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Introducción
Los AUTORES
Verano de 2006
UNIDAD 1
Derecho, ecología
y medio ambiente
I Eugene P. Odurn, Eco[ogú: el vinculo entre las ciencias naturales y las sociales. Editorial
Continental, México. 1989. pág 11. citado por Maria del Cannen Cannona Lara, en
Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México,
"EnciC!opediaJuridica Mexicana", t VIII. la ed, UNAM· Editorial Porrúa, México, 2002. pag
387.
1.2 Consideraciones filosóficas acerca del ambiente 3
puede quebrar los mecanismos de preservación natural de los ecosistemas
y desconocer las consecuencias inevitables de las leyes ecoíogícas.! En este
sentido, la relación entre la ecología y las cienclas soclales es clara. Como
menciona Ramón Martín del Campo, "... siendo el hombre un componen-
te de ecosistemas a los que puede influir y alterar, es preciso condicionar
conductas individuales y sociales para evitar la introducción en el medio de
perturbaciones a la lógica ecológico-natural. "3
En este marco, el derecho se muestra como el medio para determinar y
hacer valer el "deber ser" en lo tocante a las relaciones entre el hombre y el
ambiente. En efecto, la ecología se presenta como una ciencia que se refie-
re al "ser" de estas relaclones; sin embargo, no despliega lo que "debe ser"
en el ámbito del comportamiento humano que se considera necesario o
deseable para la preservación del ambiente." En tal aspecto, la injerencia de
las ciencias naturales es nula, de ahi la necesidad de acudir al derecho como
la única vía para exigir al ser humano determinado comportamiento acorde
con la necesidad preponderante de proteger la vida en la Tierra.
El derecho se presenta de esa manera como el camino para lograr la
observancia constante y generalizada de ciertas conductas humanas ten-
dientes a proteger el ambiente. Por medio de la norma y la coacción, el
derecho resulta ser una respuesta social viable para detener la destrucción
voraginosa del ambiente por el ser humano.P así, el vínculo entre derecho y
ecología será necesario si deseamos que nuestros esfuerzos en la lucha por
preservar el ambiente sean bien encauzados.
6 La idea de que la naturaleza o los elementos naturales fueran el origen de todas las cosas
tomó gran fuerza con 10:5 primeros filósofos occidentales. Simplemente recordemos que
Tales de-MiJeto mencionó al agua como el arché(origen) de todas las cosas.
7 Silvia Jaquenod de Zsogon. El derecho ambientaly sus principios rectores. 3. ed, Editorial
Dykinson. Madrid. 1991. pág 40.
B Lug cit.
1.2 Consideraciones filosóficas acerca del ambiente 5
biológico el valor de causa determinante de todos los fenómenos estricta-
mente humanos, desde la literatura hasta la política". La obra literaria y filo-
sófica de Taine, por ejemplo, "contribuyó a la difusión de esta tesis, según
la cual el ambiente físico, biológico y social determina necesariamente
todos los productos y los valores humanos y los explica"."
Como podemos inferir de dicho razonamiento, la noción del ambiente
en la filosofía del siglo XIX aporta a este concepto un valor determinante.
Según tal concepción, todo lo hecho por el ser humano tendrá una relación
con el ambiente en el que éste se desenvuelve. Por otra parte, en el mundo
contemporáneo la noción de ambiente permanece fundamentalmente en
las ciencias biológicas, antropológicas y sociológicas, pero se ha transfor-
mado poco a poco, ya que la relación entre el ambientes el organismo, el
hombre o el grupo social no se entiende según un esquema mecánico, o
sea, como una relación de determinismo causal absoluto. 10 Esta relación se
cambia por una postura que atribuye al ser humano una facultad selectiva
que éste ejerce en el ambiente. Sin embargo, esto no significa que el
ambiente no pueda obrar efectivamente sobre la vida y las creaciones de los
hombres, sino que resulta la condición de la causa.
Ahora bien, de forma paralela a esas digresiones en torno al ambiente,
se ha desarrollado un debate filosófico relacionado más que con cuestiones
abstractas con el daño que el hombre ha causado al medio donde vive.
Pareciera que la idea de que el ser humano convive con la naturaleza se ha
cambiado por aquella que expresa que ésta es un mero instrumento al ser-
vicio del hombre.
Silvia jaquenod afirma de manera clara que ..... el ascenso del hombre
a la dominación, parece atribuible al hecho de que fue el único animal
terrestre que se propuso someter su medio en lugar de adaptarse a él. Últi-
mamente, el dominio del planeta Tierra por el hombre se ha convertido en
algo tan intenso, que altera el hábitat de todas las criaturas con vida, inclu-
yéndose a sí mismo". En este punto, la autora en cuestión hace referencia a
la sutil ironía del filósofo Reinhold Niebuhr, quien manifiesta: "El hombre
siempre ha sido su propio problema más irritante". Asimismo, [aquenod
nos recuerda la concisa expresión de Ortega y Gasset: "Yo soy yo y mi cir-
cunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo". Por tanto, como indica la
maestra española, el hombre es conforme se encuentra su circunstancia, es
con ella y en función de ella. Actúa e interactúa inmerso en la contingencia
que ésta le depara, y colabora para que la situación que le rodea lo benefi-
cie o perjudique. 11
Teniendo en cuenta estas ideas llegamos a la conclusión de que las con-
sideraciones que puedan hacerse en torno al ambiente deben tener un cam-
bio radical. No ha de pensarse únicamente en la preservación del ambiente
como una forma de conservar el hábitat en el que el hombre se desarrolla,
sino tener en cuenta que, debido a la relación simbiótica que existe entre el
ser humano y su ambiente, la conservación de éste es un presupuesto para
la existencia de aquél. Así, la protección del ambiente es necesaria -·sino
indispensable- para que la especie humana pueda sobrevivir.
De esa manera, las relaciones entre las viejas cuestiones del ser y el deber
ser, la causa y el fin, la naturaleza y el valor, que son dominio de la ética. ha-
bían estado circunscritas a un ámbito en el que el tema ambiental era relega-
do; no obstante, en décadas recientes este tema ha adquirido gran importan-
cía.'? Hemos descubierto que la naturaleza es vulnerable; por esta razón, el
plano ético no puede alejarse de las relaciones entre el hombre y el ambien-
te. Así, surge la ética ambiental, como una concepción nueva de los deberes
morales que deben existir en las relaciones del ser humano con su entorno.
En la época actual "... ya no es un sinsentido preguntar si el estado de la
naturaleza humana -la biosfera en su conjunto y en sus partes. que se
encuentra ahora sometida a nuestro poder- se ha convertido precisamen-
te por ello en un bien encomendado a nuestra tutela y puede plantearnos
algo así como una exigencia moral, no sólo en razón de nosotros, sino tam-
bién en razón de ella y por su propio derecho"!" No. ahora es imperativo
tomar en cuenta que la forma de actuar del ser humano puede tener con-
secuencias desastrosas en el futuro. En este punto, según Osario, aparece el
principio de responsabilidad como el elemento base para considerar una
nueva éttca.'>
Esa nueva ética tendrá como base la reflexión de que el hombre debe
hacer las cosas con la diligencia del deber cumplido. De lo que se trata es
de que [el ser humano] las haga con responsabilidad, teniendo en cuenta la
existencia de la naturaleza y pensando no sólo en las consecuencias inme-
diatas, sino también en los efectos que el obrar del hombre produzca en las
generaciones futuras. En este escenario, la incertidumbre en el futuro se
posa como la ineludible condición de la responsablltdad.I" En la actualidad
-sobre todo si se consideran los procesos irreversibles de degradación del
ambiente que se han gestado-e. una idea admitida definitivamente es que
el desarrollo científico y tecnológico ilimitado no constituye una causa nece-
saria de progreso humano, sino más bien de problemas éticos y sociales en
torno al origen del desequilibrio ecológico.
131 situación exige sin duda una nueva clase de imperatívos éticos. En
principio, la moral, como objeto de estudio de la ética. tendrá que invadir el
ámbito de la producción económica -de la que se mantuvo alejada-en la
17 iug cit.
1.3 Naturaleza del derecho ambiental 9
18 Jesús jordano Fraga, La protecciin del derecho a un medio ambiente adecuado, 1a ed, J.M.
Boseh Editor, Bareeiona, 1995, pag 124.
10 DERECHO, ECOlOGIA y MEDIO AMBIENTE
19 lug cít.
20 Lug cit.
1.3 Naturaleza del derecho ambiental 11
21 Los argumentos vertidos en este apartado son los que utiliza Jesús jordano Fraga en su
obra La protecciin del derecho a un medio ambiente adecuado, para defender la autonomía
del derecho ambiental. Sin embargo, al terminar el punto correspondiente a este tema, el
autor señala que no puede hablarsede una autonomía plena, pero sí de una autonomía en
gestión de esta disciplinajurídica.
12 DERECHO, ECOlOGIA y MEDIO AMBIENTE
24 Ídem.
25 Instituto de Investigaciones Jurídicas. ob cit, pág 358.
26 Ramón Martín Mateo, ob cit. pág 103.
27 Ibídem, págs 103 y 104.
14 DERECHO, ECOLOGIA y MEDIO AMBIENTE
La palabra sectorizacion tiene que ver, según el maestro Raúl Brañes, con
"... aquella característica de la administración pública que consiste en su
división en sectores definidos. Entre estos sectores están algunos que tradi-
cionalmente han ejercido funciones respecto de determinados elementos
ambíentales'P? De esta manera, el derecho ambiental puede ser objeto de
un análisis sectorial, pues existen leyes que se refieren al uso, protección,
conservación y aprovechamiento de determinados recursos naturales.
No obstante, algunas actividades estatales como la gestión administrati-
va del ambiente, presentan ciertas características especiales y determinan la
necesidad de establecer estructuras jurídico-administrativas para el conjun-
to de la gestión estatal. Esta exigencia, a decir de Brañes, resulta de que
• Sustratum ecolcqico
El sustratum ecoltqico del derecho ambiental se refiere a su carácter sisté-
mico. Esto significa que la regulación de conductas por el derecho ambien-
tal no se realiza aisladamente. sino teniendo en cuenta el comportamiento
de los elementos naturales y las interacciones determinadas en ellos como
consecuencia de las actuaciones del hombre.
• Especialidad singular
• ÉnfasiS preventivo
Para Ramón Martín Mateo, aunque el derecho ambiental se apoya a la pos-
tre en un dispositivo sancionador, sus objetivos son fundamentalmente pre-
ventivos. Esto se debe a que en la disciplina que tratamos, la coacción a pos-
teriori resulta ineficaz; por un lado, en cuanto que de haberse producido las
consecuencias biológica y socialmente nocivas, la represión podrá tener una
trascendencia moral pero difícilmente compensará graves daños, quizá irre-
parables, lo que es válido también para las compensaciones impuestas de
forma imperativa.
• Componente técnico-reqiado
Como característica del derecho ambiental. el componente técnico-reglado
alude a la intervención que se hace por parte del Estado con base en módu-
los y parámetros previamente fijados a escala nacional, ya sea con carácter
general para todo el país, para zonas especiales o para situaciones excep-
cionales. La normativa del derecho ambiental, señala Martín Mateo, inclu-
ye prescripciones rigurosamente técnicas que determinan y cifran los nive-
les de emisión o de inmisión, la altura de las chimeneas, las características
de los motores, etc. Estas prescripciones marcan sobre todo limites y um-
brales, a la vez permiten modulaciones y apreciaciones cuando se entrecru-
zan factores diversos que se resisten a un planteamiento puramente cientí-
fico y matemático.
• Vocaci ón redistributiva
La vocación redistributiva es la aspiración internalizadora de los costos que
suponen para la colectividad la transmisión de residuos y subproductos a los
grandes ciclos naturales. El derecho ambiental entonces sólo podrá lograr
resultados aceptables si consigue canalizar recursos para compensar en últi-
mo extremo a los perjudicados, y para financiar el establecimiento de ins-
talaciones que eviten la contaminación.
• Multidisciplinar
Este carácter hace referencia a ..... la fusión transitoria del caudal normativo
pretérito con el actual; es decir, el viejo derecho no ambiental se constituye
en norma provisoria del derecho ambtental''V
Además, al ser circunstancial esta combinación, se descubre el espíritu
dinámico del ordenamiento jurídico que se adecua a la realidad en la que
• 7tansnacional
38 ldem.
3. Ibídem, pág 46.
40 Jaquenod de ZSogon, Iniciaciá1 al derecho ambiental, 1a ed, Editorial Dykinson, Madrid,
1996, págs 221-222.
41 Jesús Quintana Valtiena, ob cit, págs 17-t s.
20 DERECHO, ECOLOGIA y MEDIO AMBIENTE
Por otro lado, este autor señala que al quedar ya destacada la impor-
u •••
• Personas físicas.
• Personas morales.
• Organismos no gubernamentales.
• Organizaciones sociales.
• Universidades.
• Centros de Investigación.
• Organismos y fundaciones internacionales.
46 Aimée Figueroa Nerí. Fiscalidad y medio ambiente en México, la ed, Editorial Porrúa,
México, 2000, pág ;!6.
1.9 Comercio y medio ambiente 25
va, desde la visión económica, fue que el medio ambiente adquiriera la cate-
goría de capital. .." ,47 pues ..... no es sólo la tierra la que crea valor, sino la
naturaleza y el medio ambiente global"48
De tal manera, a decir de algunos autores, los temas ambientales pue-
den ser definidos en términos económicos; es decir, desde la perspectiva de
la teoría económica, siendo su contribución bastante completa, pues va des-
de identificar la degradación y destrucción ambiental hasta la aplicación de
los Instrumentos y herramientas económicos para alcanzar metas como la
reducción y el control de la contarnínacíon."?
El comercio es una de las actividades más antiguas del hombre y, sin duda
alguna, es una de las que mayor impacto y presión han ejercido en el medio
ambiente. El intercambio de mercancías ha generado durante siglos diver-
sos mercados sostenidos en la extracción, explotación y transformación de
bienes que proporciona 'la naturaleza: maderas preciosas, especies exóticas
de animales y plantas, pieles, telas multicolores, marfil, metales, hidrocar-
buros, generación de energía, etc, son algunos ejemplos de bienes que para
ingresar al mercado o, mejor dicho jurídicamente, para ser objetos de
comercio (mercancías) exigen del ambiente su mejor disposición.
La economía del siglo XXI se basa en la globalízacíón de todos los mer-
cados del orbe; tal globatízacíón es llamada coloquialmente apertura comer-
cial, en la cual los países acuerdan abrir sus fronteras de manera amplia a
las mercancías producidas en ellos mediante la desgravación, desreguíacíón
y libre acceso en las fronteras, siendo éstas las medidas más significativas
de todo mercado globalízado. El comercio de bienes y servicios entre paises
ofrece grandes ventajas para la satisfacción de sus necesidades internas.
Para lograr un Flujo comercial ad hoc a esta visión mercantilista de desa-
rrollo económico existen instrumentos eficaces para establecer las liberacio-
nes, condiciones y restricciones que ello requiere, nos referimos a los trata-
dos comerciales internacionales, de los cuales México forma parte de tres
de los más importantes: la Organización Mundial de Comercio (OMC), la Or-
ganización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Tra-
47 ídem.
48 Ibídem, págs 26-27.
49 Eduardo Padilla Hernández, Tratado de derecho ambiental, Ediciones LIbrería del Profesío-
nal, Colombia, 1999, pág 165.
26 DERECHO, ECOLOGIA y MEDIO AMBIENTE