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Rito Admisión Canonica 2023

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RITO DE ADMISIÓN A LAS ÓRDENES

SAGRADAS

PRESENTACIÓN DE LOS CANDIDATOS

Dicho el evangelio, el obispo se sienta con mitra en la sede.

COMENTARISTA:

El padre Rector del Seminario Mayor San Esteban, llama por su


nombre a estos hermanos nuestros, que quieren manifestar públicamente
su deseo de ser admitidos entre los candidatos a las órdenes sagradas; y
los presenta ante el obispo quien en nombre de la Iglesia los recibe, ofrece
y bendice.

PBRO. SERGIO VARGAS:

Acérquense los que van a ser admitidos como: Candidatos a las Órdenes
Sagradas:

Señor Seminarista:

- HUGO FERNANDO LAGUNA VELASQUEZ

- OSCAR JAVIER SANCHEZ SOLAN0

Se llama por su nombre al candidato y éste responde: Presente.

PBRO. SERGIO VARGAS:

Reverendísimo Padre, estos hijos de la Santa Madre Iglesia, hoy se acercan


libremente para pedir ser admitidos a las Sagradas Órdenes.

MONSEÑOR FROILÁN dice:


Con el auxilio de Dios y de Jesucristo nuestro Salvador los aceptamos.

Los candidatos hacen una reverencia y vuelven a su lugar.


HOMILIA

Después de la homilía poner la sede auxiliar frente al altar.

RITO DE ADMISIÓN DE CANDIDATOS A LAS ÓRDENES SAGRADAS.


(Ritual de órdenes p. 332)
Terminada la homilía los candidatos admitidos a las órdenes sagradas se
ponen de pie y se acercan al Obispo.

COMENTARISTA:

Ahora los candidatos a las órdenes sagradas en un diálogo con el


Obispo manifestarán su deseo de consagrar su vida al servicio de Dios y de
los hombres, el Obispo en nombre de la Iglesia confirmará la llamada que
un día Cristo les hizo. Los candidatos ofrecerán su vida a Dios para que
los bendiga y lo haga permanecer en este propósito.

MONSEÑOR FROILÁN:

Queridos hijos: los pastores y maestros a quienes se encomendó la


tarea de su formación y todos aquellos que los conocen han dado de
ustedes buen testimonio; yo, por mi parte, confío plenamente en su
parecer.

Por consiguiente, les pregunto:

¿Quieren, respondiendo al llamado de Dios, continuar


preparándose debidamente, de tal manera que se hagan aptos para
recibir en el momento oportuno el orden sagrado y puedan así
desempeñar con dignidad el ministerio que la Iglesia les confía?

Los aspirantes responden: Sí, quiero.

El Obispo prosigue:

¿Quieren, ir formando su espíritu de modo que puedan servir


fielmente a Cristo, el Señor, y a su Cuerpo, que es la Iglesia?

Candidatos: Sí, quiero.

Obispo:
La Iglesia recibe su propósito con alegría. Que Dios mismo lleve
a su término esta obra buena que en ustedes ha comenzado.
COMENTARISTA:

Todos de pie.

Entonces el celebrante y los demás se ponen de pie. El Obispo deja el


báculo y la mitra, si los usa.

Luego el celebrante invita a orar a los fieles, diciendo:

MONSEÑOR FROILÁN:

Pidamos humildemente, queridos hermanos, a Dios, nuestro Señor,


que se digne derramar la gracia de su bendición sobre estos siervos
suyos, que desean entregarse al ministerio de la Iglesia. Digamos
confiados

Te rogamos, óyenos

- Para que estos hermanos nuestros se unan más íntimamente a Cristo y


puedan ser sus testigos entre los hombres, roguemos al Señor.

R. Te rogamos, óyenos.

- Para que sepan hacer suyas las preocupaciones de los hombres y sean
capaces de oír siempre la voz del Espíritu Santo, roguemos al Señor.

R. Te rogamos, óyenos.

- Para que lleguen a ser ministros de la Iglesia, y con su palabra y ejemplo


confirmen en la fe a sus hermanos y los congreguen para participar en la
Eucaristía, roguemos al Señor.

R. Te rogamos, óyenos.

- Para que mande trabajadores a su mies y los llene con los dones de su
Espíritu, roguemos al Señor.

R. Te rogamos, óyenos.

- Para que todos los hombres lleguen a la plenitud de la paz y la justicia,


roguemos al Señor.

R. Te rogamos, óyenos.


-Para que todos nuestros hermanos afligidos, que participan en la pasión
de Cristo, alcancen la libertad y la salud, roguemos al Señor.

R. Te rogamos, óyenos.

Los candidatos se ponen de rodillas ante el obispo. Y el obispo, sin mitra,


concluye:

Escucha, Señor, nuestras súplicas


y por tu bondad,
dígnate bendecir + a estos hijos tuyos,
que desean dedicarse al culto divino
y al servicio de tu pueblo,
en el ministerio sagrado;
haz que perseveren en su vocación
y que, unidos con sincero amor a Cristo Sacerdote,
puedan recibir dignamente la función apostólica.
Por Jesucristo nuestro Señor.

R. Amén.

El obispo saludará afectuosamente a los candidatos. Luego los admitidos


regresan a su lugar. Y la misa sigue como de costumbre

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