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La Inferencia Inductiva y La Deductiva

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Introducción

Al introducir este trabajo se destaca que el razonamiento nos permite


ampliar nuestros conocimientos sin tener que apelar a la experiencia.
También sirve para justificar o aportar razones en favor de lo que
conocemos o creemos conocer. En algunos casos, como en las
matemáticas, el razonamiento nos permite demostrar lo que sabemos.

A su vez, el abordaje investigativo se nutre de las fuentes del


conocimiento a través del razonamiento deductivo o del inductivo y se
operacionaliza con el uso del método, los griegos hicieron la primera
contribución al desarrollo del método para descubrir la verdad. Cuando el
hombre tiene unificación de ideas esta ante la veracidad de las cosas, ya
que a través de este concepto existe una asociación entre imagen-cosa, por
lo que se está ante el conocimiento racional-lógico-deductivo.

P9or su parte, el razonamiento deductivo e inductivo es de gran


utilidad para la investigación. La deducción permite establecer un vínculo
de unión entre teoría y observación y permite deducir a partir de la teoría
los fenómenos objeto de observación. La inducción conlleva a acumular
conocimientos e informaciones aisladas.
La inferencia inductiva y la deductiva, el razonamiento y sus clases

La inferencia es la capacidad racional que tiene un individuo de


obtener información o conclusiones que no han sido manifestadas de
manera explícita. Se puede dar de manera escrita, oral o en cualquier forma
de comunicación. Asimismo, puede ser el acto de sacar conclusiones a
partir de algo que se supone que es verdadero o falso.

Inferencias inductivas

Cuando razonamos inductivamente, recogemos evidencia usando


nuestra experiencia del mundo y sacamos conclusiones generales basadas
en esa experiencia. El razonamiento inductivo (inducción) es también el
proceso por el cual utilizamos las creencias generales que tenemos sobre el
mundo para crear creencias sobre nuestras experiencias particulares o sobre
qué esperar en el futuro.

Alguien puede usar sus experiencias pasadas de comer remolachas y


odiarlas absolutamente para concluir que no les gustan las remolachas de
ningún tipo, cocinadas de ninguna manera. Entonces pueden usar esta
conclusión para evitar pedir una ensalada de remolacha en un restaurante
porque tienen buenas razones para creer que no les va a gustar. Por la
naturaleza de la experiencia y la inferencia inductiva, este método nunca
puede garantizar la verdad de nuestras creencias.

En el mejor de los casos, la inferencia inductiva solo genera


conclusiones verdaderas probables porque va más allá de la información
contenida en las premisas.
En el ejemplo, la experiencia pasada con las remolachas es
información concreta, pero la persona va más allá de esa información al
hacer la afirmación general de que no le gustarán todas las remolachas
(incluso esas variedades que nunca han probado e incluso métodos de
preparación de remolachas que nunca han probado).

Considera una creencia tan cierta como “mañana saldrá el sol”. El


filósofo escocés David Hume argumentó en contra de la certeza de esta
creencia hace casi tres siglos. Sí, el sol ha salido cada mañana de la historia
registrada (en verdad, hemos sido testigos de lo que parece ser el amanecer,
que es resultado de que la tierra gira sobre su eje y crea el fenómeno de la
noche y el día).

Si bien las inferencias inductivas no siempre son algo seguro, aún


pueden ser bastante confiables. De hecho, buena parte de lo que creemos
saber se conoce a través de la inducción. Además, si bien el razonamiento
deductivo puede garantizar la verdad de las conclusiones si las premisas
son verdaderas, muchas veces se conocen inductivamente las propias
premisas de los argumentos deductivos. Al estudiar filosofía, necesitamos
acostumbrarnos a la posibilidad de que nuestras creencias derivadas
inductivamente puedan estar equivocadas.

Existen varios tipos de inferencias inductivas, pero en aras de la


brevedad, esta sección cubrirá los tres tipos más comunes:

Razonamiento de instancias específicas a generalidades,


razonamiento de generalidades a instancias específicas, y razonamiento del
pasado al futuro.
Inferencia deductiva

Una buena inferencia deductiva se denomina inferencia válida, es


decir, su estructura garantiza la verdad de su conclusión dada la verdad de
las premisas. Presta atención a esta definición. En la definición no se dice
que los argumentos válidos tengan conclusiones verdaderas. La validez es
propiedad de las formas lógicas de los argumentos, y recuerda que la lógica
y la verdad son distintas.

En la definición se establece que los argumentos válidos tienen una


forma tal que si las premisas son verdaderas, entonces la conclusión debe
ser cierta. Se puede probar la validez de una inferencia deductiva
comprobando si las premisas conducen a la conclusión. Si es imposible que
la conclusión sea falsa cuando se asume que las premisas son verdaderas,
entonces el argumento es válido.

Inferencias deductivas válidas

Una buena inferencia deductiva se denomina inferencia válida, es


decir, su estructura garantiza la verdad de su conclusión dada la verdad de
las premisas. Presta atención a esta definición. En la definición no se dice
que los argumentos válidos tengan conclusiones verdaderas. La validez es
propiedad de las formas lógicas de los argumentos, y recuerda que la lógica
y la verdad son distintas. En la definición se establece que los argumentos
válidos tienen una forma tal que si las premisas son verdaderas, entonces la
conclusión debe ser cierta. Se puede probar la validez de una inferencia
deductiva comprobando si las premisas conducen a la conclusión.
Si es imposible que la conclusión sea falsa cuando se asume que las
premisas son verdaderas, entonces el argumento es válido.

Inferencias deductivas inválidas

Una inferencia deductiva mala se llama inferencia inválida. En


inferencias inválidas, su estructura no garantiza la verdad de la conclusión,
es decir, aunque las premisas sean verdaderas, la conclusión puede ser
falsa. Esto no quiere decir que la conclusión deba ser falsa, sino que
simplemente no podemos saber si la conclusión es verdadera o falsa. Aquí
hay un ejemplo de una inferencia no válida:

 Si nieva más de tres pulgadas, las escuelas tienen el mandato de


cerrar.
 Cerraron las escuelas.
 Por lo tanto, nevó más de tres pulgadas.

Si las premisas de este argumento son verdaderas (y suponemos que


lo son), puede o no haber nevado más de tres pulgadas. Las escuelas cierran
por muchas razones además de nieve. Quizás el distrito escolar
experimentó un corte de energía o se emitió una advertencia de huracán
para la zona.

Nuevamente, puede utilizar su conocimiento de las condiciones


necesarias y suficientes para entender por qué este formulario no es válido.
Premisa 2 afirma que la condición necesaria es el caso. Pero la verdad de la
condición necesaria no garantiza que la condición suficiente sea cierta.
El condicional establece que el cierre de escuelas está garantizado
cuando haya nevado más de 3 pulgadas, no esa nieve de más de 3 pulgadas
está garantizada si las escuelas están cerradas.

Usando los argumentos de muestra dados, invente un contraejemplo


para probar que el argumento no es válido. Un contraejemplo es un
escenario en el que las premisas son verdaderas pero la conclusión es falsa.
Las soluciones se proporcionan a continuación.

Argumento 1:

Si un animal es un perro, entonces es un mamífero.

Charlie no es un perro.

Por lo tanto, Charlie no es un mamífero.

Argumento 2:

Todos los postres son alimentos dulces.

Algunos alimentos dulces son bajos en grasa.

Entonces todos los postres son bajos en grasa.

El razonamiento y sus clases

El razonamiento nos referimos a la capacidad que tenemos todos los


seres humanos para aplicar estrategias con el fin de solucionar problemas y
establecer relaciones utilizando la clasificación, las analogías y la
caracterización.
En otras palabras, es la capacidad que tenemos de enfrentarnos
mentalmente a un problema o situación aplicando la lógica y la experiencia
y/o entendimiento.

El razonamiento nos permite:

 Establecer relaciones
 Formar concepto y abstraer categorías.
 Distinguir o diferenciar entre características esenciales y secundarias.
 Completar modelos continuos discretos, clasificación, razonamiento
analógico y razonamiento serial.

Sin duda, se trata de una función cognitiva imprescindible para


nuestro día a día, para relacionarnos con lo demás, así como para
interactuar de forma correcta con el medio que nos rodea.

Tipos

Existen distintos tipos, aquí os mostramos los principales:

 Razonamiento deductivo: es el proceso cognitivo que utilizamos las


personas para llegar a una deducción. Normalmente va ligado a los
estereotipos, es decir, a veces creemos que, por formar parte de un
colectivo concreto, van asociados con unas determinadas
características.
 Razonamiento inductivo: este nos permite a partir de una información
concreta, llegar a una conclusión general. Es menos lógico y más
probabilístico que el anterior. Tiene dos características, ya que, puede
ser completo, es decir, que incluye todos los casos concretos
observados o, incompletos que sólo incluye una serie de casos
particulares para establecer conclusiones.

 Razonamiento hipotético-deductivo: sin duda, es uno de los que más se


ciñe a la realidad y a la verificación de las premisas que se constituyen
en base a la observación. Es uno de los más complejos y se asocia al
último estadio de desarrollo, considerado típicamente adulto, aunque no
todos pueden llegar a tenerlo.

 Razonamiento transductivo: este tipo se fundamenta en combinar


diferentes informaciones separadas entre sí, para poder crear
argumentos, creencias o conclusiones. Le podemos encontrar en el tipo
de reflexión que hacen los niños.
Conclusión

Se puede concluir este trabajo diciendo que la inferencia en lógica


representa la acción de obtener conclusiones, resultados o deducciones a
partir de un conjunto de argumentos que poseen una estructura definida. No
todos los datos de inferencia son verdaderos, algunas conclusiones pueden
resultar incorrectas, ya que muchas veces son basadas en hipótesis.

De igual forma, la inducción también puede funcionar en la dirección


opuesta: el razonamiento desde generalizaciones aceptadas hasta instancias
específicas. Esta característica de la inducción se basa en el hecho de que
somos aprendices y que aprendemos de experiencias pasadas y de los
demás.

Finalmente, gran parte de lo que aprendemos se captura en


generalizaciones. Probablemente hayas aceptado muchas generalizaciones
de tus padres, maestros y compañeros. Probablemente creas que una señal
roja de “STOP” en la carretera significa que cuando conduces y ves esta
señal, debes llevar tu auto a una parada completa.

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