Ansiedad
Ansiedad
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Causas[editar]
Hasta el momento no existe alguna causa común, aunque varios factores genéticos y
ambientales pueden desempeñar un papel importante en su desarrollo. Por lo tanto hay
evidencias que muestran la posibilidad de ser alcohol dependiente, como la historia familiar,
es decir, quien tiene un padre o una madre con alcoholismo tiene mayor probabilidad de
adquirir esta enfermedad. Otros factores pueden ser el estrés o los problemas que tiene la
persona que lo ingiere.
Algunos otros factores asociados a este padecimiento son la necesidad de aliviar la ansiedad,
conflicto en relaciones interpersonales, depresión y aceptación social del consumo de alcohol.5
Según la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) los pacientes alcohólicos suelen
presentar hasta en un 80 % de los casos otros trastornos psiquiátricos asociados y, por lo
tanto, ser considerados como pacientes con patología dual.
Se ha demostrado la presencia de un componente genético en el alcoholismo, ya que el gen
del aldehído deshidrogenasa (ALDH2) afecta a la tasa de metabolización del etanol y modula
potencialmente el consumo de bebidas alcohólicas.6 La ausencia de esta enzima afecta a esta
ruta, ocasionando un aumento de acetaldehído y su acumulación en el cuerpo. Esto provoca
náuseas, mareo y/o rubor facial.
Predisposición genética[editar]
Con el desarrollo de las técnicas de estudio del ADN, se ha relacionado la existencia de
secuencias concretas o SNP (cambios de sola una base nitrogenada presente en una parte
pequeña, aunque representativa, de la población), con lo que se demostraría una tendencia
genética a desarrollar alcoholismo determinada por el propio genoma.7
Esta tendencia podría tener su base molecular en el distinto estado de metilación de algunas
islas CpG, y puede ser estudiado mediante un análisis de SNPs.8
La influencia genética está indicada por estudios que demuestran que hay un riesgo de por
vida del 25 al 50% para el alcoholismo en hijos y hermanos de hombres alcohólicos.9 Una
posible base bioquímica es una diferencia metabólica tal que aquellos propensos a la
dipsomanía tienen niveles más altos de acetaldehído que da efectos placenteros o aquellos
que no son propensos al alcoholismo tienen niveles más altos de un metabolito dando efectos
desagradables.10
Tipos de alcoholismo[editar]
Existen dos tipos:
Tipo I: Es característico en personas adultas, mayores de 25 años, que pueden tener una
etapa de grandes ingestas puntuales separadas por tiempos de abstemia; sin embargo,
estos van siendo cada vez más pequeños hasta poder alcanzar una gran dependencia,
acompañada progresivamente por el desarrollo de enfermedades hepáticas. Se ha
determinado un 21 % de heredabilidad y hay un mejor diagnóstico para tratarlos.
Tipo II: se desarrolla en personas durante la adolescencia y está asociado a menudo a un
historial violento y arresto policial. No se caracteriza por un aumento progresivo del
consumo de alcohol. Algunos estudios han determinado una menor expresión de la
enzima monoamino oxidasa en este grupo, lo que se ha correlacionado con una menor
producción de serotonina (relajación y activación del sistema nervioso simpático) en el
sistema nervioso central. Se ha determinado un 88 % de heredabilidad y hay un peor
diagnóstico de tratamiento.
Los más significativos efectos del alcohol en el cuerpo, tanto positivos como negativos y dependiendo
del consumo. Además, en mujeres embarazadas puede causar el Síndrome alcohólico fetal.11
Signos y síntomas[editar]
Las características de los niños con SAF son:
Impacto social[editar]
Y se le quema la casa, grabado de Francisco de Goya de la serie Los caprichos
Perder el autocontrol.
Mentir.
Ocultar cosas y problemas.
Volverse violentos.
Olvidar lo que sucede, perder la consciencia.
Causar accidentes de tránsito.
Poner en riesgo su salud e integridad física y moral.
Faltar a clases o bajar su rendimiento académico.
Tener problemas con la ley.
Embarazos no deseados y enfermedades venéreas.
Volverse adictos.
La mejor forma de apoyar y ayudar a los jóvenes es estar cerca de ellos. Los jóvenes que
perciben a su familia presente y pendiente de ellos tienen una propensión menor a desarrollar
el hábito de consumir alcohol.[cita requerida]
Estudios científicos han demostrado que el alcohol es adictivo para todas las personas sin
excepción, pero cuando el consumo se inicia en la adolescencia, esa adicción aumenta por lo
menos cinco veces. Los adolescentes que consumen alcohol están expuestos a iniciar
actividad sexual temprana, situación que los expone a mayores riesgos de infecciones de
transmisión sexual y embarazos no deseados.16