21 Preciosa
21 Preciosa
21 Preciosa
110’
En muchos casos, el dolor de los demás, nos in- somos siempre en camino.
duce a posicionarnos como meros espectadores. La historia nos invita al trabajoso devenir del pensamiento, cuan-
Como sostiene Susan Sontag, en un mundo ul- do lo que se trata de pensar no es algo ajeno, sino la propia vida
trasaturado de imágenes, las que más deberían y experiencia. Dice Larrosa: “el par experiencia/sentido, permite
importar tienen un efecto cada vez menor: nos pensar la educación desde otro punto de vista... Ni mejor ni peor,
Palabras clave volvemos insensibles. Sin embargo, hay imáge- de otra manera. Tal vez llamando la atención sobre aspectos que
exclusión, otras palabras no permiten pensar, no permiten decir, no permi-
nes y palabras, películas y lecturas, que no dejan
escuela,
inalterada la percepción que tenemos de nuestra ten ver”.
trayectoria vital,
aprendizaje, propia existencia. Cuando esto sucede, cuando
porvenir.
nos dejamos tomar por aquello que conmociona LA ESCUELA DEL MÉRITO. LOS RESTOS
nuestro ser, podemos hacer del cine una expe- Siempre hay algo mal con estas pruebas. Estos exámenes me pin-
riencia. tan sin cerebro. Estos exámenes pintan un cuadro de mí y de mi
Lee Daniels nos acerca a Preciosa, una adoles- mamá… y de toda mi familia, peor que nada. Solo grasa negra para
cente de 16 años, objeto de maltrato, silencia- limpiar. ¿Para qué tanto trabajo? A veces desearía estar muerta.
Voy a estar bien, creo. Porque estoy mirando hacia arriba. Por si Desde este punto de vista, las desigualdades escolares percibidas
cae un piano, un escritorio, un sofá o un televisor. Quizá mi mamá. como una cuestión de mérito, vuelven legítimas las desigualdades
Siempre hay algo en mi camino. sociales. La inclusión excluyente se constituye en otro modo de
Preciosa comparte así sus pensamientos ante un examen que deter- operar sobre los restos. Una creciente fragmentación y desigualdad
minaría su nivel académico y su ingreso a una escuela de recupera- va acotando el ofrecimiento educativo en el orden de la poquedad,
ción. Nuestra protagonista lleva todas las de perder: nombrada por volviendo cada vez más diferenciado el acceso a bienes materiales
lo negativo, madre soltera, producto de la violación y el incesto, en y simbólicos. 2
una familia y un contexto socioeconómico desfavorable. Una madre No es inusual que lo obvio nos pase inadvertido. Entre la igual-
que dimite de su responsabilidad, tiende a reproducir su situación, dad que nos universaliza y las diferencias que nos singularizan,
la culpabiliza. Sometida a la permanente humillación social y fami- se juegan las posibilidades. Sabemos que muchas veces un ori-
liar, sólo aprendió la violencia y el desprecio por su propia vida. gen puede transformarse en destino. Hoy se habla demasiado de
Zygmunt Bauman nos recuerda que una vida puede volverse resi- una educación para todos, pero en ese “todos” no parece caber
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dual. No hay orden sin residuo. “La separación y la destrucción un cualquiera, cualquier niño, cualquier joven, cualquier otro, con 125
de los residuos habría de ser el secreto de la creación moderna: cualquier cuerpo, cualquier modo de aprender, con cualquier sexua-
eliminando y tirando lo superfluo, lo innecesario y lo inútil habría de lidad, en fin: cualquier cualquiera.
adivinarse lo agradable y lo gratificante.” 1
Cuando Preciosa es expulsada de la escuela, embarazada de su
La noción misma de orden supone la exclusión: poner orden es segundo hijo, se convierte en un resto del propio orden escolar.
recortar algo y desechar lo sobrante. Esta producción de desechos La escuela deja de operar como promesa de protección contra las
se agudiza en condiciones de capitalismo salvaje generando res- tendencias desintegradoras del entorno. El dispositivo escolar se
tos materiales y humanos que se amontonan en las fronteras de constituye así, en un sistema clasificador entre quienes están den-
las ciudades (vertederos, entornos marginales) y privados de dere- tro y quienes son expulsados, arrojados fuera.
chos humanos fundamentales. Estas escenas horadan en la sensibilidad, invitan a mirarnos a los
De igual modo, el sistema escolar produce restos. Cuando evalúa, ojos. Tal vez al mirarnos y al hablarnos la acción política comience
clasifica y descarta, está realizando una selección que, no pocas a hilvanarse, a hacerse carne, a ser política en relación con otros.
veces, se anticipa en las condiciones de vida de los estudiantes.
2. Llamo “poquedad pedagógica” a esa pedagogía configurada en la escasez que nos regula (poco, fácil,
pobrecito). Cerco simbólico que restringe el ofrecimiento en orden a las retóricas de la diversidad y la
1. Bauman, Zygmunt (2005): Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias, Barcelona, Paidós. adecuación, acotando el ofrecimiento educativo a medida y a demanda.
Mirarnos para no hacer de cuenta que nada ocurre, para pensar de sin consecuencias. Algunos estudiantes suelen ser objeto de este
qué modo participamos en estas decisiones. tipo de profecías anticipatorias, también, por parte de los profeso-
Muchas veces esta selección se instrumentaliza desde el lugar del res. Dice Gombrowitz: “El hombre en lo más profundo de su ser
estereotipo o el prejuicio. El mismo orden en que apoyan prácticas depende de la imagen de sí mismo que se forma en el alma ajena,
naturalizadas en la cotidianidad social y escolar –evaluar, juzgar, aunque esa alma sea cretina”.
etiquetar– construye los cimientos en los que se apoya un orden Un modo de regulación y control se juega en esa mirada que viene
excluyente y estigmatizador. Un modo de negación del otro que del otro, definiendo qué y cómo somos, no sólo desde su represen-
se extiende en diferentes formas de negación de la experiencia; tación, sino también a través de gestos sutiles, violencias impercep-
haciéndonos partícipes de cierta visibilidad instituida, va dejando tibles –“carente, especial, peligroso, violento, pobre”– asignando un
fuera lo incalculable, el devenir, los acontecimientos… las posibi- lugar del que es difícil desplazarse. Miradas que empequeñecen,
lidades que lo humano conlleva de transformación y crecimiento. miradas que clausuran, miradas que no miran, miradas que tachan,
Una novela de Peter Hong, Los fronterizos, aporta a pensar en el ensañamiento e invisibilización.
126 mismo sentido. Internados en una institución “educativa”, tres ado- El miedo y sus cerrojos. Esa historia de nulidad y zoquetería que im- 127
lescentes Peter, Katerina y August, son sometidos a un plan de pide sin siquiera intentarlo. En Mal de escuela, un libro que no demo-
observación constante y a una serie de pruebas y diagnósticos que ra en conceptualizaciones, Daniel Pennac nos cuenta sus pesares
los etiquetan como “fronterizos”. En este caso, la literatura, como con la escuela: la vergüenza por no poder responder a la pregunta
arte que trasforma el lenguaje y nuestra relación con las palabras, de los profesores, por ser tratado como imbécil. Desde las mañanas
nos invita a “problematizar como nombramos lo que vemos y como de su infancia, nos enfrenta al dolor de no comprender, a la soledad
vemos lo que nombramos”. de no entender nada de nada. Es que él mismo fue un “cancre”, un
torpe, un zoquete. 3
CONTRA EL “NOPODERMIENTO” La cámara nos desplaza, podemos descubrir cierta belleza, un haz
Primer día de clases en la escuela alternativa. Convocadas por la de luz. Tomando apenas la densidad del tiempo que requieren esas
profesora a decir su nombre, su color de preferencia y contar al pequeñas odiseas cotidianas, las apuestas que lo explican todo, sin
grupo aquello para lo que tienen cierta disposición, aquello en lo apenas decir nada.
que son buenos, Preciosa se siente imposibilitada de hablar. Dice “Todos somos buenos en algo” replica la señorita Rain, asumiendo
no hacer nada bien.
“No puedes aprender”: la cantinela reiterada por la madre, no es 3. Veáse Pennac, Daniel (2008): Mal de escuela, Barcelona, Mondadori.
así que un maestro siempre apuesta más allá de los límites del Puede decirse que ese gesto nimio, hace posible lo incalculable,
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lo humano se encuentra con lo humano donde se trama el porve- el desarrollo de esa libertad que hace posible constituirse: ensa-
nir. La imprevisibilidad y fragilidad del vivir con y entre otros, nos yar otras versiones de sí en el movimiento sinuoso de la propia
recuerdan que, como expresa Hannah Arendt ,“un acto, un ges- existencia, desear y proyectarse. Porque aprender es desplazarse,
to, una palabra bastan para cambiar cualquier constelación”. Un experimentar un saber del riesgo, exponerse a la inseguridad del
educador tiene la posibilidad de habitar la pregunta por el futuro
sosteniendo una ilusión. Esa misma ilusión que da consistencia al
9. Cf. Skliar, Carlos y Jorge Larrosa (comps.) (2009): Experiencia y alteridad en educación, Rosario, Homo
tiempo venidero o al amor, la que se construye gesto a gesto, sin Sapiens.
10. Philippe Meirieu en Frankestein educador (Barcelona, Leartes, 1998) propone construir los espacios
educativos como espacios de seguridad, como un espacio en el que queda en suspenso la presión de la
8. Cornu, L. (1999): “Responsabilidad, experiencia, confianza”, en Frigerio (comp.) Educar, rasgos filosófi- evaluación, en el que se desactiva al juego de las expectativas recíprocas y se posibilitan asunciones de
cos para una identidad, Buenos Aires, Santillana. roles y riesgos inéditos.
propio pensamiento… Es ponerse uno mismo en juego. otro, cualquier otro, es algo más que una palabra, ¿las prácticas edu-
“Adoro a mi bebé pero quiero ir a la escuela”. Estas palabras se cativas, podrían convertirse en algo cercano a pequeñas obras de
esbozan como una afirmación, aunque endeble, capaz de soste- arte?. Comparto entonces, las palabras del poeta Roberto Juarroz:
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ner la vida. Luego del nacimiento de su segundo hijo, piensa: “A Cuando se ha puesto una vez el pie del otro lado
este bebé le voy a enseñar a leer. Sabrá que su mamá no es una y se puede sin embargo volver,
tonta”. Un punto de inflexión en su historia, en el sentido de una ya nunca más se pisará como antes
experiencia transformadora de sí, de un aprendizaje. Aquello por y poco a poco se irá pisando de este lado el otro lado.
lo cual alguien supera lo que le viene dado y subvierte todas las Es el aprendizaje
previsiones y definiciones en las que el entorno y él mismo, tienden que después no se resigna
tan a menudo a encerrarle (Meirieu, 1998). a que todo lo demás,
Sobre el final de la película, Preciosa le dice a la asistente social: sobre todo el amor,
“Usted me cae bien, pero no puede ocuparse de mí”. La presencia no haga lo mismo.
132 y el temblor de estas palabras, detienen aunque sea por un instan- El otro lado es el mayor contagio. 133
te, la vorágine de aquellas imágenes deshumanizantes, la violen- Hasta los mismos ojos cambian de color
cia, la hostilidad de su entorno, el sometimiento, las clausuras que Y adquieren el tono transparente de las fábulas.
la nombran, el padecimiento que conllevan.
Carina Rattero
La autonomía se adquiere cada vez que alguien se apropia de un Profesora en Ciencias de la Educación,
saber, lo hace suyo, lo reinventa en otra parte. Tal vez valga la magister en Educación y autora de numerosas publicaciones.
pena tomar la vida en las propias manos… con los riesgos que
conlleva, aventurarse, apostar al futuro. Es esto un derecho por el
cual debemos velar los adultos y las instituciones educativas, cons-
truyendo lazos habilitantes capaces de sostener esos itinerarios
de autonomización (Meirieu, 1998). Espacios donde los jóvenes
se sientan escuchados y acompañados en el tránsito a su vida
adulta. Un modo especial de hacer posible el balbuceo de una voz,
el propio respirar…
Si la educación es un arte ético más que una ciencia-técnica, si el 11. Esta pregunta la tomo de Carlos Skliar, quien está parafraseando a Foucault.
Para directivos, docentes y preceptores
ACTIVIDADES
1. Seleccionen una escena que los movilice y con la que se sientan
Para alumnos interpelados como educadores. Analicen la escena, identifiquen
sus componentes y debatan.
1. Seleccionen una escena que los con- Recomendaciones 2. Daniel Pennac, en Mal de escuela, dice: “La idea de que es posi-
de películas afines
mueva especialmente, o con la que se ble enseñar sin dificultades se debe a una representación etérea del
sientan identificados. ¿Por qué cada uno Descubriendo a Forrester alumno. La prudencia pedagógica debería representarnos al zoquete
(EEUU, 2000).
eligió esa escena? ¿Con qué se identifi- Dir. Gus Van Sant. como el alumno más normal: el que justifica plenamente la función
caron? Pasar al frente, serie del profesor puesto que debemos enseñárselo todo, comenzando
(Argentina, 2014).
2. Busquen en la película aquellas cues- por la necesidad misma de aprender”.
Dir. Juan José Campanella.
tiones que se asemejen a situaciones vi- • Analicen este párrafo vinculándolo con las escenas selecciona-
Recomendaciones
134 vidas, en su escuela, en el barrio o en bibliográficas das y la vivencia de situaciones cotidianas en la escuela. 135
el lugar en el que viven. Preséntenlas al 3. A partir de sus experiencias profesionales y focalizando en esta
Pennac, Daniel (2008):
resto de los compañeros. Mal de escuela, Buenos institución:
Aires, Mondadori.
3. Analicen a partir de la película: • Visualicen posibilidades y limitaciones en la tarea de enseñar los
Hong, Peter (1993):
• prejuicios; Los fronterizos, Barcelona,
propios prejuicios.
• dificultades escolares; Tusquets. • Analicen aspectos que puedan potenciar el aprender.
• miedos frente al futuro; • Compartan los avatares del vínculo entre docente y alumno. El lugar
• responsabilidades; adulto.
• aprendizajes / posibilidades que se abren • Piensen las relaciones de autoridad y los modos de autorización
cuando se toma la vida como apuesta. de las experiencias vitales de los estudiantes.
4. Escriban la letra de una canción en la 4. Enumeren cuestiones puntuales, posibles, que supongan peque-
que vuelquen algunas de las cuestiones ños gestos habilitantes. Establezcan acuerdos que potencien el tra-
compartidas. bajo conjunto, la invención de otros modos de vinculación entre pro-
5. Si pudieran realizar cambios en el guión fesores y estudiantes, con el conocimiento, con otras instituciones.
de la película, ¿qué cambiarían? ¿Por qué?
+ 13
105’
Para conversar en familia
EL OTRO
Recomendaciones
bibliográficas del
Ministerio de Educación
rea escolar, desde la familia. la Nación, 30 de octubre de Le fils de l’autre es una película sobre un equí-
2013.
voco que trastoca la vida de dos jóvenes y sus
Observatorio Argentino de
grupos familiares. Cuando se prepara para entrar
Violencia en las Escuelas.
Documentos de trabajo: en el ejército israelí, Joseph descubre que no es
El lugar de los adultos
frente a los niños y hijo biológico de sus padres. Al nacer durante un
jóvenes. Aportes para
la construcción de la
Palabras clave bombardeo en plena Guerra del Golfo, en un hos-
comunidad educativa. identidad,
pital de Haifa, fue intercambiado accidentalmente
filiación, conflicto
intercultural,
por Yacine, el bebé de una familia palestina que
derecho a la vive en Cisjordania. Ambos fueron educados en
identidad.
las costumbres y creencias de la otra familia: el
hijo de familia judía fue criado por palestinos y
1. Agradezco las lecturas críticas y los aportes de María Belén Janjetic, Gisela
Schmidberg, Betina Sztudent y Alejandro Vagnenkos.