02 Educar Valores 3ra
02 Educar Valores 3ra
02 Educar Valores 3ra
Postítulo Docente
"Diplomatura Superior en
Gestión de las Relaciones Humanas
para Instituciones Educativas"
Tercera Edición
Módulo
1
2
AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD
CANCILLER
Su Excelencia Reverendísima
Vice-Canciller
Monseñor OSCAR MARIO MOYA
RECTOR
Dr. PATRICIO COLOMBO MURUA
VICE-RECTOR ADMINISTRATIVO
Ing. MANUEL CORNEJO TORINO
SECRETARIA GENERAL
Prof. CONSTANZA DIEDRICH
3
4
Indice General
Capítulo 1 Capítulo 3
Capítulo 2
Ejes Temáticos ........................................... 103
Introducción ................................................ 103
Ejes Temáticos ............................................. 57
Ideas Clave ................................................. 107
Introducción .................................................. 57
4.1.- La Paz como valor .............................. 107
Ideas Clave ................................................... 58
4.2.- Los valores y la educación en
2.1.- Pedagogía de los valores ..................... 58 la diversidad ........................................... 112
2.2.- La familia como primera institución 4.3.- Hacia una Cultura de Paz: Pedagogía
que educa en valores ............................... 59 de la Paz en la Escuela .......................... 116
2.3.- La escuela: cambios necesarios para Resumen ..................................................... 120
una educación en valores ........................ 62
Bibliografía .................................................. 121
2.4.- El currículum oculto .............................. 66
2.5.- Formas de integrar los valores en las
diversas materias ..................................... 69
2.6.- Algunos principios metodológicos
interdisciplinarios ...................................... 71
Resumen ....................................................... 81
5
6
Información de Utilidad
Horarios de Consultas:
Angela Bomba:
Silvia Ellero:
Aldo Villada:
Los Trabajos Prácticos Obligatorios deben ser presentados hasta las siguientes fe-
chas:
Criterios de Evaluación:
- Creatividad.
- Pertinencia.
- Claridad.
- Expresión escrita correcta.
- Coherencia.
- Presentación del trabajo en tiempo y forma.
7
8
Queridos -por conocer- compañeros de ruta:
Que podamos "encontrarnos" con toda nuestra capacidad humana y muy a menudo
para "partir - con" Uds. este casi "mágico" terreno donde las distancias no existen y
donde podremos comunicarnos aunque no coincidamos en el tiempo.
9
10
Introducción
Si la educación ha de servir para algo es para que la persona sepa enfrentarse a las
demandas que le impondrá la vida: socialización adecuada, capacitación laboral y
autorrealización personal. Es por ello que nuestro sistema educativo debe satisfacer
esta necesidad fundamental: formar a personas para su integración a la sociedad,
formación que implica la incorporación explícita de los valores éticos en función de una
educación humanista y prometedora. Cuando hablamos de "humanismo" nos referimos
a un humanismo trascendente, esto es, sin descuidar la dimensión espiritual del hom-
bre en cuanto hombre y creatura de Dios. Pensamos además, que la tarea del educador
implica que en el corazón y la inteligencia del profesor exista la vocación de ser "maes-
tro", es decir, ser un acompañante del otro en el camino de hacer su vida mientras al
mismo tiempo se exige a sí mismo un desarrollo pleno de todo su potencial humano.
Así, la tarea de formación del niño y joven implica para el educador y la institución
educativa una profunda vocación de servicio y respeto por la naturaleza humana y su
crecimiento.
11
En suma, hablar de valores en educación supone considerar la forma en que los
seres humanos nos relacionamos con el mundo, nuestro entorno y cómo aprender a
resolver conflictos, a dialogar y a cooperar. Todos los valores que configuran la digni-
dad del ser humano son el fundamento de un diálogo que hará posible la paz de todos
los pueblos. Por eso, "educar en valores" es "educar para la paz".
Nada más exigente que ser un educador pues sólo de esta manera, conectado con
su ser y hacer, puede ayudar al otro a conquistar los aspectos más sublimes de su
persona, es decir, a conquistar su espíritu.
12
Diagrama General del Módulo
EDUCACIÓN EN VALORES
ta Pr
en om
dam ue
n ve
fu
Se
alumnado Desarrollo e
Respeto mutuo
familia interiorización de valores
del rol del
profesorado
Utiliza a través de
DIÁLOGO INTERACTIVO
(Con implicación de todos)
PROFESORADO Técnicas y Actividades
diversas.Juegos,cuentos
Alumno Familia
Revalorización de
la figura del profesor/a
Desarrollo de un
código de actuaciones
Previamente CONDUCE
consensuadas
13
14
Capítulo 1
Ejes Temáticos
Introducción
Los valores están presentes desde los inicios de la humanidad. Para el ser humano
siempre han existido cosas valiosas: el bien, la verdad, la belleza, la virtud. Sin embar-
go, el criterio de darles valor ha variado a través de los tiempos. Se puede valorar de
acuerdo a criterios estéticos, esquemas sociales, costumbres, principios éticos o, en
otros términos, por el costo, la utilidad, el bienestar, el placer, el prestigio.
Desde un punto de vista socio educativo, los valores son considerados referentes,
pautas o abstracciones que orientan el comportamiento humano hacia la transforma-
ción social y la realización de la persona. Son guías que dan determinada orientación a
la conducta y a la vida de cada individuo y de cada grupo social.
"Todo valor supone la existencia de una cosa o persona que lo posee y de un sujeto
que lo aprecia y descubre, pero no es ni lo uno ni lo otro. Los valores no tienen existen-
cia real sino adheridos a los objetos que los sostienen. Antes son meras posibilidades."
(Prieto Figueroa, 1984)
15
Ideas Clave
La palabra Axiología deriva del griego "axios" que significa "digno", "lo que es valio-
so y estimable" y "logos", "ciencia". Se interpreta como el estudio filosófico de los
valores, una teoría del valor o de lo que se considera valioso.
Entre los antecedentes históricos de los primeros que usaron el término "axiología"
se encuentran los estoicos del siglo 300 a.C. en Grecia, que entendían por valor "toda
contribución a una vida conforme a las reglas" (Diccionario filosófico, Abbagn).
La Axiología o filosofía de los valores trata de ellos en cuanto tales y de los llama-
dos juicios de valor.
El concepto de Valor fue muy tardíamente asimilado o recogido por las llamadas
ciencias sociales: los valores, tanto en la Sociología , al menos en sus desarrollos de
finales del s. XIX, como en la Psicología Positiva, eran considerados como un concepto
excesivamente mentalista y poco empírico, de manera que era difícil incorporarlos
como tales sin perder el rigor científico exigido a las teorías científicas.
Dado que son dos las posibilidades (las cosas, y nuestra apreciación de ellas) son
también dos las respuestas fundamentales que se han dado:
16
a.- El SUBJETIVISMO AXIOLÓGICO: Que determina a los valores como PROYEC-
CIONES DE LA CONCIENCIA sobre los objetos, originadas en las EXPERIEN-
CIAS favorables del hombre con éstos.
b.- El OBJETIVISMO AXIOLÓGICO: Que nos plantea los valores como entidades
INDEPENDIENTES DE LA CONCIENCIA y de los BIENES en que se realizan
parcialmente.
El SUBJETIVISMO plantea que los valores no existen más que en nuestra CON-
CIENCIA, de donde los proyectamos hacia el mundo exterior.
De acuerdo con esta posición, el valor es subjetivo porque para darse necesita de la
existencia de determinadas reacciones psíquicas del sujeto individual con las cuales
viene a identificarse: NO DESEAMOS EL OBJETO PORQUE VALE SINO QUE VALE
PORQUE LO DESEAMOS O NECESITAMOS.
El subjetivismo traslada el valor del objeto al sujeto y lo hace depender del modo
como soy afectado por la presencia del objeto. En pocas palabras: lo que deseo o
necesito, o también, lo que me agrada o gusta, ES LO QUE VALE.
Según el subjetivismo, los valores no existen en sí y por sí, sino que son meras
creaciones de la mente, existen solamente para mí; lo que hace a una cosa valiosa es
el deseo o el interés individual. El subjetivista piensa: el valor de un exquisito manjar,
no está en él, sino en mi paladar, que lo saborea y le confiere un valor determinado.
17
Para el objetivismo axiológico, los valores no se miden por la esencia humana ni se
deducen de ella. No dependen del sujeto para su validez: LOS VALORES SON DADOS
OBJETIVAMENTE. Existe un reino objetivo de valores ordenados (jerarquizados) al
cual debe someterse el sujeto.
En su concepción de los valores, Scheler nos plantea los valores como ENTES
INDEPENDIENTES por completo y en un doble sentido: existen independientemente de
que sean apreciados o no por un sujeto o conciencia valorante; a la vez que también
existen con independencia a que se realicen o no en los bienes. De esta manera el
hecho de que el hombre perciba o no los valores, es algo enteramente accidental a los
valores mismos.
"HAY VALORES EN SÍ", que subsisten por sí mismos. Los valores existen en sí y
por sí, al margen de toda relación con el hombre como sujeto que pueda conocerlos,
aprehenderlos o valorar los bienes en que se encarnan. Son valores en SÍ, y no PARA
el hombre. EL VALOR ESTÁ POR ENCIMA DEL CONCEPTO QUE TENGAMOS DE ÉL.
Podemos o bien tener un concepto errado de lo que es un valor específico, o bien
podemos no tener concepto alguno, y ello no afecta su propia naturaleza específica
como valor.
Según esto, "HAY OBJETOS VALIOSOS EN SÍ", es decir, al margen del sujeto. Los
valores como entidades absolutas e independientes, no necesitan ser puestos en rela-
ción con los hombres. De la misma manera, tampoco necesitan relacionarse con las
cosas: "NO NECESITAN ENCARNARSE EN BIENES". Es una posición de separación
radical entre el valor y la realidad, o independencia de los valores respecto de los
bienes que los encarnan.
- Del objetivismo podemos decir que olvida por completo el PAPEL DEL SUJETO en
la captación del valor, como también el papel de la cultura y las condiciones socio-
económicas en que se da aquél.
- El subjetivismo por su parte olvida el CARÁCTER IMPOSITIVO DEL VALOR. El
valor nos exige aceptarlo por encima de nuestra conciencia o de nuestra apetencia.
18
También puede caer el subjetivismo en un RELATIVISMO del cual sólo puede re-
sultar una anarquía y la decadencia en nuestras apreciaciones valorativas.
Consiste en esa particularidad por la cual los valores atraen o inclinan hacia sí
mismos la atención, las facultades y, en especial, la voluntad del hombre que los capta.
Enfrente de las cosas, el hombre prefiere las que encierran un valor.
- Bipolaridad: todo valor tiene un antivalor, ya que puede ser positivo o negativo. Es
valor o contravalor. Los valores siempre se pueden mencionar por pares; uno posi-
tivo y otro negativo (a un valor positivo corresponde un valor negativo, y vicever-
sa): belleza/fealdad ; bondad/maldad, virtud/vicio, verdad/falsedad, libertad/escla-
vitud, riqueza/miseria.
19
A éstas, pueden sumarse otras características:
- Flexibilidad: los valores cambian con las necesidades y experiencias de las per-
sonas. Las jerarquías no son rígidas ni predeterminadas: se van construyendo
progresivamente en la vida de cada persona.
Significa que los valores se presentan de acuerdo con una gradación (jerarquía); hay
valores superiores y valores inferiores. Los valores sólo se dan con toda su perfección
en su propia esencia; pero en su existencia real se dan con una gama muy variada de
perfección.
En cada momento se puede constatar que las perfecciones y valores que encontra-
mos encarnados en las cosas y en las personas están afectados de una graduación
muy diversa; siempre se nota que hace falta algo para perfeccionar ese valor.
- Dinamismo: los valores se transforman con las épocas. Hay una evolución en el
contenido de los valores, que no sólo implican un "cambio" sino un progreso en el
modo de percibirlos. Ej. El paso de la esclavitud a la libertad. Hoy podemos enten-
der la existencia de esclavos en tiempos pasados, pero a estas alturas nos parece-
ría incomprensible la vuelta atrás pues esto supondría un retroceso desde todo
punto inaceptable.
- Jerarquía: no todos los valores presentan la misma validez .Hay valores que son
considerados superiores (dignidad, libertad) y otros, inferiores a éstos, relaciona-
dos con las necesidades vitales o básicas.
¿Qué hace que algo sea valioso? Como hay valores que son más estimables que
otros, la humanidad ha adoptado criterios a partir de los cuales se establece una
categoría o jerarquía de valores y según esta jerarquización también se realizan clasi-
ficaciones de los valores.
20
Criterios de dignidad axiológica según Max Scheler, este filósofo propone cinco
criterios para discernir la altura o dignidad de los valores:
- Objetividad: Los valores objetivos son más altos que los relativos. Hay quien
siente atracción por la afirmación destructiva, quien goza destruyendo la objetivi-
dad por resentimiento contra el valor, quien niega por negar sintiendo que así se
afirma. Son personalidades resentidas con lo objetivo ajeno y autoenfatizadoras.
Es claro que el valor que se le da a una pieza musical puede descansar en juicios
subjetivos valorativos, pero el valor de un acto criminal no puede reducirse al
agrado que nos proporcione dicho hecho: existe una realidad objetiva (física, so-
cial, cultural) que está determinando el juicio valorativo.
21
1.5.- Clasificación de los Valores
Hay que considerarla como una referencia ya que hay muchas tablas de valores.
- Valores físicos o vitales: Son tan humildes como básicos: salud/enfermedad, for-
taleza/debilidad: conocimiento, aceptación y valoración del propio cuerpo, hábito
permanente de su cuidado. Hábitos de orden, alimentación e higiene personales,
orden y limpieza de lugares comunes. Vigor físico: resistencia, expresividad, elas-
ticidad y potencia corporales, vehículos de autodominio.
- Valores sociales: aunque parezca redundante son los más "sociables" debido a
que en ellos las personas somos más interdependientes; en cambio, los valores
más altos son más independientes y solitarios. La socialidad de los valores más
bajos ayuda al florecimiento de las personalidades más singulares. Vivimos en
comunidad y enrarecemos y somos enrarecidos cuando no actuamos
axiológicamente bien.
- Valores espirituales: Son más necesarios para las personas axiológicamente más
desarrolladas, aunque quienes lo están menos tienden a burlarse situándolos en
las nubes. La realidad es que cualquier valor espiritual se halla presente en los
demás, favoreciéndolos con su presencia o desfavoreciéndolo con su ausencia: un
mundo resulta tanto o más feo cuanto menos justo.
22
Dentro de los Valores Espirituales se distinguen:
- Valores intelectuales: Se logra con ellos una percepción más adecuada del mun-
do circundante, para comprenderlo, adaptarlo y modificarlo. Su desarrollo conlleva
la simultánea creación de hábitos de trabajo que ayuden al conocimiento científico
y a la capacidad de comunicación. Ej. verdad/falsedad; conocimiento/error). Espíri-
tu científico: comparación, clasificación, cuantificación, establecimiento de hipóte-
sis, orden y rigor en la captación de ideas, etc.
Ésta es una escala, pero al hambriento no se le puede decir que sienta la misma
urgencia por una sonata de Brahms que por un plato de arroz. De todos modos, la
fuerza no debería anular la altura de los valores, y la auténtica moralidad ha de cons-
truirse de abajo hacia arriba.
Dice Savater (El Valor de Educar, 1997) que... "a lo largo de la historia los moralistas
han concentrado unánimemente su mensaje en tres virtudes esenciales de las que se
deducen con más o menos facilidad todas las demás: el coraje para vivir frente a la
muerte, la generosidad para convivir con los semejantes y la prudencia para vivir
entre necesidades que no podemos abolir. Las tres virtudes y sus corolarios están
directamente relacionadas con la afirmación de la vida humana y no dependen de
caprichos arbitrarios, ni de revelaciones místicas, ni siquiera corresponden a un tipo
determinado de sistema social. Provienen sin rodeos del anhelo básico de vivir más y
mejor, a cuyo impulso sirve el proyecto ético desde la conciencia individual y las
instituciones sociopolíticas en el plano comunitario... al menos en su designio ideal."
23
las demás, pero se les nota su condición de "hermanas" -tan bien avenidas como
inseparables- pues de alguna manera todas las virtudes van juntas.
Por eso afirmaba San Francisco de Asís que quien posee una virtud posee todas y a
quien le falta una, todas le faltan. San Gregorio lo ratificó diciendo que la prudencia no
es verdadera si no es justa, ni es perfecta la templanza si no es fuerte, justa y pruden-
te, ni es íntegra la fortaleza si no es prudente, templada y justa, ni es verdadera la
justicia si no es prudente, fuerte y templada. Las virtudes son como los vasos comuni-
cantes, pues no podemos crecer en uno de esos vasos sin trasvasar su riqueza a los
demás: si realizo esfuerzos por crecer en laboriosidad, automáticamente voy a ser una
persona más responsable, perseverante y ordenada. El esfuerzo por ser sinceros, nos
hace prudentes, justos, alegres, serenos, etc.
El valor no sólo plantea un conflicto entre un valor positivo y uno negativo sino entre
dos valores positivos por ej., amor y justicia, y entonces hay que saber elegir entre los
valores que interfieren teniendo en cuenta algunos ítems:
- Urgencia temporal: cabe postergar o sublimar, pero no negar los favores más
altos en función de los más urgentes.
- Plenitud: axiológicamente, humanidad es más que pueblo, pueblo más que familia,
familia más que individuo. Si comparamos desde la no plenitud las cuatro situacio-
nes siguientes:
24
- Proximidad al yo: axiológicamente, familia es más que pueblo, pueblo más que
humanidad.
- Urgencia: Prioridad moral con el anciano, el niño, el enfermo, etc.
- Resonancia: el que más puede, más debe cooperar al bien común.
Nada valdrían los valores si su portador o agente no valiese. Valen los valores
porque la persona es sujeto valioso, sujeto de valor absoluto.
Cualquier persona al margen de esos valores está falta de humanidad, por eso esta-
mos dispuestos a defenderlos y universalizarlos para toda la humanidad, sin excep-
ción. No es que un servil o un hipócrita dejen de ser personas, sino que han renunciado
al proyecto de humanidad que los seres humanos hemos ido descubriendo a través de
siglos de historia. Por lo tanto, la conducta adecuada con respecto a los valores positi-
vos sería:
25
Resumen
La Axiología, como ciencia o estudio de los valores en general (morales, sociales, estéticos, etc.)
guarda relación con la naturaleza y función de los mismos en el complejo contexto de la actuación
humana relacionada tanto con el mundo físico como social.
Las tesis situacionistas o intermedias como un medio para superar el bloqueo de aquellas postu-
ras plantean:
- Los estados psicológicos, el sujeto de valoración, son una condición necesaria, pero no sufi-
ciente ni la única. El valor es el producto de una interrelación de un sujeto que valora y un objeto
de valoración. En ese sentido, no puede conceptualizarse bajo los términos de uno de los dos
elementos que lo definen.
- Los valores tienen una dimensión espacio-temporal: son relativos, puesto que sus dos puntos
de partida (objeto y sujeto) no son ni estables ni homogéneos. El valor, en este sentido, depende
de las condiciones específicas y materiales (sociales, históricas, físicas o estructurales) en que
se produzca esa relación entre sujeto y objeto. Esta dimensión dinámica es necesario tenerla en
cuenta a la hora de conceptualizar el valor. Por otro lado, esa relación dinámica entre el sujeto y
el objeto es la que plantea a la vez que en unos valores pesará más la realidad objetiva, mientras
que en otros pesará más la actividad psicológica, de tal modo que es erróneo adoptar una posi-
ción absoluta en la que el valor se defina de modo objetivo o subjetivo.
En su concepción objetiva del valor, Max Scheler afirma que la superioridad de unos valores
sobre otros no es un problema de la experiencia sino de captación apriorística. Sin embargo, Scheler
se vio obligado a establecer una serie de criterios con relación a los cuales puede llegarse a conocer
el orden jerárquico de un sistema de valores. Tales criterios no son empíricos, no tienen relación
alguna con el proceso factual de elección o preferencias del sujeto que valora, sino que son manifes-
tación de algunos de los elementos o características definitorias y esenciales del valor.
La visión humanista de los valores parte de la idea de que éstos sólo pueden comprenderse
dentro del marco de la naturaleza de la propia experiencia y existencia humana. El hombre, a través
de su imaginación, pensamiento, deseos, etc., trasciende el mundo de lo real, de lo existente, y en
este sentido los valores deben conceptuarse a partir de esta capacidad inherente a la propia natura-
leza humana. Las culturas, y dentro de ellas las personas y grupos sociales, mantienen la deseabilidad
de la vida con la promoción de los valores.
26
Ficha de Actividades - Eje Temático 1 y 2
I.-
a.- Ordene estás situaciones, según el criterio que quiera aplicar, poniendo en pri-
mer lugar aquello que se considera más grave y así en forma decreciente hasta
llegar al último puesto donde ubicará lo que considere de menor gravedad o que,
decididamente, no contiene nada en contra de los valores que Uds. sustentan.
b.- Se pide que haga el esfuerzo de jerarquizar las situaciones sin otorgar el mismo
puesto a ninguna de ellas. Explique el porque las ordena de esa manera y como
relacionaría cada una con la jerarquización de los valores que hace Max Scheler.
c.- Mencione que nombre le pondría -atendiendo al material del módulo- a cada valor
que Ud. cree que es transgredido.
Situación Planteada
1.- Un grupo terrorista logra el objetivo de hacer estallar una bomba en un avión en
vuelo donde viajan el presidente y el gobernante en pleno de un gobierno dictato-
rial de un país que práctica el apartheid en Africa.
3.- Un joven de vientitrés años mantiene dos noviazgos "serios" al mismo tiempo.
6.- Una joven soltera de veintiún años decide abortar un embarazo proveniente de
sus relaciones con su novio.
27
7.- Una joven de veinticinco años, portadora del virus del S.I.D.A., oculta su condi-
ción al novio para casarse sin problemas.
28
II.- En base a los aportes teóricos del eje temático 2 y el texto de esta propuesta de
cambio:
a.- Establezca una relación con la realidad que le toca vivir a cada uno en su
escuela, colegio o centro educativo. Su respuesta no debe exceder los quince
(15) renglones.
b.- Describa cuáles son los cambios que realizaría en Ud. mismo como docente
y en su institución para implementar una pedagogía de los valores de una
forma realista y práctica, teniendo presente el concepto de "currículum ocul-
to" y su influencia en estos cambios.
"Ha sonado el timbre de inicio de semana. Es lunes y por tanto, los jóvenes estudian-
tes se apuran y se forman en columnas, en el patio principal de la institución, para
cantar el Himno y escuchar unas palabras breves del habitual minuto cívico.
Han cantado el Himno y se aprestan a escuchar las palabras breves. Ellas llegan
cargadas de mensajes referidos a valores: "debemos ser solidarios... respetuosos,
amigos del orden y la honestidad... debemos respetarnos unos a otros, ser buenos
estudiantes, bien presentados y participar con entusiasmo para que nuestra institución
contribuya a tener un país mejor..."
Mientras escuchan, uno que otro alumno se pregunta sobre el pelo largo que les
obligaron a cortarse, sobre el profesor con quien no se aprende nada y que sigue
inamovible año tras año, sobre el reglamento de estudiantes elaborado por todos me-
nos con participación de los estudiantes. Y lo que es peor, posiblemente algún estu-
diante recuerda al compañero expulsado que cuestionó una decisión del consejo direc-
tivo y que nunca tuvo la oportunidad para decir su verdad...
Al rato, terminan las palabras breves y todos los estudiantes se dirigen a sus aulas,
no sin reconocer, en silencio, la tremenda distancia entre aquellas palabras breves que
acababan de escuchar y la vida cotidiana en la institución.
Este ejemplo da cuenta justamente de esta terrible distancia entre la retórica sobre
los valores y la organización y vida escolares, en muchas de nuestras instituciones
educativas y, a partir de ello, se propone la necesidad de generar cambios sustanciales
en la organización, toma de decisiones y clima de una institución para hacer viable un
proyecto de formación en valores."
29
que las instituciones educativas deben dar a la problemática social, en la cual los
derechos y prácticas de convivencia fundadas en el respeto y la equidad, se yerguen
únicamente como buenos propósitos.
30
Al respecto, la norma que verdaderamente está interiorizada, no solamente enseña
lo que hay que hacer sino también porqué hay que hacerlo. En ese momento, la cons-
trucción colectiva de normas adquiere un sentido pedagógico.
A nuestro parecer, los ámbitos temáticos que deben constituir los ejes de organiza-
ción de una propuesta de formación en valores en escuelas y colegios podrían ser los
siguientes: importancia de la individualidad y desarrollo de la autoestima; respeto por
las diferencias, equidad de género y valoración de la identidad generacional. Dichos
ámbitos temáticos se fundamentan en una triple perspectiva:
31
Calidad de la educación como aspecto consustancial a la formación en valores
Los graves problemas que acusa la educación han generado en el debate educativo,
la necesidad de afrontarlos, entre otras, desde la perspectiva del mejoramiento de las
condiciones de gestión y gerencia institucional. En tal contexto, se han desarrollado
diversas propuestas que apuntan a fortalecer la gestión escolar, a través del diseño y
aplicación de proyectos educativos institucionales.
32
En cuanto relaciones entre actores y transparencia:
a.- El maestro genera consensos con los alumnos sobre las actividades de aprendi-
zaje que se instrumentan.
b.- El curso tiene una directiva elegida democráticamente, que rinde cuentas y asu-
me críticas.
c.- Los alumnos participan en procesos de auto-evaluación disciplinaria.
33
Ámbitos de estrategia
34
Actividad Nº 2 (autoevaluativa)
Haga una síntesis del texto extraído del libro de Enrique Rojas, "El hombre light" y
relaciónelo con su opinión acerca de lo que significa "la crisis de valores" en los ámbi-
tos a que Ud. quiera referirla.
Recuperar el Humanismo
La historia del pensamiento nos revela cómo muchos sistemas ideológicos de re-
dención del hombre, basados en revoluciones importantes, han dejado más heridas sin
cerrar que la apertura de nuevas vías en que la justicia y la dignidad tuvieran más
relevancia. El comunismo ha implicado una regresión sin precedentes en la historia de
la humanidad; se ha perseguido la justicia a costa de la libertad, pero una justicia que
se desliza hacia el fanatismo y sus diversas formas de prisión.
1.- El mundo griego, del que heredamos el pensamiento, desde Sócrates, Platón,
Aristóteles, Epicuro, así como sus antecesores; por un lado, la escuela jónica de
la filosofía, con Tales de Mileto, Anaximandro, Anaxímenes y Heráclito; por otro,
los pitagóricos; y por último, el helenismo y el llamado neoplatonismo, con Plotino
a la cabeza.
2.- El mundo romano, que nos legó el Derecho y todo lo que de él se deriva. El
Imperio Romano, bajo el emblema del retorno al pasado, instauró las leyes y el
realismo de Augusto junto a un cierto lirismo.
3.- El mundo judeocristiano, cuyo valor es imperecedero. Del mundo judío procede el
amor a las tradiciones, el sentido de la familia, el respeto profundo por la vida y el
pensamiento analógico, que tanta fuerza tendrá en siglos posteriores. El cristia-
nismo trajo un nuevo concepto del hombre, basado en el amor y en un sentido
trascendente.
4.- Las raíces más remotas de Europa hay que buscarlas, por un lado, en Creta, y
por otro, en Mesopotamia, Fenicia y el mundo jónico.
35
no. Aunque esto que ahora propongo en más teórico que práctico, pienso que debe ser
el punto de partida para reiniciar su nueva andadura.
El Espíritu Europeo
Ya a finales del siglo XV, con la llegada del Renacimiento, se produce una vuelta al
modelo de la Antigüedad clásica grecolatina basada en tres pilares:
36
a.- La creación de un Estado absoluto centrado en la economía nacional.
b.- La contrarreforma.
c.- La llegada del empirismo.
El signo clave de esta etapa es la tolerancia, pero se produce la escisión entre una
serie de Estados porque se vigilan celosamente y se mueven con mucha inestabilidad.
Poco después surge una unidad o protección de ésta propugnada por los intelectua-
les, despolitizada y de espaldas a los nacionalismos.
Pero es el siglo XIX el que representa la caída de la idea de Europa como bloque
sociopolítico y cultural. Aquí hay que subrayar una serie de elementos importantes:
Los últimos esfuerzos por mantener una cierta unidad europea se deslizaron ha-
cia la solución de las crisis sociales y económicas, de las que emanó el socialismo
marxista, que postulaba la unidad del proletariado. Aquí arranca otra nueva fragmenta-
ción, que durará setenta años en Rusia y casi treinta en el resto de los países que
hicieron satélites de ella.
Aquí apostamos por la primacía de la persona sobre las estructuras. Hay que hacer
una llamada a la capacidad oral y espiritual si queremos que el hombre light salga de su
estado actual en que sólo preocupa el dinero y el placer para evitar las consecuencias
típicas que de ellos se derivan: tener, acumular, amasar y, por supuesto, ruptura de
matrimonio o pareja (una o varias veces) Hablaremos en este capítulo del estado de
vacío, desaliento y escepticismo ante la sociedad en que se mueve; sociedad que él
mismo ha ido favoreciendo y forjando. Es una contradicción más de este personaje de
final de una civilización.
Si hay una cosa clara, desertamos de los auténticos valores humanos y espirituales
para arrojarnos en manos de la moda.
Francis Fukuyama dice que tras la euforia de 1989 con la caída del comunismo, ha
vuelto a Europa un pesimismo de perfiles diferentes, ante dos amenazas: un Islam
fanático, y los nacionalismos en ebullición. A propósito de esto, Alvin Toffler, a través de
sus distintos trabajos, alude a las tres versiones complementarias del poder en el
mundo actual:
37
1.- El poder de la violencia.
2.- El poder del dinero.
3.- El poder de la información, que implica el conocimiento de la realidad con el fin de
operar en la sociedad y conseguir de ella un mejor rendimiento económico.
Una vida sin valores queda reducida un programa cuyo argumento carece de unión,
ya que el mesianismo ha desaparecido y los sistemas de redención del hombre –mitos
de realización revolucionaria- se han desvanecido. Sin embargo, sí existe la solidaridad
y su consolidación en el hombre actual, que es consciente de su estado de microcosmos,
pero que es capaz de unirse con otros en un proyecto común para hacer un mundo
mejor, en el que prime el amor, el trabajo y la cultura.
Esta breve digresión sobre Europa nos remonta a nuestros orígenes. En los últimos
años occidente ha vivido el mito del progreso indefinido, pero actualmente ya ha finali-
zado, porque está claro que los avances técnicos y científicos seguirán produciéndo-
se, pero ya sin pensar que serán la única solución del hombre para obtener mayor
calidad de vida.
En general, podemos decir que es necesario una vuelta a otros valores por las
siguientes razones:
1.- El progreso material no puede colmar por sí misma las aspiraciones humanas.
2.- La tetralogía del hombre light es una convocatoria que a la larga fabrica un hom-
bre vacío, hueco, sin contenido y sin puntos de referencia.
3.- El hedonismo niega el valor del sufrimiento, porque desconoce lo que significa y
la importancia que tiene para la madurez personal.
4.- La permisividad producirá desde drogadictos a personas adictas a la pornogra-
fía, pasando por una violencia y agresividad cuyo final puede ser fatal. La patolo-
gía familiar derivada de aquí tiene un pronóstico muy negativo. Por tanto, es
necesario imbuir unos valores imperecederos para salir de estas coordenadas,
cuyos códigos de conducta sean amplios, pero de perfiles nítidos, que hagan
más humano y digno al hombre.
38
1.- No estimular los instintos y las pasiones, sí educarlos.
2.- No caer en la permisividad y tener criterios para distinguir entre el bien y el mal.
3.- Intentar el bien colectivo y el propio, pero sin una competencia desaforada, trepi-
dante, para llevar a cabo aquella sentencia de homo homini lupus, "el hombre es
un lobo para el hombre": una moral educada en los principios naturales, que es
capaz de elevar el vuelo hacia los sobrenaturales; y una cultura que lucha por no
estar pegada a la televisión, como elemento casi único de nutrición intelectual.
En definitiva, se trata de conseguir un hombre más digno, que quiere ser más culto
para ser más libre; hacer un mundo más cordial y compresivo; crear un espacio más
afectivo, donde quepa lo material, lo espiritual y lo cultural. Todo lo anterior nos ayudará
a obtener la felicidad, siempre difícil y costosa, si existe unidad y sentido. El lightismo
la quiere a la carta, rápidamente, en el instante, pero escogiendo un camino errado, que
a la corta es gratificante, y, a la larga, deja frío e insensible al que la posee.
Así, una vez dicho lo anterior, y ante el conformismo del todo vale, que lleva a la
trivialización de la inteligencia, propongo conectar con las virtudes y los modos de
conducta inspirados en lo mejor del pasado y lo más rico del presente. Un pensador
francés contemporáneo, Alain Finkielkraut, reivindica para nuestro tiempo una cultura
conectada con la vida intelectual. Y sabiendo valorar la vida humana y sus formas de
arte, de ciencia, etc., de acuerdo con criterios universales como la verdad, la belleza,
la bondad, etc.
Desde Sigmud Freud sabemos lo importante que son los sueños. Su contenido, sus
temas, las oscilaciones y vaivenes de sus mensajes oníricos están conectados con
las ilusiones y los proyectos personales. Pero como decía Friederich Hölderlin, en cada
uno hay dos territorios diferenciados: el de los sueños y el de la razón. Es necesario
trazar fronteras interiores que delimiten uno de otro. Cada hombre es una promesa, y
para que ésta se haga realidad hay que luchar con uno mismo. Para ello necesitamos
un modelo de identidad, un esquema referencial atractivo, sugerente, con fuerza para
arrastrar en esa dirección. El hombre de las décadas venideras será profundo, sabio,
fuerte moralmente, y tendrá coherencia en su vida. Un hombre que no se derrumba con
el paso de los años, no se desvanece ante los giros y las modas. Ejercitará el espíritu
y la razón, el pensamiento y una cultura universal, cultura por encima de prejuicios y
de convencionalismos que la aprisionan en muchas ocasiones.
39
si sabemos ser críticos con su mensaje y no nos entregamos a sus brazos de modo
gregario.
Elogio de la Intimidad
Pero hay dos perspectivas cuyas coordenadas no debemos perder de vista cuando
hacemos esa excursión por los pasadizos de la personalidad.
Ambas perspectivas forman o dan lugar a nuestra biografía, estudiada paso a paso.
Pero cualquier análisis de la personalidad del hombre es una fuente inagotable, ya que
siempre hay parcelas, pliegues y segmentos que son convenientes aclarar, para desci-
frar su verdadero significado. Por lo general, la dinámica interior se suele hallar enhe-
brada por el mismo hilo, necesita ser argumental, tejida con contenidos sólidos, firmes,
que proyecten nuestra realidad y nuestra vida hacia el futuro.
40
Al profundizar en nuestro interior descubrimos que hay todavía una estructura cre-
ciente que se dirige hacia un complejo cono. El centro de la intimidad tiene también
sótano y buhardilla, taller y zaguán. Una parte que da a la calle y otra que se cierra
sobre su propia estructura.
Dice la expresión coloquial que: "Los trapos sucios se lavan en casa", y dice bien.
Pero también es positivo que las alegrías se vivan personalmente sin exteriorizar todo.
¡Qué pena da ver esas vidas en las que todo se exterioriza! Se vive para el exterior,
buscando dar una impresión, una imagen; y en muchas ocasiones podemos quedar
atrapados en las redes de la apariencia, y, en consecuencia, del materialismo.
En la intimidad uno se encuentra con los suyos. El diálogo se hace fluido, rico,
repleto, sereno y distendido, y es donde disfrutamos con una tertulia familiar o viendo
cómo crecen los hijos o los cambios graduales físicos o psíquicos que los transforman.
Vivir puertas adentro es saborear y conocer humanamente a los que viven bajo el
mismo techo; y tener una familia unida se convertirá en uno de los regalos más precia-
dos y símbolos emblemáticos de la sociedad.
Por todo esto, debemos hacer una aclaración entre hombre y mujer, para entender
mejor lo anterior. La mujer es concéntrica, el hombre es excéntrico. La mujer vive hacia
su cuerpo, de alguna manera está centrada en él, gira a su alrededor; sin embargo, el
hombre lo hace hacia el exterior, pero sin conocerlo. Además, la mujer tiene la posibili-
dad de transmitir la vida; el segundo, no.
El hombre light no tiene vida interior ni intimidad, y, por ello, vive para la calle, más
pendiente de su apariencia externa que de su estado interior. Esto constituye un error
que debe corregir si quiere escapar de las redes a las que hemos aludido anteriormen-
te, porque el componente social no puede ni debe vertebrar la vida humana, y es torpe
y elemental guiarse por sus coordenadas. Por otra parte, la educación debe ser profun-
da y procurar con ella tallar y pulir la organización de nuestra mente, es decir, la
personalidad, y de nuestro proyecto personal, desde esos estratos profundos de la
interioridad. Por eso es tan importante la soledad. Desde ella es posible comprender la
historia personal y reorganizarla de nuevo.
41
es definitivo y hay que apuntarse al ganador, porque lo importante es el éxito y el
triunfo: es el vértigo de la fugacidad, la revolución de la urgencia.
Frente a esto último, también hay que propugnar las exigencias personales de una
conducta moral que libera, que hace de cada hombre un ser digno, más completo, que
desea esforzarse por ser íntegro, una realización personal que pasa por la entrega al
otro, ayudándole a ser mejor. Cultivar y fomentar lo valioso, lo auténtico, lo que perma-
nece y edifica un ser humano más amable, humano, fuerte, rico por dentro, armónico...
Un modelo por el que merece la pena luchar. Esta meta es una aspiración grande,
capaz de superar el paso de muchas décadas con un análisis serio. En ese horizonte
aparece la figura de un ser superior, que para el cristiano tiene nombre propio.
42
La Felicidad se Alcanza con una Vida Coherente
Todos buscamos la felicidad, pero son pocos los que la consiguen. Es una meta
máxima de nuestra conducta. Para ser feliz es necesario que la vida sea argumental y
coherente. Y también que en su seno albergue una serie de elementos que se relacio-
nen de forma congruente entre sí, luchando para que nos se produzcan contradiccio-
nes, es decir, la formación del hombre único, en que se relacionen las ideas y sus
acciones.
Cada ser humano es insustituible, cada uno somos una promesa de futuro. La felici-
dad consiste en encontrar un programa de vida que nos llene lo suficiente como para
que motive nuestra trayectoria.
La felicidad nunca es un regalo, hay que conquistarla y trabajarla con ilusión. Siem-
pre, antes o después, hay que bregar contra corriente y debemos experimentar el
sentimiento de hacer algo útil, valioso, por lo que las luchas y desvelos queden justifi-
cados por nuestra lucha. El esfuerzo, la alegría, la coherencia y la felicidad se nutren
de las mismas raíces. Decía Julián Marías que "La vida en su conjunto tiene una
tonalidad, a través de la cual uno se siente bien o mal... A lo primero es a lo que
llamamos felicidad". Claro está, entendida como balance, como examen y resultado
final en un determinado momento vital. Es necesario mantener los viejos ideales, mez-
clados con las nuevas ilusiones y los pequeños objetivos, de lo cual surgirá un estilo
propio, una forma peculiar de mostrarnos. Así se desenreda la madeja de todas las
pretensiones que han circulado por nuestra cabeza.
Pero no confundirlas con las fórmulas actuales, que para muchos son sucedáneos
de la auténtica felicidad: bienestar, nivel de vida, placer, satisfacción personal y sin
problemas, o triunfar en la profesión o en los negocios o en cualquier ámbito de la vida.
Es más, muchos triunfadores, en su fuero interno, no son felices. Rastreando en el
trasfondo de la felicidad nos vamos a topar con la fidelidad; es decir, lealtad a los
principios, perseverancia en los ideales nobles, tenacidad en mantener los criterios de
conducta a pesar de los oleajes y los vaivenes de tantas circunstancias.
43
Actividad Nº 3 (autoevaluativa)
Luego de leer el texto que viene a continuación, realice las siguientes actividades:
a.- Elija dos de las técnicas utilizadas para asimilar valores, escoja dos valores
positivos y elabore una historia donde estén presentes todos estos elementos.
Técnicas aplicables
Su importancia radica en que favorecen los hábitos sociales más necesarios para la
convivencia, la cooperación… y, sobre todo, son una ayuda para atender a la diversi-
dad.
En definitiva, sientan las bases para una educación cívica y moral, y nos permiten la
obtención de una educación integral completa.
Consideramos que los valores tienen el mismo nivel de importancia que las otras
áreas del currículum, por lo que debemos usar todos los recursos de que seamos
capaces y conocedores.
Entre las que podemos utilizar y que realmente son efectivas se encuentran: el juego
y el cuento como medios para llegar a los valores. Como más específicas podemos
citar los diálogos clarificadores, el dilema, el role-playing…
El juego
El juego nos puede servir para fomentar el apoyo mutuo y la cooperación, para
promover una actividad que suscite responsabilidades, y fomente la confianza en uno
mismo, la autoestima y el respeto a los demás.
Nos pueden ser útiles juegos que ayuden a los niños a resolver de una forma cons-
tructiva sus conflictos; el conflicto no debe ser visto como una cosa negativa y peligro-
sa, donde ganar o perder es la única solución, sino como una situación necesaria para
la madurez, para el crecimiento.
44
Elijamos juegos donde todos nos sintamos aceptados, donde todos participemos y
en definitiva nos divirtamos.
El cuento
Es una antiquísima forma de literatura popular que continúa viva en las sociedades
modernas.
Funciones
- Psicológicas
Las psicológicas son básicas para incidir en la asimilación de los valores, ya que
tiene implicación directa en la conciencia del alumno.
- Prueba del yo: El cuento como el juego, es el campo donde el niño se entrena,
donde prueba su yo.
- Desarrollo del sentido del humor y la ironía: son adquisiciones indispensables para
ayudarlos a dominar sus problemas y tensiones, a tener confianza en la vida.
- Lúdicas
45
- Lógicas
- Lingüísticas
La leyenda. Es una narración que se presenta como verídica y que trata de persona-
jes históricos o que se tienen como tales.
El mito. En la mayoría de las culturas no hay una división clara entre el mito y el
cuento; pero en los mitos, el héroe suele tener personalidad propia e irrepetible
Los cuentos pueden nacer en cualquier momento, por cualquier motivo; además, son
fuente de numerosas actividades: representar, ilustrar, dibujar… y lo que realmente
nos interesa es que a través del cuento el niño se vaya construyendo y asimilando las
conductas que representan sus personajes y vaya descubriendo que, cuando respeta
unas normas y unos valores, hay siempre un final feliz.
Todas las actividades son útiles para trabajar los cuentos, únicamente se debe tener
presente la edad de los niños/as. No hemos de olvidar el desarrollo que representa
dentro de su imaginación, fantasía y creatividad.
Para los mayores debemos recurrir a la fabulación o a la fantasía porque a través del
cuento, historia o leyenda, podemos reflexionar sobre una situación o idea.
Técnicas de grupo
- Dilema: Ante un planteamiento de un hecho, sugerir dos o más caminos para llegar
a su resolución.
46
- Diálogos clarificadores: Se basan en una serie de puntos o ítems que, ante un
tema o cuestión determinada, tiene como objetivo hacer pensar a los alumnos y
desencadenar la autorreflexión.
- Mesa redonda: Parecida al symposium, pero aquí los alumnos intervienen, suce-
sivamente, defendiendo posiciones divergentes, contradictorias, coincidentes… so-
bre un mismo tema.
- Philips 66: Se divide el grupo clase en grupos de 6 alumnos que durante 6 minutos
resuelven o debaten una cuestión. Cada grupo debe escoger su secretario para
resumir las conclusiones. De tal manera, en poco tiempo, todos pueden hablar de
forma representativa.
- Entrevista: Un/a alumno/a en nombre de los demás hace una entrevista a otro/a ya
sea compañero/a, profesor/a… después expondrá el resumen de la entrevista de-
lante de lo demás.
47
Otros tipos de actividades
- Consignas.
- Lecturas comentadas.
- Ilustraciones.
- Historietas.
- Redacciones.
- Murales.
- Incentivos.
- Experiencias hechas en casa.
- Recortes de periódicos y revistas.
- Sesiones familiares de TV.
- Sesiones familiares de análisis y participación.
- Teatro.
- Dibujos animados
- Títeres.
48
Actividad Nº 4 (autoevaluativa)
49
50
51
52
53
54
55
56
Capítulo 2
Ejes Temáticos
Introducción
Jaim Etcheverry dice en La tragedia Educativa: "...los chicos advierten que conce-
bimos la escuela como un sitio donde depositarlos y del que esperan que les dé de
comer (en el caso de las familias desfavorecidas) o que les brinde una atmósfera
amable y protectora para el cómodo transcurrir de una parte de sus días (en otros
niveles sociales). Que les dé saber, conocimientos concretos, parece importarnos mucho
menos y no es infrecuente que hasta cuestionemos su utilidad. Ante ese retroceso de
sus padres, los niños están dejando de ser hijos de ellos para pasar a ser, crecientemente,
hijos de la sociedad. Lo señala el científico Gerard Edelman: ‘Sus hijos no son sus
hijos. Son hijos de la tecnología de la información. Más que sus padres, lo que forma su
cabeza son los estímulos del mundo moderno’."
Ante este panorama seguramente nos estamos preguntando qué incidencia tiene el
modelo docente frente al peso de los modelos familiares y publicitados. Si bien la
fuerza del lugar psicológico y social que ocupen los otros referentes marcará diferen-
cias, nuestra preocupación deberá asumir con competencia el espacio de enseñanza y
aprendizaje que el alumno y sus padres nos ofrecen, sabiendo que la propuesta de
57
valores no es una materia opcional de los contenidos de enseñanza sino una condición
de posibilidad de la misma: no se puede enseñar sin proponer simultáneamente una
selección de valores. Por eso, la pedagogía de los valores contribuye al descubri-
miento, la incorporación y la realización de valores positivos, tres pilares básicos de la
tarea educativa.
Ideas Clave
Estas nuevas pedagogías del siglo XXI, enfocarán su atención en la capacidad que
tienen todos los humanos de trascender, a partir de los valores que cada sujeto logre
desarrollar, en la familia, en la escuela y en la sociedad. Lo anterior a través de un
proceso de interrelación social que logre configurar la personalidad de cada sujeto,
para pensar, sentir, amar y actuar de una forma coherente con nuestro contexto; de tal
forma que permita un desarrollo conjunto de las autonomías individuales, de la partici-
pación comunitaria y del sentido de pertenencia a nuestra región.
58
que la educación tradicional e intelectualmente más rigurosa que muchas alternativas
del pasado. Su objetivo no es simplemente preparar al individuo para valerse por
sí mismo en la vida, sino orientarlo hacia la trascendencia y la autorrealización.
Esta última libera a la persona de los problemas deficitarios de la juventud y de los
problemas neuróticos (o infantiles, de la fantasía, innecesarios o irreales) de la vida, de
modo que le permitirá enfrentarse con problemas reales de la cotidianeidad.
Hablar de familia en la actualidad nos lleva a hablar de diversidad. Más allá del casi
obligado plural con que debemos referirnos a la institución familiar, es cierto que las
definiciones de familia por más variadas que sean descansan hoy en la relación
interindividual, dando la idea de que la familia es ante todo un proyecto relacional que
no hace referencia necesariamente a lazos de sangre. Precisamente Schaffer (1990 en
Isabel Solé i Gallart, 1998) señala que la naturaleza de las relaciones interpersonales
es el factor clave del desarrollo del niño en la familia, más incluso que la propia estruc-
tura familiar.
59
Esto es precisamente lo que queremos rescatar en nuestra intervención: la naturale-
za de la relación interpersonal como factor clave del desarrollo del niño en la familia. La
familia sigue siendo, a pesar de los ataques y dudas que se ciernen sobre ella, el nudo
esencial de la constitución de la personalidad de los niños. Prácticamente todas las
definiciones, más allá desde donde se posicionen para estudiar a la familia, hacen
referencia a los factores comunes: habitación común, descendencia común, mismo
techo, mismo apellido, mismos padres, mismo grupo, misma historia.
Por otro lado, la familia se ve amenazada en lo que tiene de más fundamental: dar a
sus miembros la identidad de base suficientemente reaseguradota para afrontar los
acontecimientos de la vida. La familia antes tomaba a cargo dimensiones muy particu-
lares de la experiencia humana: tiempo de vida, de aprendizaje, de educación, de re-
producción y ahora está cediendo algunas de estas funciones a otras instituciones.
Partimos de que los valores, las reglas, los ritos familiares están al servicio de la
estabilidad familiar, funcionan como sello de identidad para las distintas familias, están
al servicio del sentido de pertenencia. Por otro lado, existen fuerzas internas y exter-
nas, como el proceso evolutivo de los miembros de una familia, los conflictos, las crisis
que funcionan como agentes de cambio. Del equilibrio entre ambas fuerzas resultará el
sano crecimiento de la familia.
60
Savater menciona que la educación familiar funciona por vía del ejemplo y se apoya
en gestos, humores compartidos, hábitos del corazón, hasta chantajes afectivos acom-
pañados por la recompensa de castigos o caricias, cortados a la medida propia del
niño/a. Este aprendizaje resultaría entonces, de la identificación total con sus modelos
o bien del rechazo visceral; nunca se trata de una valoración desapasionada. De aquí
que lo que se aprende en la familia podríamos decir que "imprime carácter": acrisola en
el mejor de los casos principios morales estimables que ayudarán a remontar la vida o
en el peor de los casos, arraiga prejuicios difíciles de extirpar luego.
Hoy por hoy vivimos en una sociedad que influye directamente en nosotros y en
nuestras familias. Ya no se desenvuelve la vida en hogares cerrados a sus miembros y
a una pequeña comunidad vecina. La diversidad de criterios, valores, etc., cada día es
más grande gracias a los medios de comunicación y entretenimiento. Intentar cerrarse
al mundo, es tomar una medida irracional; pretender abrirse totalmente a él, es quedar
totalmente desprotegido y vulnerable.
"La familia fundada y vivificada por el amor, es una comunidad de personas: del
hombre y de la mujer esposos, de los padres y de los hijos, de los parientes. Su primer
cometido es el de vivir fielmente la realidad de la comunión con el empeño constante de
desarrollar una auténtica comunidad de personas.
61
dad y aplicación privilegiada precisamente en la familia en cuanto tal: "El hombre no
puede vivir sin amor. Permanece para si mismo un ser incomprensible, su vida está
privada de sentido, si no le es revelado el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo
experimenta y no lo hace propio, si no participa en él vivamente".
¿QUÉ CAMBIAMOS?
2.3.1.1.- Docentes
62
** El docente dinamice los procesos de vivenciación/problematización, reflexión y
actuación motivando, proponiendo dinámicas, ordenando el análisis de la infor-
mación o los procesos de actuación.
2.3.1.2.- Alumnos
- Conciencia de su desarrollo.
- Conciencia de sus progresos y corresponsable del proceso evaluador.
- Responsable de la búsqueda y elaboración de actividades e informaciones.
Responsable del centro y materiales.
- Comprometido con niveles de realización y mejoría personal (Por Ej., en pro-
gramas de compromiso de nota.)
63
2.3.2.2.- Familia
** Corresponsabilidad en la educación:
- Intercambio de información (entrevistas, hojas informativas).
- Actividades en casa que refuercen los aprendizajes.
- Formación de padres (Escuela para padres).
64
** Selección de aprendizajes significativos.
** Mostrar la significatividad de ciertos contenidos de aprendizaje, enseñando
cómo se relacionan con procesos actuales que les interesan.
2.3.4.3.- Espacios
65
2.3.4.4 Diseño del currículum
2.3.4.5.- Evaluación
** Evaluar no debe ser asignar notas, juzgar o clasificar en sabe más o menos,
debe ser una constatación de qué falta por aprender para trabajarlo y de lo ya
aprendido.
** Corresponsabilidad en la evaluación.
Con frecuencia los documentos sobre educación plantean unas grandes metas que
no llegan más allá de las páginas del texto. Sin ir muy lejos nuestros Proyectos Educa-
tivos Institucionales evidencian, en la mayoría de los casos, la gran distancia existente
entre las metas y objetivos escritos y el hacer práctico de las instituciones.
Ese ámbito oculto de las interacciones sociales que predominan en las escuelas es,
en la mayoría de las veces, desconocido o pasado por alto por los docentes. El culto a
la planificación y la explicitación de los objetivos, contenidos y demás elementos del
currículum ha llevado a olvidar que lo realmente importante no es lo que se dice que se
hace en unas planillas cuidadosamente elaboradas, sino lo que de hecho se hace, la
práctica real que determina la experiencia de aprendizaje de lo planificado.
Sin duda asumir la tarea de afectar ese complejo campo de lo oculto no es labor fácil;
la resistencia al cambio es muy fuerte cuando se trata de replantear nuevas formas de
relación en la escuela, cuando el discurso democrático debe ser traducido a lenguajes
de la vida cotidiana, cuando se trata de cuestionar prácticas dogmáticas, intolerantes o
discriminatorias, arraigadas con alguna frecuencia en la vida cotidiana de nuestras
escuelas.
Pero a pesar de lo problemático que puede ser iniciar esa "revolución cultural" en las
mentes y en las aulas, creemos que es este el único camino confiable para lograr las
66
transformaciones radicales que nuestra escuela requiere. Somos conscientes de que
será un proceso lento, los cambios culturales tienen ese ritmo, sabemos por lo tanto
que no podemos esperar resultados inmediatos, pero es esta la única forma de que las
propuestas de educación y en particular las de formación moral, incidan realmente en
la experiencia de los estudiantes, de la comunidad educativa y de la sociedad en gene-
ral.
Estas demandas serán de diversa índole: algunos alumnos requerirán afecto, otros
solicitarán orientación, otros pedirán que les ayuden a clarificar sus conflictos, otros
demandarán que les ayuden a construir sus propios criterios. Unos necesitarán de una
señal de complicidad, otros una señal de aprobación, otros querrán que los escuchen,
otros que los acompañen, unos que les reconozcan sus cualidades, otros que avalen
sus iniciativas.
Los estudiantes se convierten así en los primeros jueces de sus profesores, cues-
tionando su coherencia entre la teoría y la práctica y entre sus diferentes formas de
expresión. Un profesor que en su discurso hable de compromiso cuando nunca tiene
tiempo para sus alumnos, o que constantemente llame la atención sobre la importancia
de obrar con criterio propio cuando siempre se le ve doblegado frente al rector, pondrá
a tambalear cualquier propuesta de educación moral por más cuidado que se halla
tenido en su elaboración. "El estudiante recibirá mensajes contradictorios en caso de
que un profesor dedicado a enseñar la dignidad humana, siguiese utilizando en su
67
lenguaje los prejuicios raciales, los estereotipos acerca de determinados grupos cultu-
rales, los lugares comunes acerca de la inferioridad o incapacidad de autonomía de la
mujer etc."
Esta realidad deberá llevar al docente a reflexionar sobre su propia formación moral,
sobre sus actitudes, comportamientos y prácticas que afectan directamente la labor
educativa, participando de ese modo en el mismo proceso de formación moral de los
alumnos, haciéndose consciente de la necesidad de ser cada día una mejor persona,
digna de credibilidad y en quien sus alumnos puedan depositar su confianza. En pala-
bras de Angelo Papacchini diríamos que "el maestro debería enfrentar con su ejemplo y
práctica diaria las influencias negativas del medio en el que se desenvuelve el estu-
diante, y la escuela debería funcionar como un laboratorio para aprender, experimentar
y construir una comunidad distinta".
La formación de normas puede ser muy sutil y quedar oculta. Las primeras impresio-
nes son cruciales. Por ejemplo, en las primeras clases el profesor emite inconsciente-
mente juicios muy sutiles acerca de las aportaciones y preguntas de los alumnos: qué
es elaborado, rechazado o ignorado; qué se construye como interesante y apropiado,
qué puede ser dicho, y cómo.
Junto a los contenidos que voluntariamente transmitimos existen una serie de ele-
mentos que transmitimos de forma no consciente y especificada mediante nuestras
actitudes, nuestro lenguaje, la organización del aprendizaje.
68
2.5.- Formas de integrar los valores en las diversas materias
Los valores deben ser algo que forme parte consciente de toda nuestra praxis edu-
cativa. Muchos profesionales suelen enfrentarse a una disyuntiva: "o doy valores o doy
los contenidos propios de mi asignatura", especialmente en áreas científicas, matemá-
ticas y lingüísticas. Sin negar que hay asignaturas que facilitan más ciertas formas de
transmisión de valores, la educación en valores debe ser considerada como un proce-
so amplio que incluye, no sólo saber conceptos, sino también desarrollar unas habilida-
des y hábitos conductuales, unas actitudes o unos modelos de organización escolar.
Toda asignatura tiene múltiples posibilidades de educar en valores.
En los ejemplos anteriores hemos adquirido alguna idea de cómo integrar los valo-
res, actitudes y conductas en la educación formal. Así podemos hablar de:
Existen materias, en especial las que implican una reflexión ética (Ética, Religión,
Filosofía) y las que implican un conocimiento de procesos sociales (todas las relacio-
nadas con las ciencias sociales), que incluyen entre sus contenidos y objetivos ele-
mentos relacionados con valores, tanto conceptos (ejemplo: el conflicto, la degrada-
ción ecológica), como procedimientos (ejemplo: dramatizar conflictos sociales), como
actitudes (ejemplo: valorar el diálogo).
Como tal, deben desarrollarse en el aula teniendo en cuenta todos los niveles de
trabajo desde el personal hasta el nivel de todo el planeta. Y buscando tanto la
vivenciación de los temas como la reflexión sobre los mismos y la puesta en práctica
de acciones. Y sobre todo, como ya reseñamos, educando conductas válidas dentro
del entorno escolar. Así mismo, como vimos, supone un buen conocimiento de los
diversos temas a trabajar. Es absurdo pensar, por ejemplo, que se hace una buena
Educación para la Paz, si se ignoran los logros de la paz.
- Materias instrumentales
69
situaciones sociales en que hay conflicto de valores (por ejemplo, del prejuicio en el
razonamiento matemático al prejuicio social)?
- Materias expresivas
- Para vivenciar valores. Vivenciamos conceptos, por ejemplo, la paz en los textos
de Hesíodo. También vivenciamos actitudes, por ejemplo, en dramatizaciones o
bailes donde existe un contacto y una cooperación entre varias personas, estare-
mos trabajando esos valores. Pueden ser especialmente útiles para acercarnos a
otras culturas (textos, imágenes… de esas culturas) o a conceptos nuevos. Un
ejemplo de esta última idea: un texto (que si no recuerdo mal era de Herodoto) en el
que decía que el mejor ejército era de homosexuales, pues delante de la persona
que amas no te mostrarás cobarde o no huirás dejándola a merced del enemigo. El
texto no deja de ser chocante contratándolo con la noción vanalizada y como tal
falsa, del homosexual como una loca histérica, o con la mentalidad actual de los
ejércitos donde la homosexualidad es causa de exclusión (pensemos en los casos
surgidos recientemente entre los altos mandos del Ejército democrático de EE.UU.
ante el intento del presidente Clinton de despenalizar la homosexualidad en el Ejér-
cito).
- También nos sirven para construir y reflexionar sobre valores. Por ejemplo, toda
reflexión sobre valores puede producirse en textos sobre todo lingüísticos. Pense-
mos en la diferencia entre pedir realizar una redacción sobre el mar, a pedir el
mismo ejercicio sobre un tema relacionado con los valores sobre la que hemos
tenido una animada discusión.
- A su vez sirve para actuar. Actividades como la correspondencia escolar que
permite conocer a personas de otros países, está trabajando el lenguaje; pintar un
el colegio con un mural que denuncie la degradación ecológica, es actuar denun-
ciando el problema y a su vez implica un trabajo plástico; escribir a las autoridades
70
para que aumenten el presupuesto de cooperación al desarrollo, es presionar para
cambiar unas políticas, pero implica un trabajo sobre lenguaje escrito, etc.
- Finalmente, la mayoría de las materias tienen una reflexión ética sobre sus len-
guajes. Por ejemplo en lengua encontramos el análisis de la publicidad. Aquí, la
propia materia nos lleva a analizar los mecanismos de manipulación por los que
este lenguaje nos lleva a conductas inicialmente no deseadas (sobre todo comprar
un producto no necesario), y a desarrollar conductas relativas al conocimiento de
fuentes alternativas de información o la capacidad crítica de decir no a productos
no deseados o incluso moralmente rechazables (desde drogas hasta productos
que explotan mano de obra infantil).
Como ya señalamos en todo el módulo, la educación en valores tiene tanto que ver
con los contenidos como con todas las prácticas educativas. En anteriores capítulos
señalamos la necesidad de cambios en la estructura educativa, de un análisis sobre
currículo oculto, o señalamos programas de trabajo. Por sólo reseñar un ejemplo, si
deseamos desarrollar actitudes y conductas de cooperación; más eficiente que cual-
quier discurso teórico, es mostrar que en nuestra práctica cotidiana funciona la coope-
ración, mediante la puesta en práctica de un programa de aprendizaje cooperativo.
Uno de los criterios utilizados para organizar los contenidos que se desarrollan en
forma simultánea, es el de organizar en materias o asignaturas, basadas en sus res-
pectivas disciplinas científicas, o en áreas curriculares que se fundamente en la
interdisciplina o la integración de disciplinas.
71
Las distintas disciplinas lo estudiarán de acuerdo con su enfoque (psicológico, di-
dáctico, sociológico, filosófico, etc.).
Críticas
Desde el punto de vista del aprendizaje algunas de las críticas a este tipo de organi-
zación basado exclusivamente en disciplinas separadas, son las siguientes:
2.6.3.- Interdisciplinariedad
La interdisciplinariedad surge como una de las tendencias del siglo XX para integrar
el conocimiento científico. Surgió como una necesidad de superar el fragmentarismo
del enfoque disciplinario e implica la relación o interrelación entre disciplinas.
72
La necesidad de interrelación ha dado lugar a que un mismo especialista abarque
dos campos de relaciones. Por ejemplo, Ingeniero y Doctor en Física, Psicólogo y
Pedagogo, o a que trabajen en equipos formados por especialistas de distintas discipli-
nas, con la finalidad de comprender y solucionar problemas, para cuya solución se
requiere el aporte de diversos campos del conocimiento.
- Integración de los contenidos de las distintas disciplinas a nivel del Diseño Curricular.
- Integración entre la teoría y la práctica. Se refiere a la posibilidad de transferir los
conocimientos de cada disciplina a la solución de situaciones problemáticas a
través de tareas prácticas en las que intervengan distintas disciplinas.
- Metodología a nivel de las actividades del aula. En este sentido la interdisciplinariedad
no es sólo una manera de organizar los contenidos, sino que es una manera de
pensar de aproximarse a la construcción de cualquier tipo de conocimiento. La
metodología debe tener como principio ser independiente de la manera en que se
organicen los contenidos.
73
Interdisciplinariedad: Existen interrelaciones reales entre disciplinas hay una ver-
dadera reciprocidad de intercambios y enriquecimientos mutuos. Las disciplinas que
se relacionan o modifican dependen unas de otras, transforman sus metodologías,
conceptos y lenguaje.
Aunque no existe un único proceso y una línea rígida de acciones existen algunos
pasos que se deben cumplir cuando se realiza un trabajo interdisciplinario.
Primer paso:
Segundo paso:
74
c.- resolver los conflictos entre las diferentes disciplinas implicadas tratando de
trabajar un vocabulario común y en equipo.
d.- construir y mantener la comunicación mediante encuentros y puestas en común
Tercer paso:
2.6.4.- Globalización
Decroly por ejemplo presenta un modelo pedagógico que se concreta como una
propuesta de trabajo en el aula llamada "centros de interés". De esa manera se opone a
la metodología imperante en su época de tipo analítico-sintética la cual sostenía que la
suma y asociación de percepciones simples lleva a conceptos mas amplios y univer-
sales.
Los "centros de interés" son las ideas ejes, en torno de las que convergen las
necesidades fisiológicas, psicológicas y sociales del alumno, y que son el resultado de
la percepción global infantil.
Estos estudios fueron empleados para sostener la necesidad de organizar los conte-
nidos de acuerdo con las características psicológicas. Las informaciones y problemas
con los que el alumno tomará contacto, deben ser de fácil comprensión.
En síntesis:
2.6.5.- Transversalidad
75
Los temas transversales responden a la vieja necesidad de conectar la institución
escolar con la realidad.
Tipos de criterios
Cada disciplina posee una estructura cuyos componentes principales son sustantivos
o conceptuales y metodológicos o sintácticos.
76
así como motivación, interés y esquemas cognitivos de los niños. Se debe considerar
la estructura cognitiva del
- Presentar contenidos culturales relevantes que sean significativos para los alum-
nos.
- Integrar contenidos de distintas disciplinas.
- Facilitar no solo el crecimiento psicológico de los alumnos, el desarrollo de las
estructuras cognitivas, sino también, la construcción de marcos teóricos y con-
ceptuales y métodos de investigación propio de las distintas disciplinas.
- Contribuir a pensar interdisciplinariamente, a crear hábitos intelectuales.
- Ayudar a descubrir los valores, ideologías e intereses que están presentes en
todas las cuestiones, sociales y culturales.
- Contribuir al trabajo en equipo de los docentes responsables del proyecto.
- Alentar la formación de personas creativas e innovadoras al centrar la enseñanza
en el planteo de situaciones reales y prácticas.
- Favorecer la reflexión crítica.
Se corre el riesgo de que el currículum integrado quede reducido en donde cada uno
hace lo que quiere, donde el docente carece de control de la situación.
La educación social y moral de los alumnos, en la medida que contiene una educa-
ción para las actitudes y los valores que ha de permitir opciones responsables de los
niños y adolescentes dentro del pluralismo característico de la sociedad moderna,
respetando al propio tiempo los valores y las creencias de otras personas y grupos
sociales".
77
Por tanto, los fines en la educación no deben limitarse a instituir y a desarrollar el
conocimiento, sino que también deben contribuir al desarrollo de la persona de forma
global y de la sociedad.
Lograr una adecuada educación moral no se consigue solamente con la ley o una
normativa; el criterio autónomo de moralidad es el resultado de un proceso de ir cons-
truyendo poco a poco, formando idea clara de la justicia y la solidaridad, lo cual consti-
tuye el núcleo básico de la educación social.
Los grandes valores que configuran los más importantes ejes transversales y las
actitudes y normas globales que hay que tener en cuenta en todas las actividades
educativas y también en cualquier relación escolar de convivencia e interrelación.
El gráfico siguiente es una parte del esquema general de una reforma educativa.
Nos permite ver la ubicación de los valores en ese contexto.
Este esquema es el Diseño Curricular Base que define los objetivos y contenidos
generales, así como los criterios de evaluación del primer nivel de concreción.
78
DISEÑO CURRICULAR
SE DEFINE
OBJETIVOS ÁREAS
GENERALES CURRICULARES
DE ETAPA
PUEDEN SER
Los equipos los deberán tener en cuenta a la hora de hacer las programaciones
generales y de aula a fin de conseguir su asimilación al finalizar la etapa.
- Mostrar aceptación y respeto hacia uno mismo y auto-reflexionar sobre los propios
comportamientos, sobre el funcionamiento de la clase.
- Ser personas dialogantes, respetuosas, tolerantes al tiempo que críticas, interesa-
das por los acontecimientos y hechos cotidianos.
- Aceptar las normas consensuadas sobre el funcionamiento de la clase y del centro
y colaborar en su cumplimiento. Lo mismo puede aplicarse en el juego que en
actividades con compañeros.
- Valorar el espíritu de colaboración por encima del espíritu de competición.
- Responsabilizarse de mantener el orden, pulcritud y cuidado de los materiales,
instalaciones y lugares propios y colectivos dentro del centro.
- Mostrar autonomía y decisión en las iniciativas propias, al margen de influencias
procedentes de otras personas. Ser capaces de rectificar y modificar, cuando sea
necesario nuestra actitud.
- Apreciar la constancia y pulcritud en la realización y presentación de trabajos.
Recurrir a diferentes fuentes de consulta, interesarse en la recogida de datos y en
la experimentación.
79
- Utilización de con vocabulario preciso y correcto en lo referente a las diversas
áreas.
- Valorar positivamente la imaginación y la creatividad.
Una vez situados los valores, actitudes y normas (contenidos actitudinales) se pro-
porciona una base ética personal y social para la educación.
80
Resumen
Los valores, aun cuando se eligen en un acto de opción libre, son, sin embargo,
cultivables de múltiples formas en la educación. Así, por ejemplo, el ambiente familiar
es un medio propicio para cultivar los valores; el clima espiritual dentro de la escuela
despierta en el estudiante el interés por los valores; el modelo del profesorado en una
Institución educativa es un factor fundamental para el despertar de los niños y jóvenes
a los valores, ya que los profesores con el ejemplo de sus vidas, con sus actitudes,
con su disposición de diálogo y con la madurez de sus criterios motivan e iluminan a
sus alumnos en la opción por los valores; los textos de estudio en uso en la universi-
dad, las metodologías pedagógicas que se aplican en la docencia, las tareas, deberes
e investigaciones que se asignan a los alumnos, las actividades para-académicas que
se programan.
81
82
Capítulo 3
Ejes Temáticos
Introducción
Es decir, aprovechando que la edad de los niños y niñas nos lo permite, debemos
partir de los currícula y programaciones de aula para poder marcarnos los parámetros
adecuados para trabajar la educación en valores en un sentido globalizador e integral,
puesto que, como ya hemos dicho, los valores son una cualidad exclusiva de las perso-
nas y en todas nuestras acciones, sentimientos, intereses, prioridades, ... hay presen-
tes, seamos o no conscientes, una serie de valores que nos condicionan tanto a nivel
personal como en nuestra relación con los otros.
83
No nos debe asustar cómo podemos concretar objetivos, o concretar metodologías
orientadas en esta línea. Tal y como hemos dicho en otro momento, siempre se está
educando en valores. Sólo nos lo debemos creer nosotros mismos y reflexionar sobre
ello. Nuestra manera de entender el mundo y los otros es un potencial que estamos
transmitiendo a nuestros alumnos, a nuestros hijos... Este potencial lo transmitimos
con la finalidad que nuestros niños y niñas sean los adultos del futuro. Es decir, perso-
nas comprometidas con su sociedad: solidarias, justas, sinceras, capaces de ponerse
en el lugar del otro, honradas, etc. y, lo que es más importante, que sepan dar continui-
dad a la educación en valores.
Ideas Clave
84
Para ello trabajaremos:
85
Para ello trabajaremos:
No nos basta con que un grupo de alumnos quiera cooperar a la hora de educar en
valores- Es preciso despertar una serie de habilidades y destrezas básicas que:
86
se a él puede ser algo negativo (por ej., si dos niños se pegan por un juguete) o
algo positivo (por ej., jugar con el juguete juntos, pactar jugar un rato cada uno,
etc.).
Una regulación negativa del conflicto producirá violencia, generará el deseo de
causar el máximo daño posible a nuestros antagonistas (desde pegarles a tirar
bombas atómicas) y generará soluciones inestables (probablemente perdure el
odio durante mucho tiempo y también que haya venganza). Por el contrario, la
regulación positiva genera bienestar, preocupación por el antagonista, supone una
solución estable al ser una solución aceptada por las partes y lleva a las personas
a madurar. Todo desarrollo tanto intelectual como moral es una superación de con-
flictos que se producen en un nivel inferior de desarrollo.
Toma de decisiones
87
- Un resultado eficiente que dé solución a las necesidades que se plantean.
- Una satisfacción por parte de todas las personas que participaron en la decisión
para que todas se involucren en la puesta en práctica.
En la época actual cambian las pautas culturales, las percepciones sobre la familia,
sobre el valor del dinero, la conciencia de lo que es relevante y lo que es accesorio, etc.
Surgen nuevas pautas de acumulación económica, predomina el individualismo, se
pierde el sentido de trascendencia; pero paradójicamente, también existen refuerzos
renovados en la lucha por la justicia y la equidad, contra los fanatismos y a favor de un
progreso científico que beneficie a la humanidad en su conjunto. En todo esto se apre-
cian cambios de conductas tras los cuales existen valores que se derrumban y otros
que emergen con pujanza: la conciencia ecológica, la preocupación y ocupación por los
derechos humanos, la igualdad de sexos, la democratización de la información y del
conocimiento, la pluralidad, la tolerancia, el respeto y la dignidad.
88
las normas de convivencia y desarrollen estructuras y formas de organización del
pensamiento y de su socialidad, que favorecen o no el desarrollo de la capacidad de
elección, principio básico de la formación en valores.
Las ciencias educativas tienen como objetivo último la realización plena del ser
humano, para lo que desarrollan el instrumental pedagógico y didáctico como medio
específico y propio. De este modo, los objetivos con respecto al desarrollo de habilida-
des, transmisión y generación de conocimientos, y otros que son específicos de las
ciencias educativas, son instrumentales al objetivo fundamental y, por tanto, válidos
únicamente en su correspondencia con aquél.
Ámbito de las actitudes, valores y normas (ser, saber ser, saber comportarse)
- las actitudes responden al ser, es decir, son la concreción de los valores traduci-
dos en acción, y corresponden al ámbito de la realidad y de las vivencias;
89
- los valores en la categoría del saber ser, del valer;
- las normas, establecidas por consenso, que guían el saber comportarse.
El siguiente esquema vincula los valores con los contenidos procedimentales que
diferencian el "saber hacer" del "ser".
Procedimientos Valores
Toma de conciencia.
90
A modo de síntesis
Son dos los principales modelos que establecen estadios morales en el desarrollo
de la persona:
91
estadios -subdivididos cada uno de ellos en dos- según la madurez en la formula-
ción de juicios, basados en el razonamiento moral, bajo la "supuesta" universalidad
de los seis estadios evolutivos y la existencia de principios universales, entendidos
como guías para tomar una decisión moral y no prescripciones concretas.
Taxonomía de Kohlberg
Nivel y estadio Lo que está bien Razones para hacer Perspectiva social
lo que está bien del estadio
NIVEL I: PRE-
CONVENCIONAL
Estadio 1 Evitar transgredir nor- Evitación del castigo y Punto de vista egocén-
mas sancionadas con del poder superior de las trico. No considera los in-
Moralidad castigo, obedecer por autoridades. tereses de los otros, ni
heterónoma obedecer y evitar el reconoce que son dife-
daño físico a personas y rentes de los suyos; no
propiedades. relaciona dos puntos de
vista. Las acciones son
consideradas más en
términos físicos que de
interés psicológico de
los otros. Confusión de
la perspectiva de la au-
toridad con la propia.
Estadio 2 Seguir las reglas sola- Satisfacer las propias Perspectiva individualis-
mente cuando van en necesidades o intereses ta concreta. Conciencia
Individualismo, interés inmediato de al- en el mundo, donde hay de que todos tienen que
propósito instrumen- guien; actuar para obte- que reconocer que otras perseguir sus propios in-
tal e intercambio. ner los intereses y las personas tienen también tereses y que estos in-
necesidades propias y sus intereses. tereses entran en con-
92
dejar que los otros ten- flicto, para lo cual el bien
gan el mismo. Lo que es relativo (en un senti-
está bien es también do individualista concre-
aquello equitativo: un in- to).
tercambio igual, un trato,
un acuerdo.
NIVEL II:
CONVENCIONAL
Estadio 3 Vivir de acuerdo con lo Necesidad de ser una Perspectiva del indivi-
que esperan las perso- buena persona a los pro- duo en relación con los
Expectativas nas próximas a uno b pios ojos y a los de los otros individuos. Senti-
interpersonales, con lo que las personas, otros. Creer en la regla mientos, acuerdos y ex-
mutuas relaciones en general, esperan de de oro. Deseo de man- pectativas compartidas
y conformidad aquellas que ocupan el tener las reglas y la au- que prevalecen sobre
interpersonal. rol de uno como hijo, her- toridad que sirve de los intereses individua-
mano, amigo, etc. “Ser base a la conducta les. Relaciona los pun-
buenos” es importante y estereotipada. tos de vista con la regla
significa tener buenos de oro concreta, ponién-
motivos, mostrar signi- dose en el lugar de los
fica mantener relacio- otros. Todavía no consi-
nes mutuas, tales como dera una perspectiva
confianza, lealtad, res- generalizada del siste-
peto y gratitud. ma.
NIVEL III:
POSTCONVENCIO-
NAL O DE PRINCI-
PIO
93
las obligaciones labora- cialidad objetiva y con-
les. Preocupación por- sideración de obligato-
que las leyes y los de- riedad. Considera los
beres estén basados en puntos de vista mora-
cálculos racionales de les; reconoce que a ve-
utilidad general: ‘ el ma- ces están en conflicto y
yor número de perso- resulta difícil integrar-
nas’. los.
Es por eso que el modelo ecléctico entre ambos sería más aceptable, por lo menos
porque comprendería las vertientes racional y emocional humanas, no excluyentes
entre sí, e incluidos los dos en el ámbito de la moral. Queremos señalar, además, que
la dimensión moral de la persona no excluye una vertiente además de racional y lógica,
también intuitiva, que los estadios de Kohlberg no comprenden. El razonamiento puede
dar respuesta ante situaciones socialmente controvertidas, pero la lógica pura no da
lugar a contemplar toda la vertiente emocional e incluso la intuitiva que tanto se ha
olvidado en el comportamiento educativo; probablemente porque aparentemente cae
fuera de la posibilidad educativa y parece que la definimos como algo a lo que se tiene
cierta predisposición innata, y hacia lo cual la mujer por norma general presenta un
mayor nivel de sensibilidad.
Como conclusión, apostamos por un clima moral que defiende el cultivo de la auto-
nomía personal, la "disponibilidad hacia el diálogo como mejor forma, la única forma
legítima, de abordar los conflictos y las diferencias alrededor de estas cuestiones en
las que no coincidimos y el cultivo de aquellas disposiciones volitivas y emocionales
94
de la persona que le permitan ponerse en el lugar del otro y preservar a través de la
constancia y el esfuerzo por aceptar y respetar la diferencia, no necesariamente com-
partida, como valiosa y como una forma de tolerancia activa capaz de ser aplicada en
las diferentes esferas actuales y futuras de la vida.
La evaluación implica juzgar en qué medida están siendo incorporados los valores y
actitudes que se promueven, no para calificar, sino para planificar y decidir qué nuevas
acciones educativas se han de adoptar.
95
En los contenidos actitudinales, como actitudes, valores y normas, se busca lo-
grar una predisposición a actuar de una forma aceptada socialmente. Se evalúa el
valorar.
Son diversos los objetivos que, consensuados por el equipo de profesores, propor-
cionan una evaluación asertiva respecto al desarrollo moral de los alumnos y alumnas.
96
dimientos y actitudes es más adecuado combinar la evaluación en términos de pro-
ductos o resultados con las formas de proceder o desempeños.
Es más fácil evaluar conductas que rasgos, debido a que en éstas es posible intro-
ducir indicadores que hagan más eficaz la evaluación.
Éste es el mejor modelo porque conduce a un marco de referencia común para todos
los evaluadores, qué se quiere evaluar y cómo se valora, qué se quiere conseguir en la
educación en valores.
Teniendo claro el sentido de la evaluación (el para qué), se puede pensar en qué
métodos o técnicas usar (el qué o cómo evaluar).
Evaluar es juzgar en qué medida están siendo incorporados los valores y las actitu-
des que se han de promover.
Para evaluar las dimensiones de la personalidad moral se sugiere usar los indicadores
críticos que corresponden a las conductas observadas. Estos permiten identificar y
descubrir comportamientos específicos que estén claramente relacionados con los
objetivos finales que se desea lograr en función de cada dimensión, de acuerdo con el
momento evolutivo de los alumnos y alumnas.
97
A través de la observación sistemática se recogen datos para su posterior interpre-
tación y análisis:
Técnicas no observacionales
a.- Entrevistas: es uno de los medios más efectivos para obtener información y
aumentar la comprensión de las experiencias y acciones individuales. Permite
expresar creencias, expectativas, actitudes, opiniones o razonar de modo justifi-
cativo respecto a una determinada acción.
b.- Debates, asambleas y otros medios: los debates, asambleas, juegos, simula-
ción, role-playing, excursiones, etc., crean situaciones en las que se intercambian
y coordinan puntos de vista en y con el grupo, fomentando una mentalidad crítica
e indagadora, con formas de trabajo cooperativas, en las que la participación de
todos ayude a descubrir normas, mediante el diálogo y las aportaciones mutuas
de razones.
98
Resumen
La actividad educativa que infunde forma humana y moral a los alumnos y alumnas
se lleva a cabo en dos fases: la primera se destina a reconocer los principios morales
esenciales y a derivar de ellos sus concreciones; en la segunda se trata ya de activar
las posibilidades de cada sujeto para que realice repetidamente actos que vayan confi-
gurando los hábitos morales y el carácter personal, de acuerdo a los principios y
valores morales previamente reconocidos.
Culminar estas dos etapas de manera exitosa requiere una fuerte presencia y un
compromiso por parte del educador. Una actividad educativa que se plasme en la
presentación de modelos personales dignos de ser imitados; en la explicación clara y
minuciosa de lo que es una conducta moral; en la exhortación o persuasión de los
alumnos y alumnas en favor de determinadas formas morales; en la exigencia, el con-
trol y la evaluación; en el diseño de entornos institucionales densos en prácticas virtuo-
sas, de manera que impregnen a todas las personas que los frecuenten; y en la consi-
deración del valor de las experiencias sociales de toda índole.
Los valores son una realidad personal. No se trata de enseñar un determinado siste-
ma de valores, sino de facilitar procesos personales de valoración. Cada alumno y
alumna debe reflexionar y discernir aquellos valores que desea hacer propios, median-
te un proceso eminentemente personal.
99
Ficha de Actividades - Eje Temático 3 y 4
I.- Realice un análisis del centro educativo al que Ud. pertenece basándose en las
siguientes preguntas. (Las respuestas "sí" o "no", deben ser explicadas) Extién-
dase no más de una carilla.
¿Cuáles les parecen más adecuadas para la realidad de sus aulas o centros
educativos? ¿Por qué? (No extenderse más de diez renglones)
III.-
a.- ¿Cuáles piensa que serían las ventajas de implementar en su centro educati-
vo la educación para la paz como materia transversal y de qué manera la
implementaría? (No más de media carilla)
b.- ¿Cómo relaciona la educar para la paz y educar en la diversidad? (No exten-
derse más de cinco renglones)
100
Actividad Nº 2 (autoevaluativa)
a.- ¿Qué le inspira la siguiente parábola de G. Negri? Cree una historia relacionada
con "Reconstruir al alumno" y otra con "Reconstruir al maestro". Puede graficarla,
si lo desea, en una viñeta. "Reconstruir a la Persona".
- Muy sencillo, papá. En el reverso del papel estaba dibujando un ser humano. He
reconstruido primero aquella persona y el mundo se ha ido articulado por sí
mismo."
101
Actividad Nº 3 (autoevaluativa)
a.- ¿Qué valores y contravalores pondría en las flechas de la figura con respecto a
la Paz como valor?
b.- En base a las mismas elabore una historia referida al ámbito escolar donde se
relacione el tema de la paz y en donde aparezcan por lo menos cuatro valores y
cuatro contravalores.
PAZ
PAZ
102
Capítulo 4
Ejes Temáticos
Introducción
"Antes de abordar algunos elementos de análisis que nos permitan comprender los
retos de la educación para la paz, desde una perspectiva global, basada en los dere-
chos humanos, quisiera reflexionar, como punto de partida, sobre las funciones asigna-
das a la educación a través de la lectura de un poema escrito hace diez años por una
joven londinense de quince años".
103
De la lectura de este poema, podemos sacar varias conclusiones. La primera nos
llega de una lectura atenta del poema mismo, no alejada de la realidad más próxima y
de las dificultades que, en la actualidad, tienen muchas personas para incorporarse a
la sociedad y, en concreto, al mundo del trabajo. Si es cierto que el derecho a la
educación es un derecho humano reconocido por la Declaración Universal de los Dere-
chos Humanos de 1948 en su artículo 26 y en otros instrumentos internacionales
posteriores como la Convención sobre Derechos de la Infancia de 1989, en el seno de
la sociedad se producen situaciones y actitudes contrarias a los principios de igualdad,
fraternidad, solidaridad y no-discriminación que deben regir las relaciones entre los
individuos dentro de cualquier organización social inspirada en los derechos más ele-
mentales de la persona. El texto poético nos alerta sobre una evidencia: la educación
por sí misma no es motor suficiente para el desarrollo integral de las personas ni
asegura su inserción en la sociedad, necesitando que en la sociedad misma se produz-
can cambios sustanciales que posibiliten el pleno ejercicio y respeto de los derechos
humanos.
Por otro lado, la fuerza del poema radica no sólo en los elementos emocionales que
contiene, sino sobretodo en la denuncia que hace de una situación de injusticia que
persiste lamentablemente aún en nuestras sociedades con un gran desarrollo demo-
crático. Este hecho pone en evidencia una segunda conclusión: la educación del siglo
venidero, la educación esperanzada en un futuro mejor, debe abandonar su neutralidad
y reconocer tanto su relación con la política como tener presente que no siempre ha
sido instrumento eficaz ni para asegurar la igualdad de oportunidades para quienes la
reciben ni para eliminar las desigualdades sociales; y mucho menos ha sido empleada
para aprovechar las capacidades individuales y colectivas en beneficio de la búsqueda
de soluciones positivas a las problemáticas que el mundo de hoy tiene planteadas.
Una tercera conclusión se infiere de la dos anteriores en su relación con las funcio-
nes asignadas a la educación: si desde el siglo pasado la función social de la "escuela
de masas" consistía principalmente en la instrucción de los ciudadanos para que res-
pondiesen a las necesidades sentidas, percibidas o tenidas por la sociedad y para
reforzar la creación de una nueva forma de organización encarnada en el Estado mo-
derno, desde la segunda mitad del siglo veinte, una nueva función viene a completar la
función de socialización. Me refiero a la función liberadora de la educación reconocida
por algunas reformas educativas actuales, como la española, que significa entre otras
muchas cosas que la educación debe ser una herramienta eficaz para transformar la
sociedad y ajustarla de manera que las necesidades humanas sean satisfechas para el
mayor número de personas. Considerar la educación desde un paradigma reproductor
desembocaría ineludiblemente en aceptar que es imposible imaginar para las nuevas
generaciones visiones optimistas del futuro. La educación en su sentido más amplio y
la escuela, en concreto, no pueden mantenerse al margen de los problemas que pre-
ocupan a los seres humanos de nuestra época, ni desconocer los esfuerzos de perso-
nas y grupos que, en la actualidad, en todos los continentes se enfrentan a ellos. Si
bien es cierto que la escuela no ha tenido ni tiene un papel privilegiado en los esfuerzos
liberadores, eso no debe implicar la negación de la capacidad que ésta tiene para
intervenir y concienciar sobre los peligros de una cultura vertebrada en la violencia y la
104
obligación moral de abrir espacios donde individuos plurales puedan pensar, dialogar e
imaginar juntas nuevas posibilidades de vida.
Por último, la lectura didáctica del poema, nos alerta también sobre la necesidad de
conciliar en el mundo de la educación dos elementos que están estrechamente unidos:
conocimiento y ética. Es precisamente en la dimensión ética de la educación donde la
educación para la paz, basada en los derechos humanos, encuentra uno de los ejes
medulares del nuevo currículo implantado, en todo el mundo, por las diferentes refor-
mas educativas. El respeto de los derechos humanos resulta esencial para el progreso
y el desarrollo social y económico. Sin embargo, en el mundo de hoy, los derechos
fundamentales, como la vida, la libertad y la seguridad física de una persona, se en-
cuentran bajo la amenaza constante de las fuerzas de la represión, el odio étnico y la
explotación.
- En primer lugar, porque los derechos humanos conforman esa "ética del consen-
so" que rige la convivencia entre las personas de la misma o de diferente cultura;
por esta razón deben ser en sí mismos contenidos tensionales propios de la ense-
ñanza ya que son elementos básicos de los conocimientos del aprendizaje social.
105
- En tercer lugar, porque los derechos humanos constituyen los principios de una
concepción educativa que fundamenta y orienta el currículum y el quehacer docen-
te. Y por último, porque tal como sostenemos más adelante sirven de elementos
integradores de una concepción amplia de educación para la paz y permiten la
posibilidad no sólo de ser los conductores que nos aproximen a la problemática
mundial a través de los llamados ejes transversales, sino también de orientar des-
de una nueva perspectiva los conocimientos que provienen del mundo de la ciencia
y de la tecnología.
Los Derechos Humanos deben entenderse como los elementos básicos de una ciu-
dadanía que exige una actitud de respeto hacia la dignidad de la persona en su dimen-
sión individual y colectiva, por un lado; pero también al reconocimiento del otro y su
peculiar forma de entender el mundo. La Educación para la Paz requiere de un verdade-
ro aprendizaje social que permita no sólo la adquisición de los conocimientos esencia-
les sobre la sociedad y la mejor forma de participar en ella (aprender a vivir consigo
mismo y con los demás), sino que exige también la adquisición de aquellos conoci-
mientos y estrategias de transformación, de conducirse por nuevos valores, social-
mente construidos, que respondan con creatividad a las nuevas problemáticas plantea-
das en el presente y en el futuro.
La Educación para la Paz (EP) definida como ese proceso de respuesta a la proble-
mática mundial desde la óptica de los derechos humanos no puede inspirarse en la
idea moderna de un sujeto (individual y social) universal y autosuficiente, sino todo lo
contrario: en una racionalidad que se construye cooperativamente en el diálogo, la
comunicación y el intercambio entre individuos y sociedades que están históricamente
contextualizados. Es evidente que las sociedades actuales son cada vez más
heterogéneas tanto por la presencia de poblaciones de diferente origen cultural, como
por la influencia de los medios de comunicación.
106
cidades y las oportunidades para disentir críticamente sobre la forma de cómo es
gobernado el mundo.
Los currícula deben admitir el conflicto como un elemento positivo que capacite a
los alumnos/as para juzgar sobre cómo la sociedad está organizada, cómo en las
relaciones sociales existen estructuras que favorecen la desigualdad; así como permi-
tirles posibilidades nuevas y futuras de concebir y construir las sociedades desde los
principios éticos de los derechos humanos como elementos básicos de la convivencia
y del valor positivo de la diferencia."
(Fragmento del artículo "Hacia una perspectiva global de la educación para la Paz:
derechos humanos, retos para el Siglo XXI" de José Tuvilla Rayo, miembro del
equipo pedagógico del Centro Internacional de formación en la Enseñanza de los
Derechos Humanos y la Paz -CIFEDHOP- de Ginebra...)
Ideas Clave
- Paz interna: es la paz del sujeto. La persona que goza de ella se caracteriza por
poseer un equilibrio psíquico, sentimientos altruistas, ausencia de conflictos entre
su corazón y su mente, etc.
- Paz externa: es decir, la paz del "objeto". Esta paz es aquella que recae sobre un
fenómeno cultural, jurídico, político y social.
La idea de paz negativa lleva a una visión demasiada estrecha e interesada, que
apenas repercute en los individuos sociales concretos.
107
Los modernos estudios van más allá y consideran la paz en su sentido positivo. De
esta forma aparece un tipo de sociedad en la que, además de no haber guerra, ni
siquiera existe la violencia estructural. Un tipo de sociedad donde se construyen, posi-
tivamente, los valores profundos de la persona y se respetan los valores fundamenta-
les del ser, tales como: la libertad, la justicia, el derecho a la vida, el equilibrio ecológico,
una calidad de vida suficiente y repartida con equidad…
Desde nuestra cultura occidental, nos resulta más fácil centrarnos en eliminar aque-
llos aspectos de violencia directa y agresiones que amenazan el equilibrio armónico.
Sin embargo, el educador para la paz debe considerar también aquellos aspectos,
menos visibles -pero existentes-, de un tipo de violencia silenciosa que es generada
por los desequilibrios, las desigualdades y las situaciones de opresión en la que se
hallan sumidos millones de seres humanos.
Desde esta nueva perspectiva, se pueden individuar cuatro tipos de violencia funda-
mental, entendidos como negación de las necesidades humanas primarias.
Las sucesivas matizaciones del concepto de paz llevan a descubrir un triple y pro-
gresivo camino que, partiendo de los objetivos mínimos de la paz negativa, de desarro-
llan hasta llegar a la idea más completa y profunda de la no-violencia.
108
NECESIDADES TIPOS
FUNDAMENTALES DE VIOLENCIA
Etnocidios
Necesidad de VIDA VIOLENCIA Asesinatos
Desapariciones
Holocaustos
Torturas-terror
Necesidad de LIBERTAD REPRESION Campos de concentración
Presos de conciencia
Dictaduras
Hambre
Subdesarrollo
Necesidad de BIENESTAR MISERIA Neocolonialismo
Marginación
Muerte espiritual
Necesidad de REALIZACION ALIENACION Carencia de cultura
PERSONAL Consumismo
Es tarea del educador recorrer este camino: partir del concepto más simple y más
arraigado de nuestra mentalidad occidental para reconducir el proceso educativo hacia
metas más complejas y profundas.
109
SEGMENTOS PAZ PAZ NO-VIOLENCIA
PEDAGÓGICOS NEGATIVA POSITIVA
2 De la paz entre esta- Paz entre las naciones. Acciones populares Protagonismo de la co-
dos al protagonismo para la paz. munidad.
de los grupos territoria-
les.
De ello se deduce que no es suficiente hables y teorizar sobre la paz sus posibilida-
des, si la estructura, desde la que se pretende educar, es opuesta a la paz.
El sistema educativo actual posee una serie de matrices que pueden favorecer, de
forma latente, situaciones de violencia estructural. Para descubrirlos no hay como re-
currir al análisis del "currículum oculto", que ayuda a desenmascarar aquellas actitu-
des prácticas que se transmiten en el proceso de aprendizaje y que no se hallan
reseñadas en el proyecto e ideario educativo.
110
Educar para la paz: una forma creativa de no-violencia
Educar para la paz no debe convertirse en la transmisión "fría" y que reciben los
alumnos. Es una tarea más compleja y vivencial.
Tampoco la educación para la paz deberá ser considerada como una ciencia "ange-
lical" que tiende a enmascarar los conflictos que surgen en la relación cotidiana en
entre las personas.
En todo momento, quien pretende educar para la paz sabe que su forma de actuar es
el principal mensaje y los contenidos más significativos.
Los niños y adolescentes que entren en contacto con la educación para la paz, se
sumergen en una realidad peculiar y característica que condiciona el aprendizaje.
- En primer lugar, la Educación para la Paz se halla condicionada por una serie de
contenidos conceptuales a transmitir en el proceso educativo, al igual que en cual-
quier sistema conceptual de enseñanza.
- Una segunda característica a tener en cuenta es que la educación para la paz no
parte de cero, sino que se halla condicionada por la concepción pacifista dominan-
te en el entorno social donde se produce el hecho educativo.
- En tercer lugar, aparece un factor nuevo: la realidad de la paz va más allá de
cualquier sistema conceptual. Afecta grandemente a niveles emotivos, afectivos,
conductuales, simbólicos e incluso trascendentes.
- Un cuarto elemento a tener en cuenta es la multidisciplinariedad requerida por una
adecuada Educación para la Paz. En primer momento se apoyará en datos prove-
nientes del entorno personal, familiar y del barrio. Posteriormente se apoyará en
datos geográficos, de bienestar y consumo… para aportar los elementos de análi-
sis que exigen unas bases científicas.
111
Todo lo expuesto debe ser compaginado con un estilo de educación para la vida, en
el que prime lo operativo sobre lo conceptual y la construcción afectiva de la paz sobre
los esquemas de contenido.
Estas intuiciones darán al educador pistas para elaborar un diseño curricular sobre
una educación para la paz.
CONCEPCIÓN CONCEPCIÓN
INSTRUMENTALISTA NO-VIOLENTA
4 Pretende ofrecer una serie de conocimien- Proceso de cambio de valores a largo plazo.
tos en un breve espacio temporal.
5 Metodología standard, centrada en adquisi- Metodología propia, que busca acercar la vida y
ción de contenidos. desembocar en acciones.
6 Visión occidental, que pretende informar Toma de conciencia sobre cualquier actitud vio-
acerca de la amenaza nuclear. lenta.
8 Interés por la amenaza de guerra que des- Interés global por: desarrollo, derechos huma-
trozaría el bienestar del Primer Mundo. nos, bienestar repartido, Tercer Mundo…
112
La respuesta es precisamente la contraria, en primer lugar la diversidad nos enri-
quece, en segundo término no existen dos personas exactas, (ni siquiera entre geme-
los y mellizos). Es importante aceptar la diferencia como un rasgo distintivo de la
realidad humana, apreciar la diversidad como algo intrínseco a nuestra condición e
incluso necesario para compartir un mundo más divertido, más heterogéneo y menos
uniformado o aburrido.
La condición previa para una paz permanente es la igualdad; sólo las desigualdades
pueden desequilibrar tanto la situación que provoquen respuestas desesperadas y vio-
lentas de rebelión ante la iniquidad. Por eso a veces se justifica la guerra como un
medio de llegar a una situación más justa en el reparto que permita una paz más
estable. O se mantienen períodos extensos de "paz forzada" bajo el terror . Pero ningu-
na de las situaciones es correcta, porque la paz que sigue a la guerra la impone solo
una parte vencedora, y tarde o temprano (a veces incluso lustros después de creído
terminado el conflicto, véase el caso de los Balcanes europeos) se repite de nuevo el
recurso a la guerra como venganza de la otra parte perdedora. Como consecuencia, la
única paz posible siempre surge cuando no hay ni vencedores ni vencidos. En otro
sentido, una paz impuesta por el terror es una violencia contenida, pero no deja de ser
una situación violenta, y por tanto nada tiene que ver con la paz.
113
En definitiva, la cuestión es compleja y no puede abordarse sólo desde lo didáctico,
sin considerar el contexto social en que nos movemos y la ideología con que lo juzga-
mos. En cuanto pongamos en relación la jerarquización social con la realidad educati-
va, quedará claro que no se trata sólo de considerar las diferencias puramente indivi-
duales.
114
Para ello, es necesario incorporar a los currícula un trabajo sostenido que se pro-
ponga:
- La construcción de la autoestima.
- El conocimiento del otro, de las identidades culturales diversas.
- El reconocimiento de los conflictos en la vida cotidiana del grupo escolar y de la
escuela toda.
- El estudio de la conformación de la sociedad local en lo histórico y lo territorial.
- La recreación cultural de la realidad social: análisis y discusión de episodios, men-
sajes, costumbres, valores que circulan.
- Sensibilizar a la comunidad frente a la discriminación, generando conocimientos,
sentimientos y actitudes anti-discriminatorias y enseñando nuevas formas de re-
solver conflictos.
Desde el punto de vista de los alumnos, los niños, niñas y adolescentes necesitan
herramientas para analizar las informaciones que reciben, para evaluar sus fuentes y
para extraer conclusiones. Así, la escuela propicia que los estudiantes dejen de ser
pasivos receptores. Esta tarea forma parte de una educación para una convivencia
pacífica y justa.
En este contexto, la educación tiene una doble misión: enseñar acerca de la diversi-
dad y los problemas de la humanidad y contribuir a una toma de conciencia de las
semejanzas e interdependencias que existen entre todos los seres humanos.
115
necesidades que cualquier alumno pueda presentar a lo largo de su escolaridad,
cualquiera que se sea su origen y carácter.
b.- Las necesidades educativas de un alumno tienen un carácter interactivo. Las
dificultades de aprendizaje de los alumnos tienen un carácter fundamentalmente
interactivo, pues dependen tanto de las características personales como de las
características del entorno educativo en el que se desenvuelve y la respuesta
educativa que se le ofrece.
Objetivos transversales
La educación para la paz es por tanto un proceso que debe estar presente en el
desarrollo de la personalidad. Como proceso debe ser continuo y permanente, para
enseñar a "aprender a vivir en la no violencia", y que confía en la creación de ámbitos
de justicia, de respeto, de tolerancia y felicidad gradualmente más amplios.
116
- Reconocer y valorar la propia agresividad como una forma de autoafirmación bajo
control permanente, capaz de ser puesta al servicio de la superación personal y de
actividades altruistas que favorezcan el bien común.
- Valorar la convivencia pacífica con los otros y entre los pueblos como un bien
común de la humanidad que favorece el progreso, bienestar, entendimiento y com-
prensión, rechazando el uso de la fuerza, la violencia o la imposición frente al débil
y apreciando los mecanismos del diálogo, del acuerdo y de la negociación en igual-
dad y libertad.
Por una parte los medios masivos de comunicación nos inundan con informaciones
negativas de la agresividad y violencia humana, de forma que "lo violento" de unas
minorías se sobre valora frente a "lo pacífico" de la mayoría; por otra parte es cierto
117
que el recurso a la violencia y lo escabroso es mayoritario entre los "temas" que se
ofrecen como "ocio" a los ciudadanos (cine, TV, videojuegos, dibujos animados e inclu-
so literatura)
Por este camino se nos vende un aspecto pesimista y negativo que es minoritario,
frente a un optimismo más real de un deseo gradual y mayoritario de paz universal. Sin
embargo, sí es cierto que el ejercicio de la "pequeña violencia" es habitual en nuestra
forma de convivir, como resultado de una "natural agresividad" basada en el "instinto de
supervivencia". Así es como la violencia instintiva (la violencia nunca puede ser racio-
nal), se instaura en nuestro modus vivendi de mil maneras distintas, pero siempre
porque el individuo no ha sabido (no ha sido enseñado a) dirigir su agresividad de forma
positiva para sí mismo y para los demás, o simplemente porque nuestro modelo social
genera situaciones tan injustas que propician esas erupciones de ira, rabia, odio o
sentimientos destructivos individuales incontrolados .
Estrategias
Una estrategia necesaria es, por tanto, concretar claramente en nuestros códigos
normativos de largo plazo (Proyecto Educativo y Reglamento Interno), aquellas actitu-
des positivas para una convivencia pacífica y armoniosa en nuestra comunidad, defi-
niendo un conjunto de normas aceptadas y comprensibles que resalten el respeto y
aprecio hacia uno mismo y los demás. También es deseable concretar en nuestra línea
docente y en el perfil del personal, docente o no, una serie de rasgos distintivos que
definan actitudes pacíficas y antiviolencia.
118
Por otra parte, nuestra organización interna debe permitir la participación real de
todos los miembros de la comunidad escolar, abriendo suficientes cauces de colabora-
ción, diálogo y negociación(mediación), de forma que la convivencia siempre conflicti-
va de los distintos intereses de las diferentes partes (padres, alumnos, profesores,
administración y organizaciones sociales), encuentre siempre una canalización ade-
cuada para el acuerdo y el compromiso en la toma de decisiones.
También podemos utilizar la estrategia del "diagrama de áreas curriculares" que nos
permite visualizar el currículum a partir de los Objetivos definidos en la misma. Se
trata de ir comprobando qué objetivos hacen referencia expresa a aspectos de la convi-
vencia, irlos marcando, desde los generales de etapa hasta los específicos de las
áreas, y a continuación verbalizar las actividades y tareas que proponemos para que
se hagan efectivamente presentes en un determinado curso escolar.
No es tarea fácil educar para la paz desde un sistema educativo que propicia la
competitividad, la selección y la discriminación. Quien se aventure en estos nuevos
caminos debe ser consciente de que no sólo va a iniciar la enseñanza de nuevos
esquemas conceptuales de contenidos, una nueva clase de contenidos, sino que debe
enseñar una nueva forma de enseñanza, fácilmente opuesta a los presupuestos bási-
cos del sistema educativo vigente.
119
Resumen
Si relacionamos los dos pilares en los que se asienta la educación para la Paz
podemos concebirla como un proceso educativo, continuo y permanente, fundado en el
concepto de paz positiva y la perspectiva creadora del conflicto y que a través de
la aplicación de métodos problematizantes pretende desarrollar una cultura de la paz,
ayudando a las personas a posicionarse frente a la realidad compleja y conflictiva y
actuar en consecuencia.
120
Bibliografía
- Con los valores ¿Quién se anima?. Fernando Onetto. Editorial Bonum. 1998.
- Educar en valores. Guía para padres y maestros. Carlos Díaz. Editorial Trillas.
2000.
- El hombre light. Una vida sin valores. Enrique Rojas. Editorial Planeta. 2000.
121
122
Procesamiento de Texto y Diagramación:
Mario Daniel Tolaba
123