Willi Baumeister
Willi Baumeister
Willi Baumeister
Willi Baumeister
Pinturas y dibujos
2011
www.march.es
Fundación Juan March
Willi Baumeister [1889–1955]. Pinturas y dibujos
Richter Verlag
I Orden apolíneo 10
En el atelier de Willi Baumeister
Martin Schieder
II Baumeister y Suiza 27
Dieter Schwarz
Pinturas 45
Willi Baumeister
Color y espacio 57
El cuadro muro 71
[Fráncfort, enero de 1929] 72
La construcción del cuadro 81
La naturaleza en el arte abstracto 105
Dibujos 133
Exposiciones 178
Selección bibliográfica 183
Catálogo de obras en exposición 185
Créditos 188
Willi Baumeister (1889–1955) es, sin duda, una de las figuras más relevantes de
las vanguardias históricas en Alemania. Es también uno de los pocos artistas
de ese país que tuvo la valentía y la fuerza de salvaguardar las ideas y las espe-
ranzas de la Modernidad frente a la opresión política del nacionalsocialismo y
la quiebra que supuso la Segunda Guerra Mundial; en los años de posguerra
fue capaz de sentar los cimientos para el desarrollo futuro del arte. En sintonía
con la Modernidad, la pretensión de Willi Baumeister fue totalizadora: su obra
y su magisterio se extendieron, más allá de los clásicos campos de la pintura,
el dibujo y la obra gráfica, hasta los de las artes decorativas y, especialmente, a
la tipografía y escenografía teatral. Pero Willi Baumeister no fue sólo un artista
alemán: su influencia y sus relaciones profesionales y de amistad trascendie-
ron las fronteras geográficas de Alemania. Resulta, por tanto, coherente, que
tres instituciones europeas se hayan puesto de acuerdo para organizar esta
exposición que, con casi 50 pinturas y 25 dibujos de la década de 1910 a la
década de 1950, ofrece una visión global de la creación de Baumeister. Las
obras proceden en su mayoría del legado del artista, custodiado en el Archiv
Baumeister del Kunstmuseum Stuttgart.
Este catálogo, que acompaña la muestra, profundiza en la imagen que transmi-
ten las obras de Baumeister. El ensayo del Profesor Martin Schieder, de la Uni-
versidad de Leipzig, parte de una mirada al taller de Baumeister, para desarro-
llar desde ella un panorama de su obra. Y, en consonancia con las tres sedes
de la exposición, los tres ensayos siguientes tratan de la relación de Willi Bau-
meister con Suiza, España e Italia. Si la relación con Suiza está determinada,
sobre todo, por la amistad, plena de intercambios, con Otto Meyer-Amden –
quien, con su crítico antagonismo, suponía un desafío para Baumeister–, la de
Italia está bajo el signo del razionalismo de la década de los 30, con las mues-
Martin Schieder
plejo entramado entre el pintor y la modelo, entre el lienzo y el papel de dibujo, 1 Pablo Picasso,
entre el espacio del cuadro y la realidad del espectador, que, por así decirlo, Peintre et modèle
tricotant (Pintor y
difumina la línea divisoria entre representación y proceso de trabajo. Es evi- modelo tejiendo),
dente que la configuración del cuadro toma como referencia a su gran modelo, 1927. Aguafuerte,
Cézanne: «Al pintar partiendo de la naturaleza Cézanne pone en estrecha rela- 38,5 × 50 cm, en Le
chef-d’œuvre inconnu
ción formal objetos que en el espacio natural están separados por la profundi- de Honoré de Balzac.
dad espacial pero que en la proyección del cuadro se tocan de forma inmedia- París: Ambroise Vollard,
ta. […] Es la concepción de la superficie lo que ha dado pie a Cézanne a 1931, p. 4
armonizar entre sí todas las formas próximas. Esto ocurre a través del ritmo 2 Vista del estudio
formal continuo y la pincelada homogénea»10. de Willi Baumeister
El cuadro de atelier del año 1913 constituye un punto de partida de la gramática en la Werastraße, en
torno a 1923
formal abstracta y de la estructura purista de la imagen que Baumeister desa-
rrollará en los años 20 junto con sus amigos franceses Léger, Ozenfant y Le 3 Jan Vermeer, El arte
Corbusier. Si este cuadro temprano presenta todavía una reproducción de la de la pintura, en torno
a 1665-66. 119 × 100 cm.
realidad sometida a un proceso de abstracción, en los cuadros de atelier de los Kunsthistorisches
años 20 la estructura espacial se traslada por completo a la superficie y cada Museum, Viena
objeto se descompone en una forma geométrica o antropomorfa: «Formas ele-
mentales sencillísimas y, sobre todo, la superficie como elemento se convirtie-
ron en los instrumentos del pintor. Imperan el libre equilibrio, las tensiones y
sus resoluciones, sobre todo las relaciones de calidad y cantidad de las líneas y
superficies coloreadas e incoloras», escribe retrospectivamente el pintor11. Por
tanto, a la mirada analítica que Baumeister proyecta sobre la naturaleza ya no
le sigue una transcripción de lo visto al lienzo. La consiguiente reducción for-
mal y la síntesis gráfica ilustran más bien la diferencia fundamental entre mo-
delo y reproducción, entre realidad y arte. Los elementos clásicos del cuadro
de atelier –como el artista que mira a la modelo, la paleta, el caballete o la
13
mano del pintor– sólo aparecen como referencia cifrada a lo creativo. Y cuando
Baumeister emplea arena como instrumento configurador adicional en el cua-
dro Der Bildhauer (El escultor), de 1923 [CAT. 14], da a la obra una calidad táctil
que remite directamente al trabajo plástico de un escultor. Este simbolismo se
condensa en Atelierbild (Cuadro de atelier), 1925 [CAT. 17], y en la obra Maler
mit Palette (Pintor con paleta), 1929 [CAT. 20], en los que una esquemática pirá-
mide visual rompe la luz como en un prisma. Si tradicionalmente la pirámide
visual sirve en pintura para posicionar la mirada y sistematizar el espacio, con
esta alusión cifrada Baumeister ilustra el proceso artístico en sí mismo.
Con el trasfondo de la representación del taller del pintor como meta-arte, pa-
rece lógico que en los albores de los años 20 Baumeister llegara hasta Apolo, el
dios de la luz y las artes en la mitología antigua. En varios cuadros Baumeister
transforma el Apolo de Belvedere –según Winckelmann «el más elevado ideal
del arte entre todas las obras de la Antigüedad»– en figurines geométricos12. De
este modo se sirve precisamente del arquetipo de la escultura clásica como
punto de partida para superar un arte mimético. «La pintura naturalista ame-
naza la vida con su rígida inmovilidad. Por el contrario, todo el arte de la forma,
los Apolos arcaicos, las figuras románicas, las representaciones cubistas, etc.
muestran la generalidad de la vida con una serenidad neutral, no momentá-
nea», dice Baumeister en su ya citado libro Das Unbekannte in der Kunst13. Así,
la obra Darstellung des Apoll II (Representación de Apolo, II), 1921 [CAT. 52], se
lee como una ecuación del arte en sí mismo: el torso, el cráter, el meandro y
otras referencias de la Antigüedad son filtradas, reflejadas y ordenadas apolí-
neamente por el intelecto del artista y trasladadas ante los ojos del espectador
al lenguaje gráfico abstracto de la modernidad.
Baumeister explicó en una ocasión su predilección por el tema del pintor y la
modelo: fue incitado a ello por el trabajo en la clase de pintura, habiéndose
interesado menos por la situación concreta que por el «proceso dualista que
tiene lugar como resultado de la confrontación entre el pintor y la naturaleza-
externa-a-él»14. Por eso los cuadros de atelier de Baumeister proporcionan in-
formación sobre su origen y sobre el acto creativo a través de su configuración
y de la disposición de planos, colores y formas. El motivo y la génesis del cua-
dro remiten directamente el uno al otro; el artista, en su modo de proceder
tanto analítico como sintético, se convierte en objeto constitutivo del propio
proceso pictórico. Se trata de pintura sobre la pintura. Pero ese constante cer-
ciorarse acerca de la propia actividad no sólo recurre a la iconografía clásica
del estudio sino también a la fotografía. Desde el comienzo de su carrera Bau-
meister se ha fotografiado regularmente a sí mismo en su estudio posando de-
lante de sus obras o se ha dejado retratar por miembros de su familia, amigos y
fotógrafos como Adolf Lazi y Arno Erfurth. Estas fotografías le servían menos
sin autorización. Pronto, en abril de 1933, será despedido de la Städelschule, 5 Willi Baumeister
un año más tarde se le prohibirá exponer y, a partir de ese momento, su arte en su taller de Amden,
1913
pasará a considerarse «degenerado», por lo que 51 trabajos suyos fueron reti-
rados de colecciones públicas y en parte destruidos. En los años de privacio- 6 Willi Baumeister
nes, amenazas y proscripción que siguieron a estos hechos, el taller se conver- en su taller de Untere
Anlagen, Stuttgart,
tirá en el lugar donde retirarse y poner en claro la propia identidad. Si hasta la 1919
toma del poder por los nacionalsocialistas siempre había estado abierto a visi-
tantes, estudiantes y galeristas, ahora imperaba allí una soledad cada vez ma-
yor. Pronto las difamaciones e intimidaciones se abrieron paso hasta él. «Tra-
bajar en los cuadros a pesar de todas las amenazas. Una mano desconocida ha
puesto en la puerta de mi estudio un símbolo de la Vehma», anota en su diario
en marzo de 193317. A pesar de las restricciones externas trató de mantener una
cierta rutina cotidiana. Por la mañana temprano ya estaba trabajando frente al
caballete, para luego comer con la familia. Tras una breve siesta, se iba de nue-
vo al taller y, al caer la tarde, mostraba el trabajo del día a Margrit, su mujer y
también su más duro crítico. Luego, muchas veces se quedaba escribiendo a
máquina hasta entrada la noche para contestar la correspondencia y redactar
textos propios. No obstante, durante esos años de ocultamiento Baumeister se
planteó con insistencia creciente la pregunta por el sentido de una creación
artística propia que ya no tenía público alguno: «¿Por qué y con qué fin pintar?
Todo se precipita al abismo del yo. Jamás hay público»18. Además, cada vez le
resultaba más difícil trabajar, en buena medida debido al esfuerzo que suponía
conseguir el material. En la Nochevieja de 1942 colocó la producción de todo el
año en el salón, dispuesta a su alrededor, para convertirse en «juez de mi acti-
vidad»19. ¿Cómo podía aguantar la duda, los miedos y las depresiones? ¿Cómo
podía soportar la soledad del taller? Al seguir trabajando de manera conse-
7 Willi Baumeister
en su estudio de la
Werastraße 15,
Stuttgart, 1923
cuente frente al caballete, Baumeister trataba de enmascarar las condiciones
externas, convirtiendo su estudio en un espace autre. En el verano de 1942 es- 8 Willi Baumeister,
Atelier III, 1929,
cribía a un crítico sobre sus raras fases eufóricas de trabajo: «La parte más Óleo sobre lienzo,
pequeña y sin embargo más grande de todas me pertenece a mí mismo con 81,3 × 65 cm,
más intensidad que nunca, a la pintura, que no quiero abandonar y que tengo desaparecido
intención de poner en práctica con menos concesiones que nunca. […] es ne-
cesario el sentimiento de libertad infinita y el gusto por lo desconocido. […] a
pesar de los miedos que uno siente por todos los flancos […] a veces me en-
cuentro en esas zonas bellas, sobre todo en el taller, que está unos portales
más allá»20.
Al mismo tiempo buscaba su propio afianzamiento teórico, y en 1943 comenzó
a redactar el manuscrito de su ya mencionado libro Das Unbekannte in der
Kunst. Impresionado por la lectura de Nietzsche y Schopenhauer desarrolló su
idea del artista moderno que se distancia del gran público y trabaja en el «ais-
lamiento autoimpuesto» de su taller21. Pero detrás de este punto de vista em-
bellecido se esconde un aislamiento opresivo y la preocupación de que sus
obras, «que han sido creadas con total entrega», queden «sin resonancia» para
la posteridad22. Al final, Baumeister se vio obligado a abandonar también esa
zona de lo bello. En 1937-38, tras enviar 60 cuadros al Kunstverein de Basilea
para ponerlos a salvo de los nacionalsocialistas, le tortura la idea de que su ta-
ller pueda «ser destruido casualmente por una bomba tirada desde un avión»,
visión que se convertirá en espantosa realidad en septiembre de 194423. Tres
pesadas bombas impactaron en el número 48 de Diemershalde, donde se en-
contraba el estudio de Baumeister en Stuttgart. «¿Adónde llevar el contenido,
los caballetes, las carpetas, los materiales, etc.? Así que ya no tengo un lugar
donde poder pintar», anota, y dibuja con unas cuantas líneas un apunte de la
ahora […]. Por un lado son extremadamente fieles a la naturaleza y, por otro, son 12 Willi Baumeister,
abstractas hasta llegar al signo y representan las funciones de correr, disparar, «Bildbau», Bauhaus.
etc. con absoluta pureza»35. Alentado a aplicar arena sobre el fondo del cuadro, Zeitschrift für Bau und
Gestaltuwng, año III,
a veces oscuro y a veces claro, Baumeister intensifica el carácter simbólico de nº 4 (octubre-diciembre
sus figuras. Con sus formas amorfas y sus contornos reducidos a siluetas se con- 1929)
vierten en signos cifrados que, más allá de la contemplación real, ilustran las
13 Martin Munkácsi,
energías cinéticas propias del sujeto. De este modo las figuras –como las de co- Der Nürnberger Torwart
rredores (Läufer)– aparecen como jeroglíficos del ser humano en cuanto tal36. Heiner Stuhlfauth
Pero Baumeister no sólo se ha inspirado en dibujos sobre roca prehistóricos. Al (Schwupp – schon hat
er den Ball!) (El portero
igual que sus cuadros de atelier, los dedicados al deporte recurren a otro de Nuremberg Heiner
medio, diametralmente opuesto desde un punto de vista técnico, a saber, la Stuhlfauth - ¡Zas! ... ¡ya
fotografía, gracias a la cual el deporte experimentó una difusión mediática des- tiene el balón!), 1933
Art contemporain
Durante toda su carrera Baumeister ha recibido aprobación y un gran estímulo
para su actividad creadora en París. Su relación con el mundo del arte francés
comenzó en los años 20, cuando el artista expuso con Léger en la galería Der
Sturm de Herwarth Walden en el año 1922 y durante el viaje que hizo a París dos
años después38. Allí conoció el «espíritu moderno» del purismo y descubrió sus
afinidades electivas artísticas con Léger, Le Corbusier, Ozenfant y Gleizes39.
Como los colegas lo apreciaban y apoyaban, su pintura pronto despertó el in-
terés del mundo del arte y de los críticos de arte franceses. En 1925 se pudie-
ron contemplar por primera vez trabajos de Baumeister en París, en la exposi-
ción internacional L’art d’aujourd’hui. Dos años después inauguró en la Galerie
d’Art Contemporain, en el Boulevard Raspail, su primera exposición individual,
comisariada por Waldemar George. Sus cuadros muro y sus pinturas de tema
deportivo –se exhibieron Fußballspieler (1925), A I Orange-Grün (A I naranja-
verde) (1923) [CAT. 13], Darstellung des Apoll II [CAT. 52] y Handstand (El pino)
(1925) entre otras obras– se integraron perfectamente en el programa de la ga-
lería y de su órgano editorial, L’Esprit Nouveau. Porque allí exponían también
los representantes del purismo que, como Baumeister, buscaban un equivalen-
te estético del presente tecnificado y el universo maquinal. A pesar de que no
consiguió vender ninguno de los más de 40 cuadros expuestos, el artista alemán
fue objeto de «muchísimo interés y reconocimiento por parte de los pintores
franceses»40. En el catálogo, cuyo diseño tipográfico corrió a cargo del propio
Baumeister, Waldemar George se lamentaba de lo raro que era poder ver pin-
tura alemana moderna en Francia. Según él, esto se debía en buena medida al
hecho de que en Alemania imperaba el expresionismo, casi siempre centrado
en lo decadente y romántico-místico. Sin embargo, recalcaba el crítico fran-
cés, Baumeister era uno de los pocos artistas que se había distanciado de esa
orientación nacional de la modernidad alemana y, en lugar de eso, seguía ideas
constructivistas como las que se habían desarrollado también en la Bauhaus.
14 Willi Baumeister
con colegas del mundo
del arte detrás del
Café du Dôme, París,
Y eso ya no sería un arte específicamente alemán sino «una forma de arte mun- 1926
dial y de un estilo colectivo» a cuya difusión contribuía Baumeister de manera
15 Will Grohmann
esencial41. Así pues, el éxito de Baumeister en París se fundamentaba en el con- (ed.), Willi Baumeister.
vencimiento de la crítica francesa de que con su arte anti-expresionista era un París: Gallimard, 1931
representante atípico de la modernidad alemana. Del mismo modo Zervos asig- (con el cuadro Hand-
stand como motivo de
naba a la pintura arquitectónica de Baumeister «un lugar aparte» en el arte portada)
alemán, mientras que Seuphor subrayaba que el pintor era de los primeros en
empezar «a despersonalizar su expresión» en Alemania. Y fue más lejos aún,
equiparando su pintura –como hicieron también otros comentaristas france-
ses– con la de Léger42.
La exposición en la Galerie d’Art Contemporain trajo a Baumeister un amplio
reconocimiento en el mundo artístico parisino y sentó las bases del éxito que
iba a cosechar en Francia a lo largo de 30 años. Éxito que se puso de manifiesto
en exposiciones, amistades con artistas y numerosas publicaciones e hizo que
Baumeister ascendiera a la categoría de figura central del intercambio cultural
germano-francés. En abril de 1930 participó en la primera salida a escena de
Cercle et Carré en la Galerie 23, también formó parte de la asociación de artis-
tas Abstraction-Création fundada por Georges Vantongerloo e inauguró su se-
gunda exposición individual en la Galerie Bonaparte. Además, fue objeto de
dos monografías: una, publicada en 1931 por el crítico Will Grohmann, con El
pino como motivo de la portada, dentro de la serie Les Peintres Nouveaux, que
editaba André Malraux43; y un escrito con artículos de George, Zervos y Seu-
phor entre otros44. El hecho de que Baumeister lograra consolidar su posición
en el mundo del arte parisino admiró incluso a un artista como Kandinsky: «lo
que resulta fácil para un francés es difícil para un artista alemán: traspasar las
fronteras»45. En 1937 Zervos lo invitó a participar en la exposición Origines et
Quiero expresar aquí Goeppert-Frank). 7 «Pienso mucho en 10 Willi Baumeister, Maguncia: P. von
mi más sincero agra- Fráncfort: el sol y en la luz. El Paul Cézanne, en Zabern, 2002, p. 780.
decimiento a Felicitas Insel Verlag, 1995. Cf. sol ayuda mucho Cézanne – Gemälde. 13 Cit., p. 120.
Baumeister y Hadwig pp. 46, 108 ss. incidiendo sobre las Saarbrücken: Saar- 14 Willi Baumeister,
Goez por sus indica- 3 Ibíd., p. 39. composiciones. De Verlag, 1947, pp. 3-7; manuscrito sin fechar,
ciones. 4 Willi Baumeister, Das este modo pinto cit. según W. Bau- Archivo Baumeister;
1 El texto se publicó Unbekannte in der indirectamente el meister, Das Unbe- cit. según Gottfried
por primera vez, en Kunst. Stuttgart: Curt propio sol», escribe kannte in der Kunst. Boehm, Willi Bau-
dos entregas, en el E. Schwab Verlagsge- Baumeister en 1913 a Colonia: M. DuMont meister. Stuttgart:
semanario L’Artiste, sellschaft, 1947, p. 53. Gustav Schleicher Schauberg, 1960, 2ª Verlag Gerd Hatje,
el 31 de julio y el 7 de 5 Empleando la acerca de la luz como ed. rev., pp. 187-198; 1995, p. 182.
agosto de 1831, con notación musical latina instrumento configura- aquí p. 194. 15 Cf. Boehm, op. cit.,
el subtítulo «cuento (si bemol, la, do, si) en dor de sus cuadros; 11 Cit. según Helmut p. 183.
fantástico». lugar de la alemana, cit. según Peter Beye Friedel y Tomás 16 Frankfurter Nach-
2 Honoré de Balzac, Le como en este caso, se y Felicitas Baumeister, Llorens, Willi Bau- richten (26 y 28 enero
chef-d’œuvre inconnu: perdería el juego con Willi Baumeister. meister [cat. expo., 1930); cit. según Willi
eaux-fortes originales el nombre del compo- Werkkatalog der Sala de Exposiciones Baumeister, 1889-1955.
et dessins gravés sur sitor [N. del T.]. Gemälde. Ostfildern- Fundación Caja Die Frankfurter Jahre
bois de Pablo Picasso. 6 Willi Baumeister, Ruit: Hatje Cantz Madrid, organizado 1928-1933. Zum 50.
París: Ambroise «Zimmer- und Wand- Verlag, 2002, 2 vols.; por el Museo Thyssen- Todestag [cat. expo.,
Vollard, 1931. Edición geister. Anmerkungen aquí vol. II, p. 62, Bornemisza; Städtische Museo Giersch,
española: La obra zum Inhalt meiner nº 123. Galerie im Lenbach- Fráncfort, 2005], p. 24.
maestra desconocida, Bilder. Ein Fragment 8 Cf. Beye-Bau- haus, Múnich]. Múnich: 17 Willi Baumeister,
ilustrada por Pablo aus dem Nachlaß des meister, op. cit., Städtische Galerie im diario, 27 marzo 1933;
Picasso. Barcelona: Künstlers und damit nº 221, 222. Lenbachhaus, 2004, Archivo Baumeister;
Círculo de Lectores, zusammenhängende 9 Traducimos ‹Atelier- p. 88. cit. según Willi Bau-
2000. Edición alemana: Briefe» (ed. de Heinz bild› como ‹cuadro de 12 Johann Joachim meister, 1889-1955…,
Das unbekannte Spielmann), Jahrbuch atelier›, es decir, la Winckelmann, cit., p. 42.
Meister werk. Mit der Hamburger Kunst- representación del Geschichte der Kunst 18 Willi Baumeister,
Illustrationen von sammlungen, 12 taller del artista, en des Alterthums. diario, 13-14 febrero
Pablo Picasso (edición (Hamburgo, 1967), la que con frecuencia Dresde, 1764, p. 392; 1941; cit. según
y epílogo de Sebastian pp. 121-168; aquí incorpora su propia nueva ed.: Adolf Boehm, op. cit.,
Goeppert y Herma p. 150. figura [N. del T.]. Borbein et al. (eds.). p. 217.
Dieter Schwarz
rrochábamos una alegría intrascendente cuando nos reuníamos en los estudios, 1 Otto Meyer-Amden,
en los paseos, en el café o íbamos a bañarnos. Humor a la menor ocasión, cosa Sitzender Knabe im Wald
(Muchacho sentado en
que le gustaba mucho, y en años posteriores llegó a participar incluso en la el bosque), en torno a
creación de juegos de palabras»4. 1910. Óleo sobre cartón,
Ahora bien, aquel callado forastero, que en comparación con el ambiente bur- 27 x 17,5 cm. Archiv
Baumeister, Stuttgart
gués del hogar de Baumeister llevaba una existencia ascética y marginal5, no
sólo resultaba impresionante por su original personalidad sino también por su 2 Willi Baumeister en
superioridad artística, reconocida tanto por los estudiantes como por Hölzel. casa de sus padres,
Stuttgart, en torno a
Baumeister y Schlemmer comprendieron la madurez de Meyer y consideraban 1910; a la izquierda,
sus obras modélicas, como atestigua la presencia de un pequeño cuadro en el colgada en la pared, la
cuarto de trabajo de Baumeister en Stuttgart. Con él era con quien hablaban de obra Sitzender Knabe
im Wald, de Otto
sus trabajos: «Invertía un tiempo inusualmente largo en la contemplación y a Meyer-Amden. Archiv
continuación emitía su juicio en una o, como mucho, dos frases. Sus observa- Baumeister, Stuttgart
ciones eran tan concisas que resultaban simbólicas. Por ejemplo, ‹El pintor no
3 Otto Meyer-Amden,
ha sido fiel a su deseo› o ‹Inspiración y ninguna consecuencia›. Por lo que res- Studie zum Maiglöckchen-
pecta a mis estudios, preguntaba frecuentemente si esta o aquella pincelada en Bild (Estudio para el
un lugar determinado del cuadro era fruto del azar. Tras escuchar mi respuesta cuadro de lirios de los
valles), 1908-1909. Lápiz
volvía a sumergirse en la contemplación. Algo que uno le mostraba con muchas sobre papel, 18,4 x 12 cm.
vacilaciones porque sospechaba que no le iba a gustar, sorprendentemente, le Archiv Baumeister,
gustaba. Sin embargo, otra cosa a lo que uno daba un gran valor, algo hecho con Stuttgart
hacia el 15 de octubre, y le ofreció el estudio de Baumeister, que había quedado 4 Los amigos suizos
libre21. Además, Baumeister habló en Stuttgart con los padres de su novia, Paula del pintor Hermann
Huber y Reinhold
(Mirjam) Falschebner, para llevarla con él a Amden22. A mediados de noviembre Kündig, Grächen,
estaba de nuevo en un Amden cubierto por una gruesa capa de nieve23, al que septiembre de 1912.
veía ahora como una nueva patria24. De la lectura de la larga carta que escribió a Archiv Baumeister,
Stuttgart
su abuela a comienzos de diciembre se desprende que consideraba el pueblo
como un lugar no para alojarse transitoriamente, sino más bien para madurar 5 Willi Baumeister,
artísticamente lejos de la academia y la familia: «De ahí surge también la idea de acuarela en una carta
dirigida a su abuela,
no volver tan pronto con vosotros y pasar aquí por lo menos 3 meses, cuanto Louise Schuler,
más mejor, y cancelar y prescindir gustosamente de muchas cosas para poder Grächen, 16-9-1912.
empezar partiendo de un fundamento propio; eso es lo que quiero conseguir y Archiv Baumeister,
Stuttgart
debo emplear medios duros contra mí mismo. […] Casi había olvidado referirme
a los envíos de dinero de papá que, en todo caso, han encontrado dueño antes
de lo que yo pensaba, porque que he tenido que hacer un primer pago de 100
francos para la construcción de un estudio (para Huber y para mí, en total 300
francos); ya os podéis imaginar que ha quedado poco para saldar mis deudas,
además también está al llegar la factura del carpintero que me suministra una
mesa, un armario y bancos. Para lo que es vivir necesito muy poco»25.
Desde un punto de vista artístico, Baumeister se abre a nuevos horizontes, al
dedicarse por vez primera a la impresión gráfica: «He empezado a grabar en
planchas de cobre, y además sigo dibujando como siempre. Grabar cansa
mucho la vista y me suelen doler tanto los ojos que tengo que parar; así que por
ahora no me pondré a pintar»26.
En Amden Baumeister seguirá trabajando en los cuadros de figuras que ya le
habían tenido ocupado en Stuttgart. Pero ahora se trata frecuentemente de
escenas con carga erótica, trasladadas desde el interior al paisaje, a la orilla del
lago Walen o cerca de las cascadas. Así describe sus progresos a su amigo de 6 Willi Baumeister en
juventud Gustav Schleicher: «Pinto paisajes y composiciones; suele haber en Amden, 1913. Archiv
Baumeister, Stuttgart
ellos alguien bebiendo; me siento en ese estado de ánimo y, además, en Amden
hay cascadas de sobra, aquí noto una vez más cómo mis deseos me rodean a
posteriori y de forma visible en la pintura. Delante de mi casa hay un árbol her- 7 Willi Baumeister,
Haus in Amden (Casa
moso y alto; lo he pintado unas cuantas veces, es negro. Sus ramas inferiores en Amden), 1913.
brotan del tronco a considerable altura, para descender luego hasta el suelo; Óleo sobre lienzo,
las más altas se elevan, tiesas, directamente hacia el cielo, en mi opinión hacia 62,5 x 62,5 cm. Staats-
galerie, Stuttgart
el sol. ¿No es eso de por sí algo bello? El color ‹negro› tiene muchas posibilida-
des. Pienso mucho en el sol y en la luz. El sol ayuda mucho incidiendo sobre las
composiciones. De este modo pinto indirectamente el propio sol»27.
La reducción formal de las figuras sugerida por Meyer se hace notar en los cua-
dros de Baumeister, pero su tratamiento es todavía inseguro, y lo mismo ocurre
con la representación de tendencia cubista tomada de modelos franceses. La
diversa orientación de ambos pintores se hace patente en sus paisajes: en la pri-
mavera de 1913, estimulado por el nuevo entorno, Meyer aborda por primera vez
este género. Pinta unos cuantos cuadros de pequeño formato sobre papel que
todavía muestran claramente la influencia del impresionismo tardío y de Hod-
ler28. Por el contrario, en los dos paisajes de Baumeister, Haus mit Bäumen in
Amden (Casa con árboles en Amden) [CAT. 2] y Haus in Amden (Casa en Amden),
se mezclan la deformación expresiva de los árboles y la formulación simbólica
del cubo de la casa. Desde Stuttgart, Schlemmer se dirige a Meyer comentando
en tono escéptico y con su habitual parquedad las obras de intenso colorido de
Baumeister: «Teníamos un cuadro de Baumeister en casa, en el estudio, y pare-
cía una exótica flor del sur en la celda de un monje. Alguien dijo que estábamos
ante el enfrentamiento directo de dos mundos: ascesis – sensualidad»29.
cenas Hélène de Mandrot al palacio de La Sarraz, donde todos los años un va- 9 Willi Baumeister
riado grupo de artistas y arquitectos pasaban unas «vacances d’artistes»64. Esos visitando a Otto Meyer-
Amden en Berna,
días de vacaciones del 2 al 19 de agosto de 1932 fueron un tiempo productivo, y 21-8-1932. De
Baumeister dejó a su anfitriona un dibujo de jugadores de tenis65 que, para su izquierda a derecha:
contento, fue a parar a la villa Le Pradet, construida por Le Corbusier. Durante Otto Meyer-Amden,
Hermann Huber,
su segunda estancia, del 9 al 28 de julio de 1937, Baumeister trabajó en las lámi- Willi Baumeister,
nas de Ideogramas, de las que también quedó un ejemplar en el palacio66. Reinhold Kündig.
Su participación en la importante exposición Konstruktivisten (Constructivis- Archiv Baumeister,
Stuttgart
tas)67 puso a Baumeister en contacto con la Kunsthalle de Basilea y con su direc-
tor, Lucas Lichtenhan, en el año 1937. En junio de 1938, cuando la situación de 10 «Vacances
los artistas en Alemania era cada vez más grave, Baumeister envió un conjunto d’artistes» en el
Castillo La Sarraz,
de 64 pinturas, 12 dibujos, 30 acuarelas y 29 litografías a la Kunsthalle de Basilea agosto 1932: Géa
para su custodia. Una vez terminada la guerra, esto daría lugar a un largo con- Augsbourg, Alexis-
flicto con las autoridades suizas: en un primer momento, el depósito fue confis- Louis Roche, Pierre-
Louis Flouquet, László
cado en calidad de propiedad alemana y sólo se liberó más tarde, cuando se Moholy-Nagy, Hélène
estimó que valía menos de 10.000 francos. A pesar de las enérgicas cartas del de Mandrot. Fotografía
pintor, sus obras no llegaron a Stuttgart hasta agosto de 1954, demasiado tarde de Willi Baumeister.
Archiv Baumeister,
para la exposición celebrada con motivo de su 65 cumpleaños. Stuttgart
Tampoco hay que olvidar las amistades que unían a Baumeister con Suiza. Con
motivo de la construcción de la colonia Weissenhof, que surgió en Stuttgart en 11 Camille Graeser
en su estudio,
el marco de la Bauausstellung (Salón de la Construcción) de 1927, Le Corbusier con litografía de
le recomendó al dibujante suizo Alfred Roth, que trabajó para él in situ. Roth se Baumeister al fondo,
encargó de que en la casa de Le Corbusier se colgaran obras de Baumeister en Stuttgart, 1925.
Camille Graeser-
lugar de los cuadros del arquitecto y de Léger, que no llegaron 68. Siguieron en Stiftung, Zúrich
contacto, y en febrero de 1934 Baumeister envió tres cuadros pequeños a Roth
–uno para él («por simpatía y en agradecimiento»), otro para el Dr. Hanns Welti69,
abogado y artista en cuya modesta casita de madera de las afueras de Zúrich 12 Willi Baumeister,
había pernoctado de vez en cuando («por su hospitalidad y su cercanía también tarjeta postal con
dibujo de Graeser
en la pintura»), y un tercero para la historiadora del arte y coleccionista Inge- pintando, Stuttgart,
borg Eichmann («por simpatía y como ovación a su interés por el arte mod.»)70. 6-7-1937. Camille
La mención que hace del Dr. Emil Friedrich, comprometido con la vanguardia Graeser-Stiftung,
Zúrich
artística no sólo como coleccionista sino también como miembro de la junta
directiva de la Zürcher Kunstgesellschaft (Asociación de arte de Zúrich), eviden-
cia que Baumeister tenía puestas sus esperanzas en Suiza en unos momentos en
que se estaban agotando las ventas y las posibilidades de exponer en Alemania.
En esta carta, Baumeister se interesa por la posibilidad de enseñar sus cuadros
a Friedrich con objeto de contar con su apoyo para una exposición en Zúrich.
En junio de ese mismo año, Baumeister está presente en la exposición general
Neue deutsche Malerei (Nueva pintura alemana) en la Kunsthaus de Zúrich, con
trece pinturas realizadas entre 1922 y 1934, que completó en el último momento
con un grupo de dibujos; sin embargo, su esperanza de vender obra a algún
museo no se hizo realidad71.
Baumeister había conocido, en el entorno de Hölzel, a Camille Graeser, nacido
en Ginebra pero criado en Stuttgart, que estaba siguiendo allí la carrera de di-
señador gráfico e interiorista. En julio de 1933 Graeser volvió a Suiza, y, como
despedida, Baumeister le regaló un cuadro: «Era una cabeza pintada sutilmente
en cálidos tonos gris oscuro, con un trazado riguroso de las líneas»72. Una inten-
sa correspondencia atestigua que siguieron en contacto. Graeser informaba de
exposiciones y nuevas publicaciones a las que Baumeister ya no tenía acceso.
En 1937, cuando viajó a La Sarraz, algo avergonzado pidió al amigo 10 o 20 fran-
cos para poder comprar puros, café y tarjetas postales73. A Graeser le quedó
grabada en la memoria la visita realizada por Baumeister en febrero de 1938. El
Willi Baumeister
Nunca peligra tanto algo que es bueno ni está tan amenazado de muerte como
cuando se pone de moda. Y ahora que un acontecimiento tan positivo como el
resurgimiento del color está empezando a convertirse realmente en una moda
enfermiza parece llegado el momento de hablar en serio del asunto. Aprove-
chando la ocasión que brinda la exposición Farbe und Raum1 (Color y espacio)
que se exhibe actualmente en Berlín. En el nº 14 de la revista Baugilde ya se
emitió un juicio absoluto sobre esta exposición. No fue posible entrar en deta-
lles debido a lo limitado del espacio y por ese mismo motivo tampoco podre-
mos hacerlo aquí. En cualquier caso, aquellas contadas consideraciones y las
que expondremos a continuación deben contribuir a proteger de un rápido
marchitamiento a esa joven plantita del cromatismo redivivo que crece dema-
siado exuberantemente.
El ansia de color ha ido ganando en intensidad y justificación a medida que las
circunstancias de la época se han vuelto más difíciles e inciertas. Grandes
encargos de construcción se quedan en meros proyectos que apenas podrán
llegar a materializarse. Entonces el color se convierte en un sustituto amable.
Anima el más triste de los ambientes, pone una nota festiva en las condiciones
de habitabilidad más miserables. Más aún, hace amplios los espacios angostos
y convierte habitaciones frías y desnudas en aposentos confortables. El color
hace maravillas allí donde la actividad constructora tiene las manos atadas.
Pero en realidad el movimiento en pro del color no tiene su origen aquí. Está
presente en todos los países que han desarrollado una cultura avanzada. Todo
aquel que haya paseado alguna vez por las calles de Nueva York, rebosantes
del colorido de los carteles publicitarios, o haya contemplado París o Berlín
de noche comprende que el color encuentra su fundamento en el espíritu
de los tiempos y, lejos de todo sentimentalismo romántico, constituye la
Willi Baumeister
El cuadro muro. El cuadro muro brota de la pared en íntima relación con el mo-
vimiento tectónico y práctico de la arquitectura, con el espacio y la cavidad,
con la superficie mural, con las masas y proporciones empleadas. Como parte
de la superficie trabaja con ella y contra ella. Lo orgánico de la construcción
deviene conclusión artística en el cuadro muro. Dominado, dominante, mani-
fiesta voluntad de afirmación de forma similar a sus lejanos parientes de Egipto,
China y México. Toma la superficie del muro como eje de la tridimensionalidad
de la imagen: real aplicación de capas hacia delante, oscuridades orgánicas
como breve profundidad ilusoria, y otros elementos que mantienen el equili-
brio como puros valores superficiales (siempre que la actividad y la pasividad
del color lo permitan). El cuadro sobre lienzo. Un cuadro es bueno cuando re-
sulta más significativo que la tela en blanco.
Willi Baumeister
Willi Baumeister
toda obra se fundamenta en leyes y establece leyes. las primeras son los medios
e instrumentos auxiliares. en pintura se trata de mecanismos de la superficie,
del color.
los medios, es decir, sus combinaciones, son infinitos. por ejemplo, relaciones
y contraste respecto al formato, a la superficie. relaciones y contrastes entre sí.
masa e intensidades.
una superficie se manifiesta y se tensa de forma incontestable, como si se
tratara de una cometa de papel. mediante las dos diagonales o mediante el
cruce de las dos líneas centrales. pero nuestros ojos buscan una rotación en la
imagen y quieren seguir movimientos. ahora bien, el movimiento tiene direc-
ción y es lo contrario a la simetría. así llegamos al «equilibrio libre».
si uno parte de un fundamento matemático y geométrico puede ocurrir que la
composición logre lo que pretende en menor medida porque el valor de la red
calculada queda neutralizado enseguida por el juego del color con todo su aba-
nico de infinitos matices. como es sabido, matemáticas y geometría surgen muy
a menudo de forma no intencionada. la ciencia no demuestra a priori el cuadro.
y el arte no tiene intención de demostrar la ciencia.
la utilización del ángulo recto se ha hecho consciente. todas las verticales re-
suenan con las dos verticales que delimitan el cuadro. y todas las horizontales
con las dos horizontales delimitadoras. resulta característico el desplazamiento
de los centros de gravedad a la mitad superior de la imagen. de este modo se
indica la predilección por lo no estático, por lo ligero.
existe una disposición central de los elementos que se aparta del borde del
cuadro y de este modo evita el «corte».
si surge una expresión intelectual y cromático-formal continua quedan justifi-
cados todos los medios. las prohibiciones de la anterior generación no han
Willi Baumeister
Elena Pontiggia
El 25 de mayo de 1935 –un día que no pasaría a la historia por motivos artísti-
cos, sino porque aquella tarde Jesse Owens batió tres récords mundiales e
igualó un cuarto en los campeonatos americanos de atletismo, convirtiéndose
en leyenda– la Galleria del Milione inauguraba la exposición de Willi Baumeister.
Era la última cita de un prodigioso ciclo de exhibiciones monográficas con el
que esta pequeña galería milanesa había logrado llevar por vez primera a Italia a
maestros de las vanguardias europeas como Max Ernst (enero de 1932), Léger
(diciembre de 1932), Seligmann (marzo de 1934), Kandinsky (abril de 1934),
Vordemberge-Gildewart (octubre de 1934) y Albers (diciembre de 1934). Se ha-
bía intentado organizar una exposición sobre Klee pero el proyecto no terminó
de cuajar. A pesar de aquel pequeño fracaso, la propuesta cultural de esta ga-
lería, inaugurada en 1930 y promovida por Peppino y Gino Ghiringhelli (con la
apasionada colaboración de su mujer, Maria Cernuschi), presentaba una serie
de atractivos alicientes: un espacio privado que, aunque contaba con escasos
recursos –de hecho, en un primer momento, se mantenía por la venta de libros
y revistas de arte, y no con los pocos cuadros que lograba despachar–, había
llevado a cabo un programa expositivo digno de un gran museo.
Y no sólo esto. Durante los primeros meses fue dirigido por Edoardo Persico,
que había promovido una poética primitivista organizando exposiciones de Ro-
sai, del primer Oppi y de Di Terlizzi. Estas muestras se habían planteado desde
un enfoque anticlasicista y neorromántico, que se mantendría, incluso tras el
distanciamiento de Persico, en las exposiciones individuales de Spilimbergo
y Lilloni (futuros exponentes del chiarismo) y la colectiva de los futuros expre-
sionistas de Corrente: Birolli, Sassu, Manzù y Tomea. A partir de 1932 fue conso-
lidándose en torno al Milione un grupo de jóvenes artistas que en los años
sucesivos darían vida al primer movimiento abstracto italiano.
2 Willi Baumeister,
Entre ellos están tanto Reggiani, Bogliardi y el propio Gino Ghiringhelli, que Maschine 10, 1926,
en noviembre de 1934 participaron en la primera exposición abstracta en Ita- Bollettino del Milione
(25 mayo 1935)
lia, como Soldati, Veronesi, Fontana y Melotti. A ellos se suman Licini –que se
une al grupo milanés en la Cuadrienal de Roma en 1935–, Radice, Rho, el futu-
rista Munari y algunos otros. La mayoría comienza a exponer sus obras no figu-
rativas precisamente en aquel período, apenas unos meses o semanas antes
de la exhibición de Baumeister: en efecto, tras Reggiani, Bogliardi y Ghiringhe-
lli exponen de forma individual en el Milione Veronesi (junto a Albers, en di-
ciembre de 1934), Fontana (enero de 1935), Soldati (febrero de 1935), Licini
(abril de 1935) y Melotti (a primeros de mayo de 1935). Como puede compro-
barse, el programa de la galería resulta provocador y apasionante: todas las
exposiciones, siguiendo los cánones de la época, tienen una duración de dos
únicas semanas y van acompañadas por un pequeño pero cuidado boletín a
modo de catálogo.
El período de propuestas abstraccionistas del Milione concluye en 1936: a par-
tir de esa fecha la galería sigue manteniendo contacto con Reggiani y compa-
ñía, pero ya no se identifica con su poética –que, por otra parte, en la segunda
mitad de los años treinta deja de ser puramente abstracta, mezclándose con
otras tendencias expresivas– y rara vez los exhibe.
Sin embargo, su etapa internacional se cierra precisamente con Baumeister. A
partir de entonces, ningún artista europeo exhibió de forma individual en los
locales de la Calle Brera 21, a excepción de Heinz Henghes, un escultor hoy re-
legado al olvido, que expuso en junio de 1935.
Resultaría arduo buscar los motivos de aquel cambio y del debilitamiento en las
relaciones con el arte transalpino. En el ámbito italiano, la galería continuará
asegurándose las obras de los grandes maestros, como Arturo Martini y de
reconocible». Carrà asentía: «El pintor […] se expresa mediante un sujeto que 3 Willi Baumeister
se convierte en la imagen de sus sentimientos»9. (segundo por la
derecha) con unos
La pintura de Baumeister, repleta de evocaciones figurativas, aplacaba muchas conocidos en la
resistencias, tanto en el ambiente artístico milanés –donde la tendencia domi- Estación de Milán,
nante en la década precedente había sido el clasicismo moderno del Novecen- 1935. Foto. Archiv
Baumeister, Stuttgart
to sarfattiano y sironiano, que situaba entre sus ideales la revitalización de la
representación clásica del hombre– como en el marco de los debates críticos 4 Willi Baumeister,
de la época, en los que las reservas hacia la abstracción se centraban sobre «Idee di un pittore»,
Quadrante, nº 26
todo en la ausencia de la figura humana. (junio 1935)
Llegados a este punto, podríamos preguntarnos, más allá de las reacciones
externas, cuál era la opinión de los artistas y críticos próximos al Milione. A pe- 5 Anuncio de la
Galleria del Milione
sar de su entusiasmo inicial, incluso entre ellos surgió alguna que otra objeción en Quadrante, nº 25
sobre las últimas propuestas artísticas de Baumeister. (mayo 1935), interior
Huelga aclarar que, a pesar de no haber presentado una exposición individual de la cubierta
6 Willi Baumeister,
Läufer, 1934. Óleo
y arena sobre lienzo,
66 x 82 cm. Colección
culo, no exento de reservas, era de Carlo Belli, el teórico del grupo del Milione, privada
que en ese mismo año había publicado Kn, una especie de manifiesto sobre el
7 Willi Baumeister,
arte abstracto italiano que no contó con el apoyo de todos los artistas. Belli Große und kleine
exponía: «Los seguidores de la pintura moderna conocen desde hace tiempo a Figuren, 1934.
Willi Baumeister, nacido en Stuttgart en una familia de cinco generaciones de Óleo y arena sobre
lienzo, 100 x 81 cm,
pintores. Teniendo como referentes a Cézanne, Gauguin y otros maestros, Bau- desaparecido
meister se presentó en París a través del «Esprit Nouveau» […] haciendo su
personal aportación a la investigación del plano pictórico que le ha conducido
a la conquista de nuevos espacios»12.
A Belli le entusiasmaba el cuadro muro teorizado por Baumeister en busca de
una pintura bidimensional, «un conjunto de líneas y colores organizados en una
superficie»13. En cambio, no aceptaba sus livianas siluetas, carentes de peso y
volumen. Los elementos figurativos, que tanto gustarían a los críticos milane-
ses, le parecían «una ofensa a la lógica, pues únicamente con la superficie no
se puede representar el sentido de lo humano (o de la naturaleza), el hecho
plástico por antonomasia»14.
Algo después se uniría a esta crítica, cargada de afecto pero no por ello menos
incisiva, Gino Ghiringhelli. En junio de 1935, cuando la exposición se había des-
plazado a Roma, Quadrante publica algunas declaraciones de Baumeister en
las que el artista reitera la importancia de la bidimensionalidad y del plano,
explicando el proceso de creación de sus cuadros muro que poseen «una limi-
tada profundidad ilusoria y una fuerte tendencia de movimiento hacia el es-
pectador»15.
Ghiringhelli escribe un breve comentario en el que resume los motivos de su
admiración hacia Baumeister y su arquitectura, que comparte con Kandinsky y
Le Corbusier, en el «respeto por el plano», la «obediencia al ritmo» y en la
«concepción del color sobrio». Tras elogiar su moralidad, por no convertir el 8 Atanasio Soldati,
arte en «objeto de lujo», exponía las mismas reservas que Belli16, criticando su Senza titolo, 1934
regreso a esquemas figurativos: «Podemos disentir […] sin intención de polemi- 9 Lucio Fontana,
zar, pues la abstracción es para nosotros una consecuencia inevitablemente Dibujo, 1936 (Il Milione
lógica de un principio absoluto. Es la certeza de hallar el orden, es decir, el e l’astrattismo, p. 57)
10 Bruno Munari, Un
punto azzurro, 1937
Aún así, no resulta sencillo detectar las reminiscencias de Baumeister en las 11 Luigi Veronesi,
obras abstractas italianas. En unos casos, como pueden ser las composiciones Composizione (Vero-
nesi. Grafica, p. 43)
basadas en la combinación de formas curvas y rectangulares, su legado se une
al de Léger, un artista muy apreciado por el círculo del Milione, donde expuso 12 Tarjeta postal
en 1932; en otros, como en las composiciones de formas ligeramente biomor- de Gino Ghiringhelli
a Willi Baumeister,
fas, se superpone a la influencia de Kandinsky. En lugar de establecer el origen Milán, 29.5.1937. Archiv
de ciertos aspectos, puede resultar más útil comprobar que la pintura de Bau- Baumeister, Stuttgart
meister contribuye a definir y a reforzar un clima expresivo que se nutre de va-
rias fuentes, desde el último cubismo al racionalismo arquitectónico, desde la
programática de la Bauhaus al Kandisnky parisino.
Asimismo, la utilización de formas vagamente orgánicas y surreales en Soldati
está, en cierto modo, vinculada al pintor alemán, al igual que algunos dibujos
de Fontana y Veronesi. Este último, en gran parte de sus obras de la década de
los cincuenta, retoma el trazo en segmentos consecutivos típico del Baumeis-
ter de los años treinta. Pero para entonces habían transcurrido más de dos
décadas desde la exhibición milanesa y esta era ya sólo un recuerdo.
1 Sin firma, «Mostre 10) Mann mit blauem (BB 513?); 23) Figur mit [sin identificar]; 37) y traducciones a otros
milanesi», Gazzetta del Pfeil (Hombre con farb. Formen (Figura Grosse und kleine Fig. idiomas); Eduardo
Popolo (Turín, 5 mayo flecha azul), 1930 [sin con formas de colo- (Figuras grandes y Westerdahl, Willi
1934). identificar]; 11) Figural II res), 1932 (BB 514); pequeñas), 1934 (BB Baumeister. Tenerife:
2 Sport und Maschine, (Figural II), 1930 [sin 24) Der Maler mit 521); 38) Turner I Ediciones de la
1929, carpeta con 20 identificar]; 12) Hand- Punkten (El pintor con (Gimnasta, I), 1934 Gaceta de Arte, 1934
fototipos a partir de stand (El pino), 1930-33 puntos), 1932 (BB 328); (BB 551?); 39) Springer- [N. del Ed.].
dibujos (SB 153) (BB 469); 13) Komposi- 25) Mann mit Zirkel gruppe (Grupo de 6 Sin firma [Gino
3 Los cuadros expues- tion heroisch (Compo- (Hombre con círculo), saltadores), 1934 (BB Ghiringhelli], Il Milione,
tos: 1) Mauerbild mit sición heroica), 1931 1932 (BB 339); 26) 546); 40) Schwarze nº 42, (11 junio 1935),
Streifen (Cuadro muro (BB 470); 14) Tennis- Radfahrer (Ciclista), Figur I (Figura negra I), s. p.
con rayas), 1920 spieler im Sechs 1932 (BB 482); 27) Apoll 1934 (BB); 41) Schwarze 7 Willi Baumeister,
(BB 199); 2) Mauerbild (Tenista en el sexto (Apolo), 1932 (BB 508); Figur II (Figura negra, «Willy Baumeister»,
mit Metallen (Cuadro set), 1931 (BB 463); 28) Telefon und Palette II), 1934 [sin identifi- Campo Grafico, año III,
muro con metales), 15) Tennisspieler mit (Teléfono y paleta), car]; 42) Schreitende nº 5, (Milán, mayo
1923 (BB 220); Gelb (Tenista con 1932 (BB 405); 29) Der Figur (Figura cami- 1935), p. 107.
3) Mauerbild heroisch amarillo), 1931 (BB Maler auf Braun (El nando), 1934 [sin 8 Dino Bonardi, «Willi
(Cuadro muro heroico), 484); 16) Tennis mit pintor sobre marrón), identificar]; 43) Baumeister e l’umana-
1923 (BB 227); rotem Schl. (Tenis con 1933 (BB 343?); 30) Der Fussballkomposition I zione dell’astratto»,
4) Mauerbild Schwarz-r. raqueta roja), 1931 [sin Maler auf Beige (El (Composición futbolís- La Sera, (Milán, 5 junio
(Cuadro muro negro- identificar]; 17) Der pintor sobre beis), tica, I), 1935 (BB 559). 1935); C. Carrà, «Willi
r[osa]), 1923 (BB 224); Zeichner (El dibujante), 1933 (BB 341?); 31) Además, se expusieron Baumeister», L’Ambro-
5) Mauerbild m. 1932 (BB 338); 18) Der Match, 1933 (BB 532); 20 dibujos, entre ellos siano, (Milán, 5 junio
Halbkreis (Cuadro Maler mit Rot (El pintor 32) Mann auf Schwarz uno en color. En la 1935); E. Cipelletti,
muro con semicírculo), con rojo), 1932 [sin (Hombre sobre negro), portada del catálogo «Mostre milanesi»,
1923 (BB 222); identificar]; 19) Sitzende 1933 [sin identificar]; se publicó Läufer L’Italia Letteraria,
6) Maschine 10 Fig. auf Braun (Fig[ura] 33) Zwei Figuren (Dos (Corredor), 1934, que (Roma, 29 junio 1935).
(Máquina 10), 1926 sentada sobre marrón), figuras), 1933 (BB 520); sin embargo no figura 9 D. Bonardi, op. cit.;
(BB 446); 7) Maschine 1932 (BB 512); 34) Bild mit Schwarz. en el listado de las C. Carrà, op. cit.
grau (Máquina gris), 20) Grüne Hand (Mano Keil (Cuadro con cuña obras expuestas. 10 BB 426 y 447.
1929 [sin identificar]; verde), 1932 (BB 340); negra), 1933 (BB 575); 4 Alberto Sartoris, 11 En Abstraction-
8) Frauen in Turnraum 21) Muschelform mit 35) Tennis mit schw. Il Milione, nº 41, Création (1935), nº 4
(Mujeres en el gimna- Blau (Forma de Kreis (Tenis con (25 mayo 1935), s. p. se publican obras de
sio), 1928 (BB 446); molusco con azul), 1932 circunferencia negra), 5 Will Grohmann, Willi Bogliardi, Fontana,
9) Tennisspieler ruhend (BB 526); 22) Komposi- 1933 (BB 574); 36) Bild Baumeister. Stuttgart: Ghiringhelli, Licini,
(Tenista descansando), tion mit Linien (Compo- mit roter Form (Cuadro Kohlhammer, 1952 (hay Melotti, Reggiani y
1929 [sin identificar]; sición con líneas), 1932 con forma roja), 1933 ediciones posteriores, Veronesi.
Hadwig Goez
acababa de pasar años difíciles, en los que se le había prohibido pintar y expo-
ner. Alemania estaba dividida en varias zonas de ocupación, Stuttgart se encon-
traba en la zona americana. Al final de la guerra, la ciudad había quedado arra-
sada por los bombardeos en el 45 por ciento de su superficie. Como el teatro
de la ópera no había sufrido muchos daños, pudo retomar rápidamente su ac-
tividad. No obstante, seguía existiendo una gran escasez en todos los ámbitos,
«pero en Stuttgart, como en todas partes en esta Alemania empobrecida, se
hace teatro con empeño e idealismo. La capacidad de adaptación a las limita-
ciones ha ascendido a la categoría de virtud»3.
Un año después de la muerte de Manuel de Falla, la Ópera de Stuttgart repre-
sentó en su honor La vida breve y El amor brujo; esta última pieza había sido
compuesta en 1914-15 como ballet. Para Baumeister este encargo no sólo signi-
ficaba una oportunidad de ganar dinero y de volver a diseñar la escenografía y
el vestuario para un ballet por vez primera tras quince años de pausa obligada,
sino que suponía además entrar nuevamente en contacto con el arte español,
aunque fuera en Stuttgart y con artistas de Stuttgart.
Al son de la música impresionista, enriquecida con ritmos y sonidos andaluces,
El amor brujo de Falla narra la historia de la bella Candela, cuyo marido muerto
retorna del más allá como espíritu de dos caras y se interpone entre ella y su 3 Mauerbild en la sala
nuevo amor. Con ayuda de una vieja gitana logra tranquilizar al espíritu, y al final del arquitecto Richard
Döcker en la Werk-
nada se opone a la nueva dicha de Candela. A la hora de elaborar este material, bundausstellung,
Baumeister tenía la ventaja de sus muchos años de experiencia en el teatro. Stuttgart, 1922. Foto
Conocía bien las posibilidades que ofrece la técnica escénica y aprovechó to- del Archiv Baumeister,
Kunstmuseum,
das las que tenía a su disposición. Imprimó y pintó el decorado del fondo direc- Stuttgart
tamente en el escenario abierto. La coloración de los elementos escénicos
concretos se determinó haciendo pruebas e intercambiando directamente 4 Foto de prueba de
El amor brujo, 1947.
opiniones con los técnicos de luces4. El propio Baumeister describió su modo Archiv Baumeister,
de proceder como una «vuelta a los elementos»5, en este caso como una vuelta Kunstmuseum,
al espacio arquitectónico. En lugar de recurrir a elementos formales de sus Stuttgart
corados, no podían elaborarse con una «intención preconcebida»6, sino que 6 Portada del
debían desarrollarse a partir de la interacción de música, coreografía, acción y semanario Der Spiegel,
escenario. Los elementos del decorado tenían que «estar al servicio de todas 1-11-1947
7 El amor brujo,
templete fúnebre,
1947. Tinta sobre
papel, 12,8 x 20,9 cm.
Archiv Baumeister,
Kunstmuseum,
Stuttgart
8 El amor brujo,
cinco bocetos, 1947.
Lápiz de color sobre
papel, 20,6 x 29,7 cm.
Archiv Baumeister,
Kunstmuseum,
Stuttgart
10
9 El amor brujo,
formas colgantes, 1947.
Diez figuras indepen-
dientes recortadas en
papel, gouache y lápiz
sobre papel; altura
de la figura dentada:
18,6 cm; diámetro
de la luna llena:
6,5 cm. Archiv
Baumeister, Kunst-
museum, Stuttgart
10 El amor brujo,
estrado del escenario,
1947. Gouache y
lápiz sobre papel,
50,4 x 63,5 cm.
Archiv Baumeister,
Kunstmuseum,
Stuttgart
12 Carta de Willi
Baumeister a la
coleccionista Mrs.
Brown, 15.11.1947.
fondo suben flotando hacia lo alto descubriendo una escenografía [...]. A la Archiv Baumeister,
izquierda, el contorno del tejado de un templo sobre sus columnas. Las colum- Kunstmuseum,
Stuttgart
nas cobran vida, dejan el tejado flotando en el aire y se ponen a bailar. Hacia el
centro, un árbol estrafalario cuya sombra se duplica por un efecto de ilumina- 13 Carta de Willi
ción. Una especie de tumba compuesta por capiteles amarillos, azules y rojos, Baumeister a Heinz
Rasch, 24.10.1947.
debajo bailan y flotan imágenes detrás de una pared transparente. Árbol, teja- Propriedad particular,
do del templo y pared desaparecen. Caen letras desde un cielo translúcido en Wuppertal
el que brilla una luna gigantesca. Los efectos de iluminación varían constante-
mente, creando la ilusión de perspectivas y atmósferas cambiantes»8.
Baumeister escribía a Mrs. Brown, una coleccionista americana residente en
Ann Arbor, muy importante para él y a la que apreciaba mucho: «I have made a
scene of ballet and costumes with great approbation 22 minutes, 28 cur-
tains!!!!»9. Por lo que parece, la renuncia a superestructuras, soportes y cargas
y al carácter figurativo fue considerada por sus contemporáneos como una
liberación de la pesada cotidianidad. La escenografía de El amor brujo producía
una impresión juguetona y despreocupada. Además, lograba una iluminación de
la puesta en escena que subrayaba la ligereza de la coreografía de aire español.
Baumeister y España
Los contactos de Baumeister con España datan de comienzos de los años 30,
cuando el pintor y crítico de arte Eduardo Westerdahl, uno de los más impor-
tantes representantes de la vanguardia española, se pone en contacto con él
por carta10. En esa época Baumeister ya había establecido diversos vínculos con
el extranjero, sobre todo con Francia11. Ahora estos vínculos se volverán «algo
españoles»12. Westerdahl había nacido en Suecia y vivía en Tenerife. Impulsaba
importantes proyectos y organizaba exposiciones para renovar y promocionar
La Escuela de Altamira
La Escuela de Altamira, puesta en marcha por el pintor alemán Mathias Goeritz,
que vivió en Madrid de 1947 a 1949, era una agrupación de artistas que se habían
propuesto retomar los contactos internacionales existentes antes de la guerra
civil e intervenir en los debates sobre arte abstracto que tenían lugar en aque-
llos momentos. Este grupo de artistas encontró seguidores en las Islas Canarias
y en Barcelona. Profundamente impresionado por las pinturas prehistóricas de
la cueva de Altamira, Goeritz decidió, junto con el escritor Pablo Beltrán de He-
redia, el escultor Ángel Ferrant y el crítico Ricardo Gullón, organizar en la cueva
congresos internacionales sobre arte contemporáneo. Estos tuvieron lugar en
Santillana del Mar del 19 al 25 de septiembre de 1949, con Alberto Sartoris como
presidente, y del 20 al 26 de septiembre de 1950, con Willi Baumeister como
presidente. Eduardo Westerdahl consiguió atraer a estos congresos a partici- 15 Edouardo Wester-
pantes internacionales. Además de Baumeister, Sartoris y su mujer Carla Prina, dahl y Willi Baumeister
en Santillana del Mar,
una pintora abstracta, consiguió entusiasmar con este encuentro al pintor bra- 1950. Foto en el Archiv
sileño Cícero Dias y a los artistas ingleses Ben Nicholson y Barbara Hepworth. Baumeister, Stuttgart
La delegación catalana estaba formada por el pintor Sebastián Gasch, el crítico
16 Pinturas rupestres
de arte Rafael Santos Torroella, el pintor Joan Miró y el ceramista Josep Llorens de Altamira
i Artigas, además de artistas jóvenes pertenecientes al grupo Dau el Set.
La idea de viajar a Santillana sedujo de inmediato a Baumeister. Por fin iba a 17 Cubierta diseñada
por Willi Baumeister
conocer personalmente a Westerdahl. Desgraciadamente, en el año 1949 no para el volumen de
recibió el visado a tiempo, por lo que tuvo que esperar al año siguiente para textos Escuela de
poder tomar parte en el segundo congreso, junto con Margrit, su mujer. Este Altamira. Segunda
Semana de Arte en
viaje supuso para Baumeister una experiencia muy especial, no sólo por los Santillana del Mar,
encuentros personales con los colegas del panorama artístico internacional y 1951
los intensos debates. El punto culminante de su estancia en España fue la visi-
ta a la cueva de Altamira. Durante el periodo de guerra, Baumeister había
llevado a cabo investigaciones sobre técnica pictórica en el centro de experi-
mentación creado por el fabricante de pinturas Kurt Herberts16, y había desa-
rrollado la tesis de que las imágenes de bisontes de la cueva habían sido pin-
tadas sin aglutinantes. Con ello contradecía la opinión del especialista en
prehistoria Hugo Obermaier. En España Baumeister consiguió verificar su tesis
in situ.
En las conferencias y coloquios que se celebraron en Santillana durante una
semana entera se debatió sobre el arte abstracto en el contexto internacional.
El 26 de septiembre de 1950 Juan Teixidor leyó la siguiente declaración como
resumen concluyente de las ideas y reflexiones que se habían debatido en aquel
segundo congreso:
Felicitas Baumeister
1889 1907
Willi (o Willy) Baumeister, hijo del Examen para obtener el título de
maestro deshollinador de la corte, oficial. En octubre de 1907 Otto Meyer
Wilhelm Baumeister y de su mujer (más tarde Otto Meyer-Amden) se
Anna Baumeister, de soltera Schuler, traslada a Stuttgart; entre él,
nace en Stuttgart el 22 de enero. Schlemmer y Baumeister surge una
1905 amistad que durará muchos años.
Tras obtener el título de enseñanza 1910
media en la Königliche Friedrich- En el semestre de invierno de 1910-1911
Eugens-Oberrealschule de Stuttgart, Baumeister entra en la clase de com-
trabaja como aprendiz del oficio de posición por invitación del profesor
pintor con su tío, el pintor decorador Adolf Hölzel, que había quedado muy
de la corte, Gustav Kämmerer. En el impresionado por un cuadro de Bau-
semestre de invierno de 1905-1906 meister exhibido en la exposición de
asiste a la clase de dibujo de la Köni- alumnos de la academia. Allí coincide
gliche Württembergische Akademie con Hans Brühlmann, Adolf Heinrich
der Bildenden Künste (Real Academia Pellegrini, Ida Kerkovius y, en 1911,
de Artes Plásticas) de Stuttgart. Hermann Stenner.
1906 1911
En verano interrumpe sus estudios Viaje de estudios de tres meses a
en la academia para dedicarse París, al Cercle International des
plenamente a su formación como Beaux-Arts, donde se dedicará sobre
pintor. En el semestre de invierno todo a dibujar.
de 1906-1907 continúa sus estudios. 1912
Comienza su amistad con Oskar En agosto, Baumeister viaja a Grächen
Schlemmer. (cantón del Valais), en Suiza, invitado
1 Willi Baumeister en
la casa familiar de
Stuttgart, hacia 1907
por el artista suizo Hermann Huber. de Hölzel, recibe el encargo de 2 Willi Baumeister
En septiembre, primera estancia en cuatro pinturas murales sobre el en su estudio de la
Lessingstraße,
Amden (cantón de San Galo). En octu- tema «Alt-Kölner Legenden» (Leyen- Stuttgart, 1911
bre, exposición en la Galerie Neupert das de la vieja Colonia) para el pórti-
de Zúrich. Con los ingresos obtenidos co del pabellón principal de la 3 Willi Baumeister de
soldado en Tiflis, 1918
por la venta de todos los cuadros Deutsche Werkbund-Ausstellung
expuestos Baumeister financia una (Exposición alemana del Werkbund),
estancia de un año en Amden. Este construido por Theodor Fischer en
mismo mes Meyer llega a Amden, Colonia. Además de Baumeister,
invitado por Willi Baumeister y Her- también participan en la exposición
mann Huber. Meyer se queda con la Schlemmer y Stenner, con cuatro
casa de Huber, «im Faren», Baumeis- cuadros cada uno. A continuación
ter vive en la casa «im Schwanden». viaja con Schlemmer y Stenner a
1913 Amberes y Ámsterdam y, ya sin
Expone con Schlemmer y Hermann Stenner, a Londres y París. A partir
Stenner en el Neuer Kunstsalon en del 1 de septiembre realiza el servicio
Neckartor, Stuttgart. Participa en el militar en el frente en Polonia, en los
Erster Deutscher Herbstsalon (Primer Balcanes, en el Sur de Rusia y en el
Salón de Otoño alemán) en la Galerie Cáucaso.
Der Sturm de Berlín. Viaje a Berlín, 1916
encuentro con Herwarth Walden y Durante un permiso coincide en
Franz Marc. En diciembre Baumeister Viena con Adolf Loos, Oskar
abandona Amden y vuelve a Stuttgart. Kokoschka, Peter Altenberg y Karl
1914 Kraus. Participa en la exposición
Exposición en el Neuer Kunstsalon en Hölzel und sein Kreis (Hölzel y su
Neckartor, Stuttgart. Por mediación círculo) en Friburgo de Brisgovia,
4 Decorado de
Willi Baumeister para
la representación de
Freiheit, de Herbert
que después se mostrará en el Württemberg) de Stuttgart (con obras Kranz, Deutsches
Kunstsalon Ludwig Schames de de Kandinsky, Braque, Carrà, Boccio- Theater, Stuttgart 1920
1919 Dresde.
Baumeister se instala en un estudio Trabajos tipográficos para Bosch.
destinado a alumnos de maestría Primer decorado documentado para
situado en los Untere Anlagen en la obra de Ernst Toller, Die Wandlung
Stuttgart. Cuando, tras muchos años (La transformación)
de disputas, Hölzel abandona su 1921
puesto docente, Baumeister y Paul Ferdinand Schmidt publica un
Schlemmer se esfuerzan infructuosa- artículo sobre Willi Baumeister en la
mente en promover la candidatura revista de Paul Westheim, Das Kunst-
de Paul Klee a la academia. blatt (La hoja del arte).
Cofundador del Grupo Üecht. 1922
Participa en la I. Herbstschau Neuer Artículo de Waldemar George,
Kunst (Primera muestra otoñal de «La peinture en Allemagne: Willy
arte nuevo), una exposición del Baumeister», en la revista L’Esprit
Grupo Üecht con la participación de Nouveau, editada por Ozenfant y
la galería berlinesa Der Sturm, que Le Corbusier. Baumeister crea tres
tuvo lugar en el Württembergischer cuadros muro para las salas del ar-
Kunstverein (Asociación artística de quitecto de Stuttgart Richard Döcker
en la Werkbund-Ausstellung württem- der Malerei» (El cuadro muro y algu- 6 Obras de Willi
bergischer Erzeugnisse (Exposición nas cosas sobre la superficie de la Baumeister y Oskar
Schlemmer en la
del Werkbund de productos de pintura) en la revista Die Baugilde. exposición Hölzel und
Württemberg). Expone con Fernand Participa en la exposición L’Art sein Kreis, Kunsthaus
Léger en la galería berlinesa Der d’aujourd’hui en París. Schaller, Stuttgart,
1923
Sturm. Exposición en la Galerie von 1926
Garvens de Hannover. Participa en la International Exhibition 7 Willi Baumeister,
1923 of Modern Art preparada por Katherine Cuadro muro en una
sala del arquitecto
Estancia en Weimar, participa en la Dreier y Constantin Aladjalov y organi- Richard Döcker en
inauguración de la Bauhaus-Aus- zada por la Société Anonyme en el la Exposición de la
stellung (Exposición de la Bauhaus). Brooklyn Museum. El 20 de noviembre Construcción
(Bauausstellung),
1924 se casa con Margarete Oehm. Stuttgart, 1924
Viaja a París para conocer personal- Viaje a París.
mente a Le Corbusier, Ozenfant y 1927
Léger. Estancia en París, exposición en la
Lissitzky invita a Baumeister y Schlem- Galerie d’Art Contemporain. Espacio
mer a colaborar en el libro editado propio en la Große Berliner Kunst-
por Arp y por él Die Kunst-Ismen (Los ausstellung (Gran exposición artística
ismos en el arte). Participa en la berlinesa); conoce a Kasimir Malevich,
primera Allgemeine Deutsche Kunst- cuyos cuadros estaban expuestos en
ausstellung (Exposición artística gene- la sala contigua. Participa en la expo-
ral alemana) en Moscú, que después sición Wege und Richtungen der abs-
se exhibió en Sarátov y Leningrado. trakten Malerei in Europa (Caminos y
1925 tendencias de la pintura abstracta en
Baumeister publica el artículo «Das Europa), organizada por Gustav Frie-
Mauerbild und einiges über die Fläche drich Hartlaub en la Städtische
10 Sala de Willi
Baumeister en la
Grosse Berliner
Kunstausstellung
Nouveaux, editada por la Librairie La revista La casa bella publica el (Gran exposición
Gallimard de París y dirigida por André artículo «La pittura murale in Germa- artística berlinesa),
1927
Malraux. Estudios privados y el con- nia», con reproducciones de obras
tacto con el historiador de la cultura de Baumeister. 11 Oskar Schlemmer
suizo Hans Mühlestein fomentan el 1933 y Willi Baumeister ante
la colonia Höhenblick,
gran interés de Baumeister Muerte de Meyer-Amden. Baumeister de Ernst May,
por el arte prehistórico. publica una necrológica en el diario Fráncfort-Ginnheim,
1932 Stuttgarter Neues Tagblatt; destaca 1929
12 Willi Baumeister,
Atelier, Fráncfort, 1932
13 Cuadro muro de
memoria de Meyer-Amden celebrada ofrecerá a Baumeister, Schlemmer, Willi Baumeister en
en la Kunsthaus. Se publica en Teneri- Georg Muche, al arquitecto Franz el catálogo de la
exposición Entartete
fe la monografía de Westerdahl sobre Krause, al escultor Alfred Lörcher y a Kunst, Haus der Kunst,
Baumeister, con un texto del artista. otros artistas la posibilidad de traba- Múnich, 1937
1935 jar en su fábrica de Wuppertal.
Exposición en la Galleria del Milione 1937
de Milán; catálogo con textos de Participa en la exposición Konstrukti-
Sartoris y Westerdahl, junto con visten en la Kunsthalle de Basilea. En
«Omaggi» de Kandinsky, Le Corbu- la exposición Entartete Kunst (Arte
sier, Herbert Read, Will Grohmann y degenerado), que tiene lugar en
Hans Hildebrandt. Viaje a Milán, Múnich, se muestran cuatro cuadros
encuentro con Carlo Carrà, que de Baumeister retirados de museos
publicará una reseña de la exposición alemanes.
en L’Ambrosiano. Lucas Lichtenhan, director de la
Aparece un artículo de Baumeister Kunsthalle de Basilea, pone bajo
sobre tipografía en la revista Campo su protección 64 pinturas de
grafico. Baumeister pronuncia una Baumeister además de 12 dibujos,
conferencia sobre tipografía y es 30 gouaches y 29 litografías, que el
invitado a impartir clase en una artista lleva a Suiza para evitar que
escuela aún en proyecto. sean confiscadas por los nacionalso-
1936 cialistas.
Gracias a la mediación del arquitecto Viaje a París; encuentro con Léger,
de Wuppertal, Heinz Rasch, amigo de Le Corbusier y la galerista Jeanne
Baumeister desde 1924, se producen Bucher. Intensifica su colaboración
los primeros contactos con el Dr. Kurt con el Dr. Herberts; seguirá trabajan-
Herberts, fabricante de pinturas, que do para él hasta finales de 1944
14 Willi Baumeister,
Boceto para un ciclo
de murales (1ª repre-
sentación: Las fuerzas
(pinturas murales, investigaciones San Fernando. Vacaciones en el de la naturaleza) para
sobre técnica pictórica). Tesino. Acude a la Landesausstellung, el edificio del labora-
torio del Dr. Kurt
Hélène de Mandrot vuelve a invitarlo exposición nacional que se celebra Herberts, Wuppertal,
al castillo La Sarraz; Schlemmer, Jean en Zúrich y visita a Max y Binia Bill. 1941
Follain y Moholy-Nagy se encuentran 1941
también entre los invitados. Trabaja en la publicación «Dr. Kurt
1938 Herberts und Untersuchungen über
Diversas visitas a Basilea y Zúrich; die Anwendbarkeit historischer
contactos con Jan Tschichold, Malverfahren» (El Dr. Kurt Herberts y
Joseph Gantner, Peter Thoene las investigaciones sobre la aplicabi-
(seudónimo de Oto Bihalji-Merin), lidad de procedimientos pictóricos
Alfred Roth, Max y Binia Bill. históricos). Ciclo de pinturas murales
Participa en la exposición Twentieth para la escalera del laboratorio de la
Century German Art, organizada por fábrica de pinturas.
Herbert Read en las New Burlington Se prohíbe pintar y exponer a todos
Galleries de Londres. los artistas tachados de «degenera-
1939 dos» por los nacionalsocialistas.
Exposición en la Galerie Jeanne En otoño viaja con la familia a
Bucher de París. Baumeister viaja Verona, Venecia, Bolonia y Florencia.
a París invitado por la galerista; allí Por encargo del Dr. Herberts,
coincide con Arp, Sophie Taeuber- Baumeister redacta el libro Anfänge
Arp, Miró y Kandinsky. En agosto, der Malerei: Die Fragen ihrer Malte-
estancia en Suiza; en el Musée d’art chniken und das Rätsel der Erhaltung
et d’histoire de Ginebra visita una (Comienzos de la pintura: los interro-
exposición de obras maestras del gantes de sus técnicas pictóricas y el
Prado, el Escorial y la Academia de enigma de la conservación), con la
15 Willi Baumeister en
su estudio, Stuttgart,
1944
19 Willi Baumeister,
Stuttgart, 1953
20 Willi Baumeister,
Eduardo Westerdahl. Baumeister Pasa unos días reponiéndose en Stuttgart, 1954
es nombrado presidente del congre- Engadín y en Poschiavo.
so por unanimidad; habla sobre la 1954
tradición del arte moderno. Visita la Gran exposición con motivo de su 65
cueva de Altamira, donde hará un cumpleaños en el Württembergis-
breve discurso. cher Kunstverein de Stuttgart, que
1951 instala él mismo. Exposición en la
Participación en la primera Bienal de Galerie Jeanne Bucher de París.
Arte de São Paulo; recibe un premio Nueva estancia en el balneario de
por el cuadro Kosmische Geste Schuls-Tarasp, donde crea una serie
(Gesto cósmico), de 1950. de collages.
1952 1955
Exposición en la Hacker Gallery de Estancia en París. Participa en la
Nueva York. Participa en la XXVI exposición Peintures et sculptures
Biennale di Venezia. Se publica una non figuratives en Allemagne
monografía de Will Grohmann. d’aujourd’hui (Pinturas y esculturas
Estancia en el balneario de Schuls- no figurativas en la Alemania de hoy)
Tarasp en la región de Engadín, en en el Cercle Volney de París. Partici-
el cantón de los Grisones. pa en la primera documenta de
1953 Kassel. Exposición en la Galerie
Viajes a París y Milán, donde visita la Ferdinand Möller de Colonia. Pasa
gran exposición dedicada a Picasso unos días de vacaciones en Morcote,
en el Palazzo Reale. Participa en la junto a Lugano.
exposición Younger European Pain- El 31 de agosto Willi Baumeister
ters en el Solomon R. Guggenheim muere mientras estaba pintando en
Museum de Nueva York. su estudio en Stuttgart.
1927 1957
Willi Baumeister. Galerie d’Art Willi Baumeister : cuadros, dibujos,
Contemporain, París serigrafías. Librería y Exposición Buch-
holz SA, Madrid ; La Biblioteca Alemana,
1929 Barcelona
Willi Baumeister. Galerie Alfred
Flechtheim, Berlín ; Galerie Alfred 1958
Flechtheim, Düsseldorf Willi Baumeister zum Gedächtnis.
Willi Baumeister : Gemälde, Galerie Günther Franke, Villa Stuck,
Exposiciones Mauerbilder, Temperabilder, Grafik. Múnich
Galerie Flechtheim & Kahnweiler, Willi Baumeister. Kunst- und
Fráncfort Museumsverein Wuppertal, Wuppertal
1930 1960
Willi Baumeister. Galerie Éditions Willi Baumeister / E. W. Nay. Kunst-
Bonaparte, París halle Basel, Basilea
1935 1964
Willi Baumeister. Galleria del Willi Baumeister : Gilgamesch.
Milione, Milán Museum für Kunst und Gewerbe, Ham-
Willy Baumeister. Bragaglia fuori burgo
commercio, Casa d’Arte Bragaglia, Roma
1965
1939 Willi Baumeister. Akademie der
Willi Baumeister, Toiles et aqua- Künste, Berlín
relles. Galerie Jeanne Bucher, París
1965 – 1966
1947 Willi Baumeister 1889 – 1955 : Die
Willi Baumeister. Galerie Günther fünf Zeichnungsfolgen aus seiner Uracher
Franke, Múnich Zeit 1943 – 1945. Ausstellung zum
10. Todesjahr des Künstlers. Staats-
1949 galerie Stuttgart, Graphische Sammlung,
Willi Baumeister. Galerie Jeanne Stuttgart
Bucher, París
1966
1952 Willi Baumeister : Peintures,
Willi Baumeister. Hacker Gallery, Dessins. Goethe-Institut, París
Nueva York
1966 – 1967
1954 Willi Baumeister : Gemälde,
Willi Baumeister. Württembergi- Zeichnungen. Museum zu Allerheiligen,
scher Kunstverein, Stuttgart Schaffhausen ; Musée d’art et d’histoire,
Willi Baumeister : Œuvres récentes. Ginebra ; Musée national d’art moderne,
Galerie Jeanne Bucher, París París
1956 1971
Willi Baumeister. Kestner-Gesell- Willi Baumeister (1889 – 1955). Galleria
schaft, Hannover ; Kunstverein in nazionale d’arte moderna, Roma
Hamburg, Hamburgo ; Haus am Waldsee,
Berlín
Dibujos [ 55 ] [ 61 ] [ 67 ] [ 73 ]
Der Maler, 1928 Radfahrer, 1932 Figur mit weißem Archaische Figuren,
[ 50 ] (El pintor) (Ciclista) Rechteck, 1935 1943
Lesende unter der Lápiz y carboncillo Lápiz y carboncillo (Figura con rectángulo (Figuras arcaicas)
Lampe, 1914 sobre cartón sobre cartón blanco) Carboncillo y ceras gra-
(Leyendo bajo la lám- 41,4 × 27,1 cm 41,4 × 34,8 cm Lápiz y carboncillo sas sobre papel
para) PK-B 357 PK-B 409 sobre cartón 48 × 62 cm
Lápiz sobre papel 43 × 33 cm PK-B 1471
22 × 18,4 cm [ 56 ] [ 62 ] PK-B 596
PK-B 40 Tennisspieler mit Linienfigur mit weißen [ 74 ]
Zuschauern, 1929 Flächen und Telefon, [ 68 ] Dialog in metaphysi-
[ 51 ] (Tenista con especta- 1932 Schemen, 1936 scher Landschaft, 1946
Mechano, 1921 dores) (Figura lineal con (Esquemas) (Diálogo en paisaje
(Mecano) Lápiz y carboncillo superficies blancas y Lápiz y carboncillo metafísico)
Tinta china (pluma) y sobre cartón teléfono) sobre cartón Carboncillo y ceras gra-
lápiz sobre papel mon- 34,4 × 41,3 cm Lápiz de grafito, lápiz 45 × 34,7 cm sas sobre papel
tado sobre cartón PK-B 350 de color y carboncillo PK-B 606 31,7 × 47,8 cm
25 × 37,1 cm sobre cartón PK-B 1882
PK-B 89 [ 57 ] 44,7 × 34,8 cm [ 69 ]
Maler mit Bild, 1930 PK-B 431 Formen mit Maske, [ 75 ]
[ 52 ] (Pintor con cuadro) 1937 Faust schwebend, 1953
Darstellung des Apoll, Lápiz y carboncillo [ 63 ] (Formas con máscara) (Fausto flotando)
1921 sobre cartón Fussballspieler Lápiz y carboncillo Carboncillo y pastel
(Representación de 43,3 × 35 cm Valltorta, 1934 sobre cartón sobre papel
Apolo) PK-B 369 (Futbolista Valltorta) 42 × 30 cm 29,4 × 47,9 cm
Gouache y lápiz sobre Carboncillo sobre papel PK-B 647 PK-B 2194
cartón [ 58 ] 44,4 × 32,3 cm
39,9 × 44 cm Sitzende Figur, 1930 PK-B 510 [ 70 ] [ 76 ]
PK-B 96 (Figura sentada) Belebte Halde mit Figu- Riesen mit farbigen
Lápiz y carboncillo [ 64 ] ren, 1942 Punkten, 1954
[ 53 ] sobre cartón Ballspieler, 1935 (Colina animada con (Gigantes con puntos
Abstraktion (Konstruk- 41,5 × 31,6 cm (Jugador de pelota) figuras) de colores)
tion Rot-Oliv I), 1923 PK-B 399 Carboncillo y pastel Carboncillo sobre papel Carboncillo y pastel
(Abstracción (Cons- sobre cartón 62,6 × 48,6 cm sobre papel
trucción rojo-oliva, I)) [ 59 ] 37,8 × 32,5 cm PK-B 778 20,7 × 15,3 cm
Gouache y lápiz sobre Tennisspieler, 1931 PK-B 540 PK-B 1782
cartón (Tenista) [ 71 ]
34,9 × 25 cm Lápiz y carboncillo [ 65 ] Afrikanische Erzählung, [ 77 ]
PK-B 139 sobre cartón Fußballspieler, 1935 1942 Im Bergwald, 1955
37,8 × 27 cm (Futbolista) (Cuento africano) (En el bosque monta-
PK-B 390 Lápiz y carboncillo Carboncillo, ceras gra- ñoso)
sobre cartón sas y tinta china sobre Carboncillo y pastel
44,7 × 34,8 cm papel sobre papel
PK-B 561 41,6 × 48,8 cm 29,8 × 48 cm
PK-B 801 PK-B 2220
Traducciones al español
De los textos de Hadwig Goez, Martin Schieder,
Dieter Schwarz y Felicitas Baumeister:
Elena Sánchez Vigil
De los textos de Willi Baumeister: Elena Sánchez Vigil
Del texto de Elena Pontiggia:
Carolina Fernández Castrillo
Edición y revisión de textos:
Inés d’Ors y Departamento de Exposiciones,
Fundación Juan March
Diseño
Ingo Offermanns, Hamburg
Producción
Richter Verlag, Düsseldorf
Publicado por
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