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Taz TFG 2016 744

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RCP Básica y avanzada

Aplicaciones de RCP

Tutor: Dr. Luis Muñoz Rodríguez

Alumna: Margolles Gareta, Silvia

6ºGrado en Medicina
Grupo II

1
2
ÍNDICE

1. RESUMEN Y OBJETIVOS…....…………………………………………………...4

2. MATERIAL Y MÉTODO…………………………………………………………….5

3. RESULTADOS………………………………………………………………………6

 INTRODUCCIÓN………………………………………………………………..6
 ETIOLOGIA Y EPIDEMIOLOGIA……………………………………………...7
LA CADENA DE SUPERVIVENCIA…………………………………………. 8
RECONOCIMIENTO DE UN PARO CARDÍACO……………………………9
 RCP BASICA …………………………………………………………………...10
 RCP AVANZADA………………………………………………………………13
 CUIDADOS POST REANIMACIÓN………………………………………….18
 CASOS ESPECIALES………………………………………………………....22
 RIESGOS PARA EL REANIMADOR Y EL RECEPTOR DE LA RCP……27
 REGLAS PARA TERMINAR LA RESUCITACIÓN…………………………28

4. CONCLUSION……………………………………………………………………...29

5. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………..30

6. ANEXO I..……………………………………………………………………………35

3
1. RESUMEN Y OBJETIVOS

Resumen

Con este trabajo, se pretenden estudiar y analizar las técnicas utilizadas


durante la reanimación de una víctima de paro cardiaco.
Se incluyen: soporte vital básico y avanzado.
También se expondrán las pautas de actuación en situaciones especiales.
Las directrices se basan en el Consenso de ILCOR 2015 sobre Ciencia y
recomendaciones de tratamiento (CoSTR) para SVB / DEA. 3 La revisión
ILCOR se centró en 23 temas principales que conducen a 32 recomendaciones
de tratamiento en los dominios de acceso temprano y la prevención de un paro
cardíaco, calidad de RCP, y la desfibrilación temprana.
Estas recomendaciones se complementaron con revisiones bibliográficas de
artículos relacionados.

Abstract

The techniques used during resuscitation cardiac arrest will be analyzed with
this work.
It includes: basic and advanced life support.
Special situations in CPR and Emergency Cardiovascular Care are also
described following the guidelines.
The guidelines are based on the 2015 ILCOR Consensus on Science and
Treatment Recommendations ( CoSTR ) for SVB / DEA . ILCOR review
focused on 23 key issues that lead to 32 treatment recommendations in early
access domains and prevention of cardiac arrest, CPR quality and early
defibrillation.
These recommendations are supplemented by reviewed related articles.

4
2. MATERIAL Y METODO

Palabras clave: “cardiopulmonary resuscitation (CPR) performance”,


“2015 ERC guidelines“, “2015 AHA guidelines “, “electrical cardioversion” .

Criterios de búsqueda:

Límites temporales: Últimos 6 años (desde el año 2010 hasta la actualidad.)

El material consultado ha sido:

- Artículos de revista (Revista Española de Cardiología, The New England


Journal of Medicine, Cardiology...)
- Buscadores: Pubmed, Medline y Fisterra
- Guías clínicas: “European Resuscitation Council”, “American Heart
Association” , “ILCOR” .
- Libros: Principios de Medicina Interna (Harrison 18ª Edición)
- Páginas web: La del Hospital Gregorio Marañón y Mount Sinai medical center
Heart institute (entre otras)

Metodología: Búsqueda y recopilación de información sobre el tema


seleccionado, resumen y puntos clave de la misma así como las principales
actualizaciones desde 2010. Para finalizar, reseña sobre casos especiales de
aplicación RCP y conclusión.

5
3. RESULTADOS

INTRODUCCIÓN

La parada cardiorrespiratoria es debida al cese de la actividad mecánica


cardíaca y se diagnostica por la falta de conciencia, pulso y respiración.
El conjunto de medidas aplicables para revertirlo se denominan reanimación
cardiopulmonar.

Se distinguen dos niveles de reanimación: soporte vital básico y soporte vital


avanzado.

En el soporte vital básico se emplean métodos que no requieren tecnología


específica: apertura de vías aéreas, ventilación boca a boca, masaje cardíaco y
el desfibrilador.
El soporte vital cardíaco avanzado se realizará si es preciso a continuación del
soporte vital básico. Para aplicarlo, se emplean: desfibrilador, canulación
venosa, intubación orotraqueal, ventilación mecánica y fármacos.

Antes de iniciar las maniobras de resucitación cardiopulmonar conviene


asegurarse de que se trata realmente de un paro cardiorrespiratorio, que la
víctima no tiene un pronóstico inmediato fatal y que no existe negativa previa
por parte de la víctima o sus familiares a que se practiquen dichas maniobras.

Ante la duda se debe practicar siempre.


Es importante conocer cuanto antes el diagnóstico y pronóstico de la causa del
paro cardiorrespiratorio para tratarla y decidir si se deben continuar las
maniobras. Es esencial mantener la homeostasis y valorar el daño neurológico
post resucitación cardiopulmonar.

Cuando se produce un paro cardiorrespiratorio, el flujo sanguíneo cerebral


queda reducido prácticamente a cero, y esto puede originar episodios
convulsivos que no debemos confundir con aquellos propios de la epilepsia. En
estos casos, se deberá evaluar cuidadosamente si la víctima respira
normalmente.

Siempre que sea posible, se avisará a los servicios de emergencia sin alejarse
del paciente. Cuanto antes se realice el aviso, más precoz será el tratamiento.
Se deben aplicar las compresiones torácicas a todas las víctimas de paro
cardiaco. La adición de respiración boca a boca puede proporcionar beneficios
adicionales, sobre todo en niños en los que se sospeche un paro cardiaco por
asfixia, o cuando el intervalo de respuesta de los servicios médicos de
emergencia (EMS) se prolongue.
La desfibrilación precoz es esencial.

Los programas de acceso público a Desfibriladores Automáticos deben ser


implementados de forma activa en los lugares que tienen una alta afluencia de
ciudadanos (aeropuertos, estaciones de ferrocarril, terminales de autobuses,
instalaciones deportivas, centros comerciales, oficinas y casinos). 1,2,3,4,5,6

6
EPIDEMIOLOGIA

La parada cardíaca súbita es una de las principales causas de muerte en


Europa. Tiene una incidencia de 55 a 113 por cada 100.000 habitantes al año.
Según estudios realizados, alrededor del 25-50% de las víctimas de SCA tiene
fibrilación ventricular (FV), un porcentaje que ha disminuido en los últimos 20
años. Es probable que muchas más víctimas tengan VF o rápida taquicardia
ventricular (VT) en el momento del colapso, pero que en el momento de la
realización del primer electrocardiograma (ECG) el registro haya evolucionado
hasta asistolia.
Según estudios realizados, sobrevive mayor número de sujetos si los
espectadores actúan inmediatamente mientras la fibrilación ventricular está
todavía presente.

La mayoría de paradas cardíacas secundarias, son debidas a causas


respiratorias, como el ahogamiento (más prevalente en niños) y la asfixia.

Las intervenciones que incuestionablemente contribuyen a mejorar la


supervivencia tras la parada cardiaca son: Soporte Vital Básico (SVB) rápido y
efectivo, compresiones torácicas ininterrumpidas de alta calidad y desfibrilación
precoz para FV/TV 1

7
LA CADENA DE SUPERVIVENCIA

En la cadena de supervivencia se resumen los pasos necesarios para realizar


con éxito la reanimación ( Fig. 2.2 ).

Fig. 2.2.
La cadena de supervivencia.

El primer eslabón de esta cadena indica la importancia de reconocer a las


personas en riesgo de parada cardiaca y llamar pidiendo ayuda con la
esperanza de que el tratamiento precoz pueda prevenir la parada.

Los eslabones centrales representan la integración de la RCP y la desfibrilación


como los componentes fundamentales de la resucitación temprana en un
intento de restaurar la vida. La RCP inmediata puede doblar o triplicar la
supervivencia de la PCEH (parada cardíaca extra hospitalaria) por FV.
Realizar RCP sólo con compresiones torácicas es mejor que no realizar RCP.
Tras una PCEH por FV, la resucitación cardiopulmonar con desfibrilación en los
3-5 minutos tras el paro pueden conseguir unas tasas de supervivencia tan
altas como 49%-75%.
Cada minuto de retraso en la desfibrilación reduce la probabilidad de
supervivencia en un 10%-12%.

El eslabón final de la cadena de supervivencia, cuidados post resucitación


eficaces, tiene como objetivo preservar la función cardíaca y evitar daño
neurológico.

Las diferencias en el tratamiento post parada cardiaca pueden explicar parte de


la variabilidad interhospitalaria en el pronóstico de estos pacientes. 1,2,3

8
RECONOCIMIENTO DE UN PARO CARDÍACO

Evaluar el pulso carotídeo (o cualquier otro pulso) es un método poco preciso


para confirmar la presencia o ausencia de circulación. 7,8,9,10,11
La auscultación cardiopulmonar y la interpretación electrocardiográfica serían
métodos más fiables.
Los profesionales sanitarios, al igual que el resto de reanimadores, tienen
dificultades a la hora de determinar la presencia o ausencia de respiración
adecuada en víctimas que no responden. Esto puede ser debido a que la
víctima presente un patrón de respiración agónica ,que consta de secuencias
respiratorias lentas y profundas con un sonido de ronquido característico y que
suele ocurrir en los primeros minutos tras la instauración hasta en un 40% de
las paradas cardiacas.
Se deberá iniciar la RCP si la víctima está inconsciente (no responde) y no
respira normalmente. La presencia de respiraciones agónicas es indicación
para empezar la RCP inmediatamente.

9
RCP BÁSICA

A continuación se describirán los pasos a seguir en una RCP básica.


La comprobación de respuesta, la apertura de la vía aérea, control de la
respiración y la llamada a emergencias médicas pueden llevarse a cabo
simultáneamente.

La apertura de la vía aérea y la comprobación de la respiración


Abrir la vía aérea utilizando la maniobra frente-mentón (modificarla si se
sospecha daño cervical) y comprobar si hay respiración (elevación
torácica). No hay que comprobar si existe obstrucción por cuerpo extraño en
este punto de la RCP para no demorar el proceso.

Servicios de emergencia
El 112 es el número de teléfono de emergencia europeo, disponible en toda la
UE de forma gratuita.
Algunos países europeos proporcionan un número de acceso directo
alternativo a los servicios médicos de emergencia, con lo que se puede ahorrar
tiempo.

Compresiones torácicas
Se recomienda que la RCP se inicie con las compresiones torácicas en lugar
de ventilar inicialmente.

Compresiones torácicas manuales:

1.-Localización de las compresiones : en zona central del pecho.


2.-Comprimir hasta una profundidad de al menos 5 cm, pero no más de 6 cm.
3.-Comprimir el pecho a un ritmo de 100 a 120 min -1 con el mínimo posible de
interrupciones.
4.-Permitir que el pecho vuelva a su posición inicial tras cada compresión.

Los estudios experimentales muestran mejores respuestas hemodinámicas


cuando las compresiones torácicas se realizan en la mitad inferior del
esternón. 12,13,14
Se debe colocar la palma de la mano en el centro del pecho con la otra mano
encima de esta.

Profundidad de compresión:

Cuatro estudios observacionales, publicados desde 2010 (basados en un


análisis de 9136 pacientes en total) , sugieren que un rango de profundidad de
compresión de 4.5-5.5 cm en adultos sería óptimo ya que se asocia a mayor
tasa de supervivencia. 15,16,17,18

10
Existe evidencia de que una profundidad de compresión de más de 6 cm
conlleva un número mayor de lesiones en adultos.

Frecuencia de compresión:
Dos estudios, con un total de 13.469 pacientes, reflejaron una mayor
supervivencia entre los pacientes que recibieron compresiones torácicas a un
ritmo de 100-120 min -1 , en comparación con> 140, 120-139,
<80 y 80-99.
Las frecuencias de compresión >140 min -1 se asociaron con un descenso
menor de la caja torácica y por tanto, menor eficacia compresiva. 18 y 20
Está estudiado que se deben realizar pausas de menos de 10 s para asegurar
un flujo sanguíneo constante y evitar una posible hipoxia. 21,22,23,24,25
Además, la RCP debe realizarse siempre que sea posible sobre una superficie
firme.

Estudios con animales han demostrado que con sólo compresiones-torácicas


las reservas arteriales de oxígeno se depleccionan en 2-4 minutos.26,27
Por lo que se concluye que la compresión torácica sin ventilaciones de rescate
puede ser suficiente únicamente en los primeros minutos tras el colapso.

Ventilación de rescate
En cuanto a las ventilaciones de rescate, se deben aplicar durante 1 s llenando
el pecho del afectado con un volumen suficiente hasta que se eleve
visiblemente. Se ha demostrado que no provoca gran distensión gástrica.
El volumen corriente, la frecuencia respiratoria y la concentración de oxígeno
inspirado óptimos para conseguir una oxigenación y eliminación de CO2
adecuadas se desconocen.
La hiperventilación no es beneficiosa ya que aumenta la presión torácica, lo
que disminuye el retorno venoso y por tanto, el gasto cardíaco.

Boca a la nariz de ventilación


Se puede aplicar como alternativa a la ventilación boca a boca en casos como
sellado difícil de la boca o no posibilidad de apertura de la misma.

También es posible aplicar ventilación boca a traqueotomía

Relación compresión-ventilación
La proporción de 30 : 2 fue recomendada en las guías de 2005 y 2010 en la
reanimación de un adulto y sigue aplicándose a día de hoy como la más eficaz.
Es recomendable que los reanimadores se turnen cada dos minutos
aproximadamente para evitar una disminución en la calidad de la compresión.

11
El uso de un desfibrilador externo automático (DAE)
Un amplio ensayo randomizado de desfibrilación de acceso público demostró
que los DEAs pueden utilizarse de forma segura por personas inexpertas.88
Los reanimadores deben continuar con compresiones torácicas mientras se
coloca un DEA y durante su uso reanudándolas tan pronto como sea posible.

Las recomendaciones 2015 indican que las pausas pre y post descarga de
menos de 10 segundos (y fracciones de compresiones torácicas > 60%) se
asocian con mejores resultados.

Se mantiene en las recomendaciones del 2015 que la pausa pre descarga


debe ser reducida al mínimo posible.
Con respecto a la pausa post descarga, se afirma que el proceso completo de
la desfibrilación debería conseguirse con una interrupción de las compresiones
torácicas de no más de 5 segundos (sin cambios con respecto a 2010).

Se hace especial hincapié en que la desfibrilación en los 3-5 primeros minutos


del colapso puede conllevar tasas de supervivencia de hasta el 50-70%.
La desfibrilación precoz extra hospitalaria sería posible mediante la utilización
de DEA de acceso público in situ. Se deberían implementar activamente
programas de acceso público a DEA en los espacios públicos que tengan una
alta afluencia de personas (zonas donde se puede esperar una parada
cardiaca cada 5 años se considera una medida coste efectiva y comparable a
otras intervenciones médicas).

El uso de un DAE estándar es adecuado para niños mayores de 8 años.


Para los niños entre 1 y 8 años se deben utilizar almohadillas pediátricas, así
como un atenuador o un modo pediátrico si está disponible en el dispositivo.
La presencia de ritmos susceptibles de choque en los recién nacidos es muy
baja, excepto cuando hay una patología cardiaca de base. 28,29,30

RCP antes de la desfibrilación


Un análisis reciente de un ensayo aleatorizado evidenció un aumento de
mortalidad al alta hospitalaria debido a un período prolongado de maniobras
para RCP (180 s) y retraso en la desfibrilación a pacientes con un ritmo inicial
susceptible de choque.
El ERC recomienda que la RCP debe aplicarse mientras se obtiene un
desfibrilador, pero no más tiempo.

Intervalo entre los controles de ritmo


El Consenso de 2015 ILCOR de Ciencia informó de que actualmente no existen
estudios que aborden la cuestión de los intervalos óptimos entre verificación del
ritmo, y su efecto sobre la supervivencia, la recuperación neurológica o
funcional, la presión de perfusión coronaria o el gasto cardíaco.El ERC
recomienda evaluar el ritmo cardíaco cada dos minutos.24-27
Para mayor claridad se presenta el algoritmo con la secuencia lineal de pasos
dentro del ANEXO I (Fig.1-5).

12
SOPORTE VITAL AVANZADO DEL ADULTO

La división entre soporte vital básico y soporte vital avanzado es arbitraria; en la


práctica, el proceso de resucitación es un continuum.
En todas las paradas cardiacas intrahospitalarias se inicia la RCP inmediatamente
utilizando accesorios de vía aérea y, si está indicado, se lleva a cabo la
desfibrilación tan rápidamente como sea posible.

Monitorización y reconocimiento del paciente crítico

En la actualidad muchos hospitales utilizan escalas de aviso precoz (EAP) o


criterios de llamada para identificar la necesidad de aumento progresivo en la
monitorización, tratamiento, o llamada para petición de ayuda experta (“rastreo
y alarma”).

La atención a los pacientes críticos, o que tienen riesgo de convertirse en


críticos, generalmente es proporcionada por los equipos de emergencias
médicas (EEM), equipos de respuesta rápida (ERR), o equipos móviles de
cuidados críticos (EMCC).

La monitorización de variables fisiológicas como el pulso, presión arterial,


frecuencia respiratoria, nivel de conciencia, temperatura y SpO2 es
fundamental. Así como utilizar un sistema de aviso precoz ante una parada4.
También hay que asegurar una auditoría exacta de parada cardiaca, “falsa
parada”, muertes inesperadas e ingresos en UCI no previstos, utilizando bases
de datos comunes.

Idealmente, el equipo utilizado en RCP (incluyendo desfibriladores) y la


distribución del equipo y medicación deberían estar estandarizados por todo el
hospital.

Ritmo Cardíaco

Excepto por pequeñas puntualizaciones, el algoritmo de SVA del adulto no ha


cambiado con respecto al de 2010.

Sigue siendo esencial la realización de las compresiones torácicas


ininterrumpidas de forma precoz y minimizar la duración de las pausas (no más
de 5 segundos) pre descarga y post descarga.
Uso intrahospitalario DEA vs Desfibrilación manual
Para ritmos no susceptibles de choque, el uso del DEA se asoció con una
menor supervivencia que el manual (10,4% vs. 15,4%; RR ajustado 0,74; IC del
95%, 0,65 -0.83; p <0,001), y una tasa de supervivencia similar a ritmos
susceptibles de choque, (38,4% vs. 39,8%; RR ajustado, 1,00; IC del 95%, 0,88
a 1,13; P = 0,99).
Sólo una pequeña proporción (menos del 20%) de paros intrahospitalarios
cardíacos tienen un ritmo susceptible de choque inicial.

En las áreas del hospital, donde hay un rápido acceso a la desfibrilación


manual, es recomendable utilizarla en lugar de un DEA.

13
Por otro lado, los parches autoadhesivos de desfibrilación tienen numerosas
ventajas sobre las palas manuales y deberían ser utilizados preferentemente
cuando estén disponibles.
No se ha encontrado suficiente evidencia para recomendar un tamaño concreto
de los electrodos para una desfibrilación óptima, sin embargo parece razonable
que sea entre 8 y 12 cm. Se acepta colocarlos en posición anterior-lateral.
(según las guías ILCOR, AHA y el ERC).

Al igual que en recomendaciones previas, el algoritmo de SVA distingue entre


ritmos desfibrilables y no desfibrilables.

En líneas generales, todos los ciclos son similares, con un total de 2 minutos de
RCP antes de valorar el ritmo y, cuando este indicado, palpar el pulso.

Se administrará 1 mg de adrenalina cada 3-5 minutos hasta que se consiga la


RCE (Respuesta Cardíaca Espontánea) .

Si el ritmo es desfibrilable, primera dosis tras la 3ª descarga si se ha


conseguido acceso IV/IO.

Si el ritmo no es desfibrilable, primera dosis en cuanto se tenga acceso IV/IO.


31,32,33,34,35

Energía para la descarga

No ha cambiado desde las recomendaciones de 2010.


Se ha demostrado que la variabilidad de la impedancia humana oscila de 25
ohms hasta 180 ohms .
La impedancia transtorácica (TTI) varía con la masa corporal, pero es de
aproximadamente 70-80 ohms en el adulto.
El objetivo de la colocación de los electrodos en el pecho del paciente es
conseguir minimizar esa TTI para que las descargas sean mas eficaces. Sin
embargo, en el caso de las arritmias ventriculares, no se ha encontrado
ninguna relación directa entre la TTI y el éxito de la descarga.

Para formas de onda bifásicas se debe utilizar una energía de descarga inicial
de al menos 150 J. Con desfibriladores manuales es apropiado considerar el
incremento de la energía de las descargas sucesivas si es posible, tras una
descarga sin éxito y en los pacientes en los que se produce refibrilación.

Siempre hay que considerar las causas reversibles y, si se identifican,


corregirlas. (Ver ANEXO I)

Capnografía
Para evitar dosis innecesarias de adrenalina, la utilización de la capnografía
con forma de onda detecta respiración espontánea sin detener las
compresiones torácicas. Cuando se produce, aparece un aumento significativo
del CO2 al final de la espiración (ET CO2).

14
Otros datos:

La AHA no recomienda el uso de marcapasos en la PCR (Clase III, LOE B).


Solo en el caso de bradicardia sintomática que no responde a fármacos (Clase
IIa, LOE B).
El ERC recomienda plantearse el uso de marcapasos en el caso de PCR en
asistolia con presencia de ondas P.
Desfibrilación a pacientes con DAI o con Marcapasos:
La recomendación general es que la presencia de marcapasos permanente o
DAI no retrase la desfibrilación en caso de ritmo de PCR desfibrilable. Es
recomendable colocar los electrodos a una distancia de, al menos, 8 cm del
dispositivo. Las posiciones recomendadas son la anterior-posterior y anterior-
lateral (LOE 4).

Vía aérea y ventilación

La intubación traqueal proporciona un acceso directo a la vía aérea.


Se puede diferir el intento de intubación hasta la recuperación de la circulación
espontánea. Ningún EAC (estudio aleatorizado controlado) ha demostrado que
la intubación traqueal aumente la supervivencia tras la parada cardiaca.
Tras la intubación, confirmar la correcta posición del tubo y asegurarlo
adecuadamente.

Se deberá ventilar a 10 ventilaciones/min. No hiperventilar al paciente.


Una vez que el paciente ha sido intubado, continuar las compresiones torácicas
a una frecuencia de 100-120/min sin hacer pausas durante la ventilación.

Una alternativa aceptable es un dispositivo supraglótico de vía aérea


(DSVA) (p.ej. mascarilla laríngea, tubo laríngeo o i-gel).

En la práctica, durante un intento de resucitación se utilizara una combinación


de técnicas de manejo de vía aérea de modo escalonado.

Acceso intravascular y fármacos

La inyección de fármacos por vía periférica debe seguirse de un bolo de al


menos 20 ml de fluido y elevación de la extremidad durante 10-20 segundos
para facilitar la llegada del fármaco a la circulación central. Si el acceso
intravenoso es difícil , considerar la vía IO (intra ósea).

No existe ningún estudio controlado con placebo que demuestre que el uso
rutinario de ningún vasopresor durante la parada cardiaca en humanos
aumente la supervivencia al alta hospitalaria, aunque se ha documentado
mejoría de la supervivencia a corto plazo.

Una serie de estudios aleatorizados controlados no mostraron diferencias


significativas en cuanto a RCE, supervivencia al alta o pronóstico neurológico
con el uso de vasopresina frente a adrenalina como vasopresor de primera
línea. ,36,37,38

15
Otros estudios comparando adrenalina sola o en combinación con vasopresina
tampoco demostraron diferencia alguna. Por ello el ERC sugiere que la
vasopresina no debería ser utilizada en la parada cardiaca en lugar de la
adrenalina, aunque aquellos profesionales sanitarios que trabajan en sistemas
que ya utilizan vasopresina pueden continuar haciéndolo.

Si un paciente tiene un ritmo inicial FV/TVSP y se dispone rápidamente de un


desfibrilador, administrar hasta 3 descargas sucesivas. Después, está indicada
una dosis única de amiodarona de 300 mg, y se puede considerar una dosis
adicional de 150 mg tras cinco descargas.

La lidocaína se recomienda para su utilización durante el SVA cuando no se


dispone de amiodarona.

Según el AHA, no se recomienda el uso rutinario de lidocaína. Sin embargo, se


puede considerar el inicio de la adminisracion o mantenimiento con esta
después del RCE en casos de FV o taquicardia ventricular sin pulso.

Pasa lo mismo con los B- bloqueantes : podrían usarse poco después de la


hospitalización a raíz de un paro cardíaco por FV o TV sin pulso.

La terapia fibrinolítica

Considerar terapia fibrinolítica cuando la parada cardiaca es causada por


embolismo pulmonar agudo probado o sospechado. Si se administra un
fármaco fibrinolítico en estas circunstancias, considerar realizar RCP durante al
menos 60-90 minutos antes de finalizar de los intentos de resucitación. La RCP
en curso no es una contraindicación para la fibrinólisis.

Se deben infundir fluidos rápidamente si se sospecha hipovolemia. En los


estadios iniciales de la resucitación no hay claras ventajas en utilizar coloides,
así que se deben utilizar soluciones cristaloides balanceadas tales como
solución de Hartmann o cloruro sódico al 0.9%. Evitar la dextrosa.

Otras recomendaciones incluyen:

No utilizar rutinariamente magnesio para el tratamiento de la parada cardiaca.


No administrar rutinariamente bicarbonato sódico en caso de parada.
Considerar bicarbonato sódico para la hiperpotasemia con riesgo vital, para la
parada cardiaca asociada a hiperpotasemia y para la sobredosis por
antidepresivos tricíclicos.

Técnicas y dispositivos de RCP

El uso rutinario de dispositivos mecánicos de compresiones torácicas no está


recomendado, aunque son una alternativa razonable en situaciones en las que
no es factible realizar compresiones torácicas de alta calidad o la seguridad del
reanimador está comprometida (RCP en una ambulancia en movimiento, RCP
prolongada) y RCP durante determinados procedimientos ((p.ej. coronariografía
o preparación para RCP extracorpórea).

16
Utilización de la ecografía durante el SVA

La ecografía periparada puede tener un papel importante en la identificación de


causas reversibles de parada cardiaca, aunque ningún estudio ha demostrado
que la utilización de esta modalidad de imagen mejore los resultados.

Valorar otros métodos y tecnologías para monitorizar al paciente durante la


RCP y potencialmente guiar las intervenciones de SVA.

Resucitación cardiopulmonar extracorpórea (RCPe)

La RCP extracorpórea (RCPe) debería considerarse como una terapia de


rescate para aquellos pacientes en los cuales las medidas iniciales de SVA son
infructuosas y/o para facilitar intervenciones específicas(p.ej. angiografía
coronaria e intervención coronaria percutánea (ICP) o trombectomía pulmonar
para el embolismo pulmonar masivo). ,39,40,41,42,43

Algoritmo en ANEXO I (Fig.6)

Se adjuntan también el manejo específico de taquicardia (Fig.7) y bradicardia


(Fig.8) así como el de traumatismo y RCP(Fig. 11) en ANEXO I

17
CUIDADOS POSTRESUCITACIÓN

El reestablecimiento de la circulación espontánea (RCE) es el primer paso para


una recuperación completa de la parada cardiaca. Se han denominado
síndrome postparada cardiaca a los procesos fisiopatológicos que ocurren tras
la isquemia durante la parada cardiaca y la respuesta de reperfusión durante la
RCP y tras el éxito de la misma.

El fallo cardiovascular explica la mayoría de las muertes en los primeros tres


días, mientras que la lesión cerebral explica la mayoría de las muertes tardías.

La retirada de las medidas de soporte vital (RMSV) es la principal causa de


muerte (50%) en los pacientes en los que se pronostica un mal resultado.

La lesión cerebral postparada cardiaca puede exacerbarse por deterioro de la


autorregulación hormonal con alteración de la microcirculación, hipotensión,
hipercapnia, hipoxemia, fiebre, hipoglucemia, hiperglucemia y convulsiones.

El algoritmo de cuidados postresucitación (Fig.9 ANEXO I) resume algunas


intervenciones requeridas para optimizar el resultado de estos pacientes.

Vía aérea y respiración

Mantener la saturación de oxígeno arterial en el rango de 94-98%.


Tras la parada cardiaca, la hipocapnia inducida por la hiperventilación produce
isquemia cerebral.

La identificación precoz de una causa respiratoria o neurológica puede


conseguirse mediante la realización de una TAC cerebral y torácica al ingreso
en el hospital, antes o después de la coronariografía( si la precisa el paciente).

Manejo hemodinámico

La disfunción miocárdica postresucitación produce inestabilidad hemodinámica,


que se manifiesta como hipotensión, índice cardiaco bajo y arritmias.
Se debe realizar ecocardiografía en todos los pacientes para detectar y
cuantificar el grado de disfunción miocárdica. La disfunción miocárdica
postresucitación a menudo requiere soporte inotrópico, al menos
temporalmente. El tratamiento puede ser guiado por presión arterial,
frecuencia cardiaca, diuresis, tasa de aclaramiento de lactato plasmático y
saturación de oxígeno venosa central. La ecocardiografía seriada también
puede utilizarse, especialmente en pacientes hemodinámicamente inestables.
En la UCI es esencial una monitorización continua de la presión arterial.

18
Sepsis

Aunque puesta en cuestión por varios estudios recientes, tras la


parada cardiaca se ha propuesto como una estrategia de tratamiento múltiples
terapias, incluyendo un objetivo específico de presión arterial. En ausencia
de datos definitivos, se debe tomar como objetivo la presión arterial media para
conseguir una diuresis adecuada (1 mL/kg/h) y unos valores normales o
decrecientes de lactato plasmático, tomando en consideración la tensión
arterial normal del paciente, la causa de la parada cardiaca y la gravedad de
cualquier disfunción miocárdica. Estos objetivos pueden variar dependiendo
de la fisiología individual y del estado de comorbilidad. Es importante destacar
que la hipotermia puede aumentar la diuresis y alterar el aclaramiento de
lactato.

Desfibriladores automáticos implantables

Considerar la inserción de un desfibrilador automático implantable (DAI) en


pacientes isquémicos con disfunción ventricular izquierda significativa, que hayan
sido resucitados de una arritmia ventricular producida después de más de 24-48 h
tras un evento coronario primario.

En el ANEXO I se adjuntan los algoritmos específicos para manejo de


alteraciones del ritmo cardíaco post resucitación

Estado neurológico

Tras la parada cardiaca asfíctica, puede producirse edema cerebral


transitoriamente tras la RCE pero raramente se asocia con incrementos
clínicamente relevantes en la presión intracraneal.

En muchos pacientes, la autorregulación de flujo sanguíneo cerebral está


alterada (ausente o desplazada hacia la derecha) durante algún tiempo tras la
parada cardiaca, lo cual significa que la perfusión cerebral varía con la presión de
perfusión cerebral en lugar de estar ligada a la actividad neuronal.
Así pues, tras la RCE, se debe mantener la presión arterial media cerca del nivel
normal del paciente.

Sedación

Aunque ha sido práctica común sedar y ventilar a los pacientes durante al menos
24 horas tras la RCE, no existen datos con alto nivel de evidencia para apoyar un
periodo definido de ventilación, sedación ni bloqueo neuromuscular tras la parada
cardiaca.

Control de convulsiones

Las convulsiones aparecen en un tercio de los pacientes que permanecen en


coma tras la RCE. Las mioclonias son las más comunes y ocurren en el 18-25%,
siendo el resto convulsiones tónico-clónicas focales o generalizadas o una
combinación de tipos de convulsión.

19
La convulsiones clínicas, incluyendo mioclonias pueden ser de origen epiléptico o
no. La mayoría son no epilépticas.
Se debe utilizar electroencefalografía (EEG) intermitente para detectar actividad
epiléptica en pacientes con manifestaciones convulsivas clínicas. Considerar la
EEG continua para monitorizar a los pacientes con estatus epiléptico
diagnosticado y los efectos del tratamiento.

Las convulsiones pueden aumentar la tasa metabólica cerebral y tienen el


potencial de exacerbar la lesión cerebral producida por la parada cardiaca. Se
deben tratar con valproato sódico, levetiracetam, fenitoína, benzodiacepinas,
propofol, o un barbitúrico. Las mioclonias pueden ser particularmente difíciles de
tratar; la fenitoína es a menudo ineficaz. El propofol es efectivo para suprimir las
mioclonias postanóxicas. Clonazepam, valproato sódico y levetiracetam son
fármacos antimioclónicos que pueden ser efectivos en las mioclonias
postanóxicas.

Control de glucemia

Hay una fuerte asociación entre los niveles de glucemia elevados tras la
resucitación de una parada cardiaca y el mal pronóstico neurológico.
Basándonos en los datos disponibles, los niveles de glucemia tras la RCE
deberían mantenerse ≤ 180 mg/ dL (10 mmol/L) y evitar la hipoglucemia.El control
estricto de la glucemia no debe implementarse en los pacientes adultos con RCE
tras la parada cardiaca por el riesgo aumentado de hipoglucemia.

Control de temperatura

En las primeras 48 horas tras la parada cardiaca es frecuente un periodo de


hipertermia (hiperpirexia). Varios estudios documentan una asociación entre
pirexia postparada cardiaca y mal pronóstico. Aunque el efecto de la temperatura
elevada sobre el pronóstico no está probado, parece razonable tratar la
hipertermia que se produce tras la parada cardiaca con antipiréticos y considerar
el enfriamiento activo en pacientes inconscientes.
Mantener una temperatura objetivo constante entre 32ºC y 36ºC en aquellos
pacientes en los que se utilice control de temperatura (recomendación fuerte,
evidencia de moderada calidad).
Sigue sin saberse si ciertas subpoblaciones de pacientes de parada cardiaca
pueden beneficiarse de temperaturas más bajas (32-34ºC) o más altas (36ºC) y la
investigación futura puede ayudar a dilucidar esto.
Si se utiliza un manejo con temperatura controlada, se sugiere que la duración
sea de al menos 24 h (como se llevó a cabo en los dos EAC previos más amplios)
(recomendación débil, evidencia de muy baja calidad).

Los estudios observacionales son confusos por el hecho de que existe una
asociación entre pacientes que se enfrían más rápido espontáneamente y un peor
pronóstico neurológico. Se mantiene la hipótesis de que aquellos con lesión
neurológica más grave son más propensos a perder su capacidad para controlar
la temperatura corporal.

20
Un estudio aleatorizado determinó que la infusión iv de fluido a temperaturas
bajas frente a enfriamiento aplazado hasta el ingreso en el hospital incrementó las
tasas de recurrencia de parada durante el traslado y la aparición de edema
pulmonar.
Las estrategias de enfriamiento precoz, distintas de la infusión rápida de grandes
volúmenes de fluido intravenoso frío y el enfriamiento durante la resucitación
cardiopulmonar en el marco prehospitalario, no han sido adecuadamente
estudiadas.
Los dispositivos internos permiten un control más preciso de la temperatura
comparados con las técnicas externas.
La hipertermia de rebote se asocia con peor pronóstico neurológico. Así pues, el
recalentamiento debería llevarse a cabo lentamente; la velocidad óptima no se
conoce, pero se recomienda un incremento de temperatura de alrededor de 0.25-
0.5ºC por hora. 44,45,46

21
CASOS ESPECIALES: OBSTRUCCION DE VIA AEREA POR CUERPO
EXTRAÑO
La obstrucción de la vía aérea por cuerpo extraño (OVACE) es una causa
poco común pero potencialmente tratable de muerte accidental.96
Casi siempre se produce mientras la víctima está comiendo o bebiendo y
requiere un tratamiento inmediato.
La obstrucción puede ser moderada(parcial) o grave(completa)

El tratamiento de la obstrucción leve de vías respiratorias


La tos genera presiones altas en la vía aérea y puede ser eficaz para expulsar
el cuerpo extraño. El tratamiento agresivo con golpes en la espalda,
compresiones abdominales y compresiones en el pecho, puede causar daño y
puede empeorar la obstrucción de las vías respiratorias. Estos tratamientos
deben reservarse para las víctimas que tienen signos de obstrucción de la vía
respiratoria severa.

El tratamiento de la obstrucción grave de las vías respiratorias


Aproximadamente el 50% de los episodios de obstrucción de las vías
respiratorias no se soluciona con una sola técnica . Se incrementa la
probabilidad de éxito cuando se utilizan combinaciones de golpes en la espalda
y compresiones abdominales y torácicas.

El tratamiento de la obstrucción de la vía aérea por cuerpo extraño en una


víctima que no responde
Si no responde, se comenzará inmediatamente la RCP con compresiones
torácicas mientras se espera a que llegue un equipo de apoyo. 47

La secuencia en la OVACE (atragantamiento) en adultos se muestra en la


Figura 10 del ANEXO I

22
CASOS ESPECIALES: LA REANIMACIÓN EN NIÑOS

La secuencia de RCP aplicable en niños sigue una pauta modificada que


incluye:

 Administrar 5 ventilaciones de rescate antes de comenzar las


compresiones torácicas.
 Realizar la RCP durante 1 min antes de ir en busca de ayuda en el caso
de que el reanimador esté solo.

(Estas mismas modificaciones pueden mejorar el resultado de la RCP en


víctimas de ahogamiento.)

 Comprimir el pecho al menos un tercio de su profundidad (para bebés


unos 4 cm, y para niños de 5 cm);

-utilizar 2 dedos en el caso de un bebé menor de un año


-utilizar 1 o 2 manos de un niño mayor de 1 año, según sea
necesario para lograr una profundidad adecuada de compresión.

Resucitación y soporte de transición de recién nacidos en el paritorio

Estas son las principales modificaciones que se han realizado en 2015 en las
recomendaciones del ERC para la resucitación en el paritorio:

Soporte de transición:

Reconocimiento de la situación del recién nacido en el paritorio, que raramente


requiere resucitación pero que algunas veces necesita ayuda médica durante el
proceso de transición postnatal. El término “soporte de transición” ha sido
introducido para distinguir mejor entre las intervenciones necesarias para
restaurar las funciones vitales orgánicas (resucitación) y el apoyo de transición.

Temperatura:

Tras el parto la temperatura de los niños recién nacidos sin asfixia debería
mantenerse entre 36,5ºC y 37,5ºC. La importancia de conseguir este objetivo
ha sido subrayada y reforzada debido a su fuerte asociación con mortalidad y
morbilidad. La temperatura en el momento del ingreso debería registrarse ya
que es un índice pronóstico y un indicador de calidad.

23
Mantenimiento de la temperatura:

Tras el parto, durante el ingreso y estabilización de recién nacidos con menos


de 32 semanas de gestación, puede requerirse una combinación de
intervenciones para mantener la temperatura entre 36,5ºC y 37,5ºC. Esta
puede incluir gases respiratorios calentados humidificados, aumento de la
temperatura de la sala y cobertor plástico de cuerpo y cabeza, y manta térmica,
o sólo manta térmica, todos los cuales han sido efectivos para reducir la
hipotermia.

Evaluación óptima de la frecuencia cardiaca:

En recién nacidos que requieran resucitación se sugiere que el ECG puede ser
utilizado para proporcionar una estimación rápida y exacta de la frecuencia
cardiaca.

Meconio:

La intubación traqueal no debería utilizarse de forma sistemática en presencia


de meconio y debería ser realizada solamente ante la sospecha de obstrucción
traqueal. El énfasis debería ponerse en el inicio de la ventilación dentro del
primer minuto de vida en los recién nacidos que no respiren o que respiren de
forma inefectiva.

Oxígeno:

El soporte ventilatorio de los recién nacidos a término debería comenzarse con


aire ambiente. En los prematuros, debería utilizarse inicialmente o bien aire o
bien concentraciones bajas de oxígeno (hasta 30%). Si a pesar de una
ventilación efectiva la oxigenación (idealmente guiada por oximetría) siguiera
siendo inaceptable, debería considerarse la utilización de concentraciones de
oxígeno más elevadas.

CPAP:

En los prematuros con dificultad respiratoria pero que respiren


espontáneamente, el soporte respiratorio inicial puede proporcionarse mediante
CPAP en lugar de la intubación. 5 y 6

24
CASOS ESPECIALES: RCP EN EMBARAZO

Durante el embarazo hay cambios fisiológicos como aumento del gasto


cardiaco por aumento del volumen sanguíneo, incremento del consumo de
oxígeno, estado protrombótico.
Además, el útero a partir de las 20 semanas de embarazo, provoca compresión
de vasos ilíacos y abdominales dando lugar a reducción de retorno venoso e
hipotensión. Durante una parada cardíaca , el compromiso del retorno venoso y
disminución de gasto cardíaco por compresión uterina limita la efectividad de
las compresiones torácicas.
El decúbito lateral izquierdo puede reducir este compromiso venoso a veces.

Comenzar SVB siguiendo el modelo estándar. Si la paciente está en el tercer


trimestre de embarazo, las compresiones se realizarán a una altura superior.
Desplazar manualmente el útero hacia la izquierda para reducir la compresión
de Vena cava inferior. Posición lateral izquierda con una inclinación
aproximada de 15-30º. Preparar material para una cesárea urgente si no
responde al soporte vital básico.

Desfibrilación:

si hay ritmo desfibrilable, proceder.


La energía de choque es igual que en el paciente estándar. Según estudios, la
descarga no afecta al corazón fetal.

Via aérea:

Existe alto riesgo de aspiración gástrica aún así, la prioridad es intubar a la


paciente. Se suele usar un tubo traqueal unos 0.5-1mm de diámetro más
pequeño que el que se usaría en una no embarazada. Esto se debe a que hay
edema y estrechamiento fisiológico de la vía aérea.
Suele tratarse de una intubación difícil.
Siempre es clave identificar las causas tratables de una parada
cardiorrespiratoria. 5,6,47

25
CASOS ESPECIALES: RCP INTRAOPERATORIA

La causa más frecuente de parada durante una intervención es una pérdida de


ventilación adecuada.

Otras causas son: Hipovolemia, arritmias, inducción farmacológica (ej.


Relajantes musculares), fallo ventilatorio por anafilaxis…

El algoritmo a seguir es el aplicable al paciente general pero con alguna


modificación:

Se ajustará la posición de la mesa de operaciones para facilitar las


compresiones. La RCP óptima se aplica en decúbito supino.

Si hay fibrilación ventricular, usar el desfibrilador. Si no está disponible


proceder a las compresiones torácicas.

En caso de asistolia o bradicardia extrema, parar la cirugía y administrar 0.5 mg


de atropina IV/IO. Comenzar RCP después y buscar causa subyacente.

Fluidoterapia y parar la administración de anestésicos. Administrar vasopresor,


(en general se usa hasta 1mg de adrenalina). Si no responde, aumentar dosis
mientras se realizan compresiones y ventilaciones.

Considerar el uso de amiodarona 300mg en pacientes con ritmos desfibrilables


(FV/pVT).

En caso de paro cardíaco tras una cirugía cardiovascular , se evaluará realizar


una reesternotomía urgente (en menos de 5 minutos) si se han descartado
causas secundarias , no responde a drogas vasoactivas ni desfibrilación (3
intentos). 5,6,48,49

Se adjunta algoritmo de evaluación pronóstica post parada cardiorrespiratoria


dentro del ANEXO I (Fig.12).

26
LOS RIESGOS PARA EL REANIMADOR Y PARA EL RECEPTOR DE LA
RCP

Los riesgos para la víctima que recibe RCP que no está en paro cardiaco
Los datos combinados de tres estudios con un total de 345 pacientes,
obtuvieron una incidencia de fractura ósea (costillas y la clavícula) del 1,7% (IC
del 95%: 0,4 -3,1%), dolor en la zona de compresión torácica 8,7% (IC del 95%:
5.7 a 11.7%), y lesión visceral clínicamente relevante.

Riesgos para la víctima que recibe RCP que está en paro cardiaco
Una revisión sistemática demuestra que la incidencia de fracturas costales van
del 13% al 97%, y de las fracturas de esternón del 1% al 43%.
Las lesiones viscerales (pulmón, corazón, órganos abdominales) son menos
frecuentes.

Riesgos para el reanimador durante la RCP


La incidencia de alteraciones es muy baja y es una práctica segura en la
mayoría de las circunstancias.
Una revisión sistemática identificó ocho estudios que informaban de un total de
29 eventos adversos asociados a la desfibrilación.
Las causas incluían el mal uso accidental o intencionado desfibrilador, mal
funcionamiento del dispositivo y la descarga accidental durante los
procedimientos de formación o mantenimiento.
La lesión del nervio periférico fue el daño más común.
No se documentaron daños a los reanimadores que realizaron la desfibrilación
en ambientes húmedos.
No se debe tocar a los pacientes durante la descarga.

Transmisión de enfermedades

Tres estudios demostraron que los dispositivos de barrera disminuían la


transmisión de microorganismos en ambientes de laboratorio controlados.
Sobre todo estarán indicados si la víctima tiene una infección grave (por
ejemplo; VIH, TBC, hepatitis B o SARS).

Dado que el riesgo de transmisión de enfermedades es muy bajo, es razonable


iniciar la respiración de rescate sin dispositivo de barrera si este no estuviese
disponible.

27
REGLAS PARA TERMINAR LA REANIMACION

¿Cuándo terminar una RCP?

No existe consenso actualmente pero la AHA considera aceptable suspender la


reanimación si una parada no ha sido presenciada, tras 3 rondas de
compresiones no hay pulso y no existe ritmo desfibrilable. En general se
entiende que debe persistirse en la reanimación siempre que exista una
Fibrilación Ventricular susceptible de desfibrilación. Se acepta también la
suspensión cuando una asistolia persiste más de 20 minutos en ausencia de
causas reversibles y cuando se han tomado todas las medidas correctamente
de RCP básica y avanzada.

Existen circunstancias que pueden prolongar la necesidad de una RCP como


son el caso de la sobredosis y la hipotermia.

Otras circunstancias de suspensión de la RCP son:

– Cuando aparezcan criterios de muerte o se tiene conocimiento de una orden


de no resucitación sobre un soporte legal (testamento de voluntades
anticipadas).
– Otra causa aceptada de cese de la reanimación es el agotamiento de un
único reanimador, para evitarlo en caso de estar disponible dos reanimadores
se deben establecer rotaciones en las compresiones cada 2 minutos realizando
dicho cambio en menos de 10 segundos.
– Debe suspenderse cuando el equipo sanitario encargado de realizar una
RCP avanzada toma el relevo.
– El cese también se produce cuando la reanimación es exitosa y se reinstaura
una circulación y ventilación espontánea efectivas.
– Es un error frecuente mantener la reanimación más allá de lo deseable en
caso de niños en los que el pronóstico es a menudo peor que en adultos. 5,6,49,50

28
4. CONCLUSION

Una intervención precoz y efectiva ante la sospecha (o certeza) de una parada


cardiorrespiratoria podría aumentar la supervivencia del paciente afectado.
Es importante establecer un tratamiento y seguimiento adecuados post-parada,
así como intentar modificar los posibles factores de riesgo que ensombrezcan
el pronóstico de nuestro paciente.

29
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34
6. ANEXO I

Fig.1 .RCP básica. (ERC 2015)

35
36
37
38
Fig.2. RCP Básica (ERC 2015)

Fig. 3. Tabla RCP recomendaciones Guías AHA

39
Fig. 4. AHA 2015

40
Desfibrilador

Variabilidad de impedancia de los distintos desfibriladores


- Desfibriladores monofásicos (antiguos) – La corriente fluye solamente
en un sentido  no se mide la impedancia

- Desfibriladores bifásicos (actuales) – La corriente fluye primero en un


sentido, a continuación se invierte y fluye en sentido contrario. – Mide la
impedancia y ajusta internamente la energía a suministrar basada en la
selección de energía o arritmia (para DEAs)

Hay diferentes formas de onda bifásicas de acuerdo a las


especificaciones de los diferentes fabricantes.

41
• Baja impedancia (50 Ω) – Un desfibrilador monofásico a 360 Joules
suministra más corriente de la requerida, exponiendo al paciente a picos
altos de corriente potencialmente peligrosos
• Impedancia promedio (75 Ω) – Un desfibrilador monofásico a 360
Joules y un desfibrilador bifásico rectilíneo a 200 Joules pueden ser
igualmente efectivos
• Alta impedancia (> 100 Ω) – Una descarga bifásica rectilínea a 200
Joules suministra una corriente media mayor que una descarga de un
desfibrilador monofásico a 360 Joules, lo que hace que la descarga
bifásica sea más efectiva a niveles inferiores de energía.

Niveles de evidencia:
1.- Los niveles de evidencia de estudios de evaluación de las intervenciones son:

 •LOE 1: Ensayos controlados aleatorios (o meta-análisis de los ECA). Estos estudios recogen datos de
forma prospectiva, aleatoria y asignar los pacientes a la intervención o al de control.
•LOE 2: Los estudios con controles concurrentes sin asignación al azar (por ejemplo, "pseudo"
aleatorios). Estos estudios pueden ser: Experimentales, en los cuales los pacientes se asignan a los
grupos de intervención o control de forma simultánea, pero de forma no aleatoria (incluidos los
pseudo-azar: por ejemplo. días alternos, día de la semana, etc); u Observacionales, incluida la cohorte
y los estudios de casos y controles (un meta-análisis de este tipo de estudios se ha concedido también
una LOE = 2).
•LOE 3: Los estudios que utilizan un control a posteriori. Estos estudios utilizan los pacientes de
control que han sido seleccionados de un período posterior en el tiempo al grupo de intervención.
•LOE 4: los estudios sin un grupo control (por ejemplo, series de casos). Un solo grupo de personas
expuestas a la intervención (factor en estudio), pero sin un grupo control.
•LOE 5: Los estudios no directamente relacionados con los pacientes y/o la población que interesa en
concreto (por ejemplo, diferentes pacientes y población, modelos animales, modelos mecánicos, etc).
En s este nivel se pueden incluir estudios de alta calidad (incluso ECAs).

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Fig.5. Algoritmo RCP básica AHA (2015)

43
Fig. 6. Soporte vital avanzado : Algoritmo ERC 2015

44
Fig. 7. Algoritmo taquicardia ERC 2015

45
Fig.8 . Algoritmo Bradicardia ERC 2015

46
Fig. 9. Algoritmo cuidados postresucitación. ERC 2015

47
Fig. 10. Algoritmo obstrucción vía aérea. ERC 2015

48
Fig.11. Algoritmo RCP post traumatismo. Traumatic cardiac arrest algorithm (ERC
2015)

49
Fig.12. Estrategia pronóstica: algoritmo (ERC 2015)

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