Comprension Lectora
Comprension Lectora
Comprension Lectora
1. Nivel Literal
En el Nivel Básico o Literal se identifican las ideas principales y refuerza la memoria con anotaciones o dibujos.
También llamado “Comprensión centrada en el texto”, el Nivel Literal se refiere a entender bien lo que el texto
realmente dice y a recordarlo con precisión y corrección.
Este nivel de pensamiento está relacionado con preguntas que piden identificar la información explícita en el
texto, o sea, que solicitan hallar la idea principal, reconocer y recordar hechos y detalles.
¿Cómo logramos eso? Pidiéndoles a los lectores que estén atentos de los nombres de personajes, incidentes,
tiempo, lugar, hechos minuciosos, de las secuencias, o sea, del orden de los accidentes o acciones planteados
con claridad, de relaciones de causa y efecto y de los rasgos de carácter de los personajes.
Para hacer esto más fácil, puedes pedirles a tus alumnos que subrayen aquello que encuentran interesante de
acuerdo al objetivo al leer. Además, pueden escribir al costado la idea o sentimiento que despierta tal lectura. Si
fuera poco, dibujar lo que se está leyendo permitirá fijar la memoria, además de tener un panorama más amplio
y menos lineal de la lectura.
Mediante este trabajo, el maestro comprobará si el alumno puede expresar lo que ha leído con un vocabulario
diferente. Si fuera el caso, le será fácil desarrollar el siguiente nivel de comprensión.
2. Nivel Inferencial
En el Nivel Inferencial se hallan pistas, se interpretan e infieren según los conocimientos previos.
Un lector competente es capaz de realizar inferencias de un texto. Inferir es leer entre líneas, extraer una
información no explícita en el texto, pero que, quizá, el escritor o escritora intentaron transmitir.
También es común que los autores supongan que sus lectores ya conocen algunos aspectos del tema, y por ello
omiten información en la que el lector debe pensar para comprender su sentido.
Por lo tanto, para entender un texto, además de la información explícita debes considerar la información
implícita, es decir, aquellas ideas que no fueron expresadas literalmente pero que pueden inferirse.
Un lector que infiere es capaz de:
3. Nivel Crítico
En el Nivel Crítico, el lector distingue entre hechos y opiniones.
Una lectura crítica desarrolla nuestro razonamiento y nos adiestra para distinguir los hechos de las opiniones y
los objetivos declarados de los reales.
La comprensión lectora a Nivel Crítico implica un ejercicio de valoración y de formación de juicios propios del
lector a partir del texto y sus conocimientos previos, con respuestas subjetivas sobre personajes, autor,
contenido e imágenes literarias.
Las preguntas de este nivel te exigen evaluar el texto, identificar el formato, el tipo de texto, la intención
comunicativa, el tono del emisor, así como emitir un juicio de valor con el respectivo argumento que respalde tu
punto de vista. Tu argumentación debe ser consistente y basada en lo que propone el mismo texto.
Por ejemplo, si en un libro sobre contaminación ambiental, el autor declara en el prólogo que su objetivo es
analizar las causas de la polución y en el índice no aparece ninguna referencia a los desechos industriales y las
empresas, podemos suponer que hay otro objetivo no declarado. Ahora bien, si el objetivo declarado por el
autor es hacer accesible al público nociones de filosofía, pero al leerlo descubrimos que en realidad el autor
busca hacer alarde de sus conocimientos y erudición, entonces el objetivo era solo elevar su ego. La distinción
entre hechos y opiniones resulta útil en todos los textos, especialmente en historia, política y periodismo.
Un hecho es una enunciación que puede verificarse. Si leemos que “Los metales se dilatan con el calor” o que
“Cristóbal Colón descubrió América”, podemos verificar la información ya sea con experimentos científicos,
documentos o material de archivo.
La opinión presenta una de las posibles interpretaciones de un hecho. Las opiniones tienen siempre una carga
subjetiva, son juicios de difícil comprobación. Nuestras creencias, pareceres y sensaciones no son hechos sino
opiniones.