Tiempo de Cambios
Tiempo de Cambios
Tiempo de Cambios
Éxo 14:21-22 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el
mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en
seco, y las aguas quedaron divididas. 22 Entonces los hijos de Israel entraron por
en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su
izquierda.
Tiempo de cambios
Aunque no veas los cambios que están ocurriendo, no significa que no
estén ocurriendo.
Si no entiendes lo que está pasando dentro de ti, no podrás entender lo
que está pasando fuera de ti.
Gén 32:26-28 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No
te dejaré, si no me bendices. 27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él
respondió: Jacob. 28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino
Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Tener bendición es tener el favor de Dios a tu disposición. Por dónde
pasas todo florece. Los desiertos se convierten en oasis.
Tú eres hoy la suma de sucesos o circunstancias que has vivido y que
han formado tu carácter.
Las personas que fueron formadas por buenos padres sacan coraje de
dónde no hay. Nacieron para vencer, son emprendedores, son conquistadores.
Nacieron para dirigir y nacieron para resaltar. Son capaces, afirmados y
seguros.
Pero hay otros que en su formación fueron heridos, se sienten inseguros,
huyen, se esconden, tienen miedo, se ven débiles.
Moisés escapó cuando huyó y con él también iban los libros de la ley.
Moisés era un hombre de milagros, pero mientras no estuviera alineado al
llamado y propósito de Dios, no se podían manifestar.
Pero hoy el Dios de los cielos ha venido a sacarte del estancamiento y a
posicionarte en el lugar correcto. El lugar de la bendición de Dios.
La vida de Jacob no cambió, siguió igual hasta que tuvo un encuentro
con el Señor.
Tu vida nunca va a cambiar hasta que tengas un encuentro verdadero
con Cristo.
Cuando Jacob tuvo el encuentro con el ángel, desde ese momento
cambió su vida.
Se agarró de la pierna del ángel, igual que cuando nació.
Gén 32:25-27 Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del
encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba. 26