Articulo - Ciencia Politica
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AUTORA:
CICLO/SECCION:
IV – C1
HUANCAYO - PERÚ
2022
INTRODUCCION
El pensamiento social ha tenido en la cuestión del poder una de sus problemáticas más
los sujetos sociales, entre otras cuestiones fundamentales1. En esta complejidad, sin
se avoca el presente artículo. Para mostrar una cuestión que sin duda recorre gran parte
de la historia de la idea del poder, y no sin una cuota importante de arbitrariedad, tomamos
como punto de partida el marxismo clásico. Comenzamos estableciendo que tanto éste
situado en la institucionalidad. Esta concepción, decimos, se relaciona con otras dos ideas
que sobre el poder se suponen: su lógica binaria (tener/ no tener poder) y su estabilidad
crítica en este sentido que aquí se reconocen son dos: la primera, con un carácter
intermedio —pues no se confronta directamente con la idea institucional del poder sino
segunda, más radicalmente crítica, ataca directamente a esta visión concibiendo al poder
como desubstancializado.
El Poder como Objeto Institucional.
El marxismo concibe que el poder se agencia institucionalmente en los espacios
estructurales que se corresponden con los mecanismos de reproducción básicos de los
diferentes tipos de sociedad. En la capitalista, particularmente, Marx ancla el poder
directo y explítico al Estado Capitalista. En la sociedad, en cambio, existitiría ausencia
de relaciones directas de poder. La explotación del hombre por el hombre está mediada
por los intercambios anónimos y neutrales del mercado y no por algún tipo directo de
coacción. Esto más bien caracterizaría a “modos de producción” anteriores al 1 Lukes, S.
“Poder y autoridad”, en: Bottomore T. y R. Nisbet (comp.) Historia del análisis
sociológico, Amorrortu, Buenos Aires, 1988, pp. 718-719; Runciman, W. Ensayos:
Sociología y Política, F.C.E., México, 1966, pp. 107-108 3 capitalsmo. Por el intercambio
entre iguales se constituye la diferencia entre capital y trabajo, según la que algunos son
vendedores y otros compradores de fuerza de trabajo. El poder no está ahí en la sociedad
sino en la institucionalidad coercitiva del Estado capitalista, que asegura, estabiliza y da
continuidad las relaciones económicas. En este sentido, dice Marx, que el Estado es una
expresión activa, consciente y oficial de la estructura de la sociedad.