Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

6) El Cuarto Proposito

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4

SERIE: Descubriendo tu Propósito

Cuarto Propósito: Fuiste creado para servir a Dios

 Fuiste creado para agradar a Dios.


 Fuiste creado para pertenecer a la familia de Dios.
 Fuiste creado para ser un discípulo de Jesús.

Mateo 20:26-28 NTV “Pero entre ustedes será diferente. El que quiera
ser líder entre ustedes deberá ser sirviente, 27 y el que quiera ser el
primero entre ustedes deberá convertirse en esclavo. 28 Pues ni aun el
Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para
dar su vida en rescate por muchos.”

En esta conversación que Jesús tiene con sus discípulos les revela que Él
no vino al mundo a ser servido sino a servir.

Uno de los propósitos por los que Jesús vino al mundo fue servir.

Y el cuarto propósito es que: Fuiste creado para servir a Dios.

Por lo tanto, el servicio a Dios no es un propósito exclusivo para los


pastores o los líderes de la iglesia, sino para todos.

Un cristiano que no sirve es como:


 Un ave que no vuela
 Un pez que no nada
 Un caballo que no corre

Si no estás sirviendo no estás cumpliendo con uno de los propósitos


para los que fue fuiste creado.

Jesús nos enseña además, que la manera en que servimos a Dios es


sirviendo a los demás. Él dijo: “yo he venido a servir a otros” subraya la
palabra otros.

Yo cumplo con mi propósito de servir a Dios, sirviendo a los demás.

No podemos servir a todos, pero todos podemos servir a alguien.

No podemos servir en todo, pero todos podemos servir en algo.

Colosenses 3:23 TLA “Todo lo que hagan, háganlo de buena gana,


como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente.”
Noten: para Dios no solo es importante lo que haces sino cómo lo haces.

Para Dios no solo es importante tu servicio, sino el corazón con el que


sirves.

Ingredientes que debe tener nuestro servicio a Dios.

1. Sirve por amor. 1 Corintios 13:3 RVC “Y si repartiera todos mis


bienes para dar de comer a los pobres, y entregara mi cuerpo
para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.”

El ingrediente más importante que debe tener nuestro servicio a Dios es


el amor.

La Biblia dice que: si sirvo sin amor, de nada me sirve.

Porque para Dios no solo es importante nuestra acción sino nuestra


motivación.

Por lo tanto, el motor que me debe mover a servir debe ser el amor a
Dios y el amor por las personas.

Debemos servir de corazón y no por una posición.


Debemos servir para ayudar a otros, no para ser vistos por otros.
Debemos servir por el aplauso del cielo, no por el aplauso del mundo.

Hebreos 6:10 NTV “Pues Dios no es injusto. No olvidará con cuánto


esfuerzo han trabajado para él y cómo han demostrado su amor por
él sirviendo a otros creyentes como todavía lo hacen”

Muchos cristianos sienten amor por Dios.

Otros llegan a expresarle su amor a Dios con palabras o canciones.

Sin embargo, la Biblia dice que cuando servimos le estamos


demostrando nuestro amor a Dios.

Cada vez que tú sirves en la alabanza, cada vez que tú sirves en la


escuela dominical, cada vez tú sirves como voluntario en las diferentes
áreas de la iglesia le estás demostrando a Dios: ¡Yo te amo!

2. Sirve con alegría. Salmo 100:2 LBLA “Servid al Señor con


alegría”

El segundo ingrediente que debe tener nuestro servicio es la alegría.


No hay nada más contagioso que ver a una persona que sirve con
alegría.

Debemos entender que servir a Dios no es un precio que pagamos, es


un privilegio recibimos.

2 Corintios 8:4-5 RVC “Insistentemente nos rogaron que les


concediéramos el privilegio de participar en este servicio para los santos
e hicieron más de lo que esperábamos, pues primeramente se
entregaron al Señor, y luego a nosotros, por la voluntad de Dios.”

Noten que los primeros cristianos rogaban para servir a Dios.

Ahora tenemos que rogar para que los cristianos sirvan a Dios.

Porque para los primeros cristianos servir a Dios era un privilegio.

Si para ti servir es una carga, por favor no sirvas.

Si vas a servir por obligación, por favor no sirvas.

Si vas a servir con una cara de puñete, por favor no sirvas.

Si vamos a servir a Dios, que sea con una sonrisa.

Si vamos a servir a Dios, que sea con alegría

3. Sirve con diligencia. Romanos 12:11 NVI “Nunca dejen de


ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el
Espíritu.”

El tercer ingrediente que debe tener nuestro servicio es la diligencia.

Servir con diligencia significa servir a Dios con esmero, haciendo lo


mejor que puedes con lo que tienes.

John Wesley era un increíble siervo de Dios solía decir: “Haz todo lo
bueno que puedas, con todos los medios que puedas, en todas las
maneras que puedas, en todos los lugares que puedas, en todos los
tiempos que puedas, a todas las personas que puedas, cada vez que
puedas”.

Servir con diligencia significa servir a Dios con responsabilidad,


cumpliendo tus compromisos con puntualidad.
Recuerda: Dios no está buscando perfección en lo que haces, pero sí
esperando que pongas el corazón en lo que haces.

Sin importar si la tarea en la que sirves es pequeña o grande, hazlo con


excelencia, no como para los hombres sino como para Dios.

4. Sirve con perspectiva. 1 Corintios 15:58 NTV “Por lo tanto,


mis amados hermanos, permanezcan fuertes y constantes.
Trabajen siempre para el Señor con entusiasmo, porque ustedes
saben que nada de lo que hacen para el Señor es inútil.”

Si tú quieres servir a Dios, debes hacerlo con la perspectiva correcta.

Porque cuando se trata de servir a Dios, no hay un área que sea


pequeña o una tarea que sea insignificante.

Todo lo que hacemos por Dios y para Dios es importante.

Hay áreas que pueden ser más notorias que otras, pero todas son
importantes.

Hay servidores que pueden ser más visibles que otros, pero todos son
valiosos.

Debemos entender que cada vez que Dios pone alguien en necesidad en
nuestro camino, nos está dando una oportunidad de servir.

Finalmente, si no estás sirviendo a Dios, no tienes una razón, solo tienes


un excusa.

Abraham sirvió a Dios a pesar de ser muy viejo.


José sirvió a Dios a pesar de ser traicionado.
Moisés sirvió a Dios a pesar de ser tartamudo.
Jeremías sirvió a Dios a pesar de ser muy joven.
Gedeón sirvió a Dios a pesar de ser pobre.
Rahab sirvió a Dios a pesar de su pasado.

Pedro sirvió a Dios a pesar de ser impulsivo.


Tomás sirvió a Dios a pesar de sus dudas
Pablo sirvió a Dios a pesar de su enfermedad.
Timoteo sirvió a Dios a pesar de sus temores.

Y Dios también te puede usar a ti, si dejas de dar excusas.

También podría gustarte