

La velocidad de sedimentación de los granos del lecho está relacionada con el número de
Reynolds mediante la siguiente expresión:
v * Re
Vs  [9.54]
d
Donde:

vs = Velocidad de sedimentación de los granos del lecho

El número de Reynolds viene dado por la siguiente expresión:

Re   * Ga
m
[9.55]

Donde:

α,m = Constantes que dependen del tipo de material

Ga = Número de Galileo

El número de Galileo está dado por la ecuación 9:49


g ( S s  1).d 90
3
Ga 
v2
Donde:
g = Gravedad
Ss = Densidad relativa de los granos sumergidos

Los valores de α y m están dados por la tabla 9:13:


TABLA 9.13. Valores de α y m

Material α m
Arena 0,5321 0,5554
Antracita 0,2723 0,6133
CAPITULO 9: FILTRACION 260

La porosidad del lecho filtrante expandido de acuerdo con el modelo de Richardson y Zaki (32)
está dada por:
 *Re
v 
Pe   a  [9.56]
 vs 

Donde:

va = Velocidad ascensional de lavado


β,θ = Constantes que dependen del tipo de material

Los valores determinados experimentalmente para β y θ están dados por la tabla 9:14.

TABLA 9.14. Valores de β y θ


Material β θ
Arena 0,1254 0,1947
Antracita 0,1813 0,1015

La expansión relativa del lecho filtrante es:

Le  Lo Le
  1 [9.57]
Lo Lo
Donde:
LE = Longitud del lecho expandido
LO = Longitud del lecho no expandido

Como el volumen por unidad de área del material filtrante permanece constante, se tiene que:

Lo (1  Po)  Le(1  Pe)


Le 1  Po
 [9.58]
Lo 1  Pe

Reemplazando 9:58 en 9:57 se tiene que:

Pe  Po
 [9.59]
1  Pe
La expansión ξ es entonces fácilmente calculada a partir de los elementos de que se dispone a
través de la siguiente secuencia de cálculo:

- Se calcula el número de Galileo;


- Con el número de Galileo se calcula el número de Reynolds;
- Con el número de Reynolds se calculan vs y β.Reθ;
- Con el valor de vs y β.Reθ se calcula Pe; y
- Con el valor de Pe se calcula la expansión ξ.

Como el lecho filtrante se encuentra estratificado, el cálculo de la expansión debe ser hecho por
capas, tomándose el diámetro medio entre dos tamices consecutivos. La longitud expandida
parcial de cada capa es en este caso:

Lc   c * x * X [9.60]
SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 261

Donde:

ξC = Expansión de cada capa (según la ecuación 9.59)


x = Porcentaje de material de cada capa
X = Espesor del lecho de arena o antracita

La expansión total del lecho es entonces:

a * X a   A * X A
 [9.61]
Xa  X A
Donde:

a  Expansión de la arena
A  Expansión de la antracita
X a  Espesor del lecho de arena
X A  Espesor del lecho de antracita

9.5.6.2 Pérdida de carga en el lavado.

Considerando una unidad de filtración en operación de lavado, tal como lo muestra la Figura 9.25,
para la condición de equilibrio, cuando el lecho filtrante se encuentra fluidificado, la fuerza de
arrastre debe ser igual al peso de las partículas en el agua.

hL

AGUA DE LAVADO
Ho Va

LE
Lo

FIGURA 9.25. Lavado ascendente de un filtro


Fuerza de arrastre =   g  hL  A [9.62]
Donde:
g  Gravedad
CAPITULO 9: FILTRACION 262

hL  Perdida de carga en el lavado


A  Área transversal del filtro
  Densidad del agua
Peso aparente de los granos =  s    g V [9.63]
Donde:
 s  Densidad de los granos
V Volumen neto de los granos del lecho
V  A  L0 1  P0  [9.64]
Donde:
L0  Longitud del lecho no expandido
P0  Porosidad del lecho no expandido
Reemplazando 9.64 en 9.63:

Peso aparente de los granos =  s     g  A  L0 1  P0  [9.65]


Igualando 9.65 a 9.62 se tiene:
  g  hL  A   s     g  A  L0 1  P0  [9.66]
Despejando h L
   
hL  s 1  P0   L0 [9.67]

hL  S s  1  1  P0   L0

Se concluye que la perdida de carga en el lecho filtrante es constante e independiente de la


expansión que se presenta y consecuentemente independiente de la velocidad de lavado cuando
el lecho esta fluidificado.

Adicionalmente hay que considerar la pérdida de carga en la grava de soporte, en el falso fondo y
las diferentes perdidas locales que se presentan con el flujo ascensional.

Ht = HL+ Hgs + Hff+ H tub +H accs (Valvulas, codos)

9.5.6.3 Cantidad de agua para lavado. Establecida la velocidad ascensional del agua, es posible
determinar el caudal de agua necesario, así:
QL  v a  A [9.68]
Donde:

QL  Caudal de lavado de un filtro [ m3/min]


v a  Velocidad ascensional [ m3/min]
A  Área transversal de un filtro [ m2]
El volumen total de agua para el lavado de un filtro es:
V  QL  t [9.69]
Donde:
t  Tiempo de lavado [min]
El tiempo depende del sistema de lavado utilizado, ya sea solo con flujo ascendente de agua, o
con flujo ascendente de aire y agua.
El lavado auxiliar superficial y el lavado complementario con manguera son independientes y
exigen una cantidad mucho menor de agua, la cual debe ser adicionada al volumen para lavado
ascendente.
SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 263

9.5.6.4. Sistemas de lavado.


El lavado de los filtros puede realizarse de distintas maneras. Los lechos uniformes gruesos se
pueden lavar con aire y agua a velocidades que no produzcan expansiones mayores del 20%. Los
lechos mixtos de antracita y arena deben fluidizarse con expansiones no menores del 20%, y no
pueden ser lavados con aire y agua simultáneamente.
Las técnicas de lavado son:
Flujo ascendente. El sistema debe diseñarse de forma que la velocidad del agua que se inyecta
por los drenes produzca expansión del lecho del 20 al 40%. La velocidad de lavado debe estar por
encima de las velocidades de fluidización del 70% superior del lecho, el lavado se realiza por
espacio de 7 a 10 min. Apropiado para filtros de arena de pequeñas plantas.

Flujo ascendente y lavado superficial.

El lavado ascendente debe complementarse cuando sea necesario con un lavado superficial; el
agua debe inyectarse a presión sobre la superficie del lecho filtrante para romper las bolas de
barro. Se utiliza para remover el lodo que se deposita en las capas superiores y que hace perder
eficiencia a la filtración y al lavado ascendente. Se utiliza más que todo en filtros de arena. Puede
emplearse el equipo de brazos giratorios tipo Palmer, o de rociadores fijos. Deben emplearse
tasas de flujo de 80 a 160 l/(min.m2) con presiones de 15 a 30 m.

El método consiste en sacar de funcionamiento el filtro y dejar que se vacié hasta más o menos
unos 30 cm sobre la superficie del lecho y a continuación inyectar sobre el agua a presión por un
periodo de 2 a 4 min; luego se efectúa el lavado ascensional como fue descrito anteriormente, por
un periodo de 7 a 10 min.

Las formas para aplicar el agua para el lavado superficial son las siguientes:

 Sistema rotatorio. En el cual el brazo es un aspersor que gira por la presión del agua, tal
como se muestra en la figura 9.26; el caudal de agua aplicado varía entre 30 y 80 l/min.m2
a una presión comprendida entre 30 y 40 m de columna de agua (15)

 Sistema estacionario. En el cual el agua se aplica en toda la superficie del filtro mediante
una malla de tubos, tal como se muestra en la figura 124; en este caso el caudal aplicado
varía entre 80 y 160 l/min.m2, a una presión entre 15 y 30 m de columna de agua, con
agujeros espaciados 0.30 m centro a centro como máximo.

Figura 123 Lavado superficial rotatorio


CAPITULO 9: FILTRACION 264

Figura 9.27 Lavado superficial estático


Lavado auxiliar subsuperficial y flujo ascendente.

El lavado se realiza mediante tuberías fijas o rotatorias provistas de bocas especiales que se
abren durante el lavado auxiliar, el cual se aplica después de transcurrido un minuto de haber
iniciado el lavado con agua en sentido ascendente, de forma que el lecho filtrante se encuentre
expandido. El lavado subsuperficial se efectúa con una tasa de 20 a 50 l/min.m2, simultáneamente
con el flujo ascendente de agua para producir una expansión del 20% al 30% del lecho filtrante,
con una duración del orden de 10 min (59).

Este sistema se recomienda para filtros con medio de arena y antracita, y cuando existe tendencia
a que las partículas floculadas penetren profundamente. En estas condiciones, las bolas de barro
pueden formarse dentro del lecho.

Lavado con aire y agua independientemente.

El lavado se efectúa en tres etapas (59):

 Primera etapa: disminución del nivel de agua en la caja del filtro hasta 20 a 30 cm por
encima de la cota del lecho filtrante no expandido.
 Segunda etapa: inyección de aire durante un periodo de 2 a 5 min, con una tasa de 10 a
20 l/s.m2
 Tercera etapa: lavado solo con agua, con una velocidad ascensional que produzca una
expansión del 5% del material granular correspondiente al tamaño d90. Generalmente
dicha velocidad está comprendida entre 0.6 y 1.0 m/min.

Para evitar la pérdida de material filtrante por las canaletas, es recomendable que después de
comenzar la tercera etapa de lavado se permita que el nivel de agua alcance el nivel de la cresta
de las canaletas de recolección de agua de lavado y en ese momento se suspende la alimentación
de aire.

Lavado simultáneo con agua y aire.


El lavado con aire y agua simultáneamente es el sistema más eficiente y deberá ser adoptado
siempre que sea posible. Según Amirtharajah (59), la limpieza de los granos del lecho, cuando
este se encuentra expandido solo por el flujo ascendente del agua, se debe a los esfuerzos de
cizalladura causados por el escurrimiento del líquido junto a los granos. Estando el lecho
expandido, los efectos de la abrasión y de la colisión entre los granos está limitado, motivo por el
cual Di Bernardo sugiere el lavado simultaneo con aire y agua, ya que la inyección de aire
SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 265

aumenta la intensidad de la abrasión, penetrando las burbujas a través del lecho rompiéndolo para
luego explotar y de esta manera desprender el material retenido.

La unidad debe diseñarse de forma que la tasa de aire inyectado a través de boquillas sea de 0.3
a 0.9 m3/(m2.min). El agua debe aplicarse a una velocidad de máximo 0.3 m3/(m2.min) y producir
una expansión máxima del 10% del lecho filtrante. Debe emplearse un sistema de drenaje que
permita la inyección de aire y agua simultáneamente. No puede utilizarse lecho de grava cuando
hay lavado con aire.

El lavado se efectúa en dos etapas (59):

 Primera etapa: inyección de aire a una tasa de 4 a 8 l/s.m2 y agua con velocidad
ascensional de 0.15 a 0.30 m/min, por un periodo de 2 a 5 min.
 Segunda etapa: lavado solamente con agua, con velocidad ascensional comprendida
entre 0.6 y 1.0 m/min, por un periodo de 2 a 5 min.

La distribución de aire puede efectuarse por medio de boquillas, o bloques especiales que sirven
también para distribuir el agua, así como también utilizar viguetas en V invertida con dos filas de
orificios, una superior por donde es inyectado el aire y una inferior por donde es aplicada el agua.
Las figuras 9.28 y 9.29 muestran el flujo de aire y agua a través del bloque plástico y del fondo
californiano modificado, respectivamente.

FIGURA 9.28. Distribución de agua y aire en Un bloque plástico


CAPITULO 9: FILTRACION 266

FIGURA 9.29. Viguetas en V con orificios para aire y agua

En el caso de la reforma de un filtro existente al cual se le quiera implementar lavado con aire, y
cuyo sistema de drenaje este constituido por viguetas en V invertida, bloques cerámicos o galerías
de tuberías perforadas, es posible utilizar un sistema de tuberías perforadas independientemente
del sistema de distribución de agua para lavado. Dicho sistema puede construirse utilizando
tuberías de PVC, colocadas en la grava de soporte. Perforaciones de 2,0 a 3,0 mm para que la
velocidad de escurrimiento resulte de 8 a 12 m/s contribuyen a obtener una buena distribución de
aire en toda el área del lecho filtrante; la tasa de aplicación de aire es de 15 l/sm2 (59).

Con base en sus investigaciones, Amirtharajah (59) propone el uso de la ecuación 9:70 para el
cálculo de la velocidad ascensional de agua requerida para el lavado simultáneo con aire y agua,
a partir de la velocidad mínima de fluidificación correspondiente al d60 del medio granular, cuando
la tasa de aplicación de aire es fijada.

va
41,6  Tar  *105  41,9 *103
2
[9.70]
v amin
Donde:

Tar = Tasa de aplicación de aire bajo condiciones normales de temperatura y presión (m3/m2. min).

Va = Velocidad ascensional requerida (m/min).

Vamin = Velocidad de fluidificación mínima, correspondiente a d60 (m/min).

La ecuación 9.70 es válida para una tasa de aplicación de aire comprendida entre 4 y 7 l/s.m2

El flujo de aire a través de orificios puede ser calculado mediante la ecuación 9.71:
0.5
 2 
Gar  104  C d  ar  S 0  P1    [9.71]
 R T 

Donde:

Gar = Flujo de aire (kg/s)


Cd = Coeficiente de descarga del orificio (Cd = 0,61)
  Coeficiente de flujo de aire (ver figura 127)
S = Área del orificio (m2)
SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 267

p = Presión absoluta aguas arriba del orificio (m)


R = Constante de aire ( 287 J/kg 0K)
T = Temperatura absoluta ( 0K)

El flujo del aire se obtiene a partir del caudal de aire para lavado auxiliar, por medio de la
ecuación 6.96.

Gar  Qar   ar [9.72]


Donde:
Q ar = Caudal de aire (m3/s).
Par = Masa específica (kg/m3) (Ver Tabla 26)

TABLA 9.15. Valores de la masa específica del aire

Temperatura Masa específica del aire ( kg/m3)


Presión relativa (m de columna de agua)
( 0 C) 0 5 10
10 1.247 1.870 2.493
15 1.224 1.839 2.449
20 1.204 1.806 2.408
25 1.184 1.777 2.369
30 1.164 1.746 2.327
35 1.146 1.719 2.291
40 1.127 1.693 2.255
45 1.109 1.665 2.219
50 1.093 1.639 2.185
El coeficiente de flujo  ar depende de la relación p2/p1 (Figura 9.30) siendo p2 la presión absoluta
aguas abajo del orificio. La presión p2 aguas abajo del orificio es la presión atmosférica en el
lugar mas la columna de agua sobre el orificio, que es la altura que el aire inyectado tiene que
vencer.

Para el caso de la planta situada en Medellín, Colombia aproximadamente 1500m sobre el nivel
del mar, se puede adoptar una presión atmosférica de 8,5m de columna de agua. Si se asume que
la altura de agua durante la operación de inyección de sólo aire está de 1 a 2 m por encima de
los orificios, la presión absoluta p2 resulta ser de 9,5 a 10,5 m de columna de agua.

Como la pérdida de carga en los orificios es generalmente del orden de 1,00 m (59), se puede
admitir con buena aproximación que:

P1  P2  1 [m]

Considerando el caso de la ciudad de Medellín, la presión absoluta p2 resulta ser de 0,9 a 1,0
atmósfera, y en consecuencia la presión absoluta p1 resulta ser de 1,0 a 1,1 atmósfera.
CAPITULO 9: FILTRACION 268

 ar 0.25

0.20

0.15

0.10

0.05

0.00
0.90 0.92 0.94 0.96 0.98 1.00

FIGUARA 9.30. Coeficiente de flujo de aire en


Función de la relación p2 / p1
(59, p. 116)

La temperatura varía con la presión, según la ecuación 9.73

k 1
P  k
Tar  Tmar  1  [9.73]
 Pa 
Donde:

Tar = Temperatura en condiciones reales (0K)


Tmar = Temperatura local media anual de aire (0K)
Pa = Presión atmosférica (atmósfera)
P1 = Presión aguas arriba del orificio (atmósfera)
k = Coeficiente que depende de la unidad de aire (k  1 ,4)

Para una temperatura media anual de aire, T = 200 C, se puede calcular la temperatura del aire
bajo condiciones reales aplicando la ecuación 9.73.

0, 4
 1,05  1, 4
Tar  273  20   313,360 K
 0,83 

Tar  313,36  273  40,36 C  40  C

Entrando en la Tabla 9.15, para una Temperatura de 400 C y una presión relativa de 2,5 m (caso
promedio entre una lámina de agua de 1,0 a 2,0 y una pérdida constante en el orificio de 1,0 m), el
valor de par puede ser interpolado entre 1,127 y 1, 693 kg/m3, resultando igual a 1,41 kg/m3. Se
conoce entonces Q ar (se conoce la tasa de aplicación de aire y el área del lecho filtrante,)
SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 269

 ar ,Cd, Tar, R y So, obteniéndose una ecuación que relaciona el coeficiente de flujo ar, y la
presión absoluta aguas arriba del orificio, p1. Asignando valores a  ar se determina p1 y con el
valor de p2 se halla la relación p2/p1; entrando en la figura 9.30 con esta relación se verifica el valor
de  ar adoptado, el cual deberá ser corregido hasta que la diferencia sea despreciable,
obteniéndose el valor de p1. La diferencia entre p1 y p2 será la pérdida de carga en el orificio.

La perdida de cargas en las tuberías puede calcularse mediante ecuaciones empiricas, tales como
la ecuación 9.74:

[9.74]
Donde :
har = Perdida de presión (N/m2)
ar= Masa especifica del aire (kg/m3)
Diametro de la tubería (m)
Lc = Longitud de calculo (Longitud real + Longitud equivalente) (m)
 = 0.000507 + 0.00001294/D

Si la perdida de presión en la tubería desde la entrada de aire del compresor hasta la salida del
aire por los orificios se divide por el peso especifico del agua, que a 20° C es 9789 N/m3, se
obtiene la perdida de carga expresada en m de columna de agua. Las tuberías que conducen el
aire deben tener un diámetro que permita una velocidad de flujo comprendida entre 15 y 30 m/s; la
relación entre la velocidad a través de los orificios y la velocidad a través de la tubería debe ser
igual o superior a ocho, de forma que la tubería funcione eficientemente como un múltiple
distribuidor. Para cumplir este propósito, y considerando que la velocidad a través de los orificios
varia entre y 25 m/s, la velocidad de flujo al comienzo del tramo de tubería perforada debe estar
comprendida entre 1 y 3 m/s (59).

Según el tipo del medio filtrante empleado existen diversas modalidades de ejecutar el lavado,
como se observa en la tabla 9:17.

TABLA 9:17
Modalidades de lavado de filtros
LAVADO ASCENDENTE CON AGITACIÓN AUXILIAR
AGUA Medio filtrante
con
Tipo Descripción Tipo Descripción que se una este
lavado
CAPITULO 9: FILTRACION 270

De alta Se usa velocidad Sin agitación Se usa lavado Arena fina sola
velocidad constante durante el auxiliar ascendente solo. arena y antracita
(0.60 a 1.00 lavado con
m/min) fluidificación de todas
las capas del medio Con agua - Chorros fijos Arena fina sola
filtrante y - Chorros rotatorios arena y antracita.
estratificación de
partículas.
Con aire Aire sin flujo de
agua ascendente Arena fina sola
primero y agua sola arena y antracita,
después. antracita sola
De baja Velocidad inicial más Con aire Aire Arena gruesa sola
velocidad baja durante la simultáneamente o antracita sola
(0.3 a 0.45 primera fase del con el agua primero
m/min) lavado que durante la y luego agua sola a
segunda sin una rata mayor.
fluidización en ambas.
De baja Velocidad baja Con aire Aire Arena gruesa
velocidad durante la primera simultáneamente sola.
seguida de fase de lavado sin con un flujo de agua
alta fluidificación y alta ascendente bajo
velocidad durante la segunda primero y agua sola
(0.3 a 0.45 + con fluidificación de con alta velocidad
0.60 a 1.0 partículas después.
m/min)
Nota: por arena fina se entiende la arena de un Te = 0.45 a 0.55 mm y arena gruesa la de un
Te = 0.8 a 2.4 mm.

9.5.6.5 Métodos para aplicar el agua de lavado. El agua de lavado puede aplicarse desde un
tanque elevado, mediante un sistema de bombeo o desde otros filtros trabajando en paralelo
(sistema autolavante).

9.5.6.5.1 Lavado con tanque. El tanque debe quedar lo más próximo posible a los filtros para
reducir la perdida de carga en el transporte del agua, ya sea sobre el edificio mismo de la planta,
sobre una estructura independiente o localizado en una colina cercana.
SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 271

La capacidad del tanque está condicionada por el número de filtros y debe ser suficiente para lavar
una unidad por un periodo del orden de 10 min; se debe dar capacidad adicional para el agua de
lavado superficial. El volumen puede calcularse así:

[9.75]

Donde:
A = Área de un filtro
ts = Tiempo de lavado superficial
qs =Tasa de flujo de lavado superficial
ta = Tiempo de lavado ascensional
qa= Tasa de flujo de lavado ascensional
N = Numero de unidades

La cota del fondo del tanque con respecto a la canaleta de recolección de agua de lavado, se
calcula considerando las pérdidas en el lecho, en la grava, en la estructura de drenaje y en las
tuberías y accesorios.

El tanque se llena por bombeo dotado de un sistema de arranque y parada automático cuya
capacidad depende del número de lavados diarios, de forma tal que mantenga el tanque elevado
con capacidad suficiente para lavar en cualquier momento; la potencia de las bombas depende de
la altura a que se coloque el tanque elevado.

9.5.6.5.2 Lavado con bomba. Si se lava por inyección directa con bombas, estas suelen ser de
gran capacidad y baja presión y no debe especificarse menos de dos unidades. La carga
hidráulica total de la bomba puede calcularse de la misma forma en que se calcula la altura del
tanque elevado; las bombas toman el flujo del tanque de distribución o del tanque de aguas claras.
El agua puede ser tomada del final del tanque de contacto con cloro o del tanque de distribución.
Debe instalarse un dispositivo para evitar una inyección brusca de agua al filtro.

9.5.6.5.3 Sistema autolavante. El lavado de cualquier unidad puede ser hecho con el flujo
proveniente de otras unidades. Para lograrlo, todos los filtros descargan a un canal común de
agua filtrada en cual tiene su salida a un nivel más alto que el borde de la canaleta de recolección
de agua de lavado, diferencia de cotas que debe ser igual a la perdida de carga total durante el
lavado hLT; este canal de intercomunicación permite al agua filtrada pasar libremente entre las
diferentes unidades, y el vertedero de salida de dicho canal garantiza que exista sobre la canaleta
CAPITULO 9: FILTRACION 272

de lavado una carga de agua que permita vencer las perdidas de carga y expandir
adecuadamente el lecho. La figura 9.31 muestra un esquema simplificado de filtros multicelulares
que permite visualizar fácilmente el método de operación de lavado.

Para lavar una de las unidades, por ejemplo el filtro 4, la válvula de entrada de agua decantada A
debe estar abierta en los filtros 1, 2, y 3 y cerrada en el filtro 4; la válvula de salida del agua de
lavado B debe estar cerrada en los filtros 1, 2 y 3 y abierta en filtro 4; en esta situación el nivel del
filtro 4 baja lentamente con lo que se va estableciendo la carga hidráulica hTL que invierte el
sentido de flujo en dicha unidad.
Filtros multicelulares
ENTRADA DE AGUA ENTRADA DE AGUA ENTRADA DE AGUA
DECANTADA DECANTADA DECANTADA

CERRADA

ABIERTA

1 2 3 4 VERTEDERO
GENERAL

A
h LT

DESCARGA DE AGUA
DE LAVADO

Figura 9.31 Filtros multicelulares

Para el lavado procedente de otras unidades de filtración debe tenerse en cuenta lo siguiente:
Todos los filtros deben tener igual área filtrante.
Se requiere que el caudal dado por la planta sea por lo menos igual al flujo necesario para
el lavado de un filtro.
Deben diseñarse como mínimo cuatro unidades para que trabajen con una carga superficial
a una velocidad de ascenso no menor de 0.60 m/min.
El canal de entrada debe conducir el agua a cualquier filtro, en cualquier momento, con el
caudal máximo requerido para el lavado.
Sin importar el diseño que se adopte, es necesario que las unidades puedan aislarse en
caso de reparación, sin impedir la circulación de flujo de lavado entre los demás filtros que
están en operación.
Cuando el flujo del lavado se hace con una fuente externa (tanque elevado o bomba) debe
instalarse un sistema de regulación del caudal para mantenerlo constante.

Este sistema de lavado ofrece las siguientes ventajas:

La expansión del lecho filtrante se inicia lentamente: al ir bajando el nivel en el filtro por debajo del
vertedero general de salida, la velocidad del flujo ascendente va aumentando gradualmente;

No se requieren equipos mecánicos, ni tanque elevado; y

Se necesita un mínimo de válvulas, accesorios y canales, con lo cual se rebajan los costos y se
facilita la operación de limpieza.

6.5.7 Filtros rapidos de tasa declinante autolavantes.


SISTEMAS DE POTABILIZACION Roberto Salazar C 273

Ejemplo de aplicación. Diseñar un sistema de filtros multicelulares para un caudal total de 150 l/s
y una temperatura minima de 16 °C.

La figura 9:32 muestra el esquema del filtro rápido de tasa declinante autolavante.

N3

N2

N1

VERTEDERO GENERAL

CANAL DE AGUA DE SALIDA

SEDIMENTADA

ORIFICIO
DE
ENTRADA
CAMARA DE
AGUA FILTRADA

CANAL DE RECOLECCION
AGUA DE LAVDO Y

CANALETA W

ANTRACITA

ARENA

ORIFICIO GRAVA
EVALUACION
AGUA DE LAVADO

CANAL
INTERCONEXION
CANAL GENERAL
FILTROS
DE FALSO FONDO
DESAGUE

CORTE

FIGURA 129. Esquema de un filtro rapido


CAPITULO 9: FILTRACION 274

También podría gustarte