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100% Cristão Edições e Produções


Todos os direitos reservados e protegidos pela Lei nº 9.610, de
19/02/1998.

É expressamente proibida a reprodução total ou parcial deste


livro, por quaisquer meios (eletrônicos, mecânicos, fotográficos,
gravação e outros), sem prévia autorização por escrito da editora.
A VERSÃO DA BÍBLIA UTILIZADA NESSA OBRA
É A ALMEIDA REVISTA E CORRIGIDA,
SALVO RESSALVAS DO AUTOR.

Publicado no Brasil por 100% Cristão Edições e Produções


www.editora100cristao.com.br
Capa e projeto gráfico: Jônatas Jacob

Diretor Executivo: Sinval Filho


Direção Administrativa: Wilson Pereira Jr.
Revisão: Helena Barradas Sá
Edição 1, 2014
Impresso no Brasil por Impressul

Dados Internacionais de Catalogação na Publicação (CIP)


SUMÁRIO

PREFACIO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

1. Un corazón ardiente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

2. Avivando la vocación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17

3. Evangelización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25

4. Discipulado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

5. Tres tipos de frutos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57

6. La iglesia que Dios desea . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65

Bibliografia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
PREFACIO

N o puedo decir que no me da miedo ser confrontado por los de-


safíos, pero no tengo dudas de que son ellos que me alimentan
y me hacen soñar, sacándome de mi lugar de comodidad. ¡Escribir
este nuevo libro es un gran desafío! La idea es poner en las manos
de las personas un corto manual sobre la evangelización y el disci-
pulado. Estos estudios tienen origen en una larga caminata de 20
años de ministerio. Durante este tiempo, tengo tido la oportunidad
de estar en diversos sitios, predicar, conocer muchas personas di-
ferentes, iglesias, ciudades, departamentos, países, lenguas, razas y
culturas. Todo eso me muestra lo cuanto es necesario evangelizar y
discipular. Me quedo cada vez más angustiado de ver como los se-
res humanos desesperadamente necesitan del evangelio de Cristo.
Y la angustia me viene corazón por darme cuenta de que la iglesia
está perdiendo el tiempo con cosas vanas, olvidándose de su princi-
pal prioridad – vivir el evangelio en la realidad de sus comunidades.
Espero que estos estudios puedan despertar corazones e iglesias
para la urgente necesidad de predicar y discipular personas en el
evangelio de Cristo.
INTRODUCCIÓN

S iempre es necesario volver a nuestro manual teórico y prác-


tico cuando el tema es evangelización e discipulado. Los
principios bíblicos son innegociables. No existe nada nuevo, no
se puede inventar, solo recordarse. Por esta razón, empezamos
hablando sobre el corazón ardiente, pues, de hecho, entendemos
que necesitamos ser apasionados por Dios y por su misión, y
este es el primer paso para cualquier plan y estrategia de evan-
gelización y discipulado. En la Biblia, vemos que aquellos que
evangelizaban y discipulaban eran personas que tenían una ex-
periencia muy cerca del Maestro. Pedro es un ejemplo. Delante
del Sinedrio, le fue pedido que parase de predicar, al que con-
testó: “Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído”
(Hechos 4.20). Él estaba lleno, transbordando de la presencia de
Cristo, tanto por lo que vio cuando caminó con Él, cuanto por lo
10 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

que oyó, y aun por la experiencia del vertimiento del Espíritu Santo
en el día de no día de Pentecostés (Hechos 2).
Sin duda ninguna, la experiencia, la pasión, el amor por Cristo y
por su obra son la llave principal. No sirve de nada hacer la misión de
evangelizar y discipular solamente con materiales o formas; el secreto
es la presencia de Dios, es la experiencia viva con Él. En esta misma
dirección, vamos a ver sobre la vocación del apóstol Pablo, la necesidad
de mantener viva nuestra vocación. No existe ministerio verdadero sin
las marcas de Jesús; ellas son requisitos que nos ayudan a identificar a
veracidad de un ministerio. Seguimos con el tema de la evangelizaci-
ón, observando un poco de la historia del movimiento wesleyano, ofre-
ciendo pistas prácticas para evangelizar. Entendemos que por mucho
tiempo se habló sobre evangelismo, ir por todo el mundo y predicar
el evangelio. Particularmente, he oído muchas veces que lo importante
era evangelizar, no importando para donde iba la persona. Sin embar-
go, creo que hemos evolucionado en el pensamiento y entendimiento
bíblicos, pues sabemos que el discipulado es esencial en un mundo lle-
no de falsas creencias y religiones. Es imprescindible mantener el fruto
y cuidarlo, pero eso solo será posible con el discipulado. Entendemos
claramente que Jesús nos mandó discipular personas, o sea, engendrar-
las, generarlas, hacerlas crecer y verlas fructificar, repitiendo el mismo
proceso con otras personas. Para tanto, vamos a aprender con Bernabé
lo que realmente significa discipular. Creo que todos los asuntos están
entrelazados y se completan. La iglesia modelo es aquella que no se li-
mita a las cuatro paredes, sino la que aprende a evangelizar y discipular.
Seguramente, eso es lo que aprendemos cuanto más nos aproximamos
del mensaje de la cruz; cuanto más entendemos este mensaje, mas avan-
zamos como iglesia según el corazón de Dios.
1.
UM CORAZÓN ARDIENTE

¡U n corazón ardiente es un corazón transformado, que ama a


Dios y a su obra ardientemente!
En Mateo 24.12-14, Jesús está diciendo que el amor puede enfriarse.
Que por la persecución, el amor de casi todos se enfriará. En el texto, la
idea central era una profetizar sobre la destruición del templo que iba
pasar en el año 70D.C. Pero también el texto tiene su carácter escatoló-
gico, hablando sobre la parusía, la vuelta de Cristo. De este modo, Jesús
está indicando que una de las señales del tiempo es el enfriamiento del
amor. Así nos da la noción que el amor es algo que debe ser ardiente,
mantenido como una llama. Por otro lado pasamos a notar lo que sig-
nifica tener un corazón con un amor enfriado, apagado. Cuáles son las
características de alguien que está en esta condición. Vea algunas de las
causas del corazón frio.
12 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

a. Note que Jesús está diciendo que por multiplicarse la iniquidad el


amor de casi todos se enfriará. Es exactamente la influencia del
mundo habitado sobre la iglesia. Este es un punto central: la ini-
quidad se les ganó.

La palabra awah representa “hacer iniquidad”. Este verbo es en-


contrado en la Biblia 17 veces. En arábigo, tiene el significado de
“doblar” o «desviarse del camino». Es utilizada a menudo como si-
nónimo de jata, “pecar”, como en Salmo 106.6: “Hemos pecado [jata]
como nuestros padres; hemos hecho iniquidad [awah]; hemos actuado im-
píamente [rasha]”.

b. El término awon también se refiere a “iniquidad; culpa; castigo”.


Este nombre, que se encuentra 231 veces en el Antiguo Testamento,
se limita al hebreo y arameo bíblico. Los libros proféticos y poéti-
cos usan awon con frecuencia. En todo el Pentateuco hay unos 50
casos del vocablo. Además, el uso en los libros históricos es infre-
cuente. La primera enunciación de awon proviene de los labios de
Caín, con la connotación especial de “castigo”: “Y dijo Caín a Jehová:
Grande es mi castigo para ser soportado” (Génesis 4.13).

Tomemos como ejemplo la iglesia de Laodicea (Apocalipsis 3.14-22)


Empezando por el nombre de la ciudad y de la iglesia: Laos = pueblo
y dicea = derecho. Laodicea era un importante centro comercial. Era
una ciudad realmente de ricos, abastada. Tenía importantes industrias
de tejidos. Tenía universidad de medicina, era un importante fabricante
de un principio activo para hacer colirio. Esta ciudad era tan próspera
que cuando sufrió un terremoto rechazó la ayuda del gobierno roma-
no. Por si solos, se levantaran. Tenían este orgullo de sus capacidades
económicas. De hecho la iglesia estaba viviendo influenciada por este
modelo, era una iglesia que vivía segundo el derecho y modelo del pue-
blo común y no segundo la voluntad de Dios. De hecho, en esta iglesia
Jesús estaba del lado de fuera tocando la puerta y pidiendo para entrar.
1. UM CORAZÓN ARDIENTE | 13

Esta es la causa de estar ella tibia, o sea, su amor estaba enfriándose. El


corazón no ardía por Dios, por Su voluntad. La influencia de la ciudad
era muy fuerte. Lo interesante es que fue en esta iglesia donde Jesús fue
puesto para fuera, pues los conceptos del mundo pasaran a dominar. Es
igual hoy: si permitimos, el consumismo, materialismo, egoísmo, etc., el
amor se enfría.
Vea algunas de las características de quien esta se enfriando el amor:
a. Tropiezan. O sea, sus pies están débiles, sin firmeza de propósito,
abandonaron la confianza por la presión. Jesús para muchos se tor-
nó la piedra de tropiezo, pues no creen en Él, como los israelitas
que creyeron arrogantemente en sus obras y no pudieron aceptar
la vida por la fe enseñada en Cristo. Romanos 9.32-33

b. Odio mutuo. Como es importante notar que la prueba del amor


ardiente se dará siempre en las relaciones. Un amor frio por Dios
denotará desamor entre las personas. Se yo amo a Dios, tengo que
amar a mi hermano. Fíjate en lo que Pablo dice en Gálatas 5.13-15.

c. Son fácilmente engañados. – porque están en búsqueda de satis-


facer sus placeres, creen en promesas falsas. Son lo que Pablo llama
en Efesios 4.14: “niños fluctuantes”. Aun mismo los líderes que
desean el crecimiento para su ministerio pueden dejarse llevar por
la vanidad, con la intención de tener sus nombres engrandecidos.

La maravilla es que Jesús declara que hay un remanente fiel, o sea,


muchos mantendrán la llama del amor encendida en su corazón. Dios
no se agrada de los que retroceden, Él nos llama para seguir en la bús-
queda, en la caminata. A seguir, veamos algunas características de al-
guien cuyo corazón está lleno del amor ardiente:
a. Es perseverante (Mateo 24.13; He breos 10.35-39). Alguien
cuyo corazón es ardiente es definitivamente un perseverante. No
desiste, no desanima, no se dobla delante de las circunstancias. No
es alguien dominado por el alma, por los sentimientos, aun que su
14 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

exterior esté enfrentando situaciones difíciles, su interior está se


renovando día a día. Leemos en 2 Corintios 4.8-9: “estamos atribu-
lados en todo, mas no angustiados, en apuros, mas no desesperados, per-
seguidos, mas no desamparados, derribados, pero no destruidos”. Una de
las características principales del corazón ardiente no es que tiene
todo lo que le gusta o alcanza victoria en todos sus emprendimien-
tos, sino que es alguien que no desiste de seguir a Cristo aún que
esté difícil la situación.

b. b) Será salvo. Aun que el texto esté indicando el futuro, “será sal-
vo”, o sea, será librado de la destruición final, sabemos que el con-
cepto de salvación es para hoy. Nosotros somos salvos, y segui-
remos salvos si así permanecernos en la vid. Pero es importante
notar que la salvación se da en el momento de la conversión ge-
nuina. De este modo los que tienen el corazón ardiente de amor
son testificados por el Espíritu. Wesley sintió arder su corazón,
y después sintió el perdón de sus pecados y, por fin, supo que era
hijo de Dios. Dijo Juan Wesley, en 24 de mayo de 1738: “Cerca de
un cuarto para las nueve de la noche, mientras el predicador des-
cribía el cambio que Dios realizó en el corazón a través de la fe en
Cristo, yo sentí un extraño ardor en mi corazón. Sentí que confiaba
en Cristo, solo en Él para la Salvación, y recibí la seguridad que Él
había quitado todos mis pecados y me había librado de la ley del
pecado y de la muerte”.

De hecho, el testimonio del Espíritu es una evidencia de la trans-


formación completa, o sea, ahora yo soy salvo, soy de la familia de Dios
(Romanos 8.16). “El que tiene el Hijo tiene la vida, el que no tiene al hijo
no tiene la vida” - 1 Juan 5.12.

c. c) Predicará el evangelio. La persona cuyo corazón está ardiente


de amor por Dios sabe como es urgente predicar el evangelio y se
desespera para que esto se ocurra luego. No descansa, está en una
1. UM CORAZÓN ARDIENTE | 15

búsqueda constante por realizar esta tarea, pues sabe claramente


que nadie puede creer si no hay quien predique (Romanos 10.14).
Es interesante que Pablo, al hablar con su hijo Timoteo, lo exhorta
a predicar a tiempo e fuera de tiempo. Pablo cita el problema del
mundo, de la iniquidad, que muchos no suportarán la sana doctri-
na, y que aun que haya una resistencia muy grande a su ministerio,
él debería predicar, predicar, predicar (2 Timoteo 4.1-8). Lo intere-
sante es que Timoteo era un joven pastor a cargo de una importan-
te iglesia, la iglesia de Éfeso, y tal vez también responsable por más
iglesias en la Asia menor. El desafío para Timoteo era no sucumbir
delante de las adversidades y seguir predicando. Veremos como de
hecho el fuego, el ardor es lo que impulsa un creyente. Vea lo que
Pablo está diciendo al joven pastor Timoteo: “Por lo cual te aconsejo
que avives e fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis
manos” (2 Timoteo 1.6). Así, el fuego del don, el ardor, la llama del
amor por Dios, por su obra son lo que nos pueden hacer predicado-
res a tiempo y fuera de él. Fíjate también que el don sin el fuego no
sirve, el fuego es lo que empuja el don, es el combustible del don.

d. d) Visión misionera. “Todo el mundo, para testimonio a todas las na-


ciones”. Lo que tiene un corazón ardiente tiene una visión misio-
nera para más allá de las fronteras de su país, de su continente. Es
una visión de todo el oikoumene, el mundo habitado. Todos los rin-
cones del mundo habitado necesitan ser evangelizados. El mundo
es de hecho nuestra parroquia. Mira que empezamos diciendo que
la iglesia se enfría por la influencia de la iniquidad presente en el
mundo habitado. Estamos diciendo ahora que los que se mantienen
en el ardor del amor son aquellos que no se dejan influenciar, más
bien influencian, como levadura en medio de la masa, como luz del
mundo y sal de la tierra. Se leemos Hechos 1.8, tenemos exacta-
mente esta visión, hasta el último rincón de la tierra. Jesús ha dado
la forma, recibiereis poder, para ser testigos. O sea, este poder, es
exactamente el poder del amor, El Espíritu derrama este amor que
16 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

quema en nuestro pecho, que nos impulsa a ir, a salir de nuestras


zonas de conforto. Jesús está diciendo a sus discípulos que ellos
recibirán un amor tan grande al punto de morir por Él. Ese amor
los capacitará a amar incondicionalmente, a ser mártires. Esto es
el significado de la palabra testigo; el amor será tan ardiente que
ustedes serán capaces de amar más la vida de Dios que su propia
vida. La sangre de los mártires es la semilla de la iglesia.

e. Ansiedad por la venida de Cristo. Finalmente, los que tienen un co-


razón ardiente tienen un sentido claro de que están apresurando la
venida de Cristo, que están en esta esperanza de que lo más pronto
el mundo sea evangelizado, lo más pronto biblias estén en todos
los idiomas. Estas personas esperan que tan luego todos los luga-
res del mundo, todas las naciones tengan la oportunidad de oír de
Cristo. Podemos adelantar su venida. Pedro recomienda “esperando
y apresurando” (2 Pedro 3.8-12).

Seguiremos hablando del tema del corazón ardiente, pero en pers-


pectivas diferentes. En el próximo capítulo, vamos abordar el tema de
la vocación misionera, vamos a ver específicamente el apóstol Pablo y
las marcas que caracterizan un vocacionado. Así, también estaremos ha-
ciendo una convocatoria a todos que desean tener estas marcas, utilizan-
do ejemplos de Pablo. La iglesia no necesita de modas o entretenimien-
tos para la gente, necesita sí de avivar la vocación misionera segundo los
principios que ya están establecidos.
2.
AVIVANDO SU VOCACIÓN

C uando pensamos en avivar nuestra vocación misionera, quere-


mos decir que debemos atentarnos a la palabra de Dios y bus-
car los principios fundamentales que caracterizan un vocacionado.
Vamos referirnos al apóstol Pablo porque El cargaba en su propio
cuerpo las marcas de un verdadero misionero. Estas marcas con
principios básicos que nos llevarán a un avivamiento de nuestra
propia vocación “De aquí adelante nadie me sea molesto; porque
yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús” - Gálatas 6.17.
Las marcas a las que se refiere Pablo en Gálatas son las marcas de la
persecución e del sufrimiento, en contraste con las marcas de la circun-
cisión, aunque no fuesen judíos. En este ritual, el prepucio del órgano
sexual del chico era cortado al octavo día de vida.
18 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

En 2 Corintios 11, el apóstol Pablo se refiere a sus sufrimientos; pre-


senta las credenciales de apóstol, que, como veremos, no era una po-
sición, un status, sino una vida bastante dedicada al servicio cristiano.
Pablo cuenta que fue encarcelado, azotado con palos, enfrentó tumultos,
naufragios, peligros en los ríos, peligros de ladrones, fue amenazado por
sus compatriotas y por los gentíos, sufrió en el desierto, en el mar, entre
falsos hermanos. Trabajó duro, sin dormir, con hambre y sed, ayunando,
pasando frío y desnudez. Como si todo eso fuera poco, seguía preocupa-
do por las iglesias (2 Corintios 11.23-28). Los azotes eran dados por los
judíos y los palos, por los romanos (Hechos 16.22). Aun que fuera roma-
no, Pablo atravesó este sufrimiento (mismo que, por ley, le fuera ilícito a
los romanos sufrirlo).
El apóstol se gloriaba en las debilidades y no en su fuerza y poten-
cial, como tan a menudo ocurre en estos días (2 Corintios 11.30). En 1
Corintios 1.26-31, Pablo afirma que Dios escogió a aquellos que no en-
cajan en el patrón establecido por los hombres-los locos, los más débiles.
¿Qué significa eso? El apóstol Paul explica en 1 Corintios 1.22-24. Los
judíos piden señales; los griegos, la sabiduría. Para los judíos, la Cruz
fue un escándalo, porque ahí es donde los peores bandidos mueren, y fue
considerado un escándalo al pueblo, una maldición (Gálatas 3.13) haber
el Mesías muerto en la cruz. Los gnósticos griegos no aceptaban que
Dios fuera un hombre, mucho menos que pudiera morir. Para ellos, toda
la materia era mala; así, el mensaje de Cristo encarnado y muerto en la
cruz fue una locura.

DECISIÓN
• Para pasar por el avivamiento, el Señor nos desafía a estarnos dis-
puestos a, así como Pablo, llevar las marcas de Jesús. De hecho,
estas marcas son el gran diferencial que autentica quien fue verda-
deramente llamado.
Detallando estas marcas:
2. AVIVANDO SU VOCACIÓN | 19

• El texto de Hechos 20.22-24 es uno de los grandes discursos de


Pablo. El primero fue a los judíos (Hechos 13); el segundo, a los
gentíos (Hechos 17); y el tercero fue a la iglesia de Éfeso. Me gus-
taría llamar su atención especialmente para los versículos 22 hasta
el 24 de Hechos 20. En su despedida, Pablo dice que iba a Jerusalén
y que allá sería perseguido. Él estaba consciente de las situaciones
por las cuales pasaría, del precio que tendría que pagar. Teniendo
todo esto en mente, me gustaría destacar especialmente, del versí-
culo 24, tres aspectos que estaban presentes en Pablo y que tambi-
én deben estar en aquellos que quieren un avivamiento de su voca-
ción misionera.
a. Decisión. “ni estimo mi vida preciosa para mí”, como Jesús, quien
dio su vida por salvar a muchos (Mateo 16.24-28). A menudo que-
remos salvar a nuestras vidas, asegurar nuestro bienestar, lo que
muchas veces puede destacar hedonismo, consumismo, materia-
lismo, egoísmo, vanidad, avaricia, conflictos, entre otros atributos
nada dignos de elogio. Sin embargo, más bienaventurado es dar
que recibir, dar, ofrecer, entregar nuestras vidas a Dios. Llevar la
cruz es una decisión que tenemos que tomar. Vemos esta decisión
en Esteban, el mártir cristiano (Hechos 7.54-60). Ninguno de los
evangelistas dijo que Jesús murió. Según John Stott, ellos estaban
evitando hablar intencionalmente, porque no querían dar la im-
presión de que finalmente la muerte lo había llamado y que Él era
obediente a su autoridad. La muerte no lo recibió como su víctima,
pero Él mismo la tomó como su conquistador. Los cuatro evange-
listas utilizan diferentes expresiones y todos pusieron la iniciativa
en el proceso de morir en las manos de Jesús: Marcos 15.37 – “es-
piró”; Mateo 27.50 – “dio el espíritu”; Lucas 23.46 – “En tus manos
encomiendo mi espíritu”; Juan 19.30 – “dio el espíritu”.

Tenemos que tomar la misma decisión de Cristo y Pablo. Morir


para nosotros mismos, tomar la Cruz. No considerar preciosa la
vida significa sacrificio, entrega total. No hay más tiempo para los
20 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

cristianos tibios, indiferentes, que tratan con el pecado. Jesús po-


dría haber escapado de la muerte; en Mateo 26.53, Él dice que po-
dría pedir a las legiones de ángeles que lo libraran. Muchos lo de-
safiaron a bajar de la Cruz (Mateo 27.40-44), pero él fue firme, fiel
hasta la muerte (Filipenses 2.8-13). Es urgente tomar una decisión,
así como Pablo lo hizo en 2 Corintios 4.7-12: “llevando siempre por
todas las partes la muerte de Jesús en el cuerpo”.

b. Propósito. El propósito de Pablo era cumplir la carrera y el minis-


terio. Una grande marca de Jesús que cargaba era tener un propó-
sito firme, convicto. Pablo no titubeaba, no vacilaba, fue constante
en una meta en la vida: completar la carrera cristiana, realizar el
ministerio. A veces encontramos cristianos débiles, muy indecisos,
sin propósito firme, que se dejan llevarse por sus sentimientos.
Llevados de un lado a otro, como dice el apóstol en Efesios 4.14:
cristianos “como niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento
de doctrina”. Pablo tenía una firmeza de propósito e intención ad-
mirable. Decidió morir para sí mismo para cumplir el propósito de
llevar a cabo el ministerio. Tenía convicción de la razón de su exis-
tencia. El firme propósito es una marca fuerte de Jesús: “ porque en
él vivimos, y nos movemos, y somos” (Hechos 17.28). Vea lo que dice
Juan 4.34: “Les dijo Jesús: mi comida es que haga la voluntad del que
me envió, y que acabe su obra”. Este propósito en la vida es un desafío
para todos nosotros hoy en día. Si somos cristianos, la voluntad
de Dios debe ser el propósito único en nuestras vidas. El proble-
ma son las negociaciones que hacemos, intentando incluir Dios en
nuestros propios planes.

No importa lo que eres profesionalmente, no importa dónde vives,


quien es su familia, cuánto tiempo hace que va a la iglesia, el pro-
pósito principal es agradar a Dios con un ministerio. En 2 Timoteo
4.6-8, Pablo estaba en la cárcel de Roma e hizo declaraciones mara-
villosas, presentando lo que significa tener una vida marcada por el
2. AVIVANDO SU VOCACIÓN | 21

propósito de Cristo. Luego iba a sufrir la libación (sacrificio, mar-


tirio), pero aun así perseveraba en el propósito, demostrando fide-
lidad. En Romanos 12.1-3, él trata exactamente del mismo tema:
ofrecerse como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Yo decido
ofrecerme (morir) para experimentar el propósito, que es la buena,
agradable y perfecta voluntad de Dios.

c. Visión. ¿Cuál es el objetivo del propósito, adónde quiero llegar


cuando decido morir a mí mismo y vivir para complacer a Dios?
¿Cuál es el final? El fin es exactamente la visión. ¿Cuántos creyen-
tes no tienen visión y por lo tanto vacilan en su propósito? Sin
visión, mi propósito se debilita. Hemos visto muchas iglesias cer-
rar sus puertas, disminuyendo, porque han perdido la visión. Si
se pierde la visión, las personas se desaniman en su propósito de
ir a la iglesia y realizar el ministerio. ¿Cuál es la visión? La parte
final del versículo 24 de Hechos 20 dice: “para dar testimonio del
evangelio de la gracia de Dios” – esta es la visión. Muchos tienen
propósito en la vida con firmeza en otros puntos de vista. La visión
determina exactamente donde queremos estar. Podemos compar-
tir este trecho de Hechos 20.24 de esta manera: a) testificar; y b)
Evangelio de la gracia.

a) testificar: hacer conocido con vida y palabras

b) Evangelio de la gracia: buena noticia de salvación (Cristo muer-


to y resucitado) / gracia – el favor inmerecido de Dios.

La visión es también una marca fuerte de Jesús; Él se movía basado


en su visión, sus propósitos no fueron en vano. El dolor y la angustia
sufridos ocurrían por causa de la visión. Se basaba en Tetelestai, verbo
griego del tiempo perfecto que significa “un logro con resultados du-
raderos”. Por su visión, la deuda ha sido pagada y nos dio acceso a la
salvación de Jesús, en el momento de gracia. Su visión y su propósito
convergieron para esto: salvación para todos (Hebreos 10.12).
22 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

Jesús venció la muerte, el diablo y las tinieblas, y puso esta visión en


los ojos de Pablo. Hechos 9.8,9 dice que Pablo estuvo tres días sin ver,
literalmente ciego, después de su encuentro con Cristo en el camino a
Damasco. De hecho, esto era una señal física de la condición espiritu-
al de Pablo. Jesús está diciendo: “Saulo, estás ciego, así que me persi-
gue”. Personas ciegas de religiosidad no pueden ver la visión de Dios. El
señor quiere sacar las escamas de nuestros ojos, como lo hizo con Pablo,
devolviéndole su vista (Hechos 9.17,18). Quiere darnos no sólo la vista
física, sino también la espiritual, para que nosotros podamos propagar
su nombre a los gentíos, los reyes y los hijos de Israel, difundiendo el
mensaje de la salvación (Hechos 9.14-16).
Fue esta la visión que empujó a Pablo en su propósito hasta el fi-
nal (Hechos 18.9-11; 16.9,10), ayudando a la gente a encontrarse con
el Salvador. La visión se refiere a las personas, no a las instituciones,
edificios, etc. Pablo fue hasta el final para poder cumplir con la visión de
Dios (2 Timoteo 4.17,18).
Nuestra vocación misionera sólo puede ser despertada si, de hecho,
nuestra decisión fuera de llevar las marcas de Jesús, de caminar en el
propósito que Él caminaba, siendo empujados por una visión y tornan-
do conocido el mensaje de la salvación. Si el apóstol Pablo ha logrado, si
Esteban y Juan Wesley también lo lograron y tantos otros más, tambi-
én es posible para nosotros. Creo con todo mi corazón que la principal
tarea de la iglesia es la evangelización del mundo, pero tal vez haya una
confusión sobre lo que significa el evangelismo, y muchos quieren sa-
car su carácter de urgencia y de extrema necesidad. Algunos dicen que
evangelizar es mostrar a la gente principios – cómo ser educado, cómo
ser un buen ciudadano, etc. No estoy en contra de eso, pero creo que es
sólo una parte de la verdad, porque el Evangelio produce mucho más
que eso, mucho más que gente educada. Es posible que conozcas a gente
educada que no cree en Jesús. Sin embargo, el Evangelio es el poder de
Dios para la salvación de todo aquel que cree en Él (Romanos 1.16). El
Evangelio transforma completamente al ser humano – cuerpo, alma y
2. AVIVANDO SU VOCACIÓN | 23

espíritu. La salvación propuesta por el evangelio es de manera completa,


así que hablar de evangelización integral es redundancia porque no hay
ningún otro tipo de evangelización. Cuando vemos a Jesús operando mi-
lagros y curando a los enfermos, Él siempre dice: “tu fe te ha salvado”,
no “tu fe te ha sanado”, porque la salvación consiste en el ser humano
entero. En el siguiente capítulo, veremos un poco más acerca del evan-
gelismo y algunos pasos prácticos para llevarlo a cabo.
3.
EVANGELIZACIÓN

L a expresión “Acción misionera” abarca todas las dimensiones de


la vida de la iglesia: adoración, pastoreo, discipulado, educación,
acción social, comunicación, evangelización, administración y ex-
pansión misionera. Nuestro punto de partida entre los elementos
que componen la actividad misionera será la evangelización
En este siglo, la iglesia responde a Dios buscando ser una iglesia que
sirva al mundo. Estamos viviendo en la post-modernidad, en la era de
la globalización, comunicaciones instantáneas, especialmente por medio
de la internet. Hoy día es muy fácil comunicarse con las personas; miles
de informaciones son transmitidas a cada minuto; los niños de hoy son
extremamente diferentes de los de algunos años atrás. La utilización de
los smartphones, tabletas, computadoras portables, etc. por los niños era
imposible de imaginarse hasta algunos años atrás. De hecho estamos
26 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

viviendo una revolución tecnológica y de la comunicación, entonces te-


nemos que entender que Dios nos ha colocado en este contexto para
que, en este mundo, podamos ayudar a construir el Reino de Dios. Por
lo tanto, no podemos pasar de largo a la realidad, porque, para una evan-
gelización eficaz, es absolutamente necesario leer el contexto en lo cual
estamos inseridos. No es posible empezar a hablar de evangelización sin
pensar en una búsqueda para que eso sea relevante.
Cada denominación que predica Cristo como el único Señor y
Salvador es una rama de la iglesia de Cristo que busca ser fiel y abierta a
la unidad de toda la vid. Es necesario que todos los cristianos puedan co-
locar sus dones a servicio de la iglesia, pensando en un bien más grande.
Hay que tener claro que cada denominación que predica la fe genuina
en Cristo es una rama de la iglesia universal de Cristo, que debe estar
sensible a la acción del Espíritu Santo.

EL CONTENIDO DE LA MISIÓN
La evangelización es el contenido de la misión, o sea, es la tarea princi-
pal de la iglesia, que debe ir más allá de los límites del templo para dividir
lo que ella recibe por gracia de su Señor. La iglesia tiene que salir de sí mis-
ma e involucrarse con la comunidad, tornándose instrumento del Reino de
Dios. El principal blanco del Dios trino es establecer su Reino, la misio Dei
(misión de Dios), debiendo también ser esta la misión de la iglesia. La evan-
gelización es la encarnación del amor divino en las formas más diversas,
para que Jesús sea confesado como el Señor, salvador, libertador y reconci-
liador. La evangelización comunica el amor de Dios por las personas y por
la sociedad por medio de la adoración, proclamación, testimonio y servicio.

JUAN WESLEY, EL EVANGELISTA.


A leer sobre el movimiento metodista del siglo XVIII, entende-
mos claramente lo que significa la evangelización. Este movimiento es
3. EVANGELIZACIÓN | 27

reconocido como uno de los más grandes movimientos de avivamiento


de la historia post bíblica. De este modo, es de suma importancia tener
la experiencia de Wesley con la evangelización como nuestra motivaci-
ón. Los números de convertidos por medio del ministerio de Wesley es
impresionante, aun en nuestros días de números astronómicos. Cuando
Wesley murió, había solamente en la Inglaterra 70 mil metodistas y
quizá tengan fallecido otros 70 mil durante la larga carrera de Wesley.
Con el tiempo, estos metodistas fueran pastoreados por 550 predicado-
res laicos itinerantes, y tal vez tres veces este número de predicadores
laicos locales, muchos de los cuales fueron orientados personalmente
por Wesley. Tan espantoso cuanto el tamaño es la velocidad con que el
movimiento wesleyano se esparció. De un pequeño grupo que se reunía
en clases en Oxford y Londres en 1738, los metodistas atingieron el
número superior a 70 mil en la Gran Bretaña, como les dice arriba, esto
en los fines del siglo. Los metodistas cruzaran el Atlántico y case 65 mil
norte americanos se consideraron seguidores de Wesley. El crecimiento
del metodismo en los Estados Unidos mostraba la rapidez con que el
evangelismo wesleyano avanzaba. En 1773, había 1.160 metodistas en
los informes de la conferencia. En 1784, año de la histórica conferencia
de Natal, en Baltimore, el número era de 14.988. Seis años después, el
recenseamiento mostró que este número case cuadruplicó, llegando a
57.631. De 1773 a 1790, la población de América, aumentada por la mi-
gración, había crecido 75%, mientras que el número de metodistas había
aumentado más de 5.500%. El crecimiento geográfico es tan sorpren-
dente cuanto el numérico. En los primeros 50 años después de la muerte
de Wesley, había congregaciones metodistas misioneras no solamente
en Europa, sino también en África, Australia y en las Islas de los Mares.
Por vuelta de 1840, el movimiento metodista había reproducido, apenas
en sus misiones, toda la fuerza numérica de su primero medio siglo. Las
multitudes que el reunió fueran las mayores en la larga historia religio-
sa del Reino Unido. Probablemente Wesley tenga sido oído por más
personas en su vida que cualquier otro ser humano hasta el adviento del
28 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

radio. Las excitaciones emocionales y los fenómenos de masa se compa-


ran a los de Jonathan Edwards y los reavivamientos de Northampton,
en una escala mayor todavía.
Esta historia nos hace pensar en la urgencia de hacer de la iglesia
una agencia de la evangelización, y lo lejos que estamos muchas veces de
esta hermosa historia. Es tiempo de pensar en las masas, en las multitu-
des que necesitan conocer la gracia de Dios. La iglesia tiene que pensar
en números. No puede estar con las escusas de que lo más importante es
la cualidad, pues de hecho si tenemos la cualidad vamos a tener la cuan-
tidad. Somos llamados a dar frutos, a hacer discípulos de todas las nacio-
nes, no hay tiempo que perder con discusiones, con peleas internas, con
problemas de administración mientras las almas si pierden. Obviamente
Wesley no solamente se ha entregado a la evangelización, mas también
a la educación popular, la filantropía, la reforma social, la emancipación
del negro y a la paz mundial. De hecho, el movimiento Wesleyano cam-
bió el clima espiritual y social de Inglaterra. En este tiempo, la Bretaña
pasaba por la edad de hielo, más conocida como edad de la razón. El
obispo Butler ha confesado que, en su época, muchas personas llegaban
a la conclusión de que el cristianismo era ficticio; la moral en este tiem-
po también era considerada baja; había muchos problemas de vicios;
cantinas se esparcían por allá; el clero de la iglesia anglicana también
estaba contaminado. El movimiento metodista surgió como un grande
agente de cambio, de búsqueda de la santidad.

EL CAMINO BÍBLICO DE LA EVANGELIZACIÓN


Sin ninguna duda, entendemos que la iglesia debe participar en la
acción de Dios de salvar el mundo. Jesús nos da su vida y ministerio
como base para entender lo que significa la evangelización. De hecho
no hay nada nuevo en eso; el gran secreto es regresar a lo que ya hemos
sido enseñados, volver a los principios básicos. El grande equívoco es
perder de vista lo sencillo en la búsqueda de algo más profundo. En este
3. EVANGELIZACIÓN | 29

proceso, la iglesia se ha perdido en lo más sencillo de la fe, y especial-


mente del anuncio de la fe.

COMO HACER LA EVANGELIZACIÓN


En el inicio de su ministerio, Jesús deja claro cual es el propósito
de Dios para la humanidad: implantar el Reino de Dios, por medio del
anuncio del evangelio. Jesús declara que el Reino de Dios ha llegado
y que las personas pueden hacer parte de el. A la medida que ellas es-
cuchan el anuncio, tienen una actitud de arrepentimiento y fe (Marcos
1.14,15).
Él declara que es el Mesías (ungido), que Él vino para cumplir la
ley de los profetas, porque ya viene la plenitud de los tiempos (Hebreo
1.1-3).
De acuerdo con Lucas 4.16-20, su plan era:
• predicar buenas nuevas a los pobres,
• sanar a los quebrantados de corazón,
• pregonar libertad a los cautivos,
• dar vista a los ciegos, y
• predicar el año agradable del Señor.
Su misión fue proclamar un nuevo tiempo de la gracia de Dios, por
la cual las personas de toda la tierra alcanzarían la salvación (vida eter-
na) al recibir la palabra de Jesucristo en sus corazones con fe, amor y
sinceridad (2 Corintios 6.2). Note en el texto de Lucas 4.20 que Jesús
interrumpe la lectura antes de citar el “día de la venganza”, que ocurrirá
con su segunda venida (Isaías 61.1,2). La expresión griega dektos (que
significa favorable, bien recibido) puede ser encontrada en Filipenses
4.18 y Hechos 10.35. Jesús no quiso decir un año con doce meses, sino
hablaba del tiempo a lo cual llamaba de era mesiánica.
30 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

EL PROPÓSITO DE JESÚS ES EL PROPÓSITO


DE LA IGLESIA
La iglesia como cuerpo de Cristo debe seguir en lo mismo plan, el
gran problema es cuando perdemos la visión de lo que son los principios
de Dios. La proclamación del evangelio no es una opción, es el mandato,
nadie podrá creer si la iglesia no predicar (Romanos 10). De hecho, la
predicación es condición sine qua non para que la gente pueda creer.

LA PROCLAMACIÓN
Nosotros debemos hacer conocido el evangelio, primero por medio
del testimonio de vida. Las personas que están a nuestro alrededor de-
ben conocer a Cristo por medio de nuestras acciones. Jesús era diferen-
te de los fariseos porque Él hacía y después hablaba; su proclamación
no era un discurso vacío. Él mismo era el verbo, logos, que significa
palabra. Jesús era la palabra de Dios encarnada (Juan 1.1-14). De este
modo, entendemos que las palabras de la boca de Jesús eran parte de
lo que significaba la proclamación. Su vida por completo era una pro-
clamación. Así debe ocurrir también con sus discípulos, ellos deben
ser la palabra encarnada en la familia, en el trabajo, en la sociedad
en general. Las personas deberán notar el evangelio impregnado en
la vida cotidiana. De este modo, cuando escucharen la palabra habla-
da, seguramente ella tendrá mucho más poder e impacto. Traduciendo
para la práctica, los que mentían deben empezar a hablar la verdad; los
que eran corruptos deben empezar a corregir sus actitudes. Así como
lo que pasó en la vida de Zaqueo, que era un robador, cobrador de im-
puestos. Cuando tuvo un encuentro con Jesús en su casa, decidió devol-
ver todo lo que había robado (Lucas 19.1-10). Esta es la más potente
estrategia evangelista, cuando la vida es cambiada, cuando el carácter
es transformado.
3. EVANGELIZACIÓN | 31

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN


Obviamente que debemos llevar en cuenta también los medios de
comunicación como herramientas fundamentales para la proclamación.
Los púlpitos, los parques, la televisión, la radio, los periódicos, los fol-
letos, la internet y la música son herramientas poderosas para que más
personas en diferentes lugares puedan escuchar la Palabra de Dios y
tengan la oportunidad de aceptaren a Cristo. La iglesia debe hacer de
todo para alcanzar personas para Cristo.
Como cristianos, tenemos que considerar la realidad en que vivimos.
Estamos en un tiempo de cines 3D, 4D, tabletas, imágenes cada vez más
con definición más alta, informaciones cada vez más rápidas, redes so-
ciales creciendo cada día más… La iglesia no puede quedarse en el pa-
sado. Debe actualizar sus formas de comunicar, las canciones deben ser
profundas y bíblicas, sin embargo los ritmos deben ser más actuales,
segundo las realidades de los países y culturas. De hecho Jesús fue un
comunicar por excelencia. Fíjase que Jesús siempre utilizaba el lenguaje
de su época y de su contexto. Las parábolas, trayendo las imágenes del
campo, los sembradores, las flores del campo, la imagen de Él mismo
como el Buen Pastor (Juan 10). De hecho eran imágenes muy comunes
para su tiempo. Jesús era un maestro extremamente actualizado; cuando
vino al mundo, se encarnó totalmente en la vida de la sociedad, partici-
paba de las fiestas, ¡su primer milagro fue en una boda! Siempre estaba
en las casas de las personas, comiendo con ellas, siempre buscaba hacer
parte del contexto de de ellas.
Después de ser prohibido de predicar en los púlpitos al volver de
Alemania, en setiembre de 1738, Juan Wesley ha dicho una de sus fra-
ses más célebres: “el mundo es mi parroquia”. De hecho, lo que parecía
una puerta cerrada fue la grande puerta para el avivamiento metodista.
Wesley pasó a predicar en las prisiones, en las minas, en los cemente-
rios, en las calles, y multitudes pudieran escuchar la palabra en su pro-
pio contexto. Segundo Dr. Watson en su charla sobre el Metodismo en
32 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

Lima, Perú, “Wesley ha tenido mucha aceptación popular, sin embargo


mucho rechazo de las personas más importantes de la iglesia instituida”.
Necesitamos leer nuestro tiempo y aplicar la palabra. Destaco algu-
nas cosas prácticas para tal:
• La palabra necesita ser llevada a las personas de nuestro tiempo en
su lenguaje.
• Debemos usar la música como medio de alcanzar la gente. Para
esto, buscar músicas que estén más contextualizadas, contemporá-
neas, sin perder la esencia del mensaje.
• Mejorar los sistemas de sonido de las iglesias.
• Usar la internet como medio de difusión.
• Tornar la liturgia más atrayente a los perdidos.
• Establecer el perdido como principal meta.
• Mejorar las predicas y aplicarlas al mundo globalizado.
• Las liturgias deben ser más dinámicas para que la gente de nuestro
siglo sea alcanzada.

LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO
No es posible hablar de estos dos temas en separado, pues por mucho
tiempo estuvimos pensando que la tarea de la evangelización era pro-
clamar y hacer con que las personas pudieran tener una oportunidad de
escuchar y leer sobre Jesús, y desde ahí tener una respuesta. Sin embar-
go, hoy tenemos entendido que la evangelización también es discipula-
do. El propio Juan Wesley también lo vía de esta manera. Como destaca
el Obispo João Carlos Lapes, en su artículo sobre el Trípode del disci-
pulado: “John Wesley dijo: ‘La iglesia no transforma el mundo hacien-
do nuevos convertidos. Ella transforma el mundo haciendo discípulos’”.
El mandato de Jesús fue: “Vayan y hagan discípulos a todas las naciones”
(Mateo 28.19). Basado en el ministerio terrenal de Jesús, Juan Wesley
desarrolló un plan sencillo para madurar y equipar a los metodistas de
3. EVANGELIZACIÓN | 33

su tiempo. Ese plan refleja las convicciones básicas de John Wesley acer-
ca del discipulado.
La tarea de evangelizar no termina con la conversión. Todos somos
continuamente discípulos e discípulas. Formarse en el evangelio signi-
fica asumir progresivamente la mente de Cristo, su amor, servicio, mi-
sericordia y el cultivo piadoso de la fe. Los apóstoles fueran, en todo el
tiempo, discípulos que trabajaban ayudando a conformar otros. Hay ne-
cesidad de formación más intensa, con atención especial a los pequeños
grupos. No hay lugar para individualismo. El discipulado en perspectiva
metodista involucra toda la comunidad, es prioritariamente comunita-
rio. Todo metodista es parte concreta de una comunidad que acciona por
medio de la iglesia, discipulando y siendo discipulado al mismo tiempo.
Juan Wesley demostró grande preocupación con la vida de las personas
que se incorporaban al movimiento metodista. La formación metodista
wesleyano siempre fue centrada en la comunidad. La formación para la
vida cristiana de amor y servicio empieza con la experiencia comuni-
taria. Wesley incorporaba los miembros del movimiento en los grupos
pequeños, llamados de “sociedades” o “clases”. Este método se tornó
una de las grandes marcas del movimiento liderado por Juan Wesley
y Carlos Wesley, su hermano. En las sociedades y clases, los miembros
eran nutridos, ganaban vitalidad y se orientaban para el servicio.
Segundo Fox y Morris, más de 75% de las personas activas en las
iglesias hoy obtuvieran su comienzo como cristianos y miembros de la
iglesia por la influencia de amigos, parientes, vecinos o colegas del tra-
bajo. Encuesta tras encuesta y estudio tras estudio informan que cuando
se pregunta a nuevos miembros porque ellos escogieran su iglesia, ellos
responden señalando la influencia de personas en su red social, es decir,
las personas dentro de su red de amistad, parentesco, el vecindario o de
colegas. Esto es la prueba irrefutable que el alcance efectivo se cons-
truye sobre relaciones.
Esto una vez más comprueba lo que Jesús enseñó. Cuando leemos
el evangelio de Mateo, tenemos el clásico texto “Id y haced discípulos
34 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del hijo, y del
Espíritu Santo” (Mateo 28.18-20). Por Durante algún tiempo, el “id” era
visto como estático, es decir, pensábamos en las misiones internaciona-
les, transculturales. Pero si entendemos el sentido original del griego,
tenemos otro vistazo, el “id” en el original griego es “yendo”. Esto haz
toda la diferencia, pues yo no necesito ir para otro lugar, yo soy llamado
a fructificar donde estoy plantado. “Yendo” tiene un sentido de camino,
en el camino de su vida haga discípulos. Abre la visión misionera para la
evangelización hecha por medio de las relaciones del cotidiano. Ahora
somos llamados a ganar nuestros amigos, nuestros vecinos, el panade-
ro, el carnicero, todas las personas que están a nuestro alrededor. No
es solamente un anuncio fijo, como por ejemplo: “¿Quieres Cristo en su
vida?”. Con este entendimiento, aprendemos que tenemos que ganar el
corazón de la persona. No necesitamos apresurarnos, debemos dedicar
tiempo y amor para las relaciones. Caminar con las personas, hacer ami-
gos, jugar al fútbol con ellas, pasear, ir a la plaza, ayudarlas, demostrar
caridad, visitarlas, en fin, creer que las personas con las cuales convivi-
mos son el campo más factible para ganar para Cristo. Obviamente esto
concepto no remplaza al llamado para las misiones transculturales, que
son también objeto de nuestro estudio. La iglesia al mismo tiempo que
piensa acá, debe pensar allá, o sea, el mundo todo debe ser evangeliza-
do. Pero debemos tener en cuenta que las relaciones son fundamentales
para que podamos lograr éxito en este plan.
En Hechos 1.8, tenemos Jesús haciendo una de sus más tremendas
declaraciones después de la resurrección antes de su ascensión: “recibi-
réis poder, cuando hay venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis tes-
tigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
Obviamente que Jesús no está hablando, como ya he escuchado, “ter-
mina Jerusalén primero, después va al último de la tierra”. El concepto
anterior de fructificar donde estamos plantados no cambia el mensaje
que la misión es local, nacional, sin embargo, es también transcultural.
La iglesia como comunidad necesita pensar en los dos al mismo tiempo.
3. EVANGELIZACIÓN | 35

Hay personas que tendrán el llamado específico de ir para otros países,


otros departamentos, ciudades, etc. Aun así, el principio de Mateo 28
deberá ser considerado, pues al llegar en otro sitio, las relaciones segui-
rán fundamentales en la evangelización. Este llamado más específico
está más claro en el evangelio de Marcos: “Id por todo el mundo y predi-
cad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16.15). El “id” de Marcos es el
imperativo, no cambia, id, vaya, salga de donde estás. De hecho, muchas
personas tendrán este tipo de llamado y esto es gracias al Señor, pues
Él sigue colocando en los corazones de las personas llamadas un fuego,
una pasión por algún país, departamento, ciudad, etc.
En el evangelio de Juan, tenemos también un modelo muy interesan-
te de evangelización (Juan 1.35-51):
• Juan anuncia Jesús (v. 36)
• Otros escucharon y pasaron a seguirlos (v. 37)
• Jesús los lleva para su casa (v. 39)
• Andrés habla a su hermano (v. 41)
• Felipe encontró a Nataniel (v. 45)
Fíjate que es una cadena; el anuncio de uno va generando el anuncio
de otros. Jesús nos da una lección importante cuando lleva los primeros
discípulos para su casa. Él confirma lo que venimos hablando sobre la
necesidad de relaciones e intimidad, para ganar personas para Cristo.
No podemos hacerlo solo con actividades, promociones o programas,
necesitamos relaciones interpersonales.
Mira que lo primero que hizo Andrés fue ganar a su hermano, y eso
se contrapone a la idea errónea de que “santo de la casa no hace mila-
gros”. Nuestros familiares deben ser nuestra meta principal, a final, los
amamos y queremos que ellos vivan eternamente, ¿verdad?
Si uno no tiene el Cristo, no tiene la vida. De esta manera, si tenemos
familiares que no creen en Cristo como su Señor y Salvador personal y
aun no le han entregado su vida, esas personas no alcanzaron la salvaci-
ón todavía, es decir, siguen bajo la condenación (1 Juan 5.12).
36 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

Otras recomendaciones prácticas:

• Hacer amigos, abandonar el individualismo. Ser cordato con las


personas de nuestro alrededor, viéndolas como blanco de la misión.
• Cuidar para que las amistades no sean superficiales.
• Invitar las personas para comer juntos.
• Ganar las personas con la amistad. La evangelización será conse-
cuencia natural.
• Visitar las casas; preocuparse con las personas; visitar a los
enfermos.

LA ESENCIA DEL ESPÍRITU SANTO EN LA


EVANGELIZACIÓN
Jesús dijo que iba a revestir los discípulos de poder para que ellos pu-
diesen ser testigos. De este modo, es esencial llenarnos con el Espíritu.
En Lucas 24.49, Jesús dijo que los discípulos tendrían que permanecer
en Jerusalén hasta que el Espíritu fuese derramado. Es decir, ninguna
evangelización, estrategia o plan va a tener éxito si los participantes de
tal plan no buscan la dirección y el poder del Espíritu, que es quien ca-
pacita a los discípulos. Fue el Espíritu que hizo con que Pedro, que había
negado a Jesús delante de una sierva, pudiese hablar con osadía delante
del Sinedrio (Marcos 14.66-72; Hechos 4.19,20). El poder del Espíritu
no es propiedad de los pentecostales. Juan Wesley solamente ha logrado
su gran éxito en la evangelización después del día 24 de mayo de 1738,
cuando ocurrió una reunión, a la cual había ido de mala gana, en la calle
Aldersgate. Él sintió su corazón ardiente; la presencia del Espíritu in-
cendió el corazón de Wesley, y le dio poder para hacer lo que hizo. La
iglesia sin el poder del Espíritu Santo no tendrá medios de ganar almas,
ellas solamente vendrán por medio de la acción de Él. Dentro de nues-
tros planes de evangelización debe siempre estar presente la búsqueda
en oración de la dirección y poder del Espíritu. Él va a compartir con
3. EVANGELIZACIÓN | 37

nosotros sus dones, que son las herramientas para la evangelización. Sin
los dones, quedamos de manos vacías, imposibilitados de hacer la obra.

Aplicaciones:
• Empezar grupos pequeños en su barrio, casa, vecindad.
• Empezar a orar por sus amigos, parientes, vecinos, etc.
• Crear estrategias para acercarse de las personas.
• Crear situaciones para demostrar amor.
• No quedar esperando que la iglesia haga algún programa para em-
pezar a evangelizar.
• Involucrarse más con personas que con los planes y papeles.
• Entienda que si no hablas de Cristo, las personas no podrán
conocerlo.
• Busque la presencia y el poder del Espíritu.

Para la reflexión:
¿Cuáles los puntos de este estudio más le llamarón la atención?
Basándose en este estudio, indique sus principales debilidades.
Haga un propósito de oración para lograr alcanzar los planes del
Señor.
De acuerdo con este el estudio, ¿cuáles son sus puntos fuertes con
relación a la evangelización?
Anteriormente, hemos tocado en el tema del discipulado, incluso uno
de los desafíos prácticos que es empezar un grupo pequeño. Pero que-
remos profundizarnos un poco más sobre el tema de discipulado en los
grupos pequeños, por lo tanto, vamos a buscar la esencia del tema espe-
cialmente en Bernabé y en las pistas presentadas en su vida y ministerio.
El no fue un personaje tan conocido como Pablo, Pedro, Marcos y otros,
pero tuvo una grande y poderosa influencia sobre la iglesia primitiva
y sigue teniendo hasta hoy. Creo que la historia de este personaje nos
38 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

enseña exactamente el poder del discipulado y su fuerza productora de


frutos permanentes. También queremos dejar claro con el ejemplo que
ni siempre vamos a tener una dimensión total de los frutos que pode-
mos tener. Obviamente que muchos defienden que no se miden los fru-
tos justificando la falta de ellos, pero afirmamos que sí, ellos pueden ser
medidos. Vamos a ver muchos frutos inmediatos, sin embargo, quizá los
frutos más poderosos que tendremos no podremos verlos y medirlos a
corto plazo. La convicción principal es de las semillas que sembramos, si
son las auténticas, seguramente producirán a su tiempo.
4.
DISCIPULADO EN GRUPOS
PEQUENOS

C uando hablamos de discipulado en los grupos pequeños, no es-


tamos interesados tanto en las formas que podemos realizarlo,
pero queremos destacar la esencia de ellos, cuales son los princi-
pios que nos motivan a entender la importancia del discipulado en
los grupos. Nuestro más grande interese es que la esencia motive
la forma, y no al contrario. Por eso, me gustaría destacar puntos
muy importantes que deben estar en todas las formas que poda-
mos desarrollar. Como metodistas, nosotros tenemos en nuestra
historia, especialmente de los inicios del movimiento metodista en
40 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

el Siglo XVIII, una importante base para el discipulado en grupos


pequeños, esto con las bandas, clases y sociedades.
Nuestra forma acá tiene pasado por cuatro puntos: ganar vidas,
consolidarlas, discipular y enviarlas, utilizando como estrategia para
tal la clase de líderes con entrenamiento, capacitación y cambio de
carácter, tornando los participantes de tal clase aptos para liderar. El
otro eje del programa adoptado, son las células evangelistas en las
casas, que son el punto de partida para alcanzar amigos, parientes y
vecinos para Cristo, o sea, estos grupos pequeños tienen como princi-
pal punto ganar vidas. El otro evento realizado dentro de la estrategia
utilizada es el encuentro, de los cuales los discípulos alcanzados en
las células y en otros momentos son desafiados a participar. En este
encuentro, los participantes son llevados a tener una experiencia de
encuentro con Dios, o sea, la estructura del encuentro, la consagra-
ción de los obreros (ayuno y oración), el servicio demostrado pelos
trabajadores y todas las predicas son destinadas a que los participan-
tes puedan ser impactados con una decisión más fuerte de seguir a
Cristo. Ellos son desafiados y motivados a entregar totalmente sus
vidas a Dios y a abandonar el pecado, teniendo una vida consagrada y
a servicio del Señor de los señores. Al llegar del encuentro, estas per-
sonas son inscriptas en la clase de liderazgo para seguir cultivando
la experiencia que tuvieran y para empezar a ser entrenadas para ser
futuros líderes de un grupo pequeño (célula). En esta clase, las perso-
nas siguen siendo desafiadas a ganar, con su testimonio, sus amigos
y parientes.
Nuestra intención es llevar cada uno de ustedes a un entendimiento
de la importancia de los principios que nos motivan a desarrollar una
forma para colocar en plática el discipulado. Sabiendo que en la esencia
de la iglesia está el discipular, Jesús lo hizo con sus doce, más de cer-
ca con sus tres más llegados, Pedro, Santiago y Juan, al punto de Juan
considerarse el discípulo amado. Nosotros no podemos afirmar que es
mejor que tengamos grupos de doce, pues después de los doce apóstolos
4. DISCIPULADO EN GRUPOS PEQUENOS | 41

con Jesús, no tenemos registros de que ellos tuvieran doce cada uno.
Lo que vemos es que la esencia de lo que Jesús enseño siguió sirviendo
como base para el nacimiento y desarrollo de la iglesia primitiva relata-
da en Hechos de los apóstoles.

Tema 1 – Tomemos Bernabé como alguien que


nos enseña la esencia para el desarrollo del
discipulado en los grupos pequeños.
Su nombre es de origen arameo, Bar Nebuhah, hijo de la profecía.
En el texto original del Nuevo Testamento griego, la traducción es
uios parakleseos, hijo de la ayuda, de la consolación. Nebuhah es un
derivado de nabí, que es el nombre que se da en hebreo al profeta y,
en general, a cualquiera que habla inspirado por Dios. La forma grie-
ga del nombre fue Barnabas, traducido de la misma manera al latín
y que en español hemos traducido por Bernabé. De hecho, la vida y
el ministerio de este importante personaje de la historia de la iglesia
en la biblia nos van a inspirar en la presentación de este seminario
sobre grupos pequeños de discipulado, pues su ejemplo de cuidado
e fe, de inversión en las personas y de vida de frutos es realmente
lo que hemos buscado. Bernabé era natural de Chipre de la Tribu
de Levi (Hechos 4.36). Él fue descrito como “hombre bueno y lleno del
Espíritu Santo y fe” (Hechos 11.24). Era primo de Juan Marcos, se-
gundo el propio Apóstol Pablo, en Colosenses 4.10. Según una anti-
gua tradición, Bernabé estaba entre los 70 enviados por Jesús (Lucas
10.1). Sin embargo, el aparece por la primera vez con uno de los que
vendió su propiedad y la donó para el sostén de necesitados en la
iglesia de Jerusalén (Hechos 4.34-37). Después, Bernabé aparece ayu-
dando Pablo a ser acepto por los cristianos que estaban desconfiados
de su verdadera conversión, esto después de tres años (Gálatas 1.18;
Hechos 9.26,27).
42 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

Lecciones que aprendemos con Bernabé:


1. Mientras todos estaban desconfiados de la conversión de Pablo, él
decidió creer y se hizo amigo del perseguidor convertido, animando los
otros a aceptarlo. Seguramente, la única explicación para tal actitud sea
exactamente por el carácter de este hombre, que era bueno y lleno del
Espíritu.
a. Los grupos pequeños necesitan ser espacios de inclusión de perso-
nas que son rechazadas por la sociedad y por la religiosidad.

b. Los grupos pequeños precisan tener la visión de Jesús, mirando


más allá; ver las personas no por lo que son ahora, sino por lo que
ellas pueden ser en el futuro. Era así que Jesús lo hacía; habló con la
mujer samaritana, no condenó la prostituta, tocó los ciegos… Los
grupos pequeños precisan ser la parte que va sanar una deficiencia
en la iglesia, generando la inclusión de los que son discriminados
por la sociedad. Muchas veces, la iglesia se torna tan clerical que
impide la entrada de personas diferentes, personas que se visten de
forma diferente, cuyos pelos sean diferentes. Los grupos pequeños
sacan el clericalismo y religiosidad de la iglesia y la tornan más
accesible, más abierta para que otras personas lleguen.

c. c- Bernabé también era un gran consolidador. En dado momento,


llevó Pablo de Tarso para Antioquia, para donde había sido en-
viado por la iglesia de Jerusalén, a ver lo que se pasaba allí, donde
muchos estaban teniendo su conversión. Él promovió la integraci-
ón entre los hermanos de Antioquia y tuvo la visión que aquel lu-
gar era mejor para Pablo ejercer su ministerio (Hechos 11.19-26).
Los grupos pequeños tienen que ser espacios de consolidación para
personas que están teniendo su experiencia con Dios, o sea, los
grupos pequeños poden generar la experiencia y poden consolidar
los que ya tuvieran la experiencia.
4. DISCIPULADO EN GRUPOS PEQUENOS | 43

d. d- Otro punto a ser destacado es la importancia de descubrir y po-


tencializar ministerios. Note que gracias a la visión de Bernabé de
incluir Pablo en Antioquia, de allí fueron enviados en la primera
viaje misionera (Hechos 13.1-3). Los grupos pequeños no poden
remplazar los ministerios, tan poco competir con ellos. Los grupos
pequeños tienen que ser espacios donde los dones y los ministerios
sean descubiertos, potencializados y colocados en plática.

2. El caso de Juan Marcos. En otro momento de la vida de Bernabé,


Él va a ejercer esta gracia de Dios de creer en quien nadie más cree. En
Hechos 13.13, dice que Juan Marcos en el primer viaje misionero lle-
gó hasta Perge, da Panfilia y resolvió regresar a Jerusalén. (No se sabe
exactamente por qué. Algunos estudiosos sugieren que hubo conflictos
entre él y Pablo, por la extensión de su viaje misionera, o fue solamente
por extrañar su casa.) O que se sabe es que él abandonó el equipo misio-
nero, y eso, para Pablo, fue tratado no con bondad. Cuando, por ocasión
del según viaje misionero, “el perseverante Bernabé” sugiere llevar su
sobrino una vez más como una nueva oportunidad, pero Pablo rechaza
fuertemente esa idea (Hechos 15.35-39). Sin embargo, Bernabé, con su
persistencia característica, lleva consigo a Marcos y compra una pelea
con Pablo al punto de se separaren. Lo interesante es la manera como
Bernabé ejerce su ministerio, acompañando su discípulo. Para Pablo,
Bernabé fue muy paciente con Marcos.
a. En los grupos pequeños de discipulado, es muy importante la pa-
ciencia y la perseverancia. Las personas son débiles, por eso es im-
portante sernos misericordiosos y siempre darles nuevas chances.

b. También es importante acompañar las personas. Tener un grupo


no significa que no vamos dar la importancia individual. Es impor-
tante que dentro de los grupos pequeños tenga también el disci-
pulado uno a uno. O sea, que ellos puedan aprender a cuidar uno
de los otros y animarse en la fe. El desafío del líder es crear esta
44 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

cultura dentro de los grupos, para que haya una paciencia uno con
los otros, sabiendo que uno va ayudar el otro a crecer.

c. Aun que Pablo no creyera en Juan Marcos, pues él había fallado,


Bernabé estaba dispuesto a invertir en él. En el discipulado de los
grupos pequeños, estamos más dispuestos a invertir en personas
do que en instituciones.

d. Esta inversión en las personas siempre va a generar frutos per-


manentes. Mira lo que pasó con Juan Marcos: después, el pro-
pio Apóstol Pablo reconoce que él está listo para el ministerio (2
Timoteo 4.11). Bueno, y este Juan Marcos es el autor del evangelio
de Marcos, que es el más antiguo de los evangelios, que ha servido
de fuente para los demás.

e. Seguramente, el Apóstol Pablo también fue marcado fuertemente


por Bernabé. Él mismo va a demonstrar estas características en
sus cartas a las iglesias y discípulos que le fueron confiados. Por
ejemplo, cuando él está trabajando con los discípulos de la Galicia,
él hace una declaración tremenda, diciendo: “Hijitos míos, por quie-
nes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en
vosotros” (Gálatas 4.19). Fíjate que los Gálatas estaban se alejan-
do de la gracia y regresando a las observancias de la ley (Gálatas
1.6,7; 5.3). Ellos estaban siendo influenciados por los judaizantes;
Pablo va a llamar este evangelio de “un evangelio diferente”. Sin
embargo, Pablo, en su declaración en el versículo 19m nos muestra
su carácter de discipulador. Primer llama a los gálatas cariñosa-
mente de “hijitos”, después usa la metáfora de las dolores de parto
de una madre, para describir la lucha y dolor en hacer discípulos.
No obstante su declaración “es vuelvo a sufrir dolores de parto”, o
sea, Pablo está demostrando la perseverancia y paciencia que uno
debe tener en la caminata del discipulado. Hacer un discípulo es
engendrarlo, gestarlo y parirlo y, para eso, hay que tener el amor
4. DISCIPULADO EN GRUPOS PEQUENOS | 45

sacrificial, que tal vez en medio de los hombres lo que más se ase-
meja a este amor sea el amor de una madre.

f. Seguramente, para que haya un verdadero discipulado en los gru-


pos pequeños, es necesario el amor ágape, que es el amor de Dios,
un amor sacrificial. Es justamente este amor por lo cual Jesús está
indagando a Pedro. En el original griego, Jesús le pregunta a Pedro
si este lo amaba con amor ágape, pero Pedro responde “lo amo con
amor filos”, que es el amor de amigo (Juan 21.15-19). O sea, Jesús
está dando el patrón para pastorear ovejas, hay que tener el amor
de Dios, un amor sacrificial. Esto significa un amor que va más allá
de los sentimientos del alma, que hace uno amar hasta mismo los
enemigos. Para que los grupos pequeños sean realmente eficaces,
ellos tendrán que buscar un carácter pastoral, y en ellos el pastoreo
tiene que ser ejercido con amor sacrificial. De esta forma, los líde-
res de grupos son como brazos pastorales que apoyan el pastor de
la iglesia en el cuidado de los discípulos.

g. También Pablo deja claro el blanco del discipulado: formar Cristo


en las personas. Veremos más adelante sobre este objetivo princi-
pal en los grupos pequeños de discipulado.

Tema 2- Los grupos pequeños necesitan


generar frutos permanentes
Relatamos como fue importante el trabajo de Bernabé con el Apóstol
Pablo y con su sobrino Juan Marcos, dos frutos que permanecieron y
que hasta hoy reproducen. De este modo, no podemos olvidarnos del
trabajo de Bernabé para que estos dos importantes personajes se tor-
nasen lo que se tornaron: grandes instrumentos en las manos de Dios.
En el caso de los grupos pequeños, tenemos que pensar sus frutos no
pueden ser pasajeros, ellos tienen que permanecer y seguir produciendo
46 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

frutos, para eso hay que construir este discipulado en los grupos pe-
queños sobre bases sólidas.
a. Jesús dijo: “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fru-
to, y seáis así mis discípulos” (Juan 5.8). O sea, es una característica
natural de los discípulos producir frutos, pues están ligados a la
vid. Pero hay una palabra de Jesús más adelante en el texto que
llama a mi atención. Cuando Jesús habla que los frutos tienen que
permanecer, obviamente Jesús estaba hablando de los tres tipos de
frutos que encontramos en la biblia: frutos dignos de arrepenti-
miento, frutos del Espíritu Santo y vidas que ganamos para Cristo.
O sea, Jesús está preocupado con la continuidad de estos frutos en
la vida del creyente. Tomando eso como base, notamos que hay
muchos trabajos de “discipulados apresurados” en nuestro contex-
to de iglesias evangélicas en América Latina, y eso ocurre por el
deseo de tornarse grandes rápidamente. Eso tiene generado un
trabajo de discipulado deficiente e infelizmente de corta duración,
pues los discípulos se tornan solamente números y metas a ser al-
canzadas. En ese sentido, no se da a los principios la importancia
que deben tener; hasta se puede decir que los principios bíblicos
son negociados.

b. La preparación de líderes es esencial para que los grupos pequeños


puedan tener frutos permanentes. Ellos deben ser entrenados y
demostrar un grande deseo de cambio. Obviamente, siempre un
líder deberá estar siendo también liderado para que tenga a quien
prestar cuenta de su vida espiritual, moral, etc.

c. Tener el cuidado de no ver a las personas solamente como núme-


ros de membrecía, pero verlos como individuos que necesitan ser
cuidados en sus necesidades y problemas específicos.
4. DISCIPULADO EN GRUPOS PEQUENOS | 47

d. No generar en los grupos el espíritu de competición, sino el mismo


sentimiento que estaba en Cristo, siempre considerando los otros
superiores a sí mismos (Filipenses 2.1-10).

e. Generar en ellos una relación de amor hasta que eso empiece a re-
producirse naturalmente (Hechos 2.47; Efesios 4.16).

f. Notemos también que el apóstol Pablo dice “la obra de cada uno se
hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será reve-
lada; y la obra de cada uno cual sea, el fuego la probará” (1 Corintios
3.13). O sea, los cimentos son fundamentales para una buena cons-
trucción, pues si el cimento de la casa no es bueno, seguramente
cuando venga una tempestad fuerte, esta casa va a colapsar. Como
el propio Jesús habló sobre la casa en la roca y la casa en la arena.
Las dos pasan por las mismas pruebas, pero una resiste, la otra no.
De este modo, tenemos que construir en los grupos pequeños la
consciencia que estamos edificando el reino de Dios y necesitamos
de mucha diligencia y seriedad para eso, para que los discípulos no
sean fundamentados en cosas efémeras. En este contexto, Pablo
está trabajando con los Corintios su niñez espiritual, bien la verdad
su carnalidad, pues había entre ellos división; unos estaban hablan-
do que eran discípulos de Pablo, otros de Apolo. Había entre ellos
celos, contiendas, por eso Pablo declara claramente que ellos son
solamente siervos, colaboradores, que cada uno estaba haciendo su
parte, pero el crecimiento venia de Dios (1 Corintios 3.1-9).

g. Pablo dice a los Gálatas: “para que Cristo sea formado en vosotros”.
Este es el desafío en el discipulado en los grupos pequeños. Pues
lo que se ve son muchos construyendo un discipulado muy perso-
nificado, al punto de la persona no poder escuchar la voz de nin-
gún otro hombre de Dios. Esto es un error, pues lo que pasamos
para los discípulos no es nuestro carácter, no debemos imprimir
nuestro carácter, sino el carácter de Cristo, que está reflejado en
48 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

nosotros. El fundamento siempre es Cristo, y eso nadie lo puede


cambiar (1 Corintios 3.11). A esto Pablo está haciendo referencia
cuando dice “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo” (1 Corintios
11.1). Tenemos que hacer discípulos que tengan las marcas de
Cristo como nosotros las poseímos. Pero en este punto, hay que
cuidar para no nos dejarnos cair en la tentación de construirnos
nuestro propio reino particular, al punto de que las personas estén
tan conectadas a nosotros que piensen que solamente pueden ver a
Cristo por medio de nosotros (Gálatas 6.17).

h. Pablo habla que “tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la exce-
lencia del poder sea de Dios, y no de nosotros” (2 Corintios 4.7). Los dis-
cipuladores tienen que cada vez disminuir, ser cada día más trans-
parentes, para que Jesús aparezca (Juan 3.30). No podemos hacer
discípulos de nuestra personalidad y habilidad, sino del Señor
Jesús, al punto de que, como Pablo dijo: “Mas si aún nosotros, o un
ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos
anunciado, sea anatema” (Gálatas 1.8). Entendemos que los discípu-
los tienen que firmarse por medio de nosotros en Cristo, pues si no
es así, cuando el líder desviar, los discípulos también van a desviar.
O sea, el trabajo del discipulador es muy arduo, no debe nunca bus-
car los discípulos para sí. Jesús fue quien compró cada uno de noso-
tros con la sangre en la cruz, nosotros no tenemos ningún derecho
sobre los discípulos, solamente Dios nos confía el cuidado de ellos,
para que ellos sigan obedeciendo a Él.

Tema 3- Las casas como espacio para los


grupos pequeños de discipulado.
a. Seguramente vamos a encontrar muchas razones para que la visi-
ón de abrir las casas para que la iglesia crezca es muy razonable.
Pues la naciente de la iglesia se da en las casas, ellas eran de he-
cho el espacio para muchas cosas extraordinarias de Dios. Cuando
4. DISCIPULADO EN GRUPOS PEQUENOS | 49

vino el Espíritu Santo sobre los discípulos, ellos estaban en el apo-


sento alto, en una casa, no estaban en un templo, sinagoga o cosa
parecida. O sea, estaban en un lugar ordinario y allí se manifestó
extraordinario. Después del pentecostés, los que habían se conver-
tido tenían la costumbre de estar de casa en casa comiendo juntos
(Hechos 1.13,14; 2.42-47).

b. A pesar del crecimiento, ellos continuaban reuniéndose en las casas


(Hechos 2.46). Las casas eran recursos utilizados para el reino de
Dios (Hechos 4.34-37; 5.1-11). Las reuniones en las casas eran una
estrategia evangelista (Hechos 5.42; 10.24-48). La persecución se
llevó a cabo en las casas (Hechos 8.3). Saulo fue sanado y restau-
rado en una casa (Hechos 9.17-19). Los bautismos acontecieron
también en las casas (Hechos 10.47,48; 16.30-33). Las casas sirven
como contexto para las curas milagrosas (Hechos 9.36-41).

c. Las casas son espacios de más intimidad, son espacios donde no


hay lugar para el clericalismo.

d. En las casas, lo que prevalece es la informalidad.

e. La persona que tiene una barriera con la religión instituida no ten-


drá problema de participar en una casa. Obviamente, la persona
que empieza en la casa deberá ser inclusa después en la comunión
de la iglesia mayor, de este modo las casas son una puerta de en-
trada más factible.

f. En las ciudades, las casas son una alternativa para facilitar el creci-
miento y desarrollo de la iglesia por causa de la facilidad. Cada casa
se torna una iglesia y cada miembro, un misionero.

g. Los grupos pequeños en las casas son una estrategia de encarnaci-


ón, o sea, de tornar la iglesia factible, plática y alcanzable para las
personas de todas las clases. Es la manera de obedecer a la gran-
de comisión de Jesús (Mateo 28.18-20). Especialmente cuando
50 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

notamos que en el original griego el texto está hablando “yendo”


hagan discípulos, o sea, en el camino, en el día a día. Las casas son
parte del cotidiano de las familias, de este modo, un discipulador no
necesita salir de su contexto, puede fructificar donde esta plantado.
Leyendo en los textos originales, notamos que el “id” corresponde
a un verbo griego, conjugado en el participio, que expresa en la
verdad el gerundio “yendo”. La traducción para el español es des-
crita en el modo imperativo (Id) y provoca un dislocamiento de ac-
ción. En el griego, encontramos el modo imperativo en otro verbo
de la misma frase: “haced”.

h. Jesús vino y levantó su tabernáculo entre nosotros, o sea, él armó


su tabernáculo en medio del pueblo. La presencia de Dios esta-
ba más solamente dentro del Templo, en el lugar santísimo (Juan
1.14). Ahora el sumo de los sumos sacerdotes que penetró el cielo
está en medio de nosotros. El trajo la gloria del lugar santísimo
hasta nosotros, o sea, como Él dijo a la mujer samaritana que ni
en Jerusalén ni en el monte Gerisin, pero Dios está en búsqueda
de verdaderos adoradores que lo adoren en Espíritu y en verdad
(Juan 4.19-24).

i. Los grupos pequeños tienen la visión de ser encarnación en los


barrios y villas de las ciudades.

j. Como ya hemos visto, en las casas había manifestaciones de curas,


el pentecostés pasó en una casa. Mira que los grupos pequeños del
discipulado en las casas son espacios para el avance de la iglesia,
personas se convierten, son sanadas y liberadas.

k. Las casas se tornan un importante espacio para que haya un movi-


miento que puede empujar la iglesia.

l. En los grupos pequeños en las casas, las personas son estimuladas


a orar, a buscar a Dios. Mira que los discípulos fueran incentivados
4. DISCIPULADO EN GRUPOS PEQUENOS | 51

por Jesús a permanecer en Jerusalén hasta que el Espíritu viniese


(Lucas 24.49). O sea, Jesús está compartiendo principios y diciendo
que ellos deberían estar unidos en la casa, buscando en oración a la
promesa. Unidad, oración, búsqueda de las promesas. En este caso,
la casa donde estaba el aposento alto, o lugar de oración, es un es-
pacio para generar el avivamiento.

m. También después del pentecostés, notamos que los discípulos es-


taban unidos en el templo y en las casas. O sea, las casas también
sirven para consolidar y dar fortalecimiento de unidad a la iglesia
que ya está creciendo. Como ya hablamos, tiene esta característica
pastoral, de cuidado de uno para con el otro.

n. Los grupos pequeños de discipulado en las casas no anulan la igle-


sia ni tan poco la autoridad de los ministros clérigos de la iglesia.
Notemos que los discípulos en la iglesia primitiva estaban debajo
de la autoridad de la doctrina de los apóstoles. Dice que ellos per-
severan en la doctrina de los apóstoles, esto nos enseña que los
grupos pequeños de discipulado no pueden estar en rebeldía a las
autoridades de la iglesia. Los pastores siguen con su papel, los mi-
nistros tienen sus funciones garantizadas, pues los discípulos que
van siendo añadidos van a necesitar de edificación por medio de
los hombres y mujeres llamados para edificar el cuerpo de Cristo,
como el propio Apóstol Pablo habla en la carta a los hermanos de
la iglesia de Éfeso (Efesios 4).

o. Los grupos pequeños de discipulado en las casas necesitan ser es-


pacios para la restauración de las familias también. No se pueden
olvidar de esta tan importante célula de la sociedad, creada por
Dios. Mira que el carcelero en Hechos tuvo una experiencia con
Cristo y toda su casa fue salva (Hechos 16.26-34). Las familias son
un blanco de los grupos pequeños de discipulado. Los creyentes no
pueden entrar en la iglesia y llenarse de actividades de las iglesias
52 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

y se olvidaren de la familia, y justificarse diciendo que están bus-


cando a Dios en primer lugar. El primer lugar donde tenemos que
ser testigos es en nuestra casa, de este modo la familia es la primera
célula, es nuestro primer grupo pequeño de discipulado. Esto es in-
teresante cuando tenemos un entendimiento claro de lo que Jesús
habló en Hechos 1.8: “y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea,
en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. O sea, tenemos que pensar
en el último rincón de la tierra y en Jerusalén al mismo tiempo. Mi
casa tiene que ser valorada en la misión, las fronteras de mi familia
tienen que ser alcanzadas.

p. La visión de discipulado en grupos pequeños puede ser como el


vino nuevo, pero los odres son viejos. ¿Cómo hacer entonces? Jesús
dijo que el vino nuevo en odres viejos van romper los odres. Tal
vez muchos vean eso como un obstáculo para la implantación, pero
para mí no es. Para mí, es una oportunidad. Los odres viejos hechos
de cuero no resisten a la fermentación del vino nuevo. Interesante
este mensaje, porque, para mí, Jesús habla de la renovación, los
odres tienen que ser rotos; el vino es más importante. Por lo tanto,
hay que romper con las costumbres, vicios, tradiciones y leyes que
no contribuyen para el establecimiento del Reino de Dios, pues el
más importante es el Reino (vino). Las estructuras y métodos son
cambiables. Nosotros no podemos priorizar los odres, sino el vino.
Si se hay que romper, tenemos que hacerlo.

Seguramente, el discipulado es parte esencial de la misión de la igle-


sia. Creemos que por medio de el podemos impulsar la iglesia para re-
alizar todas las otras áreas de la misión de Dios en el mundo. Que este
estudio nos ayude a valorar aún más este fundamento de la tradición
neo testamentaria tan importante, que por olvidarnos de eso, hay mu-
chas iglesias que no están siendo fieles a la grande comisión. Que las di-
versas formas y métodos para aplicar el discipulado no sea una barrera
para la aplicación de la esencia, que no nos quedemos parados en eso,
4. DISCIPULADO EN GRUPOS PEQUENOS | 53

que podamos mirar la prioridad, que es hacer discípulos de todas las na-
ciones la cual también es el objetivo principal de Jesús, por esto él ha ido
a la cruz. Lo que lo llevó a morir fue exactamente esta visión.

La cruz y el discipulado
La cruz era el instrumento de muerte, de condenación, era “maldito
todo el que era colgado en el madero” (Gálatas 3.13). La cruz era una herra-
mienta de tortura, de hacer exponer los bandidos a la vergüenza, a dolor
en el cuerpo y en el alma. Los peores bandidos eran colgados en la cruz,
pero Jesús, sin ningún pecado, fue llevado a la cruz. El instrumento de
muerte y de maldición se tornó para nosotros un símbolo de la salvaci-
ón, de la vida, de la victoria. Una señal del fin, de la destruición se tornó
un símbolo del inicio de la vida, donde Cristo ha vencido las potestades,
el pecado, la propia muerte, pues en el tercer día Él ha resucitado. En
verdad, no hay cristianismo sin cruz, no hay discipulado sin Cruz, no
hay como huir de ella. Si somos creyentes en Cristo, o sea, cristianos,
tenemos que pasar por la cruz. Un cristiano tiene que identificarse con
Cristo, seguir sus pasos, sus caminata. Este es el desafío del discipulado.
1. La cruz demuestra toda la gracia de Dios, todo el amor de Dios
por nosotros. En la cruz, Dios está amando el mundo. Gracia es el
favor que no merecemos, es la actitud de Dios de venir a nuestro
encuentro; de encarnarse y tornarse hombre; de tornarse como
nosotros para salvarnos; de llevar nuestros dolores, , de sufrir no
porque necesitaba. Él no necesitaba probar que era Dios, pero por
nosotros ha decidido sufrir, para que fuera el primer hombre a
vencer el pecado y la muerte. De manera que por medio de Él, to-
dos los hombres pudiesen alcanzar la victoria, así que la victoria de
Cristo pasa a ser la victoria de los que le siguen. No teníamos nada
que lo agradase; Él ha decidido morir solo por amor de nosotros.
Nadie será completamente feliz si no tiene una experiencia con el
amor de Dios demostrado en la cruz.
54 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

2. La cruz representa la muerte del yo. Jesús está hablando muy


claro en este texto que el grano de trigo tiene que morir para pro-
ducir frutos. Después dice que quien ama su vida la pierde, y el que
aborrece su vida la gana. O sea, la cruz significa la disposición de
darnos totalmente, de no tener más escusas para Dios, de entre-
garse de todo el corazón a Dios, de colocar todo lo que tenemos
en la mano de Dios y a su servicio. Significa una dedicación total
a la obra de Cristo, de no más colocar obstáculos, de entregarse
completamente, de desgastarse por la obra de Dios, de no pensar
solamente en ganar ventaja. Eso es, llevar nuestro yo para la cruz
todos los días, morir para nuestros propios deseos. Los que son de
Cristo han crucificado su carne con sus deseos y pasiones (Gálatas
5.:24). Pablo todavía dice que su gloria era en la cruz, donde él es-
taba crucificado para el mundo y el mundo para él (Gálatas 6.14) el
modo imperativo,. No debemos bajar de la cruz, pues en ella nues-
tro yo está muerto, y podemos vivir la vida espiritual. Podemos
obtener la victoria. Si bajamos de ella, nuestro yo pasa a dominar,
la lascivia, deseos carnales, chismes, pensamientos impuros, con-
tiendas, rebeldía, soberbia, avaricia. (Podemos listar las obras de la
carne que está en Gálatas 5.19.)

3. Es muy interesante lo que Jesús habla en el versículo 26 de Juan


12: “El que me sirve, sígame”. O sea, esto es el discipulado, servir y
seguir a Cristo. Seguir sus pasos, no abandonar la carrera. Pero de
esto modo yo no puedo huir que en este camino inevitable es pasar
por la cruz. Es lo que Pablo habla a los colosenses en el capítulo
3.3: “porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en
Dios. Es pensar en las cosas que son de arriba, es pensar en el reino, más
que en los bienes, en las cosas de este mundo, es hacer discípulos, ganar
vidas. Tome su cruz y sígame”.

4. No es vivir más la vida del alma. Fíjate que Jesús estaba diciendo
que su alma estaba turbada, angustiada, pues tenía que pasar por
4. DISCIPULADO EN GRUPOS PEQUENOS | 55

horrenda muerte (Juan 12.27). Sin embargo, Él deja claro que para
esto había venido. O sea, aun que su alma estuviese sufriendo, su
espíritu estaba firme en el Señor. Muchas personas están viviendo
solamente la vida del alma, y cuando tienen un problema, piensan
que Dios los ha abandonado.

Quien está en la cruz, muere para sí y pasa a vivir para Dios, con-
trolado por el Espíritu. Esto significa que:

a. Tiene claro el propósito de Dios para su vida. Su principal blanco


es hacer la voluntad de Dios y cumplir su voluntad.

b. No desanima cuando tiene que enfrentar dificultad, no se aleja


del plan.

5. Si estamos en la cruz, estamos seguros. Hemos muerto, estamos


escondidos en Cristo, guardados, protegidos (Juan 12.31). Podemos
acordarnos del Salmo 91: “El que habita al abrigo del Altísimo…”.
Satanás es vencido en la cruz . En Colosenses 2.15, dice Pablo: “des-
pojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente,
triunfando sobre ellos en la cruz”. En la cruz somos más que vence-
dores, sobre la muerte, el pecado, el diablo. Pues Cristo sacó las
armas del enemigo, sus armas son el pecado; pero en la cruz somos
perdonados y regenerados. Por lo tanto, el diablo no tiene como
acusarnos o derrotarnos, estando nosotros en ella.

6. La cruz es atrayente (Juan 12.32). – Jesús sabía el tipo de muerte


que le aguardaba. Él iba a ser levantado de la tierra, o sea, pues-
to en el madero, en la cruz. Y a todos Él iba a atraer, o sea, todos
los hombres y mujeres de todos los tiempos estaban inclusos en
la cruz, todos los nombres. También es interesante que Juan 3.14
dice que do modo que Moisés levantó la serpiente en el desierto,
así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado. Para que
todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. En
la cruz hay salvación, hay cura. La cruz atrae personas para ser
salvas y curadas.

Esto significa que si estamos en la cruz, vamos a atraer personas,


vamos a hacer nuevos discípulos, personas que serán salvas y cura-
das. Pues Dios nos llama a sernos fructíferos, a producir para Su
gloria. Y la forma más fuerte de glorificar al Padre es produciendo
frutos. Sin embargo, no podemos reducir los frutos a solamente
alcanzar nuevos creyentes, por esto hablaremos de los tres tipos de
frutos que podemos dar, recordándonos de lo que hemos visto en
el estudio de la cruz.
5.
¡TRES FORMAS DE
MANIFESTAR LOS FRUTOS
EN LA VIDA CRISTIANA!

D ios nos llama a ser fructíferos, u estos frutos en la vida cristia-


na se manifiestan en tres formas. Por primera vez, en el aban-
dono de las cosas del mundo; el segundo, en los frutos del Espíritu
Santo; y el tercero, en las almas que ganamos para Cristo.
1. Frutos dignos de arrepentimiento (Lucas 3.4-9). El cambio de
la vida, abandono del mundo del pecado. El texto dice: haced sen-
das derechas, la tierra en el valle, hasta las montañas y colinas,
58 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

enderezando el torcido, suavizando los caminos ásperos. Juan esta-


ba diciendo que judíos estarían sujetos a la de Dios; que deberían
tener no solo una religión, sino una vida con Dios. Luego se le re-
cuerda que Dios no tiene que ver con la tradición, o si son descen-
dientes de Abraham, el padre de la fe, porque hasta de las piedras
Dios puede tener hijos. Es hora de que los metodistas tienen no
sólo una religión, un buen lugar para ir, un buen entretenimiento.
A veces oímos decir a los padres quela iglesia tiene que tener las
cosas para mantener a los jóvenes. Los jóvenes necesitan conver-
tirse a Jesucristo en verdad, entonces no habrá necesidad de nada
para entretener, pues ellos tendrán el placer de la presencia del
Señor. John estaba hablando a los religiosos que, en realidad, no
tenían una vida con Dios.
a. Tenían una religión, pero aún no habían abandonado el egoísmo, el
odio, el apego a las cosas (v. 11). Son personas egoístas, impuras..

b. Tenían una religión, pero aún no habían abandonado la avaricia, la


codicia, el robo (v.12). Personas que no aman a sus propios padres,
que no se preocupan por los demás.

c. Tenían una religión, pero no habían abandonado la violencia, la ca-


lumnia, el chisme y la mentira (v. 14). Las personas que promueven
la violencia, que cultivan la mentira no saben darle las gracias por
lo que tienen.

2. Cultivar el fruto del Espíritu (Gálatas 5.22): amor, gozo, paz,


paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio.
Ser cristiano no es sólo abandonar el mundo para cultivar las ca-
racterísticas de Dios en nosotros, es también permitir que el fruto
del Espíritu de Dios se desarrolle todos los días. Note que Jesús
habla en el primer texto que leemos, en Lucas 13.6-9, que un hom-
bre tenía una higuera en su viña que producía ningún fruto y que,
por eso, la quería cortar, pero el productor le pidió un año más para
5. ¡Tres formas de manifestar los frutos en la vida cristiana! | 59

cavar alrededor y poner estiércol, abono, para estimular la higuera


a producir, porque hasta aquel momento era innecesaria teniendo
la tierra.

Eso es lo que Dios está hablando: Él quiere animar, fertilizar, por-


que, de alguna manera, le dará sus frutos. En su vida cotidiana,
requiere de fertilizantes – la palabra, la oración, el ayuno, la disci-
plina, dejar de alimentar la mente con malas cosas. Él quiere que
tenga en su vida los frutos del Espíritu Santo.
3. Pescadores de hombres - de la vida - generar discípulos (Marcos
1.17). El deseo de alcanzar a los perdidos, para perseguir a aquellos
que están en el mundo. Los creyentes a menudo están en sus ca-
marillas dentro de la iglesia, y no comparten el mensaje de la cruz
con los amigos, colegas… De hecho, muchos tienen vergüenza.
Romanos 1.16,17 dice para no nos avergonzarnos del evangelio,
porque es el poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.
El Señor quiere que abandonemos definitivamente todo lo que nos
prende, que nos impide de ir tras la oveja perdida. La gente va al
infierno porque los creyentes han perdido de vista el ganar almas.
4. En último lugar, ¿qué ocurre con las plantas que no dan fruto?
Dios no acepta los árboles sin fruto, estas están a punto de cortar,
el hacha está en la raíz (Lucas 3.9). Cuando generamos muchos
frutos, demostramos que somos verdaderos discípulos (Juan 8.15).
Todo lo que estamos viendo hasta el momento es para ser cada vez
más según el corazón de Dios. Estamos en un proceso de santifi-
cación, no hemos llegado a la perfección todavía, pero la estamos
buscando. Nosotros somos la iglesia del Señor, y su deseo es que
cada vez más parezcamos con Él. El objetivo es la medida de la es-
tatura de Cristo.
6.
LA IGLESIA QUE DIOS
ANHELA

1 Tesalonicenses 1.2-10
Debemos siempre ajustar nuestra visión según lo que la palabra
determina, para tenernos una caminata firme, correcta, sin vacilar.
Vivimos en un mundo de muchas ideas y vertientes, métodos, pero debe-
mos siempre buscar la dirección de la palabra, la visión de Dios (Mateo
22.29). El blanco es agradar aquel que nos tomó por soldado (2 Timoteo
2.4), para eso, tenemos que luchar según las normas (2 Timoteo 2.5).
Las cartas de Pablo son fuentes preciosas de orientaciones pastorales,
llamados a la santidad, a no desistir en la persecución. Él pinta un cua-
dro de la iglesia que Dios almeja.
62 | PASIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN Y EL DISCIPULADO

1- Una iglesia que nasce del compromiso misionero de Pablo – a)


En su según viaje misionero (Hechos 17); b); b) de la dirección del
Espíritu Santo (Hechos 16.9). Pablo era un hombre cuyo corazón
estaba totalmente entregue (Hechos 20.22-24).
2. La iglesia nasce de una predicación auténtica, no solamente pa-
labras (1 Tesalonicenses 1.5). Pablo enfrentó diversas situaciones
para mostrar el evangelio en su vida (1 Tesalonicenses 2.1-6). Él
no estaba interesado en agradar a hombres, no era avariento, no
buscaba la gloria humana.
3. Nasce de una predicación de poder basada en el Espíritu Santo
(1 Corintios 2.4). Este era el carácter de la predicación de Pablo:
convicta, con fe, sin dudas (Hebreos 11.1).
4. Nasce de un discipulado consistente (1 Tesalonicenses 1.6).
Ellos se volvieron imitadores de Pablo. Eran discípulos de Jesús
por medio de Pablo, pues recibieron con alegría el evangelio en
medio de tribulación.
5. Nasce una iglesia modelo (1 Tesalonicenses 1.7). – La misión ha
crecido, se esparció por Macedonia y Acaia. ¿Por qué?
a. Era una iglesia verdaderamente convertida (1 Tesalonicenses
1.9). Griegos, Judíos convertidos, mujeres nobles y muchos más
que habían venido del paganismo.
6. A pesar de ser una iglesia modelo, necesitaba crecer aún más –
pues tenían deficiencias (1 Tesalonicenses 3.10; 4.1,10). O sea, aun
que lleguemos a un estado de crecimiento, podemos todavía sucum-
bir. El Espíritu puede irse (1 Tesalonicenses 3.5; 5.19). La iglesia
modelo tiene que estar siempre en un proceso de crecimiento.
Quiero ir un poco más allá hablando de la iglesia modelo, que es sa-
ludable y produce frutos. Vemos en Hechos que la iglesia de Jerusalén
fue la primera iglesia, sin embargo, en determinado momento, se tor-
nó limitada en la visión que Jesús había dejado. Notemos que Jesús
6. LA IGLESIA QUE DIOS ANHELA | 63

había dicho que los discípulos deberían ser testigos en Jerusalén, Judea,
Samaria y hasta el último de la tierra, sin embargo, en un determinado
momento de la historia, Jerusalén estaba muy cerrada en el judaísmo,
tenían dificultad de ver el evangelio más allá de la cultura judía. La obra
de Dios no se podía parar. Él sin duda siempre cumplirá su palabra por
medio de quienes estén dispuestos. Dios permite una persecución sobre
la iglesia, y los discípulos se dispersan (Hechos 8.1). Los discípulos que
son dispersos llegan a Antioquia, y allí se empieza una comunidad, la
iglesia de Antioquia (Hechos 11.19-26). Mira que fue allí que los discí-
pulos fueran llamados cristianos por primera vez. Esta era la iglesia ide-
al. En Hechos 13.1-3, vemos las características de esta iglesia, que tenía
todo tipo de gente, de raza, era una iglesia inclusiva. Estaba allí Simeón
Níger, un africano; estaba también Lucio de Cirene, cuyo nombre tiene
origen latina, posiblemente de origen gentílica. También en la iglesia
estaba el hermano de leche de Herodes. En realidad, lo que la palabra de
Dios nos está diciendo es que Manaén nació, vivió su infancia y creció en
una familia cuyo padre (Herodes, el Grande) fue un infanticida psicópata
loco, asesino de niños, un megalómano que le encantaba matar gente.
Mataron a dos de sus mujeres y al menos tres de sus hijos (posiblemente
una de las esposas de los fallecidos era la madre de Herodes, el Tetrarca,
que se había quedado para ser creado por la madre de Manaén). Ese era
su hobby favorito. Tenía deseo de matar, y sabía que nadie lloraría su
muerte. ¿Quién eran sus hermanos? Eran personas tremendamente ce-
losas que se traicionaban mutuamente. Herodes, el tetrarca, robó su es-
posa (Herodías) de su hermano y ordenó la muerte de Juan, el Bautista.
Fíjate que Manaén se torna un cristiano y miembro de la iglesia de
Antioquia. Esta es una iglesia que cree en los cambios, que cree en las
personas, que ve las personas más allá de sus límites, las ve como pue-
den tornase en el futuro. La iglesia del corazón de Dios es la que cree
que personas, por más difíciles que sean sus historias, pueden ser trans-
formadas por el poder del evangelio. La iglesia de Antioquia también
asistía Saulo, el nombre judío de Pablo, un hombre que perseguía los
cristianos, que estaba de acuerdo con la muerte de Esteban. Como ya
hemos dicho, Bernabé lo llevó a Antioquia, pues allí encontraría más es-
pacio para su crecimiento. Sin hablar que era una iglesia que estaba llena
de dones, tenía maestros, profetas, tenían vida de consagración, oraban,
ayunaban, buscaban la dirección del Espíritu Santo.
Es muy interesante notar también como los apóstoles, en un deter-
minado momento de la historia de la iglesia, estaban mucho más cer-
ca de los judaizantes. Por esto, en Hechos 8.1 dice que ellos fueran los
únicos que no fueran dispersos, pues justamente los que estaban persi-
guiendo eran los religiosos judíos, y los perseguidos eran los cristianos
helenistas (griegos convertidos al cristianismo). La lucha era que los
judaizantes predicaban que todos tenían que seguir las costumbres ju-
daicas. En esto momento, los apóstoles estaban muy cerca de esta doc-
trina, es tan verdad que Pedro tuvo que recibir una visión donde Dios le
muestra que no debería considerar impuro lo que Dios había purificado
(Hechos 10). Esto nos llama la atención para como es fácil desviarnos
del camino, dejándonos ser enredados por los caminos de la religiosidad.
Tenemos dificultad de entender que Dios quiere salvar a todos, y lo que
más le interesa es que las vidas sean alcanzadas.
CONCLUSION

L a llama del Espíritu Santo tiene que estar siempre encendida en


nuestro corazón. Debemos ser apasionados por la evangelizaci-
ón del mundo, por ver las personas siguiendo el maestro Jesús. No
podemos nos desviar de esta visión, nada puede sustituir esto, que
es la vocación de la iglesia. Sabemos que lo que puede cambiar la
sociedad es el poder del evangelio, el poder de la vida de Jesús ex-
presada en la vida de la iglesia. Debemos tener el discipulado como
poder para romper las costumbres y construcciones de vida mar-
cadas por la muerte. El discipulado no como una moda más, como
un libro de estudio, sino como un estilo de vida, que transforma
cada creyente en una levadura en medio de la masa. Como luceros
en medio de las tinieblas, como sal que produce la sazón necesaria
para que haya justicia y paz. Esta iglesia que refleja en el mundo un
poquito de lo que es el Reino de Dios es parte de la manifestación de
la gloria de Dios en el mundo habitado. Es el cumplir de la oración
del padre nuestro (Lucas 11):Padre nuestro que estás en los cielos;
Sea tu nombre santificado. Venga tu reino.
Sea hecha tu voluntad, como en el cielo,
Así también en la tierra.
El pan nuestro de cada día, danos lo hoy.
Y perdónanos nuestros pecados, porque también
Nosotros perdonamos a todos los que nos deben.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del malo.
“Venga tu Reino”, esto es el propósito. A iglesia necesita ser el agen-
te principal para que se cumpla esta oración. Que Dios bendiga a cada
persona que ha leído este libro, y la unción y el poder del evangelio les
impulsen a hacer la voluntad del Padre. Que se encienda un fuego en su
corazón generando una prisa, un peso por hacer lo que Dios ha ordena-
do. No hay tiempo a perder, no hay como huir del llamado, de la vocaci-
ón. Dios ya ordenó, ya no ha salvado, la obra ya fue hecha, concluida en
la cruz. Estamos en el tiempo de la cosecha, los campos están blancos,
están listos. El Señor nos desafía, nos confronta para que seamos obe-
dientes, que seamos la expresión del amor de Dios en el mundo.
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