Rumbo de Fiesta (Manuel Barbadillo - Selección Poética)
Rumbo de Fiesta (Manuel Barbadillo - Selección Poética)
Rumbo de Fiesta (Manuel Barbadillo - Selección Poética)
BARBAD ILLO
Selección poetica
Manuel Barbadillo Rodríguez
Selección poética
&
Edición y estudio de
José Jurado Morales
ÄUCA Universidad
de Cádiz
Colabora:
Servicio de Publicaciones
2003
Barbadillo Rodríguez, Manuel
Selección poética / Manuel Barbadillo Rodríguez;
edición y estudio de José Jurado Morales. — Cádiz :
Universidad, Servicio de Publicaciones, 2003. -- pp. 396.
ISBN 84-7786-869-7
821.134.2-1” 19”
ISBN: 84-7786-869-7
Depósito Legal: CA-536/03
Diseño: Cadigrafía
Maquetación y fotomecánica: Produce
Nota preliminar.............................................................. 15
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Manuel Barbadillo, un bodeguero con vocación literaria
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INTRODUCCIÓN
“Un bodeguero
con vocación literaria”
I. Perfil biográfico de Manuel Barbadillo
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Querido hijo:
Te ruego transmita, a los socios hoy reunidos, la resolución
siguiente.
Nuestra sociedad entra ahora en una nueva etapa de vida
comercial que considero francamente conveniente para
todos, si bien esta circunstancia de mutación o de cambio
me obliga a retirarme yo (después de 55 años de mando
oficial sin contar los años anteriores a esta fecha) y dejar
paso a una nueva dirección que conjugue mejor con los
tiempos actuales y principalmente con el sentimiento
colectivo de la nueva, o al menos, modificada empresa.
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por una sola vez, que “me hiciese caso”. Accedió. Al pasar
por el Cementerio le dijo a quien lo llevaba que lo dejase
allí, que iba a morir.
Aquella noche le pidió a los nietos que lo acercasen a ver
el mar por última vez, y después se quedó dormido, para
no despertar. Sobre el mediodía perdió el pulso y se fue:
mandó hasta en la muerte.42
42 Barbadillo, Antonio Pedro: Historia de las Bodegas Barbadillo, op. cit., pág.
365.
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'Cfr Barbadillo, Antonio Pedro: “Dedicatoria", “Aloque", op. át., págs. 128
129.
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72 Cela, Camilo José: “Presencia del amigo”, La Voz del Sur (Jerez de la
Frontera), 26 de noviembre de 1950.
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Julio Asquerino.
Mi excelente y muy querido amigo: Acabo de recibir su
carta con el obsequio de nuestro amigo Barbadillo, a
quien ruego a Vd. haga presente mi profunda gratitud.
Dígale Vd. también que si su rasgo generoso le ha con
quistado un amigo, él tenía en mí ya un sincero y devoto
partidario de sus bellos versos que deseo ver pronto publi
cados. Avíseme Vd., en efecto, cuándo sale el libro para
que yo dé mi composición a ABC, lo cual constituiría un
excelente reclamo para la obra, por cuyo éxito me pro
pongo brindar con esa deliciosa manzanilla.
Y para usted, mi querido Asquerino, toda mi gratitud
también, y un fuerte abrazo de su viejo amigo. Manuel
Machado.
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85 Ibidem, pág. 5.
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No te apenes, si no pescas,
entre las piedras, los sábalos...
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Casi todos los versos que contiene este libro son versos de
arte menor, porque a mi juicio este género literario es el
que más se enmarca en el espíritu y en la expresión neta
mente andaluces. Nosotros decimos las cosas con breve
dad. Con seguidillas y con soleares han llenado los anda
luces el mundo de color y de fondo. No han necesitado ni
de alejandrinos, ni de octavas reales, ni de estrofas sáficas.
La belleza es casi siempre la brevedad. La puesta de sol, o
la aparición de la aurora, encierran en sí, por su corto pro
ceso cromático, más belleza, si cabe, que todo el curso,
lento y largo, del sol en su carrera. Estimamos a la vida
acaso por su misma condición de efímera. El movimiento
de un pañuelo de despedida tiene más sugestión que un
soneto con estrambote en honor de la ausencia; como las
lágrimas breves, el suspiro o el sollozo, entrecortados,
alcanzan bastante más profundidad dramática que un
largo discurso del dolor, con paráfrasis y documentales de
síncopes, estertores y gritos.88
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Cortijera bonita,
vente conmigo:
tengo ramos de rosas,
ramos de olivo.
¡Carreta lenta,
las penas que tú tienes
nadie las cuenta!
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Llega un momento,
de tantas dudas,
en que todo está lleno
de mil preguntas.
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Resignación y a esperar,
que tras la noche y las sombras
vuelve el alba a clarear.
“¿Qué?”, El pañuelo en los ojos
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el caballo y la estrella?
¿Por qué nos muestras, al pisar la vida,
el olor y la música,
el descanso y la fuente,
la aventura y el libro,
el silencio y la noche?
¿Y por qué de improviso,
sin un fallo ni olvido,
nos sorprende, terribles,
el dolor y la angustia,
la sorpresa y el grito,
el responso y el mármol?
¿Por qué, Señor, por qué?
¿Por qué me enfermas cuando me has criado?
¿Por qué me matas cuando te bendigo?
Y me matas, inmóvil,
entre soles y ángeles,
desatento a los ojos
que te miran y lloran
y a la voz de los rezos,
que se elevan eternos,
sin respuesta ni ecos...
¿Por qué, Señor, por qué?
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[...]
Yo veo a Dios en las cosas
que no entienden de enseñanza:
en la tarde, entre las nubes,
en las mareas que cantan,
y en el aire, ya hecho copla,
de caminante en las ramas...
En el viento, que hace, a veces,
de bailarín con las barcas.
¡Yo veo a Dios, donde Dios
sin yo esperarlo me llama!
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de lluvias bienhechoras,
la sequedad del páramo.
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Ninguna satisfacción
comparable a la que siento
si me detengo un momento,
y observo con devoción,
esta gloria o este portento
que veo aquí en la creación.
“Nada”, Tristezas
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Y pensar
que todo lo he de dejar:
este paisaje vivido,
esta estampa fraternal,
presa en mis ojos de niño
desde una infancia inmortal:
la plazuela del Castillo,
la iglesia del Hospital
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IV. Bibliografía
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SELECCIÓN POÉTICA
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Rincón de soi
(Motivos de mar y tierra)
(1936)
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Selección poética
Capea
Acacias de la ribera,
adelfas blancas del río,
las taleguillas de seda
quieren pespuntes de armiño.
183
Manuel Barbadillo Rodriguez
de tierra de campesinos.
&
Vendimiadora
Iba la vendimiadora,
con su navaja de nácar,
buscando racimos dulces
con que llenar su canasta.
Con su caballejo tordo
un vendimiador pasaba
y le ofrecía a la moza
el asiento de las ancas:
—Niña de la viña verde,
la de las trenzas doradas...
debieras vestir de reina,
siendo de reina tu traza.
—¡Vete, vete, que no quiero
galanuras ni esperanzas!
-Yo te compraré chapines
y collares de esmeraldas...
184
Selección poética
&
Caminantes
185
Manuel Barbadillo Rodríguez
Gitano:
préndeme en las ruedas verdes,
camineras, de tu carro...
¡Que quiero irme contigo
por los caminos cantando!...
&
Geranios
186
Selección poética
Campanita
de la ermita,
¡cómo te siento llorando!
Campanita
de la ermita,
¡cómo te siento llorando!
Campanita
de la ermita,
¡cómo te siento llorando!
&
Aldea
Lleno de tristeza
suspiró a mi oído:
i Que yo no quisiera
vivir como vivo!
Celosías verdes
en tapias de armiño.
187
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El río, delante.
Detrás, el ejido.
Las velas, de luto,
al azul marino.
El campo cerrado
como un cofre antiguo.
La lucha, por frente.
Por fin, el martirio.
¡Que yo no quisiera
vivir como vivo!
Olivares plúmbeos.
Viñedos. Cortijos.
La vieja en la rueca
fabricando hechizos.
Silencio de campo
salvaje y vacío.
Cansancio de años,
de sueño y suplicio
en el cementerio
celeste del río...
¡Que yo no quisiera
vivir como vivo!
Plegarias de noche.
Misterios rojizos
de una luz que brota
en los escondrijos...
Miedo a la otra vida.
En los cobertizos,
ruidos de duendes,
sombra y maleficios...
...Y sin saber cómo,
188
Selección poética
un largo silbido...
¡Que yo no quisiera
vivir como vivo!
Silencio de tumbas.
Ni una voz ni un grito.
Naranjos. Lujuria
de harenes dormidos.
Labrantines blancos,
corvos y canijos,
abriendo sus fosas
en las rastrojeras
viejas del ejido.
&
189
Manuel Barbadillo Rodríguez
Superstición
• Si yo no tuviera penas,
yo no temiera al azote
de estos espíritus negros
que pueblan el horizonte.
Si yo no tuviera amores,
yo no temblara de horror
porque viniera la noche...
190
Selección poética
&
Fandango
Cara de cobre,
dientes de armiño,
cuerpo de bronce.
¡A martillazos te hicieron,
como a un cacharro gitano,
labrado a fuerza de golpes!
...Volantes negros
tiene la noche;
y en los bordones de las guitarras,
han puesto broches...
191
Manuel Barbadillo Rodríguez
...Volantes negros
tiene la noche...
&
Primavera
&
192
Selección poética
Cruz de mayo
En la negra capilla
donde ahora rezo,
frente al Cristo que sabe
de mis tristezas,
yo le pidiera...
i no haberte conocido
aquella tarde
bajo la cruz de mayo
de tu plazuela!
&
193
Geranios
(1940)
195
Selección poética
Fiesta
197
Manuel Barbadillo Rodríguez
-Galera de colorines,
tablado de aventureros...
¡Echa, galera, en la tierra
tu telón farandulero!
Dinos la farsa bonita,
la de los simples enredos,
aquella de capitanes,
de aventuras y de duelos.
¡Echa, galera, en la tierra,
tu telón farandulero!
&
Silencio
Te llamé de madrugada
tras el herraje
de encaje
de tu ventana cerrada.
¡Y tú no me respondías!
Olor de jardín tenía,
olor de huerto cerrado
por los celos clausurado
tu ventana desprendía.
Te llamé de madrugada
y tú no me respondías.
198
Selección poética
Desde el cielo,
como un velo
de color de rosa y malva,
lentamente descendía
la luz difusa del alba,
y aquel momento tenía
calor de cosa encantada.
Te llamé de madrugada
y tú no me respondías.
199
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
Canción de égloga
El carretero le canta
al sol, al viento y al cielo
sus esperanzas.
200
Selección poética
Caminito cortijero,
entre olivos y entre zarzas:
la reja de los arados
te han abierto las entrañas.
201
Manuel Barbadillo Rodríguez
Caminito cortijero,
entre olivos y entre zarzas,
mientras los bueyes te cruzan,
el carretero te canta...
&
202
Selección poética
Manceba
.1
Al pasar por la taberna
la vi hecha un trapo en un coche,
con el cabello caído,
oliendo a vino y a hombre.
II
Sobre la plata del río
bajó en un alba su cuerpo,
ciego de espuma y de sangre,
verde de podre y de besos.
la
203
Manuel Barbadillo Rodríguez
Geranios
—Dame un geranio.
—¿Para qué?
—Para dárselo a una niña
que tiene un vestido blanco.
—Dame un geranio.
—¿Para qué?
—Para llevarlo a la Virgen,
que está en la ermita llorando.
—Dame un geranio.
—¿Para qué?
—Para un torero que tiene
roto el capote de raso.
—Dame un geranio.
—¿Para qué?
—Para sembrarlo en el aire
y hacer que el aire me huela
igual que huelen tus manos.
—Se me ha secado el jardín.
No puedo darte geranios.
—Pues dame entonces la rosa
que te ha nacido en los labios.
&
Enero
204
Selección poética
&
205
Flor y Cal. Romances y canciones
(1945)
207
Selección poética
Añoranzas
209
Manuel ßarbadillo Rodríguez
&
210
Selección poética
La Torre
&
211
Manuel Barbadillo Rodríguez
Caracolas
La barca se ha perdido
sin yo saberlo.
Mi amor, entre las piedras,
se está muriendo.
¡Barquito verde,
dame tus velas blancas,
que quiero verle!
No tengas miedo del mar,
que el mar no ha tenido nunca
nada de particular.
&
212
Selección poética
Noche de mar
&
Atardecer
213
Manuel Barbadillo Rodríguez
No te apenes, si no pescas,
entre las piedras, los sábalos...
&
214
Selección poética
Después
&
Yo le conocí a Manuel.
Yo tenía que conocerlo.
Yo no me podía morir
sin haber visto el toreo
de aquel matador castizo,
alto, gallardo y flamenco...
Aunque no matara al toro,
el verle salir al ruedo
valía monedas de plata,
y un tonel de vino viejo,
215
Manuel Barbadillo Rodriguez
&
Prisionera
216
Selección poética
217
Manuel Barbad i lio Rodríguez
de naranjo y madreselvas
se irá formando en el aire,
mientras mis brazos te estrechan!
&
218
Calesas y Bergantines.
Versos de evocación
(1947)
219
Selección poética
Calesas y bergantines
221
Manuel Barbadillo Rodríguez
12.
Pespúnteos
A Antonio Lucas Moreno
12.
222
Selección poética
Esclava
¡Cómo miraban tus ojos,
soles de la noche aquella!
223
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
Compasión
¡Compadécete, Señor,
de esta vida que no es vida,
siempre en la pena sumida
de algún profundo dolor!
¡Vierte sobre mí tu amor
y haz que esta carne podrida
halle la gloria perdida
en otro mundo de luz,
donde la flor de tu cruz
cure la cruz de mi herida!
&
Lola
224
Selección poética
Bandera de la alegría,
marcha real de tacones,
pregón que cubre cantando
bajo relieves de cobre...
Ja
225
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
226
Selección poética
227
Manuel Barbadillo Rodriguez
12.
Oración
12.
228
Jarcias y yuntas.
Versos de las riberas y de los caminos
(1950)
229
Selección poética
231
Manuel Barbadiilo Rodriguez
&
¡Misterios!
A Pepe Vilela
232
Selección poética
233
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
Cante hondo
N.
234
Selección poética
Marisalada
Para Antonio Milla Ruiz
&
235
Manuel Barbadillo Rodríguez
Cortijera bonita,
vente conmigo:
tengo ramos de rosas,
ramos de olivo.
Tu cariño necesito,
como el pájaro la rama,
y el caminante el camino.
¡Carreta lenta,
las penas que tú tienes
nadie las cuenta!
&
236
Selección poética
Canción de la manzanilla
A Pepe Argüeso
¡Manzanilla! ¡Manzanilla!
Cantar de una seguidilla...
Revuelos de soleares...
¡Todo el cante de los mares,
de la sierra...y de Sevilla!
237
Manuel Barbadillo Rodríguez
¡Manzanilla! ¡Manzanilla!
Cantar de una seguidilla...
Revuelo de soleares...
¡En ti mueren los pesares
y alegre la gloria brilla!
&
Destino
&
238
Selección poética
Menguante
A Paco Díaz
&
Después
239
Manuel Barbadillo Rodriguez
&
240
Del mismo tronco. Versos
(1954)
241
Selección poética
Nostalgias
A Guillermo Diez Cuevas
243
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
Preguntas
244
Selección poética
varada
en nostalgias de colegio?
¿Es un mar de mayo el tuyo,
de vacación y de verso,
un mar de niños de mapas,
de aritmética y cuadernos?
¿O es un mar hondo y oscuro,
tenebroso y violento,
con fondo verde de lodo,
de légamo y de misterio?
&
245
Manuel Barbadillo Rodríguez
246
Selección poética
la
Poema de la tierra
Para Alberto Durán
247
Manuel Barba di lio Rodríguez
&
248
Selección poética
&
249
Manuel Barbadillo Rodríguez
Dolor
Para Alejandro Zambrano
&
Canción pagana
250
Selección poética
&
Boceto taurino
&
251
Mosaico
(1971)
253
Selección poética
Mi noche
***
* * *
&
255
Manuel Barbadillo Rodriguez
&
256
Selección poética
Flamenquerías
III
Ni falta que hace
que en mi busca vengas
lo mismo que antes.
* * *
* * *
* * *
* * *
257
Manuel Barbadil lo Rodríguez
X
¿Para qué quiero la vida
si ya la vida no es nada?
Tus ojos no me dan sitio;
no hay asilo en tu mirada...
¿Para qué llamo a tu puerta,
si es tu puerta una muralla?
Caminante solitario,
sediento de techo y agua...
¿Para qué gasto mis pasos
si ya no encuentro posada?
Con las copas por el suelo,
rotas, sucias, derramadas...
Tabernerita del puerto...
¿dónde tu barco y mi barca?
&
Mi casa
A mis hijos
258
Selección poética
Ja
259
Manuel Barbadiilo Rodríguez
260
Selección poética
&
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Manuel Barbadillo Rodríguez
Pueblo
Balcones de primavera
con claveles entreabiertos;
visillos de seda blanca
cubriendo el final de un cierro;
y quietas, en sillas bajas,
tres viejecitas durmiendo.
&
¿Por qué?
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Selección poética
¡a
Regreso
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Manuel Barbadillo Rodriguez
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Selección poética
de whisky y de tabaco
y que aplaude a poetas
y a pintores abstractos.
Tengo a la vista un piso, una rubia, un divorcio
y un proyecto de atraco...
Si me sale el negocio,
compraré un rascacielo, una isla y un barco.
Y aunque me encuentro triste,
haciendo, sin sentirlo, este triste teatro,
la verdad es que ahora no me toman las gentes,
como ocurría antes,
por ningún bicho raro.
Y este hecho plausible,
de verse así elevado,
bien vale la peluca, la pipa y el purgante
de tragarse lo abstracto.
&
Silencio
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Colores
(1974)
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Selección poética
Mi canción
No te detengas nunca.
El oro está más lejos.
Lo invocan las canciones del yunque y de la rueda,
las manos que se visten de música y de ramos,
la frente donde anida la voz del más allá.
La montaña es victoria
que se rinde a los pasos,
que deja de ser cumbre
para el pie que la sube.
No te detengas nunca.
No te detengas nunca.
No te detengas nunca.
269
Manuel Barbadillo Rodriguez
No te detengas nunca.
El oro está más lejos.
La victoria también.
&
270
Selección poética
12.
Cantiñeando
Enredado, encarcelado...
Todo a un tiempo y de una vez.
De esta cárcel no me libro,
aunque me perdone el juez.
12.
271
Manuel Barbad! I lo Rodriguez
Solear
¡Quién pudiera,
andaluza dolorida,
sobre la tierra cencida
sembrar de nuevo tu amor
y que este amor floreciera,
igual que una enredadera,
verde de vida y de olor!
&
Tú
Al verme, por desgracia, en el olvido,
siento, en compensación, tu compañía;
la imagen del pasado, la alegría
de recobrar de pronto lo perdido.
272
Selección poética
&
Binomio poético
273
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
¿A QUIÉN?
¿A quién volver los ojos cuando la vida tiembla,
cuando la rama rota se rinde sobre el suelo?
¿Al castillo en escombros,
a la ermita en ruina
sin otro campanario que una cigüeña triste,
clavada pensativa sobre una cruz de hierro?
¿O al mar, que en el crepúsculo, va mostrando acuarelas,
sucesivas estampas de barcas y de redes,
de puertos y naufragios?
Solamente el recuerdo podrá traer de nuevo
la ilusión ya en declive,
la esperanza enterrada entre cenizas viejas.
Las sombras inmortales
de la madre vencida, del padre encanecido,
274
Selección poética
&
De ti he copiado yo en la lejanía,
entre la niebla azul de esta añoranza,
tu constante quehacer, bella alianza
de morir y vivir en cada día.
275
Manuel Barbadillo Rodríguez
Ja
Oración final
276
Selección poética
&
277
El pañuelo en los ojos
(1975)
279
Selección poética
¿Dónde?
&
Sueños
281
Manuel Barbadillo Rodriguez
is.
La tarde
282
Selección poética
-imperio de oscuridades—,
triste sol que ya ha perdido
sus poderes imperiales.
Tarde que fue juventud,
vida soberbia, coraje...
y que ahora, tristemente,
tan sólo es eso: la tarde.
la
Búsqueda
I
Yo no busco esas luces derramadas
en las grandes ciudades del insomnio;
ni la luz exprimida suavemente
en esos terciopelos de vitrinas;
ni la típica luz descubridora
de las salas de juegos y de risas,
donde los brazos, en ascensión de brindis,
coronan a la noche con sus copas.
II
Yo no busco esa luz; quiero olvidarla;
la mía es la que encuentro retenida
en los ojos de cuentos de los niños;
en la ruta de pájaros que vuelan,
recargados de sol bajo la tarde;
la que acaba surcando las arrugas
de los viejos enfermos desahuciados;
la que vive en los ojos de los perros
que devuelven infancias si nos miran;
283
Manuel Barbadillo Rodriguez
III
En esa gama de pequeñas luces,
en esas humildades y silencios,
en esas miniaturas del olvido,
es donde encuentro preferentemente
la luz que busco y en la que veo a Dios.
&
Mi mesa de trabajo
284
Selección poética
&
Después
&
285
Manuel Barbadii io Rodríguez
Hojas
286
Selección poética
12.
&
Temor
287
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
Cante jondo
288
Selección poética
&
289
Con el pie en el estribo
(1976)
291
Selección poética
Apertura
A Conrado Blanco
&
Visión
A Luis Berenguer
293
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
Conformidad
294
Selección poética
&
&
Ingenuidades
He salido a buscarte,
cansado de un silencio,
que me anula y me ahoga, igual que si estuviera
perdido en un desierto.
He salvado caminos,
infinitos e inmensos,
sin disfrutar siquiera
de un íntimo sosiego.
295
Manuel Barbadillo Rodriguez
Defraudado y vencido,
me he sentado un momento
sobre esa piedra blanca,
hospitalaria siempre de pobres viajeros.
Y yo allí, pensativo,
reanudo mi tormento:
¿Eres tú lo que busco
o eres sólo un misterio:
la gasa de una nube
navegando en el cielo,
una luz que se oculta
en un bosque secreto,
o una barca perdida
en los mares siniestros?
Después, ingenuamente,
me sobrepongo y pienso:
¿para qué más buscarte,
si te llevo aquí dentro?
&
296
Selección poética
¡a
A Sanlúcar
Yo me quiero sembrar en esta tierra,
como se siembra el trigo y el naranjo
y ser como la arena de la orilla
que ve el regreso de sus mismos barcos;
viento que va y que se pierde y vuelve
con pañuelo de pena entre las manos,
semilla que se muere en el invierno;
pero que deja entre los surcos rastros,
igual que el árbol destrozado y viejo,
que aunque se seque con el tiempo, siempre lo recuerdan
[los pájaros;
cenizas sobre escombros derramadas
con el respeto de un pequeño espacio,
donde puedan criarse unas flores
y colocar alguna cruz de palo;
colegial invisible que regresa,
viajero nostálgico,
que vuelve, entre lluvias o entre estrellas,
al compás de sus antiguos pasos,
para ver el castillo de su infancia
y los jardines viejos del palacio
297
Manuel Barbadillo Rodriguez
la
298
Paisajes
(1977)
299
Selección poética
Diálogos
&
301
Manuel Barbadillo Rodríguez
Muerte
&
302
Selección poética
Ausencias
&
Paisajes
I
El barco está varado;
la tarde, quieta;
las nubes se entretienen
mientras que juegan
con el sol que desciende,
tras de la sierra.
II
Regresan los arados,
303
Manuel Barbadillo Rodriguez
sucios de tierra;
una antigua tartana,
baja la cuesta;
un mendigo y un perro
buscan veredas
entre olivos antiguos
que se le acercan.
III
Una piara de yeguas,
las crines sueltas,
relinchan libertades
a su manera,
despreciando al yegüero,
que va tras ellas,
tirando con sus hondas
viento y blasfemias.
IV
Viejecitas de luto,
tristes hileras
de rosarios y velos,
de libros de oraciones
, y de tristezas,
que salen cuando el ángelus
los cielos llena.
Ancianidad que busca,
mientras que reza,
cielos en los altares
de alguna iglesia.
304
Selección poética
Circulación nocturna,
grave marea
de coches y de motos,
de gente nueva,
que invaden las esquinas,
puertas y aceras
sin importarles nada
cuanto suceda.
A la par que a mis años
miro de cerca
la vida que me pasa
y que me deja
la ilusión y el ensueño
de que al fin vuelva
otra tarde lejana
en que yo pueda,
desprovisto de tiempos y de flaquezas,
observar cómo acaba,
cómo pierde su fuerza
el sol envejecido;
avaro que pretende esconder su moneda
entre nubes perdidas
o entre huchas de sierra;
anciano desvalido,
con su zurrón a cuestas,
que le teme a la noche y busca entre los cielos
la paz de alguna puerta.
&
305
Manuel Barbadillo Rodríguez
Charlas
&
¿Dónde?
306
Selección poética
' &
Creencias
&
Desilusión
307
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
&
Imposible
308
Selección poética
&
309
Al paso
(1977)
311
Selección poética
Tú
&
Tierra
Yo le rezo a la tierra
y al rezar me imagino
que se inundan mis ojos
con sus bellos prodigios:
el naranjo y la higuera, el parral y el damasco,
el laurel y el olivo;
y al lado de estas plantas,
que surgen al camino,
la bóveda de nieve
313
Manuel Barbadillo Rodriguez
de un almendro florido;
galán que busca nupcias,
lanzando sus caprichos
al viento que lo cruza, como un caballo verde,
como un caballo mítico.
Oigo cantar alondras, jilgueros, alcaudones,
chamarices y mirlos
y en las liras doradas
de los enhiestos trigos,
la voz baja y coral
de algo incomprendido.
314
Selección poética
&
Noche
Ja
315
Manuel Barbadiilo Rodriguez
La tarde
&
Final
316
Selección poética
la carpeta de siempre,
los libros, el bolígrafo,
las paredes que inundan
de recuerdos el cuarto.
Y una luz que penetra, de puntillas,
para quedarse quieta aquí a mi lado.
Ejemplo, en miniatura,
del jefe o del soldado
junto al cuartel de guardia,
o del hospitalario,
que cuida del enfermo,
que está ya agonizando.
Me rebelo y me inquieto
para todo dejarlo,
igual que restos sucios
en desván o en sobrados.
Cepillo mi chaqueta,
doy brillo a mis zapatos,
entro y salgo en espejos; me contemplo,
me detengo y me paro;
desecho la corbata, los pañuelos
de sangre salpicados,
el reloj, la cadena...
y a la par, o entre tanto,
me quedo pensativo
a este suelo mirando, a este suelo que piso
yo no sé cuántos años.
¿Qué me dice o qué quiero
sacar de este silencio tan extraño?
Quizás estos momentos,
por confusos, por duros y por raros
sean finales de vida,
317
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
¿Qué?
Después de la risa,
¿qué es lo que me queda?
Después de mirarte,
¿qué gloria me llega?
Después de sentarme y ver a la tarde entre nubes rota,
¿qué noche me espera?
Después de la muerte, cuando me circunden paños funerales
y luces de cera,
318
Selección poética
&
Creencias
319
Manuel Barbadiilo Rodríguez
&
Silencio
En el silencio yo encuentro
la oración que me recrea,
la paz que ya había perdido,
la serenidad perfecta
y el sueño de haber logrado
el sueño de mi conciencia.
320
Selección poética
&
321
Atardecer
(1978)
323
Selección poética
A UNA ARAUCARIA
&
Intimidades
325
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
Solicitud
326
Selección poética
la
Tristeza
327
Manuel Barbadillo Rodriguez
&
Dudas
Ja
328
Selección poética
En el río se miran
las niñas bellas,
las conchas de la orilla
y las estrellas...
y por mirarse,
el sol también se mira
al ocultarse.
En el río se miran
los toros bravos,
las riberas de adelfas,
los chopos altos...
Y por mirarse,
los barcos que entre dunas,
mueren sin nadie.
En el río se miran
los marisqueros,
sus sudestes de vientos,
sus aparejos...
Y por mirarse,
el sudor de sus manos
que se les cae.
En el río se miran
las gaviotas,
que en sus vuelos celestes
cruzan la costa...
Y por mirarse,
las nubes cuando pasan
de tarde en tarde.
329
Hojas caídas
(1979)
331
Selección poética
Hojas caídas
&
Otra vez
333
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
Resumen
334
Selección poética
335
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
Desilusión
&
Reiteración
336
Selección poética
&
Dudas
337
Manuel Barbadillo Rodríguez
a dormir a mi lado,
de la misma manera
que al lado del sol muerto
duerme siempre una estrella?
&
Bendición
338
Selección poética
y el respeto sagrado
de esa madre que mira
al niño que en sus brazos
silencioso dormita.
&
Bellezas
Por bajines
339
Manuel Barbadillo Rodríguez
tu cara me iluminara.
Tu casa ya no es tu casa.
Le han quitado los balcones
por donde tú me mirabas.
Ya no me importa la vida.
La vida sin tu querer
es una vida distinta
de aquella en que yo soñé.
340
Selección poética
&
341
Mirándome las manos
(1979)
343
Selección poética
Curiosidad
Salió defraudado,
sin saber ya a dónde
encontrar la imagen,
pequeña o enorme,
que abriera camino
y le diese norte.
&
Prisa
345
Manuel Barbadillo Rodriguez
&
Negación
346
Selección poética
el oro soterrado,
la palabra perfecta, el lírico sonido,
artístico y exacto
que dé a mis creaciones lo que entre sueños busco:
el verso decorado,
el verso que se eleve, liberto de la tierra,
cantando en el espacio.
Ja
347
Manuel Barbadillo Rodríguez
lirios y violetas?
¿Vas a dudar del tiempo? ¿Vas a frenarlo acaso?
Si el tiempo es Dios que llega
para hablarte y decirte,
con su mudez eterna,
que no pongas murallas
ni zanjas, ni rastrillos, ni fosos, ni poternas,
que el tiempo es como el héroe,
contumaz e invencible, capitán de la tierra,
que vuelve sin que nadie
derribe su bandera;
que sale indemne siempre
y que siempre regresa
aureolado de cruces
y cubierto de estrellas.
¡a
Constancia
348
Selección poética
Ja
Dios
Quiso buscar a Dios en un cuarto vacío,
en un trozo inservible de esas casas de siglos,
y con sorpresa y penas que no había conocido,
se encontró de repente de todo desprovisto.
Desalentado y triste fue observando escondrijos:
los huecos de las puertas, los rincones hundidos,
las grietas, los caliches... y en uno de estos sitios,
sorprendió agrupados, por el tiempo marchitos,
los cadáveres viejos de unos cuantos bichitos.
Una extraña tristeza le invadió de improviso.
¿Podría estar Dios presente, en su amor infinito,
al lado de los cuerpos de aquellos seres mínimos?
&
349
Manuel Barbadillo Rodríguez
Recuerdos
&
Canción
No pierdas la esperanza;
la esperanza es la orilla;
la jaca enjaezada
que espera su salida;
el puente del embarque;
el muelle de partida;
350
Selección poética
No pierdas la esperanza;
consérvala encendida;
ocúltala en tu pecho,
igual que una reliquia;
defiéndela valiente,
sin miedo a las heridas,
que la esperanza es tuya,
como tuya es la vida.
&
351
Ramas verdes
(1979)
353
Selección poética
Prologuillo
No me he terminado;
tengo ramas verdes
conmigo a mi lado;
tengo aquí el recuerdo de aquel padre mío
que llenó mi vida de amor al trabajo,
y al que siento siempre como ramas verdes
que tienen sus mayos
para darme flores
de distintos ramos.
Para con perfumes
de tiempos pasados
dejarlos, hoy mismo, aquí en esta mesa
donde pienso y canto
hasta que Dios quiera que estas ramas verdes
mueran en mis manos.
&
Réquiem
Testigo yo de mi desesperanza:
la asfixia y el dolor y esa añoranza
de ver caer afanes e ilusiones.
355
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
Diálogo
&
Angustias
356
Selección poética
¡a
Contemplación
&
357
Manuel Barbadi Ho Rodriguez
358
Selección poética
&
Rebeldía
No me conformo, Señor.
¿Por qué ha de quedar el mar
y habré de morirme yo?
¿Por qué la torre del templo
y el palacio y el mirador,
donde aquella reina -dicen-
que antes de ponerse el sol
miraba a ver si venía
un príncipe rondador?
359
Manuel Barbadillo Rodríguez
360
Árbol de silencios
(1980)
361
Selección poética
Quietud
&
A Sanlúcar
Y pensar
que todo lo he de dejar:
este paisaje vivido,
esta estampa fraternal,
presa en mis ojos de niño
desde una infancia inmortal:
la plazuela del Castillo,
la iglesia del Hospital
y el árbol aquel cuya sombra
nos invitaba a soñar.
&
363
Manuel Barbadiilo Rodríguez
Balance
Estoy viendo morir mi propia vida;
cada día sus pérdidas percibo;
cada instante presiento que me inhibo
al mirar mi existencia destruida.
&
Otra vez
El viento que te acaricia,
¿qué mensaje trae en su vuelo:
qué te dice cuando llega,
romántico viajero,
ansioso de saber cosas
y de retener secretos?
la
364
Selección poética
Destino
365
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
Tristezas
* * *
* * *
* * *
366
Selección poética
&
Cuando
la
Otoño
&
367
Manuel Barbadillo Rodríguez
Ayer
ti
368
Selección poética
Noviembre
&
Un momento
&
369
Manuel BarbadiIJo Rodríguez
Fuera
&
370
Lejanías
(1980)
371
Selección poética
&
Enseñanzas
373
Manuel Barbadillo Rodríguez
12.
Epílogo
&
374
Selección poética
Temores
&
Desilusión
12.
¿Ahora?
375
Manuel Barbadillo Rodríguez
12.
Para qué
la
Ruinas
376
Selección poética
no quitádmelos nunca;
dejadlos aquí sin cambio,
que ellos son la riqueza
de mis tiempos pasados:
el castillo en ruinas,
el colegio cerrado,
la ermita, que en la cumbre
de aquel monte lejano,
mostraba la estructura,
de sus techos volcados.
&
Oración a la altura
377
Manuel Barbadillo Rodríguez
Ja
La vejez
&
378
Selección poética
Silencios
379
Manuel Barbadillo Rodríguez
&
Inquietud
Yo no quiero la tristeza,
yo la quiero rechazar;
quiero oír hasta mi muerte
el cante eterno del mar.
&
380
Selección poética
Fin
A un fotógrafo de excepción: Manolo Torres
&
381
Tristezas
(1981)
383
Selección poética
No
la
¿Por qué?
385
Manuel Barbadillo Rodriguez
&
Tristezas
386
Selección poética
&
Solo
&
Todo
***
***
***
387
Manuel Barbadillo Rodríguez
***
***
&
388
Este libro se terminó de componer el mes de octubre de 2003,
sesenta y siete años después de que la Real Academia Sevillana
de Buenas Letras distinguiese a Manuel Barbadillo Rodríguez
como Académico Correspondiente.
Las resonancias bodegueras de su apellido han ocultado en
exceso el quehacer literario de Manuel Barbadillo (1891-1986),
un escritor de vida casi centenaria que llegó a publicar un total de
ochenta libros alternando diferentes géneros literarios -poesía,
novela, cuento, teatro, reflexión aforística, investigación histórica
o biografía- y que encontró justamente en la poesía el terreno
propicio para buscarse a sí mismo, para entender a los demás y
para mostrar su agradecimiento por haber nacido en el sur. Esta
Selección poética extraída de sus diecinueve libros de poemas
muestra la evolución de su poesía y de su pensamiento, una
evolución que va desde una mirada satisfecha, feliz y optimista,
nacida de su prolongada juventud y que produce una poesía de
inspiración popular, hasta una mirada melancólica y dubitativa,
surgida de su longevidad y que desencadena una poesía metafísica
y existencialista. En fin, una poesía escrita a lo largo de cincuenta
años que revela a un hombre en continuo diálogo consigo mismo
desde su primer libro, Rincón de sol (1936), hasta el último,
Tristezas (1981), dos títulos que reflejan bien la actitud que
subyace al paso de sus años.