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Sentencia 1

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JUEZ PONENTE: VÍCTOR MARTÍN DÍAZ SALAS

EXPEDIENTE N° AB42-G-2018-000004
En fecha 5 de diciembre de 2018, se recibió en la Unidad de Recepción y Distribución de
Documentos (U.R.D.D.) de las Cortes de lo Contencioso Administrativo, demanda de nulidad
interpuesta conjuntamente con amparo cautelar por el ciudadano Alcides Robles, titular de la
cédula de identidad N° 11.937.326, actuando en su carácter de represente legal de la Sociedad
Mercantil GRUPO MÉDICO LAS ACACIAS, C.A., inscrita por ante el Registro Mercantil Quinto de la
Circunscripción Judicial del Distrito Federal y estado Miranda, en fecha 30 de noviembre de 2001,
bajo el Nro. 54, Tomo 614AQTO, siendo su última modificación de estatutos en fecha 27 de
octubre de 2015, ante el mencionado Registro, bajo el N° 28, Tomo -326-A, debidamente asistido
por el abogado Gianfranco Sicurella Rodríguez, inscrito en el Instituto de Previsión Social del
Abogado bajo el N° 248.207, contra el acto administrativo contenido en la Providencia
Administrativa N° 262, de fecha 4 de octubre de 2018, dictada por el Director del SERVICIO
AUTÓNOMO DE CONTRALORÍA SANITARIA, mediante la cual se decidió: “[…] PRIMERO: Se
RATIFICA medida cautelar de CIERRE TEMPORAL del ÁREA QUIRÚRGICA de la Sociedad de
comercio GRUPO MEDICO [sic] LAS ACACIAS, C.A. […] TERCERO: Se impone MULTA de
conformidad a lo establecido en el artículo 66 de la Ley Orgánica de Salud, a la Sociedad de
Comercio GRUPO MEDICO [sic] LAS ACACIAS, C.A. […] por la cantidad de DOS MIL QUINIENTAS
UNIDADES TRIBUTARIAS (2.500 UT), es decir TRES MILLONES DE BOLÍVARES CON CERO CÉNTIMOS
(Bs. 3.000.000,00) o TREINTA BOLIVARES [sic] SOBERANOS CON CERO CÉNTIMOS ( BsS. 30,00)
[…]”.
El 5 de diciembre de 2018, se dio cuenta a esta Corte y se designó la Ponencia al Juez VÍCTOR
MARTÍN DÍAZ SALAS, a quien se ordenó pasar el presente expediente, a los fines de que dictara la
decisión correspondiente. En esa misma oportunidad se dio cumplimiento a lo ordenado.
Examinadas las actas que conforman el expediente, esta Corte pasa a decidir, previas las
siguientes consideraciones:
I
DE LA DEMANDA DE NULIDAD INTERPUESTA CONJUNTAMENTE CON AMPARO CAUTELAR
En fecha 5 de diciembre de 2018, se recibió del ciudadano Alcides Robles, actuando con el carácter
de apoderado judicial de la sociedad mercantil Grupo Médico Las Acacias, C.A., asistido por el
abogado Gianfranco Sicurella Rodríguez, antes identificados, demanda de nulidad ejercida
conjuntamente con solicitud de amparo cautelar contra el Servicio Autónomo de Contraloría
Sanitaria, con base a los siguientes fundamentos de hecho y derecho:
Señaló, que “En fecha 6 de marzo de 2018, fue recibida en las instalaciones del GRUPO MÉDICO
LAS ACACIAS, una Autorización suscrita por la Ing. Ady Contreras Galavis, actuando en su carácter
de Directora General del Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria, mediante la cual se facultó a
los ciudadanos Marcos Rivero, Yohan Mendes, Miriam Berroteran, José Machado, Omar Muñoz y
Aldo Segovia, para realizar un operativo de inspección sanitaria en los establecimientos de salud
ubicados en Caracas, Distrito Capital, los días Lunes 5, Martes 6, Miércoles 7, Jueves 8 y Viernes 9
de marzo de 2018, quedando expresamente autorizados para realizar inspecciones, levantar actas
y dejar registro fotográfico de todas las actuaciones realizadas […]”.
Indicó, que “El día 8 de marzo de 2018, los funcionarios Omar Muñoz y Marcos Rivero, titulares de
las cédulas de identidad Nros. V-17.643.481 y 18.366.534, se presentaron en las instalaciones del
GRUPO MÉDICO LAS ACACIAS, con el objeto de realizar la inspección correspondiente a la
vigilancia y control, según se evidencia en el Acta de Inspección para Establecimientos de Salud
[…]”.
Manifestó, que “[…] los funcionarios que participaron en la inspección del establecimiento de mi
representada, plasmaron en las hojas de desarrollo del acto administrativo impugnado, una serie
de descripciones generales de las instalaciones del centro de salud, a través de las cuales
concluyeron: ‘(…) Por todos los imponderables expuestos anteriormente se procede al cierre
temporal del área quirúrgica en su totalidad y se sugiere la apertura de un procedimiento
administrativo, remitiendo la presente acta de inspección al departamento de asesoría legal de las
actuaciones correspondientes …’ […]”.
Consideró necesario mencionar, que “En fecha 9 de marzo de 2018, se introdujo ante las Cortes
Primera y Segunda de lo Contencioso Administrativo, demanda de nulidad conjuntamente son
solicitud de amparo cautelar, contra el ACTA DE INSPECCIÓN PARA ESTABLECIMIENTOS DE SALUD
de fecha 8 de marzo de 2018, realizada por el Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria,
mediante la cual se ‘…procedió al cierre temporal del área quirúrgica en su totalidad y se sugiere la
apertura de un procedimiento administrativo…’, la cual fue debidamente distribuida, siendo
asignada a la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, y signada con el número AP42-G-
2018-000032; la referida Corte mediante decisión N° 2018-0196, de fecha 25 de abril de 2018,
admitió la mencionada demanda de nulidad y declaró la improcedencia del amparo cautelar
solicitado, siendo ejercido el debido recurso de apelación contra la mencionada decisión en fecha
2 de mayo de 2018”.
Asimismo, trajo a colación sentencia dictada por la Sala Político Administrativa del Tribunal
Supremo de Justicia, en fecha 7 de agosto de 2018, mediante la cual fue decretada medida de
amparo cautelar y se suspendieron los efectos del Acta de Inspección para Establecimientos de
Salud, de fecha 8 de marzo de 2018, en lo concerniente al “[…] CIERRE TEMPORAL DEL ÁREA
QUIRÚRGICA DEL GRUPO MÉDICO LAS ACACIAS, C.A., hasta que la Corte Primera de lo
Contencioso Administrativo dictará [sic] la decisión de fondo en la causa signada bajo el N° AP42-
G-2018-000032 […]”.
Alegó que el acto impugnado adolece de los vicios de falso supuesto de hecho y de la reedición del
acto administrativo.
Solicitó se decrete amparo cautelar en la presente demanda de conformidad que la Providencia
Administrativa impugnada, viola los derechos establecidos en los artículos 83 y 84 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Fundamentó, el fumus boni iuris en que “[…] tal como lo indique anteriormente, la PROVIDENCIA
ADMINISTRATIVA N° 262, de fecha 4 de octubre de 2018 […] viola y amenaza la integridad de los
derechos constitucionales establecidos en los artículos 83 y 84 de la Constitución […] en el
entendido que el Centro Médico de Salud que presido funge como garante e instrumento de la
protección del derecho a la salud y a la vida del de todas las personas que son atendidas en el
mismo, desde lo que comprende el servicio de medicina preventiva hasta lo requerido para la
trata de urgencias médicas graves y crónicas […]”.
Consideró necesario citar lo establecido en los artículos 83 y 84 de la Constitución y estableció que
“[…] se observa que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, establece una
protección al derecho a la salud y a la vida de las personas, debido a que el misma está
íntimamente ligado con el sistema de seguridad social, garantizando su defensa y otorgando
prioridad a la salud en todos su sentidos”.
Manifestó, que “[…] el Grupo Médico Las Acacias es un centro de salud orientado a la atención de
diversos trabajadores públicos y privados, mediante convenios con empresas de seguros o con
recursos propios, ubicada en el oeste de la Ciudad y que en su mayoría atiende a personas de
escasos recursos que no tienen posibilidad de lograr atención en los grandes centro clínicos
privados […] Asimismo, no puede dejar de considerarse igualmente que en la actualidad los
centros públicos se ven cada día más exigidos por pacientes de escasos recursos que no pueden
acceder a las clínicas de alto costo, y que para palear este escenario, existen pocos centros
médicos que operan por la asociación de profesionales comprometidos con la responsabilidad
social que deben brindar los trabajadores de la salud a toda la Sociedad […] siendo nosotros como
institución una alternativa que asegura a la población la atención de las situaciones médicas para
descongestionar el sistema público de salud […]”.
Alegó, que “[…] tal como se indicó ulteriormente […] la Providencia hoy impugnada, atenta contra
los derechos y deberes que como prestadora de salud le corresponde a mi representada, entre los
cuales está ejercer las practicas y los espacios médicos con las cuales garantiza el preservar la vida
de los pacientes y atender las enfermedades que sufren, lo cual supone en algunos casos la
realización de actividades en quirófano, de modo que al ser ratificada la medida de cierre
temporal del área quirúrgica en el acto impugnado, se ve limitada la posibilidad de intervención
médica a la que por ley y conforme a las normas deontológicas estamos llamados; además de
evidenciarse un claro desconocimiento de los hechos y la sentencia emanada de la Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia en fecha 7 de agosto de 2018, mediante la cual
fueron suspendidos los efectos del acta de inspección para establecimientos de salud de fecha 8
de marzo de 2018, en lo concerniente al cierre temporal del área quirúrgica del Grupo Médico Las
Acacias, C.A., hasta que fuera dictada sentencia definitiva, en la demanda que se lleva ante la
Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, bajo el N° AP42-G-2018-000032”.
Señaló, que “[…] en virtud de los hechos anteriormente mencionados, se evidencia que la
Providencia Administrativa N° 262, de fecha 4 de octubre de 2018, desconoce los efectos de la
decisión emanada de la Sala Político Administrativa de nuestro Máximo Tribunal, queriendo llevar
la procedencia del amparo cautelar decretado por la mencionada Sala, a una inaplicación producto
de que la autoridad administrativa, pretende volver a decidir sobre algo que está siendo juzgado
[…] se observa que al momento en que la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia, dictó la decisión acordando el amparo cautelar solicitado y en consecuencia suspendió los
efectos del acta de inspección para establecimientos de salud, en lo respectivo al cierre temporal
del área quirúrgica del Grupo Médico Las Acacias, C.A., […] la mencionada Sala, paralizó mediante
sentencia definitivamente firme el cierre del área quirúrgica, -medida de cierre que fue ratifica
posterior a la sentencia dictada por la mencionada Sala-; motivo por el cual se observa, que sobre
tal punto -cierre del área quirúrgica- la Administración no debía innovar o reeditar dicha sanción,
sin la anuencia de la Sala Político Administrativa, ya que de hacerlo -como en efecto fue realizado
por el Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria-, se incurriría en una actuación inválida y nula
conforme a lo previsto en el artículo 25 Constitucional, por cuanto fue obviado por dicho Servicio
Autónomo que existía una decisión judicial que habilitaba y protegía la apertura del área
quirúrgica del Grupo Médico Las Acacias, C.A.”.
Destacó, que quedaba “[…] en evidencia que la Providencia Administrativa N° 262, de fecha 4 de
octubre de 2018, al momento de desconocer la decisión proferida por la Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, y ratificar la medida de cierre temporal del área
quirúrgica del Grupo Médico Las Acacias, C.A., nos ha cercenado el garantizar el derecho a la salud
y a la vida, ya que dicha medida nos dejaría en un estado de indefensión al no poder atender las
emergencias lleguen a nuestro Grupo Médico y cumplir con nuestro deber como profesionales de
la salud, deber y derecho establecido en nuestra Carta Magna el cual es priorizar, garantizar,
proteger y defender el derecho a la salud y a la vida. [Motivo por el cual se] demuestra que existe
al menos una presunción grave de la violación de los derechos de orden constitucional ya
mencionados y, en ese sentido, considero cumplido el primero de los requisitos para la
procedencia del amparo cautelar solicitado y así solicito sea declarado por este tribunal”.
[Corchetes de esta Corte].
Fundamentó el periculum in mora basándose en que “[…] Una vez determinado el fumus boni
iuris, o la presunción de la violación grave de un derecho de orden constitucional, debo señalar
que, en razón de ello, existe un riesgo de que en el transcurso del proceso se produzca un daño
que difícilmente o imposiblemente pueda ser reparado con el dictamen de la sentencia definitiva.
[…] del acto administrativo impugnado, queda claramente evidenciador [sic] que al ratificar la
clausura del Área Quirúrgica del Centro Médico que represento, se vuelve a poner en riesgo el
derecho a la salud de los pacientes atendidos y que puedan ser atendido [sic] por mi representada,
máxime cuando este Grupo Médico es responsable del derecho a la salud y a la vida de los
pacientes atendidos, siendo que de presentarse -como en efecto ha ocurrido- una situación
médica que amerite el uso del quirófano, o si algún paciente presenta complicaciones graves por
las cuales amerite ser trasladado de manera inmediata al área quirúrgica para ser tratada dicha
complicación -garantizándole dicho derecho constitucionalmente establecido así como la garantía
del acceso al servicio- ninguna de estas situaciones pueden esperar por el dictamen de una
sentencia definitiva, pues dicha tardanza se traduciría en un peligro grave de la salud y la vida […]”.
Señaló, que “[…] ciudadano Juez, en caso de no decretarse la procedencia del amparo cautelar
solicitado, se estaría cercenando y coartando el derecho a la salud y a la vida de los pacientes de
los cuales somos responsables, ya que dichos derechos se encuentran involucrados íntimamente a
nosotros como Grupo Médico, al estar dichos pacientes bajo nuestros cuidados médicos,
convirtiéndonos en los garantes de preservar, defender y otorgar la mayor protección a la vida y a
la salud, ya que es nuestro deber como profesionales de la medicina. […] Por las razones
anteriormente expuestas, ruego a este órgano jurisdiccional, declare procedente el amparo
cautelar en los términos solicitados y, en consecuencia, se suspendan los efectos de la Providencia
Administrativa N° 262, mediante la cual ratificó la medida del cierre temporal del área quirúrgica y
estableció multa de dos mil quinientas unidades tributarias (2500 UT), y, asimismo, se ordene la
apertura del área quirúrgica y se suspenda el pago de dicha multa mientras dure el presente juicio.
Y así solicito que sea declarado […]”.
Finalmente solicitó que “[…] Se ADMITA la presente demanda de nulidad […] Se declare
PROCEDENTE el amparo cautelar en los términos solicitados y, en consecuencia, se suspendan los
efectos del de la Providencia Administrativa N° 262, mediante la cual ratificó la medida del cierre
temporal del área quirúrgica y estableció multa de dos mil quinientas unidades tributarias (2500
UT), y, asimismo, se ordene la apertura del área quirúrgica y se suspenda el pago de dicha multa
mientras dure el presente juicio […] Se declare CON LUGAR en la definitiva la presente demanda
de nulidad y, en consecuencia, se declare la nulidad absoluta de la PROVIDENCIA ADMINISTRATIVA
N° 262, de fecha 4 de octubre de 2018, suscrita por el ciudadano Omcar Caldera Ramírez, en su
carácter de Director General del Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria, mediante la cual
decidió: ‘(…) PRIMERO: Se RATIFICA medida cautelar de CIERRE TEMPORAL del ÁREA QUIRURGICA
de la Sociedad de comercio GRUPO MEDICO [sic] LAS ACACIAS, C.A. (…) TERCERO: Se impone
MULTA de conformidad a lo establecido en el artículo 66 de la Ley Orgánica de Salud, a la Sociedad
de Comercio GRUPO MEDICO [sic] LAS ACACIAS, C.A., (…) por la cantidad de DOS MIL QUINIENTAS
UNIDADES TRIBUTARIAS (2.500 UT), es decir TRES MILLONES DE BOLÍVARES CON CERO CÉNTIMOS
(Bs. 3.000.000,00) o TREINTA BOLIVARES SOBERANOS CON CERO CÉNTIMOS (BsS. 30,00) (…)’ […]”.
II
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
- De la Competencia
Corresponde a este Órgano Jurisdiccional pronunciarse con respecto a la competencia para
conocer del presente recurso contencioso administrativo de nulidad interpuesto conjuntamente
con solicitud de amparo cautelar por el ciudadano Alcides Robles, actuando en su carácter de
represente legal de la Sociedad Mercantil Grupo Médico Las Acacias, C.A., asistido por el abogado
Gianfranco Sicurella Rodríguez, antes identificados, contra el acto administrativo contenido en la
Providencia Administrativa N° 262, de fecha 4 de octubre de 2018, dictada por el Director del
Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria, mediante el cual “[…] PRIMERO: Se RATIFICA medida
cautelar de CIERRE TEMPORAL del ÁREA QUIRÚRGICA de la Sociedad de comercio GRUPO MEDICO
[sic] LAS ACACIAS, C.A. […] TERCERO: Se impone MULTA de conformidad a lo establecido en el
artículo 66 de la Ley Orgánica de Salud, a la Sociedad de Comercio GRUPO MEDICO [sic] LAS
ACACIAS, C.A. […] por la cantidad de DOS MIL QUINIENTAS UNIDADES TRIBUTARIAS (2.500 UT), es
decir TRES MILLONES DE BOLÍVARES CON CERO CÉNTIMOS (Bs. 3.000.000,00) o TREINTA
BOLIVARES [sic] SOBERANOS CON CERO CÉNTIMOS ( BsS. 30,00) […]”.
Resulta indubitable el carácter de Órgano de la Administración Pública que posee el Servicio
Autónomo de Contraloría Sanitaria y, en consecuencia, por resultar sus actuaciones verdaderos
actos administrativos, estos estarán sujetos al respectivo control de legalidad, atribuido
competencialmente a la Jurisdicción Contencioso Administrativa, como se infiere de la norma
contenida en el artículo 259 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Por
tanto, el conocimiento de las impugnaciones -en sede judicial- de los actos administrativos
emanados de aquella, corresponde a los tribunales con competencia en lo contencioso
administrativo.
Ahora bien, precisado el carácter administrativo de las actuaciones que emanan del ente
recurrido, así como la competencia material de los órganos de la jurisdicción contencioso-
administrativa para conocer de la nulidad de sus actos, es importante señalar que el artículo 24
numeral 5 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, establece la
competencia de los Juzgados Nacionales de la Jurisdicción Contencioso Administrativa (aún Cortes
de lo Contencioso Administrativo), de la siguiente manera:
“Artículo 24. Los Juzgados Nacionales de la Jurisdicción Contencioso Administrativa son
competentes para conocer de:
[…Omissis…]
Numeral 5. Las demandas de nulidad de los actos administrativos de efectos generales o
particulares dictados por autoridades distintas a las mencionadas en el numeral 5 del artículo 23
de esta Ley y en el numeral 3 del artículo 25 de esta Ley, cuyo conocimiento no esté atribuido a
otro tribunal en razón de la materia”.
Ello así, este Órgano Jurisdiccional observa, que el Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria,
adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Salud, no configura ninguna de las autoridades
señaladas en los numerales 5 y 3 de los artículos 23 y 25 de la Ley supra mencionada, y habida
cuenta que el conocimiento de las acciones ejercidas contra el mencionado Ente no le está
atribuido a otro Órgano Jurisdiccional por disposición expresa de la Ley, esta Corte se declara
COMPETENTE para conocer y decidir en primer grado de jurisdicción la pretensión deducida. Así se
declara.
- De la admisión provisional del recurso
Determinada como ha sido la competencia de esta Corte Segunda de lo Contencioso
Administrativo para conocer la demanda interpuesta, si bien correspondería pasar el expediente al
Juzgado de Sustanciación a los fines de hacer pronunciamiento sobre el requisito de admisibilidad,
de conformidad con la previsión establecida en el artículo 35 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa, así como del cumplimiento de los requisitos de la demanda exigidos
en el artículo 33 eiusdem, dada la trascendencia del derecho constitucional alegado, hace
apremiante el pronunciamiento sobre la procedencia del amparo cautelar solicitado, por tanto
resulta oportuno para este Órgano Jurisdiccional traer a colación el criterio, expuesto por la Sala
Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, mediante decisión signada bajo el Nº
1099 de fecha 10 de agosto de 2011, (caso: Inversora Horizonte, S.A.), en la cual sostuvo lo
siguiente:
“De manera pues, que no le es dado a las Cortes de lo Contencioso Administrativo subvertir el
orden procesal, toda vez que corresponde al juez garantizar la estabilidad del proceso, por lo que,
salvo los casos de solicitudes de amparo cautelar, cualquier otro pronunciamiento relativo a las
pretensiones de las partes debe ser realizado luego de admitida la causa y en el presente caso, al
tratarse de un órgano judicial colegiado, tal como lo disponía la norma aplicable rationae temporis
citada, corresponde al Juzgado de Sustanciación. En este sentido la vigente Ley Orgánica de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa igualmente prevé que para dictar medidas cautelares,
previamente debe ser admitida la demanda”.
Del criterio parcialmente transcrito, se advierte que no está dado a este Órgano Jurisdiccional
efectuar pronunciamiento alguno sobre las solicitudes efectuadas por las partes involucradas en la
litis antes de ser admitida la demanda por el Juzgado de Sustanciación, salvo los casos de
solicitudes de amparo cautelar, en atención a los principios constitucionales de tutela judicial
efectiva e instrumentalidad del proceso, consagrados en los artículos 26 y 257 de la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela, respectivamente.
En virtud de ello, y atendiendo a lo establecido en el artículo 35 de la Ley Orgánica de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa, observa esta Corte que en la citada causa no se acumulan
acciones que se excluyan mutuamente o cuyos procedimientos sean incompatibles; igualmente no
se evidencia la falta de algún documento indispensable para verificar si la acción es admisible;
asimismo el recurso no contiene conceptos ofensivos o irrespetuosos, o de tal modo ininteligibles
que resulte imposible su tramitación; no se observa cosa juzgada, del mismo modo al menos en
esta etapa procesal no se constata de la documentación que riela al expediente judicial que la
presente demanda esté incursa en algún supuesto de inadmisibilidad previsto en la citada Ley.
De esta manera, actuando esta Corte como Juez Constitucional, ADMITE provisionalmente la
presente demanda de nulidad interpuesta conjuntamente con amparo cautelar, contra la
Providencia Administrativa N° 262 de fecha 4 de octubre de 2018, suscrita por el Director del
Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria, en acatamiento de la sentencia parcialmente
transcrita, que permite pronunciarse sobre el amparo cautelar haciendo énfasis en que no se
revise el requisito de caducidad. Así se decide.
- Del amparo cautelar solicitado
Determinada la admisión provisional del recurso, pasa este Órgano Jurisdiccional a pronunciarse
acerca del amparo cautelar interpuesto conjuntamente con la demanda de nulidad, y a tal efecto
observa:
Respecto al amparo ejercido en forma conjunta con el recurso de nulidad, la jurisprudencia de
manera reiterada, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5 de la Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales, ha sostenido que su naturaleza es accesoria y
subordinada a la acción o recurso ejercido en forma conjunta, y por tanto, su destino es temporal,
provisorio, sometido al pronunciamiento final que se emita en el recurso principal. De allí que en
estos casos, el mandamiento de amparo otorgado tenga solamente efectos mientras dure el juicio,
requiriéndose para acordarlo la presentación en autos, de un medio de prueba suficiente que
constituya presunción grave de violación o amenaza de violación de los derechos constitucionales
que se invocan como lesionados. Además esta Corte debe destacar que el procedimiento que
debe regir en caso de amparo cautelar será el establecido en el artículo 103 y siguientes de la Ley
Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
La anterior afirmación encuentra sustento en la sentencia N° 00402 de fecha 20 de marzo de 2001,
dictada por la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, (caso: Marvin Sierra
Velasco), mediante la cual se determinó la naturaleza del amparo cautelar (criterio ratificado
recientemente por la misma Sala, en Sentencia N° 840 del 10 de junio de 2009, (caso: Alcaldía del
Municipio José Gregorio Monagas), y que señaló expresamente lo siguiente:
“Así, invariablemente ha entendido la doctrina del Alto Tribunal que en el caso de la interposición
de un recurso contencioso-administrativo o de una acción popular de inconstitucionalidad de leyes
y demás actos normativos, ejercidos de manera conjunta con el amparo constitucional, éste último
reviste un carácter accesorio de la acción principal, al punto de que la competencia para conocer
de la medida de tutela viene determinada por la competencia de la acción principal.
Dentro de ese contexto, luce adecuado destacar el carácter cautelar que distingue al amparo
ejercido de manera conjunta y en virtud del cual se persigue otorgar a la parte afectada en su
esfera de derechos constitucionales, una protección temporal, pero inmediata dada la naturaleza
de la lesión, permitiendo así la restitución de la situación jurídica infringida al estado en que se
encontraba antes de que ocurriera la violación, mientras se dicta decisión definitiva en el juicio
principal.
(…Omissis...)
Se justifica, entonces, que una vez admitida la causa principal por la Sala, se emita al mismo
tiempo un pronunciamiento sobre la medida cautelar de amparo solicitada, con prescindencia de
cualquier otro aspecto, cumpliéndose así con el propósito constitucional antes acotado.
En ese sentido, es menester revisar el cumplimiento de los requisitos que condicionan la
procedencia de toda medida cautelar, adaptados naturalmente a las características propias de la
institución del amparo en fuerza de la especialidad de los derechos presuntamente vulnerados.
Dicho lo anterior, estima la Sala que debe analizarse en primer término, el fumus boni iuris, con el
objeto de concretar la presunción grave de violación o amenazas de violación del derecho
constitucional alegado por la parte quejosa y que lo vincula al caso concreto; y en segundo lugar,
el periculum in mora, elemento éste determinable por la sola verificación del requisito anterior,
pues la circunstancia de que exista presunción grave de violación de un derecho de orden
constitucional, el cual por su naturaleza debe ser restituido en forma inmediata, conduce a la
convicción de que debe preservarse ipso facto la actualidad de ese derecho, ante el riesgo
inminente de causar un perjuicio irreparable en la definitiva a la parte que alega la violación”.
Así, tenemos que el amparo cautelar tiene una naturaleza meramente accesoria y preventiva
respecto del recurso principal, resultando necesario para su procedencia los requisitos típicos de
las medidas cautelares, sólo que atendiendo a la esencia misma del amparo se requiere la
violación o amenaza de violación de derechos o garantías constitucionales.
De igual manera, en atención al criterio jurisprudencial supra transcrito, es de rigor para el juez
que emprende la labor de realizar la cognición breve que por antonomasia representa el juicio
cautelar, determinar y verificar de manera ostensible la configuración del fumus boni iuris o
presunción de buen derecho, como la procedencia del periculum in mora o peligro en la mora,
elemento éste último determinable por la sola verificación del requisito anterior.
Bajo esta línea argumentativa, en lo que atañe al primer elemento propuesto, a saber, la
presunción de buen derecho, ha sido criterio reiterado y pacífico de la doctrina como de la
jurisprudencia, que éste comprende un cálculo preventivo o juicio de probabilidad y verosimilitud
sobre la pretensión constitucional del demandante; correspondiéndole al Juez la verificación de
los alegatos expuestos en el libelo por el accionante, los cuales se encuentran contenidos en los
recaudos o elementos presentados como soporte de la acción de amparo cautelar a los fines de
indagar sobre la existencia del derecho que se reclama.
En tal sentido, se advierte que en lo que respecta a la acción de amparo cautelar, la parte actora
argumentó que “[…] tal como lo indique anteriormente, la PROVIDENCIA ADMINISTRATIVA N° 262,
de fecha 4 de octubre de 2018 […] viola y amenaza la integridad de los derechos constitucionales
establecidos en los artículos 83 y 84 de la Constitución […] en el entendido que el Centro Médico
de Salud que presido funge como garante e instrumento de la protección del derecho a la salud y a
la vida del de todas las personas que son atendidas en el mismo, desde lo que comprende el
servicio de medicina preventiva hasta lo requerido para la trata de urgencias médicas graves y
crónicas […] la Providencia hoy impugnada, atenta contra los derechos y deberes que como
prestadora de salud le corresponde a mi representada, entre los cuales está ejercer las practicas y
los espacios médicos con las cuales garantiza el preservar la vida de los pacientes y atender las
enfermedades que sufren, lo cual supone en algunos casos la realización de actividades en
quirófano, de modo que al ser ratificada la medida de cierre temporal del área quirúrgica en el
acto impugnado, se ve limitada la posibilidad de intervención médica a la que por ley y conforme a
las normas deontológicas estamos llamados; además de evidenciarse un claro desconocimiento de
los hechos y la sentencia emanada de la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia en fecha 7 de agosto de 2018, mediante la cual fueron suspendidos los efectos del acta de
inspección para establecimientos de salud de fecha 8 de marzo de 2018, en lo concerniente al
cierre temporal del área quirúrgica del Grupo Médico Las Acacias, C.A., hasta que fuera dictada
sentencia definitiva, en la demanda que se lleva ante la Corte Primera de lo Contencioso
Administrativo, bajo el N° AP42-G-2018-000032”.
Asimismo, que “[…] en virtud de los hechos anteriormente mencionados, se evidencia que la
Providencia Administrativa N° 262, de fecha 4 de octubre de 2018, desconoce los efectos de la
decisión emanada de la Sala Político Administrativa de nuestro Máximo Tribunal, queriendo llevar
la procedencia del amparo cautelar decretado por la mencionada Sala, a una inaplicación producto
de que la autoridad administrativa, pretende volver a decidir sobre algo que está siendo juzgado
[…] se observa que al momento en que la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de
Justicia, dictó la decisión acordando el amparo cautelar solicitado y en consecuencia suspendió los
efectos del acta de inspección para establecimientos de salud, en lo respectivo al cierre temporal
del área quirúrgica del Grupo Médico Las Acacias, C.A., […] queda en evidencia que la Providencia
Administrativa N° 262, de fecha 4 de octubre de 2018, al momento de desconocer la decisión
proferida por la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, y ratificar la medida
de cierre temporal del área quirúrgica del Grupo Médico Las Acacias, C.A., nos ha cercenado el
garantizar el derecho a la salud y a la vida, ya que dicha medida nos dejaría en un estado de
indefensión al no poder atender las emergencias lleguen a nuestro Grupo Médico y cumplir con
nuestro deber como profesionales de la salud, deber y derecho establecido en nuestra Carta
Magna el cual es priorizar, garantizar, proteger y defender el derecho a la salud y a la vida. [Motivo
por el cual se] demuestra que existe al menos una presunción grave de la violación de los derechos
de orden constitucional ya mencionados y, en ese sentido, considero cumplido el primero de los
requisitos para la procedencia del amparo cautelar solicitado y así solicito sea declarado por este
tribunal”. [Corchetes de esta Corte].
Ahora bien, es preciso indicar que las nomas denunciadas como conculcadas por la representación
judicial de la sociedad mercantil Grupo Médico Las Acacias, C.A., se refieren a la violación del
derecho a la vida y a la salud.
Precisado lo anterior, a los fines de evitar una lesión irreparable o de difícil reparación, producto
de la ejecución del acto impugnado que pueda atentar contra el derecho fundamental a la salud y
a la vida, esta Corte considera necesario traer a colación lo establecido en los artículos 83 y 84 de
la Constitución de la República de Venezuela, los cuales son del siguiente tenor:
“Artículo 83. La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará
como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar
la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen
derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y
defensa, y el de cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de
conformidad con los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por la República.
Artículo 84. Para garantizar el derecho a la salud, el Estado creará, ejercerá la rectoría y gestionará
un sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial, descentralizado y participativo,
integrado al sistema de seguridad social, regido por los principios de gratuidad, universalidad,
integralidad, equidad, integración social y solidaridad. El sistema público de salud dará prioridad a
la promoción de la salud y a la prevención de las enfermedades, garantizando tratamiento
oportuno y rehabilitación de calidad. Los bienes y servicios públicos de salud son propiedad del
Estado y no podrán ser privatizados. La comunidad organizada tiene el derecho y el deber de
participar en la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y control de la política
específica en las instituciones públicas de salud”.
De las disposiciones trascritas anteriormente, se evidencia que el Estado tiene el deber de
garantizar a todas las personas el goce y ejercicio del derecho a la salud, como parte del derecho a
la vida, con el fin de preservar las condiciones y la calidad de esta, ya que dichos derechos están
íntimamente ligados con el sistema de seguridad social.
Esta Corte observa que para lograr lo anteriormente mencionado, el Estado haciendo uso del
ejercicio de sus competencias, debe fiscalizar y supervisar que los prestadores de los servicios de
salud, deban cumplir con los estándares exigidos por las leyes.
En este ámbito, se evidencia que la parte demandante explanó, que la Providencia impugnada,
atenta contra los derechos y deberes que como prestadora de salud están llamados a ejercer,
entre los cuales se encuentra ejercer las prácticas médicas con las cuales se garantiza el derecho
de preservar la vida de los pacientes y atender las enfermedades de los mismos; actividades que
podrían conllevar en algunos casos a la realización de actividades en el quirófano, de manera tal
que al ratificarse la medida del cierre temporal del área quirúrgica en su totalidad le estaría
limitando la intervención médica a la que por las normas deontológicas están llamados a ejercer.
Ahora bien, se observa que si bien es cierto que el acto cuya suspensión se está pidiendo por la
parte actora, deviene de una actividad de fiscalización y control por parte de los entes y
organismos prestadores del servicio de la salud, no es menos cierto que deben ponderarse en los
casos similares la correspondencia entre los intereses colectivos y particulares, a los fines de que
sea garantizado y asegurado el adecuado disfrute del derecho a la salud y a la vida que tienen
todas las personas.
Visto lo anterior, quien aquí decide considera a prima facie que resulta necesaria la operatividad
del área quirúrgica del Grupo Médico Las Acacias, a los fines de garantizar al colectivo el goce y el
ejercicio del derecho a la salud constitucionalmente establecido, por lo cual se considera que en el
presente caso se verificó el requisito de la presunción del buen derecho para el otorgamiento del
amparo cautelar. Así se decide.
Ahora bien, de conformidad con la jurisprudencia patria establecida sobre la materia, al
constatarse la presunción del buen derecho, surge el riesgo de causar un perjuicio irreparable a la
accionante, es decir, el periculum in mora. Así se establece.
Por todos los motivos antes explanados, esta Corte Segunda de lo Contencioso Administrativo,
debe declarar PROCEDENTE el amparo cautelar solicitado en la presente causa y se SUSPENDEN
los efectos del acto administrativo contenido en la Providencia Administrativa N° 262 de fecha 4
de octubre de 2018, suscrita por el Director del Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria,
adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Salud, hasta tanto se dicte la decisión de fondo que
resuelva el mérito de la presente controversia. Así se declara.
Ahora bien, es pertinente reiterar que todos los razonamientos señalados precedentemente son
realizados de manera preliminar, ya que en esta decisión se pasó a conocer prima facie de la
solicitud de amparo cautelar y en ningún caso se pasó a resolver el mérito del asunto
controvertido; lo cual, debe ser analizado en el marco de la sentencia de mérito correspondiente
donde las partes demostrarán sus afirmaciones de hecho, presentarán sus defensas y elementos
probatorios a los fines de hacer valer sus derechos e intereses, cuya decisiva solución se
determinará, -se insiste- es en la etapa de dictar la sentencia definitiva. Así se declara.
Tomando en consideración lo antes expuesto, se ORDENA remitir el presente expediente al
Juzgado de Sustanciación de esta Corte a los fines que de curso al procedimiento. Así se decide.

III
DECISIÓN
Por las razones expuestas, esta Corte Segunda de lo Contencioso Administrativo, administrando
justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara:
1.- Que es COMPETENTE para conocer y decidir en primer grado de jurisdicción de la demanda de
nulidad interpuesta conjuntamente con amparo cautelar por el ciudadano Alcides Robles, titular
de la cédula de identidad N° 11.937.326, actuando en su carácter de represente legal de la
Sociedad Mercantil GRUPO MÉDICO LAS ACACIAS, C.A., inscrita por ante el Registro Mercantil
Quinto de la Circunscripción Judicial del Distrito Federal y estado Miranda, en fecha30 de
noviembre de 2001, bajo el Nro. 54, Tomo 614AQTO, siendo su última modificación de estatutos
en fecha 27 de octubre de 2015, ante el mencionado Registro, bajo el N° 28, Tomo -326-A, asistido
por el abogado Gianfranco Sicurella Rodríguez, inscrito en el Instituto de Previsión Social del
Abogado bajo el N° 248.207, contra el acto administrativo contenido en la Providencia
Administrativa N° 262, de fecha 4 de octubre de 2018, dictada por el Director del SERVICIO
AUTÓNOMO DE CONTRALORÍA SANITARIA, mediante la cual se decidió: “[…] PRIMERO: Se
RATIFICA medida cautelar de CIERRE TEMPORAL del ÁREA QUIRÚRGICA de la Sociedad de
comercio GRUPO MEDICO [sic] LAS ACACIAS, C.A. […] TERCERO: Se impone MULTA de
conformidad a lo establecido en el artículo 66 de la Ley Orgánica de Salud, a la Sociedad de
Comercio GRUPO MEDICO [sic] LAS ACACIAS, C.A. […] por la cantidad de DOS MIL QUINIENTAS
UNIDADES TRIBUTARIAS (2.500 UT), es decir TRES MILLONES DE BOLÍVARES CON CERO CÉNTIMOS
(Bs. 3.000.000,00) o TREINTA BOLIVARES [sic] SOBERANOS CON CERO CÉNTIMOS ( BsS. 30,00)
[…]”.
2.- ADMITE provisionalmente la referida demanda de nulidad;
3.- PROCEDENTE el amparo cautelar solicitado, en consecuencia:
4.- Se SUSPENDEN los efectos del acto administrativo contenido en la Providencia Administrativa
N° 262 de fecha 4 de octubre de 2018, suscrita por el Director del Servicio Autónomo de
Contraloría Sanitaria.
5.- Se ORDENA remitir al Juzgado de Sustanciación de esta Corte a los fines que de curso al
procedimiento.
Publíquese y regístrese. Déjese copia de la presente decisión. Cúmplase lo ordenado.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Sesiones de esta Corte Segunda de lo Contencioso
Administrativo, en Caracas a los ( ) días del mes de de dos mil dieciocho (2018). Años 208° de la
Independencia y 159° de la Federación.
El Presidente,

ELEAZAR ALBERTO GUEVARA CARRILLO


El Vicepresidente,

FREDDY VÁSQUEZ BUCARITO

El Juez,

VÍCTOR MARTÍN DÍAZ SALAS


Ponente
El Secretario,

LUIS ARMANDO SÁNCHEZ

Exp. Nº AB42-G-2018-000004
VMDS/25
En fecha _________________ ( ) de ___________________ de dos mil dieciocho (2018), siendo la
(s) _______ de la ____________, se publicó y registró la anterior decisión bajo el Nº
___________________________.
El Secretario.

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