Disección Aórtica
Disección Aórtica
Disección Aórtica
REVISIÓN
Disección aórtica aguda: diagnóstico y manejo inicial
Acute Aortic Dissection: Diagnosis and Initial Management
a
Departamento de Cirugía Cardiovascular, La Cardio, Bogotá, Colombia.
INFORMACIÓN RESUMEN
DEL ARTÍCULO La disección aórtica aguda (DAA) es una emergencia cardiovascular con una mortalidad operatoria hasta del
30%. Se estima que cerca del 80% de los pacientes mueren antes de llegar a un hospital, y la mortalidad sin
Historia del
intervención quirúrgica alcanza el 60%. La optimización de estos resultados depende de un trabajo mancomunado
Artículo:
Recibido: 25 04 2022. entre los equipos médicos de los departamentos de urgencias y centros de referencia que cuenten con equipos
Aceptado: 11 05 2022. multidisciplinarios expertos en el manejo de la aorta y la disección aguda.
La disección se produce por un desgarro en la íntima de la aorta que permite el flujo de sangre a través de las
Key words: capas de la aorta, extendiéndose de manera anterógrada y retrograda con el consecuente compromiso de los
Aortic Dissection; Aortic
Syndrome; Management; vasos secundarios. El diagnóstico temprano y certero depende de un alto grado de sospecha clínica en asociación
Early Diagnosis. con algoritmos para la utilización de exámenes invasivos y no invasivos que permitan establecer el diagnóstico
definitivo. Los dos sistemas de clasificación de la DAA más utilizados son la de DeBakey y la de Stanford. De acuerdo
Palabras clave: con ellos, se define el manejo médico inicial, el cual busca controlar el dolor, la presión arterial y la frecuencia
Síndrome Aórtico;
Disección Aórtica; cardíaca, con el fin de frenar la progresión de la disección, mientras el paciente es trasladado a un centro de
Manejo; Diagnóstico referencia o sometida a una intervención quirúrgica definitiva.
Temprano. Este artículo provee una revisión del enfoque diagnóstico y principios terapéuticos de la disección aórtica para
médicos, enfermeras y estudiantes.
ABSTRACT
Acute aortic dissection is a cardiovascular emergency with an operative mortality of up to 30%. It is estimated
that about 80% of patients die before reaching a hospital, and mortality without surgical intervention
reaches 60%. The optimization of these results depends on the collaboration between the medical teams
of the emergency departments and reference centers that have multidisciplinary teams specializing in the
management of the aorta and acute dissection.
The dissection is produced by a tear in the intima of the aorta that allows blood to flow in between the
layers of the aorta, extending in an anterograde and retrograde fashion, with the consequent involvement
of branch vessels. A timely and accurate diagnosis depends on a high degree of clinical suspicion together
with algorithms for the use of invasive and non-invasive tests that ultimately help establish a definitive
https://doi.org/10.1016/j.rmclc.2022.05.002
e-ISSN: 2531-0186/ ISSN: 0716-8640/© 2021 Revista Médica Clínica Las Condes.
Este es un artículo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND
(http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
218
[Disección aórtica aguda: diagnóstico y manejo inicial - Juan Pablo Umaña y col.]
diagnosis. The two classification systems most commonly used, are DeBakey’s and Stanford’s. Depending
on the classification of the dissection, initial medical management is defined, seeking to control pain,
blood pressure and heart rate in order to limit progression of the dissection, while the patient is transferred
to a reference center or undergoes definitive surgical intervention.
This article provides a review of the diagnostic approach and therapeutic principles of aortic dissection for
physicians, nurses, and students.
Figura 1. Representación esquemática de las clasificaciones de DeBakey de Stanford para los síndromes
aórticos agudos
219
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2022; 33(3) 218-226]
Tipo III: el desgarro intimal se origina en la aorta torácica descen- Registry of Acute Aortic Dissection)13, la edad promedio fue de 63,1
dente (usualmente justo delante del origen de la arteria subclavia años siendo un poco menores los pacientes con DA tipo A vs. B
izquierda). Se subclasifica en IIIa si el desgarro se confina a la aorta (61,2 vs. 66,3 años respectivamente). La hipertensión arterial se
torácica descendente o IIIb si el desgarro se extiende hacia abajo considera un factor de riesgo típico y se observa en cerca del 70%
del diafragma. de los pacientes. El 17,9% de los pacientes tienen antecedente
de cirugía cardíaca, siendo los procedimientos previos más fre-
La clasificación de Stanford10 simplifica este concepto en los ti- cuentes el reemplazo valvular aórtico (5,4%) y el reparo de aneu-
pos A y B dependiendo del compromiso de la aorta ascendente risma/disección aórtica (9,7%). Otros factores de riesgo incluyen
(Figura 1): la presencia de aterosclerosis, el diagnóstico previo de aneurisma
Tipo A: la DA compromete la aorta torácica ascendente, inde- y la historia previa de disección aórtica, los cuales se observaron
pendiente del sitio donde se origine y si hay o no compromiso de en el 31,0%, 16,1% y 6,4% de los casos respectivamente. El an-
otros segmentos. tecedente de síndrome de Marfan se observó en el 4,9% de los
Tipo B: la DA no compromete la aorta torácica ascendente (aquí pacientes, siendo mayor en la DAA tipo A (DAATA) (6,7%) que en
se incluye la presencia de compromiso del arco aórtico sin com- la tipo B (1,8%)8.
promiso de la aorta torácica ascendente).
La manifestación clínica central es el dolor torácico, presente en
La localización del desgarro primario debería adicionarse a la más del 95% de los pacientes. La descripción semiológica tradi-
estratificación aguda de la DA aguda tipo B siempre que pueda cional es la de un dolor “desgarrador” que va migrando a medida
tener un impacto en la estrategia inicial de tratamiento. Weiss et que la disección progresa. Sin embargo, en el registro IRAD6 la
al.11, han sugerido una terminología modificada donde si el des- naturaleza del dolor más frecuente fue la de un dolor severo, ob-
garro de entrada se localiza en la convexidad de la aorta, lo deno- servado en el 84,8%; el 64,4% lo definían como un dolor agudo y
minan como B1 y si está en la concavidad (circunferencia interna tan solo el 50,6% lo describían como desgarrador6. La localización
a partir del arco) de la aorta descendente, lo denominan como B2. más frecuente del dolor también varía según el tipo de disección
En este, la carencia de barrera anatómica permite la propagación (tipo A o tipo B), con una localización torácica/lumbar/abdomi-
retrógrada de la DA12. nal en el 78,9%/46,6%/21,6% y 62,9%/63,8%/42,7% respectiva-
mente, siendo estas diferencias estadísticamente significativas.
Por su temporalidad, la DA puede clasificarse en cuatro categorías Los hallazgos a la exploración física también difieren entre los
según el tiempo desde el inicio de los síntomas: pacientes con DA tipo A y tipo B (Tabla 1).
Hiperaguda: menos de 24 horas.
Aguda: 2 a 7 días. Es importante recordar que las manifestaciones clínicas no son
Subaguda: 8 a 30 días. suficientes para diferenciar entre las patologías que comprenden
Crónica: más de 30 días. el síndrome aórtico agudo por lo que ante una presentación clíni-
ca compatible debe procederse indistintamente con un aborda-
Finalmente, la DA puede clasificarse según si es complicada o no. je diagnóstico estandarizado que permita confirmar o descartar
Se considera complicada cuando cumple alguno de los siguientes esta patología12.
criterios10:
220
[Disección aórtica aguda: diagnóstico y manejo inicial - Juan Pablo Umaña y col.]
Tabla 1. Diferencias entre el examen físico de pacientes con disección aórtica (DA) tipo A
versus tipo B en el registro
char DAA en presencia de dolor torácico, dorsal o abdominal en y las anormalidades en el contorno cardíaco (observados en un
asociación con síncope y síntomas sugestivos de compromiso de 25% de los casos). Sin embargo, aun en presencia de estas, la
perfusión, tales como ausencia de pulsos distales, déficit neuroló- sensibilidad reportada es del 64% al 71%15. El signo del calcio
gico, infarto agudo de miocardio (IAM), o isquemia mesentérica6. (una separación entre el borde aórtico y una calcificación in-
La presencia de uno de estos hallazgos produce una relación de timal de 10 o más milímetros) se observa en menos del 15%
probabilidad de 0,5, la cual aumenta a 5,3 cuando son dos y 66 de los pacientes. El electrocardiograma tiene un rendimiento
cuando se encuentran tres hallazgos simultáneos. (Tablas 2 y 3). diagnóstico aún peor, con un tercio de los pacientes teniendo
electrocardiogramas normales. La anormalidad más frecuente
La utilidad de los marcadores séricos es limitada para confirmar el son las alteraciones inespecíficas de la repolarización (en un
diagnóstico de DAA, aunque puede ser de utilidad para descartar- 40% de los pacientes). La presencia de elevación del segmento
la. Un metaanálisis de 298 pacientes demostró que la utilización ST se observa en menos del 5% de los pacientes y más frecuen-
de un corte de dímero-D de 0,5 μg/ml puede ser útil para el ta- temente ocurre en la DAATA por el compromiso mencionado
mizaje en urgencias, con una sensibilidad de 97%, un valor pre- del ostium coronario6.
dictivo negativo de 96% y una relación de probabilidad negativa
de 0,06. En contraste, su especificidad es del 56%, con un valor La confirmación diagnóstica requiere la utilización de técnicas
predictivo positivo de 60% y una relación de probabilidad posi- más avanzadas incluyendo el ecocardiograma transtorácico (ETT)
tiva de 2,4316. La medición de troponina puede ser de utilidad o transesofágico (ETE), la tomografía axial computarizada (TAC) y,
para la evaluación de isquemia miocárdica, teniendo siempre en en casos selectos, la resonancia magnética nuclear (RMN). En el
cuenta que una medición positiva no explica el mecanismo por el estudio IRAD, la modalidad diagnóstica inicial más frecuente fue
cual ocurre. En la DAATA puede haber compromiso de los ostias la TAC en el 62% de los casos, seguido del ETE en 32% y resonancia
coronarios (más frecuentemente de la derecha) y por ende una en tan solo el 1%6.
troponina positiva no debe “descartar” el diagnóstico de DA sino
incluirse en la evaluación diagnóstica global del paciente12. En el ecocardiograma puede observarse el flap de disección como
una estructura libre con movimiento independiente de las es-
Aunque la radiografía de tórax es el estudio inicial en la ma- tructuras adyacentes generando alteraciones en el flujo a la eva-
yoría de los pacientes, su sensibilidad no es suficiente para luación con doppler color17 (Figura 2).
descartar el diagnóstico en un contexto clínico sugestivo. Las
anomalías más frecuentemente observadas son el mediastino El ETT tiene la ventaja de poder realizarse rápidamente a la ca-
ensanchado (en menos de dos tercios de los pacientes), anor- becera del paciente y es especialmente útil para evaluar la pre-
malidades en el contorno aórtico (en casi el 50% de los casos) sencia de disfunción valvular aórtica, la presencia de derrame
221
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2022; 33(3) 218-226]
Anamnesis
Examen físico
Radiografía de tórax
Tabla 3. Relación de probablilidad (RP) de diversos hallazgos clínicos para el diagnóstico de disección
aórtica (DA)6
Dolor torácico de inicio súbito 1,6 (1,0 - 2,4) 0,3 (0,2 - 0,5)
Aorta agrandada o mediastino ensanchado 2,0 (1,4 - 3,1) 0,3 (0,2 - 0,4)
222
[Disección aórtica aguda: diagnóstico y manejo inicial - Juan Pablo Umaña y col.]
A: Se observa el desgarro intimal que cruza la válvula aórtica en diástole (flecha blanca). B: En sístole se observan dos estructuras (flecha blanca y amarilla)
con movimiento independiente. C: Con doppler color se observa insuficiencia de la válvula causada por la distorsión de la coaptación valvular. D: En
TAC se confirma la presencia de DA aguda tipo A.
pericárdico y de trastornos segmentarios de la contractilidad. La modalidad diagnóstica superior es la TAC (Figura 3), con una sen-
Su valor en la evaluación de la aorta está limitado hasta la unión sibilidad y especificidad cercana al 98%. Tiene la ventaja no solo de
sinotubular por la ventana acústica e interposición de estruc- localizar los sitios de desgarro intimal sino de evaluar la extensión
turas18. total de la aorta para identificar la progresión de la DA, determinar el
compromiso de las ramas arteriales, establecer el compromiso coro-
El ETE es una alternativa superior al ETT, permitiendo la localiza- nario (si el estudio es gatillado con ECG) y es útil para el seguimiento
ción de los desgarros intimales en el 78 al 100% de los casos, con seriado de los pacientes4. La TAC debe siempre incluir un estudio sin
limitación para evaluar la aorta ascendente distal y el arco aórtico contraste para evaluar la presencia de hemorragia mediastinal, he-
por interposición de la vía aérea. Con respecto al diagnóstico de matoma intramural, derrame pericárdico hemorrágico y calcificacio-
complicaciones, no solo puede identificar la presencia de insufi- nes. Posteriormente debe realizarse un estudio contrastado con un
ciencia aórtica, sino que además puede aclarar el mecanismo de adecuado bolo de contraste que genere una adecuada opacificación
la misma, lo cual facilita la planeación del procedimiento quirúr- de la fase arterial. La TAC tiene la ventaja de ser un estudio amplia-
gico. Debido al riesgo de una respuesta catecolaminérgica que mente disponible, de rápida realización con los equipos modernos y
cause un pico hipertensivo, el ETE debe realizarse bajo sedación compatible con la presencia de prótesis metálicas y los equipos de
o anestesia general18. soporte vital que pueda requerir el paciente18.
223
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2022; 33(3) 218-226]
A: Se observa el desgarro intimal en la aorta ascendente (asterisco) que se extiende hasta la descendente (flecha). B: Se observa el desgarro intimal
limitado a la aorta ascendente (asterisco). C: Se observa la disección con falsa luz parcialmente trombosada en la aorta descendente (flecha). D: Hema-
toma intramural en la aorta ascendente con la característica forma creciente (asterisco). Caso cortesía Dr David Preston, Radiopaedia.org, rID: 27746.
E: Úlcera aórtica penetrante ubicada en el borde lateral izquierdo de la aorta ascendente (flecha). Caso cortesía Dr. Jens Christian Fischer, Radiopaedia.
org, rID: 12810.
224
[Disección aórtica aguda: diagnóstico y manejo inicial - Juan Pablo Umaña y col.]
Analgesia: Tipo A:
• Opioides (morfina) hasta Primera línea: Betabloqueadores, Labetalol: • Cirugía emergente
suprimir el dolor Bolo inicial de 20 mg IV. para reparo de la
Infusión de mantenimiento: 0,5-2 mg/minuto. aorta ascendente
Monitorización: Efecto pico: 5-15 minutos (no titular antes).
• Línea arterial Tipo B:
• Acceso venosos central Meta de TAS: 100-120 mmHg.
• Terapia
• Sonda urinaria Meta de FC: 60-80 Ipm.
endovascular.
• Cirugía abierta
Observación de malperfusión (si la terapia
visceral: Segunda línea: Nitratos. endovascular no es
• Gasto urinario Nitroprusiato: factible)
• Vigilancia de pulsos Dosis: 0,5-10 μg/kg/minuto
• Perfusión de extremidades EVITAR si no hay adecuado betabloqueo (FC en
• Vigilancia neurológica meta) por taquicardia refleja (incrementa dP/dt)
TAS: tensión arterial sistólica.
nicardipino y el nitroprusiato. Con este último es importante te- emplazo de la raíz y la válvula aórtica (cirugía de Bentall modifi-
ner en cuenta el riesgo de toxicidad por cianuro en casos de uso cada) o el reemplazo de la raíz aórtica con reimplantación de la
prolongado. Por último, es de suma importancia controlar el dolor válvula (cirugía de Tirone David).
mediante la utilización de opiáceos intravenosos como adyuvante
de la terapia anti-impulso. • En pacientes con un desgarro intimal primario en el arco aórtico dis-
tal o en proximidad de los troncos supra-aórticos, ruptura o aneu-
Los pacientes en quienes se confirme la presencia de una DAATA risma del arco aórtico, debe considerarse la realización de un reem-
con o sin complicaciones, deben ser llevados a cirugía de manera plazo total del arco utilizando una prótesis híbrida con trompa de
urgente para reemplazar la aorta ascendente. elefante congelada (endoprótesis en la aorta descendente). Esta téc-
nica debe ser aplicada solamente en centros de alta experiencia en
Una revisión completa de las técnicas y consideraciones quirúr- el manejo de pacientes con disección aórtica, pues puede resultar
gicas va más allá de los objetivos de este capítulo; se enumeran en altas tasas de isquemia medular con el resultante déficit neuroló-
algunos principios generales del manejo quirúrgico23: gico. El tratamiento más distal de la aorta torácica descendente con
este injerto tiene un menor riesgo de degeneración aneurismática
• El manejo actual debe incluir la transección completa del des- del falso lumen, pero se acompaña de mayor riesgo de lesión espinal
garro intimal primario, con reconstitución de los extremos y puede incrementar la mortalidad intraoperatoria. La decisión de
proximal y distal de la aorta. El segmento resecado debe reem- utilizarla debe ser individualizada caso a caso.
plazarse con un injerto de dacrón.
En el periodo postoperatorio deben vigilarse el sangrado y los pa-
• La anatomía y función de la válvula aórtica debe evaluarse pre- rámetros de perfusión tisular mientras se mantienen la presión
e intraoperatoriamente para determinar si hay compromiso. arterial y frecuencia cardíaca en cifras similares a las preopera-
En casos de insuficiencia secundaria a dilatación de la unión torias. Ante cualquier sospecha de síndrome de malperfusión, se
sino-tubular, la corrección de la disección y reemplazo de la debe estudiar el paciente con una nueva TAC y definir si se re-
porción tubular de la aorta ascendente pueden ser suficientes quiere de una nueva intervención o tratamiento con prótesis en-
para restaurar la competencia valvular. dovasculares, fenestración del desgarro intimal con balón o con
stent directo al lumen verdadero de las ramas comprometidas4.
• En pacientes con destrucción de la raíz aórtica, con colage-
nopatías, válvula aórtica bicúspide, dilatación marcada de los En pacientes con síndromes aórticos agudos tipo B el eje del tra-
senos de Valsalva o ectasia anulo-aórtica, se recomienda el re- tamiento es la terapia médica siguiendo los principios menciona-
225
[REV. MED. CLIN. CONDES - 2022; 33(3) 218-226]
dos previamente. A menos que haya criterios de complicación, es al egreso hospitalario), los resultados han mostrado que la tera-
ideal obtener estabilización médica antes de definir intervencio- pia endovascular es altamente efectiva, con un menor riesgo de
nes directamente dirigidas a la disección. Una vez se haya deci- morbilidad peri procedimental y por ende se considera la opción
dido indicación para intervención (idealmente diferido posterior preferida4.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Goldfinger JZ, Halperin JL, Marin ML, Stewart AS, Eagle KA, Fuster 13. Evangelista A, Isselbacher EM, Bossone E, Gleason TG, Eusanio MD,
V. Thoracic aortic aneurysm and dissection. J Am Coll Cardiol. Sechtem U, et al. Insights From the International Registry of Acute
2014;64(16):1725-1739. doi: 10.1016/j.jacc.2014.08.025. Aortic Dissection: A 20-Year Experience of Collaborative Clinical
2. DeMartino RR, Sen I, Huang Y, Bower TC, Oderich GS, Pochettino A, et Research. Circulation. 2018;137(17):1846-1860. doi: 10.1161/
al. Population-Based Assessment of the Incidence of Aortic Dissection, CIRCULATIONAHA.117.031264.
Intramural Hematoma, and Penetrating Ulcer, and Its Associated 14. Foy AJ, Filippone L. Chest pain evaluation in the emergency
Mortality From 1995 to 2015. Circ Cardiovasc Qual Outcomes. department. Med Clin North Am. 2015;99(4):835-847. doi:
2018;11(8):e004689. doi: 10.1161/CIRCOUTCOMES.118.004689. 10.1016/j.mcna.2015.02.010.
3. Smedberg C, Steuer J, Leander K, Hultgren R. Sex differences and 15. Klompas M. Does this patient have an acute thoracic aortic
temporal trends in aortic dissection: a population-based study of dissection? JAMA. 2002;287(17):2262-2272. doi: 10.1001/
incidence, treatment strategies, and outcome in Swedish patients jama.287.17.2262.
during 15 years. Eur Heart J. 2020;41(26):2430-2438. doi: 16. Shimony A, Filion KB, Mottillo S, Dourian T, Eisenberg MJ. Meta-
10.1093/eurheartj/ehaa446. analysis of usefulness of d-dimer to diagnose acute aortic
4. Erbel R, Aboyans V, Boileau C, Bossone E, Bartolomeo RD, dissection. Am J Cardiol. 2011;107(8):1227-34. doi: 10.1016/j.
Eggebrecht H, et al.; ESC Committee for Practice Guidelines. 2014 amjcard.2010.12.027.
ESC Guidelines on the diagnosis and treatment of aortic diseases: 17. Hughes GC. Management of acute type B aortic dissection; ADSORB
Document covering acute and chronic aortic diseases of the trial. J Thorac Cardiovasc Surg. 2015;149(2 Suppl):S158-S162. doi:
thoracic and abdominal aorta of the adult. The Task Force for the 10.1016/j.jtcvs.2014.08.083.
Diagnosis and Treatment of Aortic Diseases of the European Society 18. Baliga RR, Nienaber CA, Bossone E, Oh JK, Isselbacher EM, Sechtem U,
of Cardiology (ESC). Eur Heart J. 2014;35(41):2873-2926. doi: et al. The role of imaging in aortic dissection and related syndromes.
10.1093/eurheartj/ehu281. JACC Cardiovasc Imaging. 2014;7(4):406-424. doi: 10.1016/j.
5. Mahase E. Half of patients with acute aortic dissection in England die jcmg.2013.10.015.
before reaching a specialist centre. BMJ. 2020 Jan 23;368:m304. 19. Bashir M, Harky A, Fok M, Shaw M, Hickey GL, Grant SW, et al. Acute
doi: 10.1136/bmj.m304. type A aortic dissection in the United Kingdom: Surgeon volume-
6. Hagan PG, Nienaber CA, Isselbacher EM, Bruckman D, Karavite outcome relation. J Thorac Cardiovasc Surg. 2017;154(2):398-406.
DJ, Russman PL, et al. The International Registry of Acute Aortic e1. doi: 10.1016/j.jtcvs.2017.02.015.
Dissection (IRAD): new insights into an old disease. JAMA. 20. Arsalan M, Squiers JJ, Herbert MA, MacHannaford JC, Chamogeorgakis
2000;283(7):897-903. doi: 10.1001/jama.283.7.897. T, Prince SL, et al. Comparison of Outcomes of Operative Therapy
7. Evangelista A, Maldonado G, Gruosso D, Teixido G, Rodríguez- for Acute Type A Aortic Dissections Provided at High-Volume
Palomares J, Eagle K. Insights from the International Registry of Acute Versus Low-Volume Medical Centers in North Texas. Am J Cardiol.
Aortic Dissection. Glob Cardiol Sci Pract. 2016;2016(1):e201608. 2017;119(2):323-327. doi: 10.1016/j.amjcard.2016.09.034.
doi: 10.21542/gcsp.2016.8. 21. Mariscalco G, Maselli D, Zanobini M, Ahmed A, Bruno VD, Benedetto
8. Pape LA, Awais M, Woznicki EM, Suzuki T, Trimarchi S, Evangelista U, et al. Aortic centres should represent the standard of care for acute
A, et al. Presentation, Diagnosis, and Outcomes of Acute Aortic aortic syndrome. Eur J Prev Cardiol. 2018;25(1_suppl):3-14. doi:
Dissection: 17-Year Trends From the International Registry of Acute 10.1177/2047487318764963.
Aortic Dissection. J Am Coll Cardiol. 2015;66(4):350-358. doi: 22. Hiratzka LF, Bakris GL, Beckman JA, Bersin RM, Carr VF, Casey DE Jr, et
10.1016/j.jacc.2015.05.029. al. 2010 ACCF/AHA/AATS/ACR/ASA/SCA/SCAI/SIR/STS/SVM guidelines
9. Debakey ME, Henly WS, Cooley DA, Morris GC Jr, Crawford ES, Beall for the diagnosis and management of patients with Thoracic Aortic
AC Jr. Surgical management of dissecting aneurysms of the aorta. J Disease: a report of the American College of Cardiology Foundation/
Thorac Cardiovasc Surg. 1965;49:130-49. American Heart Association Task Force on Practice Guidelines,
10. Daily PO, Trueblood HW, Stinson EB, Wuerflein RD, Shumway American Association for Thoracic Surgery, American College of
NE. Management of acute aortic dissections. Ann Thorac Surg. Radiology, American Stroke Association, Society of Cardiovascular
1970;10(3):237-247. doi: 10.1016/s0003-4975(10)65594-4. Anesthesiologists, Society for Cardiovascular Angiography and
11. Weiss G, Wolner I, Folkmann S, Sodeck G, Schmidli J, Grabenwöger Interventions, Society of Interventional Radiology, Society of
M, et al. The location of the primary entry tear in acute type B Thoracic Surgeons, and Society for Vascular Medicine. Circulation.
aortic dissection affects early outcome. Eur J Cardiothorac Surg. 2010;121(13):e266-369. doi: 10.1161/CIR.0b013e3181d4739e.
2012;42(3):571-576. doi: 10.1093/ejcts/ezs056. 23. Demers P. Type A Aortic Dissection. En: Sabiston & Spencer Surgery of
12. Clough RE, Nienaber CA. Management of acute aortic syndrome. the Chest, 7th ed, 2 Vols Frank Sellke, Scott Swanson, Pedro del Nido,
Nat Rev Cardiol. 2015;12(2):103-114. doi: 10.1038/ Editors; Philadelphia, Elsevier/Saunders, 2016: 1214.
nrcardio.2014.203.
226