Neumococo
Neumococo
Neumococo
31. Neumococo
SECCIÓN IV. Vacunas de la A a la Z
Capítulo 31 - Neumococo
1. Puntos clave
2. Introducción
3. Epidemiología de la enfermedad
4. Tipos de vacunas, composición y presentación
5. Inmunogenicidad, eficacia y efectividad
6. Vías de administración
7. Indicaciones y esquemas de vacunación
8. Efectos secundarios
9. Precauciones y contraindicaciones
10. Interacciones con otros medicamentos
11. Bibliografía
12. Enlaces de interés
13. Historial de actualizaciones
14. Tablas incluidas en el capítulo:
Sugerencia para la citación: Comité Asesor de Vacunas (CAV-AEP). Neumococo. Manual de inmunizaciones en línea de la AEP [Internet]. Madrid:
AEP; ene/2023. [consultado el dd/mmm/aaaa]. Disponible en: http://vacunasaep.org/documentos/manual/cap-31
1. Puntos clave
2. Introducción
Streptococcus pneumoniae o neumococo es un coco grampositivo que forma cadenas cortas. Hay
más de 95 serotipos, cada uno de ellos definido por la especificidad de su polisacárido capsular, del
que depende la inmunidad tipoespecífica. La bacteria inicia la colonización nasofaríngea en los
primeros meses de vida; la máxima tasa de colonización se alcanza a los 3 años, cuando entre el
25 % y el 80 % de los niños llega a estar colonizado. El neumococo causa dos formas de
enfermedad: invasora (meningitis, bacteriemia, sepsis, neumonía bacteriémica y otras) y no
invasora, como la neumonía, la otitis media y la sinusitis.
La colonización nasofaríngea es más frecuente en los adultos que conviven con niños en sus
domicilios, que aquellos que no lo hacen. Los niños que tienen hermanos que asisten a guardería
se colonizan por las mismas cepas que aquellos. Además, los serotipos que colonizan la
nasofaringe de los ancianos son similares a los que colonizan a los niños que viven en la misma
casa; esta similitud aumenta a medida que lo hace la edad del adulto. Todo ello demuestra la
transmisión intrafamiliar.
3. Epidemiología de la enfermedad
Se ha estimado que, en 2015, 294 000 muertes fueron debidas a infecciones neumocócicas en
menores de 5 años. La mayoría de estas muertes ocurre en los países de índice de desarrollo
humano bajo en los que las tasas de enfermedad neumocócica invasora son hasta 20 veces más
altas que en Europa. La mortalidad infantil asociada a las infecciones neumocócicas varía en los
países de bajo y alto de índice de desarrollo humano; en los primeros la mayoría de las muertes se
debe a neumonías, siendo el neumococo el segundo agente infeccioso que causa más neumonías
que requieren hospitalización en la comunidad después del virus respiratorio sincitial. En los países
de alto índice la mortalidad obedece a meningitis. En los adultos, sin embargo, la mayoría de las
muertes se asocian a neumonía neumocócica.
La VNC7 dio lugar a una disminución marcada de las infecciones neumocócicas producidas por los
siete serotipos vacunales (SV) y a una disminución de las resistencias bacterianas, la mayoría
asociadas a los serotipos contenidos en la vacuna, las llamadas cepas pediátricas. De forma
paralela, se produjo un incremento de los serotipos no vacunales, sobre todo el 19A que aumentó
de forma muy rápida. Sin embargo, no solo la VNC7 fue responsable de este aumento, sino que
otros factores como el uso de antibióticos y la existencia de clonos resistentes dentro del serotipo
19A, pudieron haber contribuido al fenómeno. Tanto en Madrid como en Cataluña, la mayoría de las
multirresistencias (resistencias a tres o más familias de antibióticos) y de resistencias de alto nivel
a cefotaxima en la meningitis se asociaban al serotipo 19A.
Las vacunas neumocócicas de valencia ampliada, VNC10 y VNC13, han dado lugar a una reducción
significativa de los casos de ENI por los serotipos vacunales. En los países donde se ha utilizado la
VNC13, la disminución en la incidencia de ENI se ha debido sobre todo a la reducción de los casos
por los serotipos 19A y 7F, no solo en los niños vacunados sino también en los no vacunados y los
adultos, incluidos los mayores de 65 años de edad. En Madrid, la reducción de los serotipos 19A y
7F fue del 98 % y 91 %, respectivamente, en niños menores de 15 años de edad. Estos datos
contrastan con lo sucedido en los EE. UU. donde los serotipos 3, 19A y 19F todavía representan un
cuarto de las ENI en niños de 4-5 años de edad.
Por el contrario, en la mayoría de los países que han utilizado la VNC10 el efecto sobre la ENI por
19A se ha restringido a los niños vacunados, y ha sido de de corta duración (2-3 años). En el resto
de la población, se ha producido un aumento de este serotipo.
Las VNC también han tenido un gran impacto en la incidencia de las infecciones neumocócicas no
invasoras como la neumonía y la otitis media. Al contrario que la reducción de la incidencia global
de ENI, que ha sido similar a la predicha por los estudios de eficacia, el impacto en la OMA y la
neumonía ha sido mayor del esperado. La disminución de SV se ha acompañado de un aumento de
los casos de ENI por serotipos no vacunales (SNV), que ha sido desigual de unos países a otros.
Sin embargo, este incremento ha tenido lugar de forma lenta y progresiva, a diferencia de lo que
sucedió con el aumento rápido y explosivo del serotipo 19A tras la introducción de la VNC7. Los
SNV causantes de ENI varían en las diferentes regiones o países, pero los más frecuentes son el
22F, el 12F, el 33F, el 24F, el 15C. el 15B, el 23B, el 10A y el 8. Durante los últimos, años en el Reino
Unido, donde se utiliza la VNC13 se ha producido un incremento marcado de ENI por algunos SNV
– fundamentalmente el 8, 12 y 9N -, sobre todo en personas mayores de 65 años. También, durante
los tres últimos años se ha constatado un aumento del 19A en este último grupo de edad. En
Francia, el SNV más frecuente ha sido el 24F en los niños, mientras que en los adultos lo han sido el
12F, 22F y 9N. En España, el fenómeno de reemplazamiento también ha ocurrido: en los niños el
SNV más frecuente ha sido el 24F, de forma parecida a lo que ha sucedido en Francia, mientras que
en los adultos han sido los serotipos 8, 12F, 9N y 22F, de manera muy similar a lo que ha ocurrido en
el Reino Unido y Francia. Particularmente preocupante en nuestro país es el incremento del serotipo
8, que se ha triplicado en los últimos años.
En Europa, los SNV más frecuentes fueron el 24F (6,7 %), 10A (6,7 %), 15C (5,9 %), 12F (5,6 %) y el
22F (5,2 %), mientras que en Norteamérica lo fueron el 22F (6,9 %), 38 (5 %), 33F (4,9 %), 35B (4,5 %)
y 15B (4,2 %), no encontrándose el serotipo 24F; en Latinoamérica el más común fue el 12F (4 %)
mientras que ningún serotipo restante superó el 2,5 % de todos los casos de ENI. En países de
Oriente Medio como Israel también se ha visto un incremento de serotipos no contenidos en las
vacunas de segunda generación, 15B/C, 11A, que se encuentran en la VNC20, y también otros
como el 23B, 15A y 35B. En otros países donde se utiliza esta misma vacuna, el incremento ha sido
menos pronunciado. En general, este aumento no ha anulado, hasta ahora, el efecto global sobre la
reducción de la ENI..
En Madrid, tras 6 años de uso de la VNC13, no se ha producido un incremento de los casos de ENI
por SNV en los niños menores de 15 años de edad, aunque en el análisis por grupos de edad se
apreció una tendencia ascendente no significativa en los niños menores de 2 años de edad, siendo
los serotipos más frecuentes el 15B (8,6 %), 24F (6,8 %); 23B (6,1 %); 22F (5,7 %) y 10A (5,0 %). La
reducción de la carga global de ENI ha sido del 68 %, mientras que las reducciones de otras formas
de ENI como empiema, neumonía bacteriémica y meningitis neumocócica han sido del 81 %, 79 % y
62 %, respectivamente.
En los países cuyos calendarios han incorporado la VNC10, también se ha producido generalmente
un aumento de los casos de ENI por SNV, particularmente los serotipos 19A y 3, que en el caso de
Finlandia ha sido muy pronunciado.
En cualquier caso, será necesaria una estrecha vigilancia sobre los serotipos emergentes, no solo
para calcular el impacto final de las VNC, sino para determinar qué serotipos deben incluir las
nuevas vacunas neumocócicas.
Por ser antígenos T-independientes, las vacunas que contienen polisacáridos puros no inducen
memoria inmunológica ni respuestas secundarias de anticuerpos, además de ser poco
inmunógenas por debajo de los 2 años de edad. Por otra parte, la administración repetida de estas
vacunas induce cada nueva administración un título menor de anticuerpos (tolerancia).
En la actualidad existe en nuestro país una sola vacuna de polisacáridos puros (VNP23) y 2
vacunas conjugadas: la decavalente (VNC10) y la tridecavalente (VNC13) (tabla 31.1 ).
Inmunogenicidad
Eficacia y efectividad
Inmunogenicidad
La OMS ha definido los siguientes criterios serológicos de protección conjunta para todos los
serotipos frente a ENI: un título ≥0,35 µg/ml de anticuerpos IgG frente al polisacárido capsular
del neumococo y una actividad opsonofagocítica (OPA) del suero ≥1/8 un mes después de la
primovacunación.Los títulos protectores frente a neumonía y frente a OMA están peor
definidos, pero es probable que para la primera se necesiten títulos 3-4 veces superiores a los
de la ENI, mientras que para la segunda son necesarios títulos más de 10 veces superiores.
Después de dos dosis de cualquiera de las vacunas conjugadas, la mayoría de los lactantes
alcanza concentraciones de anticuerpos antipolisacáridos ≥0,35 µg/ml para todos los
serotipos, con la excepción del 6B y del 23F, que no logran alcanzar el dintel protector en un 20-
45 % de los niños. El serotipo 3 parece ser menos inmunógeno que otros serotipos con
respecto a la inducción de anticuerpos frente al polisacárido capsular, pero induce capacidad
bactericida sérica adecuada. Después de una tercera dosis o de la dosis de refuerzo, los niveles
de todos los serotipos, incluidos el 6B y 23F, superan varias veces los niveles protectores. Un
hallazgo característico es que la VNC13 produce títulos específicos de IgG más altos que la
VNC7 frente al serotipo 19F, a pesar de que ambas vacunas contienen este serotipo. Este
hecho ha sido atribuido al diferente método de conjugación del serotipo 19F en ambas
vacunas, que podría condicionar mayor inmunogenicidad en la VNC13.
Sin embargo, el dintel protector global de ≥0,35 µg/ml puede no ser el mismo para los
diferentes serotipos. Así, para los serotipos 1, 3, 7F, 19A y 19F es más alto, mientras que para
los serotipos 6A, 6B, 18C y 23 F es menor.
La inmunidad mucosal (IgA e IgM salivales) aparece, sobre todo, tras la administración de la
dosis de recuerdo.
La efectividad de la VNC7 para prevenir la ENI causada por los serotipos contenidos en la
vacuna ha sido superior al 90 %, lo que a su vez ha conducido a una reducción marcada de
todos los casos de ENI. Es desigual para los distintos serotipos: más baja para los serotipos
19F (84,6 %) y 6B (85,7 %). La efectividad se ha verificado en todas las formas clínicas, aunque
parece ser un poco más baja frente a la meningitis (75 % frente a los casos producidos por
serotipos VNC7).
En los países en vías de desarrollo, la efectividad parece ser menor: un 80 % frente a ENI
producida por serotipos vacunales y del 60 % para la ENI causada por cualquier serotipo.
La VNC7 previene el 6-9 % de cualquier forma de otitis media y un 20 % de las otitis más graves
que precisan tubos de timpanostomía.
La efectividad de la VNC7 ha sido corroborada también en otros países tanto con esquemas
3+1 (tres dosis de primovacunación en el primer año de vida y un refuerzo el segundo año)
como con esquemas 2+1 (dos dosis de primovacunación el primer año de vida y una dosis de
refuerzo en el segundo año).
Una parte significativa de los estudios realizados con VNC10 son estudios de efectividad
(no estudios de impacto poblacional) en los que se valora la efectividad de la vacuna
haciendo estudios de casos y controles y comparando la incidencia de ENI en uno y otro
grupo, pero sin evaluar el efecto de la vacuna en toda la población. Los diferentes
trabajos muestran que la efectividad oscila entre más del 80 % y el 100 % frente a la ENI
por serotipos vacunales y del 65-80 % frente a la ENI producida por cualquier serotipo. En
los niños con edades próximas a la edad de vacunación, existe inmunidad de grupo frente
a los serotipos vacunales, pero hay menos información sobre la inmunidad de grupo
frente a estos serotipos en los adultos, aunque algunos estudios recientes la han
demostrado. Los niños vacunados tienen un alto grado de protección frente al 19A
(reacción cruzada), pero esta protección parece mantenerse solo durante un corto
espacio de tiempo. El seguimiento de la ENI por los Servicios de Salud Pública en
Finlandia, donde se utiliza la VNC10, demuestra claramente estos hechos, ya que más allá
de los 5 años se constata un aumento de los casos de ENI por los serotipos 19A y 3 en
los niños y adultos de todas las edades. Un aumento de estos serotipos se ha constatado
también en Brasil tras la vacunación con VNC10.
En Holanda, la VNC10 ha demostrado que reduce la ENI por los SV, no sólo en los
vacunados sino también en los no vacunados, demostrando que induce inmunidad de
grupo. Sin embargo, el estudio no encuentra reactividad cruzada frente al 19A.
Los estudios de la VNC10 sobre la neumonía también son estudios de efectividad más
que de impacto poblacional, aunque durante el último año han aparecido algunos de este
tipo. En general, en los niños vacunados la incidencia de neumonía disminuye entre el 20
y el 30 %. Sin embargo, son escasos los datos sobre el efecto de esta vacuna en la
incidencia de neumonía en los adultos no vacunados y en los que lo han valorado parece
ser muy escaso en los mayores de 65 años. En el único estudio en que se comparan
directamente la VNC10 y la VNC13, en diferentes regiones de Suecia, en las que utilizan
una u otra vacuna, el impacto frente a la neumonía fue mayor con la VNC13. Los autores
atribuyen este hecho a los serotipos 19A y 3 incluidos en la VNC13, pero no en la VNC10.
COLONIZACIÓN NASOFARÍNGEA
6. Vías de administración
Según la ficha técnica, la VNC13 está indicada desde las 6 semanas hasta la edad adulta sin límite
de edad, mientras que la VNC10 lo está desde las 6 semanas a los 5 años. Las indicaciones de la
VNC13 y de la VNC10 son la prevención de ENI, neumonía y OMA por neumococo.
En vacunación universal, tanto la VNC10 como la VNC13 pueden utilizarse con pautas 3+1 o
2+1. No se contemplan otras en las que se suprima la dosis de refuerzo, ya que la eliminación
de esta dosis puede disminuir la inmunidad de las mucosas y el efecto de la vacuna sobre la
colonización nasofaríngea, comprometiendo así la inmunidad de grupo y la efectividad final
de la vacuna.
Por otra parte, nunca se deberían utilizar pautas 2+1 fuera del marco de la vacunación
universal, ya que, tras las dos primeras dosis una proporción significativa de niños no alcanza
títulos protectores frente los serotipos 6B y 23F y podrían adquirir una ENI al no estar
protegidos por la inmunidad de grupo que proporcionan las altas coberturas vacunales. Por la
misma razón, cuando se utilizan pautas 2+1, la dosis de refuerzo no debería retrasarse más
allá de los 11-15 meses de edad.
Las pautas de vacunación y el número de dosis de vacuna en niños que no han sido
vacunados previamente dependen de la edad del niño (tabla 31.3 ).
La ficha técnica de la VNC10 recomienda que los niños que inicien la vacunación con la
VNC10 la completen con esta misma vacuna. Sin embargo, puede utilizarse como refuerzo en
los niños que han recibido la primovacunación con la VNC7.
Dada la epidemiología de la ENI en nuestro país, el CAV de la AEP estima que es beneficioso
administrar una dosis de VNC13 a los niños sanos hasta los 5 años y sin límite de edad en los
grupos de riesgo previamente vacunados con la VNC7 o la VNC10, guardando un intervalo
mínimo de 2 meses desde la última dosis de vacuna. Asímismo, el comité considera que un
niño menor de 5 años que tuviera su pauta incompleta con la VNC10, dado que no está
demostrada su intercambiabilidad con la VNC13, se le deberían administrar las dosis de
VNC13 correspondientes a su edad, como si no estuviera vacunado.
Tabla 31.3. Pautas de vacunación frente al neumococo con las vacunas conjugadas en los niños
no vacunados o insuficientemente vacunados.
Número total de
Edad del niño Pauta de vacunación
dosis de vacuna
5 a 18 años con
situaciones de
riesgo de 1 Solo la VNC13
enfermedad
neumocócica grave
* También si se recibió una dosis antes de los 12 meses, deberá recibir 2 dosis con un intervalo
mínimo de 2 meses.
** En la ficha técnica de la VNC13 se recomienda una sola dosis, mientras que la de la VNC10
recomienda 2 dosis.
Todos los niños de riesgo que hubieran recibido ya la VNP23 y que precisen dosis de vacuna
VNC13, por no estar vacunados o tener incompleta la pauta de vacunación, recibirán 1 o 2
dosis de VNC13 (según edad y antecedente de vacunación) separadas, al menos, 8 semanas
de la VNP23 recibida.
Los intervalos mínimos deben ser respetados, pero los CDC consideran que si no se ha
guardado el intervalo mínimo entre dosis de VNP23 en inmunodeprimidos y asplénicos, que
es de 5 años, esta dosis administrada antes de tiempo no debe ser repetida.
Los niños prematuros menores de 32 semanas o de 1700 g de peso al nacer (tabla 31.4 )
tienen más probabilidad de presentar una enfermedad invasora por Streptococcus
pneumoniae que los recién nacidos a término, pero dado que hay inmunidad de grupo por la
introducción de la vacuna en el calendario sistemático deben recibir la VNC13 como los
demás niños con una pauta 2+1, sin VNP23 posterior, salvo que asocien otros factores de
riesgo.
Diabetes mellitus
Hepatopatías crónicas
Síndrome de Downa
a Solo en el caso de documentación de alguna inmunodeficiencia de alto riesgo para ENI, seguir las
recomendaciones de los niños inmunodeprimidos.
b Pacientes de alto riesgo: deben seguir recomendaciones de vacunación antineumocócica
específicas.
c Los niños prematuros menores de 32 semanas o de 1700 g de peso al nacer tienen más
probabilidad de presentar una enfermedad invasora por Streptococcus pneumoniae que los recién
nacidos a término, pero dado que hay inmunidad de grupo por la introducción de la vacuna en el
calendario sistemático deben recibir la VNC13 como los demás niños con una pauta 2+1, sin
VNP23 posterior, salvo que asocien otros factores de riesgo.
8. Efectos secundarios
Otras reacciones mucho menos frecuentes, que aparecen en alrededor del 1-5 % de los niños son:
fiebre >39 ºC, vómitos, diarrea y rash. Por último, en menos de un 1 % de los niños pueden aparecer
convulsiones febriles, urticaria y apnea (en prematuros).
En general, los efectos secundarios leves aumentan tras la dosis de refuerzo y con la edad.
9. Precauciones y contraindicaciones
Ambas vacunas están contraindicadas cuando existe una reacción alérgica grave en una
administración previa de la vacuna. Las precauciones son las generales que hay que tener siempre
que se administre una vacuna. En prematuros ≤28 semanas de gestación, especialmente si tienen
historia de afectación respiratoria, debe considerarse el riesgo de apnea y la necesidad de
monitorización respiratoria si están ingresados en el hospital, porque si están en su domicilio se les
supone estables.
No se han descrito interacciones de la VNP23 con otros medicamentos o vacunas, salvo para la
administración simultánea de los dos tipos de vacunas antineumocócicas, por lo que no deben
administrarse el mismo día la VNC13 o la VNC10 junto con la VNP23, debiendo espaciarse entre sí,
al menos, 8 semanas.
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