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Literatura Antigua

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CORRIENTES LITERARIAS

LITERATURA ANTIGUA

El período antiguo, que se ubica entre el siglo VIII a. C. y el inicio de la Edad Media,
engloba dos culturas que acabaron siendo vitales para la conformación del mundo como lo
conocemos hoy en día: la romana y la griega.

Las obras producidas por ambas son lo que ahora denominamos “literatura antigua”.

Tradicionalmente, dichas obras se conocen como las primeras manifestaciones literarias


de la historia. Sin embargo, otros pueblos anteriores a los griegos y los romanos ya habían
incursionado en la literatura. Tal es el caso de La epopeya de Gilgamesh, un poema épico
originario de Sumeria.

Ahora bien, a nivel académico, la literatura grecorromana es el punto de partida de las


corrientes literarias, porque en ambas surgieron verdaderos maestros de las letras que fueron
pioneros y ejemplos a seguir.

Sin ellos hubiera sido imposible que surgieran los autores y las corrientes literarias que
vinieron después. En consecuencia, la Antigüedad es obligatoriamente la primera corriente que
debemos estudiar.

Características.
No debemos olvidar que la literatura antigua representa el inicio de toda la literatura. Por
lo tanto, sus características se ubican en un momento en el que los autores no tienen antecedentes
en los cuales inspirarse:

Equilibrio forma-fondo: los textos de la literatura antigua buscan un punto de equilibrio


entre el contenido de la obra y la manera como se presenta. Era importante para los autores que
tanto la forma como el fondo tuviesen un valor propio, sin que ninguno predominara.

Presencia mitológica: en este período la mitología abunda en la producción literaria. Por


ese motivo es que aparecen deidades, semidioses y todo tipo de criaturas mitológicas. Entre los
más conocidos están Zeus, Hércules y los minotauros.

Expresividad del lenguaje: en la Antigüedad también se desarrollaron las figuras


literarias, como la metáfora, el símil y el epíteto. Estos recursos permitían a los autores
embellecer sus obras y elevar, así, las capacidades expresivas del lenguaje utilizado (griego o
latín).

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CORRIENTES LITERARIAS

Predominancia del verso: la forma común de escribir en esta primera corriente era el
verso. Eso aplicaba para las textos dramáticos, narrativos y poéticos por igual. No se utilizaba la
prosa, al menos no en la literatura propiamente dicha. Sin embargo, la mayoría de las
traducciones de las obras de esta época nos han llegado en prosa y no en verso, ya que este último
se pierde al pasar de una lengua a otra.

Autores y Obras Representativas.


Durante el período de la literatura antigua la producción escrita era mucho más limitada a
nivel técnico o tecnológico. No existían las imprentas ni los libros como se conocen ahora.

En consecuencia, muchísimas obras de la Antigüedad han acabado perdidas. Sea como


sea, lo que nos ha llegado fue suficiente para que la literatura cobrara vida:

 Homero: es el autor griego por excelencia. Fue quien compuso la Ilíada y la Odisea, los dos
poemas que fundan la narrativa en la literatura occidental y universal. Asimismo, con ambas
obras logró dar una base sólida al uso de las figuras retóricas, lo que a su vez estableció el
lenguaje literario.
 Hesíodo: fue posterior a Homero, aunque ambos vivieron en el mismo siglo. Su estilo y sus
temáticas estaban muy vinculados a lo campestre. Por otro lado, trató de un modo muy
extenso la mitología griega y el origen de los dioses. Esto se evidencia en la Teogonía, que es
su obra más famosa.
 Esquilo: este fue el primer tragediógrafo griego reconocido de la Antigüedad y, por
extensión, un precursor del teatro moderno. Sus obras más conocidas son La
Orestíada y Prometeo encadenado.
 Sófocles: aquí nos encontramos con otro de los tragediógrafos griegos más importantes. Para
algunos estudiosos es, de hecho, el que mejor representa el espíritu de la tragedia. Entre las
obras de Sófocles se destacan Edipo rey y Antígona.
 Anacreonte: se dedicó a la poesía lírica. Vivió bastante; gracias a ello tuvo tiempo de
componer un sinnúmero de obras, de las cuales nos han llegado muchas. Su temática central
era el placer obtenido a través de los sentidos.
 Virgilio: es el autor romano más trascendental. Cultivó la poesía lírica y también la épica. Se
le conoce por haber compuesto la Eneida, poema estructurado a partir de los textos de
Homero; sin embargo, compuso muchas otras obras de gran importancia, entre ellas
las Bucólicas.
 Séneca: además de ser filósofo, Séneca fue un tragediógrafo romano con bastante influencia
entre sus contemporáneos. Su tragedia más conocida es Fedra, en la cual aborda el mito de
Teseo y su esposa Fedra. No fue el primero en tratar ese tema, aunque su forma de incluir
violencia y sensualidad distinguen mucho su obra de otras adaptaciones.

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CORRIENTES LITERARIAS

LITERATURA MEDIEVAL

La literatura medieval es la corriente que empieza, como bien se puede deducir del
nombre, con la Edad Media, una etapa asociada con lo oscuro y la superstición.

Se extendió por varios siglos, hasta aproximadamente el siglo XIV.

Para entender bien esta corriente debemos tomar en cuenta el factor histórico. Con la
caída del Imperio de Occidente, en el 476 d. C., se marcó el fin del poderío romano y su
influencia; al menos en lo que se refiere a Occidente.

En contraste, el cristianismo (que ya para entonces era la religión oficial de Roma) llegó a
alcanzar su punto de máxima influencia en todos los territorios que alguna vez habían sido del
Imperio.

Así pues, el derrumbamiento de Roma supuso el auge de la religión cristiana.


Naturalmente, eso tuvo una influencia notable en el pensamiento de la humanidad y, por lo tanto,
en su producción literaria.

Según algunos autores, en comparación con la Antigüedad, el Medievo no tuvo tanto


esplendor (en parte por las limitaciones ideológicas de la religión). Pero las obras de esa época
siguen vigentes en la actualidad, lo cual hace válido el estudio de esta corriente literaria.

Características
Las características de la literatura medieval están directamente ancladas al poder y la
influencia cristiana de esta etapa de la historia. En ese sentido, contrastan hasta cierto punto con
las de la literatura antigua:

Predominancia de lo religioso: la religión tenía una presencia absoluta en todos los


textos. Los ideales, los valores y el sentido propio de cada obra se veía influenciada por este
elemento. De ese modo, es imposible entender la literatura medieval sin tomar en cuenta los
principios del cristianismo.

Anonimato ocasional: si bien no sucedía en todos los casos, muchas obras del Medievo
no informan sobre quién es su autor. Por consiguiente, han pasado a tener una autoría anónima.
Con todo, en más de una ocasión algunos críticos y estudiosos han intentado localizar la fuente de
estos textos, no siempre con éxito.

Idealización de la realidad: para nadie es una sorpresa que durante la Edad Media no


existían las comodidades de las que disponemos hoy. Aun así, era normal idealizar la realidad de
muchas maneras. Por ejemplo, en los textos se presentaba el amor como algo perfecto y puro, y
se daba un gran valor a la virginidad de los enamorados.

Rechazo de lo profano: en la literatura medieval no encontraremos normalmente


elementos o influencias que no se ajusten a la ideología cristiana, pues todo lo ajena a ella era
considerado pagano. De hecho, cuando aparecen siempre son planteados con un evidente
rechazo.
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Autores y obras representativas


Como ya dijimos arriba, durante el Medievo la propiedad intelectual no tenía la
importancia que le damos ahora; ni siquiera la que había disfrutado durante la Antigüedad. Así,
es difícil hablar de autores representativos.

Teniendo ese detalle en consideración, es mucho más acertado abordar las obras que
reflejan el espíritu de la literatura medieval.

Vale mencionar que casi todas son cantares de gesta, que eran unos poemas narrativos que
reflejaban hazañas militares y otros valores propios de la Edad Media. Por si acaso, iremos
señalándolos, para evitar confusiones:

 El cantar de Roldán: a este cantar de gesta francés se le considera, si no el primero de todos,


sí uno de los primeros. Está ubicado en la época de Carlomagno y protagonizado por Roldán,
un personaje que representa el perfecto modelo del héroe medieval. A su vez, el emperador
Carlomagno es presentado como el símbolo del cristianismo contra los sarracenos, que
simbolizan lo pagano.
 El cantar de mio Cid: aquí nos encontramos con un canta de gesta de origen español, y el
modelo por excelencia de estos cantares en lengua hispana. Retrata de manera más o menos
histórica la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, un personaje histórico que en la obra busca
recuperar el honor perdido.
 El cantar de los nibelungos: este es un cantar de gesta alemán. Gira principalmente en torno a
la historia del héroe Sigfrido y su esposa Brunilda, aunque incorpora también el ataque de
Atila a los burgundios. Entre otros elementos, cabe destacar la venganza como el motor que
impulsa las acciones de varios personajes.
 Los cuentos de Canterbury: son una serie de historias relatadas desde la perspectiva de los
peregrinos. Se considera que esta obra maneja de forma magistral tanto la crítica como el
humor. Al mismo tiempo, consigue retratar con fidelidad las consecuencias de la lujuria, de la
venganza y del amor.
 La Divina Comedia: es, sin lugar a dudas, la obra más universal de esta época y una de las
más complejas de todos los tiempos. Es un poema narrativo dividido en tres partes:
“Infierno”, “Purgatorio” y “Cielo”. El texto cuenta cómo el personaje de Dante (mismo
nombre del autor) recorre cada uno de esos lugares en una especie de viaje de recuperación
espiritual.

Sobre la Divina Comedia debemos profundizar un poco más. De este texto se podrían señalar
muchísimas cosas.

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LITERATURA RENANCENTISTA

Por “literatura renacentista” se entiende la producción literaria que se desarrolló durante el


Renacimiento. Este último fue uno de los períodos de mayor creatividad dentro de la historia
humana.

Los orígenes de esta corriente literaria se remontan a los finales del siglo XIV y los
principios del XV.

Fue en ese entonces cuando en Florencia las familias de mayor poder decidieron que
necesitaban un arte que las distinguiera del resto de Italia y del Imperio.

De esa forma fue como poco a poco se desarrollaron varias manifestaciones artísticas
inspiradas en el mundo romano y griego. Los artistas miraron hacia el pasado grecorromano, que
había quedado olvidado durante la Edad Media.

Ese movimiento, décadas después, acabó extendiéndose por las demás ciudades italianas
y por Europa. El ideal principal era hacer que renaciera la cultura grecorromana, y de este hecho
obtuvo el nombre con el que pasó a la posteridad.

Características
Ya vimos que en la Edad Media la religión influía en las características de la literatura.
Aquí pasa lo mismo, pero con el mundo grecorromano que se intenta rescatar:

Predominancia de lo grecolatino: en la literatura renacentista la influencia grecolatina


pasa a estar en primer lugar. Eso significa que la mitología y los ideales griegos y romanos son
aprovechados en la producción escrita, sin que haya ningún rechazo por parte los artistas. Incluso
en ciertos casos se reinterpretan los elementos del cristianismo a partir de lo grecolatino.

Imitación de los modelos antiguos: los autores del Renacimiento se fijaron en los modelos
literarios impuestos por los griegos y los romanos e intentaron reproducirlos en sus propias obras.
La imitación es más o menos fiel en función de cada escritor, aunque, en general, todos
compartían la idea de que lo grecorromano era el ideal que se debía seguir.

La belleza de la naturaleza: para los renacentistas la naturaleza representaba una fuente de


belleza absoluta. Por ese motivo, la tomaron como otro centro de inspiración para sus textos.

Desarrollo del humanismo: este rasgo no está tan presente como se ha hecho ver en más
de una oportunidad. En el Renacimiento, la literatura procuró dar un papel fundamental al ser
humano y a su sentir sin que estuviese tan determinado por los ideales religiosos. Pero eso no
significó un desplazamiento total de Dios, que siguió siendo una figura irreemplazable.

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Autores y obras representativas


En este período tenemos obras específicas que popularizaron a sus autores y, a la vez,
escritores que destacaron por varios textos. Así pues, los abordaremos siguiendo ese mismo
orden.

La Celestina: con este nombre se conoce popularmente la Tragicomedia de Calisto y


Melibea, compuesto por Fernando de Rojas. Se trata de un drama teatral en el que una mujer,
Celestina, se encarga de facilitar y ocultar los amores entre los jóvenes Calisto y Melibea. La
obra tiene una estructura tan amplia que es prácticamente imposible representarla, motivo por el
cual se lee más como un relato.

El Decamerón: escrita por el autor italiano Giovanni Boccaccio, esta obra es en realidad


una compilación de cuentos cortos que reflejan algunas de las más bajas pasiones del ser humano.
En ellos se deja en evidencia muchas críticas disfrazadas hacia aquellas personas que profesaban
el cristianismo, pero no cumplían correctamente sus ideales.

El Orlando furioso: se le considera el poema narrativo más importante del Renacimiento.


Fue compuesto por Ludovico Ariosto, y habla sobre la locura de amor sufrida por Roldán (el
mismo personaje del cantar de gesta) hacia Angélica. Toda la obra refleja una gran ironía y un
retrato más humano y menos idealizado sobre los caballeros.

William Shakespeare: es posiblemente el autor más famoso de todos los tiempos. Dedicó
su vida a la poesía y el teatro, aunque fue por este último por lo que pasó a la historia. Compuso
dramas cuyos personajes representan muchas facetas del ser humano. Entre sus textos se
destacan Hamlet, Macbeth y Romeo y Julieta.

Garcilaso de la Vega: fue un poeta español del siglo XVI. Adquirió la esencia


renacentista durante sus viajes a Italia, donde pudo entrar en contacto con el mundo grecolatino.
Esa influencia redirigió sus poemas, que por su métrica y contenido son considerados lo más
elevado del Renacimiento español. Dentro de su amplia obra hay églogas, sonetos y elegías.

John Milton: este poeta inglés, perteneciente al siglo XVII, era un gran conocedor de los
clásicos grecolatinos. Estos influyeron en sus dos poemas más conocidos: El Paraíso perdido,
sobre la caída de Adán y Eva, y El Paraíso recobrado, acerca de las tentaciones sufridas por Jesús
en el desierto. Ambas obras destacaron y siguen destacando por su musicalidad

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CORRIENTES LITERARIAS

EL SIGLO DE ORO

Hablar del Siglo de Oro es bastante complicado, ya que no se trata de un período de 100
años —como todo siglo—; además, engloba varios movimientos literarios al mismo tiempo. Por
si eso no bastara, fue una etapa exclusivamente española.

Tradicionalmente, se toma como inicio del Siglo de Oro el año 1492, cuando Antonio de
Nebrija publica la Gramática castellana.

En cuanto al final, este se corresponde con el año 1681, que fue cuando murió el último
de los representantes de esta etapa, el dramaturgo Calderón de la Barca.

Podemos notar que hablamos de casi doscientos años, un período mayor de lo que se
corresponde a un siglo. Sea como sea, en este período aparecieron autores de un talento
extraordinario nunca antes visto dentro de España, que todavía estaba conformándose en esa
época.

La calidad de las obras compuestas por esos escritores fue lo que hizo añadir el
complemento “de Oro”, que sirve como metáfora para exaltar precisamente ese valor. Desde
entonces, esta corriente literaria ha sido la más fructífera y creativa en la historia de la nación
española.

Movimientos incluidos
Justo arriba dijimos que el Siglo de Oro engloba varios movimientos. Pues bien, si
queremos entender esta corriente debemos hablar un poco de ellos, aun cuando sea de manera
superficial.

Por “movimientos” nos referimos a una serie de estilos adoptados por algunos autores
durante esta etapa. Aunque fueron muchos, nos centraremos en los dos más importantes:

Culteranismo: fue un estilo literario en el que abundaban estructuras y metáforas


complejas, lo que dificultaba el entendimiento del texto. Asimismo, se utilizaba mucho la sintaxis
latina y muchas expresiones propias del latín. El máximo autor culterano fue, sin dudas, Luis de
Góngora.

Conceptismo: es el opuesto del culteranismo. En vez de enfocarse en la forma, se daba


mayor prioridad al fondo. Los autores de este estilo construían conceptos a partir de la asociación
de elementos, con lo cual planteaban ideas muy ambiguas. Su máximo representante fue
Francisco de Quevedo.

Conviene señalar que ambos movimientos suelen ser incluidos por los expertos dentro del
Barroco. Este fue otra etapa de la literatura, pero tuvo lugar no solo en España, sino en toda
Europa; y ocurrió en paralelo al Siglo de Oro.

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Características
Las características que veremos a continuación tuvieron influencia en todos los
movimientos y estilos del Siglo de Oro. Sin embargo, influyeron en unos más que en otros:

 Predominancia del teatro: durante el Siglo de Oro el teatro fue la forma expresiva principal.
Los autores de esta época dejaron de separar la tragedia de la comedia —como hacían los
griegos— y fusionaron ambas en lo que ahora se denomina “drama”. De allí se deriva el
nombre “dramaturgos”, que hace referencia a quienes los componían.
 Lo cotidiano como temática: la cotidianidad, que para los autores de las corrientes anteriores
no era algo digno de ser tratado en las obras, pasó a ser un elemento común, especialmente en
el teatro. Los escritores partían de los sucesos cotidianos para crear sus personajes y tramas.
 Establecimiento de modelos propios: si bien es cierto que los autores del Siglo de Oro
también aprovechaban la influencia grecolatina, no se centraron en simplemente imitar los
modelos literarios de la Antigüedad, sino que procuraron crear los suyos. Algunos escritores
incluso crearon textos de estilo manual que indicaban cómo hacer sonetos, dramas, etc.
 Uso preferente del verso: en esta corriente el verso volvió a cobrar la importancia que tuvo en
la Antigüedad. Se utilizaba la prosa, pero para los textos poéticos y dramáticos se prefería el
verso. No siempre se aplicaba con rimas, sino que se jugaba con varias opciones.

Autores y obras representativas

El Siglo de Oro fue una etapa que engloba a muchísimos autores. No obstante, hay cinco
de ellos que han sobrevivido el paso del tiempo y, además, se han vuelto influencia para los
escritores modernos:

 Lope de Vega: conocido también como “el Fénix de los ingenios”, fue el dramaturgo por
excelencia de todo el Siglo de Oro, además de uno de los autores que más éxito disfrutó en
vida. Su apodo se debe a la inmensa cantidad de obras que dejó en vida. Entre ellas
destacan Fuenteovejuna y La dama boba.
 Miguel de Cervantes: es para muchos el autor más valioso de esta corriente literaria. Si bien
probó suerte con la poesía y el teatro, en ninguno destacó tanto como en la narrativa.
Compuso múltiples cuentos y relatos, aunque su fuerte principal fueron las novelas. La
principal de todas es Don Quijote de la Mancha, la obra narrativa más traducida en el mundo
y la más valiosa en lengua hispana.
 Luis de Góngora: fue el escritor más representativo del culteranismo. De hecho, fue tanto su
aporte a ese estilo que este recibe también el nombre “gongorismo”. Sus obras tuvieron una
especial influencia en Europa y América. Compuso muchísimos poemas, y el más destacado
es Soledades.
 Francisco de Quevedo: está considerado como el autor por excelencia del conceptismo. Como
poeta exploró y practicó todas las formas líricas de su tiempo. Se dedicó también a la prosa y

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al teatro, y cultivó la crítica literaria y la filosofía. Entre sus textos principales, además de los
poemas, están El Parnaso español y Sueños y discursos.

Calderón de la Barca: es el último exponente del Siglo de Oro. Se destacó especialmente


en el teatro. En sus textos utiliza una fórmula de construcción muy enrevesada y compleja,
parecida en buena medida a la del culteranismo. Su obra de mayor éxito es La vida es sueño, mas
puede decirse que toda su producción gozó de popularidad y es materia de estudio al día de hoy.

LITERATURA NEOCLASICA

La literatura neoclásica es, hasta cierto punto, una evolución del Renacimiento.

Lo grecorromano recupera su valor una vez más, solo que ahora deja de ser una fuente
cultural buscada para convertirse en un canon o modelo impuesto a los autores.

Hay que contextualizar esta literatura en el tiempo si queremos comprenderla. Pues bien,
se la suele ubicar en el siglo XVIII, conocido como “Siglo de las Luces”. Ese nombre se le
atribuye debido a la Ilustración, un movimiento intelectual y filosófico que ocasionó grandes
cambios a nivel ideológico.

Dicho movimiento influyó a los autores, como es lógico. En consecuencia, procuraron


apartarse de los valores medievales y se fijaron en el mundo grecolatino, en el cual encontraron
una mayor variedad de ideas.

Sin embargo, ya en el siglo XVII hubo autores que también quisieron darle una nueva
vitalidad al mundo grecolatino rescatado durante el Renacimiento. La influencia de sus obras fue
tal que se les incluye en esta corriente, a pesar de ser anteriores.

Precisamente de ese afán de recuperación en común surge el término “neoclásico”, que


significa ‘el nuevo clásico’. O sea, se toma la literatura clásica o antigua y se reconstruye otra a
partir de sus principios, esquemas y modelos. Por eso esta corriente se llama igualmente
“Neoclasicismo”.

Características
Los rasgos o características de esta corriente están influidos directamente por el contexto
histórico que ya mencionamos arriba. Además, conviene señalar que se dieron en autores de
varias nacionalidades (casi todas europeas):

 El arte como medio de enseñanza: en la literatura neoclásica el arte tenía un carácter


didáctico, es decir, poseía la finalidad de enseñar al lector. La idea de recrear o entretener
quedaba en segundo plano, así que el autor no debía enfocarse en ella, sino en el valor
educativo de su texto.
 La razón por encima de la creencia: esta característica se desprende directamente de la
Ilustración. La razón pasó a ser el elemento que gobernaba por encima de cualquier otra
cosa. Los dioses, las divinidades y cualquier creencia similar eran desechados.

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 Distinción entre géneros literarios: otro rasgo importante de esta corriente es que se


separaba los géneros literarios. De ese modo, no estaba bien visto unir elementos de la
poesía con el teatro, del teatro con la narrativa, etc. Cada género debía mantenerse puro y
tradicional, sin experimentaciones de ningún tipo.
 Uso del lenguaje culto: el lenguaje utilizado por estos autores debía ser culto y elevado.
Cualquier expresión popular o dialecto vulgar tenía que desecharse, ya que solamente la
lengua culta era digna de ser usada con fines artísticos.
 Respeto a la formalidad: la formalidad hace referencia a la manera en la que tenía que
componerse cada género. La norma era apegarse a ella. De hecho, surgieron muchas
academias que regulaban la producción literaria e indicaban lo que era de buen gusto y lo
que no.
 Arte disciplinado: para los neoclásicos, un buen escritor debía ser disciplinado. No debía
dar rienda suelta a su imaginación ni a sus sentimientos. Todo lo contrario, debía regular
las emociones y elaborar su obra con serenidad.

Autores y obras representativas


Dentro de los autores neoclásicos existió una notable variedad en cuanto a los géneros
literarios que cultivaron, además de un esfuerzo notable por lograr un estilo propio y
diferenciado. A continuación conoceremos los más destacados:

Voltaire: fue no solamente un autor de máximo nivel, sino además uno de los filósofos
más importantes de la Ilustración y de la historia. En vida se dedicó a criticar muchos asuntos,
entre ellos el poder de la Iglesia. Sus textos, mayormente narrativos, poseen un carácter crítico y
educativo a la vez; y entre ellos se destacan Edipo y Cándido.

Molière: fue un dramaturgo italiano. Se destacó por tratar innumerables vicios humanos


en sus obras: la avaricia, la venganza, la prepotencia, entre muchos otros. Asimismo, usó muchos
recursos como la sátira y la ironía. Dentro de sus dramas más conocidos están Don Juan y El
enfermo imaginario.

Juan Meléndez Valdés: en este caso nos topamos con un autor español. Cultivó la poesía y
la dramática. En esta última tuvo menos éxito, pues no encajaba con las normas neoclásicas de la
época. En cambio, sus poemas están catalogados entre lo mejor de la lírica del Neoclasicismo. Su
obra más conocida es el poemario La inconstancia: Odas a Lisi, inspirado en un texto de
Góngora.

Jean Racine: se le considera uno de los autores más importantes que ha dado Francia al
mundo. Se dedicó primordialmente a las tragedias, las cuales compuso con una métrica muy
elaborada y con temas ya tratados en la Antigüedad. De sus obras debemos resaltar Fedra (el
mismo mito que ya vimos con Séneca) y Andrómaca.

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ROMANTICISMO

El Romanticismo viene a ser, en buena medida, una reacción en contra del Neoclasicismo.


Si este último se caracterizaba por someter todo a la razón y a la formalidad, el primero optó por
recuperar la libertad creativa de cada escritor.

Esta corriente se consolidó en el siglo XIX, cuando aparecieron sus exponentes más
representativos y de mayor trascendencia. No obstante, ya en el siglo XVIII —el mismo de la
Ilustración— habían surgido algunas manifestaciones que anticiparon la literatura romántica.

El ejemplo más claro fue el Sturm und Drang.

Se trata de un movimiento surgido en Alemania durante la década de 1770. Su traducción


literal es “Trueno e Ímpetu”, y refleja bastante bien lo que fue: un intento de componer a partir de
la imaginación y las sensaciones, dejando por fuera la razón y cualquier límite creativo que esta
pudiese imponer.

El Sturm und Drang, pese a ser breve, afectó a varias ramas del arte, no solo a la
literatura. En cuanto al campo estrictamente literario, aportó los pilares ideológicos del
Romanticismo, que luego serían imitados por una inmensa cantidad de escritores.

Características

Como podemos deducir, las características del Romanticismo son totalmente opuestas a
las del Neoclasicismo. Aquí la objetividad y las normas estilísticas pierden importancia:

 El yo como creador: los escritores del Romanticismo le daban extrema importancia al yo,


esto es, a la primera persona. En consecuencia, los textos solían estar escritos desde esa
perspectiva, especialmente si eran narrativos o poéticos. Este factor es el que les permitía
darles a sus obras la mayor subjetividad posible.
 Predominancia de los sentimientos: en la corriente romántica los sentimientos de cada autor
estaban por encima de todo. Sus textos debían el reflejar el mundo tal como él lo veía, o sea,
desde una perspectiva subjetiva que no necesariamente se correspondía con la realidad.
 Lo individual por encima de cualquier regla formal: para los autores románticos el único
modelo a seguir a la hora de componer era el que ellos mismos se imponían. Rechazaban
por completo cualquier canon o estructura impuesta por las academias (aunque eso no
significaba que no sintieran respeto por la literatura clásica).
 Destino trágico: dentro de los textos del Romanticismo era usual que el destino siempre
fuese un elemento trágico. Nunca se muestra a favor de los personajes, sino que
normalmente los hace vivir una serie de experiencias deprimentes y hasta fatales.
 Experimentación con los géneros: dado que los románticos no se apegaban a los cánones
formales, era común que experimentaran con los géneros literarios. Podían llegar a unir uno
con otro, o incluso a añadir nuevos elementos para enriquecer el género en cuestión.

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CORRIENTES LITERARIAS

 Uso libre del lenguaje: en el Romanticismo se utilizaba la lengua con total libertad. Eso
implicaba que los autores podían usar el lenguaje culto o el popular en función de sus
aspiraciones. Por esa razón, podemos hallar en las obras románticas muchos términos o
expresiones considerados vulgares.
 Lo nacional por encima de lo universal: a los escritores de esta corriente no les importaba
exaltar ningún valor considerado universal. Por el contrario, procuraban destacar el
pensamiento y las ideas que caracterizaban a su país.
 Adaptación de la naturaleza: la naturaleza en la literatura romántica tiende a ser protagonista
en algunas ocasiones. Pero su rasgo más particular es que se adapta a las emociones de los
personajes. Así, se muestra calmada o se altera en función de lo que ellos sientan.

Autores y obras representativas


En el Romanticismo hubo una alta cantidad de obras publicadas, ya que las circunstancias
históricas permitieron que algunos autores se dedicaran de manera profesional a la escritura.

La lista sería inabarcable. Por ende, hemos preferido hacer una selección de los escritores
románticos que más influyeron en su momento y luego de su muerte:

Johann Wolfgang von Goethe: fue no solamente uno de los mayores exponentes del
Romanticismo, sino uno de sus precursores, pues estuvo en el Sturm und Drang. Se destacó en
muchos campos más allá de la literatura. En esta cultivó con muchísimo éxito el teatro y la
narrativa. Sus obras cumbres son Las cuitas del joven Werther y Fausto.

Víctor Hugo: se trata del autor más prolífico de todo el Romanticismo. Compuso en vida
una infinidad de textos que abarcan todos los géneros: poesía, teatro, narrativa y muchos más. El
estilo de este autor se caracterizó por la profundidad psicológica de los personajes que
protagonizaban sus obras. Entre todas ellas sobresalen dos novelas, Nuestra Señora de
París y Los miserables.

François-René de Chateaubriand: este escritor francés incorporó muchos elementos y


valores cristianos en su producción literaria. La mayoría de los textos que compuso se destacan
por tener un tono pesimista, algo muy propio del Romanticismo. El mejor ejemplo de ello son sus
dos novelas Atala y René.

Alexandre Dumas: otro gran exponente del Romanticismo francés. Al igual que Víctor
Hugo, fue sumamente prolífico; sin embargo, se cuestiona mucho si realmente escribió todo lo
que publicó. Sea como sea, se dedicó principalmente a las novelas, las cuales componía con una
estructura muy armoniosa y medida. La más populares son El conde de Montecristo y Los tres
mosqueteros.

José Zorrilla: este es el autor español que representa a la perfección el Romanticismo


dentro de su país. Disfrutó del éxito en vida, y mucho más que sus contemporáneos. Los géneros
que cultivó fueron el teatro y la poesía. Para los críticos su obra mejor lograda es Don Juan
Tenorio, en la cual adapta el mito de don Juan desde la perspectiva romántica.
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REALISMO

El realismo es la corriente literaria que nace en oposición al Romanticismo. Se desarrolló


en su mismo siglo, el XIX, de la mano de autores que no compartían el ideal de la
sentimentalidad y la subjetividad por encima de todo.

Para los escritores del realismo, el factor subjetivo era un adorno innecesario de la
realidad. Eso ocasionaba que el reflejo de los problemas de cada nación, por mencionar un
ejemplo, no fuese preciso. Asimismo, la actitud pesimista de los románticos les parecía algo
absurdo.

Un hecho que tuvo mucho impacto en esta corriente fue la Revolución Industrial.

Con ella se cambió para siempre lo que era el trabajo. Si bien supuso muchas cosas
buenas, generó también muchas injusticias para las clases poco privilegiadas. Esa problemática
social sirvió de inspiración para los autores realistas.

Todo lo anterior no significa que el realismo acabó con el Romanticismo. Ambas


corrientes literarias convivieron por años, ya que siempre hubo escritores que se inclinaban hacia
una o hacia la otra según sus propios gustos.

Características
Todas y cada una de las características del realismo se desprenden del afán de los
escritores por conseguir reproducir la realidad a nivel textual:

Predominancia de lo objetivo: durante el realismo era una prioridad ser objetivo en los


textos. Debía presentarse la realidad tal como era —independientemente de qué tan cruel fuese—,
o al menos aproximarse lo más posible a ella. El autor no permitía que sus emociones le hiciesen
alterarla.

Nivel extremo de detallismo: en la literatura realista el detallismo era elevadísimo. A la


hora de describir personas, lugares, etc., los escritores eran muy precisos e incorporaban todos los
datos posibles. Y si incluían información científica, se aseguraban de que fuese válida.

Los problemas sociales como tema: una de las fuentes de inspiración de los autores
realistas eran los problemas de su tiempo. No se detenían a construir universos o mundos
imaginarios, sino que partían de lo que podían observar, y lo reflejaban con mucha crudeza.

Crítica hacia la problemática social: en esta corriente literaria, era común que los
autores, además de reflejar los problemas, aprovecharan sus textos para emitir juicios casi
siempre negativos hacia ellos. Las obras, por lo tanto, se volvían un medio para canalizar su
desacuerdo con la sociedad y juzgar lo que creían incorrecto.

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CORRIENTES LITERARIAS

Autores y obras representativas


En corrientes anteriores los autores tendían a ser solamente europeos. No obstante, el
realismo llegó a otros rincones del mundo, de donde también siguieron escritores importantes:

Honoré de Balzac: este autor, de origen francés, está considerado como uno de los
primeros exponentes del realismo. Se dedicó de lleno a la narrativa, y pensó en idear un complejo
grupo de novelas que retratara la Francia de su época, pero la muerte se lo impidió.
Afortunadamente, sí logró crear varias obras maestras, como La piel de zapa.

Gustave Flaubert: también francés, fue un escritor que se destacó por su metodología de


composición. Tomaba muy en cuenta qué lenguaje utilizar y cómo usarlo; asimismo, implementó
muchas técnicas narrativas que retomaron autores posteriores. Su obra cumbre, de acuerdo con
los críticos, es la novela Madame Bovary.

Benito Pérez Galdós: se trata del máximo representante del Realismo dentro de España.
Además de una gran creatividad para crear personajes, era particularmente bueno a la hora de
usarlos como medio para reflejar una problemática en sus novelas. En ese sentido se halla
encaminada Tristana, una historia sobre la independencia femenina.

Mariano Azuela: escritor mexicano que se dedicó a varios géneros literarios. Pero fue en
la novela en el que más se destacó. Sus textos reflejan los problemas sociales que atravesaba
México en el siglo XIX, como por ejemplo la diferencia entre la clase alta y la baja. Este tema es
el elemento central de Los de abajo, la más conocida de sus novelas.

Stendhal: fue otro de los primeros autores que desarrollaron el realismo en Francia.


Cultivó principalmente la narrativa, tanto en cuentos como en novelas. En estas se destacó más, y
como ejemplo podemos referir Rojo y negro, en la cual refleja con extraordinaria precisión la
psicología de las personas de su época según el nivel social al que pertenecían.

Fiódor Dostoievski: aquí estamos ante un autor ruso. Su importancia se sostiene en que


logró sobrepasar las fronteras de Rusia y hacerse conocido en Europa. Dentro de sus textos daba
gran prioridad a los aspectos psicológicos de los personajes, aunque su metodología no era tan
cuidada como la de otros escritores. Como máxima obra suya tenemos Crimen y castigo.

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CORRIENTES LITERARIAS

NATURALISMO

El naturalismo representa, de cierta forma, la evolución del realismo (como ocurre con el
Neoclasicismo y el Renacimiento). Se trataba de plantear la realidad con el máximo rigor
científico hasta entonces conocido.

La corriente naturalista empezó a desarrollarse durante la década de 1870 en


Francia.

Cabe señalar que se centró o se limitó al género narrativo, ya fuesen cuentos o novelas. En
consecuencia, no fue tan universal como las corrientes literarias anteriores; tampoco contó con
tantos exponentes como ellas, aunque los que tuvo fueron suficientes como para inmortalizar este
nuevo estilo.

El nacimiento del naturalismo se debió principalmente a los avances de la ciencia, como


el desarrollo de la biología. Todos esos descubrimientos influyeron a un grupo de autores que
decidieron incorporarlos a sus textos, con el fin de lograr un detallismo aún superior al de la
literatura realista.

Uno de ellos y el que dio comienzo formal a la corriente fue Emile Zola. Este escritor, que
además conocía bien el realismo, se mostró muy consciente de lo que buscaba en sus obras: un
enfoque preciso que dejara al descubierto la verdad de la naturaleza humana.

Características
Entre las características del naturalismo podemos encontrar ciertos parecidos en algunos
puntos con el realismo, mientras que en otros se aleja bastante de él:

Máxima objetividad y rigor científico: en el naturalismo era imprescindible lograr ser lo


más objetivo que se pudiera. Igualmente, debía tomarse en cuenta la ciencia a la hora de hablar de
enfermedades, trastornos, etc. Cualquier problema físico o psicológico debía contar con un
respaldo científico y no ser una simple invención del autor.

Ausencia de juicios: este rasgo supuso un punto de quiebre con el realismo. Mientras que
los realistas incluían juicios y opiniones en sus obras, los autores del naturalismo pasaban de eso.
Se limitaban a reflejar sin aportar críticas ni valoraciones.

Visión pesimista: los naturalistas solían imprimir en sus obras una visión pesimista. En
consecuencia, los personajes atravesaban dificultades y experiencias desagradables sin ninguna
esperanza de tener un final feliz. La vida era cruel e injusta, tal como era para los autores.

Lenguaje realista y sin adornos: en el naturalismo se procuró usar un lenguaje popular y


realista. Los autores evitaban cualquier adorno que pudiese entorpecer la fidelidad de la forma
como hablaban los personajes según su rango social.
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CORRIENTES LITERARIAS

Enfoque en las clases marginadas: los naturalistas, como sus antecesores del realismo,
también tomaban en cuenta las problemáticas sociales, pero enfocándose en las clases más bajas.
Las dificultades de los pobres y el menosprecio que recibían de la sociedad eran para ellos su
principal inspiración.

Autores y obras representativas


Anteriormente mencionamos que el naturalismo no tuvo tantos exponentes como otras
corrientes. Con todo, logró expandirse fuera de Francia e influir en escritores de varias
nacionalidades:

Emile Zola: como ya dijimos, fue el representante máximo del naturalismo, además de su


teórico principal. Su segunda novela, Thérèse Raquin, fue todo un éxito. Pero su gran ambición
fue el proyecto Les Rougon-Macquart, una serie de novelas que giran en torno a las diferentes
generaciones de una misma familia; entre ellas podemos resaltar Nana, La ralea y La taberna.

Guy de Maupassant: este autor recibió una gran influencia de Flaubert. A pesar de que
probó escribir algunas novelas, el éxito le llegó con los cuentos. Estos últimos los componía con
una extensión considerable, sin llegar al tamaño de una novela propiamente dicha. Los que mayor
fama le dieron son Bola de Sebo y Pedro y Juan.

Emilia Pardo Bazán: considerada la primera naturalista de España, esta escritora fue una
gran activista y defensora de los derechos de la mujer. Desde el principio de su carrera tuvo
influencia del naturalismo y de Emile Zola, pese a que cuestionaba algunas de sus ideas. Aun así,
las obras que compuso acabaron siendo claves dentro de dicha corriente, como La tribuna y Los
pazos de Ulloa.

Frank Norris: aquí nos topamos con un autor estadounidense. Junto a otros escritores,
fue el responsable directo de la entrada del naturalismo a su país. Conoció dicha corriente en un
viaje a Francia, y a ella dedicó su trabajo literario. Los mejores ejemplos son las novelas The
Pit y McTeague.

Vicente Blasco Ibáñez: es, según muchos críticos, el mejor ejemplo del naturalismo
dentro de España. En su estilo se nota una influencia considerable del propio Zola y de otros
autores franceses. De su amplio repertorio se llevan el protagonismo las novelas La barraca, Los
cuatro jinetes del Apocalipsis y Arroz y tartana.

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CORRIENTES LITERARIAS

MODERNISMO

El modernismo se originó a finales del siglo XIX y continuó hasta comienzos del XX.
Es una corriente muy curiosa, ya que su origen se sitúa fuera de Europa. Hasta ahora el punto de
partida era alguno de los países europeos, mayormente Francia, y luego la influencia se expandía
al resto del mundo.

En este caso la influencia fue de Hispanoamérica hacia Europa.

Tal como ocurrió con el naturalismo, aquí también hay un protagonista claro: Rubén
Darío. A pesar de que hubo ciertos antecedentes, este autor nicaragüense es considerado
oficialmente el primer modernista, además del responsable de popularizar el nuevo estilo literario
en otros lugares.

Darío y los demás modernistas se rebelaron contra la normativa de composición de su


época, la cual estaba influenciada tanto por el realismo como por el naturalismo. Y su éxito fue
tal que otras ramas del arte, como la arquitectura y la pintura, también adoptaron el modernismo.

Características
La literatura modernista se centró más en la poesía que en los demás géneros. Por
consiguiente, algunas características de esta corriente se entienden mejor desde la perspectiva
poética:

Oposición al realismo y al cientificismo: el modernismo se opuso de manera tajante a


las directrices del realismo, que buscaba una fidelidad absoluta hacia la realidad material; y
también al cientificismo propio de la corriente naturalista, que obligaba a considerar los avances
de la ciencia a la hora de crear literatura.

Máxima importancia a la forma y la musicalidad: los escritores de esta corriente tenían


como prioridad la musicalidad de sus poemas. Eso implicaba conseguir un ritmo y una forma
elegantes y perfectas. Este factor hizo que muchos de ellos rescatasen ciertos tipos de versos que
ya no eran usados y los adaptaran a sus intereses.

Rechazo a lo cotidiano: los modernistas rechazaron la realidad cotidiana que vivían. No


les parecía un material útil para la composición, de modo que optaron por buscar o imaginar
rincones exóticos y construir sobre ellos. Dichos rincones muchas veces guardaban relación con
las tierras orientales.

Influencia clásica: en el modernismo tuvo cierto peso el mundo grecolatino. No era un


pilar ineludible, como en el Neoclasicismo, aunque sí era constantemente utilizado por los
autores, quienes lo veían como una forma de darles a sus textos un toque majestuoso y culto.

Visión melancólica sobre la vida: a los autores modernistas el momento histórico que les
tocó vivir no les agradaba. Se sentían insatisfechos, lo cual originó en ellos una actitud muy

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CORRIENTES LITERARIAS

melancólica. En buena medida, esa fue otras de las razones por las que preferían imaginares
lugares exóticos; era como un escape de la realidad, que les parecía decadente.

Autores y obras representativas


Los autores del modernismo son conocidos por su poesía. No obstante, algunos de ellos
también escribieron narrativa y otras formas literarias:

Rubén Darío: se convirtió en el primer modernista a partir de la publicación de su


libro Azul, en el que ya dejaba claros los principios del modernismo. La estética de dicha obra
reflejaba un nuevo espíritu que otros escritores habían intentado plantear sin éxito. Otro texto
importantísimo es Cantos de vida y esperanza.

Amado Nervo: autor mexicano que cultivó varios géneros además de la poesía, pero en
esta última se destacó más. Sus poemas se caracterizan por un profundo aire religioso y
decadente a la vez, lo cual se puede notar en los libros Perlas negras, La amada
inmóvil y Místicas.

Leopoldo Lugones: fue un modernista argentino que experimentó desde muy temprano


con el verso libre en la poesía. Tuvo éxito en varios géneros, entre ellos la narrativa, dentro de la
cual consiguió ser pionero en la literatura fantástica. En su producción literaria resaltan el
poemario Odas seculares y el libro de cuentos La guerra gaucha.

Ramon del Valle Inclán: este escritor español disfrutó del éxito y el reconocimiento en
vida. Se dedicó a la narrativa, al teatro y a la poesía; igualmente, fue un periodista de mucho
prestigio. En sus obras criticaba los vicios de la sociedad española de su tiempo. Las más
conocidas son Cenizas: Drama en tres actos y Aromas de Leyenda. Versos en loor a un Santo
Ermitaño.

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CORRIENTES LITERARIAS

VANGUARDISMO

Cuando hablamos de “vanguardismo” nos referimos a un fenómeno literario que surgió en


Europa a comienzos del siglo XX y que duró algunas décadas. Fue una de las etapas más
creativas y diversas de la literatura.

Esta corriente implica varios movimientos a la vez.

Por lo tanto, no hablamos de un solo estilo, sino de muchos, cada uno con sus rasgos
particulares. Sin embargo, todos compartían una esencia base muy similar, la cual tenía como
punto central el defender la libertad creativa de los autores.

La duración de cada vanguardia o movimiento fue más o menos breve. Pero, en tan corto
tiempo de vida, cada una logró aportar algún elemento innovador a la literatura universal, y esa
influencia se notó en las décadas siguientes.

Movimientos incluidos
Tal como señalamos, el vanguardismo se compone a su vez de varias vanguardias. Para
conocerlas bien es necesario definirlas por separado:

 Surrealismo: se desarrolló alrededor de 1924 en Francia. Tuvo sus bases en la corriente del
psicoanálisis y en la importancia que este le otorgaba al inconsciente. Este le servía al escritor
como guía fundamental a la hora de hacer sus textos, lo que acabó generando obras cargadas
de mucho simbolismo.
 Futurismo: apareció en el año 1909 dentro de Italia mediante el manifiesto futurista, un texto
que resumía las características y principios de la vanguardia. Se centraba en las máquinas, en
la violencia y en la velocidad. A nivel textual, eso supuso una escritura que muchas veces
carecía de signos de puntuación.
 Existencialismo: aunque fue originalmente una corriente filosófica, acabó volviéndose una
vanguardia caracterizada por centrarse en estudia el sentido de la vida y el problema que el
mismo representaba. Los textos existencialistas, además, exploran temas como la libertad y
las emociones de las personas.
 Dadaísmo: surgió en el año 1913 dentro de Suiza. Sus representantes principales fueron
Tristán Tzara y Marcel Duchamp. Esta vanguardia se caracterizó por cuestionar lo que se
entiende por “arte”. En consecuencia, planteaba un estilo de creación literaria sin ninguna
lógica ni coherencia.
 Expresionismo: esta vanguardia se originó en Alemania en 1910. Su principio fundamental
era el rechazo a las leyes morales de la sociedad. En ese sentido, los autores expresionistas se
atrevían a tocar temas que estaban mal vistos socialmente, entre ellos la sexualidad. A la par,
mezclaban lo trágico y lo grotesco para lograr un mayor impacto.
 Creacionismo: aquí sucede algo curioso, y es que uno de los fundadores fue un escritor
chileno, Vicente Huidobro. Él junto a Pierre Reverdy crearon en España una vanguardia que
partía del afán creador de la naturaleza. Así, los autores creacionistas exploraron sus
respectivos idiomas para intentar hallar nuevas formas expresivas.

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CORRIENTES LITERARIAS

 Cubismo: colocamos esta vanguardia en último lugar porque casi no tuvo participación en la


literatura. La desarrolló Guillaume Apollinaire fijándose en los principios cubistas de pintores
como Pablo Picasso. El cubismo literario se enfocó en jugar con las fuentes y otros aspectos
tipográficos de las letras.

Características
Si bien las vanguardias fueron muy variadas, a continuación vamos a presentarte las
características que pueden encontrarse en todas:

Rechazo hacia la burguesía: las vanguardias eran hasta cierto punto una reacción hacia
el mundo burgués y sus valores. Los vanguardistas estaban en contra de ambos, y no dudaron en
utilizar sus textos para atacarlos y sembrar la posibilidad de un cambio.

Oposición a las reglas establecidas: los vanguardistas estaban en contra también de


cualquier regla de composición literaria, de manera que no se ajustaron a ellas. Todo lo contrario,
experimentaron siguiendo sus propias ideas para lograr un estilo propio y nuevos modos de hacer
literatura.

Consciencia creativa: en las corrientes anteriores los autores no se consideraban dentro


de ellas, sino que la denominación fue colocada posteriormente. En cambio, las vanguardias
nacieron de escritores que se unieron para establecer un movimiento. Por ende, eran
completamente conscientes de lo que hacían y de qué nombre darle.

Autores y obras representativas


Entre los vanguardistas hubo muchos autores que podríamos mencionar. No obstante,
hemos decidido centrarnos en los que las fundaron o definieron a través de sus obras:

 André Bretón: fue un escritor francés que se dedicó de lleno a la poesía. Se le considera


el fundador oficial del surrealismo, cuya creación se le ocurrió poco después de entrar en
contacto con las ideas se Sigmund Freud. Algunos de sus poemas más famosos son “La
muerte rosa” y “Silueta de paja”.
 Tristan Tzara: además de una figura de clave del dadaísmo, fue en su momento un poeta
con bastante influencia entre sus contemporáneos. Se le tiene como un vanguardista de
máxima importancia, puesto que el movimiento que creó sirvió de base a otras
vanguardias. Entre sus obras destacan los poemas “La canción de la novia” y “Amiga”.
 Vicente Huidobro: es uno de los poetas más consagrados que ha dado chile al mundo, al
nivel del mismísimo Pablo Neruda, aunque no fue su único género. Fundó varias revistas,
y tuvo relación algunas figuras literarias importantes de su época. En su gran catálogo de
obras podemos hallar Ecos del alma y La gruta del silencio.
 Guillaume Apollinaire: como muchos otros vanguardistas, se centró en el género poético.
Desde muy joven frecuentó círculos literarios en los que empezó a adquirir cierta fama; a
la vez, publicaba artículos de crítica en revistas, varios de ellos acerca del cubismo. Como
poemas principales debemos mencionar “El adiós” y “La linda pelirroja”.

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CORRIENTES LITERARIAS

LITERATURA CONTEMPORANEA

El término “literatura contemporánea” puede adoptar muchos significados. Pero aquí lo


usaremos para referirnos a la corriente literaria que se desarrolló a lo largo del siglo XX en varios
países y de forma paralela a las vanguardias y a las generaciones españolas (que también entran
en lo contemporáneo).

La diversidad de esta etapa de la literatura fue notable.

Ello no se debió solamente a la variedad cultural y geográfica de sus exponentes. Ocurrió


también que muchos de ellos tenían una perspectiva distinta de lo que debía ser el arte literario.

Por ende, aquí nos encontramos frente a una corriente que incluye muchas vertientes
creativas. Y es importante tener ese detalle en cuenta para no generalizar de manera errónea
algún rasgo o particularidad de estos autores.

Características

Como es lógico pensar, al ser esta corriente tan diversa, las características no engloban
a toda la producción literaria. La presencia de una o varias de ellas dependen al final de
cuentas del autor o la obra:

La experimentación como norma: una buena parte de la literatura contemporánea


buscaba experimentar y desafiar todas las normas establecidas. Eso permitió a algunos autores
crear una narrativa más compleja, una poesía más libre e incluso un teatro que involucraba a los
propios espectadores.

Diversidad geográfica en la producción: en esta corriente, comenzó a cobrar


protagonismo la literatura de ciertos países o zonas del mundo que hasta entonces habían pasado
desapercibidas en lo referente al arte literario. Un ejemplo de ello es Latinoamérica.

Influencia bélica: los constantes conflictos bélicos del siglo XX influyeron a muchos


escritores de esta etapa. De ese modo, más de uno se dedicó a explorar en sus obras el asunto de
la guerra y las consecuencias que suponía para la humanidad.

Creación de una identidad nacional: algunos países estaban conformándose en el siglo


XX, y eso exigía una identidad propia y distintiva. Algunos escritores tomaron esa necesidad e
intentaron darle una respuesta a través de la literatura. Fue así como procuraron encontrar formas
expresivas propias que reflejaran sus propios valores e ideas, sin dejarse influenciar por los
modelos europeos (que hasta entonces eran una norma).

Autores y obras representativas

Dentro de la literatura contemporánea, los autores más relevantes escribían en inglés,


francés o español. En este último caso, la gran mayoría eran latinoamericanos:

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CORRIENTES LITERARIAS

 James Joyce: este novelista irlandés fue una figura clave para toda la literatura
contemporánea, debido a que sus obras representaban una innovación total en cuanto a
narrativa. Muchos de los demás autores del siglo pasado recibieron una fuerte influencia de
ellas. Sus textos más representativos son Ulises, Finnegans Wake y Retrato del artista
adolescente.
 Marcel Proust: escritor francés y otra figura tan importante como Joyce en la literatura del
siglo pasado y tan experimental como él. Se le considera principalmente un novelista, y en
sus textos se alejó de la corriente realista para ser más subjetivo. Entre los temas que trató
están el pasado, la memoria y el tiempo. La obra cumbre de este autor es En busca del
tiempo perdido. Casi igual valor tuvo su primera novela, Los placeres y los días.
 Juan Rulfo: si bien su producción literaria fue escasa, apenas tres libros, bastó para renovar
la narrativa dentro de Latinoamérica. Así, fue pionero en muchas técnicas narrativas y hasta
precursor de lo que acabaría llamándose “realismo mágico”. Su producción literaria, famosa
en muchas lenguas, comprende el libro de cuentos El llano en llamas y las novelas Pedro
Páramo y El gallo de oro.
 Jorge Luis Borges: se trata de un autor argentino al que muchos consideran el escritor más
universal del siglo anterior. Cultivó muchos géneros, entre ellos la crítica literaria y la
poesía. No obstante, con el que realmente se destacó fue la narrativa. Sus cuentos están
cargados de una notable erudición, de simbolismo y de múltiples juegos narrativos. Toda su
obra tuvo éxito, pero debemos destacar Ficciones, Historia universal de la infamia y El
Aleph.
 Julio Cortázar: sobre este escritor argentino se han realizado múltiples estudios, charlas y
conferencias. Tanto su obra como sus conceptos acerca de la literatura representan uno de
los más altos niveles a los que ha llegado esta rama del arte en Argentina y Latinoamérica.
Sus géneros principales fueron el cuento y la novela, y como muestra conviene citar los
libros Bestiario, Rayuela y Las armas secretas.
 Gabriel García Márquez: es para muchos el autor colombiano más importante de la
historia. Al margen de su carrera como periodista, se dedicó de lleno a la literatura; más
específicamente, a la narrativa. Su talento lo llevó a ganar el Nobel de Literatura en 1982.
La novela principal de este escritor es Cien años de soledad, mas hace falta mencionar otros
textos importantes, como La mala hora, Doce cuentos peregrinos y El otoño del patriarca.
 Carlos Fuentes: este escritor mexicano, contemporáneo con Márquez y Cortázar, fue otro
de los renovadores de la literatura mexicana. Cada una de sus novelas representan un
patrimonio literario, por su extraordinario desarrollo y por los experimentos y técnicas
narrativos que contienen. Entre ellas se suelen resaltar Terra Nostra y La muerte de Artemio
Cruz.
 Pablo Neruda: sigue siendo el poeta más conocido en lengua hispana. Este autor chileno
logró el éxito desde muy joven; y aunque sufrió muchas controversias, ninguna de ellas ha
logrado quitarle el prestigio obtenido con su incomparable técnica poética. Sus poemarios
más notables son Veinte poemas de amor y una canción desesperada, Residencia en la
Tierra y Canto general.

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