Poesia Infantil
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PREGÓN
EL MAR, LA MAR
El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
En sueños, la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
SE EQUIVOCÓ LA PALOMA
Se equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Por ir al norte, fue al sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
CARMEN CONDE
Llamando al hijo
Cuando tu me llamas
todos los pájaros cantan;
la mar y sus caracolas
al corazon lo levantan.
Cuando tú me llamas
el cuerpo se sobresalta:
que es un romero sin sed
y no necesita el agua.
Cuando tú no me llamas
la vida se me desgana.
Se convierte en un erial
que ya no produce nada
El pájaro ruiseñor
A mi me canta en el pecho
un pajaro ruiseñor.
A Susi
En un trozo de papel
En un trozo de papel
con un simple lapicero
yo tracé una escalerita,
tachonada de luceros.
Estrellitas y luceros,
pintados con mucho amor,
¡quiero subir a la Luna
y llenarla de color!
Yo quiero reir
Yo quiero reir.
No quiero llorar.
Yo quiero sentir
el verde del mar.
Un pájaro, un pez,
yo quisiera ser
y poder cruzar
las nubes y el mar.
De ola en ola
De ola en ola,
de rama en rama,
el viento silba
cada mañana.
De sol a sol,
de luna a luna,
la madre mece,
mece la cuna.
Esté en la playa
o esté en el puerto,
la barca mía
la lleva el viento.
GLORIA FUERTES
AUTOBIO
Nací a muy temprana edad.
Dejé de ser analfabeta a los tres años,
virgen, a los dieciocho,
mártir, a los cincuenta.
En el colegio,
la primera en Urbanidad,
Historia Sagrada y Declamación.]
Ni Álgebra ni la sor Maripili me iban.
Me echaron.
Nací sin una peseta. Ahora,
después de cincuenta años de trabajar,
tengo dos.
La pata mete la pata
La pata desplumada,
cua, cua, cua,
como es patosa,
cua, cua, cua,
ha metido la pata,
cua, cua, cua,
en una poza.
El cerdito le dijo:
-Saca la pata,
pata hermosa.
Y la pata patera
le dio una rosa.
La oveja
La oveja bala,
(a base de balidos
las ovejas se comunica
con sus vecinos).
La oveja es torpe,
sólo se sabe una letra
la be.
Me dice: -Be,
Be,
Be.
(Me voy)
La gallinita
La gallinita,
en el gallinero,
dice a su amiga
-Cuánto te quiero.
Gallinita rubia
llorará luego,
ahora canta:
-Aqui te espero...
"Aqui te espero,
poniendo un huevos",
me dio la tos
y puse dos.
Pensé en mi ama,
¡qué pobre es!
Me dio penita...
¡y puse tres!
Como tardaste,
esperé un rato
poniendo huevos,
¡y puse cuatro!
Mi ama me vende
a doña Luz.
¡Yo con arroz!
¡qué ingratitud!
El gallo despertador
Kikirikí,
estoy aquí,
decía el gallo
Colibrí.
El gallo Colibrí
era pelirrojo,
y era su traje
de hernoso plumaje.
Kikirikí.
levántate campesino,
que ya está el sol
de camino.
-Kikiriki.
levántate labrador,
despierta con alegria,
que viene el dia.
-Kikiriki.
JOSE DE ESPRONCEDA
Alamo Blanco
Arriba canta el pájaro y abajo canta el agua.
(Arriba y abajo, se me abre el alma.)
Entre dos melodías la columna de plata.
Hoja, pájaro, estrella; baja flor, raíz, agua.
Entre dos conmociones la columna de plata.
(Y tú, tronco ideal, entre mi alma y mi alma.)
Canción de Invierno
Cantan. Cantan.
¿Dónde cantan los pájaros que cantan?
Yo no sé dónde cantan
los pájaros -cantan, cantan-
los pájaros que cantan.
El campo cristaleaba
tras el temblor de la brisa;
para escucharme mejor
el agua se detenía.
y a mi alrededor volaba,
en el agua y en la brisa,
un enjambre doble de
mariposas amarillas.
El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.
CANCIÓN TONTA
Mamá.
Yo quiero ser de plata.
Hijo,
tendrás mucho frío.
Mamá.
Yo quiero ser de agua.
Hijo,
tendrás mucho frío.
Mamá.
Bórdame en tu almohada.
¡Eso sí!
¡Ahora mismo!
MARIPOSA
FRANCISCO DE QUEVEDO
Poderoso Caballero
Poderoso caballero
es don Dinero.
Madre, yo al oro me humillo;
él es mi amante y mi amado,
pues, de puro enamorado,
de contino anda amarillo:
que, pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
es don Dinero.
Nace en las Indias honrado,
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España
y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
es don Dinero.
Es galán y es como un oro,
tiene quebrado el color,
persona de gran valor,
tan cristiano como moro;
pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
Poderoso caballero
es don Dinero.
Son sus padres principales
y es de noble descendiente,
porque en la venas de Oriente
todas las sangres son reales;
y pues es quien hace iguales
al duque y al ganadero,
Poderoso caballero
es don Dinero.
Mas, ¿a quién no maravilla
ver su gloria sin tasa
que es lo menos de su casa
doña Blanca de Castilla?
Pero pues da al baxo silla
y al cobarde hace guerrero,
Poderoso caballero
es don Dinero.
A una nariz
Erase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.
Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.
Erase un espolón de un galera,
érase una pirámide de Egito;
las doce tribus de narices era.
Erase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.
LOPE DE VEGA
Lope de Vega
Un soneto me manda hacer Violante;
en mi vida me he visto en tal aprieto,
catorce versos dicen que es soneto,
burla burlando van los tres delante.
SERVIR A BUENOS
CANTAR DE SIEGA
Blanca me era yo
cuando entré en la siega;
diome el sol y ya soy morena.
Blanca solia yo ser
antes que a segar viniese
mas no quiso el sol que fuese
blanco el fuego en mi poder.
Mi edad al amanecer
era lustrosa azucena;
¡o diome el sol y ya soy morena.
MAYA
En las mañanicas
del mes de mayo
cantan los ruiseñores,
retumba el campo.
En las mañanicas,
como son frescas,
cubren ruiseñores
las alamedas
Riense las fuentes
tirando perlas
a las florecillas
que están más cerca.
Vístense las plantas
de varias sedas,
que sacar colores
poco les cuesta.
Los campos alegran
tapetes varios,
cantan los ruiseñores
retumba el campo.
II
El robo de Dina.
Madrid, 1638.
TREBOLE
Trébole de la casada
que a su esposo quiere bien;
de la doncella también
entre paredes guardada,
que fácilmente engañada
sigue su primer amor.
Trébole de la soltera
que tantos amores muda;
trébole de la viuda
que otra vez casarse espera,
tocas blancas por defuera
y faldellín de color.
Peribañez.
ANTONIO MACHADO
LAS MOSCAS
GABRIELA MISTRAL
LA MAESTRA RURAL
A Federico de Onís.
La maestra era pura. «Los suaves hortelanos»,
decía, «de este predio, que es predio de Jesús,
han de conservar puros los ojos y las manos,
guardar claros sus óleos, para dar clara luz».
CARICIA
Madre, madre, tú me besas,
pero yo te beso más,
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar...
Yo te miro, yo te miro
sin cansarme de mirar,
y qué lindo niño veo
a tus ojos asomar...
COSAS
4
Viene un aroma roto en ráfagas;
soy muy dichosa si lo siento;
de tan delgado no es aroma,
siendo el olor de los almendros.