I) Aunque estemos muertos viviremos por medio de la palabra de Dios, que es vida. La palabra de Jesús da vida aun cuando no hay esperanza.
II) Aunque estemos sin esperanza viviremos por el Espíritu Santo que viene a nuestro corazón y nos da vida.
III) Aunque estemos muertos viviremos porque Dios nos sacará de nuestros sepulcros y nos dará vida, esperanza y victoria aunque estemos en situaciones críticas.
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I) Aunque estemos muertos viviremos por medio de la palabra de Dios, que es vida. La palabra de Jesús da vida aun cuando no hay esperanza.
II) Aunque estemos sin esperanza viviremos por el Espíritu Santo que viene a nuestro corazón y nos da vida.
III) Aunque estemos muertos viviremos porque Dios nos sacará de nuestros sepulcros y nos dará vida, esperanza y victoria aunque estemos en situaciones críticas.
I) Aunque estemos muertos viviremos por medio de la palabra de Dios, que es vida. La palabra de Jesús da vida aun cuando no hay esperanza.
II) Aunque estemos sin esperanza viviremos por el Espíritu Santo que viene a nuestro corazón y nos da vida.
III) Aunque estemos muertos viviremos porque Dios nos sacará de nuestros sepulcros y nos dará vida, esperanza y victoria aunque estemos en situaciones críticas.
I) Aunque estemos muertos viviremos por medio de la palabra de Dios, que es vida. La palabra de Jesús da vida aun cuando no hay esperanza.
II) Aunque estemos sin esperanza viviremos por el Espíritu Santo que viene a nuestro corazón y nos da vida.
III) Aunque estemos muertos viviremos porque Dios nos sacará de nuestros sepulcros y nos dará vida, esperanza y victoria aunque estemos en situaciones críticas.
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Dios restaura levanta mi vida
Texto: Juan 11:25
Introducción Uno de los milagros o señales más maravillosos que Jesús realizo fue resucitar a los muertos, tal como lo hizo con su amigo Lázaro que tenía cuatro días de haber muerto, ya no había la más mínima esperanza, su familia ni siquiera querían que se quitara la piedra del sepulcro pues seguramente ya tenía mal olor. En la casa de Marta y María cuando su hermano Lázaro había muerto pronunció una de las palabras más impactantes para cada uno de nosotros: ¡yo soy la resurrección y la vida el que cree en mí, aunque este muerto, vivirá! Hoy es un día de resurrección celebráramos la victoria de Cristo sobre la muerte, él vive y vive para siempre. Esta mañana vamos a reflexionar en nuestra resurrección, en la vida que Cristo puede darnos por su resurrección, aunque estemos muertos y sin esperanza, aunque ya nadie pueda creer que podemos volver a tener vida pues parece que nuestra vida son solamente huesos secos. Veamos en la palabra de Dios como, aunque estemos muertos y sin esperanza podemos volver a tener vida, esa vida que solo Cristo puede dar (Ezequiel 37:1-3) El Señor le dio una visión a Ezequiel, lo llevo en el espíritu a un valle lleno de huesos, pero esos huesos estaban secos en gran manera. Ese valle de los huesos secos representaba a Israel el pueblo de Dios, que estaba cautivo en Babilonia y habían perdido toda esperanza de salir de ahí, ellos ya se daban por muertos, estaban vivos, pero interiormente todo estaba muerto y seco en ellos (Ezequiel 37:11) En Babilonia vivían llorando recordando su tierra pues pensaban que nunca volverían allá (salmo 37:1-4) Lloraban recordando su tierra, lloraban junto a los ríos de Babilonia recordando los ríos de Israel que pensaban que nunca volverían a ver. El pueblo de Israel siendo un pueblo de canticos y danzas sentía que ya no tenía motivos para cantar pues estaban cautivos, sin esperanza, muertos en su interior. Era tan grande su tristeza que colgaron sus arpas en los sauces de Babilonia, y ¿qué significaba eso? Que en su corazón ellos creían que nunca volverían a haber motivos para volver a cantar, ya no había esperanza de alegría para ellos. Ahora traslademos esa visión de los huesos secos a nuestra vida: cuantos de nosotros nos sentimos exactamente igual que el pueblo de Israel, secos de esperanza, con una vida llena de tristeza y dolor, a causa de nuestras cautividades de pecado. Estamos viviendo, pero en nuestro interior estamos muertos, sin gozo, sin esperanza, quizás piensas que en tu vida ya no habrá motivos para cantar, ya no habrá motivos para volver a reír, ya no habrá motivos para vivir. Quizás por todas las situaciones difíciles que estás viviendo de enfermedad, de abandono, de pobreza ya te has dado por vencido y has colgado al igual que el pueblo de Israel tu arpa, sientes que eres como esos huesos secos sin esperanza. Pero este día sin importar que tan seca esté nuestra vida, sin importar que tan muerta puede estar nuestra esperanza o nuestra fe, el Señor nos dice a cada uno de nosotros: ¡aunque estés muerto, vivirás!!!! ¡Aleluya!! ¿Cómo podemos resucitar? ¿Cómo podemos volver a tener vida y esperanza?? ¿Cómo podemos dejar de ser unos huesos secos y experimentar la vida de nuestro Dios en nosotros? La respuesta la encontramos en Ezequiel 37:4-5 I) AUNQUE ESTEMOS MUERTOS VIVIREMOS POR MEDIO DE LA PALABRA DE NUESTRO DIOS (VS 4) La palabra de Dios es vida y nos da vida a nosotros (Juan 6:63) la palabra de nuestro Dios es lo único que puede darles vida a nuestros huesos secos, a nuestro corazón sin esperanza, debemos creer y confiar en cada una de sus promesas que han sido escritas para nosotros. La palabra de Jesús da vida aun cuando no hay ninguna esperanza (Juan 11:43- 44) no importa que al igual que Lázaro ya nadie crea que se pueda hacer algo, nosotros debemos confiar que si creemos su palabra veremos la gloria de Dios en nuestra vida. II) AUNQUE ESTEMOS SIN ESPERANZA VIVIREMOS POR SU ESPÍRITU SANTO EN NUESTRA VIDA (EZEQUIEL 37:5) Para el inconverso el espíritu santo viene a su corazón y le da vida, esa vida que solamente Cristo puede dar. El Espíritu Santo en nosotros los cristianos nos recuerda sus palabras y nos recuerda que somos hijos de Dios (Juan 14:26 / Romanos 8:16) III) AUNQUE ESTEMOS MUERTOS VIVIREMOS PORQUE NUESTRO DIOS NOS SACARA DE NUESTROS SEPULCROS (EZEQUIEL 37:12-13) El sepulcro representa el lugar final del ser humano, significa que ya no hay más que hacer por alguien por mucho que lo amemos, lo enterramos y es el final, y así nos sentimos muchas de las veces como jóvenes que estamos en un pozo donde no podemos salir y al contrario vienen situaciones a nuestra vida donde “le echan más tierra” pero es ahí donde Dios dice que el levantará tu vida, esos huesos volverán a tener vida, esperanza, porque Jesús está trabajando contigo, pero tampoco te olvides de Dios en esos momentos voltea tu mirada hacia arriba en el autor y consumador de tu fe, de tu vida, porque el enemigo no quiere perder ninguna y te puede hundir, te tienta y aun como joven cristiano quizás te tienta más, pero al final el que toma la decisión de hacerlo eres tú, y tú mismo es el que llevas a tu vida a la perdición, quizás perderte a ti mismo, a tus padres, hermanos, amigos reales, tu iglesia y perder lo más importante, la vida eterna. Si el Señor nos dice que abrirá nuestros sepulcros y nos sacara de allí significa una cosa maravillosa: no hay situación tan crítica en nuestra vida de la que nuestro Dios no pueda sacarnos en victoria. Posiblemente haz llegado aquí y te sientes sin esperanza, y le has dicho Señor háblame, hoy el Señor te está hablando y el es omnisciente soberano y sabe tu situación, que sientes que en tu interior estas muerto, sin gozo, sin ánimo para seguir, te sientes como en un sepulcro donde ya todo terminó para ti, este día Cristo nos dice a cada uno de nosotros; ¡aunque estés muerto vivirás!!! Con el mismo poder con el cual Dios resucitó a Cristo nos resucitara a cada uno de nosotros (2 corintios 4:14)