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Laudato Si

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UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTIAGO DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS

SOCIALES

CARRERA DE DERECHO

DERECHO AMBIENTAL Y DE LA NATURALEZA

Laudato sí

DOCENTE:

Dr. Alejo Francisco Perez Limones


RESUMEN DE LAUDATO SI’

La encíclica Laudato Si («Alabado seas») del Papa Francisco es un llamado


de atención mundial para ayudar a la humanidad a comprender la
destrucción que el hombre está causando al medio ambiente y a sus
semejantes.

Aunque aborda directamente el medio ambiente, el alcance del


documento es más amplio en muchos sentidos, ya que no sólo examina el
efecto del hombre en el medio ambiente, sino también las numerosas
causas filosóficas, teológicas y culturales que amenazan las relaciones del
hombre con la naturaleza y del hombre entre sí en diversas circunstancias.

Este documento es, en muchos sentidos, la personificación del Papa


Francisco. Es un tema inesperado. Presenta verdades evangélicas. Y
proporciona un desafío para cada creyente (y también para los no
creyentes). Desde el principio, el Papa Francisco declara el objetivo del
documento: «En esta encíclica, intento especialmente entrar en diálogo
con todos acerca de nuestra casa común.» (#3). Normalmente, los
documentos papales se dirigen a los obispos de la Iglesia o a los fieles
laicos. Pero, al igual que la Pacem in Terris del Papa Juan XXIII, el Papa
Francisco dirige su mensaje a todas las personas.

El objetivo del diálogo: «Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo


sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta.
Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío
ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos
impactan a todos» (#14). Lo anterior está en el corazón del documento,
pero el Papa Francisco también tiene un llamado muy llamativo a la
conversión para los que están en la Iglesia.

“la crisis ecológica es un llamado a una profunda conversión interior. Pero


también tenemos que reconocer que algunos cristianos comprometidos y
orantes, bajo una excusa de realismo y pragmatismo, suelen burlarse de
las preocupaciones por el medio ambiente. Otros son pasivos, no se
deciden a cambiar sus hábitos y se vuelven incoherentes. Les hace falta
entonces una conversión ecológica, que implica dejar brotar todas las
consecuencias de su encuentro con Jesucristo en las relaciones con el
mundo que los rodea. Vivir la vocación de ser protectores de la obra de
Dios es parte esencial de una existencia virtuosa, no consiste en algo
opcional ni en un aspecto secundario de la experiencia cristiana.” (#217)

CAPÍTULO PRIMERO – LO QUE LE ESTÁ PASANDO A NUESTRA CASA

Objetivo: “Las reflexiones teológicas o filosóficas sobre la situación de la


humanidad y del mundo pueden sonar a mensaje repetido y abstracto si
no se presentan nuevamente a partir de una confrontación con el
contexto actual, en lo que tiene de inédito para la historia de la
humanidad. Por eso, antes de reconocer cómo la fe aporta nuevas
motivaciones y exigencias frente al mundo del cual formamos parte,
propongo detenernos brevemente a considerar lo que le está pasando a
nuestra casa común.” (#17).

Mensaje: “Pero mirando el mundo advertimos que este nivel de


intervención humana, frecuentemente al servicio de las finanzas y del
consumismo, hace que la tierra en que vivimos en realidad se vuelva
menos rica y bella, cada vez más limitada y gris, mientras al mismo tiempo
el desarrollo de la tecnología y de las ofertas de consumo sigue avanzando
sin límite. De este modo, parece que pretendiéramos sustituir una belleza
irreemplazable e irrecuperable, por otra creada por nosotros.” (#34).
CAPÍTULO SEGUNDO – EL EVANGELIO DE LA CREACIÓN

Objetivo: “¿Por qué incluir en este documento, dirigido a todas las


personas de buena voluntad, un capítulo referido a convicciones
creyentes? No ignoro que, en el campo de la política y del pensamiento,
algunos rechazan con fuerza la idea de un Creador, o la consideran
irrelevante, hasta el punto de relegar al ámbito de lo irracional la riqueza
que las religiones pueden ofrecer para una ecología integral y para un
desarrollo pleno de la humanidad. Otras veces se supone que constituyen
una subcultura que simplemente debe ser tolerada. Sin embargo, la
ciencia y la religión, que aportan diferentes aproximaciones a la realidad,
pueden entrar en un diálogo intenso y productivo para ambas”. (#62).

Mensaje: “No somos Dios. La tierra nos precede y nos ha sido dada.…. Si
es verdad que algunas veces los cristianos hemos interpretado
incorrectamente las Escrituras, hoy debemos rechazar con fuerza que, del
hecho de ser creados a imagen de Dios y del mandato de dominar la
tierra, se deduzca un dominio absoluto sobre las demás criaturas.

Es importante leer los textos bíblicos en su contexto, con una


hermenéutica adecuada, y recordar que nos invitan a «labrar y cuidar» el
jardín del mundo (cf. Gn 2,15). Mientras «labrar» significa cultivar, arar o
trabajar, «cuidar» significa proteger, custodiar, preservar, guardar, vigilar.
Esto implica una relación de reciprocidad responsable entre el ser humano
y la naturaleza. Cada comunidad puede tomar de la bondad de la tierra lo
que necesita para su supervivencia, pero también tiene el deber de
protegerla y de garantizar la continuidad de su fertilidad para las
generaciones futuras”. (#67)

CAPÍTULO TERCERO – RAÍZ HUMANA DE LA CRISIS ECOLÓGICA

Objetivo: “No nos servirá describir los síntomas, si no reconocemos la raíz


humana de la crisis ecológica. Hay un modo de entender la vida y la acción
humana que se ha desviado y que contradice la realidad hasta dañarla.
¿Por qué no podemos detenernos a pensarlo? En esta reflexión propongo
que nos concentremos en el paradigma tecnocrático dominante y en el
lugar del ser humano y de su acción en el mundo”. (#101).

Mensaje: “Podemos decir entonces que, en el origen de muchas


dificultades del mundo actual, está ante todo la tendencia, no siempre
consciente, a constituir la metodología y los objetivos de la tecnociencia
en un paradigma de comprensión que condiciona la vida de las personas y
el funcionamiento de la sociedad. Los efectos de la aplicación de este
molde a toda la realidad, humana y social, se constatan en la degradación
del ambiente, pero este es solamente un signo del reduccionismo que
afecta a la vida humana y a la sociedad en todas sus dimensiones. Hay que
reconocer que los objetos producto de la técnica no son neutros, porque
crean un entramado que termina condicionando los estilos de vida y
orientan las posibilidades sociales en la línea de los intereses de
determinados grupos de poder” (#107).

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