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Fuente Ovejuna Obra Teatral

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ACTO PRIMERO ORTUÑO No falta quien le ciñó, el mismo día que la

aconseje que de ser cortés cruz de Calatrava le cubrió


se aleje. el pecho, bastaba para
ESCENA 1 aprender cortesía.
COMENDADOR
Habitación del maestre de Calatrava en
Conquistará poco amor.
FLORES Si te han puesto mal
Almagro1 Salen el Comendador (Fernán Es llave de cortesía para
con él, presto le conocerás.
abrir la voluntad, y para
Gómez), Flores, la enemistad la necia
ORTUÑO
Ortuño, criados. descortesía.
Vuélvete, si en duda estás.
ORTUÑO Si supiese un
descortés cómo lo
aborrecen todos -y COMENDADOR
COMENDADOR ¿Sabe el maestre que estoy en la villa? querrían de mil modos Quiero ver lo que hay en él.
poner la boca a sus pies—,
FLORES Ya antes que serlo ninguno,
Io sabe. se dejaría morir.
ESCENA 11
ORTUÑO FLORES iQué cansado es de sufrir!
iQué áspero y qué importuno! Sale el maestre de Calatrava, acompañamiento.
Está, con la edad, más grave.
Llaman la descortesía necedad en los
COMENDADOR
iguales, porque es entre desiguales
Y ¿sabe también que soy linaje de tiranía. Aquí no te toca
Fernán Gómez de Guzmán? nada: que un muchacho aún no ha MAESTRE
FLORES llegado a saber qué es ser amado.
Perdonad, por vida mía,
Es muchacho: no te asombre. COMEN Fernán Gómez de Guzmán;
DADOR que agora nueva me dan
COMENDADOR La que en la villa estáis.
Cuando no sepa mi nombre, obligaci COMENDADOR
¿no le sobra el que me dan ón de la
Tenía muy justa queja de vos; que el amor y la crianza
espada
de Comendador mayor? me daban más confianza, por ser, cual somos los dos,
que se
vos maestre de Calatrava, yo, vuestro Comendador, y vuestra seguir en aqueste caso la parte maestre de la cruz roja que tenéis al pecho, en tanto que
muy vuestro servidor. de vuestros deudos; porque muerto tenéis la blanca espada; que, una al pecho y otra al lado,
Enrique Cuarto, quieren que al rey entrambas han de ser rojas; y vos, Girón soberano, capa
MAESTRE SeguroZ , Fernando, estaba de vuestra
don Alonso de Portugal, que ha del templo inmortal de vuestros claros pasados.
buena venida. Quiero volveros a dar los brazos.
heredado, por su mujer, a Castilla,
MAESTRE Fernán Gómez, estad cierto que en esta
COMENDADOR Debeisme honrar; que he puesto obedezcan sus vasallos; que aunque
parcialidad, porque veo que es verdad, con mis deudos
por vos la vida entre diferencias tantas, hasta suplir pretende lo mismo, por Isabel, don
me concierto.
vuestra edad el Pontífice. Fernando, gran príncipe de Aragón,
no con derecho tan claro a vuestros
deudos; que, en fin, no presumen que Y si importa, como paso± , a Ciudad Real mi intento,
MAESTRE Es verdad. Y por las señales santas que a
hay engaño en la sucesión de Juana, a veréis que como violento rayo sus muros abraso. No
los dos cruzan el pecho, que os Io pago en estimaros,
quien vuestro primo hermano tiene porque es muerto mi tío, piensen de mis pocos años los
y como a mi padre honraros.
agora en su poder; y así, vengo a propios y los extraños que murió con él mi brío. Sacaré
aconsejaros que juntéis los caballeros la blanca espada, para que quede su luz de la color de
COMENDADOR
de Calatrava, en Almagro,2 y a la cruz, de roja sangre bañada.
De vos estoy satisfecho. Vos, ¿adónde residís?
Ciudad Real toméis, que divide como
MAESTRE paso a Andalucía y Castilla. Para ¿Tenéis algunos soldados?
¿Qué hay de guerra por allá? tomarlos a entrambos, poca gente es COMENDADOR Pocos, pero mis criados; que si dellos
menester, porque tienen por soldados os servís, pelearán como leones. Ya veis que en Fuente
COMENDADOR Estad atento, y sabréis la solamente sus vecinos y algunos Ovejuna hay gente humilde, y alguna no enseñada en
obligación que tenéis. pocos hidalgos, que defienden a escuadrones, sino en campos y labranzas.
MAESTRE Isabel
y llaman rey a Fernando. Será bien MAESTRE
Decid, que yo lo estoy, ya.
que deis asombro, Rodrigo, aunque
¿Allí residís?
COMENDADOR niño, a cuantos dicen que es grande
Gran maestre don Rodrigo Téllez Girón, que a tan esa cruz para vuestros hombros COMENDADOR
alto lugar os trajo el valor de aquel vuestro padre flacos. Mirad los condes de Urueña, Allí de mi encomienda escogí casa entre aquestas mudanzas
claro, que, de ocho años, en vos renunció su de quien venís, que mostrando os Vuestra gente se registre é , que no quedará vasallo.
maestrazgo, que después, por más seguro, juraron y están desde la fama los laureles que
confirmaron reyes y comendadores, dando el ganaron; los marqueses de Villena, y
MAESTRE Hoy
Pontífice santo Pío Segundo sus bulas, y después las otros capitanes, tantos, que las alas de
me veréis a caballo,
suyas paulo, para que don Juan Pacheco, gran la fama apenas pueden llevarlos.
poner la lanza en el
maestre de Santiago, fuese vuestro coadjutor; ya que Sacad esa blanca espada, que habéis
ristre. (Salen).
es muerto, y que os han dado el gobierno sólo a vos, de hacer, peleando, tan roja como la
aunque de tan pocos años, advertid que es honra cruz; porque no podré llamaros
ESCENA 111 LAURENCIA iVoto al sol que lo diré, LAURENCIA ¿A mí?
aunque el mundo me desdiga! ¿A qué
plaza de Fuente Ovejuna. efetoE fuera bueno querer a Fernando PASCUALA
Laurencia, Pascuala. yo? ¿Casárame con él? Que no, sino el cura.
PASCUALA No. LAURENCIA Soy,
aunque polla, muy
LAURENCIA Luego la infamia dura yo para su
LAURENCIA iMás condeno. iCuántas mozas en la reverencia. Pardiez,
que nunca acá volviera! villa, del Comendador fiadas, más precio poner,
andan ya descalabradas! Pascuala de
PASCUALA
madrugada, un pedazo
Pues a la he que PASCUALA Tendré yo por
de lunadaLl al huegoL2
pensé que cuando te maravilla que te escapes de su
para comer, con tanto
lo conté, más mano.
zalacatónu de una
pesadumbre te diera. rosca que yo amaso, y
LAURENCIA Pues en vano es lo hurtar a mi madre un
LAURENCIA que ves, porque ha que me sigue un vaso del pegado
iPlega al cielo que mes, y todo, Pascuala, en vano. canjilónLL ; y más
jamás le vea en Aquel Flores, su alcahuete, y precio al mediodía ver
Fuente Ovejuna! Ortuño, aquel socarrón, me la vaca entre las coles,
mostraron un jubón, una sarta2 y un haciendo mil caracoles
PASCUALA Yo, copeteLQ. Dijéronme tantas cosas con espumosa
Laurencia, he visto de Fernando, su señor, que me armonía; y concertar,
alguna tan brava, y pusieron temor; más no serán si el camino me ha
pienso que más; poderosas para contrastar mi pecho. llegado a causar pena,
PASCUALA casar una berenjena
y tenía el corazón brando z como una manteca. con otro tanto tocino;
¿Dónde te hablaron?
LAURENCIA Pues, ¿hay encina tan seca como y después un pasa-
esta mi condición? LAURENCIA Allá en el tarde, mientras la cena
arroyo, y habrá seis días. se aliña, de una cuerda
de mi viña, que Dios
PASCUALA Anda ya; que nadie diga: de esta PASCUALA Y yo sospecho que te de pedrisco guarde; y
agua no beberé. han de engañar, Laurencia. cenar un salpicón con
su aceite y su
pimienta, y irme a la qu as reposerías, con su
cama contenta, y al e amor y sus porfías,
«inducas tentación» cu
rezalle mis devociones, ant
tienen estos bellacones; porque todo su cuidado,LAURENCIA Andar al uso queremos: al
después de darnos disgusto,No fiarse de ninguno. es anochecer con gusto y bachiller, licenciado; al ciego,
amanecer con enfado.PASCUALA tuerto; al bisojo, bizco;
Lo mismo digo, Laurencia. resentido, al cojo, y buen
PASCUALA hombre, al descuidado. Al
Tienes, Laurencia, razon; que en dejando de querer, más ingratos suelen serESCENA w que al villano el ignorante, sesudo; al mal
gorrión.Entran Mengo, Barrildo, Frondoso. galán, soldadesca; a la boca
En el invierno, que el frío tiene los campos helados, descienden de los grande, fresca, y al ojo
tejados,FRONDOSO diciéndole «tío, tío»,En aquesta diferencia hasta llegar a pequeño, agudo. Al pleitista,
comerandas, Barrildo, importuno. las migajas de la mesa; más luego que el frío diligente; gracioso, al
cesa,BARRILDO y el campo ven florecer,A lo menos aquí está no bajan diciendo entremetido; al hablador,
«tío»,quien nos dirá lo más cierto. del beneficio olvidados, mas, saltando en los entendido y al insufrible,
tejados,MENGO dicen: «judío, judío».Pues, hagamos un concierto Pues tales los valiente. Al cobarde, para
hombres son:antes que lleguéis allá, cuando nos han menester,y es, que si juzgan por poco;
mí, somos su vida, su ser,me dé cada cual la prenda, su alma, su corazón;precio al atrevido, bizarro; compañero, al
de aquesta contienda. pero pasadas las ascuas, las tías somos judías,BARRILDO y en que es un jarro, y desenfadado, al
vez de llamarnos tías,Desde aquí digo que sí. anda el nombre de las Pascuas Mas si loco. Gravedad, al descontento; a
pierdes, ¿qué darás? la calva, autoridad; donaire, a la
MENGO Daré mi rabel de boj, que vale más que una trop , porque yo le estimo en más. necedad, y al pie grande, buen
BARRILDO cimiento. Al buboso, resfriado;
comedido, al arrogante; al
Soy contento.
ingenioso, constante; al
FRONDOSO corcovado, cargado. Esto al
Pues lleguemos. llamaros imito, damas, sin pasar
Dios os guarde, hermosas damas. de aquí; porque fuera hablar así
proceder en infinito.
LAURENCIA
¿Damas, Frondoso, nos llamas? LAURENCIA Allá en la
FRONDOSO
ciudad, Frondoso, llámase por
cortesía de esa suerte; y a fe
mía, que hay otro más riguroso y peor LAURENCIA
vocabulario en las lenguas descorteses. Como prestado, y aun, dado.
Desde agora os doy el mío.
FRONDOSO
FRONDOSO
Querría que lo dijeses.
En tu discreción confío.
LAURENCIA Es todo a esotro contrario: al
hombre grave, enfadoso; venturoso, al LAURENCIA
descompuestou ¿Qué es lo que habéis apostado?
FRONDOSO
si no es que mal lo entendí? Yo y Barrildo contra Mengo.

FRONDOSO LAURENCIA

Oye, por tu vida. ¿Qué dice Mengo?

LAURENCIA Di. BARRILDO Una cosa que,


siendo cierta y forzosa, la
FRONDOSO niega.
Préstame, Laurencia, oído.

MENGO A negarla vengo, Es rigor y es necedad, Sin amor, no


porque yo sé que es verdad. se pudiera ni aun el mundo
conservar.
LAURENCIA ¿Qué
dice? MENGO Yo no sé filosofar; leer,
i0jalá supiera! Pero si los
BARRILDO elementos en discordia eterna
Que no hay amor. viven, y de los mismos reciben
nuestros cuerpos alimentos, cólera
LAURENCIA
y melancolía, flema y sangre, claro
Generalmente, es rigor. está.

BARRILDO BARRILDO
El mundo de acá y de allá, Tú
mientes, Mengo, y perdona; porque
¿es mentiraa el rigor con que un RE gracias, Mengo, a
hombre a una mujer, o un animal NCI los cielos, que te
quiere y ama su semejante? A Es hicieron sin amor.
verd
ad.
MENGO Eso llama amor MENGO
propio, y no querer, ¿Qué ¿Amas tú?
es amor? MENGO Pues de
ese modo no hay LAURENCIA
LAURENCIA amor, sino el que Mi propio honor.
Es un deseo digo, que por mi
gusto le sigo, y FRONDOSO
de
hermosura. quiero dármele en Dios te castigue con celos.
todo.
MENGO BARRILDO
Esa hermosura BARRILDO Dijo
¿Quién gana?
¿por qué el amor la procura? el cura del lugar
cierto día en el
LAURENCIA sermón que había PASCUALA Con la
Para gozarla. cierto Platón que quistión podéis ir al
nos enseñaba a sacristán, porque él o
amar; que este el cura os darán
amaba el alma bastante satisfacción.
MENGO
sola y la virtud de Laurencia no quiere
Eso creo. bien, yo tengo poca
lo amado.
Pues ese gusto que intenta, ¿no experiencia. ¿Cómo
es para él mismo? daremos sentencia?
PASCUALA En
LAURENCIA materia habéis FRONDOSO
Es así. entrado que, por ¿Qué mayor que ese desdén?
MENGO ventura, acrisola
Luego, ¿por los caletres de los
quererse a sí sabios en sus
busca el bien academias y
ESCEN
que le escuelas,
contenta? AV
LAURENCIA Muy
L bien dice, y no te Entra
A muelas, en persuadir
U sus agravios. Da Flores.
FLORES tiene nombre de labrado en cintas
Dios guarde a la buena Ciudad Real, juntó de ante, y el rizo
gente. el gallardo maestre copete cogido en
dos mil lucidos blancas lazadas,
PASCUALA Este es del infantes de sus que con las
Comendador criado. vasallos valientes, moscas de nieve
y trescientos de a que bañan la
LAURENCIA iGentil azor! ¿De
caball de seglares blanca piel
adónde bueno, pariente?
y de freilesa ; iguales labores
FLORES porque la cruz roja teje. A su lado
¿No me veis a lo soldado? obliga cuantos al Fernán Gómez,
pecho la tienen, vuestro señor, en un fuerte melado,
aunque sean de de negros cabos, puesto que con
LAURENCIA
blanco bebe, Sobre turca jacerina,
¿Viene don Fernando acá? orden sacro; mas
peto y espaldar luciente, con
contra moros, se naranjada orla saca, que de oro y
FLORES La guerra se entiende. Salió el perlas guarnece. El morrión, que
acaba ya, puestou que nos muchacho bizarro corona con blancas plumas, parece
ha costado alguna sangre y que del color naranjado aquellos
con una casaca
amigos. azares vierte; ceñida al brazo una
verde, bordada de
liga roja y blanca, con que mueve
cifras de oro, que un fresno entero por lanza, que
FRONDOSO
sólo los brazaletes hasta en Granada le temen.
Contadnos cómo pasó.
por las mangas La ciudad se puso en arma; dicen
FLORES
descubrían, que que salir no quieren de la corona
seis alamaresZA real, y el patrimonio defienden.
¿Quién lo dirá Entrola bien resistida, y el
prenden. Un
como yo, maestre a los rebeldes y a los que
corpulento bridón
siendo mis entonces trataron su honor
rucio rodado, que injuriosamente mandó cortar las
ojos testigos?
al Betis bebió el cabezas, y a los de la baja plebe,
Para
agua, y en su orilla con mordazas en la boca, azotar
emprender la
despuntó la grama públicamente. Queda en ella tan
jornada de esta temido y tan amado, que creen
fértil; el codón2-i
ciudad, que ya
que quien en tan pocos años l j
pelea, castiga y vence, , e
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Entran el Comendador, Juan Rojo,
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Esteban, Alonso, Ortuño, Músicos.
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V n fuertes como
i l un roble, de
v a Ciudad-Reale
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n p vencedore; que
l a a Fuente
o c Ovejuna trae
s e sus pendones.
G s iViva muchos años,
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COMENDADOR
m a
a n Villa, yo agradezco justamente
n d el amor que me habéis aquí
e o mostrado.
s ,
! d ALONSO
i u Aún no muestra una parte del que
V l siente. Pero, ¿qué mucho que seáis
i c amado, mereciéndolo vos?
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a e ESTEBAN Fuente Ovejuna y el
n n regimientoz que hoy habéis
l l honrado que recibáis os ruega y
importuna un pequeño presente, excusadas no quiero daros ,
que esos carros traen, señor, no cuenta: justo pech03-Q de s
sin vergüenza alguna, de
voluntades que tenéis ganadas; e
voluntades y árboles bizarros,
más que de ricos dones. Lo y a vos y a vuestra casa, buen ñ
primero traen dos cestas de provecho. o
polidos barrosa , de gansos viene r
un ganadillo entero, que sacan COMENDADOR e
por las redes las cabezas, para Estoy muy agradecido. s
cantar vueso valor guerrero. Id, regimiento, en buen hora.
Diez cebones en sal, valientes
.
piezas, sin otras menudencias ALONSO I
cecinas; Descansad, señor, d
agora, y seáis muy c
y más que guantes de bien venido; que o
ámbar, sus cortezas. Cien esta espadaña que n
pares de capones y gallinas, veis y juncia a D
que han dejado viudos a sus vuestros umbrales, i
gallos en las aldeas que fueran perlas o
miráis vecinas. Acá no orientales, y mucho s
tienen armas ni caballos, no más merecéis, a ser .
jaeces bordados de oro posible a la villa.
puro, si no es oro el amor E
de los vasallos. Y porque COMENDADOR S
digo puro, os aseguro que T
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vienen doce cueros, que s B
aun en cueros por enero í A
podéis guardar un muro, si l N
de ellos aforráis vuestros o E
guerreros, mejor que de las c a
armas aceradas; que el vino r ,
suele dar lindos aceros. De c
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quesos y otras cosas no a
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Se van los Alcaldes, los COMENDADOR PASCUALA
Labradores y Músicos. Esperad vosotras dos. Sí, señor; mas no
para casos tales.
LAURENCIA
COMENDADOR Entrad,
¿Qué manda su señoría? pasad los umbrales;
hombres hay, no hayáis
COMENDADOR iDesdenes
E temor.
el otro día, pues, conmigo!
S
C
iBien por Dios!
LAURENCIA
E
N LAURENCIA Si los alcaldes entraran
A ¿Habla contigo, Pascuala? (que de uno soy hija yo),
V bien huera entrar, mas si
I no...
I
PASCUALA
Conmigo no, tirte ahuera}-l COMENDADOR
Entran el Comendador,
Flores...
COMENDADOR Con vos
Laurencia, Pascuala, Ortuño, hablo, hermosa fiera, y con
esotra zagala. ¿Mías no sois?
Flores.

FLORES Señor... Arre; que echaréis luego el postigo.


FLORES Entrad; que os quiere enseñar lo que trae de la
COMENDADOR ¿Qué reparan en no hacer Io
guerra.
que les digo?
FLORES Entrad, pues. COMENDADOR

LAURENCIA No nos agarre.


(Aparte a Ortuño).
Si entraren, Ortuño, cierra.
FLORES
LAURENCIA
Entrad; que sois necias.
Flores, dejadnos pasar. (Entra).
PASCUALA
ORTUÑO ¿También FLORES iMuy buen recado
venís presentadas con llevamos! No se ha de poder
lo demás?
sufrir lo que nos ha de decir
PASCUALA cuando sin ellas nos vamos.
iBien a fe! Desvíese,
no le dé... ORTUÑO
Quien sirve se obliga a esto.
FLORES Si en algo desea medrar, o con
Basta; que son paciencia ha de estar, o ha de
extremadas. despedirse presto. (Se van),

LAURENCIA ¿No
basta a vueso señor
tanta carne
presentada?

ORTUÑO
La vuestra es la
que le agrada.

LAURENCIA
Reviente de mal dolor.
(Se van las dos).

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