Clases de Introducción A La Teología
Clases de Introducción A La Teología
Clases de Introducción A La Teología
1. Se presentan los alumnos, dos. Nombres y apellidos, edad, tiempo en el seminario, Qué ha
supuesto para ellos estos años de estudio en el Seminario…
¿Qué es la Teología?
La revelación
La Teología es la ciencia sobre Dios. Si hay Dios, y está más allá de nosotros, entonces la
teología, no puede ser otra cosa que ciencia de la Revelación. O en tal caso, la ciencia de la fe,
porque el hombre está situado en la historia pero abierto a la Transcendencia .
1. QUÉ ES REVELACIÓN
1.1 ¿Qué podemos ver de Dios?
Leamos Jn 1, 18; 1 Tim 6,16. No podemos ver la esencia misma de Dios con los ojos del rostro o
de la mente. Si esto no lo tenemos claro podemos identificar a Dios con cosas humanas o
naturales, confundir a Dios con sus mediaciones, que confundamos a Dios con la traducción
humana de lo divino (Los ídolos (fuerza, fertilidad, vida. Hch 3 Pedro y Juan curando al tullido)
La realidad nos muestra a Dios, pero de forma velada ¿Qué significa el velo?
Ni siquiera en las Escrituras del Nuevo testamento identifican claramente a Dios, lo velan y lo
desvelan, y la claridad del velo es progresiva (Ley de Lamek, ley de Talión, la otra mejilla de
Jesús)
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Ley de Lamek: Entonces dijo Caín a Yahveh: “Mi culpa es demasiado grande para soportarla. 14 Es
decir que hoy me echas de este suelo y he de esconderme de tu presencia, convertido en vagabundo
errante por la tierra, y cualquiera que me encuentre me matará.” 15 Le Respondió Yahveh: “Al
contrario, quienquiera que matare a Caín, lo pagará siete veces.” (Gn 4, 7-15).
Ley de talión: “Pero si resultare daño, darás vida por vida, 24 ojo por ojo, diente por diente, mano
por mano, pie por pie, 25 quemadura por quemadura, herida por herida, cardenal por cardenal.” Ex
21,25.
Jesús: 38 “Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente. 39 Pues yo os digo: no resistáis al
mal; antes bien, al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra: 40 al que quiera
pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; 41 y al que te obligue a andar una
milla vete con él dos. (Mt 5, 38-41)
Este es el Misterio:
Dios transcendente a quien el hombre no ve, ni puede ver directamente con sus ojos o con su
inteligencia y el hombre religioso que tiene un deseo hondo de religarse, de estar con Dios, de
unirse a Él. El deseo natural de ver a Dios, la sed de Dios “Mi alma tiene sed del Dios vivo,
¿Cuándo veré tu rostro? (Salmo 42) “¿Cómo busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te
busca a ti Dios mío” (salmo 41)
Pero ¿se pueden comunicar Dios y el hombre? Para ello tendría que haber una capacidad en el
hombre de recibir esa comunicación. Si Dios nos ha creado a su imagen (Y dijo Dios:
“Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra, y manden en los peces del
mar y en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas las alimañas terrestres, y en todas las
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sierpes que serpean por la tierra. 27 Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de
Dios le creó, macho y hembra los creó. Gn 1,26-27), entonces nosotros, la imagen, recibimos el
ser y todo lo que somos de aquel cuya imagen somos, somos capaces de Dios y esta es la
esencia de nuestro ser, recibir a Dios, ser su reflejo o su signo permanente.
San Agustín presenta al hombre como imagen de Dios, como “espejo capaz de reflejar a Dios
Padre, a su Imagen y a su Amor unitivo. Entonces la revelación es posible, entendida como
comunicación del infinito Amor a su imagen creada, humana” (Rovira Belloso, 7)
En la creación del ser humano por Dios, a su imagen. Dios crea a imagen suya un ser
intelectual y amante, signo y símbolo de él mismo que siempre remite al encuentro de quien
es imagen. Dios se hace notar no como una idea clara y distinta, sino en su efecto primero que
es la idea de Dios introducida por el mismo en nuestra mente (Descartes), se hace notar como
la gravitación del infinito real sobre la inteligencia y la capacidad de amar del hombre (Pascal y
Buenaventura)
Esto no es revelación cristiana por los profetas o por Cristo, pero es la dimensión
antropológica básica, LA POSIBILIDAD REAL DE LA REVELACIÓN DE DIOS AL HOMBRE. Es
decir, como el ser humano, como imagen de Dios ha sido dotado de capacidad de amar y por
tanto de capacidad moral, lo que le somete a una gravitación o latencia de Dios sobre la
mente del hombre. Por el mero hecho de existir Dios y hombre, el segundo recibe ya una
cierta presencia y llamada de Dios.
Esto es algo previo al razonamiento y a la creencia, por el hecho de ser creatura, imagen de
Dios que hace posible una cierta y oscura percepción de la realidad de Dios. Los Concilios
Vaticano I y Vaticano II afirmarán el conocimiento de Dios a través del testimonio que Él deja
de si mismo en las criaturas. Este hecho nos coloca en el UMBRAL, la puerta del misterio de
Dios que hará posible la comunicación personal.
Estas se presentan a sí mismas como áreas de revelación, con la pretensión de ser “revelación
de Dios”. La Teología fundamental intenta discernir la credibilidad de estas pretensiones.
En lo referente al Islam, desde el documento conciliar Lumen Gentium, 16, podemos entender
el Islam desde el punto de vista histórico y desde la condescendencia divina (Synkatábasis),
como aquella dispensación (divina) que permitirá que a los pueblos árabes les lleguen los
destellos del Antiguo y del Nuevo Testamento.
Las tres religiones monoteístas o de libro, Israel, Cristianismo e Islam tienen la pretensión de la
autocomunicación de Dios mediante su Palabra y su Espíritu. Se consideran a sí mismas
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Sin embargo hay dos diferencias entre el Islam y el Antiguo y Nuevo Testamento:
En el cristianismo el modo como el hombre recibe a Dios es correlativo al modo como Dios se
comunica. Creemos que Dios nos ha hablado por una Palabra suya. Una Palabra que dice,
comunica a los sujetos entre sí, impera y es fuerza viva. Para que entendamos esta Palabra
Dios nos ha regalado el don del Espíritu, capaz de hacernos entrar en su Verdad y Amor. Esto
es lo que llamamos la Trinidad Económica o manifestada que nos mueve a descubrir la Trinidad
inmanente (lo que no vemos, lo que sería “objetivo” más allá de la manifestación y que
expresamos con un lenguaje siempre deficiente (porque Dios es siempre mayor y no
podemos descubrirlo del todo, ni reducirlo a conceptos) que En Dios mismo Amor infinito y
Acción por excelencia se pronuncia la Palabra eterna y se expresa el Espíritu de Amor que une
al Padre con la Palabra como una Gloria que se derrama gratuitamente sobre nosotros.
Dios nos habla, es Palabra. Y Dios comunica al hombre su aliento de vida, sabiduría o profecía,
de filiación, que orienta y mueve en la dirección de los hijos de Dios; es Espíritu.
DE LA CREACIÓN A LA TRINIDAD
Dios está presente en el mundo del hombre y decide, gratuitamente revelarse. Dios es esta
Trinidad personal, Padre, Hijo y Espíritu Santo, dándose a los hombres en la Encarnación del
Hijo, en la Cruz y en la donación del Espíritu por Jesús glorioso.
8/11/2021
La teología será por tanto la ciencia que estudia en las Escrituras la promesa de Dios, su
cumplimiento en la historia de Cristo y en el horizonte escatológico y su cumplimiento
anticipado en el hoy de la cardad y los sacramentos.
Una autocomunicación que no se hace de una vez, sino que tiene su historia: Empieza con la
creación, se establece y va realizando en la historia de Israel y alcanza su plenitud en la
persona, vida, ministerio muerte y resurrección por parte de Cristo. Quien nos da su Espíritu,
que nos conduce a la comunión liberadora con Dios.
Esa consumación en el Misterio Pascual de Cristo continua y al mismo tiempo rompe con toda
la historia anterior, la experiencia de la muerte y resurrección, Ascensión y Donación del
Espíritu de Cristo se produce una experiencia transcendental, como irrupción del dominio de
amor divino en el mundo que hace ver a los discípulos la definitiva epifanía de Dios y el nuevo
pueblo de Dios en ellos mismos. (1 Pe 1,10-13)
Jesucristo es el centro y la cumbre de toda la revelación porque él nos permite decir que “la
revelación es la Palabra de Dios dicha a los humanos, porque Él es el Logos de Dios hecho
carne.
Esa muerte y Resurrección evoca el paradigma del Éxodo, y así se establece la continuidad
entre la profecía con su cumplimiento en figura en el AT y el cumplimiento pleno en el NT:
Pues la Cruz de Jesús es la manifestación al mundo del Justo en el que se revela la voluntad
de justicia/amor de Dios, Padre de todos los hombres.
Esto sólo es posible mediante el Espíritu de la resurrección recibido por la fe.Hay revelación
cristiana si el que murió, está a la derecha del padre y está presente entre los suyos ALIENTA
SOBRE ELLOS el Espíritu de Verdad y Amor, y acogido por ellos hace posible percibir la verdad y
recibir la comunión de vida con Cristo. El Espíritu nos permite SUMERGIRNOS en la muerte y
Resurrección de Cristo, vivir allí, entrar en el amor de Dios, en el hogar de la vida divina. No es
una doctrina , es una luz, una experiencia y una vida nueva recibida. Por eso una teología de la
Revelación tiene que dar cuenta del concepto y del hecho de la Resurrección, en sí mismo y
para nosotros.
LA RESURRECCIÓN
Ya en la espiritualidad hebrea es importante la amistad personal con Dios, la comunión con Él,
fraguada en la oración y el amor. En la vida, la muerte y después de la muerte, lo ideal es estar
cerca de Dios (Sal 73,28; libro de Job, cuando Job se encuentra con Dios en Diálogo y amistad
con Dios se eclipsan todas sus penas y dolores)
Además está toda la apocalíptica, como anhelo veterotestamentario de ver a Dios y estar con
Él. Lo hace como contraste a su presente de dolor y muerte. Así ocurre con los profetas Daniel y
Ezequiel, quienes contemplan la caída de Israel y del mundo caduco; caída que permite
entrever, como un horizonte de esperanza, la figura misteriosa del Hijo del hombre que viene a
cambiar la suerte del pueblo. Esta visión va trazando la figura del Mesías. Así pues la
pocalíptica empieza a trazar la Escatología, como gratuita e inesperada irrupción de lo divino
que desborda la creación, como apocalipsis (revelación) de gracia y de unión con el Dios de la
vida, como nueva creación, Como si el futuro escondido de Dios se anticipara hasta el presente
(1 Cor 15,28).
La Cruz de Cristo rompe la división entre lo humano y lo divino, es el punto por el que Cristo
glorioso, nucleó del mismo Reino de Dios se introduce en el mundo para anticipar la nueva
creación, para darnos su espíritu como gracia y anticipación de la gloria que esperamos.
Esto lleva al hombre a la participación más alta posible en la vida de Dios que pueda recibir,
la vida plena y eterna con Dios. El anhelo ancestral de estar junto a Dios llega a ser
plenamente real en el hombre Cristo Jesús, levantado a la diestra de Dios. La resurrección de
Jesucristo no es solamente revelación, sino salvación real de los humanos.
La resurrección es el culmen de la Revelación, en unidad con toda la vida de Jesús, toda ella es
revelación y culmina en la Resurrección. En todo momento es el Hijo de Dios que hace su
voluntad, se revela a los hombres y se da a los hombres.
Los motivos de la confesión de la fe de los Apóstoles en que Jesús vive Resucitado por el poder
de Dios:
1) Los acontecimientos.
2) La Palabra
3) El Espíritu de Dios
Estos tres motivos que se ciñen con objetividad y exactitud a los hechos pascuales
condujeron a los Apóstoles a dejarse atraer positivamente por ese acontecimiento
luminoso que es la Pascua de Jesús. Así brota la formulación más sencilla y profunda
del kerigma: Dios Padre ha resucitado a Cristo de entre los muertos, y –sentado a su
derecha- nos ha dado su Espíritu, con los demás dones de la Pascua: el gozo, la paz, el
perdón y la misión.
¿Podemos hacer experiencia hoy del Resucitado o sólo podemos adherirnos de manera
extrínseca a algo pasado?
Hoy día los creyentes podemos tener experiencia del Resucitado como actualización del
acontecimiento primordial. Esa actualización la realizan la Palabra, la Caridad y los
Sacramentos y se experimenta de una manera muy parecida a los Apóstoles:
Son encuentros personales y espirituales, y sólo después de ellos puede brotar la misión,
transmitiendo gozosos, lo que han visto y oído (1 Jn)
TEOLOGÍA Y TEOLOGÍAS
El acontecimiento que es lo que Dios hace en la historia, Cristo mismo, el hijo de Dios, el
misterio escondido que se hace presente y nos hace parte de él. Y la doctrina que es la
descripción del acontecer cristiano, que supone un conocimiento, que es cada vez más
profundo y una exposición más clara de la insondable riqueza de su persona.
De la NARRACIÓN se pasa al NIVEL CONCEPTUAL, producido por dos causas: sobre todo por la
aparición de las herejías que obligó a formular conceptualmente los términos y el significado
de las narraciones neotestamentarias. La segunda es el dinamismo inherente al entendimiento
humano: La mente no se detiene en el acto de creer, quiere saber, quiere entender lo que cree.
El riesgo de este querer saber es pretender des-velar del todo el misterio re-velado, lo que se
ha manifestado pero siempre escondido. Es el riesgo de querer poseer y dominar lo que es
más grande que nosotros.
Pensar a Dios desde una cultura es el programa implícito en todo discurso teológico, pero toda
teología será siempre parcial e inacabada, es necesaria, pero siempre provisional y parcial.
La sabiduría teológica no puede ser racional (controladora) sino mística, de lo que se va viendo
y desvelando, siendo siempre deslumbrados por el exceso de luz que no podemos retener. Es
esa claridad (inteligencia de la fe) que Dios otorga y que ayuda a entender el misterio. El
teólogo después de mostrar lo que la Iglesia cree, muestra las razones que en esa fe están
inscritas, en la medida que pueden llegar a entenderse.
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Razón que no puede someter la fe al juicio de una veracidad establecida por esa razón
subjetiva. Hay una verdad objetiva que ha de ser descubierta por el teólogo que busca
adecuarse a ella.
No podemos por tanto dejar al lado la fe para hacer teología, y analizar toda la cuestión de
Dios desde nuestra razón. El saber teológico sería, más bien, la intuición racional que brota del
misterio y que da lugar a un entender que no va tanto en la línea de la argumentación racional
cuanto de la contemplación inteligente y amante del objeto. Algo así como la percepción
simultánea del misterio y de las razones inscritas en el misterio. Creer y entender, viendo sin
acabar ni dominar todo, lo que uno cree. Sabiendo siempre que donde el concepto se detiene,
se adelanta el amor.
EL CONCEPTO DE TEOLOGÍA
La teología es el hablar humano acerca de Dios. (Theos y Logos) que en cristiano tiene otros
sinónimos como conocimiento (gnosis), sabiduría o sacra doctrina.
Aristóteles lo emplea tanto para referirse al sentido peyorativo de creador de mitos como en el
positivo de la ciencia que habla de Dios y es propia de Dios, la ciencia que Dios tiene. Como la
sabiduría que investiga la verdad, la causa de todo lo que está manifiesto, la causa de las
causas o motor inmóvil.
Con Eusebio de Cesarea se normaliza el termino teología, distinguiendo entre Teología, como
conocimiento del Dios trinitario y oikonomía, como conocimiento del don de Dios hecho
hombre. Los padres griegos entienden que a la teología se llega por la economía y que los
conceptos no son excluyentes, la teología tiene un sentido cristológico y pneumatológico.
Desde Justino a Agustín se entiende que el conocimiento propio de la Teología surge del
estudio de las Sagradas Escrituras, pues son Palabra de Dios que nos muestran su acción
culminada en Cristo imagen de Dios invisible.
a) como modo mantico, inspiración de sueños provocados por Dios que lleva a
narraciones en las que domina el poder amante de Dios desplegado sobre el sueño del
justo.
b) como encuentro con Dios, lleva a una teología personalista
c) como entrega de un memorial por parte de Dios, produce una teología simbólica que
desembocará en la oración y los sacramentos cristianos.
d) como manifestación de la voluntad de amor de Dios, que orienta y sostiene el obrar
del hombre, alumbra una teología de la llamada de Dios al hombre para que sea sujeto
ético, prójimo.
e) como presencia del Espíritu Santo en los profetas. Entonces tendremos el tipo más
común de revelación como comunicación de la Palabra y el Espíritu de Dios a los
profetas.
NUEVO TESTAMENTO
Son distintas perspectivas o letras de una única realidad o Espíritu que las hace inteligible y las
reúne en un solo acorde: Jesucristo.
TIPOS DE TEOLOGÍAS
CONCEPTO DE CIENCIA
varias definiciones:
2 riesgos o dramas:
1) la especialización del saber al extremo hace perder de vista la visión sintética del
conjunto de la realidad (El árbol impide ver el bosque). Cada ciencia parcializa la
realidad, al escoger y determinar un solo ámbito de la misma.
2) Cada ciencia se lo juega todo en la elección del método adecuado para alcanzar su
objetivo real (lo que hace necesario el rigor científico)
El término sistema, nos indica que la ciencia no es una suma de conocimientos, sino un cuerpo
o totalidad de conocimientos bien trabados entre sí.
PATRISTICA
Los escritos de los padres apostólicos están escritos con un gran rigor, reflexionando sobre la
verdad contenida en la propia fe cristiana, pero ellos no se plantean la cientificidad de sus
escritos. este planteamiento científico comenzará cuando una reflexión filosófica se
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En occidente será Agustín el primero en expresar la importancia que tiene la teología cristiana
como un saber o conocer, Y es también el quien primeramente llamará ciencia al
conocimiento de Dios y del hombre. (El distingue entre sabiduría (ciencia de las cosas divinas)
y ciencia (conocimiento de las humanas)
LA CIENCIA ARISTOTÉLICA
Los conceptos son representaciones fehacientes de la realidad del ser (una foto), esta es la
episteme (ciencia) de los griegos. Pero este concepto o foto debe acercarse al ser respetando
sus peculiaridades. Y el ser se predica de muchos modos, hay muchos modos de ser. Y las
categorías son las diversas maneras con las que la mente se acerca al ser, respetando sus
peculiaridades reales y su situación en el conjunto de la realidad.
Son diez: Substancia, calidad, cantidad, acción, pasión, espacio, tiempo, posición, hábito y
relación.
La substancia es aquello que una cosa es. Aquello que es per se. Que no pertenece ni depende
de nadie, sólo se pertenece a él.
Hasta aquí llega la ciencia aristotélica: la substancia es designada por Aristóteles con esos
términos (Sujeto, esencia, especie, género). . El entendimiento contempla y reconoce la
esencia universal de una cosa y la especie y el género al que pertenece esa substancia.
Este es el punto de partida del conocimiento científico que tiende a apoderarse de las cosas
para manipularlas, transformarlas, poseerlas. Primero es la mente la que se apodera
mentalmente de las cosas y lo hace mediante el concepto. Después son el arte (la artesanía) y
la técnica las que manipulan realmente los objetos.
Definición de ciencia: “Es un discurso que expresa la esencia individual objetiva (de un sujeto).
El concepto retrata la esencia del sujeto y en la definición un objeto genérico es acotado y
diferenciado por las diferencias específicas.
El raciocinio consiste en ver como las cosas son coincidentes o diferentes en esencia o en
grado.
Así la episteme es una aproximación a la realidad, sostenida por la lógica que nos lleva a las
otras categorías que precisan como es la esencia de las cosas:
Síntesis: El ser lo transciende todo. Sirve para nombrar todas las categorías, es lo que subyace.
y la mente humana da cuenta de los seres determinados que son substancias (sujetos) cuya
esencia universal al ser conceptualizada universalmente abre camino a la ciencia.
Deducción e inducción
DE ellos se deduce el resto, ciencia deductiva. Sus principios se deducen por el nous, el acto del
entendimiento, la inteligencia, el acto de entendimiento que aprehende una cosa por la simple
percepción natural de esta cosa (son principios intuitivos). Esta intelección que es la simple
percepción garantiza la verdad de estos principios, pero no son objeto de demostración
científico-deductiva.
Silogismo: es el discurso que establece ciertas premisas deduciendo a través de ellas algo
distinto de ellas.
ciertas. Así la teología sería una ciencia argumentativa que tiene como objetivo establecer
conclusiones ciertas.
Ahora bien podríamos desde J: H. Newman ver elementos de la ciencia inductiva en la lenta
espiral que lleva a la adhesión de la fe, desde la investigación de la credibilidad de la
revelación.. Desde la observación de lo concreto de la revelación se llega por inferencia hasta
la aprehensión de sentido que mueve al asentimiento intelectual y creyente.
Esta ciencia inductiva, ya aparece sui generis en San Agustín, encontrar razones eternas en los
hechos y acontecimientos de la Sagrada escritura a través de un pensamiento profundo.
- El entendimiento debe contemplar en un modo cada vez más profundo estos hechos y
colocarlos adecuadamente en el conjunto de la fe.
- Los acontecimientos observados se han de comparar con los principios más generales
conocidos por la Revelación, las grandes verdades reveladas.
Es una mirada contemplativa que partiendo de un hecho acreditado asciende a una verdad
sistematizada., cada verdad aporta unidad y coherencia a todo el saber teológico.
LA TEOLOGÍA ES O NO CIENCIA
1) La primacía de la práxis
2) Teoría del conocimiento ultra-realista en la que importa más la realidad que el
concepto
3) En el nivel de la revelación es prioritario el evento sobre cualquier formulación
doctrinal.
4) El lugar teológico privilegiado desde donde pensar sitz in Leben es la solidaridad con
los pobres.
5) La Mediación sociológica es el medio para llegar a la realidad (mediación socio-
analítica).
Su pionero fue Gustavo Gutiérrez teólogo con una honda fidelidad pastoral y humana con el
pueblo Limeño.
a) La teología necesita llegar hasta la realidad social o bien partir de los hechos
significativos de la realidad social hasta llegar a comprender su significación teológica.
Se necesita tratar de establecer un arco entre la revelación divina y la realidad social.
b) El fuerte contraste entre riqueza y pobreza. ¿Cómo nos habla Dios ante la asimetría del
mundo, tan discorde en sí mismo (ricos/pobres) y tan discorde con el paradigma
fundamental "Dios es amor”?
c) La necesidad de una mediación socio-analítica. Para comprender la pobreza en su
objetividad científica y en su dinámica práxica necesitamos hacer un análisis científico
de la sociedad real. Se trata de encarnarse en la realidad a través de las ciencias
sociales.
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Hoy día ya se tiene más claro que una cosa es el hecho de la lucha de clases y otra el método
ideológico y práxico de solucionar ese estado de las cosas. Al mismo tiempo desde la
Centesimus annus se entiende que la lucha por la justicia es evangélica.
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En la Centesimus Annus se nos muestra que el cristianismo es mucho más rico que la lucha de
clases: no excluye ni la lucha ni el acuerdo, ni el perdón ni la exigencia de justicia, ni la
reconciliación entre personas y grupos. Por una parte acepta el hecho del conflicto y preconiza
la lucha por la justicia. Por la otra asume todos los procesos de reconciliación y de expansión
de la paz desde el interior del hombre al exterior de su convivencia.
Pero no podemos asumir la lucha de clases en el programa de una acción según el evangelio
La religiosidad popular americana aparece aliada a un profundo sentido de clama ante Dios y
revindica la justicia para los injustamente oprimidos y marginados. Hay ese sentimiento de que
Dios, padre y Liberador, no deja de su mano a los pobres, Religión y sometimiento no son dos
valores coincidentes.
La religión es salvación para el marginado, para todas las dimensiones del marginado y para
todos los marginados. La religiosidad popular y el anhelo de justicia están profunda e
indisolublemente unidas, ya desde sus inicios con Bartolomé de las Casas.
El proyecto de una acción evangélica es una cuestión teórica, pero sobre todo de religiosidad
práctica que pasa por la búsqueda de todos los recursos pacíficos que tiendan a una
reconciliación de la pluralidad contrastada, la convivencia de los distintos.
América latina necesita superar todos los peligros de manipulación que la acechan; la
mentalidad y la práctica de la lucha de clases violenta, la lucha sorda que provoca la ideología
del capitalismo salvaje que corrompe los centros de poder periféricos y la dependencia o
sumisión respecto del verdadero poder central.
La religión unida a la justicia sería un signo del tiempo o del Espíritu, así lo han de interpretar
los teólogos y pastores. La política necesita servir a los intereses del pueblo, al bien común.
Para trabajar y transformar entre todos la realidad oprimida y pobre del pueblo que se siente
amado por un Dios liberador.
La teología está llamada no ha identificarse con ninguna ciencia social, ni análisis, sino a
dialogar cordialmente con todos los intentos de acercamiento a las realidades de los oprimidos
mientras trata de encarnar y ofrecer la civilización del amor procedente del Evangelio.
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Llamamos Palabra de Dios a unos escritos formados con un lenguaje humano limitado (porque
el concepto no puede contener a Dios), además referido a temas particulares de un pueblo y
una persona.
Diferenciemos sin separarlas la Palabra de Dios hecha hombre, de las palabras de Dios hechas
lenguaje. La escritura depende de la persona de Cristo, el acontecimiento primordial. Los
escritos del AT y del NT son como una expresión mediada por el lenguaje humana del Logos de
Dios.
El NT nos advierte de como llega el Logos de Dios hasta la humanidad creyente. Jesucristo es la
cima y consumación de la revelación de Dios. Cristo está vivo en la Sagrada Escritura y en la
Eucaristía, a fin de que la Palabra y la Presencia de Cristo permanezcan en todos los tiempos.
La Escritura contiene la Palabra de Dios que es Cristo y anticipa en su frágil ser material el bien
escatológico que esperamos, su proclamación y escucha son “como una transparencia o
ventana de claridad que deja pasar la luz del Señor”.
La Escritura es Cristo, en él, en quien Dios visita su pueblo, se centra y culmina la acción de
Dios en la humanidad. Lo que se manifiesta en la carne (visibilidad) de Jesús es ser mismo de
Dios, quien es Dios en sí mismo, lo escondido de Dios.
El diálogo entre Dios y sus hijos continúa después de Jesucristo como permanencia del diálogo
orante de Jesús, Maestro y Señor de su Iglesia. La comunidad cristiana se une a Cristo en la
Sagrada Escritura para decir al Padre la acción de Gracias y alabanza más perfecta que es la
propia Palabra que el nos ha dado, Cristo.
Así se realiza cuando se proclama y comenta en la comunidad reunida, así está al alcance de la
comprensión de cada fiel y la comunión eclesial garantiza una interpretación correcta. Pero
también puede estudiarse o contemplarse más allá de la comunidad reunida.
¿Con qué método científico acercarse a los textos bíblicos? Al estar la Revelación cristiana
mediada por la historia debe ser a través de un método histórico, el método histórico-critico. El
cual tiene tres puntas de lanza:
2
Dei Verbum 10, p.2
25
Puntas de lanza que han de permanecer abiertas a una ulterior lectura religiosa que provoque
la conversión del sujeto que escucha, ya sea una persona o una comunidad. El método
histórico-crítico ha de ser amigo de la lectura teológica, espiritual, pastoral; y viceversa.
Para San Agustín y Anselmo de Canterbury más hondo que la empiría de los hechos están las
razones inscritas en los mismos hechos. La teología en su más alta dimensión es la sabiduría
que da cuenta de estas razones insertas en la trama de los hechos empíricos. Se trata de
descubrir la trama inteligible (figura formal) inscrita en los hechos. Como por ejemplo en los
hechos del paso del mar Rojo no están demasiado claros los hechos pero sí su paradigma
formal de comprensión: El paso de la muerte a la vida y de la opresión a la libertad.
Veamos la BISAGRA entre exégesis y teología. Es la necesidad que tenemos de formalizar los
hechos desde el punto de vista teológico. Esta formalización teológica es función del
hermeneuta, es filosófica, y por tante pertenece al nivel de la teología.
En el campo protestante esta función la realiza sobre todo el biblista en el católico están
demasiado separados, los exégetas se concentran en lo científico, en lo empírico, al margen de
lo espiritual, corriendo el riesgo de convertirlo en pura empiria histórica; alejándose del hilo
cristológico capaz de dinamizar su análisis y de preparar el material para la teología bíblica. Y
los teólogos sistemáticos se pueden apartar del influjo de la Palabra de Dios y reinventarse la
escolástica más abstracta, perdiendo el trabajo de los exegetas.
Sinteticemos:
- Para interpretarla con exactitud los teólogos necesitan del trabajo de los exégetas,
quienes deben orientar sus investigaciones para que el estudio de la SE pueda ser
como “el alma de la Teología”, por lo que los exegetas han de prestar particular
atención al contenido religioso de los escritos bíblicos.
- Los exegetas pueden ayudar a los teólogos a evitar dos extremos: El dualismo que
separa una verdad doctrinal de su expresión lingüística y del fundamentalismo que
confundiendo lo divino y lo humano considera como verdad revelada aún los aspectos
contingentes de las expresiones humanas.
Para evitar los dos extremos se necesita aceptar la tensión persistente que existe en el
hecho de que la Palabra de Dios se expresa en las obras de autores humanos,
pensamiento y palabra son al mismo tiempo de Dios y del hombre. Hay que saber
distinguir los condicionamientos históricos del lenguaje para no trasladarlos a cada
momento y es el exegeta quien establece las bases de esta operación.
A) Exégesis
Es la intelección de un fragmento del texto en relación con su contexto próximo.
Busca el sentido literal exigido por el texto y por su autor, y lo busca mediante el
método histórico-crítico que sigue los siguientes pasos: crítica textual, que establece el
texto bíblico, análisis lingüístico (morfología y sintaxis), semántico (filología histórica):
la crítica literaria (discierne las diversas unidades textuales) para determinar el género
literario, su ambiente socio-cultural, su origen, sus rasgos específicos y evolución. Esto
lleva a la critica de las tradiciones y de la redacción.
El texto es analizado por tanto en su estadio final (sincronía), como en su génesis y
evolución (diacronía).
El gran objetivo de la exégesis es conseguir la intelección más correcta del sentido
literal, y para ello es imprescindible establecer el género literario de la unidad textual
en cuestión.
B) Teología bíblica
Distinguiéndola de la teología sistemática (o dogmática) diferenciemos las dos partes
de la Biblia:
- La teología del Antiguo Testamento es considerada una ciencia histórico descriptiva.
Tiene por objeto exponer, en su trabazón interna, lo que el AT dice sobre Dios”, la
captación de la substancia profunda del AT. No es pura historia, sino que es también
teología: dar cuenta de la situación de la revelación de Dios y de la forma que toma
esta revelación divina en alguno de los libros o en el conjunto del AT o del NT.
- La teología Bíblica es por tanto un nivel intermedio entre la exégesis que afecta a un
texto concreto y particular y la teología sistemática que entiende los datos bíblicos a
base de situarlos en el marco diacrónico de la Tradición.
- La Teología bíblica abarca la historia, la evolución y la realidad actual del texto y cómo
síntesis los diversos temas teológicos que aparecen.
- Es histórica y presenta las ideas de los autores bíblicos, mientras que la Teología
dogmática es didáctica y presenta el pensamiento teológico actual, o dicho de otra
manera los temas básicos bíblicos en el marco diacrónico de la Tradición.
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1) Aquella que lee l Sagrada Escritura manteniendo los dos valores complementarios de
la revelación divina y de la cultura humana. (teología Bíblica)
2) Aquella que realiza esta lectura teniendo en cuenta la tradición patrística y eclesial.
(teología sistemática), quien retoma los temas que arrancan de la Biblia y examina su
intelección a lo largo de la historia de la Iglesia y de la Teología
Parafraseando a León XIII, así como el Espíritu es el alma de la Iglesia, así la Escritura es el alma
de la Teología. Desde esta perspectiva se puede contemplar la teología como un saber
puramente derivado de la Escritura (CTI Magisterio y teología, tesis VI).
a) La determinación lo más clara posible, del género literario de los fragmentos bíblicos
que la teología sistemática estudia. Por su parte el nivel sintético de la Teología
dogmática puede aportar ideas acerca de la determinación precisa del género literario.
b) La determinación lo más clara posible del sentido literal de los mismos fragmentos, y si
está justificado, el sentido tipológico que señale al teólogo el camino para la
interpretación cristológica global.
c) La determinación del contexto histórico, religioso, cultural, social de los textos.
d) No es tan importante la discusión acerca de los diversos estratos redaccionales de un
texto.
e) Establecer los desarrollos genéticos consistentes en una visión profana del progreso o
de la evolución de las doctrinas y sobre todo describir el proceso de la revelación con
su hacia donde y su termino que es la persona de Cristo.
Cuatro conclusiones:
Con este recorrido la Teología Dogmática culmina la interpretación ahora sincrónica sapiencial
de los materiales aportados por la exégesis, la teología bíblica y la historia de la Tradición. Esta
interpretación tiende a una inteligencia cada vez más profunda de la Palabra de Dios.
VII. LA TRADICIÓN
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11/01/2023: LA TRADICIÓN
18/01/2023: EL MAGISTERIO
24/01/2022 EXÁMENES
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