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ZARCH No. 17 | 2021

motivo central y privativo a distintas escalas, derico Correa (1924-2020), Alfonso Milá (1924-
como los jardins d’appartement de Raoul Dufy 2009) y Elías Torres (1944) en su conversación
(1877-1953), los Blumenfenster y Wintergärten en torno el jardín de la casa Villavecchia. Algo
—uno de los más evidentes, el desconocido similar acontece también con ciertas arquitec-
de la casa Tugendhat de Ludwig Mies van der turas vinculadas a las rehabilitaciones cam-
Rohe (1886-1969)—, el mobiliario para Casa e pestres y los ajustes de sus fases y en ciertos
Giardino de Gio Ponti (1891-1979), el comedor jardines; así los Smithson, antes menciona-
japonés de la Villa Müller de Adolf Loos (1870- dos, se enfrentaron a la Hexenhaus, o los van
1933), los patrones florales de Josef Frank Eyck, Hannie (1918-2018) y Aldo (1918-1999),
(1885-1967), los frescos de monsteras de a su casa en Loenen. Más recientemente, las
Henri Matisse (1869-1954), las salas del Pala- macetas y áreas verdes copan los interiores
cio de Schönbrunn de Johann Baptist Wenzel transparentes de las propuestas de Ryue Nis-
Bergl (1719-1789), los atrios mediterráneos de hizawa (1966); y de Junya Ishigami (1974). La
Bernard Rudofsky (1905-1988), el patio de la relación entre exterior e interior se diluye al so-
Casa de Lina Bo Bardi (1914-1992) y el de la lapar los distintos planos.
Casa del Futuro de Alison (1928-1993) y Peter
Smithson (1923-2003), los huertos de Heinrich El cierre resulta enigmático e invita a la pro-
Tessenow (1876-1950), la colonia Nærum de bable continuidad de un proyecto relacionado
Carl Theodor Sørensen (1893-1979) o los cár- con el agua, y por supuesto con la casa. Tras
menes de Granada —y en concreto el de la hablar de la felicidad del Team X, nos señala
XAVIER MONTEYS
Fundación Rodríguez-Acosta—. que el jardín de los van Eyck finaliza en las ori-
La casa como jardín llas del río. Y admito este punto y aparte, pues
La contingencia forma parte del misterio de la este non finito no debería terminarse con las
Gustavo Gili, Barcelona, 2021, 184 pp. Tapa
vida, como las plantas que sobreviven en las estrofas de un escéptico Pessoa que niega la
blanda. 16,90 €
cunetas, que no son ni cultivo ni naturaleza. posibilidad de un todo conciliador.
Idioma: español Lo habitable debería adaptarse ante nuevas
ISBN/EAN: 978-84-252-3241-1 necesidades o contratiempos. Lo cual sensi- Otro matiz reseñable es la generosidad que
biliza al profesional y le invita a responder, o destilan sus páginas por la infinidad de citas
al menos plantear alternativas, a todo cuanto a libros en sus ciento catorce notas. Hasta el
DANIEL FERNÁNDEZ-CARRACEDO extremo de que sólo se repiten las referencias
se halla en los límites: la autoconstrucción, las
Universidad de Castilla-La Mancha en distintos apartados a El jardín en movi-
modificaciones de los moradores, o la apro-
daniel.fcarracedo@uclm.es miento (Gustavo Gili, Barcelona, 2012), Una
piación de las oquedades de la cubierta o de
breve historia del jardín (Gustavo Gili, Barce-
las fachadas. Ejemplos son las distintas ma-
El pasado mes de abril se presentó virtual- lona, 2019), ambos de Gilles Clément; El jar-
neras como han sido vividos los apartamen-
mente el libro de Xavier Monteys (1953), La dín perdido (Elba, Barcelona, 2018) de Jorn
tos del edificio Mitre de Juan Francisco Barba
casa como jardín, editado por Gustavo Gili. De Précy; El país donde florece el limonero
Corsini (1916-2008), los áticos parisinos de Le
Es el cuarto de la serie de bolsillo y formato (Acantilado, Barcelona, 2017) de Helena Att-
Corbusier (1887-1965) en Porte Molitor o en
cuadrado del profesor Monteys sobre espa- lee; y Alison & Peter Smithson. De la Casa del
los Campos Elíseos —Beistegui—, y las te-
cios domésticos enfocados desde distintos futuro a la casa de hoy (Polígrafa, Barcelona,
rrazas convertidas en invernaderos por Anne
puntos de vista. 2007) de los editores Dirk Van der Heuvel y
Lacaton (1955) y Jean-Philippe Vassal (1954)
Max Risselada; y Autoconstrucción (Pepitas
En este caso, sus ‘hojas’ reflexionan acerca en los suburbios de París y de Burdeos. Mun-
de Calabaza, Logroño, 2018) de John F. Tur-
de lo vegetal y su extensión a la arquitectura, do el del invernadero que el arquitecto y dise-
ner. E incluso, sugiere documentales como
la pintura, o el coleccionismo. La flora trans- ñador sueco Bruno Mathsson (1907-1988) ya
Five Seasons: The Gardens of Piet Oudolf
ciende al ornamento y se convierte en acción había frecuentado a comienzos de los sesen-
(2017) de Tomas Piper, para acercar aún más
inconsciente de nuestra intimidad; las plantas ta en su casa de verano de Frösakull con su
el relato al lector. Igualmente destaca el cariño
ya no son un complemento o una capa más vidrio triple protegido por una bóveda curva
manifestado en los agradecimientos y en la
para evitar el ‘horror vacui’. Incluso en el plano de policarbonato ondulado.
mención a sus doctorandas, así como la cor-
intelectual, el autor considera al propio texto tesía a quien le ha cedido los derechos para la
un jardín por su condición abierta al azar a la La colección particular sintetiza la inclinación
vital hacia determinados objetos y su convi- reproducción de las imágenes.
hora de estructurar su discurso.
vencia con el resto de elementos de la casa y
DOI: https://doi.org/10.26754/ojs_zarch/
El conjunto consta de veintisiete ensayos que del jardín: las fantasías, el mobiliario, los libros,
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se pueden leer aleatoriamente, siempre acom- las esculturas, las maquetas, los cuadros o las
pañados con al menos una o dos imágenes. instalaciones artísticas. Así sucede en la casa
Píldoras cuya lectura no supera los diez minu- Vicens de Antoni Gaudí (1852-1926), el estu-
tos, y que, por el modo en que están redac- dio del pintor Oleguer Junyent (1876-1956), la
tadas, nos traslada al género periodístico. Ha- casa cueva de Juan O’Gorman (1905-1982), la
llazgos valiosos y esporádicos que necesitan casa estudio de Luis Barragán (1902-1988), el
ser asimilados con tiempo y contrastados por apartamento de Yona Friedman (1923-2019),
la cantidad de información suministrada. o la casa-museo de John Soane (1753-1837).

El inicio es prometedor y claro: “Antes que La existencia tiene que ver con la superposi-
la casa fue el jardín, el Paraíso, pero aun así ción de procesos y de escenarios. Así obró
este no es un libro sobre jardines, ni tampo- el jardinero enviado desde París a Lisboa en
co sobre paisaje, sino un libro sobre la casa el entorno del Palacio de los marqueses de
observada desde la óptica del jardín.” Y, en Fronteira; Frederick Law Olmsted (1822-1903)
especial, se vislumbran cuatro temáticas en en Central Park; Albert Dubosq (1863-1940)
las que se podría vertebrar: paraíso, contin- en la escenografía para la ópera Lakmé; Lean-
gencia, colección y proceso. dro Silva (1930-2000) en el Romeral de San
Marcos; Robert Smithson (1938-1970) en su
El Edén, o jardín encerrado, nos remite a ejer- reconocimiento gráfico del Hotel Palenque;
cicios que convierten a la naturaleza en su Nicolau Maria Rubió i Tudurí (1891-1981), Fe-