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Disección Aórtica

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[REV. MED. CLIN.

CONDES - 2022; 33(3) 218-226]

REVISTA MÉDICA CLÍNICA LAS CONDES


https://www.journals.elsevier.com/revista-medica-clinica-las-condes

REVISIÓN
Disección aórtica aguda: diagnóstico y manejo inicial
Acute Aortic Dissection: Diagnosis and Initial Management

Juan Pablo Umañaa , Jaime Camachoa

a
Departamento de Cirugía Cardiovascular, La Cardio, Bogotá, Colombia.

INFORMACIÓN RESUMEN
DEL ARTÍCULO La disección aórtica aguda (DAA) es una emergencia cardiovascular con una mortalidad operatoria hasta del
30%. Se estima que cerca del 80% de los pacientes mueren antes de llegar a un hospital, y la mortalidad sin
Historia del
intervención quirúrgica alcanza el 60%. La optimización de estos resultados depende de un trabajo mancomunado
Artículo:
Recibido: 25 04 2022. entre los equipos médicos de los departamentos de urgencias y centros de referencia que cuenten con equipos
Aceptado: 11 05 2022. multidisciplinarios expertos en el manejo de la aorta y la disección aguda.
La disección se produce por un desgarro en la íntima de la aorta que permite el flujo de sangre a través de las
Key words: capas de la aorta, extendiéndose de manera anterógrada y retrograda con el consecuente compromiso de los
Aortic Dissection; Aortic
Syndrome; Management; vasos secundarios. El diagnóstico temprano y certero depende de un alto grado de sospecha clínica en asociación
Early Diagnosis. con algoritmos para la utilización de exámenes invasivos y no invasivos que permitan establecer el diagnóstico
definitivo. Los dos sistemas de clasificación de la DAA más utilizados son la de DeBakey y la de Stanford. De acuerdo
Palabras clave: con ellos, se define el manejo médico inicial, el cual busca controlar el dolor, la presión arterial y la frecuencia
Síndrome Aórtico;
Disección Aórtica; cardíaca, con el fin de frenar la progresión de la disección, mientras el paciente es trasladado a un centro de
Manejo; Diagnóstico referencia o sometida a una intervención quirúrgica definitiva.
Temprano. Este artículo provee una revisión del enfoque diagnóstico y principios terapéuticos de la disección aórtica para
médicos, enfermeras y estudiantes.

ABSTRACT
Acute aortic dissection is a cardiovascular emergency with an operative mortality of up to 30%. It is estimated
that about 80% of patients die before reaching a hospital, and mortality without surgical intervention
reaches 60%. The optimization of these results depends on the collaboration between the medical teams
of the emergency departments and reference centers that have multidisciplinary teams specializing in the
management of the aorta and acute dissection.
The dissection is produced by a tear in the intima of the aorta that allows blood to flow in between the
layers of the aorta, extending in an anterograde and retrograde fashion, with the consequent involvement
of branch vessels. A timely and accurate diagnosis depends on a high degree of clinical suspicion together
with algorithms for the use of invasive and non-invasive tests that ultimately help establish a definitive

Autor para correspondencia


Correo electrónico: jpumana@lacardio.org

https://doi.org/10.1016/j.rmclc.2022.05.002
e-ISSN: 2531-0186/ ISSN: 0716-8640/© 2021 Revista Médica Clínica Las Condes.
Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND
(http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).

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[Disección aórtica aguda: diagnóstico y manejo inicial - Juan Pablo Umaña y col.]

diagnosis. The two classification systems most commonly used, are DeBakey’s and Stanford’s. Depending
on the classification of the dissection, initial medical management is defined, seeking to control pain,
blood pressure and heart rate in order to limit progression of the dissection, while the patient is transferred
to a reference center or undergoes definitive surgical intervention.
This article provides a review of the diagnostic approach and therapeutic principles of aortic dissection for
physicians, nurses, and students.

INTRODUCCIÓN En dos terceras partes de los casos el desgarro intimal primario


La disección aórtica (DA) hace parte del espectro de síndromes ocurre en la aorta ascendente proximal6, dado que esta porción
aórticos agudos que incluyen la úlcera aórtica penetrante y el de la aorta está sujeta a mayores fluctuaciones en la presión ar-
hematoma intramural, siendo la DA aguda (DAA) la patología terial a lo largo del ciclo cardíaco. Las complicaciones de la DAA
más catastrófica1, por lo que requiere un diagnóstico temprano incluyen ruptura aórtica, taponamiento cardíaco, insuficiencia
y tratamiento adecuado. La prevalencia de DAA es de 4,4 casos aórtica aguda y síndromes de malperfusión visceral y periférica7.
por cada 100.000 personas/año en Estados Unidos2, llegando en El riesgo de mortalidad se estima en 1% a 2% por hora y el ma-
promedio a 7,2 casos por cada 100.000 pacientes en Suecia3. Sin nejo no-quirúrgico se asocia a una mortalidad del 60%8.
embargo, la verdadera incidencia de DAA está subestimada en los
reportes poblacionales4, pues una gran proporción de los pacien- La extensión anatómica de la DAA impacta de manera muy im-
tes muere sin causa conocida antes de llegar al hospital5. portante el pronóstico y manejo de la condición y se clasifica
por el segmento de la aorta comprometido. En la actualidad no
hay un consenso claro en la clasificación de la DAA, sin embargo,
FISIOPATOLOGÍA las dos clasificaciones más utilizadas son las de DeBakey9 y la de
La aorta normal está compuesta por tres capas: íntima, media y Stanford10. La clasificación de DeBakey describe tres tipos de DAA
adventicia que le otorgan la capacidad de soportar los cambios (Figura 1):
de presión propios del ciclo cardíaco y mantener el flujo durante
la diástole por el efecto Windkessel. La DA consiste en una dis- Tipo I: el desgarro intimal se origina en la aorta ascendente y se
rupción de la túnica intima de la aorta, la cual resulta en paso extiende de manera anterógrada con compromiso al menos del
de la sangre hacia la túnica media generando una luz falsa que arco aórtico y típicamente de la aorta torácica descendente.
se puede propagar de forma anterógrada y retrógrada compro- Tipo II: el desgarro intimal se origina en la aorta ascendente y se
metiendo la totalidad de la aorta y extendiéndose hacia los vasos confina a este segmento (sin extensión al arco aórtico o la aorta
secundarios. torácica descendente).

Figura 1. Representación esquemática de las clasificaciones de DeBakey de Stanford para los síndromes
aórticos agudos

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Tipo III: el desgarro intimal se origina en la aorta torácica descen- Registry of Acute Aortic Dissection)13, la edad promedio fue de 63,1
dente (usualmente justo delante del origen de la arteria subclavia años siendo un poco menores los pacientes con DA tipo A vs. B
izquierda). Se subclasifica en IIIa si el desgarro se confina a la aorta (61,2 vs. 66,3 años respectivamente). La hipertensión arterial se
torácica descendente o IIIb si el desgarro se extiende hacia abajo considera un factor de riesgo típico y se observa en cerca del 70%
del diafragma. de los pacientes. El 17,9% de los pacientes tienen antecedente
de cirugía cardíaca, siendo los procedimientos previos más fre-
La clasificación de Stanford10 simplifica este concepto en los ti- cuentes el reemplazo valvular aórtico (5,4%) y el reparo de aneu-
pos A y B dependiendo del compromiso de la aorta ascendente risma/disección aórtica (9,7%). Otros factores de riesgo incluyen
(Figura 1): la presencia de aterosclerosis, el diagnóstico previo de aneurisma
Tipo A: la DA compromete la aorta torácica ascendente, inde- y la historia previa de disección aórtica, los cuales se observaron
pendiente del sitio donde se origine y si hay o no compromiso de en el 31,0%, 16,1% y 6,4% de los casos respectivamente. El an-
otros segmentos. tecedente de síndrome de Marfan se observó en el 4,9% de los
Tipo B: la DA no compromete la aorta torácica ascendente (aquí pacientes, siendo mayor en la DAA tipo A (DAATA) (6,7%) que en
se incluye la presencia de compromiso del arco aórtico sin com- la tipo B (1,8%)8.
promiso de la aorta torácica ascendente).
La manifestación clínica central es el dolor torácico, presente en
La localización del desgarro primario debería adicionarse a la más del 95% de los pacientes. La descripción semiológica tradi-
estratificación aguda de la DA aguda tipo B siempre que pueda cional es la de un dolor “desgarrador” que va migrando a medida
tener un impacto en la estrategia inicial de tratamiento. Weiss et que la disección progresa. Sin embargo, en el registro IRAD6 la
al.11, han sugerido una terminología modificada donde si el des- naturaleza del dolor más frecuente fue la de un dolor severo, ob-
garro de entrada se localiza en la convexidad de la aorta, lo deno- servado en el 84,8%; el 64,4% lo definían como un dolor agudo y
minan como B1 y si está en la concavidad (circunferencia interna tan solo el 50,6% lo describían como desgarrador6. La localización
a partir del arco) de la aorta descendente, lo denominan como B2. más frecuente del dolor también varía según el tipo de disección
En este, la carencia de barrera anatómica permite la propagación (tipo A o tipo B), con una localización torácica/lumbar/abdomi-
retrógrada de la DA12. nal en el 78,9%/46,6%/21,6% y 62,9%/63,8%/42,7% respectiva-
mente, siendo estas diferencias estadísticamente significativas.
Por su temporalidad, la DA puede clasificarse en cuatro categorías Los hallazgos a la exploración física también difieren entre los
según el tiempo desde el inicio de los síntomas: pacientes con DA tipo A y tipo B (Tabla 1).
Hiperaguda: menos de 24 horas.
Aguda: 2 a 7 días. Es importante recordar que las manifestaciones clínicas no son
Subaguda: 8 a 30 días. suficientes para diferenciar entre las patologías que comprenden
Crónica: más de 30 días. el síndrome aórtico agudo por lo que ante una presentación clíni-
ca compatible debe procederse indistintamente con un aborda-
Finalmente, la DA puede clasificarse según si es complicada o no. je diagnóstico estandarizado que permita confirmar o descartar
Se considera complicada cuando cumple alguno de los siguientes esta patología12.
criterios10:

• Presencia de ruptura aórtica (o signos de ruptura inminente). DIAGNÓSTICO


• Compromiso de perfusión visceral. En los Estados Unidos, cada año entre 5 y 10 millones de pacien-
• Hipertensión refractaria. tes consultan a los servicios de urgencias con dolor torácico14. De
• Hipotensión. estos, solo una pequeña proporción tiene patologías cardiovascu-
• Shock. lares y apenas una fracción corresponden a DAA. Por este motivo,
• Síntomas recurrentes. la utilización indiscriminada de ayudas diagnósticas avanzadas en
• Diámetro aórtico máximo ≥55 mm o con incremento > 4 mm este grupo de pacientes es una estrategia ineficiente en tiempo
en imágenes seriadas. y costos. Desde el punto de vista clínico, menos de la mitad de
• Desarrollo de hematoma periaórtico o derrame pleural hemo- los pacientes tiene una sospecha inicial correcta de DAA (tan bajo
rrágico. como el 15%) y hasta el 39% tienen una demora diagnóstica de
24 horas o superior15, puesto que los hallazgos “clásicos” de DA se
observan en menos del 50% de los pacientes. En consecuencia,
MANIFESTACIONES CLÍNICAS es imperativo desarrollar o implementar algoritmos diagnósticos
Los pacientes con DAA típicamente se encuentran entre la sex- que sean conocidos por el equipo multidisciplinario a cargo del
ta y séptima década de la vida. En el registro IRAD (International manejo de este complejo grupo de pacientes6. Se debe sospe-

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Tabla 1. Diferencias entre el examen físico de pacientes con disección aórtica (DA) tipo A
versus tipo B en el registro

Cualquier disección disección aórtica disección aórtica


Hallazgo
aórtica tipo A tipo B

TAS ≥150 mmHg 49,0% 35,7% 70,1%

TAS 100 - 149 mmHg 34,6% 39,7% 26,4%

TAS <100 mmHg 8,0% 11,6% 2,3%

Choque o taponamiento (TAS ≤80 mmHg) 8,4% 13,0% 1,5%

Soplo de insuficiencia aórtica 31,6% 44% 12%

Déficit de pulso 15,1% 18,7% 9,2%

Ataque cerebrovascular 4,7% 6,1% 2,3%

Falla cardíaca 6,6% 8,8% 3,0%

TAS: tensión arterial sistólica.


Traducido del International Registry of Acute Aortic Dissection (IRAD)6.

char DAA en presencia de dolor torácico, dorsal o abdominal en y las anormalidades en el contorno cardíaco (observados en un
asociación con síncope y síntomas sugestivos de compromiso de 25% de los casos). Sin embargo, aun en presencia de estas, la
perfusión, tales como ausencia de pulsos distales, déficit neuroló- sensibilidad reportada es del 64% al 71%15. El signo del calcio
gico, infarto agudo de miocardio (IAM), o isquemia mesentérica6. (una separación entre el borde aórtico y una calcificación in-
La presencia de uno de estos hallazgos produce una relación de timal de 10 o más milímetros) se observa en menos del 15%
probabilidad de 0,5, la cual aumenta a 5,3 cuando son dos y 66 de los pacientes. El electrocardiograma tiene un rendimiento
cuando se encuentran tres hallazgos simultáneos. (Tablas 2 y 3). diagnóstico aún peor, con un tercio de los pacientes teniendo
electrocardiogramas normales. La anormalidad más frecuente
La utilidad de los marcadores séricos es limitada para confirmar el son las alteraciones inespecíficas de la repolarización (en un
diagnóstico de DAA, aunque puede ser de utilidad para descartar- 40% de los pacientes). La presencia de elevación del segmento
la. Un metaanálisis de 298 pacientes demostró que la utilización ST se observa en menos del 5% de los pacientes y más frecuen-
de un corte de dímero-D de 0,5 μg/ml puede ser útil para el ta- temente ocurre en la DAATA por el compromiso mencionado
mizaje en urgencias, con una sensibilidad de 97%, un valor pre- del ostium coronario6.
dictivo negativo de 96% y una relación de probabilidad negativa
de 0,06. En contraste, su especificidad es del 56%, con un valor La confirmación diagnóstica requiere la utilización de técnicas
predictivo positivo de 60% y una relación de probabilidad posi- más avanzadas incluyendo el ecocardiograma transtorácico (ETT)
tiva de 2,4316. La medición de troponina puede ser de utilidad o transesofágico (ETE), la tomografía axial computarizada (TAC) y,
para la evaluación de isquemia miocárdica, teniendo siempre en en casos selectos, la resonancia magnética nuclear (RMN). En el
cuenta que una medición positiva no explica el mecanismo por el estudio IRAD, la modalidad diagnóstica inicial más frecuente fue
cual ocurre. En la DAATA puede haber compromiso de los ostias la TAC en el 62% de los casos, seguido del ETE en 32% y resonancia
coronarios (más frecuentemente de la derecha) y por ende una en tan solo el 1%6.
troponina positiva no debe “descartar” el diagnóstico de DA sino
incluirse en la evaluación diagnóstica global del paciente12. En el ecocardiograma puede observarse el flap de disección como
una estructura libre con movimiento independiente de las es-
Aunque la radiografía de tórax es el estudio inicial en la ma- tructuras adyacentes generando alteraciones en el flujo a la eva-
yoría de los pacientes, su sensibilidad no es suficiente para luación con doppler color17 (Figura 2).
descartar el diagnóstico en un contexto clínico sugestivo. Las
anomalías más frecuentemente observadas son el mediastino El ETT tiene la ventaja de poder realizarse rápidamente a la ca-
ensanchado (en menos de dos tercios de los pacientes), anor- becera del paciente y es especialmente útil para evaluar la pre-
malidades en el contorno aórtico (en casi el 50% de los casos) sencia de disfunción valvular aórtica, la presencia de derrame

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Tabla 2. Sensibilidad de distintos hallazgos en el interrogatorio, el examen físico y la


radiografía de tórax6

Hallazgo Sensibilidad (IC 95%)

Anamnesis

Antecedente de hipertensión arterial 64% (54 - 72%)

Antecedente de síndrome de Marfan 5% (4 - 7%)

Dolor torácico 67% (56 - 77%)

Dolor de inicio súbito 84% (80 - 99%)

Dolor severo 90% (88 - 92%)

Dolor desgarrador 39% (14 - 69%)

Dolor migratorio 31% (12 - 55%)

Examen físico

Hipertensión arterial 49% (41 - 57%)

Soplo diastólico 28% (21 - 36%)

Déficit de pulso 31% (24 - 39%)

Radiografía de tórax

Alteración del contorno aórtico 71% (56 - 84%)

Mediastino ensanchado 64% (44 - 80%)

Signo del calcio 9% (6 - 13%)

Cualquier anormalidad 90% (87 - 92%)

Tabla 3. Relación de probablilidad (RP) de diversos hallazgos clínicos para el diagnóstico de disección
aórtica (DA)6

Hallazgo RP positivo (IC 95%) RP negativo (IC 95%)

Antecedente de hipertensión 1,6 (1,2 - 2,0) 0,5 (0,3 - 0,7)

Dolor torácico de inicio súbito 1,6 (1,0 - 2,4) 0,3 (0,2 - 0,5)

Dolor desgarrador 10,8 (5,2 - 22,0) 0,4 (0,3 - 0,5)

Dolor migratorio 7,6 (3,6 - 16,0) 0,6 (0,5 - 0,7)

Déficit de pulso 5,7 (1,4 - 23,0) 0,7 (0,6 - 0,9)

Déficit neurológico focal 33,0 (2,0 - 549,0) 0,87 (0,8 - 0,9)

Soplo diastólico 1,4 (1,0 - 2,0) 0,9 (0,8 - 1,0)

Aorta agrandada o mediastino ensanchado 2,0 (1,4 - 3,1) 0,3 (0,2 - 0,4)

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Figura 2. Hallazgos en ecocardiografía en síndrome aórtico agudo

A: Se observa el desgarro intimal que cruza la válvula aórtica en diástole (flecha blanca). B: En sístole se observan dos estructuras (flecha blanca y amarilla)
con movimiento independiente. C: Con doppler color se observa insuficiencia de la válvula causada por la distorsión de la coaptación valvular. D: En
TAC se confirma la presencia de DA aguda tipo A.

pericárdico y de trastornos segmentarios de la contractilidad. La modalidad diagnóstica superior es la TAC (Figura 3), con una sen-
Su valor en la evaluación de la aorta está limitado hasta la unión sibilidad y especificidad cercana al 98%. Tiene la ventaja no solo de
sinotubular por la ventana acústica e interposición de estruc- localizar los sitios de desgarro intimal sino de evaluar la extensión
turas18. total de la aorta para identificar la progresión de la DA, determinar el
compromiso de las ramas arteriales, establecer el compromiso coro-
El ETE es una alternativa superior al ETT, permitiendo la localiza- nario (si el estudio es gatillado con ECG) y es útil para el seguimiento
ción de los desgarros intimales en el 78 al 100% de los casos, con seriado de los pacientes4. La TAC debe siempre incluir un estudio sin
limitación para evaluar la aorta ascendente distal y el arco aórtico contraste para evaluar la presencia de hemorragia mediastinal, he-
por interposición de la vía aérea. Con respecto al diagnóstico de matoma intramural, derrame pericárdico hemorrágico y calcificacio-
complicaciones, no solo puede identificar la presencia de insufi- nes. Posteriormente debe realizarse un estudio contrastado con un
ciencia aórtica, sino que además puede aclarar el mecanismo de adecuado bolo de contraste que genere una adecuada opacificación
la misma, lo cual facilita la planeación del procedimiento quirúr- de la fase arterial. La TAC tiene la ventaja de ser un estudio amplia-
gico. Debido al riesgo de una respuesta catecolaminérgica que mente disponible, de rápida realización con los equipos modernos y
cause un pico hipertensivo, el ETE debe realizarse bajo sedación compatible con la presencia de prótesis metálicas y los equipos de
o anestesia general18. soporte vital que pueda requerir el paciente18.

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Figura 3. Hallazgos en TAC de pacientes con síndromes aórticos agudo

A: Se observa el desgarro intimal en la aorta ascendente (asterisco) que se extiende hasta la descendente (flecha). B: Se observa el desgarro intimal
limitado a la aorta ascendente (asterisco). C: Se observa la disección con falsa luz parcialmente trombosada en la aorta descendente (flecha). D: Hema-
toma intramural en la aorta ascendente con la característica forma creciente (asterisco). Caso cortesía Dr David Preston, Radiopaedia.org, rID: 27746.
E: Úlcera aórtica penetrante ubicada en el borde lateral izquierdo de la aorta ascendente (flecha). Caso cortesía Dr. Jens Christian Fischer, Radiopaedia.
org, rID: 12810.

TRATAMIENTO el fin de limitar la extensión de la disección y la propagación de


Una vez establecido el diagnóstico de DAA, los pacientes deben la luz falsa. Si bien la terapia médica no reemplaza la intervención
ser trasladados a un centro especializado en el manejo del síndro- quirúrgica, si ayuda en la estabilización inicial de los pacientes.
me aórtico agudo, en donde equipos multidisciplinarios tratan los Los agentes beta-bloqueadores disminuyen la frecuencia cardía-
pacientes de acuerdo con protocolos establecidos (Figura 4). Esta ca, la fuerza contráctil del corazón y la presión arterial, buscando
conducta está soportada por evidencia creciente que demuestra cifras de frecuencia cardíaca de 60 latidos por minuto o menos
una relación entre experiencia del cirujano y la institución19 con y presión arterial sistólica de 100 a 120 mmHg22. Al disminuir la
una disminución en mortalidad y complicaciones20. Un metaaná- frecuencia cardíaca y la post carga, estos agentes tienen un efecto
lisis de 30 estudios con más de 16.000 pacientes mostró que los benéfico sobre la perfusión miocárdica18. Los beta bloqueadores
pacientes tienen un menor riesgo de mortalidad intrahospitalaria de primera línea son metoprolol, esmolol, propanolol y labetalol.
y a 30 días si son tratados en centros de alto volumen (reducción Por su efecto crono e inotrópico negativo, junto con efecto al-
del 49%), si son operados por cirujanos experimentados (reduc- fa-bloqueante, el labetalol es la droga de elección como primera
ción del 59%), y manejados por “equipos aórticos” multidisciplina- línea en nuestra institución. En pacientes con contraindicación
rios (reducción del 69%)21. para el uso de beta bloqueadores, los calcio-antagonistas como
verapamilo o diltiazem pueden ser utilizados. Medicamentos de
El primer paso en el tratamiento de la DAA debe ser el control segunda línea pueden adicionarse una vez se logre un adecua-
del dolor, tensión arterial y frecuencia cardíaca. El manejo médico do control de la frecuencia cardíaca, evitando de esa manera una
inicial está encaminado a disminuir la fuerza de cizallamiento con taquicardia refleja. Los dos medicamentos más utilizados son el

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Figura 4. Manejo del paciente con síndrome aórtico agudo

Manejo del síndrome


aórtico agudo

Medidas generales Terapia anti-impulso Manejo quirúrgico

Analgesia: Tipo A:
• Opioides (morfina) hasta Primera línea: Betabloqueadores, Labetalol: • Cirugía emergente
suprimir el dolor Bolo inicial de 20 mg IV. para reparo de la
Infusión de mantenimiento: 0,5-2 mg/minuto. aorta ascendente
Monitorización: Efecto pico: 5-15 minutos (no titular antes).
• Línea arterial Tipo B:
• Acceso venosos central Meta de TAS: 100-120 mmHg.
• Terapia
• Sonda urinaria Meta de FC: 60-80 Ipm.
endovascular.
• Cirugía abierta
Observación de malperfusión (si la terapia
visceral: Segunda línea: Nitratos. endovascular no es
• Gasto urinario Nitroprusiato: factible)
• Vigilancia de pulsos Dosis: 0,5-10 μg/kg/minuto
• Perfusión de extremidades EVITAR si no hay adecuado betabloqueo (FC en
• Vigilancia neurológica meta) por taquicardia refleja (incrementa dP/dt)
TAS: tensión arterial sistólica.

nicardipino y el nitroprusiato. Con este último es importante te- emplazo de la raíz y la válvula aórtica (cirugía de Bentall modifi-
ner en cuenta el riesgo de toxicidad por cianuro en casos de uso cada) o el reemplazo de la raíz aórtica con reimplantación de la
prolongado. Por último, es de suma importancia controlar el dolor válvula (cirugía de Tirone David).
mediante la utilización de opiáceos intravenosos como adyuvante
de la terapia anti-impulso. • En pacientes con un desgarro intimal primario en el arco aórtico dis-
tal o en proximidad de los troncos supra-aórticos, ruptura o aneu-
Los pacientes en quienes se confirme la presencia de una DAATA risma del arco aórtico, debe considerarse la realización de un reem-
con o sin complicaciones, deben ser llevados a cirugía de manera plazo total del arco utilizando una prótesis híbrida con trompa de
urgente para reemplazar la aorta ascendente. elefante congelada (endoprótesis en la aorta descendente). Esta téc-
nica debe ser aplicada solamente en centros de alta experiencia en
Una revisión completa de las técnicas y consideraciones quirúr- el manejo de pacientes con disección aórtica, pues puede resultar
gicas va más allá de los objetivos de este capítulo; se enumeran en altas tasas de isquemia medular con el resultante déficit neuroló-
algunos principios generales del manejo quirúrgico23: gico. El tratamiento más distal de la aorta torácica descendente con
este injerto tiene un menor riesgo de degeneración aneurismática
• El manejo actual debe incluir la transección completa del des- del falso lumen, pero se acompaña de mayor riesgo de lesión espinal
garro intimal primario, con reconstitución de los extremos y puede incrementar la mortalidad intraoperatoria. La decisión de
proximal y distal de la aorta. El segmento resecado debe reem- utilizarla debe ser individualizada caso a caso.
plazarse con un injerto de dacrón.
En el periodo postoperatorio deben vigilarse el sangrado y los pa-
• La anatomía y función de la válvula aórtica debe evaluarse pre- rámetros de perfusión tisular mientras se mantienen la presión
e intraoperatoriamente para determinar si hay compromiso. arterial y frecuencia cardíaca en cifras similares a las preopera-
En casos de insuficiencia secundaria a dilatación de la unión torias. Ante cualquier sospecha de síndrome de malperfusión, se
sino-tubular, la corrección de la disección y reemplazo de la debe estudiar el paciente con una nueva TAC y definir si se re-
porción tubular de la aorta ascendente pueden ser suficientes quiere de una nueva intervención o tratamiento con prótesis en-
para restaurar la competencia valvular. dovasculares, fenestración del desgarro intimal con balón o con
stent directo al lumen verdadero de las ramas comprometidas4.
• En pacientes con destrucción de la raíz aórtica, con colage-
nopatías, válvula aórtica bicúspide, dilatación marcada de los En pacientes con síndromes aórticos agudos tipo B el eje del tra-
senos de Valsalva o ectasia anulo-aórtica, se recomienda el re- tamiento es la terapia médica siguiendo los principios menciona-

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dos previamente. A menos que haya criterios de complicación, es al egreso hospitalario), los resultados han mostrado que la tera-
ideal obtener estabilización médica antes de definir intervencio- pia endovascular es altamente efectiva, con un menor riesgo de
nes directamente dirigidas a la disección. Una vez se haya deci- morbilidad peri procedimental y por ende se considera la opción
dido indicación para intervención (idealmente diferido posterior preferida4.

Declaración de conflicto de interés


Los autores declaran no tener conflictos de intereses.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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