Tronco de La Viuda
Tronco de La Viuda
Tronco de La Viuda
S\ F\ U\
Resp\ Log\ Simb.·. Libertad No. 6
V\ M\ Q\ H\ Carlos Lindemeyer
P\ V\ Q\ H\
S\ V\ Q\ H\
QQ\ HH\ que por vuestros méritos decoráis Or\
QQ\ HH\ en sus cargos y dignidades.
QQ\ HH\ TT\
Tronco de la viuda, saco de beneficencia, cuesta de asistencia fraternal, saco de pobres, tronco de
solidaridad, cepillo de beneficiencia, cepillo de solidaridad, etc.
La expresión “Tronco” es francesa. Tronc, significando Tronco (como el del árbol). Utilizada también
para definir la “caja de limosnas” que se encuentra a la entrada de las Iglesias para que los fieles
introduzcan su óbolo. La palabra correcta en castellano es “Cepillo”.
Que significa
Esta expresión simbólica es de gran importancia dentro de nuestra Orden y encierra múlNples enseñanzas
y principios, El tronco es una especie de regulador de excedentes y, como el resto de los símbolos, nos
enseña desde diferentes puntos de vista, prácNco, psicológico y espiritual.
Simboliza la fragilidad humana, la tristeza y la necesidad, la vulnerabilidad que puede surgir en momentos
de pérdida y adversidad. El tronco de la viuda nos recuerda nuestra obligación moral de ayudar y apoyar
a aquellos que se encuentran en situaciones de dificultad, ya sea material, emocional o espiritual.
Al contribuir al Tronco de la Viuda, manifestamos nuestro compromiso de aliviar el sufrimiento y brindar
esperanza a quienes más lo necesitan, ya que, como masones, tenemos el deber de extender nuestra
mano solidaria y ofrecer consuelo, apoyo y asistencia a aquellos que están pasando por situaciones
diZciles.
El significado psicológico,
Durante la Ten.•. se recorren dos sacos. El Saco de Proposiciones y el Saco de Beneficencia, su recorrido
es básicamente igual, pero existen dos diferencias fundamentales: en el Saco de Proposiciones el recorrido
se hace con el saco hacia el frente y la mano se introduce cerrada y se reNra abierta, aquí se depositan
solicitudes de ingreso, TTrab.•. para ser leídos, etc.; por lo tanto ningún documento que se ha depositado
deberá ser reNrado por ningún HH.•., razón de la mano abierta al reNrarla del saco, a diferencia del Saco
de Beneficencia los HH.•. el recorrido del saco se hace con el mismo a la espalda del H.·. Hosp.·. de tal
manera que el óbolo se deposita de manera anónima y los HH introducirán la mano cerrada y la reNran
cerrada ya que el H.•. Esto nos recuerda la importancia de la discreción y el anonimato en nuestras
acciones caritaNvas, “que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, mateo 6:3”, el anonimato y
la discreción también nos permite a diferencia de las iglesias y otras insNtuciones, que en nuestras logias,
los hermanos puedan depositar su óbolo o reNrar del saco si se llegaren a encontrar en un momento de
necesidad.
Al dar de manera desinteresada y sin esperar reconocimiento, culNvamos la humildad y evitamos caer en
la vanidad o la ostentación. Así, el acto de dar se convierte en una expresión genuina de amor fraternal y
servicio desinteresado,
Los MM pueden excusar a otros HH que no hayan podido asisNr a la tenida y aportar su óvolo a su nombre,
para lo cual se hace así: Se pone de pie,al orden y dirigiéndose al VM diciendo “ por mi conducto se excusa
el QH xxxxx, quien por moNvos profanos no pudo asisNr a los trabajos el día de hoy y envía su óvolo”, esto
nos enseña el compromiso masónico que debemos cumplir, aun a pesar de las acNvidades profanas.
El acto de dar generosamente a través del Tronco de la Viuda no solo implica una contribución financiera
en logia, sino también donar nuestro Nempo, habilidades, servicio y compasión a los demás. Al ofrecer
nuestra ayuda, estamos culNvando la virtud de la solidaridad y el amor fraternal. Además, aliviando el
sufrimiento de los demás, estamos cumpliendo con uno de los principales principios masónicos: el servicio
desinteresado a la humanidad.
No se trata solo de recaudar fondos para ayudar a aquellos en necesidad, sino también de fomentar una
acNtud de compasión y empaba en nuestras vidas diarias. Al reconocer la fragilidad de nuestros
semejantes y al mostrar bondad hacia ellos, estamos construyendo una sociedad más justa y compasiva.
El Tronco de la Viuda también nos enseña sobre la abundancia y la prosperidad comparNda. Al contribuir
al bienestar de los demás, reconocemos que nuestras propias vidas están interconectadas y que el
progreso individual se enriquece mediante el progreso colecNvo. Al dar generosamente al Tronco de la
Viuda, sembramos las semillas de la abundancia y la prosperidad en nuestra comunidad masónica y en la
sociedad en general.
El significado espiritual consiste en enseñar el desapego de los bienes materiales; que muestra cómo
compartir, no sólo las monedas, sino y sobre todo, las experiencias espirituales y los conocimientos que
con ausencia de egoísmo se transmiten los masones los unos a los otros, y en la medida de lo posible a
la humanidad entera
Nuestra vulnerabilidad
Este símbolo también nos recuerda nuestra propia vulnerabilidad como seres humanos. Aunque a menudo
podemos senNrnos seguros y fuertes, todos enfrentamos desaZos y dificultades en algún momento de
nuestras vidas. La viuda representa la fragilidad y la pérdida que podemos experimentar, y el tronco
simboliza nuestra capacidad y responsabilidad de brindar apoyo a los demás en momentos de necesidad.
Nos recuerda que, a pesar de nuestras fortalezas y logros, todos somos suscepNbles a las pruebas y
tribulaciones de la existencia. Al aceptar nuestra propia vulnerabilidad, culNvamos la humildad y el
entendimiento hacia los demás.
Además, al contemplar el tronco de la viuda, también podemos aplicar su significado a nuestra propia vida
interior. La vulnerabilidad no se limita solo a las situaciones externas, sino que también se refiere a nuestra
dimensión emocional y espiritual. Reconocer y aceptar nuestras propias limitaciones, miedos y debilidades
nos permite crecer como individuos y buscar la superación personal.
Hermanos, el tronco de la viuda es un símbolo que nos llama a la acción. Nos exhorta a estar atentos a las
necesidades de los demás y a brindar apoyo a aquellos que lo requieren. Al mismo Nempo, nos desaZa a
ser conscientes de nuestra propia vulnerabilidad y a culNvar la compasión y la aceptación hacia nosotros
mismos.
Al reflexionar sobre la viuda desamparada, podemos reconocer que todos somos, en cierta medida, viudas
o viudos en algún aspecto de nuestras vidas. Podemos senNrnos desamparados en una situación laboral
diZcil, en una pérdida personal o en un momento de incerNdumbre. La viuda representa nuestra propia
vulnerabilidad, pero también la fuerza y la resiliencia que podemos encontrar al enfrentarla.
Es mi palabra V.·.M.·.