Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Dia 18 Tratado

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 6

Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen 1 de 6

San Luis María Grignion de Montfort

Día 18 - La asistencia materna de María - Tratado [144-151]

Capítulo V - Artículo III - ESTA DEVOCIÓN NOS PROCURA LOS BUENOS OFICIOS
DE LA SANTÍSIMA VIRGEN

I. María se da a su esclavo de Amor

144 La Santísima Virgen, que es madre de dulzura y de


misericordia, y que jamás se deja vencer en amor y en
liberalidad, viendo que alguien se da por entero a Ella para
honrarla y servirla, despojándose de lo que se tiene de
más querido para adornarla con ello, también se da por
entero y de una manera inefable a aquel que le da todo. Lo
hace sumergir en el abismo de sus gracias; lo adorna con
sus méritos; lo apoya con su poder; lo esclarece con su
luz; lo abrasa con su amor; le comunica sus virtudes: su
humildad, su fe, su pureza, etc.; se hace su fianza, su
suplemento y su querido todo para con Jesús. En fin, como
esta persona consagrada es toda de María, María también
es toda de ella; de modo que se puede decir de este
1
perfecto servidor e hijo de María lo que San Juan Evangelista dice de sí mismo, que ha
tomado a la Santísima Virgen por todos sus bienes: Accepit eam discipulus in sua2.

145 Esto es lo que produce en su alma, si es fiel: una gran desconfianza, desprecio y
aborrecimiento de sí mismo, y una gran confianza y un gran abandono en la Santísima
Virgen, su buena Soberana. Ya no pone, como antes, su apoyo en sus disposiciones,
intenciones, méritos, virtudes y buenas obras, porque habiendo hecho un sacrificio total
a Jesucristo por medio de esta buena Madre, ya no tiene sino un tesoro donde están
todos sus bienes, que no está más en sí mismo, y este tesoro es María.

Esto es lo que le hace acercarse a Nuestro Señor sin temor servil ni escrupuloso, y
rogarle con mucha confianza; esto es lo que le hace entrar en los sentimientos del
devoto y sabio abad Ruperto, quien haciendo alusión a la victoria que obtuvo Jacob
sobre un ángel3, dice a la Santísima Virgen estas bellas palabras: “¡Oh María, mi
Princesa, y Madre Inmaculada de un Dios hombre, Jesucristo, yo deseo luchar con este
Hombre, a saber, el Verbo divino, armado no con mis propios méritos, sino con los
vuestros: O Domina, Dei Genitrix, Maria, et incorrupta Mater Dei et hominis, nen miis,
1
Ver la nota 1 del nº113. Juan I, 13.
2
Juan XIX, 27.
3
Cf. Gén. XXXII, 24.

www.vozcatolica.com
Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen 2 de 6
San Luis María Grignion de Montfort

sed tuis armatus meritis, cum isto Viro, scilicet Verbo Dei, luctari cupio” (Rup., prolog. in
Cantic.).

¡Oh! ¡cuán poderoso y fuerte se es junto a Jesucristo cuando se está armado con los
méritos y la intercesión de la digna Madre de Dios, que, como dice San Agustín, ha
vencido amorosamente al Todopoderoso!

146 Como por esta práctica se da a Nuestro Señor, por las manos de su Santa Madre,
todas las buenas obras, esta buena Señora las purifica, las embellece y las hace aceptar
por su Hijo.

1º) Las purifica de toda la suciedad del amor propio y del apego imperceptible a la
criatura, que se desliza insensiblemente aún en las mejores acciones. Desde que están
en sus manos purísimas y fecundas, estas mismas manos, que jamás han sido estériles
ni han estado ociosas, y que purifican lo que tocan, quitan del presente que se le hace
todo lo que pueda haber en él de maleado o imperfecto.

147 2º) Las embellece, adornándolas con sus méritos y virtudes. Es como si un
campesino, queriendo ganar la amistad y la benevolencia del rey, fuese a la reina y le
presentase una manzana, que es lo único de que puede disponer, a fin de que ella la
presente al rey. La reina, habiendo aceptado el pobre pequeño obsequio del campesino,
pondrá esa manzana en un grande y hermoso plato de oro, y así la presentará al rey de
parte del campesino; entonces la manzana, aunque indigna por sí misma de ser
ofrendada a un rey, llegará a ser un presente digno de su majestad, en atención al plato
de oro en el que está y a la persona que la presenta.

148 3º) Presenta a Jesucristo esas buenas obras, porque nada de lo que se le presenta
guarda para sí, como si fuese fin último: Ella remite todo a Jesús fielmente. Si se le da
algo, necesariamente se da a Jesús; si se la alaba y se la glorifica, Ella Inmediatamente
alaba y glorifica a Jesús. Ahora, como antaño cuando Santa Isabel la alabó, cuando se
la alaba y se la bendice Ella canta: Magnificat anima mea Dominum4.

149 4º) Hace que Jesús acepte esas buenas obras, por pequeño y pobre que sea el
presente para este Santo de los santos y este Rey de reyes. Cuando se presenta algo a
Jesús, por uno mismo y apoyado en la propia industria y disposición, Jesús examina el
presente y, a menudo, lo rechaza a causa de la suciedad que contrae por el amor
propio; como en otro tiempo rechazó los sacrificios de los judíos, llenos todos de su
voluntad propia. Pero cuando se le presenta algo por las manos puras y virginales de su
Bienamada, se lo toma por su flaco, si se me permite usar este término; no considera
tanto la cosa que se le da sino a su buena Madre que la presenta; no mira tanto de
4
Luc. I, 46: “Mi alma glorifica al Señor”. Ver el comentario hace S. Bernardo, en el Sermón “En el domingo
infraoctavo de la Asunción de la B. V. María”, punto 12. Allí trata también de sus 12 prerrogativas.

www.vozcatolica.com
Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen 3 de 6
San Luis María Grignion de Montfort

dónde viene ese presente como a Aquella por quien le viene. Así María, que jamás es
rechazada y siempre es bien recibida por su Hijo, hace recibir con agrado por Su
Majestad todo lo que le presenta, pequeño o grande: basta que María lo presente para
que Jesús lo reciba y le plazca. Es el gran consejo que daba San Bernardo a aquellos y
a aquellas a quienes conducía a la perfección: “Cuando quieras ofrecer algo a Dios, ten
cuidado de ofrecerlo por las manos agradabilísimas y dignisimas de María, a no ser que
quieras ser rechazado: Modi cum quid offere desideras, manibus Mariae offerendum
tradere cura, si non vis sustinere repulsam”. (S. Bernardo, Lib. De Aquoed.)

150 ¿No es esto lo que la misma naturaleza inspira a los pequeños respecto de los
grandes, como hemos visto?5 ¿Por qué la gracia no nos llevará a hacer lo mismo
respecto de Dios, que es infinitamente mayor que nosotros, y delante del cual somos
menos que átomos; teniendo, por otra parte, una abogada tan poderosa que jamás es
rehusada; tan industriosa, que conoce todos los secretos para ganar el corazón de Dios;
tan buena y caritativa que a nadie rechaza por pequeño y malo que sea?

Expondré más adelante6 la figura verdadera de las verdades que digo, en la historia de
Jacob y de Rebeca.

Capítulo V - Artículo IV - ESTA DEVOCIÓN ES UN MEDIO EXCELENTE PARA


PROCURAR LA MAYOR GLORIA DE DIOS

151 CUARTO MOTIVO. Esta devoción, practicada con fidelidad, es un medio excelente
para obrar de modo que el valor de todas nuestras obras sea empleado en la mayor
gloria de Dios. Casi nadie obra con este noble fin, aunque se esté obligado a ello, sea
porque no se conoce dónde está la mayor gloria de Dios, sea porque no se la quiere.
Mas, conociendo perfectísimamente la Santísima Virgen, a quién cedemos el valor y el
mérito de las buenas obras, dónde está la mayor gloria de Dios y no obrando Ella sino
para esta mayor gloria de Dios, un perfecto servidor de esta buenísima Señora, que a
Ella se ha consagrado por entero, como dijimos ya7, puede decir sin temor que el valor
de todas sus acciones, pensamientos y palabras se emplea para la mayor gloria de
Dios, a menos que revoque expresamente su ofrenda. ¿Puede encontrarse algo más
consolador para un alma que ama a Dios con amor puro y desinteresado, y que aprecia
más la gloria de Dios y sus intereses que los suyos propios?

5
Supra nº 146.
6
Ver infra, capítulo VI.
7
Ver nº 136.

www.vozcatolica.com
Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen 4 de 6
San Luis María Grignion de Montfort

Oraciones - Día 18
LETANÍAS DEL ESPÍRITU SANTO
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.
Espíritu que distribuyes (vuestros dones) a cada
Después de cada invocación, decir: uno como quieres,
Ten misericordia de nosotros.
Dios, Padre celestial, Sednos propicio, perdónanos Señor,
Dios, Hijo, Redentor del mundo, Sednos propicio, escúchanos Señor,
Dios, Espíritu Santo,
Trinidad Santa, un solo Dios,
Después de cada invocación, decir: Después de cada invocación, decir:
Ten piedad de nosotros. Líbranos Señor.
Espíritu, que procede del Padre y del Hijo, De todo mal,
Espíritu del Señor, que al comienzo de la De todo pecado,
creación planeando sobre las aguas, las De las tentaciones e insidias del diablo,
fecundaste, De toda presunción y desesperación,
Espíritu por inspiración del cual han hablado los De la resistencia al la verdad conocida,
santos hombres de Dios, De la obstinación y de la impenitencia,
Espíritu cuya unción nos enseña todas las De la impureza de la mente y del cuerpo,
cosas, Del espíritu de fornicación,
Espíritu, que das testimonio de Cristo, De todo espíritu malo,
Espíritu de verdad que nos instruís sobre todas
las cosas, Después de cada invocación, decir:
Espíritu que sobreviene a María, Te rogamos, óyenos.
Espíritu del Señor que llena todo el orbe, Por tu eterna procesión del Padre y del Hijo,
Espíritu de Dios que habita en nosotros, Por la Concepción de Jesucristo, hecha por tu
Espíritu de sabiduría y de entendimiento, operación,
Espíritu de consejo y de fortaleza, Por tu descenso sobre Cristo en el Jordán,
Espíritu de ciencia y de piedad, Por tu advenimiento sobre los Discípulos,
Espíritu de temor del Señor, En el día del Juicio,
Espíritu de gracia y de misericordia, Pecadores,
Espíritu de fuerza, de dilección y de sobriedad, Para que, así como vivimos por el espíritu,
Espíritu de fe, de esperanza, de amor y de paz, obremos también por el espíritu,
Espíritu de humildad y de castidad, Para que, recordando que somos templo del
Espíritu de benignidad y de mansedumbre, Espíritu Santo, no lo profanemos,
Espíritu de multiforme gracia, Para que, viviendo según el espíritu, no
Espíritu que escrutas hasta los secretos de Dios, cumplamos los deseos de la carne,
Espíritu que ruegas por nosotros con gemidos A fin de que por el espíritu mortifiquemos las
inenarrables, obras de Ia carne,
Espíritu que descendiste sobre Cristo en forma Para que no te contristemos a ti, Espíritu Santo
de paloma, de Dios,
Espíritu en el cual renacemos, Para que seamos solícitos en guardar la unidad
Espíritu por el cual se difunde la caridad en del espíritu en el vínculo de Ia paz,
nuestros corazones, Para que no creamos a todo espíritu,
Espíritu de adopción de los hijos de Dios, Para que probemos a los espíritus si son de
Espíritu que en lenguas de fuego sobre los Dios,
discípulos apareciste, Para que te dignes renovar en nosotros el
Espíritu con el cual fueron los Apóstoles espíritu de rectitud,
henchidos, Para que nos confirmes por tu espíritu soberano,

www.vozcatolica.com
Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen 5 de 6
San Luis María Grignion de Montfort

Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.

Oremos. Asístanos, te pedimos, Señor, la virtud del Espíritu Santo, que purifique
clementemente nuestros corazones y nos preserve de todo mal. Por Jesucristo Nuestro Señor. Así sea.

AVE MARIS STELLA

Ave Maris stella Ave estrella de la mar,


Dei Mater alma, Augusta Madre de Dios,
Atque semper Virgo, Permanentemente Virgen,
Félix caeli porta. Puerta del cielo, feliz.

Sumens illud Ave Recibiendo Tú aquel Ave


Gabrielis ore, Por la boca de Gabriel,
Funda nos in pace, Ciméntanos en la paz,
Mutans Hevae nomen. Mudando el nombre de Eva.

Solve vincla reis, Desata el lazo al culpable,


Profer lumen caecis, Muestra la luz a los ciegos,
Mala nostra pelle, Líbranos de todo mal,
Bona cuncta posee. Consíguenos todo bien.

Monstra te esse matrem Que eres Madre muéstranos;


Sumat per te preces, Reciba por Ti las preces
Qui pro nobis natus Quien, nacido por nosotros,
Tulit esse tuus. Quiso ser el fruto tuyo.

Virgo singularis, Virgen única, sin par,


Inter-omnis mitis, Entre todas la más dulce,
Nos, culpis, solutos, Librados de nuestras culpas,
Mites fac et castos. Haz que seamos mansos, castos.

Vitam praesta puram, Concédenos vida pura,


Iter para tutum: Vía segura prepara:
Ut videntes Jesum. Para que, viendo a Jesús,
Semper collaetemur. Siempre juntos nos gocemos.

Sit laus Deo Patri, Sea alabanza a Dios Padre,


Summo Christo decus, Al sumo Cristo esplendor
Spiritui Sancto, Con el Espíritu Santo,
Tribus honor unus. A los Tres un solo honor.
Amen. Así sea.

www.vozcatolica.com
Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen 6 de 6
San Luis María Grignion de Montfort

LETANÍAS DE LA VIRGEN
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos. Cristo, escúchanos.

Después de cada invocación, decir: Espejo de la justicia,


Ten piedad de nosotros. Sede de la Sabiduría,
Dios, Padre celestial, Causa de nuestra alegría,
Dios, Hijo, Redentor del mundo, Vaso espiritual,
Dios, Espíritu Santo, Vaso honorable,
Trinidad Santa, un solo Dios, Vaso insigne de devoción,
Rosa mística,
Después de cada invocación, decir: Torre de David,
Ruega por nosotros. Torre de marfil,
Santa María, Casa de oro,
Santa Madre de Dios, Arca de la Alianza,
Santa Virgen de las vírgenes, Puerta del cielo,
Madre de Cristo, Estrella de la mañana,
Madre de la divina gracia, Salud de los enfermos,
Madre purísima, Refugio de los pecadores,
Madre castísima, Consuelo de los afligidos,
Madre sin tacha, Auxilio de los cristianos,
Madre siempre Virgen, Reina de los Ángeles,
Madre inmaculada, Reina de los Patriarcas,
Madre amable, Reina de los Profetas,
Madre admirable, Reina de los Apóstoles,
Madre del buen consejo, Reina de los Mártires,
Madre del Creador, Reina de los Confesores,
Madre del Salvador, Reina de las Vírgenes,
Virgen prudentísima, Reina de todos los Santos,
Virgen venerable, Reina concebida sin pecado original,
Virgen digna de alabanza, Reina asunta a los cielos,
Virgen poderosa, Reina del sacratísimo Rosario,
Virgen clemente, Reina de la paz,
Virgen fiel,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros.
Ruega por nosotros santa Madre de Dios, Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de Jesucristo

Oremos. Concédenos, Señor Dios, a tus siervos, te lo pedimos, la gracia de gozar perpetua
salud de cuerpo y alma, y por la gloriosa intercesión de la Bienaventurada siempre Virgen
María, de ser librados de la tristeza (de la vida) presente y de gozar de la eterna alegría. Por
Cristo Nuestro Señor. Así sea.

www.vozcatolica.com

También podría gustarte