Asfixia
Asfixia
Asfixia
ASFIXIA:
Etimológicamente la palabra asfixia fue creada para designar las muertes repentinas acompañadas de parada cardíaca.
Sin embargo, actualmente se utiliza para indicar la dificultad o detención respiratoria o, dicho de otra manera, la
supresión de los cambios respiratorios por la falta de oxígeno en los distintos niveles del intercambio gaseoso.
De ahí que se haya acuñado un nuevo término, anoxia, en un sentido más amplio, o anoxemia, más restringido, para
expresar que lo fundamental es el empobrecimiento gradual de la sangre en oxígeno, lo que conduce a la paralización de
todas las funciones vitales donde el sistema nervioso y corazón son los primeros que sucumben a la falta de oxígeno.
De acuerdo con esto, la palabra asfixia ha quedado limitada en su uso al lenguaje popular o bien a expresar un concepto
sintético de: “Síndrome patológico, eventualmente terminado por la muerte, producido por la anoxemia e hipercapnia
resultantes de la dificultad o supresión de la función respiratoria”
TIPOS DE ASFIXIA:
Asfixia externa: falta de oxígeno a nivel pulmonar.
Asfixia interna: falta de oxígeno a nivel de los tejidos.
Asfixia primitiva: cuando falta el oxígeno independientemente de condiciones patológicas comunes.
Asfixia secundaria: por condiciones patológicas comunes.
Asfixias mecánicas violentas: Son asfixias primitivas de causa externa
Las circunstancias y el medio donde se produce el síndrome asfíctico son muy variadas:
1. ASFIXIAS MECÁNICAS: Impedimento mecánico a la penetración del aire a las vías respiratorias
Como la obturación de la nariz y la boca
La obstrucción o compresión de las vías respiratorias
El aplastamiento de tórax y abdomen
El enrarecimiento del aire
ASFIXIA MECÁNICA
Resulta de un impedimento mecánico a la penetración del aire en las vías respiratorias y su etiología puede ser
homicida, suicida o accidental.
LESIONES EXTERNAS:
1. Fenómenos cadavéricos:
- Las livideces cadavéricas suelen tener una extensión mayor, su coloración es más oscura y su aparición
precoz.
- Su situación corresponde a los planos declives, aunque pueden producirse livideces paradójicas
- El enfriamiento del cadáver está retrasado de ordinario.
- La rigidez cadavérica suele ser de aparición lenta y por tanto intensa y prolongada.
- La putrefacción es algo más rápida de lo normal, aunque sin apartarse de la marcha normal habitual.
2. Equimosis paradójicas:
a. Cianosis: cianosis generalizada es un hallazgo frecuente en los cadáveres de sujetos fallecidos por asfixia; en
ocasiones más intensamente en la cara y resto de la cabeza, resaltando de modo especial en los bordes de
las mucosas. Sin embargo, este signo carece de una significación específica, sólo tendría valor cuando el
examen del cadáver es suficientemente precoz, pues la sangre cadavérica va perdiendo progresivamente el
oxígeno.
b. Mascarilla equimótica: Equimosis externas (Equimosis de Tardieu): La presencia de equimosis visibles sobre
la piel y en las mucosas accesibles constituye un signo positivo de valor en el diagnóstico de las muertes
asfícticas. Su tamaño es siempre reducido, y varía desde una picadura de mosquito a una cabeza de alfiler;
algunas veces son confluentes, por lo que llegan a asumir un mayor tamaño. Se localizan de ordinario en la
cabeza, sobre todo en los párpados y debajo de las conjuntivas, en donde ocupan a veces gran extensión.
Estas equimosis asfícticas pueden confundirse con las equimosis traumáticas, más grandes y menos
numerosas y con las producidas en ciertos estados morbosos.
3. Exoftalmia y protrusión de la lengua : son hallazgos frecuentes en los cadáveres asfícticos, y en ocasiones
alcanzan una intensidad verdaderamente notable. El fenómeno, sin embargo, no se da por igual en todas las
variedades de asfixia.
4. Hongo de espuma: Está constituido por una bola de burbujas finas y bastante uniformes que cubre los orificios
respiratorios y se continúa con la espuma traqueobronquial. Es especialmente característica de la sumersión.
LESIONES INTERNAS:
1. Caracteres de la sangre:
- Color negruzco, este rasgo equivale a la cianosis que hemos visto entre los signos externos.
- Fluidez: este fenómeno de la fluidez de la sangre cadavérica se encuentra a menudo en las muertes
asfícticas, pero que carece de especificidad.
2. Modificaciones del pH: Un examen precoz de la sangre en los casos de asfixia comprueba cambios de reacción,
que se alteran cuando transcurre un poco de tiempo después de la muerte. Estos cambios dependen del modo
de producirse la asfixia.
- Sin alteración de los movimientos respiratorios: se establece una alcalosis gaseosa descompensada
- Asfixias mecánicas: se produce una acidosis gaseosa descompensada (hipercapnia)
3. Descenso del Punto Crioscópico: descenso en la sangre contenida en las cavidades derechas del corazón,
comparativamente a la sangre contenida en las cavidades izquierdas. Lo atribuye a un aumento de la tasa de
CO2.
4. Aumento del cociente cloro globular/cloro plasmático : dando lugar a una perturbación en el reparto de agua y
sales entre los glóbulos rojos y el plasma.
5. Hiperglucemia asfíctica: el aumento de la glucosa sanguínea tiene lugar durante la agonía; el mecanismo
probable de su producción sería la descarga adrenalínica que acompaña a las asfixias.
6. Otros:
- Aumento de los ácidos grasos libres y de los fosfátidos
- Descenso de los triglicéridos, en lo que respecta al espectro lipídico.
- Aumento de la lacto deshidrogenasa (LDH), de la aldolasa y de la transaminasa glutámica oxalacética (TGO)
7. Pulmones: congestivos, hiperémico, cierto grado de edema. También hay enfisema, se observan núcleos
apopléticos, desgarros capilares y derrame de sangre en el espesor del pulmón.
- Equimosis de Tardieu.
- Manchas de Paltauf: Son mayores que las anteriores y de color más claro. Aparecen de forma exclusiva en
el pulmón en los casos de asfixia por sumersión
- Presencia de una espuma aireada: de burbujas finas, sanguinolentas, en laringe, tráquea y bronquios.
8. Aparato Circulatorio:
- Estasis sanguínea, en las cavidades derechas del corazón, que aparecen dilatadas y repletas de sangre.
- Estasis venosa generalizada, que se traduce en una congestión visceral, con dilatación venoso capilar, que
se extiende a las tres cavidades.
9. Encéfalo: hiperemia venosa y en meninges, más o menos intensa. Parénquima nervioso se ven hemorragias
esparcidas, en número y tamaño variables, también posible encontrar edema cerebral.
10. Vísceras Abdominales: congestión visceral generalizada, muy acentuada en hígado y bazo.
AHORCADURAS
La ahorcadura, suspensión o colgamiento puede definirse como la muerte producida por la constricción del cuello,
ejercida por un lazo sujeto a un punto fijo y sobre el cual ejerce tracción el propio peso del cuerpo.
- Accidental: Es muy rara, aunque más frecuente que la homicida. En la práctica suelen darse cuatro
eventualidades:
a. El accidente propiamente dicho, puede tratarse de niños en sus juegos, o de adultos . la víctima que se
encuentra sobre un plano elevado, se enreda la cabeza con cuerdas/correas, pierde el equilibrio y cae,
quedando suspendido por el cuello.
b. Los experimentadores, algunos científicos se han sometido a experiencias de colgamiento para
determinar personalmente la sintomatología del ahorcamiento ó habido aficionados y curiosos que han
querido repetir tales experiencias sin haber tomado las necesarias precauciones, lo que ha conducido a
consecuencias fatales.
c. Los degenerados, la ahorcadura tuvo durante mucho tiempo la fama de que provocaba sensaciones
eróticas de gran voluptuosidad, para provocarse tales sensaciones se han llevado a intentos de
ahorcadura, solitarios y sin medidas de precaución especiales, que han terminado con la muerte.
d. Los acróbatas: el arriesgado simulacro de ahorcarse en público.
- Homicida: "Constituye un procedimiento de excepción, ya que un individuo sólo no puede ahorcar a otro
de fuerza igual, que disfrute de pleno conocimiento y se mantenga alerta" (Thoinot). Solamente puede
explicarse por la acentuada desproporción de fuerzas entre víctima y agresor, por la pérdida de conciencia
de la víctima, o cuando el homicidio es cometido por un grupo de atacantes (linchamiento). Esto es, la
ahorcadura simulada para engañar a la justicia.
- Suicida: Es uno de los procedimientos más usados en todos los países y épocas para procurarse la muerte.
Es más frecuente en el campo que en la ciudad y más frecuente en el hombre que en la mujer. El modo de
ejecución varía con cada caso de especie. Las ahorcaduras-suicidio incompletas son tan frecuentes o más
que las completas. Puede darse también el homicidio-suicidio mixto: un padre ahorca a sus tres hijos de
corta edad, suspendiéndose él a continuación.
- Judicial o Suplicio: Ha constituido un modo de ejecución de justicia. En la actualidad son muy pocos los
países en que se mantiene.
LESIONES CADAVÉRICAS:
LESIONES EXTERNAS
- Lesiones locales:
a. Están representadas fundamentalmente por el surco (nombre con el que se le conoce la huella que
imprime el lazo en los tegumentos del cuello) este es longitudinal que rodea el cuello en toda su
circunferencia, menos una interrupción, de localización variable, que corresponde al nudo.
b. Suele ser único
c. Su situación es elevada, por encima de la laringe.
d. La dirección sigue una dirección oblicua ascendente en dirección al nudo. En la ahorcadura incompleta
el surco tiende más a la horizontal, que se acentúa conforme pierde verticalidad el cuerpo.
e. En lo que respecta al color y consistencia, se dividen los surcos en categorías: pálidos y blandos,
originados por lazos blandos, que no excorian la piel; y surcos duros y apergaminados que
corresponden a lazos duros y rugosos. Los surcos blandos suelen desaparecer si el tiempo de
suspensión ha sido de breve duración; los surcos duros no desaparecen.
f. La profundidad y la anchura del surco dependen de que el lazo sea más o menos ancho y duro y, a
igualdad de características del lazo, del tiempo de suspensión.
- Lesiones a distancia:
a. La posición de la cabeza depende del sitio que ocupa el nudo del lazo, apareciendo siempre inclinada
hacia el lado opuesto.
b. La apariencia del rostro es variable. La cara cara puede ser cianótica o pálida, lo que permite hablar de
ahorcados azules y de ahorcados blancos. Esta diferencia depende de la situación del nudo. Cuando se
trata de ahorcados simétricos, el lazo oprime por igual ambos lados del cuello, obturando arterias y
venas y dando origen a una isquemia cefálica (ahorcados pálidos o blancos). Cuando el colgamiento es
asimétrico, el lado correspondiente al nudo resulta menos comprimido, por lo cual, aunque las
yugulares resultan siempre obturadas, pueden quedar permeables las carótidas o las vertebrales,
produciendo como consecuencia una congestión cefálica (ahorcados azules).
c. Equimosis de Tardieu
d. Exoftalmia y protrusión de la lengua
e. Los fenómenos cadavéricos: las livideces se sitúan en la parte inferior del cuerpo si la suspensión se
mantiene durante algunas horas después de la muerte.
f. A menudo se comprueba la presencia de esperma, o líquido prostático, sobre el prepucio o manchando
la ropa interior. Pero no está demostrado que haya una verdadera eyaculación durante los fenómenos
asfícticos de la ahorcadura. Este hecho se interpreta más bien como un fenómeno cadavérico en el que
colaboran la acción de la gravedad y la contracción, por la rigidez cadavérica de las vesículas seminales.
g. Huellas de violencias traumáticas originadas en las convulsiones agónicas propias de la asfixia, debemos
distinguir unas lesiones locales y unas lesiones a distancia en las alteraciones internas.
LESIONES INTERNAS:
a. Roturas musculares, se localizan ordinariamente a nivel de los estrenocleido-mastoideos y otros
músculos de la región cervical. Cuando van acompañadas de extravasaciones hemáticas de cierto
volumen y la sangre aparece infiltrada y coagulada, tienen el significado de colgamiento vital.
b. Lesiones vasculares, consisten en un desgarro de dirección transversal a nivel de la túnica interna de la
carótida (signos de Amussat) o de la yugular (signo de Otto), mientras que serían más frecuentes las
equimosis o infiltración hemorrágica de la varina de estos vasos por la ruptura de la vasa vasorum
(lesión de Martín).
c. Se trata casi siempre de fracturas y luxaciones.
d. Equimosis retro faríngea, congestión esofágica
A los efectos de este diagnóstico conviene distinguir, entre los signos que se recogen en la autopsia, tres grupos distintos
por su origen:
- Signos que demuestran que el sujeto estuvo colgado.
- Signos que indican la asfixia como mecanismo de muerte.
- Signos que acreditan que estaba vivo al ser colgado.
Los únicos signos que verdaderamente tienen el valor de reacción vital son los extravasados hemáticos que acompañan
a las lesiones del cuello: equimosis y hematomas en las partes blandas con sangre coagulada y adherida a las mallas del
tejido, infiltrados hemorrágicos y de las fracturas laríngeas, infiltrados del mismo orden de los desgarros vasculares, etc.
A estos datos positivos hay que añadir el negativo de que la autopsia no delate signos o lesiones propias de otras
muertes violentas.
El colgamiento accidental no puede diagnosticarse por la autopsia, siendo la inspección del lugar, unido a las
declaraciones que consten en el sumario, recogiendo todas las circunstancias del caso, las que permiten esta conclusión,
a la cual es la autoridad que tiene a cargo la investigación quien debe de llegar.
Las ahorcaduras homicida y suicida y su diagnóstico diferencial plantean los más delicados problemas médico legales. La
diferencia entre una ahorcadura homicida y una ahorcadura suicida se establece por el análisis de los siguientes
elementos de juicio:
- Determinar si la ahorcadura ha sido vital o postmortal.
- Rarezas en la ejecución del colgamiento, tipo de lazo, nudos, etc.
- Existencia de violencias traumáticas en el cadáver del ahorcado, distintas a las lesiones agónicas señaladas a
propósito del examen externo. Tales violencias pueden ser resultado de intentos suicidas previos a la
ahorcadura, que llevarán los caracteres propios de esta etiología, o lesiones dolosas causantes de la muerte
o destinadas a aturdir a la víctima.
- Datos procedentes de la inspección del lugar y de los antecedentes de la víctima.
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ESTRANGULACIÓN
Muerte violenta producida por la constricción del cuello mediante la aplicación de una fuerza activa, que puede hacerse
por intermedio de un lazo o de las manos, dando lugar a lesiones distintas, es obligado el estudio por separado de
ambas variedades.
A. ESTRANGULACIÓN A LAZO:
La constricción del cuello la realiza un lazo, apretado por una fuerza extraña al peso del cuerpo. La fuerza constrictora en
la ahorcadura actúa generalmente en la dirección del eje del cuerpo, mientras que en la estrangulación lo hace
perpendicularmente al mismo. Estas son las diferencias esenciales con la ahorcadura, de la que debe distinguirse en los
casos prácticos, porque ambas variedades de asfixia producen lesiones muy similares.
ETIOLOGÍA:
- Accidental: Sucede muy raras veces, pero dan fé de su existencia diversos casos de la literatura médico
legal. Un ejemplo de cómo ocurren estos accidentes es el sufrido por la famosa artista Isadora Duncan que
viajando en un automóvil descubierto y portadora de un chal al cuello, tuvo la desgracia de que aquel se le
enganchara en el cubo de una rueda, produciéndose una asfixia que fue suficiente para estrangularla.
- Homicida: Es un procedimiento común de infanticidio, pero puede igualmente ser llevado a cabo en los
adultos, bien por ser cogida la víctima por sorpresa, bien aturdiéndola previamente de un golpe. Como lazo
para la estrangulación se emplean pañuelos, toallas, medias, corbatas.
- Suicida: Contra lo que se creyó algún tiempo, la estrangulación a lazo suicida es perfectamente posible, lo
único que se requiere es algún dispositivo o recurso para sujetar el lazo una vez estrechamente aplicado al
cuello, a fin de que no se afloje al perder la conciencia el suicida. Entre los variados recursos que han sido
puestos en práctica con tal propósito pueden citarse:
Aplicación de un garrote, para lo que puede servir cualquier palo o varilla que por torsión aprieta el lazo,
manteniéndolo fijo apoyado en el suelo o pared, o sobre el mismo cuerpo de la víctima.
Realización de uno o más nudos.
Utilización de un cinturón cuya hebilla cierra el lazo, manteniéndolo apretado.
Múltiples vueltas dadas al cuello por un cordón fijo que se sujetan unas a otras.
Finalmente, tracciones mas o menos complicadas sobre el lazo.
LESIONES CADAVÉRICAS:
- En la cara, acentuada cianosis y tumefacción; equimosis puntiformes diseminadas por la cara y extendidas
también a la parte superior del tórax y al cuello. Se ha visto en ocasiones la salida de sangre por el conducto
auditivo, acompañada de rotura de la membrana timpánica (Hofmann); puede verse también salida de
sangre por la nariz.
- En el cuello lo que caracteriza a esta variedad de asfixia es la presencia del típico surco de estrangulación.
Este surco posee unos caracteres propios que permiten la diferenciación con el surco de la ahorcadura:
a. Suele estar situado a un nivel bastante bajo, muy a menudo a la altura de la laringe.
b. Por su número suele ser único, doble o múltiple, conforme el número de vueltas que da el lazo.
c. Su dirección típica es la horizontal
d. Su profundidad es uniforme; es decir, da toda la vuelta al cuello y falta el hueco o interrupción debida al
nudo, como en la ahorcadura. Pero puede haber interrupciones por interposición de cuerpos extraños
(ropas).
e. Es posible que el surco reproduzca algunas particularidades del lazo: que sea nudoso, trenzado
regularmente, con irregularidades que se hacen más ostensibles al tensarse (cinturones elásticos), etc.
f. Por lo que se refiere al color y aspecto, casi siempre se trata de surcos pálidos y blandos y los bordes
son más violáceos que el fondo y pueden presentar equimosis.
LESIONES INTERNAS
- Suelen ser más escasas y menos características que en la ahorcadura y estrangulación a mano.
- Consisten en hemorragias de las partes blandas del cuello que ocupan el tejido celular, los músculos, la
cubierta tiroidea y el pericondrio laríngeo, hemorragias por estasis en los ángulos del maxilar, suelo de la
boca, amígdalas y aún detrás de la tráquea.
- Lesiones vasculares, dependen de la fuerza empleada, pero en general son muy raros.
- Diagnóstico de la estrangulación a lazo : va en las mismas directrices dadas a propósito del diagnóstico de la
muerte por ahorcadura. Es esencial la diferenciación entre la estrangulación a lazo y la ahorcadura, para lo
cual constituyen los elementos de juicio fundamentales las lesiones del cuello, tanto interna como externas.
Al ser las primeras poco demostrativas, hay que valerse para esta diferenciación de los caracteres
diferenciales de los surcos. Un paso previo es el distinguir los surcos que aparecen en el cuello de algunos
cadáveres de los caracteres diferenciales de los surcos:
a. Surcos naturales
b. Surcos artificiales, constituyen la huella de cuerpos algo consistentes (camisa, corbata, etc.) que
rodean el cuello en el momento de la muerte.
c. Surcos patológicos: se trata de lesiones intertriginosas de la piel que originan una pérdida de la
epidermis
d. Surcos de putrefacción, se encuentran cuando en el cuello había algún lazo o corbata, de modo que
al iniciarse el enfisema putrefactivo queda la piel deprimida a su nivel.
B. ESTRANGULACIÓN A MANO
La muerte es debida a un mecanismo predominantemente asfíctico, tiene lugar por la constricción del cuello producida
por la mano.
ETIOLOGÍA
La estrangulación a mano es exclusivamente criminal, ya que un sujeto que se constriña el cuello con las manos afloja
necesariamente la presión al perder la conciencia, lo que hace imposible el suicidio.
- La lesión característica y propia de la estrangulación a mano es la huella o huellas dejadas por las
extremidades de los dedos aplicadas sobre la piel, contra la que ejercen una presión mayor o menor. En la
mayor parte los casos las lesiones son producidas por las uñas, bajo la forma de estigmas ungueales.
Además, hay ocasiones en que la presión de los dedos no se ha hecho por la punta, con lo que la uña no
toma parte en la agresión. En su consecuencia, no se forman las excoriaciones sino unas equimosis que a
menudo resultan invisibles al examen directo, pero que pueden revelarse examinando el cuello a la luz de
Wood (radiación ultravioleta filtrata) en la oscuridad, o mediante la fotografía.
- Hemorragias de las partes blandas en el tejido celular subcutáneo, en las vainas musculares, en el tiroides y
en las glándulas submaxilares. A veces se ha descrito una equimosis retrofaríngea análoga a la suspensión.
- Lesiones vasculares, carotídeas, sobre todo, pero también yugulares
- Fracturas del esqueleto laríngeo.
LESIONES A DISTANCIA
En cara se observan los mismos signos asfícticos que en el caso anterior: cianosis facial, equimosis puntiformes
diseminadas por la cara e inyección de las conjuntivas, salpicadas a menudo de equimosis. En el resto del cadáver se
observan las lesiones de lucha que antecede y acompaña a la estrangulación.
El único problema médico legal que se plantea en la estrangulación a mano es el de demostrar que tuvo lugar este
mecanismo, ya que como hemos dicho, sólo cabe la etiología homicida.
El diagnóstico de la estrangulación manual se basa en la presencia de las huellas de las extremidades de los dedos
causantes de la asfixia; huellas que han de buscarse tanto sobre la superficie del cuello como en los planos profundos y
aún completar el examen en los casos dudosos con la observación en la oscuridad bajo la luz de Wood. En ocasiones se
ha intentado simular una ahorcadura (que induce siempre a pensar en el suicidio) después de una estrangulación
manual homicida para tratar de ocultar el crimen por lo que el médico forense examinará minuciosamente el cuello en
todo caso en que coincida la presencia de un surco y de estigmas ungueales, profundizando en el examen de los planos
subcutáneos y superficiales para establecer el correspondiente diagnóstico diferencial.
SOFOCACIÓN
Siguiendo a VIBERT son "aquellos casos en que un obstáculo mecánico, diferente de la estrangulación, suspensión y
sumersión, interrumpe violentamente la entrada del aire en los pulmones".
Las distintas formas de asfixia incluidas en la sofocación entran dentro de uno de los siguientes epígrafes:
1- Oclusión de los orificios respiratorios con las manos : constituye una violencia de etiología exclusivamente
criminal, que se ha dado con frecuencia como maniobra infanticida. En el adulto es rara, no encontrándola
aislada más que en sujetos privados de conciencia (ebrios, epilépticos). Es más habitual cuando va acompañada
de otras violencias, como estrangulación, compresión del pecho y del abdomen, contusiones diversas, o que en
realidad no haya constituido tal asfixia, sino tan sólo una maniobra destinada a acallar los gritos de la víctima.
En todos estos casos encontramos alrededor de los orificios respiratorios las huelas de la violencia bajo la forma de
estigmas ungueales. Pueden encontrarse, además sufusiones hemorrágicas en los labios, como huella de la compresión
sufrida por los mismos contra los dientes. Junto a estas huellas locales, en el examen interno de los cadáveres fallecidos
por esta causa aparecen los signos generales de las asfixias mecánicas: coloración negruzca de la sangre, espuma
traqueobronquial, equimosis de Tardieu, congestión vesical generalizada. La suma de estos dos elementos diagnósticos:
estigmas ungueales en la cara y lesiones asfícticas internas, constituye la base del diagnóstico médico legal.
2- Oclusión de los orificios respiratorios mediante objetos : es más habitual que la anterior y admite otras variantes
etiológicas.
- Homicidio: La oclusión homicida de los orificios respiratorios es más frecuente, sobre todo en las grandes
ciudades, de lo que puede sospecharse, complicando casi siempre delito de robo. Se trata de intentos de
amordazamiento para evitar los gritos de la víctima, utilizando como mordaza toallas, pañuelos, cojines,
etc., que sujetan fuertemente obturando boca y ventanas nasales. Otras veces ha tenido lugar oprimiendo
con un cojín o almohada los orificios respiratorios de la víctima, u oprimiendo la cabeza en posición prona
contra un cojín, un colchón, etc.
- Accidente: La oclusión accidental es mucho más frecuente, sobre todo en recién nacidos que duermen en la
misma cama que sus madres, o abandonados en sus cunas. Incluso se ha producido en alguna ocasión
actuando como agente de la oclusión el pecho de la madre. No quiere esto decir que no pueda darse en el
adulto inconsciente al caer de bruces sobre almohadas, cojín en estado de embriaguez, en un acceso
epiléptico o similar.
- Suicidio: la oclusión suicida es, por lo contrario, rara. Hasta hace algunos años sólo se citaba un caso de
WALD, divulgado por MASCHKA, de una mujer que se introdujo entre las ropas de la cama y ordenó a su
hijito que le fuera colocando encima objetos y ropas diversos.
Diagnóstico: En los casos de sofocación por oclusión instrumental de los orificios respiratorios, si no se encuentra el
objeto aplicado a los orificios, el diagnóstico médico legal de la variedad de asfixia causante de la muerte se hace
imposible, ya que faltan toda clase de signos locales. Podrá el perito, como máximo, llegar a afirmar la existencia de
asfixia y aun de sofocación, pero no el mecanismo preciso de ésta. FOUCADE, FRUHLING y OZTUREL han descrito un
síndrome anatomopatológico característico, según ellos, de la sofocación criminal del recién nacido, constituido por los
siguientes elementos:
- Congestión generalizada del parénquima pulmonar, acusada de modo especial en las paredes alveolares.
- Hemorragias intraalveolares localizadas, con hematíes intactos recientemente
- Dislaceración alveolar y enfisema parenquimatoso irregularmente repartido.
- Ausencia de toda imagen de alveolitis.
- Ausencia de hemorragia intracraneal.
-
B. SOFOCACIÓN POR OCLUSIÓN DIRECTA DE LAS VIAS RESPIRATORIAS
Un cuerpo extraño de cualquier naturaleza introducido en las vías respiratorias bloquea el paso del aire produciendo
una rápida asfixia por sofocación, además de desencadenar en algunas ocasiones un reflejo inhibitorio bruscamente
mortal.
ETIOLOGÍA:
- Accidental: En los niños se trata muy a menudo de chupetes, tetinas, dedales o juguetes, y mil objetos más
que llaman su atención, introduciéndolos en la boca. También puede tratarse de materias alimenticias
(granos de uva, huesos de frutas) mal masticadas. Por último, constituye un ejemplo de esta asfixia, aunque
sin repercusiones médico legales, las seudomembranas diftéricas que producen la sofocación en ausencia
de una traqueotomía salvadora. En los adultos de trata algunas veces de cuerpos extraños exógenos:
monedas, dentaduras postizas, cigarros, etc. Pero, lo más habitual es que sean bolos alimenticios, poco o
nada masticados, que se enclavan casi siempre en la epiglotis o por encima de las cuerdas vocales. Es un
accidente que se da con bastante frecuencia.
- Suicida: Es un procedimiento excepcional. Se trata, ordinariamente, de alienados que introducen por su
boca chales, pañuelos, corbatas, etc., logrando en ocasiones su propósito.
- Homicida: en los niños se da, sobre todo, como maniobra infanticida, introduciendo en sus fauces papeles,
trapos, gasas, algodones. En los adultos se ha descrito caso de introducción dolosa de tapones u otros
objetos; pero lo más corriente es que la sofocación resulte de un amordazamiento practicado. En estos
casos es muy posible que la víctima, en sus esfuerzos para gritar y aun para respirar, se introduzca
profundamente en las vías aéreas la parte interior de la mordaza, dando lugar a la sofocación.
LESIONES CADAVÉRICAS
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C. SOFOCACIÓN POR COMPRESIÓN EXTERNA TORACOABDOMINAL
La compresión externa de las paredes torácicas y abdominales constituyen igualmente una causa de asfixia por
sofocación, al producir un obstáculo mecánico a la respiración.
- Homicidio: la víctima es dejada inconsciente, arrojándola al suelo y comprimiendo con todo el peso del
asaltante el tórax, al mismo tiempo que colocaban una mano sobre boca y nariz y con la otra oprimían la
mandíbula inferior contra la superior. La maniobra conjunta daba origen a una rápida asfixia con escasos o
nulos signos externos de ésta.
- Accidental: la etiología más frecuente. En los niños pequeños el propio peso de los padres, al compartir la
cama, pueden llegar a sofocarlos por compresión torácica. En los adultos se produce la sofocación en varias
circunstancias: aplastamiento por multitudes en pánico; por el paso de vehículos pesados; aplastamiento
entre topes o entre vehículos y muros o columnas; por la caída de objetos pesados sobre el pecho, y, sobre
todo, en los derrumbamientos y aludes.
- No se conocen casos de suicidio por este mecanismo.
LESIONES CADAVÉRICAS
- No se trata de asfixias puras. Si la compresión es intensa, aunque breve, predomina el mecanismo asfíctico.
- El aspecto del cadáver en estos casos es muy característico: En cara, cuello y parte superior del pecho
aparece un tinte violáceo uniforme (mascarilla equimótica cervicofacial)
- En el resto del cadáver encontramos el síndrome asfíctico general, resaltando la extensa congestión
pulmonar, con placas de enfisema subpleural y equimosis de Tardieu, abundantes y esparcidas.
- Diagnóstico médico legal: Debe valorarse para este diagnóstico el conjunto lesional constituido por: huellas
traumáticas de la compresión toracoabdominal, cuadro asfíctico general, mascarilla equimótica
cervicofacial.
D. CONFINAMIENTO
- Se produce el confinamiento cuando uno o muchos sujetos quedan encerrados en un espacio no ventilado
hasta agotar el oxígeno, produciéndose finalmente la asfixia.
- Puede tratarse de accidentes, como los que se dan en los niños que se introducen sus juegos en cajas,
baúles, etc., cuya tapa o cierre cae por un movimiento brusco, obturándolo herméticamente.
- Entran en esta misma variedad los accidentes que se han producido algunas veces en minas, submarinos,
etc.
- Otras veces se ha producido secuestro criminal, bien como maniobra infanticida, utilizando cajas, maletas u
otros receptáculos; o en niños mayores, así como en adultos, en habitaciones o armarios herméticamente
cerrados.
LESIONES CADAVÉRICAS
E. SEPULTAMIENTO
La víctima queda hundida por entero, o sólo en sus orificios respiratorios, en la tierra o en un medio pulverulento
cualquiera, el cual penetra por aspiración en las vías respiratorias, originando la asfixia.
ETIOLOGÍA
Puede tratarse de un sepultamiento accidental o de un sepultamiento criminal, casi exclusivo del infanticidio. Los
accidentes corresponden habitualmente a desprendimientos, aluden, caídas en silos, etc.
Los medios de sepultamiento más corrientes, de acuerdo con esto, son: arena, yeso, harina, trigo y otros cereales, etc.
LESIONES CADAVÉRICAS
- Demostración de las materias extrañas correspondientes al medio sepultante, tanto en las vías respiratorias
como en las digestivas. La penetración podría haber tenido lugar después de la muerte, de forma pasiva.
SUMERSION
Se trata de una variedad de asfixia mecánica desencadenada por la penetración de una materia líquida o semilíquida en
las vías respiratorias. Tal materia puede ser el agua (corriente o estancada) o medios distintos de consistencia más o
menos fluida: barro, lodo, contenido de las letrinas, etc.
- Accidental: Se trata de una caída fortuita en el medio líquido, o también de imprudencias natatorias. En el
primer caso, puede tener lugar tanto en aguas profundas como en charcos, con las salvedades apuntadas.
- Suicida: La sumersión como medio suicida es muy frecuente. Un rasgo muy característico de estos suicidios
consiste en la presencia sobre el cadáver de medios o artilugios utilizados por el suicida para "asegurarse"
de la realización de sus propósitos: ataduras en los pies, pesos en la cintura o al cuello, brazos o manos
ligados, introducción total en un saco, etc.
- Homicida: La sumersión criminal es muy rara y de muy difícil demostración, aunque esto depende de la
forma en que se haya llevado a cabo. En efecto, un empujón a la víctima desde el borde de un acantilado o
puente, o desde embarcación, no deja ninguna huella. En cambio, si previamente se aturde a la víctima
mediante contusiones craneales o administrándole un hipnótico, será posible la comprobación en el
cadáver de tales maniobras.
- Suplicio: en la actualidad no se empleada la sumersión con este fin en ningún país civilizado.
LESIONES CADAVÉRICAS
HABITO EXTERNO DE LOS SUMERGIDOS: Durante la inspección y reconocimiento externo de los sumergidos podemos
encontrar:
- Hongos de espuma: bola espumosa, blanquecina o ligeramente rosada, que cubre los orificios nasales y
bucales. Se produce cuando el desarrollo de los gases de la putrefacción origina una verdadera expresión
del pulmón. Es un signo de valor, aunque está expuesto aciertos errores. En primer lugar, puede no
apreciarse, tanto en las observaciones precoces como en las tardías y segundo lugar, un hongo de espuma
puede verse también en algunos procesos distintos a la sumersión: otras variedades de asfixia, edema
agudo de pulmón, epilepsia.
- Erosiones y cuerpos extraños en las puntas de los dedos: han sido atribuidos a la lucha del sujeto que roza y
rasca con fuerza el fondo en su esfuerzo para salir a la superficie e impedir la asfixia.
- Equimosis faciales: Son análogas a las que se ven en otras variedades de asfixia
- Violencias traumáticas: pueden encontrarse algunas violencias traumáticas cuyo estudio tiene importancia
para la reconstrucción del hecho y diagnóstico d la modalidad de ejecución. Las violencias vitales pueden
obedecer a uno de estos orígenes:
a. Intentos suicidas previos a la sumersión
b. Traumatismos dolosos destinados a aturdir a la víctima, a la que después se arroja al agua, siendo la
sumersión un medio de hacer desaparecer el cadáver o hacer creer en un accidente o en un suicidio.
c. Lesiones accidentales producidas al caer al agua la víctima y cuya gravedad puede a veces justificar la
asfixia por sumersión por haber incapacitado a la víctima para los movimientos natatorios.
LESIONES INTERNAS
- Aparato respiratorio: En los pulmones aumentados de volumen, a veces incluso con las huellas de las
costillas marcadas sobre su superficie. Pueden observarse equimosis de Tardieu en sus localizaciones
típicas. Las manchas de Paltauf son exclusivas de la sumersión y, como ha quedado dicho, son más grandes
y de un color rojo claro; no son constantes. En los bronquios pueden hacerse dos tipos de hallazgo, ambos
muy significativos: la espuma traqueobronquial y los cuerpos extraños.
a. La espuma traqueobronquial se considera signo de sumersión vital, pues su producción se atribuye al
batido que las respiraciones convulsivas de la agonía harían del agua de sumersión con aire y algo de
moco. La espuma es blanquecina, algunas veces amarillenta y hasta rojiza por desgarros capilares o
focos apopléticos; está constituida por burbujas finas y muy homogéneas. Ocupa todo el árbol
bronquial.
b. Cuerpos extraños del medio de sumersión pasan también con el agua a las vías respiratorias. Cuando el
líquido de sumersión presenta abundantes materias sólidas es suspensión, aparecen en los bronquios
llenando su luz, de donde se las puede vaciar por expresión formando " candelillas ". Es frecuente, por
ello, este fenómeno en la sumersión en líquidos cenagosos (pantanosos, letrinas, lodo). Otras veces, se
trata de partículas aisladas (granos de arena, arcillas u otros minerales) que se pueden apreciar por la
vista y el tacto en la bifurcación bronquial.
- El estómago suele contener líquido de sumersión. Este es un signo al que se quiso conceder una gran
importancia como indicio de sumersión vital.
- Equimosis subserosas y submucosas, que no son más que signos generales de asfixia.
DIAGNÓSTICOS DE LA SUMERSIÓN
Ante todo, cadáver extraído del agua deben tomarse en consideración tres posibilidades:
La tercera posibilidad quedará demostrada por la ausencia de los signos de sumersión, así como por la comprobación de
la verdadera causa de la muerte, que debe hacerse ostensible en la autopsia.
ETIOLOGIA DE LA SUMERSIÓN
- Si obedeció a un accidente o suicidio, caso más común, o si fue debida a un homicidio, caso más raro. Este
diagnóstico exige la autopsia minuciosa y el análisis de los hallazgos.
- Cuando en el cadáver aparece lesiones traumáticas hay que hacer el diagnóstico diferencial, ante todo de
su origen vital o postmortal. Establecer el diagnóstico etiológico atendiendo a la naturaleza de las lesiones,
su localización, número, dirección e incluso su gravedad, que permitan a la víctima la realización de algunos
actos.
- El diagnóstico etiológico presenta en ocasiones grandes dificultades, por lo que, además de los elementos
de juicio derivados del estudio del cadáver, se necesitan muchas veces los elementos informativos de las
circunstancias del caso, recogidos en el sumario (antecedentes psicológicos, patológicos, familiares,
sociales, económicos, etc.)