Modulo 4 Teorias y Corrientes Pedagogicas BfCmDPLa
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Introducción
Introducción a la unidad
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Introducción
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En la presente unidad, y una vez definido el campo de trabajo, se analizará el recorrido histórico de la
Pedagogía. Se estudiarán las diferentes pedagogías y corrientes pedagógicas, para observar cuáles son las
implicancias del contexto social histórico en el surgimiento de diferentes propuestas sobre educación y
cómo éstas se fueron modificando; pudiendo avanzar sobre las continuidades y vestigios de estas
propuestas en la actualidad.
Figura 1. Elaboración propia (2019)
La escuela en la sociedad
Nota. Recuperada de:
https://innovacioneducativa.wordpress.com/2013/10/28/que-motiva-a-nuestro-profesorado-
para-hacer-innovacion-educativa/
En la imagen se refleja cómo ha cambiado el lugar que ocupa la escuela en la sociedad, y la visión que de
ella y su tarea se tiene.
Con esta imagen se intenta retomar y mostrar la complejidad de elementos y relaciones a considerar al
remitir a la educación; y por lo tanto la trama que hace al objeto de estudio de la Pedagogía. Con ello también
se trata de mostrar el por qué surgieron diferentes corrientes que intentan abordar el tema, con miradas muy
diferentes que también se anudan a la particularidad del momento socio-histórico.
Lección 2 de 6
Introducción a la unidad
Contenidos de la unidad
2 Pensamiento pedagógico
En esta última unidad de la materia se realizará un abordaje histórico sobre los diferentes estudios,
construcciones y desarrollos teóricos en torno de la educación, que se fueron desarrollando en diferentes
momentos y contextos. En un principio se hace referencia a constructos y no a Pedagogía, pues ésta se
desarrolla a partir de la Modernidad con una avanzada de tipo positivista para la regulación de las prácticas
institucionalizadas que se originan con la organización de los sistemas educativos nacionales.
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Lección 3 de 6
El video muestra las reflexiones del pedagogo Philippe Merieu, acerca del recorrido desde su rol, y señalando
la importancia de la toma de posición ética de la pedagogía al momento de la formación del sujeto.
https://www.youtube.com/watch?v=zSmh-9pP7Lk&t=414s
Lección 4 de 6
En ese marco se puede ubicar -la destacada por el autor como- la doctrina pedagógica más antigua, que es
la relacionada con el Taoísmo, que sostenía un sistema de ideas basadas en la espontaneidad, naturaleza,
simplicidad, y en especial con la compasión, frugalidad, humildad. Estas ideas son tomadas por Confucio
(551-479 a.C.) para la construcción de un sistema moral que luego se llevaría adelante en China como el
sistema de valores y desarrollo educativo, en el cual se entendía que los padres contaban con poder
ilimitado sobre los hijos. En ese marco la educación se constituyó como un sistema de exámenes sobre
lecciones memorizadas a partir de una modalidad dogmática de enseñanza. Modalidad que se extendió
hasta entrado el siglo XX.
Sostiene Gadotti (2008), que fueron los egipcios los primeros en comprender la importancia de una buena
enseñanza; así crearon las casas de instrucción donde se enseñaba la lectura y escritura.
La cultura griega es el producto de una sociedad altamente estratificada, por lo cual el desarrollo y
entendimiento en torno a la educación varía. En el desarrollo de esta cultura se destacaron los aportes de
dos polos sociales culturales, Esparta y Atenas. Ambas sociedades poseían una visión diferente en torno al
hombre y su educación; para la primera el hombre era el resultado del culto a su cuerpo; mientras que para la
segunda la virtud principal del hombre era su lucha por la libertad. El hombre guerrero frente al orador. El
propósito de la educación apuntaba a la formación del hombre para ser gobernante, tomar decisiones e
imponerlas a los esclavos (que eran los que abundaban), por ello mismo es que no a todos les era
reconocido el derecho a la educación.
En Esparta el principal objetivo estaba en la sumisión de los intereses particulares a los del Estado. Mientras
que en Atenas las disputas eran intelectuales, con el objeto del desarrollo de una sociedad democrática, al
estilo de la época, no como la entenderíamos hoy en día.
El ideal más avanzado de la educación era la paideia, una educación integral; que, si bien apela a la libertad
individual, requería de la convivencia social y política.
Los antecedentes de los tres filósofos mencionados, su punto partido, son: Pitágoras –que intentaba
desarrollar en el hombre el orden que era propio del universo, y que se reflejaba en la matemática. Isocrátes
–que trabajó sobre el arte del lenguaje y la retórica. Y Xenofonte –que desarrolla el primer aporte en torno a
la educación de la mujer, directamente ligada a los conocimientos propios de la atención al hogar y familia.
Puede destacarse en Sócrates (469-399 a. C.) su interés por el diálogo como modo de desarrollo de su
clase, que tiene como objetivo el autoconocimiento, como camino único al verdadero saber.
Platón (427-347 a.C.) en su ya conocida alegoría de la caverna, señaló la importancia de desprenderse de las
impresiones, percepciones ilusorias de los sentidos, y alcanzar la contemplación de la realidad e ideas
puras.
Aristóteles (384-322 a.C.) a diferencia de su maestro, expuso que las ideas están en las cosas, su posición
es netamente realista.
Pensamiento pedagógico romano
Para pensar en la propuesta educativa en la antigua Roma, es necesario especificar que la sociedad romana
se dividía en diferentes grupos: los patricios, que eran la elite y tenían los beneficios de la educación, los
plebeyos, que si bien eran libres eran excluidos del poder, y los esclavos que aprendían las artes y oficios de
las casas a las que pertenecían.
En esta organización social, las escuelas se distinguían como: escuela ludi magister, para la educación
elemental; escuelas de lo gramático, que ofrecía una educación que hoy sería entendida como secundaria;
la educación superior donde se estudiaba filosofía, retórica y derecho.
En esta sociedad, los estudios eran básicamente humanistas, entendiendo que se preparaba a cada grupo
para la vida en sociedad, pero enmarcada ella en el imperio; por ello se educaba transmitiendo una cultura
general que trascendía lo local.
En este caso, Gadotti (2008) explica que la modalidad de educación se caracterizaba por:
Memorización de lo dictado.
Composición literaria.
Educación superior, desarrollada en las llamadas escuelas imperiales con el objeto de preparar
a los futuros funcionarios del Imperio
Entre los pensadores de este período se destacan San Agustín (354-430) con la teoría de la iluminación,
Santo Tomás de Aquino (1224-1274) con su método escolástico.
Gadotti (2008), otorga unos párrafos al desarrollo del islamismo con Mahoma (570-632) indicando su
centralidad en la organización de la cultura islámica y destacando la elaboración del Corán como documento
que contiene los principios religiosos educativos de dicho pueblo.
En esa etapa se refiere a que el estado se hiciera cargo de la educación (aún no organizada como la
conocemos hasta ahora) estableciendo una educación pública religiosa.
La educación jesuita se expandió en la época, con su fundador Ignacio de Loyola, quienes se encargaron de
destacar la formación del hombre burgués, quitando atención a las clases populares.
En este marco adquiere desarrollo la propuesta de los protestantes con Calvino y Lutero como
representantes, que proponían la lectura y acceso directo del hombre a las sagradas escrituras.
El autor destaca también los progresos a nivel de producción de las ciencias, señalando los desarrollos
realizados por Galileo Galilei (1564-1642), Giordano Bruno (1548-1600); y destacando la intervención de
Francis Bacon (1561-1626) en la nueva mirada sobre las ciencias, despojada de las implicancias de la Fe, y
centrado en el dominio de la razón.
Allí puede enmarcarse el desarrollo del racionalismo de Descartes (1596-1650) quien desarrolló su método
de conocimiento, el cual buscaba conocer el mundo desde una mirada científica, suplantando el lugar de
centralidad que hasta el momento había ocupado la religión a través de la Fe. Se puede destacar que su obra
fue escrita en francés, la lengua de uso cotidiano, en contraposición al latín que era considerada la lengua
culta. En su obra “El discurso del método” presentó los cuatro grandes principios de su método científico:
1 Partir de no tomar cosa alguna como verdadera, evitando así precipitarse, partiendo de poner
en duda lo que se presenta.
2 Dividir la situación/problema evidenciado en tantas partes como fuera posible para poder
analizarlas por separado y buscar la solución de cada una de ella.
3 Desarrollar el pensamiento de tal manera que partiera de lo más sencillo y fácil de conocer,
para ir complejizando el recorrido hacia conocimientos más complejos.
4 Realizar enumeraciones tan detalladas, con sus correspondientes revisiones, da manera tal de
asegurarse de no omitir nada.
La propuesta educativa en esta etapa se caracterizó por el realismo, y pueden destacarse en este periodo
dos grandes educadores, Locke y Comenio.
John Locke (1632-1704) propuso dar importancia a la experiencia sensorial, descartando el innatismo a la
hora de conocer, según el pensador, el conocimiento partía de los sentidos. Y este conocimiento tomaba su
modelo de las ciencias, en particular de las ciencias naturales (física, química, biología), que tomaron gran
impulso en la época, señalándose como ejemplo de producción de conocimiento para todos los ámbitos. Así
de humanista la educación se modeló como científica, abandonando el estudio de los autores clásicos,
incluyendo la lengua vernácula en contraposición a latín; la educación consideraba a la transmisión de la
ciencia como un fin en sí mismo, por lo que el conocimiento era valorado si preparaba para la vida y la
acción.
En este desarrollo Locke considera que aprender está ligado a los sentidos, por lo que la educación es
esencial, porque el niño al nacer es una tabula rasa, sobre la que el maestro imprime todos los
conocimientos.
Jan Amos Comenio (1592-1670) es reconocido como el padre de la Didáctica, escribió en 1657 su libro
Didáctica Magna, que apunta a las experiencias educativas que reflejaran las experiencias de cada día;
incluyendo materias como música, economía, política, ética y religión.
Este pedagogo expresó que la educación debe tener una duración de 24 años, distribuidos en 4 escuelas:
Escuela elemental o vernácula de los 6 a los 12 años, para la lengua materna, lectura,
escritura, aritmética y ciencias sociales; incentivando la imaginación y la memoria.
Escuela latina o gimnasio, de los 12 a los 18 años, para el estudio de las ciencias.
Esta propuesta adelantada para la época, igualmente seguía sosteniendo una educación diferenciada entre
los nobles y adinerados, a quienes iba dirigida; a diferencia del pueblo a quien seguía destinada la educación
manual.
La ilustración buscó liberar el pensamiento de la represión de la monarquía y del clero. En este proceso
social, la fuerza del Estado fue cada vez mayor, generando el paso de la educación de manos de la iglesia a
su propia égida.
Jean-Jacques Rosseau (1712-1778) centró la mirada en el niño, como un ser con necesidades educativas
propias, diferentes del adulto, y más bien expresó que el niño nace ingenuo, desprotegido y bondadoso, es el
adulto y la sociedad con sus ordenamientos el que lo pervierte.
La edad de la fuerza de la razón y las pasiones, de los 12 a los 20 años, en el periodo que hoy
mencionamos cono adolescencia.
Rousseau indicó que sólo en la segunda etapa debería haber un trabajo más profundo sobre el saber
científico y modos de vivir en sociedad. Las reflexiones de Rousseau, tuvieron peso sobre las producciones
del momento, evidenciándose en las reflexiones de pedagogos tales como Froebel, Pestalozzi y Herbart.
Friedrich Froebel (1782-1852) consideró que el desarrollo de todo niño dependía del desarrollo de una
actividad espontánea (juego), una actividad constructiva (trabajo manual) y el estudio de la naturaleza. Por
ello promovió el desarrollo de los Jardines de infantes, que apuntalaran estas actividades.
Johann Heinrich Pestalozzi (1746-1827) trabajó sobre la importancia de la educación de las clases
populares. Y como ejemplo de esa importancia se colocó al frente de un instituto de niños huérfanos,
mostrado la importancia de la educación en ese grupo, en esa etapa de la vida.
Johann Friedrich Herbart (1776-1841) analizó el proceso de enseñanza, expresando que el mismo debería
poseer cuatro etapas:
Generalización
–
Ordenación y sistematización de los contenidos.
Aplicación
–
Uso de los conocimientos adquiridos en situaciones concretas.
A ello sumó que los objetos debían ser presentados al niño a partir de sus intereses de los alumnos y según
sus diferencias individuales.
Debe mencionarse el aporte de Immanuel Kant (1724-1804), quien superó la dicotomía entre el racionalismo
de Descartes, el empirismo de Locke, al indicar que ciertas ideas eran innatas (noción de espacio y tiempo
que existen como productos de la mente), pero el conocimiento del mundo exterior es el producto de las
experiencias; por lo que afirma que el hombre es lo que la educación hace de él.
También pueden destacarse en este periodo los aportes de Nicolas de Condorcet (1743-1794), quien
promovió la enseñanza universal para eliminar la desigualdad, incluyendo en este proceso tanto a hombres
como mujeres. Si bien se sostenían ciertas diferencias, el pedagogo reconoció en las mujeres su capacidad
educadora.
Augusto Comte (1798-1857) promovió el desarrollo de la ciencia, incluso para el estudio de los procesos
humanos. Destacó la centralidad de la neutralidad de la producción científica, de modo tal que ésta
acompaña el logro y apuntalamiento del orden social, acompañando a las personas en la aceptación del
lugar que le fuera otorgado en el proceso social, indicando la importancia de ocupar ese lugar, marcando los
aportes desde allí realizados.
Estado positivo, el que trata de desarrollar, en el que las explicaciones se sustentan desde la
ciencia, buscando la construcción de leyes científicas.
Ellas son importantes pues, Comte, expresa que, en el desarrollo del ser humano, las mismas vuelven a
presentarse; por lo que en el niño no es conveniente la educación formal, para en la adolescencia adentrar
gradualmente al joven en el estudio de las ciencias, para que el hombre en edad madura llegue al estudio
sistemático de las ciencias.
Quien continúa con las ideas de Comte es Herbert Spencer (1820-1903), quien, interesado por la educación,
sostuvo su valor utilitario, afirmando que la misma debía centrarse en la transmisión de conocimientos que
sean de apoyo para la conservación del individuo en relación a la salud y el trabajo, la familia y la sociedad
en general.
Otro teórico reconocido fue Emile Durkheim (1858-1917) que veía en la educación la herramienta para la
preparación de los niños para la vida en común. A diferencia de Rousseau, sostiene que el hombre nace
egoísta, tendencia que puede ser modificada por la sociedad a través de la educación.
Gadotti (2008) expone los principios de una educación pública socialista y gratuita, destacados por Karl
Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1924):
Formación integral del hombre, el llamado hombre omnilateral, se logrará desarrollando las áreas
mental, física y técnica.
Cuando Marx se refiere a la educación asociada a la producción, cuida de distinguirla de la producción fabril,
y asociarla a la tarea útil, de valor social. Así el tipo de producción debía estar dividida según el desarrollo,
siendo de dos horas por día entre los niños de 9 a 12 años, cuatro horas diarias para los niños de 13 a 15
años, y de seis horas por día para los jóvenes de 16 a 17 años.
Por su parte, Lenin (1870-1924) consideró de mucha importancia a la educación para el logro de la
transformación social. En ese marco, defendió:
La elección de los profesores por la población, del mismo modo que su destitución.
Limitación de la jornada laboral a cuatro horas, para los jóvenes entre 16 y 20 años.
Dentro de este grupo, también se puede señalar el aporte de Antonio Gramsci (1891-1937), quien, siguiendo
la línea teórica expuesta, destacaba la importancia del trabajo como principio antropológico y educativo
básico de toda formación. Propone una escuela unitaria, que relacione la formación intelectual y profesional,
para el trabajo.
Gadotti (2008) destaca a su fundador, Adolphe Ferrièire (1879-1960) pedagogo interesado en desarrollar un
tipo de educación que se base en los impulsos vitales del niño, los que consideró como raíz de la vida, su
base biológica. A partir de allí expresó que la educación debe fomentar la actividad espontánea, personal y
productiva.
Dentro de la Escuela nueva, se destacaron los aportes de John Dewey (1859-1952) quien sostuvo que la
educación debía darse a través de la acción y no de un modo instructivo como el de la escuela tradicional.
Así entendió que la educación es esencialmente pragmática, y en ese marco señaló cinco etapas del acto
de pensar que se desarrollan frente a un problema que se presente:
La experimentación de varias soluciones, hasta que el examen mental apruebe una de ellas.
A partir de este recorrido, se entiende que la educación se da en el proceso (y no producto) del recorrido de
reconstrucción de la experiencia. Así se constituye el fin de la escuela como el proceso en sí mismo,
experimentación que sería de utilidad para el trabajo, para la actividad práctica, para el ejercicio de la
competencia, para el desarrollo social. Por ello puede afirmarse que la escuela nueva acompañó el
desarrollo capitalista.
Otro teórico que se puede destacar dentro de esta corriente es William Kilpatrick (1871-1965), quien
desarrolla el método de proyectos, que hasta hoy ha tenido repercusiones. Este pedagogo, identificó cuatro
tipos de proyectos: de producción, de consumo (que implica utilizar lago ya producido), el de resolución de
algún problema, y el de perfeccionamiento de alguna técnica.
Quien también se organizó su propuesta dentro de la Escuela nueva es Ovide Decroly (1871-1932) al
proponer una pedagogía de los Centros de interés, que son: la familia, el universo, el mundo vegetal, el
mundo animal, etc. En su propuesta, educar era partir de las necesidades infantiles.
Una propuesta fundamental es la de María Montessori (1870-1952) quien comenzó generando propuestas
didácticas adaptadas a niños deficientes, y luego las trasladó a niños normales. En su “Casa dei Bambini”
desarrolló un amplio conjunto de materiales pedagógicos.
Gadotti (2008) sostiene que este movimiento se inspira en el desarrollo teórico de Sigmund Freud,
trasladando el concepto de transferencia desarrollado por este autor a la relación docente-alumno, y al
evidenciar en la escuela la institución que ejerce la práctica represiva de la sociedad sobre el alumno. De
esa forma, la educación en general, y la escuela en particular, obligan al niño a renunciar a impulsos y a
tendencias naturales amoldándose a exigencias morales y culturales; por ello desde esta corriente su busca
desarrollar una educación no represiva, respetuosa del niño.
Como representantes de esta línea de pensamiento se puede mencionar a Gerard Mendel (1930-2004) quien
analizó la autoridad y propuso la apertura de la organización institucional a la política, además de proponer la
participación de los jóvenes en estas decisiones.
Francisco Ferrer Guardia (1859-1909) fue el fundador de la escuela moderna, racionalista y libertadora,
sostuvo así una cruenta crítica a la escuela tradicional, sosteniendo que en la revolución estaba el medio
para la liberación, por ello la educación debería acompañar formando esos esos hombres libres.
Alexander S. Neill (1883-1973) fue un pedagogo que fundó un internado denominado Summerhill, en el que
se promulgaba la educación sin violencia, sin coacción, sin amenazas, donde el niño sólo conociera el límite
en el derecho y la libertad del otro. Así entendía Neill que se formaría un hombre feliz y bueno.
Neill, nunca llegó a desarrollar su sistema de forma extendida y formal, pero se reconocen sus desarrollos
en torno a la educación libre de miedos, de hipocresía, en libertad y tolerancia.
Carl Rogers (1902-1987) fue el padre de la no directividad, reconocía como principios de la educación la
confianza en las potencialidades humanas, pertinencia del asunto que va a ser aprendido o enseñado,
aprendizaje participativo, autoevaluación y autocrítica.
El filósofo Louis Althusser (1918-1990) describió a la escuela como un aparato ideológico del Estado, por lo
que se constituiría como una institución que reproducía la división social de clases imperante en el
capitalismo; en ella, toda transmisión de conocimientos era una imposición del arbitrario cultural de la clase
dominante, con el objetivo de sostenerse en esa posición de dominación de poder.
Por su parte, los sociólogos Bourdieu (1930-2002) y Jean Claude Passeron (1930) sostuvieron que la
escuela es el instrumento más refinado del capitalismo para reproducir las relaciones de producción y el
mismo sistema. Expresaron que toda acción pedagógica es violencia simbólica por imponer un poder
arbitrario, por imponer la cultura dominante. Concluyen que la acción pedagógica tiende a la reproducción
cultural y social.
Christian Baudelot (1938) y Roger Establet (1938) realizaron su investigación sobre el sistema escolar
francés, poniendo en evidencia que los hijos de las familias de clases dominantes son los que menos
repiten y obtienen mejor rendimiento y calificaciones en el sistema escolar. Así mostraron que existen dos
redes escolares: la secundaria superior y la primaria profesional, la primera reservada para los hijos de las
clases dominantes por lo que se abordan contenidos que son preparatorios para los niveles superiores y la
segunda de apertura a las clases dominadas, donde se trabajan contenidos ligados a lo concreto, de cultura
empobrecida y vulgarizada. Con esta afirmación, los investigadores expresaron que, si bien la oferta
educativa y su apertura era mayor, ello no favorecía el cambio en lo referente a la posibilidad de los grupos
más pobres en el recorrido hacia estudios superiores.
Otro referente de esta línea es Basil Bernstein (1924-2000), quien analizó la relación entre lenguaje y
relaciones sociales, generando conclusiones acerca de cómo el lenguaje desarrolla procesos de producción
y reproducción de la cultura en la escuela. Según este teórico, la pedagogía, el programa y la evaluación que
se desarrollan en la escuela, encuadran mensajes que se constituyen como mecanismos de control social.
Una propuesta que retoma estas producciones, pero le da un giro diferente, es la de Henry Giroux (1943)
quien más allá de las perspectivas reproductivistas expresa que desde las escuelas se desarrollan
movimientos que hacen a la no linealidad de la reproducción, en ese sentido desarrolla los conceptos de
conflicto y resistencia como movimientos de oposición a la linealidad de la conservación del orden social de
clases.
Son también interesantes en esta línea los desarrollos de Michael Apple (1942), Peter McLaren (1948) y
Stanley Aronowitz (1933) entro otros.
Entre los pedagogos históricos el autor destaca a José Martí (1853-1895), Domingo Faustino Sarmiento
(1811-1888) José Pedro Varela (1845-1879), Aníbal Ponce (1898-1938) y Carlos Mariátegui (1895-1930).
En América Latina, el desarrollo de la pedagogía es variado y diferenciado como para ser clasificado y
ordenado. Luego de los movimientos independentistas, la mayoría de los países desarrolló una perspectiva
optimista de la función de la educación, entendiéndola como una herramienta de desarrollo democrático. A
ello le sigue una perspectiva desarrollista en educación en el periodo entre 1930 y 1960, seguido por el
crecimiento de la teoría de la liberación. A partir de 1980 no se desarrollan claros paradigmas educativos,
sino más bien desarrollos de conceptos o indicaciones de intervenciones sin una articulación que le
permitiera constituirse como teoría de la educación.
Gadotti (2008) reconoce los aportes de los chilenos Antonio Faundez y Marcela Gajardo; la ecuatoriana Rosa
María Torres, los argentinos Carlos Alberto Torres, Adriana Puiggróss, Isabel Hernández y Enrique Dussel; el
peruano Oscar Jara y el colombiano Orlando Fals Borda.
Puede destacarse el aporte de Paulo Freire (1921-1997) a la educación. Su mayor desarrollo fue en la
educación de adultos, si bien puede extenderse su idea de base a diferentes áreas. El objetivo de esta
pedagogía es la concientización. La crítica de Freire era hacia la educación tradicional, que él llamaba
bancaria, con ello alude a que los procesos educativos “depositan” en el educando los saberes ya acabados,
de forma pasiva, sin intervención alguna. A esta modalidad el autor opone la educación dialógica, partiendo
de la realidad social, donde el educando sea el protagonista de proceso.
La investigación
Donde se delimitan y abordan los temas de la vida cotidiana, para descubrir allí los vocablos y palabras.
La tematización
Problematización
Se descubren los límites, las posibilidades y los retos de las situaciones existenciales concretas, para
poder llevar adelante la praxis transformadora.
Lección 5 de 6
Cierre de la unidad
Conocer las diferentes perspectivas en torno a la educación y su desarrollo permite poder comprender la
situación actual en torno a las propuestas educativas, evidenciar rasgos que perduran y que parecían no
tener explicación; del mismo modo que van a permitir proyectar acciones superadoras.
Conclusión
Se ha desarrollado una presentación con sentido cronológico de las principales corrientes de la pedagogía,
lo expuesto ha sido sólo a modo informativo y muy sintéticamente, pero tuvo como principal objetivo mostrar
cuál ha sido el recorrido de la disciplina; de más está decir que lo expuesto es una ínfima parte de los
desarrollos realizados, pero sirve como punto de partida para continuar investigando sobre las mismas.
Bibliografía
de referencia
–
Gadotti, M. (2008) Historia de las ideas pedagógicas. Buenos Aires: Siglo XXI editores.
Trilla, J. (2001) El legado pedagógico del siglo XX para la escuela del siglo XXI. Barcelona: Graó.
de lectura obligatoria
–
modulo-4-teorias-y-corrientes-pedagogicas-V2138IpB.pdf
2.1 MB